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Estimulación eléctrica

transcutánea y neuromuscular
Estimulación eléctrica
transcutánea
y neuromuscular

Julián Maya Martín


Profesor Titular de Electroterapia
Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud
Universidad de Sevilla

Manuel Albornoz Cabello


Profesor Titular de Electroterapia
Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud
Universidad de Sevilla
© 2010 Elsevier España, S.L.
Travessera de Gràcia, 17-21 - 08021 Barcelona (España)

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estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá
que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lecto-
res que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar la dosis
recomendada, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible
del médico determinar las dosis y el tratamiento más indicado para cada paciente, en función de su expe-
riencia y del conocimiento de cada caso concreto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad
alguna por los daños que pudieran generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido
de esta obra.

El Editor
Índice de capítulos

Prólogo xiii
Agradecimientos xvii

1. Estimulación eléctrica transcutánea


Julián Maya Martín y Manuel Albornoz Cabello
Introducción 1
Bases teóricas en las que se apoya la TENS 3
Características físicas 3
Intensidad 4
Forma de la onda 4
Estímulos adecuados 4
Características de las fibras nerviosas y parámetros de estimulación 6
Uso clínico de la TENS 7
Control del dolor y nivel de estimulación 9
Teoría de la puerta de control (Melzack y Wall).
Inhibición presináptica 10
Inhibición directa sobre un nervio afectado 13
Recuperación de una entrada aferente artificial en el dolor central 14
Teoría de la liberación de endorfinas (Sjölund y Erikson) 15
Depresión postexcitatoria del sistema nervioso ortosimpático
(Sato y Schmidt) 16
Comprensión de los mecanismos de la clínica del dolor 16
Amplitud de la corriente y los niveles de estimulación 17
Parámetros que deben tenerse en cuenta en la aplicación
y manejo de la TENS 19
Parámetros de la corriente TENS 19
Colocación de los electrodos 20
Polaridad y manejo de la TENS 23
Tiempo de tratamiento 23
Metodología de tratamiento con las corrientes TENS 24
TENS de frecuenta alta y amplitud baja (TENS convencional) 24
TENS de frecuencia baja y amplitud alta (TENS por trenes
de impulsos) 26
Efectividad clínica de la TENS 26
Pruebas experimentales 27
TENS en el tratamiento del dolor agudo. 27
TENS en el tratamiento del dolor crónico a largo plazo 28

vii
viii Índice de capítulos

Resolución de problemas. Razones que explican los malos


resultados 28
Indicaciones 29
Contraindicaciones absolutas y relativas 31
Pacientes en quienes no debe utilizarse la TENS 31
Zonas corporales en las que no debe emplearse la TENS 31
Principios básicos de seguridad 31
Ventajas de la TENS 32
Desventajas de la TENS 32
Conclusiones 33

2. Estimulación eléctrica neuromuscular


Manuel Albornoz Cabello y Julián Maya Martín
Introducción 35
Bases teóricas de la NMES 36
Características físicas de la NMES 41
Forma de la onda 41
Estímulos adecuados 42
Duración y frecuencia del impulso 43
Metodología de trabajo 43
Fortalecimiento muscular sin alterar la composición de las fibras 44
Fortalecimiento muscular con modificación de la composición
de las fibras 44
Fortalecimiento muscular y modificación de la composición
de las fibras 46
Colocación de electrodos 47
Tiempo de tratamiento 48
Procedimientos de trabajo 49
Indicaciones 50
Indicaciones generales 50
Contraindicaciones 51
Conclusiones 52

3. Elongación eléctrica neuromuscular


Manuel Albornoz Cabello y Julián Maya Martín

Introducción 53
Características físicas 55
Metodología de trabajo 55
Sostén-relajación 55
Agonista-antagonista 56
Frecuencia del tratamiento 56
Indicaciones 57
Contraindicaciones 57
Índice de capítulos ix

4. Electroestimulación en la cicatrización de heridas


Julián Maya Martín y Manuel Albornoz Cabello
Introducción 59
Fase de hemorragia 60
Fase inflamatoria: inflamación neurógena 60
Fase de regeneración 61
Alteraciones en la curación de heridas 62
Corriente TENS para la curación de heridas 62
Aspectos físicos de la TENS de cicatrización de heridas 63
Metodología de trabajo 64
Colocación de los electrodos 65
Duración del tratamiento 65
Número de sesiones 65
Intensidad de la corriente 66
Indicaciones 66
Contraindicaciones 66
Conclusiones 66

5. Guía terapéutica con corrientes TENS y NMES


Protocolos de tratamiento
Manuel Albornoz Cabello y Julián Maya Martín
5.1. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA TRANSCUTÁNEA (TENS): ANALGESIA
Cabeza y cuello
Neuralgia del trigémino 71
Cervicalgia de origen muscular 72
Síndrome del latigazo cervical 73
Hernia de disco cervical 74
Miembro superior
Síndrome subacromial: músculo supraespinoso 75
Síndrome del manguito de los rotadores: músculo infraespinoso 76
Bursitis subdeltoidea 77
Epicondilitis 78
Epitrocleítis 79
Bursitis olecraniana 80
Síndrome del túnel carpiano 81
Esguince de muñeca 82
Artrosis de dedos: articulaciones interfalángicas 83
Tronco
Dorsalgia muscular: músculo romboides 84
Hernia de disco dorsal 85
Neuralgia intercostal 86
Lumbalgia muscular 87
Hernia de disco lumbar 88
Ciática 89
Dismenorrea 90
x Índice de capítulos

Miembro inferior
Bursitis trocantérea 91
Síndrome del músculo piramidal 92
Tendinitis de los músculos aductores 93
Hipertonía del músculo cuádriceps 94
Miositis muscular 95
Distensión de los músculos isquiotibiales 96
Artrosis de rodilla 97
Tendinitis del tendón rotuliano 98
Tendinitis de la «pata de ganso» 99
Distensión del ligamento lateral interno de rodilla 100
Periostitis del músculo tibial anterior 101
Tendinitis del músculo tibial posterior 102
Hipertonía de los músculos gemelos 103
Esguince de tobillo 104
Artrosis de tobillo 105
Fascitis plantar 106
Metatarsalgia 107
5.2. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA NEUROMUSCULAR (NMES):
FORTALECIMIENTO MUSCULAR
Paravertebrales cervicales 109
Paravertebrales dorsales 110
Paravertebrales lumbares 111
Trapecio superior 112
Deltoides 113
Pectorales 115
Bíceps braquial 116
Tríceps braquial 117
Músculos epicondíleos 118
Músculos epitrocleares 119
Abdominales: músculo recto anterior del abdomen 120
Abdominales: músculos oblicuos 121
Glúteos 122
Cuádriceps: músculos recto anterior y vasto externo 123
Cuádriceps: músculo vasto interno 124
Tensor de la fascia lata 125
Isquiotibiales 126
Tibial anterior 127
Tríceps sural 128
Peroneos 129
Masaje eléctrico 130
Activación de la circulación 131
5.3. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA NEUROMUSCULAR (NMES):
ELONGACIÓN MUSCULAR
Trapecio superior 133
Esternocleidomastoideo (ECM) 134
Maseteros 135
Índice de capítulos xi

Pectorales 136
Bíceps braquial 137
Tríceps braquial 138
Epicondíleos 139
Epitrocleares 140
Fascia palmar 141
Paravertebrales dorsales 142
Redondo menor 143
Paravertebrales lumbares 144
Psoas 145
Abdominales 146
Glúteos 147
Piramidal 148
Aductores 149
Cuádriceps (recto anterior) 150
Isquiotibiales 151
Tibial anterior 152
Peroneos 153
Gemelos 154
Sóleo 155
Tibial posterior 156
Fascia plantar 157
5.4. ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA EN LA CICATRIZACIÓN DE HERIDAS
Úlceras arteriales, venosas y diabéticas 159
Heridas postoperatorias con riego sanguíneo defectuoso 160
Úlceras de decúbito o de presión 161

Bibliografía 163
Índice alfabético 171
Prólogo

Desde que se empezó a gestar este libro tuvimos la idea clara de que, aparte del
amplio contenido teórico, tuviera una extensa exposición de aplicaciones prác-
ticas. Esta segunda razón nos era demandada por una gran cantidad de alumnos
en los cursos de posgrado y formación continuada.
Siempre hemos comentado en estos cursos que el profesional que domina
las técnicas de la estimulación eléctrica transcutánea de los nervios (TENS) y
de la estimulación eléctrica neuromuscular (NMES) posee un elevado número de
posibilidades terapéuticas, y hemos llegado a la conclusión de que no creemos
que haya otras técnicas ni equipos de electroterapia que, con una inversión eco-
nómica tan mínima, ofrezcan un grado tan elevado de recursos terapéuticos. Con
la presente obra Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular intenta-
mos proporcionar una visión integrada y actual de las bases teóricas y prácticas
en la aplicación de las corrientes tipo TENS y NMES, con los impulsos eléctri-
cos rectangulares bifásicos asimétricos, simétricos y alternos rectangulares, que
se emplean habitualmente para realizar electroanalgesia, fortalecimiento mus-
cular, elongación muscular y cicatrización de heridas.
La TENS es uno de los cuatro pilares en el tratamiento del dolor. Esquemá-
ticamente podemos afirmar que el estímulo nocivo es la causa de una serie de
procesos químicos y eléctricos conocidos como transducción, transmisión,
modulación y percepción. La fundamentación de la TENS se basa en que el
dolor se percibe como consecuencia de una determinada agresión y que puede
ser atenuado tras aplicar un estímulo eléctrico local no doloroso.
La sensación dolorosa que se ha generado en las terminaciones nerviosas
nociceptivas (receptores) es transmitida por las fibras no mielinizadas de
pequeño calibre (fibras C) hasta el asta posterior de la médula espinal, donde
realizan la sinapsis. Este impulso postsináptico asciende hasta el tálamo y pasa
a la corteza cerebral, donde se hace consciente, aunque existen otras aferencias
sensitivas (fibras mielínicas, más gruesas) que también hacen una «escala» en
la médula espinal antes de ascender hasta la corteza cerebral, pero que modulan
en la sustancia gelatinosa del asta posterior el impulso doloroso transmitido por
las fibras C. En ausencia de este estímulo inhibidor, las fibras amielínicas reali-
zan la sinapsis en el asta posterior con la neurona de proyección o segunda
neurona y el impulso asciende hasta la corteza cerebral.
Las fibras A` poseen una mayor velocidad de conducción que las fibras C,
de manera que, aplicando un estímulo sobre una zona dolorida, son capaces de
bloquear de forma postsináptica las terminaciones de las fibras C y las neuronas

xiii
xiv Prólogo

de proyección, lo que inhibe el estímulo doloroso. La TENS se fundamenta en


la acción de los impulsos eléctricos producidos por un generador de corriente al-
terna mediante la aplicación de 2 o 4 electrodos. De esta forma se consigue
inhibir el estímulo doloroso y favorecer el incremento de la producción de sus-
tancias analgésicas naturales (betaendorfinas).
El fortalecimiento muscular con fines terapéuticos supone una forma de tra-
tamiento usual en fisioterapia. Uno de los métodos que permite aumentar la
fuerza muscular es la excitación de los músculos por medio de una corriente
eléctrica. Este método suele denominarse NMES y tiene como objetivo com-
pensar una deficiencia temporal o permanente de la actividad muscular volun-
taria. En las últimas décadas su uso se ha extendido hacia la mejora de la
condición muscular en sujetos sanos y en atletas con el fin de obtener mejoras
en su rendimiento deportivo. Esta forma de entrenamiento de la fuerza muscular
se viene utilizando con mucho éxito en los últimos 15 años, principalmente en
el área del deporte de alto nivel.
La NMES suele aplicarse con la finalidad de aumentar la fuerza muscular
para mejorar la estabilidad (activa) de una articulación, recuperar la fuerza mus-
cular en casos en los que ésta no puede usarse adecuadamente (lesiones muscu-
lares, fracturas) e incrementar la fuerza muscular para lograr un mayor y mejor
rendimiento físico, por ejemplo, en los deportistas.
En sujetos sanos, los cambios hallados con la aplicación de programas de
NMES son variados; entre ellos destacan el aumento de la capacidad oxidativa
del músculo debido a un incremento de las enzimas oxidativas, la transforma-
ción de isoformas de miosina rápidas a lentas y el aumento de la capilarización.
Asimismo, se han descrito adaptaciones tempranas del metabolismo energético,
aumento de la fuerza muscular y mejora de la capacidad funcional del sujeto.
La elongación muscular por medio de corriente eléctrica es un procedi-
miento terapéutico cuyo desarrollo se va implantando progresivamente. Esta
técnica tiene a su favor una gran cantidad de argumentos, sobre todo cuando lo
que se pretende es obtener resultados a corto plazo. Por ejemplo, en el caso
de que se precise elongar un músculo con rapidez, el método más efectivo para
lograrlo es mediante el empleo de la corriente eléctrica. Tomando como base
estudios fundamentales sobre la arquitectura y el comportamiento del tejido
conjuntivo y la neurofisiología, puede llegarse a la conclusión de que este pro-
cedimiento de elongación muscular ofrece una serie de ventajas sobre los méto-
dos convencionales de estiramiento muscular empleados hasta el momento. La
práctica, por otro lado, nos ha demostrado que este procedimiento para elongar
los músculos posee una eficacia extraordinaria. Es tan efectivo que, incluso y a
su vez, pueden aparecer efectos secundarios que deberán evitarse.
La estimulación eléctrica ha sido utilizada durante muchos años para facili-
tar el proceso de cicatrización de heridas. La relación entre la corriente eléctrica
directa y la mitosis celular y el crecimiento celular se ha llegado a entender
mejor durante la última mitad del siglo XX. Diferentes investigaciones apuntan
a que los tejidos vivos poseen de forma natural electropotenciales de corrien-
Prólogo xv

te directos que controlan, al menos en parte, el proceso de cicatrización de he-


ridas.
Después de la lesión tisular, se genera una corriente de lesión que se cree
que desencadena la reparación biológica. Esta corriente de lesión ha sido
ampliamente documentada en estudios científicos. Se cree que esta corriente de
lesión es el instrumento que asegura que las células necesarias se dirijan hacia
el lugar de la herida en los momentos apropiados durante las diversas etapas de
la cicatrización de heridas. Se ha demostrado que la exposición localizada a
bajos niveles de corriente eléctrica que imitan esta corriente de lesión de origen
natural mejora la cicatrización de heridas de tejidos blandos tanto en humanos
como en animales. Se cree que estos campos eléctricos lesionales, aplicados
externamente, mejoran, intensifican o reemplazan el campo biológico de origen
natural en el medio de la herida, promoviéndose, de este modo, el proceso de
cicatrización de la herida.
En la literatura se encuentran referencias sobre los efectos de esta interven-
ción en úlceras generadas por presión, por insuficiencia vascular, por traumatis-
mos, por diabetes o por intervenciones quirúrgicas. Se han propuesto diversos
mecanismos de acción que tratan de explicar el efecto de la estimulación eléc-
trica. Entre ellos se encuentran el incremento en la circulación, la disminución
del edema, el aumento en la migración de las células epiteliales (neutrófilos y
macrófagos), la inhibición de los mastocitos, la estimulación de la síntesis de
ADN y el incremento de los factores de crecimiento. También se han referido
otros efectos, como el aumento en la producción de los fibroblastos y en las
concentraciones de colagenasa, la inhibición bacteriana, el aumento en el des-
bridamiento y la restauración del potencial bioeléctrico de cicatrización.
A la vista de lo expuesto en estas líneas, confiamos en que las siguientes
páginas sirvan para aumentar los conocimientos y la comprensión de este campo
dentro del ámbito de la electroterapia.
Julián Maya Martín
Manuel Albornoz Cabello
Agradecimientos

Al Profesor Doctor D. Juan Ramón Zaragoza Rubira, por su apoyo incondicio-


nal desde el principio de nuestra formación, brindándonos siempre su ayuda
desinteresada para descubrir el maravilloso mundo de la electroterapia.
A Caroline, María del Mar, Samuel, Douglas y Manuel, por todo su apoyo,
comprensión y cariño en todo momento y situación.
A todos nuestros alumnos, por ser fuente constante de aprendizaje, sabidu-
ría y superación en la realización de nuevas metas; en especial, a Trini, Hugo y
María Tatiana.

xvii
Capítulo 1

Estimulación eléctrica
transcutánea
Julián Maya Martín y Manuel Albornoz Cabello

INTRODUCCIÓN
La expresión TENS proviene de las iniciales del acrónimo inglés «Transcutaneous
Electrical Nerve Stimulation», es decir, «estimulación eléctrica transcutánea de
los nervios». Técnicamente, el acrónimo TENS puede definir todos los estimu-
ladores del sistema nervioso, incluyendo las corrientes de estimulación muscu-
lar como, por ejemplo, la estimulación eléctrica neuromuscular (NMES) y la
estimulación eléctrica funcional (FES). Sin embargo, la TENS suele utilizarse
únicamente para designar a los aparatos que se emplean para el alivio del dolor.
Otros acrónimos alternativos también utilizados son TNS (estimulación ner-
viosa transcutánea), ENT (electroestimulación neural transcutánea) y TES (esti-
mulación eléctrica transcutánea).
La TENS consiste en la aplicación de electrodos sobre la piel con el objetivo
de estimular las fibras nerviosas gruesas A_ mielínicas de conducción rápida.
Esta activación desencadena, en el sistema nervioso central (SNC), la puesta en
marcha de los sistemas analgésicos descendentes de carácter inhibitorio sobre
la transmisión nociceptiva, vehiculizada por las fibras amielínicas de pequeño
calibre, y de esta forma se obtiene una reducción del dolor (Maya, 1997). En
otras palabras, se trata de realizar una estimulación sensitiva «diferencial», por
vía transcutánea, de fibras nerviosas propioceptivas táctiles, de gran velocidad
de conducción con la mínima respuesta de las fibras nerviosas nociceptivas, de
conducción lenta y de las fibras nerviosas motoras eferentes (Maya, 1998,
2001). La expresión TENS en sí misma no resulta muy apropiada, ya que otras
formas de corrientes eléctricas, como las corrientes diadinámicas, la corriente
de Trabert y las corrientes interferenciales, también estimulan los nervios a tra-
vés de la piel.
Aunque el papel de la electricidad en el tratamiento del dolor ha sido desco-
nocido durante muchos siglos, la mayoría de los avances en el empleo de la
electroanalgesia se han realizado en los últimos 45 años, como consecuencia del
conocimiento de los mecanismos del dolor y el fomento del empleo de los apa-

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2 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

ratos portátiles. Desde mediados de la década de los años sesenta del pasado
siglo, el conocimiento de la neurofarmacología y de la neurofisiología del dolor
se ha expandido considerablemente con el descubrimiento y el aislamiento de
ciertas sustancias como los opiáceos.
La investigación científica de la estimulación eléctrica comenzó en la década
de los sesenta del pasado siglo y partía de la base del trabajo de Melzack y Wall
(1965), titulado «Pain mechanisms: A new theory». El desarrollo de la TENS
está basado directamente en el trabajo innovador de estos autores sobre la teoría
de la puerta de control espinal y la modulación del dolor. Investigaciones, como
las de Anderson et al (1976) y Wall y Devor (1981), acerca de los cambios pato-
lógicos que ocurren en los nervios después de lesionarse, llevaron a la justifica-
ción científica de la aplicación de impulsos eléctricos a los nervios lesionados
para modificar sus respuestas anormales.
Esta teoría proporcionó el conocimiento del sustrato neurofisiológico para la
estimulación eléctrica con fines analgésicos, que actuaría, de esta forma, como
un catalizador hacia la producción comercial de estimuladores eléctricos.
Básicamente, esta teoría proponía la existencia de un gate (umbral) en el asta
dorsal de la médula espinal, que podía controlar el flujo de entrada de la infor-
mación nociceptiva. Estos descubrimientos se encuentran en la base de muchos
de nuestros conocimientos acerca de los mecanismos del dolor y clarifican el
valor terapéutico de la TENS.
El primer informe, realizado por Wall y Sweet (1967), acerca del empleo de
la electroestimulación para aliviar el dolor crónico en seres humanos apareció
después de que se publicara la teoría de la puerta del control espinal. Este estu-
dio proporcionó evidencias científicas y clínicas que avalaban dicha teoría de la
puerta al confirmarse los éxitos obtenidos por la TENS de alta frecuencia para
el alivio del dolor crónico neurológico. También Meyer y Fields (1972) fueron
de los primeros investigadores en exponer el uso clínico de la TENS (como la
conocemos hoy día) para el alivio del dolor crónico.
En los años posteriores, tanto investigadores como fabricantes trabajaron en
el desarrollo de varios tipos de estimuladores eléctricos portátiles por batería
(Long, 1974; Shealy, 1974). Uno de los resultados de esta investigación fue el
desarrollo de aparatos portátiles para la estimulación eléctrica denominados
ENS (Electrical Nerve Stimulation).
Entre los primeros estudios realizados con la TENS destaca el de Dougherty
et al (1978), llevado a cabo en Siracusa (Nueva York), en el que se comparaba
la TENS con el uso de narcóticos para el tratamiento del dolor. Los autores lle-
garon a la conclusión de que este nuevo método suponía una forma alternativa
viable a los narcóticos siempre que el paciente no fuera ya adicto o muy depen-
diente de los fármacos para la mejoría del dolor.
Posteriormente, los trabajos de Sjölund y Eriksson (1979) titulados «En-
dorphins and analgesia produced by peripheral conditioning stimulation» y, en
la década de los ochenta del pasado siglo, los trabajos de Lundebert (1983, 1984),
demostraron, en concordancia con dicha teoría, que otras formas de estimula-
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 3

ción periférica, como las vibraciones, eran muy eficaces en la disminución de la


percepción del dolor. Ottoson y Lundeberg (1988) publicaron el libro «Pain treat-
ment: A practical manual by transcutaneous electrical nerve stimulation». El
conjunto de todos estos estudios ha ayudado al desarrollo más moderno de los
actuales aparatos de estimulación eléctrica de los nervios.
En un período posterior, desde la década de los noventa del pasado siglo
hasta el momento actual, se ha producido un incremento importante en el
número de publicaciones que tratan, en una doble vertiente, sobre la investiga-
ción clínica y sobre los estudios experimentales de la corriente TENS.

BASES TEÓRICAS EN LAS QUE SE APOYA LA TENS


Los conocimientos científicos existentes nos indican que todas las fibras ner-
viosas aferentes poseen la capacidad de influir sobre la actividad de otras fibras
nerviosas similares, posiblemente a causa de un proceso de inhibición presináp-
tica mutua (Melzack y Wall, 1965; Schmidt, 1971). Estos autores, basándose en
los resultados de la investigación experimental con animales y en las observa-
ciones en humanos, describieron una «puerta» para controlar los impulsos sen-
soriales, situada en el asta dorsal de la médula. Para confirmar esta teoría, Kerr
(1975) realizó un trabajo de investigación en el que incluía pruebas anatomohis-
tológicas. Según lo expuesto anteriormente, dicha puerta se abre por la activi-
dad de las fibras aferentes nociceptivas finas, las cuales facilitan la transmisión
nociceptiva o dolorosa, y se cierra por la actividad de las fibras mecanorrecep-
toras gruesas, provocando una disminución de la transmisión de los impulsos
nociceptivos o dolorosos.
A pesar de que esta teoría ha sido criticada en algunos de sus aspectos, como
hizo Nathan (1976), el análisis de la investigación de los datos experimentales
y clínicos ha reforzado el planteamiento de que estímulos inocuos y/o nocivos
pueden inhibir la transmisión de las fibras nerviosas aferentes finas, a través de
las neuronas de segundo orden en la médula espinal (Melzack y Wall, 1982).
Por lo tanto, si se aplican estímulos eléctricos graduados en un nervio mixto,
dentro o no del tejido, las primeras fibras que van a activarse van a ser las de
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diámetro grande (Koester, 1981). En consecuencia, es relativamente fácil indu-


cir descargas sucesivas y no dolorosas de impulsos selectivos sobre las fibras
aferentes gruesas a través de un pequeño generador de corriente que sea capaz
de emitir impulsos rectangulares bifásicos asimétricos.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
La TENS (Maya, 1997, 1998) es una corriente de baja frecuencia si se com-
para con el espectro de frecuencias eléctricas que se encuentran disponibles
para usos terapéuticos. La mayoría de los equipos de electroterapia funcionan
mediante una corriente alterna, caracterizada por una duración y un intervalo
de fase ajustables, y también puede variarse la frecuencia. La duración de fase
4 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

suele ser muy breve, y oscila habitualmente entre un mínimo de 20 y un máximo


de 250 +s. La frecuencia de la TENS oscila entre un mínimo de 1 Hz y un
máximo de 150 a 200 Hz. La mayoría de los aparatos portátiles de la TENS
se alimentan con una o dos pilas alcalinas de 9 voltios y algunos otros con dos
pilas alcalinas de 1,5 voltios.
En general, la frecuencia de los pulsos es variable en todos los aparatos, y
oscila en la gama de 1-150 pulsaciones por segundo o hertzios (Hz). Una fre-
cuencia baja, de unas 10 pulsaciones por segundo, es descrita por el paciente
como una sensación de «tictac» lento, mientras que una frecuencia alta es des-
crita como una sensación continua de «zumbido». Resulta muy interesante que
exista una correspondencia entre la frecuencia programada en el equipo de elec-
troterapia y la percepción del sujeto.

Intensidad
La intensidad o amplitud de la corriente TENS es un valor que puede regularse
entre 1 y 90 mA, con una impedancia del electrodo de 1 k1. La intensidad de la
corriente se ajustará en función del procedimiento terapéutico propuesto y de
los objetivos perseguidos. Cuando se utiliza la modalidad de la TENS conven-
cional, la intensidad debe mantenerse justo por debajo del límite del dolor del
paciente, lo que significa que éste experimenta una sensación de excitación
indolora o escozor agradable, provocando parestesias en la zona afectada. En la
modalidad de la TENS «de ráfaga», la intensidad debe aumentarse hasta que se
aprecien contracciones musculares fuertes y visibles en los músculos con iner-
vación correspondiente a la zona dolorosa.

Forma de la onda
La forma de onda más común en los procedimientos de electroterapia es una
onda cuadrada, equilibrada, asimétrica y bifásica con valor galvánico medio
igual a cero, como se expone en la figura 1-1. Es decir, el área debajo de la onda
positiva es igual al área debajo de la onda negativa. En consecuencia, no se
producen efectos polares netos, con lo cual se evita la acumulación, a largo
plazo, de concentraciones de iones positivos-negativos debajo de cada elec-
trodo, o en el interior del tejido, eliminando de esta forma las reacciones derma-
tológicas adversas a causa de concentraciones polares.

