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Preguntas frecuentes sobre el TDAH

Dr. Armando Filomeno

¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad? (TDAH)


El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una condición en la
que existen dos componentes: Déficit de atención e Hiperactividad-impulsividad. Pueden
estar presentes ambos o sólo uno de ellos. Se le ha conocido, históricamente, con diversos
nombres, entre los cuales están: daño cerebral mínimo, disfunción cerebral mínima y
síndrome hiperkinético.

¿Cuál es la causa del TDAH?


Se piensa que hay un factor hereditario que origina una menor actividad de algunas
substancias químicas en el cerebro (neurotransmisores), especialmente la dopamina y la
norepinefrina. La alteración parece estar fundamentalmente en un incremento de la
recaptación (transporte) de ambos neurotransmisores. También existen otras posibles
causas.

¿Es frecuente el TDAH?


Ciertamente. Uno de cada diez a veinte niños en edad escolar tiene este trastorno, que es
más común en varones; como es fácil inferir, en cada salón de clase de cualquier colegio
puede haber de uno a cuatro niños con TDAH.

¿Qué importancia tiene diagnosticar precozmente el TDAH?


Como se trata de una condición que afecta al niño y a su entorno familiar y escolar, y que
puede tener efectos adversos permanentes, cuanto más pronto se le diagnostique y se
tomen las medidas correctivas, tanto mejores van a ser los resultados.

¿Todos los niños con TDAH son hiperactivos?


No. Como mencionamos al inicio, puede existir sólo déficit de atención, sólo
hiperactividad-impulsividad o ambos. En las niñas, con más frecuencia que en los niños,
puede estar presente solamente el déficit de atención.

¿Cómo se reconoce el TDAH?


Si bien el diagnóstico preciso debe efectuarse en el consultorio médico (neurológico o
psiquiátrico) o psicológico, es posible sospechar que un niño tiene déficit de atención
cuando: no atiende como es debido en la casa o en el colegio, necesita que se le repitan
las órdenes o instrucciones, tiene dificultad para organizar sus actividades, a la menor
dificultad abandona lo que está haciendo, extravía prendas u objetos, se distrae con
cualquier estímulo, es descuidado en sus actividades diarias.
Puede sospecharse que el niño tiene hiperactividad e impulsividad cuando: se mueve
continuamente en el asiento, se levanta de él innecesariamente, está en constante
actividad, necesita que se le sugiera qué hacer en sus ratos de ocio, habla excesivamente
en la casa y en el colegio, tiene dificultad para esperar su turno, precipita respuestas,
interrumpe las conversaciones de quienes lo rodean.
Mi hijo se concentra perfectamente bien en la televisión y en los videojuegos, ¿esto
descarta el TDAH?
De ninguna manera. Es casi una regla que los niños con déficit de atención no tengan
dificultad para concentrarse en aquello que les interesa; desgraciadamente, la mayor parte
del trabajo escolar y de las demás obligaciones no está en el campo de interés del niño.

¿Qué problemas enfrenta un niño con TDAH?


La lista es larga. Resumiendo: las tareas escolares le toman más tiempo y requieren
supervisión estrecha; se siente insatisfecho respecto a los resultados de su esfuerzo;
recibe llamadas de atención constantes por parte de sus padres y profesores; tiene
conflictos con sus compañeros de clase, amigos, hermanos, padres, y a menudo es
rechazado por ellos; tiene problemas de autoestima.

¿Qué trastornos pueden asociarse al TDAH?


Trastornos de aprendizaje escolar, problemas de conducta (trastorno negativista
desafiante o trastorno disocial), ansiedad, depresión, trastornos del habla o del lenguaje,
trastornos de tics (incluyendo Síndrome de Tourette).

¿Qué le depara el futuro a un niño con TDAH?


Si este problema no se trata adecuadamente -o si es muy complejo o de gran severidad- se
puede producir: pérdida de interés en los estudios, lo que puede llevar a la repetición de
año o a tener que cambiar de colegio (a uno de menor categoría académica o a un colegio
especializado); una pobre preparación académica como resultado de lo anterior;
frustraciones en la carrera y en el trabajo; dificultades sociales y matrimoniales; riesgo de
drogadicción o de delincuencia (especialmente cuando hay problemas de conducta
asociados).

¿Existe tratamiento para el TDAH?


Sí. El tipo de tratamiento que se administre va a depender de las características de quien
tiene TDAH, de la severidad de sus problemas y de los trastornos asociados que presente;
el tratamiento es medicamentoso, psicológico (del paciente y de su entorno), de coaching,
o de aprendizaje (terapia de aprendizaje o nivelación escolar).

¿Qué medicación se emplea para el TDAH y quién debe administrarla?


