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EL USO Y MANEJO DE LOS ACERVOS DE LA BIBLIOTECA PARA EL

DESARROLLO DE LAS HABILIDADES COMUNICATIVAS, Y FOMENTO


DE LOS VALORES.

Nuestra escuela se encuentra ubicada en el centro de la cultura fronteriza, es el


ombligo de las colonias de clase medianamente baja, situada sobre una calle muy
transitada por malillas y ladrones, expuesta a ser caballete de grafiteros.
Es un edificio de antaño, en donde se mezclan las nuevas tecnologías con el adobe
viejo de las paredes, es la más pequeña de Ciudad Juárez , donde no hacen eco los
gritos de los niños, donde no hay cancha que reciba goles, donde las botellas vacías
de jugos azucarados se vuelven pelotas.
Una escuela que en un tiempo fue reformatorio, y al igual que otras, lleva consigo
leyendas mal contadas.
La hemos visto crecer, con el paso del tiempo quienes trabajamos aquí, nos dimos
cuenta porque es tan pequeña, ! para que te quepa en el corazón!.
Laboramos en ella seis profesoras de grupo, una directora, un profesor de educación
física y un conserje, y en el puestecito una señora, que olvidando el tamaño de la
escuela despierta con sus deliciosos guisos el apetito de los niños en todos los
salones. Contamos también con los padres de familia que se comprometen con la
diminuta escuela de sus hijos, esos niños que nunca escapan a la mirada de las
maestras, pues no existe un enorme patio o tan siquiera un árbol que oculte sus
travesuras.
Siendo una escuela tan pequeña, no contábamos con espacio designado para
biblioteca, de pronto un día, se nos presentó una gran oportunidad de realizar un sueño
que parecía inalcanzable, tener nuestra biblioteca. Es aquí donde empieza nuestra
aventura literaria.
Se presentó la oportunidad de comprar un pequeño terreno contiguo a la escuela,
habíamos entrado al PEC y nos vimos beneficiados económicamente, para ese
entonces, la institución contaba únicamente con 6 salones de clase, una pequeña
tiendita, los sanitarios de los niños y los de las niñas, además de una dirección que por
cierto compartíamos los dos turnos pues cabe mencionar que se trabajan dos turnos,
llevan el mismo nombre pero diferente clave estatal. Como fuimos las dos escuelas en
ingresar al programa se nos premió y coincidimos en comprar un terreno contiguo a la
escuela, con la finalidad de ampliarnos y construir una biblioteca. Se realizaron los
trámites correspondientes, que fueron demasiados como, licenciados, avalúos,
papeleo, entre otras cosas. La adquisición se realizó, cuando por fin el gobernador lo
autorizó.
Lo siguiente fue la remodelación de esta propiedad, se tuvo que escarbar para bajar el
piso y poder darle cabida a una especie de tapanco ó segundo piso donde actualmente
tenemos nuestro centro de cómputo, y en el piso de abajo la biblioteca y sanitarios.

