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Contratos Especiales.
CONTRATO DE OBRA Y DEPOSITOS
Participante
V-
Profesor: Erasmo Velazquez
Asignatura: .
Las partes del contrato de obras: Una comitente o dueño de la obra y otra
contratista, operario, obrero y artesano. En realidad los términos más
aceptados son comitente y contratista.
1.- El contratista que se obliga a hacer una obra determinada
Elementos personales: Los sujetos del contrato pueden ser personas físicas o
jurídicas con la capacidad jurídica, y de obrar, necesaria para obligarse. En
este sentido pues, la capacidad en derecho se subdivide en capacidad de goce
(la aptitud jurídica para ser titular de derechos subjetivos, comúnmente
denominada también como capacidad jurídica) y capacidad de ejercicio o de
obrar activa o pasiva (aptitud jurídica para ejercer derechos y contraer
obligaciones sin asistencia ni representación de terceros, denominada también
como capacidad de actuar).
*Ejecutar la obra.
*Responder del trabajo ejecutado por las personas que empleen en los puestos
de trabajo y en la ocupación de los mismo y resultados.
*Recibir la obra.
DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS
PRECIO DE LA OBRA
INGENIERO RESIDENTE
INSPECCION DE LA OBRA
El artículo 1.749 del código civil, define el depósito como: “El contrato en que
se confía una cosa corporal a una persona que se encarga de guardarla y de
restituirla”. O sea, es la entrega de una cosa corporal para que sobre ella se
ejerza la custodia necesaria, con la obligación, para el que la recibe, de
devolverla. La cosa depositada se llama, igualmente, depósito.
La entrega que se hace puede ser el resultado de una expresión libre de
voluntad, como acontece con el depósito propiamente dicho o voluntario, o bien
sea la culminación de circunstancias imprevistas, como un incendio, ruina,
saqueo etc. que determinan la elección de un depositario ajeno al querer del
depositante, como en el necesario o secuestro en el secuestro judicial.
Únicamente constituyen objetos del depósito cosas corporales. Las
incorporales no están reglamentadas para este acto jurídico. A su vez, el
depósito propiamente dicho es sobre muebles, Art. 1.751. La entrega es a título
de simple tenencia. Con la salvedad expresa del artículo 1.761, el depositario
se convierte en un guardador de la cosa. El depositante, por su parte, no se
desprende del dominio que ejerce sobre ella. Por lo que se podrá hacer la
entrega de cualquier modo que transfiera la tenencia de lo que se deposite, si
perder, de esta manera el derecho de propiedad sobre la cosa depositada. Algo
más: esta tenencia no conlleva el disfrute o uso de la cosa.
Por su legislación:
Depósito Civil.
Depósito Mercantil.
Depósito Administrativo.
Depósito Bancario.
PRIMERA: El presente contrato tiene como objeto regir las relaciones entre “LA CAJA”
y “EL DEPOSITANTE”, originadas por la prestación de servicios de depósito, custodia,
transferencia, compensación y liquidación de valores que realice “LA CAJA”, con la
finalidad de facilitar a “EL DEPOSITANTE” la transferencia de los valores depositados,
y de otorgarle seguridad jurídica a la ejecución de las operaciones realizadas sobre los
mismos, todo ello de conformidad con lo que establece la Ley de Cajas de Valores,
publicada en la Gaceta Oficial de la República N° 36.020 Ordinario, de fecha 13 de agosto
de 1.996.
SEGUNDA: Los valores objeto del presente contrato serán aquellos susceptibles de
oferta pública, sea porque esté autorizada dicha oferta por la Superintendencia Nacional
de Valores, o porque estén exceptuados de dicha autorización de conformidad con la
Ley de Mercado de Valores y otras leyes especiales. En todo caso “LA CAJA” se reserva
el derecho a recibir en depósito los valores objeto de este contrato.
CUARTA: El depósito de los valores en “LA CAJA” se entenderá realizado una vez que
ésta emita un comprobante de depósito a “EL DEPOSITANTE”, donde conste la
descripción de los valores depositados por “EL DEPOSITANTE” en su cuenta de
valores. “EL DEPOSITANTE” podrá efectuar depósitos a nombre de terceros, debiendo
notificar tal situación a “LA CAJA”, a los fines de que ésta proceda a la apertura en sus
sistemas de una subcuenta de valores, cuyo titular será el tercero, y la cual será
administrada por “EL DEPOSITANTE”.
CONCLUSIONES:.
Nuestra legislación civil adopta el sistema claro y preciso de las partes, o sea,
buscar la intención de las partes contratantes, es decir la voluntad interna de
éstos, ya que el nuestro Código Civil, establece subjetivamente: Si las palabras
parecieren contrarias a la intención evidente de los contratantes, prevalecerá
ésta sobre aquéllas. Lo anterior significa que se debe buscar antes que nada
cuál es la verdadera y real voluntad de las partes. Que si los términos de un
contrato son claros y no dejan duda sobre la intención de los contratantes, se
estará al sentido literal del código civil; Si los términos de un contrato son
claros y no dejan duda sobre la intención de los contratantes, se estará al
sentido literal de sus cláusulas, y si las palabras parecieren contrarias a la
intención evidente, prevalecerá ésta sobre aquéllas, ha reconocido el principio
de que la interpretación de los contratos debe limitarse a los casos en que se
hace necesaria, porque si los términos del contrato son claros, la interpretación
no tiene razón de ser, pues se entiende que en aquellos términos está
precisamente la voluntad de los contratantes, de ahí que siendo clara la letra
de un contrato, no cabe, con pretexto de su interpretación alterar o cambiar su
sentido literal.
BIBLIOGRAFIA: