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Novena Perpetuo Socorro 2020
Novena Perpetuo Socorro 2020
De Nuestra Señora
del
Perpetuo Socorro
INTRODUCCIÓN
ESQUEMA SUGERIDO
• Oración introductoria a la Madre del Perpetuo Socorro.
• Breve Palabra de Dios.
• Reflexión.
• Peticiones.
• Letanías.
• Oración conclusiva y ofrenda de la “buena acción”.
ORACIÓN A LA MADRE DEL PERPETUO SOCORRO
(para hacer al inicio de la novena)
Madre de la Iglesia
Madre de la mirada protectora
Madre que ruega ante su Hijo por nosotros
Madre refugio de atribulados
Madre que nos conduce al buen camino
Madre misericordiosa
Madre fiel en la cruz
Discípula siempre dispuesta a servir
Mujer atenta a la voluntad de Dios
Auxiliadora de las causas difíciles
Fortaleza de los débiles y caídos
Intercesora de los pecadores
Esperanza de los alejados
Misionera de la abundante redención
Estrella que nos guía hacia Jesús
Ejemplo de solidaridad
Instrumento de la gracia de Dios
Compañía de los migrantes
Modelo de creyente
Maestra de oración
Perpetuo Socorro nuestro
ORACIÓN FINAL
Nota: esta acción puede ser bien una obra de misericordia, una limosna,
un gesto de perdón, el acceso al sacramento de la reconciliación, una
visita al Santísimo o a un santuario mariano, etc.
Es poner en acción nuestra fe y al mismo tiempo sentirnos instrumentos
del amor de Dios hacia otras personas.
Obras de misericordia corporales:
• Dar de comer al hambriento.
• Dar de beber al sediento.
• Vestir al desnudo.
• Acoger el extranjero.
• Visitar y cuidar a los enfermos.
• Visitar a los presos.
• Enterrar a los difuntos.
¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo
de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido
(Is49, 15).
Dice San Alfonso María de Ligorio: “no en vano los devotos de María le
llaman Madre; no saben darle otro nombre, y no se cansan de invocarla
con el título de Madre”. Y es que la presencia de la madre da seguridad
a los hijos. Siendo niños es motivo de confianza, garantía de cariño,
refugio en el dolor. Así es también María con sus hijos.
“Los ojos de María -repite San Alfonso- son ojos de madre, y la madre no
solo mira porque su hijo no caiga, sino para que, habiendo caído, lo
pueda levantar.” Acerquémonos con confianza a la que está siempre
dispuesta a socorrernos. Y que al ver sus ojos podamos repetir con el
Cantar de los Cantares: “me robaste el corazón con una mirada tuya”
(Cantar4,9).
PETICIONES
• Por la Iglesia, para que podamos encontrar en la fe la fuerza para
vivir como auténticos hermanos, hijos todos del mismo Padre,
roguemos al Señor…
Escúchanos, Jesús misericordioso.
• Por el Papa, para que siga siendo instrumento de unión y nos
confirme en la esperanza, roguemos al Señor…
• Por las familias, para que sepamos cultivar el amor, el respeto, el
perdón, la alegría y la ternura, roguemos al Señor…
• Por los responsables eclesiales, delegados de la Palabra, ministros
de la comunión, catequistas y todos aquellos que sirven en la
Iglesia, para que sepamos colaborar juntos en la construcción del
Reino, roguemos al Señor…
• Por los que se han alejado de Dios y de nuestras comunidades,
para que el Padre bueno siga manifestándoles su amor y podamos
reencontrarnos pronto, roguemos al Señor…
Segundo día
LAS MANOS DE LA MADRE
PETICIONES
• Por todas las naciones, por los que luchan por la paz, para que
podamos conseguir pronto un mundo más justo y fraterno, roguemos
al Señor…
Atiende, Padre amoroso, nuestras plegarias.
