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La doctora Liliana Montaña


realizó estudios de Psicología
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pareja, familiar e individual.
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desempeña como psicóloga del
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la dirección de Alejandro
Muñoz, en la radio donde dirigió
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revistas. Destacada
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Otra vez solos? : como
superar la separacion
Liliana Montaña

Cómo superar
la separación y el divorcio

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2200- A
Colección: Interés general
Area: Psicología
ISBN: 958-648-262-6

Primera edición: Castillo editorial Ltda., 1996


Segunda edición: Bogotá, D.C., marzo de 2001

O Liliana Montaña, 1996


O ecoe ediciones
E-mail: ecoeOcoll .telecom.com.co
Fax: 57-1 3201377

Autoedición: Yolanda Madero T.


Portada: Diseño Gráfico £ Sistemas - Patricia Díaz
Fotolito: F.R.M.
Impresión: Lito Perla Ltda.
Impreso y hecho en Colombia
AGRADECIMIENTOS

A mis hijos David y Natalia, inspiración y motivo cons-


tante de superación.
A Rodrigo, el hombre que amo, por darme todo su apo-
yo, sus ayudas intelectuales, por acompañarme en mis
noches de trabajo y por concederme fortaleza y seguri-
dad tan necesarias en la vida. -
A mis padres, quienes me han apoyado siempre en mis
batallas y proyectos.
A mis pacientes, quienes a través de sus vivencias, su-
frimientos y superaciones enriquecieron el libro, para
beneficio de aquellos que emprenden el difícil camino
del divorcio.
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Autoedic: ¡oi Yolanda MaraE


Portada: Diseño Gráfico Sammmal Asilo 2
Fotolito: FR.M.
Impresión: Lito Perla Ltda. E
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TABLA DE CONTENIDO

crennenes
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nacencencnranancnn
PLÓLOBO cocococcconnonnnocncnoconnocononcoro IX

INPOAUCCIÓN voraces E XI

Capítulo 1
narcerenrenos
renrnnnanen
¿Qué es el amor? encrnccncnnonncnnonncnor ennencnnennn o 1
O co 2
A o UN 2
enormeran cnnree
SHOTBO cncencnncnacnnnannnnannanoncrnten renseee
cnanenn 2
et OS 2
nnrnncnnrnneenenenrentes
PragMa cmmnnonnonocnnnnnnnrenceneenennennan nernnn 3
Ágape A a TS E ao 3
Causas del divorciO ..concccococononononnencnononcanenanannonnenarnnranannnnos 4
Inmadurez psicológica ......o.onomomommmmsmereernes: 4
Incompatibilidad de caracteres maacmcmonmommsnensarars» 10
Situación ecoNnÓMICA .ocmcccccccnonenonnnnnnnnnnennnonnnnnnannnrnonenos 19
La infidelidad ......cocccoccconncnnnnnnononnnnnnnncnrnncnnonanennnnanonanoss 17
Alcoholismo y drogadicción .occonononcnnrnncnennnecnnecnarenasss 23
Homosexualidad ......oconconococnnnnnononcnrncnnrnennnanannnnonononenoos Ez
Sexualidad coocccnccococonnoncnnonnenecnnnononcononorononarrrnonecanncnroconoracnonos 31
Dificultades comunes en el hombrE ..conoccacicacanannnnenenrnnnos» 32
Trastorno en la erección .ccccononconcncannonnnnnnnnnnnnanonennenenenoos 32
Eyaculación PIeCOZ cerrcmcnonnonrennnnrnnnecennenennnreenererrrss 34
Inhibición de la eyaculación ..ccococononnnnoneonnernnenrecanansss 35
Dificultades comunes en la MUJET cococococononcnrannnenanrnanesranos 36
ÓN 36
ÓN 36
Coito doloroso ...coaonencncncncrncn cncnnananonnonononnan annnrnnnrnnonannnos 37,
Violencia intrafamilial .....ooccccononenoncnrnnrnnnnennananannnnarenrnnnnenes 37
Otras CaUsaS ccccccncnnnnonon coran cnnonernnn 40
Entender nuestros sentimientos ...cmonocmnmensnsrnnncerenansannosss 41
Apego .......: ad 41
ÓN 42
cncncnnonono ranma rncarreras
nonononnnn 42
Pautas de CriaMZA .omoconccnrn
Padre dominante-madre pasiva .ccmomonononcncmnnnsacinannass 43
Madre dominante-padre pasivo cenoroconomencnnnesnannasrnnsss 44
nanoaran ncenenaness
nnnnnnnena 44
Padres recesiVoS .comoococcnnnrnnrcnnoncnnonn
45
Rasgos de personalidad .....aaromernmmenaneenmeemereers:
Personalidad esquizoide ..ocucconcononeonnnennennenirenncncoss 45
Personalidad paranoide mmcccencnnnnnoconnnnecnnaninnencaneenenoss 45
Personalidad dependiente mmcmccnononnacnnnncnncncenareneanens: 46
VIH LILIANA MONTAÑA

Personalidad ellisiV2 cocinera spate ars 46


Personalidad narcisista 46
O e ana AN 47
A A A O 48
Don vn in 48
ANGUSTIA ¿cion dvi rs 49
FUSIÓN Vi a 50
A rOSiÓNV orroto ton orot02001000 tn rent rrnaanmd AMI: 50
A 51
Violencia vcicccisricacicociimasciari caricia bl
Depresión: vssiocrmmersoromciciarmmancis*9irciccaS 52
Motivación: uesissocrssrasorcimcmiriemiecion$ esesmccinccariariniaan 53
Adaptación ssscscrsaarrncicincnacarccicicioe cae 53
Experiencias ViVIdAS »smvernsssirimarinammciicndimemcicne 55
Rivalidad enla pareja ssmssiiccina DROTD LO 57
Capítulo HI d
Cómo acceder al divorcio uvireiciam 65
Identificación de roles occiisoianasesonisitaac
ll 68
Lagoncillación scraps ido 74
Broceso de conciliación ..icomoosorsaomoiroeoidl as 74
Imprlicaciónes familiares ico 82
Trabajo y Vida social mr 95
ADO a 95
ida SOCIAL escri ES 98
Ladey de DIVA 102
iparisales de AIVORCO 103
Preparándose para enfrentar el proceso ........c.......... 109
Capítulo HI
Hatia una vida nueva MAROTO 115
El duelo Aer A 119
Primera fase: Negación nas BA 121
Segunda fase: Afrontar::::::: AUTSRIDOS: AQDRSUA: 123
Tercera fase Mare] 128
OZ es AQUA 131
Depresión unir AMIGO 9 134
Cuarta fase: Aceptación EXPERT Slaniaah. 142
El Segundo matrimonio ::..2 988 2MbAGalaraimah.: 147
¿Qué diferencia al hombre de la mujer? ..ociccnc..... 152
Predictores de ajuste marital W.ococicinicnnicnnnnnicoicion. 155
El dilema de la doble familia c..ococonioniocincininnnoitccns. 161
Aclaraciones y recomendaciones ..ococnocnnnnnornnrnncincecinness 165
«De padre a hijo», (poema) cmd 168
Bibliografía uta
E a A 17
PRÓLOGO

Aprendemos a nadar para no ahogarnos, sino para


disfrutar de la sensación de libertad que nos da el agua.
De igual manera, no nos casamos para separarnos sino
para vivir con ese ser al que amamos y no deseamos
perder por nada del mundo. Sin embargo, no se nos ha
preparado para vivir en pareja y nos convertimos en víc-
timas de la situación. Deseamos tanto que se nos reali-
ce ese sueño dorado de tener un hogar con hijos hermo-
sos, con amor y sexualidad por siempre. Cuando mira-
mos los ojos de nuestro compañero o compañera, senti-
mos que nos expresa lo mismo y tomamos la decisión
de vivir en pareja, casados o no, pero vivir juntos.
Mas nunca nos cuestionamos si en verdad conocemos
a fondo a nuestra pareja e incluso a nosotros mismos, si
en verdad estamos preparados para asumir la respon-
sabilidad con la madurez y la templanza que ello impli-
ca.
Solamente cuando experimentamos la desilusión, la
sensación de fracaso y el no poder hacer nada, aterriza-
mos en la realidad y encontramos el verdadero signifi-
cado de amar. Y es, entonces, cuando enfrentamos esa
nueva vida: tú solo o sola con tu hijos y el mundo esperando
una respuesta tuya.
XxX LILIANA MONTAÑA

En la vida de una pareja se dan conflictos insalvables


que hacen preciso que uno de los dos abandone el ho-
gar, mientras el otro se queda y cuida de los hijos. Aun-
que los dos padres son importantes para el cuidado de
lo hijos, el hecho de la separación no debe significar que
el hogar deba convertirse en una fuente de amargura y
tristeza; por el contrario, deben aunarse los esfuerzos
para hacer de él un medio que brinde afecto y satisfac-
ción.
La separación no es un paso fácil y, aunque parezca
imposible, comprenderás que así como viviste un pro-
ceso para adaptarte al mal vivir con tu pareja, tendrás
que hacerlo ahora, para vivir sin ella.
En este libro encontrarás la guía para no hacer de ese
proceso un infierno sino, al contrario, para manejar la
situación tú solo o sola, con tu realidad. Al mismo tiem-
po encontrarás la vivencia de personas que al igual que
tu caminamos el sendero difícil de la convivencia en pa-
reja, por lo que la bibliografía se ha basado en la recopi-
lación de toda esta casuística.

La autora
INTRODUCCIÓN

El libro pretende dar los instrumentos y pautas cientí-


ficas necesarias para enfrentar la crisis matrimonial, de
tal manera que el divorcio o la separación no se consti-
tuyan en una eterna caldera de conflictos y resentimien-
tos. El libro también da los elementos para reconstruir
el matrimonio o asumir una actitud madura y equilibra-
da al divorciarse.
El ser humano está hecho para amar y por eso sueña
de manera idílica y fantasiosa con el matrimonio, cuan-
do descubre en su pareja actitudes y comportamientos
negativos, que jamás pensó que tuviera, sobreviene, por
lo general el fin del encantamiento. Y peor aún, cuando
existe incapacidad y falta de conocimientos para un buen
manejo y acople a aquellos defectos. En muchos casos
provoca despreocupación, incomunicación y distancia-
miento, mientras el otro sufre por el sentimiento de per-
der al ser que ama.
Al principio quien es abandonado entra en estado de
confusión, le es difícil aceptar la realidad del desamor y
recurre a justificaciones y mentiras como todavía me ama,
esto es imaginación mía. Posteriormente, cuando las evi-
dencias son obvias, cae en llanto, tristeza y remembran-
za de los momentos felices de su matrimonio; incluso
hasta pasara la ira, a sentirse defraudado ytraza planes
de venganza. Y lo peor: sentir aversión al matrimonio.
La psicología denomina aesta fase el duelo.
XII LILIANA MONTAÑA

El libro OTRA VEZ SOLOS logra que la persona afec-


tada identifique en cuál de las etapas de el duelo se ha-
lla, y con un método de autoayuda práctico, elaborado
con riguroso criterio científico y comprensible para el le-
sionado en sus sentimientos, irá superando cada una de
ellas. Así, finalmente, logrará paz y armonía en su inte-
rior.
CAPÍTULO 1

Dos personas pueden compartir fortuna, comida y lecho, y


sin embargo seguir siendo mutuamente extraños. La única
manera posible de llegar a significar algo para otro ser hu-
mano estriba precisamente en compartir sus sentimientos.
Lagemann.

¿Qué es el amor?

Definir el sentimiento amor es una tarea compleja, los es-


tudiosos del tema no hemos logrado precisar un concepto
único y se ha tenido que recurrir a subdividirlo en catego-
rías para encontrar una aproximación. La palabra, por sí
misma, es complicada y encierra muchos significados debi-
do a que existen diferentes manifestaciones; como el amor a
la pareja, a un hijo, a los padres, a los amigos, a un animal,
al carro, o la casa.

En mi concepto la definición más cercana es la del psicó-


logo e investigador Heinlein: “El amor es esa disposición
de ánimo en la que la dicha del otro ser resulta esencial para
la propia felicidad”.
Alo largo de la historia el hombre ha hecho de este senti-
miento todo un revoltillo, en el que al amor se le mezcla
indistintamente romance, drama, tragedia y comedia. Por lo
"tanto, si no se ha logrado una definición exacta, es precisa-
2 LILIANA MONTAÑA
A

mente porque así el sentimiento parezca el mismo para todos


es diferente en cuanto a intensidad, entrega y realidad.
El punto en el que se halla casi un acuerdo universal, es
que una vez que descubrimos en nuestro interior dicho sen-
timiento, entramos en un torbellino de emociones que van
desde la pasión al desinterés, del apego al desapego. Sin
embargo estas emociones encontradas no son absolutamente
negativas. Hacen parte del desarrollo normal.
Según el sociólogo John Alan Lee, existen siete formas
principales de amor romántico:
Eros

Concierne al amor basado en la atracción física, a un mag-


netismo sexual intenso que se prende en un santiamén y se
desvanece con no menos presteza. Hay que añadir que po-
cas veces se vuelve profundo y duradero.
Lupus

Alude a una modalidad fortuita y festiva del amor: los


amantes lúdicos propenden a enzarzarse en toda clase de
juegos sexuales libidinosos, pero sin sentir un gran apego el
uno por el otro. Prima más el placer y el juego que el com-
promiso con la pareja.
STORGO

Se refiere a la simpatía y al afecto que, poco a poco, sin


estridencias, se trocan en un amor sosegado, sin delirio ni
alocamiento. Es producto de la amistad. Este amor es capaz
de resistir las crisis, pero le falta el apasionamiento intenso.
MANÍA

Es, por el contrario, un tipo de amor arrebatado y confu-


so. La manía conlleva delirio y turbulencia emocional: el
¿OTRA VEZ SOLOS? 3

amante maníaco se ve impulsado por intensos apremios, por


una insaciable necesidad de atraer la atención y mantener el afec-
to del ser querido. El amante maníaco trepa por la montaña
del éxtasis o se desliza a las cimas del desespero.
PRAGMA

Consiste en un amor más controlado y práctico. El aman-


te pragmático busca la pareja idónea teniendo en la mente
una lista de las cualidades que desea hallar en el compañe-
ro O compañera, para así traducirse en sentimientos más
hondos una vez llega a un acuerdo con la pareja.
ÁGAPE

Esta categoría se basa en la tradicional concepción cristia-


na del amor, entendido como un cariño sin exigencias, pa-
ciente, bondadoso y omnipresente
Es conveniente identificar cuál es nuestro tipo de amor
para poderlo proyectar a la pareja, sin caer en la rigidez de
cada una de las anteriores definiciones pues con estas clasi-
ficaciones puede lograrse un sinnúmero de combinaciones.
De esta manera podemos evitar la costumbre de asumir el
amor como un accidente en la vida. Además la falta de
cuestionamientos y planteamientos propios sobre lo ideal
dentro de cada uno de nosotros nos conduce irremediable-
mente al fracaso afectivo. Adicional a ello existen otras va-
riables que intervienen en este proceso, como experiencias
anteriores, necesidades del momento y hasta la forma como
hemos sido criados.
Así mismo, la defectuosa educación en nuestro medio ha
sido factor determinante para la convivencia en pareja, ge-
nerando un comportamiento irresponsable frente a la pro-
creación y al crecimiento económico y como persona. Con-
tinuamos con la tradicional postura macho-hembra, en don-
de uno es dominante y otro pasivo. Quien domina, confun-
4 o 5 5a rra A
LILIANA MONTAÑ
Ann o

de su posición con agresión física y psicológica, en la que,


sin darse cuenta, se arremete contra sí mismo, impidiendo
la expresión propia de ternura que todo ser necesita. Y quien
asume el rol pasivo toma una posición de víctima que no le
permite tener libertad y crecer como persona. El resultado
es un amor distante, basado más en el temor que en la en-
trega misma.
Dentro de los conflictos familiares, el problema actual más
creciente es la crisis de pareja y, paradójicamente, al que me-
nos se le presta atención. Tanto que, a manera de chiste, es
común la expresión: los matrimonios también son dese-
chables. Por lo tanto, es importante que quien se halla a pun-
to de tomar la decisión de separarse o si ya lo está, sepa
exactamente cuál fue el motivo y analice la causa. Esto le
facilitará entender y superar dicho proceso. Así mismo, po-
drá manejar la situación con sus hijos, familiares y amigos,
quienes indirectamente ejercen una presión muy grande
sobre la pareja, en el sentido de situarse a favor o en contra
de la ruptura definitiva.

CAUSAS DEL DIVORCIO

INMADUREZ PSICOLÓGICA

Se presenta cuando uno de los miembros de la pareja o


los dos se unen a una edad temprana o con un grado de
inmadurez que independientemente de la edad es inade-
cuado para asumir, con responsabilidad, lo que significa un
compromiso permanente, incapacitándolos, de hecho, para
vivir en pareja.
Cuando vemos a una chica alta y esbelta, imaginamos una
mujer madura y estructurada, y más cuando ella aparenta
ser así con un fingido comportamiento y actitud de adulta.
¿OTRA VEZ SOLOS? 5

De todas maneras, a pesar de esa compostura ficticia deja


filtrar algo de lo infantil que es en verdad y que sólo una
persona con experiencia logra precisar. Puede iniciar una
relación con un chico de su edad o algo mayor pero no tiene
capacidad para descubrir que ese joven, alto y corpulento,
quizás es más niño que ella, teniendo en cuenta que los pro-
cesos evolutivos del ser humano hacen una marcada dife-
rencia en la maduración entre hombres y mujeres.
Una característica general en el matrimonio o conviven-
cia entre adolescentes es la incapacidad para afrontar la car-
ga de responsabilidad que conlleva esta unión, perdiendo
rápidamente el enamoramiento, como se expuso anterior-
mente. Desde luego, en esta prematura relación ella pierde
la libertad a que estaba acostumbrada por entregarse a su
pareja. Es más delicada la situación cuando el motivo de
matrimonio fue el embarazo. El rol de mamá adolescente la
angustiará por la enorme responsabilidad que significa la
crianza de un hijo. En muchos casos abandona los estudios
y esto la frustra aún más.
ÉL por su parte, asumirá con obligación el rol de jefe del
hogar, responsabilizándose de la carga económica y manejo
de la casa como la única opción que le queda, pese a su con-
dición juvenil. Entonces ambos tendrán que improvisarse
como si fueran adultos.
Como consecuencia, el precio que paga dicha inmadurez
es desastroso: los matrimonios entre adolescentes fracasan
en un altísimo porcentaje. El resultado último es igual de
desastroso: los jóvenes terminan frustrados y, en muchos
casos, con aversión al matrimonio, y más si la relación entre
sus padres es caótica.
Como ejemplo tipo, registro un caso tratado por mí y que
muestra lo que en clínica denominamos inmadurez psicológica.
6 LILIANA MONTAÑA
AQ ——————=

..Cuando Sandra conoció a Jaime tenía tan solo 16 años y él


20. En casa, tenía dificultades con los padres, eran muy tradicio-
nalistas y la trataban como a una niña. Jaime le pareció un chico
maduro, pues trabajaba, estudiaba y vivía con sus hermanos en
un apartamento, lo que entendía como independencia. Y le fasci-
naba que este muchacho, quien había perdido a sus padres en un
accidente hacía ya cinco años, no hablaba de los mismos temas que
los amigos de su edad. Sandra se sintió muy atraída hacia él. Se
inició el noviazgo y, sin darse cuenta, asumió el rol de compañera.
Le arreglaba la ropa y el cuarto los fines de semana. Inventaba
todas las excusas posibles para verse con él a escondidas de sus
padres. Desde luego ellos se oponían a que tuviera novio, a tal
punto que la única salida que vio fue vivir con él. La prohibición
de su padre, que ella entendió como opresión, la empujó a vivir
con Jaime. Lo veía como su salvador.
Naturalmente iniciaron la convivencia sexual, en la que predo-
minaba el placer y la aventura. Se sintieron cada vez más unidos
y enamorados, pero por su inexperiencia no tomaron las medidas
preventivas y Sandra quedó en embarazo. La relación, a partir de
ese momento, se tornó tensa y Jaime decidió tomar el camino, en
apariencia, más fácil: el matrimonio. Ella, angustiada y descon-
certada habló con sus hermanos y ellos, igual de angustiados, le
recomendaron que se casara, pues era lo mejor para enfrentar a los
padres. No tuvieron luna de miel, lo que a la postre se le convirtió
en una frustración pues ella tenía ya cuatro meses de embarazo y
no contaban con el recurso económico para hacerlo. No comentó
su frustración a su joven esposo. El prematuro hogar obviamente
nació y se desarrolló en un ambiente de necesidades económicas y
afectivas. El muchacho se entregó en forma desmedida al trabajo a
tal grado que optó por realizar toda actividad laboral extra y así
ganar más dinero para mejorar las condiciones en casa. Esto lo
tornó cansado y tenso. Sandra empezó a sentirse sola, agobiada
por un cúmulo de necesidades nuevas en ella. Fue tomando el em-
barazo con desagrado y se comparaba con sus amigas. Entonces la
gordura propia del embarazo la acomplejó, limitándola para
aceptarlo como algo natural.
¿OTRA VEZ SOLOS? 7

El conflicto no se hizo esperar: Jaime, como respuesta a la acti-


tud huraña de Sandra, comenzó a tomar licor, a llegar tarde a la
casa y a pasar los fines de semana donde sus hermanos. Empezó a
identificar en Sandra la pérdida de la libertad y el control de su
vida, lo cual no quería perder por nada del mundo. Sandra, por su
parte, comenzó a rechazarlo. Lo veía con ojos de amargura, sin
dejar de culparlo por la situación. Finalmente se separaron una
vez nació el bebe y los padres de Sandra tuvieron que recibirla en
casa. Esto no significó que la situación fuera fácil...

En estos casos la intervención de los padres es definitiva.


Ellos, motu propio, o con la asesoría de un psicólogo de-
ben orientar al hijo involucrado en esta situación. Defini-
tivamente así no estemos de acuerdo, los tiempos han
cambiado y en lugar de que los padres rechacen de ma-
nera frontal esta relación o la toleren, deben permitir cier-
tas libertades en la convivencia sexual. Pero siempre con
la óptica de la responsabilidad porque de todas maneras
el hecho de que los chicos no consulten como sería lo ideal
y les digamos que no, finalmente lo van a hacer. Si todos
damos un vistazo atrás, recordamos los ímpetus juveni-
les frente a la sexualidad. Al fin y al cabo lo prohibido
causa apetito y es, por tanta represalia, que muchos jóve-
nes se equivocan precipitándose a uniones prematuras,
aunque es más costosa esta situación en términos futuris-
tas. Es preferible orientar a losjóvenes para un apropiado
goce de su sexualidad, que pagar el precio de esta acti-
tud.
En el mismo sentido hay parejas, independientemente de
suedad, inmaduras desde la óptica psicológica. Asumen
el matrimonio sin conciencia verdadera del compromiso
y seriedad del mismo, casándose y viviendo más el sueño
de lo bonito que va a ser la unión que con la realidad de lo
8 LILIANA MONTAÑA
E a

que será, como si la vida siempre fuera una historia color


de rosa. Pierden todo contacto con la verdad. Así, el conte-
nido de baja resistencia a la frustración no se hace esperar,
asocian matrimonio con rutina, pérdida de la libertad y un
equivocado concepto de responsabilidad (“Yo que me voy
a echar esa responsabilidad del matrimonio encima”). En
estas circunstancias aflora un comportamiento inapropia-
do que termina por lesionar la relación. Es más fácil en la
mayoría de los casos el divorcio como solución que reco-
nocer las fallas y así mismo cambiarlas. Estoy segura, como
terapeuta de familia, que escoger esto último llevaría a un
término de pareja tranquila y real de vida.

... Miguel y Luisa se casaron a los treinta y dos y treinta años,


respectivamente. Profesionales económicamente estables. Ella, ena-
morada y convencida de.la entrega de Miguel, creyó que permane-
cerían juntos para siempre, que serían una pareja sólida. El, con-
vencido de que ya estaba en edad para casarse, consideró que era lo
más apropiado. Nunca se detuvieron a analizar la relación del no-
viazgo que llevaron, en donde él tomaba licor y parrandeaba con los
amigos, y ella fantaseaba con ser la mujer ideal. Luisa estaba con-
vencida de que una vez se casaran, él cambiaría. Lo cierto fue que,
pasada la luna de miel e instalados en casa, Miguel empezó a salir
con los amigos y llegar a altas horas de la noche, sin darle una expli-
cación o por lo menos consultarle. El creyó que lo normal era que la
mujer se quedara en casa y el hombre dispusiera de su tiempo y
actividades libremente, apoyado en el dicho de que la casada es mi
mujer y por lo tanto, quien debía asumir el compromiso del matri-
monio. Luisa permaneció pasiva y tranquila, invitándolo al diálogo
permanente pero él aunque asentía positivamente, no actuaba; es
decir, no dio el aporte que ella esperaba. Luisa soportó dicha situa-
ción unos meses, hasta que comprenpdió que no había posibilidad
de cambiarlo. Esto hizo que la relación durara pocos meses, hasta
que se separaron con la peor de las frustraciones....
¿OTRA VEZ SOLOS? 9

Por lo tanto, aún en estos casos de noviazgo entre perso-


nas supuestamente adultas es importante tener en cuenta el
verdadero significado del mismo ya que por lo general las
parejas hacen caso omiso de las dificultades, creyendo que
al casarse automáticamente los problemas se solucionan. En
verdad nunca tratan de estar seguras de establecer si son o
no capaces de dar ese cambio para que la relación funcione.
Mi experiencia profesional me permite aconsejar que, du-
rante esta fase prematrimonial, las parejas se deben mostrar
tal cual son. Es fundamental perder el temor de espantar a
la pareja frente a la exposición de nuestras reacciones nega-
tivas, ( celos, mal genio, compinchería, fanatismos, etc.).
Conocidas las fallas, debemos establecer una medición con
nuestros propios niveles de tolerancia para saber hasta qué
punto podemos convivir con ellas. De resultar incompatibi-
lidad, no es recomendable, en estos casos, entablar una rela-
ción permanente. Aunque, por lo general, la tendencia es a
luchar a toda costa por continuar pegados a un sentimiento
impidiéndonos enfrentar la realidad. La convivencia tarde o
temprano se romperá.
Erich Fromm, en su libro El arte de amar, sostiene que el
individuo sólo puede lograr una forma válida de amor si ha
llegado al estado de desarrollo y expresión de la personali-
dad propia, es decir su propia identidad. "Se produce una
fusión en un solo ser, pero siguen siendo dos personas."
La claridad y la conciliación en el diálogo son condiciones
imprescindibles en una relación porque evitan, en grado
máximo, frustraciones. En vez de pensar y actuar sólo en fun-
ción de lo social, de la reunión y los regalos, ambos deben
dedicarle tiempo a conocerse más a fondo, y visualizar el fu-
turo de un matrimonio, el futuro de cada uno dentro y fuera
de la relación. Entender que tanto la mujer como el hombre,
independientemente de la edad, en su interior ocultan un niño
o una niña deseosos de amor y comprensión y que cada uno
espera, por medio de la relación, satisfacer estas necesidades.
10 LILIANA MONTAÑAO
A A

En los matrimonios estables no sólo se da el amor con li-


bertad, sino también se presentan discusiones y problemas.
Tan sólo que en estos casos la actitud frente a la problemática
es de solucionar las dificultades para seguir juntos la rela-
ción. No se juzgan el uno al otro, no buscan el culpable, sim-
plemente manejan la situación.

INCOMPATIBILIDAD DE CARACTERES

El ser humano posee dentro de su psique, personalidad,


rasgos y características. Empiezo por definir qué es:
Carácter: conjunto de rasgos individuales adquiridos me-
diante el aprendizaje y por influencias del medio ambiente.
Este se forma por la interiorización de las normas sociales y
por el ajuste de la conducta a las mismas, que el individuo
hace voluntariamente.
Personalidad: es la organización más o menos estable y du-
radera del carácter, temperamento, intelecto y físico, que de-
terminan su adaptación única al medio.
Rasgos: son agrupaciones de conductas específicas que se
presentan habitualmente. La incompatibilidad se da cuan-
do una persona se aferra ciegamente a cada uno de estos
caracteres sin siquiera buscar un punto medio de acerca-
miento con la pareja.
Se choca constantemente sin tener una explicación clara
del por qué no se entienden y se suele decir somos tan opues-
tos como la noche y el día, ella es fría yo soy ardiente o viceversa;
entonces concluyen que hay incompatibilidad de caracte-
res. La situación se torna invivible y los cónyuges se hacen
cada vez más daño, psicológico y físico. Se involucra a fa-
miliares y amigos, los cuales tratan de intervenir y mediar
sin que esto se solucione. Cuando ambos se percatan de la
¿OTRA VEZ SOLOS? 11

situación, mas no saben manejarla, acuden al terapeuta, es-


perando de él un milagro. Pero el trabajo es intenso, el pro-
fesional explica lo que cada uno debe aportar a la relación,
sin embargo, en la mayoría de los casos, no encuentra eco,
por lo que terminan en divorcio y con resentimiento hacia
la pareja y hacia el matrimonio como tal. Conviene que es-
tas parejas en conflicto tengan en cuenta estas recomenda-
ciones, pues con'ello se logra verdadera garantía de salvar
la relación.
Otro de los comportamientos frecuentes, como mecanis-
mo de escape, es la indiferencia para evitar encontrones. Sale
cada uno por su lado y en muchos casos deciden romper -
por completo la comunicación, el grado de incompatibili-
dad no les permite entender que querer a una persona es
permitir que ésta se desarrolle y se manifieste en toda su
extensión, a su modo y propio beneficio, no para dar satis-
facción a la otra.
Se considera que compatibilidad es tolerar del otro lo que a
bien tenga. Cabe anotar que esta situación se presenta cuan-
do uno pretende aventajar al otro, tornándose desconside-
rado o, aplicando lo que en nuestro lenguaje coloquial se
conoce como la ley del embudo, lo ancho para tí y lo angosto
para mí. En un principio, esto no suele ser inconveniente, ya
que la persona que cede a los caprichos del otro lo hace en
aras del amor, del sentimiento y entrega, pero su pareja iden-
tifica y confunde dicha amabilidad como que acepta la do-
minación. Tal actitud, con el tiempo tiene un efecto contra-
rio porque la persona se cansa de ceder, de dar y, en la ma-
yoría de los casos, de no recibir a cambio lo esperado. No
pretendo afirmar que el amor es, por naturaleza, un cons-
tante dar y recibir, es más bien, un compartir obligaciones y
compromisos.
Cuando el que asumía el rol pasivo se rebela, se da un
cambio que toma por sorpresa a la pareja dominante.
lO LILIANA MONTAÑA
nn ————

Iniciándose una fase de conflicto que lleva a dos caminos:


se equilibran las fuerzas o se divorcian. En la mayoría de
los casos se da el divorcio, pues quien aventajaba no quiere
ceder y quien es aventajado se ha cansado.
....»

.. Cuando Constanza y Jorge se enamoraron, lo hicieron cons-


cientes de que eran muy opuestos en gustos y actividades, pero
como habían escuchado que los polos opuestos se atraen, les pare-
ció lo más normal y decidieron hacer caso omiso de ello. Se casa-
ron ignorando que él tenía una personalidad neurótica y ella ma-
níaco-depresiva. La relación, como era de esperarse, se tornó difí-
cil. Jorge se irritaba por todo, mientras Constanza irrumpía en
llanto ante la dureza de él. Ella, asumió al principio una posición
muy dócil para no irritarlo y así poder llevar una relación normal
y tranquila. Al poco tiempo quedó en embarazo lo que la entusias-
mó mucho pues creyó, muy románticamente, que el bebé lo cam-
biaría todo. Ante este acontecimiento nuevo, Jorge se volvió muy
consentidor y atento, pero siguió manifestando su mal humor. La
trataba mal por sus caprichos del embarazo y la confundía, ya que
lo que le gustaba hoy, mañana ya no. Cuando nació el bebé, se
convirtió en otro motivo más de regaño. La inculpaba si el bebé
lloraba o no, si comía o no. Ella, desesperada, salió de su dieta y
cayó en depresión profunda. Engordó y empezó a tener trastornos
de bulimia; comía todo el tiempo, sobre todo cuando disgustaba
con su esposo. Y reaccionó de igual manera, con gritos e insultos.
Inclusive llegó a arrojarle con violencia lo que hallaba a su paso.
Jorge aumentó la agresividad golpeándola constantemente. Cuan-
do la situación se hizo insoportable, Constanza acudió a mi con-
sulta. Después de varias sesiones le sugerí dos caminos igual de
válidos para el tratamiento: tomar terapia de pareja o individual.
Ella optó por la última debido a que Jorge se limitó a asistir dos
veces, ( en las que se diagnosticaron, sus tipos de personalidad),
concluyendo que no necesitaba psicólogo.
Jorge, por su parte, debería auto-controlarse y evitar el maltra-
to a su pareja. Lo intentaron y fracasaron. Al cabo de un tiempo
¿OTRA VEZ SOLOS? 13

Constanza, decidió separarse porque no pudo tolerar la situación,


prefirió evitarle al bebé vivir la permanente discusión. En desa-
rrollo de la terapia, y aunque no se pudo salvar el matrimonio,
logró una mejoría y pudo encontrarse con ella misma, por lo que a
partir de ese momento tomó las riendas de su vida. En algunas
circunstancias vale más un buen arreglo que una vida en conflicto.
Hoy en día es una chica muy segura de sí misma y lo más im-
portante es que ambos mantienen una buena relación de amigos.
No en todos los casos las historias tienen un final tranquilo. No
podemos decir que feliz, pues se disolvió la relación de matrimo-
nio, pero, por lo menos, de forma amigable. Ya que son muchas las
parejas que viven en un infierno, en el que se hacen infelices el
uno al otro y al mismo tiempoa los hijos.

SITUACIÓN ECONÓMICA

No suele ser la parte fundamental del matrimonio, pero


tiene implicaciones importantes dentro de la relación, tanto
que es una de las causas más comunes de divorcio.
Infortunadamente, la parejas antes de casarse y por el senti-
miento mismo de enamoramiento no planifican los ingre-
sos de cada uno y mucho menos los gastos ( alimentación,
vivienda, servicios, etc.). En muchas ocasiones se van a vi-
vir donde los padres con el ánimo de ahorrar y lograr inde-
pendencia económica. En otras, se reducen demasiado, a lo
que quizás no estaban acostumbrados. Al afrontar los gas-
tos se suelen sentir rivales o se vuelven jueces el uno con el
otro y es allí precisamente donde se empieza a experimen-
tar desamor.
Cuando la pareja aterriza en la realidad, se inicia el con-
flicto y la frustración: el dinero no alcanza y en ocasiones se
trabaja sin agrado, pues hay que aceptar lo que salga. Al
llegar a casa ya no encuentran caricias, los besos que una
14 LILIANA MONTAÑA
I A I

vez los unió. El único idioma que se habla es el de la esca-


sez. En este momento las parejas asumen posiciones de es-
cape: aumentar los horarios de trabajo, ignorar las necesi-
dades afectivas de su cónyuge, como mecanismos casi in-
conscientes de castigo, ante la incapacidad de tomarse de
las manos y juntos afrontar el problema.
Se complica aún más la situación cuando se cae en actitu-
des irresponsables, como la ingestión de licor, el juego, com-
partir con amigos la mayor parte del tiempo y distribuir lo
poco que se tiene en cosas innecesarias.
Estos comportamientos, generalmente los suele asumir el
hombre presionado por esquemas erróneos socioculturales,
(gastemos que Dios proveerá). La mujer, por su parte, se des-
cuida a sí misma alejando más al hombre. En nuestro medio
termina por ser cabeza de familia, asumiendo la totalidad
de los gastos. Se ve obligada a resolver la situación econó-
mica de la casa, lo que trae implicaciones tales como el aban-
dono de los hijos y la sobrecarga de trabajo para ella (no en
todos los casos), y por lo tanto, incomunicación y resenti-
miento en ambos cónyuges.
Otra dificultad se registra cuando la mujer recibe más in-
gresos que el hombre. En la actualidad es común esto, debi-
do a la lucha de poderes entre el hombre y la mujer. Ellas
quieren mostrar que son capaces y romper, así de un solo
puño, la represión de la que venían siendo víctimas. Y qué
mejor que con el manejo de la economía familiar, humillan-
do a la pareja. El, por su parte, no estaba preparado para
ello, pues creció en un hogar machista en donde el padre
aportaba lo económico, mientras la mujer se daba ala casa.
Al pretender enfrentar este esquema se estrella con la difi-
cultad de no saber manejarlo, se siente impotente, por lo
En recurre a la agresión verbal y, en extremos, a la agresión
ísica.
.....
¿OTRA VEZ SOLOS? 15

... Marta y César, un matrimonio, en el que él contaba con 36 y


ella con 31 años.. Ella, una profesional brillante y ejecutiva, ge-
rente de una corporación, con ingresos muy altos que la ponían en
una posición de mucho compromiso y responsabilidad laboral. Él,
dueño de una repostería no muy estable económicamente, lo cual
lo ponía en desventaja frente a su esposa. Al principio ella asumió
los gastos fijos, pues sus ingresos le permitían responder satisfac-
toriamente. La dificultad se acentuó cuando ella adquirió un ve-
hículo lujoso. Esto hizo sentir incómodo a César, sobre todo ante
sus amigos. Aunque no lo manifestó abiertamente, su comporta-
miento adquirió tonos agresivos. La discordia no se hizo esperar,
por los aportes del uno y la tranquilidad del otro. Marta, cansada,
presionada por sus familiares y amigos ante la regular situación
económica de César, precipitó el divorcio. No supieron manejar
las cosas y optaron por separarse...
.....

Hoy en día, un sorprendente número de mujeres ha toma-


do la delantera en lo económico y el hombre no ha sabido
manejar la situación, porque la educación recibida fue tradi-
cional. Es difícil para el hombre aceptar que su esposa tenga
mayor ingreso y, por tanto, el aporte al hogar sea superior. La
mujer tampoco se encuentra preparada y cree que el hombre
debe continuar con esta tendencia machista. Ambos no han
podido comprender que quien gane más debe aportar más,
independientemente de sí es él o ella. En definitiva, el aspec-
to económico tiene gran incidencia en la relación, debido a
que las parejas una vez se casan o deciden compartir sus vi-
das deben hacer frente a esa realidad, la cual no da espera.
Deben responsabilizarse de los gastos y obligaciones porigual,
o por lo menos equitativamente. Y quien aporte más no debe
hacer sentir al compañero incómodo, ya que esa es la verda-
dera razón de vivir en pareja, contar el uno con el otro. Para-
lelo a esta situación, se presentan enfrentamientos cuando los
ingresos de la pareja son bajos y deben apoyarse en alguno
de los padres o familiares cercanos.
16 LILIANA MONTAÑA
AA 555 5 5 55 5 5 5 5 5

... Luis y Anita, se casaron y al poco tiempo les llegó su primera


hija. La situación económica era difícil, por lo que decidieron vi-
vir en casa de los padres de Anita. El tenía un empleo que no
representaba mayores ingresos ni posibilidad de progreso. Seman-
tenía allí porque Anita no trabajaba. Ella sólo se dedicaba al ho-
gar y se encontraba muy inconforme al comparar su situación
con la de sus amigos y familiares. Esto la llevó a exigirle más dine-
ro a Luis entrando constantemente en peleas y habituándose a la
idea del divorcio. El segundo embarazo se lo impidió. La angustia
de Luis por la situación lo llevó a presionar a sus jefes para que
mejoraran su condición laboral y, lo único que consiguió fue el
despido. Anita, al saber lo sucedido, se desesperó tanto que enfer-
mó y perdió el bebé. Presos de la angustia, resolvieron separarse.
Anita se quedó en casa de sus padres con la niña. Luis hizo lo
mismo...
.o...