Los medicamentos más efectivos, sin duda alguna, son los estimulantes; de ellos, sólo el
metilfenidato (que además es el más usado en el mundo) se puede conseguir en nuestro
país. En la gran mayoría de los casos mejoran significativamente el déficit de atención, la
hiperactividad y la impulsividad; a menudo mejora también la conducta. La dosis y el
número de veces que se administre al día deben adecuarse a cada caso particular,
debiendo usarse la mínima dosis necesaria. El tratamiento debe efectuarlo quien más
conocimientos, experiencia e interés tenga en esta área; en nuestro país son los
neurólogos especialistas en niños quienes mejor cumplen con estas condiciones.
Ya está a la venta en el Perú el Ritalin LA, de ocho horas de duración, que evita tener que
tomarlo en el colegio; se ha anunciado que desde inicios del 2008 se podrá conseguir en
el país la Concerta, que tiene doce horas de efecto. La atomoxetina —que bloquea el
transporte o recaptación de la norepinefrina, y no de la dopamina como el metilfenidato
— es una alternativa terapéutica para quienes no puedan ser tratados con metilfenidato
por algún motivo, o para quienes tengan tics; su precio es significativamente mayor y su
efectividad es menor, sin embargo su efecto durante todo el día es una ventaja.

¿Por qué algunas personas dicen que el metilfenidato es peligroso?


Por desconocimiento del tema o por prejuicios. La realidad es que el metilfenidato, usado
correctamente, es uno de los medicamentos más seguros que existen; desde hace cerca de
40 años, es considerado el más efectivo y es el más usado. La gran mayoría de médicos
que tiene experiencia en tratar el TDAH, así como la literatura médica, lo afirman así.
Los efectos secundarios usuales del metilfenidato son escasos, manejables y suelen
depender de la dosis que se emplee.

¿Basta con dar medicamentos a un niño con TDAH?


Si no existe patología asociada importante y los padres y maestros manejan
adecuadamente al niño, el metilfenidato puede ser suficiente; comparado individualmente
con otros métodos de tratamiento, es el más efectivo. Con frecuencia es necesario,
además, el tratamiento psicológico o de aprendizaje. En cualquier caso, el tratamiento
que reciba el niño va a depender de la información que tengan los padres, los maestros,
los profesionales involucrados, y de los medios económicos con que cuente la familia.

¿Existe cura para el TDAH?


Propiamente cura, no existe. Aproximadamente en un tercio de los casos el problema
desaparece antes de la edad adulta; en los otros dos tercios persiste durante toda la vida.
Lo que sí se puede afirmar es que el tratamiento adecuado mejora significativamente los
problemas y hace que el pronóstico sea mejor.

¿Se puede hacer algo por un adulto con TDAH o ya es demasiado tarde?
Si el adulto fue diagnosticado y tratado adecuadamente durante la niñez, probablemente
esté mejor capacitado para solucionar los problemas que se le presenten y esté
aprovechando mejor las oportunidades que le brinda la vida; en caso contrario, el efecto
del tratamiento va a depender en gran parte de la motivación que tenga, y de su entorno.
Los medicamentos son efectivos también en el adulto, pero su utilidad práctica va a
depender de lo preparado que esté para sacar provecho de una mayor capacidad de
atención. El coaching es un complemento o un alternativa al tratamiento medicamentoso
en los adultos.

¿Es difícil, laborioso o costoso hace el diagnóstico del TDAH?


Si quien lo efectúa es un profesional médico experimentado, basta con una historia
clínica adecuada contando con la madre como informante y la ayuda del cuestionario del
DSM IV. Este diagnóstico suele hacerse en una consulta, sin que sea necesario pedir
exámenes auxiliares, salvo casos infrecuentes. Tampoco suele ser necesario pedir pruebas
psicológicas, excepto cuando la información proporcionada por los padres no es
suficiente o cuando alguna otra circustancia hace el diagnóstico difícil.

¿Con qué frecuencia es necesario acudir a consulta médica durante el tratamiento


del TDAH?
De acuerdo a la práctica de quien escribe este artículo, luego de la consulta inicial en la
que se hace el diagnóstico y se inicia el tratamiento, es necesario un control después de
tres semanas para evaluar el efecto medicamentoso, decidir cuál va a ser la dosis
definitiva y si va a ser necesario efectuar alguna terapia complementaria. La siguiente
consulta suele ser luego de dos meses para constatar si se están obteniendo los resultados
deseados y si el manejo en la casa y en el colegio son adecuados o es necesario efectuar
correcciones. Si todo es favorable, basta con una consulta cada tres meses, frecuencia
indispensable para que el médico sea quien realmente dirija y controle el tratamiento,
indicando las modificaciones que sean necesarias durante el curso del mismo. Cuando no
se obtienen los resultados esperados, generalmente debido a la administración incorrecta
del medicamento, a un manejo inadecuado o a una falta de supervisión por parte de los
padres (o de los profesores), es necesario acudir a consulta con mayor frecuencia.

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El Dr. Armando Filomeno es médico neurólogo, asesor del APDA y de la Asociación
Síndrome de Tourette del Perú. Ejerce la práctica profesional en el Instituto Médico
Miraflores. Teléfono: 422-3108. Corrreo electrónico:
armandofilomeno@telefonica.net.pe

Artículo aparecido en el boletín electrónico n.º 1 del APDA, del 19 de septiembre del
2003. Actualizado en agosto del 2007.

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