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Lcdo .

Ender Criollo: les presento una aproximación al poemario del Prof Luis Briceño
como un aporte, una pulsión (Kristeva dixit) a su atrevimiento escritural y a su inventiva
poética.

Atisbos, encuentros y desencuentros: La filosofía chamánica callejera.

Iniciar un recorrido por el Yo poético, con sus monemas-palabras nada más, es dejar al
lado la riqueza de significados, normalmente exprofeso del autor que lo acepta, de su
paratexto que logra un entramado de significantes en cualquiera producción poética

En ese sentido el poemario “La filosofía chamánica callejera” nos lleva a los significados
de su paratexto (ver portada)…Va haber un cruce de miradas desde el lenguaje pasado
próximo con el devenir y las falencias del producto cultural de la ciudades, de la
civilización actual, con sus piedras, sus bemoles, desde la virtualidad y lo factual. El
lenguaje con sus arcaísmo observa a los lejos y desde arriba, al cosmo-ciudad y sus
prácticas culturales; algunas de resistencia y otras de réplica de la dominación.

Hemos dividido, luego de una lectura rápida, pero no menos acuciosa, el poemario en dos
(2) encuentros medianamente sólidos. Y los atisbos para todo el recorrido del poemario en
sus momentos cruciales, para significar. Obligatoria la salvedad que esto siempre será una
aproximación, sin contaminantes lecturales del prólogo y el epílogo. No creo que lo
necesite la estructura poética.

Primer Encuentro, o los Caminos que se bifurcan

Cuando el encuentro del Yo lírico se realiza en un mundo mágico, misterioso y a la vez


conocido, las imágenes se van hilvanando desde los recuerdos, el asombro, y el vislumbre
que le da la intertextualidad a los versos andantes y parlantes…así encontramos cómo se
observan las ideas con la puesta en escena de una nueva Alicia, que ya no usa espejo, sino
sustancias para viajar desde todos ángulos…

Se venden ideologías al mayor y detal Made in extranjeras


Hoy ultramar es una carabela de oro y cocaína
Mientras la soberanía desfila bajo el logo de un Ferrari
No sabemos qué va a pasar pero intuimos la llegada de algún mesías
Coronas Cristos ilusiones y bailes impregnan nuestros días
La impronta es un facsímil decorada de almidón
Al ritmo que un psiquiatra juega al ajedrez con una Alicia intoxicada

Una insoslayable participación del Yo en pasado-presente de un aspirante a Chamán pero


con mejores dotes de Arawiku (versificador o poeta incaico)

1er Atisbo

Este errante sitiar y mirada del poemario nos cruzan las imágenes y visiones de un Yo
saltando de otros poemas para engullir su comida; esta vez no con los dientes de Berenice
sino con los de Alicia…

¡Ciudades arden y Alicia aguarda a la cena!

Sigue el encuentro…

El poema “soledad” nos aproxima a la escena del yo articulando rostros desde mundos
culturales. Aquí la tal soledad puede que sea intrínseca porque el yo se posesiona en
riquísimos conocimientos

Como el suelo desolado de la arena un guerrero triunfal se ahoga en el


[horizonte del coliseo
Poros respira un álgebra de 3.14159265
Penía llora el silencio siniestro cósmico de la supervivencia
Se comprimen mis visiones de melancolía
Y un sentimiento de agobio machaca la cavilación
Tengo los días contados como una tarde de infierno entre cristianos y ateos
Bajo la vela se esconden las sombras de mi atalaya ciega
Y el fogón de sueños es un oasis de sal y azúcar
Mis apasionantes días se esfuman como dioses de rapiña
Desalineo frente al ojo capaz de pulir un zapato como espejo de
[cristalería japonesa

Con “Long distance calling”…hay un vehículo de la memoria de la puesta en escena de un


pasado próximo que mantuvo en vilo al mundo con los desvaríos de dos potencias que se
repartían el mundo; el mundo bipolar de ese entonces. Cuya única relación era un objeto
para anunciar o denunciar sus desmadres
El teléfono rojo estalla en la dimensión de tus pupilas psicodélicas
Pasajes de piano guitarra y batería se deslizan bajo tu piel de camaleón
Mientras las angustias y el tedio se disipan a horcajadas

Llegar, si alguna vez nos hemos ido, al lugar del encuentro niño-fábula-lección de “Tu boca,
ricitos de oro” nos retrotrae a lecturas, risas y alegrías del pasado…

La frontera de tu boca galopa sueños como la fábrica de chocolates


Mientras el crepúsculo de los Dioses se disuelve como polvo del Sahara
Un cosmos dividido por la necedad de los hombres irrumpe mi odisea
Vuelvo a los recuerdos de café con leche y arepa con mantequilla y queso
Del timbre de las doce y mi mamá en la puerta de la escuela

Verdaderamente es dejarnos atrapar, con su mano tierna amante y dura, del amor
incondicional de la madre con sus sabores, olores y vivencias únicas para cada ser y para
los otros. Lo que produce en uno se replica en los otros; es la bendita otredad del ser.

