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B. LLORCA S. I. - R. GARCIA VILLOSLADA S. I. F. J. MONTALBAN S. I. HISTORIA DE LA IGLESIA CATOLICA En sus cuatro grandes edades: Antigua, Media, Nueva, Moderna I EDAD. MEDIA (800-1803) La cristiandad en el mundo europeo y feudal « SEGUNDA EDICION, CORREGIDA Y AUMENTADA, POR EL PADRE RICARDO GARCIA VILLOSLADA, S. 1, PROFESOR DE HISTORIA ECLSIASTICA IN LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD GREGORIANA DE ROMA BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS MADRID « MCMLVIII Nihil obstat: Dr. José Luis Lazcano, Censor. Imprimi polest; P. Candido Mazon, S. 1, Prep. de la Proy. Cast. Occid, Imprimatur: + José Maria, Ob. aux. y Vic. grah Madrid} 21 de agosto de 1958, Depésito legal: M, 8748 - 1058. INDICE GENER-‘AL x Pags. PRELIMINARES Ix Iniroduccién bibliogréfica general ., a 8B I. Repertorios bibliograficos . 3 Il, Fuentes de la Historia eclesidstica medieval . 4 IM. Ciencias auxiliares de la Historia - 10 TV. Enciclopedias: y revistas histéricas . 16 V. Historias generales .............+ ree 19 Introduccién historiolégica 21 {. Nombre y valoracién de la Hdad Media 21, TI. Limites de Ja Edad Media ............... 27 _T, Caracteres y divisién de la Edad Media 32 PARTH I.—De Caclomagno a Gregorio VII (800-1073) ...... 36 CaPirvLo L—Propagacion del cristianismo durante tedo el MEMIGVO ceecereeseees . 37 I, Evangelizacién de los pueblos germanicos . a7 II, San Bonifacio, apdstol de Alemania 44 Ill. Conversién de los sajones y otros pueblos del norte. 51 IV. Evangelizacién del Oriente de Europa ....cciseecr- 56 Capfruto Il.—Origen de los Estados pontificios 67 I. El Patrimonio de San Pedro 67 II. Independencia del Romano Pontifice | 5 Cartruro Il1—Carlomagno, emperador de Occidente .. 85 I, La personalidad de Carlomagno .... 88 Il. Origen y cardcter del nuevo Tmperio 04 III. La obra de Carlomagno 104 Capfruto IV.—Los papas del siglo IX y los monaroas caro- lingios .. - 110 I Primeras luchas del ponttaeae eo 110 Il. Reinado de Nicolas va 119 IM, Ultimo tercio del Siglo ix 124 Capitulo V.—"Saeculum ferrewm obscurum", Los pias: _ los emperadores sajones . 181 i. Desprestigio de la Sede romana . 132 If, Restauracidn otoniana ..........0 148 Tf. Otén II y Otén IW. Luces y sombras 153 ve fNDICE GENERAL Pags. CariruLo Vi.—Bajo la dinastia Sdlica o de Franconia. Re- fFOTMA PTEGTEGOTIUNA sersererersreer I. Principios de renovacién. Ledn IX IL Preparacién de la Reforma gregoriana, Nicol: CapfruLo VIL—E! feudalismo y la Iglesia I. Nociones fundamentales It, Instituciones feudales eclesidsticas. Iglesia. propia. CapituLo VIII—Islam y eristiandad . IL Conquistas del Islam. Califato de Cérdoba Il, En la Espafia liberada CapiruLo 1X.—La herefia y el CSM verccerecrers aaa: I. Contra el culto de los iconos en Oriente . El error adopcicnista ..... II. Gotescalco y las controversias Tas controversias sueariaticns del siglo x Ix al XI... Vv. El gisma de Oriente. ... ise. ‘ os. ri: CapiruLo X.—Gobierno y disciplina de la Iglesia, Flores de santidad L. Disciplina eclesidstica .. Vida cristiana, Liturgia y santidad de la Iglesia .. CapirvuLo XIL—La vida mondstica ... I. Primeros conatos de reforma . Il. . Reforma cluniacense ... II. Vida mondstica en Italia IV. El monacato espafiol , CariruLo XIf—La Iglesia, educadora de Huropa I. Escuelas monacales y episcopales ..... It. La cultura intelectual de Irlanda y de. Inglaterra Itt El Renacimiento carolingio ....... IV. La cultura europea en los siglos x YY a V. Actividad literaria de los bizantinos . CAPITULO KITT —Arte romGnico ...ecciceessccetsssessesestseaeersees PARTW II.