Debido a que no se nos ha preparado psicológicamente


para enfrentar situaciones adversas como las relatadas y a
manejar los conceptos de unidad y templanza, las parejas
se separan con mucha facilidad. Resulta en verdad curioso,
ya que en la fase del noviazgo se suele dialogar y escuchar
que el dinero no lo es todo, que lo más importante en la
vida de las parejas es el amor, y sin embargo, cuando se lle-
ga a la práctica, el dinero viene a ser un factor desenca-
denante de la felicidad de una pareja. Por ello, la importan-
cia de tener estabilidad en el trabajo, de tener claridad sobre
las metas de cada uno y en especial de la pareja. Al planifi-
carlo todo no se caerá en lo que se cree la frialdad calcula-
dora, por el contrario, se identificarán en este sentido las
ventajas y desventajas y, así, las parejas sabrán cómo
enfrentarlo.
En Colombia, este factor es determinante debido a que el
patrón cultural, por un lado, ubica a la mujer en un plano
un tanto pasivo y, por otro, la pauta educativa hace que las
¿OTRA VEZ SOLOS? 17

personas aún en la vida adulta dependan en extremo de los


padres. Una posición sobreprotectora por parte de los pro-
genitores hace que los hijos casados pierdan la noción real
de lo que significa sostener un hogar. Por lo tanto, es impor-
tante que los padres ayuden a sus hijos y los hagan partíci-
pes de este proceso. Vale la pena mirar culturas como las
europeas y norteamericanas donde los adolescentes partici-
pan desde pequeños activamente en el proceso económico
familiar, formando, en el futuro adulto, una conciencia cla-
ra para que la situación económica no sea, en un porcentaje
tan alto, causal de divorcio.

LA INFIDELIDAD

Es la causa más frecuente de divorcio. Lastimosamente,


hoy las cifras de infidelidad han aumentado de manera con-
siderable tanto en el hombre como en la mujer. Es un error
particularizar porque no se puede afirmar que el hombre es
más infiel que la mujer ya que entraríamos a cuestionar, en-
tonces, con quien es infiel el hombre, si no es con la mujer.
Lo más acertado, para concluir, es que la liberación femeni-
na ha tomado unos visos que la desenfocan del verdadero
sentido de liberación, para caer en el libertinaje, se pierde la
identidad de los valores morales y se asume un comporta-
miento, en este sentido, machista; la mujer ha repudiado
por muchos años el comportamiento libertino del hombre
para finalmente comportarse igual. Con ello no pretendo
entrar en polémicas feministas ni machistas, sólo invitar a
la reflexión y al cambio en el sentido de que, si se critica
algo, entonces por qué imitarlo. Las parejas deben hablar cla-
ro y quien infrinja la ley debe pagar el costo.
Son innumerables los motivos que llevan a uno de los es-
posos a ser infiel. Los más comunes son: insatisfacción de
tipo afectivo o sexual, falta de diálogo, incomprensión, mal
18 LILIANA MONTAÑA
A a A ARA

trato, aprendizajes culturales tradicionalistas o, sencillamen-


te, se ha dejado de amar a la pareja. Esta situación crea en el
cónyuge un resentimiento que, en un momento dado, im-
pide que la relación de pareja continúe.
Culturalmente hablando, la infidelidad ha sido rechaza-
da y criticada socialmente, como ya lo planteé. Sin embar-
go, ha existido y existirá en la historia de la humanidad,
hasta tanto las personas se concienticen sobre el verdadero
significado de la fidelidad. El convivir de por sí trae implí-
cito el compromiso libre y espontáneo de compartir la vida
con otra persona. Lo contrario genera crisis que afecta a los
esposos y a los hijos.
Se ha interpretado la infidelidad, como mecanismo de es-
cape ala rutina, y a lo cotidiano o, en ocasiones, por vivir
una aventura que se cree no traerá consecuencias; las per-
sonas no suelen respetar las relaciones formadas. Tampoco
respetan a los hijos, y en oportunidades extremas someten a
los menores a presenciar su romance con la idea de que su
pareja no sospeche nada, pues sale con los niños, como si
ellos fueran entes que no comprendieran los actos de sus
padres. Pero, los niños en silencio aprenden de ellos y en
silencio llegan a una conclusión errónea: ven la infidelidad
como algo normal, pues papá o mamá suelen tener un ami-
go.
Los cambios comportamentales en los que incurre la per-
sona infiel, hacen que la pareja perciba que algo anda mal.
En ocasiones, quien es infiel se distancia tanto de la pareja
como de los hijos. En otras ocasiones es agresivo, no per-
manece en casa, inventa cualquier disculpa para salir o para
no llegar temprano, provocando la descomposición fami-
liar, en muchos casos irreversible.
¿OTRA VEZ SOLOS? 19

... Cuando Gladys conoció a Felipe, gustaba mucho de su locua-


cidad, la manera de expresar el cariño y lo fácil que se relacionaba
con las demás personas. Llegó un momento en que sintió celos al
percibir que era así únicamente con las mujeres. Cuando se lo ma-
nifestó, Felipe le respondió: "Es mi forma de ser con todas, fíjate
que con ninguna en especial soy diferente, simplemente soy así”.
Al cabo del tiempo decidieron irse a vivir juntos. Al principio,
ella se hizo la desentendida, sin que en el fondo le dejara de inco-
modar. Por ser tan extrovertido, los amigos lo invitaban constan-
temente a salir e incluso a viajar en plan de negocios, pues por su
vivacidad seguro los haría ganar mucho dinero. Ella, una mujer
brillante en su profesión, se empezó a sentir afectada por la situa-
ción a tal punto que descuidó su trabajo, su aspecto físico, aleján-
dose de los compañeros de trabajo y familiares. Al contrario el
regresaba contento los domingos en la noche o los lunes en la
mañana, cansado de sus viajes y deseoso de dormir. Este compor-
tamiento hacía difícil el diálogo y consecuentemente las relacio-
nes sexuales. Para remediar la situación Gladys buscó ayuda pro-
fesional a la que Felipe nunca pudo asistir. En la terapia, ella pudo
revaluar los conceptos que tenía sobre el amor y la entrega, al dar-
se cuenta que estaba perdiendo su identidad, por buscar una ex-
cusa en ella misma para justificar el comportamiento de su com-
pañero. Además él se encargaba de hacerla sentir culpable. Si le
manifestaba sus necesidades afectivas y sexuales, él respondía que
estaba muy cansado, que tenía mucho trabajo y que además ella le
peleaba mucho “lo que me desmotiva”. Gladys cayó en depre-
sión, se sintió sin deseos de vivir y sin atractivos. Con sus treinta
y tres años se sentía vieja y fea. Ya habían pasado cinco años de
matrimonio, tenía un hijo. Gladys jamás pudo comprobar que le
hubiera sido infiel, pero su comportamiento lo dejaba entrever.
Además, con los amigos comentaba en su propia casa las aventu-
ras en otras ciudades. Ella tardó un tiempo más para comprender
que Felipe le era infiel con muchas mujeres; pero no le pudo acusar
o reprochar directamente por la falta de pruebas. Fue cuando llegó
a tomar una determinación decisiva en su vida: continuar esa con-
vivencia sin amor, sin sexo, sin más satisfacciones y alegrías que
LILIANA MONTAÑA
20 ———
A

la de recibir un esposo cansado de los viajes o hacer su propia vida.


Finalmente hablaron. Ella le manifestó el deseo de acabar definiti-
vamente. Felipe se opuso, no la quería perder. Pero era tarde,
Gladys lo dejó de amar. Retomó su vida con mayor intensidad y
pudo experimentar tranquilidad. Felipe, por su parte, entendió
que su vida era esa y no debía seguir obligando a su pareja avivir
una existencia desgraciada; debería encontrar una mujer que se
adaptara a ese estilo de vida o simplemente vivir aventuras sin
parar.
.....

Antes de dejarse llevar por la emoción, que significa co-


nocer otra persona, como verle sólo virtudes, las parejas
deben sincerarse por completo, comentando sus sentimien-
tos, necesidades, insatisfacciones y temores, a fin de ayu-
darse a mejorar o para superar dichas dificultades. Aunque
el proceder parezca sencillo, es más complejo de lo imagi-
nado, ya que por lo general las parejas ocultan sus necesi-
dades. Simplemente porque quieren evitar la polémica.
Aunque es cierto que en muchos casos la forma misma de
expresar dichas necesidades de por sí es una polémica. La
incomunicación distancia más y hace que la persona nueva
gane atributos. Es más satisfactorio iniciar esa nueva rela-
ción.
Sin embargo, son numerosos los casos en que esa segun-
da relación termina en conflicto y la persona no puede me-
nos que lamentar lo sucedido. Al reconocer el error trata de
resarcirlo buscando a su compañera inicial. Pero ya no hay
nada que hacer. En otras ocasiones buscan ayuda terapéuti-
ca, y aunque el terapeuta trate de soliviar las dificultades es
difícil que la pareja tenga un término feliz.

... Lucía y Álvaro llevaban un matrimonio de diez años. Tenían


dos hijos y socialmente eran una pareja normal; se les solía ver
¿OTRA VEZ SOLOS? 21

tranquilos y enamorados. Sin embargo, Álvaro decía a sus ami-


gos íntimos que se sentía cansado e insatisfecho sexualmente. Ellos
le sugerían que tuviera aventuras con otras mujeres para sentirse
renovado. Compartían los fines de semana con parejas de las mis-
mas características, hasta que un día Álvaro empezó a ver a Juanita,
la esposa de su amigo Carlos, con ojos de hombre. Ellos también
tenían dos hijos. Álvaro empezó a llamar a Juanita al trabajo para
invitarla a salir. Con el paso del tiempo comenzaron a sentirse
muy bien juntos. Lo que Lucía y Carlos no imaginaron era que
sus respectivos esposos sostuvieran un idilio, pues las salidas y
paseos los fines de semana continuaron normalmente. Tanto Lu-
cía como Carlos empezaron a notar cambios en su pareja ya que se
demoraban en llegar. Solían salir solos, hasta que Carlos descu-
brió la verdad.
Un día sin decirle nada a Juanita, decidió tr por ella a la oficina,
encontrando que Álvaro ya había pasado por ella. Los dos iban tan
distraídos que no vieron a Carlos. Él los dejó seguir hasta que vio
algo que jamás se imaginó: su esposa se besaba con su amigo. Du-
rante días lo calló, no sin que Juanita notara algo extraño en su
marido. Él se volvió distante y callado, lo pensó mucho y, finalmen-
te decidió llamar a Lucía y ponerla al tanto. Pensó en los hijos, en
los demás amigos, la familia, etc. Sintió ira. Decía en su interior
que no debía ser él quien se preocupara por ello, pues quienes obra-
ban mal eran los otros. Llamó a Lucía, y de una manera muy discre-
ta le comentó lo sucedido. Lucía al principio no le creyó nada, le
parecía una mentira que Juanita y Álvaro fueran capaces de algo
así. Finalmente, decidieron citarlos y hablar. Al principio trataron
de negarlo, pero no pudieron sostenerlo por mucho tiempo y fue
cuando Álvaro les expresó que ellos se irían juntos, y, efectivamen-
te, al cabo de un tiempo, lo hicieron. No pensaron en sus respecti-
vos esposos e hijos, tan sólo les importó el amor que sentían en ese
instante. Tanto Lucía como Carlos quedaron dolidos por la situa-
ción; la asumieron y se responsabilizaron de los hijos...
22 LILIANA MONTAÑA
KK
Em

Serían interminables los listados de casos en los que se


presenta la infidelidad, tanto en la mujer como en el hom-
bre. Lo más importante para considerar es que la falta de
sinceridad, de diálogo, y la inmadurez de las personas para
asumir las situaciones difíciles de la vida, hacen que se re-
curra a la infidelidad como escape, convencidos de que esa
segunda persona va a prodigarles la felicidad en la vida.
Olvidan que pasado un tiempo caerán en lo mismo, ya que
lo único que hicieron fue trasladar el problema a otra perso-
na, a otra habitación. La dificultad sigue allí, en su estruc-
tura psicológica y comportamental, y hasta que no se
concienticen de ello y lo trabajen, caerán en el error una y
otra vez. Por eso se ve a muchas personas cambiar de pare-
ja rápida y fácilmente, haciendo sentir, en la mayoría de los
casos, culpable al cónyuge, a fin de evadir su cuota de res-
ponsabilidad.
Estos casos de inestabilidad emocional e insatisfacción
afectiva tienen bases profundas que suelen venir de la in-
fancia y del patrón sociocultural, los cuales se trabajan en
terapia, haciendo que la persona concientice dichos proce-
sos y mejore las condiciones de vida, tanto para sí como para
sus familiares.
En la terapia la persona podrá descubrir el por qué ha
llegado ala infidelidad y cómo esto tampoco le permite ex-
perimentar felicidad en la vida, pues como se dijo anterior-
mente, todo lo nuevo es bonito. Sin embargo cuando se cae
en lo mismo, la persona entra en conflicto interno llegando
al desespero y a preguntarse, una y otra vez, por qué damos
con el mismo tipo de pareja, o por qué caemos en las mis-
mas situaciones. Es porque en verdad nunca nos cuestiona-
mos O pensamos cómo es la persona que deseamos amar, o
simplemente nos dejamos llevar por la atracción hacia esa
nueva persona. Quien es infiel debe tomar una terapia, y
en los casos agudos en los que la persona, de manera reite-
rativa, vive una y otra aventura con diferentes hombres o
¿OTRA VEZ SOLOS? 23

mujeres, debe interpretarse como una adicción la cual me-


rece un tratamiento mucho más profundo.
De otro lado, la persona a la que se le es infiel, por así
decirlo, la víctima, también llega a enfermar de tal manera
que consciente o inconscientemente termina por aceptar la
infidelidad de su pareja, más cuando el sentimiento de amor
es la dependencia y el apego, lo que le impide reaccionar o
tomar las cosas con la claridad que ellas mismas muestran.
En estos casos son los amigos y familiares quienes de mane-
ra repetitiva le reclaman una y otra vez para que termine su
relación con esa persona que no le da felicidad y si la está
irrespetando. En este punto la persona entra en duelo y así,
nunca deja a su pareja, los sentimientos y sensaciones fisio-
lógicas siguen siendo profundas, y por lo tanto difíciles de
superar. Se siente traicionado o traicionada, herido en su
amor propio, evitando afrontar la situación con una actitud
de negación, justificando o disculpando que la pareja le evi-
te o le mienta. La infidelidad en el hombre es interpretada
como la pérdida de su identidad masculina, al sentirse reem-
plazado por otro hombre, esto le afecta grandemente, a tal
punto que llega a experimentar dudas sobre su capacidad
sexual. En el caso de la mujer, la infidelidad afecta directa-
mente su auto-imagen y auto estima, sintiéndose vieja ( así
no lo sea) fea, sin atributos físicos, y por lo tanto llega al
auto-desprecio y en muchos casos se descuida, llegando a
niveles profundos de depresión. Por lo anterior es impor-
tante que tanto la mujer como el hombre opten por tomar el
camino de la reflexión para replantearse nuevas metas y ca-
minos en la vida, con el objeto de lograr sentirse mejor para
superar el dolor de la traición, por así decirlo, y compren-
der que no es del todo su culpa.
ALCOHOLISMO Y DROGADICCIÓN

Culturalmente hablando, es normal que un hombre o una


mujer consuman licor para celebrar o pasar un rato ameno,
24 LILIANA MONTAÑA
A nee o 5 5 5 55 5 5

pero cuando el consumo de licor pasa a ser la única fuente


posible de diversión, hablamos ya de adicción a la sustan-
cia. Existen diversas categorías de alcoholismo de acuerdo
con la frecuencia con que se consuma. Algunos autores cla-
sifican el alcoholismo en dos categorías: la incapacidad de
detener la ingestión de alcohol una vez iniciada y la incapa-
cidad de abstenerse de él. Lo cierto es que afecta considera-
blemente a la familia. Quien se halla obnubilado por el con-
sumo, pierde toda noción o contacto con la realidad, encuen-
tra siempre una justificación para ingerir alcohol y, en mu-
chas ocasiones se suele combinar la ingestión de alcohol con
el consumo de drogas, lo que hace que la adicción sea más
profunda y difícil de superar.
Conviene analizar las dos fases: quienes consumen por
problemas y la adicción como tal. Quien consume alcohol
por problemas, lo suele hacer en forma repetitiva y ante cual-
quier situación que le genere angustia o estrés. Se concluye
que dicha persona padece un trastorno emocional incons-
ciente, pero tiene un pronóstico favorable en comparación
con quien es adicto como tal, pues el alcohol es el elemento
del se que vale la enfermedad para expresarlo.
Existen dos clasificaciones de alcoholismo las más usa-
das en terminología científica: alcoholismo agudo, que se ca-
racteriza por la intoxicación que sobreviene a un indivi-
duo normal a consecuencia de la ingestión de una canti-
dad exagerada de alcohol, o a ciertos psicópatas con dosis
mínimas.
El alcoholismo fisiológico, se inicia con una fase de franca
excitación, acompañada de agilidad mental, de aumento en
la productividad intelectual, de locuacidad y necesidad de
movimiento. En la segunda fase, se presenta trastorno del
lenguaje y del curso del pensamiento, progresivamente más
incoherente y torpe, con dificultad para la percepción y com-
prensión, hasta llegar a un estado más o menos profundo
¿OTRA VEZ SOLOS? 25

de inhibición y oscurecimiento de las funciones psíquicas,


terminando en sueño o coma. Dentro del curso de la em-
briaguez, se pueden presentar reacciones de irritabilidad y
depresión llorona.
Como puede observarse, el problema del alcoholismo es
más profundo de lo que parece, por ello sería dispendioso
profundizar en el.tema. En términos generales, esas perso-
nas se tornan agresivas, irresponsables, poco afectivas y muy
conflictivas. En nuestro medio es frecuente encontrar este
tipo de comportamiento en el hombre, independientemen-
te de su estrato socioeconómico y cultural, pues a la hora de
caer en el vicio, no vale la raza ni la posición económica.
Muchas mujeres e hijos son violentados tanto física como
psicológicamente y en muchas ocasiones se conservan hue-
llas imborrables. En otras ocasiones la situación económica
se agrava, ya que sólo se consigue el dinero para el trago o
se pierden los bienes adquiridos, cuando en actos irrespon-
sables propios del adicto se juega el patrimonio familiar. Es
importante concientizar al núcleo familiar sobre el proble-
ma y acudir a sitios especializados con el fin de aprender a
manejar esta dificultad.

Araminta acudió a consulta con el objeto de buscarle una solu-


ción a su problema ya que Ramiro, su esposo, tomaba mucho licor.
La maltrataba, tanto física como emocionalmente no sólo a ella
sino también a los niños. En una ocasión mostró sus piernas com-
pletamente edematizadas por las patadas que su esposo le había
propinado la noche anterior. Con él tenía tres hijos, de trece, diez
y seis años. Comentó que su vida había sido un suplicio; llevaba
quince años de matrimonio y Ramiro siempre había tomado licor.
Los maltratos habían sido permanentes. Ella se lo aguantaba por-
que era quien llevaba el sustento a la casa. También era consciente
de no ser la única mujer con este problema.
26 LILIANA MONTAÑA

Se remitió a Ramiro a una institución para alcohólicos pero no


funcionó, por lo que ella decidió buscar trabajo y empezar una
vida un tanto diferente. ÉL, por su parte, continuó tomando licor
y llegó a exigirle dinero para beber. Esto hizo que ella reaccionara,
habló con la familia de él y les pidió que lo recibieran. Ella se fue
donde una familiar con sus hijos y aunque la situación en verdad
era bien difícil, por lo menos logró un poco de tranquilidad.

.....

Los tratamientos para estos casos se caracterizan por tra-


bajar inicialmente con el adicto y luego dar apoyo a la fami-
lia. Aunque, terapéuticamente hablando se espera que el
paciente no reincida, de igual manera se prepara a la fami-
lia para ello. Es frecuente que estos pacientes reincidan, ya
que la dependencia no es solamente psicológica, sino fisio-
lógica. En muchos casos los pacientes son hospitalizados y
tratados en los períodos agudos de intoxicación lo cual, de
hecho, trastorna la armonía familiar. Los alcohólicos gene-
ralmente culpan a sus esposas o esposos, a los hijos y a la
situación misma, de su adicción, por lo que no se apersonan
nunca ni aceptan que el problema sea de ellos mismos. Es
difícil sugerirle a una persona someterse a este tipo de vida
ya que termina por enfermarse toda la familia. Lo más im-
portante es que a una persona se le deben dar tantas opor-
tunidades como sea posible. Sólo en los casos en que peli-
gre la integridad familiar se sugiere la separación.
Existen casos tan profundos de adicción en los que la per-
sona no reacciona. En estas circunstancias no se puede so-
meter una familia a este estilo de vida, si es que se puede
llamar así. Las huellas que ello deja en los menores son muy
grandes ya que siempre verán a su padre con temor y recha-
zo. Lo mejor es que la mujer asuma una actitud de seguri-
dad y amor para con sus hijos, por más difícil que sea la si-
tuación económica, siempre con amor será más llevadera.
¿OTRA VEZ SOLOS? 27

Los casos de alcoholismo y drogadicción reflejan, en nues-


tro medio, el estilo de vida característico de un patrón cul-
tural, el cual ubica el alcohol como único medio de diver-
sión y regocijo social, esto hace que la problemática se
agudice aún más. Valdría la pena empezar a revaluar los
conceptos de recreación y diversión en familia, buscando
que el parque y los juegos sean el principal medio de comu-
nicación y expresión de amor. Es hermoso ver a un padre
jugar los domingos con sus hijos, o a la mamá y al papá
jugando entre ellos. Así, los hijos crecerán con una visión
diferente de recreación y unidad familiar.
De otra parte, el problema de la adicción a las drogas y
sustancias alucinógenas es más agudo ya que, por lo gene-
ral, estas personas combinan las unas con las otras produ-
ciendo una adicción fisiológica muy difícil de romper. En
estos casos los tratamientos se deben trabajar en conjunto
con la familia, el cuerpo médico y el apoyo terapéutico. Los
logros de mejoría son difíciles, requieren del paciente vo-
luntad y fortaleza muy grandes. Tanto en los casos de alco-
holismo como de adicción a las drogas se pasa por diferen-
tes etapas, las cuales suelen ir acompañadas de intensos pe-
ríodos de ansiedad que son, precisamente, los que dificul-
tan, salir de ellas y hacen que las personas reincidan. Es allí
donde más se requiere del apoyo familiar.

Alicia siempre había escuchado que las personas recurrían a la


droga por falta de amor, falta de madurez. Lo que nunca se imagi-
nó era que su esposo Fernando llevara varios años consumiendo
droga. Él trabajaba como visitador médico, por lo que viajaba cons-
tantemente. Jamás ella llegó a notar o sospechar, pues a casa lle-
gaba de los viajes normal, con el cansancio que ella creía corriente.
Un día, en una reunión de la empresa, la esposa de un compañero
de su cónyuge le preguntó con preocupación, acerca de si ya esta-
ba recuperado. Alicia, sin comprender lo que pasaba, no supo res-
ponder, a lo que la señora dio por entendido que simplemente que-
ría evadir el tema.
28 LILIANA AMONTAÑA

Al llegar a casa, preocupada preguntó a su esposo qué pasaba y


el se tornó nervioso. Le respondió con evasivas y finalmente se
disgustó cuando ella trató de insistir en saber la verdad.
Al cabo de un tiempo, Fernando empezó a perder peso, a enfer-
mar seguido, sin permitirle acompañarlo al médico. Entre tanta
confusión, Alicia decidió visitar al médico de su esposo, quien le
informó sobre el problema de adicción a la cocaína y marihuana de
Fernando. Ella respondió que jamás lo había notado extraño, por lo
que el médico le hizo una serie de preguntas alas cuales ella asintió.
Llegó a la conclusión de que, como ella nunca había consumido, no
conocía las reacciones de las personas bajo estos estados y, por otra
parte, los viajes permanentes de él hacían que los días de mayor
consumo fueran precisamente cuando no estaba en casa. Muy con-
fundida, asistió a una institución recomendada por el médico, espe-
cializada en casos de adicción. Allí tuvo la oportunidad de compar-
tir con señoras en las mismas circunstancias, escuchar los testimo-
nios de los hijos y la forma como se debía enfrentar la situación.
Al llegar Fernando del viaje, Alicia le habló. Al principio trató
de negarlo, pero su esposa le pidió sinceridad para poder ayudarlo.
Le insistió en que fuera a una institución, pero él se negó enfática-
mente. Al ver la reacción de Fernando, Alicia reunió a la familia
de él y los puso al tanto de la situación. La intervención de sus
familiares no tuvo eco en Fernando, por lo que al cabo de un tiem-
po fue internado en una clínica para realizársele un tratamiento
de desintoxicación. Al salir de allí Fernando continuó en lo mis-
mo. Optó por asumir comportamientos cada vez más grotescos
hacia los hijos y su esposa. Alicia no tuvo más remedio que sepa-
rase y luchar para sacar adelante a los hijos.
.....

El caso de Alicia se desarrolló en una tónica relativamen-


te sencilla, ya que generalmente los casos de adicción termi-
nan por llevar al enfermo a robar a su propia familia, lle-
vándose los objetos de valor y el dinero que se consiga,
¿OTRA VEZ SOLOS? 29

maltratando física y psicológicamente a todos su miembros


y, por último, abandonándose completamente. Se les ve
haraposos, no se bañan y en muchos casos, se van a deam-
bular por las calles sin que la familia pueda hacer nada.
Lo más importante es ayudar a las personas adictas, han
sido muchos los casos en que reaccionan y cambian total-
mente sus vidas, volviéndose juiciosos, y dedicados al ho-
gar. Es importante contar con el apoyo de la familia y no
perder las esperanzas.
HOMOSEXUALIDAD

Deriva de la palabra griega homo, que significa mismo.


Caracteriza a las personas por sentir atracción hacia miem-
bros de su propio sexo. Debido al rechazo que suelen pade-
cer las personas homosexuales, prefieren mantener su atrac-
ción y preferencia en secreto, ante el temor y angustia que
les genera enfrentarse a la familia y a la sociedad, por lo que
deciden casarse y formar un hogar, creyendo que con ello
queda completamente tapada la situación, resultando más
fácil la existencia. Sin embargo, estas personas suelen olvi-
dar precisamente a su compañera o compañero, el cual es
desde un principio, sometido al engaño, por lo que la rela-
ción jamás podrá ser sincera y profunda.

Javier acudió a consulta, debido al temor que experimentaba


porque su esposa se enteró que era homosexual, aunque reportó
que desde su matrimonio no había vuelto a tener una relación con
personas del mismo sexo. Al conocer a Humberto no pudo evitar
sentir atracción por él y la esposa los encontró un día en el aparta-
mento. Salió espantada y desde ese día no volvió a casa. Cuando
se refiere a su infancia, comenta que a la edad de siete años, un
hermano de dieciocho lo indujo a las relaciones sexuales y, aunque
al principio las rechazó, fue tan frecuente el abuso de su hermano,
30 LILIANAa MONTAÑA
e e a 5 5 55 555 5 55

que terminó por experimentar placer. Los padres nunca se perca-


taron de lo sucedido. Pasó el tiempo y al crecer no volvieron a
tener contacto, pero Javier continuó experimentando con otros
hombres. En este caso lo primero que se evaluó con élfue el encon-
trarse a sí mismo, para luego poder enfrentar a los demás. Javier
terminó por aceptar su homosexualidad y enfrentar la sociedad.

El caso de Javier fue muy doloroso para su pareja quien


jamás se imaginó las preferencias de su esposo, ni la forma
como él terminaría la relación. Al fin decidió aceptarlo y
superarlo. Estas situaciones, como lo mencioné, suelen ser
muy difíciles tanto para las esposas como para los hijos quie-
nes resultan ser los más afectados.
Hoy en día la sociedad es un tanto más elástica en aceptar a
los homosexuales. Las investigaciones científicas explican la
influencia de entes hormonales, los cuales son muy importan-
tes en la formación cerebral del feto, justo en el proceso de ges-
tación. Por lo tanto, vale la pena reconsiderar y tomar concien-
cia de que si alguien siente esta tendencia debe enfrentarla y
superarla, evitando dañar sentimientos y hogares.
Por lo general, las esposas de hombres homosexuales re-
portan que ellos suelen tener características comportamen-
tales en las que se destaca la poca frecuencia de las relacio-
nes sexuales con ellas, la forma de caricias y la preferencia
obvia por los amigos, son padres poco cariñosos y dedica-
dos y, en algunos casos, extremadamente violentos con las
esposas haciéndolas sentir culpables de la situación. Cabe
recordar que no todos los casos son iguales. Sin embargo, si
se tienen dudas se aconseja acudir a los especialistas y tra-
tar de superar la crisis. Aprenda el manejo para con los hi-
jos, ya que sobre ellos recae la angustia y en un principio la
vergúenza, pues suelen ser víctimas de burlas y rechazo en
los colegios y de los amigos.
¿OTRA VEZ SOLOS? 31

La homosexualidad en mujeres también se presenta, aun-


que es menos notorio. La causa se debe, por lo general, a
que han sido víctimas de violaciones por parte de sus pa-
dres o familiares. Esto las lleva a experimentar un rechazo
hacia el hombre. Evitan de cualquier forma compartir con
ellos, prefieren no casarse. Su rol es más fácil de sobrellevar
debido a que es frecuente ver dos amigas cogidas de gan-
cho o compartiendo un apartamento.
Esos casos invitan a la reflexión y requiriría toda una re-
visión detallada del tema. Las parejas que se han enfrenta-
do a la homosexualidad de uno de sus miembros terminan
siempre por separarse, ya que el cónyuge no acepta la situa-
ción de compartir a su esposo con otro hombre o a su espo-
sa con otra mujer.

SEXUALIDAD

Siendo la sexualidad inherente al hombre y existiendo tan-


tos avances científicos, aún existe una mala educación so-
bre el tema, ya que alas parejas se le dificulta hablar de
sexo. La razón por la cual ocurre esto es que la sociedad ha
inculcado un mito sobre la sexualidad. Igualmente se ha
impedido descubrirse a sí mismas, encontrar la pareja y dis-
frutar plenamente de la relación. Erróneamente se cree que
el goce sexual sólo se da en las películas románticas, en las
novelas y en los libros de amor. Muchas de las investigacio-
nes sobre la relación y satisfacción marital han arrojado da-
tos muy sorprendentes. Las siguientes son las dificultades
más frecuentes que sobre este tema se presentan en las pa-
rejas, sin pasar por alto que el factor más influyente y deter-
minante de una buena relación es la comunicación.
La definición de sexualidad en la pareja, que considero
más próxima a la realidad es: “Es un proceso en el que dos
32 LILIANA MONTAÑA

personas participan con la mayor generosidad posible en el


intercambio de sentimientos, ideas, hábitos y acciones en
un clima de aceptación, compromiso y confianza mutuos.”
(Master y Johnson, 1986, pág., 374).
Los obstáculos más frecuentes que atentan contra la inti-
midad y que suelen ser distintos a las patologías son: la ti-
midez, la agresividad, el egocentrismo, el temor, la falta de
empatía y las falsas expectativas que se tengan de la sexua-
lidad, las cuales se pueden superar por medio del diálogo o
la psicoterapia.
Las patologías se definen como aquellas conductas que
desde el punto de vista adaptativo no son manejables por
quienes comparten con dichas personas, ni por quienes las
padecen, ya que entrar a discutir los términos normal y anor-
mal, nos llevaría exclusivamente a identificar los gustos y
afinidades propios de cada pareja y, por supuesto, los nive-
les de tolerancia. — '
Dentro de las parejas, las dificultades sexuales más fre-
cuentes, que afectan el desarrollo normal de la vida conyu-
gal y hacen que en algunos casos, por no decir en la mayo-
ría, se divorcien, son:

DIFICULTADES SEXUALES COMUNES EN EL HOMBRE

TRASTORNO EN LA ERECCIÓN

Se conoce también como impotencia, la cual se caracteri-


za por la incapacidad de alcanzar o mantener una erección
firme para realizar el coito. Las dificultades deben ser trata-
das inicialmente por el médico, quien determinará la causa
o descartará alguna alteración física. Descartada la altera-
ción física, el caso debe ser tratado por el psicólogo, quien
realizará una terapia preferiblemente de pareja, el cónyuge
es importante en la recuperación.
.....
¿OTRA VEZ SOLOS? 33

... La falta de experiencia de Camila cuando se casó no lepermi-


tió entender lo que sucedía con su esposo Julián, pues durante la
luna de miel no pudieron sostener una relación sexual, debido a
que éste no producía una erección que permitiera consumar el
matrimonio. Él, muy nervioso y angustiado, le pidió tiempo. Al
llegar de la luna de miel no pasó nada . Evitaba la relación argu-
yendo cansancio y tensión. Ella, preocupada, consultó con la mamá
quien aterrorizada le dijo que ese matrimonio era anulable, que
seguramente era del otro equipo y no lo habían notado. La pre-
sión sobre Julián se incrementó a tal punto que sentía temor por
su verdadera identidad. Los rumores no se hicieron esperar y la
familia determinó que se separaran, sin que existiera en ese mo-
mento otra solución. Consultaron el caso con el sacerdote que los
casó, quien sugirió una revisión médica para Julián, a la que él se
negó rotundamente.
Después de varios años de separados, Julián decidió ir al médico,
porque se sentía rechazado y con temor a involucrarse con alguna
mujer. El dictamen médico arrojó una alteración circulatoria que
impedía en Julián una irrigación suficiente como para permitirle la
erección. Sugirió un tratamiento, al que Julián se sometió con re-
sultados muy favorables. Sin embargo, la experiencia del fracaso
matrimonial lo llevó a consultar al psicólogo, quien trabajó la
autoestima a fin de que recuperara su imagen ante él y los demás...

Los casos de trastorno en la erección se suelen presentar


frecuentemente, pese a que es obligado en el hombre pre-
sentar la erección como único medio posible de consumar
el acto en sí, pero a pesar de ser tan normal, los hombres a
diferencia de lo que se creía, en épocas anteriores, tiene sen-
timientos y emociones que van ligadas directamente a la
respuesta de erección y no como muchas mujeres creen que
con sólo tocar al hombre o insinuarle una actividad sexual
de
deba inmediatamente responder. No, el hombre requiere
estímulos especiales, en un ambiente lo más placentero po-
34 LILIANA MONTAÑA
A

sible para responder, logrando la erección. Por lo tanto la


mujer o la pareja juega un papel muy importante.
La mayoría de dificultades sexuales en el hombre nacen
en la adolescencia, por la falta de orientación y comunica-
ción por parte de los padres y educadores, pues se suele
tomar como algo muy natural el hecho de que un chico ini-
cie su vida sexual de manera muy superficial.
EYACULACIÓN PRECOZ

Conocida como eyaculación rápida, en la que el indivi-


duo experimenta una sensibilidad muy grande. En muchos
casos, con el uso del preservativo o con la ayuda de la pare-
ja se puede solucionar. Este problema se debe a que el hom-
bre no controla el tiempo de respuesta sexual, a tal punto
que, en ocasiones, el simple hecho de ver una mujer desnu-
da es suficiente para-que produzca la respuesta de eyacula-
ción. Muchos individuos la controlan tomando un trago o
dos de licor antes de la relación o esperando la segunda re-
lación, en la que la respuesta es más demorada, dando tiem-
po a la pareja para que logre el orgasmo.
El manejo de la eyaculación precoz requiere de tiempo y
autosugestión en donde la ayuda de la pareja es importan-
te, ya que su participación en el proceso es activa y com-
prensiva. Muchas parejas no logran llegar al entendimien-
to de la sexualidad por falta de educación, comunicación,
desinhibición y sinceridad, ingredientes claves en el buen
funcionamiento sexual de la pareja. Cuando la pareja no ha
podido identificar claramente el problema se entra a la po-
lémica de sí eres tú o soy yo y corrientemente, se da un dis-
tanciamiento abismal entre la mujer y el hombre, cada uno
suele sacar sus propias conclusiones así sean erradas. De
allí lo importante de la ayuda terapéutica.
¿OTRA VEZ SOLOS? 35

INHIBICIÓN DE LA EYACULACIÓN

Se caracteriza porque el hombre presenta dificultad en eya-


cular, prolongando el tiempo de relación con la pareja. Por
lo general la mujer en un principio disfruta las relaciones
debido a que experimenta mayor placer, pero una vez des-
cubre que su pareja no puede eyacular suele presentarse un
efecto negativo er'ella; piensa y siente que no es lo suficien-
temente atractiva para su esposo, lo cual lleva a que se com-
plique más la situación. Otro problema que genera esta
disfunción es el hecho de no poder tener hijos debido a que
el hombre no puede eyacular. En estos casos, la pareja debe
ser muy comprensiva con el esposo pues el tratamiento re-
quiere de mucha estimulación de ella hacia él, de coitos muy
prolongados y sobre todo de mucho amor.
Las dificultades sexuales que presenta la mujer, en un prin-
cipio se tomaban como respuestas propias de ellas y no se
les prestaba mayor atención, debido a que no impedían el
coito como tal y el hombre lograba obtener el orgasmo. Sin
embargo, muchas mujeres que padecían estas disfunciones,
se empezaron a preocupar, cuando escuchaban conversa-
ciones o leían artículos sobre el tema. Sólo hasta ese mo-
mento la mujer acudió al médico einició tratamiento.
La sexualidad humana es muy compleja. Se encuentran
hoy tratados, manuales, enciclopedias que ilustran sobre el
buen funcionamiento sexual, sobre la forma de tratar una
dificultad, sin embargo, la ignorancia hace que los tratamien-
tos y la vida sexual de la pareja no tengan un buen desarro-
llo. Los patrones culturales impiden que las personas se
conozcan a sí mismas y por ende no se entreguen verdade-
ramente a la pareja. Es necesario dialogar abiertamente so-
sus necesidades y fantasías,
bre la sexualidad, comunicarse
las que proporcionan, precisamente, ese halo mágico que
debe perdurar por siempre en la pareja. Muchas personas
deciden refugiarse en el trabajo, en los libros, o buscan un
36 LILIANA MONTAÑA
A A tit

sistema de escape con los amigos en lugar de enfrentar el


problema con la pareja y consigo mismo.
Si el motivo del divorcio que usted acaba de experimen-
tar fue por esa razón, lo mejor es no sugestionarse y gene-
ralizar la problemática diciendo que todas las mujeres o to-
dos los hombres. Lo correcto es que se sincere con usted
mismo y realice el tratamiento necesario para cada caso, a
fin de que en futuras relaciones pueda gozar de su sexuali-
dad y de la vida en pareja
DIFICULTADES SEXUALES COMUNES EN LA MUJER

VAGINISMO

Es una alteración en la que los músculos que rodean el ter-


cio exterior de la vagina se contraen de manera involuntaria,
impidiendo la penetración del pene o, en algunos casos, has-
ta de un dedo, produciendo extremo dolor y afectando al hom-
bre, quien se cuestiona por el dolor que le produce a su mu-
jer. De esta disfunción pueden surgir dificultades en la erec-
ción. El hombre también puede interpretar dicha situación
como un estado nervioso de la pareja para evitar el coito. El
médico, en estos casos, deberá hacer una minuciosa revisión
de la pelvis y darle el respectivo tratamiento, con cremas o
con relajantes musculares.
El buen comportamiento del hombre, en estos casos, es
muy importante, deberá llenarse de paciencia y ayudar a su
esposa, excitándola y estimulándola, para evitar que el do-
lor sea muy agudo.
ANORGASMIA

Es la dificultad que experimenta la mujer para lograr el


orgasmo, conocida también como frigidez. En estos casos,
la mujer puede experimentar orgasmo cuando se masturba
pero no lo logra durante la relación con la pareja, afectando
¿OTRA VEZ SOLOS? 37

al hombre en el sentido de que se cree incapaz de satisfacer


a su compañera. Las mujeres que padecen anorgasmia de-
ben tomar una terapia psicológica a fin de identificar algún
antecedente traumático y superarlo. Algunos casos han
mostrado que se puede padecer sin antecedente o experien-
cia traumática que la justifique, por lo que se recomienda
trabajar con la mujer, inicialmente acudiendo al ginecólogo
a fin de descartar'o corroborar alguna alteración. En caso de
no presentar dificultad fisiológica, el tratamiento terapéuti-
co puede ser prolongado dependiendo de la colaboración
de la paciente y, por supuesto, de la ayuda y comprensión
de la pareja.
COITO DOLOROSO

Conocido también como dispareunia, en el que la mujer


experimenta mucho dolor durante la penetración e incluso
en el acto mismo. Esto hace que rechace toda relación y alte-
re la excitación en la pareja, por lo que el grado de compren-
sión también debe ser grande por parte del esposo, quien
deberá estimular a su pareja y, en algunos casos, utilizar cre-
mas que permitan un mejor nivel de lubricación y logren dis-
minuir el dolor. En estos casos la intervención ginecológica
es fundamental pues se debe revisar el funcionamiento hor-
monal en la paciente y realizar la terapia psicológica.
Cualquier dificultad que se presente, cabe reiterar, la im-
portancia de un tratamiento. Es la única forma de no trasla-
dar la problemática sexual a futuras relaciones. Por lo tanto
tome conciencia y actúe.