“De cárceles e infiernos”…poema expectante de la cultura “cerrícola” bien descrita, o más


bien narrada, por Ángel Gustavo Infante en sus cuentos urbanos, que nos cerca con esa
rémora cultural, ojalá tuviéramos otro sustantivo o adjetivo para ese mal, que aún atosiga al
contexto latinoamericano: el malandro…

Un malandrín increpa una reunión con tosquedad de metanfetaminas


En su psico-terror pistolero de telenovela Colombiana
Expone su prontuario policíaco
Acto seguido exige la botella
Te abraza y con la letanía de su rezo comienza el reto de la danza malosa
O mejor dicho
Del Polvorín mágico humeante…

Tal vez esa subcultura se inició, sobre todo en las grandes urbes, con el conocido
“arrocero” o “coleado” de las fiestas en los barrios. Aunque estos no se distinguían de los
invitados porque sus ropas eran tan vistosas y caras como la de ellos. Hoy al malandro se le
recuerda cuál será su encrucijada, como dice estos versos…

¡Malandro serio no es tan hocicón!


¿Cómo hiciste para sobrevivir en la cárcel?
De recoger jabones
Lavar interiores
O evangelizador

2do Atisbo

¡Cine mágico y maravilloso mundo! Nos dice el poema “ ¿Será?”, usado por el yo como
móvil para llevarnos a conocidos sitios cinematográfico con la carga que ello conlleva…

¿Y qué es la felicidad?
¡Un grito de libertad cerebral!
Corazón valiente ante el verdugo de la perra Inglaterra

Este poema nos demuestra como el Poeta-Poema-Saber es un microcosmo indisoluble que


debe ser tomado en cuenta para des(velar) significados aparentes y no tan aparentes. En
esta estructura se encuentran lo cultural, el saber, el conocimiento y las vivencias urbanas y
de pueblo…

La felicidad es la brisa de un domingo que corre por las venas de un río bravío
Huyendo del tedio que malgastaba los años de nuestros antepasados
Es viaje en bus vagando por la ciudad
Corriendo de la demencia dipsomaníaca
La felicidad es una tarde de mangos verdes con adobo
Y columpios en los árboles
También de olas por bahía de Catia
Y de entrompes con el carajito que nos sometía en la escuela
Es el llanto dibujado en el rostro de una madre abandonada por la diáspora

Quién haya vivido en Caracas, antaño, y no disfrutó, vivió, y gozó las trompadas que se
daban los mozos que salían del Cine Ayacucho, a un lado del Capitolio, no supo lo que es
vivir una infancia dura pero sabrosa, como nos los dice el poema…

También coñazos patadas y kung-fu con los fraternos


Porque cuando creces algunas raíces suelen abandonarnos
De ausencias que duelen como agujas

Con el poema Ministerios del hambre: Salarios del miedo, inicia la voz poética el recorrido
por las ideologías, las pantallas de cine, la realidad que golpea las mentes y el factum que
se muestra en el estómago. Poema crudo, vibrante y llena de imágenes de antaño, de hoy y
del futuro, por lo que vemos a diario ¿o es que podemos salir inmune ante estas
tormentosas imagenería del yo? De los versos desgarrados que nos dice…

Mientras el niño grita de ansias


Las tripas se corroen en su ínfima dimensión
Y el negrito sofista exclama desde su sillón:
Docente valiente docente vencedor ¡no seas cobarde!
Mientras del otro lado su colega aúlla con desgarro y nos recuerda:
A veces los niños me dicen en el salón que tienen hambre. Antes les daba comida.
[Pero ahora yo también tengo hambre.

No es nada fácil hilar palabras enfocando un toque poético con esas palabras que de
hermosas no tiene ni el nombre. De aquí en adelante, estos han sido los enunciados poéticos
que abrirán las puertas de una caja de pandora, venezolana.

