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CI: 17726506
MÚSICA LATINOAMERICANA
Somos lo que somos producto de un error, ser encontrados por los europeos en
su afán de llegar a las indias orientales esquivando a los moros; Ellos, necesitaban
especias para sustentar su economía, llegando a nuestras costas siguiendo la
descabellada idea de llegar al pacífico por el atlántico, sorteando peligros,
monstruos enormes que se tragan a las embarcaciones, siguiendo a un loco
rechazado por muchos, pero eso si, buen navegante.
La historia de este encuentro comienza en la vieja Europa que vivía lo que ahora
se conoce como la “era de los descubrimientos” protagonizada principalmente por
los portugueses quienes ya habían navegado las costas de África llenándose de
gloria por los descubrimientos hechos, para la envidia de otros reinos.
Pero, no era suficiente que Colón quisiese realizar el viaje, necesitaba los medios,
por ejemplo, si un faraón egipcio o un emperador romano hubiese querido realizar
esta loable empresa, hubiesen fracasado, dado que la navegación para la época
estaba muy atrasada, Colón por su parte, tenía tres factores a favor:
-La vela triangular.
-La brújula.
A esto, también hay que sumar que contaba con naves excelentes para la
navegación intraoceánica y una tripulación experta en la navegación atlántica dado
que a mayoría eran vascos y andaluces.
Consecuentemente calculó mal las dimensiones del océano Atlántico puesto que
si la Tierra tenía 30.000 km de ecuador en lugar de los 40.000 km que en realidad
tiene, el camino de Europa a las costas orientales de Asia sería ¡solo de 4286 km!
Como es notable, su teoría estaba plagada de errores que sin embargo, terminaron
siendo “errores felices”.
Aún con todos estos errores, Colón logra su empresa, sin embargo continúa
equivocado dado que creía haber llegado a las indias en lugar del nuevo continente.
Solo cuando Vespucio y Waldseemüller se aventuran a decir que es un nuevo
continente (Tesis comprobada después empíricamente por Magallanes y Elcano)
Colón, por su parte, solo atisbó a creer que era un continente cuando en su tercer
viaje se encontró con la boca del Orinoco diciendo “Tal cantidad de agua dulce solo
puede venir de un continente” sin embargo en su cuarto viaje volvió a caer en
equivocación diciendo que había encontrado el “Paraíso” (¿O no?) Así acababa la
aventura de Colón y comenzaba la otra “aventura” la de la conquista.
“En estas ovejas mansas entraron los españoles, desde luego que las conocieron,
como lobos e tigres y leones cuelísimos de muchos días hambrientos. Y otra cosa no
han hecho de cuarenta años a esta parte, hasta hoy, e hoy en día lo hacen, sino
despodazallas, matallas, angustiallas, afligillas, atormentallas y destruillas por las
estrañas y nuevas e varas e nunca otras tales vistas ni leídas ni oídas maneras de
crueldad. De la gran tierra firme somos ciertos que nuestros españoles por sus
crueldades y nefandas han despoblado y asolado y que están hoy desiertas”
Una conquista llena de crueldad que muchos quieren olvidar y que otros celebran
cambiándole el nombre, celebran el día y los momentos en que se mutiló, arrasó y
desmanteló las sociedades que vivían en este rico continente.