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Luis Eduardo García obtuvo el premio único de poesía infantil en el tercer Certamen Internacional

de Literatura Infantil y Juvenil FOEM , convocado por el Gobierno del Estado de México, a través
del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal, en 2018. El jurado estuvo integrado por
María García Esperón, Ninah Basich y Luigi Amara.
Luis Eduardo García
Ilustraciones: Rocío Solís Cuevas
Alfredo Del Mazo Maza
Gobernador Constitucional

Marcela González Salas


Secretaria de Cultura y Turismo

Consejo Editorial

Consejeros
Marcela González Salas, Rodrigo Jarque Lira, Gerardo Monroy Serrano, Jorge Alberto Pérez Zamudio

Comité Técnico
Félix Suárez González, Rodrigo Sánchez Arce, Laura G. Zaragoza Contreras

Puntiagudos
© Primera edición: Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno del Estado de México, 2020

D. R. © Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno del Estado de México


Jesús Reyes Heroles núm. 302,
delegación San Buenaventura, C. P. 50110,
Toluca de Lerdo, Estado de México.

© Luis Eduardo García García, por texto


© Rocío Solís Cuevas, por ilustraciones

ISBN: 978-607-490-307-2

Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal


www.edomex.gob.mx/consejoeditorial
Número de autorización del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal
CE: 217/ 01/ 02/ 20

Impreso en México / Printed in Mexico

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento,
sin la autorización previa de la Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno del Estado de México,
a través del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal.
Las cosas que no alcanzan I

Hace más de cien años, en un castillo en Italia,


un señor con bigote escribió que todo lo bello es
peligroso (en realidad escribió otra cosa, pero eso
es lo que quería decir). Estoy de acuerdo. Las cosas
bellas son puntiagudas y pueden lastimar. No toques
al tigre. Ten cuidado al arrancar la zarzamora. Aun
así las buscamos, pues son encantadoras.

Claro que también hay cosas puntiagudas que


no alcanzan a ser bellas. No a todas las personas
les gustan, pues no son agradables a la vista. Sin
embargo, algunas guardan brillos para nosotros.

9
Sr. Sonrisas

Era un rape abisal


que estaba harto del océano y puesto en una pecera.
frío y silencioso. Era un rape abisal
Era un rape abisal que estaba muy contento
que salió del agua con su nueva vida.
y casi muere asfixiado. Era un rape abisal
Era un rape abisal que se convertía cada noche
que fue salvado por alguien en una lamparita.

10
Masticahuesos A Masticahuesos no le gustaba el sabor de
los insectos. Prefería zanahorias y ramitas
de apio. Las demás plantas carnívoras se
burlaban de él todo el tiempo. Masticahuesos
se ponía muy triste.

A veces intentaba comer moscas, pero eran


repugnantes. Se las metía a la boca y después
las escupía.

Todos en el jardín le apodaron Conejo.

Conejo esto, Conejo lo otro.


Era muy humillante.

Una noche decidió que dejaría de comer


y beber. Quería secarse.

Cuando despertó, estaba en el suelo. Su


cuerpo se sentía distinto. Descubrió que en
lugar de tallo tenía un cuerpo rechoncho
y blanco. En vez de pelos sensitivos, unos
dientes muy lindos.

Con sus ojitos rojos buscó algo que comer.


Una deliciosa lechuga resplandecía muy cerca
de su nariz.

11
Cactus

Incluso ese pulpo verde y seco


todo cubierto de agujas
un día tendrá una flor en la cabeza.

12
El ataque de los gusanos
quemadores II: el regreso

Todos
eran bigotes felices.

Todos
fueron rasurados.

Ahora están aquí para vengarse


(de nuevo).

13
Vampyroteuthis infernalis

Por las noches salgo a buscar presas.


Casi siempre son pececitos coloridos
o medusas. Les clavo mis colmillos
con cuidado de no herirlos.
Luego les pido perdón. El problema
es que a veces son tan lindos
que me flechan. El problema
es que a ninguno flecho yo.
Me dejan suspirando
muy fuerte
y siempre vuelvo sola a mi ataúd.

14
No estoy castigada

Hace tiempo
en un pueblo llamado Amherst
una mujer
escribió las cosas más bellas
que alguien haya escrito jamás.

Ella creía que afuera


todo era demasiado puntiagudo
así que decidió
no salir más de su cuarto.

Las cosas bellas


se quedaron encerradas.
Pero un día
cuando la mujer no estaba más
su hermana abrió una caja misteriosa

y salieron volando como avispas.

15
Okupa

¿Fantasmas?
¿Muñecos que cobran vida?
Me da más miedo que por las noches
una tijerilla confunda mi oído
con una acogedora casita
y decida mudarse.

