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I·I, ARTf CULO DE LA ENCYCLOP&DIA BRITANNICA

Cuaderno 52

EDMUND HUSSERL

EL ARTÍCULO DE LA
ENCYCLOP.IEDIA BRITANNICA

SEGUIDO DE LA VERSIÓN DE CH. V. SALMON


PUBLICADA POR LA ENCICLOPEDIA Y DEL
ENSAYO "EL ARTÍCULO DE LA ENCYCLOP.tEDIA
BRITANNICADE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES
DE HEIDEGGER AL MISMO" DE WALTER BIEMEL

'Iraducción y edición
de
ANTONIO ZIRIÓN

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS


Colección: CUADERNOS
Director: DR. LEÓN OLIVÉ
Secretaria: MTRA. SALMA SAAB UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
MÉXICO 1990
Título original:
Der Encycwpaedia BritannicaArtikel
Publicado en Phanomenologische Psychologi.e, Voilesungen
Sommersemester 1925. Husserliana (Edmund Husserl Gesammelte _
Werke), Band IX, herausgegeben von WalterBiemel.
@ Martinus Nijhoff Publishers B.V., 196i.
Segunda edición en alemán: 1968.

PRESENTACIÓN

La presente traducción del artículo que Edmund Husserl escribió en


\":)'11 J><tl<t \.t en\1.t\\.t "renmneno\og'ia" ue \a Encydopreáia Britnn-
nica, viene a continuar el propósito de poner al alcance del público
de lengua española -y en particular de los estudiantes- algunas de
las obras breves e introductorias escritas por el fundador de la feno-
menología, propósito iniciado con la publicación en español de las
conferencias dictadas en París en 1929. 1 Aunque todavía aguardan
traducción diversos textos breves de Husserl que tienen ese carácter
introductorio (o de "divulgación"),2 el panorama que encuentra hoy
el estudiante es un poco más vasto y claro que el de hace unos cuan-
tos años, cuando no había aparecido aún la traducción de las leccio-
nes sobre "La idea de la fenomenología" y el estudiante sólo con-
taba, como texto de iniciación, con el ensayo La filosofía como cien-
cia estricta. 3

1 Las conferencias de París. Introducción a la fenomenologfa trascendental, pre-


sentación, traducción y notas de Antonio Zirión, Instituto de Investigaciones Fi-
losó[icas (Cuaderno 48), Universidad Nacional Autónoma de México, 1988. En ade-
lante me referiré a esta edición como CP.
2 El repertorio completo habría de incluir, al menos, la lección inaugural "La

Primera edición en español: 1990. ícnomenología pura, su método y su campo de investigación", impartida en 1917 al
tomar el cargo de profesor ordinario en la Universidad Albert-Ludwig de Friburgo
DR@ 1990. Universidad Nacional Autónoma de México (Tijdschrift voor Philosophie 38, 1976, pp. 363-378), las conferencias sobre "Método
Circuito Mario de la Cueva fenomenológico y filosofía fenomenológica" dictadas en la Universidad de Londres
Ciudad de la Investigación en HumanidaJes en 1922 (hasta donde sé, inéditas también en alemán), e incluso las mismas "Confc'-
Qudad Universitaria, 04510 México, D.f. rcncias de Amsterdam" de 1928, redactadas a partir del artículo para la Brita1111ica
(y publicadas como él en el tomo IX de Husserliana).
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS 3 Cf La idea de lafenomenologfa. Cinco lecciones, traducción de Miguel García-

Impreso y hecho en México Baró, Fondo de Cultura Económica, México-Madrid-Buenos Aires, 1982, edición
que ha tenido, por cierto, muy escasa circulación en México, y La filosofia como cien-
ISBN 968-36-1563-5
6 PRESENTACIÓN
PRESENTACIÓN 7
En todo caso, el presente artículo representa, por diversas razo-
nes, una de las introducciones a la fenomenología más interesan- la noción de lo psíquico puro conduce a la noción de una conciencia
tes para el estudioso del pensamiento de Husserl. En primer lugar, o una subjetividad trascendental. 4
Un tercer motivo de interés radica en el hecho de que el artículo
se trata, por lo que sabemos, del único texto que Husserl destinó a
constituye una pieza clave para documentar la relación entre Husserl
una publicación dirigida al gran público y no a un público filosófico.
y Heidegger o, más precisamente, entre sus distintas concepciones
Aunque en muchos pasajes la trama de los conceptos o la textura
de la fenomenología. Husserl, en efecto, invitó a Heidegger a cola-
del lenguaje no favorecen la comprensión fácil de un público me-
borar con él en la redacción del artículo; además de las lecturas, las
dianamente ilustrado (y mucho menos lo hacen, me temo, en una discusiones y los comentarios recíprocos, Heidegger redactó incluso
traducción), se advierte desde luego en el artículo el propósito de una buena parte de la segunda versión. 5 Aunque, a pesar de ello,
lograr una exposición llana y directa de la fenomenología. El hecho el proyecto de colaboración terminó en un "completo fracaso", 6 los
de que el texto haya pasado por cuatro versiones demuestra que la textos en que se concretizó precisan de una manera muy expresa,
tarea no resultó en absoluto sencilla. aunque no exenta de enigmas, tanto los acuerdos como las diver-
El articulo es in.tcresautc, además, l)Orque Husserl hace en. él la gencias entre ambcs, y ror elle ne han deladc de atraer la atención
presentación de la fenomenología trascendental desde un punto de de los especialistas.7 Entre estos textos figuran no sólo los borrado-
vista distinto del cartesiano, que es el más conocido y frecuente en res mismos o algunos fragmentos de los borradores, sino también las
sus obras (por lo menos en sus obras traducidas al español). El meo- anotaciones de Heidegger sobre muchos pasajes de los manuscritos,
llo de una introducción a la fenomenología trascendental es también una carta de primera importancia que Heidegger dirige a Husserl,
aquí, como lo había sido en trabajos anteriores y como lo sería en los comentarios de éste en los manuscritos, etcétera. Todo ello se
otros posteriores (por ejemplo en las Conferencias de París y en las encontrará en este volumen.
Meditaciones cartesianas), la exposición del sentido y la necesidad de Aquí no profundizaré en el sentido o la significación del artículo
la reducción fenomenológica; pero aquí la vía de acceso no es primor- o en la trascendencia del intercambio de ideas que tuvo lugar entre
Husserl y Heidegger. En estos respectos he preferido ceder la pa-
dialmente la que se ha dado en llamar "vía cartesiana" -es decir,
labra a Walter Biemel incluyendo en esta publicación su ensayo "El
la vía de la húsqueda de un conocimiento absolutamente indubita-
artículo de la Encyclopcedia Britannica de Husserl y las anotaciones
hle, la de una puesta en cuestión universal, la del hallazgo del ego
cogito como un residuo-, sino la vía a través de la psicología. Por 4 Puede encontrarse una exposición de ésta y de las restantes "vías" hacia la re-

esta última, la fenomenología trascendental se presenta como una ducción trascendental, junto con una cxplicac16n de su sentido y una evaluación de
peculiar y ulterior depuración de la psicología pura, es decir, de la sus méritos, en Iso Kern, "Thc Torce Ways to thc 'Iranscendental Phenomcnological
Rcduction in thc Ph1losophy of Edmund Husserl" en Fredcrick Elliston y Pcter Mc-
ciencia puramente psíquica que Husserl concibe como complemen- Cormick (eds. ), Husserl Expositions andAppraisal5, University of Notre Dame P rcss,
taria de la ciencia puramente física. La reducción fenomenológica (o Notre Dame, London, 1977, pp. 126-149 (traducido al inglés por los editores).
reducción trascendental o epojé fenomenológico-trascendental) es a 5 Cf. pp. 37-44.
6 Según palabras de Husserl en una carta a A. Pfiindcr de enero de 1931 citada
su vez una peculiar depuración de la abstracción requerida para al-
por Hcrbcrt Spiegelberg, "On the Misfortunes of Edmund Husserl's Encyclopae-
canzar el objeto de la psicología pura (lo puramente psíquico o el
dia Britannica Article 'Phcnomcnology' ", en Pctcr McCormick y Frederick Elliston
p'-iguismo puro), abstracción que tambi6n es denominada reducción (cds. ), Husserl Shoner Works, University of Notre Dame Press, The I Iarvester Prcss,
o cpojé fenomenológico-psicológica. Pero en todo ello, claro está, Jo 1981, pp. 18--20. Spicgclbcrg añade, como explicación o ilustración, que nada del
verdaderamente principal es comprender cómo el ahondamiento en borrador de Heidegger para la segunda versión fue incluido en la versión definitiva.
7
Para poner un ejemplo muy reciente, véase el artículo "Husserl, Heidegger,
and TI-anscendcntal Philosophy: Another Look at the Encyclopacdia Britannica Ar-
ci11 ,·~tricta, traducción de Eisa 'fabernig, Nova, Buenos Aires, 1951, volumen cuya ticle" de Steven Galt Crowell, publicado en Philosophy and Phenomenological Re-
llTdidún sería muy deseable. search, vol. L, núm. 3, marzo de 1990. Otro ejemplo, muy anterior, es desde luego el
ensayo de Walter Biemel al que me refiero en seguida.
PRESENTACIÓN 9
8 PRESENTACIÓN

tomo IX de Husserliana, 11 cuyo "texto principal" es un curso sobre


de Heidegger al mismo", en el cual, tiempo antes de la publicación
psicología fenomenológica que Husserl impartió en 1925. , .
de las versiones originales del artículo en el tomo IX de Husserliana ~
Esta traducción reproduce casi exactamente las caractensticas de
(editado por él mismo), expuso y comentó con mucha atingencia y
la edición de Biemel. 'Tres de las versiones (la primera, la segunda
virtud didáctica su contenido y el de las observaciones de Heideg- y la cuarta) se publican completas; de la tercera se publican, como
ger. 8
anexos, sólo los dos fragmentos en que se separa considerablemente
Por otra parle, en la larga nota que inserta Biemel en el primer de la cuarta. El Apéndice crítico de la edición alemana se incluye
párrafo de su ensayo (aquí p. 149, nota 1), así como en el apéndi~ también completo (lo que corresponde a los textos que aquí se pu-
crítico de su edición en Husserliana (aquí pp. 95-98, "Sobre las dis-
blican), salvo por algunas omisiones insignificantes y el añadido de
tintas versiones del artículo"), se encuentran datos suficientes para
los subtítulos.
tener claridad sobre la génesis y las vicisitudes literarias del artículo.
Como en CP, damos al margen, entre diagonales, la paginación
Al respecto sólo es menester recordar la última parte de la histo-
del original, en este caso Hua IX: se hacen múltiples referencias a
ria: la desafortunada traducción al inglés que hizo para la Encyclo-
ella en las notas del Apéndice crítico, en el ensayo de Biemel, en
predia Christophcr Vcrney Salmon. Con casi total seguridad, Sal-
las notas al pie, etcétera. Para facilitar su identificación, en toóas las
man recibió como texto definitivo la "cuarta y última versión" (aquí
referencias estos números de página de Hua IX se han puesto en ne-
pp. 59-82); pero las limitaciones de espacio y muy probablemente
gritas; los que aparecen tras ellos, inmediatamente después de un~
también el afán de simplificar las exposiciones, dieron como resul-
coma son los números de línea. Por otro lado, los números volad1-
tado un texto demasiado compendiado y alterado en el cual esa cuar-
tos rdmitcn a las notas del Apéndice crítico. Todas las notas al pie
ta versión apenas se vislumbra. 9 La versión de Salman apareció en
señaladas con asteriscos son del traductor; las notas que pertenecen
efecto en la enciclopedia en su 14a. edición de 1929 (The Encyclo-
a la edición de Hua IX están señaladas con letras. Igualmente, todo
predia Britannica, Vol. 17, pp. 699-702, Londres) y fue mantenida
en ella hasta la impresión de 1955 (para ser sustituida por un nuevo
lo que aparece entre corchetes("[]") se debe al traductor; to~~!º
que aparece entre comillas francesas ("« »") procede de la ed1c1on
artículo de J. N. Findlay). En 1984 publiqué en la revista Contrafuerte deHua IX. 12
una traducción al español de dicha vcrsión; 10 con algunos retoques, Agradezco a Ricardo Horneffer su colaboración en la traducción
la incluyo ahora en este volumen (p. 133) para que el lector pueda de la cuarta versión del artículo; a mis compañeros del Departa-
tener a la vista el panorama completo de este episodio de la historia
mento de Publicaciones del Instituto de Investigaciones Filosóficas,
de la fenomenología o de su divulgación.
sus sugerencias y sus pacientes lecturas, y a Claudia, mi esposa, su
Dicho episodio no pudo ser conocido en sus pormenores hasta
acertada y fecunda intransigencia.
1962, fecha en que Walter Bicmel publicó por vez primera las cuatro
versiones alemanas del artículo, como "texto complementario" del
A.Z.
8 Cf. p. 147. El ensayo fue originalmente publicado en Tijdschrift voor Philo-
,l'Ophie, 12 (1950), pp. 246-280, con el título "Husserls Encyclopaedia-Britannica-
Artikcl und Heideggcrs Anmerkungen dazu". Fue reeditado en Hermann Noack,
11 Phiinomenologische Psychologic. Vorlesungen Sommersemester 1925, Husser-
JIusscrl, Wisscnschaftliche Buchgesellschaft (Wege der Forschung, XL), Darmstadt,
liana EdmundHusserl Gesammelte Werke, Bd. IX, Martinus Nijhoff, Den Haag. Esta
1973, edición de la que nos servimos para nuestra traducción. Agradezco al Prof.
trad~cción se basa en la segunda edición de 1968. En adelante abreviamos este título
Bicmcl su gentil autorización. Naturalmente, publicar aquí su ensayo y recomendar comoHuaIX.
~u lectura no significa que necesariamente compartamos las conclusiones a las que
12 Se mantienen aquí, por cierto, las características tipográficas de CP: se im-
él llega.
9 prime en VERSALITA~ lo que en llua IX está en composición esp a ~ia da (y que
Para una ~omera reseña de la traducción de Salmon, de sus infidelidades y
corresponde a lo que en los manuscritos aparece subrayado); en cu~s1vas lo ~u~ en
prohlemas, remito de nuevo al texto de Spiegclberg citado en la nota 6.
1/ua IX está en cursivas; no ponemos en cursivas las palabras extran1eras (casi siem-
10 Cvntrafucrte, Revista Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, pre latinas) que en Hua IX tampoco están en cursivas.
núm. 3, diciembre 1984, pp. 2-10.
ADVERTENCIA SOBRE LA TRADUCCIÓN

He procurado que esta traducción guarde uniformidad con la de Las


conferencias de París (CP; ver nota 1 de la Presentación). No me ha
parecido necesario incluir en este volumen un glosario de términos
traducidos como el que publiqué en CP, ya que ese mismo puede
emplearse como referencia para esta traducción. En efecto, he man-
tenido casi siempre las elecciones de términos hechas allí y, por otro
lado, las novedades no son tantas como para justificar un nuevo glo-
sario. De todos modos, daré en seguida algunas indicaciones sobre
palabras nuevas y señalaré algunos cambios respecto de las traduc-
ciones elegidas en CP; también recordaré, por último, ciertas "nor-
mas" de mi traducción que regían ya en CP y que conviene tener en
cuenta durante la lectura.
El grupo formado por razón y racionalidad (con sus adjetivos y
adverbios) sirve para traducir dos grupos de términos alemanes que
aunque en el lenguaje corriente son sinónimos, en el lenguaje de
Husserl, igual que en muchos otros contextos filosóficos (incluso en
español), poseen significaciones muy diferentes: el grupo de liér-
nunft y Vernünftigkeit y sus relativos y el grupo de Ratio y Rationalitlit
y los suyos. Para distinguirlos, pongo entre corchetes "rat" cuando
se trata de una palabra de este segundo grupo. (Razón, en el sentido
de liérnunft, es la facultad o la cualidad del conocimiento evidente
(intuitivo, justificado, fundamentado, inmediata o mediatamente) o
del que tiende a serlo. En el sentido de Ratio, razón es la facultad o
la cualidad de los conocimientos o verdades "intelectuales", en opo-
sición a los empíricos o de hecho.)
Traduzco por cue,po tanto Korper ("cuerpo físico", "cuerpo en
tanto que tiene volumen") como Leib ("cuerpo animado", "cuerpo
orgánico" o "cuerpo vivo" o "cuerpo de un ser vivo"). Para distin-
guirlos pongo entre corchetes "Leib" cuando se trata de esta pala-
12 SOBRE LA TRADUCCIÓN SOBRE LA TRADUCCIÓN 13

bra. Por su parte, korperlich y Korperlichkeit se traducen por corpóreo cuando objeto y objetividad traducen a Objekt y Objektivitiit, pongo
y c01poreúlad, mientras que leiblich y Leiblichkeit por corporal y cor- entre corchetes "ob"; en caso contrario, son traducción de Gegen-
poralidad. stand o Gegenstllndlichkeit. Cosa sin indicación es traducción de
He llegado a la determinación de no seguir la usanza de tradu- Ding; cuando cosa traduce a Sache, esta palabra se pone entre cor-
cir Vergegenwiirtigung por presentificación (y vergegenwiirtigen por pre- chetes. Finalmente, mentar y mentado pueden ser traducción de mei-
sentificar). En español esta palabra es, a diferencia del término ale- nen y gemeint o de vermeinen y vermeint; para hacer la distinción,
mán, totalmente artificial. Siguiendo a García-Baró (véase por ejem- estos últimos van entre corchetes. En todos estos casos, el lector de-
plo la obra citada en la nota 3 de la Presentación), he preferido berá acudir al glosario de CP para las explicaciones correspondien-
re-presentación (siempre con el guión), que creo que, "diciendo" lo tes.
mismo, lo dice un poco más directa y naturalmente.
En el artículo, la terminología de Heidegger se cruza y entrevera
con la de Husserl de un modo interesante y peculiar. No puedo ana-
lizar aquí las implicaciones de este hecho, pero sí debo consignar
el modo como resolví algunas de las dificultades que ofrecía. To-
niendo a la vista, desde luego, la traducción de El ser y el tiempo de
José Gaos (FCE, México), la he seguido solamente en el caso de al-
gunos términos técnicos heideggerianos que en Husserl no tienen
una connotación particularmente destacada. Así, sigo su traducción
de Selbst por sí mismo, y la de Dasein por ser-ahí (aunque Gaos lo
escribe entre comillas y sin el guión). En cambio, no siempre tra-
duzco Seiende por ente; a veces uso también, como en CP, existente.
Pero quizá el caso más importante desde el punto de vista filosófico
es el de vorhanden y Vorhandensein (o Vorhandenheit), que como se
sabe Gaos traduce, respectivamente, por "ante los ojos" y "ser ante los
ojos". Aquí he preferido que Heidegger sonara husserliana y no que
Husserl sonara heideggeriano (heideggeriano-gaosiano, claro está),
y he traducido esos términos por ahí delante (vorhanden) y estar ahí
delante o ser ahí delante (Vorhandensein y vórhandenheit). Puesto que
esta traducción es constante, quien prefiera los términos de Gaos
puede hacer fácilmente las sustituciones pertinentes. 1
Entre las normas que ya se hallaban en CP y que sigo mante-
niendo, creo que las principales son las siguientes: real es traducción
de real, de reell y, a veces, de wirklich. La distinción se da poniendo
entre corchetes la palabra alemana en los dos primeros casos: cuan-
do real no va seguida de corchetes, es traducción de wirklich. Ideal
es a veces traducción de ideal y a veces traducción de ideell; cuando
de ésta se trata, se señala poniéndola entre corchetes. Por otro lado,

1Cf. a este respecto Introducción a El ser y el tiempo de Martm Heidegger, de


José Gaos, Fondo de Cultura Económica, México, 2a. ed., 1971.
EL ARTÍCULO DE LA ENCYCLOP/EDIA BRITANNICA
PRIMER BORRADOR1 /23

Por FENOMENOLOGÍA se entiende un movimiento filosófico origi-


nado en los inicios de nuestro siglo, que se ha propuesto una nueva
y radical fundamentación de una filosofía científica y, mediante ella,
la de todas las ciencias. Fenomenología designa también, sin em-
bargo, una nueva ciencia fundamental que sirve a estos propósitos,
para lo cual se divide en fenomenología psicológica y fenomenología
trascendental.

l. LA FENOMENOLOGÍA PSICOLÓGICA COMO


PSICOLOGÍA "PURA''

1. 'Ibda experiencia y toda otra manera de estar ocupados concien-


tcmente con objetos, admite evidentemente un "giro fenomenoló-
gico", un traslado a un proceso de "experiencia fenomenológica".
En el simple percibir estamos dirigidos a las cosas [Sachen] percibi-
das, en el recordar a las recordadas, igualmente en el pensar a los
pcnsamientos,2 en el valorar a los valores, en el querer a metas y ca-
minos, etc. Toda ocupación semejante tiene de tal modo su "tema".3
En todo momento podemos, sin embargo, efectuar un cambio de ac-
titud que desvía nuestra mirada temática de las cosas [Sachen], pen-
samientos, valores, fines, etc., respectivos,4 hacia los "modos subje-
tivos" múltiplemente cambiantes en que "aparecen",5 hacia los mo-
dos como son concientes. Por ejemplo, percibir un cubo de latón
fijo e inalterado es recorrer su figura cúbica, las caras, aristas y es-
quinas singulares, y así mismo su color, su brillo y demás determina-
ciones en cuanto cosa espacial, / y tomar de tal modo conocimiento /2~
del6 cubo. Pero en vez de continuar de esta manera, podemos po-
ner fenomenológicamente la atención en cómo -por ejemplo en
18 PRIMI:R BORRADOR
FENOMENOLOG[A PSICOLÓGICA COMO PSICOLOGÍA "PURA:' 19
qué "perspectivas" diversamente 7 cambiantes- se exhibe el cuno
una teoría entera, vale ya para cada elemento temático, para cada
E~'ERIMENTADO SIN ALTERACIÓN, cómo él, el mismo, 8 aparece de
concepto, para cada forma de juicio, etc.17 La unidad temática se
diferente modo como "cosa cercana" que como "cosa lejana", qué
rnn~t ituye también aquí y en todas partes en la síntesis de multipli-
modos de aparición ofrece el cubo en el cambio de la orientación
cidades de ''fenómenos·· ocultos, los cuales, sin embargo, pueden ser
y cómo también 9 cada determinación singular se exhibe en el curso
descubiertos en todo momento 18 mediante la reflexión, el análisis y
de la percepción como una 10 en los múltiples modos de aparición
la descripción fenomenológicos.
q~~ le perten~cen a ella en particular. No hay ninguna cosa per-
cibida progresivamente, ningún momento percibido como determi- De ello resulta la IDEA DE UNA TAREA UNIVERSAL: en vez de po-
nac~ón en ella, que, como enseña este retroceso a la experiencia re- nernos, en la "actitud natural", a vivir directamente y por decirlo
flexiva, no aparezca durante el percibir en multiplicidades de dife- a~í como hombres mundanos 19 en "el" mundo, esto es, en vez de
rentes apariciones, aunque en verdad esté dado y aprehendido como vivi1 en la vida de conciencia que ejerce latentemente su función
cont_inuam~nte uno y el mismo. Pero en la 11 percepción que prosi- y tener en virtud de ello al mundo y solamente a él como nuestro
gue ureflex1vamente 12 está solamente esta unidad, solamente la cosa l'ampo de ser -como existente para nosotros ahora (por la per-
misma en la mirada que la aprehende, mientras que los cursos de vi- n:pción), como pasado (por el recuerdo), como venidero en el fu-
l uro (por la expectativa)-, en vez de juzgar y valorar este mundo de
vencias que están ejerciendo una función permanecen no tematiza-
dos, inaprehendidos, latentes. EL PERCIBIR NO ES UN Vi\CÍO TENUl experiencia, en vez de convertirlo en campo de proyectos teóricos o
~as _cosas [Sachen J percibidas, sino un fluyente vivir apariciones sub- piúcticos, intentamos una reflexión fenomenológica universal sobre
Jetivas que se unifican sintéticamente en la conciencia de lo mismo toda esta vida preteórica, teórica y de cualquier otra índole. Inten-
de lo que es de tal y cual modo. "Modos de aparición" 13 debe to~ tamos descubrirla sistemáticamente y comprender por este medio el
marse aquí en un sentido amplísimo. Así, en el recuerdo del cubo o dimo de sus obras unitarias; comprender, pues, en qué múltiples for-
en la fantasía de un cubo completamente igual, los modos de apare- mas típicas esta vida es "conciencia-de", cómo constituye unidades
cer son "los mismos" que en la percepción, pero todos están en cierta \intéticamente concientes, cómo, en qué formas transcurren estas
forma modificados, precisamente al modo del recuerdo o al modo \Íntcsis, como las de la pasividad y la actividad espontánea, y con ello
de la fantasía. Así mismo, diferencias como la que hay entre el re- \' n panicular cómo se constituyen sus unidades como objetivamente
cuerdo claro y el oscuro y la diferencia de los grados de la claridad ¡01> 1existentes o no existentes y similares: en suma, pues, cómo está
pero también la de la relativa determinación e indeterminación so~ ahí como vigente y válido para nosotros un mundo unitario de ex-
diferencias de los "modos de aparición"; igualmente las difere~cias péricncia y de conocimiento con una variedad de tipos ónticos to-
de la perspectiva temporal, de la atención, etc. talmente familiares. 20 Si lo experimentado sólo es dado y posible en
De manera enteramente análoga, los pensamientos, los valores, el experimentar, el pensamiento sólo en el pensar, la verdad intelec-
las resoluciones, etc., en las vivencias correspondientes del pensar, tiva sólo en la intelección, entonces la exploración concretamente
del v~lorar, del querer, etc., son unidades de "modos de aparición" omnilatcral del mundo que para nosotros existe y es científica e in-
q uc e1erccn ocultamente su función. A manera de ejemplo, 14 el mis- lélectivamente válido, requiere 21 • ª también la exploración fcnome-
. . . 15
mo JU1c10 con e1mismo sujeto y el mismo predicado está conciente nolúgica universal de las multiplicidades de conciencia, en cuyo mu-
en el pensar en modos cambiantes, ora como evidente, ora como no da miento sintético el mundo se configura subjetivamente como el
evidente, ora, en este último caso, como juzgado ex?lícitamentc en mundo para nosotros válido y eventualmente intclectivo. 22 La tarea
una acción que se desarrolla paso a paso, ora no explícitamente, 16 se extiende a la vida en su totalidad, / también a la vida estética v /24
como ocurrencia vaga, en todo lo cual interviene, en la transición de ~alorativa en cualquier otro sentido, y a la vida práctica, merced ;
/239/ un modo a otro,/ la conciencia identificadora del mismo juicio como ~as cuales el mundo de la vida 23 concreto, con su cambiante conte-
conciencia del juicio mentado una vez en este modo y luego en aquél.
Lo que vale para el todo de un juicio, o incluso de una prueba, de • «Anotación de I Ie1degger:» lPor qué? De inmediato sólo mostrar puramente
en la iluminación ontológica su campo que por así decir y<1ce a la espalda.
20 PRIMER BORRADOR FENOMENOLOGf.A PSICOLÓGICA COMO PSICOLOGfA "PURK 21

nido, se configura para nosotros siempre también como un mundo bio de la actitud ambas especies de experiencia, surge entonces la
de valores y un mundo práctico. combinada experiencia psicofísica, en la cual se convierten en tema
2. lConduce semejante disposición de las tareas a una nueva cien- las referencias reales [real] de lo psíquico a la corporalidad física. A
cia? lCorresponde a la idea de una experiencia universal, dirigida partir de ahí resulta fácil ver intelcctívamente el sentido y la nece-
exclusivamente a los "fenómenos subjetivos", un campo de experien- sidad de una psicología pura. Todos los conceptos específicamente
cia concluso contrapuesto a la experiencia universal del mundo, y psicológicos derivan manifiestamente de la experiencia puramente
con e 11 o una b ase 24 para una ciencia
· · conclusa? Una ciencia nueva se psíquica, así como todos los conceptos específicamente naturales
dirá desde luego, no es menester, pues a la psicología, como cie~cia (científico-natura les) derivan de la experiencia puramente na tura l. 30
de lo psíquico, pertenecen naturalmente todos los fenómenos mera- Así pues, toda psicología científica se basa en una formación de con-
mente subjetivos, todos los modos de aparición de lo que aparece. ceptos metódicamente científica dentro del campo de la experiencia
25
Ello es indudable. Pero deja sin decidir que aquí 26 se requiere puramente psíquica. Si en tales conceptos31 hay en juego inteleccio-
una disciplina psicológica puramente conclusa en sí, de modo se- nes apodícticas 32 , que pueden alcanzarse en la actitud hacia lo pu-
mejante a como en la dirección de la investigación exclusivamente ramente psíquico, entonces dichos conceptos tienen que preceder33
teórica sobre el movimiento y las fuerzas en movimiento (como me- como "puramente psicológicos" a todos los conocimientos psicofísi-
ra estructura de la naturaleza) se requiere una mecánica. Consi- cos. Ya en la a percepción natural de un hombre como realidad [real]
derémoslo más de cerca. 27 lCuál es el tema general de la psico- concreta se da su subjetividad psíquica, el psiquismo múltiple, que es
logía? Los entes anímicos y28 la vida del alma, que en el mundo se experimentable como excedente sobre su physis corporal, como una
presentan concretamente como humanos y, en general, como ani- totalidad y una unidad de cxpericncia34 cerrada en sí. Si un "alma"
males. La psicología es, de acuerdo con ello, una rama de la antro- (en este sentido experiencial) tiene una estructura esencial general,
pología o de la zoología, disciplinas más concretas. Las realidades una tipología de la disposición de sus estados psíquicos, de los actos y
[real] animales poseen un doble estrato, y son ante todo, conforme formas de una síntesis psíquica pura, 35 entonces la tarea fundamen-
a un estrato básico, realidades [real] físicas. Pues, como todas las tal de la psicología ante todo en cuanto PSICOLOGÍA "PURA" tiene
realidades [real], son espacio-temporales y admiten una actitud con- que ser explorar sistemáticamente esta tipología. Por grande que sea
secuentemente abstractiva de la experiencia hacia lo que en ellas es el ámbito de la investigación psicofísíca, por mucho que esta inves-
puramente "res extensa". Esta reducción a lo puramente físico nos tigación pueda aportar al conocimiento del alma, sólo sobre el fun-
traslada al nexo cerrado de la naturaleza física, en la cual los cuer- damento de una psicología pura puede aportar algo, es decir, poner
pos_ tLei~] a~i~ales ~upan su lugar como meros cuerpos. La explo- de manifiesto las relaciones reales [real] de lo psíquico con la physis.
rac10n c1ent1f1ca de estos ocupa su lugar, según ello, en la unidad Todas las indicaciones indirectas de lo psíquico que aquí son posi-
universal de la ciencia de la naturaleza, pero especialmente en la bles presuponen la experiencia científica de lo puramente psíquico
biología física como ciencia general de los organismos que se dan y el conocimiento de sus estructuras esenciales. Conforme a ello,
en la experiencia puramente física. Sin embargo, los seres animados entre los "conceptos fundamentales" psicológicos, que son los ele-
no existen meramente como naturaleza; existen como "sujetos" de mentos primitivos de la teoría psicológica, los conceptos puramente
una "vida psíquica", de una vida que experimenta, siente, piensa, as- psicológicos son los primeros en sí; anteceden a los psicofísicos y con
pira, cte. Si ponemos en acción en consecuente pureza, y en una ac- ello a todos los conceptos psicológicos en general. 36
titud abstractiva dirigida en otro sentido, 29 la completamente nove- EL CONOCIMIENTO DE EXPERIENCIA EN GENERAL se basa37 en
dosa experiencia psíquica (la cual, como psicológica, es manifiesta- última instancia en la EXPERIENCIA ORIGINAL, en la percepción y
mente la fuente específica de la psicología), entonces ella nos ofrece en las variantes derivadas de ella que re-presentan primigeniamente.
lo psíquico en su pura esencialidad propia y, manteniendo firme- /Sin ejemplos intuitivos primigenios no hay ninguna generalización /242/
/241/ mente / 1~ ~irada en esta dirección, nos lleva sin cesar de lo pura- ni formación de conceptos primigenia. Así también aquí. Todos los
mente ps1qmco a lo puramente psíquico. Si entrelazamos en el cam- conceptos fundamentales puramente psicológicos -los últimos ele-
22 PRIMER BORRADOR FENOMENOLOGÍA PSICOLÓGICA COMO PSICOLOGÍA "PURA'.' 23

mentos teóricos de toda psicología, que preceden a todos los demás ende la de una psicología en general. El método de la "reducció?
conceptos psicológicos-, tienen que ser extraídos de la intuición fenomenológica" es el método fundamental para poner de ~am-
primigenia de lo psíquico como tal. 38 Ésta tiene tres niveles que se fiesto el campo psicológico-fenomenológico; únicamente mediante
fundan uno en otro: experiencia de sí mismo, experiencia intersubje- él ha llegado a ser posible la "psicología pura". 44 Si, por ejemplo,
tiva y experiencia de la comunidad como tal. 39 Aquélla 40 se efectúa, una percepción externa cualquiera, digamos ?e ~ste árbol, es apre-
escalonada a su vez conforme a la primigenidad, en la forma de la sada y descrita como un dato puramente pstqutco, entonces natu-
percepción de sí mismo y de sus variantes (recuerdo de sí mismo, ralmente el árbol mismo, que está allí en el jardín, no forma parte
fantasía de sí mismo); ella suministra al psicólogo intuiciones psi- de ella sino de la naturaleza extrapsíquica. A pesar de ello, la per-
cológicas primigenias sólo de su propio psiquismo (presente, pasado, cepció~ es psíquicamente lo que es en cua~to per~pción "d~ este
etc.). Manifiestamente, en el sentido de toda experiencia intersub- árbol"; no es posible describir una percepción segun su consisten-
jetiva de la "interioridad" ajena, yace el que ésta sea una variante cia psíquica esencialmente propia sin este "de esto y de aquello".
analógica de la mía propia, de manera que, como alma singular, 41 La inseparabilidad de este momento se muestra en el hecho de que
pueda por tanto sujetarse a los mismos conceptos fundamentales, permanece en la percepción aun en el caso de_ que ésta se revele
extraídos primigeniamente de mi experiencia de mí mismo, y no a como ilusión. Exista o no exista en verdad el objeto [ob] natural, la
otros. Sin embargo, la experiencia de la comunidad personal y de percepción es percepción DE él y co~,º tal45 me es dada en}ª ~e-
la 42 vida comunitaria, fundada en la experiencia de sí mismo y en la flexión fenomenológica. La aprehension de lo puramente psiqmco
experiencia de lo ajeno, suministra nuevos conceptos fundamenta- de un cogito de la especie percepción exige, pues, por una parte, que
les, conceptos que en todo caso presuponen los de la experiencia de el psicólogo46 deje fuera de juego toda toma de posició_n sobre el
sí mismo. verdadero ser de lo percibido (del cogilatum), que47 practique a este
Si ahora preguntamos qué ofrece a la intuición en primer término respecto una epojé y, de acuerdo con ello, no emita ningún juicio
y primigeniamente la EXPERIENCIA DE sf MISMO, la real y la posi- natural de percepción, a cuyo sentido pertenece en efecto una con~-
ble, entonces la clásica fórmula de DESCARTES, el ego cogito, da la tante aserción sobre el ser y no-ser objetivo [ob]. Por otra parte, sm
única respuesta posible, siempre y cuando dejemos fuera de juego embargo, no ha de pasarse ahora por alto lo que es ABSOLUTAMENT.E
todos los intereses filosófico-trascendentales que lo determinaban a ESENCIAL: que la percepción, desde luego, también tras esta epojé
él. Con otras palabras, no damos con nada más que con YO, CON- depuradora es percepción de esta casa, y de esta ~asa con el valor de
CIENCIA y CONCIENIE COMO TAL. Lo psíquico en su pureza no es "realmente existente". Con otras palabras, el objeto [ob] de la per-
nada más que, por decirlo así, lo específicamente yoico: vida de con- cepción pertenece a la consistencia pura de mi percepción, per~ pu-
ciencia y ser en cuanto yo en tal vida. Si se mantiene firmemente ramente en cuanto mentado [vermeint] perceptivamente y por cierto
la actitud hacia lo puramente psíquico también en la consideración como contenido de sentido (sentido perceptivo) de la creencia de la
de las comunidades humanas, entonces se ofrecen, más allá de los percepción.48 Pero en la epojé esta "casa percibida" (1~ casa '.'puesta
puros sujetos singulares (almas), los modos de conciencia de la in- entre paréntesis", como se dice) pertenece a la consistencia feno-
tersubjetividad que los vinculan en forma puramente psíquica, entre menológica49 no como / un momento rígido, sino como unidad que fl..44/
ellos los "actos sociales" (dirigirme al otro, tratar con él, dominar se constituye vivamente en multiplicidades fluctuantes de modos de
su voluntad, etc.), así como, referidas a ellos, las vinculaciones in- aparición, cada uno de los cuales posee en sí ~l.<:1rá~ter de la "apa-
/243/ terpersonales permanentes de las / personas puras en comunidades rición de" (por ejemplo, perspectiva-de, apanc1on lepna-de, etc.) y
personales de diferente nivel. 43 produce sintéticamente, en el curso de las apariciones concertadas,
3. La CORRECTA EJECUCIÓN DE UNA REFLEXIÓN PURAMENTE FE- la conciencia de lo uno y lo mismo. Es manifiesto que exactamente
NOMENOLÓGICA como intuición primigenia de lo psíquico en su pe- lo mismo vale paras0 toda clase de cogito, para toda clase de ''yo ex-
culiaridad pura, tiene sus grandes dificultades, de cuyo conocimiento perimento", "yo pienso", "yo siento, deseo", etc. En to~as ~arte~ la
y superación depende la posibilidad de una psicología pura y por reducción a lo fenomenológico en cuanto puramente ps1qmco exige
24 PRIMER BORRADOR FENOMENOLOGÍA. PSICOLÓGICA COMO PSICOLOGÍA. "PURA:' 25

~a ~nhibición metódica de toda toma de posición naturalmente ob- 61 Con el método de la reducción fenomenológica se vincula según
jetiva [ob ], y no solamente de toda toma de posición, sino también !Sto el método de la investigación psicológica de esencias como mé-
de toda toma de posición respecto de los valores, bienes, etc., que en todo EIDÉTICO: se excluyen así no solamente todos los juicios que
c~da_ caso están pura y simplemente vigentes para el sujeto en lasco- rebasen la vida de conciencia pura (y por ende toda ciencia positiva
gttationes puestas en _marcha de modo natural. Ésta es en todas par- natural), sino que se excluye también toda facticidad puramente psi-
tes la tarea: persegmr la abundancia, en un primer momento incal- cológica. Ésta sirve sólo ejemplarmente como soporte de la libre va-
culable, ~e los ~od?~ en los cuales se "constituyen" gradualmente, riación de las posibilidades, mientras que la meta de las comproba-
como umdades smtet1cas de multiplicidades de la conciencia las res- ciones es lo INVARIANTE que resalta en la variación, el NECESARIO
pectivas "objetividades intencionales" (lo percibido como t~l, lo re- ESTILO FORMAL al cual está ligada la posibilidad de ser pensado.
corda~o como tal, lo pensado, lo valorado como tal, etc.); descubrir 62Así, por ejemplo, la fenomenología de la percepción de cosas es-
las vana~as f?rmas de síntesis mediante las cuales, en general, llega paciales no es una doctrina de las percepciones externas que ocurren
una conciencia con otra conciencia a la unidad de una conciencia. 51 fácticamente o que empíricamente cabe esperar, sino la exhibición
Per? aquí no va a encontrarse otra cosa más que "conciencia-de" del sistema necesario de estructuras sin el cual 63 sería impensable
-siempre c~ntr_ada en el mismo polo de unidad ego. 52 A su vez, una síntesis de múltiples percepciones como percepciones de una y
todo dato ps1qmco sólo puede mostrarse como unidad, la cual re- la misma cosa. Entre las más importantes de las síntesis psicológico-
n:1it~ a multipli~idad~s constituyentes. La psicología pura (y por con- fenomenológicas que hay que explorar se hallan las síntesis de la
s1gmente la ps1colog1a en general), debe comenzar con los datos de VERIFICACIÓN, por ejemplo de la manera como en la percepción ex-
la experfencia real, por ende con mis vivencias de yo puras como53 terna la conciencia se adjudica, en la forma de la concordancia y el
percepciones de, recuerdos de y semejantes, y no con substrucciones cumplimiento de anticipaciones previas, una creencia evidente en el
Yabstraccio_nes, c~mo lo son los datos de los sentidos y semejantes. 54 ser como conciencia de la cosa misma que se manifiesta. Correlati-
4. ~ ps_1colog1a fenomenológica o pura, como disciplina55 psi- vamente: la exploración de las modalizaciones, de la dubitabilidad,
~ológ1ca pn~era en sí y completamente cerrada en sí, separada ta- de la mera conjeturabilidad y de la eventual nulidad evidente, como
Jantcmente mcluso de la ciencia natural, no ha de fundarse, por pro- formas contrarias de las síntesis de concordancia -y así en todos los
fundas ra~ones, como ciencia de hechos, sino como ciencia pura- géneros de actos (psicología pura de la razón).b
mente racional [rat] ("apriórica", "eidética").56 Como tal, es el fun- 5. 64 La primera reducción fenomenológica, la descrita arriba, es
dam~nt? necesario de toda ciencia de leyes empírica rigurosa57 de la egológica, y así también la fenomenología / es en primer término /246/
lo amm1co, tal como las disciplinas puramente racionales [rat] de la fenomenología de las posibilidades esenciales de mi ego, lo único in-
naturaleza, la geometría, la foronomía, la cronología, la mecánica tuitivo de modo original (FENOMENOLOGÍA EGO LÓGICA). Pero una
puras, son el fundamento de toda posible ciencia "exacta" de la na- fenomenología de la intrafección y de la manera como ésta puede
/245/ t ura 1eza empmca.,. 58¡ ,
As1 como la fundamentación de esta última transcurrir, como síntesis de fenómenos de mi alma, de un modo
requeriría un descubrimiento sistemático de las formas esenciales concordantemente verificativo y luego indicar la "subjetividad aje-
de una naturaleza en general, sin las cuales la naturaleza 59 dicho na" en verificación consecuente, conduce a la ampliación de la re-
n:ás_ específicame~te, la configuración espacial y temporai, el mo- ducción fenomenológica como REDUCCIÓN A LA INTERSUBJETIVI-
:1m1ento, el cambm, la sustancialidad y la causalidad físicas, serían DAD PURA.65 Nace, como fenomenología puramente psicológica ple-
impensa bles, así también una psicología científicamente "exacta" re- na la doctrina de esencias de una comunidad constituida en forma
quiere un descubrin:ien~o de la ~ip?~ogía apriórica sin la cual el yo (o pu~amente psicológica, 66 en cuyos actos entrelazados intersubjeti-
e! noso~o~ ), la conciencia, la obJetlv1dad de conciencia y con ello una vamente (actos de la vida comunitaria) se constituye el mundo "ob-
v~da anmuca en general, serían impensables, con todas las diferen-
cias y _las formas de síntesis por esencia posibles que son inseparables b «Anotación de Heidegger a los últimos 10 renglones:» iCuestiones trascen-
de la idea de una totalidad anímica individual y comunitaria.60 dentales!
FENOMENOLOGÍ.A TRASCENDENTAL Y PSICOLÓGICA 27
26 PRIMER BORRADOR

jetivo" [ob] (el mundo para todos) como naturaleza "objetiva" [ob], apriórica y la ciencia pura y apriórica de la naturaleza (por ejemplo
como mundo cultural y mundo de las comunidades "objetivamente" la geometría) hace patente que no se trata en ella de huecas "espe-
[ob] existentes. culaciones a priori", sino de un trabajo rigurosamente científico, eje-
cutado en el marco de la intuición psicológica concreta, de confor-
~-~7 ~ idea de una psicología pura, de una psicología no psi-
c~f1~1<:'1 smo sacada puramente de la experiencia psicológica, remite mación sistemática de los conceptos puramente psicológicos y de las
histoncamente a la ~emorable obra fundamental de LOCKE, y el leyes esenciales evidentes que pertenecen a su validez necesaria, en
71
desarrollo y elaboración68 de los inicios lockeanos se lleva a cabo un desarrollo progresivo infinito pero sistemático. Por otra parte,
e~ el mo~inliento empirist~ que parte de él y que culmina en el ge- aquí no puede presuponerse en modo alguno el carácter científico
72
mal Trea~e de?· HUME. Este puede verse como el primer esbozo de las ciencias aprióricas ya de antiguo conocidas: al carácter fun-
de una ps1cologi_a pur~ (aunque solamente egológica) realizada con damentalmente distinto de lo psíquico corresponde el carácter fun-
una ~onsecuencia casi pura, y no menos, ciertamente, como el pri- damentalmente distinto del sistema de su apriori y del método en su
mer mtento de una filosofía trascendental fenomenológica.69 Pues totalidad. 73
ya en LOCKE ~e ~e~clan d?~ tendencias que hay que distinguir: jus-
tamente la psicologica positiva y la filosófica trascendental. A pesar II. LA FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL FRENTE A LA
de muchos hondos presentimientos, este movinliento de tal suerte FENOMENOLOGÍA PSICOLÓGICA
rico en consecuencias naufraga, y naufraga por ambos lados. Se echa 1. La nueva fenomenología no surgió originalmente como psicología
de menos en él exámenes radicales acerca de la meta de una psico- pura, y por ende no surgió en interés de la fundamentaciónc de una
logía pura y sus posibilidades; le hace falta el método fundamental de psicología empírica rigurosamente científica,74 sino más bien como
la re~uc~ión fenomenológica. La ceguera para la conciencia como "FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL'' en interés de una reforma de
conciencia-de (para la "intencionalidad") significa también ceguera la filosofía que la convierta en una ciencia rigurosa. La fenomeno-
para las tareas y los métodos particulares que de ella emanan. Fi- logía trascendental y la psicológica, en tanto distintas por su sentido
nalmente, al empirismo le falta también la intelección de la necesi- 75
fundamental, deben mantenerse estrictamente separadas. Ello a
dad de u~a ~octrina racional [rat] de las esencias de la esfera pura- pesar de que se convierten la una en la otra mediante un mero cam-
me~te psiqmca. Todo ello haría imposible también en la época pos- bio de actitud, de modo que en ambas partes se presentan "los mis-
tenor un~ fund!m~ntación radical de la psicología pura y, con ello, mos" fenómenos e intelecciones de esencia, / pero, por así decirlo, /248/
de una ps1cologia ngurosamente científica en general. E BRENTANO con signo diferente, el cual cambia por principio su sentido. Tum-
/247/ (Psy~hologie / I, 1874)* dio por vez primera un impulso decisivo poco el interés de LocKE fue primariamente la fundamentación de
mediante el gran hallazgo que yacía en su revalorización del con- una psicología pura, sino que ésta debía ser solamente el medio para
cepto escolástico de la intencionalidad como un rasgo esencial de una solución universal de los PROBLEMAS DEL "ENTENDIMIENTO".
los _"f~~-1menos p~íquicos". Pero tampoco él, frenado todavía por Su tema primario fue así el enigma de las obras del entendimiento
~re1~i,c10_s natu!ahstas, ve los problemas de la síntesis y de la cons- efectuadas en la subjetividad como conocimiento y ciencia, con su
titucmn mtenc1onal, y no halla el camino hacia la fundamentación aspiración a alcanzar validez objetiva [ob ]. 76 En una palabra, el Es-
de _una psicología pura en nuestro sentido fenomenológico, y ni si- say de LOCKE quiere ser el esbozo de una teoría del conocimiento, de
qme_ra de u_na psicolo~ía _eidética. 70 Pero sólo gracias a su hallazgo una filosofía trascendental. 77 Él y su escuela merecen el reproche de
ha sido posible el mov1m1ento fenomenológico puesto en marcha a "psicologismo". Si en el sentido del problema trascendental está en
la vuelta de nuestro siglo: el paralelismo entre esta psicología pura y cuestión el sentido y el derecho de una objetividad [ob] que se hace
conciente en la inmanencia de la subjetividad pura y que presun-
• Su título ~mpleto ~sPsychologie von empirischen Standpunkt (Psicología des-
de un !'unto de vista empírico). Hay una traducción parcial de José Gaos: Psicowgla
Madnd, 1935. ' e «Anotación de Heidegger a "fundamentación":» iPsicologfa racional! [rat].
28 PRIMER BORRADOR FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL Y PSICOLóGICA 29

tamente se acredita en los procesos subjetivos de fundamentación, juego el ser del mundo de experiencia en su totalidad (de acuerdo
entonces esta cuestión atañe de igual manera absolutamente a todo con su principio metódico de la epojé respecto de todo lo suscepti-
lo objetivo [ob]. 78 Ya en las meditaciones de DESCARTES (y preci- ble de ser puesto en duda); ya él comprendió que después de ello
samente por ello fue él el memorable inspirador de la problemática queda en juego el ego cogilo como universo de la subjetividad pura,
trascendental) estaba preparada la intelección de que lo que noso- y que ésta, que no puede ser tomada como yo, este hombre, e es el
tros consideramos siempre como realmente [real] existente y exis- ente que en su validez inmanente está presupuesto en todo conoci-
tente de cierta manera, por tanto, en suma, el universo entero, para miento positivo y que es por ende, frente a éste, lo primero en sí.
el ego cognoscente solamente es existente en cuanto creído en la Si reunimos de este modo el gran conocimiento de LocKE de la ne-
creencia subjetiva y existente de cierta manera en cuanto represen- cesidad de describir concretamente la vida cognoscente, en todas
tado, pensado, etc., 79 con este o aquel sentido. De esta suerte, la vida sus especies y niveles fundamentales, y el descubrimiento BRENTA-
de conciencia subjetiva en la inmanencia pura es la sede de todo dar NIANO de la intencionalidad en su nueva utilización, y por último
sentido, de todo poner el ser y verificar el set. 80 Se requiere así una el conocimiento de la necesidad del método apriórico, entonces te-
autocomprensión sistemática y pura del cognoscente, un descubri- nemos como resultado el tema y el método de la actual fenomeno-
miento de la vida pensante basado puramente en la "experiencia in- logía trascendental. En lugar de la mera reducción a la subjetivi-
terna", con el fin de poner en claro lo que aquí la subjetividad, en la dad puramente anímica (a lo puramente psíquico de los hombres en
oculta inmanencia, puede obrar y obra. A pesar de que LocKE es- el mundo), tenemos una reducción 85 a la subjetividad trascenden-
taba guiado por esta gran intelección, le faltó la pureza en los princi- tal mediante una epojé metódica respecto del mundo pura y llana-
pios y cayó en el error del psicologismo.81 Era un contrasentido pre- mente real [real], y de la misma manera respecto de todas las ob-
suponer cualesquiera experiencias y conocimientos objetivos [ob] jetividades [ob] ideales 86 ("mundo" de los números y semejantes).
cuando la experiencia y el conocimiento reales-objetivos [real-ob] en Permanece en validez exclusivamente el universo de la subjetividad
general estaban trascendentalmente en cuestión, como si el sentido "trascendentalmente pura", comprendidos en ella todos los "fenó-
y el derecho de su validez objetiva [ob J no pertenecieran ellos mis- menos" reales y posibles de objetividades [obJ, 87 todos los modos de
mos al problema. Una psicología no podía ser el fundamento de la aparecer, los modos de conciencia, etc., referidos a ellas. Solamente
filosofía trascendental. Thmbién la psicología pura en sentido feno- gracias a este método radical la fenomenología trascendental elude
menológico, delimitada temáticamente82 me<Jiame la reducción psi- el contrasentido del círculo en la teoría del conocimiento: presupo-
cológico-fenomenológica, es todavía ciencia positiva; tiene al mundo ner en particular / (como si fuera incuestionable) lo que está com- /250/
/249/ como base previamente dada. 83 Las almas 8·t / y las comunidades prendido en el sentido general de la cuestión trascendental misma.
anímicas puras son almas de cuerpos en la naturaleza, que están Por lo demás, sólo ahora se comprende por completo la tentación del
presupuestos pero que quedan fuera de con:..ideración. Esta psico- psicologismo. La fenomenología puramente psicológica coincide de
logía purad es ella misma trascendentalmente problemática como hecho, en cierto modo, como ahora se ve fácilmente, con la feno-
toda ciencia positiva. El fin de una filosofía trascendental requiere, menología trascendental, frase por frase, 88 sólo que, en cada enun-
no obstante, una reducción fenomenológica ampliada y completa- ciación, por fenomenológicamente puro se entiende, en un caso, lo
mente universal (la trascendental) que corresponda a la universa- anímico, un estrato de ser en el interior del mundo naturalmente
lidad del problema y que, en lo que respecta al mundo de expe- válido, y en el otro, lo subjetivo-trascendental, en lo cual se origina
riencia en su totalidad y a todos los conocimientos y ciencias po- el sentido y la validez de ser de este mundo. 89 La reducción tras-
sitivos que se apoyan en él, practique una "epojé" que lo transforme cendental deja al descubierto precisamente una experiencia de una
todo en fenómenos -en fenómenos trascen.dentales. Ya DESCAR- especie completamente nueva -la experiencia trascendental- que
TES había rozado esta reducción, en la medida en que puso fuera de
• «Anotación de Heidegger:» Acaso empero como "humanidad" «entendida
d «Anotación de Heidegger:» EN CUANTO EMPIRIC+\. ésta como esencia del hombre».
30 PRIMER BORRADOR FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL Y PSICOLÓGICA 31

