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CAPITALISMO DE IZQUIERDAS VS.

FUSIONISMO

Alberto Mansueti

Para lunes 25 de octubre

# CAPITALISMO DE IZQUIERDAS

--- Vivir sin mentiras o cómo ser un disidente cristiano en el siglo XXI, Jorge Soley, 27 de abril 2021

https://www.infocatolica.com/blog/archipielago.php/2104270151-vivir-sin-mentiras-o-como-ser

La opción benedictina sacudió el mundo católico en 2017 y, en cierto modo, también a ciertas ramas del
protestantismo y la iglesia ortodoxa. Rod Dreher consiguió con su libro abordar una cuestión clave en el
momento preciso: el mundo secular es crecientemente hostil a la religión. Un diagnóstico obvio.

Pero además se atrevía a proponer una estrategia, la opción benedictina: una cierta retirada del espacio
público para enfocarse prioritariamente en establecer y fortalecer pequeñas comunidades en las que vivir
y transmitir la fe. La opción benedictina provocó interesantes debates en los que se discutió sobre sus
aciertos, carencias, sugerencias y limitaciones que no es el momento de reproducir aquí.

Ahora Dreher vuelve con un nuevo libro, Vivir sin mentiras, que es en cierto modo una continuación. Las
cosas no han mejorado desde entonces, al contrario, nuestras sociedades ofrecen crecientes síntomas de
lo que Dreher no duda en calificar de nuevo totalitarismo cada vez más excluyente y amenazante hacia los
cristianos que viven en Occidente. No es necesario recurrir a conspiraciones varias, lo vemos a diario a
poco que sigamos mínimamente la actualidad.

En el mundo del totalitarismo blando, advierte con razón Dreher, ya no podemos simplemente “vivir como
viven todas las familias, con la única diferencia de ir a la iglesia los domingos… Los padres cristianos han
de ser deliberadamente contraculturales”.

--- Rod Dreher: «Andamos dispersos y atomizados» José María Ballester Esquivias, 17 de Junio 2021

https://alfayomega.es/rod-dreher-andamos-dispersos-y-atomizados/

ENTREVISTA A ROD DREHER. El autor de La opción benedictina recurre ahora al ejemplo de los
cristianos que sobrevivieron al comunismo, y pide crear pequeños grupos y redes que nos ayuden a
mantener viva la fe bajo persecución.

¿De qué manera convendría actuar? Usando la política para luchar contra el totalitarismo blando en todas
sus manifestaciones, la ideología de género, por ejemplo, pero también preparándonos para la posibilidad
de que venga algo mucho peor. De esto trata Vivir sin mentiras. Está lleno de consejos de cristianos que
sobrevivieron al comunismo. Nos dicen que necesitamos crear pequeños grupos y redes que nos ayuden a
mantener viva la fe bajo persecución.

¿No cree que existe el riesgo de que los cristianos se replieguen sobre sí mismos y actúen como
guardianes de las esencias? Esta fue la principal crítica que recibí con La opción benedictina. Pero no pido
a los cristianos que se encierren en sí mismos como una forma de esconderse. Les pido que se retiren a la
vida comunitaria para fortalecernos frente a los ataques anticristianos. Andamos demasiado dispersos y
atomizados. Necesitamos recordarnos a nosotros mismos quiénes somos y en qué creemos, y reconstruir
lazos fuertes para contar con el apoyo mutuo cuando seamos atacados. Todo lo que hasta ahora hemos
estado haciendo no funciona. ¿Por qué no probar otra cosa?

--- ¿Hacia un totalitarismo blando? Rebelión en la granja, 23 de agosto 2021

https://rebelionenlagranja.com/noticias/hacia-un-totalitarismo-blando-charla-entre-rod-dreher-y-
mathieu-bock-cote-20210823

DIÁLOGO CON ROD DREHER. La nueva tiranía la ejerce una policía del pensamiento que ha adquirido un
poder desorbitado: ¿cómo se explica este dominio de las mentes y, sobre todo, el hecho de que afecte a
temas que hasta hace poco eran unánimemente rechazados (el nuevo «racialismo», el «matrimonio» entre
personas del mismo sexo, la maternidad subrogada, la eutanasia…)?

Rod Dreher – Según el eminente sociólogo estadounidense James Davison Hunter, casi todas las
revoluciones culturales comienzan por las élites, que difunden sus ideas a través de sus redes hasta que
esas llegan a las masas. En Estados Unidos, esta forma de pensar tan ideológica conquistó primero a las
élites universitarias. La mayoría de sus ideas eran tan extremas que nadie se preocupaba por su difusión.
Pero cuando estas ideas se introdujeron en los medios de comunicación, la propaganda nunca se detuvo.
Hace seis años, las grandes empresas se involucraron con fuerza en la promoción de políticas culturales
progresistas -pro-LGBT, pro-Black Lives Matter, etc.-, tal vez para evitar que la izquierda hiciera
demasiadas preguntas sobre sus prácticas comerciales.