16
El sorprendente Capitán Bacterias

Hace dos semanas que Martín no se lava


[los dientes.
Cuando abre la boca
las flores cercanas se marchitan
y los perros huyen despavoridos.

Su mamá lo persigue con pasta y cepillo


pero es tan veloz que no logra alcanzarlo.

Todas las noches, Martín sueña que un


[dragón de Komodo
le da un beso radiactivo

y se convierte, entonces
en el superhéroe favorito de ningún dentista.

17
Mejores que los dinosaurios mágicos

Encontré una semilla seca de jacaranda


tirada en la calle.

La llevé conmigo.

Llegando a casa
la sumergí en agua con sal
y se convirtió en una raya
con un largo aguijón.

Al día siguiente la liberé en el mar.

18
Abejas

Aterrizan con cuidado sobre las flores


como temiendo despertarlas.
Para la niña

Soy áspera
mas guardo riquezas.
Arriba, la corona

por dentro
el oro más dulce
que podrías encontrar.
Encuentro

Un pez globo
se infló tanto
que comenzó a elevarse
hasta salir del agua

rápido rebasó moscas


y gaviotas
aviones y nubes.

En las alturas se encontró con un globo rojo


brillante.

Ambos se quedaron quietos


por un momento

uno al lado del otro


muy lejos de la tierra y del mar.

20
El señor Miyagi vs. Cobra Kai

Es de noche. Son muchos contra él.


Parece presa fácil
para las garras y colmillos
envueltos en músculos.

Pero por más que lo intentan


no pueden tocarlo.

Al final, los leones se marchan


hambrientos, y el pequeño puercoespín
se queda dormido.

21
Los peces espada lo aman

Mientras casi todos duermen


el pez afilador ronda cauteloso
por cuevas y arrecifes
en busca de tenazas, colmillos
y aguijones.
Cuando los encuentra
los deja como nuevos
y simplemente sigue su camino.
Eso mismo hace la poesía

El pico de un pájaro carpintero


perfora la corteza de los árboles
para extraer termitas
larvas de hormiga
y otras maravillas
que hasta entonces
permanecían ocultas.

23
Mandíbulas

Tengo el peor trabajo del mundo: Después llega mi dueño


soy una trampa para osos y dice pestes de mí.
(no sirvo para otra cosa “¡Qué inútil eres!”, grita
soy toda dientes y fuerza). rojo de furia.
Pero ¿les cuento un secreto? Me aceita, me limpia
Me encantan los osos. y vuelve a colocarme.
Cada vez que uno viene A veces me dan tantas ganas
y toma la carne que debería ser de darle un pequeño mordisco.
su perdición
decido no cerrarme.
Son tan simpáticos
y afelpados.

24
Zarza

Cuando llegó a casa


era chiquita como una mano. Sus espinas
de juguete
daban más ternura que miedo.

Ahora, si ella quisiera


podría envolverme en un abrazo.
Sus espinas, nada tiernas
parecen colmillos de gato.

Pero no es para nada una fiera, tampoco


un alambre de púas. Si le das agua
y buena tierra, dará jugosos regalos.

25
Vinagrillo

Me dicen escorpión látigo


o ¡qué es esa cosa tan fea!
Pero soy inofensivo.

Aunque estoy acostumbrado


a que todos huyan de mí
todavía duele un poco
que nadie me abrace en mi cumpleaños.

Qué lindos peines


(Guía para pescar truchas fantasma)

Primero tienes que poner un gusano


[fantasma en el anzuelo.
Después hacer
el baile más extraño que sepas
mientras imitas ruidos
de ballena.
Entonces, sólo entonces
las truchas llegarán
sacudiendo sus finos esqueletos.

26
Los cardos

Eran diez, quizá.


No sé de dónde los sacamos
sólo que estuvieron ahí
por mucho tiempo. Secos
y erizados, descansaban en un jarrón verde
como chicos punks con miradas desafiantes.

Hay un arma medieval llamada lucero del alba


que se les parece mucho, aunque los cardos son más nobles.

Aparecen en muchas escenas de mi infancia.

Me gustaría recordar qué fue de ellos.

27
Las biznagas

La carretera partía el desierto en dos. Ambos lados


estaban repletos de esas bolas espinosas
que parecían extraterrestres. Mi papá y su amigo
[bajaron del coche.
Con alguna herramienta cavaron alrededor de ellas
hasta que pudieron arrancarlas. Subieron varias a
[la cajuela.
Ya en casa, mis papás las pusieron en macetas.

Vivieron más años que mis peces, pollos, patos, gatos


y conejos.

28
Aviso de ocasión

Tiburón martillo busca


ballenas tabla Hunson Abadeer
y peces clavo
para construir una casa No es malvado. Absorbe las almas
en las aguas de Florida. de esas hormigas
para llevarlas al picnic más divertido
[del mundo.