hay que proseguir consecuentemente. Mediante ella se descubre la Investigación fenomenológica de correlaciones, por el lado de las po-
subjetividad ABSOLUTA que por todas partes ejerce su función en la ~lhks donaciones de sentido y fundamentaciones de ser (en cuanto
oscuridad, con toda su vida trascendental, en cuyas síntesis inten- 1111111do de la experiencia posible), sin las cuales el mundo es igual-
cionales se constitllyen todos los objetos [ob] reales [real] e ideales llll'llll' impensable. De esta manera, una fenomenología trascenden-
con su validez de ser positiva. Ella suministra el campo temático de 1111 urahada comprende una ontología universal en sentido amplio,
una ciencia fenomenológica absoluta, que se denomina trascenden- una onlología plena, omnilateral, concreta, en la que se forjan en
tal porque encierra en sí todos los planteamientos trascendentales 111111 primigenidad trascendental94 todos los conceptos ontológicos
o de teoría de la razón. Por otra parte, la teoría trascendental de la w11dalivos, en la cual no queda en la oscuridad ninguna cuestión
razón difiere de ella solamente en cuanto a los planteamientos ini- 1k s1·111iuo o de derecho en ningún respecto. Las ciencias aprióricas
ciales, ya que la realización de tal teoría presupone el estudio uni- rnllivadas históricamente no realizan siquiera la idea plena de una
versal de la subjetividad trascendental en su totalidad. Se trata de 1111lologfa positiva. 95 Se ocupan sólo (y aun en este respecto de un
una y la misma ciencia apriórica. 90 modo incompleto) de la forma lógica de todo mundo posible (ma-
2. Todas las ciencias positivas son ciencias en ingenuidad trascen- tlw.l'i.\' universa/is formal) y de la forma esencial de una naturaleza
dental. Investigan, sin llegar a comprenderlo, en una actitud unila- lfNkaw, posible. Permanecen atascadas en la ingenuidad trascenden-
teral, en la cual permanece oculta para ellas la totalidad de la vida 1111 y por ello afectadas de las deficiencias de fundamentación que
que constituye trascendentalmente91 las unidades reales [real] de la •.1111 rnnsecuencias necesarias de esa ingenuidad. 97 En esta configu-
experiencia y el conocimiento, aunque -lo cual sólo puede verse 111d(111 ingenua, fungen como instrumentos metódicos de la corres-
puramente tras nuestras reducciones- todas esas unidades, con- ¡,111111 icnte98 ciencia "exacta" de hechos; 99 dicho más precisamente,
forme a su propio sentido cognoscitivo, son lo que son solamente .11wn para racionalizar [rat] las regiones de hechos, para suminis-
en cuanto unidades de multiplicidades trascendentalmente constitu- 11 a I a lo fáctico una methexis en la necesidad mediante la referen-
yentes. Sólo con la fenomenología trascendental (y únicamente en ' la retrospectiva a la estructura esencial de un posible factum del
ello consiste su idealismo trascendental) se hacen posibles ciencias 111111Hlo en general, y para colocar de este modo leyes bajo las reglas
de las concreciones plenas, ciencias omnilaterales, y en ello radica llll'ramcnte inductivas. Los "conceptos fundamentales" de todas las
que sean a la vez ciencias que se entiendan y se justifiquen cabal- ,·kndas positivas, aquellos a partir de los cuales se construyen todos
mente a sí mismas. Entra en su tema toda posible92 subjetividad en ll 1~ rnnceptos de lo real [real] mundano, son a la vez los concep-
/251/ general, en cuya vida de conciencia, / en cuyas experiencias y cono- ros fundamentales de las ciencias racionales [rat] correspondientes.
cimientos constitutivos llega a la conciencia un mundo objetivo [ob] / Al fa Ita rle a éstas claridad primigenia y con ella el conocimiento de /25
posible. ,u sentido genuino y necesario, se transmite esta falta de claridad
El mundo experimentado en la experiencia fáctica es el tema del 1 lodo el contenido teórico de las ciencias positivas. En los últimos
sistema de las ciencias positivas de hechos concebido en su integri- lll'mpos, la crisis de fundamentos en que han caído todas las cien-
dad. Con base en una libre variación ideal [ideell] 93 de la experiencia ' 111s positivas, las empíricas y las aprióricas, la lucha en torno a las
fáctica con respecto a su mundo de experiencia, se origina la idea de 'pnradojas", en torno a la evidencia auténtica o aparente de los con-
una experiencia posible en general como experiencia de un mundo ' l'plos fundamentales y los principios aritméticos, cronológicos, etc.,
posible y, en seguida, la idea del sistema posible de ciencias de ex- 111• la tradición, ha puesto al descubierto la imperfección de todas
periencia como ciencias que corresponden a priori a la unidad de un In~ dcncias positivas. Éstas ya no pueden valer, conforme a su tipo
mundo posible. Así pues, por un lado, una ontología apriórica, que 1111•11ídico entero, como ciencias genuinas, como ciencias que pueden
explora sistemáticamente las estructuras pertenecientes por necesi- ,., 1111 prenderse y justificarse a sí mismas hasta lo último y trazarse ca-
dad esencial a un mundo posible; todo aquello, pues, sin lo cual un 111111os firmes con intelección omnilateral. La ciencia moderna sólo
mundo como tal no es ónticamente pensable. Por el otro lado, em- Jllll'dc llegar a liberarse de esta insostenible situación mediante una
pero, el mundo posible y sus estructuras ónticas se exploran, en una ll'forma fenomenológica. Según lo dicho arriba, la fenomenología
FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL Y PSICOLÓGICA 33
32 PRIMER BORRADOR
nos, sacados de la intuición. Por lo demás, nada es menos la fenome-
trascendental está llamada aquí a realizar la idea, puesta en ella a nología que un sistema de filosofía al estilo tradicional; antes bien,
salvo, de una ontología universal llevada, mediante la elevación a lo es una ciencia que se mueve en investigaciones sistemáticas concre-
trascendental, a la omnilateralidad concreta; la idea, pues, de una tas. Ya el peldaño más bajo, el análisis de esencias puramente des-
ciencia del sistema de las formas esenciales de todo posible mundo criptivo de las estructuras de una subjetividad trascendentalmente
de conocimiento como tal y de las formas correlativas de su cons- pura (de un ego como mónada), es un descomunal campo de tra-
titución intencional. De acuerdo con esto, la fenomenología es la hajo concreto de investigación, cuyos resultados son fundamenta-
sede primitiva de los conceptos fundamentales-que hay que forjar les para toda filosofía (y psicología). 1º4 En el trabajo sistemático de
con genuinidad primigenia y que, en el desarrollo fenomenológico, la fenomenología, que desde los datos intuitivos progresa hasta las
se ven libres desde el principio de toda oscuridad- de todas las alturas abstractas, se disuelven105 por sí mismas y sin artes de una
ciencias aprióricas (como ramas de la ontología una) y, por ello, dialéctica argumentativa y sin esfuerzos enfermizos por llegar a tran-
de todas las correspondientes ciencias de hechos de nuestro mundo sacciones, las antiguas y ambiguas 106 antítesis de los puntos de vista
fáctico. En desarrollo sistemático, esta ontología fenomenológica 100 filosóficos; antítesis como las que se dan entre racionalismo [rat]
prepara todas las ciencias aprióricas hasta ahora no fundadas, y pre- (platonismo) y empirismo, subjetivismo y objetivismo [ob ], idealismo
para con ello el cultivo de todas las ciencias de hechos 101 como cien- y realismo [real], ontologismo y trascendentalismo, psicologismo y
cias "exactas" (racionalizadas [rat]). Un paso principal para cum- antipsicologismo, positivismo y metafísica, concepción teológica y
plir este propósito es la fundamentación de una psicología apriórica concepción causalista del mundo. Por todas partes motivos justos,
pura que desempeñe para la psicología empírica una función seme- pero por todas partes medias tintas o absolutizaciones inadmisibles
jante a la que desempeña la geometría apriórica, etc., para la física de unilateralidades justificadas sólo relativa y abstractivamente. El
empírica. 102 Una gran tarea .;,;ncerrada en ello yace en la interpre- subjetivismo sólo puede ser superado mediante el subjetivismo más
tación fenomenológica de la historia y del "sentido" universal ence- universal y consecuente (el trascendental). Así configurado, es / a /254/
rrado en su unicidad. la vez objetivismo [ob ], en tanto que justifica el derecho de toda
3. La fenomenología de la vida afectiva y volitiva, con la inten- objetividad [ob] que se acredite mediante una experiencia concor-
/253/ cionalidad que le es peculiar y fundada en Ia 1º3 / fenomenología de dante; pero, por cierto, también hace valer su pleno y genuino sen-
la experiencia y el conocimiento naturales, abarca la cultura en su tido, contra el cual peca el objetivismo [ob] presuntamente realista
totalidad en sus configuraciones esenciales necesarias y posibles, así ¡real] por su incomprensión de la constitución trascendental. Igual-
como el apríori correlativo que pertenece a las formas esenciales de mente puede decirse: 107 el empirismo sólo puede «ser superado»
la socialidad. Por supuesto, al círculo de la fenomenología perte- mediante el empirismo más universal y consecuente, que en lugar
nece toda disciplina normativa y toda disciplina filosófica en sentido de la limitada "experiencia" del empirista establece el concepto de
específico, puesto que históricamente la fenomenología filosófica experiencia necesariamente ampliado, la intuición que da origina-
surgió con la clarificación de la idea de una lógica pura y de una riamente, la cual, en todas sus configuraciones (intuición del eidos,
axiología y práctica formales. La fenomenología es antimetafísica en evidencia apodíctica, intuición fenomenológica de esencias, etc.),
la medida en que reprueba toda metafísica que se mueva en vacías prueba mediante la aclaración fenomenológica la especie y la forma
substrucciones formales. e Pero como todos los problemas filosóficos de su poder de legitimación. Por otra parte, la fenomenología en
genuinos, los metafísicos vuelven al terreno fenomenológico y en- cuanto eidética es racionalista [rat], pero supera el108 limitado racio-
nalismo [rat] dogmático mediante el más universal, el de una investi-
cuentran en él su configuración y su método trascendentales genui-
gación de esencias referida unitariamente a la subjetividad trascen-
dental, a la conciencia del yo y a la objetividad conciente. Lo mismo
r «Anotación de Heidegger:» o BIEN y justamente en la medida en que por
metafísica se entiende la exhibición de una imagen del mundo que se lleva a cabo en
habría que decir por lo que se refiere a las demás antítesis entrela-
la actitud natural y que sólo cuadra con ella en determinadas situaciones históricas zadas unas con otras. En la doctrina de la génesis trata la fenome-
de la vida -de sus posibilidades de conocimiento fácticas directas.
34 PRIMER BORRADOR BIBLIOGRAFÍA 35
nología la doctrina de esencias de la asociación, depura y justifica dr .J, 1sé Gaos, Fondo de Cultura Económica, México, 1951 y varias edicio-
los pre-hallazgos HUMEANOS y demuestra que la esencia de la sub- nrK ~11hsecuentes]. O. MAHNKE, Eine neue Monadologie, Kantstudien, Su-
jetividad trascendental y su legalidad esencial son de un cabo a otro plrnu:nto 39, 1917. El "Philos. Anzeiger", Bonn, 1925 ss., en gran parte
teleológicas. Su idealismo trascendental encierra en sí íntegramente 111 tl·ntado fenomenológicamente. En lengua inglesa, CHR. SALMON,Hume's
al realismo [real] natural, pero sin demostrarlo mediante argumen- l'/11/0.wphie. 113
taciones aporéticas, sino mediante la consecuencia del trabajo feno- ·' I .ÓGICA Y ONTOLOGÍA FORMAL: A. PFANDER, Logik, Halle, 1921 (ver
t11111h1én Jb. IV). M. HEIDEGGER: Die Kategorien- und Bedeutungslehre des
menológico mismo. La fenomenología combate con KANT el hueco
/ 111111 Scotus, Tübingen, 1916. R. INGARDEN, Essenziale Fragen, lb. VII,
ontologismo de los análisis de conceptos, 109 pero ella misma es on- 1•>,\~.
tología, sólo que extraída de la "experiencia" trascendental. La fe- t PSICOLOGÍA: A. PFÁNDER, Psychologie der Gesinnungen, lb. I, 1913.
nomenología rechaza todo renacimiento filosófico; como filosofía W. Se 'I IAPP, Beitriige zur Phiinomenologie der Wahmehmung, Halle, 1910.
del más primigenio y universal autoexamen, está dirigida a concep- 4. frncA: M. SCHELER, Der Formalismus in der Ethik und die materia/e
tos, problemas e intelecciones 110 ganados con su propio trabajo y 11,·rt,·tltik, Halle, 1913 s. (ver también lb. I, 11) [Ética, trad. de H. Rodríguez
recibe sin embargo estímulos de los grandes del pasado, cuyas pre- S1111,, Revista de Occidente, 2 vals., 1941-42; Buenos Aires, 1948].114
intuiciones confirma, 111 pero trasponiéndolas al terreno de la inves- ', 11.STÉTICA: M. GEIGER, Beitriige zur Phiinomenologie des iisthetischen
t ,',·11111·.ves, Halle, 1913. R. ÜDEBRECHT, Grundlegungeineriisthetischen ~rt-
tigación concreta en la que puede ponerse manos a la obra y que
1/w,me, Berlín, 1927.
puede ser concluida. La fenomenología exige de los fenomenólogos t,. FILOSOFÍA DE LA MATEMÁTICA Y FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA: 0.
que renuncien al ideal de una filosofía suya propia y que, no obs- llt·c·Kt·R, Beitrlige zur phiinom. Begründung der Geometrie, lb. VI, 1923.-
tante, vivan como trabajadores más modestos en comunidad con Mrttlrr•matische Existenz, Halle, 1927 (ver también lb. VIII). H. CONRAD-
otros en pro de una philosophia perennis. M A1<11us, Realontologie I, lb. VI, 1922/23.
/. (.'ILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN: M. SCHELER, Vom Ewigen im Menschen,
l ,·1p,1g, 1921 [De lo eterno en el hombre, trad. parcial de Julián Marías, Ma-
/255/ BIBLIOGRAFfA112
dt 1d, 1940]. K. STAVENHAGEN, Absolute Stellungnahmen, Erlangen, 1925.
1J·AN I lÉRING, Phénoménologie et philosophie religieuse, Strasbourg, 1925.
l. OBRAS GENERALES y FUNDAMENTALES: Órgano del movimiento feno-
H ¡.-¡ LOSOFÍADEL DERECHO y SOCIOLOGÍA: A. REINACH, Die apriorischen
menológico: lahrbuch für Philosophie und phiinomenologische Forschung,
t ,'1111,dlagen des bürgerlichen Rechtes, lb. I, 1913. F. KAUFMANN, Logik und
editado por E. HUSSERL entre otros, Halle, 1913 ss., hasta ahora 8 tomos
/frd11swissenschaft, Tübingen, 1922. F. SCHREIER, Grundbegriffe und Grund-
(abreviado en adelante lb.). E. HUSSERL, Log. Untersuchungen, 2 tomos,
formm des Rechts, Wien, 1924. GERH. HUSSERL, Rechtskraft und Rechtsgel-
1900/01, en las nuevas ediciones 3 tomos (la obra inaugural) [Investigacio- 11111¡.¡ 1, Berlin, 1925.
nes l.ógicas, trad. de Manuel García Morente y José Gaos, dos ediciones M. SCHELER, ~sen und Formen der Sympathie, Bonn, 1923 [Esencia y
en Revista de Occidente, Madrid (1929 y 1%7), última edición de Alianza formas de la simpatía, trad. de José Gaos, Buenos Aires, 1943, 1950]. Tu.
Universidad, Madrid, 1982 (2 tomos)].-Philosophie als strenge Wissenschaft, l .l'IT, lndividuum und Gemeinschaft, Leipzig, 1924. E. STEIN, Eine Untersu-
Lagos, Vol. I, 1913 [Filosofía como ciencia estricta, trad. de Eisa Tabernig, rlmng Uber den Staat, lb. VII, 1925.
Editorial Nova, Buenos Aires, s/f].-ldeen zu einer reinen Phiinomenologie
und phiinomenologischen Philosophie, I, 1913 (ver también lb. I) (método
y problemática) [Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía
fenomenológica, Libro primero: Introducción general a la fenomenología
pura, trad. de José Gaos, Fondo de Cultura Económica, México, tercera
edición de 1986]. M. SCHELER,Abhandlungen undAufsiitze, Leipzig, 1915,
en la nueva edición bajo el título "Vom UmsturzderWerte", 1918.-Die Wis-
sensformen und die Gesellschaft, Lei pzig, 1926 [Sociología del saber, Madrid,
1935]. A. REINACH, Gesammelte Schriften, Halle, 1922. M. HEIDEGGER,
Sein und Zeit, Halle, 1927 (ver también lb. VIII) [El ser y el tiempo, trad.
ENSAYO DE SEGUNDA REDACCIÓN 115 /25

INTRODUCCIÓN. LA IDEA DE LA FENOMENOLOGÍA Y EL


RETROCESO A LA CONCIENCIA.g
l ·'.l todo del ente es el campo del cual las ciencias positivas de la na-
t 11ralcza, la historia, el espacio, 116 toman sus respectivas regiones de
11hjctos. Dirigidas directamente al ente, emprenden, en conjunto, la
exploración de todo lo que es. Parece así que para la filosofía, que
,ksdc la antigüedad se considera ciencia fundamental, 117 no queda
11111gún campo de posible investigación. Pero, lno convierte precisa-
llH'11te la filosofía griega, desde sus decisivos comienzos, al "ente" en
nhjcto del preguntar? Ciertamente; pero no para determinar este o
.1qucl ente, sino para comprender al ente EN CUANTO ENTE, es de-
, 11, respecto de su SER. El planteamiento de la cuestión y con él las
1 es puestas, permanecieron largo tiempo enredados en oscuridades.

No obstante, ya en los comienzos se muestra algo notable. 118 La fi-


losofía busca la dilucidación del ser 119 por el camino de un examen
1ll-l 1'ENSAR el ente (PARMÉNIDES). El descubrimiento de PLATÓN
1k las ideas se orienta por el SOLILOQUIO (logos) DEL ALMA consigo
111isma. Las categorías ARISTOTÉLICAS se originan tomando en con-
~hlcración el conocer enunciativo de la RAZÓN. DESCARTES funda
,·xprcsamentc la filosofía primera sobre la res cogitans. La problemá-
tica trascendental de KANT se mueve en el campo de la CONCIENCIA.
/, l ·'.s accidental esta vuelta de la mirada desde el ente hacia la con-
dc11cia, o la reclama acaso la peculiaridad de aquello que bajo el
lftulo de ser se ha buscado constantemente como campo de proble-
mas de la filosofía? La aclaración por principio de la necesidad 12º
1kl retroceso a la conciencia, la radical y expresa determinación del

K «Esta introducción y la parte I, hasta la p. 263, fueron redactadas por Hei-


1lr1111cr.»
39
38 SEGUNDA REDACCIÓN IA IDEA DE UNA PSICOLOGÍA PURA

camino y de las leyes de la marcha de este retroceso, la delimitación ello fenómenos. La vuelta de la mirada hacia ellas, la experiencia Y
de principio y la cabal investigación sistemática del campo de la sub- determinación de las vivencias puramente125 como tales, es_ ~a ac-
jetividad pura abierto en este retroceso, se llama fenomenología. titud fenomenológica. En / este modo de hablar la expres10n fe- /258/
La aclaración última del problema filosófico del ser y la sujeción nomenológica se emplea todavía en un sent_ido provisional. Con 1~
metódica a un trabajo filosófico científicamente llevado a cabo, su- vuelta de la mirada hacia los fenómenos se maugura una tarea um-
/257/ peran la generalidad y el vacío indefinidos del / filosofar tradicio- versal: explorar cabal y sistemáticamente las multipli~idades de las
nal. El planteamiento de las cuestiones, la investigación y solución vivencias, sus formas típicas, sus niveles y nexos de mvclcs: Y c~m-
metódicas, se siguen de la articulación de principio del "ente" di- prenderlas como un todo cerrado en sí. Vueltos _hacia las ,;iven~.ias,
recto de la positividad en todas sus especies y niveles. lPero no se convertimos en objeto los modos de comportamiento del alma , lo
hace cargo ya desde LOCKE la psicología de este mismo trabajo? puramente psíquico. Esto se llama puramen~e psíquico por~ue en_ el
lExige una fundación radical de la filosofía algo que no sea sólo mirar hacia las vivencias como tales se prescmde de todas las fu~cio-
una psicología de la subjetividad de conciencia pura que se restrinja nes anímicast26 en el sentido de la organización de la corporahdad,
metódica y consecuentemente a la experiencia interna? 121 Sin em- es decir, se prescinde de lo psicofísico. La llamad~ a~titud fe~o~e-
bargo, el examen de principio sobre el objeto y el método de una psi- r
nológica proporciona el acceso a lo puramente psi~utCO postbihta
cología pura puede poner a la vista que ésta, por principio, no está en su investigación temática en el sentido de una ps1col~g1a p~ra. El
condiciones de suministrar los fundamentos de la 122 filosofía como esclarecimiento de la comprensión de la idea de una ps1cologia pura
ciencia. Pues ella misma es ciencia positiva y, conforme al carácter exige responder a tres preguntas: ,
de la investigación de las ciencias positivas en general, deja intacta la l. lqué pertenece al objeto de la psicolog1a p~ra?; .
pregunta, que las afecta de igual forma a todas ellas, por el sentido 2. ¿qué clase de acceso y qué clase de tratamiento exige este ob-
de ser de sus regiones de ser. 123 El retroceso a la conciencia, que toda jeto, según su composición propia?; . ,
filosofía busca con variable seguridad y claridad, se extiende así por 3. lcuál es la función fundamental de la psicologia pura?
encima de la regió~ de lo puramente psíquico hasta el campo de la
subjetividad pura. Esta se denomina subjetividad TRASCENDENTAL l. El objeto de la psicología pura
puesto que en ella se constituye el ser de todo aquello que para el su-
jeto es experimentable en diferente modo: lo TRASCENDENTE en el ¿Qué caracteriza, en general y en cuanto tal, al ente ~ue merced al
más amplio sentido. 124 La psicología pura como ciencia positiva de la giro fenomenológico de la mirada se co~v~erte en objeto? En todas
~onciencia remite a la ciencia trascendental de la subjetividad pura. las vivencias anímicas puras (en el percibir algo, en el recue~do de
Esta es la realización de la idea de la fenomenología como filosofía algo, en el imaginarse algo, en el alegrarse por algo, en el 1uzga_r
científica. A la inversa, sólo la ciencia trascendental de la conciencia sobre algo, en el querer algo, en el esperar algo, etc.) yace de on-
proporciona la plena intelección de la esencia de la psicología pura, gen un estar dirigido a... Las vivencias son INTENCIONALES. Este
su función fundamental y las condiciones de su posibilidad. referirse-a ... no se liga a lo psíquico sólo de vez en cu~ndo ~ sup~e-
mentariamente como una relación accidental, como si las viven:ias
pudieran ser lo que son sin la_ refe~encia intencional. Antes bien,
l. LA IDEA DE UNA PSICOLOGÍA PURA
con la intencionalidad de las vivencias se revela la estructura esen-
Todas las vivencias en las cuales nos comportamos directamente res- cial de lo puramente psíquico. El todo de un ne~o de vive~cia~, de
pecto de objetos (experimentar, pensar, querer, valorar), admiten una vida anímica, existe en cada caso en el senudo de un s1 mismo
un giro de la mirada mediante el cual ellas mismas se convierten (yo) y como tal vive fácticamente en comunidad con otros.~ ~ura-
en objetos. Los diferentes modos de vivencias se manifiestan como mente psíquico resulta por ello accesible ta~t~ en la ex~enen~ia _de
aquello en donde se muestra, en donde "aparece", todo aquello res- sí mismo ; como en la experiencia intersubJet1va de la V1da ammica /259/
pecto de lo cual nos comportamos. Las vivencias se denominan por ajena.
1A IDEA DE UNA PSlCOLOGfA PURA
41
40 SEGUNDA REDACCIÓN
f2(1J/
rigirme al otro, convenir con él,/ dominar su :olu~tad, etc.) no tie-
Entre las vivencias que se revelan en la experiencia de sí mismo, nen solamente para sí su forma propia como viv~~cias de _grupo~, ra-
cada una tiene ante todo su propia forma esencial y los posibles mo- zas, corporaciones y organizaciones, s~no tambi~n una tlpologia de
dos de variación que le pertenecen. La percepción, por ejemplo la su ocurrir, de su repercusión (poder e impotencia): de su d_es~r~ollo
percepción de un cubo, tiene a esta cosa ÚNICA misma en la mirada y de su decadencia (historia).1 30 Este todo d~ la vida del mdividuo
que la aprehende originariamente. No obstante, la percepción,127 en las comunidades posibles, edificado intenc10nalmente de un ~bo
por su parte, como vivencia, no es un simple y vacío tener-ahí la a otro, compone el campo de lo puramente psíquico en ~~ totahdad:
cosa. Antes bien, ésta se exhibe en la percepción mediante múltiples lPor qué camino se efectúa el acceso seguro a esta regmn Y de que
"modos de aparecer". El nexo de estos modos, que es precisamente manera procede su adecuado descubrimiento?
lo que constituye en un principio 128 la percepción, tiene su propia
tipología y una propia y típica regulación de su transcurso. En el re-
cuerdo de 129 la misma cosa, los modos de aparecer son iguales, sólo 2. El método de la psicología pura
que variados al modo del recuerdo. Se muestran además diferencias Los componentes esenciales del método ~e det~rmin~n ~or la com-
y grados de la claridad, de la relativa determinación e indetermi- posición básica y la especie de ser del obJe~o. Si lo ps_1qmco puro es
nación de la aprehensión, así como de la perspectiva temporal, de por esencia intencional y es ac~si~l~ en pnm~r térmmo en ~a ~xpe-
la atención, etc. Así, por ejemplo, lo juzgado en un juicio es con- riencia de sí mismo que tiene el md1viduo, el glfo fenomenologico de
ciente ora como evidente, ora como no evidente. El juzgar no evi- la mirada hacia las vivencias tiene que llevarse a cabo de tal manera
dente puede a su vez presentarse como mera ocurrencia o desple- que éstas se muestren en su intencionalidad y se vuelvan aprehen-
garse paso a paso. Correspondientemente, las vivencias del querer y sibles respecto de su tipología. 131 El acceso al ente que, confor~e
del valorar son siempre unidades de "modos de aparecer" que ejer- a su composición básica, es intencion~l, s,e !leva a cabo_ por la via
cen ocultamente una función.* Sin embargo, en tales vivencias apa- de la REDUCCIÓN fenomenológico-psicologica. Manteméndose en
rece lo vivido no simplemente como idéntico y diferente, individual la actitud reductiva, se lleva a cabo el análisis EIDÉTICO de lo p~ra-
y general, como existente y no existente, posible y probablemente mente psíquico, es decir, la exhibición de las estructuras esen~iales
existente, como útil, hermoso, bueno, sino que se VERIFICA como de la especies singulares de vivencias, de sus formas de con~xión Y
verdadero o no verdadero, genuino o no genuino. Las formas esen- sus formas de ocurrir. En tanto que lo psíquicos~ ~ace accesible_~n
ciales de las vivencias singulares están, empero, incrustadas en una la experiencia de sí y en la experiencia intersu_~Jetiva, ~a _reducci?n
tipología de síntesis y transcursos posibles en el interior de un nexo se articula correspondientemente en la reducc10n egologica Y la m-
anímico cerrado. Éste tiene, en cuanto todo, la forma esencial de tcrsubjetiva.
vida anímica de un sí mismo singular en general. Éste existe sobre la
base de sus permanentes convicciones, decisiones, costumbres, ras- . . ló"
a) La reducción fenomenológico-psico gica 132
gos de carácter. Y este todo de la habitualidad del sí mismo muestra
a su vez formas esenciales de la génesis, de su actividad posible en La vuelta de la mirada desde la percepción irrefl_exiva, por ejemplo
cada caso, la cual por su parte queda depositada en los nexos aso- de una cosa natural, hacia este percibir mismo, tiene el rasgo pecu-
ciativos, cuya forma específica de ocurrir se conforma con aquélla liar de que en ella la tendencia aprehensiva ~i~i~ida antes a _la_ cosa se
mediante típicas referencias recíprocas. Fácticamente, el sí mismo RETIRA de la percepción irreflexiva para di~iglfse al pe_rciblf como
vive en cada caso en comunidad con otros. Los actos sociales (di- tal. Este retorno (reducción) de la tendencia ap~ehensiva_ d_esde la
percepción y la reorientación/ del aprehende~ hacia el perci~lf, cam~ /261/
• El original dice, quizá por errata, fundierenden (!undantes, que fundan), no bia en la percepción tan poco, que la reducción hace accesible p_re
fungierenden (que hemos traducido por que ejercen una función). Hace sospechar la cisamente a la percepción como lo que es, a saber, como pe~ce~ción
errata, además del sentido, la semejanza de esta frase con la que se encuentra en el DE la cosa. Ciertamente, la cosa natural misma, por esencia, Jamás
primer borrador del artículo (ver p. 18).
42 SEGUNDA REDACCIÓN
LA IDEA DE UNA PSICOLOGÍA PURA 43

es objeto posible de una reflexión psicológica; no obstante, se mues- tural necesario sin el cual sería impensable una síntesis de múltiples
tra a 1~ mirada r~ductora que se dirige al percibir, ya que éste es por
percepciones como percepción de una y la misma cosa. La mos- .
esencia percepción DE la cosa. La cosa pertenece a la percepción
tración de lo psíquico llevada a cabo en la postura reductiva pone
como lo percibido por ella. La referencia intencional del percibir
la mira por ende en lo INVARIANTE que resalta en las variaciones,
no es por cierto una relación libremente suspendida y dirigida al
en el necesario estilo formal (eidos) de la vivencia. La actitud reduc-
vacío, sino que como intentio posee un intentum que por esencia le
pertenece.
133
Esté o no ahí delante la cosa misma percibida134 en tiva hacia lo psíquico ejerce su función, por ende, en la forma de un
l~ ~ercepción, el mentar [vermeinen] intencional de la percepción se análisis eidético de los fenómenos. La exploración científica de lo
dmge no obstan!e, conforme a su propio sentido de aprehensión, psíquico puro, la psicología pura, sólo es capaz de realizarse como
al ente como ah1 delante en persona. Toda percepción ilusoria lo EIDÉTICA-REDUCTIVA, como fenomenológica. La psicología feno-
pone de manifiesto. Sólo porque el percibir en cuanto intencionalrn menológica es DESCRIPTIVA. Esto significa: las estructuras esencia-
tiene por esencia su intentum puede modificarse como engaño so. les de lo psíquico son educidas de lo psíquico mismo, en el método
BRE a~go. Mediante la ejecución de la reducción se hace visible por de la variación, de modo directamente intuitivo. 136 Todos los con-
vez pnmera la plena consistencia intencional de una vivencia. Ahora ceptos y proposiciones fenomenológicos exigen la acreditación di-
bien, puesto que todas las vivencias puras y sus nexos están construi- recta en los fenómenos mismos. En tanto que la reducción en el sen-
dos intencionalmente, la reducción garantiza el acceso universal a lo tido señalado procura únicamente el acceso a la vida anímica pro-
psíquico puro, es decir, a los FENÓMENOS. La reducción se denomina pia, se denomina reducción EGOLÓGICA. Puesto que sin embargo
por ello fenomenológica. Sin embargo, lo que en la ejecución de la cada sí mismo se halla en nexo de intrafccción con otros y este nexo
reducción fenomenológica se hace accesible en primer término es se constituye en vivencias intersubjetivas, se requiere una necesa-
lo puramente psíquico como un nexo de vivencias FÁCTICAMENTE ria ampliación de la reducción egológica mediante la reducción IN-
único del sí mismo RESPECTIVO. lEs entonces posible un conoci- TERSUBJETIVA. La fenomenología de la intrafección de la cual hay
m~en~o científic? genuino, es decir, objetivamente [ob] válido, de lo que ocuparse en el marco de esta reducción, no solamente conduce,
ps1qmco, a partlf de la caracterología descriptiva de este curso de
vivencias en cada caso único? mediante el esclarecimiento de la manera como los fenómenos in-
trafectivos de mi nexo puramente anímico pueden transcurrir en el
modo de la verificación concordante, a la descripción de este tipo
b) El análisis eidético
de síntesis de mi alma como tales.137 Lo que aquí se verifica en una
Si la intencionalidad constituye la composición básica de todas las particular forma de evidencia es la CO-EXISTENCIA de otro sí mismo
vive~cias puras y difiere respecto de los géneros singulares de vi- concreto, 138 indicado de modo consecuente y con un contenido de
vencias, entonces surge como tarea posible y necesaria la exhibición determinaciones siempre nuevo -y a la vez con una corporeidad
de lo que, por ejemplo, pertenece a una percepción en general, a experimentada original y concordantemente en mi propia esfera de
un querer en general, conforme a su plena consistencia estructu- conciencia. Por otra parte, sin embargo, este sí mismo ajeno no está
(262/ ral intencional. Así pues, /la actitud reductiva hacia lo psíquico ahí originaliter / como el sí mismo en cada caso propio en su refe- /263/
puro, que se da en primer término como nexo de vivencias indivi- rencia original a su corporeidad. 139 La aplicación de la reducción
~ualm_ente ~ácti~o, tiene que prescindir de toda facticidad psíquica. fenomenológica a mi real y posible poner en validez la vida anímica
Esta sirve solo e1emplarmente como soporte para la libre variación "ajena" en evidencias de la forma de la intrafección concordante, es
de las posibilidades. Así, por ejemplo, el análisis fenomenológico la reducción intersubjetiva. Sobre la base de la reducción egológica,
de la percepción de cosas espaciales no es de ninguna manera un la reducción intersubjetiva hace accesible la vida anímica ajena, que
regis_t~o de las percepciones que se presentan fácticamente o que se verifica primigeniamente en ella, en sus nexos puramente psíqui-
empmcamente son de esperar, sino la exhibición del sistema estruc- cos.
44 SEGUNDA REDACCIÓN PSICOLOGÍA Y FENOMENOLOGÍA 45

3. La función fundamental de la psicología pura cuenda, y «es», pues, en cierto modo, el primer intento de una "fe-
nomenología". Sin embargo, ya en estos comienzos la limitación a
i:a re~ucción abre el camino a lo psíquico puro como tal. El análisis lo puramente subjetivo estaba determinada por intereses extrapsi-
e1dét1co d.escubre, lo que es así reductivamente accesible, en sus ne- cológicos. La psicología estaba al servicio de la problemática, reani-
xos esenciales. Aquélla es el componente NECESARIO éste es mada en forma nueva por DESCARTES, del "entendimiento", de la
aqué~la, el ~omponente SUFICIENTE del método fenom~nológi~o~~ "razón", esto es, de lo existente en el verdadero sentido, en cuanto
14
la ys1~ologia pura. º En la investigación reductiva eidética de lo existente que solamente puede conocerse mediante tales facultades
psiqmco ~uro surgen por ende las determinaciones que pertenecen subjetivas. En nuestro modo de hablar actual, se trataba de una "fi-
a lo psíqmco_ puro _como tal, esto es, los CONCEPTOS FUNDAMENTA- losofía trascendental". 143 Con DESCARTES se vuelve dudosa la posi-
LES de !ª p~1~log1a, en tanto que ésta, como ciencia empírica del bilidad universal de un conocimiento legítimo que rebase al sujeto
t~do ps!c~f1sico del hombre concreto, tiene su región central en la cognoscente, y en ello yace encerrado en germen lo siguiente: se
vid~ amm1ca pura como tal. La psicología pura suministra el nece- vuelve incomprensible el sentido propio de ser de algo que existe
sano fundamento apriórico para la psicología empírica por Jo que como realidad [real] objetiva [ob] pero que es mentado [vermeint]
toca ~ lo ~uramen_te anímico. Así como para la fundamentación de y acreditado como existente solamente en vivencias subjetivas. El
una ~1e_ncia empínca "exacta" de la naturaleza se requiere un des- mundo "trascendente" ingenuamente dado como existente se vuelve
cubnmiento ~istemático de las formas esenciales de una naturaleza "trascendentalmente" problemático; no puede servir, como en las
en general, s~ las cuales la naturaleza, dicho específicamente, sin ciencias positivas, como base de conocimiento; por él tiene que res-
las cuales _la _flgura espacial y temporal, el movimiento, el cambio, ponder según DESCARTES el ego cogito presupuesto en el plantea-
la su_stanciahdad y 1~ caus~lid~d físicas serían impensables, así se miento trascendental de la cuestión y él mismo incuestionado, el
re~uiere para ~na ps1cologia científicamente "exacta" un descubri- cual requiere empero una aprehensión pura. Ya en las meditacio-
m1en_to d_e la t1p~lo_g~a apriórica sin la cual el yo (o el nosotros), la nes de DESCARTES se había alcanzado la intelección de que todo
conciencia, la ObJehvidad de conciencia y por tanto una vida anímica lo real [real] y finalmente este mundo entero es para nosotros exis-
e_n ge~eral sería i_mpen~able, con todas las diferencias y formas de la tente sólo por nuestra experiencia y conocimiento y de que incluso
smte~is en e~e~c1a ~osibles que son inseparables de la idea de una las mismas obras de la razón que apuntan hacia la verdad objetiva
to~ah~a~ ammica sm~ular y anímica comunitaria. Aunque el nexo [ob], con sus caracteres de la "evidencia", tienen lugar puramente
psico_f1s1co com? tal tiene su propio apriori, que no está todavía de- en la subjetividad. El método de DESCARTES del intento de duda
termmad~ ~ed1~nt~ ~os conceptos psicológicos puros fundamenta- universal es, pese a toda su primitividad, el primer 144 método radi-
les, el apnor~ ps_1cofis1co :equiere una orientación fundamental por cal de la reducción a la subjetividad pura. Ahora bien, fue LoCKE,
parte del apnon de lo ps1quico puro. i4t sin embargo, el primero que vio aquí un amplio dominio de tareas
/ concretas y puso manos a la obra. Si el conocimiento racional en 12{,5/
general tiene lugar sólo en la subjetividad cognoscente, entonces un
/264/ II. PSICOLOGÍA FENOMENOLÓGICA Y FENOMENOLOGÍA
esclarecimiento trascendental de la validez trascendental del cono-
TRASCENDENTAL142
cimiento sólo puede desarrollarse como estudio sistemático de to-
La id_ea de una ~sicol~gía pura no ha surgido de los requerimientos dos los niveles de vivencias, actividades y facultades cognoscitivas,
p~opios de 1~ ps1cologia misma consistentes en satisfacer las condi- tal como se ofrecen puramente en la "experiencia interna", guiado
cmnes esenciales de su edificación sistemática. Su historia nos lleva por los conceptos fundamentales del mundo de la experiencia y de
a la m~~orable obra fundamental de J. LOCKE y a la significativa re- su elaboración lógica que han surgido ingenuamente. Se requieren
percus10~ de los impulsos que parten de ella a través de D. HUME, por ende descripciones dirigidas al interior y una exploración de la
cuyo gemal Treatise tiene ya la forma de una exploración estructu- génesis puramente psicológica. Sin embargo, LoCKE no supo man-
ral de la esfera pura de las vivencias, pensada con rigurosa canse- tener estas grandes ideas en el elevado nivel de los principios en el
47
PSICOLOOíA Y FENOMENOLOGÍA
46 SEGUNDA REDACCIÓN

misma sea teoría trascendental), así, a la inversa, toda genuina te~ría


~ue ~.e enco~traba el pl~nteamiento cartesiano de la cuestión.Aquel
lle! conocimiento trascendental (por poco que ella m~m~ sea ps1co-
ego cartesiano metod1camente reducido----en cuanto existente aun
higia) puede voltearse a una psicología pura del conocimiento, Yello
cuando el mundo de la experiencia no existiera- es de nuevo en
LOCKE el ego ordinario, el alma humana en el mundo. Las cuestio- vulc para ambos lados frase por frase. . .
En los comienzos tales intelecciones eran maccesi~les. No se_es-
nes trascendentales del conocimiento se convierten en él, en tanto
tnha preparado para aprehender el más prof~ndo sentido del radica-
que se pr~p~me resolverlas, en las cuestiones psicológicas de cómo el lismo cartesiano en la exhibición del ego cogzto puro y pa~a darle con
hombre viviente en el mundo alcanza y justifica el conocimiento del
Implacable consecuencia su d~bida _re~~cusión. Las acutudes d~ la
mundo que existe extraanímicamente. Así, recae en el psicologismo
Investigación positiva y de la mvest1gac10n trascendental n~ P?d1an
trascendental, que en adelante (aunque HUME supo mantenerse li-
distinguirse y por ende no se había llegado tampoco a dehmitar el
bre de él) se hereda a los siglos. El contrasentido consiste en que
sentido propio de la ciencia positiva ni, pese a 1~ veh:me_nt~ ~s-
LOCKE emprende la investigación trascendental del conocimiento
l'ucrzos hechos en torno a la creación de una ps1colog1a ~ient_íflca
como investigación psicológica del conocimiento en sentido positivo
, ue pudiera rivalizar en fecundidad y rigo~ con la ejempla~ c1en~ia de
natural, en que por consiguiente presupone constantemente la vali-
la1 naturaleza a examinar minuciosa y radicalmente las exigencias de
~ez de ser del mundo de_la experiencia, mientras que desde luego
1<1emejante psicología. En esta situación,_en 1~ que ~mbién las época~
este, en cuanto a su sentido de ser y su validez de ser y con todos
Niguientes permanecieron atrapadas, m la filosof1a trascendental m
los conocimientos positivos que se refieren a él, es lo trascenden-
la psicología fueron capaces de alcanzar la "11:1a~cha _segura de una
talmente problemático. Locke confunde las cuestiones naturales de ciencia", de una ciencia rigurosa, extraída pnm1gemamente de las
der~~ho que se plantean en la positividad (las de todas las ciencias fuentes de la experiencia que le es peculiar, y no ~~do aclararse su
P.º~~t1vas)_, para las.cuales _el mundo de la expniencia es la presupo- ambigua reciprocidad. El psicologismo de los em~m.stas estaba aquí
s1c10n umversal e mcuestmnable, con la cuestión trascendental de
en ventaja, al seguir, sin preocuparse po~ las_ ob1ec10nes de losan-
derech?, en la cual_ el mundo mismo, en la cual todo lo que tiene tipsicologistas, la evidencia de que toda ciencia que plantea sus pr:-
el se~t1do de un existente "en sí" frente al conocer, está puesto en
~untas sobre el conocimiento y sobre todas sus forma~, s?lo p~d~ia
cuestión, y e~ 1~ cua!: t~mada de modo enteramente radical, la pre- l'II todo caso llegar a una respuesta mediante un estudm sistematlco
gunta no es s1 vale , smo cuál es el sentido que tal validez puede
lle estas formas a partir de la intuición "interna" direc~a. _Los co-
tener Yl~ego qué alcance puede tener. Precisamente por eso todas
nm:imientos así obtenidos acerca de la esencia del conocimiento no
l~s cuestiones sobre el conocimiento que se plantean en la posili-
podían perderse mediante el cuestionamiento/ d~l sentid~ de ser del /267/
v1dad (las de todas las ciencias positivas) están de antemano afec-
mundo objetivo [ob], es decir, mediante el ca~bIO de act_1tud ~rte-
tadas por la cuestión trascendental del sentido. Pero la invencibi-
siano y la reducción al ego puro. Las a~us~cmnes de psicol~g1s_mo
lidad histórica del psicologismo LOCKEANO remite a un profundo
pudieron producir ningún efecto autenu~o, ya que los ant1~s1C?-
/266/ sentido de verdad / trascendentalmente aprovechable, el cual tiene 110
lllgistas, por temor de sucumbir a él, esquivaron todo est~d10 sis-
que pertenecer a todo fragmento concienzudamente llevado a cabo temáticamente concreto del conocimiento, y en una reacción cada
de una psicología pura del conocimiento y de la razón en general,
vez más viva contra el empirismo del siglo XIX, que prospe~ab,a ~o-
pese al contrasentido en la pretensión trascendental. Lo inverso no 1lcrosamente, acabaron por caer en una aporética y una dialec_uca
es me!1os válido, como se muestra por vez primera en la fenome- vacías, que sólo podían sacar su magro sentido mediante escondidos
nologia trascendental (cuya idea peculiar aquí perseguimos):145 en
préstamos de la intuición. Entre tanto, ya e~ el_Essay de LOCKE Yen
todo fragmento de una teoría del conocimiento genuinamente tras-
la literatura correspondiente de la época siguiente s_obre teoría d~l
cendental ejecutado correctamente y por tanto en un tratamiento
rnnocimiento y sobre psicología, hallamos un trabajo preparatono
co_ncreto, yace un sentido de verdad psicológicamente aprovechable;
tic una psicología pura muy copioso y en modo alguno carente.de
mientras que por un lado toda psicología del conocimiento genuina
.valor -la psicología pura misma no alcanza una fundamentación
pero pura puede "voltearse" trascendentalmente (por poco que ella
PSICOLOGÍA Y FENOMFNOLOGÍA 49
48 SEGUNDA REDACCIÓN

efectiva. No es solamente que permaneciera oculto su sentido ne- 1rnhjctividad trascendental. Determinado en lo esencial por el cmpi-
cesario como, por decirlo así, "psicología primera", como ciencia 1IN1110 inglés, tomó a su cargo, en dirección filosófica, la exigencia de

eidética del lagos de lo psíquico, 146 y le faltara por ello al trabajo una fundación de todas las disciplinas específicamente psicológicas
sistemático la idea directriz genuina; es que tampoco los grandes ( pt ,r tanto también de la filosofía trascendental) en una psi~ología
esfuerws de las investigaciones psicológicas singulares, tuvieran o 'llll' partiera puramente de la experiencia interna, 1~ cual,, sm em-
no un interés trascendental, pudieron dar ningún fruto adecuado, hil l }',º• tenía que ser, de acuerdo con su hallazgo, ps1colog1a de las
ya que el naturalismo universalmente imperante seguía ciego pre- l111<·11cionalidades. Esta psicología fue y siguió siendo, como en to-
cisamente para la intencionalidad, para la peculiaridad esencial de dm los empiristas, una ciencia positiva y empírica del ser anímico
la esfera psíquica y, con ello, para la vastedad infinita de la pro- h11111ano. La objeción de principio de psicologismo permaneció in-
blemática y la metodología puramente psicológicas que pertenecen , 11111 p1 cndida, incomprendido el más profundo sentido de las primc-
a ella. La psicología pura en aquel sentido de principio que se bos- 111\ mell itaciones cartesianas, en las cuales fue ya descubierto, en una
quejó en I, surgió a partir de la psicología general como último fruto 11111101 mación primera y primitiva, el método radical de acceso a la
de un desarrollo metódicamente novedoso de la filosof'la trascen- ,·~11' 1a Irascendental y al problema trascendental mismo. BRENTANO

dental, en el cual llegó a ser una ciencia rigurosamente sistemática 1111 h110 !-.uya la intelección ya naciente en DESCARTES de la oposición
construida concretamente desde abajo. Pero naturalmente la psi- ,• 11 t l l' nencia positiva y ciencia trascendental y de la necesidad de una
cología pura no surgió como meta suya y como disciplina pertene- f1111darnentación trascendental absoluta de la primera, sin la cual no
ciente a ella misma, sino como resultado de las relaciones finalmente p11nh: ser ciencia en el supremo sentido. Fue también una barrera
elucidadas entre la positividad y la trascendentalidad. Merced a la 111' 1 investigar BRENTANIANO el hecho de que él, en efecto, como ya
solución de principio del problema del psicologismo que esta elu- lo hahía hecho el antiguo empirismo moderado de un LocKE, pro-
cidación hizo posible, se consumó la reforma metódica de la filo- pu~il'ra disciplinas aprióricas, aunque sin esclarecer su más ~ondo
sofía para convertirse en una ciencia rigurosa, y ésta fue liberada •l'lltillo como investigación de esencia, y el hecho de que, sm em-
de los persistentes obstáculos que imponían las confusiones here- h111 go --sobre la base de la positividad, que jamás/ rebasó-, no re- (2t
dadas. Creó el presupuesto para la posibilidad de este desarrollo el ~1111m·iera la necesidad universal de la investigación apriórica para
gran hallazgo que yacía en la revalorización de BRENTANO del con- 'I • 11 w, las esferas ontológicas para que sean posible~ ciencias ri-
(268/ cepto escolástico / de la intencionalidad como un rasgo esencial de 11110,a~. Preci."amente por ello tampoco reconoció la necesidad de
los "fenómenos psíquicos" en cuanto fenómenos de la "percepción 11111111p10 de una ciencia de esencias sistemática de la subjetividad
interna". En general, la psicología y la filosofía de BRENTANO han r11111. La fenomenología que se enlaza con BRENTANO no_fue pro-

sido históricamente eficaces para el surgimiento de la fenomeno- n111vida por intereses psicológicos, así como tampoco por mtereses
logía y sin embargo en modo alguno han tenido una gran influencia u11·11t1l1cos positivos en general, sino puramente por intereses tras-
en cuanto al contenido. BRENTANO, él mismo todavía preso de la u1·111k111alcs. En nuestra crítica de BRENTANO se han indicado los
errónea interpretación general naturalista de la vida de conciencia, 111111 lvrn, que han determinado su desarrollo; al respecto siempre hay
en la cual incluyó a aquellos "fenómenos psíquicos", no fue capaz de q111 rqrnrar en que un motivo tradicional de la filosofí~ LOCKEANO-
1

