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INTRODUCCIÓN

El presente artículo tiene como objetivo contextualizar la perspectiva del desarrollo empresarial
colombiano en innovación y emprendimiento.
La innovación es la aplicación de nuevas ideas, conceptos, productos, servicios y prácticas, con
la intención de ser útiles para el incremento de la productividad y la competitividad. Un elemento
esencial de la innovación es su aplicación exitosa de forma comercial. No solo hay que inventar
algo, sino también, introducirlo en el mercado”.
La innovación cobra cada vez mayor relevancia en las empresas colombianas con resultados
que se reflejan en el Índice Global de Innovación, donde Colombia escaló a la posición 65 entre
las 140 economías del mundo analizadas en esta materia.
Los procesos de innovación de las organizaciones deben ofrecer una respuesta tanto a lo
impredecible de los mercados como a las oportunidades existentes en la actualidad. El
mundo ha cambiado, ya no es el mismo que hace unos años, donde todo era más estable
y predecible. Existen ahora una serie de factores externos que obligan a las
organizaciones a gestionar sus procesos de una forma diferente y de una forma más abierta en
sus mercados.
PERSPECTIVA DEL EMPRENDIMIENTO Y LA INNOVACIÓN EN COLOMBIA

La innovación es el proceso deliberado que permite el desarrollo de nuevos productos, servicios


y modelos de negocios en las organizaciones. Este proceso debe llevar a cabo resultados
concretos y medibles, esto asociado al desarrollo de un espíritu emprendedor en las personas, es
decir, a una actitud hacia el trabajo que se caracteriza por la permanente en la búsqueda de
oportunidades y por esto a la capacidad para articular recursos humanos y físicos con el objetivo
de aprovecharlas.

El impacto de la innovación y el emprendimiento sobre las empresas cada vez avanza más rápido
generando así un alcance más amplio, la innovación es uno de los principales motores de la
economía de hoy en día, este es la característica más importante que es aplicable a todas las
actividades económicas y al sector social, esto se traduce en crecimiento, empleo de calidad y
mayor bienestar.

Colombia en los últimos años ha avanzado, pero su economía tiene una contracción menor que
otros países de Latinoamérica, su tasa de desempleo y déficit fiscal cada vez son más altos
afectando su nivel de desarrollo económico, pero a pesar de estos factores, se demostró que para
el año 2019 De acuerdo con el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial
(FEM), el país subió sus calificaciones en los pilares de capacidad de innovación y en dinamismo
de los negocios, que constituyen el ecosistema de innovación. Sin embargo, en el primero de
estos dos pilares, el país ocupa el puesto 77 entre los 141 países estudiados por el FEM, por
debajo del puesto 57 que se ocupa en la calificación total de competitividad. En los dos pilares
del Ecosistema Innovador, Colombia obtuvo este año un puntaje de 36,4 sobre 100 en capacidad
de innovación, y de 64,2 en dinamismo de los negocios. En ambos las calificaciones mejoran, y
el país sube en comparación con las posiciones del año pasado. En términos de tamaño, la
economía de Colombia es relativamente importante en el mundo. Cuando se ordenan los países
de América Latina por el tamaño de su Producto Interno Bruto Colombia está en quinto lugar,
después de Brasil, México, Argentina y Venezuela. De la misma manera, en la clasificación que
adelanta el Global Competitiveness Report (GCR), Colombia queda clasificada como el país
número 30 por tamaño de mercado, entre 131 analizados en el año 2007, y en América Latina
solamente es superada por Brasil, México y Argentina.
El problema se encuentra al momento de evidenciar la inversión privada que se le da a la
tecnología en Colombia, Según la información del documento Visión Colombia II Centenario,
del Departamento Nacional de Planeación, mientras que en el período 2002-2004 en Colombia se
expidieron en promedio 0,03 patentes por cada 100.000 habitantes, en Chile el indicador fue 0,13
y en Argentina 0,53. El gasto total en Investigación y Desarrollo como porcentaje del PIB en el
año 2004 en Colombia llegó a 0,37% del PIB, mientras que en Chile fue de 0,65% del PIB, en
Brasil de 0,93% del PIB y en Israel de 4,55% del PIB. El número de investigadores por 100.000
habitantes en Colombia era de 109 en el año 2003, mientras que en Chile era 444, en Brasil 323
y en Corea del Sur 3.187. Las agencias internacionales estiman que un país debe invertir al
menos el 2% de su producto bruto en ciencia y tecnología.

Para esto una de las soluciones que se le puede dar para el crecimiento y desarrollo del
emprendimiento del país es por medio del apoyo de ideas de talento como lo son “El internet de
las cosas (loT)”, ya que esto abre distintas puertas en el mercado como lo son salud y bienestar,
industria, entretenimiento, comercio, energía, entre otros.

