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Análisis Económico 25/11/2021

Cátedra: Peréz Enrry Comisión 8650


Nombre : Federico Miguel
Apellido :Maguna Terrazas DNI:42145125

Politica Economica Argentina (1973 a 2020)


1973-1976
En 1973, fue elegido presidente el peronista Hector Jose Campora . Llevó adelante el denominado Pacto
Social, con resultados iniciales positivos: la alta inflación que amenazaba continuamente a la Argentina entre
1955 y 1973, se revirtió la situación de la balanza de pagos gracias a la acumulación de superávit por el
comercio exterior. El incremento de los salarios y la expansión del gasto público alentaron la actividad interna.
Tras unos meses en el poder, se realizan nuevas elecciones que dieron como ganador con más del 62 % de los
votos a Juan Domingo Perón quien confirmó como ministro de economía a José Ver Gelbard y mantuvo el
"pacto social" que regulaba los aumentos salariales y establecía controles de precios sobre los bienes de
consumo. Esto dio como resultado que los salarios reales promedio fueran un 50 % superiores a los de 1963 y
una nueva aceleración del crecimiento. En 1973 se alcanzó un superávit comercial de más de mil millones de
dólares.

La inflación se frenó, al tiempo que la balanza de pagos se vio favorecida por la positiva coyuntura
exportadora. Las mejoras salariales y el incremento de gastos del Estado estimulaban el aumento de la
actividad interna.

El plan económico político de José Ber Gelbard planificaba una distribución del ingreso a favor de los
trabajadores para el año 1980 de 58 %, superando ampliamente el 36 % de la participación salarial en el
ingreso nacional para el año 1973. La política exterior argentina correspondiente a la economía política del
tercer gobierno peronista buscó ampliar los intercambios y diversificar las relaciones económico-comerciales.

Luego de la muerte de Perón en julio de 1974, asume la presidencia la por entonces vicepresidenta Maria
Estela Martinez de Perón, por la presión de su base política (los sindicatos, en particular) y los sectores
empresarios, decide dar un drástico giro en la política económica y nombra a Celestino Rodrigo ministro de
economía que aplicó una devaluación que tuvo como consecuencia el episodio conocido como rodrigazo. Si
bien Argentina fue casi autosuficiente en petróleo, la crisis de los precios del petróleo impactó negativamente
en la balanza financiera, el país pasó de importar petróleo por 60 millones de pesos (en 1973) a $ 600 millones
de pesos (en 1974).

1976-1983
El plan económico del "Proceso de Reorganización Nacional" fue diseñado por Jose Martínez de Hoz ,
ministro de Economía desde marzo de 1976 hasta el 29 de marzo de 1981. Entre 1975 y 1990, la deuda externa
subió de 4 890 a 65 300 millones de dólares. Los desocupados pasaron de 722 000 a más de 2 000 000. La era
de sustitución de importaciones terminó en 1976 . Esta etapa se caracterizaría por las hiperinflaciones, todas
las cuales se produjeron desde 1976, cuando el índice de precios alcanzó la cifra de 444 por ciento al terminar
el año, en forma paralela con los esquemas de financiarización de la economía, desindustrialización y
endeudamiento externo que rigieron a partir de entonces. Se destacaron subas altas de precios a principios de la
década del ’80, una aceleración en 1988 y picos máximos en 1989 y en 1990. Fenómenos acompañados por
fuertes caídas del PIB. Martínez de Hoz siguió los, en ese momento, nuevos lineamientos económicos de la
Escuela de Chicago. La inflación anual de tres dígitos fue una constante en esos quince años. La salida de
empresas comenzó en 1978, con la emblemática salida de General Motors de Argentina, a la que le siguieron
Olivetti y luego un conjunto de laboratorios farmacéuticos. A partir de la Reforma Financiera de 1977, el
Estado dejó de financiarse con préstamos del Banco Central y comenzó a hacerlo con créditos internos y
externos. La demanda estatal de crédito interno contribuyó a sostener elevada la tasa de interés, por encima de
la internacional, lo cual estimuló el ingreso de capital especulativo. A principios de 1977 se implementó una
reforma que ubicaría al sector financiero en una posición privilegiada, mediante su liberalización, el alza de las
tasas de interés y una mayor vinculación con los mercados internacionales. La especulación financiera pasó a
ser un factor fundamental.

