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Una
vuelta
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en.
Mirada
s,
voces y
lectura
s para
entend
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dónde
estamo
s
parado
s.
06/12/2021

¡Buen día!

Espero que esta semana te encuentre bien. Yo estoy contento


porque conseguí una bici. Entonces, recorro Santiago en otro
plano, más cerca de la calle, veo la ciudad de otra manera.
Puede sonar un poco naif, pero tener bici me hace sentir que
soy de acá. Y eso es algo que me gusta hacer cuando viajo:
jugar a que soy otro, inventarme una vida al menos un poco
distinta, con otra gente. Tengo también otra rutina y eso
ayuda. Y así te das cuenta que entraste, paradójicamente, en
ese viaje. Sucede, por ejemplo, cuando estás caminando por la
calle, o quizás arriba de la bici esperando para cruzar, y te
preguntás por qué no, te decís a vos mismo
que tranquilamente podrías vivir acá, al menos por un tiempo.
Ahí es cuando la magia empieza a suceder. 

Pero hay que trabajar. Faltan dos semanas para la segunda


vuelta en Chile. Estas son algunas cosas que, creo, tenés que
saber.

BORIC ARRANCA MEJOR, AUNQUE NO SE FÍA DE


ENCUESTAS
El clima en Santiago cambió. Si los primeros días después de la
primera vuelta el péndulo estaba del lado de Kast, hoy es Boric
quien se encuentra mejor posicionado. 

La sensación, que comienza a recorrer las editoriales de los


principales medios de la derecha, está reforzada con la
publicación de la primera tanda de encuestas:

Cadem. Boric: 53% vs Kast: 47% (indecisos\no votaría:


25%)

Criteria. Boric: 54% vs Kast: 46% 

Data Influye. Boric: 54% vs Kast: 41% (entre quienes


afirman que van a votar)

Activa. Boric: 42,2% vs Kast: 28,3% (indecisos: 16%; no


va a votar: 8,5%; nulo\blanco: 5%).
Es apenas una foto, pero con algunas tendencias interesantes
para hacer zoom. Una muy relevante es el voto femenino. El
crecimiento de Boric en ese electorado ha sido notable. Según
Criteria, Boric le saca casi 20 puntos de ventaja a Kast entre las
mujeres. Puede que esta diferencia sea crucial en la segunda
vuelta.

“Las mujeres decidirán esta elección”, escribió el analista


Alfredo Joignant. Lo hizo en un tuit con cita a un video donde
José Antonio Kast convoca a un “mujerazo” y pide perdón por
haber planteado la eliminación del Ministerio de la Mujer, uno
de los varios giros en u que su programa viene ensayando en
estos días. El culebrón comenzó apenas unas horas después de
la primera vuelta, con la difusión de un video de un diputado
de sus filas, Johannes Kaiser, plagado de dichos machistas, en
el que llega a cuestionar el voto femenino. Kast salió a
despegarse y Kaiser renunció a la bancada del partido, pero el
daño ya estaba hecho. 

Kast ahora va a poner el foco en ese electorado. Una de las


tendencias tuiteras de la semana, de hecho, fue
#MujeresPorKast, donde diferentes usuarias explicaban, más
que el apoyo al candidato ultraderechista, su rechazo a Boric.
Me hizo acordar a una historia fascinante. La oposición del
movimiento de mujeres de derecha al gobierno de Allende,
primero plasmado en la famosa Marcha de las cacerolas
vacías, en 1971, y luego ya como movimiento organizado a
partir de 1972 bajo un nombre elocuente: Poder Femenino. 

Todo esto lo cuenta la historiadora Margaret Power en su


libro La mujer de derecha: el poder femenino y la lucha
contra Salvador Allende, 1964-1973. Allí, Power relata cómo
ese movimiento fue una pieza clave en la oposición al gobierno
de la Unidad Popular, convocando a mujeres de clase media y
extracción obrera, además de clase alta. Una clave de ese éxito
fue que el movimiento logró instalar la narrativa de que los
intereses de la mujer, que en ese discurso equivalía a familia,
se encontraban más allá de las internas partidarias y que, ante
un gobierno que los ponía en riesgo, había que salir a
defenderlos. La prueba de su potencia fue reconocida tiempo
después, cuando Pinochet decidió desarmar la organización.
Julia Rosemberg le dedicó una columna en Un Mundo de
Sensaciones hace unos años.