Estímulos adecuados
Howson (1978) afirma que para estimular los nervios tipos II y III, así como las
neuronas motoras tipo A_, lo ideal es emplear impulsos con duraciones de fase
muy cortas (fig. 1-2).
Cuando se realiza una curva I/t de los nervios se demuestra que, con dura-
ciones de fase inferiores a 200 +s, es posible estimular los nervios motores y/o
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 5

FIGURA 1-1 Onda bifásica asimétrica con componente de valor galvánico medio igual a cero.

sensitivos sin estimular a la vez los nervios delgados no mielinizados (del dolor).
Con estas duraciones de fase tan cortas puede emplearse un rango de intensidad
relativamente amplio sin estimular los nervios delgados o nociceptivos.
Por el contrario, con duraciones de impulsos mayores las diversas curvas I/t
están tan juntas que un ligero aumento de la intensidad provoca la estimulación
de los nervios delgados, tratándose en este caso de un rango de intensidad más
estrecho.
En general, para que un estímulo sea eficaz tiene que llegar a cierta intensi-
dad, ser de cierta duración y alcanzar la intensidad máxima a cierta velocidad

mA

5 A A C

4
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Amplitud (I)

1 μs 5 10 100 1 ms 5 10
Duración de fase (1)

FIGURA 1-2 Curva I/t de diversos tipos de nervios (Howson, 1978).


6 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

mínima. Es la relación de la amplitud o intensidad con la duración de fase del


impulso lo que determina que un estímulo sea adecuado. Así pues, duraciones
de fase cortas requieren amplitudes altas para producir estímulos adecuados,
mientras que duraciones de fase largas requieren amplitudes más bajas para
producir estímulos adecuados. Si se aumenta la duración de fase, se incrementa
la energía dentro de la pulsación por medio de un aumento en el área de super-
ficie a lo largo del eje horizontal, y si se eleva la intensidad se produce en el eje
vertical.

Características de las fibras nerviosas y parámetros


de estimulación
Como describen Ottoson y Lundebert (1988), la mayoría de los nervios son
mixtos en su composición, con una combinación de fibras motoras y sensoria-
les. En consecuencia, cuando se aplica un estímulo eléctrico sobre un nervio
mixto, las características individuales de los componentes de la fibra determina-
rán qué fibras son estimuladas. La resistencia longitudinal interior de una fibra
nerviosa para el flujo de una corriente eléctrica varía de forma inversa respecto
a su diámetro. Así pues, las fibras de gran diámetro, grupo II (fibras A`) tienen
un bajo umbral de activación en el que se requieren bajas intensidades para
despolarizar el potencial de reposo de la membrana. Por ello, la velocidad de
conducción de las fibras del grupo II es relativamente rápida y, por lo tanto,
tienen períodos refractarios cortos. Se ha observado que una amplitud de las
frecuencias altas es más efectiva para la estimulación de estas fibras nerviosas.
En una curva intensidad-tiempo como la que se expone en la figura 1-2, puede
apreciarse que se requiere una duración de pulso corto para la activación selec-
tiva de estas fibras (grupo II). En resumen, la activación selectiva de las fibras
del grupo II requiere un estímulo de baja intensidad, alta frecuencia y corta
duración de pulso (Maya et al, 2003).
Por el contrario, las fibras del grupo III (fibras Ab) y del grupo IV (fibras C)
tienen una velocidad de conducción relativamente lenta y poseen unos períodos
refractarios más largos. En consecuencia, es más adecuada la utilización de una
frecuencia más baja de pulso para su estimulación. Por ello, si se aplica una co-
rriente de alta frecuencia sobre este tipo de fibras nerviosas no causa una activa-
ción de éstas. Estas fibras tienen unos valores de umbral de excitación alto debido
a su pequeño diámetro y, por lo tanto, se requieren altas intensidades de estí-
mulo para la activación. Finalmente, la curva intensidad-tiempo indica que unas
duraciones de pulso más largas son las recomendadas para una estimulación
selectiva (Maya et al, 2003).
Podemos observar que las características particulares de los diferentes tipos
de fibras nerviosas sirven para determinar los parámetros de estimulación reque-
ridos, con el objetivo de proveer un estímulo adecuado y para iniciar un poten-
cial de acción en la respectiva fibra nerviosa.
Como resumen, podemos afirmar:
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 7

1. Las fibras nerviosas aferentes A` pueden ser reclutadas por impulsos de baja
amplitud (10 a 30 mA), alta frecuencia (80 a 110 Hz) y corta duración de
fase (de 50 a 80 +s).
2. Las fibras nerviosas aferentes Ab pueden ser reclutadas por impulsos de
amplitud superior (25 a 60 mA), frecuencias inferiores (50 a 80 Hz) y dura-
ciones de fase más largas (150 +s).

Uso clínico de la TENS


Como consecuencia de la organización del sistema nervioso, han surgido diferen-
tes modelos de estimulación mediante la TENS. En la actualidad existen cuatro
tipos de TENS, utilizados en la práctica clínica, que pasamos a describir:

TENS convencional
También denominada TENS de frecuencia alta y amplitud baja: es el modelo de
la TENS que concuerda con la teoría de la puerta de control espinal, propuesta
por Melzack y Wall (1965). Este modelo es el más empleado en los procedi-
mientos de aplicación de la TENS. La característica principal que define este
modelo es la forma continua en la que la corriente se aplica al paciente.
Si queremos estimular las fibras del grupo II (fibras A`), se emplea una
duración de fase de los impulsos corta de 50 a 80 +s, una frecuencia de la
corriente alta de 80 a 110 Hz y una amplitud o intensidad baja entre 10 y 30 mA
(hasta alcanzar el nivel de sensibilidad del paciente), para lograr un nivel de
estimulación y provocar una parestesia agradable.
Si se quieren estimular las fibras del grupo III (fibras Ab), se usa una dura-
ción de fase de los impulsos más larga, de 150 +s, una frecuencia de la corriente
baja de 50 a 80 Hz y una amplitud o intensidad relativamente alta, de 25 a
60 mA (hasta llegar justo por debajo del nivel de contracción), para provocar
una sensación fuerte de paso de corriente, que muchas veces provoca fibrilación
muscular, sin llegar nunca a producir contracciones musculares.

TENS de tipo acupuntura


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Este tipo de TENS es de una frecuencia baja (entre 1-4 Hz) y una amplitud o
intensidad alta (Melzack et al, 1977; Omura, 1987; Tulgar et al, 1991). La esti-
mulación con este tipo de TENS se realiza de forma continua y los parámetros
más empleados son: una frecuencia de 4 Hz, una duración de fase larga de 200 +s
y una amplitud relativamente alta, entre 20 y 50 mA, para provocar contraccio-
nes musculares visibles.
Este tipo de TENS estimula inicialmente a las fibras nociceptivas del grupo
III (Ab) y IV (C) y, posteriormente, a las fibras motoras pequeñas.
La colocación de los electrodos es fundamental en el procedimiento de apli-
cación mediante este tipo de TENS. Deben colocarse de forma que se produz-
can, con facilidad, contracciones musculares visibles, por ejemplo, sobre un
8 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

miotoma afín al área dolorosa. Así, el paciente experimentará una sensación de


parestesia y contracción muscular en forma de sacudidas. Este modelo de TENS
actúa primariamente a través del sistema descendente de supresión del dolor,
por lo que la puesta en marcha de los mecanismos de analgesia tardan más, pero
dicha analgesia, habitualmente, dura más tiempo que la obtenida con la TENS
convencional.

TENS por trenes de impulsos (ráfagas)


El empleo de este tipo de TENS se fundamenta en las publicaciones de Sjölund
y Eriksson (1979). Suele confundirse en algunos textos con la TENS de acupun-
tura, descrita anteriormente. La diferencia principal consiste en que la TENS de
acupuntura trabaja de una forma continua con frecuencias bajas, entre 1 y 4 Hz,
en contraposición a esta TENS que realiza una modulación de frecuencia espe-
cial denominado «burst» o ráfaga.
La descripción de la TENS de ráfagas presenta cierta complejidad. En primer
lugar, la corriente base es una corriente TENS continua de 100 Hz de frecuencia y
una duración de fase de cada impulso de 200 +s. En segundo lugar, la frecuencia de
los trenes de impulsos suele ser de 2 Hz, con una duración de 100 ms cada tren, por
lo tanto, conteniendo 10 impulsos, y la pausa entre tren y tren es de 400 ms.
Según las publicaciones de Sjölund y Eriksson (1979), este tipo de TENS
por ráfagas provoca la liberación de endorfinas centrales, lo que causa una dis-
minución del dolor. Sin embargo, para que se produzca dicha liberación de las
endorfinas se necesita el uso de amplitudes o intensidades de la corriente eleva-
das, que provocan la contracción muscular. En consecuencia, este tipo de esti-
mulación es bastante agresiva y está más indicada en el tratamiento del dolor
crónico o del dolor de etiología profunda, como ocurre con el dolor miofascial.
Este modelo de TENS por trenes de impulsos es, realmente, una mezcla de
la TENS de acupuntura, en cuanto a la frecuencia de los trenes y porque com-
prende una línea de base de corriente de baja frecuencia junto con trenes de alta
frecuencia. Habitualmente la frecuencia de los trenes oscila de 1 a 4 Hz, con una
frecuencia dentro de estos trenes alrededor de 100 Hz. Este tipo de TENS fue
desarrollado por Sjölund y Eriksson (1979) como resultado de sus experiencias
con la electroacupuntura china. Estos autores encontraron que cuando unos tre-
nes de alta frecuencia de estímulos eléctricos se suministraban a baja frecuencia
mediante una aguja de acupuntura, los pacientes podían tolerar perfectamente la
intensidad del estímulo para producir fuertes contracciones musculares mucho
mejor que cuando se suministraban simples impulsos a través de una aguja.
Ciertos pacientes prefieren este modelo de TENS al de acupuntura porque los
trenes de pulsos producen una contracción muscular más confortable.

TENS intensa/breve
Este último modelo de TENS es quizás el menos conocido (Mannheimer y
Lampe, 1984). Las características de este tipo de TENS son una frecuencia alta
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 9

(100-150 Hz), una duración de fase del pulso larga (150-250 +s) y la intensidad
se ajusta al nivel de tolerancia del paciente, en cortos períodos de tiempo (< 15 mi-
nutos). Está indicado en procesos dolorosos como desbridamientos, suturas por
extirpación, entre otros.
Un gran número de investigadores, como Sluka y Walsh (2003) y Walsh
(1997), han intentado establecer los parámetros más efectivos de estas corrien-
tes TENS. Sin embargo, no se pueden ofrecer parámetros de prescripción, ya
que los resultados de las distintas pruebas no son constantes, ni metodológica-
mente comparables.
Johnson et al (1991) investigaron los efectos analgésicos de distintos patro-
nes de pulsaciones de la TENS en el dolor inducido por el frío en sujetos nor-
males; llegaron a la conclusión de que las frecuencias comprendidas entre 20 y
80 Hz produjeron la mayor analgesia, y que la mayor seguridad estadística se
observó a 80 Hz y con un patrón de pulsaciones continuas.
Por el contrario, Sjolund y Eriksson (1979) refirieron que ráfagas de alta
intensidad y baja frecuencia eran más eficaces para aliviar el dolor que la TENS
de pulsaciones continuas. Esta teoría propone que la TENS de ráfaga imita a
la acupuntura en cuanto al alivio del dolor, estimulando la segregación de pép-
tidos opiáceos endógenos, mientras que se piensa la TENS de modo continuo
y de alta frecuencia alivia el dolor activando mecanismos de la puerta de control
de Melzack y Wall (1965).
Se ha comprobado que los beneficios terapéuticos de la TENS tienden a
disminuir con el tiempo. Es posible que esto se deba a la adaptación del sistema
nervioso a los estímulos repetitivos regulares (Pomeranz y Niznick, 1987).

CONTROL DEL DOLOR Y NIVEL DE ESTIMULACIÓN


La divulgación del empleo de la corriente TENS en los últimos 35 años ha seña-
lado como características de este procedimiento de electroterapia que es econó-
mico, no invasivo y que supone un modo adecuado de alivio del dolor. Sin
embargo, los ensayos clínicos a menudo están mal controlados y no tienen un
seguimiento a largo plazo de los sujetos. Además, aún existe la dificultad de
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establecer ensayos clínicos concluyentes con placebo. Por ello, la complejidad


del paciente que presenta dolor crónico y la falta de un número suficiente de
estudios impiden la identificación de una ventana terapéutica que permita sol-
ventar problemas específicos de dolor.
Trabajos realizados por Thompson (1987), Johnson et al (1991) y Tulgar et
al (1991) han aportado contribuciones significativas para identificar los pará-
metros óptimos en la estimulación eléctrica. En muchos casos clínicos, la apli-
cación de la TENS es muy similar. El mecanismo exacto de cómo se inhibe el
dolor depende de la entidad de la lesión y de los cambios subsiguientes que
pueden tener lugar en el trayecto del nervio y en el SNC.
La TENS puede influir de distintas maneras en el alivio o en la inhibición
del dolor. En el marco de este tema no cabría una enumeración de todos los
10 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

métodos que pueden utilizarse para obtener este efecto. Presentamos varias teo-
rías que explican el mecanismo básico de la reducción del dolor. En relación
con la electroterapia se evidencia la importancia de la duración de fase del
impulso, así como la frecuencia y la amplitud de la corriente.
Los equipos de electroterapia actuales que suministran la corriente TENS
disponen de formas de corrientes motivadas por las teorías actuales sobre la
reducción del dolor mediante la estimulación eléctrica. Subrayamos la impor-
tancia de las teorías siguientes:

Teoría de la puerta de control (Melzack y Wall).


Inhibición presináptica
Esta teoría se basa en la asunción de que el estímulo de los nervios gruesos
mielinizados produce una inhibición medular. Esta inhibición bloquea la trans-
misión del estímulo doloroso al cerebro, que está conducido por los nervios
delgados no mielinizados.
Al utilizar la TENS, se aplica una corriente eléctrica a las terminaciones
nerviosas de la piel, que viaja hacia el cerebro a lo largo de las fibras nerviosas
selectivas, es decir, fibras A (gruesas) o puertas de localización espacial propio-
ceptivas (fig. 1-3).
Siguiendo la teoría del dolor de Melzack y Wall (1965), estas fibras deben
pasar a través de un segmento de la médula espinal, la sustancia gelatinosa, que
contiene células especializadas implicadas en la transmisión nerviosa, denomi-
nadas células T. Estas últimas también sirven como uniones de transmisión para
aquellas fibras nerviosas que llevan la sensación del dolor hacia el tálamo o
«centro del dolor» del cerebro.
Las fibras C (delgadas) ofrecen una velocidad de transmisión que es consi-
derablemente más lenta que las fibras A. De este modo, la señal a lo largo de las
fibras A habitualmente alcanza el cerebro antes que la transmisión por las fibras
C. Ambas fibras y sus transmisiones respectivas deben pasar a través de las
mismas células T en la médula espinal, con una preponderancia de la llegada de
las fibras A debido al mayor número presente en el sistema y a la velocidad
rápida de transmisión.
Si consideramos a la célula T como una puerta a través de la cual deben
pasar estas señales, es lógico pensar que una sobrecarga de transmisión por las
fibras A pueda bloquear la llegada de la transmisión por las fibras lentas C, que
llevan al cerebro la señal del dolor. De esta forma, una señal de dolor podría
bloquearse de forma eficaz mediante el mecanismo de puerta en el interior de la
célula T. El dolor, por lo tanto, disminuiría y/o se bloquearía por completo en el
paciente.
Para producir este efecto de la puerta, debemos incrementar la transmisión
por las fibras A sin aumentar la transmisión por las fibras C. Los investigadores
han demostrado que las fibras A responden en mayor grado de lo que lo hacen
las otras fibras a la llegada fásica, es decir, las formas de onda que no se sienten
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 11

Control
cognoscitivo

Control
inhibitorio
descendente

Fibras
gruesas

Impulsos Sistema
desde la SG T
de acción
periferia

Fibras
finas
Sistema de control
por compuerta

FIGURA 1-3 Esquema de la teoría de control del dolor por compuerta II. El nuevo modelo incluye
vínculos excitatorios (círculo blanco) e inhibitorios (círculo negro) desde la sustancia gelatinosa
(SG) hacia las células que intervienen en la transmisión (T), así como el control inhibitorio descen-
dente desde centros del tallo encefálico. La pequeña esfera en el extremo del vínculo inhibitorio
denota que su actividad puede ser presináptica, postsináptica o de ambos tipos. Todas las conexio-
nes son excitatorias, excepto el vínculo inhibitorio de SG a las células T. Tomado de Melzack R, Wall
PD. The challenge of pain. New York: Basic Books, 1982.

en el organismo como continuas, y que generalmente contienen múltiples fases


de modo positivo/negativo (Wall y Gutnik, 1974).
Por el contrario, las fibras C aparentemente reaccionan mejor a las formas de
ondas continuas, o a las que se sienten en el organismo como continuas, como
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podría ser una corriente alterna de frecuencia elevada debido a que, al ser dema-
siado alta su frecuencia, el organismo no puede distinguir estímulos individua-
les, por lo que la siente como una corriente continua.
La vía de acceso de la TENS al SNC la proporcionan las gruesas y las mie-
linizadas fibras A`. Estas fibras de conducción rápida son altamente sensibles a
la estimulación eléctrica y conducen el impulso eléctrico rápidamente hacia la
médula espinal. Por el contrario, las pequeñas y no mielinizadas fibras C, que
conducen más lentamente, no pueden transmitir su mensaje de los estímulos
nocivos (dolorosos). El mecanismo por el cual se impide que las fibras nocicep-
tivas (fibras transmisoras de dolor) transmitan su mensaje a la médula espinal se
describe como la inhibición presináptica (Wagman y Price, 1969; Handwerker
et al, 1975; Woolfe y Wall, 1982; Chung et al 1984). «Abrir» o «cerrar» la
12 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

puerta ante los estímulos nocivos o dolorosos dictaminará el reconocimiento


por parte del sujeto de un estímulo doloroso.
En consecuencia, la estimulación con la TENS de las fibras aferentes puede
proporcionar un mecanismo para mantener la puerta cerrada ante estímulos
dolorosos. Este proceso inhibidor posiblemente modula la entrada sensorial a la
médula espinal. La utilización de la TENS puede distorsionar la función del
sistema nervioso bloqueando una de sus entradas (Woolfe, 1989). Cuanto más
cercana se coloque la TENS a la zona dañada, mayor será la probabilidad de
inhibir de forma apropiada los estímulos nocivos que emanan de ella.
Los circuitos nerviosos inhibidores mediados por fibras A` están dispuestos
de forma segmental, por lo que es necesaria una estimulación del segmento
medular de baja intensidad. Otros circuitos inhibidores polisegmentados, media-
dos por las fibras aferentes Ab y C requieren estímulos de mayor intensidad,
como en el dolor miofascial o los puntos gatillo, para su activación (Frampton,
1994, 1996; Bowsher, 1994; Altree, 1994).
El umbral de estimulación aceptado o frecuencia tetanizante para los siste-
mas humanos normales es de aproximadamente 30 a 50 Hz. En consecuencia,
los fisioterapeutas son capaces de estimular la superficie de la piel con un dis-
positivo de llegada fásica para estimular las fibras A sin alterar las fibras C, lo
cual ha llevado al desarrollo de los procedimientos de la TENS.
A continuación realizaremos un breve repaso de la fisiología del dolor y de
las características más importantes que deben tenerse en cuenta para llevar a
cabo una estimulación eléctrica eficaz.

Clasificación de las fibras nerviosas


Actualmente se emplean dos sistemas diferentes de clasificación de las fibras ner-
viosas aferentes. En primer lugar, se cuenta con el sistema alfabético con fibras
de tipo A_, A`, Ab y C (Erlanger y Passer, 1937). En segundo lugar, se emplea el
sistema numérico con fibras I, II, III, IV (Lloyd, 1948). Como se observa en la
tabla 1-1, existe una relación entre los dos sistemas de clasificación.
Las fibras del grupo III (Ab) y del grupo IV (C) son fibras nerviosas aferen-
tes encargadas de la transmisión de la información dolorosa. Dichas fibras están
finamente mielinizadas y no mielinizadas, respectivamente. La mielina es una
sustancia blanca, grasa, semifluida, que envuelve a algunas fibras nerviosas, de
ahí que, debido a su presencia, se le asignara la denominación de fibras mielini-
zadas. Las fibras nerviosas mielinizadas conducen más rápido que las fibras
nerviosas no mielinizadas. Por otro lado, la resistencia al flujo de corriente en
un nervio es inversamente proporcional a su diámetro, lo que explica que las
fibras nerviosas de menor diámetro (grupos III y IV) tengan un relativamente
alto umbral de excitación en comparación con las fibras de largo diámetro
(grupo II), que poseen un bajo umbral de excitación. Por tanto, las fibras III
y IV poseen una velocidad inferior de conducción comparadas con las fibras mie-
linizadas de mayor diámetro pertenecientes al grupo II (A`) (Ganong, 2004).
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 13

TABLA 1-1 Clasificación de las fibras nerviosas según sus características

Eferentes
Fibras Aferentes
sensoriales Fibras Diámetro Velocidad
y motoras sensoriales de la de
(Erlanger fibra conducción
Características Categoría y Gasser) (Lloyd) (micras) (m/s)
Mielínica Gruesa A_ Ia 13-22 70-120

Mielínica Gruesa A_ Ib 13-22 70-120

Mielínica Gruesa A` II 8-13 40-70

Mielínica Gruesa Aa 4-8 15-40

Mielínica Delgada Ab III 1-4 5-15

Mielínica Delgada B 1-3 3-14

Amielínica Delgada C IV 0,2-1 0,2-2

Primer y segundo dolor


Cuando un individuo experimenta dolor, dicha experiencia puede dividirse en
dos tipos de sensaciones. Al principio, aparece una dolencia de tipo punzante y
rápida. Posteriormente, la sensación dolorosa se convierte en latente y abra-
sante. Por ejemplo, en el dolor experimentado al pillarse el dedo con una puerta,
el dolor inicial es punzante y se manifiesta rápidamente, pero después de un par
de minutos es reemplazado por un dolor palpitante y abrasante. Habitualmente
se alude a estos diferentes tipos de dolor como primer y segundo dolor. Estudios
microneurográficos han llevado a que los neurofisiólogos puedan establecer
que el primer dolor es transmitido por las fibras del grupo III y que el segundo
dolor es transmitido por las fibras del grupo IV.
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En resumen, podríamos afirmar que, por medio del estímulo selectivo de los
nervios tipos II y III, se obtiene una inhibición de la conducción del estímulo
transmitido por los nervios tipo IV (sensación dolorosa). La estimulación de los
nervios tipo IV no es deseable en este proceso, ya que incrementaría la sensa-
ción dolorosa, aunque también se presume que existe una influencia central en
la percepción del dolor. Esta teoría se contempla como uno de los puntos de
partida principales para el tratamiento del dolor.

Inhibición directa sobre un nervio afectado


Una proporción pequeña pero significativa de pacientes experimentan dolor
después de lesiones nerviosas. Cuando un nervio periférico se lesiona, el
14 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

extremo proximal origina descargas eléctricas de forma espontánea. Éstas pue-


den extenderse desde el extremo cortado, donde el nervio crece y se ha formado
un nudo de fibras nerviosas, hasta zonas proximales, a lo largo de todo el nervio
(Besson et al, 1987). Clínicamente observamos que los brotes nerviosos, de un
nervio en regeneración, son muy sensibles a los estímulos mecánicos ligeros, es
decir, son espontáneamente activos y al palpar sobre ellos se reproduce una
sensación referida en la parte de la piel que solía ser inervada por dicho nervio
(Tinel, 1915; Moldaver, 1979). Los brotes nerviosos también son sensibles a la
noradrenalina segregada por las terminaciones nerviosas simpáticas en los teji-
dos (Loh y Nathan, 1978).
El sistema simpático puede verse influido por una respuesta anormal de los
brotes de las fibras C, produciendo un aumento de reflejo de la actividad simpá-
tica que provoca síntomas de trastornos simpáticos (Wallin, 1976; Besson et al,
1987). Esto puede servir como base de los síntomas que se observan en la dis-
trofia simpática refleja. El dolor experimentado después de una lesión nerviosa
se presenta como una respuesta anormalmente dolorosa a una presión ligera
(Wynn, 1981; Withrington y Wynn, 1984). En trabajos experimentales con ani-
males (Wall y Gutnik, 1974), se demostró que la aplicación proximal de vibra-
ción o de estimulación eléctrica amortigua o impide las descargas eléctricas
anormales que ocurrían en los extremos dañados de nervios o neuromas.
Es posible que la TENS alivie el dolor inhibiendo de forma directa las des-
cargas eléctricas que se producen en los nervios dañados, por ejemplo como
ocurre en una lesión por aplastamiento del nervio, en la compresión de la raíz
nerviosa después de una hernia discal, o en la compresión del túnel carpiano. La
irritación o compresión a largo plazo debido al prolapso discal en una raíz ner-
viosa puede dar lugar a descargas crónicas en el lugar de la irritación y a lo largo
del nervio distal hasta el asta posterior de la médula (Wall y Devor, 1981).
En resumen, los cambios fisiopatológicos periféricos que pueden tener lugar
después de lesiones nerviosas y los cambios centrales simultáneos que se pro-
ducen en la médula espinal pueden contribuir a un estado doloroso persistente
en el sujeto.
Los efectos centrales producidos por lesiones nerviosas pueden provocar un
aumento en las descargas de células en el asta posterior medular (Wall y Devor,
1981), lo que origina cambios morfológicos y el crecimiento de neuronas. Estos
cambios centrales, junto con las respuestas periféricas a la lesión nerviosa, pue-
den llevar en última estancia a la creación de patrones centrales anormales y al
establecimiento del ciclo doloroso autónomo (fig. 1-4).