--- Vivir sin mentiras, Pablo J. Ginés, Religión en Libertad, 8 de junio 2021

https://www.religionenlibertad.com/cultura/36674924/vivir-mentiras-disidentes-cristianos-
totalitarismo-blando.html

Dreher se mofa de que aún hace pocos años había conservadores que pensaban que los "niñatos progres" y
desvergonzados en la universidad cambiarían al entrar en la vida real, el mercado, la empresa, tener hijos
que atender... La realidad es que los "niñatos progres" hoy controlan las multinacionales, las asociaciones y
el poder político y desde allí adoctrinan en su totalitarismo blando a todas, todos y todes. En España lo
ejemplificaría Rita Maestre, una estudiante que enseñaba las tetas en un acto grosero contra la capilla de
Somosaguas en 2011. Cuatro años después era la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, y hoy es portavoz
municipal del grupo postcomunista Más Madrid.

--- El ascenso del capitalismo woke, William L. Anderson, 25 de julio 2019

https://mises.org/es/wire/el-ascenso-del-capitalismo-woke

Sin embargo, como escribe Rod Dreher de The American Conservative, las empresas woke no sólo están
satisfechas con el control de sus propios empleados en busca de actitudes y pensamientos no-woke. Estas
compañías también son imperialistas al empujar sus puntos de vista sociales y políticos a otros lugares y
no tienen miedo de usar amenazas cuando se las desafía. Por ejemplo, Dreher señala que cuando algunos
estados recientemente aprobaron límites más estrictos para el aborto a petición, más de 200 directores
generales de compañías como Ben & Jerry's, Yelp y Bloomberg firmaron un anuncio en el New York Times
en el que condenaban las nuevas leyes y afirmaban que eran «malas para los negocios».
La izquierda cultural ha capturado las burocracias de las corporaciones. Una cosa que oímos mucho de
nuestros amigos de la izquierda es que las grandes empresas son conservadoras y nunca harían nada que
perjudicara sus resultados finales. ¡Equivocado! He visto personalmente cómo las empresas harán cosas
políticamente correctas que en realidad perjudican su modelo de negocio, pero que ganan sus palmaditas
en la espalda entre su cohorte social.

Estos documentos afirman, no discuten, que la politización total de la cultura de la compañía es crítica
para su éxito empresarial.... y luego pasan a describir un programa que casi con toda seguridad va a causar
grandes problemas con el trabajo en equipo, la cohesión y el conflicto. Estos documentos son una receta
para crear una intensa ansiedad y sospecha dentro de la compañía. Está tan claro como el día. No se mira
por qué una empresa sensata adoptaría estos principios y técnicas, que sólo pueden dañar su capacidad
para competir. Pero ahí está, en blanco y negro.

# ARMAND HAMMER

--- El billonario que negoció con Lenin, Semana, 14 octubre de 1984

https://www.semana.com/el-billonario-que-negocio-con-lenin/5786-3/

La relación de Hammer con el mundo de los negocios empezó en 1917 cuando éste era un estudiante de
medicina en la Universidad de Culumbia en Nueva York. Su padre Julius, un médico socialista que estuvo
entre los fundadores del Partido Comunista de EEUU, tenía una pequeña compañía farmacéutica al borde
de la quiebra, y que pasó a ser dirigida por Armand, de 19 años. En poco tiempo, el joven enderezó las
finanzas de la empresa, y al graduarse de médico había logrado amasar una fortuna de casi un millón de
dólares. Entre sus clientes, se contaba el entonces nuevo gobierno bolchevique, boicoteado por los países
de Occidente, y el cual debía algún dinero a Hammer, quien fue a Rusia a cobrarlo a mediados de 1921.

--- Falleció Armand Hammer, El Tiempo, 12 diciembre de 1990

https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-34832

Hammer viajó por primera vez a la Unión Soviética en 1921 para cobrar deudas contraídas por el estado
comunista con la compañía farmacéutica de su familia. Pero se quedó allí 10 años, creando lazos con Lenin
y otros líderes soviéticos. Forjó un acuerdo para cambiar productos soviéticos por maíz, trigo y otros
productos estadounidenses. Se convirtió de inmediato en un héroe de los soviéticos. Lenin le otorgó un
permiso para que fuera el único representante de 38 empresas estadounidenses, entre ellas la automotriz
Ford, Allis Chalmers y U.S. Rubber. Pero con Stalin, los vínculos de Hammer con la URSS se enfriaron.

