Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema:
Vértigo - Estupor
Cátedra:
Modulo nervioso: Farmacología
Alumnos:
Kerly Cabezas
Ángel Chen
Ángel Loor
Omar López
Daniel Reyes
Docente:
Dr. Jefferson Armando Criollo Paute
Periodo:
Ordinario II 2021
Vértigo
En ocasiones, el síntoma del vértigo anuncia una enfermedad grave, como la esclerosis
múltiple, un tumor intracraneal o una forma focal de epilepsia. A veces es un síntoma de
otras enfermedades (diabetes, mastoiditis, migraña) cuyo tratamiento adecuado elimina
el síntoma.
VÉRTIGO PERIFÉRICO
Entre las posibles causas de vértigo periférico destacan las lesiones laberínticas como la
enfermedad de Meniere, los traumatismos craneales, las laberintitis o inflamaciones del
laberinto secundarias a infecciones víricas, meningitis u otitis complicadas, o bien
fármacos (aminoglucósidos, furosemida) o alcohol. Otras causas son el vértigo posicional
paroxístico, las neuritis vestibulares tras infecciones respiratorias altas y tumores como el
neurinoma del acústico. El inicio suele ser brusco e intenso, en forma de episodios
autolimitados, con intensos síntomas vegetativos y exacerbación de los síntomas con el
movimiento de la cabeza. Pueden presentarse síntomas auditivos con más frecuencia,
mientras que otros síntomas neurológicos son poco frecuentes. El nistagmo suele ser
horizontal-rotatorio con la fase rápida al lado contrario de la lesión y mejora con la
fijación de la mirada.
VÉRTIGO CENTRAL
Entre las posibles causas del vértigo central destacan la esclerosis múltiple, el accidente
cerebrovascular, las neuropatías que afectan a los nervios craneales, la epilepsia temporal,
los tumores de la fosa posterior y ángulo pontocerebeloso y la isquemia transitoria del
tronco cerebral por afección del territorio vertebrobasilar. En ocasiones el vértigo puede
aparecer como preámbulo de una crisis migrañosa o en la migraña basilar, así como
debido a algunos fármacos como fenitoína, quinidina, amino-glucósidos, etc. El vértigo
central suele ser más insidioso y constante, de menor intensidad y no se relaciona con los
movimientos de la cabeza; los síntomas vegetativos son más leves y pueden acompañarse
de otras deficiencias neurológicas. No suele haber síntomas auditivos. El nistagmo no es
tan característico como en la afectación periférica.
FISIOPATOLOGÍA
La percepción de estabilidad, movimiento y orientación contra la gravedad se origina en
el aparato vestibular, que está formado por
La deflexión de los otolitos por la gravedad estimula o inhibe las señales neuronales
provenientes de las células pilosas adheridas.
Los trastornos del oído interno y del VIII nervio craneal se consideran trastornos
periféricos, mientras los de los núcleos vestibulares y sus vías en el tronco
encefálico y el cerebelo se consideran trastornos centrales
El sentido de equilibrio también incorpora la aferencia visual proveniente de los
ojos
2DA DIAPO
Es una manifestación clínica causada por un desorden del sistema vestibular, como el
aparato vestibular,nervio vestibular,núcleo vestibular o cerebro
Examen Neurológico
Diagnóstico::
Para evaluar el tipo de vértigo, los aspectos más relevantes de la historia clínica son los
siguientes:
Edad
Antecedentes patológicos
Descripción de la crisis.
La exploración del paciente con vértigo incluye diversos aspectos que deben evaluarse de
forma sistemática:
En el diagnóstico diferencial entre una causa periférica o central es básico tener en cuenta
los signos clínicos de riesgo del origen central
En la exploración ocular del nistagmo se analizan las características diferenciales entre
un nistagmo espontáneo periférico y central. Si el nistagmo es difícil de visualizar de
forma directa, se puede usar un oftalmoscopio o unas lentes de Frenzel (20 dioptrías).
Si se ha establecido que el origen del cuadro es periférico, se debe intentar definir cuál es
su causa.
Existen clasificaciones que nos ayudan a orientarnos en estos pacientes, estas guías están
basadas en la presentación clínica, por lo que se clasifican en crisis única, recurrente y
crónica. A su vez, cada una de estas se divide según la presencia de desencadenantes o de
hipoacusia.