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Es otra de las causales más frecuentes de divorcio, a través


de la historia de la humanidad ha existido la violencia, como
una forma de expresar lo que molesta, lo que se quiere corre-
38 LILIANA MONTAÑA
HE
F nn F

gir o simplemente lo que se siente en el momento. También


se puede definir como un comportamiento destinado a da-
ñar o destruir, al margen de que se manifieste con hostilidad
o como acto frío y calculado para alcanzar un fin.
No podemos generalizar la violencia como un hecho que
ocurre sólo en nuestro país, en todas las culturas del mundo
y sin distingo de raza o clase social, se presenta. Se expresa
de diferentes formas: física, verbal y psicológica en la que se
incluye la omisión, pues a mi forma de ver es la que causa
más daños en la persona. Cada una de ellas se verá a conti-
nuación:
Violencia física. Esta opera en nuestro organismo en tres
planos, el genético, ya que el ser humano trae una predispo-
sición genética a la agresión, según los estudios de casos
gemelares. El nervioso, se ha comprobado que determina-
dos núcleos del hipotálamo desencadenan una conducta
agresiva, por dificultades en la inhibición de los impulsos
agresivos por parte de áreas de la corteza cerebral, cuya
misión es precisamente controlar estos impulsos, ocasionan-
do en muchos casos conductas altamente violentas. Y, por
ultimo, el bioquímico, que se ha correlacionado, en algunos
casos, con niveles altos de testosterona.

Un reciente estudio realizado por Profamilia, encontró


que un 41 % de mujeres entrevistadas contesto afirmativa-
mente haber recibido algún tipo de agresión física por parte
de su compañero o esposo. Un 37%, recibió empujones, un
31% golpes con la mano, el 12% afirmó haber sido pateada
o arrastrada, el 11% violada por el esposo, el 9% golpeadas
con objetos duros o amenazadas con armas.
Las consecuencias de estos golpes ocasionaron, en el 54%
de las mujeres, moretones y dolores fuertes, el 10% heridas
profundas o huesos rotos, el 3%, por hallarse en embarazo
presentaron pérdida fetal o aborto, y el 2% tuvo pérdida
total de un órgano.
¿OTRA VEZ SOLOS? 39

Los mayores niveles de violencia con lesiones se dieron


en Medellín, 61%; Tolima-Huila-Caquetá 59%; Bogotá-cauca
y Nariño, 57%; Cali, 56% y Antioquia, 55%.

Como podemos ver, estas estadísticas reflejan una situa-


ción que afecta no sólo a las mujeres sino también a los hi-
jos. Se ha venido dando, en mayor porcentaje, en personas
de menor nivel cultural ya que según lo plantea Daniel
Goleman en su libro, La inteligencia Emocional, poseemos un
cerebro primario y uno evolucionado, en donde hay mayor
dominancia del uno o del otro en la medida en que la perso-
na pertenezca o no a un medio culto, pues en la forma en
que nos educamos aprendemos a controlar mejor nuestras
emociones, es decir no son tan primarias. Sin embargo y a
pesar de que las personas sean o no cultas, la agresión física
se sigue presentando, lo que nos permite concluir que exis-
ten otros factores que llevan al ser humano a ser agresivo.
La educación recibida en el hogar influye, ya que sí el pa-
dre fue agresivo, seguramente el hijo continuara esa cadena
de mala educación, como modelo de aprendizaje, para im-
partir autoridad, respeto o en muchos casos miedo, y la
mujer será una futura golpeada.
Agresión verbal. Es otra forma de lesión entre las parejas
que conviven o están casadas, el maltrato gira alrededor de
la fidelidad pues un 49% de mujeres, según el estudio, re-
portó ser acusada por su pareja de infiel y no permitirle
contacto con amigas, amigos y familiares, sin tomar en cuen-
ta que el ser humano, por naturaleza, es social, y necesita
del contacto con otras personas distintas a su pareja. En nues-
tro medio cultural existe una tara, por así decirlo, en el sen-
tido de que sólo el hombre puede gozar de este tipo de con-
tactos sociales y la mujer se debe limitar a su casa y a sus
hijos, ocasionando en ésta una frustración muy grande, que
le impide desarrollarse sanamente. Por esa razón muchas
mujeres se comportan en forma soez con sus esposos cuan-
do sienten o son víctimas de estas represalias.
40 LILIANA MONTAÑA

DY >

Ys Los insultoslas , malas expresiones, lasofensas, el deni-


grar de la pareja ante otras personas, son lass formas más
frecuentes de agresiónverbal, generando en la persona, por
lo general, baja auto-estima,lloque ocasiona con el tiempo,
perder el respetoala pareja y elsentimiento de amor.
Agresión por omisión. Como lo mencioné anteriormente
es la forma más grave de agresión pues cuando la persona
se siente ignorada, no se le escucha o no se le atiende, llega
a extremos de utilizar las agresiones física y verbal, para lo-
grar de la pareja atención. Es muy frecuente encontrar en las
parejas esta forma de agresión, como un mecanismo casi in-
consciente para solucionar las dificultades.
Desdichadamente en casi todas las relaciones se presenta
algún tipo de violencia y, en el peor de los casos, las tres,
llevando a las personas a volverse mal humoradas, a mane-
jar niveles de estrés muy altos y a sentirse desilusionados
de la convivencia en pareja, trayendo como consecuencia
más violencia. Hoy en día es común la agresividad de la
mujer hacia el hombre, pues en la mayoría de casos la mujer
ya no tolera en forma pasiva el trato del hombre y llega a
reaccionar, en ocasiones, más fuerte que aquél, razón por la
cual se ve a hombres demandando por el maltrato de su
esposa o compañera. Lo que sí es cierto es que los hijos cria-
dos en estos ambientes son muy desadaptados. Es bueno
invitar a las parejas, una vez más, a tomar terapia de pareja
o de familia.

OTRAS CAUSAS

Son innumerables las causas que conducen a las parejas al


divorcio. Trataremos las más frecuentes a fin de darlas a cono-
cer y visualizar las posibles soluciones, sin perjuicio de que las
dificultades de comunicación, los patrones de crianza de cada
uno de los miembros de la pareja, la falta de educación, las
¿OTRA VEZ SOLOS? 41

enfermedades mentales, el desenamoramiento, los casos de ho-


mosexualismo y trastornos sexuales, en general, contribuyen
significativamente al divorcio.
En casos de problemática profunda, es recomendable ale-
jar a los menores de la situación a fin de que no sean afecta-
dos, ya que suelen ser víctimas de procesos de violencia, físi-
ca y mental y de malos ejemplos. Se sugiere un tratamiento
radical. Además no olvidar que, en muchos casos, los padres
pierden la tutela de los hijos.

pS Entender nuestros sentimientos

Es un período difícil que se tiene que afrontar cuando se


quiere en verdad, entender los sentimientos. Por ello te de-
bes adentrar en el libro, de tal manera que puedas compren-
der lo difícil que resulta mantener una relación. Ya viste las
causas y más adelante en el capítulo del duelo podrás iden-
tificar las etapas por las que pasarás cuando lo afrontes. En
s de tom
apunto
este momento te halla decisión yen
unaar
loirracional. Hay
racyional
verdad estás oscilando entre lo
inst enante s estar al lado de tu pareja porlas.
quenodeseas
enotros, no te sientes capaz de separarte_
cosas sucedidas, e sin la persona
por el dolor que te produce el sólo imaginart
ue amas. Pero no te preocupes, empieza por entender que.
esto del amor es muy complejo, encierra los apegos, las de-
pendencias, las pautas de crianza, los rasgos de personali-
dad, las experiencias vividas y nuestros sentimientos y emo-
Eneste acápite estudi
ciones. aremos algunos aspectos, enel
duelo veremos otrosque se viven en cada una de las etapas.
Estos son: motivación, miedo, ansiedad, conflicto, angus-
cia
ira,celos,
tia, frustración, agresión, violen adapta,
ción,
felicidad, entre otros muchos
rn . nom
SS
42 LILIANA MONTAÑA

ÁPEGO

Es un conjunto de comportamientos que suscitan y man-


tienen la proximidad entre dos personas. Puede ser un vin-
culo social o emocional que surge del contacto íntimo, en
donde las parejas se adaptan a un vivir cómodo en el que
no existe un cuestionamiento sobre lo que funciona o no
dentro de la relación, debido a que se hallan adaptadas por
el hecho de tener un hogar, unos hijos y ser catalogados so-
cialmente como un matrimonio. Aquí cabe preguntarse si
existe o no la pasión propia del amor.
DEPENDENCIA

Conjunto de manifestaciones fisiológicas, cognoscitivas


y de comportamiento que sufre un individuo para quien el
consumo de una droga o estar en pareja adquiere máxima
prioridad. La manifestación más característica es el deseo
intenso y compulsivo de consumir o estar en pareja, con una
disminución de la capacidad para controlarlo. El sujeto de-
sarrolla un mecanismo de tolerancia a la droga o a la perso-
na que lo obliga a aumentar progresivamente la dosis para
conseguir el mismo efecto. Se produce un abandono pro-
gresivo de otras fuentes de placer. Cuando se disminuye o
cesa el consumo o el contacto con la persona, aparecen los
síntomas somáticos que constituyen el síndrome de absti-
nencia. Es decir, que la persona enamorada y adicta a esa
relación, una vez identifica que las cosas no funcionan, en-
tra en un total abandono de si misma y genera unos estados
profundos depresivos, los cuales estudiaremos en el capítu-
lo de el duelo.

PAUTAS DE CRIANZA

Otro aspecto a tener en cuenta lo dan las pautas de crian-


za. Se definen como la forma en que hemos sido educados
por nuestros padres. En este proceso influyen también el
país al que pertenecemos (el clima, la alimentación, las cos-
tumbres, etc.). Esto se conoce como cultura. Para el caso es
bueno entender que una mujer educada en algunos países
asiáticos no sale a la calle sin cubrir su rostro ni envolver
totalmente el cuerpo, contrario a la mujer norteamericana,
que se muestra con su rostro y cuerpo muy descubiertos.
En lo que tiene que ver con la relación de pareja debemos
tener en cuenta que los roles asumidos por nuestros padres
marcarán una pauta comportamental que influirá sobre la
forma como nosotros, en un futuro, nos conduciremos den-
tro de una relación. Estas son:
PADRE DOMINANTE-MADRE PASIVA

Este tipo de pauta es tradicional en las culturas latinas, en


las que a través de los años se ha impuesto un tipo de edu-
cación en donde el hombre ocupa una postura dominante
frente a la mujer. Él es quien impone las leyes y normas del
hogar, al igual que la toma de decisiones, mientras la mujer
asume una postura pasiva, sumisa, de deber y entrega al
hombre. Su único papel es el de criar a los hijos y realizar
las labores domésticas. Esta pauta ha hecho víctimas no
solo a las mujeres y a los hijos sino a los mismos hombres
pues por ser el rol tan rígido, impide la expresión sana y es-
pontánea de los sentimientos y debilidades. Se le exige ser el
macho y como tal no puede manifestar debilidades propias
de las mujeres. En la mayoría de los casos llega a agredir
física y psicológicamente tanto a la esposa como a los hijos.
Hoy en día esta pauta educativa ya ha sido identificada
como obsoleta por un enorme sector de la sociedad. Sin
embargo ha convertido a muchos hombres y mujeres en
desadaptados para una relación de pareja. Muchos de los
que recibieron este patrón de crianza no fueron preparados
para el cambio que sufrió la mujer en tan corto tiempo. La
mujer, debido al cansancio de estar sometida y a la influen-
cia de culturas como la europea y norteamericana, cambió
44 LILIANA MONTAÑA
A

abruptamente, dejando al hombre corto en este proceso. En


respuesta, éste ha pretendido someter a la pareja, inclusive
utilizando la fuerza. En casos extremos ha obligado a que la
pareja, así sea profesional, no trabaje y se quede en casa al
cuidado de los hijos. Desde luego gran cantidad de hogares
manejados de tal manera se desintegran, pues el tiempo ha
cambiado y con él las costumbres.
Para concluir, los hombres formados en este esquema se-
rán en su totalidad dominantes y las mujeres dominadas.
La excepción sólo se da por los rasgos de personalidad.
MADRE DOMINANTE-PADRE PASIVO

No es tan frecuente esta pauta educativa, lo cual no signi-


fica que no exista. En este caso es la mujer quien toma las
decisiones e impone en casa las normas y leyes a seguir. El
hombre asume un comportamiento pasivo, lo que da como
resultado un hombre dominado (punto que a sus madres
no gusta) y una mujer dominante.
Estos dos patrones son destructivos para una familia. Asi-
mismo, he encontrado que estas personas tienen un histo-
rial de muchos fracasos afectivos en su vida. Estas pautas
de comportamiento sólo se podrán modificar en el caso de
que la persona decida conscientemente cambiarlas. Para ello
debe acudir a consulta psicológica, en la que se trabaja tera-
pia individual, en principio, y cuando la relación es
rescatable, terapia de pareja y encuentros de pareja.
PADRES RECESIVOS

Es el tipo de relación actual, no hay dominado ni domi-


nante, pues los dos aportan al hogar por igual en cuanto a
lo económico, a la educación de los hijos, y en general todo
lo relacionado con la vida en familia De esta manera la rela-
ción se hace mas sana para todos, más armónica porque nin-
guno se siente víctima del otro y los hijos también forman
¿OTRA VEZ SOLOS? AS

parte activa dentro del proceso familiar. Los casos en que no


funciona esta relación están dados por otras circunstancias.
RASGOS DE PERSONALIDAD

Como se vio en el aparte de incompatibilidad de caracte-


res es otro factor que influye tanto en el comportamiento
como en los sentimientos de la pareja. Estos han sido clasi-
ficados en varias categorías, dependiendo del enfoque que
se les dé. Es preciso señalar que son muchos los científicos
que vienen estudiando los rasgos de personalidad, pero la
mayoría ha llegado a un punto común de clasificación. Se-
gún el Inventario Multifacético de Personalidad, más conocido
como el MMPI, existen aproximadamente diez tipos de per-
sonalidad, los cuales a su vez tienen unas combinaciones
que nos permiten llegar a un diagnóstico de los trastornos
de personalidad. Los más conocidos son:
PERSONALIDAD ESQUIZOIDE

En donde la persona se retrae y carece de sentimientos


de amor o compasión por sus semejantes. Tales solitarios
no pueden expresar sus sentimientos y son percibidos por
los otros como fríos, distantes e insensibles. Además, con
frecuencia perecen vacilantes, distraídos, indecisos o con-
fundidos. Por ello las personas que lo padecen casi nunca se
casan y cuando lo hacen fracasan.
PERSONALIDAD PARANOIDE (7yy!
Son personas suspicaces, extrañas y desconfiadas, inclu-
so cuando no existe razón para ello, Son hipersensibles a
cualquier posible amenaza o engaño. No aceptan censuras
Soncautas,
aúnsison mereci
ocríticas, das resery
. .
Naturalmente, para
tuosas, intrigantes y argumentadoras.
conviven
ellas es muy difícil laque pareja yfamilia, sobre
encia
todo porque sienten tantola pareja como los hijospla:
nean algo en su contra y viven prevenidas,
46 LILIANA MONTAÑA
Anne a a aRAT

PERSONALIDAD DEPENDIENTE

Son personas incapaces de tomar decisiones o de realizar


actos de manera independiente. Dependen de los padres,
del cónyuge, de los amigos o de otras personas para actua- .
ciones importantes. No soportan la soledad y el temor prin-
cipal es al rechazo que pueda recibir de sus seres queridos,
por lo que la pareja se sentirá muy incómoda debido a que
todo lo comentan y no se tiene en cuenta su opinión.
PERSONALIDAD ELUSIVA

El individuo es tímido, ansioso y temeroso al rechazo. Su


deseo principal son las relaciones sociales, pero no es sor-
prendente que esta ansiedad social lo lleve finalmente al
rechazo. Cuando no lo logra, se encierra y aisla socialmen-
te, lo que hace imposible convivir en armonía. Este trastor-
no se puede confundir con otros.
PERSONALIDAD NARCISISTA

Exhiben un grandioso sentimiento de auto-importancia y


una preocupación por fantasías de éxitos y reconocimien-
tos ilimitados. Tales personas creen que son extraordinarias
y que merecen atención y admiración constantes. Muestran
autoridad y tienden a explotar a otros. Son presa fácil de la
envidia y la arrogancia y carecen de capacidad para intere-
sarse por alguien. La pareja pasa a ser su más fiel servidor
pero no le permite entrar en su mundo. Así, es complicado
que alguien lo sienta en verdad pareja.
Como lo señalé anteriormente, existe una lista larga de
clasificaciones, imposible de citarlas todas en un libro como
éste. Por lo que, para sintetizar lo anterior, es bueno saber
que a veces somos incomprendidos dentro de una relación,
sencillamente porque detrás de esos ojitos o de esa sonrisa
se esconde una patología, pero lo ignoramos.
¿OTRA VEZ SOLOS? 47

Por eso lo correcto es que las personas hagan un estudio


de su personalidad, de compatibilidades e incompatibilida-
des, en donde aprendan a conocer puntos débiles y los pue-
dan manejar, impidiendo el debilitamiento de la relación
con su pareja.
Los rasgos de personalidad que hemos visto merecen un
estudio y conocimiento más profundo, ya que muchos de
ellos los puede presentar una persona sin que necesariamen-
te sea anormal. Dentro de la personalidad de cada uno pue-
de existir una tendencia determinada, sin embargo, si usted
observa en su pareja reacciones un tanto extrañas, consulte
con un especialista, ya que estos estados mentales anorma-
les son motivo de divorcio y para el caso del matrimonio
católico, motivo de anulación, debido a que es imposible
vivir con una persona cuyo estado mental no es normal.
Otro tipo de situaciones nos puede confundir dentro de
una relación y nos puede llevar a prolongar la agonía en la
toma de decisiones, esto lo dan los sentimientos. Vamos a
tratar cada uno de ellos a fin de que comprendamos que
todos los tenemos y que, de igual manera podemos apren-
der a afrontarlos y por lo tanto a superarlos.
MIEDO

Se conoce esta reacción como una emoción que tiene va-


riedad de formas específicas, pero una característica común:
la presencia de un peligro. La naturaleza de éste puede ser
imaginaria, o venir del medio que nos rodea en forma de un
evento inesperado, de una percepción que entra en conflic-
to con lo esperado. En estos casos la reacción es de defensa
y preparativos para la acción. Otra definición conocida dice
que el miedo tiene cierta analogía con la angustia, aunque
en el miedo el temor se refiere a un objeto preciso. Por ello,
cuando se percibe que algo en la relación no está funcionan-
do es lógico que se reaccione defensivamente, ya sea con
48 LILIANA MONTAÑA

A

actitudes de pelea, gritos, llanto, etc. Por otra parte, una


persona que tiene miedo a ser descubierta en algo ilícito,
puede reaccionar huyendo a la pregunta o tornándose
malgeniada y furiosa, actitudes que toma como mecanismo
de escape.
ANSIEDAD

Es un temor constante, basado en la anticipación o espera


de un daño. Es un estado conflictivo, que con frecuencia es
complejo y puede presentar neurosis. La ansiedad es una
amenaza interna más que un peligro inmediato del medio
ambiente. Otros la definen en un sentido de desasosiego en
espera de algo, generalmente asociado a miedo. Se le tiene
también como sinónimo de angustia.
Los casos de ansiedad severa se dan cuando una persona
no hace nada por controlarla, generando reacciones de
somatización, la cual, en términos generales, se caracteriza
porque la persona suele interiorizar sus emociones de tal
manera que presenta reacciones hacia el interior del orga-
nismo. Estas son: aumento en la transpiración, palpitacio-
nes del corazón, respiración más rápida con suspiros fre-
cuentes, aumento de la presión sanguínea que en muchos
casos termina en hipertensión, dolores musculares localiza-
dos, gastritis, anorexia (que genera pérdida de peso y fuer-
za). Por ello, cuando alguien presenta estas u otras reaccio-
nes, se encuentra bajo un estado de ansiedad. Es frecuente
ver cómo muchos pacientes recurren al médico para tratar
de soliviar la dolencias y en muchos casos no obtienen el
resultado esperado. Es, precisamente porque no están con-
trolando ese estado ansioso.
CONFLICTO

El conflicto que analizaremos es el psíquico, el cual se


refiere, sobre todo, a la vida afectiva: hay conflictos exter-
nos y conflictos internos. Los primeros tienen origen en he-
¿OTRA VEZ SOLOS? 49

chos exteriores a la persona y los segundos a esas tenden-


cias opuestas en el interior del individuo. Cabe añadir que
el conflicto se define como la fuerza que se experimenta por
dos estímulos, los cuales tienden a tener igual fuerza. Es
decir la persona puede estar igualmente motivada por am-
bos. Porlo tanto, labase delconflicto radica enla incapaci-
decid
dad de ir, incapacidad que impide la solución. En este
momento, la persona se encuentra en el punto medio de
roblema. Se siente muy cansada de la relación, no desea
continuar ti le atemo-.
to, pero, a la vez,
riza salir de casa porque no sabe a ciencia cierta qué le espe-
ra. Muchas personas en conflicto pueden tomar bastante
tiempo para lograr una decisión, mientras otra gran canti-
jamla
dad, toman...
ás
ANGUSTIA
Sentimiento vital asociado a situaciones apuradas, a ten-
siones psíquicas, a desesperación, que presenta la caracte-
rística de pérdida de la capacidad para dirigir voluntaria y
razonablemente la personalidad. Se considera también la
angustia como un sentimiento de afecto originado por el
instinto de protección contra el peligro, que provoca una
perturbación del ánimo elemental, Ésta va enlazada con
manifestaciones de odio, fuga y agresión.
Desde la óptica psicoanalítica, la angustia significa mie-
seda en todas las face
yón,
do a la separaci taollo
dedesarr s
no es bien
delserhumano. Siesta angustia manej ada y ra-
cionalizada podrá pasar, pero con eltiempo crea un condi:
cionamiento en el que, antela el mínimo estímulo quela per
sona reciba y le recuerde situación anterior vivida, será,
suficiente para repetirla nuevamente.
ARRE . E . 7 . , ;
Por ello se debe, en
explicación
ese momento, racionalizar, es decir, darle una
s
lógica al sentimiento, a fin de que se supere. En situacione
a vi-
de post-divorcio, la angustia permanente sería volver
vir lo anterior.
ro
50 LILIANA MONTAÑA

FRUSTRACIÓN

Vivencia del fracaso,


de no consecución de lo que se espe-
raba, de perjuicio,
deinjusticia (reales o sentidasporel suje-
to). Segúnotra definición, la frustración se presenta cuan-
do una barrera se interpone entre el organismo y su objeti-
vo, cuando la persona está movida a lograr algo satisfacto-
rio y una circunstancia cualquiera se lo impide. Por ejem-
plo, las parejas que se casan con la absoluta seguridad de
que
es para toda la vida y a la postre no lo logran (Este.as-
pecto lo profundizaremos más adelante).
AGRESIÓN

Implica la necesidad de actuar coercitivamente sobre los


demás con inclinación a la violencia. Aparece como reac-
cióna una amenaza contra el poder propio. Puede obser-
varse en todos los aspectos vitales para el individuo, espe-
cialmente en el marco de las relaciones sociales, en forma
de luchas, conquistas, etc. Autores como Freud, McDougall
y Thorndike, citados por Dorsh (1981), consideran la-agre-
sión como instintiva y aparece ante la presunta o real ame-
naza de muerte o de peligro inminente. Por tanto, la más
aproximada para el caso es la definición de Adler, en la que
la agresión es una manifestación del instinto de podery tie-
ne como objetivo la consecución del predominio. _En las
parejas colombianas, la agresión presenta un índice muy alto,
debido a que no se controlan los impulsos ante las señales
de peligro, ocasionando con ella más violencia. En el hom-
bre se suele dar como respuesta a su poder de dominación
sobre la mujer, ya que a lo largo de la historia ha la
mujer sumisa, por medio de la agresión, actitud que hoy
día resulta obsoleta, pues las mujeres han evolucionado, y
las leyes protejan a las víctimas de dichos ataques, inclui-
dos los niños.
Las teorías evolutivas nos dicen que la respuesta agresiva
por parte de los animales y del hombre es instintiva, El hom-
¿OTRA VEZ SOLOS? 51

que sedesarrollara la forma actual de su cuerpo, incluyen-


do
las estructuras nerviosas de defensa y ofensa. No espro-
bable que los recientes refinamientos
dela civilización pue-
dan cambiar mucho la constitución biológica del ser huma-
no. Sin embargo, conociendo que ello es propio del hom-
bre, debemos tratar al máximo de controlarlo (Estas pautas.
de autocontrol las'veremos en el capítulo tres).
IRA

Forma de excitabilidad afectiva y siempre destructora. En


la ira, fuerzas expansivas reaccionan contra lo que las limita
o puede limitarlas. Cuando el individuo percibe algo con lo
ue no está de acuerdo o siente amenaza, manifiesta ira.
Ésta presenta de por sí varias reacciones fisiológicas, por la
fuerza que caracteriza el sentimiento. Reacciones que pue-
den ser: hiperventilación, palpitaciones cardíacas acelera-
das, sudoración, en algunos casos temblor, resequedad en
la boca (por lo que se sugiere tomar agua, para bajar los
niveles). La ira también suele ir acompañada de manoteos,
gritos y se puede llegar fácilmente a la agresión cuando no
es controlada. Por ello las parejas deben ser asertivas en la
búsqueda de los momentos, lugares y palabras adecuadas
para expresar algo con lo que no se está de acuerdo o, por el
contrario, de acuerdo.

VIOLENCIA

Es la respuesta genérica de un pueblo o una persona ante


la incapacidad de solucionar un conflicto o problema por
vías pacíficas. La violencia encierra frustración, miedo, an-
gustia. Las situaciones violentas que suelen experimentar
las familias hacia su interior están dadas precisamente por
la reunión sin control de todos los factores emocionales, o
cuando uno de los cónyuges, bajo ingestión de licor o algu-
na sustancia, violenta a su familia. En estos casos las autori-
52 LILIANA MONTAÑA

dades intervienen a fin de alejar al agresor del núcleo fami-


liar, como lo mencioné anteriormente.

DEPRESIÓN /4ó

Es un estado de ánimo manifestado en tristeza, mal hu-


_mor, con inhibición del curso , del pensamiento, debilidad
en la voluntad e incapacidad de decisión. Es una manifesta-
ción normal cuando hay causas exteriores que la explican.
Sin base normal suficiente y en grado intenso, se presenta
en diversas enfermedades mentales, especialmente en la
psicosis maníaco-depresiva. Cuando las parejas se>divor-
cian es normal que se presenten estos estados depresivos,
los cuales duran un tiempo. «También derivan del análisis
que hace una persona sobre sus actos y las consecuencias
de ellos mismos sobre sí y la familia. Es el caso deesos
descontroles citados anteriormente, como las reacciones vió-
lentas. Al despertar a la realidad y ve el resultado de sus
reacciones violentas, la persona entra en estado de depre-
sión.
Como podemos ver, son muchas las reacciones negativas
que se presentan cuando las parejas se divorcian o plantean _
el divorcio. Todas ellas forman un estilo de comunicación
desagradable que, dependiendo de la pareja, podrá ser más
o menos intenso. Estas reacciones, de por sí, son nocivas a
la persona pero propias del repertorio comportamental hu-
mano. Por lo tanto, conociéndolas ahora, puedes compren-
der aquellas reacciones de tu pareja que te parecían increí-
bles. Estas pueden ser simples reacciones incontroladas, ante_
lo cual se debe tener en cuenta que cambian de unas. perso-
nas a otras, pero en el fondo traducen lo mismo. A pesar de
que estas reacciones negativas suelen ser las más frecuen-
tes, también experimentamos reacciones positivas «de moti-
vación, alegría, las cuales expresan precisamente elnivel de
adaptación a las diferentes situaciones, Á continuación ex-
plicaré dichas reacciones.
¿OTRA VEZ SOLOS? Ro,

MOTIVACIÓN

La palabra y elconcepto son de hecho extensos. Sin em-


bargo podemos definir la motivación como el impulsor que
sostiene la fuerza de la acción y señala su dirección. Tiene
su
sucorigen en el medio ambiente o en la actividad voluntaria.
oautomática del yo. Entonces, una vez se identifican las
circunstancias que pueden motivar a una persona a realizar
una actividad, a desarrollar un programa, a conquistar a otra
persona, a lograr un objetivo material, puede acumular una
fuerza muy grande. Se vencen los obstáculos. La persona
logra: la meta. Por-tanto,la-motivación es el impulsor de la
vida. En la relación de pareja, dicha motivación está dada”
porelcompromiso mutuo, las metas de pareja,] las acciones
que lleven ese significado agradable para permanecer jun-
tos. Cuando se pierdela motivación, el ser humano suele
tener muchos recursos para:volver a crearla, pero “a veces
no encuentra el camino para llegara ella y se pierde por
completo, dando como respuesta el divorcio..
ADAPTACIÓN.
En lo psíquico como en lo físico, es toda modificaciónde
una manera de ser, de comportarse, de una estructura,de
una función, etc., tendiente a acomodarse a las condiciones

querimientos que la sociedad impone al individuo, tales


como la profesión, matrimonio, capacidad de convivir con NI a

otros. Por lo tanto, quien no lo logre tendrá. una adaptación


negativa. Cuando una persona no logra adaptarse al
al car
cam-
bio que depor síconlleva la relación de pareja, hará de di-_
cho proceso un camino muy|difícil. En nuestro medio :son
muchos los hombres que consideran que quien se ha casa-
do es la mujer, es decir, que ellos pueden continuar con su
vida ysus aventuras acostumbradas. Desde luego, larela-
ción sevuelve problemática. Al igual, muchas mujeres con-
n que el matrimonio es simplemente pasarla rico, pa-
sideran
54 LILIANA MONTAÑA
AA AA

sear, divertirse, por lo que su cuota de entrega.alterará la


relación. Es quizás uno de los factores que más influyen
para el divorcio. En- conclusión, es imprescindibleadaptar-
se a la convivencia en pareja.
Otra emoción en la relación de pareja, es, obviamente la
felicidad, cuya definición está determinada individualmente.
Son momentos caracterizados por el regocijo, la tranquili-
dad y la paz espiritual que brinda una situación en un mo-
mento dado. Debemos aprender a disfrutar esos instantes,
los cuales, sumados, van haciendo una cadena eterna de
felicidad.
La suma de todos estos sentimientos propios del ser hu-
mano, es la constante en muchas ocasiones del conflicto y
discordia entre las parejas, pues solemos ser egoístas y pen-
sar que nuestra pareja no siente lo mismo. Cuando afronta-
mos el divorcio estos sentimientos suelen complicar más las
cosas, pues como lo vimos, los podemos experimentar en
forma simultánea y espontánea, por lo tanto debemos ha-
cer un gran esfuerzo por identificarlos, aceptarlos y
autocontrolarlos.
La aplicación de estos sentimientos la entenderemos aún
más cuando lleguemos a aceptar que la vida sin ese ser al
que amamos no es tan difícil de verdad. Tan sólo debemos
manejar y controlar nuestros sentimientos.
Generalmente, las parejas luchan incansablemente por sal-
var la relación, por evitar al máximo el divorcio. Es en esta
fase cuando las parejas deben recurrir al terapeuta, a fin de
evitar que se compliquen las cosas y a la vez identificar las
situaciones y comportamientos que están dificultando la con-
vivencia en armonía. Esta identificación de las dificultades
no debe significar el enfrentamiento entre las parejas, es pre-
cisamente lo primero que se presenta cuando no se habló
claro desde un principio. Infortunadamente las parejas no
dialogan desde un principio sobre la forma de ser de cada
¿OTRA VEZ SOLOS? 55

uno de ellos, sobre la forma de reaccionar ante determina-


das situaciones, sobre la forma como solucionarían una di-
ficultad. Simplemente se limitan a actuar y a mostrar una
cara bonita, agradable, una sonrisa de comprensión y de en-
tendimiento para todo.
EXPERIENCIAS VIVIDAS
.

Cuando venimos o traemos un pasado, cargado de rela-


ciones afectivas conflictivas, solemos crear lo que se deno-
mina en psicología una predisposición a las futuras relacio-
nes, o en caso de que se halla obtenido un beneficio a raíz de
una experiencia dentro de la relación de pareja solemos que-
rer repetirla para continuar recibiendo esa recompensa. Por
lo que suele ser otro factor definitivo a la hora de convivir
con otra persona pues como comúnmente escuchamos de-
cir «su pasado», «tiene fama de», pero cualquiera que sea la
situación debemos tomar clarar conciencia de que si trae-
mos aprendizajes erróneos sobre el significado de pareja o
de convivir, es bueno revisarlo, si no queremos continuar
esa cadena viciosa de malas costumbres que lo único que
nos va a dejar es ese sabor a amargura una vez que se repita
esa experiencia de volver a fracasar.
No se trata tampoco de que las parejas, desde un comien-
zo, discutan y terminen en peleas. Esta no es la comunica-
ción. Es necesario descubrirse y aceptarse mutuamente. Ob-
viamente hay un ingrediente fundamental en este proceso,
que hace la situación un poco más compleja, se trata de la
experiencia. De otro lado una persona que no ha tenido la
suficiente experiencia en las relaciones de pareja, no sabrá
cómo actuar en un momento determinado y cuál deberá ser
su actitud. Terminará por sentirse frustrada y confundida.
Sin embargo hay que tener en cuenta que muchas personas
experimentadas lo único que hacen es transmitir sus propias
vivencias de sinsabores. Esto agudizará la problemática de
la pareja.
56 LILIANA MONTAÑA
e

No se suele dialogar sobre las metas y proyecciones de


cada uno, sino que se presenta una actitud posesiva con res-
pecto a las pretensiones del otro. La cuestión queda, enton-
ces, en como conseguir los carros, la casa, los hijos y el amor
eternamente, cuando en verdad cada uno de los miembros
de la pareja es un ser humano integral, que deberá crecer y
madurar, que deberá vivir en perfecta armonía espiritual
propia para poder así darse al otro sin resentimientos ni ren-
cores. Cabe anotar que existen casos en los que el hombre
apoya a su pareja a tal punto que la motiva a estudiar hasta
llegar a ser una profesional.
En la actualidad y para beneficio de la sociedad en gene-
ral, las mujeres se preparan y logran la independencia eco-
nómica, permitiéndole a la pareja gozar de un mejor nivel
de vida, para ellos y sus hijos. Se comprende, entonces, cuán
difícil es la vida en pareja, la cantidad de procesos que ella
conlleva y el compromiso de cada uno de los miembros a
trabajar por la relación.
Por ello, cuando se llega al matrimonio sin haber tenido
en cuenta estos pasos importantes y sencillos, la relación
suele caer en el caos y el conflicto. Muchas parejas recurren
al terapeuta cuando ya es demasiado tarde, cuando se han
herido, cuando se han lesionado y se ha perdido la credibi-
lidad del uno hacia el otro, hasta comprender que ya no hay
camino diferente al divorcio. En este momento se requiere
de cordura y de arreglos que les permita seguir su vida ya
en forma individual. Pero infortunadamente si no hubo ra-
zonamiento en el primer proceso es de esperar que en el
segundo tampoco, con el consiguiente maltrato para los hi-
jos. (Se registran muchos casos en que se les presiona para
que decidan con cuál de los dos padres se van, y quien no es
elegido se resentirá)
Lo que ignoran las parejas es que este proceso se puede
hacer más sencillo y tranquilo cuando se sientan a negociar,
controlando al máximo los sentimientos y siendo ecuánimes
¿OTRA VEZ SOLOS? 57

y equitativos. Se recomienda buscar un intermediario de


confianza de la pareja para dialogar en momentos acalora-
dos, ojalá sin la presencia de los hijos.
Resulta muy difícil en un principio aceptar el divorcio,
dejarse el uno al otro. Divorciarse, en el fondo, es lo que
menos se desea y a lo que más se le teme, ya que significa
quedarse solo o sala e iniciar una nueva vida.

Rivalidad en la pareja

Cada uno de nosotros cree siempre tener la razón y lo que


es peor sentirse víctima de ese ser con el que hasta ahora
hemos compartido ese mal convivir en pareja, lo que nos
impide ser objetivos a la hora de tomar decisiones o de lle-
gar a un acuerdo. Cuando una pareja llega a este punto, ya
no existe cabida para el psicólogo, ni para la familia, pues se
complican tanto las cosas y existe tanto resentimiento que a
lo único que se puede recurrir es al abogado o a los tribuna-
les familiares, en donde sean ellos quienes dirijan el futuro
de la pareja y en especial de los hijos. En verdad este es el
punto menos recomendable pues hace mucho daño y pode-
mos hasta enfermar de los nervios, ante la dificultad de ra-
zonar y entender que así los motivos del divorcio sean muy
duros, debemos conciliar. Pero hay quienes se declaran o
declaran la guerra a la pareja, ya sea porque es una persona
patológica (en la mayoría de los casos cuando uno de los
dos está psicológicamente enfermo suele reaccionar de esta
manera), o simplemente porque no termina nunca de acep-
tar el haber perdido, o terminado su relación.
Por lo tanto cuando no se ha podido llegar a un entendi-
miento y de acuerdo con la importancia que cada uno le dé
alos motivos para decidir el divorcio, de igual manera será
la actitud que se asuma frente a éste.
S8 LILIANA MONTAÑA

El resentimiento no da espera. Las actitudes negativas y


confrontaciones permanentes hacen de este proceso una di-
ficultad más grave aún. Bajo la apariencia de mantenerse
juntos, sin darse cuenta, entran en una etapa en la que am-
bos están dañando no sólo sus sentimientos sino los de los
hijos. Toman como método de solución la ley del talión: ojo
por ojo, diente por diente.
Ciertamente, en el mundo de la pareja no se ha dicho la
última palabra.