--- El teléfono rojo, Jorge Morelli, El Montonero, 14 diciembre de 2016

https://elmontonero.pe/columnas/el-telefono-rojo

Durante los años de la Guerra Fría, Hammer pudo ser un teléfono rojo confidencial entre la Casa Blanca y
el Kremlin. Viene al caso recordarlo hoy que el presidente electo Donald Trump ha nombrado secretario
de Estado y cabeza de la diplomacia americana al presidente de la petrolera Exxon. Rex Tillerson es un
estratega todo terreno, habituado a negociar con presidentes y reyes bajo toda clase de climas políticos.
Este segundo magnate petrolero devenido en diplomático es amigo personal de Vladimir Putin.
--- El lápiz y el martillo, Jesús Ortiz, El Diario, 6 de marzo de 2021

https://www.eldiario.es/cantabria/primera-pagina/lapiz-martillo_132_7276730.html

Hammer, en consecuencia, habló con Henry Ford: en la URSS había un gran mercado para sus tractores.
Ford estaba de acuerdo en eso, pero no le gustaban los bolcheviques y prefería esperar la restauración
del zarismo. Hammer se lo quitó de la cabeza y se convirtió en el concesionario de la Ford en Rusia. Dos
años después los rusos le dijeron que llevarían ese negocio directamente con Ford.

# GRUPO BILDERBERG

--- Wikipedia

Es una reunión anual a la que asisten aproximadamente las 130 personas más influyentes del mundo,
mediante invitación. Los miembros de este grupo se reúnen en complejos de lujo ubicados en Europa,
EEUU y Asia occidental, donde la prensa no tiene ningún tipo de acceso, y sus oficinas están en Leiden
(Países Bajos). El nombre procede del hotel en el que tuvo lugar la primera reunión, en los Países Bajos.

El 29 de mayo de 1954 tuvo lugar la primera reunión, propuesta por el exiliado consejero político polaco
Józef Retinger. Preocupado por el antiamericanismo que causaba el Plan Marshall en Europa, decidió
reunir a los líderes europeos y norteamericanos para promover el entendimiento entre ellos. Entre los
invitados estuvieron el príncipe neerlandés Bernardo, que decidió promover la idea, David Rockefeller,
quien financió la reunión, y el primer ministro belga Paul van Zeeland. La idea era que los invitados fueran
dos de cada país, uno conservador y el otro progresista.

La Regla de Chatham House es un sistema para la celebración de debates y mesas redondas sobre temas
controvertidos. El nombre proviene de la sede del Real Instituto de Asuntos Internacionales, también
conocido como Chatham House, donde surgió la regla en junio de 1927. La regla dispone que las personas
que asisten a un seminario pueden discutir los resultados del seminario en el mundo exterior, pero no
pueden discutir quien asistió o identificar lo que dijo un individuo específico. La regla se desarrolló para
facilitar la discusión franca y honesta sobre temas controvertidos o impopulares por oradores que pueden
no tener otra forma de acceder a un forum adecuado.

--- El Club Bilderberg: ¿qué es exactamente y quienes lo forman? Ahorrador Ninja, octubre 2021

https://ahorrador.ninja/club-bilderberg/

el Club Bilderberg dividido en tres círculos:

1. Los sabios del club. En el primer círculo, están los fundadores que son los conocidos como los sabios del
club. Este selecto grupo de personas lo forman alguna de las familias más poderosas del mundo como son
los Rockefeller, Hudson o Morgan.

2. Comité directivo. En el segundo círculo, nos encontramos con el comité directivo de Bilderberg que
está formado por 33 miembros. Estas personas, son siempre las encargadas de invitar a los miembros del
tercer círculo, dependiendo también de la agenda de asuntos que se van a tratar.
3. Invitados y otros asistentes. En el último círculo, aparte de los invitados que se invitan de manera
puntual también existen otros asistentes que acuden cada año, como pueden ser en la actualidad el grupo
empresarial Google, los fundadores de YouTube y los fundadores de las redes sociales.

# HAITÍ, CUBA, LATINOAMÉRICA: SOCIEDADES DIVIDIDAS

Manuel Hinds

https://www.elcato.org/haiti-cuba-latinoamerica-sociedades-divididas

Haití y Cuba representan los extremos de las dos fases del círculo vicioso en el que se ha movido América
Latina desde que se independizó. Se inician con el caos, luego pasan a la tiranía, cuando la tiranía cae van
de regreso al caos, y de allí a otra tiranía. Así ha sido por doscientos años. Haití, desgraciadamente, es el
extremo de los extremos, y en este momento, con el terrible asesinato de su presidente, pasa de un semi-
caos a un caos total, que, si la población no cambia, resultará en una tiranía similar a la que tenían, si no
una como la de Papa Doc.

Cuba tiene 62 años de estar en esa etapa, la del orden impuesto sangrientamente, forzando a todos a
cantar las mismas canciones “revolucionarias”, aplastando sus legítimos intereses propios para que no los
manden a la cárcel. El resultado ha sido un régimen que haciendo gran propaganda de sus virtudes en
salud pública, ha generado una crisis de salud tan grande y una crisis permanente económica que ha
impulsado a sus ciudadanos a salir a protestar.

