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20 de Enero

 

6:30 pm Incensación.
Canto

xp 6:40 pm Lectura:Evangelio según San Mateo 4, 12-23.p


Canto

6:50 pm Oración Dios clemente y misericordioso.


Canto

6:55 pm ReflexiónSeguir a Jesús.


Canto

7:05 pm ReflexiónSeguir el consejo de Dios.


Canto
OraciónFelicidad.
Canto

7:15 pm Oración de Protección


Canto
Bendición con el Santísimo
Canto final
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uando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea.
Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los
confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado
por el profeta Isaías:
¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania,
Galilea de las naciones!
El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las
oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz.
A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse, porque el
Reino de los Cielos está cerca".
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón,
llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran
pescadores.
Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y
a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando
las redes; y Jesús los llamó.
Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena
Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.
PALABRA DE DIOS.
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Dios clemente y misericordioso, que muestras tu poder


salvando a tu pueblo de las cadenas del maligno,
de la esclavitud del pecado y del dominio de la muerte.

Mira a tus hijos en oración y concédeles que,


fortalecidos con tu gracia, se dispongan
a combatir el combate de la fe.

Que tu Hijo, Jesucristo, vencedor de las tentaciones,


del pecado y de la muerte, nos una en una misma esperanza
y nos ayude a perseverar juntos hasta que lleguemos
a la patria del cielo, donde reinaremos con Él.

Que vive y reina por los siglos de los siglos.

AMÉN.
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Todos somos seres bombardeados de llamadas. Llamadosa dar sentido a la vida; llamados
a vivir bien nuestras distintas relaciones; llamados a elegir correctamente nuestro futuro;
llamadosa responder con equilibrio en nuestra dimensión afectiva y sexual; llamados a
llenar nuestra necesidad de ser amados y poder amar; llamados a optar por una carrera o
profesión; llamados a ocupar adecuadamente nuestro lugar en la sociedad; llamados a
discernir dónde nos quiere Dios en el mundo y en la Iglesia.
Sólo cuando sabemos elegir bien, sólo cuando respondemos correctamente a esas
llamadas alcanzamos esa plenitud que tanto ansiamos y tanto nos identifica con la verdad
más profunda: ser hijo de Dios.
Diríamos, por tanto, que el ser humano es Ơun ser vocacionadoơ: llamado a elegir aquello
que más le hace persona. Entre tantas experiencias, acontecimientos y personas que le
Ơllamanơ le provocan, le estimulan, le invitan, le agradan, es bueno seguir este principio:
ƠSoy auténtico cuando elijo no lo que más me gusta o me apetece, sino lo que más me
hace persona.
Ahí tienes un buen criterio, para que tus respuestas a tantas llamadas acierten en el
blanco.
Entre tantas llamadas, una ha ido apareciendo con fuerza en tu vida: ser cristiano. Ser
discípulo de Jesús. Ser hermano de todos los hombres. Ser seguidor de Aquel que llena,
colma y ama tu vida en totalidad.
Vivir la experiencia de amistad con Jesús es el fenómeno más extraordinario que le puede
ocurrir a cualquier persona. Es sentirse abrazado por su ternura, su bondad, su
personalidad desbordante. Jesús ama; y ama gratuitamente. Nos ha amado primero. Nos
amaba desde el comienzo de los siglos. Nos ha amado desde el seno de nuestra madre.
Pero su amor, es porque quiere ayudarnos a crecer en la Verdad, es exigente.
Jesús lo exige todo. Seguir radicalmente. No quiere cristianos a medias, de mediocridades.
Lo dice con toda claridad: ƠEl que no está conmigo está contra mí. El que no recoge
conmigo, desparramaơ. Nos invita a participar de su plenitud, para llegar a la perfección
del Padre. Quiere que participemos de su plenitud para ser testigos en medio del mundo,
para ser constructores de su Reino.
Jesús nos enseña que las exigencias del Reino son mayores que las otras muchas
llamadas que la sociedad, los padres o los proyectos humanos nos puedan sugerir. El
Reino está por encima de cualquier situación. El Reino de Dios es vida y se preocupa de la
vida de los hombres. ¡¡Se necesitan obreros, dispuestos a darlo todo, para construir ese
Reino, para ser servidores de la vida!!
Para el Reino de Dios sólo valen personas fuertes, decididas, arriesgadas. Por eso, seguir a
Jesús es la aventura más apasionante que cualquier persona puede vivir.
Es ponerlo aÉl como único tesoro, única perla preciosa por la que Ơvendoơ mis proyectos y
mi futuro, para servirle solo a Él y a mis hermanos.
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Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol
codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió, así como ella. Génesis 3:6
Dios procura guiar a sus hijos para que tomemos decisiones sabias. Aunque clamamos a
Dios pidiendo su dirección con frecuencia, no siempre hacemos lo que él indica que debe
hacerse. Demasiado a menudo, hemos tomado un curso de acción contrario al que el
Señor aconseja en su santa Palabra o al que él manifiesta a nuestra mente y nuestra
conciencia a través del Espíritu Santo. Desgraciadamente, no siempre seguimos su
consejo. ¿Qué podemos esperar cuando dejamos de aceptar la voz de Dios, cuando
adoptamos decisiones basadas en la lógica o el criterio humanos?
La historia registrada en Génesis 3: 1-7 muestra que Eva enfrentaba un conflicto entre lo
que Dios había dicho y lo representado por sus propios deseos. Lamentablemente, decidió
creer la mentira y no la verdad, aceptar el consejo del diablo y no el consejo de Dios,
dejarse guiar por el que deseaba su ruina y no por el que deseaba su dicha y su felicidad.
Como consecuencia de la fatídica decisión adoptada por ella y por su esposo, el pecado
entró en el mundo, con su secuela de dolor, llanto, miseria y muerte.
Eva sabía muy bien lo que Dios requería de ella. Sin embargo, centró su atención en los
atractivos de la oferta de Satanás. Sopesó cada opción contra los deseos de su propio
corazón y, desgraciadamente, optó por lo que resultaba más agradable para sus ojos.
Cuando seguimos una conducta similar a la de Eva, lo que en realidad decimos a Dios es:
«Muchísimas gracias por tu consejo, pero haré las cosas a mi manera, y no como tú
quieres». Quizá no acabemos de expresar esas palabras, pero nuestras acciones
comportan ese mensaje. Debemos ser cuidadosos de cómo respondemos a los
llamamientos de Dios.
Dios se ha hecho asequible y disponible. Anhela que lo busquemos y le permitamos poner
en nuestra mente sus pensamientos, para que podamos decidir correctamente. Si pedimos
que nos ilumine para tomar decisiones correctas, entonces debemos atender su Palabra.
Di deseas evitarte muchas frustraciones, fracasos y pesares, sé obediente y pide fortaleza
para seguir el consejo divino.
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Cuando la muerte sea vencida
y estemos libres en el reino,
cuando la nueva tierra nazca
en la gloria del nuevo cielo,
cuando tengamos la alegría
con un seguro entendimiento
y el aire sea como una luz
para las almas y los cuerpos,
entonces, sólo entonces, estaremos contentos.
Cuando veamos cara a cara
lo que hemos visto en un espejo
y sepamos que la bondad
y la belleza están de acuerdo,
cuando, al mirar lo que quisimos,
lo veamos claro y perfecto
y sepamos que ha de durar,
sin pasión, sin aburrimiento,
entonces, sólo entonces, estaremos contentos.