Crisis única. Episodios de inicio brusco, de varias horas o días de duración, que
suelen cursar sin pérdida auditiva, como en la neuritis vestibular. En las pocas
veces que aparece hipoacusia, el diagnóstico es de laberintitis cocleovestibular,
ya sea de origen infeccioso, vascular, tumoral, autoinmune o idiopático. En la
crisis única prolongada debe establecerse el diagnóstico diferencial,
principalmente con la esclerosis múltiple y los accidentes vasculares del tronco y
del cerebelo. La neuritis vestibular es el vértigo periférico más frecuente en
pacientes jóvenes.
Crisis recurrentes. Son las crisis con menor riesgo de origen central:
Tratamiento:
La estrategia para decidir qué fármaco debe utilizarse se basa en el conocimiento de sus
efectos, de la gravedad del episodio de vértigo y su evolución.
ANTIHISTAMÍNICOS
ANTICOLINÉRGICOS
VASODILATADORES
Los histaminérgicos, como la betahistina, han resultado de gran eficacia para el vértigo y
los síntomas neurovegetativos. La betahistina es un análogo sintético de la histamina, y
por su farmacodinamia no se recomienda su asociación con antihistamínicos. Este
fármaco muestra una actividad compleja sobre los receptores histamínicos: es agonista
parcial de receptores H1 (vasoconstricción) postsinápticos y antagonista de receptores H3
presinápticos. En el núcleo vestibular produce una disminución de la excitabilidad por
medio de una inhibición dosis-dependiente de las neuronas que responden en el
componente polisináptico del potencial global del núcleo, lo cual explica parte del efecto
antivertiginoso y la reducción de la duración del nistagmo. Su indicación terapéutica es
el síndrome de Ménière. La tolerancia al fármaco es buena y los efectos secundarios de
tipo gástrico, infrecuentes.
BENZODIACEPINAS
DIURÉTICOS TIAZÍDICOS
CORTICOIDES
AMINOGLUCÓSIDOS
ANTIVIRALES
ANTIDOPAMINÉRGICOS
Su eficacia es particularmente clara en el tratamiento sintomático de las náuseas y los
vómitos que pueden acompañar al vértigo y a la cinetosis. Destaca la sulpirida, con
estructura de benzamida, que es un antagonista específico de receptores dopaminérgicos
D2 y D3 y ejerce un potente efecto supresor vestibular. Algunos antidopaminérgicos
tienen actividad antihistamínica H1, como es el caso de las fenotiazinas tietilperazina y
prometazina, por lo que muestran actividad antivértigo propia.
ESTUPOR
El estupor es un estado clínico en donde los pacientes tienen una capacidad de respuesta
alterada (o no responden) a la estimulación externa y son difíciles de despertar o no se
pueden despertar
hay una pérdida de las respuestas de tipo de órdenes verbales, pero conserva una reacción
adecuada a los estímulos dolorosos, acompañada de la capacidad de discriminar el punto
doloroso
Una alteración en la excitación representa una emergencia aguda, potencialmente mortal,
que requiere una intervención rápida para preservar la vida y la función cerebral
ETIOLOGÍAS Y FISIOPATOLOGÍA
El sistema de activación reticular ascendente (ARAS) es una red de neuronas que se
origina en el tegmento de la protuberancia superior y el mesencéfalo, que se cree que es
integral para inducir y mantener el estado de alerta. Estas neuronas se proyectan a
estructuras en el diencéfalo, incluidos el tálamo y el hipotálamo, y de allí a la corteza
cerebral. Las alteraciones en el estado de alerta pueden producirse por lesiones focales
dentro de la parte superior del tronco del encéfalo que dañan directamente el ARAS.