--- HAITÍ Y CUBA, Foro Liberal de América Latina

https://www.youtube.com/watch?v=2tXYhgnRZ7U&t=3093s

--- EL DIAGNÓSTICO QUE FALTABA

https://liberemos.mx/el-diagnostico-que-faltaba/

# FUSIONISMO

Hace varios años, y ante la arrolladora arremetida de las izquierdas en la primera década de este siglo,
deshaciendo muchos de los pocos avances logrados en la última del anterior, y reforzada con el marxismo
cultural ahora, algunos liberales clásicos hicimos una profunda autocrítica de lo que hacemos mal. En vez
de sólo arrojar las culpas a lo perverso de las izquierdas (aunque lo son), y a la ignorancia de la gente, que
“no sabe economía” (aunque así es: no sabe).

Apuntamos a nuestra incapacidad para conectar con la gente corriente, del único modo que sirve: con una
oferta programática, política, y electoral, asequible y atractiva, superando los malentendidos y equívocos
reinantes. Descubrimos y denunciamos a la “derecha mala”, la única que aparece en escena: sin programa
seductor, sin partidos consistentes, y sin candidatos para hacer las reformas de fondo. Y sin principios;
tal vez lo peor. Dijimos: “La derecha no es diestra”, jugando con las palabras, al modo de la célebre
consigna de Thatcher: “Labor doesn’t work”: el laborismo (trabajismo) no trabaja, no funciona.
En el diagnóstico, apuntamos al “divorcio trágico” entre unos “tanques de pensamiento” inmersos en la
pura teoría y labor académica, políticamente estériles, e incapaces de lograr cambios beneficiosos, y unos
partidos supuestos liberales o centristas, haciendo demasiadas concesiones a la izquierda, siendo por eso
también inefectivos. Y a otro divorcio lamentable: el que separa a los liberales y libertarios, de las gentes
de talante conservador.

Encontramos el remedio: la reunión de teoría y práctica en un programa de acción política que titulamos
“La Gran Devolución” a través de las Cinco Reformas. Es la operacionalización del “Fusionismo”: la reunión
de las dos “alas” o universos paralelos en la derecha: (i) el conservador en lo política, de gobierno limitado
y moral pública, y (ii) el liberal y pro competencia abierta en los mercados de la economía y también otros
como educación, atención médica y jubilaciones. Conservatismo de mercado libre.

El asunto es que chocamos con demasiadas barreras cognitivas y emocionales en la opinión pública, que
forman escudos protectores a las ideas equivocadas, que por eso, y por nuestra inacción, persisten en las
leyes malas e instituciones derivadas. Este breve ensayo trata de esas barreras que nos impiden ganar
apoyos, recursos, y avanzar, para siquiera contener la arremetida.

El psicólogo español Ramón Nogueras ha escrito un libro titulado “Por qué creemos en mierdas: cómo nos
engañamos a nosotros mismos”. Alude mucho a las pseudociencias, como es el marxismo según Popper. Su
tesis: como tendencia general, creemos sólo lo que queremos creer, y nos negamos neciamente a mirar,
leer o escuchar aquello que contradice o amenaza nuestras creencias fijas.

Se pregunta: “¿cómo es posible que creamos firmemente en bulos y supersticiones? ¿Por qué damos por
buenas y difundimos historias y noticias que nunca han ocurrido? ¿Qué explica que, pese a las evidencias,
no estemos dispuestos a cambiar de opinión o a modificarla siquiera?” Y trae una lista de creencias como
reptilianos o la tierra plana. Es la peor forma de engaño: el autoengaño.

Hay dos enunciados, de tipo científico, relacionados con las fuertes convicciones en creencias falsas:

a) “La pasión que se pone en una discusión es inversamente proporcional a la cantidad de información real
y verdadera disponible por el sujeto”. Lo dijo Aristóteles; y hoy le llaman “la ley de la controversia de
Benford”, aplicable a las discusiones, en especial mediante Internet. Gregory Benford es astrofísico,
ambientalista (alarmista) y escritor de ciencia ficción. Su ley tiene mucho que ver con …

b) El efecto Dunning-Kruger: “los individuos con escasa información, habilidad o conocimientos, tienen un
ilusorio sentimiento de superioridad, creyéndose más informados e inteligentes que otras personas más
preparadas, sobrevaluando su capacidad por encima de lo real”. Un exceso de autoestima, que genera un
exceso de confianza en las propias opiniones, aunque sean equivocadas.

