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El Sindicato Universitario
de Derecho, una expresión del nacionalismo católico,
en combate contra la izquierda en la Facultad de la
década del 60
Daniel Gutman1
I. Introducción
jera como una amenaza. Sin embargo, resulta paradójico que sus fuentes
de inspiración fueran los movimientos totalitarios europeos que surgieron
luego de la Primera Guerra Mundial como reacción al comunismo y que
se presentaron como una alternativa superadora de la democracia liberal.
Si bien los adversarios políticos del SUD solían llamar “nazis” a sus
integrantes, lo cierto es que –aunque el antisemitismo formaba parte del
bagaje ideológico de la agrupación y algunos de sus integrantes eran ne-
gacionistas del Holocausto y guardaban ciertas simpatías por el nacional
socialismo alemán– eran mayoría los que se sentían más identificados con
el fascismo italiano y, muy especialmente, con la Falange española, por su
carácter católico e hispánico.
Más allá de la cuestión ideológica, sin embargo, y también en la línea
del fascismo europeo, la principal característica de los integrantes del SUD
era su preferencia por lo que entonces se llamaba “acción directa”, que no
era otra cosa que la pelea.
Quienes integraron el SUD reconocen que frecuentemente atacaban a
los golpes, con objetos contundentes y hasta con armas de fuego, las acti-
vidades de agrupaciones de izquierda o liberales. Sus propios adversarios
políticos admiten que los miembros del SUD solían ser valientes para el
enfrentamiento. El funcionamiento como grupo de choque no era extraño
en la historia de las organizaciones nacionalistas y la Alianza Libertadora
Nacionalista, que ejerció frecuentemente la violencia contra los adversarios
políticos del peronismo, es tal vez el mejor ejemplo.
Es difícil reconstruir la trayectoria del SUD, por la escasez de documen-
tos escritos que refleje su actuación. Los testimonios orales de quienes lo
integraron y de quienes pertenecieron a agrupaciones estudiantiles opuestas
son, entonces, la fuente principal de este artículo, que se complementan con
las colecciones de diarios de la época y algunas publicaciones de la facultad.
Fuego en la Facultad
En junio de 1961 se anunció la presencia en la Facultad de Derecho de
Celia de la Serna de Guevara Lynch, la madre del revolucionario argentino
que ya se había convertido en un emblema de la Revolución Cubana. El
acto lo organizaba el Centro de Estudiantes, cuya conducción estaba en
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2 Reunión del Consejo Directivo de la Facultad de Derecho del 21 de junio de 1961. Acta 85.
3 Idem.
238 tiempos violentos. el sindicato universitario de derecho…
7 Lecciones y Ensayos 20, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Buenos Aires, 1961.
8 José Luis Nell formó parte del grupo del Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara
(MNRT) que en 1963 asaltó al Policlínico Bancario. Cayó preso y en 1964 se escapó
del Palacio de Tribunales. Integró la organización guerrillera Tupamaros, en Uruguay,
y luego se unió a Montoneros. En 1973 fue baleado en Ezeiza, durante los hechos de
violencia por la llegada al país de Juan Perón. Al año siguiente se suicidó.
9 Dardo Cabo, hijo del sindicalista Armando Cabo, fue el líder del grupo del MNA quien en
1966 secuestró un avión para aterrizar en Malvinas, donde plantó una bandera argentina.
Se sumó más tarde a Montoneros, dirigió la revista El Descamisado y fue apresado antes
del golpe militar de 1976. Durante la dictadura fue asesinado en lo que oficialmente se
presentó como un intento de fuga.
10 La Razón, 29 de junio de 1966.
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La madre del Che Guevara estaba retenida, con peligro para su integri-
dad, en el local del Centro de Estudiantes. Burlones, algunos integrantes
del SUD gritaban que cambiarían a “la vieja por un tractor”, en referencia
al canje de prisioneros por maquinaria agrícola que Fidel Castro proponía
en esos días al gobierno de los Estados Unidos.
Sigue el diario La Razón: “Minutos antes de las 21 se difunde a gritos la
versión: hay heridos. Instantánea, surge la tregua. Del Quetzal salen tres
jóvenes con lesiones en la cara y en el cuero cabelludo, de las que manan
sangre. Se niegan categóricamente a dar sus nombres. Ayudados por al-
gunos compañeros se retiran de la Facultad. Estos instantes, en los que la
atención de los atacantes se ha concentrados en los heridos, son aprovecha-
dos para hacer que se retire la señora de Guevara, que está visiblemente
turbada. Rodeada por varios estudiantes es conducida por el pasaje que
comunica con la sala de profesores y de esta manera puede abandonar el
local sin ser molestada”.
Según Graci Susini, se negoció una tregua para que la mujer pudiera
salir sana y salva: “Salió con (el decano Francisco) Laplaza, dos bolches y
dos fachos, como se decía entonces, de manera que no la tocaran. Apenas el
grupo dio vuelta al primer recodo empezó de nuevo la batahola”.