aprehender el verdadero sentido de un descubrimiento descriptivo y ttl IMl•ANA siguió siendo determinante: que toda teona de la razón
genético de la intencionalidad; faltaba la manipulación conciente de u111:11o~ccntc o de toda otra razón, como quiera que esté dirigida,
un método de "reducción fenomenológica" y, mediante ella, la justa lh'lll' ,¡ue extraerse de la intuición interna de los fenómenos corres-
y constante consideración de los cogitata qua cogitata. A Brentano p11111ltt.·11tes mismos. Los puntos capitales son por tanto el descubri-
le fue extraña la idea de una psicología fenomenológicamente pura n,11·1110 del genuino contenido de sentido y del método genuino de
en el sentido mencionado arriba. Igualmente extraño le fue el ge- 111 111trnnonalidad; el descubrimiento de los más profundos motivos
nuino sentido de una filosofía trascendental e incluso la necesidad ~ ,k lo!. horizontes de las intuiciones cartesianas, culminando en el
de una disciplina fundamental eidética trascendental referida a la M&ullo de la "reducción trascendental", una reducción inicialmente
50 SEGUNDA REDACCIÓN PSICOLOGÍA Y FENOMENOLOOfA 51
egológica y después intersubjetiva. Con ello se lleva a cabo la exhi- motivación alejada de la vida natural tiene que hacer comprensi-
bición del campo trascendental como el campo de una experiencia hlc la necesidad y el sentido de una actitud y una investigación tras-
trascendental semejante. Menciono además la distinción entre po- l'1•.ndentales, el cultivo sistemático de la psicología pura como cien-
sitividad y trascendentalidad y el consecuente despliegue del conte- l'ln positiva puede servir inicialmente como un primer peldaño pe-
nido que por principio le corresponde a la positividad bajo la idea du~ógico. El novedoso método de la intencionalidad como tal y el
de una universitas de las ciencias positivas rigurosas, enlazadas en la arnn sistema de tareas que atañe a la subjetividad como tal, ofre-
ciencia total del mundo dado y referidas a la universitas de las dis- n:n dificultades extraordinarias que pueden ser allanadas en primer
ciplinas aprióricas que las sustentan, enlazadas en la unidad de una término, sin tocar «en» el problcma trascendental. Este conjunto de
ontología positiva universal. Además, está la aprehensión de la to- dorlrinas científicas sobre la base de la positividad recibe después,
talidad concreta de las cuestiones trascendentales planteadas por la 11111 cmhargo, sentido trascendental mediante el método específico
positividad de todas estas ciencias; el conocimiento de que la filo- ,h~ la reducción trascendentalmente fenomenológica, que levanta
sofía trascendental es en su primer sentido ciencia de esencias, re- tolla la positividad al terreno filosófico. Precisamente siguiendo este
ferida al campo de la experiencia trascendental posible; más aún, el 111<'10<.10 hemos tratado en la primera parte a la fenomenología como
conocimiento de que sobre esta base tiene que fundarse una cien- p11lrnlogía pura; le hemos dado, pues, al concepto de la fenomeno-
cia universal descriptiva y luego genética, puramente a partir de la l11Jtla, un sentido pedagógicamente inferior, todavía no genuino.
experiencia posible (en sentido eidético), de la cual broten todas las 141
Al sentido esencial del problema trascendental pertenece la /2
cuestiones trascendentales concernientes a las ciencias particulares, 11111versalidad.1 4s Ton pronto como el interés teórico se vuelve hacia
pero luego también a todas las configuraciones de la cultura social. In vida de conciencia, en la cual todo lo real [real] est,í para noso-
En este desarrollo desempeñaron al principio un papel, por lo que 11 rn, en cada caso "ahí delante", se extiende sobre el mundo entero
/270/ toca a la exhibición / pura de las "ontologías" aprióricas, sugeren- 111111 nuhe de incomprensibilidad, sobre este mundo del cual direc-
cias de la filosofía LEIBNIZIANA, conciliando mediante ella a LOTZE t11111l'nle hablamos, que es el constante campo 149 de todas nuestras
y a BOLZANO. Los análisis intencionales ligados a la exhibición de la 111·1,vidades teóricas y prácticas, pre-dado como realidad comprcn-
"ontología formal" (lógica pura como mathesis universa/is junto a la ~lhk de suyo. Cada uno de los sentidos que el mundo tiene 150 para
gramática puramente lógica) fueron los primeros cursos. 1111s111 ros, su sentido general indeterminado así como su sentido cada
Muy pronto se reconoció, naturalmente, el ámbito propio de una w, más determinado en cuanto a sus singularidades, es, como ad-
psicología apriórica y la necesidad de su cultivo positivo. Pero ésta \'1·11imos luego, un sentido que se presenta en la interioridad 151 de
quedó al principio eclipsada por el interés de una exploración de 11111·s1ra propia vida percipiente, representante, pensante, valorante,
las estructuras intencionales del campo trascendental, con lo que el ,•11·., y152 que se forma en una génesis suhjetiva; toda validez de ser se
trabajo no dejó de ser en su integridad un trabajo puramente fi- ll1•v11 a caho en nosotros mismos, y toda evidencia de experiencia y de
losófico, ejecutado en estricta reducción trascendental. Sólo muy 11•111 la que fundamenta esa validez vive en nosotros mismos y es en
tarde se alcanzó la intelección de que en el retroceso, abierto en 1tcklan1e una motivación hahitual para nosotros. 153 Esto concierne
todo momento, de la actitud trascendental a la actitud natural, todo
1tl mundo en cada una de sus determinaciones, incluso en la deter-
el conocimiento trascendental logrado en el campo de intuición tras-
111l11ari(rn comprensible de suyo de que, lo que forma parte de él, es
cendental se convierte en un conocimiento puramente psicológico
1·1111111 es "en y por sí", lo conozca o no por acasoyo 154 o quicnquiera.h
(eidético) en el campo de la positividad anímica -de lo anímico
!'ti v:11 iamos 155 el mundo fáctico en un mundo cualquiera que imagi-
individual y de lo interpersonal. Para la introducción a la fenome-
1w111os, variamos con él irremisiblemente156 esta relatividad a la sub-
nología, con todas sus dificultades ocasionadas por la desacostum-
brada actitud trascendental, se extrae de ahí precisamente esta idea
lo «Anotación de Heidegger a las últimas dos páginas:» Mostrar esto r;s tarea
pedagógica: puesto que por esencia toda filosofía tiene que par- 1lo• 111 lilnsoffa trascendental y aquí tiene que ser caracterizado directamente como
tir de la actitud de la positividad y únicamente por medio de una IAI
PSICOLOOÍA Y FENOMENOLOOÍA 53
52 SEGUNDA REDACCIÓN

jetividad de conciencia. Así pues, el sentido de un mundo existente ,in duda de "almas" y de nexos entre almas, almas de cuerpos que
en sí, en general, es incomprensible merced a su esencial relatividad ~stán siempre presupuestos pero que quedan temporalmente fuera
a la conciencia. Igual incomprensibilidad, perteneciente por ende a ~e consideración teórica. 165 , 1 Concretamente hablando, se trata de
la cuestión trascendental, ofrece todo "mundo" ideal, por ejemplo animales y hombres presupuestamente existentes de un mundo es-
el mundo de los números, a su manera existente "en sí". 157 La ela- pacial existente, que, así como en la somatología física deben ser
166
boración de la idea de una psicología fenomenológicamente pura ha investigados en consecuente unilateralidad metódica respecto_dc
mostrado la posibilidad de descubrir, en reducción fenomenológica su corporalidad, así deben ser investigados, con no menores uml~-
consecuente, lo esencialmente propio de los sujetos anímicos 158 en tcralidad y consecuencia, en la psicología pura respecto de su psi-
generalidad eidética, en todas sus configuraciones posibles. Ello que pura. Puesto que como psicólogos en generali 67 en la psicología
comprende también las de la razón que fundamenta y verifica el pura todavíat 68 estamos sobre la base de la positivida~, y somos Y
derecho y con ellas todas las configuraciones de los mundos que seguimos siendo investigadores del mundo o, pura y simplemente,
aparecen en la conciencia y que se acreditan como existentes "en de un mundo, toda nuestra investigación sigue siendo trascendental-
sí". 159 Esta psicología fenomenológica-eidética parece estar llamada mente/ ingenua: los fenómenos puramente psíquicos tienen todos, a /273/
a aclarar concretamente y hasta lo último el sentido de ser de un pesar de su pureza, el sentido de ser de hec~os mu.~dan_a~~nte rea-
mundo en general, 160 ya que ello no le es posible a una psicología les [real], aun cuando tengan ya en la considerac1on c1det1ca el de
169
/272/ empírica del hombre fáctico. / Si entre tanto meditamos sobre la hechos posibles de un mundo puesto como pos1'b'l'd 1 1 a d genera 1,
índole de la reducción fenomenológico-psicológica y la índole de las pero también incomprensible desde el punto de vista t~ascenden-
almas y comunidades de almas puras que da por resultado, en su pro- tal. La consecuente reducción psicológico-fenomenológ1ca, con su
ceder sólo se encuentra patentemente lo siguiente: con el propósito cpojé respecto del mundo existente, es para el p_sicólogo, que _como
de poner de manifiesto la subjetividad anímica como campo pura- tal permanece en la positividad, un mero medio para reducu, so-
mente interno de experiencia y juicio, el psicólogo tiene que "poner bre la base del mundo que para él sigue valiendo, que para él sigue
fuera de juego", para toda alma, el mundo que para ella vale como siempre existiendo, lo anímico de los hombres y animales as~ ,esen-
existente; tiene que abstenerse, al juzgar fenomenológicamente, de cia propia pura. Precisamente en virtud de ello esta reduccmn fe-
toda creencia que a él corresponda. Por ejemplo, en la descripción nomenológica se caracteriza desde el punto de vista trascendental
que hago yo como psicólogo de mi propia percepción como suceso como una reducción impropia, 17º como una reducción trascenden-
puramente anímico, no debo juzgar pura y simplemente sobre la talmente inauténtica. Si el problema trascendental atañe al sentido
cosa percibida,161 como, digamos, un investigador de la naturaleza, de ser de un mundo en general como mundo que sólo adquiere sen-
sino sólo sobre mi "lo percibido como tal", en cuanto que es un mo- tido y validez a partir de obras de conciencia, entonces el filósofo
mento inseparable de la vivencia perceptiva misma: lo que aparece, trascendental tiene que practicar respecto de él una epojé realmente
con su respectivo sentido, en la mudanza de los modos de aparición, incondicionada, 171 y por tanto realmente poner y mantener en va-
conciente como lo mismo, creído como existente y similares. 162 Así lidez sólo a la subjetividad de conciencia, de la cual el mundo ex~
en general. 163 Mediante una reducción general y, conforme con la trae sentido de ser y validez de ser. Por tanto, puesto que para m1
exigencia, rigurosamente consecuente a mi alma pura y a las de los el mundo sólo está ahí delantei 72 gracias a mi vida de experiencia, a
otros, se efectúa desde luego una epojé respecto del mundo puesto mi vida de pensamiento, etc., ante todo se trata de retroceder preci-
. l'd d .
en cuestión en el planteamiento trascendental de la cuestión, a sa- samente hacia mi yo mismo en su absoluta 173 esencrn 1 a propia,
ber, como un mundo pura y simplemente válido para estas almas. por ende de reducir a mi vida pura, y a ésta solamente tal como
El tema debe ser precisa y únicamente el ser y la vida puros de las
almas mismas, en las que el mundo aparece, en las que recibe sen- i «Anotación de Heidegger:» lQué clase de "poner fuera de consideración" es
tido y validez para sus sujetos-yoes mediante 164 los correspondien- éste? lLa reducción? Si sí -entonces precisamente NO tengo luego en el alma PURA
tes modos de aparición y modos de creencia subjetivos. Pero se trata EXACTAMENTE el apriori del alma en general.
55
PSICOLOGfA y FENOMENOLOOÍA
54 SEGUNDA REDACCIÓN

. te todas éstas, todas las obras y valide-


puede ser experimentada en la experiencia absoluta de sí mismo. como mundano. Naturalmen n al ámbito psicológico: pero
lPero es esto realmente otra cosa que reducción a mi alma pura? ces apercep r1vas en general ' pertenece.ó d 1 mundo· permanece en
Aquí está el punto decisivo que diferencia la auténtica reducción 11lcmpre de tal forma que la apercepct n \ovedad se vuelve a su
. y lo que se presenta como
fenomenológica-trascendental de la reducción psicológica (necesa- vuhdez gener~1 dano El descubrimiento de la psique es
ria para el investigador positivo pero trascendentalmente inautén- Ve .,,., apercept1vamente,
. . .
mun · ,
también a ercepcion de s1 mismo e
, · ·orno
tica).174 Conforme al sentido 175 de la cuestión trascendental, como un proceso mf1mto, pero es danidad. ~or principio, la peculiaridad
fenomenólogo trascendental pongo bajo esta cuestión al todo del ulma en la forma de la mun de un
mundo en conjunto y pura y simplemente; inhibo por ende en la de la reduc~ió~ trasce;::~i:u~!~b:e~~i!u::i::r::~,~:~: i~genui-
misma universalidad toda cuestión positiva, todo juicio positivo, e in- Holo golpe mh1be, en , . 177 en la sicología pura; en que
hibo la experiencia universal natural como base previamente válida dad trascendental que aun 1mrera 1 h~bitual entera:178, 1 esta
. ta voluntad la vida actua Y
de juicios posibles. Mi planteamiento de la cuestión exige por un ubarca con es acción ninguna apercepción trascen-
lado eludir 176 el círculo trascendental: presuponer como algo fuera voluntad_ man~\:~<Íe~n::c:ndente como quiera que se haya ad-
de cuestión lo que está comprendido en la generalidad de la cuestión. dente, mngun , , t ·s" y sólo tomarla como lo que es en
Y exige, por otro lado, la reducción a aquella base de validez que esta 4uirido, "ponerla entre Pª.~~n :~nta~ poner como válido, etc., pu-
cuestión como tal presupone: la subjetividad pura como fuente de s{ misma, como un aperct lf, , ' / m1' m1·smo entonces no soy /275/
b" · Si lo hago as1 para '
/274/ sentido y de validez. Así pues, como fenomenólogo / trascendental ramente su 1et1vo~ no ierdo nada del contenido esencial-
no tengo a mi ego como alma -palabra que ya en su sentido presu- yo un yo hu~adno, . a~;~;:ra (~ sea de lo puramente psicológico).
pone un mundo existente o posible-, sino a aquel ego trascenden- mente prop10 _e m1 a t solam~nte aquel poner en validez que
talmente puro en el cual también esta alma con su sentido trascen- Entre paréntesis se encuen ra h bre" y "mi alma en
, f t do en la actitud "yo, este om .
dente se procura mediante obras de conciencia ocultas el sentido yo babia e ec ua I79 tener en validez en cuanto v1-
y la validez que tiene para mí.i Desde luego, cuando yo en cuanto el mundo"' pero no este pone~ yt nte mi yotso en la concreción
. El así reducido es c1er ame . .
psicólogo me convierto a mí mismo en tema puramente psicológico, vencta. ego . d"rectamente en la experiencia m-
i1s1 vida pero vtsto 1
descubro, junto con todo lo puramente psíquico, también aquello entera de m ' . 182 ahora realmente el ego
en lo cual me hago una "representación" de mí mismo como alma terna trascendentalmente .r~?uctd:olut;Je toda trascendencia que
de esta mi corporalidad en el mundo, cómo acredito su validez, la concreto, que es pr~supos1c10n ª? t es de hecho en su peculiaridad
determino mejor, etc. Incluso mi proceder psicológico, mi trabajo para "mí" valga. Ev1denteme~te, ~s e n sí cerrado 183 con todos sus
. de expenenc1a «e » ,
científico entero, en suma, todo lo que me pertenece de modo pu- reducida, ~n cam?o ofrece así la más fundamental, la pri-
ramente subjetivo, puedo conquistarlo y tendría que conquistarlo correlatos mtenc10nales, y me . f ación trascendental. La
de esta manera. Pero precisamente en la habitualidad de la acti- mera base de experiencia para u~r: ~:::s t!e el mundo objetivo [ob]
tud psicológica, que denominamos su positividad, radica el hecho de experiencia trascendental~: es~ que es ~quivalente, la experiencia
trascendentalmente reduc1 o o, o d ·da En vez de los
que la apercepción mundok se ejecuta o se mantiene en ejecución a puramente psicológica trascendentalmente re uc1 .
cada paso, siempre de nuevo pero permaneciendo latente, de modo
que todo lo que se convierte específicamente en tema se inserta I
.d . · y esta voluntad misma?
«Anotación de Hei egger.» 1, • ENTE tal en su posibilidad de
. H ·d ·» 0 qUJzá PREC!SAM ,
m «Anotación de e1 egger. b .0 «- p 276 36» donde ha-
. " ravi\losa" Comp. a aJ , P· 27 - · ' ' .
i «Anotación de Heidegger:» lNo pertenece un mundo en general a la esencia existencia más propia, ma .· , de vida"_ «Segunda anotación
" · de cambw de 1a 1orma ·
del ego puro? Comp. nuestra Conferencia Todtnauberger «1926» sobre el "ser en el bla usted de una especie . t hacer una posibilidad del hombre, pero,
mundo" (El ser y el tiempo I, § 12, § 69) y la esencial diferencia respecto del estar ahí . ·p éno?tNoesese .
de Heidegger.» 1, or qu · , h' d I te un COMPORTAMIENTO, es decir, un
, t nunca esta a I e an ,
delante "en el interior" de un mundo semejante. precisamente porque e~ e . procura a sí mismo, y por ende nunca
k «Anotación de Heidegger:» iAhí delante! Pero el ser-ahí humano "es" de tal modo de ser, que precisamente de ongen se
manera que, aunque existente, nunca está meramente ahí delante. pertenece a la positividad de lo de ahí delante?
56 SEGUNDA REDACCIÓN PSICOLOGÍA Y FENOMENOLOGÍA 57
"fenómenos" psicológicos tenemos ahora fenómenos trascendenta- quejados que sean, del conocimiento judicativo, de la vida ética y
les. _Tod_a experiencia singular puramente anímica 184 arroja una ex- ~imilares, que llevan a cabo el lógico, el ético, etc.) es, según su
periencia trascendental igual en cuanto al contenido, pero liberada ~ontenido entero, trascendentalmente aprovechable, sólo que debe
de su sentido "anímico" (o sea, mundanamente real [real]),1ss cuan- ·adoptar un sentido puro mediante la genuina reducción trascenden-
do practicamos sobre ella ulteriormente la reducción trascendental tal. A la vez se entiende ahora el significado propedéutico 192 de la
que la purifica del sentido mundano. 186 Precisamente de esta ma- psicología pura para la ascensión a la filosofía trascendental. 193 Por
nera el ego anímico se convierte en el trascendental, que en cada razones esenciales que es fácil ver con intelección, vivió la humani-
una de las reflexiones en que se descubre a sí mismo (reflexiones dad y vive cada hombre singular, en un principio, de modo entera-
trascendentales), se encuentra siempre peculiaridades trascenden- mente exclusivo en la positividad, y así la reducción trascendental
tales, así como el ego psicológico se encuentra siempre --conforme es una especie de cambio de la forma de vida194 entera, que sobre-
a la actitud reductiva modificada- peculiaridades psicológicas. Re- pasa completamente a toda experiencia vital habida hasta ahora 195 , n
sulta así evidente este maravilloso paralelismo de lo psicológico y y cuya posibilidad y realidad son, en virtud de su carácter absoluta-
lo trascendental, el cual se extiende a todas las comprobaciones des- mente insólito, difícilmente comprensibles. / Ello vale correspon- f},77/
criptivas y genéticas que pueden alcanzarse en su actitud consecuen- dientemente para una ciencia trascendental. Aunque relativamente
t~mente mantenida. Lo mismo vale cuando yo como psicólogo prac- nueva y en cuanto al método del análisis trascendental también no-
/276/ tico la reducción intersubjetiva / y mediante ella encuentrol87 el
vedosa, la psicología fenomenológica tiene no obstante la accesibi-
n~x~ puramente anímico de una comunidad personal posible pres- lidad general de todas las ciencias positivas. Si en ella se ha abierto
cmd1cndo de todos los nexos psicofísicos, y luego, en un segundo sistemáticamente el dominio de las almas puras, entonces con ello
paso, efectúo la DEPURACIÓN TRASCENDENTAL, la cual, pues, no se se tiene implícitamente, y también materialmente, el contenido de
cumple, como la del psicólogo, en la positividad natural y dando la esfera trascendental paralela. Se requiere solamente la doctrina
l~ego como resultado la congregación de las almas puras prescin- de la reducción trascendental, destinada a su reinterpretaciónº en
diendo de sus cuerpos [Leib] copresentes. La depuración consiste lo trascendental. 1% Obviamente, puesto que el interés trascenden-
en la epojé radical del mundo que está ahí delante intersubjetiva- tal es el interés humanamente más elevado y último, podría ser me-
~ente_ y en_ la reducción a aquella intersubjetividad en cuya inten- jor "en sí", tanto histórica como en lo sucesivo fácticamente, culti-
c10nahdad mterna se compone este estar ahí delante intersubjetiva. var las teorías de la subjetividad -ambiguas por las más hondas ra-
Ello da como resultado a todos nosotros como sujetos trascenden- zones trascendentales- en el sistema de la filosofía trascendental.
tales de una vida trascendental intersubjetiva mente vinculada, en la El psicólogo puede luego, mediante una correspondiente variación
cual el mundo intersubjetiva de la positividad natural se ha conver- de la actitud, "leer" la fenomenología trascendental, para sus fines,
tido en mero fenómeno. Si, sin embargo (de acuerdo con la vía his- "como" psicología pura. La reducción trascendental no es un ciego
tórica), efectuamos desde el principio y de un golpe la reducción cambio de actitud, sino que, como principio metódico de todos los
188
trascendental (en cuanto egológica e intersubjetiva), entonces no métodos trascendentales, está ella misma reflexiva y trascendental-
surge una psicología pura como miembro intermedio, sino de inme-
diato la fenomenología trascendental 189 como ciencia de la intersub- n «Anotación de Heidegger:» Ascensión (elevación) que ciertamente sigue
jetividad trascendental extraída puramente de la intuiciónt90 tras- siendo "inmanente", es decir, una POSIBILIDAD HUMANA, en la cual el hombre viene
cendental, y surge por cierto, gracias al necesario método eidético precisamente a s! MISMO.
como ~iencia de una int~rsubjetividad trascendental posible a priori
0
«Anotación de Heidegger:» lPero no es esta "REINTERPRETACIÓN" solamente
la aplicación "COMPLEMENTARIA" de la problemática trascendental, que usted en-
Y refc~1da a mundos posibles como 191 correlatos intencionales. Así, cuentra incompleta en la psicología pura, de tal modo que con la inserción de lo
s~ enl!ende ahora por las razones más hondas la fuerza del psicolo- psíquico como algo propiamente trascendente todo lo positivo se vuelve desde ahora
g~smo. De hecho, toda intelección puramente psicológica (como por trascendentalmente problemático-todo- lo psíquico mismo y el ente (mundo) que
eJemplo todos los análisis psicológicos, por imperfectamente bos- se constituye ENÉL?
58 SEGUNDA REDACCIÓN

mente aclarad~. Puede decirse que de esta manera se resuelve ple-


namente el emgma de la "revolución copernicana".

«CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN» 197 /277/

¡,Fenomenología" designa un nuevo método descriptivo198 que hizo


,u aparición en la filosofía 199 a principios de siglo y una ciencia aprió-
rica que se desprende de él y que está destinada a suministrar el
(>rgano fundamental para una filosofía rigurosamente científica y
a posibilitar, en un desarrollo consecuente, una reforma metódica
de todas las ciencias. Al mismo tiempo que esta fenomenología fi-
losófica, pero sin distinguirse al principio de ella, surgió una nueva
disciplina psicológica paralela a ella en cuanto al método y al conte-
nido: la psicología apriórica pura o "psicología/ fenomenológica", la /278/
cual, con un afán reformador, pretende ser el fundamento metódico
sobre el cual pueda por principio erigirse una psicología empírica
científicamente rigurosa. La demarcación de esta fenomenología
psicológica, más cercana al pensamiento natural, es quizá conve-
niente como introducción propedéutica para elevarnos a la com-
prensión de la fenomenología filosófica. 200 , P

l. LA PSICOLOGÍA PURA, SU CAMPO DE EXPERIENCIA,


SU MÉTODO, SU FUNCióN201

l. Ciencia natural pura y psicología pura

La psicología moderna202 es la ciencia de lo "psíquico" en el nexo


concreto de las realidades [real] espacio-temporales, o sea, de lo que
en la naturaleza se encuentra, por así decirlo, con carácter de yo,
con todo lo que 203 inseparablemente le pertenece en cuanto vivir
psíquico (como experimentar, pensar, sentir, querer), en cuanto fa-
cultad y hábito. La experiencia ofrece lo psíquico como mero estrato

P «C/. anexo XXIX, la introducción de la 3a. versión y el apéndice crítico.»


60 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN LA PSICOLOGÍA PURA 61

de ser en los hombres y los animales. La psicología es, de acuerdo nera de estar ocupados con cualesquiera objetos reales [real] o idea-
con ello, una rama de 1~ antropología o de la zoología, disciplinas les, ya sea pensando o, en los modos de la emoción y la voluntad,
más concretas. Las reahdades [real] animales son ante todo con- valorando, aspirando. 218 Así, cuando estamos en actividad conciente
forme a un estrato básico, realidades [real] físicas. 204 Como tal;s per- directa, están ante nuestra mirada exclusivamente las respectivas co-
tene~n al nexo cerrado de la naturaleza física, 20s de la naturaleza en sas [Sachen], pensamientos, valores, metas, medios, pero no el vivir
e! pn~ero y más preciso sentido, la cual es el tema universal de una psíquico mismo en el cual son para nosotros concientes como tales.
ciencia pura de la naturaleza, esto es, de una ciencia objetiva [ob ]206 El vivir psíquico mismo sólo se hace patente en la reflexión. A través
de la naturaleza ~ue _con consecuente unilateralidad prescinde de de ella aprehendemos, en vez de las cosas [Sachen] puras y simples,
todas _las ~et~rmmacmnes extrafísicas de las realidades [real]. En en vez de los valores, los fines, los útiles puros y simples, las viven-
est_a cien~ ti~ne su lugar la exploración científica de los cuerpos cias subjetivas correspondientes en las cualcs219 llegan a ser para no-
animales. Si ahora en cambio se convierte en tema el mundo ani- sotros "concientes", en las cuales, en un sentido amplísimo, se nos
mal en lo que atañe a;º psíquico que hay en él, hay que pregun- "APARECEN". De ahí que todas estas vivencias se llamen también
t~r a~te todo hasta que punto 208 es posible, en paralelismo con la "FENÓMENOS"; su característica esencial más general es ser como
c~encrn pur~ de la naturaleza, una psicología pura. En cierta me- "conciencia-de", "aparición-de" -DE las respectivas cosas, pensa-
di~a es ?bv~~mente posible practicar una investigación puramente mientos (juicios, razones, consecuencias), de los planes, decisiones,
ps1co_Ióg_ica. A ella le debemos los conceptos fundamentales de esperanzas, etc. Por ello en el sentido de todas las expresiones para
lo ps1qu1co conforme a sus determinaciones esencialmente propias vivencias psíquicas de los lenguajes populares se encierra esta rela-
conceptos que tienen que pasar a formar parte de los demás 210 lo~ tividad: acordarse de algo, pensar en algo, percibir, esperar o te-
/279/ conceptos psicofísicos fundamentales de la psicología.211 /Sin em- mer algo, aspirar a algo, decidirse por algo, etc. Si este reino de
ba~go, no está e~ mod~ alguno claro de antemano hasta qué punto los "fenómenos"22º se muestra como campo posible de una disci-
la idea de ~na ps1~logrn pura, en cuanto disciplina psicológica níti- plina psicológica pura, exclusivamente/ referida a ellos, resulta com- {l.80/
damente d1f':r~ncrnda en sí y como auténtico paralelo de la ciencia prensible que esta última se caracterice como PSICOLOGÍA FENO-
puramente ~lSlca de la naturaleza, tiene un sentido legítimo y que MENOLÓGICA. La expresión derivada terminológicamente de la es-
hay que reahzar, pues, necesariamente. colástica para este carácter fundamental del ser como conciencia, 221
como aparición de algo, es INTENCIONALIDAD. En el irreflexivo te-
ner concientes cualesquiera objetos, estamos "dirigidos" a éstos,
2_. L~ purame~te ~síquico en la experiencia de sf mismo y en la expe-
nuestra "intentio" va hacia ellos. El giro fenomenológico de la mi-
riencia comunitaria. La descripción universal de las vivencias intencio-
nales212 rada muestra que este estar dirigido es un rasgo esencial inmanente
de las vivencias correspondientes; ellas son vivencias 222 "intenciona-
Para la fundamen~ación y despliegue de esta idea rectora213 lo pri- les".
mer? que se requiere_ es ~clarar lo peculiar de la experiencia, y en U na diversidad inmensa de especialidades y particularidades caen
partlcular de la expenencm pura, de lo psíquico y lo peculiar de lo bajo la universalidad de este concepto. La conciencia de algo no es
puramente ps~quico mismo214 que tal experiencia hace patente y que un vacío tener este algo; cada fenómeno tiene su propia forma to-
ha de convertirse en tema de la psicología pura. Damos preferencia tal intencional, pero al mismo tiempo posee una estructuración que,
naturahnente, a la experiencia más inmediata, la cual nos descubr~ en el análisis intencional, nos lleva siempre de nuevo a componentes
en cada caso nuestro propio psiquismo. que son ellos mismos intencionales. Así, por ejemplo, la reflexión fe-
15
~ ~ 1:ctitud de la mirada experimentadora sobre nuestro psi- nomenológica practicada a partir de una percepción (digamos de un
quISmo se ll~va a ~~o necesariamente como una reflexión, como cubo) conduce a una intencionalidad diversa y, no obstante, sintéti-
vuel~a de la mirada dmgida antes a otra parte. Toda experiencia2i1 camente unificada. Resaltan las diferencias, en variación continua,
admite una reflexión semejante, pero también cualquier otra ma- en los modos de aparición de la "orientación" cambiante, de la dere-
63
LA PSICOLOGÍA. PURA
62 CUARTA y ÚLTIMA VERSIÓN
\ El campo cerrado de lo puramente psíquico.- Reducción fenome-
cha Yla izquierda de la cerca , 1 1 · ,
diferencias de "~erspectiva"n:~ a :Ja~1~, con l~s correspondientes 1111/ógica y experiencia interna genuina
tre el "lado de adelante pr ·. em s,_ 1;renc1as de aparición en-
atrás "no intuitivo" y relat~J~~::;;~.~:J~t en ~ad; ~~so~ el lado de
1JI idea de una psicología fenomenológica está delineada por la ex-
tensión entera del círculo de tareas a que dan origen la experien-
"co-mentado". Poniendo atenci, er~ma o y sm embargo da de sí mismo y la experiencia de lo ajeno que se funda en ella.
aparición y en el carácter de suº~s~~;:is~?;~en,te de los modos de Pero todavía no está claro si una experiencia fenomenológica con-
fase y trecho ya es de por sí "conciencia d '" se muestra que cada 1lucida en exclusividad y consecuencia nos procura un campo ce-
en el constante surgimiento den - e ' pero de tal modo que 1rado de ser, de tal modo que pueda surgir una ciencia referida EX-
cia sintéticamente unitaria d uevals fases se produce la concien-
. e uno y e mismo obJ·eto 224 La e l ,lJSIVAMENTE a él, desligada nítidamente de todo lo psicofísico.
ración intencional de un ro . . · estructu- Aquí subsisten de hecho dificultades que, incluso después del ha-
cial fija que tiene que refiizac;;:o perccp~1vo tiene su tipología esen-
dinaria complejidad para q necesanamente en toda su extraor- llazgo de BRENTANO de la intencionalidad, le han encubierto a los
mente percibida 225 s· l _ue una cosa corpórea pueda ser simple- p,icólogos la posibilidad de una psicología puramente fenomeno- 231
. 1 a misma cosa es int "d d lúgica.23º Las dificultades atañen ya a la producción de una ex-
ejemplo en el modo del recuerdo d l f m -~ e otros modos, por periencia de sí mismo realmente pura y, con ello, de un dato real
imagen, entonces en cierta ma ' e a a~tasia, de la exhibición en
intencionales de la percepció nera se repllen to_dos lo~ contenidos v puramente psíquico. / Se requiere un método particular de ac- /28~
232
dos en la forma correspondie~~re~ t~~?s pecuharm_ente modifica- , eso al campo puramente fenomenológico. Este MÉTODO DE LA
/281/ de vivencias psíquicas/ sucede al~o ;1 ~~n _en cualq_mer_otro género · Rl ;,0ucc1óN FENOMENOLÓG 1cA" es, pues, el método fundamental
1le la psicología pura, el presupuesto233 de todos sus métodos es-
la que valora, la que as ira, no es u 1m1 -~r. la conc1en~1a que juzga,
pectivos juicios, valorer, metas m::itc10, tener concicn_tes los res- pecíficamente teóricos. Toda dificultad se debe a fin de cuentas al
bien en una intencionalidad fl ' os. Estos_ se co?stltuyen más modo como está ya por todas partes entrelazada la experiencia de sí
que les corresponde a ellos -~re;ie ci°n u_na t1p?log1a esencial fija mismo de los psicólogos234 con la experiencia externa, la de lo real
una tarea universal: expl~;ar siste~:/ ps1colog1a se in~ugura aquí ¡mil] extrapsíquico. 235 Lo "externo" experimentado no pertenece a
típicas de las vivencias intencionale d icament~ las conf~guraciones la interioridad intencional, aunque la experiencia misma sí forma
síntesis en nuevas confi uraciones s, e sus :~na~ ~es posibles, de sus parte de ella como experiencia DE LO externo. Lo mismo puede de-
de intencionalidades el! 1 'de su ed1f1cac1on estructural des- drse de cualquier otra conciencia que esté dirigida a algo mundano.
36
conocimiento descriptiv:~:~a es,_y, a p~rtir de ahí, avanzar hacia un Se requiere, por tanto, una consecuente hroxr,2' por parte del fe-
total de una vida del alma _ 22~ ~~e?cias en su integridad, del tipo nomenólogo si quiere alcanzar su conciencia como fenómeno puro,
cuente de esta tarea sum1:n. t via'?e?te, la prosecución conse- singularmente, pero también como el todo de su vida pura. Esto es,
is ra conoc1m1entos qu ól . en la ejecución de la reflexión fenomenológica, debe inhibir toda si-
validez .para el
, .
propio ser anímico d 1 . ól
e ps1c ogo. e no s o llenen
multánea ejecución de las posiciones objetivas [ob] puestas en acción
La vida amm1ca no sólo nos es as 'bl .
cia de sí mismo, sino tambié~ med~qm ~ por m~d10 1
?e la experien- en la conciencia irreflexiva, e impedir con ello que penetre en sus

:•:;~;;:;uente de. expericnc!a :~~;~ ":ri': 0 : 1;~:~:~~,~~~:


juicios el mundo que para él "existe" directamente. La respectiva
experiencia de esta casa, de este cuerpo [Leib ], de un mundo en ge-
enianto que/ª ~xpenenc1a de s1 mismo, smo también algo nuevo 228 neral, es y sigue siendo, sin embargo,237 según su contenido esen-
un a para todos nosotros concie t . ' cial propio, esto es, inseparablemente, experiencia "DE esta casa",
como experiencia ' las di"ere
l'
·, d e lo "propm"
ncms n ~mente
y 1 y," por
. cierto,
" ,
como las peculiaridades de la vida co . . . o a1eno as1 de este cuerpo, de este mundo, y así para cualquier modo de con- 238
se desprende la tarea de h mumtana. PrecJSamente de ahí ciencia que esté dirigido a objetos [ob]. Es en efecto imposible
también la vida comunitar~~er co?1prensible fenomenológicamente describir una vivencia intencional, aun cuando ésta sea ilusoria, un
le pertcnecen.229 'segun todas las intencionalidades que juzgar inválido o algo similar, sin describir a la vez lo que en ella es
64 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN LA PSICOLOGÍA PURA 65

239 lntmicamente aislados, sino a la unidad de la vida comunitaria i?t~r-


conciente COMO tal. La epojé universal respecto del mundo que
llega a ser conciente (su "PUESTA ENIBE PARÉNTESIS") desconecta luhictiva, que los vincula a todos ellos, en su pureza fcnom~nc:log1ca
del campo fenomenológico el mundo que para el sujeto en cuestión (tl'ducción intersu_bjetiva).~46 Se ~,btiene_ así!~ plena ª,i;i1pllac1ón del
pura y simplemente existe, pero en su lugar se presenta el mundo l'• 111 ccpto psicológico genumo ~e expe~1encia mtern~ : ,
así y asá CON CIENTE (percibido, recordado, juzgado, pensado, valo- t\ cada alma pertenece no solo la umdad _de ~u mult1ple VIDA IN-
rado, etc.) "COMO TAL", el "MUNDO ENIBE PARÉNTESIS"; o, lo que 11 H 'IONAL, con todas las unidades de sentido 1~separables de ella
1

es lo mismo, en lugar del mundo o en lugar de algo mundano singular llanto vida "obJ"etivamente" [ob] dirigida. Es mseparable de esta
1111 "ºd' .
puro y simple, se presenta el respectivo sentido de conciencia en sus , ,, 1./17 el SUJETO-YO vivido en ella como el "POLO YO 1 ent1co que
240 , , ,,1raliza todas las intencionalidades particulare~, Y ~~mo portador
diferentes modos (sentido de la percepción, sentido del recuerdo,
etc.).241 111 1.,s habitualidades que adquiere durante ~ta vida. De esta ~a-
Con ello se aclara y complementa nuestra primera determinación rin a, la¡ intersubjetividad reducida, concebida en pureza y concre- /284/
de la experiencia fenomenológica y de su esfera de ser. En el re- tn111cnte, es también una comunidad d_e ix:rs?nas pu~as_ que se ~~;
troceso desde las unidades puestas en la actitud natural hasta los l'tu·ntra en actividad en la vida de conciencia mtersubJet1va pura.
/283/ múltiples modos de conciencia 242 en los que aparecen, / también
hay que adscribir a lo psíquico puro dichas unidades, en cuanto in- ,. /.a reducción eidética y la psicología fenomenológica como ciencia
separables de estas multiplicidades -pero en cuanto "puestas en- f/1/Mca
tre paréntesis"-, y luego, en cada caso, con los caracteres de apa-
rición con los que se ofrecen. 243 El método de la reducción feno- /,1 lasta qué punto la unidad del campo de experiencia fen~mcnoló-
menológica (a los "fenómenos" puros, lo puramente psíquico) con- JII •• asegura la posibilidad de una psicología referida ~x~lusramente
siste, de acuerdo con esto, 1) en la hroxr¡ metódica y rigurosamente 11 rl, 0 sea, de una psicología puramente fenomenolog1c~ ·. No ase-
consecuente respecto de toda posición objetiva [ob] que se presenta eur a, sin más, la posibilidad de una ciencia d_e h~c.hos empmcamcnte
en la esfera anímica, tanto en el fenómeno singular como en la en- , 1111 a, que hiciera abstracción de todo lo ps1cof1s1co. Ocurre de otro
0
11u ,do en el caso de una ciencia apriórica.~ Tod~ cam~o de ~~~~­
tera consistencia anímica en general; 2) en la aprehensión y des-
cripción, metódicamente practicadas, de las múltiples "apariciones" rlrncia posible cerrado en sí mismo permite eo 1pso la t,rans1c~~n
como apariciones de sus unidades objetivas y de las unidades como u, 11 vcrsal de la facticidad a la forma esencial (eidos). As1 tam~1en
unidades de los componentes de sentido que en cada caso surgen en 1111 , 251 Si la facticidad fenomenológica se vuelve irrelevante y sirve
las apariciones. Se anuncia con ello una doble dirección de las des- 11: ,: .<~ ejemplarmente y como soporte para una varia~ión libr~ p_ero
cripciones fenomenológicas: la dirección "NOÉTICA" y la dirección Intuitiva de las almas singulares fácticas y las c?mumda~e~ facticas
"NOEMÁTICA".-La experiencia fenomenológica en la forma metó- ,,.. almas en almas y comunidades de almas pos1~les a pnon (con~-
dica de la reducción fenomenológica es la única "EXPERIENCIA IN- l'ilhlcs),252 y la mirada teórica se dirige a~o~a hacia lo que necesana-
TERNA" GENUINA en el sentido de cualquier ciencia psicológica bien n11·nte se mantiene invariante en la van~~1ón, en~onces s~rge: m.~.-
fundada. En su propia esencia radica manifiestamente la posibilidad ll1,1111e un proceder sistemático, un do1?m10 propio de I? :¡non ·
de ser proseguida in infinitum, bajo un continuo mantenimiento me- l<c~alta con ello el estilo formal esenc1alm~n~e nece~ano 2 _(el ~1-
244 111 ,.,) que tiene que atravesar a t~do s~r amm1co p~s1ble en las s~n-
tódico de la pureza. El método reductivo se transfiere de la expe-
riencia de sí mismo a la experiencia de lo ajeno, con tal de que en Jularidades, en las agrupaciones smtét1cas y las totahda_des.~rradas,
la vida re-presentada del otro pueda efectuarse la correspondiente 11t·~ que en general ha de poder ser "lógicamente posible , e~to e~,
puesta entre paréntesis y la correspondiente descripción conforme lnluitivamente representable. De este modo, la fcnomenolog,a ~si-
a la aparición y a lo que aparece en el cómo subjetivo ("nóesis" y cológica debe sin duda ser fundada como "FENOMENOLOG!A EIJ?ÉTI-
245 ('A "· está exclusivamente dirigida, pues, a las formas esenciales mva-
"nóema"). Acto seguido, la comunidad experimentada en la ex-
periencia comunitaria se reduce no sólo a los campos intencionales rlun~es. Por ejemplo, la fenomenología de la percepción de cuerpos
66 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN
LA PSICOLOOÍA PURA 67
no es un registro 254 de las percepciones que ocurren fácticamente al apriori fenomenológico no es el a priori de la psico_logía en su i~-
o que cabe esperar, siIJ.o la exhibición del sistema invariante de es- tcgridad, en tanto que el nexo psicofísico com? t~l uene su propio
tructuras sin el cual serían impensables la percepción de un cuerpo apriori. Está claro, sin embargo, que este apnon presupone el de
y una multiplicidad sintéticamente concordante de percepciones co- 111 psicología puramente fenomenológica, así eo1?? presupone, P?r
mo percepciones de u110 y el mismo cuerpo. 255 Si la reducción feno- el otro lado, el apriori puro de una naturaleza fISica (y en especial
menológica procuró el acceso a los "fenómenos" de la experiencia
orgánica) en general. 267 . . , .
interna real y luego también de la posible, entonces el método de 268La edificación sistemática de una ps1colog1a fenomenológica- /286/
(285/ la/ "REDUCCIÓN EIDÉTICA", fundado en ella, procura el acceso a las
niente pura requiere: . .
configuraciones esenciales invariantes de la esfera puramente aní-
mica en su totalidad. 256
!~
t) la descripción de las peculiaridades pertenecientes a esencia
de una vivencia intencional en general, de las cuales tamb1en forma
parte la ley universalísima de la síntesis: t~a c?nexión de conciencia
5. La función de principio de la psicología puramente fenomenológica con conciencia da por resultado una cónc1enc1a. . .
para una psicología empírica exacta 257 2) la exploración de las configuraciones singulares de vivencias
Intencionales, que por necesidad esencial tienen que presentarse o
La psicología fenomenoló~icamente pura es el fundamento incondi-
puede'J. presentarse en un alma en general; ~ una con ell~, la explo-
cionalmente necesario para la edificación de una psicología empírica
radón de la tipología esencial de las síntesis correspondientes: las
"exacta" que, conforme al modelo 258 de la ciencia natural puramente
aíntesis continuas y discretas, las síntesis finalmente cerradas o las
física 259 ha sido buscada desde los comienzos de ésta en la época
que prosiguen en infinitud abierta. . .,
mod;rna. El sentido de la exactitud de esta ciencia natural como
3) la exposición y descripción esencial de 1~ conf1gura~1on total
principio, radica en que está fundada en el sistema apriórico de for-
de una vida anímica en general, es decir, el caracter esencial de una
mas, desplegado en disciplinas particulares (geometría pura, teoría 11
corriente de conciencia" universal.
pura del tiempo, cinemática, etc.), de una naturaleza lógicamente
4) el título "yo" (todavía haciendo abs_t;acción ~el se~tid?,social
posible en general. Mediante el aprovechamiento de este sistema de esta palabra) señala una nueva direcc1on de la mvest1gac1on con
apriórico de formas para la260 naturaleza fáctica, la empirie induc- respecto a las formas esenciales de la "babitualidad" que le corres-
tiva y vaga participa de la necesidad esencial y la misma ciencia na- ponden, es decir, el yo como sujeto de "convicciones" per~anentes
tural empírica 261 adquiere el nuevo sentido metódico consistente en (rnnvicciones sobre el ser, convicciones sobre el valor, dec1s1ones de
elaborar, para todos los conceptos y reglas vagos, los conceptos y la voluntad, etc.), como sujeto personal de costumbres, de un saber
leyes racionales [ratJ que necesariamente yacen bajo ellos. 262 Por di- 1H.lquirido, de rasgos de carácter.
ferentes que sigan siendo por esencia el método científico natural y Finalmente, esta descripción esencial "estática" conduce por to-
el psicológico,263 su necesaria comunidad consiste en que también la das partes a los problemas de la génesis y a una. génesis universal
psicología, como toda ciencia, sólo puede extraer su "rigor" ("exacti- que impera, conforme a leyes eidéticas, sobre la vida e~tera y"el, de-
tud")264 de la racionalidad [rat] de lo "esencial". El descubrimiento 11a rrollo del yo personal. De esta manera, sobre la pnmera feno-
de la tipología apriórica sin la cual serían impensables el yo o el no- menología estática" se edif~ca, en un nivel superior,_ la fenome~~-
sotros, la conciencia, la objetividad de conciencia y, con ello, el ser louía dinámica o genética. Esta se ocupa de la génesis de la pas1v1-
anímico en general -con todas las formas de síntesis necesarias por ~ • • ?69
dad como primera génesis fundadora, en la cual el yo no part1c1pa-
esencia y posibles por esencia que son inseparables de la idea de ~·omo yo activo. Aquí se encuentra la nueva tarea d_e_ un~ fenom~no-
una totalidad anímica individual y anímica comunitaria-, da origen logía eidética universal de la asociación, una rebab1htac1ón tard1a de
a un inmenso campo de la exactitud, que se traslada, y aquí incluso los grandes pre-hallazgos de D. HUME, con la comprobación de la
de modo inmediato (sin la mediación de la idealización de los va- Jénesis apriórica por la cual se constituye para un alm_a un mun~o es-
lores límite) 265 a la exploración empírica del alma. 266 Ciertamente, racial real [real] con validez habitual. Sigue la doctnna esencial del
68 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN PSICOLOGÍA Y FENOMENOLOGÍA 69

desarrollo de la habitualidad personal, en la cual el yo puramente 1rrna. El destino de la filosofía científica depende de una superación
anímic.o es en cuanto yo personal en el interior de formas estruc- 111<.lical de todo psicologismo, que no sólo revele su contrasentido
turales invariantes, y es conciente de sí mismo en continua validez lle principio, sino que también dé satisfacción a su núcleo de ver-
habitual como algo que sigue formándose incesantemente. La feno- t.lud trascendentalmente significativo. 271 La fuente de la constante
/287/ menología de la razón,/ primero estática y luego genética, conforma fuerza histórica del psicologismo272 se halla en una / doble signifi- /288
una capa de investigación particular interdependiente de nivel supe- rnción de todos los conceptos relativos a lo subjetivo, que surge en
rior. ruanto se plantea la cuestión trascendental. El descubrimiento de
,·sta ambigüedad significa, a la vez que la separación más tajante, un
paralelismo entre la psicología puramente fenomenológica (como
II. PSICOLOGÍA FENOMENOLÓGICA Y FENOMENOLOGÍA
la configuración científicamente rigurosa de la psicología partiendo
TRASCENDENTAL
puramente de la experiencia interna) y la fenomenología trascen-
6. El giro trascendental de Descartes y el psicologismo de Locke 1kntal como la genuina filosofía trascendental. Al mismo tiempo, de
1·sta manera se justifica la precedencia de la psicología pura como
La idea de una psicología puramente fenomenológica no tiene sola- medio de acceso a la filosofía genuina. Comenzamos con la acla-
mente la función que acabamos de exponer de reformar la psicología 1ación del genuino problema trascendental que, por la labilidad al
empírica. Por profundas razones, puede servir como primer escalón principio oscura de su sentido, tanto se presta (y esto vale ya para
para poner al descubierto la esencia de una fenomenología trascen- DESCARTES) a ser encauzado por una vía desatinada. 273
dental. Ni siquiera históricamente surgió esta idea de las necesida-
des propias de la psicología. 270 su historia nos conduce hasta la me- 7. El problema trascendenta/ 274
morable obra fundamental de J. LOCKE y a la significativa reper-
cusión de los impulsos que parten de él a través de J. [sic] BERKELEY Al sentido esencial del problema trascendental pertenece su univer-
y D. HUME. Sin embargo, ya en LOCKE la restricción a lo puramente ,u lidad, en la cual pone en cuestión al mundo y a todas las ciencias
subjetivo estaba determinada por intereses extra psicológicos. La psi- q uc lo exploran. El problema surge en una vuelta general de aque-
cología estaba al servicio del problema trascendental suscitado por lla "ACTITUD NATURAL" en la cual permanecen tanto la vida coti-
DESCARTES. En sus medítationes, los pensamientos relativos a este diana en su totalidad como las ciencias positivas. En esta actitud
problema se convirtieron en guías para la filosofía primera: que d mundo es para nosotros el universo de las realidades [real] que
todo lo real [real] y finalmente este mundo entero que PARA NO- 1xi~te de modo comprensible de suyo, pre-dado constantemente en
SOTROS es y es-así, sólo es en cuanto contenido de representación 1111 incuestionable estar ahí delante. 275 Es así el campo general de
de nuestras propias representaciones, en cuanto lo judicativamente nuestras actividades prácticas y teóricas. Ton pronto como el interés
mentado [vermeint] y, en el mejor de los casos, lo evidentemente 1córico abandona esta actitud natural y, en un giro general de la mi-
verificado, de nuestra propia vida cognoscitiva. Ahí se encontraba , ada, se dirige hacia la vida de la conciencia, EN LA CUAL el mundo
la motivación para todos los problemas trascendentales, legítimos r, para nosotros precisamente "el" mundo, el que está ahí delante
o ilegítimos. El método de la duda de DESCARTES fue el primer para nosotros, 276 estamos en una nueva situación cognoscitiva. Todo
método de la exhibición de la "subjetividad trascendental"; su "ego •,cntido que tiene para nosotros (de esto nos percatamos ahora), su
cogito" condujo a su primera formulación conceptual. En LOCKE ,l:ntido general indeterminado así como el sentido que se va deter-
se transforma la mens trascendentalmente pura de DESCARTES en minando conforme a las singularidades reales [real], es un sentido
el alma pura (human mind), cuya exploración sistemática mediante 1 onciente 277 en la interioridad de nuestra propia vida perceptiva,
la experiencia interna emprende LocKE por un interés filosófico- ll'presentativa, pensante, valorativa, y un sentido que se forma en
trascendental. Es así el fundador del PSICOLOGISMO como una filo- 1uestra génesis subjetiva; toda validez de ser se lleva a cabo en no-
sofía trascendental a través de una psicología de la experiencia in- t,1 ros mismos, toda evidencia de la experiencia y de la teoría que
70 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN PSICOLOGÍA Y FENOMENOLOGÍA 71