.. Sofía siempre fue una niña muy consentida en su hogar. Por


lo que cuando contrajo matrimonio con Camilo, esperó de él fide-
lidad y amor eternos. Pero las cosas nunca fueron fáciles entre
ellos. Iniciaron una lucha entre los dos en la que se agredían ver-
balmente y delante de quien estuviera, conocido o no. Hablaban
mal el uno del otro. La desastrosa relación llegó a tal punto que los
familiares les pidieron que se divorciaran. Era una pugna cons-
tante; sin embargo no hacían nada por mejorar su actitud. En
muchos casos llegaron a los golpes e insultos, en los que interve-
nía la familia, los vecinos y la policía. Este proceso duró siete
años. Tuvieron dos hijos, para quienes era normal ver a sus pa-
dres agrediéndose. La situación se complicó aun más cuando Ca-
milo enfermó y fue incapacitado y remitido a psiquiatría. Su siste-
ma nervioso estaba totalmente alterado. Sólo hasta ese momento
comprendió la situación en la que se encontraba su vida familiar.
Decidió entonces variar radicalmente su estilo de vida, al princi-
pio pensó en continuar, pero cambiando ambos su conducta. La
verdad es que lo intentaron y no pudieron. Finamente, él se fue de
casa y por intermedio de un abogado manejó los asuntos legales y
de familia en general...

En muchos casos los problemas tienen que llegar a posi-


ciones extremas para que se les dé un verdadero vuelco. Son
¿OTRA VEZ SOLOS? 59

innumerables las parejas que tienen que caer en estos extre-


mos para reaccionar y cambiar el estilo de vida. General-
mente uno de los dos es quien toma la decisión. Parejas como
éstas difícilmente llegan a un acuerdo, por lo que la relación
termina en malas condiciones o en manos de los abogados,
para, al final de la vida, comprender que había sido mucho
más fácil si hubieran dialogado y llegado a un convenio.
Si tu sientes que estás cayendo en esta etapa de relación,
actúa y genera un cambio, ojalá por medio del diálogo. La
terapia de pareja es la más recomendada para enseñar a los
cónyuges a dialogar y a manifestar los pro y contra en for-
ma amigable. Salvo en los casos de personas neuróticas O
con una patología como tal, con quienes en verdad es difícil
compartir, se recomienda el divorcio. Por lo general, en te-
rapia las parejas logran calmar sus ímpetus y continúan una
relación feliz.
Otro punto para tener en cuenta en este proceso es no
involucrar a los hijos, ya que son ellos quienes terminan
educando a los padres. Frases como su papá es un descon-
siderado o su mamá no hace las cosas bien, hacen que los
hijos les pierdan respeto. Se aconseja que la pareja tenga su
mundo privado, donde pueda dialogar sobre sus
inconformismos, y también sobre las cosas positivas, pues
por lo general sólo se habla de lo negativo y se termina por
desmotivar al compañero.
Los procesos de aprendizaje que durante la vida influyen
tanto en la personalidad como en el comportamiento del
ser humano, están dados por las pautas de crianza, consi-
deradas como las influencias socioculturales y la carga
genética (que toca directamente las características del siste-
ma nervioso, y los rasgos de personalidad). Procesos que se
van acumulando, formando y madurando durante la vida
de las personas. De tal manera que si un niño escuchó que
las mujeres son difíciles y hay que dominarlas, crecerá con-
60 LILIANA MONTAÑA

vencido de que ello es así, aunque no lo manifieste abierta-


mente. En sus reacciones y comportamientos lo dejará en-
trever. En el caso de las niñas, si se les enseña que el hom-
bre es por naturaleza desconsiderado, coqueto y machista,
crecerá convencida de ello, y aunque tampoco lo manifieste
abiertamente, en su inconsciente está grabado.
Acorde con ello actuarán y se comportarán. Por lo tanto,
una vez pasa el enamoramiento en las parejas, el descubrir
las cosas que desagradan o el experimentar alguna dificul-
tad con el otro, será suficiente para evocar aquel aprendiza-
je que quedó como huella imborrable y el cual acaban de
corroborar: sí, en verdad, las mujeres son así. Síen verdad,
los hombres son así.
Aunque en algunos casos los comportamientos y roles del
hombre y de la mujer se ven influidos por el patrón cultural,
al punto de que son exactos a lo escuchado, suelen ser el re-
sultado de este aprendizaje. Esto no significa que la persona
en su totalidad sea como le decían los abuelos o los padres.
Lo que se ve en el fondo es un niño vestido de adulto, que
trata de protegerse y que no sabe reaccionar de forma dife-
rente.

De ahí que los adultos se enfrenten los unos contra los


otros sin saber que lo único que están manifestando, incons-
cientemente, es ese temor a sentir dolor, ese temor a perder
al ser amado. Entonces se vuelve realidad este temor: sí,
perdí a la persona amada. Y se enfrasca en comprobar las
teorías de los abuelos, antes que en identificar la dificultad.

Se comprenderá por qué las mujeres y los hombres, a pe-


sar de ser conscientes de lo mucho que se necesitan para
vivir y crecer, lo único que logran es abrir una brecha mayor
entre los unos y los otros, sin llegar a un punto intermedio,
en donde se respeten mutuamente, en donde la base sea la
unidad formada por dos personas, dispuestas a crecer y
desarrollarse como individuos.
¿OTRA VEZ SOLOS? 61

El camino más fácil en este proceso de hombre-mujer es


la rivalidad, con la lucha encarnizada y desleal en la que se
manifiesta esa rivalidad. Lo propio en estos casos es com-
prender que tanto el hombre como la mujer tienen en su
interior una fragilidad muy grande. En el caso de la mujer
se suele expresar libre y abiertamente, mientras que en el
hombre es encubierta y se manifiesta por la no expresión de
los sentimientos, producto de ese rol aprendido. Cabe pre-
guntarse entonces: ¿cuándo hombres y mujeres entenderán
que cada género tiene un rol?, y como rol, unas característi-
cas propias de reacción, las cuales no son tan rígidas. Por
tanto no se debe pretender aventajar a la pareja, si se le ve
frágil y tierna, tampoco si se le ve fuerte, produciendo el
fenómeno de no querer ser precisamente débil, ya que así se
sufre mucho. Por ello vemos hoy a miles de mujeres
autosuficientes, tratando de superar al hombre en todo y a
como dé lugar, y al hombre quejándose de la mujer porque
está dejando de ser dominada. El hombre no sabe, enton-
ces, cómo actuar.

Lo ideal es que no seamos rivales sino compañeros; que


no nos aventajemos y más bien compartamos. Por ello en
este punto invito a reflexionar sobre los pro y contra de la
relación:
1. Haga un listado de las cosas buenas y otro de las
no
cosas malas, suyas y de su pareja. Esto le ayudará
relación es más positivay por
sisuicar
sólo a identif
lo tanto recuperable, o si por el contrario es más ne-
gativa
a y por lo tanto debe actu
tanto dle LOlado
otro
Dear. ayu-
O leayu
dará para que, cuando
s
entre en el
TA
duelo, retome es-
A

tos puntos que le brinda


una baseclara
rán ysólida
de
decisión
para llenarse de motivos y razones en su
separarse.
a
62 LILIANA MONTAÑA
AA a

Positivos (ella) Positivos (el) |


Soy cariñosa Es atento
Soy fiel Es responsable
Me gusta el hogar Es alegre
Soy buena madre
Soy muy dedicada a todo

Negativos (ella) Negativos (el)


Soy cantaletera Es agresivo
Soy llorona Es egoísta
Perfeccionista Infiel
Alcohólico
Amiguero
Rumbero

Como se puede observar, ambos tienen cosas positivas y


cosas negativas, pero ¿cuáles abundan más? En este caso
son más las cosas negativas que las positivas, por tanto, pa-
semos al segundo punto.
2. Apegos. Anteriormente los explicamos, pero ahora
saque un listado de sus posibles apegos a fin de que,
en casa, escriba los suyos, así:

Pensamientos (+) Pensamientos (-)


Tengo pareja Me maltrata
Tengo hogar Me golpea
Me ayuda en lo económico Me deja solo
Mi madre aguantó y yo también Poco comparte con los niños
Todo ser humano tiene errores Me es infiel.

Es muy posible que tratándose de los apegos, la puntua-


ción llegue a ser pareja, pues ante un negativo tendemos a
sacar un positivo; todo antes que aceptar la realidad, es de-
cir justificamos siempre los comportamientos que nos lle-
van a afrontar esa realidad que no queremos ver.
¿OTRA VEZ SOLOS? 63

3. Dependencias. Como lo explicamos anteriormente,


conlleva procesos más complejos en los que está
involucrado su cuerpo, es decir existe una necesi-
dad real de esta persona, como quien dice, ha entra-
do en terrenos muy complicados.

Pensamientos (+) Pensamientos (-)

Tengo que poder dejarlo No podré vivir sola


Conseguirá otra persona
Dependo económicamente
Me muero sin él
Nadie me querrá como él

En las dependencias abundan más los pensamientos ne-


gativos de inutilidad, por lo que nos sentimos incapaces de
vivir sin esta persona. La angustia que experimenta la perso-
na ante estos pensamientos hace que en verdad se sienta in-
capaz de romper con esta cadena viciosa de esperar y no reci-
bir nada a cambio.
Cuando la persona es consciente de estas dificultades,
necesita de una orientación psicológica. Sin una directriz
científica le resulta casi imposible romper con esta cadena
viciosa, por lo que se suele mostrar muy agresiva, reactiva y
así da lugar a que la pareja continúe con el abuso y el juego
de los sentimientos. Por ello querernos mucho significa tam-
bién no permitir, bajo ninguna circunstancia, que jueguen
con nosotros.

Para empezar a acceder al divorcio es importante tener


mucha claridad sobre lo que ha saturado a la persona y so-
bre lo que en verdad ha logrado dormir el sentimiento de
amor y ha dado paso para que nazca la discordia el males-
tar.
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CAPITULO Il

Cómo sufre cualquier viajero el estorbo de una monta... Si


ésta no estuviera en el camino sería más fácil y más corto,
pero la montaña existe y hay que pasarla.
Goethe.

Cómo acceder al divorcio

Existe una gran cantidad de sentimientos y emociones


anormales que aparecen durante el curso de la vida cotidia-
na. Son producto de las frustraciones y conflictos de la exis-
tencia humana. Los problemas emocionales surgen de las
relaciones interpersonales y sociales en las que estamos
involucrados, experimentamos sentimientos y emociones de
las que no podemos escapar. Debemos tener en cuenta que
de las experiencias emocionales pasadas nacen los estados
de ansiedad, hostilidad, amor, odio, culpa, etc.
Leemos en los periódicos a diario la cantidad de tragedias
familiares ocasionadas por los malos entendidos, por los ma-
los tratos recibidos en la infancia, por no saber cómo afrontar
una relación y una situación, en un momento determinado.
660 LILIANA
mm
MONTAÑA
——
o
”»

e . E
Cataloguemos algunos comportamientos psicológicamen-
te anormales:

e Una madre que camina mar adentro, tratando de aho-


garse y ahogar a sus dos pequeños hijos.
e Un hombre, enamorado de una muchacha, dispara so-
bre otro que consideraba su rival.
e Una chica desilusionada de su novio se quita la vida,
disparándose con el arma de su padre.
Estos episodios, ante la óptica social, son tenidos como
anormales o producto de una enfermedad mental. Es claro
que el comportamiento del ser humano depende de su esta-
do mental. Y el estado mental incluye tanto los aspectos
cognoscitivos como los emocionales de la experiencia sub-
jetiva.
Resulta verdadero que existe una gama de comportamien-
tos anormales que surgen de las dificultades personales
cuando se trata de hacer frente al ambiente social y natural
(Young, 1979, p. 152).

Por ello los psicólogos recomendamos el divorcio cuando


las relaciones se han deteriorado y no queda otro camino
por seguir, máxime en casos en los que se afecta la salud
mental del individuo y de los hijos.
Es quizás la decisión más difícil de tomar, sobre todo cuan-
do aún se ama profundamente a la pareja, pero se compren-
de que es más difícil continuar.
Muchas parejas que, habiendo tomado la decisión de se-
pararse en este proceso, se reconcilian soñando que esta vez
va a ser diferente y que hay que darse cuantas oportunida-
des sean necesarias, al cabo del tiempo vuelven a pensar en
el divorcio porque las dificultades anteriores, que los lleva-
ron a pensar en el divorcio, vuelven a aparecer. Y esta vez
¿OTRA VEZ SOLOS? 67

de manera más intensa, pues se suman al resentimiento de


la vez anterior, en la que prometiste o nos prometimos cambiar,
y al pasar el tiempo no lo has hecho. Para las personas que los
rodean resulta algo ilógico el hecho de que estén constante-
mente manifestando su inconformismo y decisión de no
continuar y sigan juntas. Simplemente aún se hallan inde-
cisas y no saben qué hacer, ya que los temores que surgen
una vez se piensa:en el divorcio son muchos. Se piensa en
la soledad, los hijos, la familia, los amigos, el trabajo, el tiem-
po y energía invertidos.
A continuación encontramos un listado de diez items, los
cuales resumen las situaciones que deberá calificar para iden-
tificar el estado de la relación matrimonial y comprender su
verdadero significado.
rursalro, LAO sitas
Estos puntos los puede calificar en tres categorías, de
acuerdo con el sentido de la pregunta: bueno, regular o malo;
mucho, poco o nada, según el caso.
e
EN Y
(2x
OSDI2 dd

¿Cómo es la relación?
¿Se siente satisfecho(a) con la relación?
¿Se siente amado(a)?
¿Se siente comprendido?
¿Tienen buen diálogo?
¿La relación sexual es?
¿La situación económica es?
¿La vida social es?
¿Están enamorados?
na- ¿Admira a otras personas (hombre, mujeres) distin-
SONDAS
tas a su pareja?
Si saca más de ocho puntos negativos significa que la re-
lación no es buena, que tiene muchos puntos en contra.
Usted puede evaluar en este momento si es salvable su rela-
ción o no. Existen muchas parejas que estando separadas o
en esta fase de identificación y calificación de la relación,
68 LILIANA MONTAÑA
A Q

han vuelto a estarjuntas con final feliz. Una vez identifica-


dos los puntos, deberán trabajar juntos en ello. Y ¿en dónde
cree usted que está el éxito? Precisamente en el compromi-
so de generar el cambio.
Si, por el contrario, esto hace que se distancien más, tie-
nes que entender que ya eran muchos los conflictos, y que
no era posible continuar porque lo que más se ha modifica-
do es el sentimiento. Del amor se ha pasado al tedio y al
resentimiento.
Estas parejas deben comprender que se trataba de estar
juntos hasta que las cosas se dieran, hasta que mutuamente
quisieran permanecer unidos, luchando e intentando man-
tener, a su estilo, esa unión.

IDENTIFICACIÓN DE ROLES

Una vez comprendidos los puntos anteriores debemos te-


ner en cuenta, que existen otros factores que debemos iden-
tificar en nuestra vida y en nuestra relación ya que son pre-
cisamente los que van a jugar un papel importante para que
entendamos que debemos terminar con una relación que
no nos trae satisfacciones sino conflictos.
Hay un número considerable de personas que logran iden-
tificar los puntos en donde se halla la problemática. A pesar
de ser conscientes de la infelicidad o maltrato, continúan en
pareja con la disculpa de los hijos, de la situación económica,
del rechazo al divorcio como tal. Muchos asumen una acti-
tud totalmente pasiva y de víctima, todo el tiempo se quejan
del sufrimiento continuo, de su resignación, tratando con ello
de mantener el matrimonio frente a una posición de dominio
y desconsideración, sin darse cuenta que ante los hijos están
formando una identificación de roles, la cual determinará in-
conscientemente su vida de adultos. Ello sólo permite la con-
tinuación de esta cadena nociva de comportamiento tradi-
cional de hombre y mujer mal enfocados.
¿OTRA VEZ SOLOS? 69

La gráfica siguiente nos ilustrará sobre cómo ello se con-


vierte en una norma de comportamiento. |

Gráfica1. Triángulo roles

SALVADOR : VÍCTIMA

Víctima: La persona que asume este rol se caracteriza por


buscar y crear un sufrimiento psíquico permanente, en el
que todas las situaciones por sencillas que sean son sufi-
cientes para hacerle sentir víctima, en especial su pareja, a
quien le sobredimensiona cada uno de sus comportamien-
tos o reacciones. En muchas ocasiones suele creer que no lo
consideran y que se le recargan en todo, cuando inconscien-
temente ha buscado esto. Por ejemplo, la mamá que realiza
todos los quehaceres de la casa y se queja permanentemen-
te de ello, pero si alguno de los hijos o la pareja le quieren
colaborar, se levanta en críticas y afirma que es la única ca-
paz de hacerlo todo bien. Al final, lo único que consigue es
que nadie le colabore, aunque piensa pobre de mí, nadie me
ayuda, sintiéndose infeliz e inconforme.
70 LILIANA MONTAÑA
A —————_—_—_—

Salvador: En este rol la persona suele sentirse cómoda al


considerarse útil para todas las personas, en especial para
su pareja. Tras esta posición de ser útil se puede volver ma-
nipuladora a fin de lograr sus propósitos y deseos. El salva-
dor es aquél que todo lo hace por ti y se olvida de sí mismo.
Todo con tal de sentirse amado y útil.
Juez: El rol de juez suele ser él mas fuerte de todos en el
sentido de que la persona se vuelve criticona y además cree
que únicamente es ella la que piensa correctamente, o quien
hace las cosas bien. Lo cual hace sentir a los demás muy mal
e incapaces, fuera de que goza al lograr obtener beneficios
de sus subalternos por medio del mandato yla crítica, que
en la mayoría de los casos es destructiva.
Como se puede ver ninguno de los roles es bueno. Y tam-
bién es cierto que nosotros solemos caer, una y otra vez, en
ellos. Y digo en cada uno de ellos porque esta postura no es
fija, al contrario, en la vida solemos saltar de víctima a juez,
de juez a salvador y de salvador a víctima.
Ahora deberás tratar de ubicar con cuál de los roles te
identificas. Así descubrirás qué el rol que elegiste fue el que
considerabas que te traería mejores resultados. Si fue el de
víctima, puedes identificar cuál de tus padres solía ser vícti-
ma y cómo, por medio de dicho rol, obtenía lo que deseaba.
Este comportamiento de víctima era muy frecuente en las
mujeres de antaño, quienes por medio de la resignación yel
sufrimiento finalmente obtenían la recompensa deseada.
Desde luego, esta postura no es saludable para la vida de
una persona. Si, por el contrario, te identificas con el rol de
juez, podrás determinar cómo, con mover un dedo ocriti-
car a los demás, lograba obtener lo deseado. En el caso del
salvador, verás cómo por este medio, de ser útil y servicial,
obtenía los resultados que quería.
Se puede observar cómo estos roles determinan en la vida
del ser humano una función importante para su desempe-
ño de adulto.
¿OTRA VEZ SOLOS? NL

Cuando se llega al matrimonio o a la unión, cada uno de


nosotros traemos una pauta comportamental en la que jue-
gan un papel importante los roles que tuvimos, como resul-
tado de la educación que nos dieron nuestros padres. En
psicología lo que se suele encontrar en este punto resulta de
mucha ayuda para orientar al paciente. Estos roles saldrán
tarde o temprano. Infortunadamente surgen cuando ya la
pareja se ha casado, entonces se muestran tal como son, tra-
yendo, lógicamente, complicaciones a la relación. De ahí la
importancia de ser auténticos y sinceros, tratando al máxi-
mo de controlar y manejar esa pauta aprendida. |
¿Cómo pueden las personas, manejar y controlar una si-
tuación que ignoran por completo? Es en verdad una cir-
cunstancia algo compleja. Lo indicado, ahora que lo has
leído, es cuestionarte sobre cuál es tu rol. ¿Optaste por el de
papá, o el de mamá, o simplemente el de adulto? O por caer
bien con todos, ¿te olvidaste de ti mismo?

Este punto es muy importante para tener en cuenta, ya que


en este momento le estás trasmitiendo a tu hijo lo aprendido.
Y en verdad creo que no querrías que tu hijo aprendiera com-
portamientos que a ti en este momento te traen infelicidad y
desconcierto por no saber manejarlos. Lo mejor que puedes
hacer es buscar el equilibrio entre las tres posiciones, de tal
manera que no seas víctima, ni juez, ni tampoco salvador.
Ello, por sí solo, no resulta fácil. Hay que trabajar duro para
modificarlo y puede requerirse la ayuda de un psicólogo.
Cuando el descontrol y abuso de uno de los roles sobre-
sale en algún miembro de la pareja, seguramente los hijos y
el compañero sufrirán, pudiendo llegar al divorcio. A veces,
SON los hijos quienes les solicitan a sus padres la separa-
ción para no continuar con dicho suplicio. Se cansan de ver
a la madre en su posición de víctima, al padre de juezy al
adulto de salvador. Como dichas posiciones son frecuentes
en hombres y mujeres los hijos, en la vida de adultos, tien-
72 LILIANA MONTAÑA

den a comportarse igual. Lo mejor es el punto medio, como


lo veremos en la siguiente gráfica.

Gráfica 2. Roles, equilibrio

JUEZ

SALVADOR VÍCTIMA

En ocasiones y a pesar de que se ha dado el divorcio, la


huella de este patrón comportamental queda grabada en el
menor. Por tanto, debe evitar al máximo caer en los extre-
mos, para que su hijo aprenda también el equilibrio de los
roles y no sufra en su edad adulta.
Hay personas que, según la ocasión, pasan por los tres
roles, saltando de una posición a otra como lo mencioné an-
teriormente, debido a que cada rol tiene un comportamien-
to específico dirigido a lograr una meta. Cuando ella no se
consigue, se salta al otro rol en busca de lograrlo. Un ejem-
plo de ello es precisamente, el de quien bajo la apariencia
de ser víctima, pasa a ser juez o salvador.

.o...
¿OTRA VEZ SOLOS? 73

... Mariana se quejaba todo el tiempo de que en su casa le tocaba


asumir toda la responsabilidad de los quehaceres domésticos. Sen-
tía que Alfredo, su esposo, no le colaboraba en nada; al contrario le
exigía que todo estuviera en orden y a tiempo. Ella se acostumbró
a quejarse constantemente ante los amigos, los familiares y los
hijos, a quienes hizo sentir culpables en un principio, pero nunca
los motivó a que la ayudaran. Cuando Alfredo llegaba de trabajar,
observaba en qué condiciones estaba la casa e iniciaba los repro-
ches, regaños e insultos. Los hijos, en medio del conflicto, no sa-
bían cómo proceder. Juanita, la hija mayor, trataba de solucionar
el motivo de la pelea, logrando calmar al padre y tranquilizar a la
mamá por un momento. Con el paso de los días, Mariana, cansa-
da, reaccionó ante Alfredo, juzgando y criticando su proceder. Él
argumentaba que lo único que pretendía era que las cosas estuvie-
ran en orden, que a los hijos no les faltara nada, recogiendo aquíy
allá, cocinando, etc. Ella sólo recibía reproches por parte de él; por
lo tanto, decidió no continuar con la relación y que lo mejor era el
divorcio. Alfredo argumentaba siempre que él salía a trabajar para
conseguir el dinero del sustento diario y llegaba a casa a encontrar
un permanente desorden, el cual le incomodaba y consideraba in-
justo. Los conflictos continuaron atal punto que el divorcio se dio
sin remedio...
.....

Casos como estos son muy frecuentes en casi todos los


hogares debido a que se dan comportamientos, según los
intereses de cada quien, se pasa por los distintos roles, en
donde ser víctima, juez o salvador, es la norma. Los juegos
de roles, cuando no se equilibran, afectan a la familia. Los
hijos aprenden de los padres ese juego, lo que los marcará e
influenciará en su vida de adultos.
74 LILIANA MONTAÑA

LA CONCILIACIÓN

PROCESO DE CONCILIACIÓN

En el capítulo anterior, vimos que son muchos los facto-


res que influyen para que las parejas se separen. Se explica-
ron y se dieron las posibles soluciones de una manera senci-
lla. El sentimiento de culpa es preciso hacerlo a un lado.
Debemos comprender que si los seres humanos naciéramos
aprendidos, no tendríamos, quizás, tantas dificultades. Lue-
go no se trata de buscar un culpable sino de identificar las
causas y manejarlas.
Más adelante trataremos de aprender a olvidar al ser
amado. La terapia de duelo es la forma práctica como usted
aprende a superarlo en corto tiempo sin que le deje mayo-
res secuelas, sin embargo, ello depende de usted.
Otro punto importante es identificar el nivel de comunica-
ción que se tiene con la pareja. En este momento próximo a la
separación, por lo general, está muerto el diálogo. En su lugar
se da una comunicación caracterizada por la discusión, la sáti-
ra y, en muchas ocasiones, la agresión física. Es ahí donde los
menores sufren al ver a sus padres manejar la relación de la
peor manera. En esta fase se aconseja alejarse de la situación,
tomándose un minuto a solas y respirando profundamente para
tranquilizarse y pensar en qué es lo que desea ahora para su
vida y para los hijos. Una vez reposada y tranquila, busque
hablar con la pareja y trate de llegar a un buen arreglo, en don-
de salgan beneficiados ustedes y sus hijos.
La mejor forma de actuar en este momento es buscando
la conciliación, la cual permite modificar el mundo interior
en la pareja y de la familia en general,
Este proceso de conciliación presenta algunas condicio-
nes específicas, la más importante para lograr un acuerdo
entre las dos partes es el deseo de conciliar, deben estar dis-
puestas a llegar a un buen arreglo. La conciliación no es
otra cosa que un tratado amigable en donde las partes se
¿OTRA VEZ SOLOS? 75

deben sentir bien, en donde el equilibrio económico, afecti-


vo y moral encuentre su lugar. Deben participar la pareja y
un tercero, elegido por ella, con el propósito de que sea quien
medie y proporcione tranquilidad con miras a un buen arre-
glo. Muchas parejas llegan a acuerdos buenos, los cuales
marcan la buena la relación hacia el futuro.
En la mayoría de los casos las parejas olvidan la impor-
tancia de un buen arreglo, especialmente para bien de los
hijos. No piensan en ellos, no piensan que en el futuro los
niños necesitaran de los dos y los dos son los padres de los
menores. Ambos deberían tener participación activa en la
crianza de los niños, como la simple celebración de un cum-
pleaños, la participación en las actividades del colegio, en
las cuales se requerirá la presencia de los dos. Y, en el peor
de los casos, cuando se presen'= una calamidad doméstica
se requerirá de la sensatez y unión de ese vínculo familiar
que, a pesar de estar desligado, continuará mientras los hi-
jos vivan. Aquí se habla de toda una vida, por tanto, en
momentos tan definitivos, es mejor dejar los rencores y re-
sentimientos para dialogar.
..o..

... Alfredo, de diez años, hijo de una pareja divorciada hacía


ocho años, asistía al colegio gracias al apoyo de los abuelos y de su
madre, quien logró, pese a grandes dificultades, sacarlo adelante,
sufrió un terrible accidente que lo dejó cuadrapléjico y en estado
total vegetativo. Diana, su madre no daba crédito a lo que sus ojos
veían. ¡Si! su pequeñito yacía en la cama de un hospital sin con-
ciencia. Mirando al cielo pidió a Dios un milagro. Quería desper-
tar de esa pesadilla y volver a tener a su hijo correteando por la
casa, jugueteando con los amigos, mas ese no era un mal sueño,
era una verdadera pesadilla. Los abuelos, cansados por los años,
no paraban de llorar, lo que dificultaba el trabajo para el cuerpo
médico pues minutos de procedimientos quirúrgicos eran defini-
tivos en la recuperación del niño. Sin embargo, pasadas veinti-
cuatro horas, se dieron por vencidos. No había nada más que ha-
cer por el niño, sólo esperar un milagro. Transcurrieron los días y
76 LILIANA MONTAÑA

Alfredo continuó inmóvil y sin dar respuesta de mejoría, tan sólo


mostraba signos vitales de respiración y palpitar muy tenues. Los
médicos reunieron a su madre y abuelos y les explicaron la situa-
ción: silos padres autorizaban, podrían desconectar a Alfredo para
que muriera dignamente. Para tomar esta determinación se soli-
citó la presencia del padre. Diana explicó a los médicos que lo
único que sabía del padre era que no vivía en Bogotá, y sólo se
hablaba, de cuando en vez, con la hermana de él. Decidieron, en-
tonces, buscarla.

Diana, dudosamente, marcó el número telefónico desde la habi-


tación. Escucho la voz de Alicia. No supo qué decir. La saludó e
irrumpió en llanto. Una enfermera tomó el teléfono y le explicó a
Alicia lo sucedido. Esta, muy conmocionada, dijo que se comuni-
caría con su hermano. Al llegar la noche, Pablo, muy pálido, apa-
reció en la habitación. Lo primero que pensó para sí era en lo
hermoso que era su hijo y lo mucho que se parecía a él. Creyó
retroceder en el tiempo y sintió que era él quien estaba allí acosta-
do y sin vida. Lentamente se fue acercando al lecho de su hijo y,
sin decir palabra, tomó su manita débil y bastante fría. Sus lágri-
mas corrieron, sin poder evitarlo. Sólo pudo musitar: perdón, per-
dón, hijo, por haberte abandonado. En ese instante, comprendió el
error cometido, pero ya era demasiado tarde. Diana, al verlo, sin-
tió un dolor intenso. Se vio obligada a salir corriendo de la habita-
ción y fue a abrazar a sus padres, sumida en llanto. Al cabo de un
rato los médicos le entregaron una hoja que contenía la orden para
desconectarlo. Les explicaron la responsabilidad y el compromiso
de lofirmado. No les quedó otro remedio que firmar. Diana se sintió
morir en ese instante al igual que Pablo...
.oo..

Infortunadamente y sólo ante casos tan extremos, com-


prendemos el valor y el sentido que significa un hijo, una
familia. Si esta pareja hubiera llegado a una conciliación, se
habrían evitado y ahorrado tantos años de distanciamiento,
Alfredo habría conocido y compartido con su padre y Pablo
habría visto crecer a su hijo. Tan sólo les quedó un trago
amargo y el remordimiento de lo que no hicieron.
¿OTRA VEZ SOLOS? 77

Conciliar es el proceso más importante y definitivo para


el futuro de cualquier familia, tanto por lo económico como
lo afectivo ya que cuando la relación termina y no pudieron
continuar juntos, lo mejor es acordar quien queda a cargo
de los hijos, el reparto de los bienes, cuando los hay, y los
compromisos normales para con los hijos.
De otro lado, es importante poder indirecta o directamen-
te, ayudar a esa mujer, a ese hombre tan importante en esa
fase de la vida que duró días, meses o quizás muchos años,
participar, aunque desde lejos, de ese crecimiento de la vida,
ver cómo esa mujer es ahora independiente, ya puede vivir
sin la presencia de quien fue su compañero, ver que tú como
hombre también aprendiste a vivir si ella, pero que puede
contar contigo por siempre, entender que independiente-
mente de los motivos del divorcio, como seres racionales,
pueden ayudarse y acompañarse, ser los amigos por siem-
pre, por ellos mismos y por los hijos. A pesar de todo,
infortunadamente, no suele ser así. Lo común es la enemis-
tad, las injusticias de quien es más fuerte, los malos tratos y
la desconsideración, el no cooperar económicamente con
esos hijos y con la que fuera su familia.
Gráfica 3
78 LILIANA MONTAÑA
A A a a

En orden jerárquico los padres suelen estar por encima


delos hijos, pudiéndose observar que cada uno de los miem-
bros de la pareja tiene un mundo interior que no abre a na-
die. Un mundo interior al que sólo tiene acceso él o ella. La
línea punteada indica el mundo que deja abierto ala pareja
y a los hijos en donde los miembros de la familia identifican
las cosas que diferencian a él, a ella y a los hijos, con las cosas
que diferencian a mamá de papá.
De igual manera, en los niños existe un mundo privado
al que sólo el niño ingresa y el mundo punteado que son los
canales que deja abiertos a la familia, formándose así un
mundo intra familiar cerrado, al que no penetra nadie y en
el que las familias establecen sus límites internos. Al mis-
mo tiempo, la línea punteada nos indica el mundo que la
familia deja abierto al mundo exterior a donde suelen en-
trar aquellas personas afines a la familia.
Cuando se presenta el divorcio, dicho equilibrio se ve afec-
tado, ya que al faltar alguno de los padres, en un principio,
los canales de comunicación sufrirán una transformación.
Quien se queda, asume el compromiso con los hijos, y por
tanto, la carga suele ser más pesada. En este momento se
suele dar un viraje lo mismo que a la pauta comportamental
de los roles. De pronto quien se queda a cargo de los hijos
juega con las tres posiciones. Ello no debe significar des-
agrado o sobrecarga, en los roles, debe manifestar unidad.
Y aunque suene un poco difícil, se deberá asumir una acti-
tud de tranquilidad, en donde la seguridad y la invitación
al cambio signifiquen tranquilidad, pues la fuente de con-
flicto permanente ya no estará presente. Al darse el divorcio,
se acaba el conflicto pero suele quedar la tristeza y sensación
de pérdida, de la que más adelante hablaremos.

Sin embargo, no suele ser tan fácil en la vida real, ya que


están de por medio los sentimientos, tanto de los padres
como de los hijos. En los padres, quién se aleja de la familia
¿OTRA VEZ SOLOS? 79

y dependiendo de las causas, asumirá una posición rígida,


vista como implacable, o de lo contrario sería mucho más
penoso el proceso. Ello no significa que en el fondo no lo
sienta, tan sólo ha decidido que es lo mejor. En otros mu-
chos casos, la inconsciencia del acto es de tal magnitud que,
independientemente de lo que esta situación ocasiona en la
familia sólo piensa en su bienestar y, acorde con ello, actúa.
Desgraciadamente, el índice de casos como éste, en nuestro
medio es bastante alto, ya que por parte del hombre y de
algunas mujeres lo que prima son sus propios intereses, sin
importar los niños, quienes en silencio observan el compor-
tamiento de los padres y sienten la forma como son ignora-
dos.
El verdadero significado de la conciliación consiste en lo-
grar el equilibrio en el menor tiempo posible, a fin de que
los niveles de comunicación del mundo interior de cada uno
se recobren, a la vez que los canales que han dejado abiertos
a los demás, se equilibren.
Como lo podemos observar en la gráfica 4, la persona que
deja el hogar no desaparece, tan sólo cambia de lugar de
habitación, pero deberá mantener una estrecha comunica-
ción con los niños a fin de colaborarles en la parte económi-
ca y afectiva. Visto así no resulta tan difícil para el menor.
Sin embargo, se han presentado casos en los que el padre
desaparece y el menor pierde contacto; por tal razón se siente
abandonado.

... Claudia, una mujer de cuarenta y dos años, acude a consulta


debido a que constantemente presenta crisis de depresión. Atex-
plorar su vida se encuentra que en su infancia tenía una relación
muy estrecha con el padre, ya que desde los cinco años recuerda
que jugaba con su papá, lo esperaba en la ventana, justo a la hora
que acostumbraba llegar del trabajo. Él solía llevarle algún dulce.
80 LILIANA MONTAÑA
O 5
5 5 55

Ella sentía que lo adoraba, lo admiraba. Los fines de semana iban


al parque y jugaban; eso la hacía sentirse protegida y amada por
su padre. Nunca supo como era en realidad la relación entre los
padres hasta que un día su papá salió a trabajar y ella como era su
costumbre, lo esperó en la ventana. El padre nunca regresó. Re-
cuerda que lloró muchas noches y la madre lo único que le respon-
día era que ya no iba a regresar. Sin embargo ella lo seguía espe-
rando; ya contaba con doce años y no perdía la esperanza de que
regresara. “Mamá nunca me dio una explicación”, dice. Siempre
supo que prefería más al papá que a la mamá. Cuando la mamá
vendió la casa y se pasaron a un apartamento, aunque la ventana
era diferente, Claudia siguió esperando que un día apareciera su
padre. Aunque su vida hoy es tranquila y cuenta con el amor de
su esposo y de sus tres hijos, siente tristeza y no se explica por
qué...

Si los padres comprendieran que esos procesos difíciles


se pudieran evitar a los menores, sencillamente comparti-
rían con ellos los días que se les facilitara. Por ello es tan
importante el proceso de conciliación.
Cuando la comunicación ente los padres es nula, lo mejor
es buscar un intermediario de confianza para los esposos o
la ayuda de un terapeuta. Desgraciadamente, por lo gene-
ral, esta tarea la depositan en manos del abogado quien hace
esfuerzos, a su alcance, para orientar a la pareja. Sin em-
bargo, queda corto, pues no maneja los procesos emociona-
les que vive la familia y la forma de enfrentarlos.
En este punto, el trabajo interdisciplinario es importante,
los abogados de familia deberían tener contacto con los psi-
cólogos y a su vez éstos con los abogados, para ayudar a la
familia a restablecer el equilibrio perdido. El abogado debe
lograr la conciliación económica, el manejo y la tutoría de
los hijos y a la vez reglamentar los derechos y obligaciones
de la pareja.
El psicólogo por su parte, debe intervenir para limar las
asperezas y ayudar a identificar sentimientos y resentimien-
tos, dando las pautas a cada uno de los miembros de la pa-
reja, si amerita y a los hijos, prepararlos para el proceso,
visualizando las relaciones futuras y sus respectivos mane-
jos. Así se lograría el objetivo y las personas podrían vivir
en armonía consigo mismos y con quien fuera su pareja.
En el evento dé que conciliar sea verdaderamente difícil,
la labor del trabajo interdisciplinario suele ser más comple-
ja. Al no darse diálogo, se presentan posiciones personalistas,
en las que priman los intereses individuales. La actuación
del abogado es fundamental debido a que por medio de la
leyes, podrá determinar lo que se debe hacer al respecto, los
procedimientos y demás, facilitando por medio de esas le-
yes, que se imponga la equidad y se haga justicia.
Ante la negativa de conciliar, comúnmente se da al dis-
tanciamiento total de las parejas y descuido de los hijos, quie-
nes en nuestro medio, son atendidos por los abuelos. Se
dan con cierta frecuencia, casos de irresponsabilidad por par-
te de la mujer y del hombre, quienes excusándose en su dolor
y sensación de fracaso se distancian de los hijos, olvidando
sus deberes y obligaciones para con ellos.
Es comprensible que en el proceso inicial de conciliación,
se presenten fenómenos de descontrol, por no saber tomar
decisiones. Ello afecta a los miembros de la familias pero,
pese a ello, hacia el final de la conciliación la confusión pasa,
dando lugara la tranquilidad anhelada.
82 LILIANA MONTAÑA

Gráfica 4

Esta gráfica nos muestra cómo, hacia el final de la conci-


liación se ha logrado ese equilibrio de familia en donde quien
sale de casa permanece en contacto y quien queda dentro
continúa ocupando el primer lugar, toma las decisiones y
está en permanente relación con los hijos.

