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EL ESPÍRITU SANTO
El objetivo del grupo: Cuando vino el Espíritu Santo, lo cambio todo. Tomo
hombres débiles del pueblo, y los usó para «trastornar al mundo entero»
(véase Hechos 17:6). Más adelante en esta sesión leerás el relato de su
venida según aparece en Hechos 2. Sin embargo, primero es importante
entender la tensión e incertidumbre que los discípulos sintieron antes de
recibir el poder y ser transformados.
Una vez que Jesús se fue para estar con su Padre, dejó a sus
discípulos con una tarea imposible: ¡Cambiar el mundo! No puedo
imaginarme cómo deben haberse sentido los discípulos cuando Jesús
les dio esta comisión. Recuerda que estos discípulos eran gente del
pueblo, sin mayor educación. Habían dejado lo poco que tenían y
pasaron los últimos tres años de su vida siguiendo a Jesús de un
lugar a otro. Acababan de presenciar su crucifixión y conocían las
dificultades y los peligros de proclamar el mensaje del evangelio.
Los discípulos pensaban que Jesús era el Mesías, el cual rescataría a
Israel y se convertiría en su rey. No obstante, cuando las autoridades
lo mataron como a un criminal común, se desilusionaron.
Sin embargo, cuando Jesús resucito de los muertos, todo cambio.
Después de apenas tres días, lo que parecía ser un completo fracaso
resultó ser una resonante victoria.
Los discípulos se dieron cuenta de que Jesús en realidad era el
Mesías, así que le preguntaron: «Señor, es ahora cuando vas a
restablecer el reino a Israel» (Hechos 1:8). Una vez más tenían la
esperanza de que Jesús cumpliera su misión, rescataría a su pueblo y
le daría paz a todo el mundo.
Así que a los discípulos les fue dada la tarea imposible de cambiar el
mundo, pero primero tenían que esperar. Jesús dijo claramente que ni
siquiera ellos podían empezar a realizar su misión sin el Espíritu Santo.
En las sesiones pasadas hemos estado analizando cómo será seguir a Jesús.
De cierto modo, seguir a Jesús resulta fácil, ya que él nos da mandamientos
claros que cumplir:
Ama a tu prójimo como a ti mismo, cuida a los pobres, haz
discípulos, etc.
No obstante, todos sabemos que seguir a Jesús en toda circunstancia
puede ser difícil.
Cuando Jesús envió a sus discípulos a continuar su misión en la
tierra, les explico que no podían hacerlo sin el Espíritu Santo. Y lo
mismo es cierto para todos nosotros.
Simplemente no podemos seguir a Jesús sin el poder del Espíritu
Santo.
Santo.
c. O a lo mejor eres una de esas personas raras que en realidad trata
de vivir todo momento en el poder del Espíritu.
d. Sea como sea, todos podemos crecer, y todos en ocasiones nos
hemos apoyado en nosotros mismos en lugar de apoyarnos en el
Espíritu Santo.
3. Intenta evaluar tu vida con sinceridad.
a. ¿Por qué no te apoyas en el Espíritu Santo al tratar de seguir a
Jesús?
b. ¿Se debe a que no quieres entregar el control?
c. ¿Se debe a que no sabes cómo?
d. ¿Se debe a que lo has intentado antes y fracasaste?
e. Trata de ser descriptivo.
punto.
c. No leas demasiado rápido, sino permítete crear una imagen
mental y contemplar todo lo que tiene lugar en este pasaje.
Cuando hayas terminado de leer el capítulo, vuelve y trabaja
en el resto de esta sesión.,
6. Imagínate que participas en los acontecimientos de Hechos 2. Trata
de describir como habrá sido experimentar esos acontecimientos.
a. A veces no disfrutamos del poder del Espíritu Santo en nuestras
vidas porque todo lo que buscamos es una experiencia espiritual.
b. No me malentiendas. ¡Cuando el Espíritu obra por medio de
nosotros, resulta una experiencia increíble! Sin embargo, este no
es realmente el punto. Una vez que el Espíritu llegó, de
inmediato impulso y fortaleció a los discípulos para actuar.
c. Ellos no tuvieron que preguntarse unos a otro si esto es lo que
habían estado esperando, pues sabían que lo era y de inmediato
hicieron lo que el Espíritu los impulso a hacer. El Espíritu no
siempre se mueve tan visiblemente como lo hizo en Hechos 2,
pero cuando él nos guía a hacer algo, necesitamos entrar en
acción.
7. Demasiado a menudo sabemos que el Espíritu Santo está
impulsándonos a que vayamos a alguna parte y hagamos algo,
pero encontramos una explicación convincente para no hacerlo.
a. ¿Ha estado el Espíritu impulsándote a que hagas algo?
b. Si es así, ¿estarías dispuesto a levantarte y seguir su
dirección?
c. ¿Por qué dices eso?
