Está en la página 1de 8

La obsesión de la moda con ‘feminizar’ al

hombre

Tom Ford y Marc Jacobs apuestan por el maquillaje


masculino y se multiplican los desfiles o las líneas de
complementos. Mientras el consumo femenino
permanece estable, ellos son el blanco de la industria.
LETICIA GARCÍA  | 28 JUN 2013 08:00


 


 


 

FOTO: GETTY/ PITTI IMAGE

Corrector, bálsamo labial y autobronceador…para hombre. Tom Ford ha decidido


ampliar el público de sus deseadísimos cosméticos creando una gama masculina
que llegará a las tiendas en otoño. Unas semanas antes, la línea unisex de Marc
Jacobs aterrizará en Sephora. Bajo el elocuente título “Boy tested, Girl
approved” el director creativo de Louis Vuitton pondrá a la venta gel para cejas,
antiojeras e incluso sombras de ojos para ambos sexos.

“Presto atención a mi piel, utilizo cosméticos, bronceadores y mascarillas de


barro”, declaraba Ford a la web Fashionista. El diseñador es consciente de que la
gran mayoría de los hombres no siguen sus rutinas de belleza, pero alguien que
sabe gestionar tan bien su marca y sus productos no lanzaría una línea de
cosmética masculina si no supiera que hay un mercado floreciente esperando
comprarla.

Según un estudio publicado por la agencia Euromonitor International, el año


pasado los hombres estadounidenses gastaron cinco billones de dólares en
productos cosméticos, casi el doble de lo que gastaban hace una década.

Los blogs de belleza masculina, al estilo del pionero Man Face, crecen casi
exponencialmente. Cada vez hay más hombres que no se avergüenzan al admitir
que se resisten al envejecimiento a golpe de cremas antiarrugas, y marcas
como Blakk Cosmetics, que proponen lacas de uñas para ellos, están
afianzándose lentamente dentro de la llamada cosmética de nicho. Más allá
del star system, quizá estemos aún lejos de ver maquillajes en rostros masculinos,
lo que sí parece ser cierto es que el hombre es el nuevo blanco del sector de la
moda y la estética.
Tres productos de la línea que Marc Jacobs lanzará con Sephora la semana
que viene son unisex. Ellos no se quedan fuera.
 
D.R.

Otro estudio: la consultora Bain&Co afirma que el consumo de moda masculina de


lujo creció un 10% en 2012 y se prevé que este año crezca un 14%. No es de
extrañar, entonces, que las semanas de la moda masculina estén cada vez más
establecidas en distintas capitales y reciban mayor atención por parte de medios y
aficionados. Si hasta hace bien poco era casi impensable que críticos como Suzy
Menkes o Tim Blanks prestaran demasiada atención a las propuestas para
hombre, ahora lo impensable es que no se dediquen varias páginas a los desfiles
de Prada, Gucci o Burberry men. “Hay una nueva generación de hombres jóvenes
sin prejuicios, que se divierten cuidándose, arreglándose y jugando con las
prendas”, cuenta a S Moda Blanca Zurita. Junto con Domingo Cruz, Moira
Fernández y David Cabaleiro ha ideado MFShow Men, la primera pasarela
española enteramente masculina. “En estos momentos es igual de necesaria que
una pasarela de mujer”, afirma, “la industria textil de hombre está creciendo a un
ritmo insospechado a nivel nacional e internacional”.

A propósito de la semana de la moda londinense, el mismo Tom Ford afirmaba al


diario Telegraph: “La idea del hombre coqueto está creciendo, sobre todo en los
mercados emergentes, aunque quizá Londres sea el sitio con más hombres
coquetos” La ciudad que vio nacer al gentleman y al dandy es también el lugar
predilecto para la experimentación y la transgresión de barreras entre géneros.

Junto a las reformulaciones de la mítica sastrería británica han podido verse sobre
la pasarela los vestidos de J. W. Anderson (cuya colección para Versus ya
mostraba looks unisex) o los crop tops de Astrid Andersen.

Coincidiendo con el comienzo de estos desfiles, el London College of


Fashion organizó una mesa redonda para debatir por qué los hombres no llevan
tacones. Reunir a personalidades del sector para hablar sobre hombres subidos a
cuñas y stillettos puede parecer una idea peregrina, sin embargo, no hace tanto
tiempo podía verse a chicos con kaftanes y plataformas paseando por las calles
aledañas a esta misma escuela. Michael Fish, Therry de Havilland y otros
diseñadores míticos de aquella ola sesentera conocida como Swinging
London lograron acabar momentánea y localmente con los tabúes de género
vendiendo túnicas, zuecos de cuña y vestidos floreados.

Hasta que Napoleón los prohibiera, los tacones eran uno de los símbolos
inequívocos de la nobleza de su portador. Cuanto más altos, más cerca del rey se
estaba. Lo mismo podría decirse del maquillaje e incluso de las faldas. La
floreciente burguesía del XIX puso fin a varios siglos en los que los hombres
llevaban la batuta de la moda tanto o más que las mujeres. El traje sobrio, de
colores apagados y pocos adornos con el que los burgueses querían dar a
entender que lo suyo era el trabajo y no la frivolidad, todavía marca nuestra
idiosincrasia, sin embargo, la historia de las mujeres como únicas consumidoras
de tendencias y cosmética es relativamente reciente.

Es común ver (y comprar) trajes y complementos masculinos para mujeres.


El estilo  tomboy o el “dandismo” femenino apenas captan ya nuestra atención
mientras que las faldas y tacones masculinos son siempre noticia. Que se lo
digan, si no, al tándem Kanye West-Givenchy o al fondo de armario by Prada de
Marc Jacobs. Traspasar las fronteras estéticas del género sigue siendo un recurso
medíatico eficaz si el camino se hace de la mujer al hombre, no a la inversa.
Marc Jacobs, Jean Paul Gaultier o Kanye West, tres embajadores de la falda
en el armario masculino.
 
GETTY

Por eso aún recordamos aquellas faldas que Gaultier subió a una pasarela por
primera vez hace casi veinte años. Por eso, también, utilizar a hombres con
stilettos para presentar su colección en Pitti Uomo ha puesto en el foco a la
marca Aquazzura. El abanico de posibilidades estilísticas del hombre es tan
reducido que la enésima prenda femenina sobre una pasarela sigue siendo
sinónimo de cobertura mediática.

“El hombre se está liberando poco a poco de sus códigos”, sostiene Blanca. Así,
aunque pasen años hasta que veamos a nuestros amigos y parejas calzarse unos
Louboutin o echarse el antiojeras de Tom Ford, propuestas intermedias como los
colores pastel, los estampados floreados y los bolsos colgados del hombro son ya
productos muy demandados entre ellos, de Burberry a Zara, de Gucci a TopMan.
Las pasarelas se multiplican casi tanto como las revistas de estilo masculino o las
tiendas de lujo para hombres. En julio tendremos la nuestra, “porque las marcas y
los diseñadores de ropa de hombre actualmente tienen mucho que contar”, afirma
Blanca. La época en la que las mujeres decidían el fondo de armario de sus hijos y
parejas ha quedado enterrada definitivamente.
Johnny Depp y Brandon Flowers (cantante de The Killers), fans de hacerse la
raya en el ojo.
 
CORDON PRESS
Mario Vaquerizo, Boy George y Marilyn Manson, tres artistas adictos a la
brocha y el kohl.

También podría gustarte