—De Gregorio |VII a Bonifacio VIII (1073-1303) ... Mirada panordmica . CariruLo IL—La valores sarembeiines 2 I, Las causas del mal ... I El hombre providencial II. Gregorio VII frente a Enrique IV IV. “Dictatus papae” ...........csseseseese «Vv. Gregorio VIT en sus tolacioniesc con smite Faves 5 sus tianos ........4. im CaprituLo IL--Los papas gregorianos I, El cluniacense Urbano I .... O. La lucha de las investiduras bajo Pascual IT . TI. Calixto I y el concordate de Wormé vec i. Primeros conatos de reforma, Los cistercienses ... Péags. Cariruco TIL—Las primeras Cruezadas . 425 I, Génesis de las Cruzadas 428 Il. Primera Cruzada 437 It. Segunda Cruzada 456, Iv. Tercera Cruzada . 462 V. Resultado general y frutos de las Cruzadas 470 CariruLo IV. me meronaulete gepenel de tos sigios XII " ‘IIT aerveee AT: Te poe sontions sétatianas 4T3 I, La Espafia del siglo xmr 481 CariruLo V.—El Pontificado hasta Inocencio IIT... 505 I, El cisma de 1130 506 IL. Revolucién romana. Eugenio IL . Bld III. Federico Barbarroja y Adriano IV 523 IV. Federico I y Alejandro III... 531 V. Cinco pontificados efimeros 542 Cariru.o VI.—Inocencio III, el Augusto del Pontifieado ... 544 I. Inocencio III y los diversos Wstados cristianos .., 546 I. La cuarta Cruzada, Constantinopla 559. It, La Cruzada contra los albigenses . 571 Iv. El concilio IV de Letran ..... 578 V. Concepcién deledisabics, y politi¢o-religiosa de Tno- CONCHO TIT viceccseeeessceeesererseeeeeenewee 588 CariruLo VIL—Los sucesores de Inocencio IiI en lucha con Federico I . 591 I. Honorio If y Gregorio IX 592 Il El papa Inocencio IV ... 604 Itl., San Luis de Francia y la Crusade de © Hgipto 614 Iv. Los papas y el Imperio ......... 618 CapPituLo VIII.—H1 Pontificado bajo el signo de Francia ... 620 I. Urbano IV y Clemente IV 621 IL La séptima oruzada ‘ 626 QI. Gregorio X y et concilio IL de Lyén 630 IV. De Inocencio V a Nicolas IV .. 640 . Embajadas y misiones a los tértaros y TORSO . 652 VI. Celestino V. Efervescencia religiosa .. teneeeosaee OBS CariruLo IX.—-Bonifacio VIII 670 I. Primeras actuaciones ... 672 Ii. Felipe cl Hermoso frente a Bonifacio . 679 TM. Los Colonna y los Hisplritualen = BOL TV. Obras de paz sss 102 V, Nuevos conflictos. Bula “Unam sanctam” 715 VI. La catastrofe 136 CariruLo X.—La Jerarquta eclesidstica sone 148 Cariroxo XI—-Monaquismo benedictino, Cistercienses, Ca- nonigos regulares de San Agustin ..........-- 163 Vil fNDICR GRNERAL II, La Orden de los Cartujos . Til. Los Canénigos regulares . CariruLo KIL—Las cuatro grandes Ordenes mendicantes 194 I. Orden de- los Padres Predicadores ‘797 IE. Orden de los Frailes Menores 0 Franciseanos 806 Il, Los Carmelitas y Agustinos B27 ‘CapitoLo XTII—Las Ordenes militares wires tedesennaee 837 I, Ordenes militares palestinenses 839 It. Ordenes militares sapenuiaa) oo porthruesas B44 IH, Ideal de la Caballeria . en 851 CarfruLo XIV.—La lucha de la Iglesia contra el error y la herefia ee ‘ 856 I. Herejias occidentales . 856 It, La herejia en Occidente 859 I. Herejia de los citaros o albigenses 869° IV. Otros herejes ... 880 V. Lod judios en la Edad ‘Media 884 VI. La Inquisicién medieval . 889 VII. Ios procedimientos inquisitoriales 904 CAPETULO XVi—La ciencia Cristtand ..eercecccereecrsnerrseeerseee g1L I. Las éscuelas del siglo xm . ou1 T.. La ensefianza universitaria . 918 Tir. La escoldstica ....... 935 IV. La teologia mistica 961 V. El Derecho canénico 985 CapiruLo XVI—Liturgia y vida cristiana veers 998 I. Desarrollo de la liturgia Il. Devociones populares TIL, La vida cristiana ... CapiroLo XVIL—Literatura y arte . I. La poesia Il. El gético . Indice alfabético de materias, personas y lugares ............ 