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Gamarra...

lejos de La Victoria

Gamarra tuvo una etapa de nacimiento en los 50, crecimiento en los 70 y


repliegue en los 90.
En la década de los años 50 aparecieron los primeros pequeños talleres y
fábricas de producción en serie. A partir de 1972, Gamarra empezó a crecer y
gran parte de este crecimiento es atribuible a la protección de la que gozaba la
industria nacional. Los empresarios de Gamarra aprendieron a confeccionar en
talleres donde fueron operarios. Posteriormente, iniciaron sus actividades como
comerciantes ambulantes con recursos propios y pequeños montos provenientes
de ahorros de trabajos anteriores.

En el siglo XXI, Gamarra vende US$ 500 millones de dólares, tiene 16 609
locales y más de 45 000 trabajadores. En Gamarra existen 45,235
trabajadores1, de los cuales más del 80% tiene la condición de permanentes y
un 17% la de temporales o estacionales. El 81% de las empresas contrata de 1
a 3 empleados, pues se trata de pequeñas y micro empresas, cuya actividad
productiva es limitada y en muchos casos los empresarios otorgan a los
empleados diversas funciones para ahorrar costos, con lo cual se tiene
empleados que son vendedores y operarios a la vez.

La actividad laboral femenina tiene una fuerte participación en Gamarra. El 62%


del personal son mujeres, entre empresarias, parientes o trabajadores
dependientes. De hecho, ellas ocupan un lugar importante en el crecimiento del
conglomerado, puesto que redujeron el tiempo dedicado a las labores
domésticas y lo asignaron a actividades empresariales junto a sus esposos.

Gamarra es actualmente el principal conglomerado del sector


confecciones. Desarrolla actividades de comercialización y producción de
textiles y de confecciones. La actividad comercial representa el 61%, la actividad
manufacturera el 5%, los que se dedican a ambas actividades el 31% y la de
servicios 5%. Esto evidencia que Gamarra se está convirtiendo en una plaza
comercial y está dejando un poco de lado la producción. Al convertirse en un
polo de atracción de consumidores finales y algunos mayoristas, se ha hecho
indispensable vender y no tanto producir2. Su importancia ha llevado a que
algunos lo bauticen como “el Taiwan peruano” o “La Victoria empresarial”.

1 Encuesta a empresarios de Gamarra. Junio 2003. Prompyme.


2 Aldo Vallejo (Sub Director Ejecutivo de Prompyme). Semana Económica Setiembre 2003.

1
61. 04%
70%
60%
50%
Em pre sa s 30. 77%
40%
(% )
30%
4. 47% 3. 72%
20%
10%
0%
C omercio Manufactura Serv icios Manufactura
y C omercio

Se ctor

Fuente: Encuesta a Empresarios de Gamarra – Prompyme – Junio 2003

Gamarra es un centro comercial con la pinta de un mercado mayorista. El


60% de sus clientes son consumidores finales, solo el 27% corresponde a
empresas comercializadoras, un 11% a empresas manufactureras y en menor
medida las de servicios (1.71%), subcontratantes (0.95%) y el Estado (0.57%).3
Tiene problemas de seguridad ciudadana cuando se sale del damero, las calles
están sucias, y los locales son tan pequeños que a veces no tienen probadores
implementados.

La banca paralela en Gamarra. El sector financiero formal tiene presencia


relativa en Gamarra, el 55.8% de empresarios declara no tener acceso a
financiamiento para su empresa y el 44.2% afirma contar con mecanismos de
financiamiento, 56.7% con Bancos 34.8% de ahorros de familiares y amigos. En
Gamarra, es importante destacar la influencia de la Banca paralela para
promover el crédito informal para capital de trabajo, el cual cobra altas tasas de
interés y a plazos muy cortos.

Los empresarios no quieren entrar a Gamarra. El 34% de los empresarios


tiene en promedio 8 años en Gamarra, un 26% en promedio 4 años y medio, y
sólo un 5% se ha iniciado hace menos de 1 año.4 Es decir, el número de nuevos
accesos ha quedado reducido y esto se debe a que la zona ha perdido
dinamismo y no está generando los incentivos suficientes para atraer a nuevos
empresarios.

El metro cuadrado de Gamarra. En Gamarra al principio era posible encontrar


tiendas relativamente grandes, con un área promedio de 40 m2. Con el
transcurso del tiempo las áreas se fueron reduciendo. Actualmente, es un lujo
tener un local de 20 m2 en una zona donde comprar un local cuesta alrededor
de US$ 1,000 el m2. Los comerciantes-confeccionistas se han visto obligados a
mantener un taller en otra zona, donde producen mercadería que venden en

3 Encuesta a empresarios de Gamarra. Junio 2003. Prompyme.


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Encuesta a empresarios de Gamarra. Junio 2003. Prompyme.