Recuperación de una entrada aferente artificial


en el dolor central
Loeser y Ward (1967) demostraron la existencia de descargas espontáneas del
asta posterior de la médula después de seccionar el nervio trigémino del gato.
La frecuencia de estas descargas espontáneas y anormales fue en aumento en un
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 15

Efectos periféricos
Modificación
en nervios
espinal
dañados

Establecimiento
de modelos irregulares
en los centros
superiores

FIGURA 1-4 Cambios fisiopatológicos en los nervios periféricos dañados dan como resultado
cambios y patrones centrales anormales, que pueden, a su vez, exacerbar los cambios periféricos,
estableciéndose así el ciclo del dolor.

período de 3 semanas hasta que las células llegaron a dispararse continuamente.


Puede ser que el estallido de descargas fuera la consecuencia de la pérdida de la
entrada aferente normal del nervio seccionado. La entrada a la médula espinal a
menudo resulta como una inhibición central, y la pérdida de la entrada normal
puede conducir a descargas no suprimidas de las células en el asta posterior de
la médula.
Los pacientes con dolor fantasma de los miembros, después de sufrir ampu-
taciones o lesiones de la médula espinal, experimentan un dolor fuerte, de una
naturaleza característica (Wynn, 1980; Frampton, 1990, 1994). El dolor no apa-
rece inmediatamente después de la lesión, sino que puede iniciarse 2 o 3 sema-
nas después (Wynn, 1981), como se ha evidenciado con la observación clínica
y los descubrimientos experimentales (Loeser y Ward, 1967). Puede que la
TENS alivie el dolor restaurando de manera artificial una entrada aferente a
la médula espinal, aunque sea a un nivel distinto al lesionado. Obviamente, no
habría entrada a través de la vía destrozada, pero sí en otro segmento.
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Teoría de la liberación de endorfinas (Sjölund y Erikson)


Como sabemos, el cuerpo produce endorfinas; esto es, una molécula seudoen-
dorfínica que sirve como analgésico endógeno siempre que el organismo siente
dolor. Las concentraciones sanguíneas de esta sustancia aumentan con las seña-
les de llegada al cerebro que indican la presencia de dolor.
La investigación con la TENS refiere que la producción de endorfinas puede
aumentar con la estimulación eléctrica, produciendo una reacción seudodolorosa
sobre las células que producen la endorfina. La estimulación no tiene por qué ser
dolorosa para producir este efecto. Así, Eriksson et al (1979) y Salar et al (1981)
demostraron un incremento de los péptidos opiáceos en el líquido cefalorraquídeo
(LCR) lumbar como consecuencia de la estimulación nerviosa transcutánea.
16 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Esta teoría se basa, por un lado, en que el dolor crónico se asocia con una
hiperactividad del sistema de endorfinas del sujeto o de un consumo aumentado
de dichas endorfinas liberadas. Por otro lado, los cambios anormales que tienen
lugar en el SNC pueden ser consecuencia de las transformaciones periféricas, y
que ambos sistemas se hagan autónomos para apoyar el círculo vicioso del
dolor. Por lo tanto, es esencial comprender el papel que desempeñan el SNC y
el sistema nervioso periférico para tratar con éxito el dolor crónico (Devor,
1989).
El uso de la denominada TENS de trenes de impulsos (recibe también el
nombre de TENS de «frecuencia baja y amplitud elevada» o TENS «de ráfa-
gas») permite estimular el SNC hasta la liberación de opiáceos endógenos, lo
que da como resultado un efecto analgésico. Según Sjölund y Eriksson (1979),
las endorfinas se liberan sólo empleando una frecuencia de trenes de impulsos
de 2 a 5 Hz, con una frecuencia básica de 100 Hz, y 10 impulsos por tren. Al
aplicarse la TENS por trenes de impulsos la amplitud de la corriente se ajusta de
tal manera que se producen contracciones musculares locales y agradables, por
debajo del umbral de tolerancia (fig. 1-5).

Depresión postexcitatoria del sistema nervioso ortosimpático


(Sato y Schmidt)
Esta teoría es postulada por Sato y Schmidt (1973), quienes afirman que la esti-
mulación de los nervios tipos II y III, sin la excitación de los nervios IV, provoca
una depresión postexcitatoria de la actividad ortosimpática. En múltiples afec-
ciones, los pacientes presentan una exacerbaba actividad del sistema vegetativo
como, por ejemplo, en los síndromes psicosomáticos, que causan distintas alte-
raciones de órganos y sistemas corporales. Por ello, la utilización de la TENS no
sólo tiene indicaciones analgésicas locales, sino que también resuelve disfun-
ciones del sistema ortosimpático. En la figura 1-6, basada en el ciclo ortosimpá-
tico de los reflejos, se explica en qué consiste esta teoría.

Comprensión de los mecanismos de la clínica del dolor


A pesar del mayor conocimiento que se tiene sobre los mecanismos en los que
la TENS actúa para aliviar el dolor, debe impedirse su empleo indiscriminado.
El examen y el asesoramiento exhaustivo del paciente por parte del fisiotera-
peuta ofrecerán los parámetros para el mejor enfoque del tratamiento del dolor
(Frampton, 1994).
Es importante tener en cuenta que la TENS es un elemento más dentro de un
programa global de tratamiento para los pacientes con dolor crónico (Frampton,
1982). En pacientes que presentan respuestas centrales anormales, como com-
portamientos o movimientos anormales como consecuencia de lesiones nervio-
sas periféricas, se debe utilizar la TENS para invertir o modificar dichas
respuestas anormales (Withrington y Wynn, 1984).
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 17

100 ms 400 ms 100 ms 400 ms

Frecuencia de ráfagas a 2 Hz

FIGURA 1-5 TENS por trenes de impulsos con una frecuencia de 2 Hz.

Si la TENS no se ha utilizado con éxito, esto puede deberse a no haber pres-


tado la suficiente atención al tratamiento del dolor como parte de un programa
global de recuperación funcional.
La TENS prescrita a corto plazo puede ser suficiente para tratar el dolor
agudo, pero es insuficiente para modificar cambios complejos que se han esta-
blecido como resultado de la instauración de un dolor crónico.

Amplitud de la corriente y los niveles de estimulación


En la estimulación eléctrica se habla de diferentes niveles de percepción para
indicar la amplitud necesaria para obtener una estimulación selectiva eficaz. Así
pues, cuando aplicamos la TENS a una persona sana, incrementando la intensi-
dad de manera progresiva, se producen las reacciones siguientes (Albornoz,
2008):
1. Se alcanzará el umbral de sensibilidad.
2. Se alcanzará el umbral de excitación o de contracción.
3. Se alcanzará el umbral del dolor o de tolerancia.

Trauma
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Estado normal Bloque


de neuronas aferentes simpático

Consumo alterado de
Dolor información en la
médula espinal

Alteración de la
actividad simpática Cambios
(vasomotora- tróficos
sudomotora)

FIGURA 1-6 Depresión postexcitatoria de la actividad ortosimpática.


18 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Estado de salud Condición patológica

C
Amplitud

B B
C

A
A

A Umbral de sensibilidad
B Umbral de excitación
C Umbral de dolor

FIGURA 1-7 Umbrales de percepción en el estado de salud y en condiciones patológicas.

Esta técnica se aplica en todas las aplicaciones de corrientes eléctricas para


verificar la sensibilidad del paciente. Como se observa en la figura 1-7, en situa-
ciones patológicas la secuencia anteriormente mencionada de los diferentes
niveles perceptivos puede verse alterada.
A continuación, abordaremos las dos clasificaciones más utilizadas para
indicar la amplitud correcta en los diversos procedimientos de electroterapia.

Clasificación basada en la percepción del paciente


La percepción de los pacientes es una de las formas clásicas que se vienen
empleando para clasificar los umbrales de sensibilidad en los distintos procedi-
mientos de fisioterapia, y más concretamente de electroterapia (Albornoz et al,
2004). El paciente nos puede indicar los siguientes niveles perceptivos, a medida
que se incrementa progresivamente la intensidad de la corriente:
1. Sensibilidad subliminal. Coincide con el nivel de estimulación en el que la
corriente casi no se percibe.
2. Sensibilidad liminal. Es el nivel de estimulación en el que la corriente se
percibe ligeramente.
3. Sensibilidad supraliminal. Es el tercer nivel de estimulación, en el que la
corriente se percibe claramente.
4. Nivel de tolerancia. Es el último nivel de estimulación, en que la amplitud
alcanza el umbral de tolerancia, el sujeto no soporta más intensidad de
corriente.
Esta clasificación (Nelson, 1999) posee la desventaja de que el fisioterapeuta
depende de la información que le comunica el paciente; además, en esta escala
no se considera la actividad motora.
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 19

Clasificación basada en los niveles de estimulación


sensorial y motora
Podremos observar los siguientes niveles sucesivos, según se aumenta progre-
sivamente la intensidad de la corriente:
1. Nivel de estimulación subsensorial.
2. Nivel de estimulación sensorial.
3. Nivel de estimulación motora. Contracciones motoras visibles.
4. Umbral de tolerancia. Contracciones musculares fuertes, casi dolorosas.
5. Umbral del dolor.
Esta segunda clasificación resulta más conveniente en la práctica clínica. De
todas formas, se mantiene el interrogante de saber si el nivel motor se encuentra
realmente por debajo del umbral de tolerancia. En condiciones patológicas
puede cambiar la secuencia anteriormente mencionada, debido a factores como
el tipo de patología, la sensibilidad del paciente y el trofismo de la piel. Esta
circunstancia evidencia la imposibilidad de indicar valores exactos para los
límites entre los diferentes niveles de estimulación. En definitiva, debe recor-
darse que cuanto más aguda sea la situación patológica, más cerca estarán los
umbrales de percepción entre sí, e incluso es posible que éstos cambien de posi-
ción.

PARÁMETROS QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA


EN LA APLICACIÓN Y MANEJO DE LA TENS

Parámetros de la corriente TENS


La forma del impulso es rectangular bifásico asimétrico, es decir, completa-
mente rectangular y sin líneas oblicuas, lo que garantiza su eficacia. La superfi-
cie o área de la fase de estimulación es igual a la de la fase de compensación.
Por el contrario, la fase de compensación no es lo suficientemente amplia como
para generar un potencial activo. En consecuencia, este tipo de corriente carece
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de efectos galvánicos.
La duración del impulso elegida para el comienzo del tratamiento suele ser
breve, y oscila entre 60 y 150 +s (0,06 y 0,15 ms). Esta duración de fase del
impulso rectangular bifásico asimétrico permite conseguir una estimulación efi-
caz de las fibras nerviosas gruesas aferentes, provocando de esta manera una
disminución máxima del dolor. Nunca deben sobrepasarse duraciones de fase
superiores a 0,2 ms o a 200 +s (Maya, 2002).
La frecuencia del impulso en los equipos de la TENS puede ajustarse como
máximo entre 1 y 200 Hz. De esta manera pueden estimularse selectivamente
las fibras nerviosas aferentes de mayor a menor grosor en sus respectivas fre-
cuencias naturales, es decir, en la frecuencia propia de las fibras nerviosas afe-
rentes. Los trabajos publicados (Johnson et al, 1991) señalan que una frecuencia
20 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

125 ms

25 ms 75 ms 25 ms

FIGURA 1-8 Detalle de una ráfaga con su tiempo de ascenso, mantenimiento y descenso.

comprendida entre 50 y 100 Hz es la más eficaz para calmar el dolor. Así,


Sjölund (1985) demostró que una frecuencia de 80 Hz es la más eficiente para
combatir el dolor.
La frecuencia de «ráfaga» es una modalidad de TENS también denominada
«por trenes de impulsos». Como ya se ha comentado, en cada una de las ráfagas
se generan 10 impulsos cuando se selecciona una frecuencia de 2 Hz, con una
duración total por ráfaga, en algunos equipos, de 125 ms, de los cuales 25 ms
son de ascenso, 75 ms son de mantenimiento y 25 ms son de descenso (fig. 1-8).
En otros equipos de corrientes TENS la ráfaga dura 100 ms.
Cada ráfaga puede ajustarse de forma gradual entre 1 y 5 Hz de frecuencia.
Al iniciar la aplicación es preciso seleccionar una frecuencia de ráfaga baja, por
ejemplo, de 2 Hz. Si el paciente no soporta bien esta frecuencia y, por tanto, no
se consiguen los resultados óptimos, puede aplicarse una frecuencia de ráfaga
más elevada, de 3, 4 o 5 Hz.

Colocación de los electrodos


Probablemente uno de los puntos más controvertidos de la TENS es la cuestión
de la colocación ideal de los electrodos. Con frecuencia, los electrodos se ubi-
can sobre la zona dolorosa que va a recibir el tratamiento. No obstante, pueden
usarse como ubicación las localizaciones paravertebrales, al igual que sobre los
nervios proximales, distales y hasta contralaterales con respecto al lugar de ubi-
cación del dolor.
Como regla general, éstos son los principios básicos a seguir en la coloca-
ción de los electrodos:
1. Sobre el nervio más superficial y proximal a la zona del dolor.
2. Sobre el dermatoma doloroso o el dermatoma adyacente.
3. Sobre el tronco nervioso.
4. Por encima y por debajo o a ambos lados de la zona dolorosa.
5. No utilizar nunca en zonas anestesiadas.
6. Siempre debe permitirse el movimiento normal del miembro sin que esté
limitado por el electrodo ni por el cable.
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 21

La colocación precisa de los electrodos a menudo requiere mucho tiempo. Es


importante comprender bien la causa del dolor para que la colocación de electrodos
se base en un conocimiento sólido del mecanismo de dolor interesado. Por ejem-
plo, el paciente que padezca dolores de irradiación tendrá mejor respuesta si se
utilizan electrodos grandes. De la misma manera, los electrodos deben colocarse
sobre zonas con sensibilidad parecida. Por ejemplo, si se coloca un electrodo sobre
piel normal y el otro sobre piel con pérdida de la sensibilidad al tacto ligero, no
habrá percepción de los estímulos eléctricos debajo de este último electrodo.
Los estímulos pueden aplicarse tanto dentro como fuera de la zona en la que
se experimentan las afecciones dolorosas. Es aconsejable aplicar, en primer
lugar, los estímulos dentro de la zona afectada, no obstante, en determinadas
situaciones dichos estímulos no pueden o no deben aplicarse localmente. En
estos casos pueden seguirse algunos de los siguientes procedimientos:
1. Aplicación segmental.
2. Estimulación de los puntos «gatillo» o puntos «trigger».
3. Estimulación del sistema vegetativo.
4. Estimulación de puntos de acupuntura.
Los aparatos actuales, que aportan varios canales de tratamiento, permiten la
estimulación simultánea dentro y fuera del área dolorosa. Mediante esta meto-
dología se consigue una máxima reducción del dolor de la zona afectada. Sirva
como ejemplo el dolor en los ligamentos laterales externos del tobillo: coloca-
mos un canal en la raíz nerviosa L5-S1, para el tratamiento segmentario, y otro
canal en la zona de la articulación del tobillo, para el tratamiento transregional.
Este procedimiento también es útil en los casos de afecciones bilaterales, en el
diagnóstico y tratamiento de puntos de provocación, etc.
En la figura 1-9 aparecen los diferentes dermatomas, miotomas y escleroto-
mas del miembro superior a modo de ejemplo de guía para el tratamiento con la
corriente TENS.
A continuación, se describen brevemente las distintas formas de aplicación
de los electrodos. Sin embargo, la experiencia profesional del fisioterapeuta
será la que determine la mejor colocación de los electrodos, con respecto a la
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patología que debe tratarse, la etiología del dolor y la sintomatología existente


en cada caso clínico (Maya, 2002):
1. Aplicación en un punto doloroso. Para este tratamiento se aplica directa-
mente el cátodo (–) al punto de dolor y el ánodo (+) a un punto inmediata-
mente próximo (dentro de un mismo dermatoma).
2. Aplicación en un nervio. Ambos electrodos se colocan sobre el recorrido del
nervio. En general el cátodo (–) se coloca en posición distal respecto al
ánodo (+).
3. Aplicación vasotrópica. En caso de alteraciones circulatorias periféricas, los
electrodos se colocan a lo largo de un vaso sanguíneo superficial. Nuevamente
el cátodo (–) se coloca en posición distal respecto al ánodo (+).
22 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

C5
C5 C4
C6
C4

C5
T3
C6
C7

C5 C7
C7 C8
C6
C7
T2

C6

C6 C6 C7
T1 C8

C8
C8

C7

C7
A B C
FIGURA 1-9 (A) Dermatoma. (B) Miotoma. (C) Esclerotoma.

4. Aplicación segmental. En este caso el tratamiento se realiza en localización


paravertebral con respecto a un segmento medular. El ánodo (+) se coloca en
el segmento que debe tratarse, próximo a la médula espinal, y el cátodo (–)
se coloca en posición periférica o caudal respecto al segmento que debe
tratarse (no distanciándolo en exceso).
5. Aplicación transregional. Es la aplicación sobre una parte del cuerpo, por
ejemplo, en el tratamiento de una articulación. La colocación de los electrodos
debe regirse por la premisa de que cada canal debe situarse sobre una misma
zona sensitiva (dermatoma) o motora (miotoma). Así pues, en el caso de las
articulaciones no deben colocarse los electrodos de un mismo canal de forma
transversal sino longitudinal con respecto a la articulación. Si observamos la
articulación del codo, la cara interna corresponde sensitivamente hablando a
la raíz nerviosa de T2 y la cara externa a C5, como se observa en la figura 1-9.
Cuando se habla de la aplicación sobre las articulaciones vertebrales también
se denomina aplicación paravertebral. En este caso los electrodos sí se colocan
transversalmente respecto al segmento medular, es decir, a ambos lados de la
columna vertebral, con el cátodo (–) sobre el punto más aquejado de dolor.
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 23

6. Aplicación miogénica. Es la aplicación sobre el tejido muscular. Ambos


electrodos se colocan sobre el músculo que debe tratarse, con el cátodo (–)
en el punto más doloroso.

Polaridad y manejo de la TENS


El efecto galvánico neto del impulso rectangular bifásico asimétrico es cero. Sin
embargo, puede afirmarse que el cátodo (–) es el electrodo más estimulante, que
proporciona el mayor efecto, y que el ánodo (+) es menos estimulante. Por lo
tanto, el cátodo (–) se aplica en la zona en la que se busca la máxima efectivi-
dad. Según el tipo de aplicación, los electrodos se colocan longitudinal o trans-
versalmente alineados.
El procedimiento de aplicación consiste en: en primer lugar, antes de encen-
der el aparato, se le explica al paciente cómo funciona el aparato y qué sensa-
ción le producirá la estimulación, subrayando que es leve y no puede hacerle
daño, porque a muchos pacientes les asusta la expresión «corriente eléctrica»,
sobre todo, si sienten aprensión por la electricidad (Albornoz et al, 2005).
Posteriormente, con todos los mandos puestos a cero, se enciende el aparato
y se va aumentando de manera progresiva la amplitud o intensidad de la corriente
hasta que el paciente perciba una sensación de pulsación o zumbido leve. A
continuación se debe escanear la frecuencia de pulsaciones de mínimo a máximo
para mostrarle la gama al paciente. Entonces se le puede pedir que varíe la
intensidad hasta encontrar el nivel más confortable y más eficaz para aliviar su
dolor. Esta metodología garantiza una colaboración óptima del paciente y per-
mite lograr una mayor eficacia terapéutica.
A menudo el paciente deja de percibir los estímulos eléctricos al cabo de
unos minutos y es necesario incrementar la intensidad hasta que se vuelva a
notar el zumbido. Hay que reforzar en el paciente el principio de que el estímulo
no tiene que ser fuerte para ser eficaz, y que no debe ser ni demasiado fuerte ni
doloroso.
Como ya se ha descrito, aumentar la anchura o duración de la pulsación
puede incrementar la percepción del estímulo. Sin embargo, esto puede estimu-
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lar a algunas fibras motoras provocando un efecto no necesario. Por lo tanto,


nunca debemos sobrepasar los 200 +s de duración de fase.

Tiempo de tratamiento
El tiempo necesario para conseguir el alivio del dolor con las corrientes TENS
es muy superior al requerido por otras corrientes eléctricas empleadas en elec-
troterapia. Así pues, períodos insuficientes de estimulación han dado lugar al
fracaso de la TENS, y ésta es la razón más habitual del poco o ningún alivio del
dolor mediante el empleo de esta corriente. Trabajos experimentales han demos-
trado que la TENS puede tener un efecto acumulativo (Sjolund y Eriksson,
1979; Woolfe y Wall, 1982; Wynn, 1980).
24 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Los principales efectos fisiopatológicos después de las lesiones nervio-


sas y el carácter complejo de los mecanismos del dolor crónico parecen
apoyar la teoría de que se necesitan períodos prolongados de estimulación
para permitir que la médula espinal se alimente de nuevo de estímulos fun-
cionales normales. Por lo tanto, es esencial un período prolongado de alivio
del dolor para que los patrones normales de movimiento reemplacen a los
patrones centrales anormales que se han acumulado durante un largo período
de tiempo.
En las primeras sesiones de tratamiento, la estimulación debe realizarse
durante un mínimo de 2 a 4 horas. A continuación se exponen una serie de prin-
cipios que forman una guía para la dosificación del tiempo de tratamiento:
1. Un mínimo de 2 a 4 horas de estimulación continua por día.
2. En condiciones dolorosas agudas, debe aplicarse estimulación continua
durante 3 semanas y después comenzar una reducción en el tiempo de trata-
miento.
3. Si se ha reducido el tiempo de estimulación con la TENS a una hora diaria y
vuelve el dolor, es imprescindible volver a aumentar el tiempo de estimula-
ción, por ejemplo 3 horas al día durante una semana más antes de volver a
comenzar a reducir de nuevo dicha estimulación.
4. Se debe disminuir el tiempo de tratamiento gradualmente hasta que no se
necesite estimulación.
5. En algunos casos de dolor muy intenso, como en el caso de enfermos termi-
nales, está indicada la estimulación continua durante 24 horas.
6. En algunos casos de dolor crónico, los pacientes pueden necesitar el aparato
de la TENS a largo plazo (aplicación domiciliaria).
7. La TENS puede utilizarse sólo durante la noche como, por ejemplo, en el
dolor fantasma de miembros, porque el dolor es a menudo más intenso de
noche, cuando el paciente está intentando dormir. Además, puede que el
paciente lleve de día una prótesis, para restablecer alguna estimulación afe-
rente al muñón.

METODOLOGÍA DE TRATAMIENTO
CON LAS CORRIENTES TENS
La metodología de trabajo en el empleo de las corrientes TENS implica la dife-
renciación entre los distintos tipos de aplicación de estas corrientes. Por ello,
vamos a describir una metodología de tratamiento para cada tipo de aplicación
de las mencionadas corrientes.

TENS de frecuencia alta y amplitud baja (TENS convencional)


Este tipo de TENS, también denominada TENS convencional, se utiliza
sobre todo para la disminución del dolor, tanto agudo como crónico. Las
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 25

frecuencias más efectivas se sitúan entre los 60 y los 110 Hz, y se reco-
mienda comenzar con una frecuencia de 80 Hz. Se inicia la aplicación ajus-
tando una duración de fase relativamente breve, entre 50 y 150 +s.
Posteriormente, se aumenta la amplitud de la corriente hasta que el sujeto
perciba un picor u hormigueo que provocará parestesias agradables. Si con-
tinuamos elevando la amplitud se incrementará dicha sensación, que debe
aumentarse hasta que resulte incómoda, sin llegar a provocar dolor ni con-
tracciones musculares en la zona de estimulación. Si esto ocurriera debe
bajarse la amplitud.
Al disminuir la sensación de parestesias agradables, esto es, aproximada-
mente entre los 5 y los 10 primeros minutos de la aplicación, empieza a produ-
cirse la acomodación al paso de la corriente, por lo que debe aumentarse la
duración de fase sin incrementar la amplitud. Al elevar la duración de fase del
impulso debería sentirse la sensación de parestesias en regiones más profundas
o más amplias. Si el estímulo no se hace más fuerte, ni más profundo, ni tam-
poco se extiende sobre un área más amplia, se vuelve a ajustar la duración de
fase original, incrementándose la amplitud hasta percibir nuevamente la sensa-
ción de parestesias.
En general, la estimulación debe mantenerse durante, al menos, una hora.
Durante este tiempo la sensación de picor u hormigueo desaparece de forma
progresiva. Para obtener resultados óptimos se recomienda ajustar la ampli-
tud del estímulo durante la sesión de tratamiento, de manera que esa sensa-
ción de picor u hormigueo se perciba con la misma intensidad a lo largo de
aquélla.
Si pasados unos 30 o 45 minutos de estimulación el alivio del dolor es
pequeño o inexistente, deben realizarse, de forma progresiva, las modificacio-
nes siguientes:
1. Cambiar la polaridad de los electrodos.
2. Cambiar la posición de los electrodos.
3. Utilizar la modulación de la frecuencia (espectro de frecuencias).
4. Aplicar la TENS por trenes de impulsos.
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La sesión puede continuarse durante varias horas más si es necesario para el


alivio del dolor. La colocación de los electrodos se rige por lo anteriormente
descrito, es decir, sobre los nervios periféricos, en los segmentos, etc. Se obtie-
nen pocos resultados óptimos si se colocan los electrodos en regiones cutáneas
de sensibilidad reducida.
La TENS convencional de frecuencia alta y amplitud baja es la modalidad
más indicada en la neuralgia, en hiperestesias debidas a lesiones de los nervios
periféricos, en la causalgia y en el dolor sordo continuo que se irradia al esque-
leto (columna, articulaciones o costillas), sea por artrosis, por cáncer o por una
lesión muscular. También puede probarse en estados de dolor central, dolores
fantasmas, cicatrices dolorosas, dolores postoperatorios, dolor obstétrico y lum-
balgia, entre otros.
26 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

TENS de frecuencia baja y amplitud alta


(TENS por trenes de impulsos)

Este método de estimulación, también denominado TENS por trenes de impul-


sos, se suele aplicar para el tratamiento de dolores crónicos, zonas dolorosas de
ubicación profunda (dolor miofascial) o también cuando la TENS de frecuencia
alta y amplitud baja no surte el efecto deseado.
Para la aplicación de la TENS por trenes de impulsos se selecciona una
duración de fase relativamente larga (habitualmente 200 +s), una frecuencia de
tren baja, preferiblemente 2 Hz (aunque pueden elegirse, si no se obtienen los
resultados esperados, entre 1 y 5 Hz) y una amplitud elevada que produzca con-
tracciones musculares fuertes y visibles en los músculos de inervación relacio-
nada con la zona dolorosa.
El efecto analgésico, utilizando esta técnica, suele tardar en aparecer entre
25 y 35 minutos, en contraposición al efecto analgésico rápido de la TENS con-
vencional de alta frecuencia. Sin embargo, el efecto de analgesia a largo plazo,
posterior a la estimulación, es considerablemente más duradero que con el uso
de la TENS convencional, debido a que este método produce una disminución
del dolor mediante la liberación de endorfinas espinales y supraespinales.
La dosificación de este método implica que la amplitud de la corriente sube
lentamente hasta que aparezcan contracciones musculares bajo los electrodos, y
que éstas sean irreprimibles, pero no incómodas. Es decir, debe ajustarse la
amplitud de la corriente de manera que las contracciones se mantengan a ese
nivel durante toda la sesión. Cada sesión de tratamiento tiene una duración com-
prendida entre 30 y 60 minutos. No se deben aplicar sesiones de tratamiento de
más de 60 minutos continuados, a causa del riesgo de cansancio en los músculos
excitados y del dolor que se produce por las contracciones musculares persis-
tentes en el paciente.
Los electrodos suelen colocarse encima de los nervios periféricos que iner-
van los músculos relacionados, o encima de los puntos motores que suelen
encontrarse en el tercio proximal del vientre muscular (Albornoz, 2008).
El tipo de TENS por trenes de impulsos se utiliza cuando la TENS conven-
cional no brinda un alivio satisfactorio del dolor. Además, es el método de tra-
tamiento más conveniente en el dolor proyectado, como serían la radiculopatía
(ciática) y el dolor profundo, como el de la mialgia. Con este procedimiento
terapéutico el individuo puede percibir una rigidez muscular después de las
primeras sesiones de tratamiento, signo que desaparece de forma progresiva al
cabo de unos días.

