Las maniobras para esquivar el veto del primer ministro
húngaro no han dado resultado. Fuentes comunitarias señalan
que “el servicio jurídico del Consejo [de la UE] ha confirmado que si no hay consenso, la Unión no puede presentar su contribución” a la cumbre. Orbán, en cambio, no puede impedir que Michel y Von der Leyen participen en la cumbre organizada por EE UU. Según las fuentes consultadas, ambos mandatarios europeos aprovecharán textos pactados con anterioridad por el Consejo, en particular, unas concusiones adoptadas en octubre de 2019 en defensa de la democracia.
La cumbre de las democracias fue anunciada por Biden durante
su batalla electoral con el anterior presidente, Donald Trump. Pero el liderazgo democrático de EE UU quedó en entredicho poco después, cuando el candidato republicano acusó al demócrata de pucherazo y los seguidores más fanáticos del anterior presidente tomaron por asalto el Congreso estadounidense. A pesar del deterioro de la imagen internacional de EE UU, Biden mantuvo la idea de la cumbre tras su llegada a la Casa Blanca. “Ninguna democracia es perfecta”, reconoció después el presidente. Y advirtió que “la democracia no ocurre por accidente, hay que defenderla, luchar por ella, fortalecerla, renovarla”. Y anunció para el 9 y 10 de diciembre la primera de las dos cumbres que pretende celebrar.