Si armar una episteme que cambien, mejore o suplante un saber conocido y manejado por
un conglomerado o que sirva de pulsión para utilizarlo como un universal más es
sumamente difícil y tortuoso por el rigor, imaginar una episteme que marque los futuros
recorridos de un poema, del poemario o del ars poética particular es una tarea bastante
ardua y hasta de riesgo. Veamos el poema Ciencia…
La episteme de tu ciencia
Incita un descontrol de huelga estudiantil
No como la Roja y el desalojo de residencias capitalinas
Tampoco Proselitistas de adolescentes semibalbuceantes
Con sabor a “compra$” del tan odiado capitalismo
Tablets de rifa y desmadre
Y charlas ideológica$ con estupefacientes de una $odoma-Gomorra
[pre$idencial…

Porque la episteme del yo poético es amplia y sencilla, de barro y de angustias ajenas y


propias, aun así es largo el recorrido…

La episteme de tu ciencia no es eso


Jamás podría llegar a serlo
Tampoco un Darwin
Mucho menos un Pascal
La episteme de tu ciencia…
Es un largo recorrido de girasol con néctar y polvo sideral
Como una representación tetracromática de un gran turpial

¿A dónde nos lleva la episteme de este entramado de imágenes? No al lugar dócil del
Paraíso como nos los dice…
No es este el reino de Dios
Ni el magisterio de Satán
Tan solo es la bandera
La cumbre
El parnaso
Un olimpo

Sino al lugar donde somos instrumentos y nos manejan desde infinitos lugares. Donde nos
ubican como seres en series, sin individualidad, pero con etiquetas…

De un lugar “mecánico” llamado:


“Civilización”

Con Un gato con aires de filosofía …hay un cambio total en el devenir de los versos poéticos.
Ahora el Yo se desdobla, como mirando un espejo infinito, en múltiples rostros, caras y voces
que barajan la introspección particular del viajante…

Eso soy…
Un astronauta en medio de una nave averiada
Un indio que aúlla
Un hueso ligado a los espíritus
Eso y más…
¡Soy!

Cuando se reconoce es cuando puede mostrar su verdadero rostro, mutado, multiplicado y


sentido por el Yo poético. Esa insistencia de reconocer y reconocerse en otros es típico del
devenir cosmológico del hombre y la preocupación, desde siempre, de la civilización y su
producción antropológica cultural.

Desencuentro
Un Gato con aires de filosofía por sus toques de imágenes lúcidas, sencillas y sustantivas
produce una ruptura del poemario al introducir, casi con una voz confesional, elementos de
un poema de vuelo alto. Por eso se considera como el primer desencuentro de la errancia
del Yo poético

Sigue el primer encuentro…


Rodilla en tierra…es la puesta en escena de una realidad cercana, precisa y vivida. Pone en
imágenes poética el vivir desgarrado de un contexto propio, el nuestro…

Ayer decía el populismo


Recuperación económica al 100%
Este es el año de la victoria final
“Tal vez quisieron decir entre líneas del guiso anual”
De la supuesta llegada del mesías y mentadas declaraciones patrióticas
[sólo quedan restos de un “Bolívar” desahuciado

Desmontar o reconocer su intertextualidad es sencillo porque reproduce el día a día, las


vivencias y las agonías de nuestra realidad
Este será el año de felicidad para todos todas y “todes” los y las “venezolanes”
Pronunciaba el fulano
Con el pueblo en la boca y la cruz en la mano

Su etiqueta no pasa de ser una estructura de compromiso del poeta y el uso de palabras
archiconocidas para articular un grito, un señalamiento y una denuncia. Otrora, en un
tiempo preciso y conocidos por todos, era la forma poética per se de una sociedad. Luego
execrada por las tendencias de libertad absoluta del autor y vuelta a tomar en cuenta porque
el artista, el creador, el poeta, no es ni una tábula rasa, ni un ser abstraído
Mientras tanto la supuesta estratagema contra el imperialismo
Hace ecos de guerra en los medios y amor en las finanzas
Invocando perniciosamente a los tiempos coloniales

Citamos estos versos que sustenta nuestra aproximación al poemario Filosofía Chamánica
Callejera, para dejar mayor evidencia de los enunciados de análisis