• Para que con la solidaridad, podamos colaborar para vencer el hambre,
la desnutrición y la pobreza, roguemos al Señor…
• Por los países que están en guerra, para que encuentren soluciones
prontas para el cese a la violencia y acabe así tanto dolor, roguemos al
Señor…
• Por los pueblos que sufren a causa de la corrupción, la injusticia, la
inseguridad y el abuso de poder, para que encontremos pronto la
senda de la conversión social, roguemos al Señor…
• Por los que rigen a los pueblos, para que luchen por mejorar sus países
y velen especialmente por los jóvenes, los vulnerables y los
descartados, roguemos al Señor…
Tercer día
LOS ÁNGELES
He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para
que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te
tengo preparado (Ex23,20).
San Alfonso llama a Gabriel afortunado embajador, porque trajo el anuncio más
venturoso a María. Y siguiendo las palabras de San Buenaventura, afirma que
Miguel es enviado por la Madre del Redentor en auxilio de sus siervos en la hora
de la muerte, para que defienda de las asechanzas de Satanás y les conduzca en
triunfo al cielo. ¿Qué mensaje de Dios tienen para nosotros hoy? ¿Qué nos quiere
decir a través de estos enviados?
Jaculatoria (repetimos todos)
Que tus santos ángeles, Señor, sean siempre nuestros compañeros de camino.
PETICIONES
• Para que podamos sentirnos corresponsables en la ayuda a los más
necesitados de nuestra sociedad y estemos siempre dispuestos a
colaborar, roguemos al Señor…
Haznos, Señor, instrumentos de tu amor.
• Para que con nuestro testimonio podamos contrarrestar la indiferencia,
la apatía y la falta de generosidad de nuestras comunidades, roguemos al
Señor…
• Por nuestro país, para que sepamos vernos y amarnos como hermanos,
que valoremos lo que nos une y no lo que nos divide, roguemos al Señor…
• Por los líderes nacionales, sociales y religiosos, para que busquemos junto
a ellos sendas de solidaridad, roguemos al Señor…
• Para que tengamos mayor conciencia del daño que causamos a la tierra,
nuestra casa común, y sepamos asumir actitudes urgentes de cuidado y
protección, roguemos al Señor…
Cuarto día
EL NIÑO JESÚS
Jesús es el centro del Evangelio y el corazón de nuestra fe. María está unida a Él
y comparte su misión. En el icono de Perpetuo Socorro, la mano derecha de la
Madre nos conduce a su Hijo. Pareciera que nos repite la frase que dice en las
bodas de Caná: “hagan lo que Él les dice”.
San Alfonso dice que Jesús es rey del universo y que por Él, lo es también María.
Si Él es el Padre de nuestras almas, ella es la Madre. Jesús es hijo por la carne,
nosotros por la fe. Nos recuerda que en el momento de la cruz, María recibe el
encargo de amarnos. Y que si hemos sido redimidos por Jesús, por eso ella nos
ama a todos y nos colma de favores.
PETICIONES
• Para que unidos al amor de la Madre de Jesús, podamos también ser
nosotros socorro para los más necesitados, roguemos al Señor…
Recibe, Padre bueno, nuestras plegarias.
• Enséñanos, Jesús, a vernos y ayudarnos como hermanos, para formar
familias en la fe y comunidades en misión, roguemos al Señor…
• Para que en nuestros hogares aprendamos a amarnos, perdonarnos,
cuidarnos y ayudarnos siempre, roguemos al Señor…
• Para que no nos falte el pan en la mesa, ni tu Palabra en el corazón, y
sepamos siempre compartir, roguemos al Señor…
• Que aprendamos a velar por los más débiles: en nuestra casa, en la
comunidad, en la nación, roguemos al Señor…
Quinto día
LA CRUZ
San Alfonso dirá que María estaba crucificada en la misma cruz que su Hijo. Es
la mujer que vive el dolor de quien ama, la Madre que carga en sus hombros
este sufrimiento. Por eso ella, que ha participado fiel de la pasión de Jesús,
desea consolarnos en nuestros “viernes santos”.
Acompáñanos, Madre, cuando la cruz llegue a nuestra vida. Que podamos,
como tú, unir nuestro sufrimiento al dolor de tu Hijo crucificado. Y que esto
nos conceda la esperanza de participar algún día en el gozo eterno, contigo,
con Jesucristo, en la casa del Eterno Padre.