Rumores. El último aseguraba que Kast se había reunido con


Franco Parisi, el candidato anticasta que salió en tercer lugar,
en el viaje relámpago que hizo a Estados Unidos en el medio de
la semana pasada (con el que sí se reunió fue con Marco
Rubio). Se especulaba con un acuerdo y apoyo a Kast, pero
fue desmentido por Parisi. Ayer el ultraderechista fue a
su programa Bad Boys, que tuvo récord de audiencia. En la
semana sería el turno de Boric, que fue criticado por prestarse
al show de la antipolítica y ahora dice que su participación está
en duda. No son pocos los que señalan los riesgos, para ambos
candidatos, de las señales para apuntar al universo Parisi.

Apoyos. Finalmente, el candidato oficialista Sebastián


Sichel anunció su apoyo a Kast. Lo hizo después de haber
presentado un documento con 9 condiciones a cumplir, como
el compromiso a mantener las leyes actuales de aborto y
matrimonio igualitario, el Ministerio de Mujeres, el Instituto
de Derechos Humanos y el multilaterialismo en política
exterior, entre otras cosas. La carta generó molestia dentro del
Partido Republicano. Pero, unos días después, y sin un
respaldo público a sus condiciones, Sichel se sumó al bando.
No fue la única carta. Desde España, Joaquín Lavín, el otro
aspirante a la presidencia de la centroderecha que se vendía
como “socialdemócrata” y a favor de cambios sociales
profundos, anunció su apoyo a Kast. 

Quiero cerrar con esta nota de Maximiliano Alarcón, porque


creo que alumbra algo mayor. El periodista viaja a Tirúa, una
comuna donde el 70% de sus habitantes son mapuches y que
se encuentra militarizada, como parte de la región Bio Bio, en
el sur de Chile. Se trata de una comuna en la que ganó Kast. Y,
si bien en general la comuna siempre ha votado por candidatos
de derecha, Alarcón encuentra que hay mucha gente que se
sentía repelida –y amenazada– por el discurso de Kast, pero
no tenía rastros de la campaña de Boric, y por tanto no se
sentían convocados a votar. Que ni panfletos llegaban (la nota
también cuenta el ascenso del evangelismo en comunas
mapuches, que también parece haber jugado un rol en la
votación a Kast). Pero Alarcón también encuentra que hoy, y
todavía sin rastros del candidato de izquierda, muchos se van a
movilizar igual contra Kast, votando en la segunda vuelta por
Boric.

Otra mujer agregó que: “Si Piñera fue terrible con nosotros,
imagínese cómo será el Kast. No queremos otro dictador. El
problema es que el Boric no nos asegura nada, ni siquiera ha
venido para acá, como si vino la Beatriz Sánchez cuando fue
candidata. Si Boric quiere ganar tiene que convocarnos a
nosotros, los que no votamos en la primera vuelta”.

Para terminar la conversación, las tres reconocieron que irían


a votar por Gabriel Boric de todas formas.

Es algo que apareció en algunas conversaciones que tuve en


Santiago, algunas en medio de movilizaciones contra Kast. Una
organización que se percibe y puede mejorar los números de
participación, pero que trasciende a Boric y su discurso. 

Faltan dos semanas para las elecciones y la campaña oficial de


la segunda vuelta, con debates incluidos, acaba de comenzar.
Muchas cosas pueden pasar.

Más Chile

El Congreso rechaza el cuarto retiro del 10% de las AFP.

Qué estoy siguiendo: edición Europa

Es como si la rueda volviera a su lugar de origen. Europa es


otra vez el epicentro de la pandemia, con dos tercios de los
nuevos contagios, y según expertos la Ómicron va a ser la
variante dominante en poco tiempo. Pero hoy quiero que
prestemos atención a otras historias que están dando vuelta en
dicha región, a la que dedicamos el segmento.
Vuelve a subir la tensión en Ucrania

Hace un tiempo contamos que Rusia estaba mandando


soldados a la frontera con Ucrania, donde hay una guerra
separatista librada desde 2014. A principios de año fueron
aproximadamente 100.000 soldados y en las últimas semanas
se habla de un contingente similar, aunque menor. Lo cierto es
que las alarmas por una posible invasión del Kremlin, que Kiev
viene formulando hace tiempo, ahora encontraron eco en
Estados Unidos. El Washington Post reveló que fuentes de
inteligencia norteamericanas creen que dicha invasión, que
sería desplegada en diferentes puntos limítrofes y con un
contingente de 175.000 soldados, podría darse “tan pronto
como a principios de 2022”. El Kremlin, una vez más, niega
estar preparando una invasión y enmarca sus movimientos
como “medidas técnicas y militares adecuadas” para lidiar con
la “creciente” actividad de la OTAN cerca de la zona.

