A.- NOVECENTISMO Pasados los primeros años del siglo XX, comienza a surgir una nueva generación de escritores con una sensibilidad distinta y unos enfoques intelectuales más rigurosos que los hombres del 98. La crítica ha denominado a este nuevo grupo “novecentistas”, término acuñado por Eugenio D´Ors, o Generación del 14. Este grupo está formado por una serie de pensadores, novelistas y poetas. Todos ellos muestran, desde una actitud minoritaria e intelectual, una clara preocupación por la regeneración española. En cuanto al lenguaje, persiguen la pulcritud y la máxima depuración expresiva. Desde un punto de vista estético, proclaman la deshumanización de la obra de arte y el intelectualismo, lo que favorecerá la penetración y la consolidación de las Vanguardias en España. Características - Sólida formación intelectual y sistematización de sus propuestas. - Europeización frente al tradicionalismo español. - Intelectualismo y espíritu científico frente al sentimentalismo. - Arte puro, cuya única finalidad es el goce estético. La obra de arte se concibe como un objeto autosuficiente y bello (desprecio del realismo). - Preocupación por la forma y el lenguaje. - Incorporación a la vida activa y oficial para aprovechar los resortes del poder en la transformación del país. - Elitismo. Consideran que su deber cívico es la formación de minorías capaces de regir los destinos de la nación. - Antirromanticismo. Fervor por lo clásico. Autores y obras A.- Ensayo. El enfoque intelectual de estos autores determina la preferencia que tienen por el ensayo como forma de expresión, género en el que pueden desarrollar sus ideas con precisión y rigor intelectual. Destaca Ortega y Gasset, el autor más influyente en la cultura y el pensamiento de las primeras décadas del siglo XX. Ejerció el papel de guía intelectual. Escribe ensayos filosóficos, sociológicos (La rebelión de las masas), psicológicos y estéticos. Entre estos últimos destaca Ideas sobre la novela y La deshumanización del arte. Ortega sostiene que el arte debe buscar el puro goce estético y alejarse de lo afectivo y sentimental. Otros ensayistas del Novecentismo serían Azaña, Gregorio Marañón, Eugenio D´Ors… B.- Novela. Es una novela más intelectual que en la época anterior. Los autores superan el realismo, a veces mediante el lirismo, otras mediante la ironía o el humor o por vía de la deshumanización. Destacan: - Ramón Pérez de Ayala. Tras una serie de novelas de corte autobiográfico realiza novelas intelectuales como Belarmino y Apolonio o Tigre Juan. En ellas lo importante no es la acción sino la reflexión sobre temas diversos. - Gabriel Miró. Al principio escribe obras con influencia modernista (Las cerezas del cementerio) y evolucionará a un estilo propio con abundantes descripciones de sensaciones y ambientes cercano a la novela lírica (Nuestro Padre San Daniel, El obispo leproso). - Ramón Gómez de la Serna. Convierte la literatura en algo cercano al irracionalismo de las vanguardias. Escribió varias novelas libres en las que el argumento es sustituido por digresiones sobre cualquier tema, siempre con un toque de humor. Destaca El torero Caracho. C.- Poesía. El poeta más acorde con los ideales estéticos del Novecentismo fue Juan Ramón Jiménez. En su concepción de la “poesía pura” se acercó al intelectualismo renovador de este grupo. Tuvo tres etapas: 1) época sensitiva: en la línea del modernismo intimista, con temas como la soledad, el paso del tiempo… Arias tristes, La soledad sonora. 2) Época intelectual: comienza un camino de depuración hacia la “poesía pura o desnuda”, despojada de lo anecdótico y con gran concentración conceptual. Esta etapa se inicia con Diario de un poeta recién casado (1916). 3) Época suficiente o verdadera: avanza a una poesía cada vez más compleja y metafísica en torno a Dios, la eternidad y la poesía. Destaca: Dios deseado y deseante, Animal de fondo. B.