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Interdicto

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Para otros usos de este término, véase interdicta.
Para el incapaz absoluto, véase Interdicto por demencia.

Un interdicto es un procedimiento judicial sumario y de tramitación sencilla,


cuyo objetivo es atribuir la posesión de una cosa a una determinada
persona física o jurídica frente a otra, de manera provisional. El interdicto
también se puede plantear para el caso de que exista una reclamación por
algún daño inminente, cuya urgencia habrá de quedar justificada.
Asimismo, el interdicto se puede utilizar como protección ante cualquier
agresión o turbación que una persona sufra sobre su pacífica posesión. Esto
es, cabe emplearlo en el caso de ruidos, olores, etc. que impidan a una
persona disfrutar de la posesión de un bien. Esto hace que sea un proceso al
que se recurre en ocasiones para obligar la paralización de obras cercanas o
de otras actividades molestas (salas de fiestas, etc.) para el propietario de un
inmueble.
En un interdicto, prima la agilidad y la resolución rápida sobre la cuestión
jurídica de fondo. De esta manera, los fundamentos y alegatos de complejidad
normal habrán de reservarse para el procedimiento declarativo que se
celebrare después, y que esta vez, sí que tendrá un carácter definitivo y no
provisional. Cabe destacar que un interdicto no puede tener jamás valor
de cosa juzgada, aunque doctrinalmente se discute la existencia de un instituto
de inferior grado que blinde el mecanismo interdictal, de manera que no pueda
plantearse una y otra vez el mismo proceso. A este respecto, cabe recordar la
distinción entre cosa juzgada formal y cosa juzgada material. La primera
implica que lo decidido en un proceso no puede ser modificado dentro del
mismo proceso, pero sí en otro posterior; la segunda implica que lo decidido no
puede modificarse en el mismo proceso ni en uno distinto. Lo decidido en un
interdicto, entonces, no tiene valor de cosa juzgada material, pero sí formal, es
decir, al quedar firme la sentencia, ésta no puede ser modificada dentro del
mismo proceso.
La posibilidad de plantear un nuevo interdicto debe ser revisada a la luz de
cada legislación en particular. Por ejemplo, en Guatemala lo que permite la ley
es que se plantee un juicio ordinario de posesión, lo que automáticamente
excluye la potestad de plantear un nuevo interdicto. Si esto se hiciera, en el
segundo interdicto o en los subsiguientes el demandado podría oponer la
excepción de cosa juzgada. Además, el plazo de caducidad para el
planteamiento de los interdictos es relativamente breve (un año), lo que en la
práctica se traduce en que en la mayoría de los casos si se quisiera promover
un interdicto luego de que ya se ha decidido el primero, el plazo de caducidad
habría transcurrido y por lo tanto también podría oponerse esta excepción.

Índice

 1Aportes sobre acción posesoria o interdicto


 2Justificación del procedimiento interdictal

 3Tipos de interdictos

 4Referencias

Aportes sobre acción posesoria o interdicto[editar]