En el plano laboral Martinez de Hoz decretó el congelamiento de salarios provocando una caída del nivel de
vida de la población sin precedentes, así mismo prohibió el derecho a huelga, e intervino todos los sindicatos.
Además, el plan económico se caracterizó por altas tasas de inflacion durante toda la dictadura. Asimismo, se
incrementó la brecha en la distribución del ingreso.

En 1978, el plan neoliberal del ministro Martínez de Hoz dio indicios de ser un fracaso total: la inflación anual
llegó al 160 por ciento, y el PBI descendió durante ese año cerca de un 3,2 %. En 1979 la inflación llegó al
139,7 %, con una economía estancada. Además, se generó una fuga de capitales del 25 % de los depósitos
bancarios; los cuatro bancos más importantes del sistema fueron liquidados.

Durante 1980 las exportaciones cayeron un 20% las importaciones subieron un 30 %. En ese contexto se
produjo el “crack bancario” de 1980, que puso fin a la etapa de la denominada “plata dulce”. La quiebra del
Banco de Intercambio Regional junto con el cierre de otras 37 entidades financieras, que a su vez repercutió en
sectores industriales, originó una fuerte corrida bancaria y fuga de divisas.

En medio de una profunda crisis económica y una corrida bancaria, renunciaron el presidente de facto Jorge
Rafael Videla y su ministro Jose Alfredo Martinez de Hoz, asumiendo Roberto Viola. El 29 de marzo de 1981
asumió como ministro de Economía Lorenzo Sigaut, que dispuso una nueva devaluación que provocó que el
peso perdiera un 35 % de su valor respecto al dólar, mientras el PBI caía un 6 % interanual. Tras estas medidas
iniciales, desdobló el mercado cambiario dividiendo las operaciones con tipo de cambio financiero o libre de
aquellas con otro comercial, mientras los precios aumentaban un 155 %. El resultado de estas medidas fue
profundizar la recesión con alta inflación.

El nuevo presidente del BCRA, Domingo Cavallo , decidió en septiembre de 1982 la estatización de 17.000
millones de dólares de deuda externa privada que pasó a ser deuda pública.

1983-1989
La situación económica y social en la que Alfonsín asumió el gobierno era desfavorable, interna y
externamente. En una primera etapa Alfonsín recurrió al esquema económico que el radicalismo había
utilizado con considerable éxito durante la presidencia de Arturo Illia 20 años antes. Su primer ministro de
Economía, Bernardo Grinspun, y gran parte de sus colaboradores habían sido parte de aquel equipo. En ese
primer momento Alfonsín y la mayor parte de la Unión Cívica Radical básicamente consideraban que la
vigencia de las instituciones democráticas garantizaba que la economía diera respuesta a las necesidades de la
población.

Al finalizar 1984 el salario real había incrementado un 35%, pero la inflación alcanzó un 625% anual.

En febrero de 1985 Alfonsín reemplazó a Grinspun por Juan Vital Sourrouille con el fin de implementar una
política económica que atacara frontalmente la inflación. El 14 de junio, Alfonsín y Sourrouille anunciaron el
Plan Austral, por el que se creaba una nueva moneda, el Austral, se congelaban todos los precios de la
economía. El Plan Austral fue un plan no monetarista, que se basaba en la idea de que, en una economía de alta
inflación durante varias décadas, como la argentina, el único modo de lograr la estabilidad era frenando lo que
llamaban “inflación inercial”, es decir la anticipación de la inflación por parte de los agentes económicos. Sólo
después podrían atacarse las causas estructurales.

