Está en la página 1de 34

Facultad De Arquitectura “ing.

Amín Abel Hasbun”


Escuela de arquitectura.

Arquitectura y Sociedad

SECC: 02

Prof. José Francisco Pérez

Trabajo de investigacion final

Tema ;

Clase Media Y Funcionalismo; Creación De Viviendas De Bajo costo.

Sustentantes

Yamile Romero Cabrera ……. 100403309


Diani Perez Feliz …………...100547139
Índice
● Introducción

● Objetivos

Temas:
1. El papel que tuvo la clase media en el desarrollo de la arquitectura funcionalista
a partir de su preferencia (voluntaria o impuesta) por el llamado apartamento de
bajo costo. ( Diani Perez Feliz)

2. Mecanismo que introdujo al funcionalismo en la historia del edificio de


apartamentos como un sistema de valores en la concepción arquitectónica
(Yamile Romero Cabrera)
3. Arquitectura ornamental y revolución tecnológica. ( Dianni perez)
4. Arquitectura moderna de corte funcionalista “popular”, a partir de los
apartamentos de bajo costo. (Dianny Perez)
5. Desarrollo de la arquitectura moderna y nacimiento del apartamento de bajo
costo (Yamile Romero)

6. Arquitectura desprovista de ornamento que, por necesidad económica y una


forma “moderna” de construcción, incorporaron una imagen austera y racional.
(Dianni Perez)

7. La polarización de la sociedad respecto a los estilos o corrientes arquitectónicos


( Dianny Perez)

8. Preferencia por una arquitectura moderna de corte funcionalista ( Yamile Romero)

9. Socialismo y arquitectura. (Dianny Perez)

10. La falta de una oferta habitacional para la clase media (Yamile Romero)

11. Estilos arquitectónicos de sentidos económico ( Dianny Perez )

12. Desarrollo comercial del funcionalismo en los edificios de apartamentos estilo


arquitectónico y la necesidad de ganarse la vida .( Yamile Romero )

● Conclusión
● Referencias bibliográficas

2
Introducción

Dentro de la carrera de arquitectura, pasamos por momentos donde entendemos la


concepción del espacio, su forma y su comportamiento con el individuo. Sin embargo la
forma más básica y necesaria para el ser humano desde tiempos inmemoriales es la
vivienda.

La realidad nacional con que cuenta muchos países es que mucha de población no
cuenta con viviendas que ofrezca la solución básica a sus necesidades, muchas
comunidades llamadas ilegales se vuelven comunes y se tiene el concepto denigrante
excluyente de ser marginales que son personas y grupo de personas que van en busca
de un espacio en el que pueden vivir y relacionarse con sus demás individuos. Muchas
de esas viviendas son elaboradas con materiales que no son aptos para la
construcción de una vivienda, sin embargo son más herramientas con la que cuenta
este tipo de personas en su diario vivir.

Entonces solamente como profesionales que pensamos en grandes proyectos de gran


capital, o también estamos en orden ético de pensar en aquellos que necesitan mejorar
su calidad de vida con un poco de ayuda técnica y así desarrollarse como humanos y
mejorar la convivencia.

3
Objetivos

1. El objetivo principal de este artículo es señalar el papel que tuvo la clase media
en el desarrollo de la arquitectura funcionalista a partir de su preferencia
(voluntaria o impuesta) por el llamado apartamento de bajo costo. La aparición
de este tipo de vivienda fue una circunstancia relevante dentro de una sociedad
fuertemente estratificada, con una clase media diversa y en expansión, y para
una economía capitalista en la que el mercado de vivienda estuvo controlado por
La ley de la oferta y la demanda.

2. Un segundo objetivo es evidenciar el mecanismo que introdujo al


funcionalismo en la historia del edificio de apartamentos como un sistema
de valores en la concepción arquitectónica, promovido por la iniciativa
privada y destinado a la clase media, a partir de su promoción por parte de
los propios arquitectos, ingenieros y maestros de obra, tanto por afinidad
–por compartir los valores de esta arquitectura– como por interés debido a
su menor costo de construcción.

3. Por último, como tercer objetivo, se aborda el estudio de una arquitectura


que existió y que aún está presente, pero que no ha sido analizada en su
justa dimensión.

4
Clase Media Y Funcionalismo
Creación de VIviendas de Bajos Costo

Tema 1. El papel que tuvo la clase media en el desarrollo de la


arquitectura funcionalista a partir de su preferencia (voluntaria o impuesta)
por el llamado apartamento de bajo costo.

Viviendas de bajo costo en República Dominicana

¡Más personas y más familias están logrando un mayor acceso a su futura vivienda de
bajo costo en República Dominicana! Es increíble: datos recientes provistos por
agentes especializados de Remax, consideran que unas 17,000 familias optaron por
apartamentos para vivienda de bajo costo solo en el Gran Santo Domingo en los
últimos 10 años.

Esto es gracias al Bono de la primera vivienda que otorga el Gobierno Dominicano a


través de la Dirección General de Impuestos Internos. Más ciudadanos, sobre todo los
de clase media, están accediendo a créditos, recibiendo más incentivos. Facilidades
para adquirir su futura casa o apartamento en planos.

El objetivo durante muchos años es reducir el déficit habitacional que la nación ha


tenido. Y consolidar el crecimiento económico que República Dominicana ha logrado en
los últimos años.

Ahora, el senado de la República está considerando más beneficios para compradores


como tú. Se está modificando la actual Ley 189-11 para el Desarrollo del Mercado
Hipotecario y el Fideicomiso en la República Dominicana. De por sí, nuestra
Constitución Dominicana ya garantiza a cada ciudadano que se otorguen aquellos
beneficios necesarios para que una vivienda con servicios básicos esenciales, esté en
sus manos. Tomamos una cita del Periódico Hoy que explica la modificación:

Fuentes cercanas a la creación de la pieza, explicaron en exclusiva a hoy. La iniciativa


aumentaría el monto para que se considere una vivienda de bajo costo de 3.8 millones
que es en la actualidad, a 4.5 millones, con la finalidad de que la clase media

5
profesional pueda adquirir su vivienda, beneficiándose del Bono Habitacional que
otorga el gobierno.

El objetivo principal de este artículo es señalar el papel que tuvo la clase media en el
desarrollo de la arquitectura funcionalista a partir de su preferencia (voluntaria o
impuesta) por el llamado apartamento de bajo costo.3 La aparición de este tipo de
vivienda fue una circunstancia relevante dentro de una sociedad fuertemente
estratificada, con una clase media diversa y en expansión, y para una economía
capitalista en la que el mercado de vivienda estuvo controlado por la ley de la oferta y
la demanda. Un segundo objetivo es evidenciar el mecanismo que introdujo al
funcionalismo en la historia del edificio de apartamentos como un sistema de valores en
la concepción arquitectónica, promovido por la iniciativa privada y destinado a la clase
media, a partir de su promoción por parte de los propios arquitectos, ingenieros y
maestros de obra, tanto por afinidad –por compartir los valores de esta arquitectura–
como por interés debido a su menor costo de construcción. Por último, como tercer
objetivo, se aborda el estudio de una arquitectura que existió y que aún está presente,
pero que no ha sido analizada en su justa dimensión. Particularmente, porque no fue
concebida por arquitectos y sobre ella encontramos poca información documental, la
cual presenta, además, rasgos particulares que la hacen difícil de interpretar. Sin
embargo, entre sus características se encuentran elementos para la construcción de
una historia más completa del fenómeno histórico arquitectónico

El objetivo principal de este artículo es señalar el papel que tuvo la clase media en el
desarrollo de la arquitectura funcionalista a partir de su preferencia (voluntaria o
impuesta) por el llamado apartamento de bajo costo.3 La aparición de este tipo de
vivienda fue una circunstancia relevante dentro de una sociedad fuertemente
estratificada, con una clase media diversa y en expansión, y para una economía
capitalista en la que el mercado de vivienda estuvo controlado por la ley de la oferta y
la demanda. Un segundo objetivo es evidenciar el mecanismo que introdujo al
funcionalismo en la historia del edificio de apartamentos como un sistema de valores en
la concepción arquitectónica, promovido por la iniciativa privada y destinado a la clase
media, a partir de su promoción por parte de los propios arquitectos, ingenieros y
maestros de obra, tanto por afinidad –por compartir los valores de esta arquitectura–
como por interés debido a su menor costo de construcción. Por último, como tercer
objetivo, se aborda el estudio de una arquitectura que existió y que aún está presente,
pero que no ha sido analizada en su justa dimensión. Particularmente, porque no fue
concebida por arquitectos y sobre ella encontramos poca información documental, la
cual presenta, además, rasgos particulares que la hacen difícil de interpretar. Sin

6
embargo, entre sus características se encuentran elementos para la construcción de
una historia más completa del fenómeno histórico arquitectónico.

tema 2- Mecanismo que introdujo al funcionalismo en la historia del


edificio de apartamentos como un sistema de valores en la concepción
arquitectónica.