Según Carlos Hidalgo Muñoz (2014), los interdictos o también llamadas las
acciones posesorias son remedios o defensas concedidas al poseedor,
tendientes a proteger la posesión, ya sea ante actos de verdadero
desapoderamiento o de mera turbación de aquella. Hidalgo Muñoz cita a
diversos autores, como Maynz, que las define como "aquellas que tienen por
fundamento la posesión y por fin protegerla”, es decir, que, las acciones
posesorias nacen del solo hecho de la posesión, considerada en sí misma,
como institución distinta e independiente de la propiedad, y su fin es protegerla.
Según Castan, los interdictos protegen el simple hecho de la posesión,
amparando al poseedor contra cualquier perturbador, pero sin recabar una
declaración acerca del derecho a la posesión.
En suma, los autores mencionados concuerdan de que el interdicto tiene como
propósito el amparo de la posesión, ante incidentes o acontecimiento que
buscan alterar o modificar la posesión del bien. Según Francisco Avendaño
Arana (2011), los interdictos son procesos judiciales cuyo objeto es proteger la
posesión en sí misma”. Su fundamento principal consiste en que con ellos se
evitan perturbaciones y despojos injustificados y que la gente se haga justicia
por su propia mano. Asimismo, los interdictos buscan mantener la paz social; y
se utilizan como amparo ante cualquier situación que impida a una persona a
disfrutar, usar y disponer de la posesión de un bien; fundamentándose en la
presunción de que toda posesión es legítima, es decir, se supone que si una
persona tiene un bien en su poder es por un motivo legítimo. Por otra parte,
según Francisco Avendaño Arana (2011), haciendo un comentario de los
artículos 920 y 921 del Código Civil Peruano, señala: "que la defensa posesoria
se organiza en un sistema doble: la defensa privada o extrajudicial, por la que
el poseedor está facultado para repeler la fuerza que se emplee contra él y
recobrar directamente el bien si fuese desposeído; y la defensa judicial, a
través de las acciones posesorias y los interdictos” En resumen, el interdicto es
una institución jurídica que tiene como fin garantizar y proteger la posesión de
un bien ante sucesos de turbación o despojos que impidan o limiten el ejercicio
de aquella persona que lo posee, dicha protección se logrará por medio de un
proceso judicial.
El interdicto puede ser utilizado por cualquier poseedor perturbado o
despojado, pero debe tratarse de una verdadera posesión, es decir, de una
posesión con animus domini. Como se ha mostrado, ser poseedor es el
requisito principal para que se instaure la acción de interdictos; ya que, si no
existiera la posesión no se fundaría la institución jurídica de los interdictos. En
otras palabras, la posesión da origen al interdicto. Para que un hecho o acto
logre constituir una alteración a la posesión, se requiere que tales actos no
obedezcan a la voluntad del poseedor; a la que se llama falta de voluntad del
poseedor. Con esto se quiere decir que la lesión a la posesión tiene que tener
lugar sin la voluntad del poseedor; ya que, si éste ha consentido, excluye el
supuesto de hecho de la privación y, con ello, el derecho a los interdictos.
[cita  requerida]

Justificación del procedimiento interdictal[editar]


En concreto, está basado en la presunción de que toda posesión es legítima.
Esto es, se presume que si una persona tiene un bien en su poder es por un
motivo legítimo. Por ello, si alguien trata de irrumpir en esa posesión por la
fuerza, el poseedor puede acudir al juez rápidamente, sin tener que demostrar
la legitimidad de su situación, bastándole entonces con demostrar que la
posesión efectivamente era suya. No es necesario que demuestre
su propiedad u otro título posesorio (arrendamiento, prenda, etc.).
Por otro lado, si el poseedor no es legítimo, el legítimo propietario siempre tiene
la posibilidad de acudir a un procedimiento ordinario, demostrando dicha
situación (aportando documentos que demuestren su propiedad), para
arrebatar legalmente la posesión al poseedor irregular (de una forma civilizada
y con las autoridades de por medio).
No se admitirán a trámite interdictos contra las actuaciones de los órganos
administrativos realizados: (1) En materia de su competencia. (2) De acuerdo
con el procedimiento legalmente establecido.

Tipos de interdictos[editar]
Hay distintos tipos de Interdictos, según muchas de las legislaciones española
y latinoamericanas:
Interdictos Posesorios, se refieren a Inmuebles, exclusivamente, son tres:

 Interdicto de retener la posesión e Interdicto de recuperar la posesión. El


que procede cuando el que se halle en la posesión o en la tenencia de una
cosa haya sido perturbado en ella por actos que manifiesten la intención de
inquietarle o despojarle o cuando haya sido despojado de dicha posesión o
tenencia.
 Interdicto de obra nueva. Es aquel en virtud del cual el juez dicta
providencia acordando que se requiere al dueño de la obra para que la
suspenda en el estado en que se halle bajo apercibimiento de demolición
de lo que edifique.
 Interdicto de obra peligrosa. El que se propone la adopción de medidas
urgentes de precaución a fin de evitar los riesgos que pueda ocasionar el
mal estado de algún edificio o cualquier otro objeto análogo cuya caída
pueda ocasionar daño a las personas o a las cosas o bien que se propone
la dominación total o parcial de una obra ruinosa.1
Los interdictos de retener y recuperar la posesión también pueden promoverse
en materia familiar si el que está en posesión de los derechos de padreo de hijo
fuere despojado de ellos o perturbado en su ejercicio sin que proceda
sentencia por la cual deba perderlos.
También existen los siguientes:

 Interdicto prohibitorio. El que tiene por objeto que se impida a otro hacer
una cosa que puede perjudicarle a quien promueve el interdicto.
 Interdicto restitutorio. El que tiene por objeto que vuelvan las cosas al
estado que tenían antes.1

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