EFECTIVIDAD CLÍNICA DE LA TENS


Los trabajos publicados en referencia a la efectividad de la TENS son muy
amplios. Para que nos hagamos una idea, en el año 2007, una búsqueda rápida
en PubMed introduciendo la frase «neuroestimulación eléctrica transcutánea»
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 27

ofreció un resultado de más de 10.700 entradas, de ellas 472 estudios clínicos,


285 estudios clínicos aleatorios y controlados y 13 metaanálisis, lo que demues-
tra la amplia información que existe sobre el tema.

Pruebas experimentales
Existen pruebas sólidas de que el modelo teórico de modulación neuronal dentro
de la médula espinal, demostrado en los laboratorios de fisiología, es aplicable a
humanos. El empleo de dicho modelo experimental del dolor en humanos, mediante
el empleo de la TENS, aumentó en un grado bastante considerable la tolerancia al
dolor en las personas tratadas, y los efectos más llamativos se produjeron en el
grupo de personas tratadas con alta frecuencia (60 Hz) (Barr et al, 1986).
Estudios realizados con la TENS sobre puntos gatillo o mialgésicos han
constatado una disminución de la intensidad del dolor en dichos puntos. Estos
estudios se realizaron de acuerdo con un esquema con testigos (comparativos).
Así, Graff-Radford et al (1989) han propuesto que este efecto analgésico no se
debía a cambios locales en la sensibilidad de los puntos gatillo, sino que con
mucha probabilidad se debería a la modulación del SNC. Además, se obtuvie-
ron los mejores efectos con la TENS convencional a 100 Hz y también se cons-
tató en este estudio una eficacia creciente conforme la duración de fase de los
impulsos aumentaba de 50 a 100 +s, utilizándose una intensidad o amplitud
cercana al nivel de estimulación muscular. Por el contrario, se obtuvo poco
efecto con la TENS de acupuntura en el tratamiento de dichos puntos.
En el estudio realizado por Marchand et al (1993) sobre personas con dorsal-
gias baja de diversos orígenes, se constató que la TENS convencional, a una fre-
cuencia de100 Hz e intensidad del nivel necesario para producir parestesia, logró
una disminución notable del dolor a corto plazo en comparación con la TENS
placebo y con el grupo control. Este estudio demostró que la TENS tenía un efecto
acumulativo que perduró incluso una semana después de terminar el tratamiento,
resultados que no se obtuvieron ni en el grupo placebo ni en el grupo control.
En los estudios realizados por Abram et al (1980) y por Kaada (1982) se
demostró que la TENS no sólo modula el dolor sino que también incrementa la
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irrigación sanguínea de la región estimulada. Esta característica de la TENS se


analizará en el Capítulo 4.

TENS en el tratamiento del dolor agudo


La TENS se ha utilizado frecuentemente y con buenos resultados para el alivio del
dolor agudo. Se han publicado diferentes estudios como el de Cotter (1983) y el
de Warfield et al (1985) en los que se ha demostrado la eficacia de la TENS en
el dolor posquirúrgico. También el trabajo de Sloan et al (1986) comunica buenos
resultados en el tratamiento del dolor causado por traumatismos en fracturas cos-
tales. En diversos dolores de origen orofacial la TENS también ha conseguido
disminuir significativamente el dolor (Black, 1986; Hansson y Ekblom, 1983).
28 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Numerosos estudios, como el de Ali et al (1981), además de cuantificar los


efectos de la TENS en el dolor, han medido otros resultados, como el uso de
analgésicos, los índices de la función respiratoria y las incidencias de complica-
ciones postoperatorias.
Asimismo, se ha comprobado que el uso de la TENS en el dolor agudo,
además de aminorar el dolor, disminuye el consumo de analgésicos opioides en
pacientes que han sido sometidos a intervenciones intraabdominales de gran
magnitud (Cooperman et al, 1977; Schomberg y Carter-Baker, 1983) y que
mejora la recuperación funcional postoperatoria en pacientes sometidos a inter-
venciones ortopédicas (Stabile y Mallory, 1978).
Algunos autores han estudiado el dolor ginecológico, y más concretamente
el dolor del parto, y han obtenido buenos resultados (Grim y Morey, 1985;
Bundsen et al, 1982; Polden, 1994). Autores como Bundsen et al (1982) y Jones
(1980) realizaron estudios comparativos en los que la TENS provocó un alivio
moderado y satisfactorio en la dorsalgia y en el dolor abdominal en la primera
etapa del parto. Sin embargo, observaron que no presentaba la misma efectivi-
dad en etapas posteriores del proceso del parto, con el problema añadido de que
la TENS podría interferir en algunos aspectos de la monitorización del feto.

TENS en el tratamiento del dolor crónico a largo plazo


El beneficio terapéutico que proporciona la TENS en el tratamiento del dolor
crónico es motivo actual de controversia. Los resultados de los estudios no han
sido tan constantes como los conseguidos en el laboratorio o en estudios posto-
peratorios. Los motivos de dichas controversias son multifactoriales y han sido
expuestos con detalles en los trabajos publicados por Marchand et al (1993) y
Deyo (1991).
Según Fishbain et al (1996), desde 1970 se han publicado más de 600 artí-
culos sobre la TENS; en estos estudios se ha afirmado que constituye un trata-
miento útil contra diversas neuralgias y síndromes del dolor neuropático,
vasculopatías periféricas, angina crónica y dolor musculoesquelético.
Long (1991) llegó a la conclusión, sobre la base de estudios publicado, de
que la TENS constituía un tratamiento eficaz contra el dolor de diversos oríge-
nes; que generaba beneficios a corto plazo en el 50% de los casos de dolor
crónico; que cerca del 25% de los pacientes utilizarían la TENS durante muchos
años, y que era imposible explicar el efecto de esta técnica por la simple atribu-
ción a un efecto placebo.

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS. RAZONES QUE EXPLICAN


LOS MALOS RESULTADOS
Los malos resultados obtenidos en la aplicación de la TENS pueden deberse a
varios factores que, si bien por separado parecen triviales, en conjunto constitu-
yen la razón de una mala terapéutica con estas corrientes.
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 29

TABLA 1-2 Motivos de malos resultados obtenidos con la TENS


Paciente O Selección inadecuada de pacientes (histéricos, no fiables)

Procedimiento O Electrodos mal colocados


de aplicación O Falta/exceso de gel electroconductor
O Insuficiente tiempo de tratamiento
O No se adaptó la técnica para maximizar la eficacia terapéutica
en cada caso, por ejemplo, cambiar sistemáticamente
los parámetros de estimulación, colocación de electrodos
o el tamaño de éstos

En referencia O Pilas gastadas o en mal estado


al equipo de la TENS O No se reemplazaron las almohadillas de electrodos gastadas
O Se utilizaron cables débiles
O No se probaron variaciones de corriente

Interpretación O Los resultados no se controlaron/documentaron


de los resultados adecuadamente para su comparación y seguimiento

En la tabla 1-2 se abordan los diferentes factores que principalmente afectan


a un buen empleo de la TENS. Sin embargo, no debemos olvidar que cualquier
procedimiento con estas corrientes ha de estar integrado dentro de un programa
de fisioterapia más amplio, con el fin de responder a un problema de salud con-
creto.

INDICACIONES
El progreso tecnológico (baterías, componentes electrónicos, etc.) está relacio-
nado con la producción de pequeños aparatos portátiles que ha acrecentado con-
siderablemente las aplicaciones de la corriente eléctrica para el tratamiento del
dolor, sobre todo de la corriente TENS. Por ello, ésta se encuentra cada vez más
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extendida, ya que supone una modalidad no farmacológica para el tratamiento


del dolor.
Los equipos de TENS como método para hacer desaparecer toda clase de
dolencias son utilizados por multitud de fisioterapeutas, médicos, etc. Sin
embargo, la persona que más emplea la TENS es el propio paciente, bajo la
supervisión de un fisioterapeuta.
Esta inherente ventaja hace de este tratamiento una modalidad única en com-
paración con otras modalidades de electroterapia, como son las corrientes de baja,
media y alta frecuencia, ultrasonidos, láser y campos magnéticos, que requieren al
acceso de los sujetos a las consultas o a los gabinetes del fisioterapeuta.
Es imperativo que el primer punto de contacto entre el paciente y la TENS
sea controlado por un fisioterapeuta o un médico especialista en la materia,
30 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

quienes deberán realizar una exploración exhaustiva para obtener un diagnós-


tico apropiado de la afección en cuestión. Posteriormente, se establecerán unos
objetivos de tratamiento y se indicarán los parámetros más adecuados del pro-
cedimiento de aplicación con la TENS, puesto que el paciente no posee los
conocimientos necesarios.
Además de lo expuesto anteriormente, la asignación de un fisioterapeuta
o de un médico instruido es importante no sólo por las precauciones asocia-
das con el uso de la TENS sino también para establecer un tratamiento
óptimo.
Como ya se ha mencionado, entre las indicaciones de la TENS se incluyen
todas aquellas afecciones que cursen con sintomatología dolorosa, tanto de for-
ma aguda como crónica. Por consiguiente, las aplicaciones clínicas de la TENS
son muy variadas: dolores leves de espalda, afecciones reumáticas, problemas
obstétricos y dolor postoperatorio, etc. Con esta amplia extensión de aplicacio-
nes y las ventajas que mencionaremos posteriormente, es una pena que la TENS
no tenga un uso más extendido en el tratamiento del dolor.
Con respecto al dolor crónico, los objetivos terapéuticos que deben plan-
tearse han de ser realistas, con el fin de no dar falsas esperanzas a los pacien-
tes. Es decir, a veces es más conveniente hablar de reducir el dolor que de
eliminarlo, sobre todo en pacientes con largos historiales de esta afección, por
ejemplo, un paciente con 11 años de dolor lumbar no experimentará los mis-
mos resultados que un paciente con sólo un mes de dolor. Por ello, hay que
racionalizar las expectativas del paciente sin desalentarle ni minarle la moral,
que puede estar ya minada. Además, es muy importante ganarnos su con-
fianza, ya que la motivación y el ánimo son ingredientes esenciales del tra-
tamiento para los pacientes que presentan dolor crónico (Bates y Nathan,
1980).
A continuación señalamos algunas condiciones dolorosas para el tratamiento
de las cuales puede usarse la TENS:
1. Lesiones avulsivas del plexo braquial, es decir, lesiones de nervios perifé-
ricos, por ejemplo, neuroma doloroso.
2. Lesiones de compresión nerviosa y distrofia simpática refleja, por ejemplo,
síndrome del túnel carpiano.
3. Dolor del muñón y/o dolor fantasma de miembros.
4. Neuralgia postherpética.
5. Cervicobraquialgias y lumbociáticas.
6. Neuralgia del trigémino.
7. Dolor postoperatorio.
8. Dolor en los enfermos terminales.
9. Dolor obstétrico.
10. Dolores musculares, por ejemplo, contusiones, tratamiento de puntos ga-
tillo.
11. Dolores ligamentosos, por ejemplo, esguinces.
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 31

CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS Y RELATIVAS

La TENS es una modalidad de electroterapia extremadamente segura. Por con-


siguiente, las contraindicaciones suelen basarse en el sentido común, y las citan
los fabricantes para evitar posibles litigios. Entre las contraindicaciones más
habituales se incluyen las siguientes:

Pacientes en quienes no debe utilizarse la TENS


1. Personas portadoras de un marcapasos cardíaco, por el riesgo de que los
impulsos eléctricos generados inhiban la función de estos aparatos (en apli-
caciones sobre el tronco del sujeto).
2. Pacientes que presenten enfermedades del corazón o arritmias (a menos que
lo recomiende el cardiólogo después de evaluarlos).
3. Sujetos que presenten dolor no diagnosticado (a menos que lo recomiende
un médico después de evaluarlos).
4. Personas que presenten epilepsia, sin consultar los cuidados y consejos
necesarios con el médico.
5. No debe utilizarse sobre zonas tumorales o zonas de tejido con alta mitosis
celular.
6. Durante los primeros 3 meses de embarazo, sobre el tronco de la paciente.

Zonas corporales en las que no debe emplearse la TENS


1. La boca.
2. El trayecto de la arteria carótida, por el peligro de estimular el reflejo del
seno carotídeo y causar bradicardia e hipotensión.
3. En zonas en las que la piel se encuentre lesionada, inflamada, infectada o
sobre erupciones cutáneas.
4. Sobre la piel anestesiada.
5. Cerca de los ojos.
6. Sobre zonas con alteraciones vasculares: flebitis, tromboflebitis, venas vari-
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cosas (varices), etc.


7. Se debe evitar el emplazamiento de electrodos que provoque corriente trans-
cerebral (a través de la cabeza).
8. Se deberían evitar los emplazamientos de electrodos que aplican corriente
transtorácica (la introducción de corriente eléctrica al corazón puede causar
arritmias cardíacas).

Principios básicos de seguridad


1. No utilizar la TENS mientras se manejan aparatos potencialmente peligro-
sos o se conducen vehículos.
2. Apagar el aparato antes de poner y quitar los electrodos.
32 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

3. Después de una aplicación prolongada, puede producirse una irritación local


de la piel o una reacción alérgica debajo o alrededor de los electrodos des-
pués de la estimulación, por lo que recomendaremos aplicar crema hidra-
tante.
4. Se asegura el cuidado de la piel si la zona de aplicación y los electrodos
se lavan después de la estimulación para evitar exantemas y para que no se
pudra la goma del electrodo.
La respuesta alérgica y la irritación de la piel constituyen los problemas más
habituales de la TENS. Estas situaciones pueden resolverse de las siguientes
maneras: a) cambiando el tipo de electrodo; b) sustituyendo periódicamente el
lugar de estimulación, y c) utilizando un tipo diferente de gel conductor. Existen
muy pocas razones por las que no deba emplearse la TENS, ya que se trata de
una de las técnicas para aliviar dolor menos invasiva de las que disponemos.

VENTAJAS DE LA TENS
La TENS posee un amplio número de ventajas que la hacen muy requerida,
tanto por los fisioterapeutas como por los pacientes. Son las siguientes:
1. Los aparatos de TENS no son peligrosos. Son equipos portátiles.
2. Estas corrientes permiten realizar procedimientos domiciliarios por parte de
los individuos, bajo la supervisión del fisioterapeuta o del médico especia-
lista, esto es, ofrecen al paciente la opción del autotratamiento. Este aspecto
favorece el seguimiento del tratamiento por parte del paciente y garantiza
una mayor eficacia de aquél.
3. En relación con el coste económico que supone la adquisición de un equipo
portátil de corrientes TENS, cabe decir que representa una cantidad insigni-
ficante con respecto al gasto que generan otros procedimientos como, por
ejemplo, el tratamiento farmacológico, quirúrgico, etc. Así pues, una vez
adquirido el aparato de electroterapia, el mantenimiento se reduce a la susti-
tución de los electrodos autoadhesivos y de las pilas del equipo. En conclu-
sión, la TENS sin duda alguna es un tratamiento más económico al poseer
unos resultados positivos y satisfactorios en tan corto plazo de tiempo.
4. Son pocas las precauciones y contraindicaciones asociadas con el empleo
de la TENS y en su mayoría están basadas en el uso del sentido común.
Asimismo, los efectos secundarios observados son mínimos (irritación tem-
poral de la piel).
5. El empleo de la TENS es no adictivo, como ocurre con algunos procedi-
mientos farmacológicos para el tratamiento del dolor.

DESVENTAJAS DE LA TENS
En comparación con el listado de ventajas anteriormente citadas, las desventa-
jas de la TENS son inapreciables, aunque cabe destacar algunas:
Capítulo | 1 Estimulación eléctrica transcutánea 33

1. Ciertas personas no pueden tolerar la sensación eléctrica e invariablemente


no podrán responder de manera favorable a los programas de tratamiento
con la TENS.
2. Las respuestas negativas son raras: principalmente debido a una irritación de
la piel causada por una reacción alérgica al medio conductor o a las cintas
de fijación. En cualquier caso, esto puede ser subsanado fácilmente con la
sustitución del medio conductor.
3. Hay que tener en cuenta que puede existir, en general, un riesgo de quema-
duras en las aplicaciones terapéuticas con corrientes eléctricas. Esto puede
producirse debido a ciertas razones importantes, por ejemplo, si una corriente
de alta densidad pasa por debajo de un electrodo de pequeñas dimensiones.
De todas formas, es importante recordar que el peligro de una quemadura
química es mínimo, ya que la mayoría de los aparatos de TENS poseen un
componente de amplitud de onda con un componente galvánico igual a
cero.

CONCLUSIONES
La aplicación de la TENS proporciona una serie de procedimientos terapéuticos
no invasivos y económicos para aliviar el dolor. Es esencial que se controlen y
se evalúen correctamente las características del dolor. Además, su empleo debe
considerarse en el contexto de un programa de recuperación funcional completa
para la reducción del dolor crónico.
Son necesarias la información y la instrucción de los pacientes, así como el
control y el seguimiento para evaluar la eficacia y ofrecer la oportunidad a los
sujetos de que aprecien plenamente el alcance de este pequeño aparato.
El tratamiento clínico de la TENS se basa en principios fisiológicos y expe-
rimentales bien establecidos, respaldados por numerosos estudios clínicos. Los
efectos positivos de estos procedimientos están perfectamente definidos para el
tratamiento del dolor agudo y no tanto en el empleo sobre pacientes con dolor
crónico.
Una característica que debe destacarse es la diferencia respecto a numerosos
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analgésicos, ya que la TENS carece por completo de efectos adversos como


alteraciones de las vías gastrointestinales, coagulopatías y efectos tóxicos en el
hígado y en los riñones.
Por tanto, y a modo de conclusión, la TENS es un componente útil en el
tratamiento integral del dolor tanto agudo como crónico.
Capítulo 2

Estimulación eléctrica
neuromuscular
Manuel Albornoz Cabello y Julián Maya Martín

INTRODUCCIÓN
La potenciación muscular con corrientes eléctricas (impulso rectangular bifá-
sico simétrico) es un procedimiento de electroterapia consistente en excitar la
fibra nerviosa motora, mediante una corriente eléctrica, para que se estimule
la placa motora muscular y provoque la contracción del músculo de forma fisio-
lógica. El acrónimo NMES proviene de las iniciales de la expresión en inglés
«Neuromuscular Electrical Stimulation» (American Physical Therapy Asso-
ciation, 1990), es decir, «estimulación eléctrica neuromuscular». Por lo tanto, la
estimulación eléctrica va a consistir en la aplicación bipolar, mediante dos elec-
trodos, sobre la piel del paciente. El empleo inicial de esta corriente rectangular
bifásica simétrica tuvo el objetivo de provocar la analgesia o reducción del
dolor. La investigación científica y la práctica clínica de la estimulación eléc-
trica comienzan en la década de los años sesenta del pasado siglo (Wall y Sweet,
1967), pero no es hasta finales de la década de los ochenta, con la comercializa-
ción de equipos portátiles de calidad, cuando la estimulación eléctrica con las
mencionadas corrientes se incorpora a la rutina de entrenamiento de los depor-
tistas (Pombo et al, 2004).
El procedimiento electroterapéutico de NMES se define como: «el uso de
estimulación eléctrica para la activación muscular a través de la estimulación
periférica de un nervio intacto» (Alon, 1999). Esta denominación responde a la
estimulación cuyo objetivo es la potenciación muscular mediante máximas
intensidades de corriente eléctrica que provoquen la contracción muscular.
Dicha potenciación muscular puede emplearse acompañada de movimiento, o
no, del músculo estimulado. Las corrientes eléctricas más empleadas para la
potenciación muscular son varias; entre ellas se encuentra la corriente rectangu-
lar bifásica simétrica (Nelson, 1999).
La corriente rectangular bifásica simétrica presenta una serie de indicacio-
nes en función de los objetivos que quieran conseguirse: el aumento de fuerza
instantánea, la mejora de la propiocepción muscular y articular, el entrenamiento

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36 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

muscular a medio o largo plazo, entre otros. En los análisis que realizan autores
como Herrero y García-López en 2002 y Bax et al en 2005, se pone de mani-
fiesto la gran diversidad de estudios referentes al fortalecimiento muscular con
corrientes eléctricas. No obstante, prevalecen los que persiguen el aumento de
fuerza instantánea sobre el músculo cuádriceps, con vistas a mejorar el rendi-
miento en deportes de alto nivel (Reisman, 1984; Miller y Thepuat-Mathieu,
1992). En la gran diversidad de estudios publicados sobre la potenciación mus-
cular con esta corriente eléctrica, no se describen procedimientos de actuación
homogéneos. Esto es, cada autor propone una metodología en cuanto al pro-
cedimiento de actuación fisioterapéutico, así como en los parámetros de la
corriente. Por ello, a veces no es fácil poder acotar un procedimiento claro y
estandarizado.
Al mismo tiempo, la corriente rectangular bifásica simétrica está especial-
mente indicada en actuaciones puramente estéticas y en las que la aplicación
de dicha corriente es efectuada por profesionales de la salud y del ámbito
cosmético. En estas aplicaciones, los objetivos que deben conseguirse se diri-
gen hacia una mejora del aspecto físico, o una mejora local o general. Además,
dicho aspecto físico es interpretado sociológicamente como una representa-
ción de si el estado físico de un individuo es saludable o no lo es, motivo por
el cual existe en la actualidad un auge tan importante en el desarrollo de equi-
pos y procedimientos de intervención con estas corrientes. El conjunto de
indicaciones en este apartado es muy variopinto y va desde el reforzamiento
de músculos atrofiados hasta el aumento de volumen de otros músculos (pec-
torales, glúteos, etc.), con el fin de dar a la zona en cuestión un aspecto más
estético o estilizado. Por este motivo se hace imprescindible un conocimiento
exhaustivo de la anatomía y fisiología muscular para adaptar las necesidades
del sujeto a las características y a las posibilidades reales que esta corriente
nos aporta.