El Plan Austral funcionó bien al principio, pero su efecto fue efímero. Sin embargo, para 1986, la inflación
volvió a mostrar una tendencia ascendente y los precios relativos de cada sector comenzaron a verse afectados,
situación que se vio agravada por la gran caída de los precios de los productos argentinos de exportación (40%
en el período).El gobierno anunció entonces una flexibilización de las estrictas normas de congelamiento de
precios establecidas un año atrás que no dio gran resultado.

El justicialismo decidió sacudir su tradición movimentista y revalorizar al Partido político, influenciado por el
éxito de Alfonsín, La resistencia de la cúpula a ese cambio promovió rupturas y nació la Renovación Peronista
(nombre semejante al Movimiento de Renovación y Cambio de Alfonsín). Para los comicios nacionales de
1985 el justicialismo se fracturó y la UCR triunfó en todas las provincias menos dos (La Rioja y Formosa). Los
dos liderazgos peronistas más influyentes se proclaman parte de la Renovación: Antonio Cafiero y Carlos
Menem.

El alto endeudamiento externo e interno, estancamiento, escasa inversión en bienes de capital e infraestructura
y un grave desequilibrio fiscal;se sumó la pérdida del valor de la moneda Austral, llevada cabo por el Banco
Central.

1989-2002
En la presidencia de menen el principal problema que debió enfrentar al asumir la presidencia fue el de una
economía en crisis con hiperinflación y en una profunda recesión. Miguel Ángel Roig fue nombrado Ministro
de Economía, a partir de su designación se dedicó a diseñar el denominado "Plan BB". Ante el súbito
fallecimiento de Roig, Carlos Menem nombró como sucesor al vicepresidente de Bunge & Born, Nestor
Rapanelli. El gobierno adoptó parcialmente los principios del Consenso de Washington, para esto introdujo una
serie de reformas liberales: se desreguló la economía, reduciendo cupos, aranceles y prohibiciones de
importaciones, se estableció la libertad de precios y se produjo la privatización de numerosas empresas
estatales.

Con la aprobación de la Ley de Reforma del Estado en agosto de 1989, fue autorizado a privatizar varias
empresas estatales.

Con el aumento de impuestos como el IVA (del 19 al 21 %) y Ganancias aumentó la recaudación fiscal. Aun a
pesar de dicho aumento y de los ingresos generados por las privatizaciones, la situación económica se
mantenía convulsionada y a fines de 1989, se produjo una segunda hiperinflación. En reemplazo de Rapanelli
asumió como Ministro de Economía Erman González, quien impulsó el Plan Bonex (abreviación de Bonoes
Externos), que consistió en la confiscación de los depósitos a plazo fijo y un cambio de los mismos por bonos
de largo plazo en dólares. Así mismo, restringió fuertemente la emisión monetaria y redujo el gasto social. Este
plan agravó la recesión económica, pero sirvió para reducir la inflación. Se produjo el cierre de unidades
productivas que, en algunas ramas de la actividad, como la textil, fueron masivas, con la subsecuente pérdida
de puestos de trabajo.Logró reducir la inflación que terminó en 1990 en 2314 % anual. La inflación disminuyó
hasta llegar a valores cercanos al 5 % mensual en el último trimestre del año. La balanza comercial en 1990
obtuvo un superávit extraordinario. Las exportaciones superaron en un 34 % a las del año anterior, mientras
que las importaciones sólo fueron un tercio de aquellas. Para 1991 se llevó a delante la eliminación de la
actualización monetaria o desindexación, para evitar que se trasladara hacia adelante la inflación pasada.

En enero de 1991 renuncia Erman González y Menem designa como ministro de economía a Domingo
Cavallo, quien estableció la Ley de Convertibilidad. Este esquema incluyó la creación de un nuevo signo
monetario: el peso convertible, que comenzó a circular en el país desde el 1 de enero de 1992, y reemplazó a la
entonces vigente moneda nacional, el austral, con una equivalencia de 1 peso a 10 000 australes. Bajo este
sistema, el Banco Central estaba obligado a respaldar con sus reservas una relación de cambio en la que un
dólar valía lo mismo que un peso; de esta forma, se restringía la emisión de billetes como medio de
financiamiento del Estado. La aplicación del régimen de convertibilidad se prolongó hasta la crisis argentina de
fines de 2001 y comienzos de 2002.

