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.1.

HISTORIA DEL GRAN PRIORATO DE LAS GALIAS

.2.
JEAN-MARC VIVENZA

HISTORIA DEL
GRAN PRIORATO
DE LAS GALIAS

SERIE ROJA
[AUTORES CONTEMPORÁNEOS]

.3.
JEAN-MARC VIVENZA

HISTORIA DEL
GRAN PRIORATO
DE LAS GALIAS
__________________________

El Régimen Escocés Rectificado


desde el siglo XVIII hasta nuestros días

Traducción de
RAMÓN MARTÍ BLANCO

.4.
Historia del Gran Priorato de las Galias
Jean-Marc Vivenza
Traducción: Ramón Martí Blanco

editorial masonica.es®
SERIE ROJA (Autores contemporáneos)
www.masonica.es
© 2014 Jean-Marc Vivenza
© 2014 EntreAcacias, S.L.
EntreAcacias, S.L.
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33010 Oviedo - Asturias (España)
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1ª edición: noviembre 2014
ISBN (edición impresa): 978-84-943304-0-7
ISBN (edición digital): 978-84-943304-1-4

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transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la
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constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código
Penal).

.5.
ILUSTRACIONES

Si el Fénix, cuyo símbolo la Orden decidió en 1778 hacerlo suyo por


encima de cualquier otro en estos términos: «El emblema general de
las Logias rectificadas en Francia, es un Fénix renaciendo de sus ce-
nizas con la leyenda «Perit ut Vivat» (Código Masónico de las Logias
Reunidas y Rectificadas, 1778, Capt. XVI), la Cruz coronada es por lo
que a ella respecta, el emblema surgido de lo más íntimo del corazón
del Gran Priorato de las Galias: «Ella manifiesta Dios en Sí mismo y
Dios en la manifestación de Él mismo. En Sí mismo, es la revelación
de su Amor increado, coexistente de su esencia, madera de vida; en
su manifestación, por la Encarnación de su Hijo consubstancial y
rama de eternidad. La Cruz es signo de reconocimiento de Dios y
hacia Dios. Es el lazo que liga el Cielo y la Tierra sobre el que se fun-
damenta la solicitud de los Ángeles para con nosotros. La Cruz con-
fiesa nuestra ignorancia… nuestro único conocimiento. La Cruz es
promesa tenida y promesa de futuro, tenida por la kenosis del Hijo,
venidera por el retorno del mismo. La Cruz ha vencido el mundo, es
el único camino para triunfar de la muerte, ya que la muerte solo
toma de nosotros lo que es mortal y la Cruz es eterna en tanto que
madera Viviente.» (Bruno i. O. Eq. Ab Ardenti Corde, Les Cahierts
Verts nº 1, nueva serie, 2006, págs. 19-20).

.6.
La Francmasonería, bien mirada, os recuerda constante-
mente y por toda clase de medios, vuestra propia natura-
leza esencial.
Busca constantemente captar las ocasiones para haceros
conocer el origen del hombre, su destino primitivo, su
caída, los males que le sucedieron, y los recursos que la
bondad divina proporciona para triunfar sobre ellos.

JEAN-BAPTISTE WILLERMOZ, 1809

La institución masónica, es preciso decirlo, es esencial-


mente religiosa…
todos los hechos vienen a demostrar constantemente que
esta institución es religiosa y cristiana.

JEAN-BAPTISTE WILLERMOZ
Lettre sur le Régime Écossais Rectifié,
1814-1815, in Les Cahiers Verts, nº 10-
12, 1992, p. 251)

.7.
Quisiera rendir homenaje a la memoria de los Her-
manos, que desde el siglo XVIII, se comprometieron
con fe y «verdadero deseo» al servicio de la Orden,
con el fin que perduraran las verdades esenciales de
la iniciación cristiana, y agradecer muy en particular a
aquellos otros —los cuales podrán reconocerse con fa-
cilidad— que con su ánimo, soporte, consejos, opi-
nión preclara y aporte de documentos, han hecho po-
sible la escritura de este libro.

.8.
ÍNDICE

Prefacio | 14
Introducción | 17
1ª PARTE. DE LOS ORÍGENES AL SIGLO XIX | 24
I. La Estricta Observancia | 25
a) El Rito Escocés | 25
b) Los «Altos Grados» escoceses | 29
c) La francmasonería templaria | 34
d) El Convento de Kholo (1772) | 37
e) El Convento de Berlín (1773) | 39
f) El Convento de Brunswick (1775) | 40
II. Jean-Baptiste Willermoz, el fundador del Régimen Escocés
Rectificado | 43
III. Martinès de Pasqually y la Orden de los Caballeros elegidos
Coen del Universo | 49
IV. De la adhesión a la Estricta Observancia al «Convento de las
Galias» (1778) | 56
a) Constitución de los Directorios de las IIª, IIIª y Vª Provin-
cias de la Estricta Observancia | 58
b) Las Lecciones de Lyon (1774-1776) | 59
c) Las decisiones fundamentales del Convento de las Galias | 65

.9.
V. El Convento de Wilhelmsbad (1782) | 81
a) El final de la ilusión templaria | 87
b) La cuestión de la 3ª clase secreta de la Gran Profesión | 90
c) Los rituales, la Regla Masónica y las Provincias de la Or-
den | 95
VI. El Régimen Escocés Rectificado, de la Revolución al siglo
XIX | 105
a) La Revolución y sus consecuencias | 109
b) La escampada del Imperio | 112
c) La extinción del Régimen en Francia bajo la Restauración | 121
d) La conservación helvética de la Orden | 128
2ª PARTE. DEL DESPERTAR AL SIGLO XX HASTA NUES-
TROS DÍAS | 138
I. Restablecimiento en Francia del Régimen Escocés Rectificado
(1910) | 139
II. El Rito Escocés Rectificado en el Gran Oriente de Francia | 147
a) El «Centre des Amis» | 151
b) Creación de la Gran Logia Nacional Independiente y Re-
gular para | 154
c) Ruptura del Tratado de 1911 entre el G.O.D.F. y el
G.P.I.H. | 157
d) Ruptura del G.P.I.H. con la G.L.N.I.&R. | 161
III. El papel fundamental de Camille Savoire | 165
a) Acción a favor del R.E.R. en el seno del G.O.D.F. | 166
b) Fracaso con el G.O.D.F. | 168
IV. Despertar del Gran Priorato de las Galias (1935) | 171
V. La Gran Logia Escocesa Rectificada (1935-1958) | 183
a) Período anterior a la guerra (1935-1939) | 184
b) Creación por parte del G.O.D.F. de un «Directorio Escocés
de las antiguas provincias de Francia» (1938) | 188
c) Reacción de Camille Savoire a la iniciativa del G.O.D.F. | 191
d) Después de la guerra (1946-1958) | 199

. 10 .
e) Tentativa por parte de la G.L.N.F. de captación del 4º gra-
do (1954) | 202
f) Los Conventos internacionales de Ginebra (1956) y Zurich
(1958) | 205
VI. La Convención del Gran Priorato de las Galias con la
G.L.N.F. (1958) | 209
a) Aporte, por parte del G.P.D.G. de la regularidad rectifica-
da a la G.L.N.F. | 211
b) La Convención de 1958 entre el G.P.D.G. y la G.L.N.F. | 214
c) Escisión en la Gran Logia Nacional Francesa – (Opera) | 217
VII. Los Grandes Maestros/Grandes Priores del G.P.D.G. | 219
a) André Moiroux (1899-1962) | 219
b) Antonin Wast (1901-1973) | 220
c) Jean Baylot (1912-1976) | 223
d) Jean Granger (1919-1995) | 226
e) Daniel Fontaine | 239
I. La reafirmación de los fundamentos espirituales de la
Orden | 240
II. Las «Ordenes Unidas» | 246
III. La proyección internacional del G.P.D.G. | 254
VIII. El retorno del G.P.D.G. a su independencia (junio 2000) | 256
IX. La edificación contemporánea de la Orden | 266
a) De la estructuración a la nueva Constitución de 2005 | 267
b) Marcus i. O. Eq. ab Insula Alba | 273
c) Bruno i. O. Eq. ab Ardenti Corde | 280
Conclusión: el despertar de la Gran Logia Reunida y Rectifica-
da | 285

. 11 .
APÉNDICES
I. El «Memorandum al duque de Brunswick» de Joseph de
Maistre: Renuncia al templarismo y superioridad de los miste-
rios del cristianismo | 292
II. La idea de «posesión secular» sobre el Rito Escocés Rectifi-
cado | 295
III. El devenir del Consejo General de la Orden en el siglo XX | 304
IV. Los Grandes Prioratos Rectificados franceses en el siglo XX | 307
1) El Gran Priorato de Francia (1962) | 309
2) El Gran Priorato Independiente de las Galias (1965) | 310
3) Los Grandes Prioratos Unidos de las Tres Provincias
(1974) | 312
4) El Gran Priorato Reformado y Rectificado de Occitania
(1995) | 313
5) El Gran Priorato Independiente de Francia (1998) | 314
V. Esquema de las filiaciones de los Grandes Prioratos Rectifi-
cados franceses | 319
VI. Sumarios de los Cahiers Verts, núms. 1 al 13, antigua serie
(1970-1993) | 320
ANEXOS
I. Tratado de Unión entre el G.O. de Francia y los tres Directo-
rios escoceses establecidos según el Rito de la Masonería refor-
mada de Alemania al Oriente de Lyon, Burdeos y Estrasburgo
(1776) | 334
II. Solicitud del Directorio de Septimania, con sede al Oriente
de Montpellier, con vistas a participar del Tratado de Unión
(1781) | 341
III. Introducción del Código Masónico de las Logias Reunidas y
Rectificadas (1778) | 344
IV. Regla masónica en nueve puntos | 349
V. Compendio del Convento General tenido en Wilhelmsbad
(1782) | 360

. 12 .
VI. Renovación del Tratado de Unión con el Gran Oriente
(1811) | 373
VII. Cartas patentes entregadas por el G.P.I.H. a Ribaucourt,
Savoire y Bastard (11 de junio de 1910) | 377
VIII. Carta patente constitutiva del Gran Priorato de las Galias
(23-03-1935) | 380
IX. Tratado de Alianza y Amistad entre el Gran Directorio de las
Galias y el Gran Priorato de Helvetia (25 de julio de 1935) | 386
X. Convención entre la Gran Logia Nacional Francesa y el Gran
Priorato de las Galias (1958) | 391
XI. Acta adicional de 21 de octubre 1965 a la Convención de 13-
06-1958 | 395
XII. Declaración de Principios del 8 de octubre de 1983 | 396
XIII. Declaración común del Gran Maestro de la G.L.N.F. y del
Gran Prior-Gran Maestro Nacional del G.P.D.G. de 10 de enero
de 1984 | 398
XIV. Sentencia pronunciada el 19 de diciembre de 2001 por el
Tribunal de Primera Instancia de París | 401
XV. Convención entre el Gran Oriente de Francia y el Gran
Priorato de las Galias de 24 de abril del 2003 | 405
Bibliografía | 410

. 13 .
PREFACIO

En verdad, en verdad os digo: El que cree en mí, las


obras que yo hago las hará también él, y aún mayo-
res que éstas hará, porque yo voy al Padre.1