El funcionalismo o arquitectura funcionalista, también llamado racionalismo, es un


movimiento de la arquitectura y el diseño basado en la teoría del funcionalismo en la
arquitectura formulada por Henry Sullivan (1856-1924) que "la forma sigue a la
función".
Este arquitecto creía que la forma de un edificio debía derivarse de un conocimiento
completo del propósito al que sirve. Afirmaba, por ejemplo, que la forma externa de un
edificio viene dictada por sus componentes internos, que a su vez están relacionados
con la estructura.

El funcionalismo arquitectónico tiene su origen en la tríada de Vitruvio, en la que la


"utilitas" (que se traduce como "comodidad", "conveniencia" o "utilidad") aparece junto a
la "venustas" (belleza) y la "firmitas" (firmeza) como uno de los tres objetivos clásicos
de la arquitectura. Los conceptos funcionalistas eran propios de algunos arquitectos del
Renacimiento Gótico.

En particular, Augustus Welby Pugin escribió que "no debe haber elementos en un
edificio que no sean necesarios para su comodidad, construcción, construcción o
propiedad" y que "todo ornamento debe consistir en enriquecer la construcción esencial
del edificio.

7
En arquitectura, el funcionalismo es el principio de que los edificios deben diseñarse
basándose únicamente en el propósito y la función del edificio. Este principio es menos
evidente de lo que parece, y es una cuestión de confusión y controversia dentro de la
profesión, particularmente en lo que respecta a la arquitectura moderna.

La articulación teórica del funcionalismo en los edificios se remonta a la tríada de


Vitruvio, donde ‘utilitas’ (que se traduce como ‘mercancía’, ‘conveniencia’ o ‘utilidad’) se
encuentra junto a ‘venustas’ (belleza) y ‘firmitas’ ( firmeza) como uno de los tres
objetivos clásicos de la arquitectura. Los puntos de vista funcionalistas eran típicos de
algunos arquitectos del renacimiento gótico. En particular, Augustus Welby Pugin
escribió que «no debe haber características sobre un edificio que no sean necesarias
para su comodidad, construcción o propiedad» y que «todo ornamento debe consistir
en el enriquecimiento de la construcción esencial del edificio».

El debate sobre el funcionalismo y la estética a menudo se enmarca como una opción


mutuamente excluyente, cuando de hecho hay arquitectos, como Will Bruder, James
Polshek y Ken Yeang, que intentan satisfacer los tres objetivos de Vitruvio.

A raíz de la Primera Guerra Mundial, surgió un movimiento internacional de arquitectura


funcionalista como parte de la ola del Modernismo. Las ideas se inspiraron en gran
medida en la necesidad de construir un mundo nuevo y mejor para la gente, expresado
en términos generales y enérgicos por los movimientos sociales y políticos de Europa
después de la guerra mundial extremadamente devastadora. En este sentido, la
arquitectura funcionalista a menudo se vincula con las ideas del socialismo y el
humanismo moderno. Una nueva y pequeña adición a esta nueva ola de funcionalismo
fue que no solo los edificios y casas deberían diseñarse en función de la funcionalidad,
sino que la arquitectura también debería usarse como un medio para crear físicamente
un mundo mejor y una vida mejor para las personas en el sentido más amplio . Esta
nueva arquitectura funcionalista tuvo el mayor impacto en Alemania, Checoslovaquia,
la URSS y los Países Bajos, y desde la década de 1930 también en Escandinavia
(incluida Finlandia).

Historia del funcionalismo

En 1896, el arquitecto de Chicago Louis Sullivan acuñó la frase «la forma siempre
sigue a la función» para capturar su creencia de que el tamaño, la masa, la gramática
espacial y otras características de un edificio deberían ser impulsadas únicamente por
la función del edificio. La implicación es que si se satisfacen los aspectos funcionales,
la belleza arquitectónica naturalmente y necesariamente seguiría.

8
El credo de Sullivan a menudo se considera irónico a la luz de su amplio uso de
adornos intrincados, ya que una creencia común entre los arquitectos funcionalistas es
que el ornamento no cumple ninguna función. El credo tampoco aborda a qué función
se refiere. El arquitecto de un edificio de apartamentos, por ejemplo, puede estar
fácilmente en desacuerdo con los propietarios del edificio con respecto a cómo debe
verse y sentirse el edificio, y ambos podrían estar en desacuerdo con los futuros
inquilinos. Sin embargo, «la forma sigue a la función» expresa una idea significativa y
duradera. El protegido de Sullivan Frank Lloyd Wright también es citado como un
ejemplo de diseño funcional.

A mediados de la década de 1930, el funcionalismo comenzó a ser discutido como un


enfoque estético más que como una cuestión de integridad del diseño. La idea del
funcionalismo se combinó con la falta de ornamentación, que es una cuestión diferente.
Se convirtió en un término peyorativo asociado con las formas más brutales y brutales
de cubrir el espacio, como edificios comerciales y cobertizos baratos, y finalmente
utilizado, por ejemplo, en la crítica académica de las cúpulas geodésicas de
Buckminster Fuller, simplemente como sinónimo de ‘gauche’.

Durante 70 años, el preeminente e influyente arquitecto estadounidense Philip Johnson


sostuvo que la profesión no tiene ninguna responsabilidad funcional en absoluto, y esta
es una de las muchas opiniones de hoy. Johnson dijo: «De dónde viene la forma, no sé,
pero no tiene nada que ver con los aspectos funcionales o sociológicos de nuestra
arquitectura». La posición del arquitecto posmoderno Peter Eisenman se basa en una
base teórica hostil para el usuario y aún más extrema: «No funcionó».

Mecanismo de la Arquitectura Funcionalista

El funcionalismo en arquitectura tiene como principal objetivo diseñar de acuerdo con la


función final del edificio que se va a construir. Por ello, la ornamentación tiene un papel
secundario y los elementos de decoración tienden a ser sobrios y abstractos,
fusionando el mobiliario con las paredes y utilizando la iluminación indirecta en lugar de
la iluminación llamativa.

Destaca por incorporar nuevos materiales, como el hierro, el concreto y el vidrio, para
crear diferentes maneras y volúmenes.

Al centrarse en los propósitos de los habitantes y las comunidades, estas


construcciones tienen un fuerte sentido social. En consecuencia, al aplicar este
concepto, se empiezan a considerar otros factores, como la salud y el bienestar.

9
La funcionalidad es uno de los principios básicos que utilizamos en el diseño de
nuestras construcciones, ya que pensamos que cumpliendo óptimamente los requisitos
del proyecto, la estética surgirá de manera natural.

La arquitectura funcionalista, nació a finales del siglo XIX y principios del XX. Esta se
caracterizó por no utilizar la ornamentación y, en la mayor parte de las obras, prescindir
del muro como una estructura.