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El trabajo que le siguió a esta remodelación fue la instalación eléctrica, meter el gas
natural y drenaje, acondicionamiento de aire y calefacción, alfombrar las escaleras y
herrería para proteger a nuestros niños.
En esos momentos esto parecía que no terminaba, por fin se entregó la obra, era el
momento de amueblar.
Seguíamos en busca de cotizaciones pues con todo esto ya parecíamos expertas en
precios. Fue un carpintero que trabajó en la misma biblioteca y en un tiempo
verdaderamente aceptable nos hizo nuestros preciosos libreros. Compramos cuatro
mesas cada una para diez personas y sillas dobladizas. Todo listo, ya teníamos la
biblioteca, pero ¿Los libros?
En la dirección de la escuela, entre el olor de libreros nuevos y cables sueltos de
aparatos recién comprados, se encontraban tres cajas con la leyenda “ Biblioteca
escolar”, y en su contenido libros para todos los grados, a pesar de estar revueltos
informativos, literarios, pasos de luna, al sol solito etcétera, aún así se mostraba como
un gran banquete para los niños que por alguna razón entraban a la dirección, algunos
los miraban de reojo, como queriendo desnudarlos con la mirada y otros más atrevidos
dejaron pasar sutilmente sus manitas, como acariciando los lomos de los libros.
Una vez terminados los libreros de la biblioteca, procedimos a nombrar a la profesora
encargada de la misma, empezó entonces la titánica tarea, inventariar los acervos, aún
no habíamos determinado los mecanismos para inventariar y clasificar, cuando se
presentaron en la escuela dos ex alumnos, solicitando se les permitiera realizar su
servicio social en nuestra institución, nuestros ojos brillaron al ver en ellos la ayuda
esperada, se les pidió se encargaran de inventariar los libros, inicialmente asistían los
sábados a la escuela para cumplir con el servicio social, pero esto afectaba en demasía
el horario de las profesoras y de ellos mismos, por esta razón, decidieron llevarse los
libros a sus casas para hacer el servicio allá,, se los repartieron entre los dos y de esa
manera culminaron eficientemente con la tarea asignada.
Una vez inventariados los acomodamos en los libreros, de acuerdo a una clasificación
que sólo existía en nuestra imaginación, aún cuando no andábamos tan erradas, no era
precisamente la correcta de acuerdo a los cánones del programa nacional de lectura,
sin embargo cabe mencionar que si nos resultó muy práctica para localizar los libros y
sobre todo para el préstamo de los mismos.
Pues bien, nuestros libros ya estaban inventariados y acomodados, ahora venía el
momento de la presentación, el encuentro entre los acervos y sus lectores, dicha
ocasión ameritaba un gran evento, al que nombramos “La feria del libro “ Los alumnos
de quinto grado se encargaron de elaborar carteles e invitaciones para la presentación
de los libros, pero consideramos que hacía falta algo más para despertar en los niños
la curiosidad, fue entonces cuando creamos a la señora libro, una muñeca elaborada
con fieltro, fomi, caireles, ojos pintados, todo esto revestía un grueso libro y con una
enorme boca roja que le permitía hablar y hablar, la señora libro se encargó de pasar a
todos los grupos e invitarlos a conocer a todos sus hijos, quienes se encontraban muy
contentos y preparándose para recibirlos con las páginas abiertas, la señora libro
obtuvo mucha aceptación, y como no, si la muy atrevida les dijo a los niños que en la

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biblioteca no encontrarían ni mesas ni sillas, mucho menos carteles de “Por favor
guarde silencio” por el contrario ahí se podía reír, ya que les prometió un espectáculo
inolvidable, y no conforme con el ya rompimiento de reglas, osó invitarlos a llevar
almohadas, cobijitas, cojines o cualquier cosa que les pudiera servir de cómodo
asiento, mientras se volvían escuchas, espectadores, y por supuesto activos
participantes del magno evento.
Llegó por fin el día tan esperado, las profesoras de primer y segundo grado se
encargaron de adornar la biblioteca de tal manera que parecía una gran fiesta infantil,
las frías paredes blancas fueron revestidas con hermosos carteles elaborados por la
entonces directora, globos de colores llenaron de alegría el ambiente, mientras que las
canciones de Cri Cri amenizaban la espera, en un rincón de la biblioteca, pendía de
dos clavitos una enorme tela azul que hacía de telón, pues detrás de ella aguardaban
impacientes los muñecos de peluche disfrazados de títeres guiñol. En el patio de la
escuela, había flechas indicando el camino a la biblioteca, al llegar a ella, en la puerta
se encontraba una cartulina mal pegada que decía “Llegaste, Bienbenido a la feria del
libro” bueno, es que entre las prisas y la emoción, olvidamos checarle la ortografía a la
alumna voluntaria de escribir aquel letrero. La profesora de tercer grado elaboró
separadores alusivos al evento, con motivo de que los niños participantes se quedaran
con un recuerdo.
El personal de la escuela estábamos listos para iniciar, y los niños más, pero nos
enfrentábamos a un pequeño incidente, por supuesto que para estar a la altura del
evento, teníamos invitados de lujo, padres de familia, inspectora y el profesor Carlos
Avalos actual coordinador de la USTE, este último llamó para decir que había surgido
un imprevisto pero que por favor lo esperáramos, además, él también iba a participar
con una actividad que había preparado para los niños, afortunadamente el profesor
llegó, pudimos entonces iniciar con el programa.
Organizamos las visitas por ciclos, así es que los primeros en llegar fueron los
chiquitines de primer y segundo grado con colores en mano y su cojín en la otra, en la
puerta se les dio la bienvenida, al entrar se encontraron con dos profesoras disfrazadas
de payasitas, y claro que no podía faltar la señora libro, quien les pidió a los niños que
se pusieran cómodos para disfrutar de una pequeña obrita de teatro guiñol, las
profesoras de quinto y tercer grado hicieron su debut como titiriteras y representaron el
texto “La casita del caracol”, mismo que adaptaron a guión teatral, afortunadamente a
los niños se les fascina con cualquier cosa y terminaron aplaudiendo la representación,
posteriormente la directora invitó a los alumnos a hacer un recorrido por toda la
biblioteca para que la conocieran, dispersos por todos lados se encontraban los libros,
ellos podían tomar los que quisieran para tener un primer acercamiento, la mayoría de
los niños sólo echaba un vistazo a los dibujos, luego lo regresaban y tomaban otro al
azar.
Antes de partir, realizamos un sorteo en donde tenían la oportunidad de llevarse un
libro de regalo, ya que se compraron tres libros con dinero del consejo técnico para
sortear uno en cada ciclo. Para culminar con la visita los niños colorearon dibujos de
monitos que los invitaban a leer.