Esta sentencia ofrece al hombre las claves de su doble natu-


raleza y le abre el camino de la permitida cooperación divi-
na. El Régimen Escocés Rectificado es el instrumento de esta
reconquista, espejo del encantamiento de Pablo, peregrinaje
y semejanza. La perspectiva willermoziana, motor de la
energía increada del rito que guía este Régimen, se relaciona
con el origen, la naturaleza y el devenir del hombre. Esta ab-
soluta confianza en la naturaleza humana y sus potenciali-
dades divinamente heredadas, transmite un conocimiento
según el amor, que se opone al imposible conocimiento se-
gún el alejamiento de un «no ser» en la inmensidad, como
atestigua la Encarnación del Verbo. Este saber contribuye al
restablecimiento de la masonería en sus fundamentos espiri-
tuales e iniciáticos, y al hombre en su libertad de obrar a fa-
vor del prójimo, por superación de uno mismo.
El Gran Priorato de las Galias, arquitecto de esta obra,
ocupa su lugar como Obediencia al servicio del hombre, de-

1 Jn 14, 12.

. 14 .
seoso por mediación de este libro de reunir en torno al pro-
yecto rectificado a las familias que así quieren denominarse.
Desde Jean-Baptiste Willermoz, su fundador, el Régimen
Escocés Rectificado resiste a toda tentativa de apropiación,
de deformación y de descristianización de su rito. De igual
modo, sería totalmente injusto no saludar, agradecer y abra-
zar aquí, a todos aquellos que más allá de las leyes de este
mundo se esfuerzan por mantenerlo. Todos estos caballeros,
de corazón humilde, que participan en la libertad de la glo-
2
ria de los hijos de Dios se reconocerán en él.
No obstante, entre estos distinguiremos a Camille Savoire
y Daniel Fontaine, el heroico Gran Maestro del G.P.D.G. en-
tre 1983 y 2005 y único sucesor de Charles de Hesse. René
Guilly y Robert Amadou, buscadores de lo absoluto. Jean-
François Var, Roger Dachez y Jean-Marc Vivenza, los tres
llevando la antorcha de la herencia, vistiendo los males ma-
sónicos con las luces del Verbo y devolviendo a las palabras
el espíritu de la letra. Philippe Raffin, valeroso compañero
de la unión, sorprendiendo con este acto al fulgor mismo de
lo que somos. Henri Millez, el cual, con las Ediciones du Si-
morgh, da toda su belleza a estos trazos de la verdad. Fi-
nalmente y una vez más, Jean-Marc portavoz del G.P.D.G., y
en esta ocasión porta pluma de la Orden.
Este libro, esperado y nunca escrito, da testimonio del go-
bierno del Espíritu Santo en la metahistoria del Régimen Es-
cocés Rectificado y su filiación. Permite entrever en estos
nuevos deberes una aventura de santidad dedicada a aque-
llas y aquellos que piensan que el hombre es una criatura
3
que ha recibido la orden de devenir Dios .

Bruno in Ordine Eques ab Ardenti Corde


Serenísimo Gran Maestro del Gran Priorato de las Galias

2 San Pablo, Epístola a los Romanos; 8, 21.


3 San Gregorio Nacianceno, «In laudem Basilii»

. 15 .
PRINCIPALES ABREVIATURAS

C.B.C.S. Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa


E.N. Escudero Novicio
G.C.D.R. Gran Colegio de los Ritos
G.L.D.F. Gran Logia de Francia
G.L.S.A. Gran Logia Suiza Alpina
G.L.N.F. Gran Logia Nacional Francesa
G.L.N.I.&R. Gran Logia Nacional Independiente y Regular pa-
ra Francia y sus colonias
G.L.N.S. Gran Logia Nacional Suiza
G.L.T.S.O. Gran Logia Tradicional y Simbólica Opera
G.O.D.F. Gran Oriente de Francia
G.L.U.A. Gran Logia Unida de Inglaterra
G.P.D.G. Gran Priorato de las Galias
G.P.I.H. Gran Priorato Independiente de Helvetia
M.E.S.A. Maestro Escocés de San Andrés
R.E.A.A. Rito Escocés Antiguo y Aceptado
R.E.R. Régimen Escocés Rectificado

. 16 .
INTRODUCCIÓN

Sicut Moises exaltavit serpentem in deserto,


ita exaltari oportet filium hominis
(Juan III, 14)

La historia del Gran Priorato de las Galias, una de las más


antiguas instituciones masónicas francesas por herencia de
la IIª, IIIª y Vª Provincias de los Directorios rectificados de
los que es depositario, se extiende a lo largo de varios siglos.
Esta historia, de naturaleza providencial, que atraviesa in-
clusive una fase en sueños cuando la extinción del Régimen
en Francia entre 18304 y 1935, constituida en tiempos distin-

4Tomamos como referencia el año 1830, en tanto que fecha de transmisión


en Ginebra, bajo forma de Carta patente, según voluntad formal de Willer-
moz anterior a su muerte en 1824, en tanto que depositario general, por Jo-
seph Antoine Pont (+ 1838), de todos los poderes y cualificaciones de la IIª
Provincia de la Orden, a fin de actuar en nombre suyo de manera provisional
hasta que se dieran las condiciones para su restablecimiento, de modo que
pudiera proseguir la actividad del Régimen, transmisión que por otro lado,
en la Carta patente de Constitución del Gran Priorato de las Galias por parte
del Gran Priorato de Helvetia, de fecha 20 y 23 de marzo de 1935, es recor-
dada en estos términos: «En vista, de que en fecha 29 de marzo [mayo] de
1830, el Capítulo Provincial de Ginebra, por Patente especial emanada de la
Provincia de Auvernia, IIª Provincia de la Orden, entrada a su vez en sueños,
adquirió el derecho de constituir establecimientos de su Rito, en sitio y lugar
de dicha Provincia de Auvernia…».
Ver Anexo VIII (pág. 246): Carta patente constitutiva del Gran Priorato de

. 17 .
tos y muy diferentes, es larga, rica en múltiples aconteci-
mientos, en momentos fundamentales, de decisiones esen-
ciales, con personalidades fuera de lo común, con sorpren-
dentes encuentros, en situaciones felices pero también en
ocasiones trágicas, de entusiasmos magníficos, de compro-
misos admirables, y se confunde por completo con la del
Régimen Escocés Rectificado. Esto que parece ahora una
evidencia que no sería necesario afirmar, no obstante, si bien
podemos constatar que los elementos relativos al periodo
fundacional del Régimen5 —es decir en el siglo XVIII—, son
actualmente bastante bien conocidos y claramente estableci-
dos por los investigadores, extrañamente, no sucedía lo
mismo en el siglo XIX y en el período contemporáneo que va
de su despertar realizado en los albores del siglo XX, hasta la
creación del Gran Priorato de las Galias, el 23 de marzo de
1935, seguido de la constitución en el 24 de octubre del
mismo año, de la Gran Logia Escocesa Rectificada.
Ciertamente, excelentes obras y numerosas publicaciones,
en un loable deseo de servir al conocimiento del Rito Escocés
Rectificado, su desarrollo y los elementos característicos de
su despertar en el siglo XX, poco a poco han contribuido en
poner a la luz su realidad histórica restableciendo los he-
chos, lo que constituye una ayuda inestimable para investi-
6
gadores y eruditos , pero si estas obras poseen grandes cua-

las Galias (23 de marzo de 1935).


5 Robert Amadou precisa pertinentemente, refiriéndose de lo que distingue

Rito, de Régimen: «Rito» significa una organización social o el rito propia-


mente dicho. Tratándose del R.E.R., ambos vocablos son a menudo sinóni-
mos. Esta costumbre tanto menos condenable cuanto que el cumplimiento de
los ritos propios al escocismo rectificado supone que este sea constituido en
un régimen autónomo.» (in Steel-Maret, Archives secrètes de la Franc-
Maçonnerie, Collège métropolitain de France à Lyon, IIe Province dite
d’Auvergne 1765-1852, Librairie de la Préfecture, 1893. Nueva edición e in-
troducción por Robert Amadou, con un estudio de Jean Saunier, Slatkine,
1985, págs. 16-29).
6 Citaremos en particular, por su incontestable interés documental, la obra

de René Le Forestier: La Franc-maçonnerie templière et occultiste aux


XVIIIe et XIXe siècles, Aubier-Montaigne, 1970 (con prefacio de Antoine

. 18 .
lidades, ninguna de ellas se relaciona únicamente con el
Gran Priorato de las Galias en tanto que institución original
y específica en su continuidad —lo que resulta incontestable
desde el punto de vista histórico— continuidad que única-
mente puede explicar, y permite comprender mejor la natu-
raleza propia de la estructura edificada, en etapas sucesivas,
en tanto que Orden y Régimen —no yendo la una sin la
otra— en Francia por Jean-Baptiste Willermoz (1730-1824). Y
en esta noción «de Orden», que fue la esencia y la línea di-
rectriz del conjunto de la obra willermoziana, en la que es-
tamos al respecto enteramente de acuerdo con Robert Ama-
dou (1924-2006), quien justamente y con gran pertinencia,
recuerda y pone de manifiesto este aspecto fundamental en
sus numerosos estudios y especialmente en su introducción
a la reedición de los Archivos secretos de la Francmasone-
7
ría , es un aspecto esencial para la comprensión de lo que
nos ocupa, noción que el mismo Willermoz definía en estos
términos: «Entiendo por la palabra Orden, la orden masóni-
8
ca interior y secreta del Régimen rectificado.»
Nos ha parecido pues necesario, de tal modo que todos
aquellos interesados por lo que representa y encarna el Gran
Priorato de las Galias —precisamente y en tanto «que Or-
den» en el seno de la francmasonería francesa e internacio-
nal— con el fin que puedan encontrar respuestas a sus legí-
timas interrogaciones, el efectuar una presentación relativa-
mente detallada de los diferentes periodos que estructuran
su historia, desde la constitución de los Directorios de la Es-

Faivre), así como dos estudios recientes :


Noël, P., Le Rite Écossais Rectifié en France au XXe siècle, Cahiers Villard
de Honnecourt, nº 45, 2ª serie, 2001.
Hess, W., Chevaliers et Franc-Maçons, Approche contemporaine du Rite
Écossais Rectifié. Ivoire-Clair, 2001.
7 Steel-Maret (Bouchet et Boccard), Archives secrètes de la Franc-

maçonnerie, Collège métropolitain de France à Lyon, IIe Province dite


d’Auvergne 1765-1852, op. cit, págs. 5-6.
8 Carta a Charles de Hesse, 10 de septiembre de 1810, Biblioteca Municipal

de Lyon, Ms 5889.

