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1236. La luz indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz es un símbolo de
Jesucristo, luz del mundo. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona
muestran la ascensión gradual hacia la plenitud de la luz de Navidad. El color verde de la
corona significa la vida y la esperanza.
1237. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de la esperanza de que la luz y la vida
triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre por
nosotros, y con su muerte nos ha dado la verdadera vida.
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Bendiciónal. Buena Prensa. México. 2000
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Adviento
1239. Uno de los presentes, o el mismo ministro, lee un breve texto de la sagrada Escritura,
por ejemplo:
Is 60, 1: ¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
1240. Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas, si es laico, con
las manos juntas, dice la oración de bendición:
Oremos:
La tierra, Señor, se alegra en estos Ahora, pues, que vamos a empezar el
días, tiempo de preparación
y tu Iglesia desborda de gozo para la venida de tu Hijo,
ante tu Hijo, el Señor, te pedimos, Señor,
que se avecina como luz que mientras se acrecienta cada día
esplendorosa, el esplendor de esta corona, con
para iluminar a los que yacemos en nuevas luces,
las tinieblas a nosotros nos ilumines
de la ignorancia, del dolor y del con el esplendor de aquel que, por
pecado. ser la luz del mundo,
Lleno de esperanza en su venida, iluminará todas las oscuridades.
tu pueblo ha preparado esta corona El que vive y reina por los siglos de
con ramos del bosque los siglos
y la ha adornado con luces.
Primera Vela:
Se enciende la primera vela la del arrepentimiento que nos recuerda que es tiempo
de penitencia.
Oramos juntos: Te pedimos Señor, nos concedas vivir vigilantes en este tiempo de
adviento que nos regalas, danos tu gracia para arrepentirnos de nuestros pecados,
danos la gracia de la conversión, queremos ser mejores personas e hijos tuyos,
depositamos en ti nuestra esperanza y nuestra vida. Amén.
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Adviento
Padre Nuestro. Ave María. Gloria.
Segunda Vela:
Oramos juntos: Padre Dios, gracias por la promesa de la navidad; gracias por
enviarnos al Salvador, tu Hijo Jesús a quien aguardamos. Que cada uno de nosotros
Señor, te deje entrar en su vida para que brotes, para que florezcas, para que
nazcas y mantengas en el corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor!
Amén.
Tercera Vela:
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Adviento
Padre Nuestro. Ave María. Gloria.
Cuarta Vela:
Oremos juntos: Nos unimos a la Virgen y San José con un sincero deseo de
renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón. Gracias te
damos Padre Dios, por la llegada de Cristo a nuestros corazones.