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tiendas de menos de 10m2. El 45% de los establecimientos cuenta con espacios
de 1 a 10 m2, el 20% de 11 a 20 m2 y el 21% de 21 a 30 m2.5

El otro negocio de Gamarra: el negocio inmobiliario. El sector inmobiliario ha


crecido en Gamarra y se ha convertido en un gran negocio. Sólo para tener una
idea, el costo de alquiler de un stand promedio en las Galerías ubicadas en las
cuadras 6 y 7 de Gamarra es de US$ 200 y el 83% de los locales es alquilado.
Las galerías más grandes como Guizado y el Rey de Gamarra son las que
tienen mayor participación en este negocio, la primera cuenta con 1,250 locales
en 12 pisos, mientras que la segunda, alberga a 1,200 locales en 4 pisos.

El factor de las empresas familiares. Las empresas son en su mayoría


familiares, el manejo de la empresa está centrado en el dueño de la misma, el
cual maneja la empresa, sin separar muchas veces, lo que pertenece a la
empresa y lo que constituye el patrimonio familiar. Para la búsqueda de
personal, el pequeño empresario generalmente recurre a su familia, pero
también hay un mercado laboral vinculado al barrio y a las viejas amistades, el
otro proviene de convocatorias simples. En los primeros años de Gamarra, el
74.3% de las empresas de confecciones utilizaba una fuerza laboral proveniente
de familiares directos6. Actualmente, la tendencia es emplear mano de obra
familiar en el caso que sea necesaria de manera permanente, debido a que es
considerada personal de confianza. Sin embargo, esta tendencia ha ido
disminuyendo a través de los años: actualmente el 61% de los empresarios
contrata mano de obra familiar para puestos permanentes y el 68% contrata
personal temporal ajeno a la familia.

En el caso de algunas empresas de Gamarra, que son en realidad la minoría,


quienes han empezado a controlar las empresas y comercios son los hijos de los
fundadores, que educados en universidades del país o del extranjero y gracias a
una forma de pensar más cosmopolita, han impulsado una mejora en la calidad
de la producción y las estrategias de marketing de sus empresas.
Lamentablemente, esta circunstancia no es la regla, sino la excepción.

Gamarra ha dejado de ser el point de la compra a bajo precio. Creció


cuando el comercio de prendas de vestir a bajo costo estaba centralizado y
Gamarra era el point. Sin embargo, el crecimiento de Lima hacia los conos ha
permitido el desarrollo de nuevos centros comerciales que venden productos a
bajo costo. Los comerciantes de estas zonas, generalmente, venden productos
chinos y no le compran a Gamarra, lo que hace que las ventas de ésta
disminuyan. A ello, hay que añadir el ingreso de cadenas de grandes almacenes
que cuando hacen promociones también venden productos a muy bajo costo.

Gamarra llegó a esta etapa sin mirar lo que pasaba alrededor, con total ausencia
de liderazgos consolidados al interior del emporio comercial. Se volvió comercial

5 Encuesta a empresarios de Gamarra. Junio 2003. Prompyme.


6 Redes de información en Gamarra. Universidad Ricardo Palma. 2001.

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para hacer frente a los productos chinos y no ha conseguido repuntar su
crecimiento porque estos mismos productos se encuentran en plazas
comerciales que ofrecen mucho más comodidades y seguridad, como Saga
Falabella y Ripley.

Divide y perderás: la representatividad gremial. Según la encuesta de


Prompyme, únicamente el 5% de los empresarios de Gamarra declaró
pertenecer a un gremio o asociación. En Gamarra existen varias organizaciones
gremiales que lamentablemente no tienen mucha representatividad e incluso
algunas de ellas no cuentan con personería jurídica. Entre los gremios más
conocidos podemos referir a la Coordinadora de Empresarios de Gamarra, la
Asociación Peruana Industrial de Confeccionistas- APIC, El Consorcio Industrial
Textil Gamarra-CESEM, la APEGA, la FEDEGA, entre otros. Adicionalmente,
existen alrededor de 160 galerías y agrupaciones comerciales, de las cuales,
algunas albergan a asociaciones de inquilinos y propietarios.
La falta de representatividad gremial sólo es un síntoma de la problemática de
Gamarra. Los empresarios de Gamarra tienen un grave problema de confianza
entre ellos. No es casualidad que la mayoría de sus negocios los realicen en
familia o como máximo entre personas de su misma región. La falta de una
visión compartida, de capacidad para innovar y de cooperación ha llevado a
algunos a preferir la opción de la comercialización de lo más barato, lo producido
fuera de Gamarra, lo que mejor compite en precio: los productos chinos.