. 19 .
tricta Observancia en Francia entre 1773 y 1774, pasando por
la reforma del Régimen en 1778 cuando el Convento de las
Galias, ratificado y adoptado en Wilhelmsbad en 1782 bajo
la dirección magistral de aquel que fue a la vez el alma y el
organizador incomparable de esta excepcional empresa es-
piritual e iniciática, a saber Jean-Baptiste Willermoz, de ahí
hasta nuestros días, deteniéndose en los diversos tiempos de
expansión de una transmisión cuya rara originalidad y ca-
rácter específico son incontestables, y en muchos aspectos,
sin ninguna equivalencia en Occidente.
Por otra parte, si el despertar del Régimen Escocés Rectifi-
cado en el siglo XX, sabiendo las delicadas situaciones y
numerosas vicisitudes que tuvo que atravesar, especialmen-
te durante el siglo XIX, fue evidentemente un momento ex-
traordinariamente importante para todos aquellos, que en el
presente, practican este sistema masónico y se benefician de
sus luces, en este aspecto, podemos constatar felizmente en
nuestros días el número significativo, siempre creciente, de
aquellos que han encontrado o encontrarán mañana en este
Régimen, y en consecuencia en las enseñanzas willermozia-
nas, su método que se distingue por una pedagogía dulce y
sutil, una fuente incomparable de transformación espiritual.
Pero todavía falta, para que esta aproximación sea exacta y
verdadera, conocer con precisión los destacados detalles de
ésta reedificación, al igual que —y este aspecto muy lejos de
ser accesorio define filosóficamente su naturaleza—, las ba-
ses de la doctrina de la reintegración de la que es el deposi-
tario por excelencia a lo largo de la Historia por razón de
una filiación ininterrumpida que arranca en el siglo XVIII,
9
confiriéndole una legitimidad única en muchos aspectos , de

9 La Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, que culmi-


na y dirige el Rito Escocés Rectificado, es portadora de una base espiritual
y una herencia histórica salidas directamente de las enseñanzas de Mar-
tinès de Pasqually (+1774), enseñanzas no obstante profundamente cristia-
nizadas con las Lecciones de Lyon (1774-1776) que apartan los elementos
problemáticos contenidos en las tesis martinesistas, es especial aquellas to-
cantes a la cristología y la concepción trinitaria del taumaturgo bordelés

. 20 .
tal modo que de este conocimiento conjugado puedan sur-
gir, imponiéndose la evidencia casi de manera natural, las
condiciones de su existencia y su devenir en este comienzo
del siglo XXI.
Sin embargo, sin el cristianismo que lo define y cualifica en
el plano espiritual, resulta evidente que el Régimen Escocés
Rectificado quedaría reducido a no ser más que una cáscara
vacía de sentido, una estructura desnuda de su fundamentos
esenciales, tornándose una caricatura de sí misma desprovis-
ta de toda autenticidad.
Es por lo que el Gran Priorato de las Galias, consciente al
más alto nivel de la estrecha relación que liga desde su mis-
ma creación el Rito a las verdades del Evangelio, se quiere
una Orden cristiana defendiendo con energía y convicción la
iniciación cristiana entendida en su carácter genérico amplio
y no exclusivo, por deseo de caridad y voluntad de respon-

(Ver: capítulo V, b; «Las Lecciones de Lyon»). Así pues, lo que une pro-
fundamente el Régimen Escocés Rectificado a la doctrina martinesista, par-
ticipa de una incontestable y directa filiación de la que la Gran Profesión,
en toda lógica, fue detentora por los elementos propios que serán allí de-
positados por el mismo Jean-Baptiste Willermoz, el cual, no lo olvidemos,
era detentor en tanto que Réau+Croix, de la totalidad de la transmisión
coen, todo ello sin prejuicio de la benevolente ayuda recibida directamente
de Louis-Claude de Saint-Martin (1743-1803), como nos lo indican positi-
vamente los términos de una carta de 1784 escrita por el Filósofo Descono-
cido al reformador lionés: «…aguardo en consecuencia que autoricéis a
vuestros lugartenientes a confiarme la lectura de la redacción de los grados
de los que me habéis hablado durante este verano y de los que os he dicho
que no me permitiría su demanda. En efecto, si no me aplanáis el camino
sobre el particular, podré ver durante cien años a todos los miembros de
La Beneficencia que no he de abrirles mi boca.» (Saint-Martin, Lettre à
Jean-Baptiste Willermoz, París, 19 de septiembre de 1784). Este punto no
sufre ninguna contestación como lo explica Robert Amadou : «El objetivo
de Willermoz era pues preservar la doctrina de la que Martines de Pasqua-
lly había sido, según él mismo le había enseñado, tan solo un relevo; man-
tener, aunque a la sombra la orden de los Elus Cohen, la verdadera Maso-
nería de acuerdo al modelo que Martines de Pasqually le había revelado
como arquetipo y que garantizaba una conformidad doctrinal con la doc-
trina de la reintegración.» (R. Amadou, Martinisme. CIREM, 1997, pág. 36).

. 21 .
10
der a las exigencias de una «real beneficencia» , lo que ex-
plica que en la lucha intransigente emprendida desde hace
largos años por guiar y conservar en el Régimen Escocés
Rectificado su identidad y mantener, con constancia nunca
desmentida, su fidelidad respecto a los misterios de la Reve-
lación, se haya abierto igualmente, en un espíritu de acogi-
da, enriquecimiento y unión, a otras vías Masónicas y Caba-
llerescas, en particular la Orden Religiosa, Militar y Masóni-
ca de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, Palestina, Ro-
das y Malta, y a los Altos Grados del Rito Francés, que pro-
ponen ellos también, según modalidades que han recibido
de los siglos su validez y dado amplia demostración de la
eminencia de sus virtudes, un camino asegurado hacia el
Cielo.
Una certeza debe pues acompañar al lector a lo largo de las
páginas de ésta obra, el Gran Priorato de las Galias, estructura
que ha presidido el despertar en Francia del Régimen Escocés
Rectificado en el siglo XX, está comprometido, como por otra
parte quisieron sus fundadores, nada menos que en la puesta
11
en práctica de la «ciencia del hombre» , buscando construir y

10 Willermoz, respecto a lo que es la real beneficencia, cuya naturaleza es

ante todo de índole espiritual, dirá: «Es pues bien cierto que la beneficen-
cia, tal cual la entendemos, no es más que un fin accesorio, y sus alegorías,
sus emblemas, son las instrucciones bienhechoras que la Institución da a
aquellos que recibe en su seno! Si fueran signos mudos, o tan solo suscep-
tibles de una interpretación relativa a la Orden del Temple, yo me pregun-
taría ¿por qué recomendar con tanto ahínco su meditación al Masón? Una
Sociedad que solo quisiera socorrer la Humanidad, para alcanzar ese fin
¿debería acaso reunirse en un templo totalmente cargado de emblemas?
Para hacer el bien a los hombres, ¿es menester poner en práctica signos de
ésta naturaleza? Cuando solo se quiere reunir los recursos para socorrer al
indigente, se forma un centro de caridad y uno se ocupa solamente de ese
objeto…» (Cf. Réponse aux assertions contenues dans l’ouvrage du R.F.L.
eques a Fascia, Prae + Loth, et Vis. Prus. Ausiae, teniendo por título : De
Conventu Generali Latomorum apud Aquas Wilhelminas, Impreso en
Lyon en la minuta depositada en los Archivos, 1784).
11 «El Régimen o Rito escocés rectificado, en la huella enigmática de Mar-

tinès de Pasqually y bajo la acción de Jean-Baptiste Willermoz, ha especifi-


cado la ciencia específica de la francmasonería —que es la «ciencia del

. 22 .
edificar, para aquellos que quieran comprometerse a su lado,
aceptando caminar con él hacia lo invisible, un destino común
en forma de invitación a pasar «de la imagen a la semejanza»
apoyándose con confianza en los principios del cristianismo,
y esto para la mayor felicidad de las almas de deseo en busca
de la Verdad y de la felicidad de toda la familia humana a cu-
yo bien están —por definición— consagrados todos sus traba-
jos, único espíritu e idéntica voluntad en los cuales está por
otra parte igualmente propuesto este estudio histórico, cuyo
objeto primero —evidentemente— es contribuir ante todo y
en primer lugar, a la expansión de la auténtica «Luz», y a
obrar a la Gloria del «Ser Eterno e Infinito que es la bondad, la
justicia y la verdad misma, y que por su palabra todopodero-
sa e invencible, ha dado el ser a todo lo que existe».

hombre», según Joseph de Maîstre— en la doctrina de la reintegración,


común a los elus cohens, a Louis-Claude de Saint-Martin y a las ordenes
martinistas dignas de este nombre.» (R. Amadou, op. cit. pág. 40).

. 23 .
1ª Parte

De los orígenes
al siglo XIX

. 24 .
I. LA ESTRICTA OBSERVANCIA

Es por «el escocismo», a partir de la segunda mitad del siglo


XVIII, que va a extenderse por Europa con un éxito extraor-
dinario el Rito Escocés, y a desplegarse en los diferentes te-
rritorios donde se establecerá bajo diversas denominaciones
extraídas todas de una fuerte común, conjugando la memo-
ria de los operativos, los misterios del hermetismo, elemen-
tos de la cábala y sobre todo la leyenda templaria.
A) EL RITO ESCOCÉS

El Rito Escocés, en el que vamos a detenernos rápidamente,


que estaba destinado a jugar un papel de primera importan-
cia en Francia y en Europa más generalmente en los prime-
ros tiempos de su edificación, aparece en el siglo XVIII como
un Rito cuya originalidad es sin parangón alguno, uno de
los más fascinantes. En primer lugar se impone una preci-
sión significativa, el Rito Escocés, como el conjunto de los di-
ferentes sistemas de «Altos Grados» que caracterizan al «es-
cocismo» no nacieron en absoluto en Escocia. Sin embargo,
ello no impide que Escocia no tenga nada que ver en esto ya
que es en este país, en el siglo XII, y gracias a la Logia de
Kilwining, que encontramos el rastro en las obras de cons-
trucción de la abadía erigida en 1140 por los monjes france-
ses en el Condado de Ayr, y que la masonería extrae sus raí-

. 25 .
ces visibles. En efecto, numerosas Logias se crearon en este
país gracias a los diferentes talleres que se instauraron a fin
de obrar la edificación de iglesias, catedrales o abadías. Y
sabemos sobre este particular que Escocia fue la tierra en
que el arte románico en un primer tiempo, y luego el gótico,
tuvieron una rara longevidad puesto que se siguió constru-
yendo en este último estilo hasta pleno siglo XVI.
Las Logias operativas escocesas trabajaban pues con cons-
tancia y singular vitalidad, mientras que en Inglaterra, en
especial, después del gran incendio de 1666, y sobre el Con-
tinente europeo, éstas parecían desaparecer poniendo tér-
mino a su actividad. No obstante, en el curso de los años, las
Logias son progresivamente abiertas a hombres extraños al
oficio, formando este grupo de hombres nuevos a los que se
llamará los Masones «aceptados», y que el famoso Manuscri-
to Cooke fechado en 1410 (probablemente una copia de un
documento muy anterior), designa bajo el término de «espe-
culativos». Estos especulativos son a menudo eruditos, espí-
ritus apasionados por el conocimiento y cuyos centros de in-
terés son tanto la geometría como la alquimia o la cábala. El
Manuscrito Dumfries IV (1710) señala por otra parte que los
masones aceptados han sido recibidos por el hecho de su
«curiosidad», pero que ésta debe estar sometida a la regla
imperiosa del secreto.
A este respecto, una pregunta se viene planteando desde
hace tiempo, la de saber si los grados de Aprendiz y Com-
pañero provienen directamente del oficio (Craft), de acuerdo
a la tesis designada bajo el nombre de «transición», tesis que
supone una transformación progresiva de las Logias «opera-
tivas», o bien, si por el contrario hubo una forma de «capta-
ción de la herencia», es decir la apropiación pura y simple
del simbolismo vinculado al oficio por parte de gentes exte-
riores a este oficio. Ahora bien, respecto a ésta delicada cues-
tión el Pr. David Stevenson, director del Centro de estudios
escoceses de la Universidad de Aberdeen, en su primera
obra, The Origins of Freemasonry, Scotland’s Century (1590-

. 26 .
12
1710) aparecido en 1983 , ha logrado probar, con la ayuda
de documentos escoceses inéditos, que en efecto, si bien no
hubo ninguna transición continuada en Inglaterra, sucedió
de distinta manera en Escocia, puesto que esta transición ha
importado concretamente en la masonería simbólica elemen-
tos esotéricos precedentemente infundidos en la masonería
escocesa de oficio por William Schaw, Master of Work and
General Warden of Masons, Maestro de obras y Superinten-
dente general de los Masones del rey Jacobo VI de Escocia y
Jacobo I de Inglaterra, inspirador de los Estatutos datados de
1598 y 1599 que por otra parte llevan su nombre (Estatuto
Schaw y que han reorganizado por completo el oficio en Es-
13
cocia .
Estamos pues, como podemos ver, en un período de pro-
funda transformación de la antigua masonería, coincidiendo