La mayoría de los casos de estupor y coma que se presentan en un servicio de urgencias
se deben a traumatismos, enfermedades cerebrovasculares, intoxicaciones, infecciones, y
alteraciones metabólicas
EXAMEN NEUROLOGICO
El examinador evalúa:
Nivel de consciencia
Respuestas motoras
Reflejos del tronco encefálico: reflejos pupilares luminosos, extraoculares y
corneales
Nivel de conciencia
La excitación se evalúa mediante el ruido (p. Ej., Gritos en el oído) y la estimulación
somatosensorial. Presionar sobre el nervio supraorbitario (cara medial del reborde
supraorbitario) o el ángulo de la mandíbula, o apretar el trapecio, puede tener un mayor
rendimiento que el frotamiento esternal y la presión ungueal más comúnmente
utilizados. Las respuestas importantes incluyen la vocalización, la apertura de los ojos y
el movimiento de las extremidades
La GCS es útil como índice de la profundidad de la alteración de la conciencia y para el
pronóstico, pero no ayuda en el diagnóstico de coma
Examen motor : es importante evaluar el tono muscular, así como los movimientos y
reflejos espontáneos y provocados. Las asimetrías de estos a menudo indican una
hemiplejía del lado inmóvil, lo que implica una lesión que afecta al hemisferio cerebral
opuesto o al tronco del encéfalo superior.
Los pacientes con postura decorticada en respuesta al dolor tienen un mejor pronóstico
que aquellos con postura descerebrada.
Pupilas : el reflejo pupilar a la luz se prueba en cada ojo individualmente para evaluar
las respuestas directas y La alteración del reflejo pupilar a la luz en pacientes comatosos
suele ocurrir debido a:
Hernia descendente de estructuras temporales mesiales a partir de una masa
supratentorial en expansión y / o un desplazamiento lateral en el compartimento
supratentorial con estiramiento del nervio motor ocular común contra el clivus; o
Lesiones primarias del tronco encefálico
Manejo
Evaluar ABC, escala de Glasglow, gases arteriales junto con los otros análisis de
sangre y orina
Los pacientes con una puntuación de GCS de 8 o menos suelen requerir intubación
endotraqueal para proteger las vías respiratorias.
Tratar la hipotensión con expansores de volumen o vasopresores o ambos. Con
hipertensión grave dosis repetidas de labetalol intravenoso
Administrar 25 g de dextrosa mientras se esperan los análisis de sangre si se
desconoce la causa del coma.
El tratamiento con naloxona y flumazenil debe reservarse para pacientes con
sobredosis de fármacos conocida o muy sospechada.
Se recomienda la terapia empírica con antibióticos y antivirales si la meningitis
bacteriana o encefalitis viral con aciclovir
Si el paciente ha tenido una convulsión, se recomienda el tratamiento con
fenitoína o fosfenitoína
La terapia definitiva depende de establecer el diagnóstico preciso
Bibliografía
Young B. Stupor and coma in adults [Internet]. Uptodate.com. 2021 [cited 3
November 2021]. Available from: https://www.uptodate.com/contents/stupor-and-
coma-in-adults
Garcia. Eva, Gonzalez. Xavier. Actualización en el manejo del vértigo[Internet].
AMF-SEMFYC.com (2019). Available from:
file:///C:/Users/TALLER/Downloads/Actualizaci%C3%B3n-en-el-manejo-del-
v%C3%A9rtigo.-AMF-Abril_2019%20(2).pdf
Sagrario. Martin, Bermejo. Paloma. Vértigo tratamiento farmacológico [Internet].
Revista. Ambito-Farmaceutico.com (Vol 20, num 1, 2010). Available from:
file:///C:/Users/TALLER/Downloads/X0212047X10475143.pdf
Universidad de Especialidades Espíritu Santo
Enfermedad cerebrovascular
Materia:
Farmacología del sistema nervioso
Autores:
Gustavo Álvarez Pacheco
Génesis Holguín Plúa
Angie Zambrano Chávez
Jennifer Zambrano Chávez
María José Napa Viteri
Emily Montenegro Urbina
Docente:
Dr. Jefferson Criollo Paute
Diciembre, 2021
INTRODUCCIÓN
Los síntomas de la isquemia cerebral pueden ser transitorios, durar de segundos a minutos o
pueden persistir durante períodos de tiempo más prolongados. Los síntomas y signos
permanecen indefinidamente si el cerebro se daña irreversiblemente y se produce un infarto.
Desafortunadamente, los síntomas neurológicos no reflejan con precisión la presencia o
ausencia de infarto, y el ritmo de los síntomas no indica la causa de la isquemia (1).