Implicaciones familiares

La familia es el centro de la sociedad, de ahí que sea tan


importante que permanezca unida. En verdad, quienes com-
ponen ese núcleo son los esposos, los hijos y, en segundo
orden, los familiares de cada miembro de la pareja. Como
fin, la familia busca crecimiento afectivo y económico de
todos y cada uno de sus miembros, teniendo en cuenta que
para lograrló es importante tener metas claras, estabilidad,
seguridad, apoyo, comprensión y reconocimiento.
¿OTRA VEZ SOLOS? 83

Cuando uno de los integrantes de ese núcleo falta, el equi-


librio tiende, en principio, a desaparecer. Y una de las metas
importantes en ese momento es tratar de restablecer el equi-
librio, ya que la familia sufre cambios importantes, como
reducción del número de sus miembros, cambios económi-
cos, situacionales, etc., por lo que hay que entender que la
persona que sale de casa, solo cambia de lugar de vivienda
en la mayoría de.lós casos, pues la tendencia es a continuar
con cierto grado de comunicación y apoyo, sobretodo por
los hijos.
A continuación se hace una revisión profunda con el pro-
pósito de suministrar herramientas a los padres para que
puedan dar un manejo adecuado ala situación con el objeto
de no generar traumatismos para la vida futura de los hijos.
En el próximo capítulo se darán pautas para que la pareja
trabaje su mundo interior y pueda superar el sabor amargo
que deja el divorcio.
Los niños son quienes, en silencio, sufren las consecuen-
cias del comportamiento y decisiones de los padres, toma-
das en momentos acalorados sin medir las consecuencias
que puedan generar en los hijos. Los niños observan el com-
portamiento de los padres, sin poder opinar, tan sólo pue-
den manifestar el miedo profundo con llanto al ver partir a
papá o mamá. Si el adulto se siente abandonado y sufre
pese a estar en capacidad de racionalizar y de dar una ex-
plicación lógica o por lo menos razonable ala situación, el
niño, solamente llega a ver y sentir. Difícilmente tiene una
explicación, por lo que le resulta mucho más complicado
manejar. El niño encierra sus emociones, de ahí que sin ma-
nifestarlo abiertamente, presente conductas complejas, en
psicología denominadas regresivas, ligadas a su edad. Por
ejemplo, la enuresis, cuando un niño de siete años, es pro-
bable que se vuelva a orinar en la cama si ya no lo hacía. Un
niño de cinco años querrá dormir en la noche con la mamá
84 LILIANA MONTAÑA

o con el adulto que lo cuida en el momento) buscar el tetero,


hablar mañero, llorar por todo, etc. En los niños ya mayor-
citos esa regresión se manifiesta en el rendimiento académi-
co, bajan su nivel, se vuelven hiperactivos, agresivos, ha-
cen pataletas y, en casos extremos se deprimen. Se han pre-
sentado casos de depresión infantil y, en algunos niños, in-
tentos suicidas en edades de nueve y diez años en adelante.
En ocasiones terminan por lograrlo.
Entender los sentimientos en esos ojitos saltones que sólo
inspiran amor y ternura, tomar esas manitos pequeñas y
darles seguridad, es lo que el menor necesita. El es ajeno a
la decisión y problemas de sus padres, pero infortuna-
damente no suele ser así, ya que reciben toda la energía ne-
gativa, la angustia, el estrés, la depresión que estos experi-
mentan y que en ocasiones se desbordan y descontrolan.
Cuando la pareja se divorcia o se separa, los dos procesos
son diferentes, en el primero hay intervención jurídica y en
el segundo no, necesariamente el niño es quien es abando-
nado, engañado o, en términos generales, a quien la situa-
ción le afecta más. También le es difícil ocultar sus senti-
mientos. Los niños son como antenitas que perciben los si-
lencios, los cambios comportamentales de sus padres y, por
supuesto, las reacciones de llanto, fácilmente detectan que
algo no anda bien.
Por lo tanto, en principio, el padre afectado que quede a
cargo de sus hijos debe recibir ayuda terapéutica inmediata
a fin de que aprenda a canalizar la situación y por lo menos
a controlarse delante de los hijos; en casa se deben trabajar
en conjunto las dos situaciones: la suya y la de los niños.
Ahora, paso a paso, indicaremos qué hacer:
¿OTRA VEZ SOLOS? 85

1. HABLE CON'EL MENOR

Sin lágrimas en los ojos y de una manera tranquila, expli-


que o cuéntele que las cosas entre ustedes no están bien, de
repente es mejor decirles que el amor se acabó, que los
papitos ya no se quieren, que pelean mucho y están cansa-
dos. No profundice en los detalles, el niño no lo entenderá
y sí puede generafle angustias innecesarias, ya que si él co-
noce los pormenores, la situación no cambiará ysi le afecta-
rá. Debe limitarse a contestarle con tranquilidad y en forma
sencilla. En su estilo y lenguaje, explíquele que papá se irá
de casa, pero que, de igual manera, seguirá viéndolo y lo
seguirá queriendo, sí les es posible, hablen juntos con los
niños, haciéndoles ver que ustedes ahora serán buenos ami-
gos y que tratarán de que todo siga su curso normal, así el
niño lo aceptará más fácilmente y no sentirá el dolor de ver-
los decirse cosas horribles que continuarán marcándole la
cabecita.
De otro lado, una vez separados no hable mal de su cón-
yuge, pues éste seguirá siendo el padre o la madre del me-
nor, tan sólo continué hablándole mucho y siempre mani-
festándole su amor, esto es definitivo en su proceso de cre-
cimiento, brindándole estabilidad y seguridad.
2. ExPLÍQUELE LOS CAMBIOS

Al darse esta situación se producirán algunos cambios.


Por ejemplo: usted tendrá que trabajar si es que no lo hacía,
tendrán que cambiar de vivienda, de barrio, de colegio, etc.
Es decir, usted le manifiesta los hechos de acuerdo con la
realidad, siempre dando un tono de seguridad y de tran-
quilidad al proceso. Le puede preguntar que desea y nego-
ciar sus deseos, acorde con la realidad.

Lo más recomendable en estos casos es que los cambios


se den paulatinamente pues el menor también experimenta
86 LILIANA MONTAÑA

el duelo de perder su hogar, nunca más en la vida volverá a


tener el hogar que tuvo. A veces en esa carrera loca e
impulsiva que caracteriza a muchas personas no se suele
contar con el menor y simplemente se le trastea como a un
mueble más de la casa. El niño no le expresa abiertamente
pero está sintiendo angustia, tristeza y depresión, esta se
manifiesta por su comportamiento, como lo expliqué ante-
riormente, y es cuando suelen presentar conductas regresi-
vas, por las que se torna caprichoso y de difícil manejo.
3. DÉLE MUCHO AMOR

Pero no lo sobreproteja. No le debe manifestar pesar o


lástima, pues en suinconsciente generará una invalidez psi-
cológica que le impedirá en su futuro ser hombre o mujer
seguros. Recuerde que los extremos son malos y, de cual-
quier forma, la vida debe seguir, tan sólo que el amor se
dará en espacios y tiempos distintos. Hágale sentir que us-
ted lo ama profundamente y que es la personita o perso-
nitas más importantes. Incúlqueles la unidad familiar, así
ésta sea de dos.
De otro lado permita que el padre ausente lo visite y que
esta visita sea lo más tranquila posible, en armonía, de amis-
tad y tranquilidad. Así usted esté muy resentido procure
buscar un mediador pero no intervenga en forma grosera o
agresiva, delante del niño, hágalo por el niño. En la medida
en que usted interprete a su hijo o sus hijos, no como una
carga ni un problema más, sino como esa compañía que le
dará fortaleza en los momentos de debilidad, se sentirá ver-
daderamente amado, recuerde que un hijo es una Bendi-
ción de Dios. Así que, ánimo abrácelo, compartan el juego,
salga con ellos y no se le olvide controlar su estrés.
4. HABLE BIEN DE SU PAREJA

Como lo mencioné anteriormente esto es fundamental,


pues así usted no lo quiera y en este momento tenga la peor
¿OTRA VEZ SOLOS? 87

imagen de la persona que fue su pareja, es su opinión, no la


de su hijo. No se preocupe, los niños crecen y con ellos su
capacidad de entendimiento, por lo tanto serán ellos quie-
nes en un futuro opinarán si sus padres fueron buenos o no.
Independientemente de los motivos del divorcio, los atro-
pellos y maltratos que usted haya recibido, guárdelos en su
interior y trabájelos en terapia, al menor muéstrele un pa-
dre o madre distante que los quiere, a su manera, y que al-
gún día volverá o que esa persona simplemente es así.
Los resentimientos que tenga contra su pareja son suyos,
no de los niños. Déjelos que crezcan libres de prejuicios,
pues si el padre obró mal, el niño lo descubrirá y así proce-
derá. Háblele bien y en forma tranquila. Así no se resenti-
rá. De igual manera, no haga comentarios con otra perso-
nas sobre su pareja en presencia del menor. Si desea hablar
desahóguese a solas, no los involucre; con ello no gana nada
y si los puede herir.
5. CONCIENTICE AL NIÑO DE LA REALIDAD

Pero no lo asuste, si las condiciones económicas han cam-


biado y ahora tienen que reducir gastos, explíquele al niño
o a sus hijos que de ahora en adelante deberán formar un
equipo todos y que deben empezar por economizar mien-
tras las cosas se normalizan. Este punto suele ser muy deli-
cado ya que desdichadamente algunos padres, al presen-
tarse el divorcio, suelen cortar con todo apoyo económico y
es la madre quien debe afrontar los gastos y así los hijos
sufrir toda clase de carencias económicas. Deben recibir to-
das las noches una mamá cansada y huraña, por la condi-
ción y otras veces recibir humillaciones de familiares no
conscientes y que se limitan a criticar a esta familia desque-
brajada, creando en los niños mucha angustia y dolor ante
la incapacidad de no poder hacer nada. Esto ha generado
que los hijos abandonen la casa, entren a temprana edad en
el mundo de las drogas y pandillas, o, en muchos casos,
salir a trabajar y abandonar sus estudios.
88 LILIANA MONTAÑA

No malacostumbre al niño. Dele las cosas que están a su


alcance sin que le falte nada, por supuesto, y busque la ayu-
da necesaria para que el menor no tenga que sufrir estas
situaciones.
En algunos casos los padres acostumbran al niño a mani-
festarle su amor con cosas materiales, ello lo perjudica aún
más; lo hacen con tal de justificar su mal comportamiento,
atiborran al menor con cantidad de juguetes y dulces, lo que
los llevará a perder el valor de las cosas, crecer desconside-
rados y presentar serios problemas comportamentales en el
futuro.
Es de anotar que ambos comportamientos son, en extre-
mo, nocivos para la educación del menor, evite al máximo
caer en ellos.

6. PREPÁRELO PARA EL COLEGIO

En muchos casos, los niños comprenden mejor la situa-


ción cuando comparan las familias de sus compañeritos, a
quienés recogen sus papás o quiénes asisten a reuniones y
eventos juntos. Se preguntan: ¿papá o mamá dónde están?
Sería bueno que ambos, amigablemente lo acompañaran o
se turnaran en cada actividad. En ese momento el niño ne-
cesita del diálogo y del amor profundamente.
Inicie el proceso de despertar a la realidad más conscien-
temente; por tanto el manejo debe ser igual.
En algunos colegios existe la norma de que los alumnos
que no tengan a los dos padres o un hogar estable, son re-
chazados de la institución. En otros casos no se les recibe en
el centro educativo cuando solicitan ingreso por primera vez.
Dicha situación produce en el menor la sensación de recha-
zo y en algunos casos genera complejos de inferioridad.
Parece ser una norma obsoleta, si se toma en cuenta que el
divorcio se volvió común en las parejas, no se ve razón para
¿OTRA VEZ SOLOS? 89

esta política de rechazo. ¿O será que a este niño el cociente


intelectual se le rebaja por una decisión de los padres de la
cual él no tiene responsabilidad? Se trata de normas poco
actuales ya que ninguna pareja está exenta de sufrir el di-
vorcio.
Por lo que es aconsejable que los padres busquen cole-
gios que tengan como fundamento una educación integral,
acorde con nuestra realidad.
En algunas situaciones el menor se suele sentir mal al com-
parar su situación con la de otros niños, por lo que se le
debe hablar, darle seguridad y acompañarlo en todo, esto le
dará la sensación de protección que el divorcio de sus pa-
dres le ha quitado.
7. PÉRDIDA DE AMOR Y PROTECCIÓN

En casos extremos, cuando los padres se han desubicado


emocionalmente y abandonan al menor, la situación se suele
complicar porque éste recibe un daño en su corazón, irrepara-
ble, que le llevará a crecer resentido y solo, una sensación de
abandono y soledad le acompañará muchas veces, hasta su
vida de adulto. Es aquí donde los familiares más cercanos de-
ben intervenir y proteger al menor.
Cuando el niño percibe el distanciamiento de uno de los
padres, la actitud del otro será fundamental, ya que por lo me-
nos me quedó mamá o papá, y éste deberá dividirse, darle mucho
cariño y aprender a educarlo, en el amor, la confianza y la se-
guridad, a fin de suplantar el vacío del otro logrando que el
menor asuma las cosas en forma más tranquila y mejor.
Si ambos padres están ausentes con frecuencia, se pue-
den generar en el niño reacciones que van desde la pérdida
de logros en la escuela, hasta volverse inseguro y frustrado.
Ello afectará el desarrollo de su personalidad. (Young 1979,
p. 1).
90 LILIANA MONTAÑA

Otra situación que se suele presentarse por el divorcio es


el maltrato físico y psicológico que algunos padres asumen
al quedar a cargo del menor, ésta es la peor, ya que por un
lado, perdió su hogar y por otro, ganó un padre maltratador
que le llevará a sentir la pérdida total de afecto y amor. Es
aconsejable que los padres afectados se ayuden y acudan
prontamente a terapia y así evitar en sus hijos un daño irre-
parable. Por esta razón, cuando los hijos crecen abandonan
a sus padres y éstos al sentir la soledad de los años, se arre-
pienten pero ya es tarde. Ojalá que este no sea su caso ami-
go lector.
8. ACTIVIDADES EN CASA

Debe continuar el compartir las costumbres establecidas


dentro de la familia con alegría y calor de hogar, no con tris-
teza y amargura. Por ejemplo, la señora que está con sus
hijos en navidad y, justo cuando llega el momento de entre-
gar los regalos, se pone a llorar. Esta reacción genera en el
menor doble angustia, deberá manejar la tristeza de la mamá
y la suya. No es justo opacar estos momentos familiares.
No olvide que la infancia es sólo una y el adulto recuerda
de ella aquellas cosas agradables con alegría, pero al contra-
rio, recordará los momentos tristes que opacaron su felici-
dad.

En muchos casos los niños presentan conductas de regre-


sión, como lo expliqué. En estos casos es importante recu-
rrir a la asesoría de un psicólogo. El niño necesita un trata-
miento especial. Puede presentar reacciones de miedo, que
incluyen una variedad de formas específicas de emoción,
las cuales tienen características en común: la presencia de
un peligro y la amenaza, que si no son manejados con
profesionalismo podrán generar inseguridad en la vida fu-
tura y, en algunos casos, fobias. Recordemos que la gran
mayoría de los problemas del adulto han nacido en la in-
fancia. El niño suele soñar mucho y relaciona sus sueños
¿OTRA VEZ SOLOS? 91

con las vivencias que ha tenido. Tiene una profunda sensa-


ción de sugestión.
Otra reacción es la agresividad, por lo general, acompa-
ñada de hiperactividad. El niño canaliza su frustración, en
muchos casos, por medio de la agresión hacia los demás.
Esta actuación se detecta en el jardín infantil, lo que le gene-
ra un rechazo por.parte del grupo, situación que se debe
manejar con tranquilidad. Recuerde que la violencia trae
más violencia. También se debe tratar en consulta e identi-
ficar las posibles causas y los manejos a seguir.
El aislamiento se suele presentar en chicos de ocho años
en adelante y es otra reacción producida, en muchos casos,
por el divorcio de los padres, debido a que en su interior se
pueden sentir culpables. Considero que es una de las situa-
ciones más delicadas, ya que puede tratarse de una depre-
sión que debe remediarse urgentemente y con ayuda del
psicólogo. De allí dependerá la actitud del menor para ma-
nejar los niveles de resistencia a la frustración. Por otra par-
te, se deben aclarar sus dudas y sentimientos de culpa.
La actitud de los familiares y amigos cercanos a la familia
terminan por ejercer una importancia muy significativa. La
actitud de la madre o el padre, a cargo de los niños, puede
ser positiva, y los familiares con los comentarios, opacar
dicho proceso. Por ello el apoyo debe ser sincero y maneja-
do con claridad. En este caso, la persona a cargo de los
menores, deberá dar las indicaciones pertinentes a cada uno
a fin de evitar:
Comentarios imprudentes.
Sentimientos de tristeza y lástima hacia los niños.
Criticar al padre o a la madre
Burlarse del menor.
Abusar del menor.
Agredirlo y ofenderlo
92 LILIANA MONTAÑA

El niño, muchas veces queda al cuidado de un familiar


mientras el padre trabaja. Esto le crea un halo de fragilidad,
ya que está experimentando, en ese momento, muchos cam-
bios y necesita tiempo para acostumbrarse a ellos. Lo im-
portante es que usted lo escuche y lo defienda. No le dé la
espalda, experimentará mayor soledad. Hable con él y su-
giérale los cambios que se necesitan para evitar más dificul-
tades, pero que sienta compañía y amor.
Como se ve, el proceso no es sencillo, pero tampoco de-
masiado complicado, requiere de calma por parte suya a fin
de que se tranquilicen los niños y usted. Recuerde, en sus
manos está el hacer de ello una tragedia o un proceso de cam-
bio. Con el tiempo descubrirá lo agradable que es.

... Orlando decidió integrar un grupo de personas separadas,


hacía cinco años se había separado porque su esposa se fue con otro
hombre y lo dejó a cargo de tres niñas y un varón. Cuenta que al
principio creyó enloquecer. Debía cocinar, lavar, llevar los chicos
al jardín, etc., por lo que el horario para compartir con los amigos
se esfumó. En cierta ocasión, reunió a los chicos y a cada uno le
asignó una labor doméstica, la cual, si no cumplía, afectaba el equi-
librio. Mientras uno tendía camas, el otro cocinaba o lavaba la
loza, de tal forma que quien incumpliera no se beneficiaba de la
actividad de los otros. Así pasaron los días y el equilibrio los en-
volvió. Las labores se hacían con alegría. Esta situación produjo
una unión mucho más fuerte. Sorprendente es ver la alegría con
que Orlando describe esta situación.
Era incomparable la alegría que le significaba compartir con sus
hijos el sinnúmero de anécdotas. Al terminar el relato en el grupo,
muchas de las mujeres separadas y abandonadas por sus esposos
manifestaron vergilenza porque la actitud de ellas era trágica y re-
conocieron haber maltratado a sus hijos de alguna forma...
¿OTRA VEZ SOLOS? 93

Ejemplos como estos glorifican el espíritu, pues en ver-


dad demuestran que querer es poder, tan sólo hay que cam-
biar de actitud y el esquema del pensamiento.
En resumen lo más importante es pensar en el menor y la
forma de comunicarle y explicarle porqué los padres han
decidido divorciarse. Como es sabido, muchos niños pre-
sentan estados emocionales extremos cuando no se les da
una explicación y es fundamental, en el caso del padre que
se queda a cargo de los menores, es él quien debe tomar las
riendas de la educación y quien debe brindar más afecto
para evitar, en el menor, la sensación de culpabilidad frente
a la situación. Es lógico que la situación en el hogar cambia
y los niños sentirán el vacío por la ausencia dejada por quien
ha abandonado el hogar.
Para quien queda a cargo de los menores, generalmente
la madre, es su deber centrarse en todas las situaciones ve-
nideras (por ello hago tanto énfasis en este punto) ya que
no solamente debe enfrentar su estado de angustia y dolor,
sino también el de sus hijos. Vale la pena, aquí invitar a la
mujer a reflexionar sobre el momento en que decide ser
madre. Desde ese instante, o desde antes, se debe preparar
y ser consciente de que si las cosas no resultan será ella quien
lleve la bandera en la crianza de los hijos. En la actualidad
se facilita para la madre ayudar a sus hijos, puede contar
con la orientación profesional de un psicólogo de familia y
canalizar de esta manera sus sentimientos y emociones para
no caer en la insensatez de crear al menor una situación ne-
gativa de comunicación Es fundamental enseñar al niño a
enfrentar el mundo sin su padre o madre. También es nece-
sario ayudarlo a alcanzar sus propias metas como el rendi-
miento escolar, en el cual se hace notoria la problemática,
porque, generalmente, la separación provoca un descenso
en el colegio y en su comportamiento general.
Desgraciadamente, no existen en nuestro país los medios
esenciales que requiere la educación de estos niños porque
94 LILIANA MONTAÑA

en los colegios deben ser tratados igual que los demás. A


medida que el pequeño crezca y no se le brinde un ambien-
te de amor y comprensión adecuados, sus problemas se acen-
tuarán mucho más.
Una forma de análisis más profundo sería por medio de
una investigación enfocada alos diferentes niveles sociales.
De acuerdo con los resultados que arroje un estudio de este
tipo, se podrían propiciar los medios para que el menor re-
cibiera una ayuda mucho más profesional y específica, lo
que significaría un cese del maltrato. En una investigación
* hecha por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
(ICBF), se hallaron casos concretos acerca de los menores
pertenecientes a un estrato social bajo. Infortunadamente
son ellos los más afectados. Son niños, por lo general, aban-
donados y con una problemática bastante marcada. Pone-
mos como caso de buena ayuda a un menor que ingresó a
uno de los hogares infantiles del instituto. Este pequeño,
abandonado por sus padres, mostraba comportamientos de
agresividad hacia sus compañeritos y un estado de salud
penoso. Se le sometió a un programa de nutrición balan-
ceada y ayuda psicológica. Con el tiempo, fue adoptado
por una pareja de buenos recursos económicos, le brinda-
ron amor y cuidados, y al cabo del tiempo su comporta-
miento se manifestó estable.
Lo anterior nos invita a reflexionar que por ignorancia de
algunos padres no están en capacidad de asumir la respon-
sabilidad que significa traer un hijo al mundo. Presos de la
angustia por la carga económica, les resulta más fácil aban-
donar al menor. Sobre este tema se podría escribir todo un
tratado sin que, desgraciadamente, la situación cambie. Lo
más importante, amigo lector, es que usted sea uno de esos
padres ejemplares que, con paso firme y decidido, saque
sus hijos adelante.
¿OTRA VEZ SOLOS? 95

Trabajo y vida social

TRABAJO

Actualmente, este factor no suele ser tan relevante, en el


sentido de que la gran mayoría de mujeres trabajan y apor-
tan al hogar. A pesar de ello, los ingresos de las mujeres
suelen ser inferiores a los de los hombres, lo cual es injusto.
Pero en casos de divorcio, abandono o viudez, así como en
otros.casos, es ella quien termina por afrontar la situación y -
crianza de los hijos.
En muchos países el gobierno ayuda a las madres con una
cuota alimentaria, de vestido, salud y educación. Esta ayu-
da hace que ella sólo aporte la renta y otros gastos ocasiona-
les, por lo que la situación no suele ser tan precaria. Sin
embargo, en Colombia la mujer se ve obligada a aportarlo
todo. Existen leyes algo injustas, pues no se obliga al hom-
bre a contribuir con lo necesario para el hogar. En tales cir-
cunstancias quienes sufren las inclemencias de las necesi-
dades son los hijos, en muchos casos deben trabajar desde
temprana edad y son explotados, casi siempre, a la vez que
sufren un proceso de precoz maduración y responsabilida-
des. Esto hace que el niño no viva una infancia feliz y tran-
quila, suelen cambiar el balón por el canasto O las herra-
mientas. La situación económica precaria hace que la fami-
lia se desintegre, debido a que prima el lenguaje de las ne-
cesidades.

... Gloria, una mujer de treinta y cinco años, madre de cuatro


hijos de catorce, trece, diez y ocho años, fue abandonada por el
esposo, quien se enamoró de una mujer de veinticuatro años, con
quien tuvo una niña al poco tiempo-—, y tuvo que enfrentar la si-
tuación económica sola. Una vez el esposo se fue le tocó entregar
96 LILIANA MONTAÑA

la casa donde vivían, por incapacidad de pagar la renta y alimen-


tar a sus hijos. Su mamá le suministró un cuarto en la casa y allí
se acomodó con los hijos, en circunstancias de hacinamiento total.
Allí también vivían cinco hermanos de ella y el papá. Aquella
casa se tornó en un infierno, aunque la intención de los padres era
buena. Las circunstancias de vida les impedían tener buena co-
municación. Al poco tiempo, el hijo mayor se retiró del colegio y
obtuvo trabajo en un taller, en donde le pagaban menos del salario
mínimo, pero no le importó ya que prefería eso a ver a la mamá
angustiada y malhumorada, tratándoles mal. El hermano menor,
al ver la situación, también se puso a trabajar de tal manera que
pudieron mejorar las condiciones de vida. Los hermanos menores
continuaron estudiando. La situación se complicó cuando el chico
mayor sufrió un accidente en el taller y el dueño no quiso respon-
der económicamente por los gastos. El despido del trabajo fue la
recompensa.
Gloria, desesperada, sin saber qué camino coger, comprendió
que sus hijos no debían trabajar y que eran víctimas de la explota-
ción, por lo que recurrió a las autoridades. Les pidió ayuda, sin
respuesta, y el caso quedó sin solución.
Una vez el muchacho se recuperó, Gloria quiso que no trabajara
más, pero él respondió que sin su ayuda no podían vivir. Final-
mente, la madre accedió a que buscara otro empleo. En su nuevo
trabajo las condiciones eran similares...
..o.o

Este es un ejemplo de cómo se suele, en nuestro medio,


explotar al menor y es quien sufre con mayor rigor las con-
secuencias del divorcio y la irresponsabilidad de los padres.
Por ello amigo lector, analice las circunstancias y no pase a
engrosar la lista de padres irresponsables que someten a los
hijos a las injusticias de la vida. Recuerde que se es menor
de edad hasta los dieciocho años, que si la ley lo reglamenta
así, es porque considera que el joven no está en capacidad
de afrontar las responsabilidades de los adultos.
¿OTRA VEZ SOLOS? 97

De ahí la importancia de dar el mejor manejo a la situa-


ción económica. Si bien es cierto que el hombre, al igual
que la mujer, deben aportar de igual forma para los hijos, en
casos de abandono, se debe asumir una actitud de respon-
sabilidad y tranquilidad. Recuerde que la angustia y el ace-
lere no son las mejores compañías a la hora de tomar deci-
siones y afrontar problemas. Por tanto, planifique su vida
así:
1. PREPARE UN BALANCE DE INGRESOS Y GASTOS

En el que usted sumará los ingresos y los comparará con


el monto de los gastos fijos, lo que le permitirá conocer su
verdadera situación. Quienes no lo hacen así, suelen llevar
un ritmo de vida desorganizado. Controlar todos los deta-
lles permite planear la forma de reducir gastos, a fin de que
en casa no falte nada. Conviene, de ser posible, abrir otras
puertas que le permitan mejorar los ingresos.
Busque orientación y ayuda en la familia. Recuerde que
es una situación de emergencia que sólo debe durar pocos
meses mientras se habitúan al cambio y mejoran las condi-
ciones. No haga de ello una tragedia. Tómelo como un cam-
los ingre-
bio necesario en su vida, actúe, trate de aumentar
sos, ya sea buscando otro empleo u organizando su propia
empresa con lo que usted sabe hacer. No busque frenos,
busque soluciones que le permitan salir adelante.
En casos en que la pareja económicamente pueda apor-
En
tar, insista en forma agradable o si no proceda por la ley.
las circuns-
verdad es lo que menos se desea, pero, a veces,
adelante.
tancias así lo exigen. Este punto lo veremos más
2. CUANDO LOS HIJOS SON MAYORCITOS
labor
Si es prudente y ve que pueden desempeñar alguna
cipar En
.
que no les exija demasiado esfuerzo, hágalos parti
trabajar des-
países como Estados Unidos, los chicos suelen
98 LILIANA MONTAÑA

de los diez años, repartiendo periódicos, o ayudando en al-


gún almacén cuando llegan de la escuela, dicha situación
no los traumatiza. Al contrario, los responsabiliza.
Lo que estoy tratando de explicar con estos pasitos senci-
llos, es que se quite la venda de los ojos. Tanto la mujer
como el hombre están en capacidad de producir ingresos
económicos suficientes para vivir bien. La mujer suele ser
muy disciplinada, aspecto que le favorece para mejorar la si-
tuación económica. El dinero que recibe no lo gasta en licor,
con amigas o en cosas inoficiosas; lo gasta en casa y con los
hijos. Por tanto déle tiempo al tiempo, no lo quiera todo de
una vez. Lo que tiene que hacer es programarse y compren-
der que usted puede.

VIDA SOCIAL

Por lo general se suele experimentar una sensación de so-


ledad, ya que, en muchos casos, los amigos de la pareja, son
los amigos de él y, dependiendo de los motivos de divorcio,
se pueden generar resentimientos y malos manejos, pues la
intervención de ellos aunque sea para mediar, termina por
complicar las cosas.
Lo mejor es buscar apoyo en la familia, en los amigos sin-
ceros, para que la vida continúe. Las actividades sociales se
deben compartir con los hijos, con alegría, para lograr un
verdadero esparcimiento. Se debe procurar buscar espa-
cios de recreación, en los que todos los miembros de la fa-
milia participen.
En un principio, como se suele quedar tan lesionado, pre-
cisamente se evita el compartir con gentes diferentes a la
familia, o con aquella persona que significa desahogo afec-
tivo. No se acelere, viva el momento doloroso, una vez pase
éste, volverá a nacer y con más ganas de vivir.
Las actividades sociales que vivirá en un principio, serán
las que sus familiares programen o las relacionadas con los
compromisos de sus hijos, pero pasado el tiempo usted em-
pezará a notar que no cuadra con el grupo, ya que casi to-
das las parejas son casadas, conviven juntas y, por lo tanto,
los temas son relacionados con los esposos, esposas, hijos y
familiares en general, resultándole a usted un tanto aburri-
do eincómodo. Ef ese momento deberá concientizarse de
la necesidad de ampliar su grupo de amigos. Tenga en cuen-
ta que sus nuevas amistades deben ser muy afines con sus
necesidades, tanto afectivas como de comunicación. Para ello
identifique, dentro de esas amistades, quiénes presentan las
características que necesita y busque, así, un acercamiento a
ellas. Si dentro de ese grupo no encuentra nadie afín, comu-
nique sus inquietudes de tal manera que, entre todos, en-
contrará a alguien con quien pueda iniciar amistad y en poco
tiempo tendrá un grupo con quién podrá departir, salir a
tomar un trago o realizar un paseo. Tenga en cuenta que
deberá distribuir el tiempo entre los hijos, el trabajo y las
amistades de siempre, no es bueno alejarse del todo de per-
sonas que la han acompañado en ese proceso de cambio de
su vida.
En ninguna circunstancia debe sentirse culpable. Si es
necesario sacar tiempo para los amigos nuevos, también son
importantes esos momentos de libertad debido a que así
podrá canalizar las posibles frustraciones y dificultades psi-
cológicas que deja el divorcio. Personas que hayan vivido
experiencias similares a la suya podrán entenderla, escu-
charla, acompañarla y aconsejarla cuando lo necesite. Des-
de una óptica más amplia y, sobre todo al haber vivido lo
mismo, usted no sentirá incomodidad ni crítica, situaciones
que si pueden presentarse entre personas que no han vivi-
do dichos procesos.
Hoy en día, existen grupos de personas separadas, que
comparten y programan actividades en conjunto. Se sien-
100 LILIANA MONTAÑA

ten amados y comprendidos. Ello no significa, necesaria-


mente, que esté buscando una nueva pareja, tan sólo, como
ser humano que es, debe tratar de superar lo vivido y qué
mejor que conociendo nueva gente.
Las experiencias reportadas por personas que han vivido
estas circunstancias, arrojan cifras interesantes sobre la gran
ayuda recibida, especialmente a ver la vida más indepen-
dientemente. La autocrítica les ayuda a ser realistas y posi-
tivas frente a cualquier eventualidad, aprenden a no depen-
der de nadie y a ser más prácticas, a tomar decisiones y pro-
gramar mejor la vida.
Hablando de programar mejor la vida usted debe estar
dispuesto a planificar la suya, a entender que cuando las
relaciones de pareja no pueden tener un final diferente al
divorcio, se debe ser realista y manejar los procesos inter-
nos que se experimentan de manera que permitan ampliar
su universo, en cuanto a los amigos, actividades y demás
elementos afines, pero sobre todo, como lo he expresado a
lo largo del libro, con una actitud positiva que se deberá
mantener todo el tiempo. Se ha ido la persona amada, pero
ha quedado usted, con sus hijos y un mundo por delante
para explorar.
Con los ejemplos vividos por muchas personas, usted se
ha podido ilustrar de lo que sucede cuando ocurre el divor-
cio. Sin embargo, existen diferencias entre unas personas y
otras. Después de tomada la decisión definitiva, algunas
personas se aislan por completo del mundo, se tornan amar-
gadas y recelosas. Se entiende que es lógico que quien ha
vivido una experiencia dolorosa no quiere volver a repetir-
la, pero no se trata de hacer lo mismo. Todas las experien-
cias nos dejan enseñanzas, las cuales nos invitan a cambiar
el esquema de vida. De ahí el adagio perder para aprender no
es perder. Por el contrario, se gana mucho más, porque es
volver a empezar con más seguridad y sintiéndose cada vez
más humano.
Reflexionar, en este momento, le ayudará a identificar las
fallas cometidas por su pareja y por usted mismo, la forma
como dejó pasar algunos detalles importantes o cómo la pa-
reja abusó de usted, y cómo no hizo mayor esfuerzo por
evitarlo. Así, en un futuro y cuando sea el momento, no
volverá a incurrir en esas fallas, aunque hay un detalle im-
portante para tener en cuenta: son las características de per-
sonalidad, las que hacen que unas personas sean diferentes
a otras, que tengan gustos y afinidades particulares, por lo
tanto, para algunos, resulta a veces difícil lograr el cambio.
Algunas personas se sienten víctimas de la situación y de la
vida, por lo cual pasan muchos años antes de que
reconsideren que dentro de ellos existe algo que no anda
bien. Resulta más cómodo culpar a los demás de sus pro-
pias faltas, para experimentar, al final, la soledad.
En estas circunstancias, es difícil ampliar el círculo de
amigos debido a que el divorciado se suele tornar egoísta e
intransigente. Recomendable una terapia psicológica para
manejar esas dificultades y lograr mejoría. Una alternativa
es darse verdadera y espontáneamente a los demás, sin ol-
vidar, lógicamente, que sólo hasta cuando se sienta
compenetrado con alguien, lo podrá hacer sin temores.
Lo mejor para los recién separados es refugiarse en su vida
profesional (el trabajo) y social. Actividades que la ayuda-
rán a colmar el vacío que se experimenta cuando se marcha
la persona con quien compartía un espacio. Es aconsejable
que la persona no se encierre, por el contrario, debe salir a
conocer nueva gente cuando se sienta preparado, practicar
un deporte u otras actividades recreativas, también es una
buena terapia. Recuerde que todo lo que dejó de hacer por
su pareja, ahora lo podrá realizar sin restricciones, sin pre-
mura de tiempo, convencido de que la vida sigue.
Otro punto importante para tener en cuenta, son los dife-
rentes estilos de educación. En muchas ocasiones los pa-
dres son los causantes de los problemas de los hijos, ya que
sar rra PNC IIODDADV
102 LILIANA MONTAÑA

al separarse, deciden competir entre ellos por su amor y cada


cual, por su lado, trata de inculcarles que solo él o ella es
quien los quiere. Al existir esta rivalidad, los hijos se ven
atrapados en un dilema: no saben a cuál de los dos creerle, a
quien recurrir u obedecer. Si en estos casos no se logra un
criterio compartido, todos en la familia sufrirán las conse-
cuencias.
Los estudios sobre drogadicción y delincuencia demues-
tran que la causa primordial de estos problemas en losjóve-
nes, es la actitud de los padres, no tanto por ser permisivos
y autoritarios, sino, más bien, por la inconsistencia de los
principios y valores inculcados en su educación. El hecho
de compartir y apoyar los diferentes puntos de vista es más
importante que la misma selección de un método de crian-
za. Por ello es conveniente llegar a un acuerdo sobre la edu-
cación de los menores, en la que se incluyan los dos puntos
de vista y, en el caso de los adolescentes, tenerlos en cuenta,
dejándolos participar y opinar activamente hasta llegar a
un punto equitativo.

La ley de divorcio

Los conocimientos que se tienen, en general, sobre los pro-


cedimientos legales de divorcio son mínimos. En cambio
existen innumerables mitos que dificultan el recurso de la
ley para solucionarlos. También existen muchos casos en
los que la falta de ética y buen manejo por parte de algunos
abogados han perjudicado considerablemente a muchas per-
sonas y menores. Por ello y pensando en el bienestar de la
familia, las leyes han evolucionado considerablemente, fa-
voreciendo en primera instancia a los menores, ya que siem-
pre quedaban en la mitad del conflicto de pareja y eran los
más perjudicados.
¿OTRA VEZ SOLOS? 103

CAUSALES DE DIVORCIO

Dentro de las causales de divorcio encontramos las si-


guientes: la infidelidad, el maltrato físico y psicológico, el
incumplimiento de la obligación alimentaria, abandono del
hogar, la condena por delitos comunes y no políticos, la bi-
gamia y el incesto, o por mutuo acuerdo.
Cualquiera que sea su caso lo más recomendable es con-
sultar con un abogado especialista en familia, así podrá to-
mar el rumbo acertado.
En este acápite sólo pretendo dar algunas pautas e infor-
maciones generales, con el fin de que se tenga una ligera
idea, porque en verdad cada causal trae implícitas normas
y reglamentos jurídicos muy claros y precisos.
Maltrato físico y psicológico. Se deberá demostrar por
medio de testimonios, que pueden ser de amigos, familia-
res y vecinos. En este aspecto son muchas las mujeres que
sienten temor de presentar alguna queja debido al chantaje
de que son víctimas por parte de la pareja, y en el caso del
maltrato al hombre, —por que hoy día se presenta con cierta
frecuencia, éste suele sentir vergúenza de presentar una que-
ja dada su posición de macho-. Lo cierto es que en ambos
casos se deben presentar a medicina legal en donde dicta-
minarán la gravedad de las lesiones y, por tanto, el castigo a
imponer. En estos casos tanto la ley como las normas
policivas han cambiado muchísimo, los dos cónyuges, por
lo general, quedan detenidos hasta tanto eljuez determine
el paso a seguir. Debido a la alta frecuencia de casos de vio-
lencia intra familiar, la ley ha determinado un apoyo
policivo, activo y permanente y la prisión hasta por tres años
a quien reincida. Por lo tanto, no debe sentir temor de que-
jarse todas las veces que sea necesario. Debemos compren-
der que no es normal que un hombre o una mujer se agre-
dan, por cualquier discusión o situación polémica. Esto no
es amor, es una relación sado-masoquista, de la cual se debe
104 LILIANA MONTAÑA

salir lo antes posible. Lo más recomendado es un tratamiento


psicológico y, en casos extremos, psiquiátrico.
La infidelidad: antiguamente sólo se castigaba a la mujer
y se le permitía al hombre. Hoy quien pueda demostrar que
su pareja le es infiel puede solicitar el divorcio, salvo en ca-
sos en que lo perdone o tolere. Pero para el caso del divor-
cio, la infidelidad se deberá demostrar con pruebasytesti-
gos.
Abandono de hogar: cuando una mujer o un hombre se
marchaban de casa por alguna razón, se pensaba en el aban-
dono del hogar como delito. Antiguamente sí lo era. Hoy
no se considera un delito como tal, pero sí es otra causal de
divorcio, ya que dependiendo de las condiciones de vida, a
algunas personas les resulta imposible convivir con la pare-
ja, pero cada caso es estudiado por las autoridades compe-
tentes, quienes, de acuerdo a las causales, procedena reali-
zar la separación de cuerpos y luego decretar el divorcio.
Obligación alimentaria: cuando alguno de los cónyuges
no cumple con la obligación de aportar al hogar su cuota
económica el otro cónyuge puede proceder a establecer una
demanda de alimentos o en su defecto el divorcio, ya que
hoy día se considera igualmente obligatorio a los padres
cumplir con la alimentación, educación, salud y recreación
de los hijos, por partes iguales. Para el caso del divorcio va
implícito que la mujer si es que no trabaja, debe hacerlo a
partir de ese momento pues el hombre no tiene ninguna obli-
gación económica para con ella.
En la mayoría de los casos, quien lograba un aumento de
capital y bienes trataba de perjudicar a la pareja, creando
un verdadero caos familiar, en donde la situación económi-
ca era precaria. Las constantes amenazas solían amedren-
tar al cónyuge más débil, quien, para evitar esta condición,
terminaba por ceder a los caprichos del otro, sin importara
que tenía derecho o no.
¿OTRA VEZ SOLOS? 105

Es corriente que la mujer que no goce de un respaldo eco-


nómico que le permita independizarse del hombre, sea so-
metida, dado un poder mal enfocado, trayendo como con-
secuencia actos de injusticia contra la propia familia.
Para buscar solución a la parte económica y de bienes, se
puede consultar un abogado de familia y empezar los trá-
mites de separación de bienes. En estos casos la ley estipula
que los bienes adquiridos durante el tiempo de unión se
repartirán por partes iguales, haciendo para ello un inven-
tario de las cosas y bienes adquiridos para, determinar la
cuantía y proceder a repartirlos. Se ha visto que muchas per-
sonas tratan de ocultar sus bienes traspasándolos a otras
personas, regalándolos, etc..

