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Refugio
Refugio
Tomar Refugio
Lo que habitualemente traducimos como tomar refugio , en tibetano se dice kyad su dro-ua. Kyad significa
refugio, asilo, protección o aún “allí hacia donde uno v a”, “aquello a lo que uno aspira”. Su es una partícula
gramatical que podemos traducir como hacia, y dro-ua quiere decir ir, partir. A sí la expresión global la
traducimos como dirigirse hacia el refugio .
El Buda
Quizá tengamos costumbre de pensar en el Buda como un ser humano similar a nosotros, que v iv ió seis siglos
antes de nuestra era. Esto no es falso, pero es mucho más que eso. Cuando queremos considerar la totalidad
de lo que es, consideramos tres aspectos, tres modalidades de su ser que llamamos “Los Tres Cuerpos”. El
Cuerpo Absoluto o Dharmak ay a, la esencia última de la mente de Buda y de nuestra propia mente. Está más
allá de toda característica. No tiene forma, ni principio ni fin, no mora en ningún lugar. No puede ser designado
por ninguna palabra, ni concebido por ningún pensamiento. Sin embargo, no es una simple ausencia de algo
pues de Él surgen todas las apariencias. El Cuerpo de Gloria o Sambhogak ay a es la manifestación del Buda bajo
una forma luminosa, en los “campos puros”. El Cuerpo de Emanación o Nirmanak ay a es la manifestación del
Buda bajo un aspecto conv encional, es decir como ser humano.
A unque las cualidades del Buda son infinitas, se consideran tres como las principales:
El conocimiento, el amor y el poder o capacidad de dar refugio.
Su conocimiento es doble: Conocimiento de la naturaleza de todos los fenómenos y conocimiento de su
multiplicidad en el campo de la manifestación relativ a. Nosotros estamos en la ignorancia sobre estos dos
puntos de v ista. Lejos de conocer el modo de ser de los fenómenos, lejos de comprender el significado de la
v acuidad, nos asimilamos a un “yo”, a un “ego”. No percibimos que, en realidad, estamos libres de los límites
de la indiv idualidad egocéntrica. Nuestra experiencia se limita a esta fijación sobre la noción de “y o”, de “yo
existo”. Por lo contrario, un Buda no solamente posee la realización de que el y o, por naturaleza no tiene
existencia, además, percibe la ausencia de realidad propia de todos los fenómenos. Igualmente, nuestro
conocimiento sobre los fenómenos en el tiempo y el espacio, es muy limitado. No conocemos nuestras v idas
pasadas, ni como será el encarnamiento en v idas futuras, mientras que un Buda conoce todas las v idas pasadas
de los seres, los actos que han realizado, el k arma que resultará y los renacimientos que tomarán. Conoce
también, sin confusión, con precisión, la situación presente de todos los seres. Supongamos, por dar un
ejemplo, que las facultades de conocimiento de Buda sean similares a la totalidad del espacio. En este caso las
de los Bodhisatv as serían comparables al v olumen que ocupa una habitación de una casa, la de los seres con
una cierta realización, como los Arhats, parecidas al contenido de un v aso, y la de las personas ordinarias más
inteligentes, más sabias y más cultiv adas, no ocuparía más que el ojo de una aguja.
Si el Buda únicamente posey era conocimiento, a nosotros no nos sería de utilidad. Pero su mente también es
“amor”. Se dice que siente por cada ser en particular el mismo amor que su madre por su hijo. Los humanos
ordinarios sólo pueden sentir un amor limitado por un pequeño número de personas, e incluso este no será
igual para todos y se marcarán diferencias. El amor de un Buda se aplica a la infinidad de los seres que llenan
el espacio infinito. Para cada uno de ellos es un amigo, incluso si ese amigo es desconocido.
Conocimiento y amor a pesar de su grandeza, serían aún insuficientes si el Buda no posey era también el
“poder” de ayudarnos. Este poder de manifiesta particularmente por la enseñanza que nos da sobre el camino
de la Liberación. De esta forma, hace que se disipen los sufrimientos presentes y hace que se supriman las
causas de sufrimientos futuros. Por la práctica del Dharma, que es la manifestación del poder de Buda,
av anzamos en el camino de la felicidad hasta el Despertar.
El Dharma
Es la v ía enseñada por el Buda. Se distinguen dos aspectos:
El Dharma de las escrituras: las enseñanzas de Buda que se han consignado por escrito, como la recopilación
de los comentarios redactados por los grandes realizados del pasado hindúes y tibetanos.
El Dharma de la realización: las realizaciones que efectiv amente han aparecido en la mente de los grandes
seres o de los seres ordinarios.
La Sangha
Todos los que siguen la enseñanza de Buda constituy en la Sanga, es decir, la comunidad. Sin embargo se
distinguen dos niv eles:
La Sanga superior, constituida por los seres que han obtenido diferentes niv eles de realizaciones extraordinarias
como, los Bodhisatv as, Shrav ak as o Praty ek abudas.
La Sanga común, que son todos los que constituy en la comunidad.
Tomamos refugio sobre todo en la Sanga superior.
A estas Tres Joy as, también se les llama los Tres Raros y Sublimes, porque es muy raro que aparezcan en el
mundo y son superiores a todo.
Los Yidams, div inidades de realización, raíz de las realizaciones comunes y supremas.
Los Protectores, raíz de la activ idad iluminada.