En estos tiempos, en los buenos estudios de opinión, se nota una enorme masa de gente agobiada por las
problemas y dificultades causadas por el estatismo, pero que ignoran por completo el origen real de sus
padecimientos, y acostumbran a encontrar culpables en otra parte, prestando así un apoyo inconsciente a
minorías ruidosas, que defienden ideas erradas y dañinas, con una confianza, empeño, vocería y activismo
dignos de mejor causa.

En otros tiempos, de gobierno limitado, seguridad y prosperidad, la política estaba reservada a los
profesionales. La gente corriente, en su mayor parte estaba ocupada en sus quehaceres personales, lejos
de la política, y no se arriesgaba a interesarse en el tema, y sobre todo a mantener tantas opiniones tan
fuertes. El desinterés y la apatía del grueso de la gente era normal, saludable y estabilizador de buenas
leyes e instituciones de gobierno limitado, y por consiguiente de capitalismo. En cambio, hoy día, bajo el
régimen fuertemente estatista y socialista actual, lo apático de la gran mayoría resulta altamente
disfuncional para nosotros, y funcional para el statu quo y la izquierda. Y la tendencia es a empeorar.

Estas lecturas y observaciones me inspiran una lista, no completa o exhaustiva, de las principales
“basuras” o barreras cognitivas y emocionales que se levantan contra nuestros mensajes y propuestas,
esgrimidas por personas muy desinformadas y equivocadas, que con fiereza defiende sus opiniones con
tremendo apasionamiento, inversamente proporcional a la verdadera información que manejan.

# BARRERAS COGNITIVAS Y EMOCIONALES CONTRA EL FUSIONISMO

(1) La derecha mala. La supuesta “derecha” boba que anhela ser amada por la izquierda, se niega y
resiste de modo obcecado y suicida a las reformas de fondo, frecuentemente corrupta, y aliada casi
siempre a la izquierda blanda. Les da pretextos a las izquierdas, y nos hace mala imagen a la derecha.
Pero tiene demasiados seguidores.

(2) La politiquería. Aturde el ensordecedor ruido de las denuncias, alegaciones y contradenuncias de


corrupción, de fraude, de lo que sea, contra “los políticos”. Muchos creen que la gritería contra Fulano
contra Mengano (siempre personalista el caudillismo) es “la política”; tarde o temprano se aburren y se
hartan. Se desentienden, se cierran. La politiquería genera la “apatía política” que nos embarra la cancha,
y mucho.

(3) Las ideas estatistas: la gran barrera. ¿Cuánta gente tiene ideas estatistas de izquierda, y ni sabe
que lo son, y se resiste a cambiarlas y no quiere ni hablar del asunto? Montones. Con conceptos y nociones
marxistas (pero no lo saben), sea del marxismo clásico o del marxismo cultural.

a) Marxismo clásico: los 10 puntos del Manifiesto Comunista de 1848, encarnadas en nuestras
constituciones, leyes e instituciones, en economía y educación.

b) Marxismo cultural: cuatro variantes: (i) feminismo radical y Agenda LGBTI; (ii) Econazismo o
alarmismo ambiental; (iii) Indigenismo o racismo antiblanco; (iv) Posmodernismo, en especial relativismo.

(4) Más ideas estatistas, pero de derecha, en economía (mercantilismo) o educación (estatismo
educativo de signo religioso) etc. …y sus apoyadores ni siquiera sabe que lo son, y se resisten tenazmente
a cambiarlas, sin querer ni hablar del asunto. Les parecen innegociables.

a) Los estatistas son anti-ideológicos mayormente. Dicen “¡No me hables de ideología! ¡No vengas con
teorías!” Mentalidades anticonceptuales o “atadas a lo concreto”, decía Ayn Rand. No escuchan.

b) El “buenismo” actual es un refuerza muy bravo: “los sentimientos valen más que los pensamientos”.

c) Más refuerzos: las actuales tiranías gemelas de “¡Menos palabras; eso es muy largo!” y la vuelta a las
cavernas primitivas de la pictografía: “¡No lo digas con palabras; tienes que decirlo con imágenes!”

(5) La histeria anticorrupción. Demasiada gente cree que “el problema es la corrupción; y la impunidad
para los corruptos”. Aquí hay socialismo por partida doble: (i) creer que el sistema no es el problema, que
el Welfare State está OK, y el defecto es “la corrupción”; (ii) odio a los ricos, pero no sólo a los ricos
empresarios sino también a los políticos ricos, y experimentando felicidad cuando los primeros van a
pagar más impuestos, y los segundos “a la cárcel”. (En alemán dicen “schadenfreude”).

(6) Lawfare: guerra jurídica, o linchamiento mediático y judicial del rival político, por la vía de los
tribunales, y empleo de argucias, alegatos y pruebas muy dudosas o discutibles. Fue otro instrumento de
control de las izquierdas contra los “neoliberales” en los ’90, pero después se les salió de control y se les
viró en contra. Genera y se acompaña de odio, de un alto nivel de “crispación”, impedimento para exponer,
argumentar y debatir razonada y más fríamente sobre políticas públicas.