BASES TEÓRICAS DE LA NMES


La electroestimulación se conoce desde la antigüedad; así, se tiene constancia
del empleo de la estimulación muscular con peces que provocaban descargas
eléctricas, con fines terapéuticos. No obstante, el fortalecimiento muscular con
corrientes rectangulares bifásicas simétricas se lleva empleando sólo desde hace
algunas décadas. De hecho, constituye una forma de tratamiento habitual en la
fisioterapia actual. La bibliografía especializada de estos procedimientos a
veces no proviene exclusivamente de la disciplina de la fisioterapia (Bax et al,
2005). En otros ámbitos de conocimiento, como el de la preparación física o el
entrenamiento deportivo, se recurre a los beneficios derivados del uso de estos
procedimientos electroterapéuticos.
Los principales objetivos perseguidos en los diferentes estudios científicos
llevados a cabo con las corrientes rectangulares bifásicas simétricas, para el
fortalecimiento muscular, son los siguientes:
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 37

1. Aumentar la fuerza muscular máxima isométrica (Dooley et al, 1983;


Coarasa et al, 2000).
2. Incrementar la hipertrofia muscular, por ejemplo, en los deportistas (Delito
et al, 1989; Rich, 1992).
3. Recuperar la fuerza muscular, en situaciones de atrofia (Westing et al, 1990;
Miller y Thépaut-Mathieu, 1993).
4. Aumentar la fuerza muscular asociando electroestimulación y ejercicios
físicos voluntarios (Venable et al, 1991; Poumarat et al, 1992; Hainaut y
Duchateau, 1992; Strojnik, 1995; Taillerfer, 1996).
Como podemos observar, las investigaciones científicas, con independencia de
los objetivos y de las metodologías aplicadas, se centran principalmente en el
incremento de la fuerza muscular.
Con respecto a este punto, se ha demostrado que la fuerza muscular puede
aumentarse bajo los efectos de la excitación eléctrica con corrientes rectangula-
res bifásicas simétricas. En personas sanas, el incremento no es superior al que
se logra mediante ejercicios físicos, aunque sí se acorta el tiempo requerido para
alcanzar un desarrollo muscular importante. En el caso de personas con muscu-
latura débil, la fuerza muscular aumenta más rápidamente que con el entrena-
miento muscular convencional (Herrero y García-López, 2002).
En caso de excitación eléctrica se parte del principio de que se despolariza
el axón del nervio alfamotor. Esta forma «artificial» de despolarización permite
activar simultáneamente, en teoría, todas las unidades motrices inervadas por
dicho nervio motor. En condiciones normales, el músculo puede activar entre el
70 y el 90% de sus unidades motrices, dependiendo de su grado de entrena-
miento. Sin embargo, puede constatarse que la intensidad de la contracción
aumenta hasta el 100%, a medida que se incrementa la intensidad de la corriente
eléctrica (Plaja, 2003). Si el paciente, por el motivo que sea, se encuentra inca-
pacitado para contraer (selectivamente) un músculo, en principio sano, puede
lograrse la contracción con la ayuda de la corriente eléctrica (Maya, 1998).
La interpretación de la electroestimulación debe comenzarse con la descrip-
ción de la unidad motora como el complejo que constituye una neurona motora
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y las fibras musculares que ésta inerva. El número de fibras musculares inerva-
das por una neurona motora varía en gran medida, dependiendo de la funciona-
lidad y de otros numerosos factores. No obstante, las fibras musculares que
integran una unidad motora son de un tipo y poseen unas mismas características
fisiológicas (Ganong, 2004).
El músculo esquelético es un tejido extremadamente heterogéneo, formado
por fibras musculares con diferencias en cuanto a la actividad metabólica, a la
velocidad de conducción y a otras propiedades. En este contexto debemos hablar
de unidades motrices como el conjunto de la neurona motora y las fibras mus-
culares inervadas por ésta. Estas unidades motrices se dividen en dos tipos:
tónicas y fásicas. En la tabla 2-1 se expone un resumen de las características
fisiológicas y funcionales de los dos tipos de unidades motrices: tónicas o tipo I
38 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

TABLA 2-1 Propiedades de las unidades motrices tónicas y fásicas


Unidades motrices tónicas Unidades motrices fásicas
Fibras tipo I Fibras tipo II
Fibras musculares rojas Fibras musculares blancas

Capilaridad óptima Capilaridad no tan buena

Inervación por neuronas A_2 Inervación por neuronas A_1

Frecuencia tetánica baja 20-30 Hz Frecuencia tetánica alta 50-150 Hz

Se fatigan despacio Se fatigan con rapidez

Fibras estáticas: fibras lentas Fibras dinámicas: fibras rápidas

y fásicas o tipo II. Sin embargo, también existe otra clasificación en la cual las
fibras musculares tipo II se subdividen en fibras IIa, que son unas fibras muscu-
lares intermedias y con propiedades mixtas y fibras IIb, que presentan todo lo
anteriormente descrito (Plaja, 2003).
Por otro lado, la composición de las fibras de un músculo es mixta y varía
considerablemente de unos sujetos a otros. Trabajos de investigación como el
realizado por Jonson et al en 1973, quienes realizaron estudios histológicos
sobre cadáveres en las primeras 24 horas de su defunción, han demostrado que
la composición de los músculos varía de forma considerable de un individuo a
otro, según sean su actividad física y su funcionalidad. Además, todos los mús-
culos del organismo tienen una composición mixta, es decir, que presentan en
un porcentaje mayor o menor todos los tipos de unidades motrices.
Por otra parte, las neuronas motoras presentan propiedades funcionales con
respecto a las fibras musculares que ellas inervan. Así, la neurona motora A_2 es
de menor tamaño y conducción lenta que la neurona motora A_1, que es de gran
tamaño y de conducción rápida. Además de esto, la contracción muscular volun-
taria sigue el denominado principio de tamaño de Henneman (Henneman et al,
1965). Según este principio, las unidades motoras de menor tamaño y habitual-
mente lentas son las primeras en ser reclutadas y posteriormente son activadas las
de mayor tamaño. Una de las causas de este hecho es que el potencial transmem-
branoso de las neuronas de menor tamaño (A_2) es aproximadamente de –70 mV,
mientras que el de las neuronas de mayor tamaño (A_1) es de –90 mV.
En lo que respecta a la musculatura, esto se traduce en que las fibras muscu-
lares tónicas son activadas antes que las fibras musculares fásicas. Dado que la
frecuencia de fusión tetánica de esta unidad motriz tónica es baja, la muscula-
tura puede adaptarse fácil y rápidamente a condiciones cambiantes. Dentro de
este contexto, calificamos a estas unidades motrices como posturales.
Una neurona motora de gran tamaño posee un axón más grueso y, por lo
tanto, su velocidad conductora es mayor. Esto es importante para las fibras mus-
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 39

culares fásicas, dado que éstas deben proveer una fuerza explosiva a corto plazo
o una fuerza adicional de mayor duración. Si se exige de un músculo una reac-
ción inesperada y rápida, las unidades motrices fásicas son las primeras que se
activan y lo mismo ocurre cuando se realiza un gran esfuerzo físico.
Según este principio de tamaño de Henneman, el patrón de contracción
voluntaria o el orden de reclutamiento de las diferentes unidades motrices en un
músculo es el que se representa en la figura 2-1.
En resumen y cinesiológicamente hablando, puede afirmarse que al produ-
cirse un movimiento normal las unidades motrices tónicas son las primeras en
activarse y que las unidades motrices fásicas sólo se activan cuando el movi-
miento requiere un esfuerzo suplementario. Sin embargo, si el movimiento es
rápido, las unidades motrices fásicas pueden activarse antes que las unidades
motrices tónicas. Según Kuo y Clamann (Kuo y Clamann, 1981), este fenó-
meno se manifiesta con mayor claridad en los músculos sinérgicos con compo-
sición de fibras musculares diferentes.
En la tabla 2-2 se resumen las diferencias y las características generales de
las unidades motrices tónicas y fásicas, en relación con las neuronas motoras.
Finalmente, el mecanismo contráctil del músculo no tiene período refracta-
rio, por lo que ante una estimulación repetida, antes de la relajación de dicho
músculo, se produce una activación adicional de éste. La respuesta a dicho fe-
nómeno se materializa en la suma de la nueva contracción a la ya existente,
siendo la tensión desarrollada por el músculo durante la suma de ambas contrac-
ciones mucho mayor que la producida por una sola estimulación. Cuando la
estimulación es rápida y repetida, a una frecuencia determinada, se produce

100
)
oIIx
Tip

80
Producción de fuerza (% MVC)

o(
pid

60
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

)
40 IIa
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o (Ti
pid

20
)
po I
o (Ti
Lent
0
0 20 40 60 80 100
Unidades de reclutamiento muscular (%)

FIGURA 2-1 Representación del orden de reclutamiento muscular. MVC, máxima contracción
voluntaria. Fuente: Gregory C, 2005.
40 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

TABLA 2-2 Propiedades de las neuronas motoras


Resumen neuronas motoras

Neurona motora A_2 Neurona motora A_1


Menor tamaño Mayor tamaño

Se activan antes en el movimiento Se activan después en el movimiento

Potencial transmembranoso de –70 mV Potencial transmembranoso de –90 mV

Fusión tetánica baja, 20-30 Hz Fusión tetánica alta, 50-150 Hz

Axón más fino Axón más grueso

Velocidad conductora menor Velocidad conductora mayor

Son las primeras en activarse al producirse Sólo se activan cuando el movimiento


el movimiento requiere un esfuerzo suplementario

En movimientos rápidos se activan después En movimientos rápidos se activan


antes «fuerza explosiva de corta
duración»

la activación sucesiva del músculo antes de que aparezca la relajación, lo que da


como resultado la fusión de las contracciones en una sola. Este fenómeno se
conoce como sumación temporal. En contrapartida, cuando la solicitación ante
un esfuerzo va siendo mayor, se activan de forma progresiva más unidades
motoras, fenómeno conocido como sumación espacial (Ganong, 2004).
Los principales objetivos terapéuticos de los procedimientos de fortaleci-
miento muscular con corrientes eléctricas, en sujetos afectados, son los si-
guientes:
1. Mantener la calidad y la cantidad de tejido muscular.
2. Recuperar la sensación de contracción muscular.
3. Incrementar o mantener la fuerza muscular.
4. Estimular la circulación sanguínea en el músculo o mantenerla a un nivel
óptimo.
Clásicamente, la forma en la que se contrae la musculatura mediante el empleo
de la electroestimulación se ha denominado como «artificial». El motivo es que
con respecto al orden de reclutamiento o la secuencia de activación de los dife-
rentes tipos de fibras musculares (patrón de contracción) que se producen en la
estimulación con corrientes rectangulares bifásicas simétricas no sigue el prin-
cipio de Henneman. Por ello, dicho patrón contráctil electroinducido es inverso
al de la contracción voluntaria (Linares et al, 2004). Es decir, al ir aumentando
la intensidad de la corriente se irán contrayendo en primer lugar las fibras fá-
sicas tipo IIb, seguidas por las fibras de tipo IIa y por último las fibras tónicas
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 41

tipo I. Este fenómeno se produce como consecuencia de las características que


presentan los axones de las neuronas motoras que van a inervar cada tipo de
fibra. En cuanto al axón de las fibras tipo II, que es de mayor diámetro y posee
un umbral de contracción más bajo, estas fibras son las primeras en ser recluta-
das. En contrapartida, como el axón de las fibras tipo I es de menor tamaño y
tiene un umbral de contracción más alto, éstas se estimulan después (Plaja, 2003).
Por otro lado, también influyen otros factores, como que los axones de la super-
ficie serán los primeros en ser despolarizados, así como la ubicación de los
electrodos (Thepaut-Mathieu et al, 1988). Actualmente este tema revierte cierta
controversia y está siendo objeto de diferentes estudios.
Según el estudio llevado a cabo por Gregory y Scout en 2005, se demuestra
que el estímulo eléctrico recluta a las unidades motrices según un patrón no selec-
tivo, esto es, todas las unidades motrices (tónicas y fásicas) afectadas por la esti-
mulación eléctrica, siguen un patrón especialmente fijo, es decir, circunscrito a la
zona de influencia de dicha estimulación eléctrica y temporalmente simultáneo.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LA NMES


La corriente TENS (estimulación eléctrica transcutánea de los nervios) que se
emplea para el fortalecimiento muscular utiliza un impulso rectangular bifásico
simétrico. Dicha corriente puede considerarse como de baja frecuencia si se com-
para con el espectro de frecuencias de corrientes eléctricas de las que se dispone
para usos terapéuticos (Maya, 1998). La corriente TENS se aplica con el objeti-
vo de realizar el fortalecimiento muscular por la posibilidad que nos brinda este
tipo de corriente eléctrica de estimular específicamente a las neuronas motoras
responsables de la contracción muscular. Las neuronas motoras son fibras nervio-
sas aferentes motoras tipo A_ de 12-20 +m de diámetro (Plaja, 2003). En la mayo-
ría de los casos, la corriente TENS, suministrada por los aparatos de electroterapia,
funciona mediante una corriente alterna, caracterizada por una duración e inter-
valo de fase ajustable; por lo tanto, también se puede variar su frecuencia.
Las características físicas de estas corrientes de estimulación neuromuscular
se reseñan a continuación:
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Forma de la onda
La forma de onda más empleada es un impulso cuadrado, equilibrado, simétrico
y bifásico (Adel, 1991). El valor medio de corriente es igual a cero, es decir, el
componente neto de corriente directa o galvánica es cero. Por lo tanto, no pre-
senta efectos polares debajo de los electrodos. La corriente se conoce como
TENS de impulso rectangular bifásico simétrico (fig. 2-2). Es muy importante
que la forma del impulso sea completamente rectangular, sin líneas oblicuas,
lo que garantiza su máxima eficacia (Vanderthommen y Criellaard, 2001).
Como ya se ha comentado, el área resultante debajo de la onda positiva es
igual al área de la onda negativa. Esto hace que no se produzcan efectos polares
42 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

a
Intensidad

b

1 segundo

FIGURA 2-2 Características de la corriente rectangular bifásica simétrica. a: intensidad del


impulso (mA); b: anchura del impulso (+s). Fuente: Herrero, 2002.

netos, lo que evita la acumulación a largo plazo de concentraciones de iones


(positivos-negativos) debajo de cada electrodo, o dentro del tejido. Por ende,
no hay reacciones dermatológicas adversas debido a concentraciones polares
(Bisschop y Dumoulin, 1991).
Según Laufer et al, en 2001, el impulso rectangular bifásico simétrico es el
que mejor eficacia presenta y el que menor fatiga provoca en los procedimien-
tos de fortalecimiento muscular con corrientes eléctricas.

Estímulos adecuados
Estudios como el de Howson, en 1978, nos ponen de manifiesto que para esti-
mular las neuronas motoras lo ideal es emplear impulsos con duraciones de fase
muy cortas. Cuando se realiza una curva I/t de los distintos tipos de nervios se
demuestra que, con duraciones de fase menores de 350 +s, es posible estimular
los nervios motores sin estimular los nervios delgados no mielinizados o noci-
ceptivos, responsables de conducir la información dolorosa al cerebro. Por lo
tanto, con estas duraciones de fase tan cortas (< 350 +s), podemos trabajar con
una intensidad relativamente alta sin estimular los nervios delgados amielínicos
o tipo III y IV (Ab y C).
Por otro lado, para que un estímulo eléctrico sea eficaz y produzca una con-
tracción muscular, tiene que llegar a cierta intensidad, ser de cierta duración y
alcanzar la intensidad máxima a cierta velocidad mínima. Es la relación de la
amplitud de la corriente con respecto a la duración de fase del impulso eléctrico
lo que determina, principalmente, que un estímulo sea adecuado. En consecuen-
cia, duraciones de fase cortas requieren amplitudes altas para producir estímu-
los adecuados, mientras que duraciones de fase largas requieren amplitudes más
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 43

bajas para producir estímulos adecuados. Si se aumenta la duración de fase, se


incrementa la energía dentro de la pulsación por medio de una elevación en el
área de superficie del estímulo a lo largo del eje de abscisas. Por el contrario, si
se aumenta la intensidad el área de la superficie del impulso se incrementa a lo
largo del eje de ordenadas.

Duración y frecuencia del impulso


Las duraciones del impulso bifásico simétrico más adecuadas para la potenciación
muscular son las que oscilan entre los 200 y los 350 +s o 0,2-0,35 ms. Con estas
duraciones se estimulan selectivamente las fibras motoras A_, con un diámetro
de 12-20 +m. Es decir, estos estímulos tienen igual duración que las cronaxias de
los axones de dichos nervios motores (Vanderthommen y Criellaard, 2001). Estas
duraciones de impulsos permiten aplicar intensidades lo suficientemente altas
como para provocar una buena contracción muscular. Sin embargo, las duracio-
nes de impulso inferiores a 200 +s son poco eficaces (Coarasa et al, 2001), ya
que el reclutamiento de las fibras musculares es muy pequeño y principalmen-
te se actúa sobre las fibras más superficiales del músculo. Una excepción a lo
anteriormente mencionado es la estimulación de músculos pequeños, como los
músculos faciales, o estimulaciones muy específicas.
La frecuencia del impulso es el parámetro terapéutico más importante. En
la mayoría de los equipos de electroterapia para fortalecimiento muscular
puede ajustarse entre 1 y 100 Hz, o bien presentan programas preestablecidos
con diferentes frecuencias de tratamiento. Para una contracción completa y
agradable se recomienda usar una frecuencia de 50 Hz (Adel, 1991). Los estu-
dios publicados y la práctica clínica señalan que una frecuencia de 50 Hz es la
más utilizada en el trabajo de fortalecimiento muscular con corrientes TENS
sobre el músculo cuádriceps femoral (Selkovitz, 1985; Van Gheluwe y
Duchateau, 1997). Además, dicha frecuencia de 50 Hz es eficaz para estimu-
lar tanto la neurona motora A_1 como la neurona motora A_2 (Low y Reed,
2001; Basas et al, 2003), es decir, las unidades motrices fásicas y tónicas,
respectivamente.
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METODOLOGÍA DE TRABAJO
La metodología de trabajo que existe en las publicaciones científicas es muy
variada y depende en gran medida de los objetivos perseguidos y de la situación
inicial del sujeto sobre el que se actúa. Así, nos encontramos con estudios, tan
dispares, de fortalecimiento muscular con corrientes TENS en sujetos tratados
después de una intervención quirúrgica (Delito et al, 1988; Synder-Mackler et al,
1991 y 1994) o en deportistas de élite (Duchateau, 1988; Currier y Mann, 1983).
En todos ellos, no obstante, prevalecen una serie de factores que hacen que po-
damos proponer una división con respecto al objetivo operativo que se persiga.
44 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Fortalecimiento muscular sin alterar la composición


de las fibras

Para el fortalecimiento muscular con corrientes TENS y el impulso rectangular


bifásico simétrico, sin la modificación de la composición de las fibras, deben
utilizarse los siguientes parámetros:
1. Duración de fase del impulso: de 0,2 a 0,4 ms.
2. Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
3. Aplicación longitudinal de los electrodos sobre los puntos motores del múscu-
lo, o de forma transversal a éste.
4. Intensidad de la corriente: se eleva la amplitud de la corriente hasta la
máxima contracción, sin provocar dolor.
5. Tiempo de tratamiento: dependiendo del grado de entrenamiento del sujeto
y del procedimiento de aplicación entre 10 y 30 minutos.
6. Número de sesiones: entre una o dos diarias, hasta un máximo de 30 sesio-
nes totales.
En el procedimiento de aplicación empleamos diferentes formas de entrena-
miento como son la regla del minuto o la de máxima contracción resistida, que
describiremos posteriormente. Este procedimiento es muy empleado en todas
las situaciones en las que se precise un fortalecimiento muscular rápido y se
parte de una atrofia muscular acusada, como ocurre, por ejemplo, después de
una convalecencia postoperatoria o postinmovilización, tan frecuentes en la
práctica deportiva. También se emplea en el refuerzo de músculos atrofiados o
flácidos, tan común en el ámbito estético y de la cosmética.

Fortalecimiento muscular con modificación de la composición


de las fibras
La composición de los músculos, en cuanto al tipo de fibras que presentan,
viene determinada por numerosos factores, tanto de índole genética como de
entrenamiento y de adaptación a los requerimientos habituales que se le exi-
gen a dicho músculo. Uno de los objetivos perseguidos con el empleo de
corrientes eléctricas tipo TENS con impulso rectangular bifásico simétrico es
fomentar el desarrollo de un tipo de fibras en relación con otras, con el bene-
ficio que redunde de ello como, por ejemplo, para ciertos gestos deportivos o
la prevención de lesiones. No obstante, este tipo de electroestimulación debe
estar integrado en el protocolo de entrenamiento global del sujeto e incluso
en los hábitos de su vida diaria. Estos procedimientos son muy frecuentes en
la preparación física de los deportistas con la ventaja de que no son consi-
derados como dopaje. En la práctica clínica es más fácil transformar a un
músculo de predominio de fibras fásicas en tónicas que al contrario. Esta
característica de transformación de fibras fásicas en tónicas se produce fisio-
lógicamente a lo largo de la vida de ser humano. Así, los atletas de velocidad
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 45

se transforman con la edad en atletas de medio fondo y no al contrario. Sin


embargo, es factible que se modifiquen tanto en el sentido de aumentar el
porcentaje de fibras tónicas, como hacia el incremento de fibras fásicas en un
músculo a través de la electroestimulación. Existen dos protocolos diferentes
dependiendo de si el fin terapéutico es el de aumentar el porcentaje de fibras
tónicas o fásicas:

Transformación en fibras musculares tónicas


La transformación de las fibras musculares en fibras de contracción lenta es
muy conveniente ante determinadas situaciones deportivas y de afecciones
laborales. Este hecho se objetiva en la necesidad que precisan ciertos sujetos de
tener músculos que soporten la contracción de forma mantenida como, por
ejemplo, en el abdomen o en la musculatura lumbar. Los parámetros de este
procedimiento de actuación son los siguientes:
1. Duración de fase del impulso: de 0,2 a 0,35 ms.
2. Frecuencia de la corriente: 20 Hz.
3. Aplicación longitudinal de los electrodos sobre los puntos motores del mús-
culo, o de forma transversal a éste, ante su transformación parcial.
4. Intensidad de la corriente: se eleva la amplitud de la corriente hasta el nivel
de sensibilidad, sin que sea necesario provocar una contracción.
5. Tiempo de tratamiento: dependiendo del grado de entrenamiento del sujeto
y del procedimiento de aplicación, entre una y 2 horas.
6. La aplicación de la corriente es continua.
7. Número de sesiones: entre una o dos diarias, hasta un máximo de 30 sesio-
nes totales.

Transformación en fibras musculares fásicas


La transformación de las fibras musculares en fibras de contracción rápida es
muy conveniente ante determinadas situaciones deportivas como, por ejemplo,
en algunos tipos de deportistas de velocidad, entre otros. Los parámetros de este
procedimiento de tratamiento son los siguientes:
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1. Duración de fase del impulso: de 0,2 a 0,35 ms.


2. Frecuencia de la corriente: 80-110 Hz.
3. Aplicación longitudinal de los electrodos sobre los puntos motores del mús-
culo, o de forma transversal a éste, ante su transformación parcial.
4. Intensidad de la corriente: se eleva la amplitud de la corriente hasta el nivel
de sensibilidad, sin que sea necesario provocar una contracción.
5. Tiempo de tratamiento: dependiendo del grado de entrenamiento del sujeto
y del procedimiento de aplicación, entre una y 2 horas.
6. La aplicación de la corriente es continua.
7. Número de sesiones: entre una o dos diarias, hasta un máximo de 30 sesio-
nes totales.
46 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Fortalecimiento muscular y modificación de la composición


de las fibras

La potenciación muscular con corrientes TENS e impulso bifásico simétrico


puede ir acompañada de una transformación selectiva hacia un tipo de fibra
muscular. Este doble objetivo de fortalecimiento muscular y de modificación de
las fibras musculares con la ayuda de corrientes eléctricas es el más desarro-
llado en la práctica clínica habitual. Los parámetros de este procedimiento de
actuación son diferentes según la transformación de las fibras musculares se
realice hacia tónicas o hacia fásicas.

Fortalecimiento muscular y transformación en fibras musculares


tónicas
El fortalecimiento muscular acompañado de la transformación de las fibras
musculares en fibras de contracción lenta es muy conveniente ante determina-
das afecciones como, por ejemplo, la condromalacia rotuliana, en la que es
necesario fortalecer al músculo vasto interno a la vez que éste soporta la con-
tracción de forma mantenida para que reeduque a la rótula. Los parámetros de
este procedimiento de actuación son los siguientes:
1. Duración de fase del impulso: de 0,2 a 0,4 ms.
2. Aplicación longitudinal de los electrodos sobre los puntos motores del mús-
culo, o de forma transversal a éste, ante su transformación parcial.
3. Intensidad de la corriente: se eleva la amplitud de la corriente hasta la
máxima contracción, sin provocar dolor.
4. Número de sesiones: entre una o dos diarias, hasta un máximo de 30 sesio-
nes totales.
5. El tipo de entrenamiento del músculo se realiza en dos fases:
a) Primera fase: con una frecuencia de 5 Hz se lleva a cabo una estimulación
continua o mantenida durante 5 minutos.
b) Segunda fase: posteriormente y con una frecuencia de 20 Hz se realizan
estimulaciones según el procedimiento de aplicación empleado, como la
regla del minuto o la máxima contracción resistida, que se describirán
posteriormente.

Fortalecimiento muscular y transformación en fibras


musculares fásicas
El fortalecimiento muscular asociado con la modificación de las fibras muscu-
lares en fibras de contracción rápida es muy interesante ante determinadas situa-
ciones deportivas como, por ejemplo, en cierto tipo de deportistas, como los
saltadores de altura, entre otros, aunque también está teniendo un gran auge en
las aplicaciones estéticas de determinadas modelos y actrices. Los parámetros
de este procedimiento de tratamiento son los siguientes:
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 47

1. Duración de fase del impulso: de 0,2 a 0,4 ms.


2. Aplicación longitudinal de los electrodos sobre los puntos motores del mús-
culo, o de forma transversal a éste, ante su transformación parcial.
3. Intensidad de la corriente: se eleva la amplitud de la corriente hasta la
máxima contracción, sin provocar dolor.
4. Número de sesiones: entre una o dos diarias, hasta un máximo de 30 sesio-
nes totales.
5. El tipo de entrenamiento del músculo se realiza en dos fases:
a) Primera fase: con una frecuencia de 20 Hz se lleva a cabo una estimula-
ción continua o mantenida durante 5 minutos.
b) Segunda fase: seguidamente y con una frecuencia de 80-110 Hz se reali-
zan estimulaciones según el procedimiento de aplicación empleado,
como la regla del minuto o la máxima contracción resistida, que se des-
cribirán posteriormente.

Colocación de los electrodos


Probablemente, uno de los puntos más controvertidos en las aplicaciones de la
corriente TENS con impulso rectangular bifásico simétrico es la cuestión de
la colocación ideal de los electrodos. Con frecuencia éstos se ubican sobre el
vientre muscular que va a recibir el tratamiento. No obstante, se prefiere la colo-
cación de un electrodo en el punto motor del músculo, que suele encontrarse en el
vientre muscular hacia su tercio proximal, por ser más eficaz en cuanto a una
mayor y mejor contracción con la menor intensidad de la corriente.
La ubicación precisa de los electrodos a menudo requiere mucho tiempo por
parte del fisioterapeuta. Es importante establecer adecuadamente los objetivos
de tratamiento para que la colocación de los electrodos se base en un conoci-
miento sólido de la fisiología muscular y articular. Por ejemplo, un paciente que
presente atrofia del músculo cuádriceps obtendrá una mejor respuesta si se
emplean electrodos grandes y si éstos se colocan específicamente sobre la
cabeza muscular que necesite o que requiera una especial atención, como pueda
ser el caso del músculo vasto interno para la estabilización de la rodilla.
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De igual manera, los electrodos deben colocarse sobre zonas con una sensi-
bilidad parecida. Si se coloca un electrodo sobre una zona de la piel en estado
normal y el otro sobre otra zona con pérdida de la sensibilidad al tacto ligero, por
ejemplo en una cicatriz, no habrá percepción de los estímulos eléctricos debajo
de este último electrodo, por lo que debería elegirse otro emplazamiento.
En la mayoría de los equipos se permite la estimulación simultánea de mus-
culatura sinérgica y antagonista con un retardo o no entre ambas estimulaciones.
Es lo que se denomina trabajo sincrónico o alternante. De esta forma se posibi-
lita al máximo que se reproducen la fisiología muscular normal y el entrena-
miento de cualquier gesto deportivo o de la vida diaria.
A continuación se describen de forma breve las distintas formas de aplica-
ción de los electrodos. Sin embargo, serán la experiencia personal de cada fisio-
48 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

terapeuta y la comodidad del sujeto las que determinen la mejor colocación de


los electrodos de acuerdo con cada situación planteada.

Aplicación longitudinal sobre el punto motor


En este método se coloca directamente un electrodo sobre el punto motor del
músculo y el otro electrodo en el vientre muscular y distal al anterior. Se trata
del procedimiento de aplicación más usual.

Aplicación sobre el nervio motor


En esta modalidad de tratamiento ambos electrodos se ubican sobre el recorrido
del nervio motor. En la práctica, las ubicaciones de los electrodos se establecen
en las zonas en las que el nervio se encuentra en una localización más superfi-
cial como sucede, por ejemplo, en el nervio cubital a la altura de la epitróclea.
Mediante la estimulación del nervio motor se consigue la estimulación de todos
los músculos inervados por parte de dicho músculo. Así, en el caso de estimular
el nervio radial se consigue la estimulación de los músculos epicondíleos en su
conjunto. Este método de tratamiento se emplea muy frecuentemente en la ree-
ducación propioceptiva o del movimiento.