1051 PR EL IOMtIN ARES amos, por fin, al publico este segundo volumen de la Historia de la Iglesia Catdélica, que abarca la “Edad Media". Por mas que nos hayamos afanado en estudiar seriamen- te, segdn la medida de nuestras fuerzas, los miltiples pro- blemas de aquella época, no podemos decir que estemos sa- tisfechos del resultado, Hay todavia mucho que repensar s0- bre el hombre medieval, sus circunstancias histéricas, su ac titud ante la vida temporal y eterna. Quedan muchas inte- rrogaciones en pie y muchos puntos que aclarar, precisar € interpretar. La historia de fa Iglesia medieval no es en Espafia su- ficientemente conocida. Tenemos eximios medievalistas, que se han especializado en otros problemas, juridicos, politicos y calturales, tangenteando apenas los propiamente religiosos y eclesidsticos, sobre todo em su aspecto mds universal y ca- télico. Por no haber tenido en cuenta los datos y enseflanzas de la historia de la Iglesia, algunos de nuestros més originales’ ensayistas torcieron o desenfocaron la visién de no pocos pro- blemass histéricos. La faceta pucamente eclesidstica suelen igno- tarla en nuestra Patria aun los que mejor conocen la historia general del Medioevo, salvo un pitflado de especialistas, a cuya labor metédica, concienzuda y esperanzadora nos com- placemos en rendir un tributo de admiraci6n y aplauso. Juzgamos, pues, hace? obra iitil difundiendo el conocimiento de la historia de la Iplesia catdlica en esa época tan idealizada por unos como calumniada por otros. Lo que importa es co- nocerla tal como fué, mas que en los episodios anecdéticos, en los rasgos esenciales. Bs evidente que dentro de la universalidad de aquella Respublica christiana se desarrollan fuertes particularismos nacionales y regionales con sus problemas propios y privati- vos; y no hay duda que la misma cultura medieval, con ser fan unitaria, se puede fraccionar indefinidamente bajo el pris- mético del investigador; pero preguntamos: jexiste acaso, para vision comprensiva de los siglos medios, un angulo visual mds ancho y dilatado que el eclesidstico? x PRELIMINARES Zw Juzgamos que el estudio perfecto de aquella edad no pue~ de hacerse sino a la luz del Cristianismo, ya que la Iglesia fué la educadora de aquellos pueblos, la plasmadora de su mente y de su espicitu, la que por medio de los pontifices y de los doctores, de los monasterios de San Benito y de las Ordenes mendicantes, de los concilios y de la liturgia, hizo posible la floracion de una hermandad de pueblos, cuya civilizacién fué marcando sus hitos sefieros en el humanismo de Juan de Salis- bury, en el misticismo de San Bernardo y -de los Victorinos y de San Buenaventura, en la légica de Pedro Hispano, en la dialéctica de Abelardo, en la Suma teolégica de Santo Tomas de Aquino, en el Corpus Iuris.Canonici, en las Siete Parti~ das de Alfonso el Sabio, en las universidades y en los gtemios de artesanos, en la piedra espiritualizada de las catedrales ro- manicas y géticas, en el Cantar del mio Cid, en el Parzival y en la Divina Comedia. Actuaban, es cierto, contempordéneamente otras fuerzas disgregadoras, criticas y aun disolventes—audacias heréticas, confagios .averroisticos, movimientos patuperisticos o espiritua- listas—; y eso explica la fermentacion. ideolégica y social de aquella nebulosa ‘histérica, que a ratos parecia serenarse y aclararse. t Loable es el trabajo de estudiar las injluencias isldmicas o judaicas, la’ aportacién germdénica, o céltica, o eslava; la pervivencia de las primifivas razas en el juego historico de la Europa cristiana; pero no se olvide que el principio vital de aquella cultura, el supremo elemento seleccionador, asimilador y unificador fué el Cristianismo, que tanfas cosas adapté, transformé y elevd, repudiando otras muchas y dejandolas hundirse en la subhistoria. : Al trazar el cyadro de la Iglesia y de la Cristiandad en esos siglos, no soslayaremos deliberadamente ni sus luces ni sus sombras, Tanto las unas comto las otras nos saltarén a los ojos -y procuraremos observarlas con: objetividad. Todas son instructivas''y aun. “edificantés", contempladas con criterio providencialista, . Por otra parte, es natural queen la