El enemigo en casa. El conglomerado no sólo se enfrenta a los productos


chinos en su propia zona. Las tiendas por departamento también han optado por
privilegiar la venta de productos chinos. En el primer bimestre del 2003, China
fue el principal origen de importación de confecciones y prendas de vestir (52%
equivalente a US$8 millones), siendo las principales compradoras Ripley y
Sagafalabella con un 43% del total.7

Las estadísticas de Aduanas muestran que a pesar de las difíciles condiciones


económicas internacionales, China exportó un record de US$ 56.02 billones en
textiles y confecciones durante los 11 primeros meses del 2002, 14.7% más que
en el período anterior. Esta cifra representa el 19% del total de exportaciones de
ese país.8 Por otro lado, China representa el 24% de las exportaciones
mundiales de prendas de vestir y el 12% de las textiles.9

El valor agregado que da la competencia. Las nuevas opciones comerciales


en forma de conceptos más desarrollados con una oferta similar en calidad y
precio, que incluye zonas de entretenimiento, estacionamientos, servicios y
seguridad; plantea nuevos retos para el conglomerado más importante del país
en el sector confecciones. La competencia más cercana de Gamarra la
representan: los comerciantes del Cercado de Lima (Jirón de la Unión), las

7 Aduanas
8 Prompex. Boletín del sector textil.
9 Link de estadísticas de la página web de la Organización Mundial de Comercio (www.wto.org)

4
galerías y boutiques de Jesús María, Magdalena, Polvos azules, Polvos
Morados, Polvos Rosados y las tiendas por Departamento Ripley y Saga
Falabella, las cuales tienen permanentemente periodos de ofertas especiales.

Las salvaguardias, si se aplican eficientemente, es bueno usarlas. La


eventual aplicación de salvaguardias a los productos provenientes del Asia
posiblemente mitigue el efecto del daño que podría estar sufriendo la industria
de textiles y confecciones que produce para el mercado interno en general.
No hay que ser puritanos, Indecopi dice que las importaciones se han triplicado y
en el 2003 han llegado a 699 947 kg, la participación de las importaciones
chinas se ha incrementado de 57% a 84% y los precios CIF de las confecciones
han bajado en 2% promedio por kilo.10 Sin embargo, la prueba de la existencia o
amenaza de desorganización del mercado la hizo en función de una encuesta
que podría no calificar los estándares internacionales de la OMC. Si se hubiera
querido hacer un informe inobjetable, se podría haber contratado a una
consultora internacional para que evalúe la caída de la producción, la reducción
de las ventas y la capacidad instalada o la pérdida del empleo en el sector.

Las salvaguardias no son la panacea. Permiten tener un rostro saludable pero


no son la solución de los problemas de fondo que tiene Gamarra. El futuro de
Gamarra está más vinculado a una estrategia de crecimiento, la cual está en
manos de los propios empresarios, quienes representados a través de sus
gremios son los que deben liderar el diseño de esta estrategia. Los gremios de
Gamarra, que por su naturaleza deben ser los dinamizadores de este
conglomerado, son los llamados a facilitar el encuentro de las pequeñas
empresas de esta zona con las grandes empresas exportadoras, para lo cual
deben impulsar los sistemas de homologación, la inversión en diseño y
capacitación, entre otros.

Para el país, el caso de Gamarra es importante porque tiene que ver con la
decisión del modelo exportador que se quiere, un país de exportadores o un país
de empresas orientadas hacia el mercado exterior. Gamarra, como
probablemente otros conglomerados productivos, encaja más en este segundo
modelo, el cual implica que las pequeñas empresas se asocien, a través de la
subcontratación o la formación de consorcios, con empresas grandes que ya
comercian en el mercado internacional.

Los retos de Gamarra. Gamarra debe entrar una nueva etapa, para ello es
necesario que sus empresarios afiancen sus relaciones de confianza y
desarrollen una estrategia de crecimiento que se apoye en tres líneas de acción
complementarias.
1. Mejorar la oferta exportable.
2. Promover la formación de consorcios y relaciones de subcontratación.
3. Identificar mercados

10
Informe N° 037-2003/CDS www.indecopi.gob.pe

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Las empresas de Gamarra pueden ser exitosas. Si empiezan a crear una
oferta exportable diseñada especialmente para el mercado internacional. Las
empresas de Gamarra no tienen que ser del tamaño de las grandes para seguir
en el mercado. La propuesta es que produzcan para ellas, por lo menos en una
primera fase, en la que irán ganando competitividad para el comercio exterior.
Sin embargo, esto definitivamente no es posible si las empresas no inician un
proceso de homologación de estándares y cumplen fielmente las reglas de
subcontratación para ganar la confianza y la fidelidad de estas grandes
empresas líderes en el mercado de confecciones.