Desencuentro II

Este poemario Poema XIV también es un desencuentro, felizmente, del poemario. Poema
casi hermético que rememora los cánticos antiguos árabes y la tradición literaria latina…
Cabeza de búfalo
Embrión de Zeus
Huesos de Sadi

Este entramado poético, de gran extrañeza, dentro del poemario Filosofía Chamánica…
nos lleva en vilo hasta el siglo XII cuando Sadi articula la estructura siguiente: Todo
hombre es como un hueso/siempre ligado a otros… así en esta elevación el Yo nos sitúa en
culturas alejadas, disímiles y a la vez, si nos atenemos a las nociones del antropólogo Levy
Strauss, comunes, porque son expresiones del hombre, de sus productos culturales y de sus
desaciertos.
Ese juego con la mitología, la medicina y la realidad americana, hace de estos versos un
poema con mucha fuerza enigmática y a la vez, conocida, culturalmente. Parafraseando,
poéticamente, a Sadi…cada verso nos une a otro verso. Cada poema nos une a otros
poemas. Cada poemario nos une a otro poemario. Y cada poeta nos une a Otros poetas, y su
devenir.

Para Garsilaso los Amautas, los filósofos, componían comedias y tragedias en el imperio
inca, y no les faltó habilidad para su creación en días solemnes y sus respectivas fiestas. A
ese devenir llega el Yo del poema Apóstrofe para un caminante semiconsciente

Un hombre viaja al corazón del imperio Inca


En su afán letrado describe una ciudad de cielo gris y sombras
Un cuarto trágico sin ventanal
Y espasmos de una mar melancólica
No es Ramón Sampedro
Menos un Aimara
Huyendo, “viviendo” o sobreviviendo persigue un sueño
¡Vaya usted a saber!

Observa los despojos, las cenizas, la nada que deja el hombre tras sus ansias de posesión,
dinero y poder…no describe un Jailli, himnos sagrados incas, por el contrario arroja la
muestra descarnada del hombre y su casi labor sísifica: destruir, construir, destruir…

Mientras el carbón se posa en sus entrañas


Una estampida de nostálgicos (internavegadores) viajan con él
Alude un sentir somnoliento frente a la casa que le acoge
Pulverizando de facto años de resistencia y memoria ancestral
Chamán Blues… Inicia los encuentros y desencuentros del Chamán en todos los tiempos, en
todos los contextos, mostrando quién es y quién no es; como un elemento estigmático de las
sociedades y sus civilizaciones…

Soy un chamán en trance hipnótico eterno


Desparvado por aceras de una metrópoli intoxicada por las nubes del progreso
Soy un chamán desprovisto de trajes y etiquetas
¡Primitivo y rudimentario!
En medio de veladas funestas de fe y corazón con Cádiz de acero.

Chamán que son los chamanes desde distintas épocas y diferentes culturas: amerindias y
mexicalis.

Soy un chamán que respira fuego entre aullidos y silencios


De calzón
Huaraches
Y Penacho

Y de nuestro continente propiamente. Haciendo su voz las voces de todos y de los


otros, de los olvidados y de los nombrados…

Soy un chamán hecho con polvos de huesos Kuikas Navajos Cheroquis


[y Mapuches

Hasta que él nos muestra su faz, simple pero sustantiva para el hombre americano en
su gran dimensión, y en su personalísima identidad, la calle…

Soy un chamán de filosofía ancestral callejera…


En medio de un gentilicio que me hace vomitar
En medio de un gentilicio que me hace respirar
En medio de un gentilicio que evoca espíritus de milenios

Así el poemario Filosofía ancestral callejera nos va evocando, conceptos, categorías,


nociones de una modernidad raída, alejada y lejana de la elevación del hombre de su
estabilidad psíquica, de su bienestar individual y del bienestar colectivo, del ser ajado de
tanto estrujarse entre ellos mismos; para extraer ,quizá, qué almíbar extraño que satisfaga a
unos por encima de otros: la tragedia postmoderna, los insomnios, el amor (cuando no
pues), el cine, la música, nuestra comarca y los más vilipendiados, los poetas.