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Llevamos a cabo el mismo procedimiento con los otros dos ciclos, a diferencia de que
se le agregó la actividad que el profesor Carlos coordinó, así como también las
representaciones que se les presentaron, en cada ciclo fue una diferente.
Para haber sido la primera feria del libro creemos que no nos salió tan mal, sin
embargo, nos faltó el elemento más importante, la evaluación de la actividad, nos
limitamos a basar el éxito en la alegría mostrada por los niños y los positivos
comentarios de nuestros invitados. También contamos con un voluntarioso enemigo, el
clima, ese día hizo un frío extremo, de los comunes en nuestra ciudad, por debajo de
los cero grados, así es de que nos vimos en la necesidad de prender la calefacción
(que dicho sea de paso estábamos estrenando) esto nos redujo los volúmenes de voz,
como no habíamos previsto tal situación, no nos preparamos con el micrófono, por lo
tanto las maestras estábamos gritando y terminamos afónicas.
Ya habíamos dado el primer paso, los niños habían tenido entre sus manos los tesoros
literarios, arrancamos entonces con una serie de estrategias con la ilusión de que nos
permitieran desarrollar en los alumnos la comprensión lectora, la escucha de textos, el
expresar sus opiniones sobre lo leído y culminar con el mejor de los resultados,
creación de textos por parte de los alumnos.
Elaboramos un rol de lecturas regaladas, todos los lunes las profesoras
intercambiábamos grupos para regalarles una lectura a los niños, los textos que se les
leían, se seleccionaban de la biblioteca escolar, los niños esperaban gustosos
escuchar el timbre que era la señal para intercambiar de maestra, cuando recién
iniciamos, nos encontramos con la dificultad de hacer una lectura dramatizada que
atrapara a los alumnos, pero con el paso del tiempo fuimos adquiriendo la habilidad,
nos convertimos en personajes fantásticos, diminutos duendes, nos sedujeron los
astrolabios, pasos de luna, al sol solito y espejos de urania, permitiéndonos impregnar
en cada línea leída, la pasión de los escritores. Durante o después de las lecturas, los
alumnos expresaban sus comentarios. La lectura regalada, la realizamos únicamente
durante un ciclo ya que al finalizar el año escolar analizamos la actividad y
reconsideramos que era suficiente
Sin embargo, la señora libro deseosa de compartir la sabiduría de sus hijos nos pidió
que realizáramos préstamos domiciliarios, éstos se llevan a cabo hasta la fecha en la
biblioteca, todos los viernes, al inicio de cada ciclo, elaboramos un libro con las listas
de asistencia que nos permite registrar los libros que los alumnos llevan en préstamo a
su casa. La señora libro se encuentra un poco triste porque algunos niños regresan los
libros manchados de comida, rotos, sucios, rayados o simplemente maltratados,
cuando se molesta mucho es cuando los alumnos tardan hasta un mes para regresarlo
o algún que otro pillo que ya no lo regresa, los libros se llevan a casa lo viernes y
deben entregarse los martes, pero esto es algo que nos causa un poco de problemática
ya que hay niños que los entregan muy tarde y nos obstaculiza volver a guardarlos
clasificados. Esta actividad les gusta mucho a los niños, cuando llega a ver suspensión
de clases en viernes o por alguna razón falta ese día la encargada de la biblioteca, los
niños protestan, e incluso hay quienes en viernes desde antes de la hora de entrada,
acuden al salón de la maestra encargada para solicitarle que le aparte tal o cual libro,
también sucede que hay libros que se recomiendan mucho y de los cuales sólo