Todas estas medidas en su conjunto lograron una estabilidad económica sin inflación significativa que ofreció
un clima favorable para el surgimiento de inversiones y el ingreso de capitales desde otros países,
produciéndose un marcado crecimiento del producto interno bruto (PIB). La estabilidad económica lograda
durante el primer mandato de Menem lo impulsaron a su reelección en 1995 con casi el 50 % de los votos. La
mejora fiscal sirvió para lograr el acuerdo del plan Brady (con los acreedores externos). El PBI aumentó un 50
% en 10 años y llegó a 288.194 millones de dólares en 1998.

Sin embargo, el crecimiento económico estuvo caracterizado por el incremento del sector de servicios y
agropecuario, mientras la industria local se contraía debido a la reducción de aranceles a bienes importados. La
estabilidad económica fue, entonces, a costa de un mayor desempleo. Entre 1990 y 1994, la productividad
creció un 7,3 % anual, pero la modernización el uso de tecnología, produjo una expansión económica poco
intensiva en trabajo. Al asumir Menem el gobierno, los valores de desocupación y subocupación habían
alcanzado picos históricos (8,1 % y 8,6 % de la población económicamente activa, respectivamente).

Hacia 1997 y 1998 la pobreza había afectado a más del 36 % de la población (13,4 millones de personas, se
encontraban bajo la línea de pobreza). En tanto que el 8,6 % (3,2 millones de personas) vivían en la indigencia.
En las regiones del noroeste, nordeste y Cuyo la pobreza superaba el 50 % de la población y la indigencia
rozaba el 20 %.

Entre fin de 1989 y 1995 la deuda pública neta del Estado Nacional bajó 3765 millones de USD, de 96 472
millones a 92 707 millones, pero esta tendencia se revirtió al final de su mandato cuando la deuda externa
aumentó hasta US$145 000 millones en el 2000.

1990-2001
La victoria de De la Rúa se debió al fuerte rechazo público hacia la figura de Carlos Menem, así como también
al deterioro de la situación económica del país, que en 1999 terminaba con una caída del PBI de alrededor de
3,4 puntos porcentuales respecto al año anterior. El país tenía serios problemas en materia educativa y
sanitaria, y la dirigencia política tenía una mala imagen pública. Además, el gobierno peronista dejaba un
elevado déficit fiscal, con un rojo de más de mil millones de pesos, una deuda externa del orden de los 150 mil
millones anuales con vencimientos de casi 25 mil millones en el año próximo. La inestabilidad económica
provocó constantes cambios en el Ministerio de Economía, pasando por José Luis Machinea (1999 - marzo de
2001), Ricardo López Murphy (marzo-abril de 2001) y por último Domingo Cavallo, que ya había sido
Ministro de Economía entre 1991 y 1996 y que había impulsado la Ley de Convertibilidad.

Debido a esto, Machinea tomó severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas. A principios
del 2000 se aprobó una Ley de Reforma Tributaria, que entre otras cuestiones, aumentó el mínimo no
imponible del Impuesto a las Ganancias y generalizó la aplicación del IVA.A esto se le sumaron recortes de
sueldos y despidos de empleados estatales, entre los que se encontraban docentes, fuerzas de seguridad,
administrativos y judiciales. La economía continuaba contrayéndose y el desempleo aumentaba. Para reducir la
presión de la deuda externa el gobierno negoció un paquete de salvataje de cerca de 40.000 millones de
dólares, conocido como Blindaje financiero.Sin embargo no fue suficiente para reactivar la economía y en
marzo de 2001 Machinea decidió presentar su renuncia.