12 Traducción francesa Les Origines de la Franc-Maçonnerie, le siècle écos-


sais 1590-1710, Éditions Télètes, 1993, obra completada por The First Free-
masons, Scotland’s Early Lodges and their Members, traducción francesa
Les premiers francs-maçons, les loges écossaises originelles et leurs
membres, Éd. Ivoire-Clair, 2000.
13 De ello resulta, escribe Jean-François Var, que: «Esta masonería escocesa

era pues a la vez una masonería de oficio y una masonería simbólica y eso-
térica; que tenía dos jerarquías paralelas; en logia, y en la corporación. De
tal manera, que el mismo hombre podía, en logia, ser maestro masón, pero,
en la corporación, ser solamente compañero, puesto que, para obtener la
maestría, era preciso, por una parte adquirir por dinero la plaza de un
maestro retirado o fallecido, y por otra ser cooptado por los otros maestros.
Resulta de lo precedente que el grado de maestro masón, el cual, en Ingla-
terra, no existía inicialmente, es decir cuando la fundación en 1717 de la
Gran Logia dicha más tarde de los Modernos, y que apareció a continua-
ción entre 1725 y 1730, año de la publicación de la famosa divulgación de
Prichard Masonry Dissected, que comporta este grado, este, pues, tiene to-
das las probabilidades de haber sido introducido, o reintroducido, a partir
de Escocia; que esta masonería escocesa era pues a la vez una masonería de
oficio y una masonería simbólica y esotérica. («Reintroducida», porque, si
creemos a Laurence Dermott, los Modernos estaban insuficientemente ins-
truidos e ignoraban hasta la existencia de este grado que existía en la ma-
sonería «antigua». (Cf. J.-F. Var, Ahiman Rezon et la Grande Loge des An-
ciens, Trabajos de la Logia nacional de investigaciones Villard de Honne-
court de la Gran Logia Nacional Francesa, 2ª serie, nº 15, 1987).

. 27 .
además la llegada de estos «especulativos» con un cambio
de época en la medida en que la influencia del Renacimiento
italiano, bajo la impulsión de las dinámicas Academias de la
península, empieza a hacerse sentir por toda Europa.
Es por otra parte bajo el reinado de Jacobo V de Escocia
(1512-1542), esposo de María de Lorena, padre de María Es-
tuardo (1542-1587), que el Gran Maestro de la masonería es-
cocesa, es decir el señor Sinclair de Roslin, decide efectuar
un viaje a Italia a fin de encontrarse con los miembros de las
Academias, que por sus estructuras y métodos, eran el equi-
valente de las Logias del norte. Entusiasmado por lo que
descubre, el Gran Maestro, además de encargar la construc-
ción de una capilla que confió al cuidado de los maestros ita-
lianos, emprendió gestiones con el fin de establecer una
unión entre estos maestros y los Masones escoceses, organi-
zándola en cofradía y dotándola de una carta en buena y
debida forma, que según los historiadores, dataría de 1605.
Paul Naudon escribe: «Es a esta época, parece ser, a la que
hay que remontar la transformación de la antigua masonería
operativa. Ella recibe entonces, por la transfusión de una
sangre nueva, una impulsión que se traduce en el plano cul-
tural y artístico. Como consecuencia, añade, los Estuardo da-
rán a la masonería una nueva orientación especulativa, ésta
vez en un sentido religioso y político14.»
Contrariamente en Inglaterra las Logias operativas escoce-
sas mostrarán una real vitalidad, y sus miembros no dejarán
de venir a prodigar sus luces al país de las «Lis», por razón
de los lazos tradicionales y políticos que unían Escocia y
Francia, cuya recepción será objeto de una particular aten-
ción. «Un documento del siglo XVI, señala dos Logias esco-
15
cesas, una en París, y otra en Lyon» , nos dice Albert La-
dret, lo que confirma la presencia de Masones escoceses de
manera muy anterior a la creación de las Logias militares ja-

14P.Naudon, l’Humanisme maçonnique, Dervy, 1980, pág. 264.


15A. Ladret, Le Grand Siècle de la Franc-maçonnerie traditionnel. La
Franc-maçonnerie lyonnaise du XVIIIe siècle, Dervy, 1976, pág. 31.

. 28 .
cobitas que vieron la luz al Oriente de Saint-Germain, o a la
creación de la primera Logia inglesa, «Saint Thomas», en
1726 en territorio de las Galias, Logia que se unió a la «Louis
d’Argent».
B) LOS «ALTOS GRADOS» ESCOCESES

Por otra parte, y de igual modo muy anteriormente a la ma-


sonería inglesa, y a las Constituciones de Anderson de 1717,
que aparecen como una tentativa de adaptación moderniza-
dora y federativa de la antigua masonería, y de la que los
16
trabajos de Stretton en su obra The Speculative Mason han
mostrado claramente su carácter reductor y destructor res-
pecto a la venerable tradición operativa y la desafortunada
alteración de la esencia original de ésta última, existía una
masonería en siete grados o siete graduaciones de esencia
estrictamente bíblica y «salomónica». Así, se vio circular
desde 1730 un grado de «Mason escocés» y al respecto, un
artículo del reglamento de la Gran Logia de Francia de fecha
11 de diciembre de 1743, hace expresa defensa de los Her-
manos detentores del título de «Masones escoceses» permi-
tiéndoles llevar los signos distintivos de este grado en las te-
17
nidas . Resulta claro que la atracción por «el escocismo»
forma parte de un movimiento general, Lindsay considera
que a partir de 1738, particularmente en Francia, masones
turbados por los términos de la condena pronunciada por la
bula In Eminenti apostolatum specula del papa Clemente

16 Sobre el particular, el lector podrá remitirse con provecho sobre ciertas

páginas que dedica J-P. Bayard al respecto en su obra: Le Symbolisme ma-


çonnique traditionnel, Edimat, 1988, págs. 51-57.
17 Roger Dachez y Jean-Marc Pétillot precisan: « Los más antiguos grados

«posteriores » -si no superiores- al grado de Maestro fueron casi de entrada


calificados «de grados escoceses». Tal es el caso en Inglaterra, desde los
años 1730, en que aparecen enigmáticos Scots Masters cuya naturaleza
exacta no está todavía determinada, pero que podrían muy bien ser los an-
cestros de los «Maestros escoceses» que se multiplicaron en el continente
algunos años más tarde.» (R. Dachez, J.-M. Pétillot, Le Rite Écossais Recti-
fié, PUF, colección « Que Sais-je ? », 2010, págs. 22-12).

. 29 .
18
XII , «buscan justificarse acentuando su carácter católico,
legitimista, y por qué no decirlo, escocés: así, Bertin de Ro-

18El carácter muy precoz de las condenas pontificias hará que la atracción
por la francmasonería quede tocada -especialmente en los Estados católi-
cos a diferencia de aquellos otros donde dominaban las iglesias salidas de
la Reforma-, por una fuerte reprobación puesto que el papa Clemente XII,
el 28 de abril de 1738, por la bula In Eminenti apostolatum specula, bula
renovada por Benito XIV en 1751, prohibirá a todo fiel el hacerse recibir ba-
jo pena de excomunión. Clemente XII declaraba, en una fórmula que se ha-
ría célebre, en la bula In Eminenti: «si estos hombres no hicieran el mal,
¿por qué habrían de tener tan grande horror de la luz?». Pero esta interdic-
ción eclesiástica, que por otra parte apenas tuvo efectos en Francia al no
haber sido registrada por el Parlamento de París, no impidió en absoluto
que ciertos espíritus, en algunos casos de gran calidad y alta condición,
como Príncipes de sangre e íntimos del Rey, se hicieran miembros. Sabe-
mos incluso, por poner un ejemplo de un Estado eminentemente católico,
gracias a una deliberación de la Logia «Les Independants» que el rey de
Saboya en persona, Victor Amadeo III (1726-1796), fue iniciado y participó
de los trabajos. Por otra parte, no hay que descuidar para la comprensión
de todo este asunto, que a lo largo del siglo XVIII los Masones se aplicaron
con sumo cuidado en sus deberes como cristianos: por la San Juan del ve-
rano o del invierno hacían decir una misa y sucedía lo mismo con motivo
del fallecimiento de un hermano, a igual que no se convocaba ningún ban-
quete durante la cuaresma y la presencia de eclesiásticos, en ocasiones de
alto rango, no era rara en las Logias (Mns. Louis Mathias de Barral (1746-
1816), antiguo obispo de Troyes que será hecho Par de Francia por Luis
XVIII, fue francmasón del Rito Escocés Rectificado –iniciado en La Con-
corde de Sens, el 25 de octubre de 1777, se unió en 1781 a La Bienfaisance
et l’Égaité en Grenoble de la que su hermano, Joseph Marie de Barral, mar-
qués de Montferrat, era dignatario). Así en 1789, en la vigilia de la Revolu-
ción, 27 Venerables Maestros de las Logias, entre ellos cinco de París, eran
del clero y ciertos monasterios, y no de los menos importantes, poseían
una Logia. En cuanto al Código de los C.B.C.S., lo que muestra muy clara-
mente el importante lazo que existía entre la religión y la Masonería, llega-
rá incluso a dotar de un sitio especial para los clérigos ordenados en el
seno de la Orden Interior: «LOS Caballeros. regulares, es decir, aquellos que
han recibido las Ordenes Sagradas de una comunión Cristiana, encomen-
dados en particular al amor por las buenas costumbres & a una religión
dulce, bienhechora & tolerante, cumplirán las funciones eclesiásticas en las
ceremonias de la Orden, & velarán por la observancia del culto divino &
de una santa disciplina en los asilos, hospitales de huérfanos & otros hos-
picios fundados por la Orden.» (Código General y Reglamentos de la Or-
den de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, Título 1º, artículo I,
1778).

. 30 .
cheret, afirma entonces que la Francmasonería ha sido in-
troducida en Francia «como consecuencia del rey Jacobo II
19
en 1689.»
En este aspecto, la francmasonería, como sabemos, impor-
tada en el siglo XVIII de Gran Bretaña, implantándose en
Francia hacia 1725, va a absorber como resulta normal, for-
mas de sociabilidad muy antiguas como las compañías de
arqueros, herederos de las milicias caballerescas urbanas de
la Edad Media que continuaron reuniéndose después de ser
desarmadas, al igual que ciertos círculos de caballería, o in-
cluso viejas cofradías religiosas como los Penitentes. No hay
que olvidar que en el siglo XVIII los Masones son en su gran
mayoría perfectos cristianos, y cosa poco conocida, existían
Logias que trabajaban incluso en el seno mismo de las aba-
20
días . Solo será después de un siglo más tarde que una par-
te de la francmasonería, fuere como revulsivo a las severas y
repetidas condenas de la Iglesia romana o por razón que vo-
luntariamente se comprometiera en esa dirección, que la
francmasonería va a secularizarse.

19D. Ligou, Dictionnaire de la Franc-maçonnerie, PUF, 1991, pág. 1036.


20Fernand Orelli ha mostrado muy bien la importante presencia de las Lo-
gias en las abadías del siglo XVIII. Como ejemplo lo bastante significativo
para que no haga falta continuar insistiendo, destacar que el Gran Oriente
concederá a la Logia La Vertu trabajando al Oriente de Clairvaux, sus
Constituciones el 9 de febrero de 1786, y procederá a la instalación oficial
de la Logia el 21 de mayo de 1786, Logia que mostrará una vitalidad sor-
prendente puesto que en 1785, diez hermanos monjes la componen y llega-
rá a contar con diecinueve hacia 1787. Pero éste no fue tampoco un caso
aislado, lo podemos volver a encontrar en las abadías de Fécamp de Bec-
Hellouin o incluso en la abadía de Melk en Austria, esto sin olvidar las ad-
hesiones masivas de monjes benedictinos de la congregación de Saint-
Maur en el conjunto de Logias sobre el territorio de Francia, Inglaterra,
Alemania, Países Bajos, Austria, etc. (Cf. F. Orelli, La Chaine d’Union, 6 de
marzo de 1939). A señalar igualmente, el trabajo del padre José Antonio
Ferrer Benimeli, s.j. (Les Archives scrètes du Vatican et de la Franc-
maçonnerie, Dervy, 1986), que llega a confeccionar una lista, aunque in-
completa, que comporta cerca de cien páginas, de eclesiásticos francmaso-
nes en el siglo XVIII.