Cada vez que leo Hechos 2, me quedo más que asombrado por cuan
sobrenatural resulta todo el asunto. Imagínate a los discípulos tratando de
planear su ministerio de alcance para el día de Pentecostés: «Esta bien,
vamos a empezar clamando que desciendan lenguas de fuego, luego
saldremos y cada uno de nosotros escogeremos un idioma extranjero para
hablar. Después que hayamos dejado a todos aturdidos con eso, le
pediremos a Pedro que predique ese sermón en el que ha estado trabajando
». No hay manera de que los discípulos pudieran haber planeado
Pentecostés, Y ese es el punto. Jesús nos ha llamado a seguirlo, nos ha dado
una misión específica y mandamientos específicos, y ha enviado al Espíritu
Santo a fin de capacitarnos para que hagamos lo que nos manda a hacer. El
llamado a seguir a Jesús y el poder del Espíritu van mano a mano.
Simplemente no es posible pensar en seguir a Jesús separados del Espíritu
Santo, y no podemos pensar en el poder del Espíritu Santo in seguir
El Espíritu Santo--------------------------------------------- -----------------------------------Iglesia de Cristo “Quito Sur”
activamente a Jesús.
Y aunque es posible que el proceso de llegar a tener más amor, o más gozo,
o más gracia lleve largo tiempo, puedes confiar en que los resultados serán
sobrenaturales. Oír a doce hombres hablar idiomas diferentes y ver a tres
mil personas someter sus vidas a fin de seguir a Jesús debe haber sido algo
bastante milagroso. No obstante, cuando el Espíritu transforma mis deseos
de dinero, comodidad y seguridad en deseos de amar a otros, cuidar a los
necesitados y hacer discípulos para Jesús, eso constituye un testimonio muy
tangible de la obra de Dios en mi vida.
El objetivo del grupo: Vivir la vida en el poder del Espíritu Santo es tan
fácil como caminar. Para la mayoría de nosotros, caminar es sencillo y sin
embargo constituye una parte esencial de nuestra vida diaria. No pensamos
en eso, pero dependemos de nuestra habilidad de caminar para avanzar a
través de nuestro día. Y para la mayoría de nosotros, caminar resulta fácil.
Estoy usando esta analogía extendida porque Pablo describe que vivir en el
Espíritu es como andar. En Gálatas 5, él dice: «Si el Espíritu nos da vida,
andemos guiados por el Espíritu» (v. 25) y «Vivan por el Espíritu, y no
seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa» (v, 16).
Me encanta la frase: «Anden por el Espíritu». Resulta muy descriptiva.
Andar es una cuestión de movimiento. Es un asunto de dirigirse en cierta
dirección. Caminar no se mide en kilómetros, sino en pasos. Por
definición, andar tiene lugar un paso a la vez.
será perfecto hasta que Jesús regrese. Oswald Chambers escribió: «No
podemos salvarnos a nosotros mismos; Dios puede hacerlo. Sin embargo,
él no nos dará carácter, Tenemos que poner en practica la salvación que
Dios ha colocado dentro de nosotros».
7. Arregla las cosas con Dios ahora mismo. No te preocupes por redactar
algún tipo de oración elocuente. Simplemente pídele que te ayude a
entregarle tu corazón por completo. Se franco en cuanto a tus frustraciones,
dudas y fracasos. Utiliza este tiempo solo para abrirle tu vida al Espíritu.
El Espíritu Santo--------------------------------------------- -----------------------------------Iglesia de Cristo “Quito Sur”
Recuerda que esto no es una ciencia. Estas tratando con una Persona, no
una fuerza. El Espíritu obrara en ti cuando y como quiera hacerlo. Así que
si no percibes que él te está guiando de una manera específica, no te sientas
frustrado. Continúa abriéndole tu vida y esperando con paciencia los
resultados. En mi vida, a veces veo al Espíritu obrando poderosamente por
medio de mi al aconsejar a alguien, orar por una persona o tratar de
resolver alguna cuestión de pecado. No obstante, la mayoría de las veces
observo la obra del Espíritu al mirar hacia atrás. Veo el progreso que he
logrado en cierto asunto, o lo que él ha hecho en la vida de alguien porque
en he estado orando, y me doy cuenta de que ha estado obrando
poderosamente, aunque a veces lo haga de forma gradual.
prójimo, cuidar a los pobres y otras cosas por el estilo, Se fiel todos los días
en las cosas pequeñas. Mientras esperas que el Espíritu te muestre el
próximo paso, no te olvides de seguir a Jesús. Un paso siguiendo las
pisadas de Jesús siempre es un paso en la dirección correcta.
8.Ya has pasado abundante tiempo en oración durante esta sesión, Así
que en lugar de orar de nuevo en este punto, quiero presentarte el reto de
que empieces a caminar. Mientras has estado orando, ¿Qué es lo que
el Espíritu ha puesto en tu corazón? ¿Qué es lo que te está dirigiendo a
hacer? Ya sea que se trate de un paso «pequeño» como orar por alguien,
o un paso «grande» como vender algo que tienes y ofrendar el dinero o
hablarle de tu fe a un vecino, es tiempo de que empieces a andar. No te
quedes preguntándote lo que Dios tal vez quiere que hagas en el futuro.
Empieza con lo que él ha puesto en tu corazón ahora mismo. V si no
estás segura de lo que Dios desea que hagas en este momento, empieza
con los claros mandamientos de Jesús. De cualquier manera, sal y
comienza a caminar paso por paso en el poder del Espíritu.