PETICIONES
• Que en las dificultades de la vida podamos reconocer tu voluntad y que
no nos dejemos vencer por el miedo, roguemos a nuestro Dios…
En los momentos de prueba, ampáranos siempre, Señor.
• Que la luz de la fe ilumine nuestras vidas cuando llegue la oscuridad del
dolor, la incertidumbre, la enfermedad o la muerte, roguemos a nuestro
Dios…
• Para que encontremos constante apoyo en nuestras familias y que al
mismo tiempo estemos dispuestos a sostener a los que pasan
circunstancias difíciles, roguemos a nuestro Dios…
• Que podamos nutrirnos en Ti, en tu Palabra, en los sacramentos y que
demos testimonio constante de la fe que nos anima, roguemos a nuestro
Dios…
• Para que, como creyentes, siempre estemos dispuestos a cuidar la vida
humana en todas sus etapas, roguemos a nuestro Dios…
Sexto día
LA ESTRELLA
San Alfonso emplea las palabras de San Bernardo y nos recuerda: “Si no
quieres naufragar vuelve los ojos a esta estrella que es María. Mira a la
estrella, llama a María. En los peligros de pecar, en las molestias de las
tentaciones, en las dudas que debas resolver, piensa que María te puede
ayudar; y tú llámala pronto, que ella te socorrerá”.
PETICIONES
• Oremos por aquellos que tienen dificultades económicas, para que se
mantengan fuertes en la esperanza y encuentren pronto una salida
favorable, roguemos al Señor…
Que nuestra oración sea incienso en tu presencia.
• Por las personas que han abandonado su país en busca de mejores
condiciones, que encuentren trabajo, bienestar y prosperidad, roguemos
al Señor…
• Por nuestros momentos de debilidad en la fe, para que el buen Padre Dios
nos aliente de manera constante y nos sintamos fortalecidos, roguemos al
Señor…
• Pidamos por los que luchan por la justicia, por los que rehúsan la
corrupción, por los que trabajan por la paz, para que sus esfuerzos den
fruto en la sociedad, roguemos al Señor…
• Por los que sufren, por los que lloran, por los que experimentan
desesperación, para que la intercesión de la Madre del Perpetuo Socorro
sea su consuelo constante, roguemos al Señor…
Séptimo día
LA CRUZ Y LOS CLAVOS
El arcángel Gabriel sostiene en un paño la cruz y los clavos de la pasión del Señor.
El sufrimiento, el dolor, sigue siendo un misterio para el ser humano. A veces
quisiéramos que Dios acudiera con poder y suprimiera toda angustia y dificultad.
Sin embargo, su respuesta es vivir en carne propia nuestros padecimientos y
dolencias. En el árbol de la cruz Jesús se une a nosotros, para que en nuestras
angustias acudamos a Él como fuente de consuelo. Juntos traspasamos el
sendero del dolor.
Oremos junto a San Alfonso: “Madre dolorosa, por el mérito del dolor que
sentiste al ver a tu amado Jesús condenado a muerte, alcánzame la gracia de
llevar con paciencia las cruces que Dios me manda”. Pidamos al Señor que junto
a su Hijo Jesús y con la intercesión de nuestra Madre, podamos avanzar y vencer
en todo camino de sufrimiento en nuestra vida. Que logremos descubrir ahí la
fuerza y sabiduría que viene de lo alto.
Jaculatoria (repetimos todos)
Que tu fuerza, Señor, nos anime en el dolor.
PETICIONES
• Pidamos por la gran familia de la Iglesia Católica, que aprendamos
a dar testimonio de amor, misericordia y esperanza en el mundo,
roguemos al Señor…
Padre Santo, haznos familia en tu amor.