. 31 .
21
Es pues en época del Caballero de Ramsay (1686-1743) ,
nacido en Escocia, que llegó a ser secretario de Fénelon

21 Andrew Michael Ramsay, provenía de una familia calvinista, fue acep-

tado en Francia por el Regente Philippe d’Orleans (1674-1723) en la Orden


de San Lázaro. De viaje por los Países Bajos, entra en contacto con los me-
dios teosóficos, dirigiéndose luego hacia 1707 a Cambrai donde se pone al
servicio de Fénelon haciéndose su amigo y secretario, convirtiéndose gra-
cias a ese contacto al catolicismo. Señalaremos que Fénelon, en esa época,
vivía retirado en su diócesis, al pairo del arrebato «anti-quietista» y de la
atmósfera general de sospecha reinante ante la mística del abandono. En
efecto, Fénelon, favorable a la doctrina del «amor puro», con el fin de de-
fender las posiciones de la Señora de Guyon en materia de oración, había
escrito diversas obras, entre ellas las célebres «Máximas de los santos»
mostrando la perfecta ortodoxia de la oración pasiva, no discursiva, apo-
yándose principalmente en san Clemente de Alejandría y san Juan de la
Cruz, enfrentándose a las convicciones anti-místicas de Bossuet. En efecto,
el arzobispo de Cambrai había sido amonestado por dicha publicación, por
Inocencio XII, mediante el conminatorio Cum alias, el 16 de marzo de 1699.
Al respecto, Jean-Robert Armogathe, no duda en declarar: «La condena de
las «Máximas de los santos» marca una parada al más grande movimiento
místico que la Europa católica haya conocido en el siglo XVII; la atmósfera
de sospecha y represión que pesa a lo largo del siglo XVIII sobre la mística
católica es claramente denunciada por el P. Caussade (+1751) en sus «Ins-
trucciones espirituales en forma de diálogo sobre los diversos estados de la
oración» (1741).(…) Juan de la Cruz será uno de los grandes sospechosos, a
pesar de su canonización (1727), y Moreri verá en él, en su Diccionario:
«los principios de una mística exagerada», mientras que André de
l’Incarnation, verá rechazada en 1746, la autorización para publicar una
edición crítica». (J.R. Armogathe, Le Quietisme, PUF, 1973, pág. 96). Más
viva y significativamente todavía, respecto a las nefastas consecuencias de
la lucha contra el quietismo, Louis Cognet, escribirá: «El movimiento de las
ideas trastorna y sobrepasa (los espíritus), y la oposición, que hasta aquí
era sobre todo una especie de recelo instructivo, adquiere ahora sólidas ba-
ses doctrinales. El intelectualismo y el psicologismo invaden la piedad; se
desconfía de todo lo que no sea razón, conciencia, pensamiento, y se tiende
a considerar como ilusoria la oración pasiva y no conceptual. Poco a poco,
a medida que los años pasan, la mística deviene sospechosa e incluso se ti-
ñe progresivamente de un peligroso ridículo.» (L. Cognet, Crépuscule des
mystiques. Tournai, 1958.) Sin embargo, para su única defensa, Fénelon di-
rá admirablemente: «Todo lo que he enseñado en mis «Máximas de los
santos», se reduce a estas dos cosas: la primera es que la caridad es un
amor de Dios de per se, con independencia de la beatitud que se encuentre
en él; la segunda, que en la vida de las almas más perfectas, es la caridad la
que prevalece sobre las otras virtudes, que las anima, y que comienza los

. 32 .
(1651-1715) y luego íntimo de la Señora de Guyon (1648-
22
1717) , recibido en 1730 en la Horn Lodge, en su célebre
«Discurso» cuya primera versión es de 1736, pero que pro-
nunció parece ser hacia 1740 en tanto que Gran Orador de la
Gran Logia, vincula la masonería escocesa a las Ordenes
medievales de caballería y a los cruzados, y hace un llama-
miento a los Hermanos de «buena voluntad» para «poner
23
orden en el seno del caos» y establecer con esta finalidad
una nueva caballería iniciática que será la base de lo que se
24
ha designado como los «Altos Grados» del escocismo .

actos para llevarlos a su fin, de tal manera que el justo en este estado ejerce
entonces de ordinario la esperanza y todas las otras virtudes con el desin-
terés de la caridad misma que comienza el ejercicio. Digo generalmente
que este estado no deja de ser excepcional, siendo habitual e invariable.»
(Lettre de Fénelon, Revue Fénelon, 1910).
22 Cf. P. Naudon, La Franc-maçonnerie et le Divin; histoire philosophique

de la Franc-maçonnerie à l’égard du sentiment religieux, Dervy, 1960, y F.


Ribadeau-Dumas, Fénelon et les saintes folies de Madame Guyon, Ed. du
Mont-Blanc, 1968.
23 De todos es sabido que la expresión: «Ordo ab chao», se convertirá en la

divisa misma del escocismo, y adquirirá una gran popularidad en el seno


de esta nueva masonería, ya que dicha divisa simboliza el espíritu mismo
que preside la emergencia de su forma específica.
24 «En época de las guerras santas en Palestina, diversos Príncipes, Señores

y Ciudadanos entraron en la Sociedad, haciendo votos por restablecer los


templos de la Cristiandad en Tierra Santa, y se comprometieron mediante
juramento a emplear todos sus talentos y bienes para devolver la Arquitec-
tura a la primitiva institución. Acordaron distintos signos antiguos, pala-
bras simbólicas entresacadas del fondo de la religión, para distinguirse de
los Infieles y reconocerse de los Sarracenos. No comunicaban estos signos
y palabras si no a aquellos que prometían solemnemente y a menudo al pie
de los Altares de jamás revelarnos. (…) Algún tiempo después, nuestra
Orden se unió íntimamente con los Caballeros de San Juan de Jerusalén.
Desde entonces y a partir de ahí, nuestras Logias llevaran el nombre de
Logias de San Juan en todos los países. Esta unión se hizo a imitación de
los Israelitas, cuando estos reconstruyeron el segundo Templo, que mien-
tras manejaban con una mano la trulla y el mortero, llevaban en la otra la
Espada y el Escudo. Nuestra Orden [es] una orden moral, instituido por
nuestros Ancestros en Tierra santa para traernos el recuerdo de las verda-
des más sublimes, en mitad de los inocentes placeres de la Sociedad. (…)
Los Reyes, los Príncipes y los Señores, de vuelta de Palestina a sus países,

. 33 .
C) LA FRANCMASONERÍA TEMPLARIA

Es por mediación de Christian Schubart (1734-1787) Eq. a


Struthione, un íntimo del barón de Hund (1722-1776) Eq. a
Ense, con quien entabló relación en 1764 con motivo del
25
Convento de Altenberg , que llegaron a Lyon las primeras
luces de la masonería templaria. En efecto, bajo su forma
alemana, la masonería escocesa había desarrollado desde
hacía varios años un sistema muy original bautizado con el
nombre de Estricta Observancia.

establecieron diferentes Logias. Del tiempo de las últimas Cruzadas po-


demos ver diversas Logias erigidas en Alemania, Italia, España, Francia y
de ahí a Escocia, a causa de la íntima alianza que hubo entonces entre las
dos Naciones. Jacobo Lord Steward de Escocia fue Gran Maestro de una
Logia establecida en Kilwinning en el Oeste de Escocia en el año 1286, po-
co tiempo después de la muerte de Alejandro III, Rey de Escocia, y un año
antes que Jean Baliol subiera al Trono. Este Señor Escocés recibió Free
Maçon en su Logia a los Condes de Gloucester y del Ulster, Señores Ingle-
ses e Irlandeses. Poco a poco nuestras Logias, nuestras fiestas y solemni-
dades fueron descuidadas en la mayor parte de países donde habían sido
establecidas. De ahí viene el silencio de los Historiadores de casi todos los
Reinos sobre nuestra Orden, a excepción de la Gran Bretaña. Ellas conser-
varon no obstante con todo su esplendor entre los Escoceses a quien nues-
tros Reyes confiaron durante varios siglos la guardia de su sagrada perso-
na.» (A.M. Ramsay, Discours soumis par son auteur au cardinal de Fleury,
ministre de Louis XV, el 20 de marzo de 1737).
25 Johan Christian Schubart y Johann Wilhelm von Zinnendorf (1731-1782),

fueron los más próximos colaboradores de von Hund en su empresa inicial


de creación de la Estricta Observancia. No obstante Zinnendorf, Eq. a La-
pide Nigro, decidirá tomar distancias respecto a la Estricta Observancia en
diciembre de 1766, y edifica, en 1770, la Gran Logia de los Francmasones
de Alemania (Grosse LandesLoge der Freimaurer von Deutschland) gra-
cias a los rituales recibidos del sueco Carl Friedrich Eckleff, recibiendo la
Gran Logia de Zinnendorf la protección de Federico el Grande y siendo re-
conocida por la Gran Logia de Londres. Schubart, que había sido iniciado
en Braunschweig, en octubre de 1762, fue recibido después Maestro Esco-
cés por Johann Joachim Christoph Bode en Hildesheim tres meses más tar-
de, y finalmente nombrado Diputado Gran Maestro de la Madre Logia de
Berlín en el mes de noviembre de 1763, encontrándose en este mismo año
con von Hund en Altenberg quien lo nombra Visitador General de la VIIª
Provincia.

. 34 .
Este sistema, cuyo verdadero nombre era el de «Alta Orden
26
de los Caballeros del Temple en Jerusalén» , lo debe casi to-
do a un solo hombre, precisamente su Reichsfreiherr, es decir
el barón del Imperio Karl Gotthelf von Hund y Altengrotkau,
señor de Lipse, chambelán de su Alteza Serenísima el Elector
de Colonia y Elector de Sajonia, consejero de Augusto III de
Polonia. Iniciado a la edad de diecinueve años en Francfurt, es
gracias a su estancia en París, entre diciembre de 1742 y sep-
27
tiembre de 1743 que se convertirá al catolicismo y que, se-
gún sus palabras, es recibido en un «Capítulo Templario», en
presencia de Lord Kilmarnock, por un extraño y misterioso
Caballero llamado Eques a Penna Rubra (Caballero de la
pluma roja), del que guardaba la íntima convicción que se tra-
taba en realidad del pretendiente Estuardo, Carlos III (1720-
1788), Gran Maestro de la Orden de Jerusalén, que lo nombra
en esta ocasión Gran Maestro de la VIIIª Provincia. Este últi-
mo le habría confiado que su misión, siguiendo las órdenes
de los «Superiores Desconocidos», era la de reformar, la de
«rectificar» la francmasonería.
El barón de Hund que dedicará su vida, su fortuna y sus
dominios a la Estricta Observancia hasta su muerte en 1776,
algunos años después del regreso a sus tierras hacia 1751, y

26 La designación de Estricta Observancia proviene de Johnson a Fünen

(Samuel Leicht), personaje poco recomendable de pasado más que dudoso,


que por los alrededores de septiembre de 1763, pretende «regularizar» los
Capítulos creados en 1760 por el pastor Samuel Philipp Rosa (de verdade-
ro nombre Schuhmacher, que redactó los rituales del sistema dicho de
Clermont en referencia al Conde de Clermont, uno de los primeros en in-
tegrar la leyenda templaria) en nombre de la Logia Madre Los Tres Globos
de Berlín, lo que, extrañamente, logrará. En el transcurso del Convento de
Altenberg, entra en contacto epistolar con von Hund en el mes de mayo de
1764. Algunos días después del comienzo de este Convento, parece ser que
se dieron cuenta muy rápidamente de sus malversaciones, mentidas y
prácticas indecentes, lo que entrañará su inmediata huida. Detenido des-
pués y encarcelado en Wartburg, permanecerá encerrado hasta su falleci-
miento algunos años más tarde.
27 Hay que señalar, que Hund nunca dio a conocer públicamente su con-

versión al catolicismo, y guardó secreto hasta su muerte de su pertenencia


a la Iglesia de Roma.