Pero la ley es rígida en ello, ya que quien los recibió debe-


rá regresarlos en partida doble, como castigo por infringir
la ley. Así que si los bienes no aparecen a nombre suyo y
fueron adquiridos durante el tiempo de unión, por ley le
pertenecen la mitad; los menores también tienen todo el
derecho sobre dichos bienes. Sobre este punto existen mu-
chas dudas y temores. Por ello se aconseja que se analice la
situación y se acuda, a un abogado de familia o a alguna
entidad del gobierno para pedir mayor información.
Por lo general, la mujer piensa en la parte romántica del
divorcio, en el dolor y en los hijos, el hombre, generalmente
lo hace en la parte económica, por lo que actúa antes que la
mujer y, en muchas ocasiones, cuando menos piensa ésta, lo
ha perdido todo. Sin olvidar esa naturaleza linda de ser
mujer, se debe también ser un poco desconfiada, para parti-
cipar activamente en la economía del hogar y estar entera-
da de todo proceso económico, no sólo pensando en un po-
sible divorcio sino también en la viudez. Muchas mujeres lo
han perdido todo por no tener conocimiento del proceso
económico dentro del matrimonio y cuando el esposo falle-
ce termina en manos de charlatanes y ladrones. Por lo tanto
106 LILIANA MONTAÑA

parte del crecimiento de la pareja se da, también al compar-


tir gastos y ganancias, el aprender a trabajar o construir el
futuro familiar.
En algunas ocasiones, las personas no recurren a solicitar
el divorcio jurídicamente ya que sienten temor de perderlo
todo y quedar desprotegidas. Lo anterior sucede en los ca-
sos en los que el esposo es quien sustenta el hogar, situación:
que se presenta para manipulaciones y malos tratos. Por
tanto aconsejo que, abandone el temor en este sentido y ac-
túe. Aun abogado de familia puede comentar el caso y él la
asesorará en el sentido de manejar correctamente la situa-
ción. No se someta a malos tratos por la situación económi-
ca, usted vale más que un plato de comida, haga valer sus
derechos de esposa.
Cuando usted ha entrado en el proceso jurídico de divor-
cio querrá que pase rápidamente, pero no se desespere, ten-
ga claro que estos procesos suelen ser demorados. Final-
mente se le dará una buena estabilidad económica a usted y
a sus hijos. El éxito también radica en contactar a un buen
abogado, que sea ético y vele por el bienestar de los suyos.
Trabaje en ello y para ello únicamente cuando la situación
lo amerite.
El deber conyugal: esta causal de divorcio está determi-
nada por el deber que tienen los esposos de satisfacer las
necesidades sexuales de su pareja, quienes se deben mutua-
mente fidelidad, respeto, apoyo y comprensión en todas las
circunstancias. Cuando se presenta un incumplimiento de
tipo sexual en la pareja, ésta se convierte en causal de divor-
cio, ya que el hecho de convivir en pareja conlleva satisfacer
todas las necesidades, incluida la sexual. Una vez identifi-
que el problema, trate de consultar con un psicólogo. Si no
se puede superar esta dificultad, la consulta es con un abo-
gado.
¿OTRA VEZ SOLOS? 107

Bigamia: el hecho de que una pareja se haya casado por


la Iglesia o por la jurisdicción civil, le impide a cualquiera
de los cónyuges establecer un nuevo vínculo de tipo legal.
Por tanto, es importante que usted disuelva dicha unión
con el fin de proteger su patrimonio y su situación civil. Fren-
te a la posibilidad de que en un futuro se tenga una nueva
relación, la persona que viva en unión libre o tenga matri-
monio fuera de Cólombia perderá todos los derechos sobre
los bienes adquiridos si no tiene definida y legalizada la se-
paración con el vínculo anterior. Y, en el peor de los casos, la
persona que fue su pareja anterior le puede anular ese vín-
culo actual. La bigamia es considerada un delito muy deli-
cado en nuestras leyes, si no fuera así cualquier persona po-
dría tener las esposas o esposos que quisiera.
Incesto: cuando alguno de los padres sostiene relaciones
sexuales con uno o más de los hijos ya sea a la fuerza o por
intimidación. En Colombia estos casos suelen ser más fre-
cuente de lo que imaginamos, en estratos sociales bajos es
casi normal que el padre inicie a sus hijas en la vida sexual,
colocando a la pareja en una postura permisiva y de maltra-
to para la menor, pues sería de esperar que la mamá denun-
ciara ante las autoridades el caso, pero no lo hacen porque
es el hombre el que aporta lo económico y por lo tanto do-
mina. La ley castiga a los padres incestuosos con la pérdida
de la patria potestad de los menores, los cuales son llevados
a LC.B.E y en todos los casos, el padre abusador debe ir a
prisión.
Tenencia de los hijos
Una vez realizado el divorcio de los padres el paso a se-
guir es la tenencia de los hijos. Desdichadamente, se sigue
presentando la situación de que el cónyuge que tiene ma-
yor capacidad abusa de esta condición, amenazando a la
pareja con quitarle los niños, con no darle aporte económi-
co, con dejarlos en la calle. Situaciones como ésta dan lugar
108 LILIANA MONTAÑA

a que el menor experimente un fuerte temor por lo que pue-


da pasarle. Por esto la ley ha creado correctivos tendientes a
vigilar y proteger la salud física y mental de los menores ya
que los padres, sin darse cuenta, con estos comportamien-
tos y actitudes generan un daño grave.
Quienes han elaborado las leyes son conscientes de la obli-
gación de decidir con sumo cuidado con quién quedará el
menor, al fin y al cabo se trata de definir el futuro de éste.
También hay que ser conscientes de que el vínculo filial no
termina allí, pues quien no tenga la custodia seguirá siendo
el padre o la madre del menor y no se le impedirá verlo y
compartir con él. Para ello se da un horario y se fija una
cuota alimentaria. Al mismo tiempo, la ley es muy clara y
rígida cuando se trata del bienestar moral y psicológico del
menor. Bajo ninguna circunstancia se permite que quien
quede a su cargo influya en el niño para que repudie a quien
perdió la custodia. Al contrario, se le debe dar la libertad
para que lo conozca y sea quien determine su unión y cre-
dibilidad hacia él. Las presiones e influencias sobre el me-
nor son perjudiciales, porque los padres pueden estar re-
sentidos, lo que les impide ser suficientemente objetivos.
Los motivos por los cuales un padre o una madre pueden
perder la custodia del menor deben ser consultados a un
abogado de familia, quienes explicarán los procedimientos
a seguir y la forma de pedir la custodia.
Por tanto, no sienta temor, ilústrese e infórmese sobre lo
que debe hacer y así podrá manejar la situación en forma
ecuánime, quedando usted verdaderamente tranquilo.

No piense en su situación de divorcio todo el tiempo.


Aprenda a esperar y, sobre todo, no confie únicamente en
ello. Vaya trabajando por su lado, de tal suerte que también
sienta que usted puede obtener los ingresos que le permiti-
rán vivir con tranquilidad, a usted y a sus hijos.
¿OTRA VEZ SOLOS? 109

Una vez el juez determina la disolución de la sociedad, se


experimentan distintas emociones, que van desde el senti-
miento de libertad hasta tristeza y soledad. Jurídicamente
se ha legalizado el divorcio y ya no se puede dar pie atrás.
En este momento sus reacciones también sufrirán un cam-
bio considerable. Sentirá alegría, tristeza, depresión ansie-
dad y zozobra; sentirá que en verdad ya no hay nada que
los una a excepción de los hijos, quienes crecerán y vivirán
sus vidas. Usted pasará a ser el centro de esta nueva fami-
lia. Sí, en verdad, es una familia nueva y deberá determi-
nar, con sus hijos, nuevas reglas, las cuales se deben cum-
plir. Ya no estará presente el padre o la madre según el caso;
por lo tanto, no debe olvidar que en este momento su acti-
tud determina el éxito o desgracia de esa nueva familia. Siga
los pasos sugeridos y verá cómo se pueden manejar y ver
mejor las cosas.
No sobreproteja a los hijos ni los utilice todo el tiempo
como fuente de amor y afecto, porque puede llegar a sofo-
carlos. En este momento, la actitud de muchos padres es
cuidarlos, vivir pendientes de ellos a tal punto que se olvi-
dan de sí mismos. Es como si, en el fondo, se sintieran cul-
pables. Muchos padres también asumen una actitud un tan-
to sumisa, la cual puede ser malinterpretada por el menor y
convertirlo en tirano. Un ejemplo de ello lo da la mamá,
quien, a partir del momento en que el esposo se va, acuesta
a su hijo todas la noches con ella. Esto le crea al chico un
problema de dependencia que se debe evitar.
A continuación veremos cómo salir mejor librado de la
situación.

PREPARÁNDOSE PARA ENFRENTAR EL PROCESO

Nunca antes se había imaginado tener que enfrentarse a la


persona que más amó, en el estrado, ante unas personas ex-
trañas, ante unos jueces, quienes harán eso: juzgar y determi-
110 LILIANA MONTAÑA

nar quién tiene la razón, cuál de los dos cónyuges es inocente


o hacia quién dictaminarán el favorecimiento.
Tendrás que ver a esa persona amada como tu rival. Des-
graciadamente no se logró un común acuerdo y por ello es-
tán ahí. Según las circunstancias en que se haya desarrolla-
do el divorcio, igualmente será el proceso.
Por ello, en términos generales, se verá en las páginas siguien-
tes cómo deben prepararse para ese momento, para no sentir
culpabilidad y pelear por lo que en verdad les pertenece.
En primera instancia, por lo que se suele pelear siempre
es, precisamente, por las cosas materiales, elementos que
deberían compartirse en conciencia. Si se adquirieron du-
rante el tiempo en que permaneció la pareja, pues pertene-
cen a ambos por igual. En este punto es muy frecuente es-
cuchar al hombre decir que todo le pertenece porque él ha
sido quien ha trabajado más, olvidándose de que si la mujer
no le dio dinero, le brindo ese apoyo moral, psicológico, que
todo ser humano necesita para crecer en todos los sentidos.
Sin embargo, esta actuación de la mujer, en verdad, no tiene
ningún valor ante los ojos del hombre quien suele, por lo
general, humillarla con estas adquisiciones. El hombre ol-
vida que esa mujer le ha entregado su cuerpo no sólo para
darle placer sexual, sino para darle unos hijos que serán un
apoyo en el futuro, quienes lo acompañarán en la vejez, y
serán, también, el motivo para crecer económicamente. En
este aspecto no quiero caer en el error de serimparcial. Son
numerosos los casos que atiendo en consulta referente a es-
tas actitudes, por eso quiero enseñar a las personas a en-
frentar estos procesos e invitar al cambio, siempre en bene-
ficio de los menores y de la pareja en sí, los menores nunca
tienen culpa de que sus padres no se hayan entendido.
Por tanto, lo mejor es llenarse de valor, apoyarse en un
buen abogado, honesto y profesional, que le ayude a defen-
der, sus derechos y los de sus hijos.
1. Convénzase de que estos elementos materiales también
son suyos. Usted acompañó a su pareja en la adquisi-
ción de ellos, le dio consejos, le ayudó a ahorrar dinero,
economizándole los gastos de la casa, le dio ánimo y
fue su representante. Precisamente, por todo eso, las
leyes están a su favor. En el caso de la mujer tenga en
cuenta que antes de conocerla, su esposo no poseía esos
objetos; usted:fue la inspiración y motivo de crecimien-
to. Hoy día se da el caso contrario en el que el hombre
es quien reclama su mitad en lo económico, he conoci-
do casos en los que la mujer se capitaliza y el esposo,
no. También hay que aceptar que los bienes adquiridos
durante la unión son de los dos, independientemente
de quien los trabajó y consiguió, simplemente se infiere
que son de la sociedad conyugal.
2. No espere de su pareja una actitud diferente a la ira y el
resentimiento. En ese momento ustedes son rivales, us-
ted representa la persona que le quitará los bienes que
la otra considera propios. En caso de pelear por la tute-
la de los hijos la actitud también será esta. Si aún siente
que le ama, piense que ya no le ama a usted, porque de
serlo así, no estarían peleando.
3. Pida asesoría a su abogado, él conoce muy bien los pro-
cedimientos. Pídale que le explique las cosas que debe
decir, la forma de decirlo y por favor, déjese orientar.
Recuerde que él es el experto, ello le tranquilizará aún
más.
4. Durante los ratos que piense en ello, recuerde lo que el
abogado le ha sugerido, practíquelo y, sobre todo tenga
en cuenta que usted escuchará de su pareja cosas injus-
tas que no son verdad. Ante esta actitud haga caso omi-
so y continúe concentrado en sus objetivos. Piense que
su ex, lo hace por defenderse. Este punto es delicado,
ya que han sido muchas las personas que han difamado
de la honra de su pareja al no tener otro argumento que
112 LILIANA MONTAÑA

presentar. Por tanto, si usted sabe que no es de reputa-


ción dudosa, siéntase tranquilo, no deje que esto lo afecte.
5. Hoy día los abogados expertos en el manejo de estos
procesos, exigen a las parejas el respeto mutuo todo el
tiempo. No ofenderse, ya que se están tratando hechos
reales. No pierda tiempo en minucias y consiga las prue-
bas necesarias para demostrar que usted tiene la razón.
El derecho no trabaja el sentimiento, trabaja sobre las
pruebas y sobre los hechos. Por tanto, si ya tiene las
pruebas exigidas, siéntase tranquilo.
6. Durante la sesión, piense y mire a su pareja con ojos
críticos. En verdad está mostrando el rostro que usted
jamás pensó que tuviera. Ello le ayudará a olvidarla y a
frenar los sentimientos, aunque también han sido mu-
chos los casos en los que las parejas no resisten ese pro-
ceso y, sin darse cuenta terminan en reconciliación. Sin
embargo, sea objetiva. Si aún desea volver con él, tan
sólo observe sus actuaciones y concluya.
7. Mantenga el control de sus actuaciones todo el tiempo.
No debe dejarse llevar por la ira. Este momento pasará.
Luego, en compañía de sus hijos, usted se podrá sentir
mejor. Las sesiones que se realizan durante el proceso
de divorcio son un tanto largas y dispendiosas. Vaya
preparado para eso.
8. Otro punto para tener en cuenta es la forma como usted
debe hablar. Recuerde que está siendo calificado. La
forma de vestir también es importante. Todo ello influ-
ye. Detalles como estos le darán mayor seguridad; por
tanto siéntase tranquilo y actúe con seguridad, confíe
en su abogado y en usted mismo.
Cuando haya terminado el proceso, si ha salido el fallo a
su favor, aprenda a manejar las finanzas ya que en sus ma-
nos ha quedado el futuro de sus hijos y el suyo propio. No
haga locuras ni gastos desmedidos, aprenda a manejar el
¿OTRA VEZ SOLOS? 113

dinero y saber invertir. No suele faltar quien le quiera acon-


sejar, tenga cuidado.
En el caso contrario, no se desespere. Al principio sentirá
que se le derrumbó el mundo pero, al final, todo pertenece a
los hijos. Así que deberá empezar de cero y con mayor segu-
ridad ya que deberá ayudar a sus hijos. Si usted se programa
para trabajar, irá adquiriendo sus propias cosas y sentirá
mayor placer cuando las tenga. Pero prográmese, trácese
metas y objetivos claros. En un principio le parecerá difícil,
pero siempre existen formas de lograr esas metas. No desfa-
llezca. Por el contrario, tome fuerzas y trabaje duro para lo-
grar el bienestar de los suyos, usted puede. Tan solo convén-
zase de que puede y lo logrará. Las leyes tampoco la dejarán
sin apoyo. No será como lo esperaba, pero su pareja deberá
velar también por el bienestar de los menores.
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E
CAPÍTULO II

La vida nos presenta obstáculos aparentemente


difíciles, pero cuando los superamos nos
abre puertas maravillosas.
A. Vidal.

Hacía una vida nueva

La ruptura de un matrimonio luego de compartir posi-


blemente varios años con una persona, de amarla, odiarla,
exige valor, supone una aflicción y, a veces, puede provocar
una sensación de angustia.
Jamás resulta fácil, incluso si uno de los cónyuges aban-
dona el hogar por una tercera persona. Él o ella padecerán
un sentimiento de desorientación y una sensación de pérdi-
da y de fracaso personal.
Aunque el matrimonio haya resultado desastroso duran-
te cierto tiempo anterior al divorcio, los días y las noches
pueden resultar vacíos sin la otra persona.
Aprender a vivir sin la otra persona supone la difícil ex-
periencia de la soledad. Si los hijos viven con usted resulta
tentador utilizarlos como sustitutos, como ya se planteó.
Esto, al final, no resulta bueno para ellos y, además, los hijos
no llenan completamente ese vacío.
116 LILIANA MONTAÑA
III IÁ KA

Es probable que las personas divorciadas experimenten


privación emocional al igual que económica por alguna re-
ducción en su nivel de vida, determinando así mismo senti-
mientos de inseguridad y agravio, los cuales es preciso supe-
rar. Generalmente, las personas experimentan la necesidad
de cambiar enseres, vivienda. Esto, en realidad, es inconve-
niente. Sumar más cambios le puede traer otros problemas.
La ayuda que en estos casos necesitan las personas no es
precisamente de los amigos, porque muchas veces compli-
can más los problemas emocionales al no poder dar la orien-
tación que se requiere (salvo en el caso de ser verdadera-
mente sinceros y objetivos). Es conveniente acudir a un psi-
cólogo o experto en duelos. Las personas en estos momen-
tos pueden padecer no solamente de estados conflictivos
sino, de insomnio, pérdida del apetito, conmociones o de-
presiones. En circunstancias como éstas es cuando en reali-
dad se necesita de tin experto o de un médico.
Lo que sí resulta claro en este momento es que se terminó
el conflicto, se finalizó algo para lo que usted en verdad no
se preparó y jamás pensó experimentar, pero que infortuna-
damente, le ha tocado asumir. En ese momento vienen a su
mente frases como: hasta que la muerte los separe, nunca te de-
jaré, sin ti no podré vivir, te necesito tanto como el aire para respi-
tar etc.

Todas esas frases no dejan otra enseñanza diferente a cómo


aprendí a depender de ti y ahora que te vas se terminó mi vida. Es
como si la sombra de ese ser al que amamos aún permane-
ciera en todos los lugares, en todas las cosas que nos rodea,
en la mirada de los amigos, en los sitios a los que concurría-
mos con frecuencia.
Sólo en ese instante comprendes cuánto dependías de tu
pareja, lo mucho que te habías entregado a él. Es cuando te
haces consciente de cómo la educación que te dieron en casa
te afecta, cómo los patrones culturales pesan frente a una
¿OTRA VEZ SOLOS? 117

pauta comportamental, la cual, en verdad, no deseabas so-


brevivir. Esta situación era propia de los demás, no para ti.
Otro factor que influye en ti en este momento, es, precisa-
mente, esa sociedad de consumo que enseña a las personas
a ser inseguras, a esperar que llegue alguien a su vida para
poder ser feliz. Con sus mensajes erróneos hace creer a las
personas que la meta en el amor es el matrimonio, cuando,
en verdad, el auténtico objetivo es hacerlo duradero y agra-
dable por siempre.
Dificultan estos procesos la vida de una persona a tal pun-
to que muchísimas nunca pudieron aceptarlo, superarlo y
disfrutar de la vida. Por medio de mensajes sutiles, a través
de la música y las telenovelas cuyo contenido es de por sí
trágico, triste y dependiente, se invita a la persona a parali-
zarse, a no actuar. Los comerciales de televisión, en donde
muestran un cuento divino alrededor de la familia, de paz y
fantasía que no corresponde, también cumplen con esa per-
judicial misión.
Los anteriores elementos, con sus mensajes, condicionan
al ser humano, quien al no lograr ese mundo de fantasía
que le ofrecen los medios de comunicación, presenta en la
mayoría de los casos una baja resistencia a la frustración,
tornándolo entonces, negativo, huraño, distante y puede lle-
gar a perder el contacto con el mundo que le rodea. Mien-
tras, la pareja está bien, en ocasiones nuevamente organiza-
da; ha tomado una actitud de objetividad frente a la situa-
ción, en donde ya ha pasado el conflicto y ha comprendido
que la vida, de igual manera, debe continuar.
Recordemos en este punto algo importante que estudia-
mos en el capítulo anterior y es precisamente el rol de vícti-
ma, ya que, en este momento, quien es abandonado, a quien
se le maltrató más, tiende a asumir este rol como norma de
comportamiento. A este individuo es a quien más los me-
dios de difusión enfocan su atención, pues es el que se
118 LILIANA MONTAÑA
— ——
e

presenta más frágil y fácil de manipular. De ahí que mu-


chas personas resulten perteneciendo a cultos religiosos poco
usuales, o perdiendo todo el capital al caer en el alcoholis-
mo, consumo de drogas o simplemente en el cigarrillo. Ac-
titudes todas ellas enfocadas a autolesionarse. Caben enton-
ces las siguientes preguntas: ¿qué me está pasando?, ¿por
qué me agredo a mí mismo”, ¿por qué todos mis actos están
contra mí? En verdad, quizás sólo hasta ese momento lo aca-
ba de identificar y no sabe cómo manejarlo.
También es importante tomar los conceptos dados sobre
los sentimientos que se empiezan a experimentar frente al
divorcio, para así entender las causa. En ocasiones no sole-
mos entender esos sentimientos, sintiéndonos generalmen-
te frustrados. ;
En este momento comprendemos exactamente cuán pre-
parados estamos para soportar las frustraciones, cuál es
nuestro nivel de resistencia a la frustración, sin que ello sig-
nifique que se deba guardar toda emoción. Al contrario, se
deben dejar salir las emociones angustias, tristezas, pero
moderadamente.

... A uno de los hospitales de Bogotá, entró por urgencias una


mujer de veinticinco años, quien se había tomado un frasco de
pastillas porque el esposo le había pedido el divorcio, y ella no lo
podía consentir. Adriana y Rafael discutían acaloradamente por-
que él había descubierto la infidelidad de ella. Adriana reaccionó
con amenazas, dijo que se quitaría la vida si él se iba y la abando-
naba. Ella pidió perdón por lo sucedido, pero él, muy dolido y
confundido, le insistió en que se iba. Durante la discusión ella
sacó un frasco de pastillas y se lo tomó en cuestión de segundos.
Rafael no tuvo tiempo de evitarlo. La reacción de las pastillas no
se dejó esperar, terminó interna en un hospital y bajo el manejo de
un psiquiatra...
¿OTRA VEZ SOLOS? 119

El ser humano no sabe cómo va a reaccionar en un mo-


mento determinado, si lo supiera, se podría generalizar su
comportamiento y sería fácil de controlar. Esto no significa
que no se tengan aproximaciones que permitan trabajar so-
bre ello. Lo que se quiere expresar es que la situación es
compleja. De ahí que la mayoría de personas, frente a un
situación conflictiva, reaccionan con intentos suicidas, reac-
ciones histéricas, comportamientos neuróticos, encamina-
dos a lesionarse o lesionar a su pareja, etc. Por tanto, debe-
mos identificar qué está pasando en nuestro interior para
exteriorizarlo conscientemente y poderlo controlar, a fin de
que nuestra vida sea más llevadera.

El duelo

Una paciente me expresaba:

Hemos escuchado en muchas ocasiones la historia her-


mosa y divina de Romeo y Julieta, cómo muere de amor el
uno por el otro, sin siquiera llegar a imaginar que quizás
algún día seamos nosotros los que vivamos o sintamos par-
te de esa historia, con la diferencia de que es la nuestra y
por ello tan importante a nuestro sentir. Es única y la más
dolorosa de todas, encontrando por supuesto a esta historia
una explicación lógica. Sí, ellos murieron por amor. En cam-
bio, yo estoy muriendo de tristeza al ver cómo ese ser, al
que amé tanto, me abandona, se aleja, ya no me ama o me
ha cambiado por otra persona. Me siento tan impotente...
Es un sentimiento intenso, pero indescriptible a la vez, en el
que todas, absolutamente todas las sensaciones son desagra-
dables a mi sentir. Y no puedo evitar sentirlas.
120 LILIANA MONTAÑA
FAA

Cambia tanto, en esos períodos la forma como se percibe


el mundo, que lo vemos tenue y gris. En él ya no existe nada
que me signifique paz o alegría y, a veces, hasta el deseo de
vivir. Deseo que esto no sea verdad, que sea un sueño, una
pesadilla de la que voy a despertar pronto. Pero no. Por el
contrario, paso mis noches sin conciliar el sueño. En ocasio-
nes, pasan los días sin poder hablar con la gente porque me
molesta mostrar mi debilidad, mi herida, o simplemente
porque ya me lo habían advertido y fui el último o la última
en darme cuenta de la realidad que me está oprimiendo el
alma. ¡Quién iba a imaginar que éste, nuestro amor tan in-
tenso y, en apariencia tan fuerte, terminaría así!

Todas estas reflexiones son propias de las personas que


inician el doloroso proceso del duelo, debido a que la pérdi-
da del amor puede producir emociones negativas.
La forma específica del sentimiento que surja, depende
de los conocimientos, creencias y actitudes de la persona y
de su percepción de la situación externa.
Esta pérdida puede ocurrir de diferentes maneras. Un
amante puede abandonar a su compañera por otro (a), dan-
do lugar a que su inconsciente tenga un matiz de celos, re-
sentimiento y odio. El sentimiento depende de la manera
como el sujeto perciba y entienda la situación, de la forma
de ver las cosas. (Young, 1979, p. 129).

Por otra parte, la persona amada puede enfermar o mo-


rir, lo que lleva a experimentar un sentimiento de tristeza y
pesar por la pérdida del otro. El desconsuelo implica mu-
cho más que simple tristeza por la pérdida.
Existe el sentimiento por la pérdida de alguien con quien
hablar, pérdida del compañero, de alguien con quien com-
partir el trabajo, alguien que te ayude, alguien a quien tú
puedes ayudar: el padre, la madre, los hijos, los amigos. En
verdad, el significado de la separación es más profundo y
¿OTRA VEZ SOLOS? 121

complejo de lo que imaginamos. Por ello, pasamos por una


serie de fases en las que experimentamos sentimientos que
van desde la ira a la tristeza, de la calma a momentos de
desesperación, para finalmente sobreponernos ala situación.
Estas fases se dan en todos los casos (la muerte de un ser
querido, la ruptura de un noviazgo o el divorcio), y en to-
das las personas. $e dan por las diferencias individuales y
la forma como cáda uno perciba y entienda la situación.
Por esta razón, a partir de ese momento e independiente-
mente de los motivos de separación, viviremos el duelo paso
a paso. Recuerde que es muy importante la ayuda que se dé
a sí mismo (ya sea por sus propios medios o con ayuda tera-
péutica), ya que por más que logre otras ayudas, nadie más
podrá soliviar su dolor. Por lo tanto, siéntalo, déjelo salir.
En verdad, el mejor aliado que tiene es el tiempo. Dé tiempo
al tiempo.

Primera fase

NEGACIÓN

Es ese instante, en el momento en que escuchas o ves lo


que en verdad jamás esperabas ver, lo que temías que un
día sucediera y para lo que no sabrías cómo actuar, es a lo
que más le sientes miedo: perder a ese ser querido o ver
cómo todo se acaba sin poderlo evitar, ya sea porque en rea-
lidad las cosas no funcionaron o porque él o ella han deci-
dido partir de tu lado para siempre. Pese a que en lo más
íntimo deseas que eso no suceda, y esperas que un milagro
lo cambie todo y tu vida vuelva a la normalidad y al equili-
brio aparente que llevabas, tienes la tendencia a pensar que
eso no puede estar sucediéndote a ti, que no es posible, que
ya regresará. O simplemente pensar en que era lo mejor que
122 LILIANA MONTAÑA
A AN

podía suceder, que existen más personas en el mundo a quie-


nes amar o que te amen.
En ocasiones, se cae en posición de evitar a toda costa
que suceda, rogando que no se vaya, cediendo a todo capri-
cho y cayendo en un servilismo que lo único que logrará
será que el proceso se prolongue y cause más daños, debi-
do a que las personas que son retenidas, pueden caer en
posiciones de abuso frente al cónyuge o llegar incluso hasta
el maltrato psicológico y verbal.
La forma de reaccionar en el caso del divorcio, depende
de las causas que dieron origen al hecho, así como de la
personalidad de cada cual y de la forma de ver el mundo.
Se da el caso de personas que han durado muchos años y
otras casi toda la vida sin salir de esta etapa. Una forma de
identificarla es cuando se dice a sí mismo y, en ocasiones a
los demás: Esto no puede ser; esto no me puede estar sucediendo
a mí, o tan solo: Mejor que se haya ido, ya pasará. En otros
casos: él (o ella) ya regresará arrepentido (a) y me buscará para
pedirme perdón, cuando en verdad ninguna de las dos situa-
ciones es factible, debido a que se ha llegado al fin de una
etapa y comienzo de una nueva vida.
Para muchas personas este instante se vuelve eterno, como
lo expliqué anteriormente, y tratan de inmortalizarlo dejan-
do todo tal como quedó el día en que partió el ser querido.
Otros lo rompen todo, lo botan al cesto de la basura, para
luego sumirse en un llanto de dolor profundo pues se sien-
ten solos y confundidos. No hay palabras ni consejos qué
escuchar, tan sólo esa voz interna de grito y dolor, de injus-
ticia o resentimiento. Empiezan a experimentar sensaciones
físicas, afectivas, mentales y a cambiar la forma de actuar
(sobre lo cual profundizaremos más adelante).
Una persona más o menos fuerte puede afrontar mejor el
hecho si se siente menos asustada frente a la situación. Ge-
¿OTRA VEZ SOLOS? 123

neralmente, la negación es una defensa provisional que pron-


to será sustituida por la aceptación parcial que permitirá
manejar mejor el dolor y la angustia de enfrentar el cambio.
Esta negación, si se mantiene, no siempre aumenta el dolor.
En ocasiones, la persona se acostumbra a ella, haciendo
que el dolor se maneje de mejor forma para más adelante
afrontar con más serenidad la vida de soledad y cambio.
e

Segunda fase

AFRONTAR

En el momento en que suena el teléfono, ves a alguien


parecido, escuchas ese disco, ves la foto o cualquier cosa
que te lo recuerde, y te das cuenta que te hace falta, ya no
está a tu lado, inmediatamente niegas, te dices que todo
cambiará, que ya regresará o simplemente que era lo mejor
para ti, que se fuera, y te das todas las explicaciones posi-
bles para auto-consolarte, te das cuenta de que es más duro
de lo que imaginabas. Algunas personas, en estos instantes
buscan diferentes mecanismos de escape tales como el en-
cierro, el llanto, evitar hablar de esa persona, tomar licor
con los amigos o refugiarse equivocadamente en alguien a
quien se suele magnificar y ver perfecto. Es más, en ocasio-
nes lo compara o la compara y encuentra que ese ser es su-
perior, que no tiene los defectos de esa persona. Por esta
razón se cometen errores y se suele caer en el vicio de saltar
de una cama a otra sin elaborar el duelo, es decir, sin olvi-
dar a ese ser, sanando con ello todo dolor, toda herida y, por
supuesto, reconociendo que uno también aportó errores a
la relación, errores por defecto o por exceso.
Como se suele saltar de negación a afrontamiento, es co-
rriente que una persona dure en terapia, de siete meses a un
124 LILIANA MONTAÑA
AA

año para olvidar. Depende del tiempo de relación, de la ca-


lidad de la misma y hasta de la dependencia, que conoce-
mos como entrega, para superar la experiencia y estar lis-
tos para recomenzar en la vida, ya sea solo o con otra pare-
ja. Cuando no se busca ayuda, una persona puede llegar a
no superar nunca el trauma debido a que hay muchas cosas
para elaborar y es más fácil lograrlo por medio de terapia o
grupos de apoyo, en donde se compartirá con personas,
hombres y mujeres que están en igual etapa de la vida.
En este aparte voy a detallar, paso a paso, los sentimien-
tos que usted experimenta, la forma de ir soliviando y cómo
superarlos, no sin antes darle a conocer los últimos hallaz-
gos científicos al respecto, es decir, la explicación del por-
qué nuestro sistema nervioso se altera por completo y con
ello nuestro sentir y nuestro actuar.
El enamoramiento se caracteriza por una vasculación que
va de lo inconcreto a la obsesión. Aparecen síntomas como
taquicardias y sofocamientos, acompañados de ansiedad y
esperanza, que bañan el cerebro de sustancias (es decir, un
aumento en la producción): difeniletilamina (especie de
anfetamina natural), dopamina o adrenalina que se encar-
gan de producir los estados de euforia y encantamiento pro-
pios de la grandeza del momento. Esto hace que el cerebro a
su vez se defienda de tanta alerta y produzca opiáceos
endógenos (las endorfinas), generando paz y tranquilidad
y produciendo una especie de adicción o intoxicación orgá-
nica agradable. (Enciclopedia de la Psicología. Tomo 1, pág. 124).
Por tanto, una vez se entra en conflicto y se afronta la
ruptura, baja automáticamente la producción de estas
sustancias, produciendo sensaciones muy desagradables
como la tristeza y la melancolía hasta llegar a la depresión.
Debemos recordar que los estados de ánimo están sometidos
al equilibrio-desequilibrio de neurotransmisores cerebrales
(dopamina, noradrenalina, serotonina). Por esa causa, en
¿OTRA VEZ SOLOS? 125

momentos de angustia experimentamos la falta de estos


neurotransmisores que nos producen el estado de ansiedad
y agonía que no sabemos enfrentar. Por ello, muchas perso-
nas prefieren seguir en una relación tortuosa antes que
aceptar la ruptura, para ellos es mejor soportar una relación
conflictiva que los síntomas del duelo, pese a que, en el
fondo, son conscientes de que tarde o temprano esto termi-
nará por cansarlos.
Hasta ahora se ha profundizado en el punto álgido de las
emociones. Una vez comprendas que esa sensación de ago-
nía nos sucede a todos los seres humanos, sin excepción, en
mayor o menor grado cuando enfrentamos ese doloroso pro-
ceso de la ruptura, podrás entonces manejar mejor tus emo-
ciones. Estas van desde la tristeza hasta el odio, como lo
explicamos anteriormente y lo vamos a profundizar ahora.

... Pedro se enteró de que su esposa le era infiel con un compañero


de oficina, por medio de una llamada telefónica en que le describían
situaciones que sucedían cuando él estaba ausente de casa. Los
amantes solían verse a escondidas aprovechando que viajaba mucho
por sus ocupaciones. A él le pareció imposible, pues estaba seguro de
su amor y entrega, por lo que al llegar no le comentó nada. Pasaron
los días y ella continuó con las salidas frecuentes, no creía que pasa-
ra nada. Un día, Pedro salió de compras a un centro comercial con
su mejor amigo, quien le había aconsejado no ser tan confiado por-
que, según le decía, con las mujeres nunca se sabe nada. Entrarona
un almacén a preguntar algo y, al salir, no podía creer lo que estaba
viendo: su esposa jugueteaba con él, sí, con el compañero de trabajo.
El amigo tuvo que sostenerlo, sintió desmayarse. Sin embargo, se
ocultó y esperó a que se alejaran. El amigo, consternado, le pregun-
tó qué iba a hacer y respondió: "Puede ser una simple coincidencia;
quizás salieron simplemente a dar una vuelta y coincidimos”. El
amigo lo regañó diciéndole: * ¿Pero qué más pruebas quieres?”. Al
llegar la noche, le preguntó a la esposa. Ella al verse descubierta le
126 LILIANA MONTAÑA
nn == ——=

dijo: "Efectivamente, salimos a hacer unas compras”. Él se tranqui-


lizó un poco pero, con el correr de los días, las salidas y excusas se
volvieron más frecuentes, hasta que la esposa le pidió el divorcio.
Aún en ese instante le parecía mentira lo vivido. Acudió al psicólo-
30 porque seguía esperando que su esposa apareciera pidiéndole per-
dón y lo olvidaran todo. Pero, no, los amantes se fueron a vivir
juntos y Pedro quedó al cuidado de su pequeño Daniel...
.....

Generalmente, en esta etapa, los amigos y familiares jue-


gan un papel importante ya que, por medio del diálogo, lo-
gran hacer que la persona acepte. Esta aproximación debe
ser cuidadosa, puesto que no se debe obligar al afectado a
hablar del tema. Debe ser un acto espontáneo.
Por otra parte, se suele dar una reacción típica, el aisla-
miento. Muchas personas evitan tener contacto con otras,
con el fin de evadir esa pregunta molesta: "¿Qué ha pasado
con fulanito?, ¿no ha vuelto?", etc. Por unos días el aislarse
es bueno, porque permite analizar, aceptar, pero cuando el
aislamiento es demasiado prolongado, hace que la persona
llegue hasta enfermar. Por tanto, hay que ayudarla asalir. Si
quiere llorar, hay que dejarla; si quiere hablar de esa persona
todo el día, déjela. Es la necesidad de él (ella) y no la suya.
Valorará en usted precisamente esa paciencia, ya que con los
días se va sintiendo acompañada. Cada persona es un mun-
do, pero como todos nos enamoramos, todos podemos, paso
a paso, ir saliendo de él.

Algunas personas, en esta etapa, presentan intentos sui-


cidas, reacciones psicóticas y mecanismos de escape como
tomar en exceso licor, tranquilizantes, etc. Por tanto, lo me-
jor en este momento es:
1. Trate de tranquilizarse. Este momento es difícil, usted
siente que el mundo ha caído a sus pies, que se de-
rrumbó el castillo. Pero inténtelo, tomando agua, ca-
¿OTRA VEZ SOLOS? 127

minando, haciendo algo que le signifique tranquilidad.