El decano Laplaza había llegado hasta el lugar luego de que se suspen-
diera, cuando comenzaron a escucharse los disparos, la reunión del Con-
sejo Directivo de la Facultad que estaba teniendo lugar en ese momento.
Laplaza se subió a una silla y exclamó: “Pido cordura; somos todos ar-
gentinos”, pero nadie lo escuchó. También simultáneamente se realizaba
en el Aula Magna una conferencia sobre cáncer con la presencia del Pre-
mio Nobel de Medicina Bernardo Houssay y el ministro de Asistencia y
Salud Pública de la Nación, Héctor Noblía quienes tuvieron que refugiarse
durante un rato en la Sala de Profesores.
A pesar del llamado a la cordura de Laplaza, el enfrentamiento crecía en
intensidad. Volaban trozos de ladrillo y pedazos de caño, porque entonces
se estaba haciendo una refacción en planta baja de la Facultad. También se
arrojaban bombas molotov y trozos de sillas. Pero todavía faltaba lo peor.
Impedidos de ingresar, desde el grupo nacionalista tiraron papeles y
trapos encendidos al local del Centro de Estudiantes, que estaba lleno de
libros y folletos. El lugar comenzó a incendiarse. La situación se tornó es-
pecialmente dramática porque las ventanas del local que daban hacia el
exterior tenían barrotes y enrejados de alambre, por lo que nadie podía
utilizarlas para escapar. En el pasillo y en medio del humo, los militantes
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chez Sorondo, hijo del ministro del Interior del dictador Uriburu, que muy
rápidamente alcanzaría un éxito de ventas extraordinario.
Azul y Blanco publicó poco después una investigación realizada por el
joven periodista Rodolfo Walsh –quien había integrado en su adolescencia
las filas de la Alianza Libertadora Nacionalista– acerca de un grupo de ci-
viles peronistas que, aunque no habían tenido ninguna participación en el
levantamiento encabezado por el general Valle, esa misma noche fueron
fusilados en un basural de José León Suárez por la Policía de la provincia
de Buenos Aires de forma ilegal y sin ninguna orden escrita.15 Ese trabajo
de Walsh cobraría más tarde la forma de un libro considerado pionero del
periodismo de investigación en la Argentina, Operación Masacre.
El SUD, entonces, aparecía en la Facultad de Derecho no como una
organización peronista, pero sí como dueño de algunas afinidades con el
movimiento que había sido proscripto de toda actividad política y tampoco
tenía representación en el ámbito estudiantil.
En cuanto a Azul y Blanco, esta publicación tenía de alguna manera una
vinculación familiar con el SUD, porque uno de los integrantes destacados
de la organización estudiantil en aquellos primeros años era un sobrino de
Marcelo Sánchez Sorondo, llamado Matías Sánchez Sorondo.
La herencia de un pensamiento nacionalista en tradición familiar era,
en realidad, bastante común entre los integrantes del SUD.
Juan Luis Gallardo, quien, como está dicho, fue uno de los primeros
secretarios generales de la agrupación, era hijo de un hombre que había
sido abanderado de la Legión Cívica y que había apoyado fervientemente el
golpe militar que derrocó al gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen
en 1930.
Gallardo, además, se casaría con Mariquita Ibarguren, nieta de Carlos
Ibarguren –destacado intelectual nacionalista, funcionario de la dictadura de
Uriburu e impulsor de un régimen de representación corporativo a la mane-
ra fascista para la Argentina– e hija de Carlos Federico Ibarguren, candidato
a diputado nacional por la Alianza Libertadora Nacionalista en 1946.
Dice Gallardo16: “Como muchos nacionalistas, mi familia votó a Perón
en 1946, porque en la disyuntiva Braden o Perón estuvieron con Perón.
Luego, el enfrentamiento con la Iglesia y la firma de contratos petroleros
15 Sánchez Sorondo, Marcelo, Memorias. Conversaciones con Carlos Payá, Buenos Aires,
Sudamericana, 2001.
16 Entrevista con el autor realizada en enero de 2017.
248 tiempos violentos. el sindicato universitario de derecho…
El culto a la acción
El SUD siempre fue absolutamente minoritario y así quedó demostrado
cada vez que, a pesar de que denostaba el sistema democrático y estaba en
desacuerdo con la participación de los alumnos en el gobierno universita-
rio, se presentó a elecciones.
“Detestamos las elecciones; aborrecemos las elecciones”21, escribían
quienes comandaban el SUD en una revista en la que se burlaban de ellos
mismos porque, a pesar de esa ideología, luego iban a las urnas junto al
resto de las agrupaciones de la Facultad. El Despertador teofilantrópico misti-
copolítico era el extraño nombre de esa publicación, que reproducía el de la
revista satírica creada por el cura Francisco de Paula Castañeda, quien en la
década de 1820 fue un tenaz opositor a Bernardino Rivadavia.