(7) Hostilidad a la política, los partidos e incluso la democracia. El lawfare es hijo de la histeria
anticorrupción, que además tiene otras sus tres hijas malcriadas: (i) antipolítica; (ii) partidofobia; (iii)
aversión a la democracia. Muchedumbres con estos prejuicios metidos en sus cabezas muy a fondo, a los
que se aferran caprichosamente. Hasta algunos a quienes se supone “de derecha”, e incluso otros quienes
se dicen “libertarios”. Toneladas.

a) Todo lo cual nos impide hablar siquiera de derecha e izquierda, enseñar a distinguirlas, porque los
ciegos y sordos son negacionistas: “Ni derecha ni izquierda; eso ya es historia, ¡y no quiero escuchar!”

b) Están otros “negacionistas”. Por ejemplo, del “Neoliberalismo”: te dicen “eso no existe”. O del
marxismo cultural; “no existe”. O no existe el marxismo clásico, porque para otros, ahora todo el
marxismo es “nuevo” y es cultural. O sea: lo que no entiendan y no se saben explicar, no existe. Hay
también los que indiscriminadamente llaman “populismo” a todo lo que les disgusta y no entienden bien.

(8) La “Gran Guerra Mundial” en el campo de la derecha. El “fusionismo reúne las dos “alas”, liberal y
conservadora, es la solución. Pero hoy es casi imposible porque están tan alejadas una de otra que ni
siquiera se conocen mutuamente:

a) Los de las ideas liberales o “libertarias” y promercados libres son anticonservadores; casi todos
marxistas culturales, en alguna de sus cuatro variantes, sobre todo la primera, a favor del aborto, y en
ocasiones la segunda, con el tema del “cambio climático”.

b) Los de las ideas conservadoras son antiliberales; “pro vida y pro familia” pero casi todos marxistas
clásicos, o fuertemente estatistas en economía o en educación.

c) Salvo contadas y honrosas excepciones, conforman dos universos separados, a gran distancia, e
incomunicados. En las pocas ocasiones de contacto siempre saltan chispas, explosiones y fuegos. El
universo liberal-libertario está mayormente en una especie de guerra mundial feroz con el universo
conservador, mayormente cristiano, trabado en lucha encarnizada.

(9) Anarquismo y neo-nazismo, en buena parte, frutos de la “crispación” …

Convencidos de ser campeones de la rebeldía y la oposición al sistema, los “libertarios” se vuelven


anarquistas agresivos, en número creciente. Y con frecuencia ateos, de los que adoptan el marxismo
cultural más belicoso. Por su lado, creyéndose campeones de la rebeldía y la oposición al sistema, muchos
“conservadores” se vuelven neo nazis, en número creciente. Con alto grado de esnobismo, en ambos casos.

(10) Las guerras civiles fratricidas. Para colmo de males:

a) Los del universo liberal o “libertario”, en su mayoría están encerrados en las cuatro paredes de sus
“templos académicos” (tanques de pensamiento), en un estado de furiosa guerra civil permanente entre
ellos, sus diversas “escuelas”. La mayor “gran guerra santa” es de los anarquistas (“anarco-capitalistas”)
contra los liberales clásicos. Este conflicto se agrega a la guerra de los marxistas culturales pro-mercado
contra los liberales conservadores.

b) Los del universo conservador, cristianos en su mayor parte, están encerrados en las cuatro paredes de
sus iglesias, templos sagrados teológicos, credales o denominacionales; y en estado de guerra. La “gran
guerra santa” es entre católicos y no católicos (romanos). Y las otras guerras menores que libran entre sí
los no católicos, protestantes “reformados” y/o evangélicos, todo el tiempo disputando y peleando a cara
de perro y fierro pelado; “odium theologicum” se llamaba cuando las guerras de religión.

Para colmo, en el bando católico prevalece la “Doctrina Social de la Iglesia”, que es tercerista:
“Comunismo no; capitalismo tampoco”. Y ya no les puedes hablar. En el campo evangélico domina el
“dispensacionalismo” pentecostal y pietista, del que deviene la creencia en el “Rapto”, escapista y
derrotista. Y el sionismo extremo.

c) En mayor o menor grado, y con diversos pretextos ideológicos, en ciertos puntos están muy de acuerdo
estos liberales y conservadores, lamentablemente: en “separar la política de la religión”; y son casi todos
(i) antipolíticos; (ii) partidofóbicos; (iii) enemigos declarados de la democracia.