También está el observatorio CT+i el cual identifica modelo de negocios en áreas de


conocimiento a nivel mundial, como inteligencia artificial aplicada a sus distintas áreas,
agrotech, manufactura avanzada, entre otros.

Una buena inversión en estas áreas nos permitiría un crecimiento acelerado, impulsando el
desarrollo social, manejando unas buenas estrategias como lo son la promoción de educación de
calidad para así poder contar con recursos humanos orientados a la investigación y desarrollo,
para impulsar la productividad; también se podría identificar las empresas que cuentan con más
procesos innovadores y capacidad de crecimiento, para así llegar a convertir a Colombia como
uno de los países con la capacidad de competir en costos en los mercados internacionales y los
estándares de calidad y de valor agregado para llevar al mundo de bienes y servicios.

El emprendimiento en Colombia ha suscitado a lo largo de las tres últimas décadas una


movilización tanto del Gobierno, como de los sectores mixtos y privados para lograr el
desarrollo de iniciativas empresariales a partir del potencial de la población. Sin embargo, la
cultura emprendedora no es propia del siglo pasado y en nuestro país (y en general en todos) hay
que remontarse a la historia económica para comprender cómo, bajo circunstancias muy
diferentes, han salido adelante muchos proyectos empresariales a partir de iniciativas de
emprendedores de cada época. En nuestro presente, la transformación del concepto del
emprendimiento ha logrado abrir no sólo una línea de conocimiento que ha tratado de explicarlo
desde varias perspectivas (sociales, económicas, culturales), sino que es una tendencia que ha
permitido una nueva posibilidad hacia el desarrollo económico. Sin embargo, se requiere generar
un orden en esta movilización para lograr que los proyectos estén llenos no sólo del ánimo de la
independencia laboral (que se mantiene como uno de los motivos principales), sino de potencial
innovador y generador de empleo, y sean productores de cambio. Colombia es aún joven en
cuanto al estudio del emprendimiento, y pese a que se han incrementado las investigaciones en
este sentido (Varela, s.f.), hay campos particulares en los que falta profundizar y otros en los que
hay que iniciar el camino del conocimiento. Por fortuna hay un apoyo del Gobierno, tanto en la
generación de un ambiente político y legal para promover estas iniciativas, como en el apoyo
educativo y el apalancamiento financiero de las mismas.
CONCLUSIONES

Podemos concluir que se obtuvo como principal conclusión que para obtener éxito en la
gestión de la innovación implica generar desde la gerencia una cultura relacionada
con la innovación que permita, a las empresas, identificar los factores clave que
caracterizan dicho proceso y que pueden clasificarse en internos y externos a la
propia organización. El proceso de innovación es de carácter informal y no sistemático,
ya que busca el aprovechamiento de oportunidades del negocio y, por lo general, proviene
de la exigencia y de las necesidades de los clientes, o de la reacción a circunstancias
inducidas por la competencia.

Sin lugar alguno, la innovación es uno de los motores fundamentales de las


organizaciones, y c o m o t a l d e s u s o s t e n i b i l i d a d e c o n ó m i c a , e v o l u c i ó n y
crecimiento. Michael Porter (1993) afirmaba que la competitividad de una nación, y por tanto
de su tejido industrial y económico, depende de la capacidad para innovar y
mejorar. Las actividades de innovación constituyen efectivamente, junto con el capital
humano, uno de los principales factores que determinan las ventajas c o m p e t i t i v a s d e l a s
e c o n o m í a s i n d u s t r i a l e s a v a n z a d a s , l a ú n i c a v e n t a j a competitiva sostenible es la
innovación permanente. Por eso resulta esencial fijar la atención en la forma en que los
procesos de innovación son gestionados en el seno de la organización, pues la
existencia por sí sola de estos factores no p r o d u c e v a l o r ; e l é x i t o d e p e n d e r á d e
l a f o r m a e n q u e s e g e s t i o n e n d i c h a s actividades de innovación.
BIBLIOGRAFIA

https://web.unillanos.edu.co/docus/Emprendimiento%20e%20innovacion.pdf

https://repository.fedesarrollo.org.co/bitstream/handle/11445/149/CDF_No_50_Marzo_2014.pdf

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https://sostenibilidad.semana.com/opinion/articulo/el-papel-del-emprendimiento-innovacion-

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https://www.portafolio.co/negocios/emprendimiento/emprendimiento-como-motor-de-

crecimiento-521555

https://www.semana.com/emprendimiento/articulo/ideas-para-emprender-en-el-2018-en-

colombia/254007/

https://www.eltiempo.com/economia/sectores/avances-de-colombia-en-el-frente-de-la-innova

cion-427552

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