29
La música que no fue

Era 1997.
Internet aún estaba hecho con crayolas
y la vaquita marina nadaba por los mares
sin preocupación.

Yo iba en secundaria.
Mi sueño era armar una banda de rock
con mis amigos
y recorrer el mundo
dejando una estela brillante.

Quise aprender a tocar la guitarra


pero mis manos eran torpes
como larvas.
Nunca pude lograr un solo acorde.

La púa roja
que guardo de aquel tiempo
siempre me hace sonreír.

30
Piraña

Tus películas mienten:


si metes el pie al agua
no dejaré sólo huesitos.
Ni siquiera me apetece
darte una leve mordida
(prefiero cangrejos, ranas
insectos y peces pequeños).
La carne humana me indigesta.

31
No, porque puedes cortarte un dedo

Cuando era chico


me molestaba tener que usar tijeras para niños.
Eran aburridas, con los extremos chatos
y el mango de color naranja.

En cambio, qué interesantes me parecían


las tijeras que usaba mamá: agudas
como colmillos de lobo.Tan afiladas
que podían cortar cualquier cosa.
Una vez que crecí y al fin pude utilizarlas
entendí que las cosas son más lindas
cuando están fuera de tu alcance.

32
¿Podrías buscar alojamiento
en otra parte, por favor?

La escolopendra picó a mi hija


durante la noche. Fue un caos:
gritos, llanto, visita al hospital

(al final no fue grave, no son


tan peligrosas).

Juré entonces vengarme


de todas las escolopendras del mundo, convertirme
en el Barón Antiescolopendras. Incluso
comencé a confeccionar un traje elástico
para patrullar las calles en busca de esos bichos traicioneros.

Luego, más tranquilo


pensé que tal vez sólo quería un lugar cálido
para pasar la noche
y al caminar sobre mi hija, provocó que ella manoteara
ocasionando el descontrol.

Abandoné la confección del traje


y mis malvados planes.
Todavía no me agradan demasiado
pero ya las perdoné.
Alacrana

Te dicen que comas ajo


huevo crudo
que tomes leche
chocolate
o te enojes mucho
mucho
y pongas limón
en la herida, ¿pero a mí
quién me procura?, ¿quién me da
consejos necios?
Un trasero gigantesco
me dejó toda torcida.
Luna, dame una tuna

Pero pélala primero.


La última vez
al atraparla
me hice unos guantes de espinas.

Alambre de púas

He estado aquí por doce años. Quieto.


He visto nieve, lluvia, objetos voladores
de formas diversas, cuatro mil trescientas ochenta y dos
puestas de sol. Probablemente creas que soy un tipo duro
que sólo sirve para intimidar y herir. No es así. No del todo.
He estado aquí por doce años. Mudo.
He visto a tantas vacas. Me he enamorado de ellas
una
y otra vez.

35
¿Un adolescente o una ceiba?

Tiene el cuerpo
repleto de espinillas
y sólo se baña
cuando llueve.
¿Qué es?

36
Mil setecientos kilos

El cocodrilo marino tiene la mordida más terrible


del reino animal. Para darnos una idea, la presión
que ejercen sus mandíbulas equivale al peso de tres
vacas o medio elefante. Cuando cierra la boca, no
hay llave que pueda abrirla.

Por eso es el mejor guardando secretos.

37
Visitantes

Llegan de noche a la playa


en una nave del tamaño de una casa
de muñecas.

Son cinco. Azules todos. Mantis


Se deslizan lentamente por la arena
hasta cubrirse de agua oscura. Cuando se va a misa
pájaros
Están en búsqueda de algas insectos
igual que los erizos de este mundo. y ratones
Pero una vez que las encuentran hacen fiesta.

no las comen, las tocan por unos segundos


con sus espinas más hermosas
y regresan silenciosos al espacio.

38
Moloch

Sí, parezco una piña


con patas, pero
cuando tengo sed
mi piel absorbe el agua
de la niebla o la arena
y la lleva hasta mi boca.

Tú necesitas un vaso.
Tienen cara de otra cosa I

Nos pasó tres hasta que parábamos


o cuatro veces. La felicidad un poco y aparecían esas cositas
de llegar al campo pequeñas y espinosas.
y ver esos verdes Tenis, faldas y pantalones
y amarillos invadidos. “¡Ya se llenaron
sólo nuestros. Poder al fin de huizaches!”, gritaban los adultos.
lanzar la pelota Y nos pinchábamos los dedos
sin cuidarnos de los autos, correr intentando arrancarlos.
sin la voz preocupada de mi abuela
persiguiéndonos. Era genial

40
Tienen cara de otra cosa II

Siempre he pensado que ése


no es realmente su nombre.
Estrellitas del diablo les quedaría mucho mejor.

