FIN DE AÑO POR EL MUNDO

Carlos Enrique Gabaldón Vivas

Lluvia de confeti en Times Square
Esta tradición, iniciada en 1904 por el
dueño del New York Times con motivo
del nuevo edificio del periódico en la
plaza, se ha convertido en un fenómeno
mundial.
A las 18:00 empieza a elevarse una
gran bola y a las 23:59 cae durante un
minuto desde el edificio One Times
Square. Cuando cae es cuando el cielo
se llena de confeti
12 uvas de la suerte en España
En España la tradición más extendida
es comerse 12 uvas, una por cada
campanada y al ritmo que marcan la
medianoche.
Quien consiga tomárselas todas tendrá
buena suerte en el año que empieza y
quien no pues si no se ahoga ya habrá
tenido suerte.
Una divertida tradición y más si se
toman en la Plaza Mayor de Madrid.
Las 108 campanadas en Japón
La tradición en Japón es que en sus
templos suenen las campanas un total
de 108 veces.
Esta tradición de origen budista
asegura que de esta manera se
purifican los 108 deseos mundanos que
causan el sufrimiento a la humanidad.
Después de las campanadas se suele
brindar con amazake, un licor caliente,
perfecto para el frío.
Cenizas con champán en Rusia

La tradición rusa marca que hay que

escribir los deseos para el Año Nuevo
en un papel y prenderle fuego.

Lo curioso de esto es que después hay

que meter las cenizas en la copa de
champán. Incluso los más valientes se
lo beben pasadas justo la media noche.
A romper los platos en Dinamarca

Esta tradición, con siglos de historia,

indica que hay que estampar la vajilla
de la cena contra el suelo o contra las
puertas (al estilo griego).

A más platos rotos mejor, eso indica

estar rodeado de muchos (y buenos)
amigos y familiares.
La batalla de agua en Puerto Rico

El clima de esta región permite dar la

bienvenida al Año Nuevo con cosas tan
veraniegas como los cubos de agua.

La tradición es tirar cubos de agua por

la ventana. De esta forma se cree que
además de arrojar el agua, se tiran los
problemas.
Las fallas y las chancletas en Ecuador

En Ecuador empiezan el nuevo año

quemando muñecos de más de 10
metros de altura fabricados con
madera, papel y petardos.

Además, en un lugar envidiable, en

primera línea de playa.