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Es un ejemplo de la propaganda estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial

La historia transcurre en Nutzi Land (se pronuncia muy parecido a Nazi Land pero se traduce
como 'Tierra de locos').

Comienza con la aparición de una banda de música nazi (donde destacan caricaturas
de Hideki Tojo (destacado militar japonés, que llegó a ser Primer ministro de Japón durante
la Segunda Guerra Mundial, entre 1941 y 1944) tocando la tuba, Göring (fue un
destacado político y militar alemán, miembro y figura prominente del Partido
Nazi, lugarteniente de Hitler y comandante supremo de la Luftwaffe) tocando la flauta
travesera, Goebbels tocando el trombón (a su vez que lideraba el grupo) y Mussolini tocando
el bombo). La banda empieza a tocar una canción, en la cual dicen estar orgullosos de
hacerHeil en el rostro de Hitler y definen como un «super hombre» a todos los individuos
de raza aria. El estruendo de la música despierta a Donald, pero en tanto éste no sale de su
cama aparece una bayoneta que le da un golpe para despertarle de una vez. Así, Donald
saluda con un Heil a Hitler, al emperador Hirohito y a Mussolini. Posteriormente, se ve a
Donald vestido con uniforme militar, desayunando una infusión de café hecha con un solo
grano que guarda en una caja fuerte, un aerosol con sabor a huevos con tocino y un trozo de
pan tan duro que hay que cortarlo con un serrucho y que apenas se puede comer. Esta
escena se refiere al racionamiento y privaciones causadas en Alemania por la guerra. Justo
después le ponen un ejemplar de Mein Kampf delante.

A continuación, Donald es llevado a su trabajo en una fábrica de municiones donde debe


atornillar la espoleta de proyectiles de obús. Algunas espoletas traen atadas pequeñas fotos
de Hitler, así que Donald tiene que saludar con la palabra Heil a cada fotografía (lo único que
se entiende de lo que dice mientras trabaja es Heil Hitler!). El único descanso de Donald es
tener que hacer gimnasia y saludar con un Heil varias veces frente a un telón con un paisaje
de los Alpes pintado en él, luego vuelve a la fábrica donde aumenta la rapidez de su trabajo a
niveles insoportables, con proyectiles cada vez mayores en tamaño (casi de tamaño igual al
de Donald) donde debe seguir saludando con un Heil a cada retrato de Hitler, hasta que se
vuelve loco con la aparición caótica de proyectiles de muy diverso tamaño (una posible
referencia al filme Tiempos modernos de Charlie Chaplin) y despierta en su dormitorio, donde
confunde la sombra de la estatua de la Libertad con la de Hitler. Al notar que todo ha sido un
sueño, Donald se acerca a la estatua y acaba abrazándola con alegría, sintiéndose «orgulloso
de ser un ciudadano de los Estados Unidos de América». En la escena final aparece una
caricatura de Hitler, a la cual lanzan un tomate. El jugo del tomate forma las palabras The
End ('el fin').

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