fundamente esa validez está viva en nosotros y nos motiva habitual- tro mundo fáctico en libre fantasía, transformándolo en cualesquiera
mente sin cesar. Esto concierne al mundo en toda determinación, in- mundos concebibles, entonces irremisiblemente nos variamos con
cluso en la comprensible de suyo de que lo que le pertenece es como él NOSOTROS, cuyo mundo circundante es él; nos convertimos en
es "EN sf Y POR sí" independientemente de que yo o quienquiera sea una subjetividad posible, cuyo mundo circundant_e se~ía en c~da caso
/289/ o no por acaso conciente de ello. / Pero una vez que el mundo en ¡el mundo pensado, como mundo de sus expene~c1as p~siblcs, de /290/
esta universalidad plena ha sido referido a la subjetividad de la con- sus evidencias teóricas posibles, de su vida práctica posible. Esta
ciencia, en cuya vida de conciencia se presenta precisamente como variación deja desde luego intactos a los mundos pur~ment_e ~d~a-
"el" mundo con su sentido respectivo, 278 entonces su modo de ser en les de la índole de los que tienen su ser en la generahdad eidet1c~,
su totalidad cohra una dimensión de incomprensibilidad o de cues- a cuya esencia pertenece en efecto la invariación; pero en la posi-
tionabilidad. Este "presentarse", este ser-para-nosotros del mundo ble variabilidad del sujeto que conoce tales identidades se muestra
en cuanto mundo que sólo subjetivamente alcanza validez y es lle- que su cognoscibilidad, y por ende su referencia inte~cion~l, ~o sólo
vado y por llevar a la evidencia fundarnentada, 279 requiere esclareci- atañe a nuestra subjetividad fáctica. Con la formulación eidética del
miento. El percatarse por primera vez de la referencia del mundo a problema también la requerida exploración de la conciencia se con-
la conciencia, no nos da a entender, en su vacía generalidad, CÓMO vierte en una exploración eidética. 283
la múltiple vida de conciencia, apenas entrevista y hundiéndose de
nuevo en la oscuridad, puede producir tales obras, cómo hace, por
8. La solución psicologista como círculo trascendental
decirlo así, para que en su inmanencia algo pueda presentarse COMO
existente en sí, y no sólo como algo presunto, sino como algo que El haber puesto de relieve la idea de una psicología fen?menoló-
se acredita en la experiencia concordante. Manifiestamente el pro- gicamente pura ha demostrado la posibilidad d~ descubnr, en_ una
blema se traslada a toda clase de mundos "ideales" y su "ser-en-sí" reducción fenomenológica consecuente, lo esencialmente propio de
(por ejemplo, el de los números puros o el de las "verdades en sí"). 280 los sujetos de conciencia en g~neralidad ei_dética, según todas sus p~;
2
La incomprensibilidad afecta de manera particularmente sensible a sibles configuraciones. Esto mcluye también a las de la raz~n que_
NUESTRA misma especie de ser. Nosotros (en lo individual y en co- fundamenta y verifica el derecho y con ellas todas las conf1gurac10-
munidad) hemos de ser aquello en cuya vida de conciencia el mundo nes de mundos que pueden aparecer y acreditarse corno existentes
real [real], 281 que para nosotros está ahí delante, cobre como tal sen- en sí a través de la experiencia concordante y determinarse en la ver-
tido y validez. Pero nosotros como hombres hemos de pertenecer dad teórica.285 De acuerdo con ello, parece que esta psicología fe-
también al mundo. Tras nuestro sentido mundano nos vemos, pues, nomenológica comprende en su ejecución sistemática la exploración
nuevamente remitidos a nosotros y a nuestra vida de conciencia, en total de las correlaciones para el ser y la conciencia y, desde luego,
cuanto que en ella se configura para nosotros primeramente este en una generalidad de principio (precisamente eidética), y por ende
scntido. 282 ¿Es pensable aquí y en todas partes otro camino de escla- parece que es la morada de todos los esclarecimientos trascenden-
recimiento que el de consultar a la conciencia misma y al "mundo" tales.286 Por otro lado, no debe pasar desapercibido el hecho de que
que se hace concicnte en ella, dado que precisamente en cuanto la psicología, en todas sus disciplinas empíricas y eidéticas, es una
mentado por nosotros no pudo haber cobrado ni puede cobrar nunca "ciencia positiva", una ciencia en la actitud natural, en la cua~ el
sentido y validez en parte alguna más que en nosotros? mundo que está pura y simplemente ahí delante es ~a base temática.
Dérnos todavía un paso importante, que eleva el problema "tras- Lo que ha de explorar son las almas y las comumdad~s d~ almas
ccmlcntal" (que concierne al sentido de ser de lo "trascendente" en que se hallan en el mundo. La reducción fe_noi:11enológ1ca sii:ve, en
cuanto relativo a la conciencia) al nivel de los principios. Consiste cuanto psicológica, sólo para alcanzar lo psiqmco de las reahdades
en el reconocimiento de que la indicada relatividad de la concien- [real] animales en su esencialidad propia pu~a y s~s n~xos puramente
cia no sólo atañe alfactum DE NUESTRO mundo, sino, con necesidad esenciales propios. Incluso en la exploración eidética, conserva el
eidética, a todo mundo concebible en general. Pues si variamos nues- sentido de ser de lo que está mundanamente ahí delante, sólo que en
72 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN
PSICOL(X}fA Y FENOMENOLOGÍA 73

referencia a mundos reales [real] posibles. 287 El psicólogo es, incluso pura y simplemente en la actitud natural. 296 De acuerdo con ello, to-
como fenomenólogo eidético, trascendentalmente ingenuo; toma a das las ciencias positivas deben someterse trascendentalmente a una
/291/ las "almas" posibles (sujetos/-yo), 288 enteramente conforme al sen- / epojé, 297 así como todas sus regiones de objetos, por ende también /292/
tido relativo de la palabra, pura y simplemente como hombres y ani- la psicología y la totalidad de lo psíquico en su scntido. 298 Sería por
males pensados ahí delante en un mundo espacial posible. Si en lu- tanto un círculo trascendental basar la respuesta a la cuestión tras-
gar del interés natural mundano, 289 es el interés trascendental el que cendental en la psicología, lo mismo sobre la psicología empírica
va a ~ar la pau~a en cuestiones teóricas, entonces la psicología en su que sobre la fenomenológica-eidética. La subjetividad y la concien-
totabdad adquiere el sello de lo trascendentalmente problemático; cia -aquí estamos ante la ambigüedad paradójica- a las que recu-
n~ puede, ~or ende, proporcionar a la filosofía trascendental pre- rre la cuestión trascendental, no pueden por ende ser realmente la
misas de n~n~u.na clase. La subjetividad de conciencia, que es, en subjetividad y la conciencia de las que se ocupa la psicología. 299
cuanto subJellv1dad anímica, su tema, no puede ser la subjetividad a
la cual solicitemos aclaraciones trascendentales. 9. La reducción fenomenológica-trascendental y la apariencia trascen-
Para llegar en estos puntos decisivos a una claridad intelectiva dental de duplicación
es preciso mantener ante la vista y examinar detenidamente el sen~
tido temático de la cuestión trascendental, así como distinguir, de lSeremos "nosotros", pues, dobles, psicológicamente, en cuanto no-
acuerdo con él, las regiones de lo cuestionable y de lo incuestionable. sotros, hombres, algo que está ahí delante en el mundo, sujetos de
290
El tema filosófico-trascendental es 291 un esclarecimiento concre- una vida anímica y, al mismo tiempo, trascendentalmente, en cuanto
to y sistemático de aquellas referencias intencionales múltiples que los sujetos de una vida trascendental constituyente del mundo? Esta
p~rtenecen por esencia a un mundo posible en general como mundo duplicidad se aclara mediante una exposición evidente. La subjetivi-
circundante de una subjetividad posible correspondiente, para la dad anímica, el "yo" y "nosotros" del habla cotidiana concretamente
cual tal mundo fuera el mundo que estuviera ahí delante 292 ase- concebidos,300 son experimentados en su peculiaridad psíquica301
qui~le_ ~ráctica y teóricamente. Esta accesibilidad significa 'para las pura mediante el método de la reducción fenomenológico-psicológi-
subJetiv1dades, respecto de todas las categorías de objetos [ob] mun- ca. En su modalidad eidética, éste crea la base para la psicología pu-
da~os y estructuras mundanas que para ellas estén ahí delante, regu- ramente fenomenológica. La subjetividad trascendental por la que
lac10nes de su vida de conciencia posible que hay que descubrir pri- se pregunta en el problema trascendental y que está presupuesta en
meramente en su tipología. Tules categorías son "cosas inanimadas" él como base de ser, no es otra que, nuevamente, "yo mismo" y "no-
pero también hombres y animales con sus interioridades anímicas. A sotros mismos", pero no como los que nos encontramos en la actitud
natural de la cotidianeidad y de la ciencia positiva, apercibidos como
partir de aquí ha de aclararse el pleno e íntegro sentido de ser de un
mundo posible que esté ahí delante en lo general y respecto de todas fragmentos integrantes del mundo objetivo [ob] que para nosotros
está ahí delante: 302 más bien como sujetos de la vida de conciencia
l~s categorías c_~nstitutivas para él. 293 Como toda cuestión significa-
EN la cual ésta y toda cosa que esté ahí delante-para "nosotros"-
tiva, esta cuest10n trascendental presupone una base de ser incues-
tionable, en la que tiene que estar encerrado todo medio de solución. se "hace" por medio de ciertas apcrcepciones. 303 Como hombres,
294
Esta base es aquí la subjetividad de aquella vida de conciencia en ahí delante en el mundo anímica y corporalmente,304 nosotros somos
la que se constituye un mundo posible en general en cuanto mundo para "nosotros"; somos algo que aparece 305 en una vida intencional
ahí delante. Por otro lado, es una obvia exigencia básica del método muy variada, en "nuestra" vida EN LA QUE esto que está ahí delante
racional que esta base presupuesta como incuestionablemente exis- se hace "para nosotros" aperceptivamente con todo su contenido de
tente no se confunda con aquella que la cuestión trascendental en sentido. El yo y nosotros de ahí delante (apercibido) presupone un
su universalidad mienta como base puesta en cuestión. El ámbito de yo y nosotros (que apercibe) 306 PARA quien aquél está ahí delante
esta cuestionabilidad es todo 295 el ámbito de la ingenuidad trascen- pero que no está a su vez ahí delante en el mismo sentido. 307 A esta
dental; abarca, pues, a todo mundo posible así como al que se recurre subjetividad trascendental tenemos acceso directo por medio de una
74 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN PSICOLOGÍA Y FENOMENOLOGÍA 75

/293/ experiencia trascendental. 308 Así como la experiencia anímica / re- cia, de la EXPERIENCIA "INTERNA" 1RASCENDENTAL. Surgida de la
quiere un método reductivo para alcanzar la pureza, así lo requiere epojé trascendental metódica, esta experiencia abre el campo ilimi-
también la trascendental. tado del ser trascendental. Éste es el paralelo del campo psicológico
Queremos aquí proceder de tal modo que introduzcamos la "RE- ilimitado, así como su método de acceso es el paralelo del método
DUCCIÓN 1RASCENDENTAL" como un escalón superior respecto de puramente psicológico, el de la reducción psicológico-fenomenoló-
la reducción psicológica, como una ulterior purificación de ésta que gica. Y de nuevo, el yo trascendental y la comunidad trascendental
se puede lleva,r a cabo en todo momento y, una vez más, mediante de yoes, concebidos en la concreción plena de la vida trascendental,
cierta epojé. Esta es una mera consecuencia de la epojé universal, son igualmente los paralelos trascendentales del yo y el nosotros en
la cual pertenece al sentido de la cuestión trascendental. Así como el sentido usual y psicológico, de nuevo concebidos concretamente
la relatividad trascendental de todo mundo posible exige su "puesta como alma y comunidad de almas con la correspondiente vida de
entre paréntesis" universal, así también la exige la de las almas puras conciencia psicológica. Mi yo trascendental es por ende evidente-
y la de la psicología puramente fenomenológica referida a ellas. De mente 'diferente' del yo natural, pero de ninguna manera como un
este modo se convierten éstas en fenómenos trascendentales. A<;í segundo yo, como un yo SEPARADO de él en el sentido natural de
pues, mientras que el psicólogo, dentro del mundo naturalmente la palabra, así como, a la inversa, tampoco es un yo unido a él o
válido para él, reduce la subjetividad que ahí se halla a la subjeti- entrelazado con él en el sentido natural. Es precisamente el campo
vidad puramente anímica -en el mundo-, el fenomenólogo tras- (concebido en concreción plena) de la experiencia trascendental de
cendental reduce por medio de su epojé absolutamente universal sí mismo, que en todo momento puede convertirse, MEDIANTE UNA
esta subjetividad psicológicamente pura a la subjetividad trascen- MERA MODIFICACIÓN DE LA ACTITUD, en experiencia psicológica de
dentalmente pura, a aquella que lleva a cabo y pone en vigencia sí mismo. En esta transición se produce necesariamente una iden-
en sí la a percepción del mundo y en ella la a percepción objetivante tidad del yo; en la reflexión trascendental sobre él, la objetivación
[ob] "alma de realidades [real] animales". Por ejemplo, mis viven- [ob] psicológica se hace visible como objetivación [ob] de sí mismo
cias puras 309 de percepción, mis vivencias puras de fantasía, etc., del yo trascendental, y de esta manera se llega a ver cómo en todo
son datos psicológicos de la experiencia interna psicológica en la ac- momento de la actitud natural315 se ha impuesto una a percepción. Si
titud de la positividad. Se convierten en mis vivencias trascenden- se ha vuelto comprensible el paralelismo de las esferas de experien-
tales cuando por medio de una epojé radical pongo al mundo in- cia trascendental y psicológica como una suerte de identidad en la
cluido mi ser hombre, como mero fenómeno y me concentro ahora reciprocidad del sentido de ser por virtud de un mero cambio de ac-
en la vida intencional en la cual se configura la apercepción total titud, entonces también se comprenderá la consecuencia que de allí
"del" mun d o, 310 en part1cu
· 1ar 1a apercepc10n
·, de mi alma, de mis se sigue y que consiste en el mismo paralelismo y el implícito estar
vivencias de percepción psicológicamente reales [real], cte. El con- encerradas recíprocamente, de la fenomenología trascendental y la
tenido de estas vivencias, su esencialidad propia, se conserva con psicológica, cuyo tema pleno es la intersubjetividad pura y de doble
ello plenamente, 311 aun cuando ahora ya sea visible como núcleo de sentido. En esto sólo hay que tomar en cuenta que la intersubjeti-
una apercepción anteriormente puesta en acción psicológicamente vidad puramente anímica, 316 tan pronto como se somete a la epojé
una y otra vez 312 pero no tomada en cuenta. 313 Para el filósofo tras- trascendental, conduce igualmente a su paralela, a la intersubjetivi-
cendental, quien por medio de una previa y universal resolución de dad trascendental. Obviamente, el paralelismo significa nada menos
la voluntad ha instituido en sí la firme habitualidad de la "puesta que equivalencia teórica. La intersubjetividad trascendental es la ba-
entre paréntesis" trascendental, está prohibida de una vez por to- se de ser concretamente independiente y absoluta, de la cual todo lo
das también esta mundanización de la conciencia que nunca falta trascendente (incluido/ todo existente real [real] mundano) extrae /295/
en la actitud natural. 314 Conforme a ello, la consecuente reflexión su sentido de ser como ser de un existente en sentido meramente re-
de la _conciencia le ofrece siempre algo trascendentalmente puro, y lativo y por ello incompleto, como sentido de una unidad intencional
/294/ por cierto en forma / intuitiva en el modo de una nueva experien- que es en verdad por donación trascendental de sentido, verificación
76 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN FENOMENOLOGÍA Y FILOSOFÍA 77

concordante y una habitualidad de convicción permanente que por Interna en la nueva fenomenología, a saber, la dificultad de la com-
esencia le corresponde. prensión del método genuino de la "experiencia interna", 326 gracias
ul cual se ha posibilitado una psicología "exacta" como ciencia de he-
chos racional [rat],327 y la dificultad de la comprensión de la peculia-
10. La psicología pura como propedéutica para la fenomenología tras-
ridad del planteamiento y del método trascendentales. Considerado
cendental
en sí, el interés trascendental es sin duda el más alto y último interés
Mediante el esclarecimiento de la esencial doble significación de la científico, y por ende es correcto, tanto históricamente como en el
subjetividad de conciencia y de la ciencia eidética que ha de refe- futuro, cultivar las teorías trascendentales en el sistema absoluto e
rirse a ésta, 317 se hace comprensible por las más profundas razones independiente de la filosofía trascendental, y poner en ella misma de
la invencibilidad histórica del psicologismo. Su fuerza yace en una manifiesto, con la indicación de la índole esencial de la actitud na-
ILUSIÓN TRASCENDENTAL ESENCIAL que tenía que seguir operando tural en oposición a la trascendental, la posibilidad de reinterpretar
veladamente. 318 Mediante el esclarecimiento alcanzado también se todas las doctrinas fenomenológicas trascendentales como doctrinas
vuelve comprensible, por un lado, la independencia de la idea de de la positividad natural. 328
una fenomenología trascendental y de su realización sistemática res-
pecto de 1a idea de una psicología fenomenológicamente pura, y por III. FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL Y FILOSOFÍA COMO
el otro lado, la utilidad propedéutica de anteponer un bosquejo de CIENCIA UNIVERSAL EN FUNDAMENTACIÓN ABSOLUTA q
la psicología pura para ascender a la fenomenología trascendental,
utilidad que ha guiado a la presente exposición. En cuanto a lo pri- 11. La fenomenología trascendental como ontología
mero, es manifiesto que al poner al descubierto la relatividad tras-
cendental pueden vincularse DE INMEDIATO la reducción fenome- La consideración del alcance de la fenomenología trascendental da
nológica y la eidética, y de ese modo la fenomenología trascenden- por resultado notables consecuencias. En su ejecución sistemática
tal surge directamente de la intuición trascendental. 319 De hecho, se realiza la idea LEIBNIZIANA de una ONTOLOGÍA UNIVERSAL como
este camino directo fue el camino histórico. La psicología fenome- unidad sistemática de todas las ciencias aprióricas concebibles, pero
no1ógica320 pura como ciencia eidética en la positividad ni siquiera en una nueva fundamentación que supera el "dogmatismo" median-
existía. 321 En cuanto a lo segundo, por lo que se refiere al provecho te el método trascendentalmente fenomenológico. La fenomenolo-
propedéutico de la vía indirecta a la fenomenología trascendental a gía como ciencia de todos los fenómenos trascendentales concebi-
través de la psicología pura,322 la actitud trascendental323 significa bles, y por cierto en cada caso en las configuraciones totales sintéti-
una especie de cambio de la forma de vida entera que sobrepasa por cas únicamente en las cuales son concretamente posibles -las de los
completo toda experiencia vital anterior y que, por ende, merced a su sujetos trascendentales singulares, vinculados en/ comunidades de /297/
absoluta extrañeza, tiene que ser difícilmente comprensible. 324 Algo sujetos- es eo ipso ciencia apriórica de todos los entes concebibles;
semejante es válido para una ciencia trascendental. La psicología fe- pero no meramente del todo de lo que objetivamente [ob] es y de
nomenológica, si bien es también relativamente nueva y en cuanto ningún modo en una actitud de positividad natural, sino, en plena
al método del análisis intencional enteramente novedosa, tiene en concreción, del ente en general, en tanto que extrae su sentido de
/296/ todo caso la accesibilidad/ de todas las ciencias positivas. Si ha que- ser y su validez de la constitución intencional correlativa. Ello com-
dado clara, por lo menos según su idea nítidamente precisada, en- prende también el ser de la subjetividad trascendental misma, cuya
tonces solamente se requiere la aclaración del genuino sentido de la esencia mostrable es ser constituido trascendentalmente en sí y para
problemática filosófico-trascendental, 32'i y de la reducción trascen- sí. Según esto, frente a la ontología de la positividad, que es uni-
dental, para adueñarse de la fenomenología trascendental como un versal sólo en apariencia, una fenomenología desarrollada es la on-
mero giro de su contenido doctrinal hacia lo trascendental. En estos
dos niveles se dividen las dos dificultades fundamentales de quien se q «En relación con esta sección, véase el anexo XXX, p. 519 ss.»
78 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN 79
FENOMENOLOGÍA Y FILOSOFÍA

tol?gía ve~daderamente universal -precisamente superando así la menológica. La configuración genuina de una ciencia universal de
umlaterahdad ~ogmática y con ello la incomprensibilidad de la pri- la facticidad es por ende la fenomenológica; como tal, ella es ciencia
mera, pero temendo a la vez que conservar en sí misma su contenido universal de la intersubjetividad trascendental fáctica sobre el funda-
legítimo, en cuanto fundado primigeniamcnte en la constitución in- mento metódico de la fenomenología eidética como ciencia de una
tencional. subjetividad trascendental posible en general. De tal modo se com-
prende y se justifica la IDEA DE UNA FENOMENOLOGÍA EMPÍRICA,
12. La fenomenología y la crisis de fundamentos de las ciencias exactas posterior a la eidética. Es idéntica al universo sistemático entero de
las ciencias positivas, siempre y cuando la pensemos de antemano
Si ~editamos sobre el cómo de esta inclusión, con ella se quiere fundamentada metódica y absolutamente mediante la fenomeno-
decir que todo apriori está establecido en su validez de ser COMO logía eidética.
obra trascendental, por tanto junto con las configuraciones esen-
ciales de su constitución, de las especies y niveles de su darse él
mismo y su verificación y de las habitualidades correspondientes. 14. La fenomenología íntegra como filosofía universal
En ello radica que en y con la COMPROBACIÓN del apriori se haga Precisamente con ello se restituye el concepto más primigenio de la
transparente el MÉTODO subjetivo de esta comprobación, que por filosofía como ciencia universal a partir de una radical justificación
ende para las disciplinas aprióricas, que obtienen su fundamentación de sí misma -que es ciencia única en el antiguo sentido platónico y
en el interior de la fenomenología (por ejemplo como ciencias ma- luego en el sentido cartesiano. La fenomenología desarrollada rigu-
temáticas), no pueda haber "paradojas", no pueda haber "crisis de rosa y sistemáticamente en el sentido que acabamos de ensanchar,329
fundamentos". Respecto de las ciencia" aprióricas históricamente es idéntica a esta filosofía que abarca a TODO conocimiento genuino.
desarrolladas, desarrolladas en ingenuidad trascendental, se tiene Se divide en la fenomenología eidética (u ontología universal) como
co~o consecuencia que sólo una fundamentación fenomenológica FILOSOFÍA PRIMERA y en la FILOSOFÍA SEGUNDA, la ciencia del uni-
rad~cal puede convertirlas en ciencias genuinas, que se justifican me- verso de losfacta o de la intersubjetividad trascendental que los en-
t~d1~ment~ ~or completo. Pero precisamente por ello dejan de ser cierra a todos ellos sintéticamente. La filosofía primera / es el uní- /299/
ciencias positivas (dogmáticas) y se vuelven ramas subordinadas de verso del método para la segunda y en su fundamentación metódica
la fenomenología una como ontología eidética universal. está referida retrospectivamente a sí misma.

/298/ 13. La fundamentación fenomenológica de las ciencias de hechos y la 15. Los problemas ''últimos y más elevados" como problemas fenome-
fenomenología empírica nológicos
Esta tarea infinita, exhibir el universo entero del a priori en su refe- 330 En la fenomenología tienen su lugar todos los problemas racio-
rencia retrospectiva trascendental a sí mismo y con ello en su auto- nales, por ende también los que tradicionalmente se han designado
nomía y su acabada claridad metódica, es a su vez una función del como filosóficos en cualquier sentido particular; en las fuentes ab-
método para alcanzar una ciencia universal, y por ello plenamente solutas de la experiencia trascendental o de la intuición eidética re-
fundamentada, de la facticidad empírica. Dentro de la positividad, ciben por vez primera en la fenomenología su formulación genuina
la ciencia empírica genuina (relativamente genuina) exige una fun- y las vías transitables de su solución. En su referencia universal a sí
d~menta~ión metódica n_iediante una ciencia apriórica correspon- misma la fenomenología reconoce su función propia en una posible
diente. Si tomamos el umverso de todas las ciencias empíricas posi- vida trascendental de la humanidad. Reconoce las normas absolu-
bles en general y exigimos una fundamentación RADICAL, liberada tas que hay que extraer intuitivamente de esta vida, pero también su
de toda crisis de fundamentos, ello nos conduce al a priori universal estructura primigenia teleológico-tendencial en dirección al descu-
en la fundamentación radical, esto es, en la fundamentación feno- brimiento de estas normas y su repercusión práctica conciente. Se
80 CUARTA Y ÚLTIMA VERSIÓN FENOMENOLOGÍA Y FILOSOFÍA 81

reconoce luego como función del autocxamen universal de la hu- e.lenta[, que hace comprensible la relatividad de todo ser "objetivo"
manidad (trascendental) al servicio de una praxis racional universal, ¡oh Jen cuanto constituido trascendentalmente, pero hace compren-
esto es, al servicio de la aspiración que dicho descubrimiento pone "ihle a la vez la más radical relatividad, la de la subjetividad tras-
en libertad: la aspiración a la idea universal, que yace en lo infi- cendental a sí misma. Precisamente éste, sin embargo, se acredita
nito,_de la perfección absoluta o, lo que es lo mismo, la aspiración como el único sentido posible del ser "absoluto" -frente a todo ser
a_ la idea -que yace en lo infinito- de una humanidad que sea y ''objetivo" [ob] relativo a él-, a saber, como ser-"para-sí-mismo"
viva de hecho y cabalmente en verdad y en genuinidad. Reconoce de la subjetividad trascendental. 333 Igualmente: el EMPIRISMO sólo
su función como autoexamen para la realización relativa de la idea puede ser superado mediante el empirismo más universal y conse-
práctica correlativa de una vida de la humanidad genuina en un se- cuente, que en lugar de la limitada "experiencia" del empirista esta-
g_undo sentido (cuyas configuraciones esenciales y normas prácticas hlece el concepto de experiencia necesariamente ampliado de la in-
ttene que explorar ella), a saber, como vida dirigida conciente y vo- luición que da originariamente, la cual, en todas sus configuraciones
luntariamente a aquella idea absoluta. En suma, se sitúan dentro de (intuición del eidos, evidencia apodíctica, intuición fenomenológica
su marco los problemas teleológicos metafísicos, los éticos, los de fi- c.le esencias, etc.), da prueba mediante la aclaración fenomenológica
losofía de la historia, no menos que, obviamente, los problemas de ,ic l.a índole y la forma de su legitimar. Por otra parte, la fenome-
l~ razón judicativa, así como todos los problemas que tengan sen- nología, en cuanto eidética, es racionalista [rat]; pero supera el li-
tido en general y todos en su más interna unidad sintética y en su mitado RACIONALISMO [rat] dogmático mediante el más universal
ordenación como problemas de la espiritualidad trascendental. de una investigación de esencias referida unitariamente a la subje-
lividad trascendental, al yo, a la conciencia y a la objetividad con-
cicnte. Lo mismo habría que decir por lo que se refiere a las demás
16. La resolución fenomenológica de todas las antítesis filosóficas33i
/ antítesis entrelazadas unas con otras. Remontar todo ser a la sub- /301/
En el trabajo sistemático de la fenomenología, que desde los datos jetividad trascendental y a sus obras intencionales constitutivas no
in~uitivos ~rogresa hasta las alturas abstractas, se disuelven por sí deja abierta, para no dejar de mencionarlo, más que una conside-
/300/ mismos y sm las artes de una / dialéctica argumentativa y sin el es- ración TELEOLÓGICA del mundo. Y sin embargo la fenomenología
fuerzo _enfermizo por llegar a transacciones, las antiguas y ambiguas reconoce también un núcleo de verdad en el NATURALISMO (o sen-
antítesis de los puntos de vista filosóficos; antítesis como las que se sualismo). En efecto, al poner a la vista las asociaciones como un
dan entre racionalismo [rat] (platonismo) y empirismo, relativismo y fenómeno intencional, y en verdad como toda una tipología de con-
absolutismo, 332 subjetivismo y objetivismo [ob], ontologismo y tras- figuraciones de síntesis intencionales 334 pasivas con una legalidad
ce~d.entalismo, ~sicologismo y antipsicologismo, positivismo y me- esencial de la génesis trascendental y puramente pasiva, hace ver en
tafisica, concepción teleológica y concepción causalista del mundo. el ficcionalismo de HUME, en particular en su doctrina del origen de
Por todas partes motivos justos, pero por todas partes medias tintas las ficciones cosa, existencia persistente, causalidad, pre-hallazgos
o absolutizaciones inadmisibles de unilateralidades justificadas sólo encubiertos en teorías absurdas. 335
relativa y _abstractiva~e~~e. El SUBJETIVISMO sólo puede ser supe- La filosofía fenomenológica se considera en su método entero
rado mediante el subJettvismo más universal y consecuente (el tras- como repercusión pura de las intenciones metódicas que ya movían
cen~en~~)- Así configurado, es a la vez objetivismo [ob ], en tanto a la filosofía griega desde sus comienzos; pero ante todo de las in-
que JUSt1fica el derecho de toda objetividad [ob] que se acredite me- tenciones aún vivas que parten de DESCARTES y llegan en las dos
diante una experiencia concordante; pero, por cierto, también hace líneas del racionalismo [rat] y el empirismo a través de KANT y del
valer su pleno y genuino sentido, contra el cual peca el objetivismo idealismo alemán hasta nuestro confuso presente. Repercusión pura
[ob] presuntamente realista [real] por su incomprensión de la consti- de intenciones metódicas quiere decir método efectivo, que pone
t~ción trascen~:ntal. El REIATIVISMO sólo puede ser superado me- los problemas en las sendas de un trabajo en el que puede concre-
diante el relat1V1Smo más universal, el de la fenomenología trascen- tamente ponerse manos a la obra y que puede ser concluido. Esta
82 CUARTA Y ÚLTI~ VERSIÓN

senda es, a la mane~a de_ la ciencia g~nuina, una senda infinita. Por
~llo la fcnom_enolog1~ cxig~ de los fcl\omcnólogos que renuncien al
~deal de un s11tema fllosóflco y que, I\o obstante, vivan como traba-
pdo~es más ~odestos en comunidad con otros en pro de una hilo-
sophia perennrs. p

ANEXOS

<<INTRODUCCIÓN A LA TERCERA VERSIÓN DEL ARTÍCULO DE LA /51 '°>¡


E»CYC.LO.l'AiZ>M .BJ?JJA»»Jí.A» *

H mundo, la unidad total del ente en real [real] realidad, es el campo del
rnal toman sus regiones de investigación las diversas ciencias positivas. Diri-
Mlllas directamente al mundo, parecen proponerse en su totalidad reuniJa
1111 conocimiento íntegro del mundo y hacerse cargo, por ende, de la res-
pul:sla a todas las cuestiones que pudieran plantearse al ente. Para la fi-
losofía no parece quedar campo alguno de investigación propia. Pero, i.no
lll11ge la ciencia griega ya en sus decisivos primeros comicn70s esfuerzos in-
1•1•sanlcs al ente EN CUANTO TAL? lNo constituye éste el tema de una ciencia
rundamental del ser, de una "filosofía primera"? Para cila, determinar di-
m:tmncnte al ente, al ente individual e incluso a la totalidad universal, tal
l'lllllO esté compuesto en cualquier respecto, no quiere decir comprender
rl ente en cuanto tal. En cuanto ente, esto es, respecto de su ser, éste es
1l111g111ático. Los planteamientos de las cuestiones y las respuestas permane-
CL'll largo tiempo enredados en oscuridades. No obstanle,ya en los primeros
pusos de la filosofía 336 se anuncia la fuente en la que se origina la cucstiona-
hilidad del ente en cuanto tal. PARMÉNIDES buscó una dilucidación del ser
¡,or el camino de un examen acerca del PENSAR el ente. El descubrimiento
úc PLATÓN de las ideas se orienta por el SOLILOQUIO (lagos) DEL ALMA
t•onsigo misma. Las categoríJs ARISTOTÉLICAS nacen tomando en conside-
rnl'i{m el conocer enunciativo de la RAZÓN. La época moderna en filosofía
MC inicia con la fundación expresa de DESCARTES de la filosofía primera so-
hrc el ego cogito. La problemática trascendental de l(;\NT se mueve en el
cumpo de la CONCIENCIA. La vuelta de la mirada desde el ente hacia la con-
ciencia hace sensible una referencic1 por principio de todo ente a la subjeti-
vidad de conciencia, referencia que de alguna manera afecta al sentido de

• Éste es el anexo XXIX dentro de la ordenación de !ha IX. Lleva allí, además
p. 278" y una nota del editor que dice: "Probablemente
1ld título, la indicación "a la
nloño de 1927".
DE LA CONCLUSIÓN DE IA TERCERA VERSIÓN 85
84 ANEXOS

rnnc1encia trascendentalmente pura", presupuesta en el sentido de este


ser. Esta referencia tiene que llegar a ser, en lo general y también respecto problema, como/ campo de la genuina ciencia fenomenológica de la con- /51!
de todas las configuraciones particulares y niveles del ente, completamente
' tcncia. Las ideas, que se iluminan en el contraste, de la ciencia de la con-
transparente, para que la tarea de conocimiento que las ciencias positivas
' tcncia puramente psicológica y la ciencia de la conciencia filosófica, hacen
/518/ en su conjunto/ _se plantean no quede atascada en una unilateralidad inge-
cv1dcntc el paralelismo de sus doctrinas materiales, el cual hace innecesario
nua. En los comienzos de la época moderna irrumpe en una configuración
1111 cultivo sistemático de las mismas por separado. La necesidad de una fun-
al principio impura el conocimiento de que para una filosofía primera se
damentación fenomenológica de todas las ciencias positivas demuestra que
requiere una ciencia de la subjetividad de conciencia, y por cierto como la
1·11 el sistema futuro de las ciencias fundadas en última instancia, la feno-
subjetividad de conciencia en cuyas obras de conciencia propias se exhibe
111cnología tiene que tener el primer sitio y por consiguiente una psicología,
todo ente en las respectivas configuraciones y los respectivos modos de va-
\111 precisar de un cultivo independiente, sólo se presentará en este sistema
lidez subjetivos. La nueva fenomenología es esta ciencia, llevada a la confi-
l'llmo aplicación de la fenomenología.
g_uración por principio ~ura de su idea y puesta en la senda de una ejecución
La aclaración de las razones más profundas de la crisis de fundamen-
s1stemát1ca. En su configuración omnilateral, es la realización de la idea de
tos de las ciencias positivas modernas y de los requisitos esenciales de su
una ~losofía ~ientífica. Se origina a partir de la 337 aclaración de principio del
lundamentación plenamente suficiente, demuestra que todas ellas se re-
sentido genumo en que tiene que entenderse el retroceso a la subjetividad
111ontan a la fenomenología apriórica como la única ciencia metódicamente
de conciencia, a partir del examen radical de los caminos y las leyes procc-
.iut{moma, que se justifica en sí misma absolutamente. En «ella» se encie-
s~les de este retroceso y, finalmente, a partir de un método, motivado por
1 ra el sistema completo de todo a priori posible, por ende también el de
d1c~o ~xamcn, e~~arga?o de hacer que se destaque nítidamente el campo
todo método concebible o, lo que viene a ser lo mismo, el sistema com-
de mtmc1ón de la conciencia pura", que en el planteamiento filosófico de la
pleto de todas las ciencias aprióricas posibles en fundamentación absoluta.
cuestión está presupuesto como incuestionable. Su exploración sistemática
1in la transición del eidos al factwn se ve finalmente con intelección que
es, pues, la tarea teórica de la fenomenología como ciencia.
la idea de la totalidad sistemática de las ciencias de hechos positivas fun-
Pero, lno está llamada la psicología a este trabajo que se le encomienda
dadas fenomenológicamente en última instancia, es equivalente a la idea
a la fenomenología? lNo es la psicología la ciencia de la subjetividad de
conciencia e, incluido en ello, de todas las configuraciones subjetivas con tic una fenomenología empírica universal como ciencia de la subjetividad
~ue el _ente se exhibe en la conciencia? lPuede, pues, requerirse para una rrascendental fáctica. 341
f1loso'.Ia ~tr~ cosa que una psicología "pura", sólo quc 338 restringida a la
expcnencm mterna de un modo más rigurosamente consecuente? «DE LA PARTE CONCLUSIVA DE LA TERCERA VERSIÓN DEL
No obstante, un examen más penetrante de la región y el método nece- ARTÍCULO DE l.AENCYCLOAEDIA BRITANNICA»*
sario de una psicología pura semejante lleva pronto a la intelección de su
La fenomenología trascendental es la ciencia de todos los fenómenos tras-
incapacidad de principio para suministrarle fundamentos a la filosofía pri-
rcndcntales concebibles en las configuraciones totales sintéticas únicamcn-
mera. Se mantiene, sin embargo, una relación extraordinariamente íntima
rc en las cuales son concretamente posibles: en las de sujetos trascendenta-
entre las doctrinas psicológicas sacadas puramente de la intuición interna y
les vinculados en comunidades de sujetos. Precisamente por ello es esta fe-
las doctrinas específicamente filosóficas de la fenomenología. "C'.,onciencia"
nomenología eo ipso la ciencia universal absoluta de todo ente en tanto que
y "ciencia de la conciencia" cargan consigo, por razones esenciales, una do-
extrae su sentido de ser de la constitución intencional. Ello vale también
ble significación sin cuyo esclarecimiento es imposible una fundamentación
para los sujetos mismos; su ser es esencialmente ser-para-sí-mismo. Con-
segura de la filosofía. En el interés de una filosofía perspicua, pero también
forme a ello, la fenomenología trascendental no es una ciencia especial co-
en el de la fundamentación final de una psicología como ciencia positiva
rre otras, sino, pensada en ejecución sistemática, la realización de la idea
exacta, 339 es ?ecesario el cultivo de un_a disciplina psicológica, firmemente
de una ciencia absolutamente universal y por cierto como ciencia eidética.
c?nclusa en s1, q~e se ocupe de la esencia de la subjetividad pura de eoncien-
Como tal, tiene que contener en sí en unidad sistemática a todas las cien-
c1a. Aunque, al igual que todas las ciencias positivas, no es aún filosófica
bajo el título de psicología pura o fenomenológica puede servir como un ni:
cias aprióricas posibles, y gracias, por cierto, a la consideración omnilatcral
vel preparatorio340 para ascender a la fenomenología filosófica. De su idea
• Éste es el anexo XXX dentro de la ordenación de llua IX. Lleva allí, además
método y problemática se ocupa la sección l. La discusión y depuración del
del título, la indicación "a la p. 296" y una nota del editor que dice: "Probablemente
problema específicamente filosófico, del problema "trascendental", condu-
otoño de 1927".
cen en la sección II al método de su solución mediante la exhibición de la
86 ANEXOS DE LA CONCLUSIÓN DE LA TERCERA VERSIÓN 87

de los nexos apr!óricos ~~ fundamentación absoluta. Utilizando y ensan- forme a sus requerimientos en vez de adoptarlos, ha sacado a la luz que
chamlo la expresión trad1c1onal, podemos también decir: la fenomenolocría todas estas ciencias, de acuerdo con su tipo metódico entero, no pueden
trascendental es la ontología verdadera, la ontología realmente univer;al valer todavía como /ciencias en pleno y genuino sentido: como ciencias que /521/
/520/ /a la cual ya aspiraba el siglo XVIII sin haber podido realizarla. Es un; son hasta lo último metódicamente transparentes y por ello aptas y prepara-
o_ntología que no se queda varada en la unilateralidad ingenua de la positi- das para la justificación más perfecta de todo paso metódico. L1 realización
v1dad natural, y por otro lado tampoco se queda varada en las generalidades de la intención LEIBNIZIANA de una fundamentación racional [rat] DE TO-
formales y menos en ~nsustanciales discusiones analíticas de conceptos a la DAS las ciencias positivas mediante el cultivo de todas las ciencias aprióricas
mane'.a ~e la.ontolog1a BAUMGARTEN-WOLFFIANA. Nutriéndose de las fuen- correspondientes no significa todavía, por tanto, la realización de ciencias
tes pnm1ge111as de una intuición universal que sigue el rastro de todos tos de hechos de una racionalidad [rat] suficiente, ya que precisamente estas
nexos d~ esencia, des~ubre el íntegro sistema de formas que pertenece a ciencias aprióricas mismas se cultivan en la mera evidencia de la positivi-
todo umverso composible de ser posible en general, que por ende también dad ingenua, por ejemplo al estilo de la geometría. Los conceptos funda-
pertenece a todo mundo posible de realidades [real] que estén ahí delante. mentales genuinos de todas las ciencias positivas, aquellos a partir de los
Ya LEI~NIZ tuvo la intelección fundamental de que para un conocimiento cuales tienen que edificarse todos los conceptos científicos de lo real [real],
y una c1enc1a tcóncos genuinos, el conocimiento de las posibilidades debe son necesariamente a la vez los conceptos fundamentales de las ciencias
preceder al de las realidades. Según lo cual exige para toda esfera de ser aprióricas correspondientes. Si le falta a un método completamente inte-
real. [~e.al] e ideal, ciencias aprióricas correspondientes como ciencias de las lectivo su conformación legítima, en la cual se funda el conocimiento de
pos1b1hdades puras (por ejemplo, también una gramática pura, una doc- su sentido genuino y necesario, entonces la falta de claridad se transmite
trina pura del derecho, etc.). Aprehendía con ello el sentido verdadero de al apriori en su totalidad y luego al contenido teórico entero de las cien-
la o~ra pernyar de!ª .ciencia natural exacta y de su carácter ejemplar para la cias empíricas. Solamente mediante una reforma fenomenológica pueden
config~rac~?n metod1ca de todas las ciencias de realidades [real] en general. las ciencias modernas ser liberadas de su insostenible situación. Natural-
1~ asp1rac~on implantada desde BACON en la época moderna a un conoci- mente está todavía vigente la fundamental exigencia LEIBNIZIANA de una
m1ento. umversal del ~undo en la forma de un sistema íntegro de ciencias producción de todas las ciencias aprióricas. Pero el hallazgo de la idea de
de real1dade~ [~eal], solo era de hecho susceptible de ser cumplida -para una ontología universal que esa exigencia encierra, debe ser esencialmente
que el conornmento fuera un conocimiento verdaderamente científico sa- complementado con el conocimiento de la dependencia esencial y la falta
cado del método racionalmente [rat] intelectivo- cuando se buscara' sis- de integridad metódica de una ontología que parte de la positividad natural,
temáticamente el apriori pert.ene~iente a la concreción del mundo entero y o sea, de su pertenencia al nexo de la fenomenología, única disciplina abso-
se desp_lcgara en una agrupación sistemática de todas las ciencias aprióricas lutamente autónoma y absolutamente universal. Al ser reformadas las dis-
de reahdades [real]. Acaso debido a la crítica KANTIANA a la ontología de la ciplinas ontológicas como ontologías constitutivas concretamente plenas,
~sc.uela L~IB.NIZ-WOLFFI~A,.la gran intención de LEIBNIZ perdió su fuerza se crea al mismo tiempo intelectivamente todo método radical que en la
activa y ?1 s1qu1era el apnon de la naturaleza fue cultivado en integridad positividad tenía que faltar. En su universalidad, la fenomenología trascen-
s1stc~át1ca. De todos modos, lo que ya estaba presente produjo la confi- dental abraza temáticamente todas las obras concebibles que tienen lugar
gurac~ón exacta del método de las disciplinas fisicalistas. No obstante esta en la subjetividad; puesto que abarca todas las actitudes habituales y las
ventaJa no sign!fi~a ~odaví? una configuración metódica por principi~ per- formaciones unitarias constituidas en ellas, abarca también la actitud na-
fcc~a de esta~ d1sc1plmas. ~~ estrecha conexión con ello está el que los prin- tural con su mundo de experiencia pura y simplemente existente, también
c1p1os d~l metodo matemat1co se han puesto de manifiesto cada vez en ma- con las ciencias positivas, empíricas y aprióricas, referidas a este mundo.
yor medida como insuficientes, y la muy admirada evidencia matemática Pero la fenomenología trascendental se dedica y se ocupa de ésta y de to-
como una evidencia necesitada de crítica y de reforma metódica. La crisi~ das las formaciones unitarias junto con las multiplicidades constituyentes.
de fundamentos. en la que han caído hoy en día todas las ciencias positi- En sus teorías sistemáticas, en su apriori universal de todos los posibles con-
vas, ~recta también, y en lo más sensible, a las ciencia«s» puramente ma- tenidos de la subjetividad trascendental, tiene que estar contenido también
temat1cas que se hallan en la base de las ciencias exactas de la naturaleza. La en su totalidad el apriori asequible de la actitud natural, pero no expuesto
lucha en torno a las "paradojas", en torno a la evidencia legítima O aparente meramente de modo directo, sino en cada caso junto con el apriori de la
de los concept?s fundamentales de la teoría de conjuntos, de la aritmética, constitución trascendental correspondiente. Pero esto quiere decir: junto
de la geomctna, de la teoría pura del tiempo, etc., e igualmente en torno con el método racionalmente [rat] intelectivo de su producción, método que
al derecho de las ciencias empíricas de la naturaleza de reformarlos con- siempre se encuentra en configuración imperfecta o en perfeccionamiento.
88 ANEXOS DE LA CONCLUSIÓN DE LA TERCERA VERSIÓN 89

ong,ámmos esto en claro en algunos pasos. El campo temático con-


342p descansa el conocimiento de esencias, debe dar por resultado posibilidaues
/522/ crcto / de todas las ciencias positivas de hechos es el mundo de las reali- reales [real] concretas, por ejemplo cosas que puedan existir. No puede por
dades [real]. Conforme a sus estructuras universales, se dividen ciencias o tanto ser una mera variación en la fantasía de las respectivas apariciones
g'.upos de ciencias esencialmente diferentes. "Jales estructuras designan por perceptivas singulares mediante las cuales las cosas llegan a ser represen-
e.)cmplo naturaleza y espiritualidad anímica, y, dentro de la naturaleza, por tadas. {Toda posible percepción singular es, respecto del ser y el ser-así del /523/
eJemplo espacio y tiempo en cuanto separados o vinculados en estructuras objeto percibido posible, presuntiva; sólo da un lado de la cosa, cargado con
universales de que habría que ocuparse. Una investigación pura de la natu- la presunción indeterminada de ciertos otros lados previsiblemente accesi-
raleza o del ~lma_ es hasta aquí abstractiva, en tanto que permanece pura- bles en nuevas percepciones posibles. Como unilateralidad y multilatcrali-
mente en el mtcnor de su estructura universal respectiva y deja indetermi- dad que desembocan en omnilateralidad: así tiene que ocurrir el transcurso
n_adas las estructuras entrelazadas con ella. La ciencia racional [rat], como de experiencias posibles en que la cosa concretamente plena venga a la in-
c1enc1a basada en intelecciones estructurales de principio, o sea, aprióricas, tuición como existente, sin lo cual l.qué clase de posibilidad abierta es la de
reclama el conocimiento del apriori concretamente pleno del mundo, en rnnvcrtirsc en vana ilusión?
otras palabras, la _exhibición de la forma total que por esencia tiene y la de Se requiere entonces un estudio sistemático de la constitución fenome-
las estructuras umversales que le pertenecen; finalmente, para cada una de nológica de las realidades [real] posibles y del mundo mismo que las abraza
estas estructuras, la exhibición de todas las formas particulares encerradas a todas ellas, en las multiplicidades de la experiencia posible, para que un
en ella. Así debe conquistarse, por ejemplo, el total sistema apriórico de conocimiento de esencias pueda ser juzgado como genuino o configurado
formas que domina todas las configuraciones posibles de datos naturales, conforme a normas; o, como también puede decirse, se requiere una teoría
en la medida en que éstas hayan de pertenecer, e incluso hayan de poder de la "razón" experimentadora. A ello se añade en segundo lugar lo que si-
pert~neccr_, a la uni~ad de una naturaleza posible, o, en el otro ejemplo, las gue. El apriori de un mundo posible es un apriori teórico, conformado prc-
conf1gurac1ones posibles de lo psíquico que hayan de pertenecer a la uni- dicativamcnte. Sólo así adquiere la forma de la verdad objetiva [oh], esto es,
dad de un alma posible y en un nivel más alto de una comunidad de almas la verdad susceptible de ser intersubjetivamcntc utilizada, verificada y do-
y también hayan de poder ser en ella "composibles". cumentada. Aquí se requieren nuevos fragmentos básicos del método: un
El método para alcanzar un apriori de cualquier nivel formal es en cuan- descubrimiento de los caminos de la razón "lógica" junto al de los caminos
to a lo general siempre el mismo. Ya lo insinuamos arriba para el caso del de la razón experimentadora. Por una parte surge el requisito del apriori
apriori psicológico. Los hechos de la experiencia respectivos de los que se de nivel más elevado, que se refiere a las objetividades [ob] ideales que se
parte se vuelven como tales "irrelevantes"; se convierten, variados libre- presentan bajo el título de juicio y verdad. Se requiere una morfología de
mente en la fantasía, en puntos de partida de una serie abiertamente ilimi- las formaciones Uuicios) predicativas posibles, de las singulares y de las que
t~da de variantes fantásticas que hay que proseguir libremente en la con- pueden enlazarse sintética y concordantcmente, en particular una morfo-
cicncia de la arbitrariedad ( del "etcétera"). La mirada aprehensora se diri oe logía de los juicios verdaderos posibles y finalmente de aquellos infinitos
ahora a la forma fija que se destaca en el correr de estas variantes arbitr~- sistemas de verdades que, referidos sintéticamente a una región unitaria,
rias, como la estructura esencial que, en la arbitrariedad de esta variación se llaman ciencias (entendidas como unidades de la teoría). Correlativa-
abiertamente ilimitada, se destaca en la conciencia de l:i inqucbrantabili- mente le corresponde una doctrina formal de la multiplicidad, cuyo tema
dad, de la invariación apodíctica necesaria. Así pues, a partir del mundo es la idea formal de una región, como «una>> región pensada mediante me-
de experiencia fáctico o de la estructura fáctica del mundo o de las realida- ras formas de verdades y determinable formalmente a partir de ellas. La
des [m1~J singulares fácticamente experimentadas, se conoce aquello sin Jo lógica formal así circunscrita en el más amplio sentido de la mathesis univer-
cual sena impensable un mundo concebible en general, un algo real [real] .mlis, a la cual pertenecen todas las disciplinas analíticamente matemáticas
concebible en general, etc. de nuestro tiempo, es ella misma una ciencia positiva, sólo que de nivel
Como toda actividad dirigida a una meta, ésta requiere el conocimiento superior. En tanto que las objetividades [ob] irreales [real] de nueva es-
de cse~cias para ser una actividad racional, requiere la crítica, por ende la pecie, los juicios, verdades, teorías, multiplicidades, por su lado, se cons-
rcflcx1on sobre el método y luego, eventualmente, su reforma en el sentido tituyen subjetivamente y respecto de su aprchchsión requieren el método
de la cvidc1,tc justeza de los caminos y las metas. Un fragmento básico del racional (método de la conformación evidente), llegamos con ello a nue-
mét~do, y el primero de todos, atañe aquí a la experiencia posible misma, vas capas de la investigación fenomenológica, indispensables para una on-
mc~1an~c la cual se alcanzan aquellas posibilidades de objetos [ob] de ex- tología científica genuina. Puesto que la fenomenología misma es ciencia,
pcncncia que fungen como variantes. La variación en la fantasía en la que conforma ella misma teorías predicativas, y puesto que es evidente que la
90 ANEXOS DE LA CONCLUSIÓN DE LA TERCERA VERSIÓN 91
generahdad lógica domma todas las teorías semeJ3ntes en general, se anun- l~s en ciencias radicalmente genumas, completamente transparentes para
cia con ello un lado de la umversal referencia retrospectiva de la fenomeno- s1 mismas en sus obras cognosc1t1vas y absolutamente susceptibles de JUS·
logía a sí misma Practicada mgenuamente antes de seme1antes exámenes t1f1carse, conduce ante todo a bosque1ar el apnori total del mundo fáctico
umversales acerca de lo que es md1spensable, surge ya por cierto un apnon como un mundo en general, en un sistema íntegro de d1sc1pltnas aprióricas
que se destaca en la certeza subjetiva (por e1emplo como geométnco ), pero, y, Junto con él, a bosque1ar el sistema íntegro de las d1sc1phnas posibles
como apriori vagamente aprehendido, deJa abiertos malentendidos rcspec- de la matheszs unzversalzs en cuanto lógica formal concebida en su máxima
/524/ to de su conterndo realmente necesano / y su alcance. Ciertamente, una amplttud, pero luego conduce a converttr todas estas d1sc1phnas en disc1-
ciencia, como otra empresa que persiga fmes, puede ser hasta cierto grado phnas /fenomenológicamente fundamentadas y por cons1gu1ente a hacer- /525/
exitosa mc\uso sm poseer una clandad perfecta sobre los princ1p1os del mé- las desprenderse, en configuración radicalmente genuma como ramas de
todo. Pero al sentido propio de la ciencia pertenece, sm embargo, la po- la úmca ontología absoluta y absolutamente umversal, a s~ber, la fenome-
s1b1hdad de una 1ust1f1cac1ón radical de todos sus pasos, por ende no una nología trascendental plenamente desarrollada Ella misma es la ciencia
reflexión y crítica meramente superficial. Su ideal más elevado fue siem- última, referida a sí misma en cuanto a su 1ust1ficac1ón. Progresando con-
pre el de la 1ust11ficac1ón perfecta de cada uno de los pasos metódicos por secuentemente, llegamos desde aquí hasta un necesario ensanchamiento
pnnc1p1os apodícticos, como prmc1p1os que a su vez son suscepttblcs de de la idea de una fenomenología umversal, a la idea de la ciencia absolu-
ser absolutamente Justificados en todo tiempo y para todos. Fma\mente, tamente umversal, que reúne en sí todos los conoc1m1entos eidéticos así
el cultivo de d1sc1phnas apnóncas prestó un serv1c10 al método del cono- como todos los conoc1m1entos empíncos En el apnon umversal se encie-
c1m1ento científico del mundo, y lo mismo cabría decir de una ontología rran todas las pos1b1hdades de una empme en general, por ende todas las
umversal s1, en cumphm1ento del desiderátum Lr:IBNIZIANO, hubiera lle- c1enc1as de hechos posibles -como pos1b1ltdades ideales. Las ciencias del
gado a cultivarse. Pero todo apnori requiere él mismo, como vemm, una f actum de este mundo de experiencia tienen así, mediante la ontolooía um-
ulterior 1ust1f1cac1ón metódica radical, y por cierto en el mterior de la feno- versal, su forma esenc1~l dehneada por todos sus lados, los noéttcos º y los
menología, que abarca a todas las correlac10nes apnóncas. Se comprenden 6nt1cos-noemát1cos, y solo son c1enc1as genumas en la referencia retrospec-
así las necesidades de su exploración metódica, anunciadas por las cns1s tiva a esta forma Mediante la transformación de la ontología positiva en ta
de fundamentos de todas las ciencias positiva'> con asp1rac1ones superio- trascendental y la fundación sobre ella de las c1enc1as pos1t1vas de hechos
res. Les falta, sm que lo tengan claro todavía, el método para la confor- se convierten estas últimas en c1enc1as fenomenológicamente entendidas'.
mación y 1ust1ficac1ón apodíctica de los métodos a partir de los cuales han en c1enc1as de la subJet1v1dad trascendental fáctica con todo lo "existente"
de ongmarse para ellas conceptos fundamentales matacables y fundamen- para ella. Se tiene así al final también una fenomenología empínca una
tos últimos en general, que han de origmarse, pues, en tal evidencia que, fenomenología en cuanto ciencia de hechos. Fsta se encuentra 1deal~cnte
para la falta de claridad acerca de su sentido legítimo y su alcance, pura [zdeell] desarrollada en el sistema de todas las c1enc1as de hechos positivas
y simplemente no queda lugar alguno. Tal ev1deneia no puede ser adqui- llevadas, sobre la base de la fenomenología e1dét1ca, a una c1ent1ficidad ra-
rida mgenuamente, una evidencia meramente "sentida" en la act1v1dad m- dical. De esta manera, la fenomenología e1dét1ca es necesariamente lo que
genua, smo solamente adqumda por un descubnm1ento fenomenológico hay que fundamentar y e1ecutar s1stemát1camcnte en pnmer Jugar; la ra-
de las estructuras determmadas de la razón expenmentadora y lógica de c10nahzac1ón [rat] de las ciencias de hechos, cuya primera configurac1ón es
las cuales se hace cuestión en los respectivos conceptos fundamentales, por necesariamente más o menos mgenua, viene en segundo lugdr. El sistema
ende mediante una mvesttgac1ón fenomenológica sumamente labonosa y íntcgr? mismo de estas ciencias de hechos rac1onaltzadas [rat] es la fenome-
compleja. Ciertamente, esta mvest1gac1ón habría podido darse al princ1p10 nolog1a en cuanto c1enc1a de hechos. En ello radica el que la fenomenología
como puramente ps1cológ1ca -s1 ya hubiera empe,ado a cultivarse una psi- e1déttca sea el método de la subJet1v1dad trascendental fáctica para llegar
cología pura entre las ciencias aprióricas Pero después no habría podido a ~u autoconoc1m1cnto umversal, un autoconoc1m1ento racional [rat], com-
uno permanecer ahí. Pues, como se hizo v1s1blc en nuestra cxpos1c1ón, en pletamente transparente, un autoconoc1m1ento tal que en él la subJct1v1dad
un cultivo consecuente de la idea de una psicología ~emeJantc se halla un s~ comp~ende perfectamente a sí misma y comprende lo que para ella es.
estímulo más vigoroso para el despertar del problema trascendental y a la L1cnc1a ultima y umversal es ciencia absoluta del espíritu. La fenomeno-
vel para el conoc1m1ento de que un conoc1m1ento fundado en última mstan- logía eidética en cuanto c1enc1a yace, como toda cultura, en la subJettvi-
c1a sólo puede ser un conoc1m1ento trascendental. A partir de aquí resulta dad trascendental fáctica, un producto de sí misma y para sí misma para
claro que la plena repercusión de la problemática de las ciencias positivas comprenderse a sí misma y por ello para comprender el mundo en c~anto
en torno a sus fundamentos y de la tendencia que yace en ella de convertir- constituido en ella.
92 ANEXOS DE LA CONCLUSIÓN DE LA TERCERA VERSIÓN 93