Figura 1: Angiografía por TC, plano axial, que muestra un defecto de llenado por
oclusión de la arteria cerebral media izquierda proximal intracraneal
Hemorragia intracerebral
El sangrado en la hemorragia intracerebral
(HIC) generalmente se deriva de arteriolas
o arterias pequeñas. El sangrado llega
directamente al cerebro y forma un
hematoma localizado que se disemina a lo
largo de las vías de la sustancia blanca
(Figura 2) (3) . La acumulación de sangre
ocurre durante minutos u horas; el
hematoma se agranda gradualmente al
agregar sangre en su periferia como una
bola de nieve rodando cuesta abajo. Las
causas más comunes de HIC son
hipertensión, traumatismo, diátesis
Figura 2: Secuencia de eco que muestra características
hemorrágicas de vasculopatía perforante profunda con
hemorrágica, angiopatía amiloide, consumo
hematoma izquierdo profundo (punta de flecha verde) y de drogas ilícitas (principalmente
microhemorragias profundas derechas (flecha roja).
anfetaminas y cocaína) y malformaciones
vasculares. Las causas menos frecuentes incluyen hemorragia en tumores, rotura de aneurisma
y vasculitis. Los síntomas neurológicos generalmente aumentan gradualmente en minutos o en
unas pocas horas.
Hemorragia subaracnoidea
La rotura de los aneurismas arteriales es la principal causa de hemorragia subaracnoidea (HSA).
La rotura de un aneurisma libera sangre directamente en el líquido cefalorraquídeo (LCR) bajo
presión arterial. La sangre se esparce rápidamente dentro del LCR, aumentando rápidamente
la presión intracraneal. Sobreviene la muerte o el coma profundo si el sangrado continúa. El
sangrado suele durar solo unos segundos, pero es común que se vuelva a sangrar. El síntoma
principal es un dolor de cabeza repentino y severo clásicamente descrito como el "peor dolor
de cabeza de mi vida". El dolor de cabeza se lateraliza en el 30 por ciento de los pacientes,
predominantemente hacia el lado del aneurisma (1).
Definición, etiología, clasificación y epidemiología del accidente cerebrovascular
Definición:
Un accidente cerebrovascular es la lesión neurológica aguda que se produce como resultado
de uno de estos procesos patológicos y se clasifican en dos grandes tipos:
Isquemia cerebral: se caracteriza por muy poca sangre para suministrar una cantidad
adecuada de oxígeno y nutrientes a una parte del cerebro, y se debe a trombosis, embolia
o por hipoperfusión sistémica.
Hemorragia cerebral: la hemorragia se caracteriza por demasiada sangre dentro de la
cavidad craneal cerrada se puede dar debido a una hemorragia intracerebral (HIC) o a
una hemorragia subaracnoidea (HSA).
Isquemia cerebral:
Hay tres subtipos principales de isquemia cerebral: trombosis, embolia o por hipoperfusión
sistémica
Trombosis:
Los accidentes cerebrovasculares trombóticos son aquellos en los que el proceso patológico
que da lugar a la formación de un trombo en una arteria produce un accidente cerebrovascular,
ya sea por la reducción del flujo sanguíneo a nivel distal (bajo flujo) o por un fragmento
embólico que se desprende y viaja a un vaso más distante (embolia de arteria a arteria). Los
accidentes cerebrovasculares trombóticos pueden dividirse en enfermedad de vasos grandes o
pequeños.
Las patologías que afectan a los grandes vasos extracraneales incluyen (4):
Aterosclerosis
Disección
Arteritis de Takayasu
Arteritis de células gigantes
Displasia fibromuscular
Las patologías que afectan a los grandes vasos intracraneales incluyen:
Aterosclerosis
Disección
Arteritis/vasculitis
Vasculopatía no inflamatoria
Síndrome de moyamoya
Vasoconstricción
La aterosclerosis es la causa más común de enfermedad local in situ en las grandes arterias
extracraneales e intracraneales que irrigan el cerebro.
Embolia:
Los accidentes cerebrovasculares embólicos se dividen en cuatro categorías (4):
Aquellos con un origen conocido cardíaco
Aquellos con un posible origen cardíaco o aórtico basado en hallazgos
ecocardiográficos transtorácicos o transesofágicos
Aquellos con un origen arterial (embolia de arteria a arteria)
Aquellos con una fuente realmente desconocida en los que las pruebas de fuentes
embólicas son negativas
Hipoperfusión sistémica:
La reducción de la perfusión puede deberse a un fallo de la bomba cardíaca causado por una
parada cardíaca o una arritmia, o a una reducción del gasto cardíaco relacionada con una
isquemia miocárdica aguda, una embolia pulmonar, un derrame pericárdico o una hemorragia.