Uno de los rasgos más importantes de la arquitectura funcional es la búsqueda de


espacios abiertos. La robustez y la resistencia de los materiales utilizados permiten que
se eliminen los muros estructurales también los espacios amplios permiten la creación
de grandes entradas de luz.
De acuerdo con los criterios de Le Corbusier, uno de los mayores exponentes de esta
moda, los principios de la arquitectura funcionalista son:

● Columnas: Se usan como pilares para crear lugares abiertos que puedan ser
utilizados por la comunidad.
● Terraza: Consigue mantener las condiciones de aislamiento térmico y
transforma el patio interior en una zona de recreo.
● Planta abierta: Gracias al concreto, los muros de carga se vuelven
innecesarios, lo que libera al espacio de las limitaciones estructurales.
● Ventanas longitudinales: La liberación de los muros exteriores hace que las
ventanas puedan abarcar toda la anchura del edificio, aumentando la
relación con el exterior.

El espacio es todo lo que nos rodea y obedece a distintos conceptos y distintas


disciplinas que se encargan del espacio físico, del espacio geográfico, del espacio
exterior y del espacio interior.

10
Luego, los temas de diseño, tanto arquitectónico como de interiores, deben centrarse
en el obligado placer de lo útil, es decir, de lo funcional, por lo que el placer de la
estética de las formas quedará a veces en un segundo plano.
La función se refiere al papel de los espacios funcionalistas dentro de la estructura del
sistema, Lois Kahn los divide en dos y le permite dar un tratamiento formal, jerárquico y
expresivo a los espacios.
Por ejemplo, en un hotel, los espacios privados, las habitaciones, los comedores,
los salones, etc. son espacios servidos; la recepción, los pasillos, los baños, los
archivos, los almacenes, son espacios servidores.
Se conoce también el término de espacio permeable y es aquel que permite que el uso
funcional que allí se realice sea enriquecido por otras actividades siendo flexible al
cambio, tanto de mobiliario, como de función.
Espacios servidos: los que dan servicio, los que son la razón por la cual se construyen.

Espacios servidores: son los que complementan la actividad profesional en los


espacios de servicios.

Espacio impermeable: es el que tiene un uso específico, determinante, dimensional y al


que se accede formalmente o se puede circular de forma tangencial. Estos términos
también se conocen como espacios públicos y espacios privados, principalmente.

Los espacios también se clasifican por la proporción entre su forma y la circulación que
se admite a través de ellos como espacios progresivos, ya que se considera que
crecen o disminuyen. Los espacios progresivos compuestos se expanden y nos
preparan para otro espacio en el que podemos contemplar la aparición de la sorpresa.

La circulación enlaza los espacios de un edificio y reúne un conjunto de espacios


interiores y exteriores, con límites, nudos y extremos del recorrido, a través de pasillos,
galerías, tribunas, escaleras y áreas. Estos elementos representan una parte integral
de la organización del edificio, por lo que la forma y la escala del espacio circulatorio
deben ser las adecuadas para el movimiento de los seres humanos.

La proporción y la escala son elementos que definen los espacios a través de la


armonía. La escala se refiere al tamaño de un objeto comparado con otro o con un
estándar. La proporción se refiere a la correcta armonía de la relación de una parte con
otra o con el conjunto.

11
En arquitectura hay que cuidar la proporción de los materiales, las proporciones
estructurales, prefabricadas e incluso antropomórficas, teniendo en cuenta los sistemas
y teorías de proporcionalidad de una parte con el todo.

En el proyecto de interiores de un edificio, es necesario modificar la posición y la


dirección del techo, de las paredes, del nivel del suelo, para cambiar el sentido de la
escala, teniendo en cuenta las actividades que se van a desarrollar. La proporción en el
diseño de interiores es fundamental para conseguir un conjunto homogéneo.

La relación de los espacios en el funcionalismo se da de tres tipos: Directa, ya que lo


único que dividirá el espacio podrá ser el mobiliario. Indirecta, cuando se divide a través
de los muros bajos, los desniveles del suelo, los techos, las diferentes formas del
espacio. Y los espacios sin relación, su nombre lo dice, no tienen relación, son
espacios independientes.

12
Tema 3. Arquitectura ornamental y revolución tecnológica
Un ornamento arquitectónico es un motivo o composición que sirve para embellecer
elementos arquitectónicos o espacios arquitectónicos. El variado conjunto de adornos
utilizados por los artistas para embellecer objetos u obras arquitectónicas puede
distribuirse en dos clases: simples (o elementales) y compuestos. Los primeros
consisten en un solo motivo, ya aislado, ya repetido y combinado con otro en serie. Los
segundos son una combinación de los elementales.

revolución tecnológica

La arquitectura contemporánea está sometida a un proceso de transformación a causa


del desarrollo e integración de las tecnologías digitales en los procesos de diseño y de
construcción; un proceso que evoca al que tuvo lugar durante la revolución industrial,
que cristalizó en la arquitectura moderna. Hoy nos encontramos inmersos en un
período histórico en que está emergiendo una arquitectura sin precedentes, como
consecuencia de la progresiva asimilación de los nuevos materiales y técnicas de
producción digital, tal como sucedió en los inicios del siglo veinte, cuando la
mecanización, la estandarización, y la producción en masa de nuevos materiales y
componentes constructivos sentaron las bases de la arquitectura moderna.

Con el advenimiento de las tecnologías digitales, la arquitectura ha entrado en un


periodo de transición, que abarca el tiempo que se requiere para traducir en hechos
arquitectónicos las consecuencias de la nueva revolución tecnológica. Además de
transformar los procesos de producción material, el desarrollo tecnológico conlleva
cambios en los procesos y en los conceptos que determinan tanto el diseño como el
valor estético de las obras de arquitectura. En esta tesis se explora la influencia de los
nuevos procesos de diseño y fabricación asistidos por ordenador (CAD/CAM) en la
arquitectura actual: en la manera de concebir, construir e interpretar las producciones
de la arquitectura.

La investigación parte de la premisa de que la arquitectura se encuentra en un periodo


de transición en plena efervescencia, un periodo que cabe entender como un estado de
flujo, un devenir. En este contexto de cambio, un análisis centrado en el estado actual
de la arquitectura corre el riesgo de caer rápidamente en la obsolescencia, ya que
cualquier técnica, herramienta o teoría relativa a los procesos de diseño y fabricación
digital puede verse superada por la velocidad de los cambios tecnológicos.

13
Para comprender los cambios que están teniendo lugar en la actualidad, se propone un
análisis simultáneo de las dos revoluciones tecnológicas que han transformado la
manera de concebir y construir la arquitectura en los dos últimos siglos: la revolución
industrial y su influencia en la arquitectura moderna, y la actual revolución digital, y la
arquitectura a la que está dando lugar. Este análisis paralelo se lleva a cabo atendiendo
a los materiales, herramientas, y procesos de producción, así como a los conceptos,
principios e ideales que en ambos períodos –la revolución industrial, y la revolución
digital– han forjado una cultura arquitectónica propia de cada época.

Tema 4. Arquitectura moderna de corte funcionalista “popular”, a partir de


los apartamentos de bajo costo.

La arquitectura moderna es un estilo arquitectónico que nace en la década de 1920


como respuesta a la industrialización acelerada y los cambios sociales, esta tiene sus
orígenes en Europa y los Estados Unidos. El estilo de arquitectura moderna se
caracterizó por el uso de nuevos materiales y tecnología avanzada, rechazando ideas,
estilos antiguos, tradicionales e históricos, y ornamentación. El modernismo enfatizó la
función, la simplicidad y la racionalidad, y creó nuevas formas de expresión con una
nueva estética.

El movimiento moderno dio como resultado edificios moderno caracterizados por líneas
limpias, formas geométricas simples, formas cúbicas puras, ventanas alargadas, techos
planos y espacios interiores funcionales, flexibles y abiertos con estructuras planas
expuestas que se consideraron apropiadas para todas las naciones y culturas.

