Está en la página 1de 2

ENEMIGOS PELIGROSOS VOL.

1
LA LENGUA
SANTIAGO 3:2
Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra,
éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Santiago 3:21

Cuantas veces no hemos llevado las manos a nuestra cabeza y hemos querido desaparecer
porque hemos dicho lo que no se debía decir o donde no debía haberse dicho. Cuantas
veces no hemos querido volver a ver a esa persona por la vergüenza que hemos sentido
de haber fallado con nuestra boca. Y si somos más sinceros podemos llegar con dolor ha
comprender que realmente la parte más difícil de nuestro cuerpo es la lengua. Por eso,
Hoy, es tiempo de declarar a viva voz

no quiero ofender con mis labios.


Pero antes de escarbar mas a fondo acerca de este asunto es de vital importancia
proponer para efectos de conversación algunos interrogantes:
¿Cuándo alguien te ofende, refrenas tu lengua?
¿Cuántas veces tu lengua te ha metido en problemas?
¿Es verdaderamente importante responder a la ofensa?
¿Quieres refrenar tu lengua de verdad?
¿Qué dice este pasaje a tu vida hoy?

Conclusiones practicas
Muchas veces no nos damos cuenta de cómo pueden sonar nuestras palabras a los demás.
Algunas veces, el problema no es lo que se dice, sino el tono y la actitud con que decimos
las cosas. En los próximos siete días, preste atención a su tono de voz, y observe si
armoniza con el corazón descrito en Colosenses 3.12-14. En el momento que tome
conciencia de cualquier aspereza, sarcasmo, ridiculización o burla en su voz, reconózcalo y
pida perdón —tanto a Dios como a la persona que puede haber lastimado con sus
palabras.

Se que todos ofendemos en algún momento; pero hoy podemos pedir a Dios que nos
ayude a no caer otra vez en esa tentación, de no saber controlar nuestra lengua. La Biblia
es clara cuando dice que nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos
obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Aún las naves; aunque son tan grandes, y
llevadas por impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde

1
LEER EL CAPITULO COMPLETO SANTIAGO 3: 1 - 12
el que las gobierna quiere y así también la lengua, aunque es un miembro pequeño, pero
se jacta de grandes cosas.
Recuerda: No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto. Al contrario, devuelvan
bendición, pues Dios los ha llamado a recibir bendición. 10 porque: «Quien quiera amar
la vida y pasar días felices, cuide su lengua de hablar mal y sus labios de decir mentiras;
11 aléjese del mal y haga el bien, busque la paz y sígala. 1 Pedro 3: 9 - 11

Declaremos este compromiso delante del señor juntos

Señor, Gracias por este día que me regalas y esta oportunidad de vivir para ti.
Hoy, no quiero hablar por hablar. Ni quiero usar mis labios para ofender o herir a alguien.
Conoces Señor, las veces que he llorado delante de ti por mis desvíos verbales y mis
tropiezos vocales. Me quieres dar tu gracia para que así pueda transmitir gracia y amor.

Hoy, hay muchos heridos en las casas y las calles porque alguien no cuido sus labios,
Pero hoy, te digo Señor; Pon guarda a mis labios para no herir y en lugar de eso alimentar
y fortalecer, animar y guiar al que desorientado se encuentre conmigo,
En tu nombre Señor lo pido. Amen.

También podría gustarte