Aplicación transversal
En este modo de aplicación se colocan los electrodos a ambos lados del vientre
muscular, es decir, de forma transversal a las fibras musculares. Este método de
trabajo se emplea en grandes músculos como el cuádriceps o el bíceps femoral,
entre otros. Esta forma de trabajo permite el tratamiento de los músculos de
forma parcial, centrándonos más en la porción proximal, central o distal.

Tiempo de tratamiento
Inicialmente, la estimulación a través de una corriente TENS con impulso rectan-
gular bifásico simétrico debe realizarse durante un tiempo suficiente, pero sin
llegar a agotar al músculo. Progresivamente se irá exigiendo un mayor requeri-
miento a dicho músculo mediante intensidades más altas y su contracción activa.
El paciente será quien mejor controle el tiempo de aplicación porque es quien
percibe cuándo aparecen cansancio o rigidez. Ante estos dos síntomas debe de-
tenerse la aplicación. Es conveniente conocer los intereses personales del sujeto
y establecer unos objetivos de tratamiento reales y de forma conjunta con el pa-
ciente, porque a veces en el ansia de mejorar de forma lo más rápidamente posible
podemos excedernos, tanto en la intensidad de la corriente como en el tiempo de
tratamiento. En estos supuestos de sobredosificación, los resultados serán contra-
producentes y temerarios, ya que puede producirse alguna lesión asociada.
Clásicamente se han recomendado entre 10 y 30 minutos por sesión. Sin
embargo, como ya hemos comentado, el tiempo de tratamiento por sesión
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 49

depende del procedimiento de aplicación, de los objetivos terapéuticos perse-


guidos y del método empleado. A continuación describimos los dos procedi-
mientos de trabajo más comunes en fisioterapia para el fortalecimiento muscular
con corrientes TENS e impulso rectangular bifásico simétrico.

Procedimientos de trabajo
Planteamos dos procedimientos de aplicación para el fortalecimiento muscular
con corrientes TENS e impulso rectangular bifásico simétrico, como los más
representativos y más comunes de todos los empleados en este tipo de terapéu-
tica: el ciclo de un minuto y la máxima contracción resistida. No obstante, pode-
mos emplear otros más idóneos y que mejor se adapten a las características del
sujeto y a los objetivos perseguidos. Es el fisioterapeuta el responsable de defi-
nir el método de trabajo más adecuado.

Ciclos de un minuto: «regla del minuto»


En este método de tratamiento trabajamos con ciclos de un minuto, que se divi-
den de la siguiente forma:
1. Durante los primeros 10 s la amplitud de la corriente eléctrica se aumenta
progresivamente hasta provocar una contracción fuerte que se traduce en
una tensión máxima, pero sin llegar a causar dolor.
2. Durante los siguientes 20 s, se mantiene esta contracción. En caso de que la
tensión en el músculo disminuya durante este lapso de tiempo, como conse-
cuencia de la adaptación, deberemos aumentar la amplitud de la corriente.
3. Durante los últimos 30 s del ciclo, se hace que el paciente repose.
Después, se inicia otro ciclo de las mismas características. Habitualmente, la
intensidad de la corriente se debe ir incrementando en cada ciclo porque el mús-
culo necesita cada vez más amplitud de corriente para provocar una contracción
máxima.
Cada sesión constará de unas 15 a 20 contracciones, es decir, la duración del
tratamiento será de unos 15 a 20 minutos. El tratamiento puede llevarse a cabo
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diariamente y como mínimo tres veces por semana.

Máxima contracción resistida


Este método de aplicación se basa en el reclutamiento extra de las fibras muscu-
lares, realizado por la estimulación eléctrica, unido a las reclutadas de forma
voluntaria, por parte del sujeto. En este método de trabajo ordenamos al paciente,
previo entrenamiento de la técnica, que realice la máxima contracción del mús-
culo al cual nosotros oponemos una máxima resistencia. Al llegar a la máxima
contracción isométrica posible del músculo hacemos pasar la corriente eléctrica
por el vientre muscular durante 10 s, lo cual va a producir un aumento del volu-
men del músculo, así como de su dureza. Pasados los 10 s de estimulación,
50 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

bajamos la amplitud a 0 mA y permitimos un descanso de 50 s. Por lo tanto, el


ciclo tiene una duración de un minuto en total. Este ciclo lo repetimos 10 veces,
obteniéndose de esta forma 10 contracciones máximas al paso de la corriente;
una vez realizadas éstas, suspendemos el tratamiento.
A medida que se incrementen la capacidad física del músculo y el grado de
entrenamiento del sujeto, aumentaremos el número de contracciones, llegando
como máximo a 20 contracciones.
Es muy importante hacer una serie de consideraciones sobre este método de
tratamiento:
1. La fuerza de la contracción muscular estará siempre determinada por el
paciente. Esto implica que no es el fisioterapeuta que aplica el tratamiento
quien decide la intensidad de la corriente suministrada sino el paciente.
2. La reacción a este tratamiento suele ser una sensación de rigidez e hincha-
zón muscular, similar a la que se tiene cuando se realiza un entrenamiento
especialmente duro. Esta rigidez tiene, sin embargo, un carácter «reflejo»,
lo que significa que no provoca dolor muscular ni ninguna otra forma de
malestar.
3. Este procedimiento es especialmente vigoroso para el sujeto. Por ello, debe-
mos informarle de los inconvenientes concernientes con la percepción dolo-
rosa durante la realización y de las posibles contraindicaciones relacionadas
con el tejido conjuntivo.

INDICACIONES
Las indicaciones de estos procedimientos de potenciación muscular mediante
la estimulación de una corriente TENS con impulso rectangular bifásico simé-
trico son muy variadas dependiendo del objetivo terapéutico perseguido, y
podemos dividirlas entre las relacionadas con el ámbito deportivo o las refe-
ridas a las situaciones terapéuticas. Por esta razón, las hemos agrupado en
varios bloques:

Indicaciones generales
Las indicaciones de estos procedimientos electroterapéuticos son las menos
conocidas y, por ende, menos empleadas, por parte de los fisioterapeutas en su
práctica asistencial:
1. Relajación de los espasmos musculares.
2. Prevención o retraso de atrofia por poco movimiento.
3. Incremento de la circulación local de la sangre.
4. Reeducación del músculo.
5. Estimulación inmediata después de una cirugía de los músculos de la panto-
rrilla para prevenir trombosis venosas.
6. Mantenimiento o incremento del rango de movimiento.
Capítulo | 2 Estimulación eléctrica neuromuscular 51

Fortalecimiento muscular para mejorar el rendimiento deportivo


Estas indicaciones son las más conocidas y, por consiguiente, las más emplea-
das, por parte de los fisioterapeutas en el ámbito deportivo. Asimismo, en la
actualidad se están extrapolando a la asistencia en el ámbito laboral.
Los principales objetivos perseguidos con estos procedimientos de elec-
troestimulación muscular son los siguientes:
1. Aumentar de la capacidad de aceleración (velocistas).
2. Incrementar la fuerza de resorte (saltadores).
3. Desarrollar la capacidad de resistencia y vigor.
4. Mejorar la capacidad de un músculo para mantener una posición articular y
que ésta sea más eficaz, en la práctica deportiva.
5. Devolver la sensibilidad de contracción a músculos que por un proceso de
inmovilización la han perdido.

Fortalecimiento muscular en condiciones patológicas


Estas indicaciones son las más novedosas en la práctica cotidiana de los fisiote-
rapeutas en el ámbito asistencial y en especialidades como la traumatología, la
reumatología, la neurología y la patología laboral.
Los principales fines de estos nuevos procedimientos de electroestimulación
muscular son los siguientes:
1. Aumentar la estabilidad articular.
2. Calmar el dolor.
3. Mejorar la estabilización de la columna vertebral.
4. Fortalecer la musculatura acortada en escoliosis no instaurada.
5. Corregir alteraciones posturales.
6. Fortalecer los músculos de los esfínteres externos (incontinencias urina-
rias).

CONTRAINDICACIONES
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Las contraindicaciones de estos procedimientos de fortalecimiento muscular


mediante la estimulación de una corriente TENS con impulso rectangular bifá-
sico simétrico son muy escasas. Por este motivo son una de las corrientes más
divulgadas en el ámbito profesional y entre la población en general. No de-
bemos olvidar que estas corrientes son empleadas por los usuarios en su vida
privada, sin la necesidad de haber recibido formación o adiestramiento para
su uso.
Entre las contraindicaciones de estas corrientes podemos destacar las que
son generales a todas las aplicaciones de electroterapia. Sin embargo, al no pre-
sentar estas corrientes efectos galvánicos bajo los polos pueden ser empleadas
con electrodos autoadhesivos y no pueden provocar quemaduras. Por otro lado,
las contraindicaciones específicas de estos procedimientos son las relacionadas
52 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

con los tejidos que son estimulados: el tejido muscular, el tejido conjuntivo,
etcétera.
Por todo ello, podemos enumerar, a modo de ejemplo, las siguientes contra-
indicaciones:
1. Lesiones musculares: tendomiosis, tendinitis.
2. Alteraciones articulares agudas, como artritis y bursitis, en combinación
con calor y afectación funcional.
3. Tejidos no consolidados, como fracturas, así como roturas de músculos y
de ligamentos.
4. Ciertas formas de espasticidad.
5. Ciertas formas de miopatías.
6. Pacientes portadores de marcapasos, con demandas de tipo cardíaco.
7. Aplicaciones sobre lesiones cancerosas.
8. Aplicaciones sobre la región carótida, de los senos vasculares; esto es, en
la cara anterior del cuello.
9. Pacientes embarazadas.
10. No debe aplicarse sobre áreas inflamadas, infectadas o en la piel irritada.

CONCLUSIONES
El método de fortalecimiento muscular mediante la estimulación de una corriente
TENS con impulso rectangular bifásico simétrico resulta muy eficaz sólo
cuando la fuerza muscular obtenida se usa también funcionalmente.
Existen estudios, como el de Lyons et al (2005), en el que se comparan los
beneficios terapéuticos obtenidos tras aplicar un programa de electroestimula-
ción muscular con corrientes TENS con el objeto del fortalecimiento muscular
empleando un equipo de sobremesa y otro portátil. Los resultados del estudio
permiten llegar a la conclusión de que no existen diferencias estadísticamente
significativas entre los beneficios obtenidos de utilizar uno u otro equipo de
electroterapia.
Capítulo 3

Elongación eléctrica
neuromuscular
Manuel Albornoz Cabello y Julián Maya Martín

INTRODUCCIÓN
La elongación muscular por medio de corrientes TENS (estimulación eléctrica
transcutánea de los nervios), con impulso rectangular bifásico simétrico (NMES,
estimulación eléctrica neuromuscular), es un procedimiento de fisioterapia muy
extendido en los últimos años (Pérez Lugo, 1994; Pérez y lamo, 2001; Fernán-
dez et al, 2008). Este procedimiento cuenta con una gran cantidad de argumentos a
su favor, sobre todo cuando lo que se pretende es obtener resultados a corto pla-
zo. Por ejemplo, en el caso de que se precise elongar un músculo con rapidez, el
método más efectivo para lograrlo es utilizando corrientes TENS, entre otras.
En primer lugar, es conveniente definir la elongación en general, como la fa-
cultad de un tejido para aumentar su longitud, por medio de una fuerza externa, sin
perder sus cualidades una vez que ésta cesa (Pila, 1985). Más concretamente, la
elongación muscular puede definirse como la tensión extensiva a que son some-
tidos los distintos tejidos elásticos del aparato locomotor (Fernández et al, 1998).
No obstante, al hablar de elongación muscular conviene preguntarse, en pri-
mer lugar, u es lo ue realmente se elon a en el m sculo Esta pregunta no
ha sido aún contestada en su totalidad.
En principio, debe establecerse una distinción en el interior del músculo.
Por un lado, se encuentra la parte contráctil y, por otro, la parte no contráctil,
ambas conforman dicho músculo. También es conveniente distinguir entre acor-
tamiento muscular y rigidez muscular.
En un sentido amplio, y como premisa inicial, podemos afirmar que el límite
en la extensión de un músculo está determinado por el tono muscular y por el
tejido conjuntivo que lo conforma. Es por ello que factores de orden estructural
y reflejo desempeñan un papel importante en el acortamiento de los músculos.
En consecuencia, el objetivo general de los procedimientos de elongación mus-
cular, desde un punto de vista fisiológico, es, por un lado, la disminución de la
actividad eléctrica del músculo, representada por el tono muscular y, por otro,
mejorar la capacidad de elongación de los diferentes tejidos conectivos que lo
integran (Morehouse y Miller, 1986).

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54 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Por otro lado, el incremento de la actividad refleja del sistema nervioso central
(SNC) o del sistema vegetativo produce hipertonía y rigidez en el componente
contráctil. El componente reflejo de esta rigidez, a largo plazo, se transforma a
una adaptación estructural del tejido conjuntivo, o parte no contráctil.
La elongación muscular con corrientes TENS e impulso rectangular bifá-
sico simétrico ofrece una serie de ventajas sobre los métodos convencionales
utilizados en fisioterapia, reeducación funcional o deportes (Hoogland, 1988).
La fundamentación científica de este método de trabajo se basa en la arquitec-
tura y comportamiento del tejido conjuntivo y en la neurofisiología. La práctica
clínica, por otro lado, nos ha demostrado que este método posee una eficacia
extraordinaria, que puede provocar efectos secundarios o riesgos potenciales al
emplearse de forma inadecuada o sobre estructuras no bien diagnosticadas. Por
ejemplo: la elongación de los músculos posteriores del muslo de forma indis-
criminada puede producir problemas lumbares, y en los casos de la elongación
unilateral, pueden aparecer trastornos en la articulación sacroilíaca.
Entre las ventajas de la elongación muscular por medio de la corriente TENS
con impulso rectangular bifásico simétrico podemos enunciar las siguientes:
1. La contracción del músculo produce calor en el interior de éste. De esta
forma, durante la elongación se produce un efecto muy positivo en la matriz
del colágeno, disminuye la viscosidad y el músculo se vuelve más flexible
(Comesaña, 2002).
2. La contracción eléctrica provocada sobre el músculo puede ser mucho más
fuerte que la fuerza producida voluntariamente. Por lo tanto, la tensión
suplementaria es causada por un aumento en la actividad de las unidades
motrices que oscila entre el 20 y el 60% de reclutamiento añadido.
3. El efecto producido en las capas más profundas del tejido conjuntivo muscu-
lar es considerablemente mayor que el producido con técnicas de elongación
tradicionales. La contracción inducida eléctricamente produce tensión en
todas las direcciones y en la totalidad del tejido conjuntivo muscular.
4. Durante el procedimiento de elongación, la corriente eléctrica restringe la
transmisión nociceptiva, y es probable que este efecto ocurra incluso en
la espina dorsal de la médula espinal. Así pues, la elongación se produce de
manera muy suave y el tono muscular del paciente no se incrementa como
reacción defensiva al dolor causado por la elongación. Este hecho conlleva
a su vez un riesgo, dado que al reducirse el control propioceptivo sobre la
elongación, ésta puede resultar excesiva. Para evitar este riesgo, puede recu-
rrirse a la elongación a través del músculo antagonista.
5. La inhibición recíproca producida por la tensión en el músculo antagonista
no afecta a los músculos que deben ser elongados. De esta manera, la ten-
sión ejercida sobre la musculatura continúa estando en un nivel óptimo.
6. La corriente eléctrica influye sobre el sistema nervioso autónomo. Con técni-
cas de elongación convencionales, se produce un incremento en la actividad
vegetativa a través de la transmisión nociceptiva o dolorosa, lo cual tiene
Capítulo | 3 Elongación eléctrica neuromuscular 55

como consecuencia una vasoconstricción relativa. Por el contrario, con el


empleo del procedimiento de NMES estos fenómenos no surgen. Al mismo
tiempo puede evitarse, con la aplicación de corrientes TENS, un incremento
reflejo en el tono muscular.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
Las corrientes TENS, con impulso bifásico simétrico (v. fig. 2-2), son adecua-
das para realizar los procedimientos de elongación muscular eléctrica por las
siguientes razones:
1. Estas corrientes estimulan específicamente a las neuronas motoras y produ-
cen contracciones musculares de forma cómoda y segura para el paciente.
2. Son corrientes cuyo valor galvánico es igual a cero; en consecuencia, no
provocan cauterización sobre la piel, lo que evita el aumento de la aferencia
nociceptiva después del tratamiento.
3. Este tipo de corrientes se perciben de forma suave y son muy bien toleradas
por parte del paciente.
4. Este tipo de corrientes permite una amplitud de hasta 90 mA.
La mayoría de los equipos comercializados utilizan un impulso bifásico simé-
trico con duración de fase (anchura del impulso) muy corta (de 20 a 200 +s),
aunque debemos seleccionar duraciones de fase mayores, en torno a 300 +s, ya
que nos permiten utilizar amplitudes superiores a los 100 mA. Los límites de
la intensidad de corriente para los diferentes equipos son establecidos por las
normas IEC.
La técnica de trabajo más común es la bipolar, con dos electrodos, encima
del vientre muscular, de forma longitudinal o transversal. Sin embargo, en la
actualidad también se emplean emplazamientos sobre tendones y fascias (Maya
y Albornoz, 2009).

METODOLOGÍA DE TRABAJO
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Existen diversas formas o procedimientos de tratamiento. En este apartado


abordamos dos procedimientos que son los más representativos y desarrollados
en la práctica profesional.

Sostén-relajación
En primer lugar, colocamos al sujeto en la posición más idónea para la elonga-
ción del músculo que debe ser tratado. Se le explica al sujeto en qué consiste la
maniobra. A continuación se colocan los electrodos a ambos lados del vientre
muscular, de forma longitudinal o transversal. Programamos la corriente TENS
con los siguientes parámetros: 300 +s de duración de fase, 50 Hz de frecuen-
cia y de forma continua. Comenzamos aplicando la corriente TENS, durante
56 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

unos instantes, a una intensidad sólo perceptible, para que se familiarice con
la sensación de ésta. Posteriormente, el músculo es elongado, de forma pasiva,
hasta que aparece una sensación de tope elástico (barrera motriz). A continua-
ción, se aumenta la amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la
contracción del músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción
de forma que no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez de-
saparecida la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación
de la corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz. Este
procedimiento se repite cuantas veces sea necesario, según los objetivos perse-
guidos y los resultados obtenidos (Fernández et al, 2008).

Agonista-antagonista
Comenzamos de igual forma que en el procedimiento anterior. La diferencia
radica en el hecho de que la elongación del músculo no es realizada de forma
pasiva por parte del fisioterapeuta, sino mediante la contracción del músculo
antagonista. No debe ejercerse fuerza suplementaria alguna, que podría fácil-
mente provocar una rotura del tejido conjuntivo.
Los dos procedimientos anteriores son igual de eficaces. No obstante, son la
pericia y la experiencia del fisioterapeuta lo que determina el rango de elonga-
ción del músculo de forma pasiva, aportando fuerza suplementaria pero siempre
con mucha cautela.
Este procedimiento deberá repetirse hasta que se hayan logrado los resulta-
dos deseados; hasta que el tope que notemos deje de ser elástico, o hasta que
la sensación de contracción perdure, incluso no aumentando la amplitud de la
corriente eléctrica, esto es, no se produce acomodación al paso de la corriente.

Frecuencia del tratamiento


La frecuencia del tratamiento viene determinada principalmente por el efecto
obtenido en la primera sesión de trabajo. Sin embargo, podemos distinguir
varias posibilidades:
1. El músculo se estira hasta lograr la longitud deseada en una sesión, sin que
se produzcan acortamientos posteriores. Después no es necesario realizar
más sesiones.
2. El músculo reacciona al igual que en el punto anterior, pero vuelve a acor-
tarse. De producirse dicho acortamiento en un corto período de tiempo, es
decir, pasadas unas horas, puede existir un acortamiento funcional del mús-
culo. Esta reacción es una contraindicación relativa de este procedimiento
de elongación muscular mediante corrientes TENS.
3. El músculo no alcanza la elongación deseada en una sesión. En este caso, y
siempre y cuando no se produzcan efectos secundarios, se requerirán una o
varias sesiones adicionales. Es el paciente el que debe determinar la frecuen-
Capítulo | 3 Elongación eléctrica neuromuscular 57

cia del tratamiento: una sesión por semana o dos a lo sumo. Una vez que
las sensaciones de rigidez y dolor muscular hayan desaparecido, se pue-
de proseguir con la próxima sesión. No conviene que sean muy seguidas
(48-72 horas como mínimo).

INDICACIONES
Las indicaciones de estos procedimientos de NMES son muy variadas y vienen
determinadas por los objetivos terapéuticos planteados. Como ejemplos pode-
mos nombrar las siguientes:
1. Acortamiento de los músculos en general, secundarios a hipertonía local,
segmentaria o regional y general.
2. Acortamiento de los músculos sobre la base de rigidez en el tejido conjun-
tivo.
3. Tendinitis, en la que haya acortamiento en el tejido conjuntivo.
4. Epicondilitis lateral del húmero.
5. Tendinitis del tendón de Aquiles.
6. Problemas inguinales, con acortamiento en el tejido conjuntivo.

CONTRAINDICACIONES
Las contraindicaciones de estos procedimientos de NMES son muy escasas por-
que las corrientes TENS, con impulso rectangular bifásico simétrico, son muy
seguras y sólo precisan seguir las normas de seguridad básicas para el empleo
de equipos de electroterapia. No obstante, es importante nombrar una serie de
posibles contraindicaciones como son:
1. Lesiones musculares.
2. Afecciones reumáticas en fase aguda, bursitis y artritis.
3. Tejidos no consolidados, como fracturas, y roturas de músculos y ligamentos.
4. Ciertas formas de miopatías.
5. Ciertas formas de espasticidad.
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6. Acortamiento funcional del músculo.


Capítulo 4

Electroestimulación
en la cicatrización de heridas
Julián Maya Martín y Manuel Albornoz Cabello

INTRODUCCIÓN
La curación de las heridas, o cicatrización, es un proceso fisiológico complejo que
sigue un curso similar en los diferentes tipos de lesiones y que es esencial para el
organismo, sin el cual el cuerpo es incapaz de sobrevivir. En general, no existen
diferencias fundamentales en el proceso de curación entre una fractura de un hueso
y una rotura de un músculo. En lo que sí existen diferencias es en las células impli-
cadas en dicho proceso de reparación. Por ejemplo, en el caso de una fractura son
los osteoblastos los principales responsables del proceso curativo. En cambio, si la
herida se produce en el tejido muscular son los fibroblastos y en el caso de pro-
ducirse en el tejido cartilaginoso son los condroblastos (Guyton, 1988).
La curación de heridas mediante electroterapia se lleva a cabo con el empleo
de diversas corrientes, entre las que podemos destacar: la corriente galvánica,
las microcorrientes o las corrientes de alto voltaje, entre otras (Watson, 2009).
En el presente trabajo nos centramos en las corrientes TENS (estimulación eléc-
trica transcutánea de los nervios), con impulso alterno rectangular, que son unas
de las más divulgadas y estudiadas (Adel, 1991).
Por otro lado, la piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Es
fundamental conocer los diferentes elementos que la componen para la tera-
pia de curación de heridas con corrientes TENS, impulso alterno rectangular.
Las funciones de la piel son varias; entre ellas destacan la de protección del
medio externo y la de termorregulación, entre otras. Además, histológicamente
hablando, en la piel se distinguen tres capas desde la más superficial a la más
profunda: la epidermis, la dermis y la hipodermis (Fawcett, 1987).
Comenzaremos describiendo las diversas fases del proceso general de curación
de una herida (tabla 4-1). Dicho proceso puede dividirse en tres fases, dependiendo,
en primer lugar, de las células que actúen con mayor protagonismo; en segundo
lugar, de la presencia de macromoléculas estructurales intracelulares y, finalmente,
de las sustancias indicadoras que coordinan el proceso de curación de la lesión. El
desarrollo completo de estas tres fases en la recuperación de una lesión conlleva
su normalización. Además, el conocimiento de la duración de cada una de estas

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60 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

TABLA 4-1 Fases de cicatrización de una herida


Fases de cicatrización Duración
1. Fase de hemorragia 20-30 minutos

2. Fase inflamatoria 24-48 horas

3. Fase de regeneración A) Fase de proliferación 2-4 días


B) Fase de producción 4 días-3 semanas
C) Fase de remodelación 3 semanas-3 meses

fases es muy importante para evaluar el estado del proceso de curación. Así pues,
el retraso o ausencia de alguna de dichas fases derivará en una condición fisiopato-
lógica que imposibilitará la correcta resolución de la herida en cuestión. Pasamos a
continuación a describir las tres fases principales en que se divide la cicatrización
de una herida, con los tiempos fisiológicos medios de cada una de ellas.

Fase de hemorragia
sta es la primera fase tras sufrir el traumatismo y producirse la herida. Este
período se caracteriza por una hemorragia de corta duración, que se contiene
mediante la presión de los tejidos del entorno de la herida. Además, los vasos
sanguíneos alterados reaccionan con una vasoconstricción que dura unos 20 a
30 minutos. Dicha vasoconstricción está provocada por diversas sustancias
como la serotonina y las prostaglandinas.
El mecanismo de la coagulación implica una serie compleja o «cascada»
de reacciones en la que las enzimas inactivadas se activan y las activadas a
su vez activan a otras enzimas que no lo están. En esencia, la coagulación de
una hemorragia se resume en la conversión del fibrinógeno, proteína soluble
del plasma, en fibrina, que es insoluble. La malla de fibrina forma un tapón o
barrera física que evita la salida de sangre de la herida. No obstante, en muchos
casos de heridas no traumáticas, esta fase hemorrágica puede no estar presente.
El coágulo de sangre formado provee a la herida de una matriz provisional
que facilita la migración de células (Clark, 1991). Al mismo tiempo, la coagula-
ción de la herida sirve para ayudar en la hemostasis y para generar mediadores
químicos como, por ejemplo, la bradiquinina. Estas sustancias influyen en la
circulación local, estimulan la producción de mediadores químicos adicionales
y actúan como atrayentes de células como los neutrófilos, monocitos, etc., que
son los primeros en llegar al lugar de la lesión (Clark, 1990).