Usted sabe mejor que nadie cómo hacerlo, se conoce.
Si hay demasiada alteración en el momento de crisis,
los psiquiatras recomiendan algún tranquilizante sua-
ve mientras pasa la sorpresa. Se recomienda, por pat-
te de algunos psicólogos, el consumo de drogas sólo
mientras la crisis. Pasada ésta, el paciente debe tener
total capacidad de manejar la situación sin depender
de la pastilla.
2. Busque ayuda con alguna amiga, con la familia, con
_ alguien que la pueda escuchar y momentáneamente
acompañar. No se presione a hacer algo que no desea.
Exprese sus necesidades y angustias con el ánimo, sim-
plemente de exteriorizarlas, ya que las personas que
la rodean en este momento es muy poco lo que pue-
den hacer, salvo escucharla y hacerle recomendacio-
nes, las que quizás ni escuche, por la confusión en que
se halla. Lo más importante es hablar. Sí, hable todo el
tiempo, llore, reniegue si así lo desea, saque todo lo
negativo, ojalá a solas, con una amiga, pero nunca en
presencia de los hijos.
3. Busque ayuda espiritual. Independientemente del cul-
to religioso al que pertenezca, de las ideologías que
tenga, en estos momentos deberá recurrir a algo más
grande que usted, eso la hará sentir un tanto liberada
de la responsabilidad tan grande que significa el solu-
cionarlo todo.
4. Haga un listado de las cosas negativas de su pareja y
otro de las cosas positivas. Generalmente encontrará
más cosas negativas que positivas. Por tanto, empiece
por controlar los pensamientos de añoranza, el deseo
de cambio, de amor. Reemplácelos por pensamientos
reales que le inviten a entender que eran más las des-
ventajas de la relación que las ventajas. Este es el pri-
mer paso para empezar a olvidar.
128 LILIANA MONTAÑA
A A E

Tercera fase
IrA

Cuando se pasa de negar a afrontar, no se mantiene la pri-


mera fase de negación, esta es sustituida por sentimientos de
ira, rabia, envidia y resentimiento, surgiendo preguntas como
"¿Por qué yo?, ¿ por qué a mí?, ¿ qué hice para merecer
esto?", y así sucesivamente, sin hallar una respuesta lógica.
Esta fase es muy difícil de afrontar para la familia y las
personas cercanas, debido a que la ira se desplaza en todas
direcciones y se proyecta contra lo que le rodea, a veces al
azar. Es frecuente que los niños terminen por percibir la ac-
titud colérica por parte del padre afectado, haciéndolos sentir
aún más culpables y víctimas. No logran comprender por
qué mamá está así. Son muchos los padres que en este mo-
mento llegan a maltratar al menor, no sólo de palabra sino
también de acción, propinándole golpes ante la más míni-
ma situación, cuando son los niños quienes menos respon-
sabilidad tienen en el momento.
Pasadas estas reacciones, se suele responder con dolor,
culpabilidad, vergiienza, eludiendo a las personas que se
quieran acercar o acompañar, incluyendo la simple compa-
ñía de los niños, lo cual sirve para aumentar la incomodi-
dad y el disgusto de la persona afectada, debido a que quie-
nes la rodean terminan también por alejarse, por no ponerle
atención, agudizando el aislamiento.
Es bueno comprender que nos disgustaríamos si estuvié-
ramos en esta situación, si todas nuestras actividades y for-
ma de vida se vieran interrumpidas súbita y prematuramen-
te; si los planes y metas se quedaran sin terminar o que otro
los acabara.
A donde quiera que la persona mire, encontrará motivos
de queja. Tal vez al ver una película encuentre que el tema
es un amor de pareja eterno y romántico, por lo que se irri-
¿OTRA VEZ SOLOS? 129

tará aún más, es decir, tendrá una tendencia elevada a rela-


cionar todas las situaciones con lo que está viviendo. Si el
tema de la película es una tragedia amorosa, se dirá: "Es lo
mismo de siempre", sintiendo ira y generalizando: "Todos
los hombres (o todas las mujeres) son iguales, falsos", siem-
pre encaminado a calificarlos negativamente.
Muchos de quienes rodean a la persona en crisis, no com-
prenden que este sentimiento no es contra ellos, sencilla-
mente, que quien lo está experimentando es sólo una perso-
na que reacciona así ante las circunstancias.
Es importante que en este momento un adulto estructu-
rado y capaz de entender la situación, hable con los niños,
les explique que mamá o papá no tienen nada en contra de
ellos, tan sólo que se siente molesto y todo le incomoda, y
que por tanto deberán tenerle un poco de paciencia. Al mis-
mo tiempo hay que tratar de alejar por momentos a los ni-
ños, permitiéndoles jugar libremente, ya que ellos no sola-
mente experimentan el dolor de perder un hogar, a uno de
los padres, sino también sentirse culpables ante las reaccio-
nes de ira de su progenitor.
Otro resentimiento que se da cuando se le habla de tener
fe, de buscar apoyo espiritual, es renegar contra Dios. Él no
existe, si existiera no habría permitido que mis hijos per-
dieran a su padre o perdieran el hogar, no me habría ocasio-
nado tanto dolor, etc., todo antes de entender que Dios no
es culpable, que quizás ella puso su cuota para que la rela-
ción terminara o, simplemente, que Dios le está alejando de
una relación que sólo dolor le ocasionaba.
.oo..

Dora no hacía otra cosa que gritar y maldecir por la desgra-


cia que estaba viviendo, cayendo constantemente en ataques de
víc-
llanto incontrolado, porque todo el tiempo asumió el papel de
la
tima. Su única labor era ir al trabajo, en donde sus compañeras
130 LILIANA MONTAÑA
A—
E

rechazaban por el mal genio y los jefes comentaban que aunque


era buena trabajadora, si no cambiaba, tendrían que despedirla
pues sus compañeras se quejaban del maltrato y de su grosería.
Cuando le llamaban la atención asumía el rol de víctima, evitan-
do así que la despidieran.
Al llegar a casa solía encontrar el desorden típico de los niños
solos que sacan las cosas para jugar y distraerse, lo que la impul-
saba a darles golpes constantes, hasta el punto de que los vecinos
debían irrumpir en la casa para quitarle a los niños, pero ella vol-
vía a hacerlo además de que siempre hablaba mal de la pareja ante
ellos. Un día, al llegar a casa, la niña mayor no se encontraba,
preguntó a los hermanitos por ella, pero ellos, muy atemorizados,
respondieron no saber nada. Ella, muy asustada, fue a donde los
vecinos, pero tampoco obtuvo razón. Luego de dar vueltas y vuel-
tas, de volver a maldecir: “Lo que me faltaba, tras de cotuda y con
paperas, al caído caerle”, etc., finalmente decidió llamar al esposo
para ponerlo al tanto. Él le respondió que la niña estaba bien y que
no deseaba vivir con ella, por lo que fue citada en Bienestar Fami-
liar donde se decidió que, a partir de ese momento, el papá quedaba
a cargo de los niños...

Cuando la situación es la que maneja a la persona y no la


persona ala situación, se complican las cosas debido a que,
si bien es cierto que se siente dolor, irse a extremos no con-
duce a nada bueno. Por tanto, llega el momento de identifi-
car cuándo buscar ayuda profesional.
Usted quizás gastó mucha energía durante la relación, tra-
tando siempre de que las cosas funcionaran y sin darse cuen-
ta tuvo un deterioro, tanto físico como emocional, el cual se
manifestó precisamente cuando se hallaba más frágil. Esto
indica que sola no podrá enfrentarlo, necesita ayuda tera-
péutica, alguien que la oriente, que le ayude a canalizar esas
dificultades y a enmendar los errores que cometió dentro
de la relación.
¿OTRA VEZ SOLOS? 131

Tiene que entender que usted es la persona más impor-


tante, es decir, debe trabajar primero en usted, ya que es el
centro de la familia y ese centro debe estar equilibrado.
Son muchos los pacientes que acuden a consulta por due-
lo. Independientemente de la fase en la que se encuentren,
la que generalmente nunca ha analizado y ni siquiera iden-
tificado, se les suele ubicar frente a lo que ellos desean. Esto
ayuda a la persona a ubicar e identificar las necesidades.
Es importante tener conciencia de que el éxito de todo
tratamiento psicológico en el sentido de que se logra tener
total empatía con el terapeuta, significando así que lo consi-
dera ético y muy profesional depende del compromiso por
parte del paciente, ya que usted puede consultar al mejor
médico, pero si no sigue el tratamiento con juicio, inicial-
mente podrá sentir mejoría pero con el tiempo, sufrirá re-
caída. Esta suele ser más difícil de superar, pues se han per-
dido muchas defensas o se creó cierta inmunidad al proble-
ma. Por el contrario, si usted no busca ayuda, jamás podrá
superarlo, no tiene las herramientas, no sabe cómo canali-
zarlo. Han sido muchos los pacientes que habiéndose sepa-
rado hace mucho tiempo, aún no han superado, aún no han
olvidado, y, lo que es peor, el resentimiento y el dolor si-
guen intactos.
VENGANZA

Sentimiento que todas las personas experimentan en esta


los casos,
fase, debido a que han quedado, en la mayoría de
de
muy resentidas y dolidas por las circunstancias mismas
ndo que
la ruptura o por no aceptación de la ruptura, hacie
a castigar
la persona inicie una serie de planes encaminados
a la pareja por el dolor o daño causado.
esto,
En muchas oportunidades, los planes no pasan de ser
por frent e del
planes, de conseguir otra persona y pasarla
la persona
otro, de la otra, golpear a la persona, golpear a
132 LILIANA MONTAÑA
o ——— —

que se entrometió en la relación (si esta fue la causa), seguir


a la pareja, llamarla por teléfono, insultar, maldecir o desear
verla persona muerta. Esta situación produce por momen-
tos, sensación de tranquilidad al imaginar que se calma el
dolor de esa manera, pero vuelve a la realidad y no es capaz
de actuar por temor a las consecuencias. Sin embargo, en
muchos casos las cosas se complican y terminan en trage-
dias y hasta muerte corrientemente denominados actos de
ira e intenso dolor, en donde la mente del ser humano se pue-
de llegar a trastornar. Los rasgos de personalidad juegan un
papel muy importante en estos casos, lo mismo que la in-
fluencia de personas cercanas al dolido para evitar que se
llegue a la acción.
Los casos en los que las personas se desubican son difíci-
les de tratar, exigen remitir al paciente a psiquiatría o, en
otros, puede terminar en la cárcel pagando el precio del
descontrol. Debe evitarse el consumo de licor, el cual aflora
toda esa ira inconsciente con las consiguientes consecuen-
cias que van desde la simple agresión hasta causar lesiones
o la muerte a la pareja o a quien fue la causa de la ruptura.
Al pasar el efecto del trago y caer en cuenta del error come-
tido, ya es muy tarde. Por todo lo anterior, recomendamos
la terapia y la reflexión.
No importa entonces lo que se requiera en aras de la re-
cuperación. Usted deberá seguir los pasos, vivirlos, sentir-
los, afrontarlos y superarlos. En este proceso no sólo deberá
invertir tiempo, también invertirá dinero. Sí, lo invertirá en
usted por primera vez. Recuerde cuántas veces invirtió tiem-
po y dinero en cosas con tal de no perder a la persona ama-
da. Cuántas veces enfermó y tuvo que ir al médico, quien
finalmente no pudo dar un diagnóstico exacto de su enfer-
medad simplemente porque se trataba de un proceso de
somatización en el que usted, por temor a muchas cosas,
interiorizó sus temores y reacciones. Cuánto tiempo y ener-
gías invirtió en peleas, intentos, viajes, etc., para al final te-
¿OTRA VEZ SOLOS? o 133
MA
o

ner que afrontar lo que más temía: el divorcio. Recuerde: la


persona más importante es usted, haga esa inversión en
usted.
Es importante saber que el tratamiento también le exigirá
entrega y dedicación, esfuerzos, le ayudará a dejar a un lado
algunos malos hábitos que la perjudicaban. Si no trabaja en
ello, no logrará na verdadera y profunda recuperación.
Deberá removet escombros, sanar heridas del pasado, iden-
tificar temores, trazarse metas, en fin, darle un viraje total a
su vida.
El compromiso de su recuperación le significará dejar las
cosas que le producían daño. Por ejemplo, si acostumbraba
tomar licor para calmarse, o alguna droga, deberá dejarlos,
porque le impedirán vivir el dolor y recuperarse de él. No
tema sentir el dolor; vívalo. Esto le ayudará a fortalecerse y
le servirá en el futuro, para que, basada en esa experiencia,
evite en el futuro cometer los mismos errores.
Cuando una persona no racionaliza las experiencias, cuan-
do no las aclara en su interior, es muy probable que le vuel-
van a suceder. De ahí que se escuche decir a algunas perso-
nas que siempre dan con el mismo tipo de hombres o de
mujeres, que les suceden las mismas cosas una y otra vez.
El verdadero significado de ello es que no se está benefi-
ciando de la experiencia. Por tanto y con mayor razón, debe
comprometerse con la terapia.
Las siguientes son algunas recomendaciones que le per-
mitirán controlar esas manifestaciones de ira:
a
1. Deje salir esa ira. Puede hacerlo a solas, así no herirá
de su
nadie. Llore, reniegue, grite en una habitación
tome va-
casa, enciérrese cuando sienta la necesidad,
rios cojines y arrójelos, pégueles, descargue toda esa
energía negativa y esos resentimientos. Al cabo de un
rato, usted quedará exhausta y sentirá alivio.
134 LILIANA MONTAÑA

2. Practique algún deporte, el que le guste, o simplemente


salga a caminar a solas. Piense en las cosas que a usted
le gustan, lo que le gustaría hacer en el futuro. Es lo
que usted se merece, y se merece toda la felicidad del
mundo.
3. Aprenda alguna técnica de relajación que le permita
desconectarse de las cosas que le atormentan, por ejem-
plo, su pasado. En ese instante no piense en el pasado,
suelte su cuerpo y ponga la mente en blanco.
4. Asista a terapia psicológica. Con ello aprenderá a ra-
cionalizar su ira, a volcar su energía hacia cosas posi-
tivas, como el amor y la dedicación al trabajo (no en
exceso), a consentirse haciendo lo que antes no hacía por
que gastaba sus energías en él.
Siguiendo estas sugerencias sencillas, usted podrá vivir
en armonía con sus hijos y con usted misma, pudiendo por
lo tanto aceptar la realidad.
DEPRESIÓN

Cuando la persona no puede seguir negando la realidad


ni estallando en ira, cuando ve y vive y no sale de esa reali-
dad, sustituirá estos sentimientos por una sensación de pér-
dida, tristeza, melancolía, su comportamiento tenderá a es-
tar casi paralizado, a no querer realizar ninguna actividad,
la mirada perdida, la mente casi en blanco y, como manifes-
tación externa, el llanto, en ocasiones con la habitación a
oscuras, no se preocupará por bañarse y arreglarse, casi no
pronunciará palabras, estará en un estado depresivo pro-
fundo que le hará sentirse más desdichada o desdichado.
Generalmente, estas personas suelen sentir lástima de sí
mismas y no saben cómo salir de estos estados.
Cabe anotar que, dentro de los estados depresivos, exis-
ten dos tipos: una endógena, que consiste en que la persona
¿OTRA VEZ SOLOS? 135

presenta un déficit de alguna sustancia en el sistema ner-


vioso (pero no se va a profundizar en el funcionamiento del
sistema nervioso, ya que resultaría dispendioso), la cual ne-
cesariamente deberá ser tratada por un médico o un psi-
quiatra, el cual formulará algún tipo de droga que le permi-
ta al paciente lograr un nivel de equilibrio. Este tipo de de-
presión no se acomoda al caso, pues en la depresión endó-
gena, por lo general no existe ningún agente externo que la
genere.
El otro tipo de depresión es la exógena, la cual se presenta
cuando la persona tiene alguna dificultad. La reacción ge-
neralmente es de melancolía, pérdida del apetito, insom-
nio, llanto, angustia, rumiación del pensamiento, es decir, el
pensamiento se vuelve repetitivo, sensación de fracaso, baja
autoestima. El problema, por lo tanto, debe ser tratado por
un psicólogo, quien aplicará alguna de las técnicas conoci-
das para el caso, a fin de orientar al paciente ayudándole a
ver las cosas de manera diferente.
Fl estado inicial de la depresión, cuando se da una pérdi-
, es
da real (en este caso, perder al ser amado y el hogar)
reactivo, ya que el dolor que experimenta la persona produ-
io-
ce una reacción que se traduce en asumir todas las actuac
nes anteriormente citadas.
de-
Una segunda faceta de este proceso está dada por la
da
presión preparatoria, en donde la persona asocia la pérdi
económi-
no sólo al ser amado, sino también a la situación
más le
ca, al futuro de los hijos. Sentirá y pensará que nadie
volve r a amar a
va amar, o sencillamente que jamás podrá
miento
nadie, ni confiar en nadie, por lo que el comporta
na afect ada, es
que deben asumir quienes rodean a la perso
desde
intentar animarla, inducirla a que no mire las cosas
ándol a a mirar el
una óptica derrotista O desesperada, invit
o. Esta
lado positivo de las cosas, a llenar de colorido el futur
nte pero, una
actitud algunas veces funciona momentáneame
136 LILIANA MONTAÑA
E e a

vez experimenta la soledad o no está en contacto con al-


guien, generalmente recae, ya que por sí misma no posee
las herramientas. El manejo debe hacerse con énfasis en cam-
biar el pensamiento y aceptar la realidad.
La recuperación de la persona se va dando en forma esca-
lonada. Dentro de este proceso, es bueno tener en cuenta
que no todas las personas reaccionan de igual manera ante
los problemas: algunas analizan la situación, los pro y los
contra, y salen muy rápido de la crisis; otras seguirán en
crisis por mucho tiempo. Corrientemente el tiempo que se
da entre estas primeras etapas de duelo es de siete a doce
meses, siempre que sea dirigido por un profesional; por-
que, como se dijo anteriormente, algunas personas perma-
necen resentidas y melancólicas toda la vida.
A la persona que se encuentra depresiva por la pérdida
del ser amado, por la pérdida del hogar, se recomienda de-
sarrollar un tratamiento en el que se haga énfasis en el con-
trol del pensamiento, de las actuaciones y sobre todo en no
perder el contacto con la realidad y el mundo que lo rodea.
Se deberá vivir esa tristeza, hasta que llegue un momento
en el se diga No más. Estos pasos son:
1. Cambia de ubicación los enseres de la casa y la habita-
ción, si aún continúas en la misma vivienda de pareja.
Esto ayudará a sentir un aire diferente, sobre todo si
decoras a tu gusto. Serás tu misma quien determine el
día y la hora de hacerlo. Deberás estar preparada.
2. Si aún quedan pertenencias de él o de ella, recójelas y
guárdalas. Puede ser ropa, cartas, fotos, cualquier cosa
que te recuerde a esa persona. Colócalas en un arma-
rio, o en el lugar que a bien tengas. El día que recojas
estas cosas podrás experimentar tristeza y de repente
querrás llorar. No te detengas: llora, mira las fotos, lee
las cartas, laméntate de que él no esté en ese momen-
to, y luego guárdalas; después podrás sacarlas y mi-
rarlas cuantas veces lo necesites.
¿OTRA VEZ SOLOS? 137

3. Habla de tu ex pareja todo el tiempo, sí, con todas las


personas que quieras. Háblales de él o de ella, lamén-
tate de la situación, no importa que las personas te
digan: Ya no hables más sobre ese tema, debes olvidarlo.
No son ellos los que tienen la necesidad, eres tu.. Por
lo tanto, cánsate de hablar de ese tema.

Cuando alguien te vaya a hablar sobre él, escúchalo si


lo deseas: A veces la gente, con los comentarios, pro-
duce mucho daño, pero si se manejan estos comenta-
rios, puede que en verdad no te afecten y sí te ayuden
a entender que esa persona ha continuado su vida sin
ti, por lo tanto debes hacer lo mismo. No culpes a las
personas. A veces la gente es imprudente sin quererlo.
Si no quieres escuchar nada, pídele a esa persona que
cambie el tema o simplemente dile que no deseas es-
cuchar nada.
4. Si en un momento determinado sientes la necesidad
de escucharlo, eres tú quien tiene la necesidad y no
ni-
los demás. Sencillamente, marca ese número telefó
co y sin hablar escucha la voz. Si de repente hablas y
te rechaza, te sentirás tan mal que después, con sólo
pensar en llamar, recordarás lo mal que te sentiste en
ese momento. Si por el contrario, él o ella son ama-
n
bles, puede que lo sean sencillamente porque siente
pesar. Entonces, no permitas que nadie sienta lástim a
por ti.
ate
5. Vete alos sitios que frecuentabas con él o ella. Siént
en el mismo lugar, en la misma mesa. Recuerda cuan-
-
do asistías a ese lugar con esa persona, lo que habla
tico), O
ban, lo que compartían (en verdad era román
ipio
lo que sencillamente discutían. Puede que al princ
mism o por las
quieras llorar o termines riéndote de ti
que
cosas tan absurdas que hiciste, por las bobadas
sola o
pudiste haber comentado, etc. Si no deseas ir
pero
solo no lo hagas; búscate a alguien de confianza,
138 LILIANA MONTAÑA
Fe a —

hazlo. Debes ser consciente de que irás al lugar única-


mente para recordar a tu ex pareja. Asiste al lugar o
lugares cuantas veces lo necesites, hasta que te acos-
tumbres y ya no te produzca sensaciones. De pronto
descubres que el lugar ahora es más feo o más bonito.
Antes de llegar, puede ser que retrocedas algunas ve-
ces. No te preocupes, es normal. Recuerda que la me-
jor medicina es el tiempo. No te presiones a hacer co-
sas por los demás, hazlas por ti misma. También pue-
de que te saltes algunos pasos; eso depende de ti y de
la fortaleza que experimentes.
6. ¿Cómo están ahora tus sentimientos? Haz una evalua-
ción de ellos. ¿Aún sientes tristeza o rabia o crees no
sentir ya nada? Compruébalo mirando una fotografía
o, simplemente, arrojando a la basura las pertenencias
de él o de ella. ¿Qué sentido tiene guardar esas cosas?
¿O quieres seguir atado a un recuerdo, a un pasado?
Si quieres hacerlo, arroja esas cosas o guárdalas en un
lugar poco frecuentado de la casa, un lugar al que en
verdad sólo acudas una vez al año. Al cabo del tiempo
terminaras por botar esas cosas, ya sea porque necesi-
tas espacio, porque no te representan ningún valor. O
simplemente para no incomodar a tu nueva pareja.
7. Trata de ver a la persona, de hablar con ella. Esta últi-
ma prueba exige valor y templanza, ya que probará
en verdad cómo están tus sentimientos. Lo ideal es que
no sientas ira, rabia o tristeza. Tu afecto debe estar pla-
no. Si has logrado experimentar esto, quiero felicitarte
porque lo conseguiste. Lograste enterrar ese pasado.
Ya no amas a esa persona, has aceptado el reto y estás
más listo que nunca a empezar una vida tranquila, sin
rencores ni tristezas.
Este paso final es el más lindo de todos, pues se presen-
tan casos en los que resultan ser más amigos que nunca. En
¿OTRA VEZ SOLOS? 139

ocasiones se sientan y recuerdan las estupideces que hicie-


ron, las pilatunas y, por qué no decirlo, lo mucho que creían
que se amaban. Pero ahora, ha pasado el tiempo, la vida los
ha cambiado, los ha madurado. El hablar sobre cuánto su-
frieron, cuánto se odiaron y cómo creyeron no poderlo su-
perar, los lleva a comprender que en verdad fue más fácil
de lo imaginado.
Si sientes que aún lo odias o que aún lo amas, no te pre-
ocupes. Cada quien se toma su tiempo. Por lo tanto trata de
ubicar en qué estás, qué sentiste, y retrocede a hacer nueva-
mente el ejercicio.
Estos pasos los puede hacer sola o solo. Se te ha dado la
fórmula para que olvides a esa persona. Sin embargo, y para
mejores y mas rápidos resultados, lo mejor es tener un di-
rector; alguien que te controle, alguien que te ayude y te
sostenga sobre todo en las recaídas, alguien que te exija, a
veces uno necesita de ese tirón de orejas.
..o...

... Bibiana, después de ocho años de matrimonio y con dos hijos,


tomó la decisión de divorciarse, pues las cosas con Eduardo, su
esposo, iban de mal en peor. Al principio consideró que era facilísi-
mo, supuso que podría vivir en paz, con sus hijos. Sin embargo,
una vez que Eduardo atravesó la puerta y se marchó, experimentó
un deseo inmenso de detenerlo, de pedirle que no se fuera, más su
orgullo la detuvo y nunca más volvió con él. Los primeros días, se
dijo a sí misma que no debía desfallecer, que ella podía sola salir
adelante. Mas, pasados quince días, empezó a sentir mucha triste-
za, a llorar amargamente. No quiso salir por varios días, perdien-
do el apetito y el sueño. Sintió que no debería vivir más, hasta que
un día tomó pildoras para atentar contra su vida. Cuando su ami-
ga Margarita llegó a buscarla, uno de los niños le comentó que
llevaba mucho rato en el baño y que no salía, por lo que se apresu-
ró a golpear en la puerta sin hallar respuesta. Corrió y buscó ayu-
da con los vecinos, quienes terminaron por quitar la chapa y abrir
140 LILIANA MONTAÑA
Ae 5 5 55 5 555 55 55 a nr

el baño, encontrándola tendida y muy pálida. Bibiana, en medio


de su agonía, percibió la angustia y llanto de sus hijos, sintiéndose
muy mal. Al llegar al hospital, los médicos se apresuraron a aten-
derla, había pasado mucho rato y no sabían exactamente qué había
tomado, ella se encontraba inconsciente. Le practicaron varios pro-
cedimientos, pero no respondió; los médicos luchaban incansable-
mente, pero Bibiana no reaccionaba. Lo único que ella recuerda de
ese momento tan difícil fue la expresión de los rostros de sus ni-
ños. Aquella angustia la hizo reaccionar, comprendió que ellos la
necesitaban, que si ella moría ¿qué sería de sus vidas? Por tanto,
la recuperación fue todo un milagro. Al día siguiente fue puesta
en manos de un psiquiatra quien, en conjunto con el cuerpo mé-
dico, le inició tratamiento. A los pocos días se sintió más tranqui-
la, por lo cual le dieron de alta. Al llegar a casa, los niños la espe-
raban con ansiedad, los abrazó y les pidió perdón. Pero con el paso
de los días sentía aún tristeza, ya que todo lo que la rodeaba le
recordaba a Eduardo. Por esta causa, decidió asistir a terapia psi-
cológica. El tratamiento de duelo duró un año largo, en el que ella
pudo identificar los errores y, lo más importante, pudo aprender a
perdonar a Eduardo...
ro...

Muchas personas, por no saber o no comprender que el


trabajo del psicólogo es el de orientar, dar herramientas para
aprender a superar las crisis, resentimientos y dolores que
deja el divorcio o cualquier otra circunstancia traumática,
suelen cometer errores tanto contra sí mismas como contra
quienes las rodean.
El mejor tratamiento para superar la depresión es la eva-
luación que se haga de los pensamientos. El paciente depre-
sivo siempre es negativo, todo lo ve gris y opaco, puede
estar bajo el sol y aún sentir frío. Por eso es importante me-
jorar esas percepciones. Por lo tanto, vale la pena practicar
este ejercicio en casa. Recordemos el caso de Bibiana, se de-
cidió por esa terapia y hoy día es una mujer felizmente se-
¿OTRA VEZ SOLOS? 141

parada. El primer paso es pensar y escribir todos los pensa-


mientos que tienes cuando reflexionas sobre el divorcio,
cuando piensas en tu situación. Luego, escribe todas las re-
acciones físicas que presentas, todos los malestares que ex-
perimentas. Después, escribe todos los sentimientos, lo que
sientes, cómo está tu estado anímico y, finalmente, todas
aquellas cosas que acostumbras hacer para tratar de
distraerte, como'caminar, practicar un deporte, en fin lo que
tanto te gusta.

E GRÁFICA MATRIZ CONDUCTUAL

Cognitivos Físicos

- Pienso que no valgo nada - Dolor de cabeza


- Pienso que nadie me va ha volver a querer - Insomnio
- Pienso que fallé. Todo lo hago mal - Pérdida del apetito
- Pienso en lo que dirá mi familia - Dolor muscular enlanuca
- Pienso en mis hijos
- Pienso en el dinero. No lo tengo
- Pienso en que ya estoy vieja (0)

Afectivos Motores

- Siento tristeza - Lloro todo el tiempo


- Siento soledad - Veo televisión
- Siento angustia y ansiedad - Aveces camino

Haz un análisis para determinar en cuál de estas áreas


has tenido más puntaje. Por lo general, gana la parte
cognitiva, es la que hace alusión a los pensamientos. Según
De
la forma como plantees las cosas, hallarás tu interior.
n tus
esta manera descubrirás cómo tus pensamientos afecta
reac-
actitudes, tus sentimientos y la forma como el cuerpo
ciona a estos pensamientos.
-
Los casos de depresión siempre se tratan sobre el pensa
e y es
miento, ya que la persona suele pensar negativament
142 LILIANA MONTAÑA

allí donde radica el problema. Por lo tanto, se invita a cam-


biar el tipo de reflexión, la forma en que se plantean las co-
sas. Un ejemplo, es la persona que siempre se pregunta ¿por
qué me pasa esto a mí?, ¿por qué no puedo hacer las cosas?,
¿por qué todo me sale mal? Sencillamente se debería pre-
guntar ¿qué debo hacer para mejorar esto?, ¿qué debo ha-
cer para que no me vuelva a ocurrir esto?
De esta manera, al cambiar la forma mental de plantearse
las cosas, empezarás a experimentar el cambio en tu inte-
rior. A través de los días, muy juiciosa o juicioso, haz el
ejercicio y sentirás el cambio. En caso de que sientas que
sola o solo no podrás, simplemente busca la ayuda de un
profesional. El será tu director por un tiempo, el tiempo que
necesites para superar el trauma que el divorcio te dejó. No
te compares con otras personas, simplemente recuerda que
son tus sentimientos y necesidades.
Por tanto, tú tienes derecho a reaccionar y vivenciar con
tu estilo, con tu manera, y a tomarte el tiempo que quieras.
Pero recuerda que no debes molestar a los demás. No los
hagas sufrir con tus reacciones, no sólo porque no quieran
verte así sino porque una persona depresiva es contagiosa,
termina opacando el día más soleado. No seas extremista;
siente pero contrólate.

Cuarta fase
ACEPTACIÓN

Cuando la persona se ha tomado su tiempo y ha realiza-


do el proceso anteriormente descrito, llegará a aceptar su
realidad y aprenderá a vivir con ella. Ya no sentirá ira, ra-
bia, tristeza, angustia; tampoco esa zozobra que no le deja-
ba un minuto de tranquilidad. Su sentimiento está plano.
Por tanto, comprenderá que ya pasó la tormenta y que aho-
¿OTRA VEZ SOLOS? 143

ra podrá empezar una nueva vida. Quienes la rodean se


darán cuenta del cambio no sólo por sus comentarios, sino
también porque se ve con muchas energías y vuelve a reír.
Quizás tome de su pasado aquellas cosas buenas que dejó a
un lado, por vivir una relación difícil y tortuosa.
En estos momentos una buena aliada suele ser la medita-
ción. Es importante, ya sin dolor ni ira, identificar las difi-
cultades vividas. Se deben sacar conclusiones que permi-
tan no volver a cometer los errores anteriores o, por lo me-
nos, identificar qué se desea encontrar en un hombre o en
una mujer: aquellas cosas bonitas que tenía la pareja ante-
rior o, que no tenga los aspectos negativos. Sin embargo,
no siempre se acierta en dichos sentires. Por tanto, es res-
ponsabilidad de esta persona no volver a caer. Suele ser sen-
cillo cuando alguien se toma su tiempo, cuando piensa en
las cosas, cuando planifica el futuro y cuando identifica lo
que desea en la vida. Lo único que le queda por hacer es
centrarse y no salir de allí.
Algunas personas aceptan la situación rápidamente, más
o menos de tres a cuatro meses, otras demoran el año y hay
quienes hasta los dos. Esto significa el límite del proceso.
Si se toma más de ese tiempo, puede indicar que algo difi-
culta la superación. En este caso valdría la pena revisar los
rasgos de personalidad, quizás esta persona tenga un rasgo
netamente depresivo. Entonces será necesario el manejo por
parte de un psicólogo.
Por eso muchas personas pasan toda la vida amargadas y
resentidas. No tomaron el tiempo necesario, no invirtieron
de
en su salud mental. Este proceso es comparable con el
alguien que ha sufrido un accidente y ha queda do conva le-
de-
ciente por un tiempo. El accidentado deberá cuidarse,
del médico,
berá tener paciencia, seguir las instrucciones
pensó
tomarse los medicamentos, hacer la dieta que jamás
o se sienta
debería hacer y, al final, si es necesario y aun cuand
144 LILIANA MONTAÑA
e ===

bien, tomar una fisioterapia por indicación médica, para for-


talecer su cuerpo y no tener recaída.
En cuanto a la parte mental, la psiquis, es lo mismo, se
toma su tiempo. Los seres humanos procesamos la infor-
mación en forma distinta: unos procesan con rapidez y otros
se demoran más, pero, en el fondo, todos necesitamos un
tiempo para superar las crisis. Asistir al psicólogo no es
para locos, sencillamente nos enseñará a soliviar el dolor y
a perdonar lo que por ahora no hemos podido perdonar.
También nos guiará para seguir el camino de la vida y nos
preparará para el encuentro de nueva pareja. Esta nueva
persona no debe ser contaminada por las situaciones ante-
riores si queremos vivir una relación armónica.
Pero hay quienes no trabajan estos procesos y creen en un
nuevo fracaso, en un nuevo conflicto, el cual suele resultar
más doloroso.

Antes del divorcio tu vida giraba en tornoa los hijos y al


esposo, ahora, el centro de atención de tu vida son los hijos,
el trabajo, la vida social, tal y como lo describimos en los
capítulos anteriores. Lo único que cambió fue la ausencia
de esa persona, que en este momento no forma parte de tus
sentimientos ni de tu vida. Ese vacío físico que dejó esa
persona deberás llenarlo con otras actividades. Ahora que
te sientes feliz porque recuperaste tu libertad afectiva, ac-
túa, utiliza esas energías para crecer, para forjarte metas.
.....

... Lorena, una mujer de cuarenta años, con tres hijos, nunca en
su vida había trabajado. Armando, su esposo, le prodigaba todo.
Quiso estudiar pero los hijos se lo impidieron. Observaba a otras
mujeres y veía cómo trabajaban, estudiaban, y tenían hijos, pero
no sabía cómo hacerlo. Cada vez que se lo sugería a Armando, él
le respondía: ¿le falta algo? Ella respondía que no. Pasó muchos
años de vida inactiva. De vez en cuando, fabricaba artículos de
lencería muy hermosos y la gente se los compraba. Lo hacía por
distracción. La situación se tornó difícil para Lorena cuando des-
cubrió que Armando tenía amores con la secretaria. Al principio
lo negó. En realidad, Armando se enamoró de su secretaria. Aban-
donó entonces a Lorena. Ella creyó morirse, no lo podía imaginar.
Su preocupación más grande era la de sacar alos hijos adelante y
aunque Armando continuó apoyándolos, no era suficiente, ya que
tenía otro hogar.y el dinero no alcanzaba. Luis, el hijo mayor,
sugirió dejar los estudios y trabajar, a lo que Lorena respondió con
un no rotundo. Pasaron varios meses y la situación empeoró.
Lorena no reaccionaba hasta que fue llamada del colegio de la niña,
había bajado el rendimiento significativamente, por lo que no le
quedó otro remedio que comentar la situación. La psicóloga del
colegio la remitió donde una terapista de familia. Mientras tanto
se notaba cómo Lorena que había sido muy hermosa, que aún con-
servaba ciertos rasgos de belleza estaba un poco pasada de kilos y
descuidada en general. Las sesiones, al comienzo, estaban im-
pregnadas de amargura, llanto y desolación, lo que indicaba que
estaba en pleno duelo.
Al iniciar el trabajo y comprender lo que en sus manos tenía,
empezó por cuidar su aspecto físico, logró bajar de peso considera-
blemente, volvió a peinarse y maquillarse como en épocas anterio-
res, lo que le significó sentirse como nueva, sentir que su vida
tomaba otro rumbo. Luego se preparó para establecer una indus-
tria casera. Con la ayuda del hermano mayor, compró maquinaria
y empezó sola. Al poco tiempo tuvo que buscar ayuda, por exceso
tan
de trabajo. Los hijos se sintieron felices de ver a su mamá
pasó
activa, tan segura de sí misma. El cambio en su ex esposa no
a visitarlos
inadvertido para Armando cuando, un día, fue a casa
la mujer
y encontró a una mujer bonita, activa, diferente, quizás
as para expre-
que él amó. La sorpresa fue tal que no tuvo palabr
fábrica
sarle algo. Entró y vio su antigua casa convertida en una
n sus hijos, pero
de hilos y telas. Vio la incomodidad en que estaba
que prefirió
a la vez la felicidad que se respiraba. Se sintió tan mal
do se
salir de allí rápidamente. Con el paso de los días Arman
146 LILIANA MONTAÑA

cuestionó sobre su vida y comprendió que aún amaba a su esposa


y asus hijos. Le pidió a Lorena que hablaran. Le pidió perdóny le
manifestó su deseo de volver a casa. A Lorena la sorprendió tanto
que no supo que decir. Decidieron, entonces, tomarse un tiempo.
Lorena se cuestionó y sintió angustia de volver con su esposo.
Ella lo amaba, pero sabía que no le permitiría desarrollarse como
persona, por lo que habló con él y le expuso las condiciones. Para
Armando era difícil ver a su esposa como empresaria, le pidió que
abandonara todo. Él, nuevamente, se haría cargo de las obligacio-
nes del hogar. Para Lorena fue más importante haberse encontra-
do a sí misma y decidió no cambiar su nuevo ritmo de vida nunca
más...
.e....

En ocasiones se cree que el verdadero significado de la


vida está en la pareja, en los hijos, cuando en verdad es todo
un contexto, un todo dividido por partes, y cada parte debe
gozar de equilibrio para un correcto funcionamiento. Este
es el verdadero significado de la unidad familiar.
Ahora, es decisión tuya dejar hundir el barco o timonear
contra la tormenta y no naufragar. Tus hijos son la mejor
compañía, están contigo. Tu eres el centro de la vida de ellos.
Recuerda que esos niños crecerán y se convertirán en tus
más fieles amigos. Aprende a ser amiga de tus hijos, ellos
son tu familia. Abrázalos y siéntelos, que cada vez sean
más tuyos. Tu no estás sola, mientras no lo pienses así. Si
insistes en sentirte sola es porque lo estás pensando así.
Cambia de pensamientos y navegas con alegría. La vida te
tiene guardadas muchas sorpresas. Con una actitud positi-
va ante la vida estarás más preparada que nunca para no
fracasar en el intento.
Una vez que decidas que no volverás con la persona que
amaste, que la vida ahora es diferente, que ya no cuentas
con él, no sentirás miedo. En ocasiones adquirimos apegos
¿OTRA VEZ SOLOS? 147

muy grandes y consolidamos dependencias culturales, lo


cual produce demasiado daño en las personas, y no sólo en
la mujer sino también en el hombre. Se ha observado que
los hombres se organizan más rápidamente que las muje-
res, en razón a que ellos inconscientemente no desean per-
manecer solos; por tanto, les resulta sencillo iniciar, al poco
tiempo, una relación. Relación que puede en principio fun-
cionar de maravillas, pero que si no'5e ha trabajado en el
interior, se convertirá en un nuevo fracaso.

El segundo matrimonio

Independientemente del tiempo que transcurra de una


relación a otra, lo que determina el éxito en esa nueva rela-
ción lo da el aprender de las experiencias pasadas, el bene-
ficiarse de los errores de atrás. Pero quien pretenda que la
persona nueva debe adaptarse a su estilo de vida está en un
error. Si tu deseas tener una pareja, trabaja en tu interior a
fin de resarcir los errores que tengas, no con actitudes como
la de sentirte perfecto, la víctima, el juez o sencillamente el
salvador. Cada rol tiene sus inconvenientes, de allí que lo
importante sea no caer en uno solo sin equilibrar cargas.
Toca tu conciencia, vuélvete sincero contigo mismo. KRe-
cuerda que es tu futuro el que compartirás con una persona
nueva. Por tanto se te está invitando al cambio. Muchas
veces, cuando las dificultades sofocan a las personas, lo único
que la vida está sugiriendo es el cambio, una transforma-
ción total de la existencia.

