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PRACTICA REFLEXIVA POR MANUEL CIVERA NAVARRO

Mi formación académica se inició en 1987 en el Colegio Público Pio XII con la


Educación General Básica, la cual estaba dividida en 3 ciclos; durante el primer ciclo
(ciclo inicial), el cual duraba dos años, cursé las asignaturas: Experiencia Social y
Natural, Matemáticas, Enseñanza Religiosa o Ética, Valenciano y Expresión y
Educación Artística. Sinceramente no recuerdo concretamente cuales eran mis
profesores, la metodología que seguían o sus estilos.

Durante el segundo ciclo (ciclo medio) el cual inicié en 1989 en el Colegio Público
Mediterrani, tenía una duración de 3 años, y las asignaturas eran: Experiencia Social
y Natural, Matemáticas, Enseñanza Religiosa o Ética, Lengua Castellana, Valenciano,
Educación Plástica, Educación Musical y Educación Física; recuerdo que la
metodología que seguían la mayoría de los profesores se basaba en dictar un
temario o proponer la realización de una actividad, sin importar demasiado si los
alumnos entendían durante el proceso lo que estaban explicando, proponiendo
actividades para llevar a cabo en nuestro domicilio, que en la próxima clase
deberían de estar hechas y se corregían en clase. Recuerdo mi experiencia personal,
en la cual había algunas de las actividades propuestas que no entendía y tenía que
consultar a mis padres o hermana mayor para poder realizarlas, y otras que sí las
sabia realizar por mi cuenta con la explicación del profesor; no recuerdo
exactamente si durante este ciclo teníamos exámenes.

Durante el ciclo medio si recuerdo algunos profesores de ciertas asignaturas, por


ejemplo, recuerdo que el profesor de Plástica se llamaba D. Jesús, era un señor de
cierta edad el cual tenía organizados los cursos con diferentes tareas practicas a
realizar, las cuales nos mostraba un modelo de referencia, nos describía los
materiales necesarios para llevarla a cabo y nos dejaba por nuestra cuenta ejecutar
los proyectos. También recuerdo al profesor de Música, a él le llamábamos
directamente Fermín, creo por su juventud o porque él lo prefería así, nos explicaba
las nociones básicas de la música, nos proponía adivinar los instrumentos que
sonaban en una determinada canción y teníamos que aprender a tocar algunas
canciones con una flauta; recuerdo a otros profesores, pero no me quiero extender
en este punto.

Los estilos entre estos dos profesores eran muy variados, D. Jesús por ejemplo era
un profesor que normalmente no empatizaba con los alumnos, era bastante
autoritario, no proponía proyectos en grupo y le gustaba permanecer en su sillón;
en cambio Fermín tenia mas llegada con los alumnos, proponía actividades
grupales, le gustaba interactuar con nosotros y era más flexible.

Dudo mucho que, a pesar de las diferencias entre ambos profesores, alguno de
ellos aplicara la competencia reflexiva en su trabajo, considero que ambos se
dedicaban a impartir una serie de contenidos sin pararse a reflexionar si existía una
forma de mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Honestamente durante
mi formación en la Educación General Básica, nunca tuve ningún problema para
aprobar las materias impartidas por los profesores, de esta forma también me
resulta mas complicado adivinar si los profesores podrían aplicar ciertas
competencias reflexivas para con espíritu critico reinventarse en la mejora del
proceso de enseñanza y aprendizaje.

No voy a entrar en describir el tercer ciclo de la Educación General Básica, porque


considero que bajo mi punto de vista seguía una paralelismo con los dos ciclos
anteriores, así que seguiré describiendo mi siguiente experiencia como discente; la
cual realicé al culminar mis estudios obligatorios, y consistió en la formación en el
Centro Escuelas Profesionales Luis Amigo, donde cursé la formación profesional en
la especialidad de Electricidad y Mecánica del Automóvil, la cual tenía una duración
de cinco años y se dividía en dos grados, el grado medio que duraba dos años y el
grado superior que tenía una duración de tres años.

Aunque había algunas asignaturas que iban variando de un año a otro, existían
otras asignaturas que eran comunes durante los cinco cursos, y es en estas
asignaturas donde voy a enfocar mi análisis. Estas asignaturas eran Practicas de
Taller, Tecnología, Técnicas de Expresión Grafica, Matemáticas, Lengua Española,
Idioma Moderno y Educación Física. Echando la vista atrás, y reflexionando sobre el
sistema de enseñanza en este Centro, observo que estas asignaturas se
complementaban entre sí, es decir, los conocimientos adquiridos en asignaturas
como Tecnología, Matemáticas, Técnicas de Expresión Grafica, etc. eran usados en
gran medida en la Practicas de Taller, resultando una formación transversal, que
bajo mi punto de vista sí se aproxima más a una competencia reflexiva, ya que al
planificar la actuación y aplicarla, se observan los efectos producidos, se puede
analizar si los efectos producidos son los deseados, y en caso verifiquemos alguna
situación anómala nos permite retornar a la planificación y corregirla.

Desconozco si realmente se llegaba a realizar esta reflexión por parte de los


docentes y con ello con el paso de los años conseguían la mejora continua del
proceso de enseñanza y aprendizaje, pero del mismo modo que es utilizada esta
técnica en otros ámbitos, y se ha demostrado que es una herramienta muy efectiva,
considero debería ser aplicada por cualquier profesional de la docencia que
realmente ame su trabajo.

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