• Por todos los que creen en Cristo, para que sepamos abandonar las
diferencias y propiciemos todo lo que nos une, roguemos al Señor…
• Por los que creen en Dios, pero al mismo tiempo sirven a la
violencia y la división, para que a todos el buen Padre nos enseñe
a trabajar por la paz, roguemos al Señor…
• Para que no haya más guerra, odio o discriminación a causa de la
fe, para que encontremos el camino de la tolerancia y el diálogo
interreligioso, roguemos al Señor…
• Así como todos vivimos el dolor y el sufrimiento, que sepamos
también compartir el consuelo y el apoyo en medio de la
adversidad, roguemos al Señor…
Octavo día
LA LANZA Y LA ESPONJA
San Alfonso afirma que el corazón de María se vio traspasado por la espada del
dolor de la pasión de su Hijo. Te pedimos, Madre Santa, que así como
acompañaste fiel a Jesús en su sufrimiento, también nos consueles con tu
presencia en la hora de la aflicción. Pide para que nosotros también sepamos ser
solidarios con los hermanos que pasan dificultades.
Jaculatoria (repetimos todos)
Ven siempre en nuestro socorro, oh Madre de bondad.
PETICIONES
• Oremos por los cristianos perseguidos, por los que no pueden
manifestar su fe, por los que están entregando su vida por seguir a
Cristo, roguemos a nuestro Dios…
Que baje a nosotros tu misericordia, Señor.
• Por las personas que se encuentran lastimados por la enfermedad,
por los pacientes en hospitales, por los que luchan contra
padecimientos crónicos, para que sientan la fortaleza que solo
viene de lo alto, roguemos a nuestro Dios…
• Pidamos por las familias que no tienen pan en su mesa, por los que
no encuentran trabajo para su sustento, para que no desmayen en
la esperanza y encuentren salida a su dificultad, roguemos a
nuestro Dios…
• Por aquellos que no logran salir de los vicios, por los que sufren por
distintas adicciones, para que logren encontrar la salida a sus
males, roguemos a nuestro Dios…
• Oremos con insistencia por los hogares donde hay violencia, odio,
división y resentimiento, para que sea posible reconstruir el amor
y la unión, roguemos a nuestro Dios…
Noveno día
LA SANDALIA CAÍDA
Pablo dice a los filipenses que Jesús no se aferró a su categoría de Dios, sino que
se empequeñeció, haciéndose uno de nosotros. Reducirse, rebajarse, tomar la
condición de servidor, son actitudes del Señor. Es despojo que se hace por amor.
Él lava los pies de sus discípulos, comparte la comida con pecadores, brinda
misericordia a los que otros quieren apedrear, pide perdón incluso para aquellos
que lo están asesinando.
En el icono del Perpetuo Socorro, el Niño muestra la planta del pie, con la
sandalia caída. ¿Nos está pidiendo soltar las falsas seguridades, las actitudes de
grandeza, la soberbia y el engreimiento? Solo se enseña la planta del pie a quien
se tiene mucha confianza. Dos que discuten desde el orgullo no llegan a
acuerdo. Los que dialogan empleando la humildad, fácilmente encuentran
salida. ¿Estará pidiéndonos Jesús desde el icono un cambio de actitud ante la
vida?
PETICIONES
• Oremos por toda la Iglesia, por el Papa, nuestros pastores y personas
en puestos de responsabilidad, por todos los que la conformamos,
que podamos seguir los pasos de Jesús hoy en medio de nuestra
realidad, roguemos al Señor…
Que tu Santa Madre interceda por nosotros.
• Por la familia redentorista, que sepamos continuar la senda que inició
San Alfonso, para anunciar la abund ante redención de Jesucristo,
roguemos al Señor…
• Por los devotos de la Madre del Perpetuo Socorro y por todos
aquellos que confían en su protección, que nos sintamos siempre bajo
la mirada de la Toda Santa, roguemos al Señor…
• Para que nuestro buen Dios no s ayude a formar familias santas,
matrimonios llenos de amor y alegría, donde podamos compartir la
fe y custodiar la vida, roguemos al Señor…
• Pidamos al Dueño de la mies que envíe más operarios a su mies:
hombres y mujeres llenos de santidad, dispuestos a seguir
respondiendo con generosidad el llamado de Dios y sirviendo con
alegría a su Santo Pueblo, roguemos al Señor…
,
Amén.