La universalidad de la fenomenología abarca manifiestamente todos los :iales se confirma la convicción que dominaba el filosofar de DESCARTES,
problemas científicos concebibles; todas las cuestiones adquieren en la sub- 1cgún la cual la ciencia singular fundamentada genuinamente sólo es posi-
jetividad el sentido que en cada caso pueden tener para ella. En ella misma ,le como rama de la sapientia universa/is, de la ciencia universal una y única,
se lleva a cabo la separación de las cuestiones racionales e irracionales, o :uya idea desplegada 344 en la evidencia pura tiene que guiar todo genuino
sea, en última instancia, científicas y pscudocicntíficas. Todos los grupos 1fán de conocimiento!
de problemas, cualesquiera que sean, recogidos bajo el título particular de
filosofi3, están incluidos conforme a su sentido genuino y su método ge-
/526/ nuino en la fenomenología; así pues, naturalmente, lo están las /cuestiones
del "sentido" de la historia o las cuestiones de la "teoría del conocimiento
histórico", esto es, de los métodos de la "comprensión" de los hechos indi-
viduales del mundo personal, que hay que conformar apodíctica e intclec-
tivamentc a partir de las fuentes aprióricas correspondientes. Del mismo
modo está comprendida la praxis racional en su totalidad y toda configu-
ración categorial del mundo circundante práctico que le pertenece. Cono-
cer no es, por cierto, valorar por emociones y conformar según valores (en
tanto que las metas de conocimiento mismas no sean, como metas, objeto
de valoración y aspiración), pero toda obra de la intencionalidad valorante
y volitiva se deja transmutar cognoscitivamcnte y ofrece temas al conoci-
miento y a la ciencia. Así se vuelven temas científicos todas las formas de
la espiritualización de la naturaleza con cualquier sentido ideal, en parti-
cular todas las formas de la cultura en correlación con las personalidades
creadoras de cultura; en la más elevada generalidad, la vida volitiva y aspi-
rativa en su totalidad con su problemática de la razón práctica, del deber
absoluto, etc. Aquí entra el esclarecimiento de la aspiración, que pertenece
por esencia al ser personal y a la vida de la humanidad (en el sentido tras-
cendental de esta palabra), a una naturaleza humana verdadera y genuina.
1bdos los problemas de esta índole adquieren por vez primera en la univer-
sc1lidad su pleno significado y su método evidente. Toda unilateralidad y ais-
lamiento de los problemas filosóficos, que son precisamente sin excepción
problemas universales, se castiga con la incomprensibilidad. En su referen-
cia retrospectiva a sí misma, la fenomenología, tomada en su idea plena-
mente desarrollada, esclarece su función propia. En ella en cuanto ciencia
absolutamente universal se lleva a cabo el autoexamcn universal de la hu-
manidad; sus resultados en creciente extensión y perfección, las teorías y
disciplinas, están destinados en última instancia a regular intelectivamcnte
una genuina vida de la humanidad. 343 Por lo que se refiere a la metafísica, la
filosofía fenomenológica es antimctafísica sólo en el sentido de que rechaza
toda metafísica que beba en fuentes anticientíficas y toda metafísica que se
mueva en substrucciones vacías. Pero la antigua tradición metafísica y sus
problemas genuinos tienen que ser colocados sobre el sucio trascendental y
encontrar ahí su formulación pura y la metodología fenomenológica de su
solución. La formación plena de la idea de una fenomenología universal se
remonta precisamente al antiguo concepto de la filosofía: el de la ciencia r «El texto restante de esta versión fue incluido como § 16 en la 4a. redacción;
universal y absoluta, esto es, perfectamente justificada. Por razones csen- comp. ahí, p. 299 ss.»
APÉNDICE CRÍTICO*

SOBRE 1.AS DISTINTAS VERSIONES DEL ARTÍCULO

El artículo de llusserl para la entrada "Fenomenología" de la Encyclopredia


Britannica se conserva en cuatro versiones mecanografiadas; falta 11n origi-
nal estenográfico. Los datos con que se cuenta para fijar las fechas son hasta
ahora escasos, ya que sólo poseemos dos indicaciones directas (que las indi-
rectas confirman, pero no compkmentan): en la segunda versión la carta de
Heidegger del 22 de octubre de 1927 (de modo que aquélla estaba lista para
entonces) y en la dedicatoria "Febrero 1928" de la segunda traducción de Sal-
man. Está claro que en las vacaciones de verano de 1927 Husserl y Heidegger
retocaron la primera versión y redactaron y corrigieron la segunda. Las cuatro
versiones indican un trabajo febril sobre el artículo y es posible que se hayan
originado en rápida sucesión entre el verano y el mes de diciembre de 1927.
Aquí las llamamos, confonne a su origen cronológico, A, B, C y D. Todar están
retocadas.
Sobre A. Encabezado: Primer borrador. Se conserva en dos copias a má-
quina, acaso los ejemplares segundo y tercero; falta el primero. Signatura de
archivo M III 1OIII 1 y 2, citados aqu( como A 1 y A2; en las descripciones re-
mitimos a la paginación original, pues a menudo la de los Archivos no ofrece
ilustración alguna. A comprendía 27 páginas en formato DIN A4, numera-
das de la 1 a la 25, y entre ellas los añadidos 5a y la; Al se conserva has/a
la p. 24, A2 hasta la p. 23, aunque las pp. 24-25 de A2 se hallan en el legajo
M lll JO II 1, 2 junto con la traducción inglesa del artículo de C. V. Salman
(quizá para evitar una transcripción de la bibliografía). Las c01recciones de
Landgrebe (citado como L.) son uniformes y paralelas en Al yA2; las de Ilei-
degger (citado como Heid.) predominan en Al; las de Husserl (citado como
H.) aparecen transc,itas en A2, pero a veces también a la ini-ersa, las de IL en

• Utilizamos en este apéndice las siguientes abreviaturas (''traducciones" de las


abrt.-viaturas correspondientes del original): ad(s). = adición(es); om(s). = obscr-
vación(es) marginal(cs); tach. = tachado(a); mj. ,., mejora; orig. = original(mente);
modif(s). = modificación(es), modificado; H. = Husserl; Heid. = Heidegger; L. =
Ludwig Landgrebe.
96 APÉNDICE CRÍTICO
SOBRE LAS VERSIONES 97

ambos ejemP_lares, sobre todo en A 2, de donde puede inferirse que Heidegger, Grnpo 4: pp. 14-45, cuyo comienzo corre paralelo al gntpo 3 de B; de la
durante su v1S1ta a Husser~ que jiie indudablemente larga, trabajó junto con 31 a la 43 no fueron retomadas en D, por lo que se presentan aquí como anexo
é::te intercambiando los ejemplares. XXX
Sobre B. Encabezado: Ensayo de segunda redacción. Se conserva en tres CI (signatura de archivo M JJI 10 IJJ 6) está intensamente retocado por 1L y
ejemplares (el primer ejemplar y dos copias), que citamos como Bl B2 y B3 sirvió como base para D, en la cual fueron retomadas numerosas páginas, que
signatura de archivo M Ill 10 lll 3. ' ' aquí en las notas del apéndice crítico citamos como C-D. El g,upo 1 apenas
B2 _es e~ ~nen~s :e tocado y da por ello la mejor idea general; consiste según está corregido; delos g,upos 2--4 faltan 3, 4, 13a y b, 14, 19, 21, 26, 27, 31--45;
la pagmacwn onginal e~ tres grupos: grupo 1: 1-11, introducción y primera al final hay una página 12, un duplicado de D y la mitad superior de Úl página
pmte, .redactad/JS por Heidegger, aquf 256,1-263,37;* g,upo 2: tres páginas nu- 43 ( = el final de nuestro anexo XXX).
meradas como 1-3, aquí 264, 15; grupo 3: las páginas numeradas a máquina C2 (signatura de archivo M Ill 10 4)* es un duplicado relativamente in-
como 15-28, ya lápiz por H como 4-17, aquí 266,16-277,21. significante con el encabezado: Versión final Psicología fenomenológica y
!31 está intensm~ente ret~cado: el g,upo 1 está co,regido y modificado por filosofía trascendental. Encyclopredia Britannica. Última elaboración. El
Hezd. con un~ escntura cursiva muy clara, y completado por] f estenográfica- grupo 1 (= anexo XXIX) contiene algunas modificaciones a lápiz de H.; el
mente. Lo mismo vale para el grupo 1, •• sólo que aquí las modificaciones son texto principal apenas está corregido; fa/tan las páginas retomadas en D: 19,
tan frecuentes, que!~ primera página, en vista de las correcciones, ji1e transcrita 21, 26-27, mitad inferior de 43.
Y nuevamente modificada; fal~an las páginas 15-20 del g,·upo J. Damos el poco Sobre D (signatura de archivo M /JI 10 I 1 y 2). La última versión se con-
alterado texto de ~2, pues el mtensamente retocado y co11"egido Bl fue adop- serva en dos ejemplares, de los cuales sólo DI está compl.eto.
tado en C y D, aq111 287,25s. El gmpo 3 que comienza en úz p. 21 continúa hasta D2 (M III 10 I 2) lleva el encabezado: 3er. apógrafo del artículo de la
l~ p. 28; al lado de ~as anotaciones de Heid. transcritas estenográficamente con Encyclopredia Britannica, no arreglado. Faltan 3-4, 16 (19 en la versión ma-
tmt,ª l!ºr H. a parllr de B3, contiene numerosos complementos estenográficos yor = C), 18-21, 22-23 (26/27 de la versión mayor), 30-31 ( 43, 2o. párrafo-
a lapzz de H. y subrayados con lápiz rojo. 45). Así pues, por ello D2 no está completo, porque sólo contiene las páginas
B3 está incomplet_o; comprende sólo 21-28; encabezado: Duplicado. El escritas a máquina de nuevo para esta versión, no la5 que se tomarían de C3 (M
nuevo text~ ~ara Ile1degger 21-28 con las notas críticas de Heidegger. Da- ]JI 10 III 5). Esta última versión está cortada por aquel traspaso, haciéndose
mo_s e~tas u~1mas en el texto como notas a pie de página o en las notas del las correspondientes advertencias en el primer ejemplar y calcándose en los
apendice crítrco,_ en las que también incluimos los datos que aquí se presentan otros.
y la carta de Heulegger (en cursivas a tinta). DI, el único ejemplar completo, lleva como encabezado: Borrador para el
. Sob~ ,e: No hemo~ incluido la t:rcera versión como ta~ para evitar repeti- artículo de la Encyclopredia Britannica, los paréntesis son meras indicacio-
f:s
cwnes mullte_s. pos!~le reconstrnzrla a pan ir de los anexos XXIX y XXX y las nes para abreviaciones, propuestas para poder cefiirse al estrecho espacio
notas de~ apend1ce erttzco sobre D, pues D se originó directamente a partir del prescrito del artículo inglés (Salman). Paginación original: 1-31, insertadas
retoca"}zento de C. Tenemos de nuevo 3 ejemplares, de los cuales sólo la copia entre ellas lla y llb; de ellas, fueron tomadas de C las páginas:
C3 esta completa, de mpdo que tomamos ésta como base para la descripción. D 3-4 = C 3-4 = 279,12-280,31
CJ: Encabezado: Ultima versión, 4to. duplicado. Signatura de archivo: D lla y llb = e 13a y 13b = 286,1-287,1
M III 10 III 5. Gmpos según la paginación original: D 16 = C 19 = 289,32-290,23
Grufo 1: co~sta de 4 páginas numeradas 1a-1 d como introducción, que en D 18 = C 21 = 290,36-291,29
conte_mdo y estilo recuerdan a Heidegger, sin que haya anotación alguna que D 22-23 = C 26-27 = 293,39-295,6
confume que ji,eron redactadas por él; aquí anexo XXIX; D 30-31 = C 44-45 = 300,10-301,27.
Grupo 2: pp. 1-13 con la página "Ba" insertada; También esta última versión fue corregida por JI. y L., y por cierto no sólo
Grupo 3: páginas 13a, 13b; en las páginas tomadas de C, sino también en las páginas mecanografiadas
nuevas; al lado de esmeradas mejoras en escritura corriente, hallamos también
• Como hemos ad~crtido, los números en negritas corresponden a las páginas complementos estenográficos. Probablemente el señor Salman recibió como
del tomo IX de Husserliana, sobre el cual se ha hecho la traducción. Los números base para su versión inglesa, a su vez compendiada (signatura de archivo M
que aparecen inmediatamente después de la coma son los números de línea de esas
páginas.
•• Se trata sin duda de una errata; debe decir "grupo 2". • Errata; la signatura correcta es M III 10 III 4.
98 APÉNDICE CRITICO
SOBRE LAS VERSIONES 99
III JO II 1, 2), el segundo apógrafo con transcripciones fácilmente legibles de
las modificaciones. manifiesto, los sujetos y predicados predicativos, las premisas, con-
clusiones, etc., en el valorar los valores, los valores útiles y los valores
fines, en el querer las metas de la voluntad y los medios de lavo-
Notas
luntad. Por todas partes podemos sin embargo efectuar la reflexión
fenomenológica y dirigir una mirada experimcntante a los modos de
l. Sobre la hoja 1 de Al nota a lápiz: Primer borrador 1-21 pero el ma- conciencia múltiplemente cambiantes que hasta ahora ejercen ocul-
nuscrito tiene 26 hojas: 1-24 y como añadidos 5a y 7a tamente una función, por ende a cómo en la continuidad de las siem-
pre nuevas transformaciones de la conciencia como conciencia - de
2. Orig.: ... igualmente a las cosas [Sachen] pensadas o a sus determi-
naciones de pensamiento, en el. .. modif. de L en Al y 2 la identidad del sujeto de juicio, de su determinación conceptual,
se mantiene la unidad de las "premisas" constituyentes, etc., como
3. Orig.: ... tiene su "tema" y campo temático. En todo momento ... lo idéntico de los "modos de aparición" cambiantes; o la identidad
modif. de Len Al y 2 del proyecto práctico o de la acción y el hecho, etc. A manera de
ejemplo ... modif. y tach. por L. en Al y 2
4. Orig.: ... [desvía nuestra mirada temática de] los temas primigenios
respectivos, de los objetos experimentados, pensados, valorados, etc. 15. Om. estenográfica de Heid. en Al: Así por ejemplo lo juzgado en un
modif. de L. en Al y 2 juicio se repite el mismo.
5. Orig.: ... como "aparecen" ... modif. de lleid. en Al 16. Orig.: ... juzgado "propiamente" de manera explícita en una
acción ... tach. en Al y 2; no explícitamente ad. de L. en Al y 2
6. Orig.: ... del continuamente uno y mismo cubo... tack en Al y 2
7. diversamente ad. de L. en Al y 2 11. Desde Lo que hasta etc. en Al entre corchetes a lápiz

8. el mismo ad. de L. en Al y 2 18. Orig.: La unidad temática se constituye en la síntesis de multiplicida-


des de "fenómenos" ocultos, pero siempre susceptibles de ser descu-
9. también ad. de L. en Al y 2 biertos... modif. de L. en Al y 2
10. como una ad. de L. en Al y 2 19. y por decirlo así como hombres mundanos tac/1. en A2
11. Desde No hay ninguna orig.: No hay ninguna cosa percibida progre- 20. Desde cómo constituye hasta familiares en A 1 y 2 entre corchetes, en AJ
sivamente, ninguna figura, color, etc., percibido en ella que, como tach.; om. en Al: Aí'iadido, enA2: afiadido a ello o del texto siguiente
enseña este retroceso a la experiencia fenomenológica reflexiva, no
aparezca durante el percibir en multiplicidades de diferentes apari- 21. requiere doblemente subrayado, además om. de Heid. = texto de la
ciones, aunque esté dado y aprehendido como coutinuamente uno nota al pie
y el mismo: sólo mediante multiplicidades de cursos de apariciones
22. Desde Si lo experimentado hasta intelectivo. en Al entre corchetes a
que ejercen una función puede ser posible la unidad de la cosa [Sa-
lápiz, en A2 marcado y cmzado
che J experimentada y la unidad de un rasgo experiencia) de la cosa
[Sache J. Por otro lado en la ... modif. y tach. por L. en Al y 2 23. Orig: ... mundo de la vida como un mundo de valores y un mundo
12. Orig.: normalmente en vez de irreflexivamente modif. de Heid. en Al práctico está ahí continuamente y se configura constantemente a par-
tir de ocultas fuentes de nuestra vida. modif de L. en Al y 2, además
13. Orig.: ... es aquí un título diverso y está tomado en un sentido amplí- om. de Heid. en Al: iCompárese 5a abajo! = 240,32-241,7
simo. Así. .. modif. y tach. por L. en Al y 2
24. Orig.: ... una base de experiencia para ... modif en Al y 2
14. Desde el principio del párrafo, orig.: Algo enteramente análogo vale
para las actividades de pensamiento, valorativas, de actuar con un 25. Orig. el texto sustituido después por "5a" = 240,14-241,7: Si lo con-
fin. En ellas estamos entregados a los "temas" respectivos; sólo éstos sideramos más de cerca, entonces ella es en verdad ciencia dirigida
tenemos a la vista, en el pensar los pensamientos que se ponen de al mundo (ciencia positiva), pero al ser y a la vida psíquicos, que se
presentan en el mundo como humanos y animales, como una capa de
100 APÉNDICE CRÍTICO SOBRE LAS VERSIONES 101

realidad [real] dependiente de las realidades [real] animales concre- 38. Desde Así también aquí. cruzado y marcado en Al; puramente ad.
tamente plenas. La psicología es según ello una mera disciplina de la de H.; de los últimos hasta conceptos psicológicos tach. con lápiz; en
antropología o la zoología concreta. Si reducimos la experiencia ani- A2 om. de Heid.: compárese p. 11 = 245,1-11; orig.: de la intuición
mal concreta a mera experiencia física, estamos entonces en el nexo primigenia puramente psicológica modif de Heid. en A2
de la naturaleza física general, en la que se incorporan los cuerpos 39. Orig.: Ésta tiene dos niveles, los de la experiencia de sí mismo y la
animales. Estos son del tipo de los seres "orgánicos" y corresponden experiencia intersubjetiva. La primera se efectúa ... modif. de 1-I. en
como tales a la biología física. La completamente novedosa experien- A2 y om. de Heid.: un otro en singularidad o en comunidad
cia psíquica (como psicológica la fuente específica de la psicología)
da puramente por sí, o sea, prescindiendo de la fundación en la expe- 40. Heid. propone en A2 que la oración comience con Ésta ... ; intersub-
riencia biofísica, lo psíquico en su esencialidad propia; en el entrela- jetivas ad. de Jleid., quien al margen observa: en el texto una tripli-
zamiento de ambas experiencias se aprehende la unidad psicofísica, cidad: experiencia de sí mismo, experiencia de lo ajeno, experien-
o bien lo psíquico en su referencia real [real] a la corporalidad física. cia de la vida comunitaria. iYuxtaponer estas tres de una manera es-
tac/1. en Al y 2 tilísticamente más nítida!

26. que aquí en A2 cambiado por Heid. por si aquí 41. como alma singular ad. en Al; enA2: como almas singulares

27. En A2 desde de modo semejante hasta una mecánica. tach.; Consi- 42. comunidad personal y de la ad. en Al y 2
derémoslo más de cerca. entre paréntesis 43. Desde así como hasta nivel. ad. en Al, que en A2 varió a: así como, re-
28. Orig.: Ser anímico y... cambiado por lleid. en A2 feridas a ellos, las vinculaciones interpersonales permanentes de las
personas en comunidades ... ; ahora sigue, tach. en Al y 2: ... idad •
29. Orig.: ... abstractiva invertida ... enA2 estenográficamente cambiada. explorar. Ello implica: explorar cómo la vida natural lo "hace" en
Om. de Heid. enA2: compárese 6 = 241,7-36 sí, "tener" esto y aquello de modo natural: como existente sensible,
como "pensamiento", como "verdad", como "valor", meta, etc. con
30. Desde así como hasta natural. en Al entre corcltetes, orig.: ... derivan este y aquel "contenido" y "sentido". en ambos ejemplares entre cor-
de la experiencia puramente psíquica así como todos los conceptos chetes y con dele: Lo psíquico no es por tanto el título para un grupo de
(científico-naturales) específicamente físicos derivan de la experien- rasgos verdaderamente «verdaderamente ad. de Heid. enA2» nuevos
cia física. modif en Al y 2
aunque equiparables con los demás rasgos de un ser animal, sino que
31. Complemento estenográfico en A2: ... en tales conceptos sin consulta tiene la maravillosa propiedad «en A2 tach.: de hacer conciente,»
alguna a los físicos ... de "referirse" concientemente. El hombre no solamente está en el
mundo, sino que también es conciente de él en su vida psíquica «ad.
32. Oríg.: generales en vez de apodícticas modif de IL en Al de L en Al y 2: y ello no al modo del vacío tener conciente, sino en
el de una "constitución" intersubjetiva». De ahí la característica po-
33. preceder en Al y 2 subrayado con lápiz rojo o amarillo
sición particular de la psicología entre las ciencias positivas. Por un
34. Orig.: ... unidad ... ad. de L. en Al y 2 lado es una ciencia positiva junto a las otras; por otro lado se con-
trapone a todas ellas (y finalmente a sí misma) de manera notable,
35. En A2 º"!· de H. tach.: bajo el título de unidad de una "corriente de en tanto que todas ellas son formaciones de la vida teórica cognos-
conciencia" y unidad de una "persona" que en esta corriente tiene cente, que la psicología, como a toda vida, toma por tema. Hablando
concientemente un mundo circundante en validez de ser y vive "en" con más generalidad: es una formación cultural particular en la se-
él activa y pasivamente rie de múltiples formaciones culturales, por otro lado está referida a
todas ellas en la medida en que son formaciones de la vida constitu-
36. Desde Conforme a ello hasta en general. om. de H. en Al
yente de cultura. a ello om. de Heid. tach.: cf. 20 = 251,32ss.; om. de
37. Oríg.: Todo conocimiento experimental se basa ... modif. de IL en Heid. a lo que sigue: En suma: la posibilidad de una psicología pura
Al, om. de Heid. en A2: iPonerlo ya antes! por lo menos p. 6 arriba
= 241,7 • Palabra cortada: lichkeit.
102 APÉNDICE CRÍTICO SOBRE LAS VERSIONES 103

en ge~eral depe~de. de la CORRECTA EJECUCIÓN de la intuición pri- 60. Desde Así como la fundamentación hasta individual y comunitaria. en
~1ge?1a de lo ps1qu1co como tal. Esta ejecución está determinada y Al y 2 entre corchetes; om. de H. en A2: cf. 20 = 251,30ss.
dmg1da por la "reducción fenomenológica". Los caracteres esencia-
61. Om. de Heid. en Al transcrita por H. enA2: a la p. 10 = 244,19-21
les de. este mét?<1o son tos siguientes: 1) mirada a to psíquico como
ese~c1almente mtencional; 2) a una con ello la epojé; 3) constitución 62. Om. de Heid. en A2: p. 11 de Landgrebe = 244,32ss.
de( mtentum en ta multiplicidad de sus modos de aparición; 4) validez
63. De aquí al fin del párrafo, orig.: ... sería impensable en la más libre
un~versal de esta estructura básica del método conforme a la univer-
salidad de la estructura intencional. variación del tipo intencional "cosa", que habría que pensar como un
tipo totalmente arbitrario. tach. en Al y 2; con lápiz azul al margen:
44. únicamente a través de él ha [... ] posible la "psicología pura" tach. / 14 / esto es, una parte del texto de la p. 14 = 247,10-23 debe aco-
enAJ modarse aquí (245,27); desde Entre las más importantes hasta de la
razón). entre corchetes en Al y 2, en A2 marcado con dele; texto de la
45. Orig.: como ello en vez de como tal modif de lleid. en Al
nota al pie = om. de Heid. en Al
46. Or~g.: ... psicólogo, siempre que quiera comprobar lo puramente psí- 64. Om. de H. con lápiz azul enA2: Aquí el añadido§ 4a (no conservado)
quico, deJe ... tach. en Al y 2
65. Desde Pero una hasta intersubjetividad pura. entre corchetes en Al y
47. que tach. en Al y 2 2; om. a lápiz de H. en Al: Añadido; en A2 con lápiz azul: Anexo
48. Om. de Heid. e~Al transcrita por H. enA2: Mencionar primero esto II; rezaba orig.: ... subjetividad pura y con ello a poner de manifiesto
Y a partir de ah1 se hace comprensible la necesidad de la epojé. desde un nexo puramente fenomenológico entre psique pura y psique pura.
abso!utamentc esencial orig.: ... que a la consistencia pura de ta per- tach. en Al y 2
cepc1~n, como resalla tras esta epojé, la percepción es en verdad per- 66. Ad. de H. enA2: ... pluralidades y comunidades personales constitui-
cepc1on de esta casa y de esta casa como "realmente existente". En
das, en cuyos ...
otras palabras, a la consistencia descriptiva ... modif de L. en Al y 2
67. Corchete con lápiz, que en A 1 no se cierra y en A2 se cierra con rojo en
49. Orig.: ... como se dice comparativamente) pertenece a la consistencia
... a la vuelta de nuestro siglo: 247, 10
fenomenológica pura... tach. en Al y 2
68. Orig.: perfeccionamiento en vez de elaboración modif de L. en Al y 2
50. Orig.: ... lo mismo vale mutatis mutandis para ... tach. en Al y 2
69. Desde Éste puede verse hasta fenomenológica marcado en Al y 2; om.
51. Om. de Heid. en Al transcrita por H. en A2: compárese p. 11 = de H.: de una investigación psicológica
245,12ss.
70. en nuestro sentido fenomenológico ad.; eidética en vez del orig.: aprió-
52. -siempre centrada en el mismo polo de unidad ego. ad. de H. enA2 rica modif de H. en Al
53. mis vivencias de yo puras como ad. de H. en Al 71. Orig.: ... en multiplicidades infinitas pero sistemáticas. modif de H.
54. La última oración marcada en Al y 2 enA2

55. Orig.: ciencia en vez de disciplina modif. de H. en A2 72. Orig.: ... de las ciencias matemáticas habidas conocidas por todos
nosotros... modif de L. en Al y 2
56. "eidética" ad. de H. en A2
73. Desde el paralelismo hasta en su totalidad. entre corchetes en Al y 2;
57. Orig.: ... ciencia empírica ... ad. de H. enA2 om. en A2: displacent a 12. es decir, a 245,27
58. Om. d~ Heid. en Al a la última oración: compárese p. 7 = 242,3ss.; 74. Orig.: ... fundamentación de una psicología radicalmente científica;
transcnta por H. en A2 con la observación: pero ahí se trata solamente modif de H. en Al y 2; en Al om. de Heid. borrada = texto de la nota
de los conceptos como primeros elementos teóricos a/pie
59. sin las cuales la naturaleza ad. de L. en Al y 2 75. En A2 al margen con lápiz rojo corchete que no se cierra
SOBRE LAS VERSIONES 105
104 APÉNDICE CRÍTICO

91. trascendentalmente ad. de H. en Al


76. Orig.: ... subjetividad bajo el título de conocimiento y ciencia, con sus
levantadas aspiraciones a validez objetiva y fundamentación legítima 92. Flecha al margen en Al, es decir, lo que sigue es importante; orig.: ... a
bajo el título de verificación experimental y método científico. En sí mismas. Como ciencia apriórica de una subjetividad trascendental
una ... modif en Al y 2 posible en general, incluye en su tema a toda posible ... modif y tach.
porlf. en Al
77. Om. estenográfica (¿de lfeid.?) en A2 a ésta y líneas ss.: inservible
93. ideal ad. de H. en Al
78. Orig.: ... el derecho de una trascendencia que [... ], entonces esta
cuestión atafie de igual manera a todo lo trascendente, y por ende 94. Flecha al margen en Al, es decir, lo que sigue es importante
ante todo al mundo real [real] objetivo [ob] entero. Ya en las ... modif.
deL.enAly2 95. Orig.: ... no realizan la idea plena de una ontología universal. modif.
deL.enAly2
79. Orig.: ... pensado, etc., de mi representar, pensar, con este o ... tach.
enAly2 96. física ad. de L. en Al y 2

80. La última oración marcada en A 1 y 2; en A2 dar sentido cambiado por 97. Orig.: ... ingenuidad. Solamente la comprensión fenomenológica de
H. por conformar sentido sí mismas puede dar por resultado conceptos básicos y axiomas acla-
rados y plenamente justificados. En esta ... tach. en Al y 2
81. y cae (en vez de: cayó modif del editor) en el error del psicologismo
ad. de H. enA2 98. de la correspondiente ad. de H. en A2

82. Orig.: Una psicología no podía ser el fundamento de la filosofía tras- 99. Om. de H. enA2: cf. 11 = 242,37ss.
cendental, ni siquiera la psicología pura. Transferida al nivel superior
100. ontología fenomenológica enA2 subrayado y marcado
de la fenomenología pura: la psicología, pura en su sentido (véase
más arriba), delimitada temáticamente ... modif. de L. en Al y 2 101. Orig.: ... ciencias de principios hasta ahora no fundadas ... y ... cien-
cias de hechos en analogía de las exactas ... modif. de L. en Al y 2
83. Orig.: ... base de la positividad real [real]. Las ... tach. en Al y 2
102. Orig.: ... física empírica. Esta idea tendrá que determinar el trabajo
84. Texto de las notas al pie= om. de Heid. en Al transcrita por H. enA2
de los próximos siglos. Una ... tach. en Al y 2
85. Orig.: ... al sujeto anímico puro (en lugar, por tanto, de una abs-
tracción de la physis efectuada meramente sobre el firme terreno del 103. Texto de la nota al pie = om. de Heid. enA2
mundo), una reducción ... modif. de L. en Al y 2 104. Desde Ya el peldaño hasta (y psicología). en Al y 2 entre corchetes;
86. Orig.: ... del mundo real [real] completo y luego a continuación tam- om. en A 1: 10 = 244 (en la p. 1Ono se encuentra ninguna indicación
bién respecto de todas las trascendencias ideales( ... modif. de L. en de transposición)
Aly2 105. Orig.: En el trabajo sistemático que procede de abajo hacia arriba se
87. Orig.: de lo trascendente en vez de de objetividades modif de L. en disuelven ... modif de H. en Al
Al y 2, en A2 marcado en el margen 106. ambiguas ad. de H. en Al
88. Orig.: ... frase, y en verdad incluso si una y otra, mediante la funda- 107. Desde Así configurado hasta puede decirse: ad. de H. enAl; en lo que
mental ampliación de la ... tmncado, tach. en Al y 2 sigue, numerosas modif. estilísticas leves de H. y L.
89. Desde presuponer en particular [líneas a,riba] hasta de este mundo. 108. Orig.: Por otra parte, la fenomenoiogía supera el ... modif de H. en
en A2 entre corchetes a lápiz y, al margen, O, esto es, "cero"
Al
90. Desde sólo que, en cada enunciación [líneas amba] hasta apriórica. en
109. Orig.: ... ontologismo de la escolástica y de la escuela wolffiana y
Al entre corchetes con úípiz rojo, en Al y 2 signos de inte,rogación al
es... modif. de L. en Al y 2
margen de las últimas dos oraciones
106 APÉNDICE CIUTICO SOBRE LAS VERSIONF.S 107

110. Desde En la doctrina de la génesis (líneas arriba) hasta problemas e 123. Orig.: Pues ella misma es en cuanto ciencia positiva la investigación
intelecciones(= fin de la página) tach. enA1; enA2 desde el mismo de una región determinada del ente y requiere por su parte funda-
lugar hasta "experiencia" trascendental. entre corchetes con lápiz rojo mentación. El retroceso ... modif. en BI

111. El final de esta versión de A2 se hallaba en la carpeta con la traducción 124. En el reverso de la página 2 (paginación orig.) de B1, el siguiente texto
de Sabnon del artículo estenográfico de H.: Sentido objetivo y objeto. Percepción posible,
aparición perceptiva posible. Ejemplarmente. Multiplicidades de las
112. Om. de Heid.: números de afío
percepciones - de las apariciones perceptivas de lo mismo. La "mul-
113. Iras Mahnke estaba citado, y luego tach.: W. Reyer. Einführung in tiplicidad". La aparición, continuamente corriendo - ante todo en
die Phanomenologie, Leipzig 1926. Faltaba el título del libro de Chr. pasividad. La actividad en la variación de la aparición. La unilatera-
Sabnon; fue tomado de la traducción inglesa [se entiende: del artículo] lidad y omnilateralidad. La omnilateralidad y la unidad correspon-
por el editor diente. Multiplicidad de niveles más altos, cuyas singularidades son
ya unidades de multiplicidades.
114. Om. de H. enA2: D. von Hildebrand
La cosa intuitiva, percibida unilateralmente. Percepción omnila-
115. Título del editorconfonne a la inscripción de H. en el sobre de B2: Ency- teral de superficies. Cuestión: lqué caminos, qué "métodos" consti-
clopredia Britannica. Para el ensayo de la segunda redacción (durante tuyentes tengo que seguir para que el objeto ejemplar e intuido en
la ausencia de Heidegger) 15-28 (= 266,11-277,1) y Heidegger 1-10 una intuición ejemplar inicial "se manifieste", "se muestre" en todas
(= 256,1-263,38; en la paginación original 1-11; las páginas intenne- sus propiedades o más bien direcciones de propiedades. La eviden-
dias están orig. paginadas 1-3, pero en B1 incorporadas como 12, 13, cia -
14) El objeto percibido como tal - como X de horizontes no des-
cubiertos, referidos éstos a direcciones correlativas del yo puedo (o
116. En B1 tach.: espacio om. de H.: historia del espíritu
nosotros podemos). Yo - crrttro de todas las posibilidades del yo
117. que desde la antigüedad se considera ciencia fundamental en B1 entre puedo, del poder hacer, del poderme-mover-centro del sistema de
corchetes a lápiz tales posibilidades de movimiento, el cual "puede abarcarse con la
118. Desde El planteamiento hasta algo notable. mj. en B1; orig.: Los es- vista", centro del ahora y del yo-me-muevo temporalmente a través
fuerzos en torno a la respuesta a la pregunta qué es el ente en cuanto de la forma de ordenamiento del pasado, recorro mis pasados y mis
tal, permanecen inseguros desde hace mucho tiempo, pues el plan- futuros - en anticipación, a la manera del pensar vacío que se reco-
teamiento mismo se enreda en oscuridades esenciales. No obstante, rre. Yo aquí - yo me pongo a pensar en un partir desde mí en todas
se muestra ya en los primeros pasos de la ciencia del ser del ente una las direcciones de la orientación. Desde cada aquí y ahora que piense
cosa notable. en B1 entre corchetes a lápiz adecuadamente, puedo hacer lo mismo de nuevo y siempre de nuevo,
pensar hecho. Regla de un proceder a partir de cada dirección ejem-
119. Ad. estenográfica a del ser en B1: de los entes en cuanto tales plar - si - entonces, apariciones como sentido motivado - pero
120. Orig.: La inte(ección en principio de la necesidad ... modif. en B1 también construcciones libremente producibles: sistema de los actos
de pensamiento en cuanto constructivos, siempre de nuevo ejecuta-
121. Desde abierto en este retroceso hasta experiencia interna? modif. Y bles - correlativamente los productos presentes. Productos vincula-
ads. en B1; orig.: ... que hay que abrir en este retroceso, la designa- dos en una unidad - finalmente idea de un producto total universal
mos fenomenología. Ella está al servicio de la problemática filosófica ("multiplicidad"), para el cual todos los productos adquiridos y por
directriz, es decir, de la pregunta por el ser del ente en la multipli- adquirir son pagos parciales, "apariciones".
cidad articulada de sus especies y niveles. Pero, i.no está esta tarea Experimentar un objeto - mentado [vermeint]-y mentado [ver-
del retroceso a la conciencia asumida y suficientemente cumplida ya meint] incluso en cuanto experimentado, con un horizonte abierto.
desde hace tiempo por la psicología, de manera que una fundamen- Despertar del horizonte, despertar de mi "sistema del yo-puedo" y
tación radical de la filosofía coincide con la conquista de una psico- de mi correspondiente "así" lo encontraré. ''.Así" se manifestará. «?»
logía pura? Sin embargo, directamente la reflexión ... El problema de la integridad respecto del descubrimiento de los
122. Orig.: ... asegurar los fundamentos para ... modif. en B1 horizontes - "qué es esto", cómo descubro su sentido íntegro - su
108 APÉNDICE CRÍTICO SOBRE LAS VERSIONFS 109

forma de sentido, que es la regla de todos los descubrimientos actua- 140. Desde Aquélla es hasta psicología pura. ad. de Heid. en Bl
les posibles. No sé lo que la percepción va a brindar, pero sí sé lo que 141. Ad. de H. en Bl: ciertamente fundado por principio en el que por lo
la percepción puede brindar. La esencia.* 1) Lo que yo como esen- tanto es anterior en sí
cia, por ejemplo de esta cosa, puedo poner de manifiesto, lo general,
que decide todas sus posibilidades de ser. 2) la esencia individual, lo 142. Desde aquí hasta el final de la p. 270 damos el texto orig. que solamente
individual de lo general, la idea de las singularizaciones, que un pen- se conserva en B2; Bl contiene tantas modificaciones y tachaduras de
samiento no es empero la generalidad construible. H., Heid. y L., y se ha conservado tan defectuosamente que no pode-
mos consignarlo detalladamente. La refundición se emprendió en C y
125. puramente ad. en Bl D: comp. 281,2ss. y el apéndice a ese lugar [nota 270]
126. Antes de anímicas en Bl un corchete a lápiz que no cierra 143. Mediante señales con lápiz rojo, Heid. propone en B?. anteponer aquí el
127. Orig.: ... la percepción misma... modif de Heid. en Bl texto de 264,28ss. hasta?; comp. C en el apéndice a 287,7ss. [nota 270]

128. en un principio ad. de Heid. en Bl 144. primer ad. de L. en B2

129. Orig.: ... recuerdo del mismo objeto, de ... tach. en Bl 145. (cuya idea peculiar aquí perseguimos) ad. de H. en B2

130. Orig.: ... de su curso. Esta ... modif de lleid. en Bl 146. B2 dice: ... ciencia eidética del lagos(?) de lo psíquico... H. sin duda
no corrigió este pasaje
131. Orig.: ... en su tipología ... modif de lleid. en Bl
147. La tercera parte de esta versión se conserva también en los tres ejempla-
132. psicológica ad. de Heid. en Bl res: en B2 sin corrección, en B3 con modifs. de Jleicl y lL, en Bl con
133. Desde como intentio tach. en Bl con lápiz rojo modifs. de H. y su traducción estenográfica de las anotaciones de Heid.
en B3. En B3 se encuentran una carta y notas de Heid.:
134. Orig.: Esté o no en verdad ahí delante lo percibido ... modif. de Heid.
enBl MeBkirch, 22 de oct., 27.
iQuerido y paternal amigo!
135. en cuanto intencional ad. de Heid. en Bl
De todo corazón le agradezco a usted y a su respetable esposa por
136. Orig.: ... de éste de modo directo... ads. de Ileid. en Bl los días pasados de Friburgo. Tuve realmente el sentimiento de ser
137. Om. con lápiz rojo en Bl: reducción intersubjetiva acogido como un hijo.
Sólo en el trabajo efectivo se ponen de manifiesto los problemas.
138. Orig.: ca-existencia de otra subjetividad concreta modif. de Heid. en El placer de las meras conversaciones de vacaciones no engendra
Bl nada de esto. Esta vez todo está bajo la presión de una tarea urgente e
139. Desde aquí hasta el fin del párrafo, orig: ... corporeidad, y por otro importante. Y apenas en los últimos días comencé a darme cuenta en
lado no está ahí para mí originaliter como mi propia subjetividad en qué medida su insistencia en la psicología pura da la base para aclarar
su referencia original a mi organismo corpóreo. La ejecución de la la cuestión de la subjetividad trascendental y de sus relaciones con lo
reducción fenomenológica en mi real y posible poner en validez la puramente anímico, o bien para plantearla por vez primera con plena
subjetividad "ajena" en la forma de evidencia de la intrafccción con- determinación. El inconveniente es por supuesto que no conozco las
cordante, es la reducción intersubjetiva, en la que, sobre el subsuelo investigaciones concretas de los últimos afias. Por ello es fácil que las
de la reducción a mi subjetividad pura y concreta, las subjetividades objeciones parezcan formalistas.
ajenas que en ella se verifican primigenia mente llegan a adquirir vali- En las hojas anexas intento de nuevo fijar los puntos esenciales.
dez como puras y subsecuentementc sus nexos puramente psíquicos. Ello da también oportunidad de caracterizar la tendencia fundamen-
modif. de Heid. en B1 tal de El ser y el tiempo en el interior del problema trascendental.
Las hojas p. 21-28 «= 271,1-277,21» están escritas de una ma-
• El texto alemán dice: "Das '!*sen, die Essenz. ". Aquí, como también en otras nera esencialmente más concisa que el primer borrador. La estruc-
partes, hemos tomado ambas palabras como sinónimas. tura es transparente. Las abreviaciones y pulimentos estilísticos los
APÉNDICE CIÚTICO SOBRE LAS VERSIONES 111
110

he puesto ya en el texto tras repetidas revisiones. Las obse~aciones Apéndice I


marginales encerradas con un círculo rojo se refieren a cuestiones de DIFICULTADES DE CONTENIDO
contenido que resumo brevemente en el apéndice I de esta carta. Hay coincidencia en lo siguiente: lo existente en el sentido de lo
El apéndice II se refiere a cuestiones de disposición para las pági- que usted llama "mundo" no puede ser aclarado en su constitución
nas mencionadas. trascendental mediante un retroceso a lo existente de esa misma es-
Para el artículo sólo es importante que la problemática de la feno- pecie de ser.
menología se exprese en la forma de un informe ceñido, totalm_e?:e Pero con ello no está dicho que lo que constituye el lugar de lo
impersonal. Así como en el fondo sigue siendo una presupos1c1on trascendental no sea en general nada existente - sino que ello ori-
de la claridad de la exposición la aclaración última de las cosas, así gina directamente el PROBLEMA: lcuál es la especie de ser del ente
también debe limitarse su finalidad, o la del artículo, a una exposición en el cual el "mundo" se constituye? Éste es el problema central de
clara de lo esencial. El ser y el tiempo - es decir, una ontología fundamental del ser-ahí.
Prácticamente el curso de nuestras conversaciones ha mostrado Se trata de mostrar que la especie de ser del ser-ahí humano es to-
que no puede usted esperar ya las publicaciones mayores. En los talmente diferente de la de todos los demás entes y que ella, como la
últimos días observó repetidas veces: propiamente todavía no hay que es, encierra en sf precisamente la posibilidad de la constitución
ninguna psicología pura. Ahora bien - los fragmentos esenciales se trascendental.
hallan en tas tres secciones del manuscrito mecanografiado por Land- La constitución trascendental es una posibilidad central de la exis-
grebe. tencia del sí mismo fáctico. Éste, el hombre concreto, no es nunca en
Estas investigaciones tienen que aparecer primero por dos razo- cuanto tal - en cuanto ente, un "hecho real [real] mundano", por-
nes: 1) que se tengan a la vista las investigaciones concretas y no que el hombre nunca está solamente ahí delante, sino que existe. Y lo
que se busquen en vano como un programa prometido; 2) que us- "maravilloso" está en que la composición de la existencia del ser-ahí
ted mismo tome aire para una exposición fundamental de la pro- posibilita la constitución trascendental de todo lo positivo.
blemática trascendental. Las consideraciones "unilaterales" de la somatología y de la psi-
Quisiera ofrecerle mantener como hilo conductor para los "estu- cología pura sólo son posibles sobre la base de la integridad concreta
dios" el segundo borrador. Lo he vuelto a leer completo y sostengo del hombre, que como tal determina primariamente la especie de ser
mi juicio de la carta anterior. del hombre.
Ayer me dio mi esposa la carta de Richter (en el apéndice 111 está Lo "puramente anímico" no ha surgido en absoluto en vista de
su transcripción). Le he escrito a Mahnke. la ontología del hombre entero, es decir, no con el propósito de una
Aquí no he llegado naturalmente al trabajo propiamente dicho. psicología - sino que se origina desde un principio desde las medi-
Me veré en un buen aprieto con la lección y los dos ejercicios y las taciones de Descartes sobre TEORÍA DEL CONOCIMIENTO.
conferencias en Colonia y Bonn y además Kuki. Lo constituyente no es una nada, sino algo y existe - aunque no
Pero la necesaria excitación para los problemas está despierta y el en el sentido de lo positivo.
resto debe ser obligado. No debe pasarse por alto la cuestión de la especie de ser del cons-
La próxima semana viajaré a ver a Jaspers, con quien recogeré tituyente mismo.
algunos consejos tácticos. Por ello el problema del ser está universalmente referido al cons-
Le deseo una feliz conclusión del artículo, que como despegue tituyente y a lo constituido.
para las próximas publicaciones mantendrá despiertos en usted mu- Apéndice 11
chos problemas. Sobre la DISPOSICIÓN de las pp. 2lss. «= 271, lss.»
Agradeciéndoles de nuevo a usted y a su respetable esposa de todo
corazón por aquellos días hermosos, lo saludo con sincera amistad y Lo PRIMERO en la exposición del problema trascendental es la
aclaración de lo que quiere decir la "incomprensibilidad" de lo exis-
respeto
Su tente.
Martín Heidegger. lEn qué respecto es incomprensible lo existente?, es decir, lqué
exigencia más elevada de comprensión es posible y necesaria?
lEn el retroceso a qué se adquiere esta comprensión?
112 APÉNDICE CRITlCO SOBRE LAS VERSIONES 113

lQué significa ego absoluto a diferencia de lo puramente psíqui- Rótulo de H. en B3: Duplicado. El nuevo texto para Heidegger
co? 21-28 «271, 1-277,21» con las notas críticas de Heidegger; om. de H.
lCuál es la especie de ser de este ego absoluto - en qué sentido en Bl: Despachado
es EL MISMO que el yo fáctico; en qué sentido NO ES el mismo?
148. Orig.: ... universalidad. Se vuelven incomprensibles todos y cada uno
lCuál es el carácter de la posición en la que el ego absoluto está
de los entes a la vez, por ende el mundo, del cual nosotros ... modif
PUESfO? lEn qué medida no se halla aquí ninguna positividad (cua-
de H. enBly3
lidad de puesto)?
La universalidad del problema trascendental. 149. Orig.: tema en vez de campo modif de H. en Bl
Apéndice III 150. Cada uno de los sentidos que d mundo tiene para nosotros ad. de H.
"Tengo la alegría de poder comunicarle que el señor Ministro ha en Bl y 3; texto de la nota al pie = om. de Heid. a esta oración
decidido concederle a usted la cátedra regular titular de filosofía en
151. en cuanto a sus singularidades y como advertimos luego ads. de ll en
la Universidad de ese lugar. En consideración de sus actuales emolu-
B3; en vez de interioridad orig.: inmanencia modif. de H. en Bl
mentos le será asegurado un sueldo base anual de 6534 RM, el cual
como es usual aumentará cada 2 años hasta el sueldo final de %30 152. que se presenta [... ] y ad. de H. en B3; en vez de ello, en Bl: que
RM. aparece
Pidiéndole que tome usted este puesto regular, me honro en co-
153. Orig.: ... en nosotros mismos, la evidencia que la fundamenta vive en
municarle al mismo tiempo que a la cátedra hasta hoy ocupada por
nosotros, y habitualmente nos sigue determinando. Esto... modif de
Usted ha sido llamado el Profesor Dr. Mahnke de Greifswald.
H. en Bl
Con consideración distinguida"
154. Orig.: ... de que es como es "en sí'', lo [conozca] yo ... modif de H.
Los apéndices I y JI se encuentran además en una transcripción este- enBl
nográfica de H., y entre ellos una hoja con la misma escritura y la misma 155. Antes de Si variamos indicación con lápiz rojo en Bl y 3: Anexo (no
tinta: conservado)
El hombre en el mundo - a ello pertenece estar ahí delante uno
para los otros, tal como las cosas están ahí delante para cualquiera. 156. irremisiblemente ad. de H. en Bl
Pero a estas entidades que están ahí delante les pertenece el hecho 157. Desde Así pues hasta a su manera existente "en sí" tach. en Bl y 3, y
de que son sujetos-yo que tienen conciencia de las entidades que la indicación: Anexo (no conservado); en B3 el resto de la página está
están ahí delante, representación de ellas, saber de ellas, el hecho cortado, o sea, hasta parece estar llamada
'de que tienen "conciencia" apetitiva y volitiva, de que como suje-
tos de conciencia se refieren de tales maneras a ellas, deseándolas, 158. Orig.: de los sujetos de conocimiento modif de H. en Bl
valorándolas, manejándolas concientemente - también a los otros
159. Orig.: ... configuraciones posibles, también las de la razón que fun-
como hombres, como entidades que están ahí delante, como realida-
damenta y verifica el derecho, y con ello en todas las configuraciones
des [real], que precisamente no sólo están aquí y allá y tienen propie-
de los mundos que en ella se "anuncian", que se acreditan como exis-
dades reales [real] de cualquier especie que sean, sino que son sujetos
tentes en sí. modif de H. en Bl
de conciencia, etc., como se acaba de decir.
Estas peculiaridades particulares son empero peculiaridades de 160. Orig.: ... llamada a aclarar el último sentido de ser del mundo modif
realidades [real] en el mundo. Y así también las mías, que soy hombre de H. enBJ
y como tal me encuentro.
161. Orig.: ... juzgar sobre la cosa que percibo directamente modif. de ll
La ontología como ciencia del mundo y de un mundo posible en enBJ
general. Composición de ser del mundo. Estructuras universales del
mundo - de las entidades que están ahí delante. - La estructura de 162. Desde Por ejemplo, en la descripción hasta y similares. en Bl entre
ser de los sujetos y de los no-sujetos. corchetes a lápiz rojo; de lo que aparece en adelante tach.
114 APÉNDICE CRJTICO SOBRE LAS VERSIONES 115