En el marco del Vajray ana se considera que, para realizar la naturaleza última de la mente, es necesario seguir
a un Lama, un maestro espiritual que muestra el camino, confiere iniciaciones, da las in strucciones y del que
recibimos la gracia o el poder espiritual. Seguidamente, se practican las siguientes meditaciones relacionadas
con los diferentes Yidams que permiten obtener la realización sublime (la realización de la naturaleza última de
la mente) y las realizaciones comunes (longev idad, salud, prestigio).
Por último, dado que en la práctica del Dharma nos encontramos con numerosos obstáculos, nos remitimos a
las div inidades llamadas “Protectores” para apartarlos y establecer las circunstancias fav orables.
La Ceremonia
La toma de refugio se realiza durante una ceremonia simple y brev e. Se piensa a v eces que tener fe en las Tres
Joy as es suficiente y no siempre se comprende el sentido de la ceremonia. Sin embargo, el ritual responde a
div ersas necesidades:
En primer lugar, gracias a las explicaciones que proporciona el lama que da refugio, se comprende claramente
lo que son las Tres Joy as y la función de la toma de refugio.
En segundo lugar, la ceremonia implica una participación activ a de todos los aspectos de nuestra personalidad:
Nuestro cuerpo, palabra y mente. Esta participación da una gran fuerza, un gran impulso, un carácter de
serenidad y profundidad a nuestro compromiso espiritual. Dado que en el campo relativ o, todas las experiencias
son el juego de su interconexión, necesariamente existe un lazo entre lo que se realiza formalmente y el sentido
profundo de lo que es realizado. Por último, el ritual permite la transmisión de la gracia, de una corriente de
fuerza espiritual que penetra en nuestra corriente mental. Por ello es necesaria la ceremonia, su desarrollo es
muy sobrio. Aquel que toma refugio marca su compromiso repitiendo tres v eces la fórmula de refugio, luego el
lama le corta un pequeño mechón de cabello, le da un nombre de Dharma y le pone un cordón de protección.
El pequeño mechón de cabello cortado es el signo de nuestra consagración al Dharma, simbolizando el hecho
de que renunciamos a nuestro modo de ser ordinario y franqueamos la puerta de la v ía de Buda. El cordón de
protección representa la gracia de Buda que desde ese momento nos acompañará.
El nombre nos identifica con la entrada en el camino de la Liberación, se refiere siempre a una o v arias
cualidades de la budeidad. A menudo no es posible descubrir una relación inmediata entre ese nombre y
nuestra personalidad actual. A v eces, sin embargo, esta relación aparece claramente, sea porque el lama posee
un poder de clariv idencia particular, sea por la simple conexión k ármica con ese nombre.
Precisemos ahora algunos puntos sobre esta ceremonia, en primer lugar dudamos a v eces de hacer tomar
refugio a los niños pequeños, pues se considera que no son conscientes de lo que ocurre. Es cierto que el niño
no tiene el pensamiento “quisiera tomar refugio”, pero el sólo hecho de oír el nombre de Buda y el poder de la
ceremonia, ponen en su mente una huella muy benéfica, incluso si no es una ceremonia completa, no es
totalmente inútil.
En segundo lugar, encontramos en el Vajray ana la noción de Lama Raíz y nos preguntamos si esto se refiere al
lama que nos ha dado refugio. De hecho, son diferentes, Lama Raíz es un término con el que se designa al
maestro de quien se reciben iniciaciones y que nos guía en el camino del reconocimiento del modo de ser de
nuestra mente, a trav és d euna relación priv ilegiada. La toma de refugio no implica, pues, que aquel que realiza
la ceremonia deba necesariamente ser tomado como nuestro Lama Raíz.
El Pequeño Vehículo y el Gran Vehículo son dos aproximaciones diferente a las enseñanzas de Buda, existen
entre ellos ciertas diferencias en la forma de tomar refugio. En Pequeño Vehículo tomamos refugio nosotros
sólos hasta el fin de nuestra v ida. En el Gran Vehículo consideramos que todos los seres toman refugio al
mismo tiempo que nosotros hasta el Despertar. En el Gran Vehículo tomamos refugio para llegar a obtener la
budeidad para ayudar a todos los seres.
Los preceptos
Tomar refugio es comprometerse en el camino de la Liberación. Nos esforzamos pues en respetar un cierto
número de preceptos que nos ay udará a progresar. Están repartidos en tres grupos que se definen como las
tres cosas que hay que ev itar y las tres cosas que hay que adoptar.
Las tres cosas que hay que ev itar:
Habiendo tomado refugio en Buda, no buscaremos protección en las div inidades de este mundo, es decir, los
espíritus de las aguas, de las montañas, de la tierra, etc.
Habiendo tomado refugio en el Dharma, ev itamos toda activ idad que resulte perniciosa a los seres.
Habiendo tomado refugio en la Sanga, ev itamos la relación con las malas compañías, aquellos que critican
v iv amente el Dharma o cuy a conducta es muy negativ a. Su compañía nos haría caer bajo su influencia, con el
riesgo de hacer v acilar nuestra confianza en el Dharma y llev arnos a cometer actos negativ os.
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Conclusión
Si la toma de refugio rev iste una importancia tan grande, es qporque no podemos encontrar en este mundo
una protección mejor contra el sufrimiento que las Tres Joy as, no sólo en el plano de la Liberación, sino
también en el de las dificultades y angustias cotidianas. Se dice que aquel que toma refugio no renacerá más
en los mundos inferiores, no seguirá falsos caminos espirituales y finalmente se liberará de la realidad ilusoria
de un y o, que es la raíz de todo sufrimiento.
Enseñanzas requeridas y dadas en Mirik, en el monasterio de Kyadgye Bokar Tulku Rinpoche, en julio de 1989.