Machinea fue reemplazado en el cargo por Ricardo López Murphy quien duró apenas 16 días en el cargo tras
realizar un nuevo ajuste del gasto público con recortes de salarios estatales que no fue acompañado por la
Unión Cívica Radical. El último ministro de Economía de De la Rúa fue Domingo Cavallo, quien ya había
ocupado ese lugar durante la presidencia de Menem. Sus primeras medidas fueron la creación del impuesto al
cheque y el recorte del 13 % en haberes previsionales y del salario de empleados estatales. La situación
económica empeoró rápidamente con aumentos del desempleo, la pobreza y el riesgo país. En noviembre se
inició una reestructuración de la deuda externa, conocida como "Megacanje". La desconfianza en el sistema
financiero produjo fuertes retiros de depósitos bancarios. Para frenarlos, el ministro de Economía impuso
restricciones al retiro de fondos, medida que recibió el nombre de "corralito".Estos hechos desembocaron en la
crisis de diciembre de 2001 en Argentina.

El desencadenante inicial de la crisis fue la imposición del Corralito, el 2 de diciembre de 2001, una
disposición del gobierno que restringía la extracción de dinero en efectivo de los bancos, diseñada por el
entonces ministro de Economía Domingo Cavallo. Esto impactó sobre todo en la clase baja, mayormente no
bancarizada, y la clase media que se vio fuertemente restringida para sus movimientos económicos. El 13 de
diciembre las centrales obreras declararon una huelga general, y simultáneamente comenzaron a producirse
estallidos violentos en algunas ciudades del interior del país y del Gran Buenos Aires, mayormente saqueos por
parte de sectores de la población desocupadas e indigentes, robos de camiones en las rutas, robos comunes y
cortes de calles en las ciudades. El 20 de diciembre De la Rúa renunció y dejó la Casa Rosada en helicóptero.

2002-2015
Luego de una semana en la que tres presidentes interinos sucedieron a De la Rúa, en enero de 2002 la
Asamblea Legislativa eligió a Eduardo Duhalde como presidente. Duhalde designó a Jorge Remes Lenicov
como su ministro de Economía, cuyas primeras medidas consistieron en una devaluación del peso y una
pesificación asimétrica de depósitos y deudas. En abril de ese año, Roberto Lavagna sucede a Remes Lenicov
y se mantiene en el cargo durante los primeros años de la presidencia de Néstor Kirchner.

En 2003 comienza un ciclo que continúa hasta 2015 formado por las presidencias de Néstor Kirchner (2003-
2007) y Cristina Fernández de Kirchner. La gestión económica de ambos gobiernos fue expansionista,
aumentando el peso del estado en la economía mediante el aumento del gasto público asociado a seguridad
social y la reestatización de empresas que habían sido privatizadas durante la gestión de Menem.

Con una política de dólar alto, que permitiría producir bienes y servicios a precios competitivos en el mercado
internacional, muchas industrias de Argentina habrían comenzado a reflorecer después de la crisis.A mediados
del año 2002 se comienzan a vislumbrar signos de recuperación económica pero la crisis recién se vería
superada en el 2005 cuando el PIB (en pesos y a precios constantes) superó el valor de 1998. Los indicadores
como la pobreza y el desempleo, se redujeron en forma sustancial desde 2002, Sin embargo, se tardaría al
menos hasta 2010 para recuperar el nivel de ingreso per cápita alcanzado en 1998.

Entre 2003/2014 la industria se expande un 76,1%, mostrando hasta 2011 tasas promedio anuales de
crecimiento industrial mayores al 8%.En la industria, el comercio y los servicios se crearon unas 200 000
nuevas empresas.Entre 2003 y 2013 la clase media se duplicó como porcentaje de la población total, lo que
implicó un aumento en ese período de 9.3 millones a 18.6 millones de personas.Durante el mismo tiempo se
crearon 6 millones de puestos de trabajo, alcanzando en 2013 una desocupación del 6.4 %, la más baja en 25
años.