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tenemos un ejemplar, nos hemos visto obligadas a hacer lista de espera, esto sucede
recurrentemente con los libros “ Matrioska” “Mangamanía” “ Quítate esa gorra” “
Narnia” “ Tuuiiii”, al igual que todos los de terror, éstos por nombrar sólo los más
solicitados.
Es un regocijo escucharlos como entre ellos se recomiendan ciertos textos, incluso
unos cuantos manejan autores. Al inicio, los niños hacían la elección del libro basada
en lo atractivo del dibujo de la portada, conforme iba pasando el tiempo se fueron
volviendo más selectivos, ya no les bastaba con ver la portada, los abrían y hojeaban
sus páginas, después se empezaron a recomendar entre ellos mismos los libros, así es
de que nos vimos con más trabajo, pues los niños llegaban pidiendo los libros por título,
incluso muchos niños ya no miran la portada sino el reverso, ya que todos los libros de
bibliotecas escolares traen al reverso la sinopsis, la leen y así toman la decisión de si
llevarlo o no, y algunos más adelantados, se empezaron a identificar con algunos
autores, por lo tanto nos piden libros del mismo autor, cosa que por cierto es importante
mencionar no es algo común en los libros que la SEP nos manda; al menos no en
nuestras bibliotecas, tanto la del aula como la escolar, de los únicos autores que
tenemos diferentes textos son Charles Perroult y Christian Hans Andersen.
La señora libro quería que los alumnos de nuestra escuela tuvieran todavía más
acceso a sus hijos, fue entonces cuando decidió compartir su gran tesoro, así es de
que cada lunes después de los honores a la bandera, rifa entre todos los grupos un
cofre, lo llamamos “El cofrecito del tesoro” es pequeño y simbólico, el grupo que lo
gana tiene derecho a disfrutar de un paquete de libros durante una semana, la cantidad
de libros la determina la maestra responsable del grupo. de igual manera organiza la
estrategia para su uso. El sorteo se hace con un dado grande que elaboramos, un niño
lo lanza al aire y el número que cae, corresponde al grupo ganador, todos los alumnos,
e incluso los de sexto se mueren por lanzar el dado, y aún más por ganarse el cofre, la
maestra encargada de la biblioteca optó por elegir dedocraticamente al niño que lanza
el dado ya que se armaba un revuelo, se salían de sus filas, gritando, “yo, yo “ aunque
los gritos continúan, son porque se echan porras entre ellos, hacen changuitos con los
dedos o brincan agarrados de las manos, todo esto con la finalidad de que les atraiga
suerte y sean ellos los ganadores.
Después de un tiempo de experimentar según nos lo dictaba nuestro entendimiento, se
nos invitó a formar parte del grupo de escuelas piloto para el uso de las bibliotecas. Fue
entonces cuando aprendimos a clasificar los libros de acuerdo al programa estatal de
lectura, elaboramos incluso un listado de los libros que se vinculan con los grados y las
asignaturas, así como los contenidos para que los profesores, incluyendo al maestro de
física, pudiéramos hacer uso de ellos para enriquecer nuestras clases. Conformamos el
comité de biblioteca con madres de familia, dos alumnos por grado y dos maestras.
Una vez que los alumnos ya conocieron el placer de leer y soñar con un libro, entonces
quieren más, podemos afirmar sin miedo a caer en desaciertos, que por lo menos el
noventa por ciento de nuestros alumnos ya tienen elegido un libro de la biblioteca como
su preferido, esto es algo que la maestras no debemos desaprovechar, por lo tanto, les
pedimos a nuestros alumnos que elaboraran maquetas en donde representaran su libro
favorito, y de esta manera se lo dieran a conocer a sus compañeros, para la

