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La violencia 

es el “uso intencional de la fuerza física o el poder real o como


amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad que tiene como
resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones, la muerte, privación o
mal desarrollo.

Tipos de violencia

Violencia física
Incluye todos los castigos físicos, formas de tortura y tratos o penas crueles,
inhumanas o degradantes, además de la intimidación y las novatadas por parte
de los adultos o de otros niños. El castigo físico se refiere a todo castigo que
utilice la fuerza física con el fin de causar dolor o malestar por leve que sea. En
la mayoría de los casos, se trata de pegar a los niños (“manotazos”,
“bofetadas”, “palizas”) con la mano o con algún objeto (azote, vara, cinturón,
zapato, cuchara de madera, etc). También se incluyen las patadas, zarandeos
o empujones a los niños, arañazos, mordiscos, pellizcos, tirones de pelo o de
orejas, golpes con un palo, someterles a posturas incómodas, quemaduras u
obligarlos a ingerir ciertos productos.

Violencia sexual
Se considera violencia sexual cualquier actividad sexual impuesta por un adulto
a un niño, protegido por el Derecho Penal. Esto incluye: a) La incitación o la
coacción a cualquier actividad sexual ilegal o psicológicamente perjudicial; b) El
uso de niños para la explotación sexual comercial; c) El uso de niños para la
producción de imágenes o grabaciones de abusos sexuales y d) La prostitución
infantil, la esclavitud sexual, la explotación de niños para el turismo sexual, la
trata (dentro y entre los países), la venta de niños con fines sexuales y el
matrimonio forzoso. Se consideran también abusos las actividades sexuales
contra niños cuando el perpetrador es significativamente mayor que la víctima o
utiliza su poder, amenaza u otro medio de presión. Las actividades sexuales
consentidas entre niños no se consideran abuso sexual si estos superan la
edad límite establecida por cada Estado.

Violencia mental / Psicologica


Abuso o agresión verbal y maltrato o descuido emocional, y puede consistir en:
a) Todo tipo de interacción persistente y perjudicial para el niño;

b) Sustos, y amenazas; explotarlo y corromperlo; desdeñarlo y rechazarlo;


aislarlo, ignorarlo y discriminarlo;

c) Desatender sus necesidades afectivas, su salud mental y sus necesidades


médicas y educativas;

d) Insultarlo, injuriarlo, humillarlo, menospreciarlo, ridiculizarlo y herir sus


sentimientos;

e) Exponerlo a la violencia doméstica;


f) Someterlo a un régimen de incomunicación o aislamiento o a condiciones de
detención humillantes o degradantes,

g) Someterlo a la intimidación y las novatadas por parte de adultos u otros


niños  por medio de las TIC, como teléfonos móviles o Internet (cyber-bulling).

Descuido o trato negligente


Se entiende por descuido no atender las necesidades físicas y psicológicas del
niño, no protegerlo del peligro y no proporcionarle servicios médicos, de
registro de nacimiento y de otro tipo cuando las personas responsables de su
atención tienen los medios, el conocimiento y el acceso a los servicios
necesarios para ello. Incluye:

a) El descuido físico, que ocurre cuando no se protege al niño del daño, entre
otras cosas por no vigilarlo o se desatienden sus necesidades básicas, por
ejemplo, de alimentación, vivienda y vestido adecuados y de atención a salud;
b) El descuido psicológico o emocional que consiste, entre otras cosas, en la
falta de apoyo emocional y afectiva, la desatención crónica del niño, la falta de
disposición psicológica por parte de los cuidadores que no tienen en cuenta las
pistas y señales emitidas por los niños de corta edad, y la exposición a la
violencia y al uso indebido de drogas o de alcohol por parte de los cuidadores;
c) El descuido de la salud física o mental del niño, al no proporcionarle la
atención médica necesaria; d) El descuido educativo, cuando los cuidadores
incumplen las leyes que les obligan a asegurar la educación de sus hijos
mediante la asistencia escolar o de otro modo, y e) El abandono.