41
Cava a dos pasos
de la higuera

Si alguien organizara un torneo de algunos lugares todavía los utilizan como


objetos puntiagudos, es casi seguro que mondadientes. Una vez supe de alguien
el primer lugar no se lo llevarían las que usaba uno para hacer dibujitos en los
tijeras ni las agujas; tampoco los palillos lomos de las mariquitas.
chinos (sobra decir que los cuchillos no
tendrían oportunidad). El sensacional Es una lástima que sean tan difíciles de
campeón sería un objeto mucho menos encontrar; realmente pocas personas
obvio: el sombrero de bruja. tienen la suerte de desenterrar uno.

Puede parecer mentira, pero los sombreros Dicen que primero tienes que soñarlos.
de bruja son tan puntiagudos que en

42
Las cosas que no alcanzan II

Ninguna quiere herirte. Pero a veces


no tienen opción. Son frágiles
y deben protegerse.

Sólo recuerda
que los corazones con púas
también laten.
Índice

Las cosas que no alcanzan I 9


Sr. Sonrisas 10
Masticahuesos 11
Cactus 12
El ataque de los gusanos
quemadores II: el regreso 13
Vampyroteuthis infernalis 14
No estoy castigada 15
Okupa 16
El sorprendente Capitán Bacterias 17
Mejores que los dinosaurios mágicos 18
Abejas 19
Encuentro 20
Para la niña 20
El señor Miyagi vs. Cobra Kai 21
Los peces espada lo aman 22
Eso mismo hace la poesía 23
Mandíbulas 24
Zarza 25
Qué lindos peines
(Guía para pescar truchas fantasma) 26
Vinagrillo 26
Los cardos 27
Las biznagas 28
Aviso de ocasión 29
Hunson Abadeer 29
La música que no fue 30
Piraña 31
No, porque puedes cortarte un dedo 32
¿Podrías buscar alojamiento
en otra parte, por favor? 33
Alacrana 34
Luna, dame una tuna 35
Alambre de púas 35
¿Un adolescente o una ceiba? 36
Mil setecientos kilos 37
Visitantes 38
Mantis 38
Moloch 39
Tienen cara de otra cosa I 40
Tienen cara de otra cosa II 41
Cava a dos pasos de la higuera 42
Las cosas que no alcanzan II 43
Luis Eduardo García
Guadalajara, Jalisco; 1984. Es autor de Dos estudios
a partir de la descomposición de Marcus Rothkowitz
(Tierra Adentro, México, 2012; Libros Tadeys, Chile,
2015), Armenia (Filodecaballos, México, 2016),
Dhigavostov (Luzzeta Editores, México, 2018),
Máquinas inservibles (Hijos de la lluvia, Perú, 2018),
Una extraña seta en el jardín (Fondo de Cultura
Económica, México, 2018) y Bádminton (Libros Tadeys,
Chile, 2018); así como de las antologías Una máquina
que drena lo celeste (Zindo & Gafuri, Argentina, 2014),
Poemas póstumos (Ediciones Liliputienses, España,
2018) y Un velo de bacterias (Ruido blanco,
Ecuador, 2018).
Recibió, entre otros, el Premio Nacional de Poesía Joven
“Elías Nandino” 2012, el Premio Nacional de Literatura
“Gilberto Owen” 2015 y el Premio Hispanoamericano
de Poesía para Niños 2017.
Rocío Solís Cuevas
Estudió la maestría en diseño editorial del Centro
de Estudios Gestalt y el diplomado en ilustración de
la Academia de San Carlos; su trabajo ha sido
seleccionado en el Cuarto Catálogo Iberoamericano
de Ilustración en 2013. Ha diseñado e ilustrado
publicaciones para el Consejo Editorial de la
Administración Pública Estatal, el Instituto Electoral
del Estado de México, Amaquemecan y Editorial
Aguilar. Su trabajo puede ser consultado en
rociosolis.wordpress.com.
Puntiagudos, de Luis Eduardo García, se
terminó de imprimir en diciembre de 2020,
en los talleres gráficos de Diseño e Impre-
sión, S. A. de C. V., con oficina de venta en
Otumba núm. 501-201, colonia Sor Juana
Inés de la Cruz, en Toluca, Estado de Mé-
xico, C.  P. 50040. El tiraje consta de mil
ejemplares. Para su formación se usó la
familia tipográfica Sassoon Infant, de Ro-
semary Sassoon, de la fundidora Monotype
Corp. Concepto editorial: Félix Suárez, Hugo
Ortíz y Rocío Solís Cuevas. Formación, por-
tada y supervisión en imprenta: Rocío Solís
Cuevas. Cuidado de la edición: Carmen Itzel
Ramírez Rosas y el autor. Editor responsable:
Félix Suárez.

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