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elaboración de las maquetas podían contar con la ayuda de sus papás, resultaron tan
sorprendentes los excelentes resultados, que optamos por hacer una exposición de
todas las maquetas en la biblioteca, no habíamos contemplado la exposición porque
sinceramente no esperábamos tan buena respuesta, fueron muy poquitos los niños que
no elaboraron maqueta, la explicación de cada una de ellas se hizo en cada salón,
pero elegimos a las tres mejores de cada grado para que la explicaran para toda la
escuela. Algunos niños eran muy concretos en la explicación de sus maquetas, pero
otros al contrario, se extendían libremente, hubo quienes nos platicaron desde como
eligieron el libro para leerlo por primera vez, que es lo que más les había gustado, y
porque era su favorito, de esta manera también se dio la oportunidad de que los niños
conocieran otros libros que no habían leído y lo más importante, aprendieron que hay
una diversidad de gustos e interpretaciones para un libro, pues cuando sus
compañeros expusieron sus maquetas, escuchamos a nuestros alumnos hacer
comentarios tales como “ Cuando yo leí ese libro a mí se me hizo aburrido” “ A mi ese
libro también me gustó mucho pero no por lo que él dijo sino por otras cosas” . “Ah
canijo yo leí el mismo libro y entendí otra cosa” “ Yo siempre veía ese libro en la
biblioteca y nunca me lo llevaba porque se me a figuraba que estaba aburrido, pero el
próximo viernes me lo voy a llevar” Como éstos, muchos otros comentarios.
Pues bien hasta aquí podíamos decir que el proceso que conlleva el desarrollo de las
habilidades comunicativas iba bien, los alumnos de la escuela 18 de Julio son niños
lectores, escuchas de lectura de textos, escuchas de las expresiones de sus
compañeros, elocuentes expositores de sus ideas y opiniones, pero se nos presentaba
entonces el reto más difícil, demostrarnos a nosotras mismas que dicho proceso ya
podía producir resultados, que los niños impulsados por la lectura a través de los
acervos, se sintieran motivados lo suficiente para redactar sus propios textos.
La señora libro los invitó a crear a sus propios hijitos, empezó a motivarlos a escribir
textos sencillos como poemitas para su mamá el diez de mayo, pero poco a poco les
fue subiendo la exigencia de los escritos, les pidió para un día de muertos redacción
de calaveritas en verso, mismas que debían respetar la estructura del tipo de texto,
cuentos con motivo de la navidad o de la primavera, la profesora de cuarto grado aplicó
una variante a la redacción de cuentos, ya que estaba por titularse de la UPN y su
proyecto era sobre el uso de la tecnología aplicada en el aprendizaje de los niños, sus
alumnos redactaron cuentos en la computadora y los presentaron ante sus mismos
compañeros de grupo con una laptop, una pantalla y un cañón, resultaba maravilloso
ver a los chiquitines manejando la tecnología para dar a conocer sus cuentos.
Los alumnos de mayor grado, redactan textos en donde expresan sus opiniones sobre
algún determinado tema, o incluso propuestas redactadas de cómo mejorar el servicio
de la biblioteca o cualquier otra situación que sea motivo de ser redactada por los
alumnos. Aún cuando es triste decirlo, nuestros alumnos han encontrado en la escritura
un espacio para expresar sus miedos y molestias contra la inseguridad que se está
viviendo en ciudad Juárez, cuando lo redactan a manera de inconformidad, no nos
preocupa tanto ya que consideramos que hasta resulta positivo que lo saquen por lo
menos en un escrito, pero nos sigue alarmando encontrar cuentos en donde hablan de
violencia, secuestros y asesinatos con una naturalidad que asusta. Como maestras