En materia de deuda externa se realizaron dos reestructuraciones, en 2005 y 2010, con descuentos de entre el
66 y el 70%.En lo que respecta a la deuda contraída con organismos multilaterales de crédito, en 2005 se
abonó de forma completa la deuda con el FMI por un total de 9810 millones de dólares y en mayo del 2014 se
acordó con el Club de París abonar 9700 millones de dólares que estaban en default desde 2001.Según datos
del FMI, Argentina experimentó entre 2003 y 2013 una reducción del 73 % de su deuda externa respecto al
PIB (producto bruto interno), convirtiéndose en el país con mayor nivel de desendeudamiento en todo el
mundo.

2003-2007
La política económica del Gobierno de Kirchner continuó los lineamientos establecidos por Lavagna bajo la
presidencia de Duhalde, manteniendo la devaluación de la moneda mediante una fuerte participación del
Banco Central en la compra de divisas, impulsando mediante las exportaciones un crecimiento económico con
tasas del PBI cercanas al 10%.

Desde el principio del Gobierno de Néstor Kirchner, el papel del Estado en la economía se amplió en relación
al que tenía durante el Gobierno de Carlos Menem. Esto se vio en la estatización de Aerolíneas Argentinas,
Correo Argentino, Astillero Río Santiago y la creación de ENARSA y de Agua y Saneamientos Argentinos.

En el período 2003–2007, la industria argentina creció a un promedio anual del 10,3% en términos del Índice
de Volumen Físico (IVF).

En 2004 se aprueba el proyecto nacional de promoción del turismo, norma con la que el Poder Ejecutivo
procura generar un marco general para el desarrollo y el fomento de las actividades del sector, creando
incentivos y atractivos para sus visitantes y residentes.Paralelamente se propuso una quita del 75% de la deuda,
que implicaría una disminución de 61.350 millones de dólares sobre el capital, que se reduciría así a 20.450
millones de dólares. En junio de 2004, llega a un acuerdo Organismos Internacionales y de los gobiernos de los
tenedores de bonos en el exterior y se reconocieron los intereses atrasados. El 3 de enero de 2006, la Argentina
abonó totalmente su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) concretando un pago anticipado de
9530 millones de dólares, un pasivo contraído entre enero y septiembre de 2001, con vencimientos
programados hasta el 2009.

2007-2015
La política económica que siguió fue expansionista. Se registró un aumento sostenido en el gasto público con
fines redistributivos.La actividad industrial creció significativamente en los años 2008, 2010 y 2011, teniendo
aumentos cercanos a cero en los años 2009, 2012 y 2015, y negativos en los años 2012 en que disminuyó un
1,2 %, siguiendo la tendencia mundial y 2014, con un saldo positivo acumulado, entre diciembre de 2008 y
octubre de 2015, del 18 %.

De acuerdo con el Banco Mundial, durante los mandatos de Néstor y Cristina Kirchner, la clase media
argentina se duplicó.

Otras medidas adoptadas fueron la creación del Ministerio de Industria, moratoria tributaria y reducción de
retenciones para el agro, blanqueo, promoción y sostenimiento del trabajo registrado para las pymes, blanqueo
y repatriación de capitales y créditos públicos de fomento a la producción y al consumo, con una asignación de
13 200 millones de pesos (4400 millones de dólares), distribuidos a través de la banca privada, a bajo interés.

En los últimos años de su gobierno, se crearon 200 000 nuevas empresas en los sectores industria, comercio y
servicios. Desde 2003 se duplicó el PBI industrial, sustituyendo importaciones por 15 000 millones de dólares.
Del total de exportaciones del país, las manufacturas de origen industrial eran las principales, seguidas de
manufacturas de origen agropecuario y luego materia prima.

2015-2019
Macri adoptó una estrategia general de reformas basadas en el «gradualismo» y el «consenso» con la
oposición .Para equilibrar el presupuesto decidió llevar adelante una política de austeridad que implicó
principalmente la disminución de los subsidios a los servicios públicos. La política para contener la inflación y
la cotización del dólar estuvo basada, en una primera etapa, en metas de inflación y luego en una política de
control de agregados monetarios.Esta política, sin embargo, falló en controlar la cotización del dólar. Tampoco
logró controlar la inflación, que promedió el 40% anual durante la gestión de Macri y acumuló un aproximado
de 300% hacia finales de 2019.

