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Biografía

Nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Sus padres fueron


Domingo Belgrano, genovés, y Josefa González Caseros,
porteña.
Realiza sus primeros estudios en el Colegio de San Carlos. En
1787 estudia Leyes en Salamanca, España.
En 1793 se gradúa en Valladolid, y lo nombran Secretario
Perpetuo del Consulado que se establecería en Buenos Aires.
En 1797 es el Capitán de las milicias en Buenos Aires.
Hasta 1806 se dedica al estudio de idiomas y del Derecho
Público y Economía.
A partir de 1807 participa de las acciones revolucionarias y de
emancipación.
En 1810 escribió el “Ideario Libertador”
Participó en las luchas por la emancipación, en las derrotas de
Paraguay y Tacuarí, los triunfos de Las Piedras, Salta y
Tucumán, la creación de las baterías Libertad e Independencia y
otras muchas operaciones militares.
En 1812 es nombrado Brigadier del Ejército, se establece en
Rosario, y después de inaugurar las Baterías Libertad e
Independencia, crea la escarapela, y luego, a orillas del Paraná,
crea la Bandera Nacional, que es izada el 27 de febrero en la
isleta Independencia.
Marcha hacia el Alto Perú con la instrucción de hacerse cargo
del Ejército del Norte.
El 24 de septiembre de 1812, después de la victoria de Tucumán,
designa a la “Virgen de las Mercedes” como generala del
Ejército Patriota.
En 1813 dona sus sueldos para la creación de cuatro escuelas.
En 1813 sus fuerzas son derrotadas en Vilcapugio y Ayohuma.
Desmoralizado y enfermo trata de reorganizar su ejército. En
1814 es relevado del mando por San Martín. Regresa a Buenos
Aires
1815 Parte hacia Europa con Rivadavia. Regresa al país en 1816
y se dirige hacia el norte a cooperar con Güemes.
En 1818, desalentado, pobre y con su físico deteriorado, se retira
del ejército.
En 1819 se radica en Tucumán, pero su enfermedad empeora y
viaja a Buenos Aires en grave estado, mientras los problemas de
desunión nacional lo desalientan aún más.
El 20 de junio de 1820 muere el Creador de la Bandera
Nacional. El día anterior había entregado a su médico su reloj de
oro, que era todo el bien que le quedaba, de su entrega a la
Patria y a su emancipación.
Creación de la Bandera
Hasta que Manuel Belgrano enarboló por primera vez la bandera
nacional en la Villa del Rosario, el 27 de febrero de 1812, tanto
los ejércitos patriotas como los realistas utilizaban los colores
rojo y amarillo de España en sus estandartes. El origen del
celeste y blanco tiene un antecedente religioso (también hay
otras hipótesis). Eran los colores de la Virgen María en su
Purísima e Inmaculada Concepción, a la que se representaba
vestida de blanco con un manto celeste, representando el celeste
es el color del cielo. La Virgen era la patrona del Consulado,
donde Belgrano era su máxima autoridad. Y se cree que esa
institución llevaba como divisa una bandera celeste y blanca.
Un poderoso rey español del siglo XVIII, Carlos III, creador del
Virreinato del Río de la Plata, fundó una Orden que se
identificaba con los colores celeste y blanco, con la misma
disposición de nuestra bandera: dos franjas celestes a los
costados y la blanca en el centro. El general creyó que hacía
falta diferenciar un bando de otro, y estimular a la tropa con un
símbolo propio. Se cree que la adopción del celeste y blanco
también se debió a la imitación de los de la escarapela, creada el
18 de febrero de 1812.
El celeste y blanco pasó pronto a ser adoptado por los porteños.
Juan Martín de Pueyrredón y sus hombres ya llevaban cintas de
ese color durante las Invasiones Inglesas. Las habían tomado del
Santuario de la Virgen de Luján. Belgrano, al decidirse por esos
colores, no hizo más que respetar una vieja tradición popular.
Los colores de la escarapela, que luego serían los de la bandera,
tienen otro antecedente: eran los que identificaban a los
miembros de la Sociedad Patriótica (grupo político y literario de
civiles y militares identificados con las ideas de Mariano
Moreno). Como sus miembros fueron desplazados de la Junta en
1811, pasaron a la oposición. Y el Primer Triunvirato eligió el
celeste y blanco para la escarapela con una disposición distinta
de esa Sociedad. Esta última los disponía de este modo: celeste,
blanco, celeste. La primera escarapela, se supone, era blanca,
celeste y blanca.
Cerca de Macha, en Bolivia, se encontraron dos banderas que se
supone eran las que llevó Belgrano hasta el Alto Perú durante su
campaña militar. Una tiene la franja central celeste, y la otra,
blanca. El Ejército del Norte juró obediencia a la Asamblea del
Año XIII con una bandera blanca y celeste. Y esta enseña recién
se enarboló en el mástil del Fuerte en 1815. Hasta entonces, allí,
flameaba la bandera española. El Congreso de Tucumán, en
1816, adoptó la bandera celeste, blanca y celeste como símbolo
nacional que identificaba a una nueva Nación. La presencia del
sol en el centro de la bandera la adoptó el Congreso, reunido en
Buenos Aires, en 1818. Este sol es el mismo que aparecía en la
primera moneda nacional acuñada por la Asamblea del Año XIII
y luce 32 rayos flamígeros. La bandera con el sol es la “bandera
mayor” de la Nación, y solo pueden lucirla los edificios públicos
y el Ejército. Los particulares exponen la bandera sin el sol en el
centro.

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