Está en la página 1de 3

La introducción es el punto clave, tras pasar por el título, en el que un lector

decidirá si te sigue leyendo o se va. Y es una de las partes más difíciles de


escribir.

Para facilitarte la tarea, puedes utilizar cualquiera de estas “fórmulas” para


empezar un post.

Ejemplo: 7 de cada 10 blogs en castellano no superan las 100 visitas al día.

El dato que compartes debe ser ligeramente desconocido (si todo el mundo
lo sabe no tiene gracia) y 100% relacionado con el post, salvo que lo mezcles
con una pequeña metáfora (punto 3).

Ejemplo: Hoy no te voy a contar cómo crear un blog en 7 pasos, te voy a contar
la historia de María. La historia de una estudiante de Publicidad y Relaciones
Públicas que pasó de no saber ni qué era WordPress a dominarlo y crear un blog
que le generaría, en un futuro, más de 1.000€ al mes.

Las historias funcionan y no hace falta que te repita, a estas alturas del
curso, por qué.

Mezcla un post con una historia, desarróllala a través del mismo y verás
como todo el mundo quiere llegar al final para saber el desenlace.
Ejemplo: Crear una página de ventas es como cocinar tu plato preferido…

Hay sectores en los que las metáforas funcionan bien porque no son
demasiado gráficos.

Por este motivo, en sectores más “aburridos” funcionan bien las metáforas
referidas a la cocina, deporte, etc. Además, es una buena forma de hacer
ver que todo es más fácil de lo que parece.

Utiliza metáforas relacionadas con los gustos de tus clientes (series,


deportes, juegos de ordenador, aficiones, etc).

Ejemplo: Hace unos días mi padre me vino diciéndome que conocía a


nosequién de Telefónica y que podría conseguirme un trabajo en Madrid. Mi
padre sabe perfectamente que estoy dado de alta de autónomo, que estoy
trabajando y que tengo un sueldo más o menos decente para el tiempo que
llevo. Sin embargo, sigue pensando que lo mío no es un trabajo.

Si tienes historias de clientes, trabajas con un freelance con buenas historias


a utilizar o estás escribiendo para tu propio blog, las anécdotas personales
son un gran inicio.

Crean una buena relación con el lector, son más personales que
simplemente escribir lo de siempre y generan más comentarios e
interacción por esa cercanía.
Ejemplo: ¿Sabes qué es lo más importante a la hora de prepararte una
maratón?

Hacer preguntas funciona (casi) siempre porque dejas abierto un problema


y el lector querrá la respuesta.

Siempre que esta pregunta no sea estúpida y tenga una respuesta muy
sencilla, funcionará. Crean una “incomodidad” en el lector y les hacen leer
para encontrar una respuesta dentro del post.

Ejemplo: Una receta no tiene alma. Es el cocinero quien debe darle alma a la
receta (Thomas Keller).

Las citas célebres son brutales generadores de compartidos, retweets e


interacción. Y además generan expertise alrededor de la figura de quien las
usa, ya que se contagia un poco la autoridad del autor de la cita a la del
autor del post.

Empieza un post con una cita de este tipo, que tenga relación con el
contenido, y facilita que se comparta de forma sencilla con un plugin como
Click to Tweet.

Ejemplo: En el artículo sobre cómo escribir títulos para posts, Miguel me


preguntó “Javi, ¿cuál es la parte más importante de un artículo una vez hemos
escrito el título?”. Y hoy vengo con la respuesta a esta pregunta.

Es una forma de mostrar a los lectores que estás a su servicio, que los lees
y que cuando comentan sirve para algo.

Una fórmula sencilla que debes utilizar si creas posts a partir de


comentarios de otros artículos, sean tuyos o de otros blogs.

También podría gustarte