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sentimos que estamos haciendo todo lo que está de nuestra parte para contribuir en su
aprendizaje e inculcar valores que les permitan creer que se puede vivir una vida
diferente a la que ahora les está tocando.
Con la intención de desarrollar las cuatro habilidades juntas, en donde los niños
aprendieran a escuchar, expresar oralmente, leer y hasta escribir al contribuir en la
redacción de los parlamentos, decidimos participar en un concurso de teatro infantil al
que convocaron gobierno del Estrado y el Instituto Chihuahuense de la cultura en
conjunto con la SEP. Participamos con los alumnos de quinto y sexto grado, con un
guión teatral de nuestra creación llamado “ Equinoccia” una obra de teatro que
abordaba el tema del cuidado del medio ambiente, la historia se desarrollaba en un
país imaginario y lleno de fantasía, nos inscribimos muy entusiasmados en el concurso,
fuimos los únicos participantes de toda la ciudad, por lo tanto ganamos
automáticamente, pasamos a la etapa Estatal, debíamos asistir a la ciudad de
Chihuahua para participar con otras escuelas, pero económicamente no contábamos
con los recursos para realizar el viaje, la directora, la maestra responsable de la obra,
una madre de familia y algunos de los autores, acudimos en busca del señor
presidente municipal José Reyes Ferriz, para solicitar su ayuda, nos proporcionó el
camión con casetas, chofer y diesel pagado, por otro lado, el Ichicul pagó viáticos y
hospedaje. De ahí nos trajimos el honroso segundo lugar.
La experiencia y los aprendizajes fueron muy buenos tanto para los actores, como para
los alumnos que formalmente acudieron al teatro a ver la obra, así como también para
las maestras que aprendimos a elaborar vestuario, maquillaje, escenografía, manejar
luces y sonido y sobre todo dedicar nuestro tiempo extra clase para llevar a cabo los
ensayos, mismos que se realizaban en la biblioteca, los sábados, en vacaciones y
después de la hora de salida. Contamos con el apoyo incondicional de las madres de
familia y alumnos de otros grados que no actuaban en la obra.
Consideramos también de suma importancia narrar una situación que se está viviendo
específicamente en un salón de clases con un alumno, este niño siempre se ha
caracterizado por molestar a sus compañeros, no trabajar en clase y no asistir con
tareas, pero resulta que está enamorado del libro “Mangamanía” y lo quiere para él, la
directora y maestra de grupo acordaron fotocopiarlo a color, ya que es el único que
hay, se ha hecho un pacto con el alumno, si cambia su actitud y deja de molestar a sus
compañeros, cumple con sus tareas y trabajos, al final del año se le va a regalar la
copia de “Mangamanía” del acuerdo a la fecha han transcurrido dos meses y el cambio
es sorprendente, ese libro ha logrado más que ninguna de las maestras.
Para finalizar la presente narración, presentamos una serie de dificultades a las que
nos hemos enfrentado durante el tiempo transcurrido en el que se han venido
desarrollando las cuatro habilidades comunicativas.
La primera dificultad a la que nos enfrentamos es que, el turno vespertino, no le da un
uso de biblioteca a la misma, ellos la utilizan como un espacio para juegos, ya que su
alumnado se caracteriza por ser niños con problemas severos de aprendizaje o de otro
tipo, en fin que su necesidad es darle ese uso al espacio de la biblioteca, pero esto nos
afecta en demasía al turno matutino ya que las mesas y sillas que se compraron para