Para 2017, el segundo año de su gobierno, el país estaba en el tercer puesto entre los países con mayor déficit
externo a nivel mundial, con 31.000 millones de dólares.

Modelo IS-LM

Este modelo nace de las ideas de Keynes con el proposito de dar una respuesta a la gran recesión,
él consideraba que la mejor forma para salir de la crisis era estimular la demanda y ese estímulo
de la demanda, ideas reflejadas en este tipo de modelo, que luego fueron retomadas y
desarrolladas por Hicks-Hansen.El modelo IS LM intenta caracterizar el equilibrio
macroeconómico a corto plazo, debido a que la variable fundamental de la economía son los
precios y estos son constantes por lo tanto las empresas deben ajustar primero su producción
antes que los precios.

Representa el equilibrio simultáneo entre el mercado de bienes y el equilibrio monetario de la


economía, en el mercado de bienes IS el equilibrio fundamental se da por la igualdad de la
producción y la demanda de bienes.Esta demanda de bienes tiene tres componentes el consumo
de las familias, la inversión de las empresas y el gasto del sector públicoen, este modelo lo que se
plantea es una economía cerrada, es decir no se cuentan ni las exportaciones ni las
importaciones.

El Consumo, depende de la renta disponible, la inversión depende del tipo de interés y el gasto
público no depende de nada es autónomo depende de cómo quiere llevar a cabo la política fiscal
el sector público.

Por otro lado tenemos el mercado de dinero este cuenta con dos partes importantes la demanda
de dinero (L) que depende positivamente de la renta y negativamente del tipo de interés porque
cuanto mayor sea el tipo de interés les convendrá tener más dinero en bonos y menos riqueza en
dinero, y despues esta la oferta de dinero que vamos a considerar que viene determinada por el
banco central (M) esto va a ser reflejado en un mercado de dinero. Lo que suceda en el mercado
de bienes tendrá repercusiones en la curva IS lo que sucerdad en el mercado de dinero tendrá
repercusiones en la LM, y ambas curvas determinan puntos de equilibrio que van a determinar
cuál va ser el tipo de interés de equilibrio de la economía y cual va a ser el nivel de renta.

Comentario: libro de Eduardo Conesa ¿Que pasa en la economía argentina?


El libro de Conesa se dirige como objetivo al “clientelismo político” y diversos temas como la
educacion que es un aporte mas a la producctividad, que los profesionales deben ser de oficio e
independientes del un ambito politico(partido politico, puestos del gobierno), ademas la idea de
un banco central autonomo e independiente con un medio de sostenimiento de gasto publico.

Sobre hiperinflación, sanidad fiscal y nombramientos menciona que la hiperinfalcion aquella que
supone que costo del índice de vida supera el 50% mensual. Esta ligadas a grandes desordenes en
la finanzas publicas por enfrentamientos políticos, por endeudamiento, por guerras, del origen
que provenga, se trata de emisión de moneda para financiar los gastos del gobierno y eso esta
lejos de resolver el problema.

Ademas habla de como el costo de vida aumentaba con la convertibilidad de igual modo esta
forma artificial se seguía sosteniendo. Resalta la falta de memoria en que repitamos los mismos
errores y se agrave la situación utilizando siempre las mismas formulas. Aca pone ejemplos de
la sobrevaluación cambiaria, la cual trajo y seguirá trayendo retraso igual la seguimos
implementando. Señala que no se pueden implementar las mismas formulas en la Argentina
pasada, la reconoce como marchita, con una deuda cotizada en dólares, un peso de artificial valor
equivalente a un dólar insostenible, empresas sin ganancias ni suficientes capitales para
sustentarse, mantenerse tanto en producción, mano de obra y a su vez competir con el extranjero.

Habla de la convertibilidad como un problema que fue creciendo como “una bola de nieve
inofensiva “ al principio pero que de forma progresiva aumenta de volumen hasta llegar a ser una
avalancha que arrasó con todo a su paso, como iniciaba en 1950 y que termino de explotar en
1999.

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