Características de la arquitectura moderna

A pesar de ser un momento polifacético de producción arquitectónica internacional, el


modernismo manifestó algunos principios que fueron seguidos por numerosos
arquitectos, de varias escuelas y tendencias.

14
Una de las principales características de la arquitectura moderna fue el rechazo a los
estilos históricos principalmente por lo que creían que era su devoción por los
ornamentos. Titulado Ornamento y delito (1908), un ensayo de Adolf Loos, el cual
critica lo que él creía que era una arquitectura relacionada con lo superfluo y lo
superficial. El ornamento, a su vez, con sus reglas establecidas por la Academia,
estaba vinculado a otra noción a la que se opusieron los primeros arquitectos
modernos: el estilo.

Tema 5. Desarrollo de la arquitectura moderna y nacimiento del apartamento


de bajo costo

El funcionalismo de Juan O´Gorman tuvo su origen en las clases que tomó con el
arquitecto Guillermo Zárraga, quien preocupado por la situación económica y social
pensaba que había que hacer una arquitectura de acuerdo con las necesidades y los
materiales del país, tanto para volver la vida más cómoda, práctica o funcional, como
para abaratar los costos de construcción. El funcionalismo tuvo dos tendencias, la
integralista, “que supone el valor arquitectónico formado por una serie de valores
independientes entre sí y establecidos jerárquicamente”, es decir, lo útil, lo lógico, lo
estético y lo social, y cuyo máximo defensor y representante fue el arquitecto
teórico-práctico José Villagrán García,1 y la llamada radical, preocupada sobre todo por
satisfacer necesidades básicas que en ocasiones se olvidan, así como optimizar
recursos económicos en la construcción y dar prioridad a la utilidad de la obra por
encima de los valores estéticos. Los seguidores principales de esta tendencia fueron
Álvaro Aburto, Juan Legarreta y O´Gorman. En concordancia con el momento, eran
simpatizantes de las ideas socialistas.

En palabras de O ́ Gorman: “creo que la arquitectura que resuelve las necesidades


materiales, palpables, que no se confunden, que existen, pudiéndose comprobar su
existencia y al propio tiempo son fundamentales y generales de los hombres, es la

15
verdadera y única arquitectura de nuestra época”. Para el funcionalismo radical la
necesidad de albergue resultaba fundamental. Juan O´Gorman consideraba que la
arquitectura que debía aplicarse era una ingeniería de los edificios, pues empleaba
la técnica de composición como un proceso ingenieril. Como normalmente los
edificios habitacionales no eran considerados exclusivamente para albergue, sino
también como un conjunto que contenía expresiones artísticas, no se les podía
llamar funcionales,de ahí que en sus propuestas Marta Olivares C o r r e a aplicará
el concepto de “máximo de eficiencia por mínimo de esfuerzo o costo”. Es decir, una
propuesta para enfrentar las condiciones de miseria, pobreza y limitación de
recursos económicos del país, que elimina la idea de belleza limitándose a ver a la
arquitectura como una técnica, resultado automático de la solución mecánica del
problema de distribución y de la aplicación lógica de los medios de construcción. El
proceso creativo dependía de la función, que era la que determinaba la forma. En
otras palabras, imitaba la política aplicada en esos momentos en la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas: atender lo primordial y no lo superfluo. En
coherencia con lo anterior, sus presupuestos teórico-ingenieriles consistían en
relacionar armoniosamente tres técnicas: técnica de la construcción, que era el
conocimiento de los diversos tipos de estructura; técnica de la distribución, la que
permitía que los edificios funcionaran bien por su dimensión, circulación y
distribución conveniente y, por último, técnica de las instalaciones, esto es, la
solución práctica de las necesidades de instalaciones, equipos y maquinaria.

Además, buscando una arquitectura con carácter nacional, fácil de realizarse y que
soluciona las necesidades de la población desprotegida, utilizaba elementos modernos
comprendidos en los requerimientos de bienestar, higiene y economía, pero con
absoluta sencillez: era necesario que la nueva arquitectura se desnudara de cualquier
adorno (aquí coincidía con el arquitecto austriaco Adolf Loos, quien rechazó

16
tajantemente todo ornamento en la arquitectura por inútil o sin sentido), que fuera
limpia y sencilla.

Tema 6. Arquitectura desprovista de ornamento que, por necesidad


económica y una forma “moderna” de construcción, incorporaron una
imagen austera y racional.

El cambio del ornamento trae como consecuencia una pronta desvalorización del
producto del trabajo. El tiempo del trabajador, el material empleado, son capitales que
se derrochan. He enunciado la siguiente idea: La forma de un objeto debe ser tolerable
el tiempo que dure físicamente. Trataré de explicarlo: Un traje cambiará muchas m ves
su forma que una valiosa piel. El traje de baile creado para una sola noche, cambiará
de forma mucho más deprisa que un escritorio. Qué malo sería, sin embargo, si tuviera
que cambiarse el escritorio tan rápidamente como un traje de baile por el hecho de que
a alguien le pareciera su forma insoportable; entonces se perdería el dinero gastado en
ese escritorio.

Esto lo sabe bien el ornamentista y los ornamentistas austriacos intentan resolver este
problema. Dicen: “Preferimos al consumidor que tiene un mobiliario que, pasados diez
años le resulta inaguantable y que, por ello, se ve obligado a adquirir muebles nuevos
cada década, al que se compra objetos sólo cuando ha de sustituir los gastados. La
industria lo requiere. Millones de hombres tienen trabajo gracias al cambio rápido”.
Parece que éste es el misterio de la economía nacional austriaca; cuantas veces, al
producirse un incendio, se oyen las palabras: “¡Gracias a Dios, ahora la gente ya tendrá
algo que hacer!” Propongo un buen sistema: Se incendia una ciudad, se incendia un
imperio, y entonces todo nada en bienestar y en la abundancia. Que se fabrican
muebles que, al cabo de tres años, puedan quemarse; que se hagan guarniciones que
puedan ser fundidas al cabo de cuatro años, ya que en las subastas no se logra ni la
décima parte de lo que costó la mano de obra y el material, y así nos haremos ricos y
más ricos.

La pérdida no sólo afecta a los consumidores, sino, sobre todo, a los productores. Hoy
en día, el ornamento, en aquellas cosas que gracias a la evolución pueden privarse de
él, significa fuerza de trabajo desperdiciada y material profanado. Si todos los objetos
pudieran durar tanto desde el ángulo estético como desde el físico, el consumidor
podría pagar un precio que posibilitará que el trabajador ganara más dinero y tuviera
que trabajar menos. Por un objeto del cual esté seguro que voy a utilizar y obtener el

17
máximo rendimiento pago con gusto cuatro veces más que por otro que tenga menos
valor a causa de su forma o material. Por mis botas pago gustoso 40 coronas, a pesar
de que en otra tienda encontraría botas por 10 coronas. Pero, en aquellos oficios que
languidecen bajo la tiranía de los ornamentistas, no se valora el trabajo bueno o malo.
El trabajo sufre a causa de que nadie está dispuesto a pagar su verdadero valor.

Y esto no deja de estar bien así, ya que tales objetos ornamentados sólo resultan
tolerables en su ejecución más mísera.

Puedo soportar un incendio más fácilmente si oigo decir que han quemado cosas sin
valor. Puedo alegrarme de las absurdas y ridículas decoraciones montadas con motivo
del baile de disfraces de los artistas, porque sé que lo han montado en pocos días y
que lo derribarán en un momento. Pero tirar monedas de oro en vez de guijarros,
encender un cigarrillo con un billete de banco, pulverizar y beberse una perla es algo
antiestético.

Verdaderamente los objetos ornamentados producen un efecto antiestético, sobre todo


cuando se realizan en el mejor material y con el máximo cuidado, requiriendo mucho
más tiempo de trabajo. Yo no puedo dejar de exigir ante todo trabajo de calidad, pero
desde luego no para cosas de este tipo.