Fase inflamatoria: inflamación neurógena


El sistema nervioso desempeña un papel claramente intermediario en la fa-
se inflamatoria. La reacción producida en la piel también se conoce como la
Capítulo | 4 Electroestimulación en la cicatrización de heridas 61

«triple reacción de Lewis» (Lewis, 1927). Esta reacción de Lewis se produce


de forma fisiológica ante cualquier agresión sobre la piel como, por ejemplo,
una herida. Consiste, en primer lugar, en una vasodilatación local transitoria
seguida de un eritema capaz de extenderse por el área estimulada. La per-
meabilidad vascular se altera y se produce una extravasación de células san-
guíneas y la formación de habones. Esta triple reacción puede ser provocada
tras la inyección de histamina, de neuropéptidos como la sustancia P, tras la
estimulación antidrómica de los nervios sensoriales y puede ser abolida por
la denervación. Gráficamente, la triple reacción de Lewis consiste en la for-
mación de un área central roja inicial, rodeada por un halo rojo brillante, que
se transforma en un edema del área central. Lewis atribuyó estas acciones a la
histamina o sustancias similares, que son liberadas por las células de los teji-
dos y que actuarían sobre los pequeños vasos sanguíneos y linfáticos y sobre
los nervios sensoriales.
En esta fase se empieza a producir el colágeno tipo IV, necesario para delimi-
tar la extensión o los bordes de la herida. No obstante, este colágeno es amorfo y
no presenta resistencia ni a las cargas mecánicas externas ni a las contracciones
musculares intrínsecas.

Fase de regeneración
Esta etapa de regeneración se divide en tres fases consecutivas que consisten
en una fase de proliferación seguida por otra fase de producción y, finalmente,
por una fase de remodelación.

Fase de proliferación
Después de aproximadamente 2 o 3 días se produce un aumento de la actividad
de los fibroblastos, y se genera un tejido de granulación que comprende una
nueva matriz y nuevos vasos sanguíneos y linfáticos. Además, los macrófagos
y los linfocitos que se encuentran en el interior de la herida sintetizan ácido
hialurónico y colágeno tipos I y III (Toole, 1981). Debido a la falta de tensión
en el tejido, éste se deposita de forma no estructurada. Transcurridos unos 4 días
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empiezan a visualizarse células endoteliales y, al mismo tiempo, comienza la


formación de nuevos vasos sanguíneos, como ya hemos comentado.

Fase de producción
La duración de esta fase oscila entre el cuarto día y unas 3 semanas, aproxi-
madamente, de haberse producido el traumatismo. En ella se forman los vasos
sanguíneos, que son los responsables de aportar las sustancias necesarias para
la síntesis de las fibras de colágeno y otras como las moléculas matriciales
(proteoglicanos). Esta formación de nuevos vasos es estimulada y controlada
mediante la acción de algunas sustancias (Folkman y Klagsburn, 1987; Madri y
Pratt, 1988; etter, 1988).
62 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

En esta fase, el coágulo inicial es sustituido por tejido rico en fibroblastos,


vasos sanguíneos, fibras de colágeno y proteoglicanos (también denominado
tejido de granulación). La resistencia a la tensión de este tejido aumenta con el
tiempo y con la proporción de fibras formadas.

Fase de remodelación
Esta fase puede durar entre 3 semanas y 3 meses, continuando con la anterior
fase y remodelando el tejido para una mayor resistencia de éste. Las fibras for-
madas en la fase de proliferación se encuentran unidas mediante conexiones
electrostáticas con iones de H que le confieren poca resistencia. A través de un
proceso de destrucción y síntesis turno er la orientación de las fibras de colá-
geno se adaptan a su función y las uniones se hacen más resistentes como con-
secuencia del aumento de grosor de dichas fibras de colágeno y de uniones más
estables, dando fin al proceso de cicatrización.

ALTERACIONES EN LA CURACIÓN DE HERIDAS


Las alteraciones en la curación de las heridas pueden tener diferentes causas y
orígenes; entre las más comunes destacan las siguientes: las inflamaciones, las
infecciones y la mala circulación sanguínea y/o linfática que implica una per-
fusión insuficiente de los tejidos. Por otro lado, también influyen las cargas o
fuerzas excesivas con respecto a la resistencia a la tensión que presenta la herida
como, por ejemplo, en el caso de las úlceras de presión. Además, hay que tener
en cuenta los factores de tipo general, como el descanso insuficiente del sujeto
y la disfunción en el metabolismo de los diferentes tejidos.
Las anteriores causas pueden presentarse de forma aislada o combinadas
entre sí. Desde el punto de vista de la fisioterapia, y más concretamente de la
electroterapia, son varias las alternativas para combatir la disfunción de una
cicatrización alterada. No obstante, quizá sea la corriente TENS, con impulso
alterno rectangular, la que nos brinda la mejor opción. Dicha corriente nos per-
mite liberar, de forma artificial, las sustancias que inician la fase inflamatoria:
la primera fase de la curación de una herida.

CORRIENTE TENS PARA LA CURACIÓN DE HERIDAS


El empleo de electroestimulación en el tratamiento o para la facilitación de la
cicatrización de heridas es muy antiguo. Así, ya en el siglo XVII, existen publi-
caciones que lo avalan, con la descripción de la colocación de láminas de oro
sobre las heridas o lesiones cutáneas fruto de la viruela (Watson, 2009).
El tratamiento de heridas con corrientes TENS, según los trabajos de
investigación de Lundeberg et al (1988) y Burssens (2003 y 2005), es reco-
mendable, siempre que se aplique en condiciones de circulación óptima. Es
decir, que el aporte de sustancias y oxígeno y la eliminación de metabolitos
nocivos sean correctos. Por lo tanto, si no se eliminan las sustancias nocivas,
Capítulo | 4 Electroestimulación en la cicatrización de heridas 63

A. Nociceptor muscular B. Reacciones químicas


quimiosensorial al nociceptor

Fosfolípidos

Bradiquinina i a Corticoesteroides –

Ácido araquidón
Prostaglandina E2 Ácido acetilsalicílico
PGE2 i a Diclofenac – + Bradiquinina
Prostaglandina E

Sensibilizar Estimular Cambio de la


microcirculación y de la
Esímulos físicos permeabilidad de los
mecánicos/calor capilares

Fibra aferente

Nociceptor
terminaciones nerviosas Capilar
y sensoriales

– Estimulación Mastocitos
Sustancia P
+ Inhibición Opiata
5-HT (serotonina)
histamina
FIGURA 4-1 Entorno del nociceptor. Fuente: immermann M. Pain. Mechanisms and Mediators
in steoarthritis. eminars in rt ritis and eumatism 1989;18(4):22-9.

que son resultado del metabolismo celular, éstas pueden provocar la intoxica-
ción del tejido.
En una herida de cierta gravedad, el sistema nervioso lo registra mediante un
estado nocisensorial o doloroso creado por dicha herida, a través de las fibras C
amielínicas. Este mecanismo provoca una vasodilatación periférica cutánea. Dicha
circunstancia es conocida desde los estudios llevados a cabo por Bayliss en 1901,
quien establece la estimulación antidrómica de los nervios sensoriales como los
responsables principales de la vasodilatación cutánea. Este fenómeno, como seña-
lan Hinsey y Gasser en 1930, sólo se produce cuando la estimulación es amplia y
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afecta a las fibras C. Así pues, las fibras C nociceptivas poseen una doble tarea;
por un lado, la de señalar al sistema nervioso central (SNC) mediante el dolor la
localización de una herida y, por otro, la de estimular la secreción de neuropép-
tidos como la sustancia P, que provocan la vasodilatación y, por consiguiente, la
curación de dicha herida (Kaada, 1982; Khalil y Helme, 1996; Gibran et al, 2002).
En consecuencia, la corriente TENS normaliza la circulación mediante la acción
sobre el axón del nervio sensorial y sobre la médula espinal (fig. 4-1).

Aspectos físicos de la TENS de cicatrización de heridas


Las corrientes TENS con impulso alterno rectangular son las corrientes más
empleadas en la cicatrización de heridas y presentan las características que se
64 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Anchura pulso

60 mA

Amplitud

Intervalo siguiente de pulso


depende del ajuste en HZ

FIGURA 4-2 Representación gráfica de la corriente TENS (impulso alterno rectangular). Fuente:
CD Manual de Uso del equipo TENSMED 931: ENRAF N NIUS.

exponen a continuación. En cuanto al tipo de impulso, se emplea una onda


monofásica alternante y rectangular, como se puede observar en la figura 4-2.
Su valor de corriente galvánica es cero; esto es, no se producen alteraciones
sobre la piel del paciente. La duración más habitual del impulso empleado varía
entre 0,2 y 0,35 ms, aunque algunos autores proponen duraciones de fase o de
impulso superiores, de hasta 1 ms. La frecuencia de la corriente oscila entre 1 y
110 Hz, dependiendo de si se trata de una herida profunda o superficial, respec-
tivamente.
Existen trabajos, como el llevado a cabo por Burssens en 2003, en los que se
emplea una duración de fase de 300 +s (0,3 mg), una frecuencia base de 100 Hz
y una frecuencia de ráfagas de 2 Hz. En dicho estudio se investigaba la eficacia
de la corriente TENS de ráfagas en la estimulación de las fibras nociceptivas
tipo C para conseguir una aceleración de la curación de la sutura de tendones
de Aquiles intervenidos quirúrgicamente. En dicho trabajo se evidenciaba un
aumento de fibroblastos, lo que confirma una mejora y aceleración de los pro-
cesos reparadores fisiológicos.
En el estudio realizado por Lundeberg et al en 1992, se destaca cómo con la
estimulación con corrientes alternas rectangulares de 1 ms de duración de fase
y 80 Hz de frecuencia, aplicada durante 20 minutos y dos veces al día, sobre
64 pacientes aquejados de úlceras diabéticas crónicas, se obtienen cambios sig-
nificativos respecto al grupo control.

METODOLOGÍA DE TRABAJO
En este tipo de procedimientos de electroterapia con corrientes TENS e
impulso alterno rectangular es fundamental establecer una metodología de
trabajo adecuada para cada situación patológica y para las características físi-
Capítulo | 4 Electroestimulación en la cicatrización de heridas 65

cas y psicológicas del paciente. Por ello, a continuación establecemos una


serie de subapartados en los que definimos los principales elementos para
una correcta aplicación de estas corrientes y una recuperación con éxito de la
afección.

Colocación de los electrodos


La colocación de los electrodos dependerá de múltiples factores como pueden
ser la etiología u origen de la lesión o la ubicación de ésta, entre otros. Sin
embargo, y como regla general, al ser la corriente TENS una corriente sin pola-
ridad (sin efectos galvánicos), en principio los dos electrodos son iguales, pero,
al fluir la corriente desde el electrodo negativo hacia el positivo, será el elec-
trodo negativo el que más estimulación produzca.
Por lo tanto, y como regla general, los electrodos deben colocarse en las
proximidades de la herida y sobre el mismo dermatoma o miotoma en el que se
encuentre la herida.
En el caso de heridas extensas, puede utilizarse más de un canal de corriente
eléctrica, pero siempre respetando el dermatoma o miotoma en el que se encuen-
tre la herida a la hora de colocar los electrodos.
Existe una situación excepcional y es cuando estemos ante heridas muy pro-
fundas (más de 2 cm) en las que el electrodo negativo se coloca encima de la
herida que previamente ha sido tapada con una gasa impregnada en suero fisio-
lógico. El electrodo positivo debe ubicarse en una zona próxima, respetando
que coincida con el mismo dermatoma o miotoma de la herida.

Duración del tratamiento


La duración del tratamiento dependerá de la metodología empleada y del tipo de
lesión existente, así como de las características personales del paciente (mayor
tolerancia a la estimulación, grado de conciencia, etc.). Las aplicaciones osci-
larán entre los 30 minutos y la hora de duración. En todas las intervenciones
terapéuticas deben prevalecer las dos aplicaciones diarias, con un intervalo de
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unas 6 horas entre cada una de ellas.

Número de sesiones
No existe una regla general acerca del número de sesiones necesario para obte-
ner efectos clínicos, ya que depende de cada lesión y de cada sujeto. Se apli-
cará la corriente TENS, con impulso alterno rectangular, hasta que la herida se
encuentre en la fase de remodelación, anteriormente explicada. Los parámetros
de la corriente se ajustarán progresivamente a las circunstancias en las que se
encuentre la herida variando, por ejemplo, la intensidad, la frecuencia y la dura-
ción de fase, según cada caso.
66 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Intensidad de la corriente

La intensidad de la corriente es un parámetro muy importante para una correcta


aplicación de estos procedimientos de electroestimulación en la curación de
heridas. Debemos elevar la amplitud de la corriente hasta el nivel de sensibili-
dad motórico del paciente. Al estar tan cercanos el nivel de percepción motórica
y el de sensibilidad, la corriente provoca una sensación de picor fuerte. Salvo
excepciones, como en el caso de escaras o úlceras por decúbito, debemos evitar
las contracciones musculares fuertes.

INDICACIONES
Las indicaciones de estos procedimientos de electroterapia son todas aquellas
heridas que presenten un retardo en su curación o que por sus características
propias se prevea un problema en dicho proceso de reparación. Las principales
dificultades que se presentan en la curación de heridas y que, por tanto, son
susceptibles de recuperación por medio de estos procedimientos electroterapéu-
ticos son las úlceras diabéticas, arteriales y venosas; las heridas postoperatorias
con riego sanguíneo defectuoso, y las úlceras de presión o escaras, que por su
ubicación y cronicidad son una de las principales indicaciones.

CONTRAINDICACIONES
Las contraindicaciones para la aplicación de estos procedimientos de electroes-
timulación con corrientes TENS, impulso alterno rectangular, con el objeto de
la curación de heridas, las podemos dividir entre generales, que son comunes a
todas las formas de electroterapia de baja frecuencia, pero con el atenuante de
que estas corrientes no presentan efectos polares, por lo que no provocan efec-
tos galvánicos, y una serie de contraindicaciones específicas de la aplicación de
estas corrientes TENS empleadas para la curación de heridas, que describimos
a continuación:
1. Alteraciones de sistema nervioso periférico.
2. Pacientes con alteraciones psíquicas del tipo histerias y miedos patológicos
al empleo de electroterapia.
3. Pacientes con marcapasos o que presenten enfermedades de corazón:
arritmias (a menos que lo recomiende el cardiólogo después de evaluar al
paciente).
4. La aplicación sobre el vientre de las gestantes.
5. El empleo de estas corrientes durante los primeros 3 meses del embarazo.
6. Pacientes que presenten dolor sin diagnosticar (a menos que lo recomiende
un médico después de evaluar al paciente).
7. Pacientes que presenten epilepsia, sin consultar los cuidados y consejos
necesarios con el médico.
Capítulo | 4 Electroestimulación en la cicatrización de heridas 67

8. Debe evitarse a toda costa el trabajo con estas corrientes en presencia o junto
con equipos de alta frecuencia, a menos de 2-3 metros de distancia, por la
posibilidad de la influencia o de interferencia con los campos electromagné-
ticos.
9. No debemos utilizar la corriente TENS en las siguientes zonas corporales:
la boca, el trayecto de la arteria carótida, sobre una zona de piel anestesiada
y cerca de los ojos.

CONCLUSIONES
La electroestimulación es un procedimiento de electroterapia que, desde la evi-
dencia clínica, supone una alternativa efectiva y eficiente para la curación de
heridas crónicas como úlceras diabéticas, arteriales y venosas, úlceras de decú-
bito y heridas postoperatorias, así como para la aceleración de la reparación
tisular. Los mecanismos de acción implicados en la electroestimulación con el
objeto de la cicatrización de heridas no están aún totalmente explicados y exis-
ten diferentes teorías al respecto. Sin embargo, lo que está plenamente aceptado
es la evidencia clínica de los mencionados procedimientos terapéuticos.
Autores como Dunn (1988) proponen un modelo descriptivo de cómo la
electroestimulación puede acelerar la cicatrización de heridas, que podemos re-
sumir en los siguientes puntos:
1. Modificación de la bioelectricidad endógena.
2. Activación o atracción de las células inflamatorias.
3. Atracción de células de tejido conjuntivo.
4. Replicación celular acentuada.
5. Biosíntesis celular acentuada.
6. Inhibición de microorganismos infecciosos.
Como conclusión, en el momento actual se observa cómo la electroestimulación
para la curación de heridas parece tener un efecto beneficioso y cuantificable,
que redunda en múltiples evidencias con efectos clínicamente significativos
(Watson, 2009).
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Capítulo 5

Guía terapéutica con corrientes


TENS y NMES
Protocolos de tratamiento

Manuel Albornoz Cabello y Julián Maya Martín

Cuando un fisioterapeuta debe tomar una decisión clínica con respecto


al procedimiento de electroterapia que debe emplear para programar
una sesión de tratamiento, puede que los efectos terapéuticos obtenidos
dependan tanto de la modalidad como de la dosis utilizada. Por ello,
la primera decisión debe ser la elección de la corriente eléctrica que se
usará. La segunda decisión tiene que ver con la dosis idónea con respecto
a la situación clínica del paciente.
Actualmente, la programación de los tratamientos de electroterapia se
realiza en función de los problemas de salud de los pacientes y de las
evidencias científicas existentes. Sin embargo, la experiencia de los profe-
sionales de la fisioterapia es de gran importancia en la toma de decisiones
clínicas.
En este capítulo describimos los diferentes protocolos de tratamiento para
las principales y las más frecuentes afecciones que se presentan en clínica.
Cada protocolo de tratamiento comprende desde los parámetros más efi-
cientes, desde la evidencia científica hasta la imagen en la que se expone
la colocación de los electrodos más adecuada.

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70 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Capítulo 5.1

Estimulación eléctrica transcutánea


de los nervios (TENS): analgesia

La fisioterapia actual emplea diversos tipos de corrientes eléctricas para


el tratamiento del dolor. Son muchos los estudios y evidencias científicas
que avalan el uso de la estimulación eléctrica transcutánea de los nervios
(TENS) con corrientes rectangulares bifásicas asimétricas con el fin de dis-
minuir o resolver el dolor en los pacientes. Sin embargo, los protocolos de
tratamiento adecuados para cada sujeto y en cada situación patológica
han sido poco analizados. Por esta razón, exponemos una serie de proto-
colos de tratamiento de los procesos dolorosos más frecuentes, con todos
los parámetros necesarios y con imágenes en las que se expone la coloca-
ción de los electrodos en el paciente, para que los fisioterapeutas se guíen
en la práctica clínica actual.
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 71

Cabeza y cuello
Neuralgia del trigémino
O Duración de fase (del impulso): 50-80 ms.
O Frecuencia de la corriente: 100-120 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio.
O Tamaño de los electrodos: redondos de 32 mm.
O Colocación de los electrodos: (+) debajo de la articulación temporomandi-
bular (ATM) (–) en el arco zigomático (rama media) (fig. 5-1 a) o en el ángulo
inferior de la mandíbula (rama mandibular) (fig. 5-1 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una-2 sesiones diarias según el grado de afectación.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: la intensidad de la corriente no debe superar la estimulación
motórica (no provocar contracciones).

FIGURA 5-1 a
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FIGURA 5-1 b
72 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Cervicalgia de origen muscular


O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio-
alto (según la agudeza de la afección).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (dos canales).
O Colocación de los electrodos: (–) en la cara posterior del cuello y (+) en el
vientre muscular del trapecio superior.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: no distanciar mucho los electrodos de cada canal.

FIGURA 5-2
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 73

Síndrome del latigazo cervical


O Duración de fase (del impulso): 50 +s.
O Frecuencia de la corriente: 120 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio (según la agudeza de la afección).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (dos canales).
O Colocación de los electrodos: (–) en la cara posterior del cuello en localiza-
ción suboccipital y (+) en la base del cuello en la cara posterior.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 20 sesiones.
O Observaciones: este tratamiento no debe producir reacciones del tipo de náu-
seas, mareos, etc.
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FIGURA 5-3
74 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

cHernia de disco cervical


O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: por debajo del umbral dolo-
roso.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (dos canales).
O Colocación de los electrodos: un canal (1) por encima y otro canal (2) por
debajo del nivel discal afectado.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 20 sesiones.
O Observaciones: en el caso de ser varios los niveles discales afectados se posi-
cionan de igual forma los canales, pero el canal 2 se colocará por debajo del
la metámera más inferior.

FIGURA 5-4
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 75

Miembro superior
Síndrome subacromial: músculo supraespinoso
O Duración de fase (del impulso): 100 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: por debajo del umbral dolo-
roso.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (+) en el vientre muscular y (–) en la inserción
tendinosa en el hombro.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria (fase aguda) o en días alternos (fase crónica).
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: la estimulación es más importante si el miembro superior se
encuentra en rotación interna (mano-espalda).
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FIGURA 5-5
76 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Síndrome del manguito de los rotadores: músculo infraespinoso


O Duración de fase (del impulso): 110 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: por debajo del umbral dolo-
roso.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (+) en el vientre muscular y (–) en la inserción
tendinosa en el hombro.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45- 60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria (fase aguda) o en días alternos (fase crónica).
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.

FIGURA 5-6
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 77

Bursitis subdeltoidea
O Duración de fase (del impulso): 50 +s.
O Frecuencia de la corriente: 120 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio (según la agudeza de la afección).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (+) en la V deltoidea (–) en la bursa subdel-
toidea.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: la estimulación nunca debe producir dolor.
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FIGURA 5-7
78 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Epicondilitis
O Duración de fase (del impulso): 100-150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio (fase aguda) y por debajo de umbral doloroso (fase crónica).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (–) en el epicóndilo y (+) en el tercio medio de
la cara dorsal del antebrazo.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria y días alternos (según grado de afectación).
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.

FIGURA 5-8
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 79

Epitrocleítis
O Duración de fase (del impulso): 100-150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio (fase aguda) y por debajo de umbral doloroso (fase crónica).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (–) en la epitróclea y (+) en el tercio medio de la
cara ventral del antebrazo.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria y días alternos (según grado de afectación).
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
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FIGURA 5-9
80 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Bursitis olecraniana
O Duración de fase (del impulso): 100 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio (fase aguda) y por debajo de umbral doloroso (fase crónica).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (dos canales).
O Colocación de los electrodos: canal 1 (–) en el epicóndilo y (+) en el tercio
inferior de la cara dorsal externa del brazo; canal 2 (–) en la epitróclea y (+) en
el tercio inferior de la cara dorsal interna del brazo.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria y días alternos (según grado de afectación).
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: los canales se entrecruzan.

FIGURA 5-10
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 81

Síndrome del túnel carpiano


O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 60-80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: por debajo del nivel de tole-
rancia.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (–) en cara ventral de la muñeca y (+) en el
tercio superior del antebrazo en la cara ventral.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria y días alternos (según grado de afectación).
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: no producir sensación de pinchazo o calambre al elevar la
intensidad de la corriente.
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FIGURA 5-11
82 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Esguince de muñeca
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100 Hz (frecuencia de ráfaga 2 Hz).
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (dos canales).
O Colocación de los electrodos: canal 1, por encima y por debajo de la articu-
lación de la muñeca en el borde radial y canal 2, por encima y por debajo de
la articulación de la muñeca en el borde cubital.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria y días alternos (según grado de afectación).
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.

FIGURA 5-12
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 83

Artrosis de dedos: articulaciones interfalángicas


O Duración de fase (del impulso): 50 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100-110 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: un electrodo de 2,5 u 5 cm y otro de 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: electrodo pequeño (–) envolviendo la articula-
ción interfalángica y (+) en la cara anterior de la muñeca.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
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FIGURA 5-13
84 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Tronco
Dorsalgia muscular: músculo romboides
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 60-80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: por debajo del nivel de tole-
rancia.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: con cada canal a ambos lados de la columna
dorsal (zona interescapular) de forma longitudinal.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30-45 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.

FIGURA 5-14
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 85

Hernia de disco dorsal


O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100 Hz de frecuencia base y 2 Hz de frecuencia
de ráfagas.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: un canal (1) por encima y otro canal (2) por
debajo del nivel discal afectado.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
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FIGURA 5-15
86 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Neuralgia intercostal
O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad media-
alta.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 (2 canales).
O Colocación de los electrodos: siguiendo el recorrido del nervio, canal 1 (+) en
la raíz del nervio y (–) en el ángulo costal (fig. 5-16 a); canal 2 (+) en el arco
costal y (–) en la cara anterior (fig. 5-16 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.

FIGURA 5-16 a

FIGURA 5-16 b
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 87

Lumbalgia muscular
O Duración de fase (del impulso): 100 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100-110 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio-
alto.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal se posiciona sobre un para-
vertral (derecho e izquierdo) con (–) en la zona más dolorosa.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
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FIGURA 5-17
88 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Hernia de disco lumbar


O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100 Hz de frecuencia base y 2 Hz de frecuencia
de ráfagas.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: un canal (1) por encima y otro canal (2) por
debajo del nivel discal afectado.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: diaria a días alternos (mínimo de 3 sesiones/semana).
O Número de sesiones aproximado: 20 sesiones.

FIGURA 5-18
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 89

Ciática
O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: siguiendo el recorrido del nervio. Canal 1: (+)
en la raíz del nervio y (–) en la zona media del glúteo. Canal 2: (+) en el tercio
proximal de la región isquiotibial y (–) en el tercio distal de la cara posterior
del muslo (fig. 5-19 a).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60-90 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 20 sesiones.
O Observaciones: si el dolor abarca todo el miembro inferior se colocarán un

tercer canal sobre el nervio ciático poplíteo interno: (+) en el tercio superior
del músculo gemelo interno y (–) por encima del tendón de Aquiles, y un
cuarto canal sobre el nervio ciático poplíteo externo: (+) encima de la cabeza
del hueso peroné y (–) por encima del maléolo externo (fig. 5-19 b).

FIGURA 5-19 a
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FIGURA 5-19 b
90 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Dismenorrea
O Duración de fase (del impulso): 100 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: canal 1 sobre la charnela dorso-lumbar D10-L1,
de forma transversal (fig. 5-20 a); canal 2 sobre la charnela lumbosacra L4-S2
(fig. 5-20 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30-45 minutos.
O Periodicidad: sesiones diarias o 2 veces al día.
O Número de sesiones aproximado: 5-10 sesiones.
O Observaciones: si es necesario, se colocará un tercer canal abdominal (–)
sobre la zona más dolorosa: ovárica o inguinal y (+) en la menos dolorosa.
Recomendamos comenzar a aplicar antes de que el dolor sea muy intenso.

