Mediante el DS N° 022-2018-EM, se modificó los artículos 4 y 5 de la Ley
N° 28832, en la que se estableció que los contratos que vencían el 31 de diciembre del 2001 debían organizarse con una nueva licitación para cubrir la máxima demanda de 1212 MW. Sin embargo, el Ejecutivo mediante el DS N° 022-2018-EM, permite que OSINERGMIN apruebe una prórroga de la vigencia de los contratos de largo plazo, por 10 años adicionales, con lo cual, el MINEM modificó el artículo 4 de la Ley No. 28832. Con esta prórroga se mantienen los precios base de diciembre 2011, establecidos en los contratos respectivos y con las fórmulas de actualización de precios aplicados a los precios base, los precios regulados seguirán en alza hasta diciembre de 2031. Esta situación afecta directamente a los consumidores del Perú debido a que la única forma de reducir los actuales precios que paga el mercado regulado es a través de un proceso de licitación que genere competencia en el mercado eléctrico. La tarifa que llega al usuario final tiene tres componentes: generación transmisión y distribución, de estos tres componentes, lo que paga el usuario en promedio 50% de su recibo es por generación, el 20% por la transmisión y el 30% por la distribución. En el sector eléctrico existen tres mercados: un mercado de corto plazo que es el SPOT, el mercado de usuarios regulados y el de usuarios libres. La oferta en el mercado de electricidad la tienen las generadoras que tiene la generación hidráulica, gas natural, petróleos y energía renovable. Esta generación es suministrada a los usuarios ya sea regulados y libres que son la demanda, los usuarios regulados son el 41% de la demanda y los usuarios libres el 59%. Las distribuidoras venden generalmente a los usuarios regulados que son de alrededor de 7,5 millones, mientras que a los usuarios libres los que están vendiendo mayoritariamente son generadores. Entonces se han repartido ese mercado de esa forma porque los distribuidores también podrían vender a los clientes libres, pero no tienen clientes, han sido absorbidos prácticamente por las generadoras y acá vemos también esa diferencia entre oferta y demanda. En el caso de las centrales termoeléctricas que no usan gas natural de CAMISEA, los precios son calculadas en base a los costos que presentan mediante facturas de compra de combustible carbón residual o diesel y las hidroeléctricas sus precios son iguales al Canon del agua que prácticamente es cero.