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Mateo 5:38-42

“NO TE VENGES”

38
»Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por
diente”. 39 Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si
alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la
otra. 40 Si alguien te pone pleito para quitarte la camisa, déjale
también la capa. 41 Si alguien te obliga a llevarle la carga un
kilómetro, llévasela dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar
de ti prestado, no le vuelvas la espalda.

En Éxodo 21:24, 25 leemos: “Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe”. Levítico 24:20 agrega
“rotura por rotura”; Deuteronomio19:21, “vida por vida”. Esta era una ley para ejercer en
los tribunales civiles de esa época, la asamblea de los ancianos y jueces, puesta con el fin
de terminar con la práctica de la venganza privada.

Lo que estos pasajes del Antiguo Testamento no dicen es: “Véngate cuando te hagan
daño”. Sino que quieren decir exactamente lo opuesto: “No te vengues por ti mismo, sino
permite que la justicia sea administrada públicamente por quien debe hacerlo”. Una vez
más los tribunales civiles de esa época, la asamblea de los ancianos y jueces, puesta con
el fin de terminar con la práctica de la venganza privada.

Sin embargo, los fariseos apelaban a esta ley para justificar la retribución y su venganza
personal. Citaban este mandamiento con el fin de destruir su propósito mismo que es
precisamente lo opuesto de amar a nuestro prójimo.

El Antiguo Testamento prohíbe repetidas veces la venganza personal: »No seas


vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo.[a] Yo
soy el SEÑOR. (Levítico 19:18). “No digas: Yo me vengaré; confía en el Señor, y él te
salvará” (Proverbios 20:22). No digas: «Le haré lo mismo que me hizo;
le pagaré con la misma moneda». (Proverbios 24:29).
Entonces, ¿qué quiso decir Jesús cuando dijo: “No
resistan al que les haga mal.
Si alguien te golpea, si alguien te pone pleito, si alguien te quita, si
alguien te pide, etc…?
Lo que esta enseñando es la ley de “Amar a nuestros enemigos” (Mt. 5:44;).

Jesús condena el espíritu de falta de amor, el odio y el deseo de venganza. Él dice : “No
resistas el mal con medidas que surgen de una disposición despiadada ,de falta de amor,
y de venganza”.

Cuando entendemos esto, se hace evidente que “volver la otra mejilla” significa mostrar
en palabra, actitud y hechos que uno no está dominado por del espíritu de rencor sino
de amor por quien nos agrede.

Romanos 12:19-21 19 No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el


castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo
pagaré» dice el Señor. 20 antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de
comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de
su conducta». 21 No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el
bien.

Y si alguien te pone pleito para quitarte…

Con respecto a la persona que amenazaba por medio de un pleito quitarle a otro la
camisa, como pago de una deuda. Jesús dice, déjale que se quede también con la “capa!
La túnica exterior. Esta túnica era considerada tan indispensable para las personas que
cuando se tomaba en prenda debía ser devuelta antes de la puesta del sol, ya que
también servía como su cobija para dormir—con mucha frecuencia era la única ropa de
un pobre.

Éxodo 22:26 26
»Si alguien toma en prenda el manto de su prójimo, deberá devolvérselo al caer la noche.

En resumen: Los seguidores de Jesús no tenemos derecho de odiar ni aun a la persona


que tratan de quitarnos nuestras posesiones. Nuestro corazón debe demostrar amor
hacia esas personas con nuestras acciones.

Y si alguien te obliga a llevar…

El verbo en “obligar …” se refiere a la autoridad de obligar a dar un servicio. Es una


palabra fue tomada del idioma del imperio persa, que autorizó a sus oficiales que cuando
quiera que lo estimaran necesario obligasen a quienquiera que estuviera disponible y al
animal de este hacer servicio ac, o sólo al animal a prestarles un servicio.

Nadie debía oponerse o demorarse en el despacho y la entrega de los decretos reales-

Como ocurrió con Simón de Cirene que fue obligado por los soldados romanos a llevar la
cruz de Cristo.

Ahora, Cristo está diciendo que en vez de revelar un espíritu de amargura o de enojo
hacia aquel que nos obliga a llevar una carga por un kilómetro, como sus discípulos
debemos tomar la carga con una sonrisa e ir con este hasta dos. Un discípulo debe estar
dispuesto a sin rencor sino con alegría dar la milla extra.

Y si alguien te pide ayuda …

Igualmente, cuando alguien que está en necesidad y pide ayuda, uno no debe hacerse el
sordo. Por el contrario, Jesús dice, que demos, no de mala gana ni con amargura, sino
generosamente. Los discípulos de Jesús debemos apresurarnos a hacer el bien a todos y
en especial a los que no se lo merecen, por que solo así es que mostramos que somos
hijos de Dios.

a. Abraham que se apresuró a rescatar a su “pariente” Lot aunque él había revelado


su codicioso y ventajoso corazón.

b. José, perdono generosamente a sus hermanos que lo quisieron matar y lo


vendieron aun cuando el les rogo y lloro para que no lo hicieran.

c. David, que perdono dos veces la vida del rey Saúl quien lo persiguió con violencia y
sin ningún motivo.

d. Esteban, que intercedió en oración por los que lo apedrearon mientras ellos lo
maldecían

e. Pero por, sobre todo, Jesús mismo, que oro por los que lo crucificaron, por los que
lo maldijeron y por todos nosotros pidiendo al Padre que perdonara nuestros
pecados y no tomara en cuenta nuestra maldad.

• ¿Qué otro ejemplo necesitas para abandonar la venganza?


• Ten cuidado que tu alta estima de justicia no se vuelva en un deseo de
venganza.
• Ten cuidado que tu deseo de hacer justicia no envuelva tu corazón en la
amargura y el odio contra alguien.

“La venganza corrompe nuestro corazón y deshonra a Dios”

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