Clasificación TOAST:
El sistema TOAST intenta clasificar los accidentes cerebrovasculares isquémicos según los
principales mecanismos fisiopatológicos que se reconocen como la causa de la mayoría de los
accidentes cerebrovasculares isquémicos (figura 3) (5). Asigna los accidentes
cerebrovasculares isquémicos a cinco subtipos en función de las características clínicas y los
resultados de los estudios complementarios, como las imágenes cerebrales, las evaluaciones
neurovasculares, las pruebas cardíacas y las evaluaciones de laboratorio para detectar un estado
protrombótico.
Figura 3: La clasificación de
TOAST (Trial of Org 10172 in
Acute Stroke Treatment) se basa
en los síntomas clínicos y en los
resultados de investigaciones
adicionales.
Doctrina de Monroe-Kellie
La doctrina Monro-Kellie lleva el nombre de dos médicos escoceses, el conocido Alexander
Monro y George Kellie, cuya vida y obra no se han descrito previamente en detalle. Después
de su servicio como cirujano naval, Kellie siguió a su padre en una carrera como cirujano en el
puerto de Leith, cerca de Edimburgo. Sus publicaciones muestran que es un médico atento y
compasivo, dispuesto a cuestionar los conceptos establecidos. Trabajó en estrecha
colaboración con colegas quirúrgicos de la ciudad, algunos de los cuales hicieron importantes
contribuciones por derecho propio. El artículo que llevó a la fama del mismo nombre se basó
en observaciones post-mortem sobre el volumen de sangre en los vasos sanguíneos cerebrales,
lo que lo llevó a concluir que un cambio en el volumen de un componente intracraneal debe
compensarse con un cambio recíproco en los demás (Figura 4) (6). Colaboró con Monro en
este trabajo, pero la doctrina fue difundida por otro colega, John Abercrombie, en su libro
ampliamente leído sobre neuropatología. Kellie logró el reconocimiento dentro de la
comunidad médica local. La doctrina que lleva su nombre sigue siendo fundamental para
nuestra comprensión de las relaciones de presión y volumen dentro del cráneo.
Figura 4: La hipótesis
establece que el cráneo, se
comporta como un
compartimento rígido con un
volumen fijo a su interior. El
cráneo y sus componentes
internos (sangre, LCR y el
tejido cerebral) crean una
especie de equilibrio en
donde al existir un aumento o
disminución de volumen de
uno de los tres componentes,
tiene que haber una
compensación por parte de
los otros dos componentes
Reflejo de Cushing
En 1901, Cushing demostró que, cuando la presión intracraneal se aproxima a la presión arterial media
(y hay compresión cerebral y de las arterias cerebrales), se inicia una «respuesta isquémica» que
conduce a un incremento de esta última «para mantener una mínima perfusión cerebral». Comúnmente,
a este fenómeno (respuesta de Cushing) lo acompañan trastornos respiratorios y bradicardia y en su
conjunto forman la tríada de Cushing.
Cada una de las arterias carótidas internas también emite ramas llamadas arterias cerebrales anteriores
que sirven a la porción medial de los lóbulos frontal y parietal y se conectan entre sí con un pequeño
vaso sanguíneo de conexión llamado arteria comunicante anterior. Mientras tanto, las arterias
vertebrales y la arteria basilar desprenden ramas para irrigar el cerebelo y el tronco del encéfalo.
Además, la arteria basilar se divide para convertirse en la arteria cerebral posterior derecha e izquierda
que sirven principalmente al lóbulo occipital y parte del lóbulo temporal, así como al tálamo.
Finalmente, cada una de las arterias carótidas internas emite una rama llamada arteria comunicante
posterior que se une a las arterias posteriores en cada lado. Entonces, juntas, las arterias principales y
las arterias comunicantes completan lo que se llama el Círculo de Willis (Figura 6) (7), un anillo donde
la sangre puede circular de un lado a otro en caso de una obstrucción. Como parte del trabajo que se
debe reconocer a la historia de la medicina hablaremos un poco sobre Thomas Willis FRS (Great
Bedwyn, Wiltshire, 27 de enero de 1621-Londres, 11 de noviembre de 1675) el cual fue un médico
británico que jugó un papel importante en la historia de la anatomía, la fisiología, la neurología y la
psiquiatría. Fue pionero en sus investigaciones neuroanatómicas y en 1662 fue uno de los fundadores
de la Royal Society (8).