El propio secretario general de la OTAN dijo que están


“preparados para lo peor” y advirtió que Rusia pagaría un “alto
precio” si decide avanzar en una invasión. Tras la reunión con
la alianza, hubo otra entre el secretario de Estado
norteamericano, Antony Blinken, y Sergei Lavrov, su
contraparte ruso, dedicada a la cuestión. La más importante,
sin embargo, va a ser mañana: Putin y Biden tienen previsto
una videollamada para bajar la tensión, o al menos generar
cierta previsión sobre lo que puede pasar. 

El contexto importa. La escalada se da en


plena crisis migratoria entre Europa y Bielorrusia, donde Putin
es señalado como cómplice, y mientras la certificación final del
gasoducto Nord Stream 2, que conecta a Rusia con Alemania
esquivando a Ucrania, se encuentra detenida, una de las
últimas medidas del gobierno de Merkel que deberá resolver
su sucesor en apenas unas semanas. Pero la entrada de
Estados Unidos a la primera plana del conflicto tiene, quizás,
otro significado. Lo contamos en el correo dedicado a la
retirada en Afganistán: el compromiso militar norteamericano
con Europa se ha reconfigurado. De hecho, cuando a principios
de año el Kremlin mandó esos 100 mil soldados a la frontera,
la Administración Biden admitió que no se involucraría en un
conflicto en la zona. Por eso es que esta nueva escalada
significa otro test a la nueva política exterior de la Casa Blanca.
No por nada, la semana pasada el general Mark Milley, jefe del
Estado Mayor conjunto, salió a decir que los adversarios de
Estados Unidos no deben sacar “conclusiones equivocadas”
sobre el retiro militar en Afganistán.

¿Quién le teme a Eric Zemmour?


La nueva estrella de la ultraderecha francesa, el polemista Eric
Zemmour, formalizó su candidatura a presidente. El panorama
de cara a las elecciones de abril del año próximo, donde
Macron se juega su futuro, se empieza a aclarar. Si bien los
medios franceses no están publicando muchas encuestas –
sobre todo después de una investigación de Le Monde sobre la
falencia metodológica de varios sondeos– las últimas daban a
Zemmour una posición competitiva, peleando con Marine Le
Pen, la otra candidata de la ultraderecha, el acceso a la
segunda vuelta. Ambos representan posiciones nativistas y
contra el Islam, pero la diferencia crucial de Zemmour radica
en su estilo: periodista y autor de varios libros, su aire de
intelectual lo volvió un personaje popular en los medios.
Como señala Didier Fassin, su ascenso es el reflejo de un
sistema que se ha corrido a la derecha en los últimos años,
afectando la posición de la mayoría de los partidos. 

Las bases todavía importan: en la interna de Los Republicanos,


la centroderecha que se ha radicalizado en los últimos
años, triunfó la carta más moderada como candidata: Valérie
Pécresse.  La centroderecha tradicional corre el riesgo de
quedarse otra vez afuera de la segunda vuelta.

A meses de las elecciones en el segundo país más importante


de la Unión Europea, Mundo Propio hace su apuesta: va a
ganar alguien de derecha. La cosa ya empieza a ser confusa. Ya
nadie sabe a quién se refieren cuando hablan de la “nueva
derecha francesa”. 

La Ruta de la Seda versión europea

La semana pasada, la Comisión Europea presentó Global


Gateway, un proyecto de inversiones en infraestructura en el
que planea desembolsar alrededor de 340.000 millones de
dólares. No hay eufemismos: la propia Úrsula Von der Leyen,
presidenta de la Comisión, lo promociona como una
“verdadera alternativa” a la iniciativa de la Franja y la Ruta de
China. Con África como principal foco de inversiones, la
Comisión dice que la diferencia con el megaproyecto chino es
que este sería más “sostenible” y orientado a la transición
digital y ecológica. Es curioso, pero Estados Unidos dice algo
similar cuando vende su proyecto, la iniciativa Build Back
Better World (B3W), que Biden promocionó en la última
cumbre del G7. La Comisión dice que ambas iniciativas
occidentales se van a complementar, aunque todavía resta
saber cómo. 

