La mujer en la ventana

La novela cuenta la historia desde el punto de vista en primera persona de una narradora
poco confiable, la Dra. Anna Fox . El lector aprende sobre el alcoholismo de Fox, su
agorafobia y los eventos traumatizantes de su pasado, todos los cuales tienen lugar en la
actual ciudad de Nueva York y Vermont. 

una psicóloga infantil, mira por la ventana, espiando a sus vecinos. Se compara a sí
misma con un fotógrafo de vida salvaje, teniendo cuidado de permanecer oculta para
no asustar a sus sujetos.

Anna, que está siendo tratada por agorafobia, pasa la mayor parte de su tiempo en
interiores, viendo películas clásicas de Hitchcock y otros directores estadounidenses
famosos; Además, Anna suele estar en línea, jugando al ajedrez, compadeciéndose de
otros agorafobios o tomando lecciones de francés a través de Skype.  Ella también
pasa el tiempo conversando con su esposo, Ed, y su hija, Olivia, quienes finalmente se
revela que murieron en el accidente automovilístico que causó a Anna el profundo
trauma que se manifiesta en sus síntomas agorafóbicos. Ocasionalmente, cuando
Anna sale de su casa, sufre ataques de pánico, por lo que el Dr. Fielding , su
 Anna solo tiene contacto con su inquilino David (Wyatt
psiquiatra.
Russell) y con su terapeuta, pero un día un joven llega la puerta
de su casa con un obsequio, se trata del hijo de sus nuevos
vecinos, Ethan Russell.
Anna intenta hacerse amiga de Ethan Russell , el hijo de 16 años de Alistair y Jane
Russell , que se han mudado recientemente de Boston a Nueva York. Los Russell se
acaban de mudar a su casa adosada, que se encuentra al otro lado del parque de
Anna. La aparente fragilidad de Ethan inspira compasión en Anna, quien extraña su
trabajo como psicóloga infantil y sus pacientes, y crece enredada en los problemas de
Ethan, que incluyen una relación difícil con su padre, Alistair. Anna también se hace
amiga de la madre biológica de Ethan, una joven llamada Katie., pensando
erróneamente que Katie es Jane Russell, la esposa de Alistair;  en realidad, Jane
Russell es la madre adoptiva de Ethan, y la confusión de Anna sobre el asunto de la
verdadera identidad de Jane Russell es el conflicto que impulsa la trama de la novela.
Cuando Katie es asesinada, Anna cree que ha sido testigo del acto de violencia que la
mata; sin embargo, ni los detectives de la policía que se involucran en el caso ni su
inquilino David le creen porque Anna se refiere a la víctima del asesinato como Jane
Russell, que todavía está viva y bien. El consumo frecuente y copioso de vino tinto de
Anna, que mezcla con una variedad de poderosos medicamentos psicotrópicos,
complica la situación cuando otros la ven borracha y desorientada. Gracias a los
hábitos de autosabotaje de Anna, las personas que más podrían ayudarla la perciben
como poco confiable. Finalmente, al final de la novela, surge la verdad, pero solo
después de que Anna sobrevive a un brutal ataque del agresor de Katie, el joven Ethan
Russell, cuya inocencia disfraza sus impulsos sociópatas.  

La novela termina con una nota optimista, ya que Anna se enfrenta al aire libre seis
semanas después del atentado de Ethan contra su vida. Está sobria y sanamente
consciente de los obstáculos que se avecinan. Anna ya no conversa con su esposo e
hijo fallecidos, sino que elige comprometerse con las realidades de su existencia
actual.