Perfil psicologico de una persona violenta

1. Irritables y desagradables. Su conducta irritable se puede ver reflejada


tanto en el habla, como en los actos físicos que realizan. A
consecuencia de esta fácil irritabilidad tienden a perder el
control rápidamente ante frustraciones de la vida diaria.
2. Tienden a realizar atribuciones externas. Las personas agresivas
suelen culpar a otros de sus propios errores, estas atribuciones pueden
ser dirigidas tanto a otras personas como a situaciones, por lo que
nunca aceptaran su parte de culpa.
3. Poseen un gran don de manipulación social. Debido a que suelen
presentarse como víctimas de la sociedad, las personas agresivas
tienden a dominar y controlar a aquellos que les rodean. De modo que,
si en algún momento alguien llegase a sentir que está siendo
manipulada, su cabeza le hiciera creer que eso no es real, sino que solo
son personas asustadas o heridas.
4. Postergan obligaciones o suelen olvidarlas si no es algo que les ofrece
un beneficio propio. Esta acción la realizan como forma de castigar a
quien les ha pedido tal obligación.
5. Realizan las tareas de manera ineficiente tratando de evitarlas o
transfiriendo toda la responsabilidad de su ejecución a otras personas.
6. Actúan frecuentemente de manera hostil o cínica. Esta forma de
actuar va relacionada con las dificultades que poseen las personas
agresivas para expresar sus emociones y decir que no. Por ello
consideran adecuado que, si se comportan de una manera hostil, no se
les pedirá nada y el resto de individuos tenderán a evitarlas a la hora de
tener que hacer solicitudes.
7. Suelen ser bastante obstinados. Son aquello que conocemos como
cabezones, es muy difícil persuadirlos o convencerlos. Además,
responderán con agresividad si se sienten muy presionados a cambiar
de opinión.
8. Se quejan de sentir una falta de aprecio. Pese a su conducta
agresiva, estas personas sienten la falta de aprecio por aquellos que les
rodea. Esta situación crea en ellos un aumento de la agresividad
desencadenada por una carencia emocional.
9. Muestran resentimiento por las demandas de los demás puesto que
tienen dificultades a la hora de expresar sus sentimientos.
10. Usan con bastante regularidad el sarcasmo. Normalmente tienden a
disfrazar las críticas con cumplidos para que, de esta manera, si la otra
persona se da cuenta del insulto o crítica escondida puedan alegar que
ha sido malinterpretado su comentario, el cual simplemente era un
cumplido.
11. Tienen falta de empatía. Este tipo de personas poseen muchas
dificultades para ponerse en el lugar de los demás y no son capaces de
experimentar en su propia carne los sentimientos que ven reflejados en
los que les rodean.

¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA PREVENIR LA VIOLENCIA EN NIÑOS?

1. Maneja tus emociones


Recuerda que los niños, niñas y adolescentes aprenden conductas
emocionales de los adultos significativos en sus vidas, por lo que la forma en
que los adultos responden a una crisis tiene impacto en ellos.
Es importante que como padre, madre o cuidador/a, aprendas a manejar tus
emociones y mantengas la calma, que hables amablemente con tus hijos e
hijas, demuestres empatía y les ayudes a comprender sus emociones. Si te
encuentras en momentos de mucha tensión y sientes que puedes perder la
calma:
 Detente y respira profundo.
 Comenta respetuosamente que necesitas un momento a solas.
 Ve a un lugar o espacio en el que estés seguro y donde puedas
tranquilizarte; puedes hacer cinco respiraciones profundas, esto te
ayudará a liberar la tensión.
 Cálmate y haz una pequeña pausa para pensar de una manera distinta
sobre los hechos.
 Reflexiona, plantéate algunas preguntas como ¿estoy esperando que mi
hijo o hija exprese una conducta acorde a su edad? ¿de qué otra
manera, a través de juegos o actividades recreativas, podría transmitirle
el mensaje para que pueda entenderlo?
 Identifica lo que sientes, puedes escribirlo.
 Regresa cuando estés tranquilo y retoma lo que estabas haciendo.
2. Comunícate mejor
Los momentos de estrés y ansiedad pueden afectar la comunicación con los
niños, niñas y adolescentes en casa. Por eso es importante buscar la mejor
manera de comunicarnos con ellos:
 Ten conversaciones con ellos todos los días, pregúntales cómo se
sienten, qué hicieron o qué van a hacer, para que la comunicación se
vuelva algo normal y sea fácil abordar temas más complejos.
 Mantente al tanto de sus intereses, qué temas les gustan, qué música
escuchan, qué grupos, influencers o artistas siguen.
 Escucha lo que tengan qué decir, no les interrumpas, respeta sus
espacios y sus silencios. Genera un ambiente en el cual ellos sientan
confianza para expresarse libremente.
 Muéstrate comprensivo en la escucha, no juzgues y evita etiquetarlos.
Con asertividad, sin alarma o asombro, expresa tu opinión sobre lo que
te dicen.
 Expresa tus sentimientos y pensamientos, así ellos se sentirán confiados
para expresar los suyos.
 Se respetuoso, no ofendas, ni digas malas palabras; evita alzar la voz y
gritar, porque si lo haces les hará sentir miedo y no querrán hablar
fácilmente.
 Refuerza las cosas positivas, felicítalos por haber sacado buenas notas
o por cualquier otro logro.
3. Demuestra afecto
Las muestras de afecto juegan un papel fundamental en el sano desarrollo.
Abrazar a los niños, niñas y adolescentes, besarlos y decirles todos los días
cuanto los amas y lo valiosos que son para ti, les formará una base emocional
fuerte y saludable para poder establecer consigo mismo y con sus pares,
relaciones armoniosas y adecuadas.

El afecto y el amor son esenciales para cada persona, si lo recibimos desde


casa, lo disfrutaremos toda la vida. Expresa a tus hijos e hijas constantemente
cariño y afecto tanto físico como verbal. Aprovechar la oportunidad de hacerles
saber cuánto los amamos es una hermosa y enriquecedora experiencia.

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