El hombre moderno, que considera sagrado el ornamento, como signo de superioridad


artística de las épocas pasadas, reconocerá de inmediato, en los ornamentos
modernos, lo torturado, lo penoso y lo enfermizo de los mismos. Alguien que viva en
nuestro nivel cultural no puede crear ningún ornamento.

Ocurre de distinta manera con los hombres y pueblos que no han alcanzado este
grado.

Predicó para el aristócrata. Me refiero al hombre que se halla en la cima de la


humanidad y que, sin embargo, comprende profundamente los ruegos y exigencias del
inferior. Comprende muy 1 bien al cafre, que entreteje ornamentos en la tela según un
ritmo determinado, que sólo se descubre al deshacerla; al persa que anuda sus
alfombras; a la campesina eslovaca que borda su encaje; a la anciana señora que

18
realiza objetos maravillosos en cuentas de cristal y seda. El aristócrata les deja hacer,
sabe que, para ellos, las horas de trabajo son sagradas.

El revolucionario diría: “Todo esto carece de sentido”. Lo mismo que apartaría a una
anciana de la vecindad de una imagen sagrada y le diría: “No hay Dios”. Sin embargo,
el ateo -entre los aristócratas- al pasar por delante de una iglesia se quita el sombrero.
Mis zapatos están llenos de ornamentos por todas partes, constituidos por pintas y
agujeros, trabajo que ha ejecutado el zapatero y no le ha sido pagado. Voy al zapatero
y le digo: “Usted pide por un par de zapatos 30 coronas. Yo le pagaré 40”. Con esto he
elevado el estado anímico de este hombre, cosa que me agradecerá con trabajo y
material, que, en cuanto a calidad, no están en modo alguno relacionados con la
sobreabundancia. Es feliz. Raras veces llega la felicidad a su casa. Ante él hay un
hombre que le entiende, que aprecia su trabajo y no duda de su honradez. En sueños
ya ve los zapatos terminados delante suyo. Sabe dónde puede encontrar la mejor piel,
sabe a qué trabajador debe confiar los zapatos y éstos tendrán tantas pintas y agujeros
como los que sólo aparecen en los zapatos más elegantes. Entonces le digo: “pero
impongo una condición. Los zapatos tienen que ser enteramente lisos”. Ahora es
cuando le he lanzado desde las alturas más espirituales al Tártaro. Tendrá menos
trabajo, pero le he arrebatado toda la alegría. Predicó para los aristócratas. Soporto los
ornamentos en mi propio cuerpo si éstos constituyen la felicidad de mi prójimo. En este
caso también llegan a ser, para mí, motivo de contento. Soporto los ornamentos del
café, del persa, de la campesina eslovaca, los de mi zapatero, ya que todos ellos no
tienen otro medio para alcanzar el punto culminante de su existencia. Tenemos el arte
que ha borrado el ornamento. Después del trabajo del día vamos al encuentro de
Beethoven o de Tristán. Esto no lo puede hacer mi zapatero. No puedo arrebatarle su
alegría, ya que no tengo nada que ofrecerle a cambio. El que, en cambio, va a
escuchar la Novena Sinfonía y luego se sienta a dibujar una muestra de tapete es un
hipócrita o un degenerado.

La carencia de ornamento ha conducido a las demás artes a una altura imprevista. Las
sinfonías de Beethoven no hubieran sido escritas nunca por el hombre que fuera
vestido de seda, terciopelos y encajes. El que hoy en día lleva una americana de
terciopelo no es un artista, sino un payaso o un pintor de brocha gorda. Nos hemos
vuelto más refinados, más sutiles. Los gregarios se tenían que diferenciar por colores
distintos, el hombre moderno necesita su vestido impersonal como máscara. Su
individualidad es tan monstruosamente vigorosa que ya no la puede expresar en
prendas de vestir. La falta de ornamentos es un signo de fuerza espiritual. El hombre

19
moderno utiliza los ornamentos de civilizaciones anteriores y extrañas a su antojo. Su
propia invención la concentra en otros objetos.

Tema 7. La polarización de la sociedad respecto a los estilos o corrientes


arquitectónicos

Los estilos arquitectónicos La arquitectura ha estado presente como expresión artística


durante toda la historia de la humanidad para definir y representar épocas, lugares y
corrientes a lo largo y ancho de todo el mundo. Existen tantos estilos arquitectónicos
como épocas diferenciadas en la historia, y hoy te hablaremos de algunos de los más
importantes o particulares.

A lo largo de la historia se han desarrollado diferentes estilos arquitectónicos,


evolucionando a medida que las sociedades han cambiado a lo largo de los siglos. Es
por ello que ha tenido un carácter simbólico para muchas civilizaciones

Principales estilos arquitectónicos

Arquitectura contemporánea

Proyecto de vivienda ejemplo de arquitectura contemporánea

20
Se entiende como arquitectura contemporánea a aquella que se desarrolla en nuestros
días, es decir, la arquitectura actual. La arquitectura contemporánea se nutre
especialmente de la arquitectura moderna en sus principios arquitectónicos haciendo
cambios sustanciales en la forma, materiales y utilización del espacio.

A este período lo caracteriza la búsqueda constante de la innovación en cada una de


sus etapas, especialmente en la constructiva y tecnológica.

Curiosamente, podemos decir que esta arquitectura no se corresponde con un período


de historia establecido debido a que se encuentra en permanente desarrollo.

Tema 8 . Preferencia por una arquitectura moderna de corte funcionalista

A los arquitectos jóvenes ha de parecerles extraño que alguna vez hubiera habido la
necesidad de discutir y precisar qué es la arquitectura moderna. Eso que, para los
educados en los últimos lustros no sólo es comprensible, libre de los prejuicios
estéticos del arte clásico académico y ornamental, era motivo de discusión acalorada y
formación de grupos que encarnaban dos tesis que en ese tiempo (1925-1935) definían
como: escuela funcionalista, apoyada en los escritos y obras de Le Corbusier,
portaestandarte del nuevo estilo técnico, y la escuela formalista, en que se alistaban los
arquitectos de la vieja escuela, y que a medida que estos fueron desapareciendo se fue
consumiendo, no sin dejar obras de arquitectura escenográfica que, libres de pesadas
formas de las artes clásicas, tomaban las geometrías de la nueva tendencia sin
haberlas digerido, y sobre todo dieron pie a un academicismo del que todavía no
salimos (García, 1961, p. 100).

El término de arquitectura moderna sugiere equivocadamente una teoría y práctica


unificada detrás de la arquitectura que porta esa etiqueta, aspecto que nunca existió ,
como en el resto del mundo (Jencks, 1973, p. 11). Esta percepción tuvo su origen en el
discurso que se comenzó a gestar a mediados del siglo xx en torno al triunfo de esta

21
arquitectura sobre todas las demás y su transformación en la corriente hegemónica de
la concepción arquitectónica,[4] como se infiere en la cita de la década de 1960 de
García Ramos.

Con el paso del tiempo, esta situación ha derivado en una concepción estrecha del
fenómeno arquitectónico ocurrido durante buena parte del siglo xx, y ha promovido
generalizaciones e interpretaciones reductivas que se reflejan, inclusive, en la
normatividad que resguarda a este patrimonio arquitectónico; de ahí la importancia de
referirse a estas arquitecturas en un sentido plural, pero también que sea necesario
ahondar brevemente en el origen de ciertos términos con el propósito de tener más
claro el problema planteado. Nos referimos a los retos de conservación de lo que
genéricamente se ha denominado como arquitectura moderna. Arquitecturas que
testifican, a través de los ejemplos que han llegado hasta nuestros días, que fue una
tendencia mucho más rica y diversa, formal y materialmente, de lo que hasta ahora se
ha querido conceptualizar.