. 35 .
después de haber fundado en Unwürde una Logia llamada
«Aux Trois colonnes», se asocia con Wilhelm Marschall von
Biberstein, Gran Maestro provincial de las Logias inglesas y
fundador del taller de Altenburg, «Archimède aux Trois
planches à tracer», y del establecido en Naumburg sur Saale,
«Les Trois marteaux», talleres a partir de los cuales estable-
28
ció un Capítulo de «Altos Grados» .
Esta asociación desembocó en la constitución de una «Or-
den Interior» que desarrollaría una doble leyenda según la
cual, en un primer tiempo, la masonería escocesa descende-
29
ría en línea directa de la Orden del Temple , y en segundo
lugar, que ésta masonería tendría por origen los Estuardo
que estaban trabajando por reconquistar su corona y resta-
blecer con ello la supremacía del catolicismo.
De naturaleza puramente aristocrática —solo se recibía a
nobles en posesión de títulos auténticos— la Estricta Obser-
vancia, incluso si la Guerra de los Siete Años (1756-1763) in-
terrumpió por un tiempo su expansión, gozó rápidamente
de un considerable prestigio entre los iniciados alemanes,
prestigio que se explica en parte, según Le Forestier, «por la
destreza con que sus fundadores habían sabido concentrar
en algunos grados, religados por una leyenda juiciosamente
30
escogida, todos los temas masónicos importantes» , y tam-
bién por la impresionante fuerza de las ceremonias que se
practicaban y la rigurosa disciplina militar y religiosa que

28 Los grados de la Estricta Observancia: Aprendiz – Compañero -Maestro


Orden Interior: Maestro Escocés (o Escocés Rojo) - Escocés verde - Novicio
Caballero Templario - Eques Professus. Para un examen de los grados de
Aprendiz, Compañero, Maestro y Escocés verde de la Estricta Observan-
cia, remitimos al lector a un estudio de Jean-François Var: La Stricte Ob-
servance, Villard de Honnecourt nº 23, 1991.
29 Las armas de la Estricta Observancia Templaria representaban dos Caba-

lleros Templarios sobre un mismo caballo en un escudo cuartelado con la


cruz de la Orden.
30 R. Le Forestier, La Franc-maçonnerie templière et occultiste aux XVIIIe et

XIXe siècles, Aubier-Montaigne, 1970, pág. 117.

. 36 .
presidia sus asambleas, que contrastaba singularmente con
31
la atmósfera superficial y mundana de las Logias inglesas .
D) EL CONVENTO DE KHOLO (1772)

Con motivo del Convento de Kohlo en 1772, que se celebró


de algún modo en pleno apogeo de la Estricta Observancia y
que se desarrolló del 4 al 24 de junio en Basse Laussitz, en
los dominios del Barón von Brühl, se estableció un acuerdo
con el «Clericato» de Johan August Freiherr von Starck
(1741-1816), teólogo, orientalista, fundador de un sistema
limitado a 90 miembros: «Los Clérigos del Templo» o «Cleri-
cato», que pretendía encarnar el clero de la Orden del Tem-
ple que se habría mantenido en secreto desde el siglo XIII y
cuyos rituales estaban redactados en latín y copiados sobre
los del conde de Milosino, rituales muy inspirados de rosa-
crucismo y de fuerte tendencia católica prometiendo revela-
ciones secretas sobre los Esenios y los Templarios. Hund se-
rá elegido Gran Maestro de la VIIª Provincia, y Ferdinand de
Brunswick (1721-1792), Duque de Brunswick-Lunebourg-
Wolfenbüttel, hermano del Duque reinante Karl Iº, cuñado
32
del Rey de Prusia, Eq. a Victoria , designado como Gran
Maestro de todas las Logias Escocesas bajo el título de
«Magnus Superior Ordinis Muratorum Electorum Templi
per Germaniam inferiore».

31 Las siete fiestas principales de la Orden, que daban lugar a ceremonias ob-

servadas por el conjunto de establecimientos de la Estricta Observancia, eran:


La Trinidad, por razón de la institución de la Orden;
La San Juan, por razón de su restauración;
La San Jacobo, por razón de Jacques de Molay;
La San Hilario, por razón de la aceptación de las reglas;
La San Hugo, por razón del fundador Hugues de Payens
La del 2 de julio, por razón de la batalla cerca de Tiberíades;
La San Silvestre, por razón de Silvestre, Gran Maestro de Germania, lue-
go Gran Maestro general.
32 El Duque Ferdinand de Brunswick, entró en francmasonería en 1740;

miembro de la Estricta Observancia desde 1771, tomó el nombre en la Or-


den de Eques a Victoria por razón de la victoria sobre los franceses en
Minden en 1759, cuando la Guerra de los Siete Años.

. 37 .
Se abre, a partir de Kohlo, un período de expansión impor-
tante para la Estricta Observancia, que se instala en Francia,
33
en Suiza , en Dinamarca, en Polonia, en Hungría y en Ru-
sia, mientras que en Italia se vio integrada en la VIIIª Pro-
vincia de la Alta Alemania, y la de Saboya a la IIª Provincia
34 35
de Auvernia . Schubart , siempre tan activo, era ayudado
en su empresa de difusión de la Estricta Observancia por el
barón Georg August von Weiler (1726-1775) Eques a Spica
Aurea, que rematando su trabajo, organizará en Francia el
«Directorio Escocés» de la Reforma, o «Rectificación» del
Norte, en tres provincias: Borgoña, Occitania y Auvernia,
36
teniendo por capitales Estrasburgo, Burdeos y Lyon.

33 El de Helvetia fue en primer lugar un Sub-Priorato dependiente de la Vª

Provincia de Borgoña, y luego pasará a ser un Gran Priorato independiente


en 1779, como consecuencia de una solicitud formulada cuando el Conven-
to de las Galias en 1778.
34 Las nueve Provincias de la Estricta Observancia eran las siguientes:

I. Aragonia (Aragón)
II. Alburnia (Auvernia)
III. Occitania (Occitánia)
IV. Legio (León)
V. Burgundia (Borgoña)
VI. Britannia (Gran Bretaña)
VII. Germania Inferior ad Albim et Oderam (Baja Alemania)
VIII. Germania Superior as Danubam Padum et Tiberim (Alta Alemania)
IX. Graecia et Archipelagus (Grecia y archipiélagos).
35 Johan Christian Schubart, barón de Kleefelde, se comprometió hasta tal

punto en las actividades de la Estricta Observancia que solo vivía a partir


de 1764 junto a Hund para la propagación de la Orden de la que fue en Eu-
ropa uno de sus embajadores más activos. Después de la desaparición de
Hund, cuando ya tenía redactadas un buen número de Instrucciones, se re-
tiró a sus tierras dedicándose a la mejora de las técnicas agrícolas lo que le
valdrá un título de nobleza.
36 De origen austríaco, fundador de la Logia «Les Voyageurs étrangers» en

Dresde, además de la creación de las IIª, IIIª y Vª Provincias de la Orden,


fue quien levantó el Gran Priorato de Italia en la IVª Provincia, muriendo
en Turín en 1775.

. 38 .
E) EL CONVENTO DE BERLÍN (1773)

En 1773, en el Convento de Berlín que se tuvo entre el 14 y el


19 de octubre bajo la presidencia del príncipe Fréderic-
Auguste de Bruswick, Zinnendorf retomó de nuevo contacto
con la Estricta Observancia, no sin antes, en un intercambio
con Ernst Werner von Raven (1727-1787), Eques a Margarita,
Prior Clericorum, plenipotenciario del duque Charles de
Mecklembourg-Sterlitz, lo llevará a declarar que su Rito «no
tenía la pretensión de restaurar la Orden del Temple en tan-
37
to que sociedad civil. » Raven, no quedando del todo satis-
fecho con la declaración, presentó a su adversario una bate-
ría de veinte preguntas con el fin que diera algunas pistas
más de su pensamiento a propósito de las doctrinas secretas
que profesaba; fue una pérdida de tiempo. En realidad, lo
único que obtuvo Raven fue la imposibilidad manifiesta por
parte de Zinnendorf de probar que los masones de la Estric-
ta Observancia eran los legítimos herederos de la Orden del
Temple.
Zinnendorf, reivindicaba claramente un esoterismo fun-
damentado en la magia divina y muy poco interesado en la
leyenda templaria, mientras que los dignatarios de la Estric-
ta Observancia tenían como única reivindicación el reapro-
piarse la herencia templaria. Raven, tuvo la idea de superar
las divergencias, concentrándose únicamente sobre la cues-
tión del Gran Maestro, y propuso que las diversas tenden-
cias reconocieran a Ferdinand de Brunswick como tal. Zin-
nendorf por su parte lo rechazó, arguyendo que le era impo-
sible someterse a un Gran Maestro sin que ello fuera valida-
do por la Gran Logia de Londres, no pudiendo hacer otra
cosa, en signo de buena voluntad, que proponer que fuera
transmitida ésta propuesta de Gran Maestría a Londres.
Fuera lo que fuere de este fracaso de fusión, y formulando
votos con vistas a un pacto de amistad y respeto entre las

37R. Le Forestier, La Franc-maçonnerie templière et occultiste aux XVIIIe et


XIXe siècles, op. cit. pág. 204.

. 39 .
dos tendencias, las Logias de la Estricta Observancia se
desarrollaron, llegando en poco tiempo al número de dieci-
séis Prefecturas en 1775, número de establecimientos censa-
dos la vigilia del Convento de Brunswick que se preparaba
con el fin de tratar delicadas cuestiones puesto que se iba a
38
plantear la cuestión del origen de la transmisión de Hund .
F) EL CONVENTO DE BRUNSWICK (1775)

Si el Convento de Brunswick, que celebrará sesiones del 26


de mayo al 6 de julio de 1775, reunió a más de veintidós
Príncipes alemanes, sin embargo muchas más voces se le-
vantarían a fin de saber algo más respecto a las calificaciones
de Hund. Efectivamente, se producirán importantes interro-
gatorios a propósito del valor real de las patentes de Hund,
que con el fin de testimoniar la autenticidad de sus títulos,
acorralado, al parecer presentó una patente codificada, fir-
mada por un tal Georges Guillaume, Caballero del Sol de
Oro, «Gran Maestro de los Templarios», que lo habría nom-
brado Gran Maestro Provincial de la VIIª Provincia,
reuniendo la XIII y XIV Provincias de la antigua Orden del
Temple.
Pero Hund no llegó a convencer a mucha gente con este
documento del que por otra parte fue incapaz de ofrecer de-
talles precisos sobre las condiciones de su atribución. Un año
más tarde, en 1776, Hund moría en Meininguen, llevándose
a la tumba su secreto. Como escribe Walter Hess: «Todos es-
tos acontecimientos mostrarían claramente que el sistema,
en despecho de su impresionante despliegue, reposaba so-
bre frágiles bases. Le Magnus Superior Ordinis, el Duque
Ferdinand de Brunswick y su suplente, el Príncipe Charles
de Hesse, se dieron perfecta cuenta de ésta situación. A par-

38 Para hacerse una idea de este desarrollo, es interesante saber que en

1764, en el Convento de Altenberg, la Estricta Observancia estaba com-


puesta por 18 Logias, en 1766 tenía ya 25, pasando a 40 en 1768 hasta al-
canzar el número relativamente impresionante para la época de 134 en
1780.