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hacer trabajos de consulta, no pueden permanecer en su lugar, nos vemos obligados a
colocarlas y quitarlas cada vez que deseamos usarlas.
Seguido de lo anterior, recién acomodados e inventariados los libros, durante las clases
del turno vespertino, nos abrieron los estantes forzando las frágiles chapas y tomaron
38 libros, de los cuales 29 eran de la colección al sol solito, pusimos otro tipo de
cerraduras con candado, pero el daño ya estaba hecho y nos trajo desfavorables
consecuencias, los niños del primer ciclo casi no cuentan con libros, en primera porque
son de los que menos nos envían en los paquetes de libros y en segunda por el robo.
La siguiente problemática ya la hemos abordado de alguna manera en las anteriores
líneas, requerimos se nos repongan los libros más dañados, los libros que se han
perdido por extravío de nuestros alumnos, los que son muy buscados y de los que sólo
hay un ejemplar.
Una cuestión que si obstaculiza demasiado, es el tiempo que se invierte en el préstamo
de libros, pues implica sacarlos del estante, acomodarlos en las mesas, esto además
es por ciclos, luego los niños pasan con la encargada para que en el formato de su
grupo se le anote el libro que lleva prestado, la maestra encargada del préstamos es
también maestra de grupo, y aún cuando planea clases de manera que no interfieran
demasiado las actividades entre sí, no siempre resulta bien organizado y esto se
complica aún más cuando los alumnos no entregan en tiempo los libros, aún cuando es
otra profesora la que se encarga de registrar los libros entregados también a ella se le
complica realizar su trabajo y estar recibiendo en diferentes días y diferentes tiempos
los libros, se ha implementado a manera de castigo, que los niños que no entregan en
esa semana el libro, se quedan una semana sin libro, esto ayudó un poco pero el
problema continuaba, lo más reciente que hemos implementado es que también
aquellos que entreguen el libro hasta el día viernes, se quedarán sin préstamo, aún no
sabemos si esto funcione, pero seguiremos en la búsqueda de soluciones.
Siendo honestas, la siguiente problemática estuvo desapercibida por un buen tiempo,
pero afortunadamente ya la detectamos y será una cuestión a la que intentaremos
darle solución, existen en nuestra escuelita alrededor de ocho niños que nunca llevan
libro, cuando se les preguntó por qué, sólo contestaron que no les gustaba leer, esto es
preocupante y ocupante.
Continuando con el departamento de quejas, la siguiente si es una queja muy fuerte,
hace un año nos llegó una caja de libros de la biblioteca escolar, en esa caja nos
encontramos con un libro de la colección Espejos de urania, llamado Antología de
cuentos mexicanos, venían varios cuentos de autores mexicanos, pero había uno
llamado Yautepec, con alto contenido sexual y un lenguaje por demás obsceno, lo
platicamos en reunión de concejo y determinamos retirarlo de la biblioteca.
Para finalizar, otra problemática con la que nos enfrentamos es que somos una escuela
susceptible de robos, por el hecho de encontrarnos ubicados en una colonia rodeada
de rateros, se han metido en varias ocasiones a la escuela y nos han robado cosas de
valor económico como la cámara digital, que guardaba en la memoria varias fotografías
que nos servirían de evidencia, por esto nos dimos a la tarea de recrear algunas

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fotografías, pero estamos convencidas de que pierden la naturalidad y espontaneidad
de las originales, hemos tenido también perdidas de valor sentimental como el cofre del
tesoro, el cual hemos remplazado con uno pequeño y que al parecer no causa tanta
emoción en los niños como el anterior.
Estamos convencidas de que las estrategias utilizadas con los acervos de la biblioteca
han sido muy buenas, no solo por los comentarios de los alumnos, padres de familia e
invitados especiales que nos han acompañado en algunas de ellas. La escuela 18 de
Julio cuenta con alumnos lectores, críticos de lo mismo que leen, y lo más importante,
estos niños han ido en contra de la lógica establecida por su medio social, cultural y
económico, si bien es cierto no pertenecen a un nivel extremadamente bajo, si
provienen de familias disfuncionales, madres solteras, divorcios, el estatus social al que
pertenecen es operadores de maquiladora, y el más remunerable es comerciante, por
lo tanto la mayoría de nuestros alumnos no tienen el hábito de la lectura como un
ejemplo a seguir dentro de sus familias.
Nos hace falta mejorar todo lo antes mencionado pero lo más importante es que
tenemos el entusiasmo y la buena disposición de hacerlo.

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