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Primer acto Escenario hogar judío (Jesús y un discípulo) (lavando

sus pies)
Narrador:
En una ocasión, Jesús sorprendió a sus discípulos con algo que jamás
imaginaron que hiciera, algo indigno para un gran Señor, algo que sólo
hacían los siervos o los esclavos… (pausa, se escucha la música, está Jesús
inclinado lavando los pies a su discípulo)
Él se inclinó hacia ellos y puesto de rodillas, comenzó a lavarles lo pies
uno… a uno…. Ellos no entendían lo que pasaba y no se sentían cómodos
de verlo así…
Pero esto no se trataba de su comodidad, más bien, era una manifestación
de la compasión y grande amor de Dios para una humanidad miserable,
perdida, sin dignidad y sin esperanza… Jesús, representaba la restauración
de los valores del reino y la salvación. (pausa)
Esta historia de humillación y servicio tuvo un final y un inicio
extraordinario…. (se cierra la cortina) y se cambia la música

Segundo acto: escenario nocturno en el campo (pastores y su


rebaño)
En una noche fría… mientras los ricos y poderosos dormían, seguros,
calientes y soñando con sus riquezas y la admiración de sus súbditos, un
grupo de pastores se mantenían despiertos, sin ningún otro sonido mas que
la brisa nocturna, pobres… sucios… cansados… aguardaban el amanecer,
soñando despiertos con un mejor mañana, mantenían la ilusión… (pausa
grande)
Ellos nunca imaginaron que ese día alguien los miraría con dignidad, alguien
los elegiría para experimentar una de las más grandiosas manifestaciones
de gloria a un rey celestial. Ningún rico, ningún sabio, ningún poderoso
había tenido tan más alto honor…
Ellos nunca imaginaron que ese día, en ese preciso momento, recibirían la
mejor y más grande noticia que cualquier ser humano pudiera escuchar…
(Pausa, comienza otra música y salen luces laser)
Con un extraordinario coro angelical nunca visto y nunca escuchado por
oidos humanos, Dios dio las buenas y más grandes noticias para la
humanidad a ese grupo de pobres y humildes pastores… ¡sí!, a esos
pobres, sucios y cansados pastores. (pausa)
“No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de
gran alegría para todos, hoy les ha nacido en la ciudad de David, un
salvador, que es el mesías el Señor”

Jesús venía a este mundo, un mundo miserable y sin esperanza…

Tercer acto: Jesús en el camino, un pobre y una mujer triste.


Cuanto puede cambiar nuestra historia cuando miramos hacia el pesebre…
esa promesa angelical se hace nuestra y nos dirige suavemente hacia la
cruz…
Todos estábamos perdidos y sin fe… hasta que ese bebé nació y fue un
gran hombre que cambió radicalmente los estándares del valor y la
dignidad… mirándonos miserables… inútiles… superficiales… sin valor y sin
esperanza… Él tuvo compasión….

Mientras Jesús camina, en el fondo se observa la estrella de Belén, se


encuentra a un hombre pobre le da una manzana y le dice:
Voz de Jesús:
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos.
En el camino encuentra una mujer rica, con un perfume, pero muy triste. Y la
levanta y le dice:
Voz de Jesús:
Bienaventurados los que lloran porque ellos recibirán consolación
Narrador:
El nacimiento de Jesús fue el inicio de una gran historia, en la cual todos
nosotros estamos involucrados. Con su nacimiento, historia y muerte, él
nos deja claro que la navidad, más que un recordatorio es un estilo de vida
y vida en abundancia…

Voz de Jesús:
Un mandamiento nuevo les doy, que se amen unos a otros, como yo los he
amado, que también se amen unos a otros, en esto conocerán todos que
son mis discípulos, si tuvieren amor los unos con los otros…
(mirando al público)
No se angustie su corazón, creen en Dios, crean también en mí, en la casa
de mi padre muchas moradas hay, si así no fuera, yo se los hubiera dicho,
voy a preparar lugar para ustedes, y si me voy y les preparo lugar, vendré
otra vez y los tomare conmigo, para que donde yo esté, ustedes también
estén … y saben a donde voy, y saben el camino… yo soy el camino, la
verdad y la vida, y nadie viene al padre si no es por mí.

Narrador:
Vivamos una verdadera navidad en humildad, amor y esperanza.

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