Las arquitecturas modernas que se desarrollaron con un mismo espíritu del tiempo
(1925-1970) las podemos desdoblar en por lo menos cinco voluntades distintas. Nos
referimos a la arquitectura conocida como moderna, en su momento, y que hoy en día
se denomina como arquitectura art déco, pero también otras múltiples arquitecturas
ornamentales del periodo, como el neocolonial, el colonial californiano y el neo
prehispánico. Por otro lado, las que tienen sus raíces en los postulados del movimiento
moderno, la llamada arquitectura funcionalista o racionalista.

Estas diferentes formas de vertebrar la concepción arquitectónica, por un lado, las que
apuestan por el valor ornamental de la forma y se ligan al tema de la identidad, y por
otro, las que consideran el valor funcional de la forma y se sustentan en la importancia
del concepto de la necesidad, están hermanadas y conceptualmente no pueden
separarse porque se desarrollaron, como se dijo antes, en un mismo momento
histórico. Período en el cual la importancia de los materiales industrializados, la
mecanización de la vida y las transformaciones de los distintos aspectos de la vida
cotidiana jugaron un papel decisivo en su concepción, aunque superficialmente nos
parezcan diferentes.

Asimismo, según su modo de producción o su promotor, las arquitecturas modernas se


pueden a su vez decantar en dos grupos marcadamente diferentes: las que amparan
una ideología económica, y las que abanderan una ideología política. De ahí que,
siendo ornamentales, el art déco y el colonial californiano tuvieran en común su sentido

22
comercial. Del otro lado se hallaban las arquitecturas neocoloniales y neo
prehispánicas, particularmente sobre el primer caso, las promovidas por el Estado
mexicano en la zona centro del país; y en el segundo, la arquitectura neomaya, en la
península de Yucatán. De forma paralela, se encontraban las arquitecturas
funcionalistas promovidas por los sindicatos y por el Estado, con una carga ideológica
socialista, y del otro, la arquitectura funcionalista promovida por la iniciativa privada con
un sentido comercial, que hoy en día cuesta trabajo diferenciar del art déco streamline
(ver figura 1).

Por el sentido breve de este texto, aquí sólo ahondaremos en la conceptualización de


las arquitecturas del movimiento moderno y las funcionalistas racionalistas, y
dejaremos de lado las otras arquitecturas modernas para futuros artículos.

El movimiento moderno, más que una corriente


fue un grupo en particular, entre muchos otros, que aprovecharon las posibilidades de
los nuevos materiales industriales como el acero, el concreto armado y el vidrio plano
en grandes dimensiones para reconfigurar el espacio, compartiendo muchos de los
mismos principios teóricos e ideológicos; de ahí que hayan formado un movimiento
cohesivo, particularmente en las décadas de 1920 y 1930. El grupo se fue
consolidando a partir de los resultados de los Congresos internacionales de
arquitectura moderna (CIAM), que ocurrieron a lo largo de un periodo de poco más de
30 años, de 1928 a 1959, en los que fueron incluyendo, progresivamente, a más
personalidades de una infinidad de países. Además, se vieron reforzados por una
multitud de libros que analizaron el fenómeno desde 1929 (Tournikiotis, 2014, pp. 8-19).
Sobre esta tendencia podemos concluir que no se puede anclar en un solo arquitecto o

23
grupo de arquitectos, ni tampoco en un lugar específico (Benévolo, 1999, pp. 412-414),
asimismo, que no se consolidó un único estilo arquitectónico.

Por su parte, en el siglo xx[5] el término funcionalismo entró en el escenario


arquitectónico por insistencia de Le Corbusier, un poco después, con la publicación del
libro Gli elementi dell’architettura funzionale de Alberto Sartoris, en 1932, libro que se
habría llamado Architettura razionale si no hubiera intervenido el arquitecto suizo
(Banham, 1989, p. 320). En palabras de Le Corbusier, el término “racional” era limitado
como concepto antagónico al academicismo, y consideraba más adecuado el uso del
término funcional, palabra que habría cobrado importancia a partir de la publicación en
1924 de su libro Hacia una nueva arquitectura, y la difusión de la idea de la máquina de
vivir, en donde insistió en la analogía mecánica y el carácter funcional de la
arquitectura.

Más allá de esta apreciación, considerada por muchos reductiva (Banham, 1989, p.
321), es un hecho que para la década de 1930 la situación económica en el mundo, así
como la polarización política en muchos países, había cambiado la perspectiva de la
arquitectura del movimiento moderno. De ahí que su progresiva conceptualización más
estrecha, a partir de su carácter “funcional” en la década de 1930, no fuera una
decisión circunstancial, sino por el contrario una estrategia de preservación en un
momento económico y político difícil a partir de enfatizar una de sus muchas
características, nos referimos a su carácter lógico y económico (Banham, 1989, p. 321).
Recordemos que en la exposición contemporánea del Museo de Arte Moderno (Moma)
de Nueva York, curada por Hitchcock y Johnson, se recuperó el sentido internacional
del movimiento arquitectónico como una de las características más relevantes de esta
nueva forma de concebir la arquitectura, y no su sentido lógico-económico. De ahí que
el catálogo de dicha exposición se llamará: The International Style: Architecture Since
1922.[6]

¿Qué es Arquitectura?, ¿Qué es el funcionalismo?, ¿Puede considerarse el


funcionalismo como una etapa definitiva de la arquitectura, o como el principio

24
embrionario de todo un devenir arquitectónico?, ¿Debe considerarse el arquitecto como
un simple técnico de la construcción, o como un impulsor, además, de la cultura
general de un pueblo?, ¿La belleza arquitectónica, resulta necesariamente de la
solución funcional, o exige, además de la actuación consciente de la voluntad creadora
del arquitecto?, ¿Cuál debe ser la orientación arquitectónica actual.

De tal forma, que la arquitectura funcionalista en México nacía en contraposición al


academicismo, pero sobre todo ligada a una economía de medios, a una estética de la
austeridad como resultado de las reivindicaciones posrevolucionarias (Vargas, 1998,
pp. 70-86).[9] La influencia de Le Corbusier parecería decisiva con su libro Hacia una
nueva arquitectura y, probablemente para el caso de las Pláticas del 33, ya se tuviera
noticia del libro de Sartoris con prólogo de Le Corbusier, y así se refrenda el uso del
concepto funcional sobre el de moderno o internacional.

En todo caso, más allá de la preferencia de Le Corbusier por el término funcional y la


progresiva importancia del sentido lógico y económico de la arquitectura del
movimiento moderno, ambas (funcionalismo y movimiento moderno), se insertan dentro
del llamado racionalismo. Sobre este término, Peter Collins puntualizó la influencia que
ejercieron en los arquitectos los ingenieros civiles y militares desde inicios del siglo xix
a partir de su forma de pensar y utilizar los nuevos materiales producto de la
industrialización (Collins, 1965, p. 197). De ahí que en un sentido conceptual, el
racionalismo arquitectónico fuera anterior y el fundamento de la arquitectura del
movimiento moderno, del funcionalismo y de gran parte de las otras arquitecturas
modernas.

Una de las definiciones más claras sobre las implicaciones del racionalismo en la
arquitectura en el siglo xx la estableció Giulio Carlo Argan, quien señaló:

[…] la prioridad de la planificación urbanística sobre la proyección arquitectónica; el


mayor aprovechamiento del uso de suelo y la construcción para poder resolver el
problema de la vivienda; la racionalidad rigurosa de las formas arquitectónicas; la
apelación sistemática a la industrialización, a la normalización, a la prefabricación; la
concepción de la arquitectura y de la producción industrial calificada como factores
condicionantes del progreso social y de la educación democrática de la comunidad
(Fusco, 1996, p. 276).

25
Las arquitecturas del movimiento moderno, funcionalistas-racionalistas, se
caracterizaron no sólo por el hecho de construir acordé a los nuevos materiales o las
técnicas industriales, sino como ya hemos visto, para las necesidades de una sociedad
en rápida transformación. Sin embargo, tal vez algo que aún no se ha recalcado lo
suficiente es que todas estas arquitecturas tuvieron en común, como señaló Argan, la
idea de la materialización del progreso social, es decir, aspiran a cambiar el mundo que
les rodeaba a partir de soluciones universales, de escala urbana, para una sociedad
nueva.