(11) Los “ciudadanistas” y el “mal menor”: más barro en la cancha.

a) Rechazan la política, los partidos y la democracia. ¿En qué creen? Creen en las redes sociales y en las
marchas “autoconvocadas”, en a favor en contra de sus causas de punto único (single-issue): contra el
aborto (o a favor); contra tal o cual corrupto; o contra el presidente de turno. “Son acciones ciudadanas,
no políticas … somos apolíticos; ¡y no tenemos ni queremos relaciones con ningún partido político!” Para
ellos, Facebook y Twitter reemplazan a los partidos políticos.

b) En flagrante contradicción con el punto anterior (andan por la vida llenos de contradicciones), sobre
todo cuando llegan las elecciones, casi todos creen fervientemente en el “mal menor”, calurosa devoción
en ese tipo de gente que Gary North llama “porristas”. Rechazan enojados el abstencionismo, y se
embanderan ciegamente con cualquier candidato u opción que les luce ¡“el mal menor”! Y se ponen
maniqueístas: “Si no estás con X estás contra … ¡el bien!

Toda esta temática, volcada a diario en medios convencionales y redes sociales, impide lo que es esencial
en política: exponer, argumentar y debatir razonada y no tan acaloradamente acerca de políticas públicas.

# “EL MAL MENOR” NO ES SUFICIENTE

Hoy casi no se puede hablar de privatización, desregulación, o apertura de mercados. ¿Cómo descartar
entonces las malas políticas y apoyar e impulsar las buenas, con razones y argumentos, fácticos, teóricos,
o más a menudo, combinando unos con otros?

Distinguir las buenas políticas de las malas (y de las regulares, sobre todo), requiere investigación
concienzuda, y cierta atención en la audiencia, que es la opinión pública. Los hechos, y los nombres que los
designan, por ejemplo globalización, neoliberalismo, monopolio, laicismo, ameritan ser estudiados antes de
calificarse. Los aspectos buenos y malos deben ser cuidadosamente separados para juzgar. Lo que no hace
la gente de izquierda; pero tampoco mucha gente que es o podría ser de derecha, actual o potencialmente.

Este clima enrarecido y crispado, impide cuestionar las malas políticas del marxismo clásico, instaladas en
el siglo pasado, cuando sus jenízaros tomaron posesión de los puestos de poder en las instituciones, en los
medios de comunicación y las organizaciones que dominaron y siguen dominando. Desde esas ventajosas
posiciones, hoy las izquierdas del siglo XXI nos encajan las políticas del marxismo cultural, sin renunciar
al marxismo clásico, en forma abusiva y a la fuerza. Y en la derecha no hay contrapeso efectivo, siquiera
para hacer algo de equilibrio.

En Europa, Asia y África, sectores cristianos de todas las denominaciones han sido y son claves en los
procesos de “doble transición” desde las tiranías socialistas: hacia el libre mercado, y hacia la democracia
representativa. Pero en América latina eso no sucede: son de izquierda, o son antipolíticos. Y caprichosos:
no atenden razones bíblicas, doctrinales ni históricas.

Las izquierdas ganan la partida, además, porque siempre toman la iniciativa; y las “derechas” se limitan a
reaccionar. A atajar los pelotazos y nada más, lo cual muchas veces ni siquiera logran; y en el mejor de los
casos, cuando lo hacen, la victoria es pasajera, porque al día siguiente las izquierdas vuelven a la carga.
Son tenaces, además de muy creativas e imaginativas para inventar constantemente nuevos ataques. Por
ejemplo, en Chile, si ganara el rechazo a la nueva Constitución. ¿Las izquierdas se darían por vencidas?
¡No! Al día siguiente saldrían con alguna otra maldad.

Otra carta de triunfo para las izquierdas es que para sus destructoras iniciativas cuentan con el apoyo de
todas sus “tribus”, sin excepciones. Podrán tener guerras teóricas entre sí, pero siempre se unen detrás
de los que adelantan alguna nueva fechoría. “Interseccionalidad” es su línea estratégica equivalente al
fusionismo, que practican con éxito desde hace tres décadas; el término fue acuñado por una abogada
afro-feminista y militante ambiental, Kimberlé Crenshaw, en 1989.

No hay antipolítica en la izquierda. Ni partidofobia. Sus partidos y sus líderes son hábiles, astutos. Y
como los submarinos en la guerra naval, navegan ocultos bajo el agua, y emergen solamente para las
elecciones. En la superficie andan todo el tiempo con sus ONGs y sus “movimientos sociales”, todos
supuestamente “independientes”, que equivalen a las fragatas, acorazados y patrulleros.

Pocos sedicentes anarquistas tienen en sus filas; pero son disciplinados. Y no desprecian la democracia, al
contrario, se valen de ella para sus propios y aviesos fines. Tampoco tienen guerras religiosas: sus curas y
sus pastores no pelean entre ellos, nunca; sólo contra nosotros. Bernie Sanders es de ascendencia judía y
su esposa profesa ser católica. Cero problemas; seguro que ambos son ateos, pero de closet, no como
“nuestros” vociferantes ateos.