- VANGUARDIAS En el primer tercio del siglo XX surge en Europa un arte completamente renovador que pretende derribar las normas morales y estéticas anteriores: son las Vanguardias o “ismos”, movimientos que proponen una visión novedosa del arte y la literatura; defensores del antirrealismo, de la autonomía del arte, de lo ilógico, de la experimentación, sitúan sus obras en el límite de la comprensión y buscan sorprender al lector. Los “ismos” surgen y desaparecen con rapidez, aunque algunos llegan a consolidarse y a influir decisivamente en el arte posterior (Surrealismo). - Expresionismo. Tiene su origen en Alemania. Hace hincapié en la expresión de los sentimientos más íntimos. Los temas son la angustia, el miedo, la opresión, el mundo inhumano. Usan imágenes violentas e intensas y predomina lo irracional. - Futurismo. Su origen está en Italia. Su iniciador fue Marinetti. Lanza una estética que ensalzaba la civilización urbana y las máquinas, ajenas al sentimentalismo. Ensalza la energía, el movimiento, la industrialización, el progreso…Propugna la eliminación de la sintaxis y la libertad de las palabras en la poesía. - Dadaísmo. Creado por el poeta rumano Tristán Tzara. Parte de la inutilidad del arte y la cultura tradicionales y propone el nihilismo como forma de vida. Defiende la autonomía de la obra de arte y la experimentación mediante la ruptura de la lógica. Sienta las bases del Surrealismo. - Cubismo. Deriva del arte pictórico de Picasso y Juan Gris. Consiste en la valoración tridimensional del espacio y en la descomposición geométrica de los objetos, que deben ser mentalmente reconstruidos por el destinatario de la obra. Los caligramas, creados por Apollinaire, reflejan la importancia de los aspectos visuales en la literatura: por medio de la disposición de los versos y del collage se reconstruye un dibujo al que alude el contenido del poema. - Surrealismo. Creado por André Breton, es el movimiento de vanguardia de mayor importancia y prácticamente el único que se ha mantenido vivo a lo largo del tiempo. El Surrealismo proclama la liberación del hombre y de su actividad creadora a través de la exploración de los sueños y del mundo desconocido del inconsciente. Ligado al psicoanálisis de Freud, el Surrealismo intenta explicar los mecanismos del pensamiento a través de la escritura automática, es decir, la que se realiza sin el control de la voluntad. Se produce, de este modo, la ruptura de cualquier vínculo lógico, la mezcla de conceptos que la conciencia mantiene aislados y la entrada de imágenes oníricas, metáforas atrevidas…este lenguaje no se dirige a nuestra razón, sino a despertar sentimientos y reacciones subconscientes. B.1. Las Vanguardias en España El nuevo espíritu de las Vanguardias llegó pronto a España gracias sobre todo a la labor difusora de Ramón Gómez de la Serna, que publicó en la revista Prometeo los primeros manifiestos vanguardistas y que con su propia obra y actitud vital influyó en su difusión. Además de sus novelas crea las greguerías, que él mismo definía como metáfora + humor. Son asociaciones ingeniosas de ideas, a veces humorísticas, a veces líricas o conceptuales. Utiliza todo tipo de procedimientos para elaborarlas: metáforas, personificaciones, refranes, desautomatización de frases hechas… Se considera que existen dos “ismos” propiamente hispánicos: - Creacionismo. Fundado por el poeta chileno Vicente Huidobro, defiende que el poeta no debe imitar la realidad, sino crearla. La poesía creacionista prescinde de la puntuación y yuxtapone imágenes al azar. Influye en autores como Gerardo Diego. - Ultraísmo. Impulsado por Guillermo de la Torre. Defiende la desaparición de la anécdota, aspiran a una poesía intranscendente y al predominio de la metáfora, normalmente irracional. Tiene influencias del Futurismo y del Cubismo. Existe, además, la influencia de otros “ismos” europeos en la literatura española: - Futurismo. Se observan algunos ecos futuristas en poetas del 27 como Alberti o Gerardo Diego, en especial en los temas: deportivos, cine, maquinismo… - Surrealismo. Es la influencia más significativa. Llega a poetas como Juan Larrea, pero es significativa su huella en autores del 27: Alberti (Sobre los ángeles) o Lorca (Poeta en Nueva York).