Tema 9. Socialismo y arquitectura.

En el pensamiento general de la arquitectura socialista sobresale una imagen: bloques


sobre bloques monolíticos, edificios grises que estrechan el horizonte, la
monumentalidad como ejercicio de poder. Esta es una definición sesgada del legado
socialista pues ciertamente es también parte importante dentro de un ámbito occidental
(híper) capitalista, es claramente visible en el consumo suburbano de la vivienda
colectiva como una arquitectura monótona y monumental.

¿Qué podemos hacer para ir más allá ́ de estos conflictos ideológicos, en el siempre
meditado pro y contra capitalismo y socialismo?

¿Deberíamos ser capaces de dilucidar tanto los aciertos como los errores que la
arquitectura socialista ha tenido, el planeamiento urbano, la desproporciona en las
edificaciones por solo nombrar un par de ejemplos, pero si “miramos” hacia el otro lado
y nos fijamos que la mono-arquitectura, la monumentalidad, la sobre-escala está
también presente en Occidente? Ejemplo de ello es “El plan Voisin de Paris” de Le
Corbusier.

26
Muchas infraestructuras socialistas son “odiadas” debido, en gran parte, al miedo
infundado e irrigado por parte de las potencias económicas y políticas occidentales en
asociar el socialismo con el comunismo, cuando estas son dos ideologías diferentes. Si
reflexionamos un momento, las edificaciones, especialmente las de viviendas, que han
sido construidas bajo un orden socialista, han sido muy bien recibidas por la sociedad.
Y si vamos un poco más allá, podemos diferenciar que estas construcciones fueron
inspiradas en el estilo utilizado para la vivienda social occidental, especialmente en la
alemana donde se utilizaron materiales “pobres” con acabados básicos. Uno de los
mejores ejemplos de la arquitectura socialista es “Red Viena” entre los años 1920 y
principios de 1930, justamente antes del coup d’etat pronto-fascista; la ciudad era
entonces dirigida por los socialistas más radicales de la época.

El arte y la arquitectura se funden casi perfectamente en esta extraordinaria


propaganda y agitación revolucionaria; los diseños de cada objeto o estructura tenían
muy marcada la revolución del proletariado, se los podía identificar por su innovación,
mecanismos o materiales, que aún hoy en día causan sorpresa.

Tema 10. La falta de una oferta habitacional para la clase media


ASPECTOS CONCEPTUALES SOBRE LA VIVIENDA

Contextualicemos algunos conceptos clave sobre vivienda y hábitat, usados


frecuentemente en este artículo. Como parte de los asentamientos humanos, Naciones
Unidas define la vivienda como «la estructura formada por elementos físicos y servicios
a los cuales dichos elementos suministran apoyo material. Los componentes físicos
comprenden las edificaciones construidas por el hombre para tener seguridad,
intimidad y protección de la intemperie y la infraestructura, es decir las complejas redes
concebidas para hacer llegar a las edificaciones o retirar de ellas personas,
mercaderías, energía o información. Los servicios abarcan los requeridos por una
comunidad para el cumplimiento de sus funciones como órgano social, por ejemplo: los
de enseñanza, sanidad, cultura, bienestar, recreación y nutrición. Las edificaciones,
conectadas con la infraestructura y provistas de servicios, forman los distintos
asentamientos en diferentes escalas: la unidad de vivienda; el conjunto de unidades de
vivienda; el vecindario; la aldea; la ciudad; la metrópoli»7. La vivienda también se
puede concebir a partir de su geografía en rural y urbana.

27
El hábitat por su parte se refiere al entorno físico donde se ubica la vivienda. Uno de los
conceptos más complejos tiene que ver con la referencia sociocultural a los sectores
donde se radican los asentamientos humanos. En específico, en la división social,
espacial y cultural de los asentamientos, donde se concibe una zona como periferia y
otra como central. «Periferia» se usa para indicar a aquellas zonas alejadas del centro
de la ciudad, por lo que puede ser en ciertos contextos un término peyorativo.

asentamientos urbanos, vivienda y promo- ción de la equidad social

De acuerdo con el diagnóstico emanado de la consulta ciudadana sobre política de


vivienda (GCPS 2016), los caminos a seguir y las decisiones a tomar en una política
cohesionada e integral de vivienda son claros. La inseguridad jurídica aparece como
primera preocupación de los ciudadanos, y esa debilidad institucional en materia de
jurisdicción inmobiliaria es precisamente una razón subyacente para la propagación de
asentamientos urbanos sin asidero legal ni en condiciones de vida digna. Por cuanto
donde no hay mecanismos de legalización, de compra y venta real para los que han
ocupado una tierra de la que no poseen la propiedad legal, el haber dejado esa
situación sin resolverse, dejó la brecha abierta para el crecimiento de esas zonas
urbanas en barrios

BREVE PANORÁMICA DE LA VIVIENDA EN REPÚBLICA DOMINICANA

Uno de los principales indicadores de la situación de la vivienda en un país es lo que se


denomina déficit habitacional, calculado con base en la diferencia entre la necesidad de
viviendas de la población y las que hay disponibles 10. Este déficit tiene dos
componentes:

1) el déficit cuantitativo, que se refiere a la cantidad de viviendas que no existen, de


acuerdo al número de familias que requieren de una vivienda,

28
Tema 11. Estilos arquitectónicos de sentidos económico
Economía es la Arquitectura lo que Arquitectura a Economía

Es decir que la Prosperidad Económica se refleja en la Arquitectura y la Arquitectura


marca el auge o declive de una Economía, pero además la Arquitectura puede ser un
motor de la propia Economía, que como indicamos se da en todos los niveles
económicos, tanto si hablamos de Microeconomía como de Macroeconomía.

Para llegar a esta definición debemos de tener claros una serie de conceptos previos
qué son los que vamos a analizar en este artículo, para así entender mejor la íntima
relación entre la Economía y la Arquitectura, así entenderemos que tanto una como la
otra no tienen sentido de ser por sí solas, siempre van de la mano.

En el presente POST entendemos la Arquitectura como un todo, es decir con todos los
elementos que le son inherentes y sus conceptos, como son; Obras, Construcción,
Urbanización, Urbanismo, Comunicaciones, Redes Viarias, Rehabilitación, Patrimonio
Inmobiliario, Propiedades, Inversiones Inmobiliarias, Ingeniería aplicada a la
Construcción, Ahorro Energético, Arquitectura Sostenible…

Por lo tanto, cuando digo de invertir en Arquitectura me refiero a invertir en todas esas
áreas o en algunas de ellas.

Así veamos a continuación estos Conceptos:

Arquitectura como Motor de la Economía

Una vez tenemos claro que la Arquitectura puede servir de motor de la economía,
tenemos que analizar de qué forma, ya que no se trata de invertir en Arquitectura de
cualquier forma, sino que habrá que realizar una serie de pasos y estudios previos, que
son los que vamos a ver y analizar en este punto.

Así tenemos que los pasos y puntos que tendremos que analizar, estudiar, planificar y
desarrollar antes de llegar a diseñar nuestra política de inversión o PLANIFICACIÓN
ESTRATÉGICA en el ámbito de inmuebles, sería el siguiente:

Una Correcta Planificación Estratégica del desarrollo inmobiliario de un País facilitará


los flujos de capital y la inversión en aquellas zonas donde se realicen, de ahí su

29
importancia. Por lo que no debemos dejarlo a la ligera está planificación y pensarla muy
bien, qué zonas se deben de potenciar.

Arquitectura como Valor Seguro y Estable

No podemos afirmar con rotundidad que la Arquitectura sea un Valor Ni Seguro ni


Estable de una forma tajante, pero sí que siempre ha sido un valor creciente a medio o
largo plazo.