Y a todo esto, la gente que no es de izquierda, no atiende mensajes, propuestas ni razones. Ciega y sorda.
Pero no muda, lamentablemente. Se pasa hablando basura, como diría, con otra palabra, Ramón Nogueras.

Pero por fin, concluyendo: ¿en consecuencia no hay razones para ser optimistas?

Sí las hay, pese a todo. Pero debe ser un optimismo realista, como lo fue desde un principio, cuando
comenzamos con la autocrítica descarnada y sin fantasías ni espejismos.

Optimismo, porque hay solución, y nosotros la tenemos: el Proyecto “La Gran Devolución” a través de las
Cinco Reformas. Que es el “fusionismo” operacionalizado.

Las tribus de izquierdas no hablan mucho de la “interseccionalidad”, pero la practican, día tras día, y con
mucho éxito. El marxismo cultural no rompe con el marxismo clásico; lo expande: de la lucha de clases a la
de sexos, y a la de cohortes etarias, y de razas, y de especies, hasta de la humanidad contra el planeta.

Es la dialéctica hegeliana del choque y enfrentamiento constante, pero como instrumento de subversión,
como un fin, y con un propósito: crear caos, desorden y perturbación, inestabilidad permanente, con el
propósito y la finalidad de alcanzar todo el poder que sea posible, conservarlo y acrecentarlo. No hay
“nueva izquierda”, como creen algunos despistados; es la misma de siempre, ampliada y “recargada”.

Para nosotros en cambio, los medios son estos tres: (i) La política, que no es “el arte de lo posible” como
se repite tan a menudo, sino el arte de hacer posible lo que es justo, necesario y conveniente en materia
de Gobierno, por medios pacíficos, para traernos orden, justicia y libertad, los valores de la derecha.

(ii) Los partidos, que en el mercado político son como las empresas en los mercados de bienes y servicios.
Nuestra oferta es en esencia un liberalismo clásico también operacionalizado: los gobiernos limitados, los
mercados libres, y la propiedad privada. Para traernos los beneficios de la seguridad, la tranquilidad y la
prosperidad, mediante la “devolución” de funciones, libertades y recursos a la gente.

(iii) Y la democracia, representativa, que implica constantes negociaciones, encaminadas al logro de


acuerdos o consensos básicos cuando es posible, o de votaciones, en lo demás. Y con la natural alternancia
por turnos, aprendemos a experimentar y juzgar los resultados de unas y otras políticas públicas.

No es imposible; es viable. Es más: es lo único viable. Por eso somos optimistas.

¿Se requiere un “cambio cultural”? Por supuesto; pero los “tanques de pensamiento” desconocen la
experiencia de muchas naciones, que nos enseñan lo siguiente: los partidos políticos, en una democracia,
son los mejores y principales agentes de cambio cultural. ¿Por qué? Porque tienen la capacidad de
“traducir” sus principios y valores en las palabras de un programa concreto de políticas públicas
conducentes a realizarlos y lograrlos, canalizando las demandas del público.

Pero nuestro optimismo es realista: no desconocemos las enormes dificultades y obstáculos para
conseguir apoyos, recursos, influencias y éxitos. Y las principales son todas las barreras cognitivas y
emocionales contra el fusionismo y su programa, las vías de escape, el comienzo de la transición.

Los “tanques de pensamiento” se concentran en la economía: desde hace años nos explican brillantemente
qué es y cómo funciona; el papel crucial de las empresas; y los beneficios de los mercados libres. Pero al
parecer, no han generado cambios políticos. Nosotros nos ocupamos también de la política: explicamos qué
es y cómo funciona; el papel crucial de los partidos y sus ramas colaterales; y los beneficios y ventajas de
una democracia sana. O al menos eso intentamos. Esperamos tener éxito; ¡con tu apoyo!

¿Aprendiste aquí en LA REALIDAD? ¿qué conocimiento aquí estudiado tuvo más impacto en tu forma
de ver y pensar las cosas? ¿ha cambiado tu mente?

¿Cuándo y cómo te enteraste del PROYECTO CINCO REFORMAS? ¿Por qué te ha gustado? ¿Qué es lo
que más llamó tu atención y te atrajo a 5 R?

Ahora la PETICIÓN: TU TESTIMONIO PERSONAL, en tus redes sociales. Un texto breve, o un


pequeño video. Basta con poner algunos datos tuyos, para que sepan quién eres, y luego decir algo de lo
que aprendiste con nosotros, y/o también por qué nos apoyas. Y si nos recomiendas a otras personas.
Con sus “hashtags”: #LaRealidad y #5Reformas. Nada más.

Pero lo necesitamos mucho. Así que ¡MUCHAS GRACIAS!

¡Hasta el lunes!

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