En general, el cerebro puede sobrevivir con la disminución del flujo sanguíneo, especialmente cuando
ocurre gradualmente porque eso permite
suficiente tiempo para que se desarrolle la
circulación colateral, que es donde un
vaso cercano comienza a enviar ramas de
vasos sanguíneos para abastecer un área
que lo necesita. Pero una vez que el
suministro de flujo sanguíneo se reduce
por debajo de las necesidades del tejido,
causa daño tisular, lo que llamamos
accidente cerebrovascular isquémico. Hay
dos formas principales en las que ocurre
un accidente cerebrovascular isquémico
(9). Un mecanismo es la disfunción de las
células endoteliales, que se produce
cuando algo irrita o inflama el
Figura 7: Mecanismos de curación de la placa aterosclerótica.
revestimiento interno resbaladizo de la
arteria, la túnica íntima (Figura 7) (10). Un irritante clásico son las toxinas que se encuentran en el
tabaco y que flotan en la sangre y dañan el endotelio. Ese daño se convierte en un sitio para la
aterosclerosis, que es donde se forma una placa. Esto es cuando se forma una acumulación de grasa,
colesterol, proteínas, calcio y células inmunitarias y comienza a obstruir el flujo sanguíneo arterial. Esta
placa tiene dos partes, el interior de textura suave y cursi y la capa exterior dura que se llama tapa fibrosa
(11).
Los puntos de ramificación en las arterias y particularmente en las arterias carótidas internas y
cerebrales medias son los puntos más comunes de aterosclerosis. Sin embargo, por lo general, se
necesitan años para que la placa se acumule y este bloqueo lento solo bloquea parcialmente las arterias,
por lo que, aunque llega menos sangre al tejido cerebral, todavía hay algo de sangre (12).
Las plaquetas se adhieren al material y liberan sustancias químicas que mejoran el proceso de
coagulación. En un minuto, esa arteria puede bloquearse por completo. Otro mecanismo para la
formación de un accidente cerebrovascular isquémico es una embolia. Un accidente cerebrovascular
embólico generalmente ocurre cuando un coágulo de sangre se desprende de un lugar, viaja a través de
la sangre y se aloja en una arteria corriente abajo, generalmente una arteria, arteriola o capilar con un
diámetro más pequeño. Estos coágulos de sangre generalmente surgen del aterosclerosis, pero también
pueden formarse en el corazón. Por ejemplo, la sangre estancada puede formar un coágulo y la sangre
puede estancarse debido a una fibrilación auricular o después de un ataque cardíaco (13).
Si se forma un coágulo en la aurícula izquierda, se mueve hacia el ventrículo izquierdo y desde allí
tiene una ruta directa al cerebro. Por otro lado, si se forma un coágulo en las venas de baja presión o en
la aurícula derecha, entra en el ventrículo derecho y se aloja en los capilares pulmonares, sin posibilidad
de llegar al cerebro. Una excepción importante es si una persona tiene un defecto cardíaco, como un
defecto del tabique auricular, que permite que la sangre y, potencialmente, un coágulo de sangre se
desplace desde el lado derecho del corazón hacia el lado izquierdo del corazón. En esa situación, un
coágulo de sangre venoso o auricular derecho habrá pasado por alto la circulación pulmonar y
establecido una ruta al cerebro (14).
En estos casos, los tejidos que están más aguas abajo son los más afectados. Esto se debe a que el tejido
sano continúa extrayendo lo que necesita de la sangre que fluye, dejando poco o nada de oxígeno y
nutrientes para el tejido más alejado. Los tejidos "más lejanos" en el cerebro se encuentran en el límite
de dos suministros de sangre diferentes. Cuando el flujo sanguíneo en todo el cuerpo disminuye por
cualquier motivo, se dañan y este patrón de lesión se denomina infarto divisorio. Independientemente
del mecanismo de un accidente cerebrovascular isquémico, es útil recordar que hay un núcleo
isquémico, que es el tejido cerebral que probablemente morirá por isquemia, y luego hay tejido
alrededor del núcleo, llamado penumbra isquémica, que se conserva durante un período. de tiempo por
circulación colateral y tiene la posibilidad de sobrevivir si el flujo sanguíneo se restablece con la
suficiente rapidez (16).