historia de la Iglesia se reflejen los altibajos y las desigualdades chocantes de aquella edad hist6rica de Europa, llena de contrastes, como que ilevaba en su seno dos mundos espirituales antagénicos. “Bnorme y delicada", la intuyé Verlaine en un conocido so- neto, Y juntando nuevos epitetos contrapuestos, podriamos llamarla barbara y brutal o bien espiritualista y sofiadora; tumultuosa o jerérquica; pacifica o guerrera; peregrinante o * reclusar platénico-agustiniana o aristotélico-tomista} latina o romance o germanica; romana o parisiensé; con solera huma- nistica, peto fambién con tuna peligrosa destilacién de alquishia arabigo-toledana inquisitorial 0 herética; hija del feudalismo PRELIMINARES x1 o madre de la burguesia; gobernada por monarcas tan antité- ticos como Luis 1X el Santo y Federico ITI, el irreconciliable enemigo de la Santa Sede, y por pontifices tan opuestos como Juan XII el licencioso y Gregorio WII el reformador, Inocen- cio Ill, el acbitro de los reyes, y Celestino V el anacoreta. Es preciso que nos demos cuenta de semejantes antago- nismos viscerales, si deseamols’ comprender la evolucion de los tiempos. El Renacimiento y el Humanismo, por ejemplo, son dos hermanos. mellizos y discordes como Esai y Jacob tal es al mé@nos nuestro concepto—, que nacen de las en- trafias mismas de la Edad Media, por mas que ellos, descono- cedores de sus verdaderos padres, se inventen rernofas ge- nealogias. ' . Renacimiento y Humanismo no pueden entenderse en su verdadero sentido, sin conocer antes hondamente el Medioevo; y este mismo conocimiento ayudara a saber interpretat el signo inicial del Protestantismo, la esencia de la llamada Contra- rreforma, el caracter de la Ilustracién, los suefios del Roman- ticismo. Ni siquiera el filésofo o profeta de la historia que pretenda adivinar las préximas singladuras de ese roto navio que atin llamamos Europa, tendra probabilidad de acierto si no ha caledo bastante en la historia de la Edad Media, que—a nuestro parecer—no es otra cosa que la historia de Europa en los dias en que ésta se forjaba unitariamente. - Bajo el aspecto religioso se ha pintado alguna vez aque- Na Edad como la realizacién del ideal catélico. Lejos de nos- otros tan limitada concepcion del Catolicismo y tan poca fe en sus destinos histéricos. Reconozcamos que muchas cosas del Medioevo fan muerto para siempre; otras perduran en incesante renovacién vital. Tan insensato y pueril nos pa- rece el apedrear las ruinas ilustres, que decia el poeta, como construir alegremente sobre ellas, ignorando su primitivo di- S@fio, « Ojala sirvan estas paginas para despertar en los aficiona- dos a la historia el deseo de estudiar los problemas eclesias- ticos y culturales de la Edad Media no en manuales como éste mt en ensayos mas o menos sugestivos, sino en sus propias fuentes. No nos doleria mucho la acusacién de que la biblion grafia que aducimos en cada capitulo fuese incompleta; seria- nos, en cambio, muy sensible el reproche de que hubidésemos olvidedo fuentes de primaria importancia. Ricarpo G. Vintoszapa, S. I. Ofia-Selamanca-Roma, 30 de junio de 1953. XII a PRELIMINARES Nora A LA SEGUNDA EDICION. Agotada la primera edicién de este libro mas pronto de lo que se pensaba, he preparado répidamente la segunda, tenien- do en cuenta las observaciones que criticos benévolos me hicie- ron. Muchos son los cambios leves, principalmente en las notas y bibliografia; de cierta cuantia, las modificaciones introduci- das en la parte II, capitulos 4 y 13, sobre los origenes de San- tiago y de las Ordenes militares. La novedad mayor esta en haber afiadido el largo capitulo 9 sobre Bonifacio VIII, que en la primera edicién se omitié, contra mi voluntad, por razo- nes particulares que hoy no existen. sy RG. V, Roma, .1 de marzo de 1958. VOLUMEN SECUNDO EpAD MEDIA (800-1303) La