Segundo Encuentro o los Caminos de un solo camino


Tres poemas nos llevan a separarlos de la estructura poemática, tal vez un error de rigor
analítico, pero creemos desde la lecturabilidad, producida por el asomo de diferentes
lecturas y su intertextualidad, que nos puede permitir una mirada más cercana, más
totalizante y más de gusto poético. Se trata de los poemas “Puñal y alcohol, Humanidad en
descenso y Eros en franca agonía”, porque como se irá desvelando, muestra tres productos
poéticos bien facturados y una articulación del hombre en sí y para sí…

Con Puñal y alcohol se explora la voz, más del tipo confesional que la de un Yo subjetivo,
aislado o distante. Se llega a la visión de estar frente a una estructura poética bien pensada y
armada de elementos particulares y vivenciados por ese algo que hace la diferencia entre
percibir un arte o estar frente a algo mecánico como un rompecabeza de adjetivos.

No puedo evitar entregarte mi corazón desnudo


Dibujar la secuela de tu rostro afable
Me reduzco a cenizas
En el único lugar que parece ser mi última morada
Y tú presentemente ausente
Sepultas los restos de un alma desahuciada
Puñal y alcohol ante la presencia vertiginosa de la única copa que me queda

Puñal y alcohol va más allá de la búsqueda de situaciones ocultas, peripecias de cualquier


Chamán y nos muestra un cambio, para mejorar claro, en la estructura poética y en las
imágenes con alto vuelo.

Si queremos saber o sentir cómo el Yo observa lo humano, lo cotidiano, que en vez de


realzar la vida, va en caída libre en un descenso perenne, detallemos lo que dice
Humanidad en descenso
Besa con pasión los labios que sudan la faena
Tiñe de terciopelo las manos que blanden los sacrificios
Aviva la leña sobre estufas con sabor a hogar
Reza en la cripta de tus sentidos más hondos
Incendia a los dioses nacidos de la esperanza y la fe
Duda de un mejor porvenir más allá de los cielos
Acude al origen
Lo esencial

La fronda

Bajar, viajar, llegar al lugar donde nace las plantas, la naturaleza es el único sitio en el cual
el Yo se siente seguro, desechando el cielo, lo etéreo, para surgir en sus próximos avatares
del vivir.

Es el viaje iniciático para dar una oportunidad a la humanidad de salvación planetaria. Es su


propio beatus ille que clama dentro del poema
Erige la vida entre las flores
Procuremos salvaguardar las sonrisas del niño que no hemos matado
O las miradas cálidas y persistentes

Y termina la voz, luego de tantas advertencias, mostrando hasta dónde nos puede
llevar esa gran locura que llama “razón mecánica” o razón instrumental…

La era del sol naciente se acelera


Y las galaxias se juntan como sueños de un big bang
Despiertan dilatados los corazones mecanizados
Los humanos se han extinguido

Creo que no podía falta en un recorrido por las calles, del pueblo, de las ciudades, mirar y
mirarse con el Eros en franca agonía. Como se denomina el último poema de este
acontecer chamánico filosófico que es más callejero que de aspiraciones académicas o de
grupos acartonados con perfume y alcohol etílico…

Pienso en la luna de George Méliès


En la violencia de las rosas
Pienso en la patria
Ese raro invento de los humanos por erigir fronteras
Pienso en Celeste y también en los últimos Caballeros
Esos cínicos que aún deambulan en medio del frenético ruido que
[abunda en las ciudades
Un eros que pertenece al elemento vital del ser humano que se ve separando y
edificando barreras para contenerse y aspirar seguir siendo humano. Más aún es esos
sitios donde la cotidianidad es trasmutada en bloques y aire/acondicionado: la ciudad

Y que también revisa ese producto cultural que de resistencia no tiene nada y es más
bien una práctica cultural de dominación: los ídolos

Pienso en J.Lo y también en Maluma


Esos raros ídolos hechos a imagen y semejanza de los nuevos tiempos

A partir de esas imágenes el poema Eros en franca agonía se convierte en un ariete que
va revisando, y golpeando, todo el acontecer cultural del hombre. Desde lo sustantivo, que
es la madre, hasta el toque a lo ontológico y a las preguntas que desde siempre el hombre se
hace, y se hará, porque su final real sería si algún día dejáramos de interrogarnos y
cuestionar las procedencias de las ideas, de las cosas, de la objetividad. Saltando de o
cultural a lo religioso y así con una especie de Viaje a la Semilla pero invirtiendo la llegada.
Tal vez La Filosofía Chamánica Callejera sea una especie de sepultura – me gusta
recordar lo que Baudrillard dice de la etnografía a propósito del trabajo de Castaneda, en
Cultura y Simulacro- de esos aspectos culturales que escudriñan al hombre y lo muestra
desnudo, tal y como es. Sin máscara.

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