Durante un período de 4 a 6 horas, las células inmunitarias comienzan a arrastrar las células dañadas y
la inflamación resultante daña la barrera hematoencefálica, lo que permite que el líquido y las proteínas
ingresen al tejido cerebral causando hinchazón o edema vasogénico. Debido a que el cráneo crea un
volumen fijo, la hinchazón conduce a un efecto de masa en el que el tejido cerebral inflamado empuja
hacia el lado no afectado del cerebro, lo que se denomina hernia cingulada o uncal, o se desliza hacia
abajo y fuera de la base del cráneo, lo que se denomina hernia de amígdalas cerebelosas, que es
particularmente peligroso porque puede empujar el tronco del encéfalo y afectar la respiración y la
conciencia (18).
Un accidente cerebrovascular hemorrágico puede ser causado por una hemorragia intracerebral o una
hemorragia subaracnoidea. La hemorragia intracerebral ocurre cuando el sangrado ocurre dentro del
cerebro y generalmente es causado por hipertensión, que puede causar microaneurismas o aneurismas
de Charcot-Bouchard. Son tan pequeños que no son visibles con una angiografía. Es muy probable que
los aneurismas de Charcot-Bouchard se encuentren en arterias pequeñas que irrigan estructuras
profundas de materia gris. Por tanto, la hemorragia intracerebral por hipertensión suele producirse en
los ganglios basales, que son irrigados por las arterias lenticuloestriadas, especialmente en el putamen;
pero también puede ocurrir en otras estructuras de materia gris profunda como el tálamo, la
protuberancia o el cerebelo (19).
La mayoría de los aneurismas cerebrales surgen en la mitad anterior del círculo de Willis, típicamente
en bifurcaciones, con mayor frecuencia entre la arteria comunicante anterior y la arteria cerebral anterior
(Figura 9) (20). Para la prueba, debe saber que los aneurismas más comunes en el cerebro son los
aneurismas cerebrales saculares, también conocidos como aneurismas de bayas, que tienen una forma
redondeada característica en un lado de la arteria.
Figura 9: La anatomía del espacio subaracnoideo y el círculo de Willis se muestra en los Paneles A y B. Una arteria
principal (la arteria carótida interna) ingresa al cráneo desde abajo y luego sigue un curso a través del espacio
subaracnoideo, emitiendo ramas que irrigan el parénquima. Presión pulsátil alta en los puntos de ramificación de la arteria
proximal (flecha, panel B) justo después de que la pared arterial se desprende gran parte de su adventicia de soporte puede
promover la formación de aneurismas saculares en personas susceptibles. En tales casos (Panel C), se forma un aneurisma
en el punto de ramificación de una arteria, donde la tensión de pulsación arterial es máxima. La mayoría de las lesiones
permanecen silenciosas hasta que se produce la ruptura, momento en el que la sangre se libera rápidamente al espacio
subaracnoideo, lo que produce efectos tempranos como irritación parenquimatosa, edema e hidrocefalia y efectos
retardados. como vasoespasmo. Durante la reparación quirúrgica de un aneurisma de este tipo (panel D), se pueden colocar
clips temporales en la zona proximal. arteria de alimentación solamente, o pueden colocarse en las arterias proximales y
distales para "atrapar" el segmento que alberga el aneurisma. Ambos métodos reducen el flujo dentro del segmento
regional. Sin embargo, la captura proporciona un cese completo de flujo, y cualquier tejido suministrado por una arteria
terminal en el segmento atrapado es particularmente susceptible a consecuencias isquémicas. Reducir las demandas
metabólicas del cerebro puede extender el intervalo de tolerancia de la interrupción del flujo, proporcionando más tiempo
para que el cirujano asegure con precisión el aneurisma. La extracción de la base del cráneo proporciona un mejor acceso
y operatividad. exposición para el cirujano sin la necesidad de una retracción sustancial del cerebro. Una vez que se
completa la exposición (Panel E), se coloca un clip permanente en el cuello del aneurisma, excluyéndolo efectivamente
de la circulación arterial. El aneurisma es entonces colapsado, y el campo inspeccionado para asegurarse de que ninguna
rama se vea comprometida por la colocación del clip. La pared interior de la La base del aneurisma se aproxima mediante
el clip, lo que generalmente proporciona una cura de por vida de la lesión.