La noticia nos dice al menos dos cosas. Lo primero es el


intento de Europa de levantar cabeza en el escenario
internacional y proyectar autonomía en su política exterior
(debates que hemos abordado también en términos militares
en el correo de Afganistán). Lo segundo puede sonar una
paradoja, pero es la creciente convergencia que muestran
Europa y Estados Unidos a la hora de hablar y actuar respecto
a China. De hecho, la semana pasada hubo
una reunión conjunta dedicada a complementar esfuerzos en
la “rivalidad sistémica” con Beijing. 

Va a ser interesante saber cuál va a ser la posición del nuevo


gobierno alemán respecto a China, teniendo en cuenta que
Merkel fue una de las principales promotoras de mantener y
ensanchar los vínculos económicos entre ambos bloques. Acá,
Zachary Basu destaca un detalle: el acuerdo de coalición del
nuevo gobierno es el primero en la historia del país donde se
menciona a Taiwán.

Bonus track

¿El fin de Roe vs Wade? El derecho al aborto en Estados


Unidos corre peligro. La Corte Suprema está discutiendo una
ley en Missisipi que busca restringir el plazo de acceso a un
aborto a 15 semanas. Las alarmas están encendidas porque
hay riesgo de que, con su decisión, la Corte termine anulando
el fallo (Roe vs Wade) que garantiza el aborto a nivel federal.
Se trata de una posibilidad que viene tomando fuerza con la
decisión de Trump de designar a Amy Barrett como jueza de la
Corte, lo que le da a los conservadores una supermayoría de 6-
3. Lo cierto es que el derecho al aborto ya se viene limitando
hace un tiempo en algunos estados, siendo Texas el último
gran caso con una ley que lo prohibe de hecho. La decisión
final de la Corte se espera para junio de 2022, así que es
posible que empieces a escuchar mucho sobre esto en los
próximos meses.

Idas y vueltas en Venezuela. Hay segmentos que envejecen


mal. La semana pasada hablamos sobre la normalización
política en el país caribeño, a raíz de las elecciones regionales
en las que participó la oposición. Bueno, ese mismo lunes la
justicia electoral ordenó la repetición de los comicios en el
estado de Barinas, en el que el opositor Freddy Superlano le
había ganado a Argenis Chávez, hermano del expresidente
Hugo. El argumento utilizado fue que Superlano estaba
inhabilitado por la Contraloría por tener causas
administrativas y penales en estado de averiguación. Horas
después de la decisión, el propio Argenis se bajó de la
repetición de elecciones y luego se cruzó con Diosdado Cabello,
hombre fuerte del madurismo, sobre el proceso de selección
del nuevo candidato. La trama ya se empieza a leer como una
interna más dentro del bloque oficialista.

En el otro campo, una noticia de última ahora refuerza la tesis


sobre la reconfiguración de la oposición. Julio Borges anunció
su renuncia como canciller de la “presidencia interina” de
Guaidó y dijo que era momento de ponerle fin a la estrategia
del interinato. La maniobra de Borges, fundador de Primero
Justicia (PJ) y una de las caras tradicionales más conocidas de
la oposición, aísla todavía más a Guaidó y vuelve a cuestionar
su posición de líder del bloque, hoy cada vez más disperso.

Picadito

1. Pese a críticas, Biden y AMLO acuerdan reactivar el


programa "Quédate en México".
2. Afganistán: el guía supremo talibán prescribe tímidos
avances para las mujeres.
3. Irán y Estados Unidos sacan chispas en las
negociaciones nucleares.
4. Gambia: el presidente gana las elecciones; la oposición
las rechaza.
5. Turquía: en medio del desplome de la lira, renuncia el
ministro de Finanzas.

Lo importante

Este fue el mejor meme que vi en la semana. 


Eso fue todo por hoy. Gracias por haber llegado hasta acá.

Nos leemos el lunes.

Un abrazo,

Juan

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