cristiandad en el mundo turopeo y feudal INTRODUCCION BIBLIOGRAFICA GENERAL Creemos de suma utilidad el orientar al aprendiz de historia medieval en la gran selva de la bibliografia, sefialandole en esta introduccién las fuentes capitales, las colecciones mas impor-~ tantes, las obras mas fundamentales e imprescindibles, las revis- tas, diccionarios y otros subsidios bibliogr4ficos que le facili- taran el estudio de la historia eclesiastica de esa edad, o por lo menos le ayudaran a dar con los libros necesarios para ello, pues encierra mucha verdad aquel dicho: Qui scit ubi sit scien- tia, habenti est proximus. a I, REPERTORIOS BIBLIOGRAFICOS U. Cumyarren, Répertoire des sources historiques du moyen-dge: I. Bio-Bibliographie (2 vols., Paris 1905-1907); IL. Topo-Biblio- graphte (2 vols,, Montbéliard 1894-1903). Aunque su bibliogra- fia esté ya anticuada, enclerra muchos datos itiles sobre perso- nas y lugares, A. Porruast, Bibliotheca historica medit aevt (2 vols., Berlin 1896). El mejor repertorio de fuentes narrativas, con indicacién de manuscritos, ediciones y trabajos criticos; utilisimo para encon- trar en seguida el autor buscado en cualquiera de las grandes colecciones. i U. Batzant, Le cronache italiane nel medio evo descritte (Mi- Jén, 1900). ‘ 4 C. Crrous, Publicazioni sulla storia medicevale italiana (Vene- cia 1914). ©, Gross, The sources and literature of English history to about 4845 (Londres, Nueva York 1915). DAHLMANN-Warrz, Quellenkunde der deutschen Geschichte (2 vols., Leipzig 1931-82). PIRENNE, Bibliographie de Vhistoire de Belgique (Bruselas 1981), HL. Barn, Bibliographie der Schweieer-Geschichte (3 vols., Baal- lea 1914-15). B. .SAnerrzz Atonso, Fuentes de la historia espaflola e hispano- americana (Madrid 1927), Poco {itil para la Historia eclesidstica, Por limitarse a lo politico. " Batrester, Bibliografia de la Historia de Hapafia (Barcelo ra We 1921), Demasiado elemental. ‘oLinier, Les sources de histoire de France des origines aux Muerres| Witalie (6 vols, Paris 1901-1906). 4 INTRODUCCION BIBLIOGRAFICA GENERAL B, ARANHA, Bibliographic des ouvrages portugais pour servit a Vhistoire des villes (Lisboa 1900). “W. WarteNBAcH, Deutschlands Geschichtsquellen im Mittelatter bis zur Mitte des XIlIten Juhrhunderts (@ vols., Berlin 1893-94), O. Lorenz, Deutschlands Geschichtsquellen im Mittelalter seit der Mitte des XIIIten Jahrhunderts (2 vols,, Berlin 1886-97). (Bouanprstas], Bibliotheca hagiographica latina antiquae et me- diae aetatis (2 vols, y 1 de Suplem., Bruselas 1898-1911). Da alfabéticamente los nombres de los santos, sefhalando las fuen- tes o vidas antiguas; Bibliotheca hagioyraphica grueca (Bruse- las 1909); Bibliotheca hagiogruplica orientalis (Bruselas 1910), Dom Corrrngau, Répertoire topo-bibliographique des abbayes et prieurés (2 vols., Macon 1935-1989). Lista de todos los monaste- rios, con abundante bibliografia. Son muy recomendables para una iniciacién general: L, J.- Par TOW, A Guide to the Study of medieval history (Londres 1931); L, HatrHen, Initiation aux études d’Histoire du moyen-dge (aris 1946); C. V. Lanciois, Manwel de bibliographie historique (Paris 1901-4), ademés de las revistas y diccionarios que luego enumeraremos. 3 Il. FUENTES DE LA HISTORIA ECCLESIASTICA MEDIEVAL 1, Documentos pontificios—De las colecciones siguientes, algunas publican los documentos en su integridad, otras tan solo en regesta, pero indicando dénde se puede hallar el texto integro. Bullarium Romanwm, ed. Cocquelines (Roma 1739-1756), continua- do por Barberi-Spezia-Segreti (Roma 1835); mejor, aunque to- dayia muy incompleta, es la edicién de Turin 1857-1872 por A. Thomassetti, en 24 volimenes, continuada en Népoles 1867- 1885). = Pu, Jarri, Regesta Pontificum Romanorum ab condita Ecclesia ad annum post Christum natum MCXOVIII 