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EN MI TRABAJO SÍ, EN MI CASA NO

El 24 de mayo de 2015 el Papa Francisco dio a conocer el documento encíclica


“Laudato Si” (Alabado seas), y con esto nos mostró un rostro del cristianismo que
en ocasiones se ve olvidado: la ecología, el cuidado de nuestra Casa Común.
Muchos son los grupos que hemos podido estudiar esta encíclica y además
elogiarla, son cuantiosas las frases extraídas y publicadas en redes sociales, pero
¿qué impacto puede tener en nuestra Diócesis esta encíclica? ¿Cómo puedo
hacer vida en mi familia y comunidad la importancia de cuidar la Casa Común?
En nuestra ciudad según datos del INEGI son emitidos 1.3 Kg de basura orgánica
por persona al día, lo que conlleva a más de mil toneladas diarias que son
remitidas al relleno sanitario. La pandemia, según la ONU, propició el aumento de
2,613 toneladas diarias de desechos en el mundo.
Otro dato importante es que el relleno sanitario en Ciudad Juárez tiene proyectada
una vida útil de 50 años, inició operaciones en 1994 lo que representa más de la
mitad de su vida útil.
La conciencia del juarense respecto al medio ambiente parece estar partida en
dos: una en el trabajo, donde se cumplen las normas al pie de la letra; y la otra
parte en los hogares, donde no separamos basura según su tipo, tiramos basura a
la calle y lotes baldíos y llenamos alcantarillas de basura para luego quejarnos de
nuestras calles.
La industria maquiladora para poder operar debe cumplir con cerca de 15 normas
ambientales, contar con permisos de generadores de residuos, y la ley general de
medio ambiente los hace responsables de sus desechos hasta por 10 años. El
personal debe estar certificado y contar con capacitaciones constantes.
¿Necesitaremos acaso leyes, multas y sanciones severas para tomar conciencia
ambiental?
Cuando uno se adentra a conocer un poco acerca de las condiciones sobre las
que operan las maquiladoras y el alto grado de responsabilidad social al que están
obligadas, nos podemos dar cuenta que jurídica y administrativamente ha habido
avances en esta materia.
El Banco Mundial publicó el documento “Los Desechos 2.0 Un panorama mundial
de la gestión de desechos sólidos hasta 2050”. En donde muestra que el 44% del
total de los residuos mundiales son orgánicos, en su mayoría provenientes del uso
doméstico.
Estamos ante un trastorno cultural en la ciudad, en donde respetamos más el
lugar donde trabajamos que el lugar donde habitamos. Y es aquí en donde
podemos iniciar el cambio de conciencia y cultural para desarrollar una “ecología
integral” con verdadero sentido cristiano.
Con pequeñas acciones podemos hacer la diferencia, pasar de la teorización a la
práctica, buscar la separación correcta de los desechos, incursionar en el
compostaje de residuos domésticos, plantar un árbol, solo así en este ritmo lento
pero seguro podremos dar pasos firmes ante tanta apatía e indiferencia.
¿Qué ciudad queremos ofrecer a nuestros hijos e hijas? ¿Buscamos entregarles
letras de documentos que murieron en escritorios y libreros porque nunca tuvimos
el coraje de hacerlos vida? ¿Será necesario que regulen los desechos domésticos
tanto como los industriales?
Es esta una enérgica invitación para “salir al encuentro” de nuestra ciudad que es
nuestra “casa común” y sumarnos a los esfuerzos que ya existan. La Iglesia
Católica cuenta con comisiones y dimensiones sobre los temas de sociedad y
medio ambiente, es importante conocerlos y formar parte de ellos.

Dios bendijo a Ciudad Juárez!!

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