163. Om. de Heid. en B3 al texto entre con el propósito y Así en general.: 177. En vez de impera orig.: queda modif de H. en Bl, a la que Heid. en B3
Poner estas líneas en la sección la como complemento de mi expo- puso un signo de admiración rojo
sición de la reducción que resultó muy breve.
178. Texto de las notas al pie ['j', 'k' y '1'] =oms. de Jleid. en B3 encuadradas
164. Desde a mi alma pura hasta mediante orig.: ... a mi alma, ya no está en rojo, transcritas por H. en Bl
desde luego presupuesto el mundo puesto en cuestión en el plantea-
179. poner y ad. de lI. en Bl
miento trascendental de la cuestión, y luego igualmente para todas
las almas, con el fin de su pureza. Aquí en este nexo de comprobacio- 180.... entonces no soy yo un yo humano ... [unas líneas a1Tiba]y El ego así
nes puramente anímicas, no entra el mundo, que pura y simplemente reducido es ciertamente mi yo en B3 subrayados y unidos con flechas
vale para estas almas, en el tema, sino sólo precisamente el ser y la por Heid; tocante a ello, el texto de la nota al pie como om. de Heid.
vida puros de las almas mismas en las cuales aparece, naturalmente encuadrada en rojo en B3, transcrita por H. en Bl
en las cuales mediante ... modif de H. en Bl; Jleid. modifica en B3:
En una reducción general a mi alma pura y a las de todos los otros no 181. Orig.: su en vez de mi modif de/[ en B1
está ya desde luego presupuesto el mundo puesto en cuestión en el
182. Orig.: ... reducida, pero ahora es ... modif de H. en Bl
planteamiento trascendental de la cuestión. Aunque para estas almas
vale pura y simplemente, no entra en el tema, sino sólo precisamente 183. Orig.: ... reducida, lo único susceptible de ser puesto, con todos ...
el ser y la vida puros de las almas mismas, en las cuales ... modif. de lL en Bl; Heid. subrayó susceptible de ser puesto en B3;
además om. encuadrada en rojo, transcrita por H. en Bl: ipositum!
165. Texto de la nota al pie = om. de Jleid. en B3; Heid. modifica en B3:
iLo positivo! ¿o qué clase de POSICIÓ~ es ésa? lEn qué sentido ES
... consideración teórica. Objeto de la investigación son los anima-
PUESTO esto, si ha de ser no NADA, sino más bien en cierta manera
les y hombres ... Imprimimos el texto modificado por Jl en Bl, que
decfa orig.: ... se trata de animales y hombres de un mundo espacial todo?
presupuesto .. . 184. Desde investigación trascendental. orig.: Los fenómenos conquista-
166. metódica ad. de H. en Bl dos en esta reducción trascendental son los fenómenos trascenden-
tales. Toda experiencia puramente anímica ... modif de H. en Bl
167. Puesto que como psicólogos en gen<:ral en Bl entre corchetes a lápiz
185. (o sea, mundanamente real) ad. de lL en Bl
168. todavía ad. de H. en Bl
186. Orig.: positivo, en vez de mundano. y continuaba: exactamente como
169. general ad. de H. en Bl el ego anímico se transforma en el trascendental, que se ... modif de
170. impropia tach. en Bl H. enBl

171. Orig.: ... trascendentalmente inauténtica. Si es incomprensible el 187. Orig.: ... mediante ella investigo... modif de H. en Bl
sentido de ser de un mundo en gene.ral en cuanto que sólo adquiere
188. Desde y luego, en un segundo paso, orig.: y luego llevo a cabo la puri-
sentido y validez de ser por la obra de la conciencia, entonces yo, el
ficación trascendental, que no es meramente un prescindir semejante
filósofo trascendental, para quien el mundo es incomprensible, tengo
de lo psíquico que en lo positivo vale constantemente, sino un "poner
[que practicar] una epojé realmente universal. .. modif. de H. en BJ
entre paréntesis" al mundo entero por principio y un poner en validez
172. Orig.: ... sólo existe ... modif de H. en Bl al mero fenómeno del mundo. No queda en pie, en primer lugar, el
nexo anímico; más bien, se obtiene como resultado el nexo absoluto
173. En B3 om. de Heid. a absoluta encuadrada en rojo: lo sea? otras 2 om.
de los egos absolutos como el nexo trascendentalmente intersubje-
de lleid. en esta página están bo1Tadas
tiva en el cual el mundo de la positividad, con su sentido categorial
174. Desde (necesaria hasta inauténtica) en Bl entre corchetes a lápiz de existente en sí intersubjetivamente, se "constituye trascendental-
mente". Si, sin embargo, con un interés no psicológico, sino trascen-
175. Om. de H. en Bl: aquí se puede abreviar
dental, emprendemos desde el principio (como en E. Husserl, Ideas
176. Orig.: ... exige precisamente eludir ... modif. de Heid. en B3 J) la reducción trascendental. .. modif. de H. en Bl
116 APÉNDICE CRÍTICO SOBRE LAS VERSIONF.S 117

189. Orig.: ... psicología pura, sino precisamente desde el principio la [fe- encadena a la unidad de la res extensa. Practicada sobre el mundo en
nomenología] trascendental. .. modif de JI. en BJ su conjunto, esta actitud unilateral da por resultado el [nexo] cerra-
190. En vez de intuición orig.: experiencia modif. de H. en Bl do... modif en CI

191. Orig.: ... posibles a priori y mundos (o mundos circundantes) posibles 205. Ong.: de la naturaleza física en su totalidad, la que ... modif. en D
como ... modif. de H en Bl 206. objetiva ad. en D
192. Orig.: pedagógico en vez de propedéutico modif de H. en Bl 207. Orig.: ... animales. Esta pertenece específicamente a la biología fí-
193. Orig.: ... filosofía trascendental, que por su parte es completamente sica, la disciplina puramente científico-natural de los organismos. Si
independiente de su significación para la posibilitación de una ciencia ahora ... tach. enCJ
de hechos psicológica "exacta". Por ... tach. por IL en BJ 208. Orig.: ... hasta qué punto [es posible] en este respecto y en paralelis-
194. forma de vida subrayado por H. en Bl; om.: cf. Heidegger p. 25 (= mo... tach. en Cl
215, nota al pie) 209. Orig.: ... [psicología pura] y, para estos fines, cuán lejos conduce una
195. sobrepasa subrayado por Ileid. en B3; tocante a ello, el texto de la nota experiencia dirigida en continua exclusividad hacia Jo psíquico, en la
al pie como om. cual todo Jo físico queda fuera de consideración. En cierta medida [es
obviamente posible practicar] una experiencia unilateral semejante y
196. Orig.: ... paralela, y ahora se requieren las doctrinas, no complemen- una investigación puramente psicológica fundada en ella ... tach. en
tarias, sino destinadas a su reinterpretación. Obviamente ... modif. Cl
de H. en B3, cmzada con rojo por lleül en Bl; tocante a ello, el texto de
la nota al pie como om. encuadrada con rojo, transcrita por 1/. en B3 210. Orig.: de todos los otros, de los ... modif en Cl

197. Rótulos en las cubiertas - de C2: Versión final - psicología fenome- 211. Desde aquí hasta el fin del párrafo, orig.: ... de la psicología. Sin em-
nológica y ~enomenología trascendental - Encyclopredia Britannica bargo, con ello no se ha mostrado que una investigación experien-
- de C3: Ultima versión, cuarto duplicado - de D: Borrador para cia! dirigida puramente a lo psíquico conduce a una psicología pura
el artículo de la Encyclopredia Britannica; los paréntesis son meras en un sentido análogo a aquel en que lo puramente físico conduce a
indicaciones para abreviaciones, propuestas para poder ceñirse al es- una ciencia pura de la naturaleza. La experiencia física que hay que
trecho espacio prescrito del artf.:ulo inglés (Salmon) practicar en continua unilateralidad da por resultado un campo de
experiencia infinito cerrado en sí, no sólo para una ciencia empírica
198. Orig.: método filosófico descriptivo tach. por H. en D de la naturaleza, sino también -mediante variación libre de la ex-
199. en la filosofía ad. de H. en D periencia en posibilidades de experiencia ideales- para una ciencia
apriórica de la naturaleza. En último término surge una ciencia de las
200. Anotación de H. en Cl, precedida por un resumen de la introducción configuraciones esenciales de una naturaleza concebible en general,
a B, dado aquí como anexo XXIX· Aquí las palabras introductorias en particular de las configuraciones espaciales y temporales conce-
del reverso de la p. 2 del anexo (no se conserva el original; texto = bibles en general, del movimiento posible en general, etc. Primero
277,22-278, 7) debe mostrarse que una experiencia puramente psíquica que hay que
201. Rótulo de H. en Cl proseguir puramente en continua consecuencia, da por resultado un
campo de experiencia cerrado en sí y que, sobre éste, queda enton-
202. moderna ad. en D ces en todo caso posibilitada, como paralela, una psicología apriórica
pura, una ciencia de las configuraciones esenciales de lo psíquico pu-
203. Orig.: o sea, en un sentido amplísimo, de lo realmente [real] existente
ramente como tales. en Cl muy retocado y cambiado
a la manera de un "yo" o "nosotros" con todo lo que ... modif en D
~12. Rótulo de H. en CJ, orig.: Lo puramente psíquico en la experiencia de
204. Orig.: realidades [real] físicas. Pues, como todas las realidades [real],
sí mismo
admiten, como existentes espacio-temporalmente, una consecuente
actitud unilateral de la experiencia dirigida a aquello que en ellas se ~13. Orig.: ... despliegue de su idea ... modif en Cl
118 APÉNDICE CRÍTICO SOBRE LAS VERSIONES 119

214. Orig.: ···de lo peculiar de la experiencia puramente psíquica y de Jo 228. Desde asequible orig.: por medio de la experiencia de sí mismo, sino
puramente psíquico mismo... modif en D (en cierta mediación inmediata, por decirlo así) también por me-
215. Antes d~ es~a línea, subtítulo añadido en D: a) La primera experiencia dio de la "intrafección". Guiados por la "expresión" del psiquismo
ajeno en su corporalidad experimentada directamente por nosotros,
del? ps1qu1co en general: reflexión simple; la vivencia psíquica como
fenomeno alcanzamos re-presentaciones conexas de su vida anímica, las cuales
tienen, en su propia verificación concordante, el carácter de expe-
216. Orig.: nuestro psiquismo puro modif en C-D riencias. En su esencia radica que lo que descubren como psiquismo
ajeno se mantiene en el marco de las posibilidades que pertenecen
217. Orig.: Tod~, incluso toda experiencia que ya sea puramente psíqui- a nuestra experiencia de nosotros mismos (percepción de sí mismo
ca ... modif en C-D
con sus variantes como recuerdo de sí mismo, fantasía de sí mismo,
218 Ori · · etc.), si bien sólo como posibilidades intuitivas. Pero ello no excluye
· _g.. · · · a~ptrando, ponderando o promoviendo fines y medios
As1. .. modif en C-D · que por vez primera traigamos fácticamente a la intuición propia-
mente nuestra, mediante la intrafección y sus derivados, varias de las
219. Orig.: gracias a las cuales y en las cuales modif. en C-D configuraciones posibles de formaciones intencionales «a esto ano-
220. Orig.: ... reino de los "fenómenos" puros... modif en C-D tación de Heid. en C2: linterioridades anímicas?» y de almas enteras.
La intrafección, aunque es una rica fuente de experiencia puramente
221. Orig.: ... ser como fenómeno de algo ... modif en C-D psicológica, ofrece, pues, respecto de los sucesos intencionales que
222. Orºzg..· ... v1ven~ias:_
· · una expresión
· que luego se utiliza generalmente pertenecen a la unidad de un "alma" en general, nuevos hechos, sin
duda, pero propiamente no, por principio, nuevas formas y estructu-
~ara ~~a conciencia en cuanto conciencia-de. en C-D, om. tach.. dis- ras generales. Con todo, ofrece también algo nuevo, en tanto que ...
tmgu1r igualmente el doble concepto de estar dirigido . en Cl, varias veces retocado y tach., en C3 en un lugar
223. °!ig.: ~tendiendo a la corriente de los modos de aparición y a su 229. Desde en tanto que orig.: funda concientemente y, por cierto, como
vmculac1ón en la "síntesis" ... modif. en C-D experiencia, las peculiaridades de la comunidad en su vida comuni-
224. taria o de la comunidad para todos nosotros. Precisamente de ahí se
Orig.: ···objeto. Se muestran también las diferencias del "ahora" desprende la tarea de [hacer comprensible], rebasando lo intencio-
fluente y del "hace un momento", del "dentro de un momento" etc
La ... tach en CJ ' · nalmente peculiar a la vida singular, también la vida comunitaria, y
por cierto en consideración puramente fenomenológica, o sea, según
225. Des~e q~e tiene que hasta simplemente percibida. en CI puesto entre todas las [intencionalidades] que le pertenecen ... modif. en Cl
parenteszs
230. Desde todo Jo psicofísico orig.: ... y pueda por ello ser designada
226. Desde al~o similar: h°'!ta aquí, orig.: ... la conciencia que juzga no como un paralelo de la ciencia "pura" de la naturaleza, y si un alma o
es u~ vac1~ ten~r conc1ente el juicio respectivo; éste se constituye en incluso una comunidad de almas ofrece un campo teóricamente ce-
rrado que ya en la continuidad de la experiencia pueda mantenerse li-
una mtenc1onahda~ que_c?r_re, la cual, además, tiene diferentes mo-
bre de todos los giros de la experiencia física. Aquí subsisten de hecho
d~~ ~a_r~ ~no y el mismo 1u1c10, por ejemplo el de la ocurrencia vaga o
dificultades que hasta el presente le han encubierto a los psicólogos
e e J~1c10 f~rmado primigeniamente en una acción articulada con
la posibilidad de una psicología pura, es decir, puramente fenome-
otra~ d1_ferencias de la evidencia y no evidencia, cuyo más preciso'des-
nológica en el sentido de este paralelo modif en Cl
cubnm1e~to conduce a nuevas estructuras intencionales. Igualmente
todo fenomeno de la esfera de las emociones y la voluntad tiene su es- 231. Orig.: ... la aprehensión de un ... tach. en Cl
tructura f~nomenológica que hay que descubrir reflexivamente. Para 232. Orig.: ... fenomenológico, sin el cual una psicología pura como fe-
la ... modif. en CI
nomenología psicológica no puede ser en absoluto fundada. Este ...
227. Desde elementales y · . · tach. en CJ
, . ' ' ong.. ···a partir de ahí, comprender el ser pu-
::~ente amm1co en general y en su conjunto. - Obviamente modif. 233. Orig.: ... método fundamental de esta psicología misma y el presu-
puesto modif. en CI
120 APÉNDICE CRfTICO SOBRE LAS VERSIONES 121

234. Desde di_ficu!tad orig.: ... dificultad [se debe a fin de cuentas] a que en el modo como son mentadas y precisamente en el modo como, en
la experiencia de sí mismo del psicólogo -esta primera fuente de la vida intencional fluyente y sus síntesis siempre nuevas, se confi-
conocimiento para la investigación fenomenológica, en ta que se fun- guran y varían modalmente como "sentido" puramente inmanente.
da toda experiencia intersubjetiva- [está] ante todo y por todas par- El. .. modif en CI
tes ... en CI modif. y tach.
244. Orig.: ... pureza. Pero ello ante todo como experiencia de sí mismo,
235. Orig.: extrapsíquico, al modo, pues, como ésta en última instancia en la cual por ende la vida intencional propia viene a la aprehensión
sirve como trampolín para el giro fenomenológico de la mirada. Lo... como un campo de experiencia unitario. El. .. tach. en CI
tach. en CI
245. Orig.: ... la puesta entre paréntesis y el descubrimiento efectuados
236. hrox17 en vez de epojé en CI y CJ; lo mismo en el siguiente párrafo según nóesis y nóema ... modif en Cl y C2; en el margen a esta ora-
ción: ?
237. y sigue siendo, sin embargo ad. en CJ
246. (reducción intersubjetiva) ad. en CJ
238. En vez de Es en efecto imposible ... orig.: Está en efecto claro que no
hay un ... modif. en CI 247. Orig.: ... dirigida, en Jo cual su validez objetiva [ob] tendría que estar
puesta entre paréntesis. Es inseparable de la totalidad de una vida
239. Orig.: ... como tal. Cuando una percepción está desprovista de la ver-
pura el. .. modif. en CI
dad ?_bj~tiva [_ob] y u~a ulterior experiencia la descubre corno per-
cepc1on 1lusona, no pierde por ello este momento que consiste en ser 248. Orig.: ... esta vida. Respecto de él, la reducción fenomenológica no
percepción de esto y aquello. La ... tach. en CJ puede poner fuera de juego la validez de ser, pues ella en cuanto va-
240. en sus diferentes modos ad. en CI lidez puesta en acción es inseparable de la de la experiencia de las
vivencias intencionales mismas. De esta manera... tach. en CI
241. Tras sentido d~I rec~erdo, etc.) om. tach. en CJ: Con entera gene-
249. Orig.: ... de personas en el sentido más amplio de la palabra. La
rahdad: toda v1vencm de conciencia (intentio) tiene su "sentido" in-
psicología del individuo es manifiestamente una mera abstracción
manente (su mtentum) o terminológicamente: toda "nóesis" tiene su
y como tal sólo tiene significación metódica. Título orig.: La confi-
"nóema" además una hoja en CI, 2 y 3: Anexo a 8, antes del segundo
guración metódica de la fenomenología como ciencia. La reducción
pun~? y aparte (o sea, aquí): No hay que pasar por alto que con la
eidética. en Cl tach. y modif
epoJe respecto de las valideces que trascienden la vida de conciencia
para e!la misma se mantiene lo subjetivo del poner-en-validez y tener~ 250. Desde referida exclusivamente a él orig.: ... disciplina científica refe-
en-v«hdez en cuanto fragmento integrante real [reell], y que, como . rida [exclusivamente a él], pero de ninguna manera como disciplina
correlato suyo, junto a las unidades aparece lo "existente" eventual- científica de hechos. Así conforman también las figuras espaciales
m~nte " conJeturalmente
. '
existente", "no existente", "ser valioso" y si- puras un campo de experiencia propio, y sin embargo no hay nin-
milares, y, en cuanto algo que aparece, esto sigue siendo tomado en guna ciencia empírica sobre este campo, pero sí una "ciencia de esen-
cue_nta. I~ualmente está ahora claro que todas las especies de la verifi- cias" apriórica. Las almas puras están en el mundo como capas de-
cación, e mcluso las fundamentaciones "evidentemente" válidas, per- pendientes de realidades [real] animales, establecidas sin excepción,
tenecen a la consistencia fenomenológica y pueden ser exploradas sis- según el ser y el suceder, en la realidad [real] corpórea. Esto no per-
ter.nát1c~ment_e ~gún sus tipos y estructuras. Sólo que, de nuevo, las mite esperar de antemano la posibilidad, siquiera limitada, de una
ev1denc1as Objetivas [ob] correspondientes no son puestas en acción investigación de hechos puramente anímicos, y su misma posibilidad
sino que, metódicamente reducidas, son exhibidas y analizadas com~ es al principio cuestionable. Ocurre de otro modo con una ciencia
sucesos intencionales. apriórica en el campo fenomenológico. Todo ... en CI tach. y modif
242. Orig.: ... desde las unidades de la actitud directa a las multiplicidades 251. Así también aquí. ad. en CI
de los modos de conciencia ... modif. en CJ
252. Orig.: ... almas puramente posibles, y la ... modif en Cl
243. Orig.: ... [también hay que] hacerse cargo a la vez de [dichas unida-
des ... J"puestas entre paréntesis", y luego en cada caso precisamente 253. Orig.: ... formal necesario... modif en CJ
122 APÉNDICE CRÍTICO
SOBRE LAS VERSIONES 123
254. Orig.: ... no es un registro (lo que en sí carecería de valor) ... tach.
270. C2 y 3 traen aquí la versi6n muy refundida y abreviada de Bl (que noso-
en CI
tros imprimimos en la versión primitiva, más larga, desde 264, 17 ["Con
255. Orig.: ... sin el cual sería en general impensable la percepción de un Descartes se vuelve dudosa ... "]hasta 277,21 [" ... el enigma de la 're-
cuerpo o una multiplicidad de percepciones como percepciones de volución copernicana'."]), las primeras dos páginas (M III 10 III 3, 16
un cuerpo y similares. Queda así completo el método con el cual, por y 15) en una transcripción más precisa, mientras que para la tercera
principio, se tiene acceso al dominio de la psicología pura o fenome- hoja tiene que haber servido de base otra refundición no conservada;
nológica. Si. .. en CI modif. y tach. Bl-C2 y 3 dicen: Su historia nos lleva a la memorable obra funda-
mental de J. Locke y a la importante repercusión de los impulsos
256. Orig.: ... totalidad, a las configuraciones singulares y a las totales,
que parten de ella a través de D. Hume, cuyo genial Treatise tiene ya
pero también a su construcción estructural esencial con todas las po-
la forma de una exploración de la esfera pura de las vivencias, pen-
sibles variantes, síntesis y leyes de esencia correspondientes. tach. en
sada con rigurosa consecuencia (aunque aún no eidética). Aquí se
Cl
halla, en cierto modo, el primer intento de una "fenomenología". Sin
257. Título del parágrafo, en vez de de principio orig.: fundamental modif embargo, ya en estos comienzos la limitación a lo puramente sub-
en Cl; om.: Anexo: el sistema de tareas tach. jetivo estaba determinada por intereses extrapsicológicos. La psico-
logía estaba al servicio de la problemática del "entendimiento", de la
258. En vez de conforme al modelo orig. como paralelo modif. en CI "razón", reanimada en una nueva forma y elevada a un nuevo nivel de
259. puramente física ad. en D concientización por Descartes. La tendencia desembocó en una "fi-
losofía trascendental". En las Meditationes de Descartes se conquista
260. Desde etc.), orig.: de una naturaleza posible en general. Hablando y se convierte en guía para la filosofía primera la intelección de que
más específicamente, estas disciplinas puramente racionales [rat] ex- todo lo real [real] y finalmente este mundo entero, según su ser y su
ploran las formas esenciales sin las cuales serían impensables la con- ser-así, sólo es para nosotros en cuanto contenido de representación
figuración espacial y la temporal, el movimiento, el cambio, la sustan- de nuestras propias representaciones, en cuanto lo judicativamente
cialidad y causalidad físicas. Mediante el aprovechamiento de estas mentado [venneint] y, en el mejor de los casos, lo evidentemente con-
formas esenciales para la ... en Cl tach. y modif. ciente, de nuestra propia vida judicativa. De tal modo se vuelve cues-
261. empírica ad. en Cl tionable la posibilidad universal de un conocimiento legítimo que re-
base al sujeto cognoscente, y en ello yace encerrado, como un ger-
262. En vez de yacen bajo ellos orig.: les pertenecen modif. en Cl men durante largo tiempo no desarrollado, lo siguiente: se vuelve
263. Orig.: ... psicológico, en virtud de la diferencia que por principio hay incomprensible el sentido propio de ser de algo que existe como rea-
entre la especie de ser de lo físico y la de lo psíquico, su ... tach. en lidad [real] objetiva [ob ], pero que es mentado [venneint] y acreditado
Cl como existente solamente en vivencias subjetivas. El mundo "trascen-
dente" dado ingenuamente como existente se vuelve "trascendental-
264. Orig.: ... como toda ciencia rigurosa, sólo puede extraer su exacti- mente" problemático; según Descartes, no puede servir, como en las
tud ... modif. en Cl ciencias positivas, como base de conocimiento. Por él tiene que res-
265. (sin la mediación de la idealización de los valores límite) ad. en D ponder el ego cogito presupuesto en el planteamiento trascenden-
tal de la cuestión y él mismo incuestionado, el cual requiere empero
266. Orig.: ... del alma. En esta inmediatez tiene la psicología una enorme una aprehensión pura. El método de Descartes del intento universal
ventaja sobre la ciencia de la naturaleza, pues falta en ella la brecha de duda como método de la desconexión de lo trascendentalmente
entre los datos directos de la experiencia y la idealidad geométrica de cuestionable, practicado sobre un yo-hombre natural, da por resul-
los valores límite. Ciertamente ... en Cl entre paréntesis tado que sólo mi mens pura, tal como ella es en sí y para sí, puede
valer como ego trascendental. Ahora bien, fue Locke el primero que
267. Desde así como hasta en general. ad. en Cl
vio aquí un amplio dominio de tareas concretas y puso manos a la
268. Desde aquí hasta el fin de esta parte, 2 hojas intercaladas en C y D obra. Si el conocimiento racional en general se lleva a cabo sólo en la
subjetividad cognoscente, entonces un esclarecimiento trascendental
269. En vez de no participa orig.: no tiene ninguna injerencia modif. en D
de la validez trascendente del conocimiento sólo puede tener lugar
124 AP:ÉNDICE CRtnCO SOBRE LAS VERSIONES 125

como un estudio sistemático de todos los niveles de vivencias, acti- 273. Desde Ahí se encontraba hasta vía desatinada. una hoja suplementaria
vidades y facultades cognoscitivas, tal como se ofrecen puramente en escritura corriente en Cl
en la "experiencia interna" y revelan en ella su génesis psíquica. El
274. Rótulo= ad. en Cl
hilo conductor inmediato para este estudio lo daban naturalmente los
conceptos fundamentales, surgidos ingenuamente, del mundo de la 275. Orig.: En esta actitud el mundo es para nosotros el todo de las realida-
experiencia y de su elaboración lógica. Sin embargo, Locke no supo des [real] que existe de modo comprensible de suyo, constantemente
mantener estas grandes ideas puramente y sobre todo no en el ni- ahí delante para todos nosotros como un universo de cosas singula-
vel de los principios en que se encontraba el planteamiento carte- res que están ahí delante, conocidas y desconocidas. Pre-dado en este
siano de la cuestión. Aquel "ego" cartesiano metódicamente redu- constante estar ahí delante incuestionable, es el campo... modif. en
cido -en cuanto existente aun cuando el mundo de la experiencia Cl
no existiera- es de nuevo en Locke el ego ordinario, el alma hu-
276. Orig.: ... para nosotros y a consecuencia de ello es temático de diver-
mana en el mundo. La cuestión trascendental del conocimiento se
sas maneras, estamos, también respecto del mundo mismo, en una ...
convierte en él, en tanto que se propone resolverla, en la cuestión
modif.1en Cl
psicológica: cómo el hombre viviente en el mundo alcanza y justifica
el conocimiento del mundo que existe extraanímícamente. Así, recae 277. En vez de conciente orig., como en Bl (comp. nota 152) que aparece
en el psicologismo trascendental, que en adelante se hereda a los si- modif. en Cl
glos. El contrasentido, al principio caracterizado exteriormente, con-
siste en que Locke emprende la investigación trascendental del co- 278. Desde en cuya hasta respectivo en Cl entre corchetes que luego están
nocimiento como investigación psicológica del conocimiento en sen- bo"ados
tido positivo natural. (De aquí en adelante sólo se conserva C; B, en 279. Orig.: ... que sólo subjetivamente es llevado [y por llevar] a validez y
cambio, en otra refundición -l.quizás de Heidegger?:) Locke confunde a evidencia fundamentada modif. en Cl
las cuestiones de derecho en la positividad (las de todas las ciencias
positivas) con las cuestiones de derecho trascendentales. Mientras 280. Desde Manifiestamente hasta en sí"). ad. en Cl
que en las naturales el mundo de la experiencia es la presuposición
jamás cuestionada, en las trascendentales es lo totalmente cuestio- 281. real ad. en Cl
nable. Nuestro siguiente tema es hacer aquí claridad. En conexión 282. Orig.: ... este sentido. El problema trascendental experimenta una
con ello tiene que hacerse comprensible la fuente última de la cual ampliación mediante la inclusión de los "mundos ideales", por ejem-
el psicologismo extrae constantemente su fuerza. De hecho, su in- plo los de los números puros o de las verdades teóricas, que ideal-
extirpabilidad histórica remite a una doble significación esencial de mente [ideell] están unidos en una ciencia como teoría. Tombién los
la subjetividad de conciencia pura, a la cual se refieren retrospectiva- números o las verdades puros tienen en nosotros su presentarse, su
mente por un lado todos los planteamientos de cuestiones puramente llegar a ser pensados e intelectivamente fundamentados, y por cierto
psicológicos y por otro lado los filosófico-trascendentales. Sólo con con la determinación del ser-en-sí y ser-para-sí (llamada validez ob-
el esclarecimiento radical de esta doble significación y de sus moti- jetiva [ob 1) frente a la contingencia de los sujetos que los piensan y
vos esenciales, así como del paralelismo, que con ella se presenta, de los conocen. lEs pensable aquí tach. en Cl
las doctrinas psicológica y trascendental de la conciencia, se vuelve el
283. Orig.: Esta variación deja desde luego intactos a los mundos pura-
psicologismo plenamente transparente y con ello a la vez se asegura la
mente ideales, a cuya esencia pertenece la invariación; pero se mues-
absoluta autonomía de una fenomenología trascendental. Vayamos a
tra que su referencia intencional no atafie sólo a nuestra subjetividad
la exposición.
fáctica, sino a toda subjetividad concebible de la misma índole racio-
271. Tras significativotach.: también dé satisfacción por ende a los grandes nal. Con la formulación eidética del problema se convierte también
Ja vía de solución en una vía eidética. Se precisa entonces de una in-
valores del empirismo inglés
vestigación de la conciencia dirigida a las generalidades de esencia.
272. En vez de del psicologismo orig.: de esta filosofía contrasentido modif. en D. ntulo en D
126 APÉNDICE CRfTICO SOBRE LAS VERSIONF.S 127

284. Ads. en D: ... de los sujetos de conciencia humanos, de sus "almas" 294. Om. en D: no estoy satisfecho con esto, quizá suprimir basta el fin
en... razón humana que del§
285. a través de la experiencia concordante y determinarse en la verdad 295. todo ad. en Cl
teórica ad. en D
296. Orig.: al que está ahí delante pura y simplemente y al que como tal se
286. Orig.: trascendentales. Está llamada, parece, a hacer comprensible recurre; antes, pues, de toda consideración teórica acerca de aque-
sistemática, concretamente y hasta lo último el sentido de ser de un lla relatividad de conciencia de que hemos hablado. De acuerdo con
mundo posible en general. Por otro lado ... tach. en Cl ello ... tach. en Cl
281. Desde "ciencia positiva", orig.: una ciencia en la actitud natural (tras- 291. En vez de deben someterse [trascendentalmente] a una epojé orig.:
cendentalmente ingenua). El psicólogo no abandona esta actitud son [trascendentalmente] cuestionables modif. tach. en Cl
cuando practica su reducción fenomenológico-psicológica. Lo que él
298. Orig.: ... sentido. Como se comprobó, esto pertenece, para el psi-
quiere explorar es el mundo pura y simplemente ahí delante, pre-
cólogo, al mundo presupuesto por él en ingenuidad trascendental.
dado para él así como para la vida natural y todas las ciencias posi-
Sería ... tach. en Cl
tivas, sólo que con una preferencia temática por las almas y las co-
munidades de almas que en él se presentan. Para tos fines de una 299. Orig.: ... psicología. Si no pudiera efectuarse aquí una diferenciación,
psicología interna pura esta preferencia se vuelve una preferencia ex- entonces ello querría decir que el mismo planteamiento trascenden-
clusivamente "fenomenológica". La reducción fenomenológica sirve tal de la cuestión carecería de un sentido legítimo. Pero ahora, lcómo
solamente para alcanzar lo psíquico de todo hombre (o animal) singu- van a diferenciarse realmente? tach. en Cl; título añadido en Cl
lar y de toda comunidad de hombres en su pura esencialidad propia.
El prescindir metódicamente de los cuerpos [Leib] orgánicos y de las 300. Desde trascendentalmente orig.: trascendentalmente, en cuanto los
sujetos trascendentalmente constituyentes de una vida trascenden-
demás cosas físicas del mundo no altera en nada el hecho de que los
datos puramente psíquicos conservan el sentido de ser de fragmen- tal? Esta duplicidad no tiene el significado de una substrucción teóri-
ca, sino que se origina y aclara mediante una exposición evidente de
tos reates [real] integrantes "del" mundo, del que para el psicólogo
está pura y simplemente ahí delante. Los planteamientos trascenden- la subjetividad trascendental como pareja de la su?jetividad aními~.
Esta misma, la subjetividad concretamente concebida ... en Cl modif.
tales de las cuestiones se hallan muy alejados de la esfera de inte-
reses del psicólogo. En ello no altera tampoco nada esencial el que y tach.
adopte la actitud metódica de la investigación eidéticamente feno- 301. psíquica ad. en D
menológica. Los datos psíquicos reducidos a pureza fenomenológica
se vuelven meros ejemplos de datos fenomenológicos posibles en ge- 302.... encontramos como fragmentos integrantes del [mundo objetivo
neral -datos de un mundo real [real] posible en general, pensado que] está ahí delante... ads. en Cl
en cuanto ahí delante para una subjetividad posible en general. El 303. por medio de ciertas apercepciones ad. en Cl
psicólogo ... en Cl modif. y tach.
304.... en el mundo [... ] objetivamente [ob] existentes corporalmente
288. (sujetos-yo) ad. en D tach. en Cl
289. En vez de natural mundano orig.: psicológico modif. en D 305. Orig.: ... para "nosotros" algo que aparece objetivamente [ob ]... mo-
dif. en Cl
290. Om. en D: imejorar!
306. aperceptivamente ... (apercibido)... (que apercibe) ads. en Cl
291. Tras es complemento en D: producir
307. en el mismo sentido ad. en D
292. Orig.: ... para la cual tal mundo estuviera en ella ahí delante... modif.
enD 308. Orig.: ... mismo sentido. El saber acerca de esta subjetividad tras-
cendental presupone una experiencia trascendental que dé acceso di-
293. Desde en lo general hasta para él. ad. en D recto a ella. Así como ... modif. en Cl
128 APÉNDICE CRÍTICO
SOBRE LAS VERSIONF.S 129

interna, la de la realidad mundana, y, en ella, está en validez de ser


309. Desde "puesta entre paréntesis" universal, orig.: ... así se translada
como algo psicológico. Para el. .. tach. en Cl
en particular a las almas puras y a la psicología puramente fenome-
nológica referida a ellas. De este modo se convierten éstas en fenó- 314. que nunca falta en la actitud natural ad. en Cl
menos trascendentales, así como todo lo real [real] mundano en ge-
neral. Como tales, están inseparablemente unidas con la vida de con- 315. de la actitud natural ad. en C-D
ciencia que hay que descubrir reflexivamente, en la cual surge sub-
316. Orig.: ... que la reducción psicológica a lo puramente anímico tach.
jetivamente su ser y su validez de mundanidades. Gracias a la ha-
enC-D
bitualidad firmemente fundada de la epojé trascendental, cada paso
de ese descubrimiento le ofrece exclusivamente algo trascendental- 317. Orig.: ... ésta ( en comparación podrfamos hablar aquí de un acertijo
mente puro, a saber, siempre solamente algo subjetivo que está libre gráfico trascendental), se hace... tach. en CI
de la ingenuidad de la validez de ser como "trascendente" o como
algo mundano que está ahí delante. Este aprehender experimentante 318. Orig.: ... veladamente. De hecho, todas las comprobaciones pura-
de los fenómenos trascendentalmente puros-idealmente [ideell] ha- mente psicológicas (por ejemplo, en la medida en que son puras, las
blando, de la totalidad de la subjetividad trascendental-, se lleva, de la lógica y la ética psicologizantes acerca de la conciencia cognos-
pues, a cabo exactamente igual que el de la experiencia fenomeno- cente y ética) tienen mucho que ver con la filosofía trascendental.
lógico-psicológica o de la subjetividad psicológica, gracias a la epojé En ellas está implícita una verdad trascendental, que, empero, sólo
que para ella se requiere, y luego da por resultado también los mis- puede resaltar con el genuino sentido de Jo trascendental mediante
mos contenidos y nexos de contenidos -pero con una diferencia que la reducción fenomenológica y la doble significación de la conciencia
cambia universal y totalmente el sentido. Pues mientras el psicólogo que queda desde Juego desatada. En tanto que la filosofía trascenden-
se halla sobre el suelo del mundo que para él ingenuamente está siem- tal y la psicología carezcan de la claridad de principio de su sentido
pre ahí delante directamente y que como tal se mantiene en intacta peculiar y de sus exigencias metódicas, el psicologismo es invencible.
validez de ser, y apercibe todo lo puramente subjetivo como algo que Todo depende aquí del conocimiento de la reducción trascendental
está ahí delante en el mundo, el fenomenólogo trascendental somete como el método de acceso a todo lo trascendental y de la reducción
precisamente esto subjetivo a una nueva epojé y se remonta mediante psicológico-fenomenológica como método de acceso a todo lo pura-
ella a la subjetividad objetivante [ob] pero no objetivada [ob]. Mis vi- mente anímico; o lo que es equivalente, todo depende de precisar
vencias puras... modif. y tach. en Cl y distinguir por principio la esencia metódica de la "experiencia in-
terna" trascendental y psicológica. Mediante... tach. en CJ
310. Orig.: .•. mundo en su estar ahf delante y en particular ... tach. en Cl
319. Orig.: ... trascendental. No se habla, pues, de una psicología fenome-
311. En vez de se conserva con ello plenamente orig.: no se pierde por ello nológica y de su vuelta trascendental mediante la reducción trascen-
modif. en CI dental que posteriormente interviene. De hecho ... tach. en Cl
312. psicológicamente una y otra vez ad. en CJ 320. fenomenológica ad. en D
313. Orig.: ... tomada en cuenta. Una dificultad desconcertante consiste 321. Orig.: ... existfa; se originó por vez primera posteriormente, a par-
aquí en que también el psicólogo, al practicar reflexivamente la ex- tir de la fenomenología trascendental mediante el mudamiento de la
periencia interna, encuentra la conciencia que constnuye la munda- actitud, como "paralela". En cuanto a lo ... tach. en Cl
nidad, pero, en cuanto psicólogo, siempre como algo anímico, como
algo perteneciente al mundo. En efecto, en la actitud de la epojé tras- 322. Orig.: ... pura, éste se vuelve fácilmente intelectivo. Por comprensi-
cendental se aclara que en cada paso de una reflexión psicológica de bles razones esenciales vivió la humanidad y vive cada hombre singu-
la conciencia se pone en Juego una obra de conciencia que por esen- lar ante todo exclusivamente en la positividad natural. La actitud ...
cia pertenece a la actitud natural, precisamente la de la apercepción tach. en CI; comp. B 276,33ss.
mundanamente objetivante [ob]. Todo nuevo dato de conciencia que
se presenta ante la mirada es apercibido de inmediato en la forma de 323. Orig.: ... trascendental, la de la reducción trascendental, significa ...
sentido general de todos los datos de la experiencia psicológicamente tachen CJ
130 APÉNDICE CRÍTICO SOBRE LOS ANEXOS 131

324. Orig.: ... comprensible en cuanto a su posibilidad y su realidad. Algo de Heidegger en B. Tiene la paginación original la-Id; sólo el ejemplar en C2
semejante ... tach. en Cl; comp. B 276,37ss. está corregido.
El anexo XXX (pp. · 519--526) da la parte conclusiva de la tercera versión
325. Orig.: ... trascendental a partir de la ... modif en Cl
del artículo de la Encyclopredia Britannica, contenida en C3 (comp. la nota
326. En vez de de la "experiencia interna" orig.: del descubrimiento inten- en ese lugar), y más precisamente las hojas con paginación original 31-43 del
cional modif en Cl legajo M IIJ JO IIJ 5, que no fueron acogidas en la cuarta versión.
327. Orig.: ... posibilitado la psicología genuina ... modif en D
Notas•
328. Orig., parecido a la conclusión de B: ... natural. El psicólogo no in-
teresado en lo trascendental e igualmente el psicologista ciego para 336. Orig.: de esta primera filosofía mj. a lápiz
su sentido genuino, puede, siguiendo la interpretación psicológica de
las expresiones subjetivas homónimas, leer la fenomenología trascen- 337. Orig.: Se funda en la ... mj. a lápiz
dental como psicología pura. Trabajando en este nivel positivo, crea
338. Tras sólo que tach.: acaso
él nuevos conocimientos, que con todo, sin que él lo sepa, redundan
en provecho de una genuina fenomenología trascendental. Thmbién 339. Orig.: En el interés de la filosofía pero también en el interés de una
esta paradoja consistente en que un extravío de principio, puesto en psicología como ciencia positiva... complemento a lápiz
marcha de modo consecuente, como el del psicologismo trascenden-
340. Orig.: ... bajo el título de fenomenología psicológica [puede servir
tal, de modo consecuente alcanza implícitamente la verdad pese a
que de modo consecuente la yerra, se resuelve entonces con la inter- como un] nivel preparatorio ...
pretación genuina del sentido de la revolución "copernicana" de la 341. El último párrafo es un anexo estenográfico
filosofía trascendental, en la que se precisa como reducción fenome-
nológica. tach. en Cl. Puesto que ahora D se desvía de C más conside- 342. Antes de Pongámonos un corchete a lápiz que no se cierra
rablemente, imprimimos el último como anexo XXX y damos aquí en lo 343. En la versión paralela C2 (M III JO IJI 4), complemento: ... conciente
que sigue sólo las variantes en D e intelectivamente una genuina vida de la humanidad, una vida hacia
329. en el sentido que acabamos de ensanchar ad. en D aquella idea.