Falta asociatividad. La casi inexistencia de experiencias de asociatividad en el


conglomerado se explica por la falta de confianza interpersonal. Sin esa
confianza resulta difícil la competencia cooperadora entre iguales, que es la que
permite el aprendizaje y la interacción necesaria para expandir los negocios del
conglomerado. Un reciente estudio de Proexpansión para Prompyme11, ubica a
Gamarra en la tercera fase de desarrollo de un cluster, identificando una serie de
condiciones que no tienen para estar en la fase de madurez de un cluster; es
decir, acción conjunta, competencia cooperadora, innovación tecnológica, capital
social, instituciones y una demanda sofisticada.

En Gamarra no existe una acción conjunta de sus empresarios que facilite


compartir una visión de futuro para el conglomerado, visualizar una estrategia de
crecimiento y trabajar por ella. El mayor problema de Gamarra no son las
importaciones chinas ni la demora en la imposición de salvaguardias, sino su
falta de acción conjunta. Si hubiera acción conjunta, Gamarra tendría una
estrategia para enfrentar el ingreso de productos chinos. La mejor estrategia es
tener una estrategia. Las salvaguardias son sólo un mecanismo de defensa,
pero no son una estrategia de crecimiento.

El hecho de que el mercado de subcontratistas sea poco considerado por los


empresarios se refuerza con el hecho de que el 94% de los negocios de la zona
no ha sido subcontratado12. Esto demuestra que las empresas de Gamarra no
han visto la oportunidad de crecimiento que representa esta forma de
asociatividad, sobre todo para la exportación. Gamarra no está participando de
la fiesta del APTDEA porque los grandes exportadores prefieren invertir
directamente, antes que trabajar con talleres que no están homologados a sus
estándares.

Las oportunidades en el exterior. En agosto del 2002 se promulgó la Ley de


Promoción Comercial Andina y Erradicación de Droga (ATPDEA). Esta ley
otorga beneficios arancelarios a una gran variedad de productos originarios del
Perú, dentro de los cuales se encuentran las prendas de vestir.

11 Estudio sobre Asociatividad y Clusters. Elaborado por Proexpansión para Prompyme, agosto
2003.
12 Encuesta a empresarios de Gamarra. Junio 2003. Prompyme.

6
En Gamarra, la mayoría de empresas tiene como principal cliente al mercado
interno y no colocan mercadería fuera sino que la venden a las personas que
vienen de Ecuador, Bolivia y Venezuela. Las cifras de la última encuesta de
Prompyme revelan la poca importancia que tiene para Gamarra el crecimiento
vía la exportación.

El problema puede ser técnico y de diseño. Gamarra tiene deficiencias como


locales muy reducidos, maquinarias no automatizadas, falta de métodos
modernos y de control de calidad. Adicionalmente, , muchas de las empresas de
Gamarra han optado por la copia para producir. No obstante, la diferencia y el
crecimiento siempre estarán marcados por la creatividad y la originalidad,
sobretodo en cuestión de confecciones y moda, la clave es el diseño. En este
sentido, es necesario pensar en la exportación indirecta a través de la
subcontratación o, en su defecto, la formación de consorcios para la exportación.

Las actividades de exportación podrían ser viables en la medida que las


principales empresas de confecciones están evaluando la posibilidad de trabajar
con pequeñas y micro empresas confeccionistas, con la finalidad de atender su
creciente demanda externa, sobre todo de los EEUU a la luz del Tratado de
Libre Comercio.

El rol del Gobierno Local. Los principales problemas que encuentran los
consumidores de Gamarra son falta de seguridad (contra robos y contra
accidentes), mal servicio (mala atención, indiferencia, escasez de SSHH) y falta
de limpieza. Estos problemas tienen que ver con el Gobierno Local y con las
acciones que puede emprender la Sociedad Civil organizada.

Hay que apoyar a los empresarios con información empresarial relevante y


oportuna, tanto local como internacional, servicios de apoyo en capacitación,
asistencia técnica y servicios financieros especializados. Sin embargo, este
apoyo es en vano si los mismos empresarios no toman conciencia de la
necesidad de fortalecer sus instituciones, fomentar las relaciones de confianza
entre sí, compartir una visión clara e integradora, además de un compromiso
mutuo de largo plazo.

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