FIGURA 5-20 a

FIGURA 5-20 b
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 91

Miembro inferior
Bursitis trocantérea
O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100-120 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio (fase aguda) y por debajo de umbral doloroso (fase crónica).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (dos canales).
O Colocación de los electrodos: canal 1 por encima y por debajo de la bursa y
canal 2 en el lado interno y en el lado externo de la bursa.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria y días alternos (según grado de afectación).
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: los canales se entrecruzan.
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FIGURA 5-21
92 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Síndrome del músculo piramidal


O Duración de fase (del impulso): 100 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio-
alto.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (–) en el vientre muscular y (+) en la inserción
tendinosa.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: la estimulación no debe provocar dolor irradiado.

FIGURA 5-22
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 93

Tendinitis de los músculos aductores


O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100-110 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: (–) en el vientre muscular y (+) en la inserción
tendinosa.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30-45 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: el electrodo (–) no debe ser molesto.
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FIGURA 5-23
94 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Hipertonía del músculo cuádriceps


O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100 Hz de frecuencia base y 2 Hz de frecuencia
de ráfagas.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 y 5 u9 cm.
O Colocación de los electrodos: canal 1, electrodo (–) en el tercio superior de la
cara anterior del muslo y electrodo (+) en el tercio medio de la cara anterior
del muslo, con electrodos de 5 u 9 cm; canal 2, electrodo (–) en el vientre
muscular del músculo vasto interno y electrodo (+) en el tercio inferior de
dicho músculo, con electrodos de 5 u 5 cm.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: el canal 2 no debe provocar dolor en la rótula.

FIGURA 5-24
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 95

Miositis muscular
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100 Hz de frecuencia base y 2 Hz de frecuencia
de ráfagas.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: según el tamaño de la masa muscular (5 u 5 o
5 u 9 cm).
O Colocación de los electrodos: a ambos lados de la lesión.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
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FIGURA 5-25
96 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Distensión de los músculos isquiotibiales


O Duración de fase (del impulso): 100-150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-110 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio-
alto.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo (–) en la zona más dolorosa y el
electrodo (+) distal o proximal.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.

FIGURA 5-26
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 97

Artrosis de rodilla
O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 60-80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio-
alto.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: canal 1, el electrodo (–) en el tercio inferior-
interno del muslo y el electrodo (+) en el tercio superior-externo de la tibia;
canal 2, el electrodo (–) en el tercio inferior-externo del muslo y el electrodo
(+) en el tercio superior-interno de la tibia.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: colocamos al paciente con la rodilla en una flexión de
20-60º.
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FIGURA 5-27
98 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Tendinitis del tendón rotuliano


O Duración de fase (del impulso): 50-100 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100-120 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo (–) en el polo inferior de la rótula y
el electrodo (+) en la tuberosidad anterior de la tibia.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.

FIGURA 5-28
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 99

Tendinitis de la «pata de ganso»


O Duración de fase (del impulso): 100-150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo (–) en la cara latero-interna de la
rodilla y el electrodo (+) en el tercio medio del muslo (cara medial).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30-45minutos
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-29
100 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Distensión del ligamento lateral interno de rodilla


O Duración de fase (del impulso): 100-150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 90-120 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: los dos electrodos se sitúan encima del liga-
mento, con el electrodo (–) en la zona más dolorosa y el electrodo (+) en la
zona distal o proximal según el dolor.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: colocamos al paciente con la rodilla en una flexión de 20º
y si el dolor es en todo el trayecto del ligamento realizaremos inversión de
polaridad en la mitad del tratamiento.

FIGURA 5-30
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 101

Periostitis del músculo tibial anterior


O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 60-80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio-
alto.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo (–) en el tercio superior del vientre
muscular y el electrodo (+) en el tercio inferior del vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-31
102 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Tendinitis del músculo tibial posterior


O Duración de fase (del impulso): 100-120 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo (–) en la cara posterior del maléolo
interno y el electrodo (+) en el gemelo interno.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.

FIGURA 5-32
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 103

Hipertonía de los músculos gemelos


O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 100 Hz de frecuencia base y 2 Hz de frecuencia
de ráfagas.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción alta.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: sobre la parte proximal y distal del vientre mus-
cular de ambos gemelos.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 20 sesiones.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-33
104 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Esguince de tobillo
O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: canal 1 (local), encima del ligamento lateral
interno o externo (fig. 5-34 a) y canal 2 (segmentario), en el hemicuerpo afec-
tado en la metámera L5-S1 (fig. 5-34 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: el segundo canal se retirará cuando ceda el dolor intenso.

FIGURA 5-34 a

FIGURA 5-34 b
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 105

Artrosis de tobillo
O Duración de fase (del impulso): 100-150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50-80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad medio-
alto.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: posición cruzada: canal 1, el electrodo (–) en
la cara inferior-interna del tobillo y el electrodo (+) en la cara superior-externa
del tobillo; canal 2, el electrodo (–) en la cara inferior-externa del tobillo y
el electrodo (+) en la cara superior-interna del tobillo (fig. 5-35 a). Posición
longitudinal: canal 1, el electrodo (–) en la cara supero-interna del tobillo y el
electrodo (+) en la cara inferior-interna del tobillo; canal 2, el electrodo (–) en
la cara supero-externa del tobillo y el electrodo (+) en la cara inferior-externa
del tobillo (fig. 5-35 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 45 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.

FIGURA 5-35 a
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-35 b
106 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Fascitis plantar
O Duración de fase (del impulso): 150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo (–) en el talón y el electrodo (+) en

la base de los metatarsianos.


O Tiempo de tratamiento por sesión: 45-60 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: el sujeto debe descargar la presión sobre el talón.

FIGURA 5-36
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 107

Metatarsalgia
O Duración de fase (del impulso): 100-150 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80-100 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de sensibilidad bajo-
medio.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo (–) en la zona plantar de la cabeza
del metatarso afectado y el electrodo (+) en la zona dorsal del metatarso.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 30-45 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-37
108 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Capítulo 5.2

Estimulación eléctrica neuromuscular


(NMES): fortalecimiento muscular

Existen evidencias científicas que demuestran que la correcta aplicación


de la estimulación eléctrica neuromuscular (NMES) mediante corrientes
rectangulares bifásicas simétricas, con el objetivo de lograr el fortaleci-
miento muscular, aporta un beneficio terapéutico, aunque el empleo de
estas corrientes de forma errónea e indiscriminada resulta nocivo. Esta
terapéutica es utilizada por todo tipo de profesionales: fisioterapeutas,
preparadores físicos, médicos, monitores deportivos, esteticistas, etc.,
y también por individuos de forma particular, puesto que existen en el
mercado una serie de aparatos que suministran estas corrientes y que se
venden sin el control previo por parte de quien los va a manejar. Por ello,
es necesario diferenciar entre la aplicación que realiza un profesional de
la salud como son un fisioterapeuta u otro profesional o un usuario en
particular, con respecto a establecer un diagnóstico previo, unos objetivos
de tratamiento que concuerden con el estado en el que se encuentre el
músculo que debe tratarse y las ventajas e inconvenientes que se derivan
de dicha terapéutica.
Por todo lo anteriormente expuesto, proponemos una serie de protocolos
de tratamiento de los procesos de fortalecimiento muscular más frecuen-
tes, con todos los parámetros necesarios e imágenes en las que se exponen
la colocación de los electrodos y la colocación del paciente, para que los
fisioterapeutas se guíen en la práctica clínica actual.
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 109

Paravertebrales cervicales
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 5 s;
tiempo de descenso: 1 s; tiempo de descanso: 12 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre los vientres muscu-
lares.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar la
rectificación de la lordosis cervical fisiológica. Será necesario incrementar
la intensidad de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.
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FIGURA 5-38
110 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Paravertebrales dorsales
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 40-50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 10 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 16 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre los vientres muscu-
lares.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: será necesario incrementar la intensidad de la corriente
cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-39
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 111

Paravertebrales lumbares
O Duración de fase (del impulso): 350 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 10 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 16 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre los vientres muscu-
lares.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10-15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: será necesario incrementar la intensidad de la corriente
cuando disminuya la calidad de la contracción.
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FIGURA 5-40
112 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Trapecio superior
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50-60 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 4 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 12 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre los vientres muscu-
lares en la zona proximal y distal del músculo.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el electrodo proximal no debe estar muy cercano al músculo
esternocleidomastoideo para evitar la retracción del cuello. El tratamiento
debe realizarse de forma simétrica sobre ambos músculos trapecios. Será
necesario incrementar la intensidad de la corriente cuando disminuya la cali-
dad de la contracción.

FIGURA 5-41
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 113

Deltoides
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 6 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm (3 canales).
O Colocación de los electrodos: se diferencia entre la región anterior, media y
posterior del músculo. Canal 1: en la zona anterior del hombro se colocan los
electrodos de forma longitudinal en el vientre muscular (fig. 5-42 a). Canales
2 y 3: comparten el electrodo proximal y se diferencian en la colocación del
electrodo distal, que se posiciona en la cara medial o posterior del hombro
(figs. 5-42 b y c).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: evitar el dolor en las inserciones tendinosas (bíceps braquial
y manguito de los rotadores). Será necesario incrementar la intensidad de la
corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.
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FIGURA 5-42 a
114 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

FIGURA 5-42 b

FIGURA 5-42 c
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 115

Pectorales
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 40-50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 4 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 12 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: un electrodo en el vientre muscular por encima
de la aréola mamaria, y el otro electrodo en la porción tendinosa del músculo
(cercano a la axila).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor ni sensación referida a la zona precordial. El tratamiento debe reali-
zarse de forma simétrica sobre ambos músculos pectorales. Será necesario
incrementar la intensidad de la corriente cuando disminuya la calidad de la
contracción.
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FIGURA 5-43
116 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Bíceps braquial
O Duración de fase (del impulso): 250-300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50-60 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 7 s;
tiempo de descenso: 1 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre las inserciones tendinosas. Será necesario incrementar la intensi-
dad de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-44
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 117

Tríceps braquial
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 40-50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 5 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 11 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre las inserciones tendinosas. La colocación de los electrodos se rea-
lizará con el sujeto en una posición de partida correcta; esto es, con el codo
en flexión y antepulsión de hombro. Será necesario incrementar la intensidad
de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.
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FIGURA 5-45
118 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Músculos epicondíleos
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 4 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 12 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre las inserciones tendinosas. Será necesario incrementar la intensi-
dad de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-46
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 119

Músculos epitrocleares
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 4 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 12 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre las inserciones tendinosas. Será necesario incrementar la intensi-
dad de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-47
120 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Abdominales: músculo recto anterior del abdomen


O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 10 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 16 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscu-
lar. Abdominales superiores: los electrodos se sitúan por encima del ombligo
(fig. 5-48 a). Abdominales inferiores: los electrodos se colocan por debajo del
ombligo (fig. 5-48 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: será necesario incrementar la intensidad de la corriente cuan-
do disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-48 a

FIGURA 5-48 b
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 121

Abdominales: músculos oblicuos


O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 6 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscu-
lar del músculo oblicuo externo (fig. 5-49 a) y del músculo oblicuo interno
(fig. 5-49 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: será necesario incrementar la intensidad de la corriente
cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-49 a
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FIGURA 5-49 b
122 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Glúteos
O Duración de fase (del impulso): 350 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50-60 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 10 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 16 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre el nervio ciático. Será necesario incrementar la intensidad de la
corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-50
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 123

Cuádriceps: músculos recto anterior y vasto externo


O Duración de fase (del impulso): 350 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50-80 Hz.
O Programación 1: tiempo de subida: 3 s; tiempo de mantenimiento: 10 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 15 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm (2 canales).
O Colocación de los electrodos: los canales 1 y 2 comparten el electrodo proxi-
mal y se diferencian en la colocación del electrodo distal, que se posiciona en
la cara anterior y externa del muslo (figs. 5-51 a y b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: será necesario incrementar la intensidad de la corriente
cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-51 a
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FIGURA 5-51 b
124 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Cuádriceps: músculo vasto interno


O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 20-50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 6 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre las inserciones tendinosas en la rótula. Será necesario incrementar
la intensidad de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-52
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 125

Tensor de la fascia lata


O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 6 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular
(tercio proximal del músculo).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10-15 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar dolor
sobre el trocánter mayor y la cadera. Será necesario incrementar la intensidad
de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-53
126 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Isquiotibiales
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 10 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 16 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: los canales 1 y 2 comparten el electrodo supe-
rior en el tercio proximal de la cara posterior del muslo y se diferencian en
la colocación del electrodo distal que se posiciona en la cara interna (múscu-
los semitendinoso y semimembranoso) y externa (músculo bíceps femoral)
(figs. 5-54 a y b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 15 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: será necesario incrementar la intensidad de la corriente
cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-54 a

FIGURA 5-54 b
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 127

Tibial anterior
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 6 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre la fascia anterior de la tibia. Será necesario incrementar la intensi-
dad de la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-55
128 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Tríceps sural
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 7 s;
tiempo de descenso: 1 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular
(respetando el tendón de Aquiles).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 15 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre el tendón de Aquiles. Será necesario incrementar la intensidad de
la corriente cuando disminuya la calidad de la contracción.

FIGURA 5-56
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 129

Peroneos
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Programación 1: tiempo de ascenso: 2 s; tiempo de mantenimiento: 6 s;
tiempo de descenso: 2 s; tiempo de descanso: 10 s.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor en la cabeza del peroné ni excesiva eversión del pie. Será necesario
incrementar la intensidad de la corriente cuando disminuya la calidad de la
contracción.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-57
130 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Masaje eléctrico
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 5 Hz.
O Programación: paso de la corriente de forma continua.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 6 u 8 cm u 8 u 12 cm de goma conductora y espon-
jas humedecidas.
O Colocación de los electrodos: según la zona anatómica que debe tratarse,
sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre la zona que debe tratarse.

FIGURA 5-58
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 131

Activación de la circulación
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 10 Hz.
O Programación: paso de la corriente de forma continua.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm o 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: según la zona anatómica que va a tratarse,
sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: una sesión diaria.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el nivel de estimulación de la corriente no debe provocar
dolor sobre la zona que debe tratarse.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-59
132 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Capítulo 5.3

Estimulación eléctrica neuromuscular


(NMES): Elongación muscular

La estimulación eléctrica neuromuscular (NMES) mediante corrientes rec-


tangulares bifásicas simétricas, con el objetivo de conseguir la elongación
muscular, es uno de los procedimientos de electroterapia que mayor difu-
sión está teniendo en la actualidad, sobre todo en el ámbito deportivo y
traumatológico.
La flexibilidad ,como cualidad física ampliamente investigada a lo largo
de los años, es extremadamente necesaria para la educación y el perfec-
cionamiento de las actividades motrices. Por ello resulta muy interesante
describir los procedimientos de aplicación que proponemos, con todos
los parámetros necesarios y con imágenes en las que se exponen la colo-
cación de los electrodos y la colocación del paciente, para que los fisiote-
rapeutas se guíen en su práctica clínica asistencial.
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 133

Trapecio superior
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 3 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz), con la cabeza en lateroflexión.
A continuación, se aumenta la amplitud de la corriente eléctrica hasta que
se produce la contracción del músculo (de forma involuntaria). Resistimos
dicha contracción de forma que no se produzca movimiento: contracción
isométrica. Una vez desaparecida la contracción, parcialmente, como conse-
cuencia de la adaptación de la corriente, elongamos de nuevo buscando una
nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-60
134 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Esternocleidomastoideo (ECM)
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: redondos de 32 mm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular,
sin alcanzar la arteria carótida.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 2 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 5 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
O Contraindicaciones: pacientes con labilidad vegetativa y alteraciones de la
circulación craneal.

FIGURA 5-61
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 135

Maseteros
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: redondos de 32 mm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 2 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 7 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-62
136 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Pectorales
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular,
porción clavicular (fig. 5-63 a) y porción esternal (fig. 5-63 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 4 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 5 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
O Contraindicaciones: pacientes con alteraciones cardíacas, no colocar los elec-
trodos sobre la zona precordial.

FIGURA 5-63 a

FIGURA 5-63 b
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 137

Bíceps braquial
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 7 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 4 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-64
138 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Tríceps braquial
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 7 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 4 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz), con el hombro en extensión. A
continuación, se aumenta la amplitud de la corriente eléctrica hasta que se
produce la contracción del músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha
contracción de forma que no se produzca movimiento: contracción isomé-
trica. Una vez desaparecida la contracción, parcialmente, como consecuencia
de la adaptación de la corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva
barrera motriz.

FIGURA 5-65
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 139

Epicondíleos
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 4 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-66
140 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Epitrocleares
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 7 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 4 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-67
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 141

Fascia palmar
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: redondos de 32 mm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: la fascia es elongada, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la am-
plitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la retracción de la fascia.
Una vez desaparecida la retracción, parcialmente, como consecuencia de la
adaptación de la corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera
motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-68
142 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Paravertebrales dorsales
O Duración de fase (del impulso): 350 +s..
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 8 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz), de forma bilateral. A continuación,
se aumenta la amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la con-
tracción del músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de
forma que no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez de-
saparecida la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación
de la corriente, estiramos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-69
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 143

Redondo menor
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 7 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 4 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-70
144 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Paravertebrales lumbares
O Duración de fase (del impulso): 350 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 8 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz), de forma bilateral. A continuación,
se aumenta la amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la con-
tracción del músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de
forma que no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez de-
saparecida la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación
de la corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-71
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 145

Psoas
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: un electrodo en la región dorsal y el segundo
electrodo en la inserción inguinal, de forma longitudinal respecto al vientre
muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 5 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-72
146 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Abdominales
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 5 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz), de forma bilateral. A continuación,
se aumenta la amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la con-
tracción del músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de
forma que no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez de-
saparecida la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación
de la corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-73
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 147

Glúteos
O Duración de fase (del impulso): 350 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 8 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-74
148 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Piramidal
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 8 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-75
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 149

Aductores
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscu-
lar del músculo aductor mayor (fig. 5-76 a) o del músculo aductor medio
(fig. 5-76 b).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 7 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-76 a
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-76 b
150 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Cuádriceps (recto anterior)


O Duración de fase (del impulso): 350 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 5 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-77
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 151

Isquiotibiales
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-78
152 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Tibial anterior
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 5 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-79
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 153

Peroneos
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 6 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-80
154 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Gemelos
O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 9 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular
de ambos gemelos (interno y externo).
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 5 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-81
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 155

Sóleo
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 50 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz), con la rodilla en flexión. A continua-
ción, se aumenta la amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la
contracción del músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción
de forma que no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez
desaparecida la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adapta-
ción de la corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-82
156 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Tibial posterior
O Duración de fase (del impulso): 200 +s.
O Frecuencia de la corriente: 60 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: de forma longitudinal sobre el vientre muscular.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 5 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: el músculo es elongado, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la contracción del
músculo (de forma involuntaria). Resistimos dicha contracción de forma que
no se produzca movimiento: contracción isométrica. Una vez desaparecida
la contracción, parcialmente, como consecuencia de la adaptación de la
corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva barrera motriz.

FIGURA 5-83
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 157

Fascia plantar
O Duración de fase (del impulso): 250 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm.
O Colocación de los electrodos: el electrodo 1 bajo las cabezas de los metatar-
sianos y el electrodo 2 en la zona calcánea.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 10 minutos.
O Periodicidad: según los resultados obtenidos en la primera sesión.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.
O Observaciones: la fascia es elongada, pasivamente, hasta que aparece una
sensación de tope elástico (barrera motriz). A continuación, se aumenta la
amplitud de la corriente eléctrica hasta que se produce la retracción de
la fascia. Una vez desaparecida la retracción, parcialmente, como consecuen-
cia de la adaptación de la corriente, elongamos de nuevo buscando una nueva
barrera motriz.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-84
158 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Capítulo 5.4

Estimulación eléctrica en la cicatrización


de heridas

La curación de heridas es un proceso fisiológico que sigue un curso simi-


lar en los diferentes tipos de lesiones. Sin embargo, existen determinados
factores que predisponen que la herida no cicatrice de manera adecuada.
La estimulación eléctrica con corrientes alternas rectangulares se ha
empleado durante muchos años para facilitar el proceso de cicatrización
de las heridas. Desde la evidencia científica se encuentran referencias de
los efectos de estos procedimientos de electroterapia en la intervención en
úlceras generadas por presión, por insuficiencia vascular, por traumatis-
mos, por diabetes o por intervenciones quirúrgicas. El uso de estos proce-
dimientos terapéuticos es muy reducido en la actualidad, pero constituye
un ámbito de actuación en el que el fisioterapeuta puede intervenir de
forma efectiva.
Por ello, planteamos unos protocolos de tratamiento para cada tipo de
heridas, con todos los parámetros necesarios e imágenes que reflejan la
colocación de los electrodos, a modo de guía práctica.
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 159

Úlceras arteriales, venosas y diabéticas


O Duración de fase (del impulso): 1.000 +s o 1 ms.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: hasta nivel de sensibilidad
alta (sensación de picor). Si al elevar la intensidad de la corriente aparece la
percepción de dolor antes que la sensación de picor, deberemos disminuir
la duración de fase a 800, 600 o 400 +s, hasta que aparezca la sensación de
picor antes que el dolor.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm o 6 u 4 cm, dependiendo de la extensión
de la úlcera.
O Colocación de los electrodos: en función de si la sensibilidad de la zona está
intacta, colocaremos un electrodo en posición proximal y otro en posición
distal con respecto a la herida. En cambio, si la sensibilidad alrededor de la
herida está afectada, situaremos ambos electrodos en posición proximal con
respecto a aquélla, en la zona con sensibilidad normal.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 60 minutos.
O Periodicidad: 2 sesiones diarias con un intervalo mínimo entre ellas de 6 horas.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones, dependiendo de la afecta-
ción de la úlcera y de la cicatrización obtenida.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-85
160 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

Heridas postoperatorias con riego sanguíneo defectuoso


O Duración de fase (del impulso): 400 +s.
O Frecuencia de la corriente: 80 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: hasta nivel de sensibilidad alto
(sensación de picor).
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm o 6 u 4 cm dependiendo de la herida
quirúrgica.
O Colocación de los electrodos: situaremos los electrodos en posición proximal
y distal con respecto a la herida quirúrgica.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 120 minutos.
O Periodicidad: 2 sesiones diarias con un intervalo mínimo entre ellas de 6 horas.
O Número de sesiones aproximado: 10 sesiones.

FIGURA 5-86
Capítulo | 5 Guía terapéutica con corrientes TENS y NEMS 161

Úlceras de decúbito o de presión


O Duración de fase (del impulso): 300 +s.
O Frecuencia de la corriente: 2 Hz.
O Nivel de intensidad o amplitud de la corriente: hasta nivel de contracción.
O Tamaño de los electrodos: 5 u 5 cm o 6 u 4 cm dependiendo de la herida
quirúrgica.
O Colocación de los electrodos: comenzaremos con la limpieza de la úlcera
para retirar los restos de fármacos y tejido necrosado. Si existen oquedad o
profundidad en la úlcera (saco o fondo de la úlcera) hay que rellenar dicho
fondo con una gasa impregnada en suero fisiológico (para estimular el saco de
la herida). Sobre dicha gasa situamos un electrodo. El otro se coloca proximal
a la zona.
O Tiempo de tratamiento por sesión: 20-30 minutos.
O Periodicidad: 2 sesiones diarias con un intervalo mínimo entre ellas de 6 horas.
O Número de sesiones aproximado: 15-20 sesiones.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.

FIGURA 5-87
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Índice alfabético

A cabeza y cuello, 71
Activación selectiva, 6 miembro superior, 75
Actividad ortosimpática, 16 tronco, 84
simpática, 14 miembro inferior, 91
Amplitud, 4 Estimulación sensitiva «diferencial», 1
Aprensión por la electricidad, 23
F
B Fase de compensación, 19
Baja frecuencia, 3 estimulación, 19
Bipolar, 55 Fibrinógeno, 60
Brotes nerviosos, 14 Fibroblastos, 59
Burst, 8
G
C Gate, 2
Células T, 10 Guía terapéutica con corrientes TENS
Cicatrización, 59 y NEMS, protocolos de tratamiento, 69-107
Ciclo doloroso autónomo, 14
Colocación ideal de los electrodos, 20 H
Compresión de la raíz nerviosa, 14 Hemostasis, 60
Curva I/t, 42 Henneman, 38
Howson, 4
D
Dermatomas, miotomas y esclerotomas, 21 I
Dolor agudo, 27 Impulso alterno rectangular, 59
crónico, 28 bifásico simétrico, 55
fantasma, 15 Inhibición, 54
Irrigación sanguínea, 27
E
Electrical Nerve Stimulation. V. ENS L
Elongación muscular, 53 LCR, 15
Endorfinas, 15 Líquido cefalorraquídeo. V. LCR
ENS, 2
Estimulación eléctrica en la cicatrización M
de heridas, 158-161 Matriz del colágeno, 54
neuromuscular, fortalecimiento muscular, Metodología de trabajo, 24
108-131 Modulación neuronal, 27
elongación muscular, 132-157 Músculos atrofiados, 36
transcutánea de los nervios
(Transcutaneous Electrical Nerve N
Stimulation). V. TENS Niveles de estimulación, 19
analgesia, 70 percepción, 17

171
172 Estimulación eléctrica transcutánea y neuromuscular

P T
Parestesias agradables, 25 Tálamo, 10
Patrón de contracción, 40 Tejido conjuntivo, 54
especialmente fijo, 41 TENS, 1
no selectivo, 41 convencional, 7
temporalmente simultáneo, 41 de tipo acupuntura, 7
Péptidos opiáceos, 15 intensa/breve, 8
Percepción de los pacientes, 18 por trenes de impulsos, 8
Períodos prolongados de estimulación, 24 Teoría de la puerta de control, 10
Polaridad, 23 Tictac, 4
Potenciación muscular, 35 Tono muscular, 53
Puerta, 3 Trabajo sincrónico o alternante, 47
Punto motor, 48 Transmisión nociceptiva, 54
Puntos gatillo, 27
U
R Umbral de tolerancia, 16
Ráfagas, 8 Unidades motrices, 37
Reacción de Lewis, 61 fásicas, 38
Rectangular bifásica simétrica, 35 tónicas, 38
Reeducación propioceptiva, 48
Rigidez muscular, 26 Z
Zumbido, 4
S
Sumación espacial, 40
temporal, 40
Sustancia gelatinosa, 10

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