Cuando vivamos en la plena


satisfacción de los deseos,
cuando el Rey nos ame y nos mire,
para que nosotros le amemos,
y podamos hablar con él
sin palabras, cuando gocemos
de la compañía feliz
de los que aquí tuvimos lejos,
entonces, sólo entonces, estaremos contentos.

Cuando un suspiro de alegría


nos llene, sin cesar, el pecho,
entonces -siempre, siempre-, entonces
seremos bien lo que seremos.

Gloria a Dios Padre, que nos hizo,


gloria a Dios Hijo, que es su Verbo,
gloria al Espíritu divino,
gloria en la tierra y en el cielo.

AMÉN.
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 eñor Jesús, en tu nombrey con el Poder de tu Sangre Preciosasellamos toda


persona, hechos o acontecimientosa través de los cuales el enemigo nos
quiera hacer daño.

Con el Poder de la Sangre de Jesússellamos toda potestad destructora en el


aire,en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra,en las fuerzas
satánicas de la naturaleza,en los abismos del infierno,y en el mundo en el cual nos
movemos hoy.

Con el Poder de la Sangre de Jesúsrompemos toda interferencia y acción del


maligno.Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogaresy lugares de trabajo a la
Santísima Virgenacompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafaely toda su
corte de Santos Ángeles.

Con el Poder de la Sangre de Jesússellamos nuestra casa, todos los que la habitan,
las personas que el Señor enviará a ella,así como los alimentos y los bienesque Él
generosamente nos envía para nuestro sustento.

Con el Poder de la Sangre de Jesússellamos tierra, puertas, ventanas, objetos,


paredes,pisos y el aire que respiramos,y en fe colocamos un círculo de Su
Sangrealrededor de toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jesússellamos los lugares en donde vamos a estar


este día,y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar.

Con el Poder de la Sangre de Jesússellamos nuestro trabajo material y


espiritual,los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos,las carreteras, los
aires, las vías ycualquier medio de transporte que habremos de utilizar.

Con Tu Sangre preciosa sellamoslos actos, las mentes y los corazones de todos los
habitantesy dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tu Pazy Tu Corazón al fin
reinen en ella.

Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida,ya que gracias a Ellas hemos
sido salvadosy somos preservados de todo lo malo.
AMEN.

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