2° ed, curay. S. Loewenfeld, F. Kaltenbrunner, P. Ewald (Leipzig 1885-1888). Imprescindible, como la siguiente, para todo investigador. A. PorrHast, Kegesta Pantificiwm Romanorum inde ab anno post Christum natum MOXCVIIE ad annum MCCCIV (Berlin » 1874-15). S. LonWENFELD, Wpistolae Romanorum Pontificiwm ineditae (Letp- zig 1885), Algumas cartas inéditas de papas desde Gelasio 1 hasta Celestino IIL PrivuoK-Hartrung, Acta Pontifioum Romanorum inedita vom Jah- re 748 bis ewm J. 1198 (3 vols., Tubinga 1880-Stuttgart 1886). P, Kerr, Regesta Pontificum Romanorum. ltalia pontificta (8 vols., Berlin 1906-1935). — Germania pontificia (Berlin 1906). A. BRACKMANN, Germania poxtifroia (3 vols,, 1910-1935), P, Kener, Papsturkunden in Spanten. Vorarbeiten cur Hispania Pontificia: I. Katalonien (Berlin 1926); I. Navarva und Ara gon (Berlin 1928). FUENTES DE LA HISTORIA ECLESIASTICA MEDIEVAL 5, BE. ERDMANN, Papsturkunden im Portugal (Berlin 1927). J, RAMACKERS, Papsturieunden in den Niederlanden (Berlin 1938). — El Registrum Epistolarwm de Gregorio VIL y de otros papas, en MGH, Epist. D. Mansa, La documentacién pontificta hasta Inocencto III, 965-1216 (Roma 1953) vol. 1 de “Monumenta Hispanias Vatl- cana”. Seccién Registros. J. P. Pivra, Analecta novissima. Spicilegit Solesmensis altera con- tinwatio: I. De epistolis et registris Rom, Pont. (Tusculo 1885), Trae 61 cartas, antes desconocidas, de Inocencio III y otras de -olros, P, Pressvurti, Regesta Honorit papae III (Roma. 1888-1895). Los Registres de los demas papas del siglo xu (menos e] de Ino- cencio IIT, que esté en ML 214-217) los va publicando la “Bi- bliothéque des Ecoles frangaises d’Athénes et de Rome’ (Pa- ris 1884ss). 2. Concilios y legislaci6n canénica—La coleccién de con- cilios hecha por los PP. F. Labbe y G. Cossart en 17 vols, (Pa- ris 1671-72) fué reeditada y completada por J. D. Mansi, Sa- crorum Conciliorum nova et amplissima collectio (Florencia y Venecia 1759-1798), en 31 vols., que llegan hasta 1439; la cual, a ‘su vez, ha sido continuada por J. B. Martin y L. Petit hasta el tomo 53 (Paris: 1902-1927). Para los concilios medievales es mas seguro el texto de: J. Harpouin, Conciliorwm collectio regia maxima, seu Acta conct- Yorum ot epistolae decretales... ad a. 1714 (11 vols. Paris 1715). J. Skunz pz AgurrRe, Collectio maxima conciliorum Hispaniae et. nowt orbis (7 vols., Roma 1753). . J. Teyava y Ramiro, Coleccién de cdénones y de todos ios concilios de la Iglesia dc Espaha y América (7 vols. Madrid 1859). En latin y castellano. — Los Concilios Carolingios, en MGH, Leges, A. Mencati, Raccolta di: Cancordati in materie ecclesiastiche tra la Santa Sede @ le autorita civili 1080-191, (Roma 1954). E. Frrepsera, Corpus Iuris Canonici (2 vols., Leipaig 1879-1881). oe GasPaRRI, Codicis Iuris Canonici fontes (7 vols., Roma 1923- Oy, i — Codex Iuris Camonici, Pil X iussu digestus, Benedicti XV aucto- vitate promulgatus (Koma 1917). . L, Housrenius, Cudea regularum monasticarum, et canonicarum (Roma 1661); nueva edicién aumentada de M. Brockie (6 vols, Augsburgo 1759), . ane Consuetudines monasticae (3 vols., Monte Cassino 1905- 3. Libros litirgicos y rituales, S. a Faron, Sacramentartum Leonianum (Cambridge 1896). * A. Winson, The Gelasian Sacramentary (Oxford 1894) 3 The Gre- gorian Sacramentary (Londres 1915) t. 49 de la-“Henry Brads- 6 INTRODUCCION BIBLIOGRAFICA GENERAL haw Society”, Esta sociedad publica en Londres desde 1891 una serie de textos litirgicos raros. Los Ordines Romani, en ML 178, Sobre sus manuscritos v. M. AnpRimu, Les Ordincs romani du haut moyen-dge (Lovaina 1931). M. Anprigu, Le Pontifical Romain au moyen-dge (4 vols. Citta del Vaticano 1938-1). J. M. Hanssuns, Amalarii episcopt opera liturgica ‘8 vols., Citta del Vaticano 1948-1950). G. Duranpus, Rationale divinorum officiorum (Leyden 