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Dobb - Acumulación Industrial y Capitalismo - Cap 5
Dobb - Acumulación Industrial y Capitalismo - Cap 5
Acumulación de
capital y mercantilismo. Estudio sobre el desarrollo
del capitalismo. Siglo XXI editores: México-España-
Argentina. Págs. 213-262.
Estudios
sobre el
desarrollo del
capitalismo
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CAPITULO QUINTO
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Tuvimos ya ocasión de señalar la importancia que, en cuan-
to a forzar a ciertos terratenientes a hipotecar sus propiedades
a mercaderes de la ciudad, revistieron las dificultades financie-
ras causadas por guerras' y crisis económicas. A la caída de loa.
valores de la tierra, sobrevenida ya hacia fines del siglo xxv,
siguió —en el siglo un período de crisis en la agricultura_
señorial; además, las Guerras de las Dos Rosas diezmaron mu-
ACT.71VIYILACI6N DE CAPITAL Y 1VIERCANTILISMO 225
III
La insistencia en que un mercado de exportaciones en
pansión era algo importante distinguió, puede decirse, a los
tavoces en el terreno económico de esta segunda fase de la
mulación primitiva que hemos diferenciado, del pensami
económico de la primera fase, en que la inversión en la in
tria era, todavía, modestísima. De cualquier modo, a me
que pasaba el tiempo ella se manifestó cada vez más en el
samiento y los escritos económicos. Pero por otro lado, no
esto lo que distinguió a la así llamada escuela mercantilist
sus sucesoras de fines del siglo xvm y del pax. Adam Smith
escuela consideraron —no menos que sus predecesores— q
expansión de mercados era la precondición para el crecimi
de producción e inversión. La escuela clásica fue, sí, más
mista acerca de la capacidad del mercado para crecer pan i
su que el progreso de la industria y de la división del trab
pero ellos tuvieron conciencia todavía más clara de la im
tancia de este crecimiento. Pues lo que distinguió principal
te a los autores que escribieron sobre temas económicos a
del siglo xvm de quienes les siguieron, fue su creencia en
la regulación económica era la condición esencial para q
comercio arrojara un beneficio —esto es: para que se mantu
ra un margen de ganancia entre el precio del mercado de com
y el precio del mercado de venta—. Esta idea estaba tan com
netrada con su pensamiento que se la supuso sin demostrac
APITALISIVIO ACUIVIULACIoN DE CAPITAL Y MERCANTILISM°
por mucho tiempo juntas. Era natural suponer que, sin regu
ciones, comercio e industria languidecerían por falta de ince
vos para aventurar dinero en semejante empresa y que la b
guesía, como clase, jamás llegaría a ser ella misma. Hasta
el progreso técnico no elevara en medida considerable la p
ductividad del trabajo, era difícil que brotara la idea de u
plusvalía específicamente industrial, derivada de la invers
de capital en el uso de trabajo asalariado, en tanto catego
económica "natural" —esto es, que no necesitaba de regulac
nes políticas o de un monopolio, fuera para crearla o para p
servarla—. Además, mientras la producción de plusvalía
concibiera como dependiente de una regulación conscien
difícilmente podía desarrollarse la idea de objetividad eco
mica —esto es, de una economía que operara según leyes p
pias, independientes de la voluntad consciente del hombre
que fue la esencia de la economía política clásica.
Todo esto, como hemos dicho, estaba más bien implíc
en el pensamiento mercantilista. Si se atiende a la forma en
éste se expresó, es evidente que las doctrinas de estos auto
fueron mucho menos homogéneas de como las pintaron los e
nomistas clásicos al atacar "los principios del sistema merc
til" Las medidas específicas que patrocinaron fueron divers
y algunos —como Schumpeter— llegaron a negar que el térm
"'política mercantilista' englobara un conjunto de metas o
propósitos económicos definidos".38 El hilo que unificaba
escritos y aquello -que ha sido en general destacado, fue
idea de que la moneda, si no sinónimo de riqueza es, al men
ingrediente esencial de la riqueza de una nación: idea q
Adam Smith tachó de absurdo manifiesto pero que Lord K
nes ha rehabilitado como un reconocimiento intuitivo de
conexión que existe entre abundancia de dinero y bajas ta
de interés en cuanto a estimular la inversión y el emple