1. Tienes que hacer un estudio sobre tu perfil de persona-


lidad. Científicamente encontrarás una respuesta a aque-
148 LILIANA MONTAÑA
O A A A

llos aspectos o detalles que intuyes, pero de los que de-


finitivamente no estás seguro. Esto te permitirá cono-
certe a fondo, saber qué cosas positivas tiene tu perso-
nalidad, cuáles debes mejorar y, hacia un futuro, identifi-
car en tu pareja las incompatibilidades para vivir mejor.
2. Trabaja duro por el cambio. Si tú, por ejemplo, resultas
ser una persona malgeniada o impulsiva, aplica técni-
cas de autocontrol y aprenderás a manejar esos impul-
sos. No permitas que ellos te dominen porque termina-
rás por cansar a tu nueva pareja.
En este punto lo más importante es que seas consciente
de los errores.
Por ejemplo, si tienes un grupo de amigos cuyas vidas
son perniciosas; cambia esas amistades que no te pro-
ducen crecimiento. Los verdaderos amigos son aquellos
que crecen, no los que se reúnen alrededor de una bote-
lla de licor a tratar de mejorar el país.
3. Si eres una persona desconsiderada, deja esa actitud y
colabora en la casa. Ello no te hará perder tu posición
jerárquica; al contrario, ganarás más puntos ante la nue-
va pareja.
4. Sieres una persona egoísta y materialista, ello te signifi-
cará perder los valores de la vida en aras de lo material.
Recuerda, las cosas materiales no son lo más importan-
te en la vida del ser humano.
5. Si eres una mujer cantaletosa, tienes que aprender a co-
municar tus inconformismos, a dialogar y no plantear
peleas. Las disputas sólo consiguen agrandar más el
conflicto.
6. Si eres una persona inconforme, identifica qué es lo que
quieres y no esperes a que te lo den todo. Trabaja por ello.
7. Si eres una persona víctima, pues no lo seas más. Con
ello únicamente lograrás el rechazo de quienes te rodean,
¿OTRA VEZ SOLOS? 149

ya que siempre escucharán por parte tuya toda suerte


de quejas y lamentos.
Si eres de aquellas personas que no se sienten atracti-
vas, pues mejora tu apariencia y no culpes a los que te
rodean de ello, es tu problema.
Quizás en este punto resulte un poco radical y dura. A
veces en la vida necesitamos un jalón de orejas, alguien
que nos haga reaccionar para que veamos las cosas de
otra manera, no alguien que se siente a nuestro lado y al
unísono se queje de las desgracias de la vida, de lo gris
que ella resulta. No, hay que reaccionar, tomar las rien-
das de nuestra propia vida. Somos el resultado de no-
sotros mismos, nadie es dueño de nadie. Por tanto, cada
quien se encarga de darle sabor a su propia vida. Y ¿cuál
es el sabor que le vas a poner a la tuya? Solamente tu
tienes la respuesta.
No culpes a los demás de tus errores. Es frecuente pen-
sar que lo que nos sucedió es culpa del otro. Cuando
una relación de pareja fracasa, es culpa de los dos; el
uno porque miró mucho y el otro porque no miró. De
igual manera, cada uno en su estilo aporta la cuota.
10. No generalices. Los hombres, y también las mujeres, no
son iguales. Tan sólo existen patrones culturales de com-
portamiento, los cuales se aprenden desde la infancia y
con ellos se habita. Lo importante es entender que exis-
ten y que se deben modificar.
11. No busques en la persona nueva parecidos y ventajas
relacionadas con la pareja anterior. Sencillamente no
pasará el examen porque se trata de una mujer o un hom-
bre diferente. Una persona nueva con sus cualidades y
sus propios defectos.
yA Trata de realizar cosas nuevas y diferentes a las que ha-
cías con la pareja anterior, es decir, rompe los esquemas
150 LILIANA MONTAÑA

anteriores. Vive situaciones nuevas que te alimenten el


espíritu y te ayuden a solidificar el futuro con esa nueva
persona.
En conclusión, deberás cambiar tu estilo de vida, hacien-
do que nazca en tu interior un ser mejor, un ser con tanta
energía que cuando lo logres el primer sorprendido serás tu
mismo. ¿Comprende ahora por qué es tan importante cam-
biar de actitud?
Ahora que eres consciente de lo importante del cambio,
prográmate para empezar una nueva vida, para tener una
nueva pareja. Prográmate para que ésta sea definitiva, para
que sea la relación que te dará la paz tan anhelada. A veces
en la vida necesitamos pasar por procesos de aprendizaje
un tanto dolorosos, que lo que hacen es indicarnos el cami-
no de la perfección, el camino del crecimiento y de la felici-
dad.
Por difícil que se crea, uno puede ser feliz en la vida sin
que signifique que no habrá problemas ni dificultades. Re-
cordemos, todo cambio es difícil. Pero se debe trabajar por
ello porque, una vez se enfrentan las cosas, esos cambios lo
único que dejan son triunfos y alegrías.
En forma breve trataré sobre los predictores de ajuste ma-
rital, los cuales ayudan mucho a no cometer errores a la hora
de elegir pareja. Aclaro que esto no significa que no tenga
en cuenta el hecho de que en el ser humano existe una quí-
mica imposible de descifrar o que en cuestiones de amor
esté dicha la ultima palabra. Allo largo de la historia se han
encontrado parejas muy incompatibles que, sin embargo,
han tenido un final feliz. Lo que influye en estas parejas es
el sentimiento de amor profundo y el deseo de ser tan com-
patibles, que por el camino van arreglando los posibles pro-
blemas. De una desventaja hacen una ventaja: la mejor de
las recetas para tener una relación tranquila y estable.
¿OTRA VEZ SOLOS? 151

Antes de entrar en materia, es bueno tener en cuenta, los


patrones de crianza. Estos han hecho un daño considerable
a las relaciones porque se insiste en sostener un comporta-
miento, una posición de roles, que afecta las relaciones has-
ta destruirlas, aparte de que no se ajustan a las necesidades
reales de la familia moderna. Recordemos que estamos en
el tan anhelado siglo XXL y que nos ha tocado a nosotros
modificar nuestras vidas. Entonces, asumámoslo con tran-
quilidad, como la transición generacional propia de la cul-
tura y de los hombres.
Ya no vemos al cavernícola halar del cabello de su esposa
para aparearse o al hombre luchar contra el hombre por su
hembra. Tampoco vemos a la mujer pasiva y sin criterio
para actuar. Por el contrario, encontramos hoy día un hom-
bre activo, racional y con deseos de cambiar. Vemos una
mujer autónoma, segura de sí misma, con logros y triunfos
al igual que el hombre. Por tanto, es obsoleto tratar de man-
tener unos patrones de comportamiento inoperantes para
las necesidades. Debemos cambiar las actitudes y pensa-
mientos para que se ajusten al aquí y al ahora. No podemos
mostrar a nuestros hijos un comportamiento que no con-
cuerde con la realidad. Ello estaba seguramente bien en la
época de nuestras abuelas, pero no para las mujeres y hom-
bres de hoy. Desempolvemos el cerebro y evolucionemos.
Comprendamos que los roles de la mujer y del hombre han
cambiado, que el cambio va en beneficio de las familias en
general. No sigamos arraigados a esas costumbres y tradi-
ciones.
El hombre dominante, la mujer pasiva. Ese era el rol an-
terior de la pareja y, de una u otra forma, las personas se
adaptaron a ello. Pero hoy día es muy difícil sostenerlo.
don-
Por tanto, lo mejor es lograr a una relación recíproca, en
os, en don-
de todos participen por igual en todos los sentid
ón sea total
de ninguno sostenga al otro. Que la colaboraci
de los
para poder sentir equidad, y si por alguna razón uno
LILIANA MONTAÑA
FE152 A

miembros de la pareja puede aportar más, que el otro no se


sienta en desventaja. Las mujeres ahora se preparan en las
universidades, los hombres también. Por tanto, hacia un
futuro los roles van a sufrir una modificación aún mayor.
La crianza y los deberes de la casa ya no podrán ser exclusi-
vos de las mujeres. Por lo tanto es importante educar a los
hijos con una responsabilidad hacia todos los quehaceres
del hogar y del trabajo. Hoy vemos a los hombres partici-
pando activamente en la crianza de los hijos, no sólo jugan-
do con ellos sino bañándolos, cambiándolos, dándoles de
comer, y a la mujer enfrentada a tomar decisiones empresa-
riales importantes.
Este cambio, en verdad, es muy positivo en la vida de las
personas. Quizás el único inconveniente es que no se está
preparado para ello y que muchas parejas no han sabido
canalizar dicha libertad, incurriendo en irresponsabilidades
para con los hijos y en ocasiones para con la pareja.

¿QUÉ DIFERENCIA AL HOMBRE DE LA MUJER?

En lo físico las diferencias son obvias. En el aspecto cere-


bral no son muchas. Pero en la parte comportamental es
quizás donde se encuentra una diferencia muy grande y
marcada. Y será contra lo que no podemos competir por el
cambio, ya que la naturaleza es sabía y las cosas de la natu-
raleza, aunque no lo parezcan, tienen un orden.
MUJER

La ternura y el colorido de la especie humana son compa-


rados en los estudios hechos por la etología (ciencia que es-
tudia el comportamiento de los animales), en la que el ma-
cho suele ser el llamativo, el que se pasea ante la hembra y
la conquista. En los humanos, dicho comportamiento está
dado para la mujer, por eso suele ser tan vanidosa: la que
153
¿OTRA VEZ SOLOS?

pasea ante el hombre y lo conquista, la que repara en deta-


lles y minucias. Para alegrar la vida, es quien trae al mundo
a los hijos, colocándola en un lugar privilegiado. Es una
labor difícil y hermosa, por ello merece toda consideración
y amor. Esta proyección de fragilidad fue mal enfocada so-
cial y culturalmente hablando. Se olvidó que la mujer no
sólo era eso.
Por tanto, hoy día existe en el inconsciente de miles de
mujeres ese resentimiento latente y esa rebeldía al rol de la
mujer tradicional, confundiéndola, dejándola sin piso en
muchas ocasiones y colocándola en un lugar de guerrera,
impidiéndole ver la ternura, cualidad que aun cuando no la
quiera, la siente. Esa mujer que refleja dureza no es más
que una niña asustada y temerosa que actúa así para defen-
derse del hombre.
las
Debemos, entonces, dejar salir esa ternura, no cambiar
cosas lindas de mujer, ser cariñosas: el color y la luz de la
casa. Sin olvidar, lógicamente, que también puede desem-
peñar labores importantes y diferentes a la maternidad.
HOMBRE

Es la fortaleza de la especie humana y animal. Quien ins-


siem-
pira seguridad y protección, quien se ha identificado
o en
pre como el guerrero y a quien más se le ha perjudicad
siem-
todo este procedimiento. En el transcurso de la historia
Desde
pre se le ha exigido una fortaleza casi sobrehumana.
mien-
pequeño se le enseña al niño a no expresar sus senti
; en especial
tos, a ser duro consigo mismo y con los demás
y dominar.
con la mujer, a quien debe poner a su servicio
y expre sar ter-
Sin embargo, nunca se le preparó para sentir
ubicar: en
nura. Y ahora que el rol es más suelto, no se logra
; en otras
ocasiones quiere ser tierno, pero teme perder poder
rechaza. Por
ocasiones es duro y rígido, pero en el fondo lo
sabe exac-
ello hoy día se encuentra tan confundido que no
154 LILIANA MONTAÑA

tamente cómo actuar sobre todo ante la actitud castigadora


de la mujer, que lo está relegando en muchas plazas,
laboralmente y en el hogar. Ciertamente, ella ya no se deja
dominar. Por tanto, las dificultades se acrecientan aún más.
Lo importante es no perder esa imagen varonil, pero permi-
tirse ser tierno, expresar y amar tranquilamente, sobre todo
comunicar sus inquietudes y temores a la pareja. Precisa-
mente una de las características propias del hombre es su
mutismo selectivo: habla cuando quiere y en ocasiones es-
pecíficas. De allí que una de las mayores quejas de la mujer
es la no comunicación de su esposo.
Otro punto importante para tener en cuenta lo da la res-
puesta sexual del hombre, a quien siempre se le exigió un
comportamiento activo y sobrehumano. Muchos hombres
en el transcurso de la historia se comportaron como
donjuanes, cuando en el fondo nunca pudieron descubrir el
significado de la entrega y el amor. Los hombres tienen lis-
tados interminables de mujeres, pero nunca amaron a nin-
guna o si lo hicieron, las convirtieron en desdichadas por
sus pretensiones y conquistas, sin darse cuenta de que con
ello se hacían a sí mismos infelices, y a sus hijos.
La ubicación de los roles hombre y mujer estaba mal en-
focada. Digo estaba, porque hoy el hombre puede llorar,
puede expresar, sin que ello signifique que deje de serlo; y
la mujer puede expresar sus ideas sin temor a que la tilden
de bruta. Pero, en realidad, aún queda un número poblacio-
nal significativo que se ha quedado atrás, ya sea porque no
ha estudiado o sencillamente porque no está preparado para
el cambio. Le resulta cómodo mantenerse allí, con la excusa
de que el cambio no es bueno, de que las acciones moder-
nas solo conducen a lo que se está viviendo: los fracasos
matrimoniales y la descomposición social. En verdad son
preocupantes las cifras de divorcio, pero ellas no se deten-
drán mientras no seamos conscientes de que nos llegó el
momento de cambiar, de mejorar las condiciones de vida
¿OTRA VEZ SOLOS? 155

de todos y de cada uno. Por tanto, seguir manteniendo esa


pauta comportamental nos conducirá a mayores fracasos
familiares y personales.

PREDICTORES DE AJUSTE MARITAL

Son aproximaciones e investigaciones hechas por muchos


científicos, quienes por medio de la observación de com-
portamientos de numerosas parejas han llegado a concluir
que existen factores positivos y negativos que ayudan a pro-
nosticar si una relación tendrá un final bueno, duradero y
estable o, por el contrario, se dificultará dicho proceso.

Como lo manifesté, son muchas las diferencias individua-


les y de cada pareja. También son muchos los factores para
tener en cuenta, tal como se mencionó en el aparte anterior.
Pero si las personas son conscientes de la necesidad de esta-
blecer una nueva relación, lo mejor es tener cuidado y se-
guir las sugerencias hechas en este manual, sin que ello sig-
nifique que una vez leído el libro tendrá el éxito por sí mis-
mo. Lo que debe hacer es mejorar esa condición de vida.
Dentro de la gran cantidad de predictores de ajuste mari-
tal se encuentran muchísimas categorías y clasificaciones.
Las más importantes son: edad, nivel educativo, religión y
nivel socioeconómico, las cuales estudiaremos a continua-
ción.
EDAD

El rango de edad no debe pasar de los cinco años. El hom-


bre debe superar, en edad, no más de cinco años. Las inves-
tigaciones han demostrado que al tener un grado mayor de
diferencia de edad, las parejas presentan desavenencias en
cuanto a actividades, gustos, música, moda, forma de ver la
vida, forma de comportarse, etc.; por tanto, las parejas pue-
156 LILIANA MONTAÑA

den caer en continuo aburrimiento una vez pasada la luna


de miel o etapa de enamoramiento. El mito de muchos hom-
bres maduros que creían que una mujer joven los hacía ple-
namente felices, sólo les provocó fracasos, debido a que esa
chica joven, en edad inestable, más adelante amaría a otro
hombre mucho más joven. Lo mismo sucede con las muje-
res mayores que el hombre. Cabe anotar que existen dife-
rencias significativas en las personas. Lo enunciado aquí son
aproximaciones y generalidades de las mismas.

... Jacinto, un hombre de sesenta y cinco años muy fuerte y con-


servado, hombre de negocios exitoso, se había casado a los vein-
tiún años muy enamorado de Eva, con quien tuvo siete hijos.
Después de tantos años de matrimonio, conoció a Maritza, una
joven de veinticinco que se hallaba muy sola y con deseos de traba-
jar. Jacinto no dudó un instante en colaborarle. Sin darse cuenta
se fue enamorando de ella, de su juventud. Eva, su esposa, no
demoró en notarlo. Empezaron las discusiones y conflictos en el
hogar. El divorcio fue inevitable.
Jacinto inició su nueva vida con Maritza. Al principio las co-
sas fueron de maravilla. Tuvieron tres hijos. Ella muy contenta
ingresó a la universidad. Allí conoció a Mauricio, con quien sim-
patizó y se hicieron, a partir de ese momento, compañeros de estu-
dio. Ella no imaginó que se enamoraría de él, pero terminó dejan-
do a Jacinto y a los niños. Jacinto, muy angustiado, acudió a con-
sulta psicológica con sus hijos ya que no sabía qué hacer. Ya se
sentía viejo y cansado y los chicos pequeños y traviesos, pero era
consciente de que no los debía abandonar. El psicólogo le dio las
pautas de manejo y las formas prácticas de organizar la vida en
casa sin la mamá. Finalmente Maritza volvió a casa por los chi-
cos, pero sin tener relación con Jacinto...
Son innumerables los casos en los que la diferencia de
edad deja sinsabores a las personas. Por ello es importante
¿OTRA VEZ SOLOS? 157

medir ese sentimiento, canalizar las cosas a fin de tener un


buen final. Aunque cuando de sentimientos se trata es difí-
cil. No resulta fácil dicho manejo, pero vale la pena frenar
un poco ese impulso o por lo menos dialogar con la pareja
antes de correr el riesgo, sabiendo que puede resultar o no.
RELIGIÓN

Cuando llega el amor no se tiene en cuenta absolutamen-


te nada. De ahí el riesgo tan grande que se corre en la ma-
yoría de los casos. Al hacer referencia a la religión, no es
solamente para hablar del culto o las creencias sino también
de las costumbres, debido a que religión abarca todo ello.
Religión es un comportamiento y actitud mentales, es ubi-
cación de roles y tradiciones rígidas, frías y calculadas, en
las que las aventuras y sentires diferentes pasan a ser ámbi-
to de pecado. Allí no cabe la variedad. Por tanto, quien no
cumpla dichas normas no estará dentro de determinado cír-
culo. Ello dificulta las relaciones entre jóvenes de religiones
y costumbres diferentes, quienes una vez enamorados elu-
den ese detalle. Y al transcurrir la relación son víctimas de
esta situación. No saben darle el manejo que se requiere.
Adicional a ello, está la presión de los familiares, quienes
les exigen un comportamiento acorde con su tradición.

... Hammed, un chico de veinte años, perteneciente a la cultura


árabe se enamoró de Jazmín quien estudiaba en una de las mejores
universidades de Bogotá. Allí se conocieron. Iniciaron la rela-
ción, muy enamorados, con disposición de dar de sí lo necesario
para poder continuar juntos. Una vez decidieron casarse, ella tuvo
que renunciar a su religión y costumbres.
La familia de Hammed se opuso en un principio. Pero los jóve-
nes los convencieron de aceptar la relación, pues estaban dispues-
tos a ceder en lo que fuera necesario. El matrimonio se celebró
158 LILIANA MONTAÑA

bajo las condiciones y rituales árabes. La familia de Jazmín, cons-


ciente de la situación, trató de persuadirla, pero ella insistió en
seguir adelante. Al final se casaron, con el consentimiento forza-
do de los familiares. Las dificultades no se hicieron esperar. Cuando
Jazmín participaba en las actividades familiares de Hammed no se
le permitía hablar en toda la noche. La suegra era quien tomaba la
mayoría de las decisiones. En la vida íntima de la pareja, Hammed
tenía una forma de proceder un tanto desconsiderada. Jazmín le
pidió que cambiara, que fuera más considerado. Pero no obtuvo
respuesta . La relación se volvió más y más difícil, por lo que
Jazmín acudió a sus padres a pedirles un consejo. Ellos, sin mayo-
res argumentos, le sugirieron volver a casa. Jazmín lo consideró y
regresó con los padres. Hammed, muy triste, comprendió que Jaz-
mín no podía adaptarse a ese su vivir y, sin otro camino para se-
guir, procedieron a divorciarse legalmente...

Aunque lo más importante no es la costumbre y tradición


a la que se pertenece, en ese compartir de pareja ello pesa
mucho, ya que al percibir alguna situación con la que no
nos identificamos, procedemos a exigirle a la pareja el cam-
bio, cambio que no se dará porque se aprendió dicho com-
portamiento y es difícil cambiarlo.
PROFESIÓN

Hace un tiempo ser profesional en alguna carrera o rama


no era tan importante. De hecho casi ninguna mujer era
profesional y ni siquiera tenía educación primaria. Actual-
mente una profesión es muy importante en la vida de las
personas. Este aspecto también abre una brecha muy gran-
de en la pareja, ya que si él es profesional y ella no, él con el
tiempo se sentirá incómodo debido a que con su pareja no
puede tratar temas de actualidad, temas importantes y por-
que la pauta comportamental es diferente.
¿OTRA VEZ SOLOS? 159

Lo mismo ocurre en el caso de que la mujer sea profesio-


nal y él no. Enesta situación es más complicado el manejo.
Muchos hombres no han sido educados para que su esposa
ocupe un lugar más alto o tenga ingresos superiores a él,
por lo que suele reaccionar limitando el tiempo de la espo-
sa. Desde luego, ella no demora en reclamar.
Situaciones como éstas no son fáciles de manejar, aunque
se pueden solucionar. Por ejemplo quien no es profesional
puede estudiar y alcanzar el nivel de su cónyuge. También
lograr una adaptación a las circunstancias, aunque esto es
difícil.
SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA

Lo ideal es que se pertenezca al mismo nivel socioeco-


nómico. Cuando la diferencia es marcada, se nota precisa-
mente en la participación de actividades sociales y en la for-
ma de comportarse. Por ejemplo quien pertenece a un nivel
medio o bajo estará condicionado a comportarse de acuer-
do con el patrón aprendido y no verá con buenos ojos las
costumbres de la pareja y, por tanto, no se sentirá cómoda o
cómodo en ese núcleo social.
Son muchas las parejas que han obviado dicha situación
y la han superado. Pero otras tantas no pasan la prueba.
Asumen actitudes con respuestas como no deseo tr a tus re-
uniones, no tengo deseo de compartir con tus amigos, no me agra-
da, siempre hablan de lo mismo, siempre se comportan así. Al prin-
cipio la persona irá sola a sus reuniones. Y cuando menos se
nes
dan cuenta, se han distanciado el uno del otro. En ocasio
de forma irremediable.
Los predictores maritales ayudan a las parejas a identifi-
car los factores a favor y los factores en contra, de tal mane-
ma-
ra que pueden ser más conscientes de la situación para
n a su alred edor. Es
nejar los aspectos negativos que tenga
160 LILIANA MONTAÑA
A

necesario buscar que el compromiso sea más duradero y


fuerte. Cuando aprenda a manejar estas dificultades, la pa-
reja saldrá avante, pero cuando no se es consciente, la vida
suele jugar una mala pasada. Así es que, si acepta el reto,
prepárese y enfrente las circunstancias, así podrá disfrutar
su relación de pareja.
Las preguntas más frecuentes que se hacen las personas
al respecto son: ¿quién será mi nueva pareja? ¿valdrá la pena
volver a intentarlo? ¿resultará ese vínculo o me volverá a
pasar lo mismo? No te preocupes.
Si ha hecho un seguimiento de las recomendaciones da-
das en el libro, encontrará que se ha profundizado en todos
y cada uno de los factores para tener en cuenta para estable-
cer una nueva relación.
Lo importante es estar seguro de que se quiere una nueva
relación y que ésta tendrá un desarrollo similar a la anterior
en el sentido de que las parejas y la vida en familia tienen
patrones muy parecidos. En términos generales ¿es una per-
sona que nació para el matrimonio o sencillamente le gusta
vivir la vida sin compromisos? Si le gusta el matrimonio ya
sabe qué hacer. Ahora queda por descubrir quién va a ser esa
persona. Luego tendrá que atraerla y finalmente deberá man-
tener la relación. Son muchas las personas, hoy día, que se
casan y descasan con facilidad. Esto no es otra cosa que el
reflejo de ese no trabajo interior. Es sinónimo de inestabili-
dad. Situaciones así no suelen ser símbolos de admiración,
sino de preocupación y constante cuestionamiento sobre el
qué le está pasando a esa persona. Son pocos los que la quie-
ren imitar.
¿OTRA VEZ SOLOS? 161
A

El dilema de la doble familia

Es una situación que se presentaba con mucha frecuencia


hace bastante tiempo. Las causas eran diversas: cuando la
persona quedaba viuda, era abandonada o se separaba, no
se preparaba a los hijos para enfrentar ese proceso. Simple-
mente, un día aparecía en casa una mujer con una maleta o
un hombre y se les decía a los menores “aquí está su pa-
drastro o su madrastra”. Los tiempos han cambiado y aun-
que se siguen presentando estas situaciones, se suele prepa-
rar a los niños y las parejas planifican este proceso, facili-
tando a todos adaptarse a la situación.
Desde luego, para la nueva pareja no resulta tan fácil el
o
proceso, debido a que se tiene que adaptar a otro hombre
a otra mujer, a otras costumbres. Esto es manejado con faci-
lidad cuando existe mucho amor y la entrega es verdadera.
mo-
Este proceso no debe impedirle a la nueva pareja vivir
los necesi tan. Si
mentos íntimos y de privacidad, de hecho
de
les es posible, dejen organizado el nuevo hábitat y vayan
fique n esa entre ga y
viaje, descúbranse el uno al otro. Forti
en casa.
tomen fuerzas para enfrentar la tarea que les espera
aún más, en otras pa-
Aprovechen esos días para conocerse
que al re-
labras, para consolidar la relación, de tal manera
que los
gresar se sientan muy afianzados. Es importante
amor. Eso
hijos perciban en ustedes mucha unión y mucho
les inspirará respeto ante los ojos de los niños.
En el aspecto de pareja deben tener en cuenta:
de comuni-
« Comunicación. Establezcan canales propios
a acceso.
cación a los que nadie, diferente a ustedes, teng
. Así po-
+ Haganuna descripción de cada uno de los hijos
es y ahorrará n
drán conocer sus gustos, sus afinidad
tiempo.
162 LILIANA MONTAÑA
e

+ Hablen sobre las costumbres de cada uno. Así se logra-


rá un acercamiento y el cambio no será tan brusco. Es
necesario conocer en la nueva pareja cosas tan sencillas
como la comida, los viajes, la música, etc.

+ Definan reglas y normas para el manejo de la casa. Ellas


deben ser discutidas por la pareja y no podrán ser que-
brantadas por ninguno de los hijos. De ello depende el
buen equilibrio en el interior de la casa.
Si ustedes tienen claridad en estos manejos, los hijos sen-
tirán un mejor funcionamiento de las cosas. Estén tranqui-
los que con el pasar de los días se irán adaptando más fácil-
mente al cambio. En caso de que se presente alguna dificul-
tad, con estas pautas podrán solucionarlas, salvo cuando
alguno de los chicos presente reacciones de rebeldía o de
apatía. En situaciones como éstas, consulten al psicólogo.
Es un error pensar que el niño deba vivir en una sola casa
y pasar solamente unos días con el otro padre, generalmen-
te los fines de semana. Es la oportunidad del padre, que no
vive con él, para darle gusto en todo a fin de que la estadía
sea inolvidable. Muchos padres asumen un rol de compe-
tencia entre ellos, tratando de mostrarle al menor quién lo
quiere o quién lo consiente más; caen en el error de
malcriarlo. Esto representa una gran dificultad para el pa-
dre que vive con el menor. Lo ideal es que pase temporadas
largas con ambos, así se podrá adaptar a los padrastros y a
la vida en familia, será más difícil darle gusto en todo y ten-
drá que aprender a respetar normas y leyes que le faciliten
vivir en armonía.
Estos chicos deben tener en cada casa su habitación y sus
cosas, con el ánimo de que no se sientan turistas o visitan-
tes sino parte de esa familia.
En cuanto a los otros niños, es normal que se peleen, son
niños; por tanto no se involucre en estas peleas porque pue-
den afectar el equilibrio de la casa. Trate de conciliar y en-
séñelos a ser correctos y a compartir.
Hágales sentir que son amigos, lo de ser hermanos en oca-
siones no resulta. Esto también depende de la edad de los
chicos, entre más pequeños es más fácil lograr su integra-
ción como hermanos y que se adapten los unos con los otros.
La carga educativa no debe ser asumida por uno solo de
los miembros de la pareja. Debe ser por partida igual, am-
bos deben participar activamente. A su modo, cada padre
debe estar pendiente del rendimiento académico. Este ren-
dimiento debe ser manejado con mucho tacto ya que, en
algunos casos, le puede ir mejor a uno que al otro y, si no se
da un buen manejo, nacerá una rivalidad malsana entre ellos.
Tan sólo coméntele e invite al chico a mejorar las notas y a
rendir más en clase.
Por lo general es la mujer quien queda a cargo de los ni-
ños, y el encuentro de los dos con los hijos se da los fines de
semana. Así que programen actividades en las que partici-
pen todos por igual.
Cuando por algún motivo en alguna de las reuniones no
diga una palabra amigable, no le des importancia, tan sólo
alguien quiere ofender e indisponerte, vive tranquila. Lo
importante es ganarse el afecto y el respeto de los niños,
que ellos, a pesar de la posible intervención negativa de esa
persona, crecerán y podrán entender mejor esas cosas, aun-
que lo más recomendable es no llenar a los niños de renco-
res y resentimientos. Algunos padres lo hacen sin tener una
conciencia clara del daño que ocasionan al menor.
Es importante que las personas tengan en cuenta:

1. LA EDAD DE LOS HIJOS

No es lo mismo manejar a un bebé que a un adolescente.


A este último se le dificulta aceptar la situación ya que vivió
LILIANA MONTAÑA
164

todo el tiempo con sus padres, y verlo ahora con otras per-
sonas no le resulta fácil. Dele tiempo y sobre todo evite con-
flictos entre ellos y la pareja, aclarando las dudas y hablan-
do claro.
2. EL DIÁLOGO PERMANENTE

Es la mejor herramienta. Haga que todos se comprome-


tan con la casa, que todos cumplan las normas y responsa-
bilidades.

3. INCÚLQUELES MUCHO AMOR

Es quizás el punto más importante. Los niños deben sen-


tir mucho amor todo el tiempo, y no solo por parte tuya
sino de tu cónyuge. Enséñales a quererse entre ellos, a com-
partir.
4. DENTRO DE LOS PROGRAMAS DE RECREACIÓN QUE PLANEEN,
PERMÍTALES A LOS NIÑOS DECIDIR

Túrnales un fin de semana para determinada actividad y


el otro, la que faltaba o escogió el otro hijo. En fin, ten mu-
cho tacto a la hora de hacer las correcciones, los manejos,
los regalos, las compras, la distribución de las tareas y obli-
gaciones.
Ahora que tienes una nueva familia, olvídate de todas las
experiencias pasadas negativas. Mira cosas con mucha ob-
jetividad, que nada ni nadie te distraiga a la hora de sacar
adelante ese hogar.
¿OTRA VEZ SOLOS? 165

Aclaraciones y recomendaciones .

Hemos llegado al final de este libro, espero que estés ahora


preparado o preparada para enfrentar y seguir adelante una
nueva vida, con mayor seguridad, sintiéndote positivo, com-
prendiendo que el proceso que acabas de vivir no es el más
fácil de todos. Quizás es una de las pruebas más difíciles
que vive cada individuo, pero que con alegría podrás supe-
rar. Ello influirá sobre todos los miembros de la familia.
Invítalos a reflexionar sobre el significado verdadero de la
relación de pareja y conformar un hogar.
Tener un hogar es el sueño de todos, pero no es tan senci-
llo, requiere una preparación muy grande, de entrega y
madurez, a fin de poder enfrentar las dificultades que se
puedan presentar.
Ahora puedes comprender todos esos sentimientos, to-
das esas reacciones y cómo suele influir el patrón educativo
que se recibe en casa, cómo influye el hogar de nuestros
padres, la cultura de nuestro país, de nuestra región. Todos
estos elementos forman una unidad que a la hora de vivir
nuestras vidas resulta importantísima. En el libro planteé lo
importante de conocer estos procesos, ya que si las perso-
amar,
nas supieran, como ahora tú lo sabes, el significado de
de hacer y formar un hogar, serían muchas las dificultades
que se podrían evitar.
No sobra recordar a los lectores la consulta permanente a
los profesionales de la salud mental, a los terapeutas fami-
liares, los cuales lo orientarán y ayudarán a visualizar posi-
bles soluciones.
El verdadero cambio se da cuando se empieza por cono-
rados esta-
cerse a sí mismo, por determinar qué tan prepa
el valor
mos para asumir estos compromisos, por conocer
166 LILIANA MONTAÑA
BR

de tener unos hijos, que necesitan de unos padres, de un


hogar. La mayoría de nosotros tuvimos ese hogar. Sin em-
bargo actualmente los principios y valores han cambiado
tanto que resulta muy difícil sostenerlo, como en los viejos
tiempos, hasta que la muerte los separe. Sin embargo en el
fondo es lo que anhelamos.
Sé muy sincero: analiza tu pareja, dialoga, entrégate de
verdad, lucha por ese hogar. En fin, ten en cuenta todo lo
que se ha dicho en este libro, y lo más importante, no desfa-
llezcas cuando te toque vivir alguna dificultad. En todos
los casos que vimos, experiencias vividas en mi consulta,
de parejas que terminaron en divorcio, habrás podido iden-
tificar alguna historia conocida por ti. Sólo quise que vie-
ras nuestra realidad, la forma como se desmoronan nues-
tros hogares, la forma como muchas personas toman a la
ligera su matrimonio y el divorcio, cómo se unen unos con
otros sin que se tenga conciencia del daño que el divorcio
produce. También quise enseñarte la imagen que estamos
mostrando a nuestros hijos, quienes crecerán y tendrán sus
respectivos hogares. Es necesario reflexionar sobre los ho-
gares que formarán los niños víctimas del divorcio, de aque-
llos que no tuvieron hogar, de otros que se acostumbraron,
a la fuerza, a ver a papá y a mamá acabar sus vidas.
Debemos, y es responsabilidad de nosotros, mostrarles a
nuestros hijos un mundo más armónico, un mundo de ma-
yor estabilidad y tranquilidad. Recordemos cómo nuestros
abuelos y nuestros padres, se toleraron con tal de darnos un
hogar. Quizás cometieron muchos errores con nosotros, pero
qué podíamos esperar si, quizás, no tuvieron acceso a los
libros y a la cultura como lo disfrutamos hoy. Ellos, que
vivenciaron aún más la hostilidad y la falta de afecto y la
creación de falsos mitos y posiciones contra el amor, contra
la entrega libre y espontánea. Quizás, en medio de esa ig-
norancia, nos enseñaron más que muchos libros y muchas
teorías.
¿OTRA VEZ SOLOS? 167

Es tarea de nosotros cambiar esa actitud irresponsable a


la hora de formar un hogar y criar hijos. En verdad no exis-
te excusa válida ya que todo está a nuestro alcance. Hay
total libertad para experimentar y luego rechazar o aceptar
lo que nos disguste o no. Tenemos la posibilidad de reali-
zar las cosas más lindas, de dejar que nuestra creatividad
brote a flor de piel.
A los adolescentes, quienes potencialmente pueden ser
padres, pero que psicológicamente no están preparados, les
resulta más fácil iniciar un programa de planificación res-
ponsable. Lamentablemente se siguen presentando casos en
los que la niña no tenía conocimiento de estos métodos. Se
continúa trayendo hijos al mundo, para los que, en definiti-
va, no habrá un hogar y que sufrirán de falta de afecto y
aceptación.
Continuamos viendo el maltrato en los niños simplemente
porque los padres no tienen recursos económicos suficien-
tes para sostenerlos. Son criaturas que se convierten en víc-
timas, crecen con resentimiento y luego, cuando son mayo-
res, tratan de compensar el trato que recibieron en la infan-
cia. De ahí surgen los sicarios, ladrones, asesinos, delincuen-
tes.

En verdad nuestro país es hermoso. Es suficiente con


mirar alrededor para percibir que tenemos cosas hermosas.
En muchas oportunidades no las podemos ver porque en
nuestros hogares no recibimos amor, no nos dieron las he-
rramientas afectivas para enfrentar un mundo cada vez más
hostil, donde padres e hijos y hermanos se agreden entre sí,
donde se está perdiendo el sentido humano de compartir.
Empieza por tener un cambio dentro de ti. Perdona a tus
padres por aquellos actos que cometieron y que consideras
injustos. Empieza por evitarle a tus hijos ese dolor, ese mal
trato. Ellos nunca te pidieron que los trajeras al mundo. Por
LILIANA MONTANA
168
AA ————_—_—

lo tanto no tomes a ese hijo o a esos hijos como una carga.


No mires a tu pareja como a tu rival. Aprende a compartir
lo mucho o poco que tengas. Valora eso que tienes, eso que
se llama hogar.
Y ¿qué es hogar? Es lo que tú haces de ti y de tus hijos. Es
el resultado de tu trabajo. Por ello y ahora, mira a tu alrede-
dor. ¿Cómo encontraste tu hogar? No importa si te encuen-
tras con dificultades. Cámbialo, dale luz y calor. Nunca es
tarde. Lo más importante es identificar que algo no anda
bien y trabajar por mejorarlo.
Finalmente, quiero repetir algo importante: la mayoría de
problemas y dificultades atendidos en psicología provienen
de la infancia. p
¿Qué infancia tuviste? ¿Qué infancia le vas a dar a tu
hijo?
Quiero citar como colofón, un hermoso poema, publica-
do en la revista Carrusel, por Angela Marulanda, para invi-
tarlos a reflexionar sobre la soledad que aqueja a muchos
adultos, quienes en el ocaso de su vida, se sienten solos, sin
hogar, pese a haber tenido hijos.
DE PADRE A HIJO

No sé en que momento el tiempo pasó,


ni a que hora mi hijo creció.
Sólo sé que ahora es todo un hombre,
y que en su vida... ya no estoy yo.
Era muy joven cuando mi hijo nació,
todavía recuerdo el momento en que llegó,
pero mi trabajo el día me ocupaba
y no me daba cuenta que el tiempo pasaba.
No supe en qué momento aprendió a caminar
ni tampoco a que hora comenzó a estudiar,
no estuve presente cuando cambió sus dientes
sólo me ocupé de pagar las cuentas.
Pedía que lo consolara cuando se “aporreaba”,
o que le ayudara cuando su carro no caminaba,
pero yo estaba ocupado, debía trabajar,
y así sus problemas no podía solucionar.
Cuando a casa llegaba insistía en estar conmigo,
“papi, ven ... yo quiero se tu amigo...”,
“más tarde hijo quiero descansar”,
y con estas palabras me iba a reposar.
Ojalá atento hubiera escuchado,
"cuando al acostarlo y dejarlo arropado,
suplicante me insistía con ruegos y llanto,
que me quedara a su lado, que estaba asustado.
Ya no hay juegos que arbitrar,
tampoco hay llantos que consolar.
No hay historias que escuchar,
ni peleas que arreglar, ni rodillas que remendar.
Ya no hay trabajo, ya no estoy atareado,
no tengo qué hacer, me siento desolado.
Ahora soy yo quien quiere estar a su lado,
y es mi hijo quien vive ocupado.
Un distante abismo me separa de mi hijo,
poco nos vemos...no somos amigos.
Los años han volado, mi hijo se ha marchado,
mi continua ausencia solo me ha dejado.
No sé en que momento el tiempo pasó,
ni a que hora mi hijo creció.
Ojalá pudiera volver a nacer,
para estar a su lado y verlo crecer.
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Sobran las palabras para hacer cualquier comentar
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poema por si solo nos deja una enseñanza, nos
la vida de
hermoso y necesario de un hijo, de un hogar en
cualquier ser humano.
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En este libro la autora describe y analiza las causas más frecuentes
que conducen a las parejas a divorciarse, con el fin de que se
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a manejar las situaciones con los hijos, los aspectos jurídicos y
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