1605). J, B, Assemant, Codex liturgicus Heclesiae universalts (12 vols., Ro ma, 1749-1766). L, A, Muratori, Liturgia Romana vetus (3 vols., Venecia 1748). Dom Marrang, De antiquis Ecclesiae ritibus (4 vols, Amberes 1736). U. Cuuvanier, Bibliotheque liturgique (15 vols. Paris 1893-1907); Repsrtorium hymnologicum (6 vols., Paris: 1890-92). G, M. Drevus-C, Bue, Analecta hymnica medit aevi (65 vols., Leipzig 1886-1920). M. Maaistrett!, Monwmenta veteris liturgiae ambrosianae (8 vols., 1897-1915). F, E. Warren, The Liturgy and Ritual of the Celtic Church (Ox- ford 1881). A. Lestey, Missale miztum (mozarabum) en ML 85; F, pg Lo- RENZANA, Breviarium gothicum: ML 86. G, ee Liber Comicus sive Lectionarius Missae (Maredsous M. Féromm, Le EAber Ordinum en usage dans Véglise wisigotht- que et mozarabe d’Espagne dw cinquiéme aw onziéme siécle (Paris 1904) publicado en “Monumenta Ecclesiae Liturgica” de Cabrol-Leclereg, t. 6, Le liber mozarabicus sacramentorum et les manuscrits mozarabes (Paris 1912). J. P. Gr.son, The Mozarabic Psalier (Londres 1905); . [Monses pe S1L0a], Antiphonartum mozarabicum de la Catedral de Leén (Leén 1928). J. Vives, Oracional visigdtico (Madrid 1946). J, Pérez ne Urser-A, Gonziez, Liber Comicus (Madrid 1950), E. Renattpor, Ldturgiarum Ortentaliwm collectio (2. vols., ‘Paris 1716). 4, Enquiridiones dogméticos e histéricos. H. Denzinour-Rawner, Bachiridion symbolorum et definitionem (Barcelona 1952), . CAVALLBRA, Thesaurus doctrinae catholicae et documenta magis- terti ecclesiastici ordine methodico dispositus (Paris 1920). . Siuva-Tarouca, Fontes hitstortae ecclesiasticas medit aevi (Ro- ma 1930). S. v-xr Mirst, Quellen zur Geschichte des Papstwms und dea roemé achen Katholizismus (Tubinga 1934). B. Lo Grasso, Ecclesia et Status. De mututs offictia et iuribus fontes selectt (Roma 1951). DE GuiBERT, Documenta ecclesiastica christianae perfeotionia _ studium spectantia (Roma 1931). “aaa s FUENTES DE LA HISTORIA ECLESIASTICA MEDIEVAL 7 J. CatmMer-Gruser, Textes et documents: II. Moyen-dge (Paris 1987). G. G, CouLron, Life in the middle age (4 vols., Cambridge 1970). B. J. Kipp, Documents Wlustrative of the history of the Ohuroh Q vols., Nueva York 1920-23). 5. Escritores eclesiasticos, cronistas, etc. J. P. Mienn, Pafrologiae cursus completus. Series latina (221 vols., Paris 1844-64) llega hasta Inocencio ITI. Serles graeca (161 volimenes m4s 2 de indices, Paris 1857-86) hasta el siglo xv. ‘RR. Grarrin-F Nav, Patrologia orientalis (Paris 1907ss) hasta aho- ra 25 vols. J, 8. ASSBMANI, Bibliotheca orientalis (4 vols. Roma 1719-1728). Corpus scriptorum histertae byzantine (50 vols, Bonn 1828-97), F, pg Lormenzana, Collectio Sanctorum Patrum Hcciesiae Toletanae (3 vols., Madrid 1772). L. p'AcHERY, Veterum aliquot scriptorum... Spicilegiwm (3 vols., Paris 1723). F J. Mason, Vetera Analecta (4 vols., Paris 1675-85). EH, Bavuze-Mansi, Miscellanea (4 vols., Lucea 1761-64). F, Laser, Nova Bibliotheca manuscriptorum librorum (2 vols., Pa- _ vis 1657). E, Marrens-U. Duranp, Thesaurus novus anecdotorum (6 vols., Pa- ris 1717); Veterum seriptorum et monumentorum Amplisst- ma Collectio (9 vols., Paris 1724-33), B. G. Nmpuxr, Corpus seriptorum historiae byzantinae.(60 vols., Bonn 1828-1897). L, A. Muratort, Rerum italicarum seriptores (28 vols., Milén 1723- 51); nueva edicién de solos cronistas (Citta di Castello 1890ss, Bolonia 1902ss). Fonti per ja storia d'Italia (Roma 1887), pub, por el “Istituto storico italiano”, hasta ahora unos 90 vols. Historiae patriae monumenta (22 vols,, Turin 1836-98). Del norte de Italia. : Monumenta Germaniae Historica (mas de 200 vols., Hannover, Berlin 1826ss); es la mAs importante coleccién de fuentes me- dievales, iniciada bajo la direccién de G. H, Pertz; se distin- guen en ella cuatro series: en folio, en 4%, en 8° mayor y en 8° En folio hay tres secciones: Seriptores, Leges, Diplo- mata. La serle en 4° abarca las cinco secciones siguientes: I. Sortptores; If. Leges (et Concilia); Ut. Diplomata; IV. Epi- stolae; V, Antiquitates (Poeta latint, Libri confraternitatum Necroiogia Germaniae). La serie en 8.