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Decía Francisco de Quevedo que “el amor es fe, no ciencia” y, como él, muchos seguimos
pensando que el amor es un sentimiento que sigue unos procesos inexplicables, misteriosos y,
hasta cierto punto, irracionales. Pero no es cierto.
El periodista David DiSalvo, uno de los más reputados divulgadores de ciencia de Estados
Unidos, ha elaborado en su blog una lista con las conclusiones principales sobre el amor a las
que hemos llegado tras miles de estudios científicos.
El amor es adictivo
Pensar en la persona que amamos, particularmente en el inicio de una relación, dispara la
actividad del área tegmental ventral (ATV) de nuestro cerebro. Este grupo de neuronas,
responsables también en gran medida de la cognición, la motivación y el orgasmo, liberan
dopamina en los centros receptores de placer del cerebro: el núcleo caudado y el núcleo
accumbens. Esto provoca en los amantes un efecto similar al de un narcótico, lo que dispara la
adicción. El amor es como una droga.
cada detalle
Esta ventaja para las mujeres es la condena de todo hombre. Cuando el amor llama a su puerta,
el cerebro femenino muestra una mayor actividad en el hipocampo, la región asociada con la
memoria. Si ya de por sí esta región es mayor en los cerebros femeninos, cuando
estánenamoradas las mujeres recuerdan hasta el más mínimo detalle.
El contacto visual dispara el amor
Los enamorados suelen mirarse a los ojos. Y no es casual, es el vínculo emocional más
poderoso que existe, sobre todo si la mirada se combina con una sonrisa. Tras la mirada, el
mayor vínculo emocional lo constituye la voz.