Por ello podemos afirmar que las inversiones a largo plazo en construcción, mejoran la
economía, ya sea de un País o de una Empresa. En este sentido si podemos ver a la
Arquitectura o cualquier Inmueble como Valores Seguros y Estables a Largo Plazo.

Y es esto, lo que justamente necesita cualquier Sociedad o País, valores que hagan
crecer, de forma lenta pero progresiva la Economía del mismo.

Invertir en Arquitectura es Invertir en Futuro

Como hemos afirmado antes, las inversiones en Construcciones, infraestructuras,


Edificios…, siempre se tienen que ver, analizar y planificar a largo Plazo, por lo que es
por ello que podemos afirmar que Invertir en Arquitectura es Invertir en Futuro.

Pero no debemos olvidar, que esta afirmación es válida siempre que esas inversiones
cumplan 2 preceptos:

Las Inversiones están adecuadamente Planificadas, como hemos indicado


anteriormente.

Las Inversiones se vayan realizando de forma continuada en el tiempo, y mejorando


con el paso de este.

No se trata de realizar por lo tanto inversiones de forma puntual, sin una previa
planificación. Sino que se trata de invertir y mejorar año a año, para que siempre en el
futuro veamos mejoras económicas con respecto al presente.

Arquitectura Espejo de la Economía

No solo es el reflejo de la Economía sino también de la evolución de una sociedad, de


sus inquietudes, desarrollos, creencias y convivencia.

30
Así nos encontramos en cada etapa Histórica de una Sociedad como la Arquitectura
que desarrolla moldea y condiciona a los individuos, ya que estos tienen que vivir e
interaccionar con los edificios y ciudades que la Arquitectura genera. Por lo que
además la economía de esa zona se mueve también en este entorno arquitectónico.

Tema 12, Desarrollo comercial del funcionalismo en los edificios de


apartamentos estilo arquitectónico y la necesidad de ganarse la vida .

Desde una perspectiva marxista de lucha de clases, si consideramos que las clases
sociales son el resultado de las contradicciones y de las luchas políticas dentro de un
sistema social, entonces, para entender el desarrollo de nuestro territorio en este
periodo histórico, en que el país comenzó su propia revolución industrial, es
imprescindible ahondar en la clase media, la cual “ha sido, en el siglo xx, un producto
directo del desarrollo tecnológico, la expansión industrial, el crecimiento y
diversificación de los sistemas educativos, y, en fin, de las nuevas atribuciones y
funciones del Estado…”. Véase Gabriel Careaga, Mitos y fantasías de la clase media
en México (México: Ediciones Cal y Arena, 2012), 21.

3 De forma interesante, en la relación de obras y proyectos de Luis Barragán, Alberto


Moreno Guzmán precisa el título con el cual aparecen nombradas las obras en los
planos: en el caso de los edificios de apartamentos en Río Elba (núms. 38, 50, 52 y 56)
se les denomina como “edificios de apartamentos de bajo costo”. Algunos otros
proyectos de apartamentos también aparecen con el nombre de “edificio comercial y de
apartamentos”. Es decir, se observa el marcado sentido económico de este fenómeno
arquitectónico. Véase Louise Noelle, Luis Barragán, búsqueda y creatividad (México:
unam-Instituto de Investigaciones Estéticas, 1996), 238.

31
4 Como precisa Ramón Vargas Salguero, “lejos de haber rompimiento entre etapas,
había continuidad histórica”. Véase Ramón Vargas Salguero (coord.), Historia de la
arquitectura y el urbanismo mexicanos, vol. IV, El siglo xx, t. 1, Arquitectura de la
Revolución y revolución de la arquitectura (México: fce/unam, 2009), 18.

5 En 1926, Luis Prieto Souza señaló la existencia de una gran diversidad de


“tendencias e ideales” y precisó por lo menos cinco claras variantes: aquélla inspirada
en motivos arqueológicos precortesianos, las modalidades hispano-coloniales de
México, la interpretación contemporánea del periodo colonial de España, el estilo
universal cosmopolita y, por último, los barbarismos plásticos, exóticos en nuestro
medio. Ramón Vargas completa esta clasificación con dos variantes más, que sentaría
un precedente unos años después, el art-déco y el colonialismo “entendido a la manera
californiana”, es decir, el llamado colonial californiano. Véase Vargas Salguero, Historia
de la arquitectura…, 45.

6 Véase Rubén Gallo, Mexican Modernity, The Avant-Garde and the Technological
Revolution (Cambridge: Massachusetts Institute of Technology, 2010), 21-22.

7 En las llamadas “Pláticas del 33” se dio el choque entre los académicos y los
funcionalistas, al confrontarse dos visiones polarizadas sobre el sentido de la
arquitectura, lo cual mostró la tensión en aquella época respecto a las transformaciones
sociales y tecnológicas que experimentaba la sociedad, en la cual el idealismo –como
sistema de pensamiento– chocó con el materialismo, así como la enseñanza humanista
con la enseñanza técnica. Véase Carlos Ríos, “Las Pláticas sobre arquitectura,
contexto y contenido”, en Carlos Ríos, Víctor Arias y Gerardo G. Sánchez
(comentarios), “Pláticas sobre arquitectura, México, 1933”, Raíces 1, documentos para
la historia de la arquitectura mexicana (México: unam/uam-Azcapotzalco, 2001), 11-

32
Conclusiones

Lo que representó el inicio de una verdadera aceptación popular del funcionalismo y el


final de su sentido transformador como herramienta de modificación del statu. La
aparición de este tipo de vivienda fue una circunstancia relevante dentro de una
sociedad fuertemente estratificada, con una clase media diversa y en expansión, y para
una economía capitalista en la que el mercado de vivienda estuvo controlado por la ley
de la oferta y la demanda. El Funcionalismo considera a la sociedad como un sistema,
un todo formado por partes interdependientes; donde el cambio de un parte afecta a
otras y al todo, la sociedad busca el equilibrio y los intereses que se presentan en ella,
actúan para mantener la tranquilidad y el orden.

El Estructural- Funcionalismo considera que el propósito de la sociedad es el de


mantenimiento del orden y la estabilidad, y que la función de las partes de una
sociedad y el modelo en que éstas están organizadas, la estructura social, servirá para
mantener ese orden y esa estabilidad.

El positivismo ha tenido un significado muy importante para el desarrollo de las teorías


sociológicas contemporáneas como el Estructuralismo y el Funcionalismo. Su limitación
es el utilizar el método de las ciencias naturales para explicar la sociedad y sus
problemas sociales, aunque también su concepción empirista y contemplativa.

Para la corriente funcional estructuralista podemos criticarla por no estimar los


conflictos, los cambios sociales, el problema del poder y sobre todo la cuestión
económica. Ambas teorías tienen el problema de ser históricas y críticas sobre el
sistema social. Más bien, se han encargado de justificar y mantener el orden existente
de la sociedad capitalista. Siguen predominando y siendo bases de nuevos aportes.

33
Referencias bibliográficas

● Giedion, Sigfried. Espacio, tiempo y arquitectura, origen y desarrollo de


una nueva tradición, edición definitiva, traducción y edición de Jorge
Sainz. Barcelona: Reverté, 2009.
● Kaspé, Vladimir. “La habitación colectiva”, Arquitectura, Selección de
Arquitectura, Urbanismo y Decoración 17 (enero de 1945), 67-70.
● Giedion, Sigfried. Espacio, tiempo y arquitectura, origen y desarrollo de
una nueva tradición, edición definitiva, traducción y edición de Jorge
Sainz. Barcelona: Reverté, 2009.
● Kaspé, Vladimir. “La habitación colectiva”, Arquitectura, Selección de
Arquitectura, Urbanismo y Decoración 17 (enero de 1945), 67-70.
● https://www.uaeh.edu.mx/docencia/P_Lectura/icbi/asignatura/TeoriaArqui2
6y2 7.pd
● http://132.248.43.175/?p=4644

34

También podría gustarte