° mayor ha publicado Epistolae selectae, La serie en 8° menor “in usum scholarum” comprende Scriptores rerum germanicarum y Fontes germa- - nict durts antigul. Ultimos informes sobre esta coleccién véanse slempre en ‘Neues Archiv fiir Geschichte des Mittelalters”’. principales crénicas del medievo espafiol las recogié el - E. Fuorez, Espatfia sagrada (29. vols., Madrid 1747-75), con- tinuada hasta el vol. 562 por Riseo, Merino, La Canal, Sainz Baranda, La Fuente, Academia de la Historia, El Indice (1918) es de A. Gonzélez Palencia. * Caster, Bibliotheca arabigo-hispana, escurtalensis, slve Ubro- 8 . ’ “INTRODUCCION’ BIBLIOGRAFICA GENERAL rum omntum manuscriptorum, quos arabice compositos biblo- theca coenobii escurialensis complectitur recensio et explanatio (2 vols., Madrid 1760-70). T. Muftoz y Romero, Coleccién de fueros municipales y cartas pue~ Ulas de los reinos de Castilla, Leén, corona de Aragén y Na- varra (Madrid 1847). Cortes de los antiguos reinos de Leén y de Castilla (54 vols., Ma- drid 1861-1984), . Cortes de los antiguos reimos de Aragén y de Valencia y princt- pado de Cataluita (27 vols, Madrid 1896-1922), public. como la anterior, por la Acad. dela Hist. P, pe Borarutn, Coleccidn de documentos indditos del Archivo General de la Corona de Aragon (41 vols., Barcelona 1847-1910). HE. Isanrka y Roprfovez, Coleccién de documentos para la historia . de Aragon (12 vols., Zaragoza 1904). A. Rupr y Litucw, Documents per Vhistoria de la cultura catalana mitjeval (2 vols., Barcelona 1908-1921). E. Hrnososa, Documentos para la historia de las instituclones de Leén y Castilla, Sigios X-XITI (Madrid 1919). A. Paz ¥ Me1id, Documentos del Archivo y Biblioteca del Duque de Medinaceli ‘(Madrid 1915). Siglos x1-xrv, — Documentos relativos a Espafa existentes en tae archivos na- cionales de Parts (Madrid 1934). Siglos x1-xrx. Documentos de la época de don Alfonso el Sabio, en “Memorial histérico espafiol”, t. 1-2 (Madrid 1851); Dooumentos de la épo- ca de don Sancho el Bravo, en “Mem, hist. esp.”, t, 3 (1852). Otros documentos medievales espafioles, en J. ViutaNnusva, Viaje Ii- terario @ las iglesias de Espata (22 vols., Madrid y Valencia 1803-1852). La Coleccién de documentos inéditos para la historia de Hspafa (412 vols., Madrid 1842-95), emprendida por M. Fernandez Na- ‘varrete, contiene muy poco relativo a la Edad Media. La Academia de las Ciencias de Lisboa emprendié la publicacién de Portugallias Monuwmenta historica, a saeculo octavo post _ Christum usque ad quintum decimum (Lisboa 1856-1897). M. a Ferrsira, Collectio chronicorum (6 vols,, Lisboa 1726- 1728). Monumenta medit aevi Mstoricas res gestas Poloniae illustrantla (20 vols., Cracovia 1872-1907). Monumenta spectantia historiam Siavorum meridionalium (11 -vo- lumenes, Agram 1868-93). T. Rymer, Foedera, conventiones, litterae et cuiuscumque generis acta publica inter reges Angliae et alioa quosvis (17 vols., Lon- dregs 1704-1717; 7 vols., Londres 1816-1869). Rerum Britannicarum medii aevi Scriptoris or Chronicles and memorials of Great Britain and Ireland (251 vols., Londres 1858-1896), importante coleccién, llamada “Rolls Series’ porque esté publicada bajo la direccién del “Master of the rolls’. M. Bouquet, Rerum gallicarum et franciscarum soriptores (24 vo- himenes, Paris 1738-1904) ; nueva edicién por L, DeLisa, Reouetl des historiens des Gaules et de la France (23 vols, Paris 1869-1894). Collection de documents inédits relatifs a Vhistoire de France (més de. 300 vols., Paris 183s).

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