22 Reunión del Consejo Directivo de la Facultad de Derecho del 19/11/1961. Acta 102.
23 de Marco Naón, Mario, “Noticia sobre las elecciones en nuestra Facultad” en Lecciones y
Ensayos No 24, Buenos Aires, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, 1962.
24 Entrevista con el autor en noviembre de 2016.
254 tiempos violentos. el sindicato universitario de derecho…
25 Todos esos objetos fueron encontrados en los locales de distintas agrupaciones políticas
de la Facultad de Derecho durante un allanamiento realizado por orden del juez Jorge
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Muerte en la Facultad
Si bien no era peronista, el SUD aparecía como una de las escasas ex-
presiones políticas estudiantiles que reivindicaba al movimiento peronis-
mo, en tiempos en que este movimiento despertaba escasas adhesiones en
el ámbito universitario. De todas maneras, un grupo de estudiantes que
integraban el SUD y se asumían más claramente como peronistas se ha-
bían separado de la agrupación para crear lo que llamaron Movimiento
Sindicalista Universitario (MSU).
El 9 de junio de 1960 –según recuerda Enrique Graci Susini– el SUD
homenajeó al general Juan José Valle y al resto de los fusilados seis años
antes por la Revolución Libertadora. Fue con un acto relámpago en el bar
de la Facultad, en el que incluso participó el entonces conocido sindica-
lista de los fideeros Miguel Gazzera. El encuentro terminó mal, luego de
la irrupción en el lugar de un grupo de “bolches”, como los llamaban los
nacionalistas. Hubo trompadas y volaron mesas y sillas.
En 1962 fue el MSU el que decidió hacer un acto relámpago en el bar
de la Facultad en homenaje al general Valle, al que se sumarían jóvenes
peronistas ajenos a la casa. Graci Susini asegura que el SUD como agru-
pación no estuvo involucrado y que fue exclusivamente una iniciativa
de militantes peronistas. “En los días previos –asegura– yo discutí con
Dardo (se refiere a Dardo Cabo, jefe del Movimiento Nueva Argentina,
peronista) y le dije que no hicieran el acto. Que no conocían la Facultad,
que no jodieran, que iba a haber quilombo. Como decidieron hacerlo
igual, entonces saqué a la gente del SUD y le dije que lo hicieran bajo
su responsabilidad. Yo ese día me fui a la casa de unos amigos en San
Isidro”.
Sin embargo, integrantes del MSU decidieron seguir adelante con la
realización del acto relámpago en el bar, ya que de ninguna manera podía
un homenaje al general Valle ser autorizado por la Facultad en ese momen-
to político, pocos meses después del derrocamiento del presidente Frondi-
zi. La idea era realizar también actos sorpresivos en otras facultades de la
UBA, como Medicina, Filosofía y Ciencias Económicas, pero ninguno de
ellos prosperó.
El sumario instruido en la Facultad de Derecho luego de los gravísi-
mos hechos de violencia ocurridos el viernes 8 de junio de 1962, a car-
Aguirre en junio de 1962, luego de los hechos de violencia que derivaron en la muerte de
la estudiante Norma Melena.
256 tiempos violentos. el sindicato universitario de derecho…
La Revolución Argentina
El Sindicato Universitario de Derecho intentó en los años posteriores
crecer hacia otras facultades, como Ingeniería y Ciencias Económicas. In-
cluso se fundó una agrupación que llevó el pretencioso nombre de Sindica-
to Universitario Argentino (SUA), que fue presidida por Graci Susini y que
buscaba nuclear a distintas ramas del árbol, pero nunca prosperó.
Cuando en 1966 se produjo el golpe militar con el que tomó el poder
el general Onganía, algunos de los jóvenes nacionalistas, que tenían vin-
258 tiempos violentos. el sindicato universitario de derecho…
Fuentes
Entrevistas
Emilio Berra Aleman
Gabriel Binstein
Juan Luis Gallardo
Enrique Graci Susini
Pedro Keselman
Alberto Santos
Diarios y revistas
Colecciones de La Nación, Clarín, La Razón y Noticias Gráficas
El Despertador Teofilantrópico y Misticopolítico. Etapa Sindical (publicación del
Sindicato Universitario de Derecho).
Lecciones y Ensayos. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
Documentos
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Suma-
rio instruido por el Dr. Argibay Molina s/hechos ocurridos en esta facultad
el 8/9/1962. Resolución 6061/62. Año 1962.
Actas 85, 88 y 102 de las reuniones del Consejo Directivo de la Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales.
Bibliografía
Furmán, Rubén: Puños y pistolas. La extraña historia de la Alianza Libertado-
ra Nacionalista, el grupo de choque de Perón, Buenos Aires, Sudamericana,
2014.
Gallardo, Juan Luis: De memoria nomás. Recuerdos políticamente incorrectos, La
Plata, Universidad Católica de La Plata, 2011.
Gutman, Daniel: Tacuara. Historia de la primera guerrilla urbana argentina, Bue-
nos Aires, Sudamericana, 2012.