. 40 .
tir de 1777, desarrollaron planes para una reforma total de la
39
Estricta Observancia .»
En realidad, y de alguna manera de modo bien paradójico,
todas las condiciones para la «rectificación» en profundidad
de la Estricta Observancia que iba a emprender en Lyon
Jean-Baptiste Willermoz con motivo del Convento de las Ga-
lias, se habían reunido.

39W. Hess, Chevaliers et Franc-Maçons, Approche contemporaine du Rite


Écossais Rectifié, Ivoire-Clair, 2001, págs. 48-49.

. 41 .
Jean-Baptiste WILLERMOZ (1730-1824)

. 42 .
II. JEAN-BAPTISTE WILLERMOZ
el fundador del Régimen
Escocés Rectificado

40
Nacido en Julio de 1730 , Jean-Baptiste Willermoz disfruta-
rá de una excepcional longevidad puesto que fallecerá en
1824, habiendo atravesado todo el siglo XVIII y comenzado
significativamente el siglo XIX. Iniciado en 1752 y al poco de
haber sido elegido Venerable Maestro de la Logia en la que
recibió la luz, en 1753, Willermoz funda un nuevo taller «la

40 Jean-Baptiste Willermoz nació en Lyon exactamente el 10 de julio de

1730 en el seno de una familia de origen del Franco Condado de la que el


abuelo, Claude-Pierre Willermoz, o más exactamente según la ortografía
de los registros de entonces, «Vuillermoz», ejercía la profesión de escultor
en madera en Saint-Claude. Bautizado el 11 de julio de 1730 en la parro-
quia de Saint-Nizier, el joven Jean-Baptiste seguirá hasta los catorce años
los estudios en el colegio de la Trinidad en los Jesuitas en donde adquirió,
además de una bella escritura perfectamente delicada, sólidas bases en di-
versas materias (Historia religiosa, teología, matemáticas, etc.), en particu-
lar un excelente conocimiento del latín. Se meterá a continuación en el ofi-
cio ejercido por su padre, y se convertirá a su vez en «fabricante de telas de
seda y plata» así como «comisionista en sederías». La familia Willermoz
era muy católica y la asiduidad a los oficios era tanto más exacta y escru-
pulosa, siendo uno de los tíos de Jean-Baptiste, Léonard Willermoz, en esa
época, sacerdote y vicario de la iglesia de Saint-Nizier en Lyon.

. 43 .
Parfaite Amitié», que podemos considerar como una de las
41
más antiguas Logias de Lyon .
«La Parfaite Amitié» es reconocida por la Gran Logia en
1758, con un tal Jacques Grandon por Venerable Maestro. El
10 de marzo de 1760, después de algunas discusiones y vo-
luntad de colaborar de común acuerdo, Willermoz y Gran-
don constituyeron la Logia «Les Vrais Amis», cuyo Venera-
ble Maestro fue Jean Paganucci (1729-1797), de profesión
magistrado, futuro miembro del Templo coën de Lyon,
quien participará, quince años más tarde, en la redacción de
los rituales de la «Reforma».
No obstante, para controlar y regular las actividades del
conjunto de talleres vinculados a la Gran Logia, los maestros
de «La Parfaite Amitié», «L’Amitié» y «Les Vrais Amis»,
crean en 1760 una estructura federativa, o más exactamente
un «Comité de Logias de Lyon», que llevará por nombre
«Gran Logia de los Maestros Regulares» de la que Willermoz
será designado Gran Maestro a partir de 1761. Luego tomará
el cargo de Guarda sellos y Archivista a partir de 1763, lo que
le posibilitará acceder a un número considerable de documen-
tos infinitamente preciosos para perfeccionar su conocimiento
de los distintos grados practicados en esa época.
En 1761, al entrar en relación epistolar con un cofrade de
Metz, Antoine Meunier de Précourt, por aquel entonces Ve-
nerable Maestro de la Logia «Saint-Jean des Parfaits Amis»,
por otra parte Gran Maestro de un capítulo hermético que
practicaba los «Altos Grados» escoceses, Willermoz, recibirá
con sus hermanos la comunicación de un conjunto de gra-
dos, entre ellos, el famoso Caballero Kadosch, lo que le per-
mitió una aproximación por vez primera, no sin una cierta
confusión, a la leyenda templaria.

41 Se habla, como primera Logia en actividad en Lyon, de un taller, escocés

o jacobita, de nombre «le Petit Élu», que habría sido constituido por los al-
rededores de 1743 por los discípulos del Caballero de Ramsay, pero la pa-
tente de constitución que Willermoz obtuvo el 21 de noviembre de 1756
para la «Parfaite Amitié», es el más antiguo documento lionés emanado de
la Gran Logia de París.

. 44 .
Con su hermano Pierre-Jacques (1735-1799), auténtico afi-
cionado al «Arte Real» no duda en trabajar conjuntamente y
constituyen un «Capítulo de los caballeros del Águila Ne-
gra», en el seno del cual serán acogidos diferentes miembros
de «La Parfaite Amitié», al igual que otros hermanos prove-
nientes de las Logias fundadas gracias a su esfuerzo entre
1760 y 1762, es decir «Les Vrais Amis», «Les Amis Choisis» y
«Le Parfait Silence». En este «Capítulo de los caballeros del
Águila Negra», se estudiarán en un pequeño círculo extre-
mamente cerrado, los diversos catecismos, rituales e instruc-
ciones destinados a los grados practicados, pero Willermoz
eliminará de manera imperativa los grados de venganza, en
particular el de Caballero Kadosch que le inspiraba verdade-
ra repulsión, ampliamente sospechoso a sus ojos puesto que
era portador de un trasfondo ideológico que debió chocar
42
profundamente con su sensibilidad espiritual .
El Capítulo lionés practicaba tres grados secretos, «Caba-
llero del Águila Negra», «Comendador del Águila Negra» y
«Gran Maestro del Águila Negra, Rosa+Cruz», grados que
estaban claramente tintados de nociones relativas a la prácti-
ca de la alquimia, y que nos dan la posibilidad de afirmar
con evidencia, tras la lectura de los rituales, que nos encon-
tramos en presencia de hermanos, como bien dice Le Fores-

42 Este rechazo riguroso a los grados de venganza lo volvemos a encontrar

en el Código de 1778 de manera explícita, en particular para el de Caballe-


ro Kadosch del cual hace claramente mención en su prohibición «bajo las
penas más graves» (sic), lo que dejaba suponer la exclusión de los herma-
nos que se hicieran recibir en él o lo practicaran: «LA Masonería rectificada
solo reconoce cuatro grados; a saber: los de Aprendiz, Compañero, Maes-
tro y Maestro Escocés. Todos los demás grados, bajo cualquier denomina-
ción que sean conocidos, principalmente toda especie de elegido, de Caba-
llero Kadosch y de los grados que se les asemejen, están expresamente
prohibidos en todas las Logias reunidas bajo las penas más severas, como
peligrosos y contrarios al fin y el espíritu de la Francmasonería.» (Cf. Có-
digo de las Logias Reunidas y Rectificadas de Francia, tal como fue apro-
bado por los Diputados de los Directorios de Francia en el Convento Na-
cional de Lyon en 5778).

. 45 .
tier, «que se esforzaban en descubrir el secreto de la Trans-
mutación en los documentos masónicos que diseccionaban
con tanto celo»43.
No sabemos si algunos de ellos obtuvieron resultados con-
cretos en tal tipo de búsqueda hermética, lo que es seguro, es
que Jean-Baptiste Willermoz sentía una profunda descon-
fianza hacia todas estas consideraciones las cuales juzgaba
de «elementales», y nunca se fió de ellas considerándolas
como fútiles y onerosas ensoñaciones44.
Podemos considerar que Willermoz, en ésta etapa de su
camino iniciático, es decir entre 1760 y 1770, se encuentra a
la búsqueda de una enseñanza mucho más substancial a ni-
vel doctrinal que los heteróclitos y compuestos andamiajes
herméticos y cabalistas que dominaban la mayor parte de
grados caballerescos del escocismo. Willermoz aspiraba al
«Conocimiento» verdadero, vinculado a la idea, sin duda ex-
traída de su lectura de los Padres de la Iglesia, consistente en
que el cristianismo es portador de una auténtica iniciación,
puesta de manifiesto en ésta declaración que hizo en un co-
rreo a Charles de Hesse (1744-1836) en 1781: «Estoy conven-
cido desde mi entrada en la Orden [masónica] que la maso-
nería vela verdades raras e importantes y esta opinión se ha
convertido en mi brújula»45, pero el mundo masónico que
conocía, incluso en sus más altos grados, no parecía ser por-

43 R. Le Forestier, La Franc-maçonnerie templière et occultiste au XVIIIe et


XIXe siècles, Aubier-Montaigne, 1970, pág. 282.
44 Recordaremos al respecto que Willermoz tuvo a menudo que proporcio-

nar subsidios y fondos a su hermano Pierre-Jacques, a fin de que pudiera


proseguir sus experiencias, y este aspecto de la cuestión no es en nada
desdeñable a la vista de las virulentas críticas que formulará sobre este
asunto y de la naturaleza quimérica de la alquimia desde el punto de vista
iniciático, incluso, si como resulta evidente, la negativa opinión de Willer-
moz sobrepasa ampliamente este simple aspecto «material» de las cosas y
abarca un análisis teórico preciso, que tiene que ver con el estatuto ontoló-
gico propio de los elementos en el interior del Universo y de toda la crea-
ción en general.
45 Lettre de Willermoz à Charles de Hesse, 12 de octubre de 1781, BM de

Lyon, MS 5430

. 46 .
tador de ello, al menos por lo que había podido descubrir
hasta entonces, ya que un encuentro con un personaje sor-
prendente revolucionará por completo su visión y compren-
sión de la «vía» espiritual.

. 47 .
III. MARTINÈS DE PASQUALLY Y
LA ORDEN DE LOS CABALLEROS
MASONES ELEGIDOS COËNS
DEL UNIVERSO

Este extraño personaje, nacido sin duda en Grenoble en


1710, posiblemente originario de familia marrana por parte
de padre, es decir de judíos convertidos tardíamente al cato-
licismo por la fuerza de las circunstancias y continuando se-
cretamente en la práctica y transmisión de su religión, se
llamaba el señor Jacques de Livron de la Tour de la Case don
Martinès de Pasqually. Si se conocen muy pocas cosas de los
cuarenta o cincuenta primeros años de su vida, su influencia
será sin embargo considerable sobre un número importante
de masones del siglo XVIII, entre ellos y en primer lugar,
46
Jean-Baptiste Willermoz .
Esta influencia se explica por la profundidad de las ense-
ñanzas que va a divulgar Martinès, y el incontestable valor
metafísico de los ritos y ceremonias que proponía a aquellos
que aceptaban meterse en su escuela. Toda la doctrina de
Martinès puede resumir en una palabra: «Reintegración».

46 Cf. J.-F., Var, Martinès de Pasqually; Willermoz in. Dictionnary of Gnosis

& Western Esotericism, Brill, 2005.