Examen neurológico:
La presencia de algunas presentaciones de síntomas y signos sugiere ocasionalmente un
proceso específico. Por ejemplo (21):
La debilidad de la cara, el brazo y la pierna de un lado del cuerpo no acompañada de
anomalías sensoriales, visuales o cognitivas favorece la presencia de un accidente
cerebrovascular trombótico que involucra arterias penetrantes.
Las anomalías del lenguaje sugieren una enfermedad de la circulación anterior, al igual
que la presencia de signos motores y sensoriales en el mismo lado del cuerpo.
Vértigo, tambaleo, diplopía, sordera, síntomas cruzados, signos motores y / o
sensoriales bilaterales y hemianopsia sugieren afectación de la circulación posterior.
Biomarcadores:
El biomarcador mejor estudiado para diferenciar subtipos de isquemia cerebral es el nivel de
dímero D. Los niveles de dímero D son más altos en aquellos con accidentes cerebrovasculares
cardioembólicos y trombosis venosa cerebral y son más bajos en aquellos con isquemia
cerebral debido a enfermedad arterial penetrante (1).
Evaluación neurológica:
Los tres hallazgos más predictivos para diagnosticar la enfermedad cerebrovascular aguda son:
paresia facial, desviación o debilidad del brazo y habla anormal (22).
Estudios de laboratorio inmediatos: TC o MRI es obligatorio en quienes tengan
deterioro neurológico repentino o ACV agudo.
Neuroimagen: son necesarios estudios para excluir hemorragia como causa del déficit,
útiles para evaluar el grado de lesión cerebral e identificar la lesión vascular responsable
del déficit isquémico.
Estudios cardíacos: la ECG (detectar signos de isquemia cardíaca aguda
concomitante)
Hipoglucemia:
Puede causar déficits neurológicos focales que imitan el ACV. La hipoglucemia severa
por sí sola puede causar daño neuronal.
Hiperglicemia:
Puede aumentar la lesión cerebral, acidosis tisular por metabolismo anaeróbico, genera
radicales libres, y permeabilidad en la barrera hematoencefálica.
Evaluación de la deglución:
La disfagia es común después de un ACV y es factor de riesgo para desarrollar
neumonía por aspiración.
Fiebre:
En pacientes que se presentan con deterioro neurológico. Ambos problemas pueden
darse si hay infección del SNC como meningitis, empiema subdural, absceso y
endocarditis infecciosa. Tratamiento: investigar y tratar el origen de la fiebre, usando
antipiréticos para bajar la temperatura. Se sugiere mantener la normotermia en los
primeros días después de un ACV agudo
Antipiréticos:
Inhibe la síntesis y liberación de prostaglandinas a nivel hipotalámico. EA: cefalea,
depresión, ambliopía tóxica, trombocitopenia, toxicidad.
Manejo de la presión arterial:
Aumenta espontáneamente después de la isquemia cerebral. Efecto hipertensivo
transitorio desciende hasta 20/10 mmHg en 10 días. Los agentes IV son adecuados para
una PA precisa. Se sugiere labetalol IV (bloquea receptores b-1 en corazón, b-2 en
músculos bronquiales y vasculares y a-1 en músculos lisos vasculares. EA: hipotensión
postural, congestión nasal), nicardipina (inhibe la entrada de Ca, vasodilatador de
arteriolas periféricas y reduce el consumo cardíaco de O2. EA: vértigo, edema de
miembros inferiores, cefaleas, enrojecimiento, palpitaciones), clevidipine (bloquea
del músculo liso arterial. EA: fibrilación auricular, taquicardia sinusal, hipotensión,
dolor torácico).
Terapia con estatinas: para pacientes con ACV isquémico agudo, se inicia o continúa
el tratamiento con estatinas (atorvastatina, rosuvastatina, simvastatina, pitavastatina).
La terapia intensiva a largo plazo se asocia con riesgo reducido de ACV isquémico
recurrente y ECV. Las estatinas disminuyen la síntesis endógena de colesterol por
inhibición competitiva de la HMG-CoA reductasa, enzima limitante en la biosíntesis
del colesterol. EA: dolor y daño muscular, daño hepático, hiperglicemia.
Los principales factores de riesgo modificables de accidente cerebrovascular son los siguientes
(18):
Hipertensión
Diabetes mellitus
Fumar
Dislipidemia
Inactividad física