Sin que para increpar a su enemigo Le faltasen en�rgicas palabras. �C�mo �le dice- a profanar se atreven, Sangrienta Tiran�a, tus pisadas La mansi�n venturosa que Pelayo A mis cultos devoto consagrara? �M�s v�ctimas buscando acaso vienes En estas soledades apartadas, Porque en los pueblos donde imp�o domina Tu insaciable furor ya no las halla? �Qu� designio fatal, como son todos Los que en tu negro esp�ritu se fraguan, Te ha tra�do a perturbar la paz serena De aquesta fragos�sima morada? All� donde tus leyes sanguinosas Son vilmente de esclavos acatadas, Dirigir puedes el violento paso Que ya mucho a mis ansias lo retardas �Cu�n vanamente � el monstruo le replica- Aqu� de mi furor salvarte aguardas! �Qu� sirve mi poder si t� rendida La cerviz no doblegas a mis plantas? Mientras respires el vital aliento En falaz apariencia abandonada . Mientras de tus doctrinas lisonjeras Hasta el �ltimo alumno no se acaba. Vacila el trono en que terrible impero, El p�blico deseo se propaga Con que Espa�a inconstante en sus ideas Por mi exterminio fervorosa clama. Si logro, pues, que con tu muerte queden Sus dulces ilusiones disipadas, No temer� la ruina que inminente A mi poder envejecido amaga. �C�mo, cruel enemiga de los hombres, -T�mida la deidad as� le hablaba- C�mo�Iba a seguir cuando sus quejas Interrumpi� la novelera fama. Vino del aura leve conducida Desde la isla de B�tica ensalzada, M�s por ser de las cortes cuna ilustre Que por todas sus c�lebres batallas. Al ver la Libertad, llegar la nuncia De heroicos hechos, de �nclitas haza�as, A escuchar las mayores, m�s gloriosas Su enajenado esp�ritu prepara. Suspende ya- le dije �de tu llanto El abundante riego, diosa amada, La Espa�a te dispone en su alegr�a Regias coronas, vencedoras palmas. At�nita la reina bienhechora Escuch� la dulc�sima embajada, Su p�leo y su vindicta al punto toma Y de Mantua a su alc�zar se adelanta. Desaparece la oscura Tiran�a, Incierta y triste por los aires vaga, Hasta que a las regiones del oriente, Su antiguo asilo, el torpe paso avanza. El ancho oc�ano su �mbito espacioso, En justo obsequio de la nueva grata Reduce a breve trecho, y facilita Estorbos que pudiera hallar la fama. Viene pues, por el M�xico anunciando Que ya la Libertad reina en Espa�a, Cuyo duro dominio o Tiran�a Cambiar� presto en amistosa alianza.