Está en la página 1de 1

Todas las personas conocen bien su hogar.

Algunas lo conocen tanto, que hasta podrían cerrar los ojos y


moverse con comodidad en su interior. También, conocemos nuestra calle, sector o comunidad. Pero a
medida que los espacios se hacen más grandes, como el pueblo o la ciudad, el estado, el país y el
continente, generalmente nuestro conocimiento se hace menor, o en todo caso, se hace menos
vivencial porque tenemos limitaciones para conocer presencialmente todos esos lugares y poder decir
que los conocemos de cerca. Ni qué decir entonces de nuestro planeta. Es un espacio tan vasto, tan
inmenso, que la mayoría de sus habitantes no tienen conciencia de ser parte de la comunidad que lo
habita.
En efecto, la Tierra es nuestro hogar y así como experimentamos la sensación de pertenencia a nuestra
casa desde la infancia, deberíamos sentirnos unidos a nuestro planeta por ser nuestro refugio. El destino
de nuestras vidas está indisolublemente unido al destino del planeta. Nuestra permanencia en la Tierra
como especie es reciente, en comparación con su larga existencia; este planeta ha vivido largo tiempo
sin nosotros y es muy probable que subsista frente una eventual desaparición de la especie humana.
Desentrañar de dónde viene y hacia dónde va, con seguridad nos permitirá desentrañar nuestro propio
futuro. Conocer este excepcional planeta, que ha brindado condiciones óptimas para que la especie
humana se desarrolle en él, es una de las primeras acciones que debemos emprender para retribuir su
hospitalidad. Te invitamos a realizar esta lectura donde encontrarás información básica que todas y
todos debemos conocer hoy acerca de la Tierra y más allá, porque en realidad el Universo es nuestro
vecindario.
Es por ello que partimos conociendo lo que es el universo y los elementos que lo constituyen (nebulosas,
constelaciones, galaxias, sistemas solares, estrellas, cometas, planetas, satélites, agujeros negros,
materia oscura, meteoritos, asteroides y demás cuerpos celestes). Por otro lado conociendo cada uno
de estos elementos buscamos su origen o procedencia inicial, y para ello están las fuentes religiosas y
científicas, donde ambas pretenden dar una explicación fiducial o experimental del origen del universo.
Dios o materia preexistente, fe o ciencia, evolución o creación. Cada uno, buscará determinar, según sus
criterios, desentrañar este evento. Si queremos ser objetivos y precisos en las investigaciones debemos
investigar los postulados fundamentales de cada una de estas teorías.
Pero no basta con conocer su origen, hay que establecer su presente y su futuro. Las ciencias y las
religiones han determinado que el futuro del universo es la destrucción. Unos como un gran apocalipsis
y los otros como una gran contracción del universo hasta volver a los orígenes del big bang. ¿Cuál es el
fin del universo? ¿Se puede determinar? He allí las interrogantes que debemos ir respondiendo en la
realización de nuestra investigación.
Uno de los principios fundamentales de las Ciencias de la Tierra consiste en indicar que el presente es la
clave del pasado también conocido como método del actualismo, según el cual es posible deducir las
condiciones del pasado a partir de las comparaciones con los procesos y fenómenos que ocurren en el
presente en la Tierra. Este mismo principio, aplicado al Universo y a todos los cuerpos que lo componen,
ha resultado particularmente útil en la reconstrucción de sus procesos de formación.

También podría gustarte