330. Om. en D.: tal vez suprimir de aquí al final o tal vez a partir del si- 344. Tras desplegada complemento en C2: determinadamente
guiente§
331. Título del§ 16, ad. en D, que ahora con-e de nuevo paralelo a C ·
332. relativismo y absolutismo ad. en D
333. Desde El relativismo hasta subjetividad trascendental. ad. en Cl-D
334. intencional ad. en Cl-D
335. Desde Lo mismo habría hasta absurdas. paréntesis con lápiz azul bo-
rrados

SOBRE LOS ANEXOS

El anexo XXIX (pp. 517-519) da la introducción a la tercera versión (C) del


artículo de la Encyclopredia Britannica (comp. la nota a este texto), que se
encuentra en tres copias escritas a máquina por Landgrebe (legajo M III 1O • Omito en lo que sigue dos notas que se refieren a mejoras gramaticales hechas
III 4, 5, 6). Pudo tratarse aquí de una versión modificada de la inlroducción por el editor y que no se reflejan en la traducción.
FENOMENOLOGÍA

VERSIÓN DE CHRISTOPHER V. SALMON

(El original en inglés de esta versión fue publicado por The


Encyclopredia Britannica, 14a. ed., Vol. 17, Londres, 1929, pp.
699-702. La presente traducción se publicó anteriormente en
Contrafuerte, Revista Estudiantil de la Facultad de Filosoffa y
Letras, UNAM, núm. 3, diciembre 1984, pp. 2-10.)
FENOMENOLOGÍA denota un nuevo método filosófico descriptivo
gue, desde los últimos años del siglo _pasado, ha fundado (1) una dis-
ciplina psicológica a priori, capaz de suministrar la única base segura
sobre la cual pueda construirse una sólida psicología empírica, y (2)
una filosofía universal, que puede proporcionar un organum para la
revisión metódica de todas las ciencias.

l. PSICOLOGÍA FENOMENOLÓGICA
La psicología actual, como ciencia de lo "psíquico" en su conexión
concreta con la realidad espacio-temporal, toma como su materia
todo aquello que en el mundo está presente como "ego-ístico", esto
es, "viviente", perceptivo, pensante, volitivo, etc., actual, potencial y
habitual. Y en tanto que lo psíquico se conoce como cierto estrato de
existencia, propio de los hombres y los animales, la psicología puede
ser considerada como una rama de la antropología y de la zoolo-
gía. Pero la naturaleza animal es una parte de la realidad física y la
ciencia que se ocupa de la realidad física es la ciencia natural. lEs,
pues, posible separar de un modo suficientemente nítido lo psíquico
de lo físico para establecer una psicología pura paralela a la ciencia
natural? Que una investigación puramente psicológica puede reali-
zarse dentro de ciertos límites, lo muestra el compromiso que nos
imponen nuestras concepciones fundamentales sobre lo psíquico y
la mayor parte de nuestras concepciones sobre lo psicofísico.
Pero antes de decidir la cuestión de una psicología ilimitada, te-
nemos que estar seguros de las características de la experiencia psi-
cológica y de los datos psíquicos que proporciona. Acudimos na-
turalmente a nuestras experiencias inmediatas. Pero no podemos
descubrir lo psíquico en ninguna experiencia, excepto mediante una
136 FENOMENOLOOÍA PSICOLOOÍA. FENOMENOLÓGICA 137

"reflexión" o perversión de la actitud ordinaria. Estamos acostum- tarían de nuevo, aunque con un carácter modificado respecto del
brados a concentrarnos en las cosas, los pensamientos y los valores que tenían en la percepción, para corresponder a sus nuevos mo-
del ?1omento, y no en. el "acto de experiencia" psíquico en el cual dos. Lo mismo puede decirse sobre cualquier clase de experiencia
aquellos son aprehendidos. Este "acto" se revela mediante una "re- psíquica. Tumpoco el juzgar, el valorar, el procurar, son experien-
~exi~n", y es posible practicar una reflexión sobre cualquier expe- cias vacías de tener en la conciencia juicios, valores, metas y medios,
nencia. En lugar de las cosas mismas, los valores, metas, acciones, sino que son igualmente experiencias configuradas en una corriente
etc., observamos las experiencias subjetivas en que "aparecen". Es- intencional, cada una de acuerdo con su propio tipo invariable.
tas "apariciones" son fenómenos, cuya naturaleza es ser una "con- La tarea general de la psicología fenomenológica es el examen
ciencia-d_e" su ~?jeto~ s~a é~~e real o irreal. El lenguaje común capta sistemático de los tipos y formas de la experiencia intencional y la
este se~tI?o d,e r~latividad , ~mo cuando se dice 'estaba pensando reducción de sus estructuras a las intenciones primordiales, adqui-
en algo , tema miedo de algo , etc. La psicología fenomenológica riendo así el conocimiento de la naturaleza de lo psíquico y com-
toma su nombre de los "fenómenos", de cuyo aspecto psicológico prendiendo el ser del espíritu.
se ocupa; y se ha extraído de la escolástica la palabra "intencio- La validez de estas investigaciones se extenderá obviamente más
nal" para denotar el esencial carácter de "referencia" que poseen allá de la particularidad de la propia alma del psicólogo. Pues la vida
los fenómenos. 1bda conciencia es "intencional". psíquica puede sernos revelada no sólo en la auto-conciencia, sino
En la conciencia irreflexiva estamos "dirigidos" hacia los obje- igualmente en nuestra conciencia de otros yoes. Esta última fuente
tos: l?s "intencionamos". Y la reflexión revela que éste es un pro- de experiencia nos ofrece más que una repetición de lo que encon-
ceso mma?ente característico de toda experiencia, aunque infinita- tramos en nuestra auto-conciencia, pues establece las diferencias
me~te vanado en cuanto a su forma. Ser conciente de algo no es un que experimentamos entre lo "propio" y lo "ajeno" y nos pone ante
vacio tener ese algo en la conciencia. Cada fenómeno tiene su es- las características de la ''vida social". Y en consecuencia, el revelar
t~uctura "intencional" propia, que en el análisis se muestra como un las intenciones en que consiste la "vida social" se convierte en una
sistema constantemente ampliado de componentes individualmente tarea adicional de la psicología.
intencional~s e intencionalmente relacionaJos. La percepción de un
cu~o, por eJemplo, revela una intención múltiple y sintetizada: una Las reducciones fenomenológico-psicológica y eidética
vanedad continua en la "aparición" del cubo, conforme a las dife-
rencias de ~os pun~os de ~sta desde los cuales es observado y las La psicología fenomenológica debe examinar la experiencia que tie-
c?rrespondientes diferencias de "perspectiva", junto con la diferen- ne el yo de sí mismo y su experiencia derivativa de otros yoes y de
cia entre el "lado de adelante" realmente visto en el momento y el la sociedad, pero aún no está claro si, al hacerlo, puede estar libre
"lado de atrás" que no es visto y que permanece por lo tanto rela- de toda mezcla psicofísica. lEs realmente posible alcanzar una auto-
tivamente "ind~terminado", y que sin embargo ~stá igualme~te su- experiencia pura y da tos puramente psíquicos? Aun después del des-
p~esto como existente. La observación de esta "corriente" de "apari- cubrimiento de Brentano de la intencionalidad como el carácter fun-
~iones-aspectos" y de la forma de su síntesis, muestra que toda fase e damental de lo psíquico, esta dificultad ha cegado a los psicólogos
mtervalo son ya en sí mismos una "conciencia-de" algo, de tal modo ante las posibilidades de la psicología fenomenológica. El psicólogo
empero, que la conciencia total, con el constante ingreso de nueva~ encuentra que su auto-conciencia está mezclada en todas partes con
fases, no ~re~ en ningún momento de unidad sintética y es, de he- la experiencia "externa" y con realidades no-psíquicas. Pues lo que
cho, concienci~ ~e uno y el mismo objeto. Para que un objeto físico es experimentado como externo no pertenece a lo "interno" inten-
pueda ser percibido como estando ahí, la estructura intencional del cional, aunque nuestra experiencia de aquello forma parte de esto
curs~ de la ~ercepció~ de?e conformarse con un cierto tipo. y si como experiencia de lo externo. El fenomenólogo, que únicamente
el mismo obJeto fuera_mtmdo en otros modos, si fuera imaginado 0 reparará en fenómenos y conocerá puramente su propia "vida", debe
recordado o reproducido, todas sus formas intencionales se presen- practicar una hrox,j. Debe inhibir toda "posición" objetiva ordinaria
138 FENOMENOLOGÍA
PSICOLOGÍA FENOMENOLÓGICA 139
y no adherirse a ningún juicio relativo al mundo objetivo. La expe- para constituir un "alma". Pues ese "ego-sujeto" no puede separarse
riencia misma seguirá siendo la que era: una experiencia de esta de la vida individual, y persiste como un ego idéntico o "polo" de
casa, de este cuerpo, de este mundo en general, según su modalidad las intenciones particulares y los "hábitos" que surgen de ellas. Así
particular. Pues no es posible describir ninguna experiencia inten- pues, lo "intersubjetivo", fenomenológicamente reducido y concre-
cional, aunque sea "ilusoria", un juicio contradictorio o algo seme- tamente aprehendido, se manifiesta como una "sociedad" de "per-
jante, sin describir lo que en la experiencia es, como tal, el objeto de sonas" que comparten una vida conciente.
la conciencia. La psicología fenomenológica puede ser depurada de todo ele-
Nuestra comprehensiva broxri pone, como nosotros decimos, el mento empírico y psicofísico; pero, una vez depurada de esa manera,
mundo entre paréntesis; excluye del campo del sujeto al mundo que no puede hacerse cargo de "hechos" [matters of fact]. Todo campo
está simplemente ahí y presenta en su lugar al mundo de-tal-y-cual- cerrado puede ser considerado con respecto a su "esencia", su ct8oi;,
modo-experimentado-percibido-recordado-juzgado-pensado-valo- y podemos hacer caso omiso del lado factual de nuestros fenómenos
rado-etc., como tal, al mundo "entre paréntesis". No aparece el mun- y usarlos meramente como "ejemplos". Ignoraremos las almas y so-
do ni parte alguna de él, sino el "sentido" del mundo. Para llevar a ciedades individuales, para atender a sus formas a priori, a sus formas
cabo la experiencia fenomenológica debemos retroceder desde los "posibles". Nuestras tesis serán "ltóricas", y observarán lo invaria-
objetos puestos en la actitud natural a los múltiples modos de su ble a través de la variación, revelando un ámbito típico de a priori. No
"aparición", a los objetos "entre paréntesis". habrá ninguna existencia psíquica cuyo "estilo" no conozcamos. La
La reducción fenomenológica a los fenómenos, a lo puramente fenomenología psicológica debe apoyarse sobre la fenomenología
psíquico, tiene lugar en dos pasos: (1) broxri sistemática y radical de eidética.
toda "posición" objetivante en una experiencia, practicada tanto so- La fenomenología de la percepción de cuerpos, por ejemplo, no
bre la consideración de objetos particulares como sobre la entera ac- será una descripción de percepciones que realmente ocurren, o que
titud de la mente, y (2) reconocimiento, comprensión y descripción pueda esperarse que ocurran, sino de esa "estructura" invariable
cuidadosos de las múltiples "apariciones" de lo que ya no son obje- fuera de la cual ninguna percepción de un cuerpo, simple o pro-
tos, sino "unidades" de "sentido". De tal suerte que la descripción longada, puede concebirse. La reducción fenomenológica revela los
fenomenológica contendrá dos partes: la descripción de lo "noético" fenómenos de la experiencia interna actual; la reducción eidética,
(vóEw) o el "experimentar" y la descripción de lo "noemático" las formas esenciales que constriñen la existencia psíquica.
(vóT}µo:) o lo "experimentado". La experiencia fenomenológica es la Los hombres exigen ahora que la psicología empírica se ajuste a
única experiencia que puede propiamente ser llamada "interna" y su la exactitud que requiere la ciencia natural moderna. La ciencia na-
práctica no tiene ningún limite. Y puesto que un similar "poner entre tural, que fue una vez una ciencia vaga, empírica inductiva, debe su
paréntesis" lo objetivo, y una descripción de lo que entonces "apa- carácter moderno al sistema a priori de formas -la naturaleza en
rece" ("nóema" en "nóesis"), pueden efectuarse sobre la ''vida" de tanto que es "concebible"-, que han aportado sus diferentes disci-
otro yo que nosotros mismos nos representamos, el método "reduc- plinas, la geometría pura, las leyes del movimiento, del tiempo, etc.
tivo" puede extenderse de nuestra propia auto-experiencia a nuestra Los métodos de la ciencia natural y los de la psicología son muy dis-
experiencia de otros yoes. Y, aún más, esa sociedad que experimen- tintos, pero esta última, como aquélla, sólo puede alcanzar la "exac-
tamos en una conciencia común, puede ser reducida no sólo a los titud" mediante una racionalización de lo "esencial".
campos intencionales de la conciencia individual, sino también, me- Lo psicofísico tiene un a priori que debe ser conocido por cual-
diante una reducción intersubjetiva, a lo que une a aquéllos, a saber, quier psicología completa; este a priori no es fenomenológico, pues
la unidad fenomenológica de la vida social. Así ampliado, el con- depende en no menor medida de la esencia de la naturaleza física o,
cepto psicológico de experiencia interna alcanza su plena extensión. más particularmente, orgánica.
Pero se requiere más que la unidad de una múltiple "vida inten-
cional", con su inseparable complemento de "unidades-de-sentido",
140 FENOMENOLOOÍA
FENOMENOLOOÍA TRASCENDENTAL 141
11. FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL
sita sólo un re-empleo, de un modo más riguroso, de su mecanismo
Puede decirse que la filosofía trascendental tuvo su origen en Des- formal de reducción y análisis, para descubrir los fenómenos tras-
cartes y la psicología fenomenológica en Locke, Berkeley y Hume, cendentales.
aunque esta última no surgió primariamente como un método o una Pero no hay duda de que la fenomenología trascendental podría
disciplina al servicio de la psicología, sino como una contribución ser desarrollada independientemente de toda psicología. El descu-
a la solución de la problemática trascendental que Descartes había brimiento de la doble relatividad de la conciencia sugiere la práctica
planteado. El tema propuesto en las Meditaciones dominaba aún en de ambas reducciones. La reducción psicológica no llega más allá
una filosofía que él había iniciado. Toda realidad, así rezaba, y la de lo psíquico en las realidades animales, pues la psicología está su-
totalidad del mundo que percibimos como existente, puede decirse jeta a la existencia real, e incluso su eidética se halla confinada a las
que existe sólo como el contenido de nuestras propias representa- posibilidades de mundos reales. Pero el problema trascendental in-
ciones, como lo juzgado en nuestros juicios, o, cuando mucho, como cluirá el mundo entero y todas sus ciencias; supone "dudar" de la
lo comprobado por nuestro propio conocimiento. Aquí hay impulso totalidad. El mundo "se origina" en nosotros, como Descartes hizo
suficiente para suscitar todos losilegítimos e ilegítimos problemas de reconocer a los hombres, y dentro de nosotros adquiere su habitual
la trascendencia que conocemos. La "duda" de Descartes reveló por valimiento. La significación general del mundo, y el sentido preciso
vez primera la "subjetividad trascendental", y su "ego cogito" fue su de sus particularidades, es algo de lo cual somos concientes dentro
primera instrumentación conceptual. Pero la "mens" trascendental de nuestra vida perceptiva, representativa, pensante, valorativa, y es
cartesiana se convirtió en la "mente humana", a cuya exploración se en consecuencia algo "constituido" en cierta génesis subjetiva.
aplicó Locke; y la exploración de Locke se convirtió en una psico- El mundo y lo que le pertenece, "en y por sí mismo", existe tal
logía de la experiencia interna. Y puesto que Locke pensó que su como existe ocurra o no que yo, o nosotros, seamos concientes de él.
psicología podía abarcar los problemas trascendentales, en cuyo in- Pero una vez que se admite que este mundo general hace su "apa-
terés había comenzado su obra, se convirtió en el fundador de una rición" en la conciencia como "el" mundo, está desde entonces re-
falsa filosofía psicologista que ha persistido porque los hombres no lacionado con lo subjetivo, y toda su existencia y la forma de ésta
han analizado su concepto de "subjetivo" en su doble significación. asumen una nueva dimensión, volviéndose "incompletamente inteli-
Una vez que el problema trascendental se plantea correctamente, gibles", "cuestionables". Aquí, pues, está el problema trascendental;
la ambigüedad del sentido de lo "subjetivo" se vuelve patente y se este "hacer su aparición", este "ser para nosotros" del mundo, el cual
establece la psicología fenomenológica para tratar con uno de sus sólo puede adquirir su significación "subjetivamente", len qué con-
significados y la fenomenología trascendental para tratar con el otro. siste? Podemos llamar "interno" al mundo porque está relacionado
En este artículo se ha dado prioridad a la psicología fenomeno- con la conciencia, pero lcómo puede este muy "general" mundo,
lógica, en parte porque constituye un punto de partida conveniente cuyo ser "inmanente" resulta tan misterioso como la conciencia en
para la filosofía y en parte porque está más cerca de la actitud común la cual "existe", arreglárselas para aparecer ante nosotros en una
variedad de aspectos "particulares", la experiencia de los cuales nos
que la actitud trascendental. La psicología, tanto en su disciplina
asegura que son los aspectos de un mundo independiente y existente
eidética como en su disciplina empírica, es una ciencia "positiva",
en sí mismo? El problema concierne también a todo mundo "ideal",
que se lleva a cabo en la "actitud natural" con el mundo ante ella
al mundo del número puro, por ejemplo, y al mundo de las ''verdades
como terreno de todos sus temas, mientras que la experiencia tras-
en sí". Y ninguna existencia o forma de existencia es menos plena-
cendental es difícil de efectuar porque es "suprema" y enteramente
mente inteligible que nosotros mismos. Cada uno por sí mismo, y, en
"despegada del mundo". A la psicología fenomenológica, aunque
sociedad, nosotros, en cuya conciencia el mundo es válido, pertene-
comparativamente nueva, y totalmente nueva en la medida en que
cemos, siendo hombres, al mundo. lDebemos, por ende, referirnos
utiliza el análisis intencional, se puede tener acceso por la vía de
nosotros mismos a nosotros mismos para conquistar un sentido mun-
cualquiera de las ciencias positivas; y una vez alcanzada, se nece-
dano, un ser mundano? lHabremos de llamarnos, psicológicamente,
142 FENOMENOLOGÍA FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL 143

hombres, sujetos de una vida psíquica, y a la vez sin embargo seremos de nuestro mundo, sino, por necesidad eidética, la cualidad de todo
trascendentales respecto de nosotros mismos y del mundo entero, mundo concebible. Podemos, en una libre fantasía, variar nuestro
como sujetos de una vida trascendental constituyente-del-mundo? mundo actual y trasmutarlo en cualquier otro que podamos imagi-
La subjetividad psíquica, el "yo" y el "nosotros" de la cotidianidad, nar, pero estamos obligados a variarnos a nosotros también con el
puede experimentarse como es en sí misma bajo la reducción psi- mundo, y a nosotros no podemos variarnos más que dentro de los
cológico-fenomenológica, y, tratada eidéticamente, puede instaurar límites que nos prescribe la naturaleza de la subjetividad. C~mbie-
una psicología fenomenológica. Pero la subjetividad trascendental, mos los mundos que cambiemos, cada uno de ellos debe ser siempre
que por carencia de lenguaje sólo podemos llamar, de nuevo, "yo un mundo que podamos experimentar, comprobar bajo la evidencia
mismo", "nosotros mismos", no puede ser hallada bajo la actitud de de nuestras teorías y habitar con nuestra práctica. El problema tras-
la ciencia psicológica o natural, pues no es en absoluto parte alguna cendental es eidético. Mis experiencias psicológicas, mis percepcio-
del mundo objetivo, sino que es esa misma vida conciente subjetiva nes, imaginaciones y similares, siguen siendo las que eran en ~orma
donde el mundo y todo su contenido se hace para "nosotros", para y contenido, pero ahora las veo como "estructuras", pues _Pºr ~m me
"mi". Nosotros que somos, en verdad, hombres, espiritual y corpo- encuentro cara a cara con la última estructura de la conc1enc1a.
ralmente, existentes en el mundo, somos, por tanto, "apariciones" Es obvio que, como cualquier otro problema inteligible, el pro-
dentro de nosotros mismos, fragmentos de lo que "nosotros" hemos blema trascendental obtiene los medios de su solución de un estrato
constituido, trozos de la significación que "nosotros" hemos cons- de existencia que él presupone y que coloca más allá del alcance de
truido. El ''yo" y el "nosotros" que aprehendemos, presuponen un su investigación. Este campo no es otro que lanuda subjetividad de
escondido "yo" y "nosotros" ante quienes aquéllos están "presen- la conciencia en general, mientras que el campo de su investigación
tes". sigue siendo nada menos que toda esfera que pueda ll~marse "~b-
La experiencia trascendental nos da a...ceso directo a esta subjeti- jetiva", la cual, considerada en su totalidad y en su ra1z, es la vida
vidad trascendental. Así como fue purificada la experiencia psíquica, conciente. Nadie, pues, puede proponerse legítimamente resolver el
así lo es la trascendental: mediante una reducción. La reducción problema trascendental mediante la psicología, sea empírica o feno-
trascendental puede considerarse como una cierta purificación ulte- menológico-eidética, sin petitio principii, pues la "subjetividad" y la
rior del interés psicológico. La "duda" universal es llevada un paso "conciencia" de la psicología no son esa subjetividad y esa concien-
más adelante. A partir de ahora, el "poner entre paréntesis" incluirá cia que nuestra filosofía ha de investigar. La reducción trascenden-
ya no sólo al mundo, sino también a sus "almas". El psicólogo reduce tal ha reemplazado a la reducción psicológica. En lugar del "yo" y el
el mundo ordinariamente válido a una subjetividad de "almas" que "nosotros" psicológicos, el ''yo" y el "nosotros" trascendentales son
forman parte del mundo que habitan. El fenomenólogo trascenden- comprendidos en la concreción de la conciencia trascendental. Pero
tal reduce lo ya purificado psicológicamente a esa subjetividad más aunque el ''yo" trascendental no es mi ''yo" psicológico, no debe ser
general, la subjetividad trascendental, que construye el mundo y sus considerado como si fuera un segundo "yo", pues no está separado
"espíritus" y los valida. de mi "yo" psicológico en el sentido convencional de separación, así
Ya no inspecciono mis experiencias de percepción, mis experien- como tampoco está unido a él en el sentido convencional de estar
cias de imaginación, los datos psicológicos que revela mi experien- unido.
cia psicológica: aprendo a inspeccionar la experiencia trascenden- La experiencia trascendental de sí mismo puede en cualquier mo-
tal. Ya no estoy interesado en mi propia existencia. Estoy interesado mento, meramente mediante un cambio de actitud, retornar a la ex-
en la vida intencional pura, en la cual han ocurrido mis experien- periencia psicológica de sf mismo. Pasando, de tal modo, de una
cias psíquicamente reales. Este paso eleva el problema trascenden- actitud a la otra, advertimos cierta "identidad" respecto del ego.
tal (lo trascendental definido como la cualidad de aquello que es Lo que vi bajo la reflexión psicológica como "mi" objetivación, lo
conciencia) a su auténtico nivel. Tonemos que reconocer que la re- veo bajo la reflexión trascendental como auto-objctivante, o, como
latividad respecto de la conciencia no es sólo una cualidad actual también podemos decir, como objetivado por el "yo" trascendental.
FENOMENOLOOfA TRASCENDENTAL
144 FENOMENOLOGÍA 145
l~I, puede ser considerada en función de la construcción de una cien-
Únicamente tenemos que reconocer que lo que hace que las esfe-
ras de experiencia psicológica y trascendental sean paralelas es una cia ~~ hechos universal, en la que todo departamento, incluyendo el
"identidad" en su significación, y que lo que las diferencia es mera- P?~~t1vo, estará asentado sobre su a priori. Así, nuestra última di-
mente un cambio de actitud, para darnos cuenta de que las fenome- v1s1?n ~e,l~ fenomenología completa es como sigue: la fenomcno-
nologías psicológica y trascendental han de ser también paralelas. logia e1_det1c~, o la ontologí~ un!versal, como filosofía primera; y,
Bajo la más severa hroxrj, la subjetividad psicológica se transforma como fllosofia segunda, la c1enc1a de la intersubjetividad trascen-
en la subjetividad trascendental y la intersubjetividad psicológica en dental o del universo de los hechos.
la intersubjetividad trascendental. Esta última es la que constituye la . De ~ste modo, la antigua concepción de la filosofía como la cien-
base última, concreta, de laque todo lo que trasciende la conciencia, cia ~mversal, !ª
filosofía en el sentido platónico, la filosofía en el
incluyendo todo lo que es real en el mundo, obtiene el sentido de su sentido cartesiano, la cual habría de abrazar a todo conocimiento
existencia. Pues toda existencia objetiva es esencialmente "relativa" res~lta una vez más legítimamente restituida. Todos los problema~
y debe su naturaleza a una unidad de intención que, establecida con- racionales y todos los problemas que por una u otra razón han lle-
forme a leyes trascendentales, produce la conciencia con su hábito gado a ser conocidos como "filosóficos", tienen su lugar dentro de
de creencia y su convicción. la fenomenología Yencuentran en la fuente última de la experiencia
t~ascendental o e~, la intuición eidética su forma propia y los me-
Fenomenología, la ciencia universal dios para su soluc1on. La fenomenología misma toma conocimiento
des~ función propia como "vivir" humano trascendental a partir de
Así, en la medida en que la fenomenología se desarrolla, la prefigu- una m~egra relación con el "yo". Puede intuir las normas absolutas
ración leibniziana de una ontología universal, la unificación de todas de la vida Y c~nocer la estructura teleológica original de la vida. La
las ciencias a priori concebibles, se ve perfecc10nada y realizada so- feno~eno!ogia es nada menos que la cabal ocupación del hombre
bre la nueva base no dogmática del método fenomenológico. Pues la consigo mismo al servicio de la razón universal. Al revelar las nor-
fenomenología, en cuanto ciencia de todos los fenómenos concretos ~a~ ?e la vida, libera de hecho una corriente de conciencia nueva
propios de la subjetividad y la intersubjetividad, es eo ipso una cien- dmg1d~ a la idea infinita de una humanidad integral, la humanidad
cia a priori de toda posible existencia y existencias. La fenomenología en reahdad y verdad.
tiene un alcance universal, porque no hay ningún a priori que no de-
penda de su constitución intencional y no obtenga de ella su poder Los ~rob.lemas metaf'lsicos, teleológicos, éticos, y los problemas
para engendrar hábitos en la conciencia que lo conoce, de manera de la h1s~or~a. de la filosofía, el problema del juicio, todos los pro-
que el establecimiento de cualquier a priori debe revelar el proceso blemas s1gmf1cativos en general y los lazos trascendentales que los
subjetivo por el cual se establece. unen, s~ enc~entran dentro de la competencia de la fenomenología.
Una vez que las disciplinas a priori, tales como las ciencias ma- La _f1l~sof1a fenomenológica no es sino el desarrollo de los moti-
temáticas, se incorporen a la fenomenología, no podrán después ver- vos pnnc1pales de la antigua filosofía griega y del supremo motivo de
se obstaculizadas por "paradojas" o disputas concernientes a sus 1:>escartes. Estos motivos no han muerto. Se escinden en el raciona-
principios; y las ciencias que han llegado a ser a priori independien- hsmo Yel empirismo. Pasan a través de Kant y el idealismo alemán
temente de la fenomenología, sólo fundándose en ella pueden espe- Yllegan al confuso día presente. Deben ser reasumidos y sometidos
rar instaurar sus métodos y sus premisas a salvo de críticas. Pues su a un tr~ tam_ien!o ~etódico y concreto. Ellos pueden dar inspiración
misma exigencia de ser ciencias positivas, dogmáticas, da testimo- a una c1enc1a sm limites.
nio de su dependencia, como ramas, meramente, de esa ontología La fenomenología pide a los fenomenólogos* que renuncien a los
eidética universal que es la fenomenología.
La tarea interminable, esta exposición del universo de lo a priori
• El original de Salmon dice phenomenalists = fenomenalistas.
mediante la referencia de todo lo objetivo a su "origen" trasccnden-
146 FENOMENOLOGÍA

particulares sistemas cerrados de filosofía y compartan con otros el


trabajo decisivo hacia la philosophia perennis.*

EL ARTÍCULO DE LAENCYCLOP/EDIA BRJTANNICA DE


HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER AL
MISMO

W ALTER BIEMEL

("Husserls Encyclopaedia-Britannica-Artikel und Heideggers


Anmerkungen dazu" fue originalmente publicado en Tijdschrift
voor Philosophie, 12 (1950), pp. 246-280. Fue reeditado en Her-
mano Noack,Husserl, Wíssenschaftliche Buchgesellschaft (We-
ge der Forschung, XL), Darmstadt, 1973. Por indicación del
Prof. Biemel, en las referencias que se hacen a lo largo de todo
el ensayo sustituimos los números de página de los diversos
* Sigue la bibliografía que aparece al final del "Primer borrador" (aquí p. 34),
manuscritos por los de la edición del tomo IX de Husserliana
y por último, entre paréntesis, las siglas "E. Hu".
-que en este volumen aparecen al margen entre diagonale~.)
En los comentarios que siguen se discutirán algunos conceptos fun-
damentales de la fenomenología de Husserl, principalmente sobre la
hase de los diferentes bosquejos para el artículo de la Encyclopcedia
Britannica elaborados en el otoño de 1927. Husserl intenta en es-
tos bosquejos exponer en forma concisa la esencia de la fenomeno-
logía. El Archivo Husserl posee los diferentes bosquejos así como
una opinión crítica de Heidegger sobre los mismos, de la cual al fi-
nal nos ocuparemos. 1

1 En el Archivo Husserl de Lovaina se encuentran los siguientes bosquejos (es-

critos a máquina) del artículo para la Encyclopredia: M III 10 I, 1; M III 10 I, 2; M III


1OIII 1, 2, 3, 4, 5, 6. Puesto que la signatura básica M 111 10 permanece siempre igual,
citamos meramente los signos distintivos respectivos (1, 1; 111, 1, etc.). Las trans-
lTipciones fueron hechas por Landgrebe y en distintos textos se encuentran también
nnotaciones suyas. Sobre la relación de las distintas versiones habría que decir lo
Kiguiente. Provienen del otoño de 1927. El orden en que se originaron es a nuestro
parecer el siguiente: primero escribió Husserl el texto III, 1 (III, 2 es una copia del
mismo). Las primeras 20 páginas de este bosquejo probablemente fueron redacta-
das por Husserl duran!~ la visita de Heidegger. Las últimas 10 páginas del mismo las
111\adió posteriormente y se las envió a Heidegger a Me8kirch.
Sobre la base del primer bosquejo escribió Heidegger mismo el comienzo de una
nueva versión (que se halla en la carpeta III, 3), que Husserl continuó (III, 3).
La siguiente redacción es la más desarrollada de todas: III, 4 (5 y 6 son meras
rnpias de la misma). Husserl mismo anotó en ella "Versión final". Puesto que esta
versión probablemente le pareció muy larga como colaboración para laEncyclopredia
llritannica (43 páginas), escribió una nueva o compuso una nueva (I, 1) sobre la base
,le la ya existente. La primera sección de la misma coincide con III, 4, con excepción
,le las primeras cuatro páginas; la continuación es sin embargo mucho más concisa.
Mientras que el texto de III, 4 está escrito en forma seguida, sin una particular dispo-
1lción en párrafos, Husserl efectuó esta disposición en la última redacción. Además,
rn la redacción I, 1 se tomaron hojas de 111, 4, lo cual también permite inferir que ha
redacción I, 1 es la óltima.
150 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 151

La estructura del artículo, a la que llegó Husserl después de dis- psicología pura no le interesan, por tanto, los presupuestos físicos
tintos planteamientos, puede esbozarse como sigue: en la sección 1 de la vida anímica. No obstante, esta determinación negativa es in-
se trata la idea de una psicología pura; en la sección 11, la relación suficiente. Ante todo hay que añadir de inmediato que la psicología
de la psicología con la fenomenología trascendental; finalmente, en pura no niega de ninguna manera que las vivencias psíquicas pre-
la sección 111, una determinación esencial de la fenomenología tras- suponen necesariamente un cuerpo para poder tener lugar; pero en
cendental. cuanto psicología pura prescinde concientemente de ello. i,Por qué?
Analizaremos cada sección un tanto pormenorizadamente. La Husserl no da una respuesta inmediata a esto en sus bosquejos del
primera cuestión que se presenta cuando inicialmente observamos el artículo; a partir de otros escritos creemos poder inferir lo siguiente.
armazón del bosquejo de un modo puramente exterior, reza: lPor La psicología pura prescinde de las relaciones psico-físicas no por-
qué comienza Husserl sus exposiciones con una explanación de la que éstas no existan, sino porque no podrían explicar jamás lo esen-
"psicología pura"? Todavía antes de esta pregunta tiene que discu- cial de lo psíquico. Cuando sabemos con qué velocidad se propaga
tirse esta otra: lQué entiende Husserl por "psicología pura"? el impulso de una excitación en las vías nerviosas, tenemos una com-
En la segunda redacción del artículo, cuyas primeras 11 páginas probación medible y controlable de manera exacta, que en sí y por sí
fueron escritas por Heidegger -sobre la base del primer bosquejo difícilmente puede ser puesta en duda; pero de ninguna manera te-
que tenía a la vista-, la cuestión de la psicología pura se divide en nemos una explicación de lo que es la sensación de excitación misma.
tres preguntas: "El esclarecimiento de la comprensión de la idea Husserl ha visto con nitidez que todos los sucesos fisiológicos, por
de una psicología pura exige responder a tres preguntas: 1) i,qué indispensables que sean para la vida anímica, no pueden explicarla.
pertenece al objeto de la psicología pum?; 2) lqué clase de acceso Para no caer en el error de entender la vida anímica como una con-
y qué clase de tratamiento exige este objeto, según su composición secuencia "causal" de los sucesos fisiológicos (digamos en el sentido
propia?; 3) i,cuál es la función fundamental de la psicología pura?" de la causalidad de las ciencias naturales), la psicología pura desco-
(III, 3, p. 258). * necta las consideraciones psico-físicas. Quiere aprehender lo esen-
El objeto de la psicología general es la exploración de la totalidad cialmente propio del "alma". Así como la fisiología prescinde de to-
de los modos de conciencia del hombre (pensar, sentir, querer). El dos los sucesos anímicos para aprehender lo esencialmente propio
estudio de los modos de conciencia no agota, sin embargo, el saber de los sucesos vitales del cuerpo, por su parte la psicología pura des-
sobre el hombre -saber que puede ser llamado antropología. "La conecta las relaciones con lo corpóreo. Husserl remite explícitamen-
psicología es una rama de la antropología concreta." (1, 1, p. 278; te a este paralelo: "La psicología es ... una rama de la antropología
énfasis del autor.) A la antropología le corresponde también hacerse o de la zoología concreta. Las realidades [real] animales son ante
cargo de los aspectos "físicos" del hombre. En tanto que en la psi- todo, conforme a un estrato básico, realidades [real] físicas. Como
cología no se atiende a la relación con lo físico; en tanto que ésta tales pertenecen al nexo cerrado de la naturaleza física, de la natura-
se ocupa, pues, de lo psíquico puramente en cuanto tal, se le llama leza en el primero y más preciso sentido, la cual es el tema universal
psicología pura, a diferencia de toda consideración psico-física. A la de una ciencia pura de la naturaleza, esto es, de una ciencia objetiva
[ob) de la naturaleza que con consecuente unilateralidad prescinde
En la citrpeta III, 3 está la carta de Heidegger a Husserl, con sus observacionc~ de todas las determinaciones extrafísicas de la realidad [real]. En
sobre el texto del primer bosquejo; además, en la segunda mitad del manuscrito III, esta ciencia tiene su lugar la exploración científica de los cuerpos
3 se encuentran diferentes observaciones marginales de Heidegger al texto. animales. Si ahora en cambio se convierte en tema el mundo animal
El artículo de la Encyclopredia, en sus distintas versiones, fue publicado por el au•
tor de estas líneas en 1962 en Husserl, Phiinomenologische Psychologie, Husserliana,
en lo que atañe a lo psíquico que hay en él, hay que preguntar ante
tomo IX. todo hasta qué punto es posible, en paralelismo con la ciencia pura
• Se advertirán en algunos casos diferencias entre las citas que se hacen en este de la naturaleza, una psicología pura." (1, 1, p. 278).
ensayo y los pasajes correspondientes del artículo de la Encyclopredia. Estas diferen• Por esta cita resulta también claro que el concepto de la 1111rr1t1
cias se observan también en los textos originales. de la psicología está pensado a imitación de la pureza de las dmd,,,,
152 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER
WALTER BIEMEL 153

naturales pw:~s. Así co~o ha! una ciencia natural pura, tendría que geométrico; el geómetra no tiene que regirse por las leyes de lo que
haber tamb1en una ps1colog1a pura. La expresión "así como" debe puede encontrarse fácticamente, sino meramente por las leyes o re-
~et~r~inarse mejor. No significa que una psicología pura tenga que glas que están prescritas por los axiomas de su disciplina.
mst1tmrse como ciencia natural pura -acabamos de ver en efecto La contraposición de puro y empírico es a la vez una contrapo-
, '
com~ e~lo no es_ posible, pues la ciencia natural pura prescinde de
' sición de esencial y fáctico. Husserl-que procedía de la matemáti-
lo amm1c~, cons~dera lo animal como ser físico, mientras que por su ca- estaba francamente fascinado por los éxitos de las ciencias na-
lado la ps1cologia pura prescinde de todos los sucesos físicos. ':,\sí turales puras y su papel para las ciencias naturales empíricas. La idea
como~' qu_iere decir aquí "en correspondencia". Correspondiendo de crear algo análogo para la región de lo psíquico, del espíritu en
a la c1enc1a ~atural pura tendría que haber, según Husserl, propia- general, lo obsesionó durante toda su vida. Obviamente no lo pen-
ment~ también una psicología pura. Para captar con más precisión la saba como un puro remedo de las relaciones que se dan en las cien-
esencia de_e_sta correspondencia, tenemos que ver qué es para Hus- cias naturales. Repetidas veces se opuso muy expresamente a todo
s~rl lo decisivo de la ciencia natural; en otras palabras, en qué con- intento de querer determinar la región de lo "psíquico" mediante
siste su pureza y qué significado le cabe a la pureza. una investigación exacta al modo de las ciencias naturales: así en
No todas las ciencias naturales son puras. La antítesis de la cien- las Cinco lecciones (1907)2 como en Ideas I (1913) 3 y en los escritos
c_ia natural pura es la empírica. Husserl adopta, pues, cum granosa- posteriores, muy particularmente en Krisis (1936-37),4 pero a pesar
lls, la contraposición kantiana de puro y empírico. Las ciencias na- de todo creía que también para la región de lo anímico tendría que
turales _empíricas se ocupan, según su intención especifica, de los instituirse una psicología pura, apriórica, que habría de formar el
re~pectivos datos naturales de su región, de los objetos o aconteci- fundamento para las investigaciones psicológicas empíricas.
mientos naturales que pueden encontrarse fácticamente. Las cien- "Por diferentes que sigan siendo por esencia el método científico
cias naturales puras no se interesan por los datos fácticos· son disci- natural y el psicológico -dice en el bosquejo de la Encyclopiedia
citado- su necesaria comunidad consiste en que también la psico-
plinas ~prióricas. J:Iusserl re~ite expresamente a la geom~tría pura,
logía, como toda ciencia, sólo puede extraer su 'rigor' ('exactitud')
la teona pura del llempo, la cmemática pura. 1bdas estas disciplinas
de la racionalidad [rat] de lo 'esencial'." (I, 1, p. 285.) Hemos lle-
no :e.refieren a una naturaleza fáctica mente dada, sino que forman
gado así de improviso a la diferencia fundamental entre lo fáctico
u_n sistema [... ]deformas[... ] de una naturaleza lógicamente po-
sible en general". (I, 1, p. 285.) "Mediante el aprovechamiento de y lo esencial, diferencia que constituye una presuposición de la fe-
estos sistemas aprióricos de formas para la naturaleza fáctica la em- nomenología, que expresamente fue presentada por Husserl como
p~rie ~nductiva y vaga participa de la necesidad esencial y 1a' misma ciencia de esencias. (Compárese muy particularmente el capítulo I
c1enc1a natural empírica adquiere el nuevo sentido metódico consis- de la Sección Primera de Ideas l.) Al mismo tiempo resulta claro
cómo llegó Husserl a esta diferencia fundamental, qué papel esen-
tente en elaborar, para todos los conceptos y reglas vagos, los con-
cial desempefió en ello el modelo de las ciencias naturales (es decir,
ceptos~ leyes racionales [mt] que necesariamente yacen bajo ellos."
(Loe. c1t) ~ pureza de las ciencias naturales puras consiste, pues, 2 Die Idee der Phiinomenologie, FünfVorlesungen von 1907, Husserliana, tomo
e~ prescmdIT de todo lo fácticamente dado y en atender a lo quepo- 11: 1950, Martinus Nijhoff, La Haya. [Versión castellana: La idea de la fenomenologfa.
siblemente ha de darse, es decir, a lo posiblemente pensable como tal. Cmco lecciones, traducción de Miguel García-Baro, Fondo de Cultura Económica,
Esto ~o es de ninguna manera algo absolutamente cualquiera, sino México-Madrid-Buenos Aires, 1982.]
3 Husserliana, tomo III, 1950. [Versión castellana: Ideas relativas a una feno-
que t~ene que obe~ecer más bien a las leyes de la disciplina corres- menología pura y una filosoffa fenomenológica, Libro Primero: Introducción general
pond1~n~e ..La alusión a lo posible indica meramente que las leyes de a la fenomenología pura, traducción de José Gaos, Fondo de Cultura Económica,
una d1sc1pl~na pura no proceden de la experiencia, no se recogen en México, 3a. ed., 1986.J
lo _qu_e fácttcame~te acontece, sino que más bien están prescritas a 4 Husserliana, tomo VI, 1954. [Versión castellana: La crisis de las ciencias euro-

pnon. P.ara refenrnos a un ejemplo conocido: al geómetra no le in- peas y la fenomenología trascendental, traducción de Hugo Steinberg, Folios Edicio-
teresa s1 en la naturaleza fácticamente dada acontece un rectángulo nes, México, 1984.)
154 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANITTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 155

de la relación que en ellas impera entre la investigación pura y la la idea de una totalidad anímica individual y anímica comunitaria
empírica). Así pues, no es en modo alguno accidental que el pri- -da origen a un inmenso campo de la exactitud, que se traslada,
mer ejemplo que menciona sea un ejemplo de la región de las cien- y aquí incluso de modo inmediato ... a la exploración empírica del
cias naturales. "Las ciencias de experiencia son ciencias de 'hechos'. alma." (Loe. cit.) Sobre 1a base del descubrimiento de las estructu-
Los actos de conocimiento del experimentar en los cuales se fundan ras aprióricas de la vida anímica -entendiendo aquí siempre a priori
sientan lo real [real] como individual, lo sientan como existente en como aquello que pertenece necesariamente a la vida anímica, sin
el espacio y en el tiempo, como algo que existe en este punto del lo cual no puede haber vida anímica alguna- es posible aprehen-
tiempo, tiene esta su duración y un contenido de realidad [real] que der puramente la esencia de la vida anímica, esta esencia que en-
por su esencia habría podido existir igualmente bien en cualquier cuentra en los individuos singulares concretos su respectiva singu-
otro punto del tiempo; y también como algo que existe en este lu- larización fáctica y nos abre el acceso a la comprensión concreta de
gar en esta forma física (o que se da a una con algo corporal de esta lo psicológico-empírico. La correspondencia con las ciencias natu-
forma), siendo que lo real [real], considerado conforme a su esencia rales puras, por ejemplo con la geometría pura, consiste entonces
propia, podría existir igualmente bien en cualquier lugar, con cual- precisamente en que ambas se basan, no en datos fácticos, sino en
quier forma, podría así mismo alterarse, mientras que de hecho no el conocimiento esencial. Que el conocimiento esencial pueda ser el
se ha alterado, o podría alterarse de otra manera que aquella en que mismo en ambas regiones, es sin embargo algo directamente cues-
de hecho se ha alterado." (Ideas relativas a una fenomenología pura tionable, pero ciertamente no lo es para Husserl. Señalemos mera-
y una filosofía fenomenológica, I, p. 8 s.)* mente que, en las ciencias naturales puras, el proyecto del científico
Ante todo se trata, no obstante, de dilucidar el problema de la natural quiere decir: mediante la fijación de los axiomas supremos la
psicología pura. Se mostró en primer lugar que se llama pura porque región correspondiente está determinada de antemano en su estruc-
prescinde de toda reflexión científico-natural física. En seguida se tura, mientras que el proceder del psicólogo no puede ser el mismo,
aclaró que su pureza tiene que entenderse en correspondencia con ya que no construye sus objetos de investigación.
la pureza de las ciencias naturales. Por un lado, entonces, debía pres- Expresado de otra forma: tanto el geómetra como el psicólogo
cindirse de reflexiones científico-naturales, mientras que por otro deben atenerse a las leyes esenciales de sus regiones; pero estas leyes
lado éstas debían servir directamente como modelo. La contradic- esenciales están determinadas en un caso por el proyecto construc-
ción que hay en ello se resuelve de tal manera que queda claro esto: tivo del científico, mientras que en el segundo caso no pueden fijarse
en el primer caso se trata de una ciencia natural empírica, en el axiomas fundamentales de los cuales pudieran derivarse todas las le-
segundo caso de una pura. Dicho con mayor precisión: centrar la galidades. Husserl no parece haber concedido suficiente atención a
atención en los datos físicos del hombre lo individualiza en este cuer- esta diferencia.
po determinado, que existe en un punto determinado del espacio; Sin embargo, con la aprehensión de lo anímico puro, es decir, del
así, es considerado necesariamente como algo que se da fácticamen- a priori de la conciencia, todavía no se aprehende al hombre como un
te. Precisamente esto es lo que según Husserl tiene que impedirse si todo. Husserl advierte que la psicología pura no agota la ciencia del
queremos apresar la esencia de lo psíquico. alma; a ésta pertenece también el conocimiento del apriori psico-
La tarea de la psicología pura es, pues, según Husserl: "El des- físico, del nexo-cuerpo[Leib ]-alma. Éste solamente es posible, por
cubrimiento de la tipología apriórica, sin la cual serían impensables cierto, después de poner de relieve el a priori propiamente psíquico,
el yo o el nosotros, la conciencia, la objetividad de conciencia y, con en virtud de lo cual la psicología pura tiene cierta primacía, pero
ello, el ser anímico en general con todas las formas de síntesis ne- tiene que ser complementada con la exposición del apriori pura-
cesarias por esencia y posibles por esencia, que son inseparables de mente físico, es decir, del conjunto de leyes esenciales del cuerpo
orgánico. "Ciertamente, el apriori fenomenológico no es el apriori
* Páginas 18-19 de la edición castellana citada. He modificado en varios puntos de la psicología en su integridad, en tanto que el nexo psico-físico
la traducción de Gaos. como tal tiene su propio apriori. Está claro, sin embargo, que este
WALTER BIEMEL 157
156 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y lAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER

a priori presupone el de la psicología puramente fenomenológica, así [Sachen] mismas", podría suponerse que esta actitud vuelta inme-
diatamente a las cosas [Sachen] es la actitud propiamente fenome-
como presupone, por el otro lado, el a priori puro de una naturaleza
nológica. Nada de eso. La actitud natural tiene que ser superada
física (y en especial orgánica) en general." (1, 1, p. 285.)
si queremos internarnos en la fenomenología -solamente por esta
Sin embargo, en los bosquejos de la Encyclopcedia Husserl no se razón comienza Husserl una y otra vez con la pintura de la actitud
adentra más en el apriori psico-físico, sino que -como se dijo- de- natural, puesto que es la inmediatamente dada, la que tiene que ser
dica sus reflexiones de la primera sección a la psicología pura, a la abandonada. Ahora bien, esta superación o este abandono no signi-
psicología, pues, que aprehende lo esencialmente propio de la vida fica de ninguna manera que los hombres en la vida cotidiana tuvieran
anímica, lo cual no puede hallarse de la misma manera en ninguna que renunciar a estar vueltos hacia las cosas [Sachen] --ello es total-
otra región del ente y determina desde la raíz a todo ente psíquico. mente imposible. Las "cosas" [Sachen] en el sentido de las cosas son
Antes de intentar dar en cierto modo la articulación de la psi- aquello con que los hombres siempre se topan en primer lugar. Que
cología pura en cuanto a su contenido, debe discutirse con más de- así suceda, yace en la estructura de lo psíquico que Husserl llama
talle un concepto, que Husserl identificó con el de psicología pura intencionalidad. Dice: "La expresión derivada terminológicamente
-a saber, el concepto de psicología fenomenológica. lPor qué Hus- de la escolástica para este carácter fundamental del ser como con-
serl también denomina fenomenológica a la psicología pura? lQué ciencia de algo es 'intencionalidad'. En el irreflexivo tener concientes
quiere decir aquí fenomenológico? lCómo se distingue la psicología cualesquiera objetos, estamos 'dirigidos' a éstos, nuestra 'intentio' va
fenomenológica de la psicología sin más? hacia ellos ... este estar dirigido es un rasgo esencial inmanente de
Con el intento de dar respuesta a estas preguntas pasamos al mis- las vivencias correspondientes; ellas son vivencias 'intencionales'."
mo tiempo desde el problema planteado inicialmente -el del objeto (1, 1, p. 280). En otro bosquejo, el pasaje correspondiente reza: "En
de la psicología pura- al problema del método. Puede entonces ad- todas las vivencias anímicas puras (en el percibir algo, en el recuerdo
vertirse que el primer punto sólo puede ser tratado en conexión con de algo, en el imaginarse algo, en el juzgar sobre algo, en el querer
el segundo. algo, en el alegrarse por algo, en el esperar algo, etc.) yace de origen
Todas las vivencias psíquicas son una especie de conciencia de... un estar dirigido a ... Las vivencias son intencionales. Este referirse-
El sujeto que las vive está en el vivir dirigido a ... Esta actitud es la ª· .. no se liga a lo psíquico sólo de vez en cuando y suplementaria-
natural~ todo hombre se encuentra siempre ya en ella -ella perte- mente como una relación accidental, como si las vivencias pudieran
nece por ende a su naturaleza, a la esencia de lo psíquico en general. ser lo que son sin la referencia intencional. Antes bien, con la in-
Husserl suele comenzar sus discusiones con la caracterización de la tencionalidad de las vivencias se revela la estructura esencial de lo
actitud natural. Así, por ejemplo, al principio de la primera lección puramente psíquico." (111, 3, p. 258). Para describir la intencionali-
de La idea de la fenomenología dice: "En la actitud espiritual natu- dad Husserl utiliza con frecuencia la imagen del rayo de conciencia,
ral estamos vueltos, intuitiva e intelectualmente, a las cosas [Sachen] cuya dirección primigenia es precisamente la que va derecho a los
que en cada caso nos están dadas, aunque de modos diversos y en di- objetos (ob ].
versas especies de ser, según el grado y la fuente del conocimiento." 5 La psicología tiene que intentar aprehender las diferentes formas
La actitud natural es también llamada por él actitud-directa, porque de la intencionalidad, que caracterizan a los actos de conciencia res-
en cierto modo transcurre en línea recta del sujeto al objeto. pectivos. Pero para poder hacerlo tiene que poner en cuestión la
':-\sí, cuando estamos en actividad conciente directa, están ante actitud-directa, convertirla en objeto de invéstigación. Esto ocurre
nuestra mirada exclusivamente las respectivas cosas [Sachen], pen- cuando el investigador desvía el rayo de la vía recta y lo tuerce hacia
samientos, valores, metas, medios ... " (I, 1, p. 279). En tanto que el sí mismo, lo refleja (reflexio). En vez de las cosas del entorno, de los
diversos objetos [ob] que de ordinario le son dados, aprehende en
lema de Husserl -que hoy encuentra mucho eco- reza "a las cosas
la 'intentio' la 'intentio' misma. En lugar de la actitud-directa tene-
5 /bid.,
mos así la reflexión a la actitud-directa. En ella, la intencionalidad
p. 17. (P. 25 de la edición castellana citada.]
158 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOfACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 159

puede por vez primera erigirse en problema. Naturalmente, la in- de la mirada desde la percepción irreflexiva, por ejemplo de una cosa
tencionalidad no es producida por la reflexión; existía ya antes de la natural, hacia este percibir mismo, tiene la esencial propiedad de
reflexión sin que, sin embargo, hubiera llegado a ser reconocida en que en ella la tendencia aprehensiva dirigida antes a~ª. cosa se re-
su existencia. La reflexión posibilita el volverse-clara a sí misma de tira de la percepción irreflexiva para dirigirse al pcrciblf como tal.
la intencionalidad. Este retorno (reducción) de la tendencia aprehensiva d~s~e la pe~-
Para Husserl el significado de la reflexión es inmensamente gran- cepción y la reorientación del aprehender hacia el pcrc_iblf, cam~ia
de, pues mediante ella entramos por vez primera en la actitud fi- en la percepción tan poco, que la reducción hace accesible pr_ectsa-
losófica, que Husserl también llama actitud "reflexiva". En nuestra mente a la percepción como lo que es, a saber, como percepción de
opinión, la lectura de Fichte fue para Husserl decisiva. El siguiente
la cosa." (III, 3, pp. 260-261).
párrafo de la doctrina de la ciencia podría considerarse corno intro-
Las auténticas "cosas" [Sachen] con que la fenomenología quiere
ducción a la fenomenología y ser adoptado por Husserl al pie de
enfrentarse no son por tanto en modo alguno las cosas y objetos in-
la letra: " ... en todo mero saber del trazar una línea, de las rela-
mediatamente dados de la actitud natural, sino las vivencias en las
ciones de las partes de un triángulo, y cualquier otra clase de saber
que pueda haber, el saber en su absoluta identidad,precisamente en que éstos se dan. ,
cuanto saber, sería el auténtico punto central y asiento del -saber Sigue sin respuesta, sin embargo, la pregunta d? ~or .~ue estas
del trazar líneas, de la relación de las partes del triángulo, etc. Preci- reflexiones e investigaciones se llaman "fenomenolog1cas . Formu-
samente en él y en su unidad, todo sería sabido, en el sentido señala- lada con mayor precisión: por qué una consideración que en vez de
do por nosotros, de una sola manera, por diferente que ello mismo estar vuelta a las "cosas" está vuelta a las ''vivencias" se vuelve por
pudiera ser en otro respecto; pero en modo alguno sería sabido el ello fenomenológica.
saber como tal, pues precisamente no es sabido el saber, sino el tra- La expresión "fenomenológico" muestra que aquí se trata de "fe-
zar líneas y similares. El saber sería precisamente, en cuanto saber, y nómenos". El significado griego primigenio de vxxivwOm es "mos-
precisamente sabría, porque sería; pero no sabría de sí, justo porque trarse", "salir a la luz". Este sentido se ha mantenido incluso en el
simplemente sería. Pero en el saber del saber sería apresado este sa- uso corriente del lenguaje. Denominamos fenómeno a una "apa-
ber mismo completamente en cuanto tal con una mirada, y por ello rición" -en una aparición algo aparece, se muestra de tal manera.
en cuanto una unidad igual a sí misma; justamente así como, en el El concepto husserliana de fenómeno no debe en ning~n. caso con-
saber, el trazar líneas, etc., fue apresado en cuanto unidad igual a sí fundirse con el kantiano. No hay para Husserl contraposición alguna
misma. En el saber del saber el saber se desprendió de sí mismo, y se entre fenómeno y noúmeno. En el fenómeno viene lo que es, lo
colocó ante sí mismo para captarse de nuevo." (Doctrina de la cien- que denominamos ente, a la aparición, a la luz. P~esto que según
cia de 1801, IV, p. 7 s.). Se comprende que la comparación no debe Husserl la esencia del hombre radica en el ser-su1eto, el hombre
llevarse muy lejos; consiste ante todo en el reconocimiento de la re- solamente puede tener conocimiento del ente mediante actos de
flexión como método esencial de la filosofía, mientras que la esencia conciencia (percepción, recuerdo, sentimiento, querer, ~te.) en los
del yo husserliano y el fichteano son por lo demás diferentes. cuales está dirigido al ente. En la conciencia, en las diversas ma-
Mediante la reflexión las vivencias de conciencia mismas se vuel- neras del estar dirigido a ... , el ente sale a la luz. Esta manera del
ven "objetos" y pueden ser investigadas como tales. Mediante ella aparecer mediante una forma de la conciencia es la ~~~ca posible
-como ya dijimos- se tuerce el rayo de la intentio hacia sí mismo, para el sujeto. La exploración de las formas de a~anc10n -y ,ello
se vuelve hacia sí mismo. Esta inversión es a la vez un retomo desde el quiere a la vez decir de las especies del darse los obJetos- es asi ~e-
objeto usual que está dado al nuevo "objeto", a las vivencias mismas. cesariamente una exploración fenomenológica. En un manuscrito
Este retorno es una reducción. El objeto anterior queda fuera de de 1907 (B II 1) da Husserl la siguiente dilucidación del concepto
juego, se pone entre paréntesis, para llevar la atención al nuevo. En de fenómeno. Este concepto tiene un doble significado; mienta el
el bosquejo redactado por Heidegger leemos por tanto: "La vuelta fenómeno "en el sentido de la aparición en que la objetividad [ob]
WALTER BIEMEL 161
160 EL AKI'ÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOfACIONES DE HEIDEGGER

aparece, 2) por otro lado en el sentido de la objetividad [ob] con- es el resultado de la reducción eidética, la cual se edifica sobre la re-
siderada meramente en la medida en que precisamente aparece en ducción fenomenológico-psicológica que se expuso en primer lugar.
apariciones, y por cierto 'trascendentalmente', bajo desconexión de Los adjetivos que acompañan a la expresión "reducción" no dicen
todas las posiciones empíricas." (B II 1, hoja 25b). nunca lo que en la reducción se pone entre paréntesis, sino en cada
En la medida en que en este estudio son aprehendidas y descritas caso aquello a lo cual se vuelve. Esto es, en la reducción fenome-
las especies de conciencia, los modos de las vivencias, se trata de una nológico-psicológica, lo psíquico como fenómeno, en la reducción
psicolog{a fenomenológica. eidética, la esencia de las vivencias, en la reducción intersubjetiva,
El primer paso que tiene que darse es por ende la ejecución de la intersubjetividad (la comunidad de sujetos).
la reflexión. Ella da la posibilidad de la aprehensión de las vivencias A la reducción eidética pertenece necesariamente el método de
puramente como tales, en el sentido de una descripción adecuada. la variación. Ello quiere decir: para aprehender lo que en la viven-
Las vivencias así aprehendidas son sin embargo puras solamente en cia fácticamente dada pertenece a la estructura de la vivencia como
el primer sentido (ver arriba), es decir, no están "contaminadas" por tal, tenemos que intentar variar la vivencia respectiva, compararla
consideraciones "físicas"; pero todavía no son puras en el sentido con otras vivencias semejantes y ver lo que tienen en común. Esto
que fue aclarado posteriormente (pureza como legalidad esencial). común (idéntico), que permanece invariante en toda variación, es
Pues en la medida en que aquí nos limitamos a la descripción de las el eidos o esencia. "Si la facticidad fenomenológica se vuelve irrele-
vivencias directamente dadas, no hemos rebasado todavía la región vante y sirve sólo ejemplarmente y como soporte para una variación
de la facticidad. Para ello hay que llevar más adelante el retroceso, libre pero intuitiva de las almas singulares fácticas y las comunidades
la reducción. fácticas de almas en almas y comunidades de almas posibles a priori
El primer paso consistía en un poner entre paréntesis el mundo (concebibles), y la mirada temática se dirige ahora hacia lo que ne-
objetivo inmediatamente dado del ente -que tenía justamente la cesariamente se mantiene invariante en la variación, entonces surge,
función de reflejar la mirada hacia las vivencias mismas. O como lo mediante un proceder sistemático, un dominio propio de lo 'a priori'.
dice Husserl: "La epojé universal respecto del mundo que llega a Resalta con ello el estilo formal esencialmente necesario (el eidos)
ser conciente (su 'puesta entre paréntesis') desconecta del campo que tiene que atravesar a todo ser anímico posible en las singulari-
fenomenológico el mundo que para el sujeto en cuestión pura y sim- dades, en las agrupaciones sintéticas y las totalidades cerradas ... De
plemente existe, pero en su lugar se presenta el mundo así y asá este modo, la fenomenología psicológica debe sin duda ser fundada
conciente (percibido, recordado, juzgado, pensado, valorado, etc.) como 'fenomenología eidética'; está exclusivamente dirigida, pues,
'como tal' , el 'mundo entre paréntesis'; o, lo que es lo mismo, en lu- a la forma esencial invariante." (1, 1, p. 284.)
gar del mundo o en lugar de algo mundano singular puro y simple, se Puede aducirse, sin embargo, un argumento "clásico" contra la
presenta el respectivo sentido de conciencia en sus diferentes modos variación. Para poder efectuarla, tenemos ya que tener en cada caso
(sentido de la percepción, sentido del recuerdo, etc.)." (1, 1, p. 282.) un preconcepto de lo que se va a variar, pues de otra manera podría
El siguiente paso consistirá no en permanecer en la descripción ser que intentáramos poner bajo una sola categoría vivencias total-
-por exacta que sea- de las vivencias intuitivamente dadas, sino mente diferentes, con lo cual la variación tiene necesariamente que
en poner de manifiesto las leyes esenciales de toda forma de viven- fracasar. Husserl no discute la posibilidad de esta crítica.
cia, "lo que, por ejemplo, pertenece a una percepción en general,
Las exposiciones sobre la reducción eidética culminan con las si-
a un querer en general, conforme a su plena consistencia estruc-
guientes palabras: "Si la reducción fenomenológica procuró el ac-
tural intencional. Así pues, la actitud reductiva hacia lo psíquico
ceso a los 'fenómenos' de la experiencia interna real y luego también
puro, que se da en primer término como nexo de vivencias indivi-
de la posible, entonces el método de la 'reducción eidética', fundad1)
dualmente fáctico, tiene que prescindir de toda facticidad psíquica"
en ella, procura el acceso a las configuraciones esenciales invarian lt's
(III, 3, pp. 261-262). El prescindir de la facticidad y el poner la mi-
rada en las respectivas leyes esenciales de las especies de vivencias .de la esfera puramente anímica en su totalidad." (/bid., p. 284-28!).
162 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 163

Antes de abordar la tercera pregunta planteada al principio, sobre vida anímica pura como tal. La psicología pura suministra el nece-
la función de la psicología pura, resumamos las discusiones acerca sario fundamento apriórico para la psicología empírica por lo que
de su objeto, esto es, citemos el pasaje del bosquejo (I, 1), donde toca a lo puramente anímico." (III, 3, p. 263). Debe servir además
Husserl mismo hace el resumen: como propedéutica para la fenomenología propiamente dicha. Por
"La edificación sistemática de una psicología fenomenológica- esta razón comienza Husserl la aclaración de la pregunta "lQué es
mente pura requiere: fenomenología?" con una explanación de la psicología pura. "La
1) la descripción de las peculiaridades pertenecientes a la esencia descripción de esta fenomenología psicológica (propiamente tendría
de una vivencia intencional en general, de las cuales también forma que llamarse más precisamente: psicología fenomenológica), más
parte la ley universalísima de la síntesis: toda conexión de conciencia cercana al pensamiento natural, es quizá conveniente como intro-
con conciencia da por resultado conciencia. ducción propedéutica para elevarnos a la comprensión de la feno-
2) la exploración de las configuraciones singulares de vivencias menología filosófica." (1, 1, p. 278.)
intencionales, que por necesidad esencial tienen que presentarse o
pueden presentarse en un alma en general; a una con ello, la explo-
ración de la tipología esencial de las síntesis correspondientes: las La sección siguiente (11), que hallamos en las posteriores redaccio-
síntesis continuas y discretas, las síntesis finalmente cerradas o las nes del artículo de la Encyclopcedia, está dedicada directamente a
que prosiguen en infinitud abierta. este problema: mostrar cómo la psicología fenomenológica puede
3) la exposición y descripción esencial de la configuración total servir como propedéutica para la fenomenología. Los problemas
de una vida anímica en general, es decir, el carácter esencial de una discutidos hasta aquí eran psicológico-fenomenológicos, pero aún
'corriente de conciencia' universal. no puramente fenomenológicos, más precisamente hablando, "fe-
4) el título 'yo' (todavía haciendo abstracción del sentido social nomenológico-trascendentales". Es preciso ver en qué consiste la
de esta palabra) señala una nueva dirección de la investigación con diferencia de ambos modos de consideración. Primero hay que dis-
respecto a las formas esenciales de la 'habitualidad' que le corres- cutir el concepto de lo trascendental. En el bosquejo III, 3 se alude
ponden, es decir, el yo como sujeto de 'convicciones' permanentes desde el principio a la necesidad del retroceso a lo trascendental y
(convicciones sobre el ser, convicciones sobre el valor, decisiones de este mismo se caracteriza como la conciencia que constituye lo tras-
la voluntad, etc.), como sujeto personal de costumbres, de un saber cendente (objetivo [ob]). "El retroceso a la conciencia, que toda fi-
adquirido, de rasgos de carácter. losofía busca con variable seguridad y claridad, se extiende así por
Finalmente, esta descripción esencial 'estática' conduce por todas encima de la región de lo puramente psíquico hasta el campo de
partes a los problemas de la génesis y a una génesis universal que im- la subjetividad pura. Ésta se denomina subjetividad trascendental
pera, conforme a leyes eidéticas, sobre la vida entera y el desarrollo puesto que en ella se constituye el ser de todo aquello que para el
del yo personal. De esta manera, sobre la primera 'fenomenología sujeto es experimentable en diferente modo: lo trascendente en el
estática' se edifica, en un nivel superior, la fenomenología dinámica más amplio sentido." (III, 3, p. 257.) Ya que esta definición no puede
o genética." (1, 1, p. 286.) todavía ser propiamente comprendida de modo tan inmediato, "al
La función de la psicología pura es doble: Debe proporcionar a la vuelo", por decirlo así, no mantuvo Husserl este comienzo del III, 3
psicología empírica un cimiento, un fundamento apriórico, en modo en la redacción posterior.
análogo a como las ciencias naturales puras se lo proporcionan a las Para el desenvolvimiento del pensamiento de Husserl es intere-
ciencias naturales empíricas: "En la investigación reductiva eidética sante señalar que ya veinte años antes había formulado el concepto
de lo psíquico puro surgen por ende las determinaciones que perte- de la conciencia trascendental, pero la vía para aprehenderla con
necen a lo psíquico puro como tal, esto es, los conceptos fundamen- mayor nitidez no se le abrió sino paso a paso, con la profundización
tales de la psicología, en tanto que ésta, como ciencia empírica del de la idea de la reducción, más precisamente, con la elaboración de
todo psicofísico del hombre concreto, tiene su región central en la las distintas reducciones. 1ranscribamos aquí un pasaje del manus-
164 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 165

c:i~o B 111, redactado en septiembre de 1907. 6 "Las Investigaciones rn una nueva situación cognoscitiva." (1, 1, p. 288). Por de pronto
log,cas hacen pasar a la fenomenología como 'psicología descriptiva' esto no nos ofrece nada nuevo. Ya en el marco de la psicología feno-
(aunque en ellas el interés epistemológico era el decisivo). Debe sin menológica se requería en efecto el giro reflexivo de la mirada para
e?1bargo distinguirse esta psicología descriptiva, y por cierto enten- uprehender las vivencias de conciencia como tales. Estas vivencias
dida como fenomenología empírica, de la fenomenología trascen- estaban empero siempre consideradas como vivencias de ... , esto es,
dental. . . En esta fenomenología trascendental no tenemos nada la vivencia como tal todavía está captada de una manera meramente
que ver con la ontología apriórica, con la lógica formal y la ma- pasiva, receptiva. Esto cambia con la actitud trascendental. En la re-
tem_ática formal, con la geometría como doctrina apriórica del es- lación entre el yo y el objeto [ob ], el yo no es un mero receptáculo,
pac~?· _con la cronometría y foronomía aprióricas, con la ontología sino el auténtico polo de la relación, pues forma en él el sentido de
apnonca real [real] de ninguna especie (cosa, cambio, etc.).- La fe- todo ente, cualquiera que sea. "Todo sentido que (el mundo) tiene
nomenología trascendental es fenomenología de la conciencia cons- para nosotros (de esto nos percatamos ahora), su sentido general in-
ti_tuyente y por ello no pertenece a ella ningún axioma objetivo [ob J determinado así como el sentido que se va determinando conforme
singular (referente a objetos que no son conciencia)." (B 11 1, hoja a todas las singularidades, es un sentido conciente en la interiori-
25 a s.) En el trabajo La crisis de las ciencias europeas y la fenome- dad de nuestra propia vida perceptiva, representativa, pensante, va-
nología trascendental (publicado en la revista Philosophia, Belgrado, lorativa, y un sentido que se forma en nuestra génesis subjetiva."
1936)7 da Husserl (casi 30 años después del manuscrito que acaba- (Loe. cit.) Con la introducción de esta tesis se abre ahora un ancho
mos de citar) la siguiente determinación del "motivo trascendental": campo de exploración-a saber, investigar cómo todo modo de ser
"Es el motivo de la pregunta retrospectiva por la última fuente de del ente, cualquiera que sea, empezando con el "ser en sí y para sí"
todas las conformaciones cognoscitivas, del examinarse del cognos- del mismo, se constituye en modos de conciencia. "Pero una vez que
cente a sí mismo y a su vida cognoscente, vida en la cual todas las for- el mundo en esta universalidad plena ha sido referido a la subjetivi-
maci~nes científicas que valen para ella ocurren con una finalidad y dad de la conciencia, en cuya vida de conciencia se presenta precisa-
han sido y llegan a ser almacenadas como adquisiciones libremente mente como 'el' mundo con su sentido respectivo, entonces su modo
disponibles.". De Kant dice Husserl que se hallaba en el camino ha- de ser en su totalidad cobra una dimensión de incomprensibilidad o
cia la_problemática trascendental propiamente dicha, que la suya era de cuestionabilidad." (/bid. p. 289.)
u~a fil?sofía "que, frente al objetivismo [ob] precientífico y también De lo dicho se desprende a la vez que la tesis de la referencia
c_1entífico, retrocede a la subjetividad cognoscente como sede primi- del ente a la conciencia no representa una solución del problema,
tiva de todas las conformaciones de sentido objetivas [ob] y valideces sino que sólo ofrece una base a partir de la cual tienen que ser plan-
de ser objetivas [ob ]". (Husserliana, t. VI, p. 102. [Versión castellana, teados los auténticos problemas de la constitución. Husserl mismo
p. 104.]) dice: "El percatarse por primera vez de la referencia del mundo a
En la actitud trascendental estamos, pues, dirigidos a la concien- la conciencia, no nos da a entender, en su vacía generalidad, cómo
cia como el 'lugar' en que se puede hacer patente el ente en general. la múltiple vida de conciencia, apenas entrevista y hundiéndose de
En el bosquejo I, 1 de la Encyclopredia, se dice: "Ton pronto como nuevo en la oscuridad, puede producir tales obras, cómo hace, por
el i~terés teórico ... , en un giro general de la mirada, se dirige hacia decirlo así, para que en su inmanencia algo pueda presentarse como
la vida de la conciencia, en la cual el mundo es para nosotros preci- existente en sí" (Loe. cit.).
samente 'el' mundo, el que está ahí delante para nosotros, estamos En el planteamiento trascendental de la cuestión se tratará de
mostrar cómo todas las categorías con las que entendemos, concebi-
6
/bid., p. IX s. mos, en una palabra, representamos, el ente mundano, se originan
1
Husserliana, tomo VI. [La cita que sigue está en pp. 100-101; en ta versión en modos de conciencia determinados que les corresponden a ellas.
castellana citada se encuentra en p. 103, pero no hemos tomado de ella nuestra tra- Éste es el problema de la constitución propiamente dicho, el cual
ducción.] mantuvo a Husserl ocupado particularmente después de 1910-por
166 EL ARTICULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 167

el cual, por ejemplo, modificó la estructuración de las Ideas II, obra ,ino directamente como engendrado por él, por decirlo así. En lo
en la que el problema de la constitución desempeña ahora el papel mesto ha desaparecido el acto de poner; en el poner está vivo el
principal. 8 Aquí llamaremos la atención solamente sobre las cuestio- 1cto como tal. Para Husserl una ciencia es positiva cuando toma al
nes de principio relativas a la problemática de la constitución; en un ~nte como puesto de una vez por todas. En tanto que toda cien-
ensayo aparte intentaremos un análisis más preciso de este concepto ;ia lo hace -desde las ciencias de la naturaleza hasta las ciencias
fundamental, así como de los trabajos hechos por Husserl sobre la 1el espíritu (la psicología, la ciencia literaria y la ciencia de la his-
constitución. toria, etc.)-, todas las ciencias son para Husserl ciencias positivas.
Sin embargo, debemos discutir de inmediato una cuestión. lCó- En modo alguno limita esta expresión a las llamadas ciencias de la
mo es posible que yo, que soy un sujeto en el mundo (entendiendo naturaleza. La única ciencia no positiva es la fenomenología, porque
aquí esta expresión en el sentido de Husserl, precisamente como pre- pone en cuestión la consistencia del ente en atención a su referencia
sencia entre otros entes mundanos), constituya a la vez el mundo? a la subjetividad que ejerce su función. La fenomenología interroga
lNo es un intento münchhausenesco sacarse del pantano tirándose así desde lo puesto (ente) hacia lo ponente (ser). El mundo vale para
de los propios cabellos? las ciencias positivas como base; para la fenomenología la auténtica
Husserl responde con la diferencia entre el yo trascendental y el base es elyo trascendental. Puesto que la psicología fenomenológica
yo psicológico. El yo que se presenta en el mundo junto con otros todavía no ha aprehendido eso (pese a que en la actitud reflexiva
'yo' y otros entes, es un yo psicológico. Esto es, está considerado ya está dirigida a las vivencias), tiene que rendirse también al cargo
como alma de un cuerpo, la cual pertenece precisamente al mundo de positividad. Para la psicología científica "la base es el mundo, el
corpóreo. Pero incluso el yo puro, el objeto de la psicología pura, es mundo efectivamente presupuesto por ella como comprensible de
todavía algo mundano, dice Husserl. "El psicólogo es, incluso como suyo; a nosotros la epojé nos ha quitado precisamente esta ba_se._ Y
fenomenólogo eidético, trascendentalmente ingenuo; toma a las 'al- en la actitud pura correlativa que ella produce, el mundo, lo obJctlvo
mas' posibles (sujetos-yo), enteramente conforme al sentido rela- [ob], se vuelve él mismo un algo subjetivo particular". (Husserliana,
tivo de la palabra, pura y simplemente como hombres y animales tomo VI, p. 182. [Versión castellana, p. 181.])
pensados ahí delante en un mundo espacial posible." (1, 1, pp. 290- lCuál es la posibilidad de acceso a lo trascendental? De nuevo
291.) La actitud fenomenológico-psicológica es llamada por Hus- una reducción. Así como la reducción fenomenológica lleva a los
serl una actitud "trascendentalmente-ingenua", una expresión que fenómenos y la eidética a la estructura esencial de la conciencia, así
puede equipararse con "positiva". lleva la trascendental a la revelación de la subjetividad trascendental,
lEn qué consiste, tomada con radicalidad, la positividad de la ac- a la subjetividad, pues, en la que se constituye toda objetividad tras-
titud fenomenológico-psicológica? lQué significa para Husserl aquí cendente. El paralelismo de las reducciones no exime sin embargo
y en general positividad? Ser positivo significa para él ser puesto. Lo de la tarea de mostrar en qué consiste lo peculiar de cada una, esto
opuesto de lo positivo no es lo negativo, sino propiamente lo "po- es, aquí, de mostrar en qué se diferencia la reducción trascendental
nente", si se permite esta construcción de palabras. (Ponente en el de las otras reducciones, en la medida en que nos lleva más allá que
significado del que dispone, del que coloca.) lPero qué diferencia ellas.
cabe hacer entre poner y puesto? Es una y la misma palabra, sólo Husserl dice: "Así pues, mientras que el psicólogo, dentro del
que en dos distintas formas verbales. Tomar algo como puesto signi- mundo naturalmente válido para él, reduce la subjetividad que ahí
fica considerarlo como algo que ya está ahí, como existente ahí de- se halla a la subjetividad puramente anímica -en el mundo-, el
lante independientemente del observador. Comprender algo como ' fenomenólogo trascendental reduce por medio de su epojé absolu-
ponente significa aprehenderlo en su auténtica referencia al obser- tamente universal esta subjetividad psicológicamente pura a la sub-
vador, por ende no como algo desprendido e independiente de él, jetividad trascendentalmente pura, a aquella que lleva a cabo y p~ne
en vigencia en sí la a percepción del mundo y en ella la a percepción
8
Compárese el prólogo del tomo IV de Husserliana (de Marly Wetzel-Biemel). objetivante [ob] 'alma de realidades [real] animales'." (I, 1, p. ?93).
168 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 169

La epojé trascendental se caracteriza por la universalidad; es una la vez fáctico (psicológico) y trascendental-vive en la actitud natu-
puesta entre paréntesis absoluta. Pero también la epojé fenome- ral dirigido a los objetos, de modo que permanece oculta para él su
nológico-psicológica, considerada radicalmente, era ya universal función trascendental y nosotros tenemos que abrirnos paso hacia él
-lno fue ya en ella puesto entre paréntesis el mundo, el universo mediante diferentes procesos de reducción. Puesto que la función,
del ente? ¿En qué consiste el grado superior de universalidad de la o con más exactitud, el ejercicio de la función del yo trascenden-
reducción trascendental? tal permanece oculto para el yo fáctico respectivo, Husserl también
En la reducción fenomenológico-psicológica fuimos llevados a los llama al yo trascendental el yo anónimo. Que éste existe, ha de des-
modos de conciencia que corresponden a las diferentes especies de prenderse de las conformaciones de sentido que son su obra. Este yo
las ~bjetividades, pero el yo conciente respectivo estaba captado to- trascendental es para Husserl el fundamento absoluto, por encima
daVIa como mundano, esto es, como perteneciente al mundo. En la del cual no se puede ir. La tarea de la fenomenología trascenden-
problemática trascendental se pone entre paréntesis solamente esta tal consiste en revelar las diferentes maneras de ejercer este yo su
pertenencia al mundo. Así pues, por suprimir la pertenencia de la función, para así hacer visible la constitución del mundo.
conciencia al mundo esta reducción es más universal que la prece- Para volver al problema planteado arriba de la paradoja de la sub-
dente. En lugar de la pertenencia al mundo se presenta Ja consti- jetividad humana, a saber, la oposición "del ser sujeto para el mundo
tución del mundo. Todo comportamiento de la conciencia se con- y a la vez ser objeto [ob] en el mundo", Husserl lo resuelve de tal
sidera como constituyente. En la relación de referencia mundo-yo modo que propiamente el verdadero sujeto nunca es objeto [ob] en
todo el peso ~el mundo se transfiere al yo trascendental, por lo cual el mundo, sino siempre meramente sujeto para el mundo constituido
Husserl concientemente llama a su filosofía idealismo trascendental. por él. Sólo en tanto que no se ha aprehendido como sujeto trascen-
Mediante el acto de la reducción trascendental nos alzamos sobre el dental, puede entenderse como objeto [ob] en el mundo. Ya en la
yo puro y concebimos su actuación como formación de sentido. actitud psicológico-fenomenológica el mundo se vuelve fenómeno
Como se dijo (comp. nota 1), en el manuscrito 111, 3 se hallan -pero en ella (como se repite) el ser del mundo no está puesto en
unas anotaciones críticas de Heidegger. Una de estas anotaciones cuestión, sino que sólo se pone la atención en los actos psicológicos,
se refiere directamente a la dificultad de la diferencia del yo fáctico mientras que en la actitud trascendental el mundo está suprimido
y el yo absoluto. Heidegger pregunta: "¿Cuál es la especie de ser de como base.
este ego _absoluto -en qué sentido es el mismo que el yo fáctico; en No nos adentraremos aquí más en la manera como el ego trascen-
qué sentido no es el mismo?". dental -mediante el proceso primigenio de la temporación- inicia
A ello Husserl responde en el siguiente bosquejo: "Mi yo trascen- la proto-constitución sobre la cual se edifica todo lo demás.
den~l es por ende evidentemente "diferente" del yo natural, pero Citamos arriba la frase: "El retroceso a la conciencia, que toda
de nmgun~ manera como un segundo yo, como un yo separado de él filosofía busca con variable seguridad y claridad, se extiende así por
en el sentido natural de la palabra, así como, a la inversa, tampoco encima de la región de lo puramente psíquico hasta el campo de la
es un yo unido a él o entrelazado con él en el sentido natural. Es subjetividad pura.". Al principio de la sección II, Husserl intenta se-
pre~isaI?ente el campo (concebido en concreción plena) de la ex- guir históricamente este retroceso. "Sin embargo, ya en Locke la res-
penenc~a trasce~dental de sí mismo, que en todo momento puede tricción a lo subjetivo estaba determinada por intereses extrapsico-
c?nv~rttrs_e, me~iante ~na mera modificación de la actitud, en expe- lógicos. La psicología estaba al servicio del problema trascendental
ne~cia ps1cológ1ca de s1 mismo. En esta transición se produce nece- suscitado por Descartes." (I, 1, p. 287.) Husserl se dedica a interpre-
sanamente una identidad del yo; en la reflexión trascendental sobre tar la historia de la filosofía moderna --en modo muy ingenuo, te-
él, la objetivación [ob] psicológica se hace visible como objetivación nemos que agregar- como una propedéutica de la fenomenología.
[ob] de sí mismo del yo trascendental, y de esta manera se llega a Descartes fue el primero que vio el problema trascendental, aun-
ver cómo en todo momento de la actitud natural se ha impuesto una que no pudo apresarlo: "Descartes descubrió e/yo puro, el de la vida
a percepción." (I, 1, p. 294). Con otras palabras, el yo es siempre a de conciencia pura, de las cogitationes puras -al menos se halla en
170 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER
WALTER BIEMEL 171
este descubrimiento, sin haberlo elaborado él mismo puramente y más afirmaciones que análisis ilustrativos. Ello es tanto más grave
sin ponerlo a salvo de oscuros desplazamientos: lo descubre mien- por cuanto él mismo no ha puesto en práctica el ensayo de ~na º?-
tras anda en busca de uíl fundamentum inconcussum sobre el cual
tología universal. Las exposiciones de esta parte del trabajo están
hay que fundar todo genuino conocimiento, o mejor, sobre el cual
determinadas a fijar la meta de la fenomenología; leídas sin preám-
hay que fundar una ciencia universal, una filosofía, un conocimiento
bulos pueden suscitar la impresión de ser el resumen de algo ya rea-
sistemático universal del mundo como universo de lo objetivamente
lizado, lo que no es el caso.
[ob] existente." (K III 21, hoja 13a-b del manuscrito; p. 25 de la
transcripción). Mediante la fenomenología se resuelve además, según Husserl, la
De Descartes toma Locke la dirección de la investigación, que crisis de fundamentos de las ciencias exactas, pues ella comprende el
luego pasa de él a Berkeley y Hume y finalmente es llevada adelante a priori respectivo de las ciencias exactas como obra del ego trascen-
radicalmente por Kant. dental y puede por ende entender las obras que lo presuponen. Sin
duda, e.ste entender, precisamente porque no aprehende el apriori
En la tercera y última sección del bosquejo para la Encyclopredia que como dado de una vez por todas, como eterno, por así decirlo, sino
nosotros consideramos definitivo (1, 1), Husserl trata de una manera en su función determinada y delimitada, es un elemento necesario
muy sucinta la relación de la fenomenología con las ciencias -su para la superación de las crisis de fundamentos -es cuestionable
determinación esencial "como ciencia universal en fundamentación que sea también un elemento suficiente, que todo lo explique.
absoluta". Ya había tratado este tema detalladamente 15 años antes De acuerdo con Husserl, las ciencias aprióricas, en tanto que se
en el libro 111 de las Ideas para una fenomenología pura y una filosofía entienden a sí mismas, se convierten en ramas de la fenomenología.
fenomenológi,ca, al cual por tanto hemos de remitir expresamente. 9 "Respecto de las ciencias aprióricas históricamente desarrolladas,
La sección comienza con un breve comentario sobre la posición desarrolladas en ingenuidad trascendental, se tiene como conse-
de la fenomenología respecto de la ontología. "La fenomenología cuencia que sólo una fundamentación fenomenológica radical puede
como ciencia de todos los fenómenos trascendentales concebibles, convertirlas en ciencias genuinas, que se justifican metódicamente
y por cierto en cada caso en las configuraciones totales sintéticas por completo. Pero precisamente por ello dejan de ser ciencias po-
únicamente en las cuales son concretamente posibles -las de los sitivas (dogmáticas) y se vuelven ramas subordinadas de la fenome-
sujetos trascendentales singulares, vinculados en comunidades de nología una como ontología eidética universal." (1, 1, p. 297.)
sujetos- es eo ipso ciencia apriórica de todos los entes concebibles. Por lo demás, mediante la fenomenología debe conseguirse la
Pero no meramente del todo de lo que objetivamente [ob] es y de auténtica fundamentación de las ciencias empíricas -precisamente
ningún modo en una actitud de positividad natural, sino, en plena porque las ciencias aprióricas, que en cada caso yacen en la. base
concreción, del ente en general, en tanto que extrae su sentido de de ellas, han recibido mediante la fenomenología la referencia re-
ser y su validez de la constitución intencional correlativa. Ello com- trospectiva a sí mismas, es decir, han llegado a tener transparencia
prende también el ser de la subjetividad trascendental misma, cuya respecto de su propio contenido aprióríco.
esencia mostrable es ser constituido trascendentalmente en sí y para Lo dicho es -a nuestro parecer- aplicable a las ciencias mate-
sí." (1, 1, pp. 296-297.)
máticas y a la fundación de las ciencias empíricas de la naturaleza en
Ciertamente, tiene que plantearse la cuestión de si la ontología las ciencias aprióricas; pero sigue siendo discutible hasta qué punto
entendida de esa manera no será necesariamente una ontología me- el paralelo señalado por Husserl de la psicología apriórica y la psi-
ramente formal, esto es, una ontología que meramente tome en con-
cología empírica es realmente un paralelo y en qué medida, pues,
sideración las formas del constituir. En esta sección Husserl ofrece
las llamadas ciencias del espíritu pueden ser fundadas conforme al
9
Ideen zu einer reinen Phiinomenologie und phiinomenologische Philosophie, Li- modelo de las ciencias "exactas".
bros II y III, editados por Marly Wetzel-Biemel, Husserliana, tomos IV y V, 1952, La fenomenología entendida de este modo alcanza según Husserl
Martinus Nijhoff, Den Haag.
el ideal de la filosofía universal, que siempre han tenido en la mira
172 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANITTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 173
los filósofos. "La fenomenología desarrollada rigurosa y sistemática- trabajadores más modestos en comunidad con otros en pro de una
mente... es idéntica a esta filosofía que abarca a todo conocimiento philosophia perennis." (1, 1, p. 301).
genuino. Se divide en la fenomenología eidética (como ontología Para concluir, queremos abordar brevemente las observaciones
universal) como filosofía primera y en la filosofía segunda, la cien- que Heidegger hizo a la continuación de un bosquejo anterior (III,
cia del universo de los f acta o de la intersubjetividad trascendental 3). Que Husserl le concedía a estas observaciones un significado
que los encierra a todos ellos sintéticamente. La filosofía primera particular se desprende del hecho de que no solamente conservó la
es el universo del método para la segunda y en su fundamentación carta de Heidegger, sino que transcribió estenográficamente todas
metódica está referida retrospectivamente a sí misma." (1, 1, p. 298- las observaciones y además las incorporó en una copia del manus-
299.) crito. Quizá en esto puedan hacerse visibles algunos puntos esencia-
Por último, la fenomenología es según Husserl el instrumento me- les referentes a la relación entre ambos pensadores. El año de los
diante el cual la humanidad accede al autoexamen absoluto, lo cual bosquejos de la Encyclopredia es también el año de la aparición de
quiere decir: a la realización del ideal propio de la humanidad. "Se la obra principal de Heidegger, Sein und Zeit,* que está dedicada a
reconoce ... como función del autoexamen universal de la humani- Husserl. En la carta a Husserl (del 22 de octubre de 1927) escribe
dad al servicio de una praxis racional universal, esto es, al servicio Heidegger: "En las hojas anexas intento de nuevo fijar los puntos
de la aspiración que dicho descubrimiento pone en libertad: la aspi- esenciales. Ello da también oportunidad de caracterizar la tenden-
ración a la idea -que yace en lo infinito- de una humanidad que cia fundamental de El ser y el tiempo en el interior del problema tras-
sea y viva de hecho y cabalmente en verdad y en genuinidad." (1, 1, cendental."
p. 299.) El apéndice I de la carta de Heidegger a Husserl reza como sigue:
Habla en estas palabras una fe racionalista en un progreso ince- "Hay coincidencia en lo siguiente: lo existente en el sentido de lo
~ante de la humanidad mediante un autoexamen racional, una fe que que usted llama 'mundo' no puede ser aclarado en su constitución
impone respeto -pero que es antes un credo que Husserl profesa trascendental mediante un retroceso a lo existente de esa misma es-
que _una demostración filosófica. Así, por ejemplo, no ha concep- pecie de ser.
tuahzado la esencia de la historicidad del hombre y ni siquiera la ha "Pero con ello no está dicho que lo que constituye el lugar de lo
c?nvertido en tema. Hay que preguntar: lqué significa aquí ser y vi- trascendental no sea en general un ente - sino que ello origina di-
vu en verdad y en genuinidad? lEn qué se fundan la veracidad y la rectamente el problema: lcuál es la especie de ser del ente en el cual
genuinidad? el 'mundo' se constituye? Éste es el problema central de El ser y el
Husserl dice lo que la fenomenología debe ser, sin investigar sufi- tiempo - es decir, una ontología fundamental del ser-ahí. Se trata
cientemente si también está efectivamente en condiciones de llegar de mostrar que la especie de ser del ser-ahí humano es totalmente
diferente de la de todos los demás entes y que ella, como la que es,
a serlo. De hecho, sobre este problema de la determinación última
encierra en sí precisamente la posibilidad de la constitución trascen-
de la fenomenología Husserl sólo ha legado unos cuantos manuscri-
tos (cf K 1114, K 111 6), y éstos tienen un tono profético más que un dental.
tono "rigurosamente científico". Sin embargo, es preciso no olvidar "La constitución trascendental es una posibilidad central de la
que en el momento de la redacción de estos manuscritos Husserl es- existencia del sí mismo fáctico. Éste, el hombre concreto, no es nunca
taba en la séptima década de su vida. Busca elaborar una especie de en cuanto tal -en cuanto ente, un hecho real [real] mundano, por-
que el hombre nunca está solamente ahí delante¡ sino que existe. Y
programa que ya no valga propiamente para él mismo, sino que está
lo 'maravilloso' está en que la composición de la existencia del ser-
pensado para los que vendrán, quienes habrán de proseguir su obra.
ahí posibilita la constitución trascendental de todo lo positivo.
Esto se desprende claramente de la última frase del bosque1·0 I 1:
~ '
. or el!o la fenomenología exige de los fenomenólogos que renun- • Nos servirá de referencia la versión castellana de José Gaos: El ser y el tiempo,
cien al ideal de un sistema filosófico y que, no obstante, vivan como , Fondo de Cultura Económica, México, la. ed. 1951.
174 EL ARTICULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER
WALTER BIEMEL 175
"~s consi~eraciones :unilaterales' de la somatología y de la psi-
colog1a pura solo son posibles sobre la base de la integridad concreta Para Heidegger ser-ahí1º designa un modo de ser del ente. Por
del hombre, que como tal determina primariamente la especie de ser .ello añade en seguida: "Pero con ello no está dicho que lo que cons-
del hombre. tituye el lugar de lo trascendental no sea en general un ente". Y lo
aclara mejor: "ello origina directamente el problema: lcuál es la
"Lo 'puramente anímico' no ha surgido en absoluto en vista de la
· especie de ser del ente en el cual el 'mundo' se constituye?". Esta
o~tologí~ del ~ombre entero, es decir, no con el propósito de una
· pregunta lo conduce a la ejecución de la analítica del ser-ahí y a la
ps1~log1a - smo que se origina desde un principio desde las medi- pregunta por el ser -la pregunta fundamental de su pensar y del
tacmnes de Descartes sobre teoria del conocimiento.
pensar en general.
"Lo constituyente no es una nada - sino algo y existe - aunque Si lo entendemos correctamente, para Husserl la problemática se
no en el sentido de lo positivo.
despliega de otra forma. Todo ente tiene que ser puesto en cuestión;
"No debe pasarse por alto la cuestión de la especie de ser del esto quiere decir que debemos buscar lo incuestionable, que es el
constituyente mismo. fundamento de todo ente -y él lo encuentra en el ego trascenden-
"Por ello el problema del ser está universalmente referido al cons- tal. Si éste es el último fundamento, más allá del cual no puede irse,
tituyente y a lo constituido." entonces, consecuentemente, todo tiene que constituirse en él, como
En el primer párrafo Heidegger hace referencia a la comunidad dice Husserl; todo ente tiene que disolverse en la conciencia, de
que se ~a entre el ~ensamiento de Husserl y el suyo. Ya la expresión modo que la conciencia trascendental se convierte simplemente en
comumdad es propiamente demasiado fuerte, puesto que presupone el ser; mientras que el concepto de Heidegger del ser-ahí no se iden-
u~ pu~t~ de partida común. Más cauteloso, Heidegger dice "coin- tifica de ninguna manera con el de ser -lo que desgraciadamente
ciden_cia . Desde ~os_ punt?s de partida diferentes se puede llegar se afirmó a menudo.
también a una comcidencia respecto de cuestiones determinadas Puesto que la cuestión de Husserl se remonta al ego, su método
-es lo que propiamente se quiere decir aquí. se halla enteramente bajo la impresión de la reducción, mediante la
"Lo que usted llama 'mundo'" -dice Heidegger, y con ello da ya cual precisamente se pone entre paréntesis el todo del ente para al-
a entend_er_que el concepto de mundo en El ser y el tiempo es entera- canzar el ego puro. En Heidegger falta la reducción íntegramente.
mente d1stmto. El concepto de mundo de Husserl significa la "tota- La relación entre el ente llamado ser-ahí y el ente que no es como
lidad del ente". Lo que el ente es no puede ser iluminado mediante el ser-ahí, pertenece directamente a la esencia del ser-ahí. El ser-ahí
un r~troce~o al ente. Sobre ello hay coincidencia, y ello quiere decir se despliega como sí mismo en esta relación, pues ésta siempre es a
al mismo tiempo que la hay sobre la necesidad de poner-en-cuestión la vez también una relación consigo mismo. Poner entre paréntesis
al ente. Este poner-en-cuestión no es el de las ciencias, que investi- esta relación (por lo demás, él elude la expresión relación, ya que
gan dominios determinados del ente pero nunca preguntan qué es el alude a una separación radical, a una especie de abismo en la forma
ente en cuanto ente .. Sobre ello también están de acuerdo Heidegger usual de la oposición de sujeto y objeto, que después ya no puede
YHusserl-los cammos se separan, sin embargo, tan pronto como se ser allanado) significa concebir al hombre como mero sujeto trunco.
determina más detenidamente dónde debe repreguntarse para pen- No obstante, el ser-abierto al ente, propio del ser-ahí, de ninguna
sar a~ ente en cuanto ente. Al principio esto parece exagerado. lNo manera significa una mezcla del hombre con el ente no humano. En
convierten ambos pensadores al ser humano en problema? Husserl la crítica citada dice precisamente: "Se trata de mostrar que la espe-
a tra;és de las ex~?siciones sobre el ego trascendental; Heidegger,~ cie de ser del ser-ahí humano es totalmente diferente de la de todos
trav~s de la anahtica existenciaria del ser-ahí. Sin embargo, se dife- los demás entes y que ella, como la que es, encierra en sí precisa-
rencian de modo fundamental en la manera como buscan concebir
al hombre. 10 Comp. el artículo del autor "Heideggers Begriff des Daseins" ["El concepto

de ser-ahí de Heidegger"], Studia Catholica, junio de 1949.


176 EL ARTÍCULO DE HUSSERL Y LAS ANOTACIONES DE HEIDEGGER WALTER BIEMEL 177

mente la posibilidad de la constitución trasccndental.". 11 Esta düe- entre otros entes (lo que el término mienta usualmente y también en
rencia se pone de manifiesto en la analítica existenciaria, en la que Husserl). Por estas razones Heidegger anotó también sobre el texto
propiamente se explana la esencia del ser-abierto. En verdad, Hus- de Husserl "lno pertenece un mundo en general a la esencia del ego
serl habla sin cesar del ego trascendental, pero por otro lado consi- puro?". Para él esto es una necesidad, pues solamente en la apertura
dera al hombre siempre como cuerpo entre cuerpos, que mediante del mundo el ser-ahí en general comienza a existir. Si se suprime la
su cuerpo [Leib] pertenece a la región de ser cósica. Por ello ocupa relación del ser-ahí al ente, entonces ya no puede aprehenderse el
a Husserl hasta el fin de su vida la pregunta de cómo es posible que ser-ahí como tal. El "yo puro", pues, tiene que ser para Heidegger en
el hombre, una cosa del mundo, constituya el mundo y todas las co- cierta forma un no-concepto, una abstracción artificiosa que impide
sas. Muy particularmente salta a la vista este modo de consideración aprehender al hombre en su totalidad y en su existencia concreta.
en la discusión de la experiencia de lo ajeno. El otro es experimen- Pero la analítica existenciaria se había propuesto como meta conce-
tado ante todo como un 'cuerpo' que se mueve; luego veo que los bir al hombre como totalidad, y no por cierto una idea de hombre
movimientos no son arbitrarios, sino que algo significan, y así llego arbitraria, sino al hombre en su existir -aunque no en forma des-
finalmente a concluir que el cuerpo que se mueve es un hombre ... criptiva, mediante la mera exposición de modos de comportamiento,
Heidegger, desde el principio de El sery el tiempo, separa de modo sino, por decirlo así, mediante la exhibición de las condiciones de po-
enteramente radical la forma de ser del ser-ahí y las especies de ser sibilidad de su existencia, condiciones, o mejor, estructuras, que no
que no son como la del ser-ahí (ser-a-la-mano, estar ahí delante). El se asignan aprióricamente, sino que habrían de ser puestas de re-
hombre nunca es apercibido meramente como algo ahí delante, sino lieve mediante un análisis del ser-ahí concreto. Que el análisis del
que es aquel ente que antes que nada abre el ámbito del ente, irrum- ser-ahí en su totalidad no es una meta última (como la aprehensión
piendo en él y de ese modo abriéndolo. En el bosquejo III, Heide- de Husserl del ego puro), sino meramente la preparación para el
gger hizo la anotación: "Compárese nuestra Conferencia Thdtnau- planteamiento de la cuestión del ser, aquí sólo podemos señalarlo
berger «1926» sobre el "ser en el mundo" (El ser y el tiempo I, § 12 brevemente, aunque para Heidegger es de una significación funda-
a § 69) y la esencial diferencia respecto del estar ahí delante 'en el mental.
interior' de un mundo semejante." (p. 274). Pues cuando el hombre Hallamos varias observaciones marginales de Heidegger que in-
se concibe en el sentido de Heidegger como ser-ahí, ya no puede dican que el hombre no es jamás un mero ente ahí delante y no
ser entendido simplemente como "cuerpo entre cuerpos", lo que se puede ser concebido como tal: "el ser-ahí humano 'es' de tal manera
llama el mero 'estar ahí'. que, aunque existente, nunca está meramente ahí delante" (p. 274).
Así pues, mientras que Husserl separa el ego trascendental del Puesto que Husserl no ha puesto propiamente en cuestión la forma
mundo para mantenerlo puro de todo lo mundano, para Heidegger de ser del hombre, y para él ente siempre de algún modo significa
el ser-ahí es aquel ente que antes que nada abre el mundo, precisa- lo mismo que "algo que está ahí delante" y por tanto algo dentro
mente en tanto que lleva o compele a todo ente al ámbito de la pa- del mundo, por ello intenta desconectar todo elemento mundano
tencia. Esta referencia al mundo, sobre la cual desgraciadamente no para alcanzar lo peculiar del 'ego puro'. Opone, pues, el "ego puro"
podemos extendernos aquí, 12 es tan esencial que Heidegger define al y el yo humano -lo que quiere decir que el yo, que está aún en
ser-ahí precisamente como "ser-en-el-mundo", donde, sin embargo, referencia al mundo, de algún modo se refrena de ser ente. En la
"ser-en-el-mundo" nunca jamás quiere decir el mero encontrarse discusión de la reducción trascendental dice Husserl: "esta volun-
tad (de la reducción trascendental) manda no poner en acción nin-
11
Cuando Heidegger utiliza aquí la expresión "constitución trascendental", lo guna apercepción trascendente, ninguna validez trascendente como
hace en obsequio a Husserl. En E/ ser y el tiempo, así como en los otros escritos, falta
este término, porque Heidegger considera la problemática de la constitución como
quiera que se haya adquirido, 'ponerla entre paréntesis' y sólo to-
un residuo idealista que tiene que ser superado. marla como lo que es en sí misma, como un apercibir, mentar, po-
12
El autor ensayó una discusión del concepto heideggeriano de mundo en el ner como válido, etc., puramente subjetivo. Si lo hago así para mi
trabajo Le concept de monde chez Heidegger, Nauwelaerts-Vrin, Louvain, París, 1950. mismo, entonces no soy yo un yo humano ... " (111, 3, pp. 274-275).
178 WALTER BIEMEL 179
EL AKrfCULO DE HUSSERL Y LAS ANITTACIONES DE HEIDEGGER

En esta frase, Heidegger subrayó dos veces "no soy yo" y añadió: hombre no es nunca más que en cuanto fácticamentc yecto. * "La
"O quizá precisamente tal, en su posibilidad de existencia más pro- constitución trascendental" -dice Heidegger- "es una posibilidad
pia, 'maravillosa'". Al margen advierte: "lPor qué no? lNo es este central de la existencia del sf mismo fáctico. Éste, el hombre con-
creto no es nunca como tal-como ente- un 'hecho real [real] mun-
hacer una posibilidad del hombre, pero, precisamente porque éste
dan~', porque el hombre nunca está solamente ahí delante, sino que
nunca está ahí delante, un comportamiento, es decir, un modo de ser,
existe."13 Con otras palabras, no debemos suprimir y poner entre
que precisamente de origen se procura a sí mismo, y por ende nunca
paréntesis el ser concreto del hombre para encontrar lo que Hus-
pertenece a la positividad de lo ahí delante?" (Loe. cit.). De tal modo
serl llama constitución y Heidegger la desocultación del ente, sino
quería dar a entender a Husserl que ser, en el sentido de ser humano, que ésta sólo puede mostrarse en la existencia concreta. La tarea de
no tiene que ser ser positivo, que sucumbe a la reducción. Remite al la filosofía es, justamente, aprehender la esencia del hombre de tal
hecho de que Husserl, dos oraciones más adelante, después de ha- manera que éste sea transparente en su existencia concreta, total.
ber dicho que el yo que efectúa la reducción no es un yo humano, Este aprehender, según Heidegger, sólo es posible de modo que no
escribe: "El ego así reducido es ciertamente mi yo en la concreción se permanezca en el hombre (sea como ego trascendental, como su-
entera de su vida". Heidegger pone de relieve esta dificultad de la jeto o como persona), sino que se retroceda a aquello de donde el
separación del yo puro y el yo humano, y su cuestionabilidad. hombre recibe su determinación esencial -al ser. Puesto que para
Husserl dice del "ego trascendental": "Evidentemente, éste es Husserl en la perspectiva del idealismo trascendental el ego tras-
de hecho, en su peculiaridad reducida, lo único susceptible de ser cendental es la base de ser absoluta, cierta en última instancia, no se
puesto, con todos sus correlatos intencionales, y me ofrece así la más plantea en absoluto el problema de un salir de ahí y en consecuencia
fundamental, la primera base de experiencia para una investigación falta en él la auténtica problemática del ser, que domina el pensa-
trascendental." (Ill, p. 275 [y nota 183]). miento de Heidegger. Así se separan necesariamente los caminos
Heidegger subraya "susceptible de ser puesto" y anota "ipositum! de ambos pensadores. Husserl permanece sobre la línea cartesiano-
iLo positivo! lO qué clase de posición es ésa? lEn qué sentido es racionalista de la metafísica moderna, mientras que Heidegger in-
puesto esto, si ha de ser no nada, sino más bien en cierta manera tenta aprehender el destino de la metafísica occidental en su con-
todo?". Y en otra anotación dice: "lCuál es el carácter de la posición junto -en el retroceso a los pensadores pre-metafísicos primige-
en la que el ego absoluto está puesto? lEn qué medida no se halla nios.14
aquí ninguna positividad (cualidad de puesto)?".
Vemos nítidamente cómo todo gira alrededor del concepto del
"es". "Es" es para Husserl sinónimo de mundanamente existente, y
puesto que todo lo mundano tiene que ser puesto entre paréntesis,
tiene a la vez que ser puesto entre paréntesis el concepto del "es".
Heidegger por su parte muestra cómo en el poner del ego trascen-
dental está presupuesto un "es" -que por lo tanto con justicia tam-
bién tendría que ser puesto entre paréntesis, en la medida en que se
suprime todo lo positivo (puesto).
Heidegger critica así, en el fondo, la indiferenciación del "es" en • ~cto es, claro, el término de la versión de Gaos. Se trata del participio de
Husserl (todo lo que es está mundanamente ahí delante y tiene que "werfen", que significa "arrojar", "echar", "tirar" ....
ser puesto entre paréntesis junto con lo mundano -a lo cual opone 13 Énfasis nuestro.
la distinción entre ser-ahí y estar ahí delante) así como la separación 14 Comp. Martin Heidegger, Hofzwege [Sendas perdidas] (Vittorio Klostermann,

del ego trascendental del ego fáctico. Para Heidegger precisamente Frankfurt a. M., 1950), así como el prólogo a la 5a. edición de "lQué es metafísica?"
y la "Carta sobre el humanismo" (en la misma editorial).
la facticidad pertenece necesariamente a la existencia concreta; el
ÍNDICE

Presentación 5
Advertencia sobre la traducción 11

El artículo de la Encyclopcedia Britannica 15


Primer borrador 17
I. La fenomenología psicológica como psicología "pura" 17
II. La fenomenología trascendental frente a la fenome-
nología psicológica 27
Bibliografía 34
Ensayo de segunda redacción 37
Introducción. La idea de la fenomenología y el retroceso
a la conciencia 37
l. La idea de una psicología pura 38
l. El objeto de la psicología pura 39
2. El método de la psicología pura 41
a) La reducción fenomenológico-psicológica 41
b) El análisis eidético 42
3. La función fundamental de la psicología pura 44
II. Psicología fenomenológica y fenomenología trascen-
dental 44
Cuarta y última versión 59
l. La psicología pura, su eampocle aperlencia, su méto-
do, su función 59
182 ÍNDICE ÍNDICE 183

l. Ciencia natural pura y psicología pura 59 De la parte conclusiva de la tercera versión del aniculo
2. Lo puramente psíquico en la experiencia de sí mis- de la Encyclopcedia Britannica 85
mo y en la experiencia comunitaria. La descripción
universal de las vivencias intencionales 60 Apéndice crítico 95
3. El campo cerrado de lo puramente psíquico.- Re- Sobre las distintas versiones del artículo 95
ducción fenomenológica y experiencia interna ge- ~w %
nuina 63 Sobre los anexos 130
4. La reducción eidética y la psicología fenomenoló- Notas 131
gica como ciencia eidética 65
Fenomenología
5. La función de principio de la psicología puramente
Versión de Christopher V. Salmon 133
fenomenológica para una psicología empírica exac-
ta 66 El artículo de la Encyclopcedia Britannica de Husserl y las ano-
II. Psicología fenomenológica y fenomenología trascen-
taciones de Heidegger al mismo
dental 68 Walter Biemel 147
6. El giro trascendental de Descartes y el psicologismo
de Locke 68
7. E1 problema trascendental , 69
8. "la solución psic,:ologist¡i como círculo trascenden-
tal 71
9. La reducción fenomenológica-trascendental y la
apariencia trascendental de duplicación 73
10. La psicología pura como propedéutica para la fe-
nomenología trascendental 76
111. Fenomenología trascendental y filosofía como ciencia
universal en fundamentación absoluta 77
11. La fenomenología trascendental como ontología 77
12. La fenomenología y la crisis de fundamentos de las
ciencias exactas 78
13. La fundamentación fenomenológica de las ciencias
de hechos y la fenomenología empírica 78
14. La fenomenología íntegra como filosofía universal 79
15. Los problemas "últimos y más elevados" como pro-
blemas fenomenológicos 79
16. La resolución fenomenológica de todas las antítesis
filosóficas 80

Anexos 83
Introducción a la tercera versión del anículo de la Ency-
clopt:edia Britannica 83
El artículo de la Encyclopredia Bri tannnica, No.
52 de la Colección Cuadernos del Instituto de
Investigaciones Filosóficas, se terminó de im-
primir el 24 de agosto de 1990 en los talleres
de Olmeca Impresiones Finas, S. A. de C. V. Su
composición y formación se realizaron en com-
putadora en el mismo Instituto, utilizando el
programa Tp( y tipos Dutch de Bitstream. La
edición estuvo al cuidado del traductor y consta
de 2000 ejemplares.

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