. 48 .
Reintegración de los seres respondiendo a su caída anterior
que los sumió en las tinieblas del mundo y los condenó a un
exilio que los corta, los separa de su verdadero origen. El
trabajo que se impone al hombre consiste pues —según Mar-
tinès— a rehacer el camino, a reencontrar la dirección de su
subida por un conjunto de prácticas, técnicas operatorias
que designamos bajo el vocablo de «teúrgia».
Dios —enseñaba Martinès de Pasqually—, es Uno, pero es
«trino» según su Poder, siendo «cuatrino» según su Esencia.
Habiendo al principio emanado seres espirituales, estos, al
menos un cierto número de entre ellos, por efecto de un or-
gullo desmedido se rebelaron reivindicando una autonomía
a la que no podían pretender. Con el fin de preservar el
equilibrio divino, Dios castigó a estos espíritus revueltos y
los aprisionó en la materia precisamente creada con esta
ocasión por los espíritus fieles. El mundo responde pues,
desde el punto de vista de la ontología martinesista, de una
creación indirecta y no de una emanación, lo que significa
que no tiene consistencia real, que es ilusorio y no substan-
cial.47

47 He aquí lo que sostiene Martinès a propósito de la creación material,

concebida para aprisionar a los espíritus rebeldes: «Cuando estos primeros


espíritus concibieron pensamientos criminales, el Creador aplicó la ley so-
bre su inmutabilidad, creando este universo físico de apariencia material
para que fuera el lugar fijado donde estos espíritus perversos actuaran y
ejercieran en privación toda su malicia. En ningún caso debe incluirse en
esta creación material al hombre o menor actualmente en el centro de la
superficie terrestre; el hombre no debía hacer uso alguno de esta materia
aparente, pues había sido emanado y emancipado por el Creador para que
dominara sobre todos los seres emanados y emancipados antes que él. El
universo no fue emanado sino después que este universo fuera formado
por la Omnipotencia divina para ser el asilo de los primeros espíritus per-
versos y el límite para sus malas obras, que no prevalecerán jamás contra
las leyes de orden impuestas por el Creador a su creación universal.» (Cf.
Tratado sobre la Reintegración de los seres en sus primeras propiedades,
virtudes y poderes espirituales divinos, [6] «La creación material»). Dios
ordenó pues que los espíritus perversos, es decir los demonios y su jefe,
fueran «arrojados a las tinieblas por un tiempo infinito» (Tratado, [15]
«Origen del mal»), y para ello pidió a los espíritus menores ternarios que

. 49 .
Sin embargo Dios decidirá, con el fin de reparar ésta «caída»
original, emanar al hombre, calificado de «menor» espiritual
por su aparición última en los planes divinos, pero dotado no
obstante de elevados privilegios puesto que el primero de en-
tre los hombres, Adán, era un ser andrógino que tenía por mi-
sión obrar en la preservación del orden divino, y al mismo
tiempo participar en la «rehabilitación» de aquellos que radi-
calmente se apartaron. Desgraciadamente —explicaba Mar-
tinès—, Adán a su vez cayó en el orgullo, y pretendió ser
creador e independiente, reivindicando su autonomía, y
componiendo con los demonios para lograrlo, perdiendo
por ello su cuerpo glorioso y materializándose como les ha-
bía sucedido a los espíritus prevaricadores48, lo que tuvo por

procedieran a la creación del universo material para que se convirtiera en


prisión, una barrera infranqueable, un límite herméticamente cerrado con
el fin de «contener y someter a los espíritus malvados en un estado de pri-
vación», para que las fuerzas negativas y hostiles fueran mantenidas fir-
memente alejadas y obligadas en ámbitos extranjeros: «apenas los espíritus
perversos fueron expulsados de la presencia del Creador, los espíritus infe-
riores y menores ternarios recibieron el poder de operar la ley innata en
ellos de producción de esencias espirituosas, a fin de contener a los preva-
ricadores en los límites tenebrosos de privación divina.» (Tratado, [233]
«Emanación del hombre»). Los espíritus menores ternarios, desde el mo-
mento que fueron emancipados vieron su acción, «que era pura espiritual
divina», transformarse y convertirse en temporal: «en lo sucesivo pasaron
a ser seres espirituales temporales, destinados a operar solamente las dife-
rentes leyes que el Creador les prescribía para el pleno cumplimiento de su
voluntad.» (Ibid.) La materia fue pues creada, dotada de forma por los es-
píritus menores ternarios bajo orden de Dios, marcando estos últimos con
su huella indeleble e indefectible, por una firma universal, cada forma, ca-
da esencia, cada vida, determinando temporalmente, por una identidad
bruñida irreductiblemente por la imagen del ternario, el menor de los ele-
mentos presentes en este mundo. Pero para acrecentar todavía más la
coacción ante las fuerzas demoníacas, para reforzar y completar la acción
de los espíritus ternarios, Dios emancipará igualmente y someterá a un
cierto número de espíritus –los espíritus septenarios inferiores- que ten-
drán la misión de actuar y operar en las tres divisiones del universo creado
que describe el «Tablero universal» de Martinès: el supraceleste, el celeste
y el terrestre.
48 «apenas Adán hubo cumplido su voluntad criminal, el Creador, hacien-

do uso de omnipotencia, transmutó de inmediato la forma gloriosa del

. 50 .
consecuencia la ruptura de la comunicación divina e íntima
con la que Dios lo favorecía: «ésta no podrá efectuarse en lo
sucesivo que por mediación, obtenida eventualmente, de los
espíritus, de los intermediarios. Para entrar en relación con
estos, el hombre en parte materializado deberá utilizar pro-
cedimientos en parte materiales. La mística se ha degradado
en teúrgia ceremonial, ciencia y sacramento. La teúrgia rue-
ga en primer lugar, y le pide a Dios que le devuelva su po-
der primitivo que tenía sobre los espíritus. Luego, pide a los
espíritus buenos y exorciza a los malos. Signos en ocasiones
luminosos, indican el éxito de la empresa49.»
La perspectiva escatológica en la que penetraba el masón
iniciado en la «Orden de los Elus Coëns» de Martinès de
Pasqually, se inscribía pues en esta comprensión global de la
historia de la caída; sabía que el primer hombre, Adán, no se
detuvo en su culpa inicial si no que la renovó por su debili-
dad hacia las cosas de la materia, su voluntad desviada y su
apetito carnal del cual nació Caín. La posteridad de este úl-
timo, marcado por su degradación, se encontrará con la in-
capacidad de asumir su misión espiritual; Caín matará por
otra parte a su hermano Abel, de modo que solo quedará
Seth en disposición de celebrar el culto primitivo, convir-
tiéndose en toda lógica en ancestro de los «operadores» y los
«teurgos». Después del diluvio, es a Noé a quien le corres-
ponderá perpetuar la descendencia de Seth, y es a ésta des-
cendencia pura a la que debían imperativamente agregarse
los Coëns 50 . A este respecto, como señalaba Franz von

primer hombre en una forma de materia pasiva, semejante a la surgida de


su horrible obra. El Creador transmutó esta forma gloriosa, precipitando al
hombre en los abismos de la tierra, de donde había salido el fruto de su
pecado. Así, el hombre pasó a habitar sobre la tierra, como el resto de los
animales, en lugar del sitio que ocupaba antes de su crimen, cuando reina-
ba sobre esta misma tierra como hombre Dios, y sin ser confundido con
ella ni con sus habitantes.» (Tratado, [24] «El hombre arrojado a la tierra»).
49 R. Amadou, in. D. Ligou, Dictionnaire de la Franc-maçonnerie, op. cit.

pág. 783.
50 «La gnosis martinesista discierne y se apropia en las cosas lo que las co-

sas tienen del espíritu, explica Robert Amadou, el simbolismo conduce. Di-

. 51 .
Baader (1765-1841): «uno de los principios de Pasqually es
que cada hombre nace profeta, y por consecuencia, obligado
a cultivar en él ese don de la visión, cultura a la que debía
precisamente servir la escuela de este maestro51.»
Pero como enseñaba Martinès a sus émulos, es solamente
Cristo quien vendrá a tomar forma humana material degra-
dada «volviéndonos a dibujar la incorporación material del
primer hombre, que después de su prevaricación, fue despo-
jado de su cuerpo de gloria y tomó uno de materia tosca,
precipitándose en las entrañas de la tierra»52, que la posteri-

cha gnosis traza el plano de la figura universal donde toda la naturaleza


espiritual, mayor, menor e inferior opera; donde las inmensidades celeste y
temporal que circundan la inmensidad del axis del fuego central comuni-
can, a través de la inmensidad supraceleste, con la inmensidad divina». R.
Amadou, op. cit. pág. 783.
51 F. Baader (von), Les enseignements secrets de Martinèz de Pasqualis, Ed.

Télètes, 1989, pág. 11. Franz von Baader, injustamente muy poco conocido,
es por tanto un pensador original cuyo recorrido es de los más sorprenden-
tes puesto que, viniendo y participando del mundo de la ciencia en el seno
de la cual hizo una brillante carrera, se apasiona por el iluminismo hasta
tal punto que ésta pasión, paradójicamente, hará de él para la posteridad
un auténtico representante -y no de los menores-, de ésta corriente espiri-
tual. Así, por un extraño destino, aquel que las obligaciones de su vida so-
cial hubieran debido conducirlo lógicamente a dedicarse exclusivamente a
cuestiones relativas a la medicina, la minerología o la filosofía, se convirtió
en un «teósofo», en el sentido verdadero del término, a saber un hombre
penetrado por la Sabiduría divina habiéndose aproximado a los ámbitos
sutiles del pensamiento trascendente, lo que hace decir a Antoine Faivre:
«Que Baader sea el más grande teósofo alemán –e incluso europeo- del si-
glo XIX, nadie sabría cómo negarlo…» (A. Faivre, Amour et androgynie
chez Franz von Baader, in Accès de l’ésotérisme occidental, vol. I Galli-
mard, 1996, pág. 242.
52 «Esta formación corporal de Cristo nos vuelve a dibujar la incorporación

material del primer hombre, que después de su prevaricación, fue despo-


jado de su cuerpo de gloria y tomó uno de materia tosca, precipitándose en
las entrañas de la tierra. Porque, antes que este espíritu divino doblemente
poderoso y superior viniere a operar la justicia divina entre los hombres,
habitaba el círculo puro y glorioso de la inmensidad divina. Pero cuando
fue enviado por el Creador, dejó ésta morada espiritual para venir a ence-
rrarse en el seno de una joven virgen. Ahora bien, el abandono que hace
este menor Cristo de su verdadera morada ¿no nos recuerda acaso la ex-
pulsión del primer hombre de su cuerpo de gloria? La entrada de este ma-

. 52 .
dad de Adán podrá recibir los elementos de su regeneración
espiritual completa.
Es ésta doctrina y este ambicioso programa de la «reinte-
gración» lo que va a descubrir Jean-Baptiste Willermoz, en el
momento mismo en que sus expectativas estaban aguzadas
al máximo respecto al encaminamiento iniciático que desde
hacía años andaba explorando.
Willermoz, que será recibido por Martinès en persona en
Versalles en mayo de 1767, y subirá muy rápido, en un año,
todos los grados de la Orden hasta el último de Réau+Croix
en mayo de 1768, va pues a encontrar en esta Orden de los
Caballeros Masones Elegidos Coëns del Universo lo que ha-
bía siempre esperado en materia de iniciación, y por añadi-
dura, la confirmación de la justeza de sus esperanzas a pro-

yor espiritual, o verbo del Creador, en el cuerpo de una joven virgen ¿no
nos recuerda acaso la entrada del primer menor en los abismos de la tierra,
para revestirse de un cuerpo de materia? Las diferentes penas y revolucio-
nes que soportó el cuerpo de esta doncella en el embarazo y el parto son la
figura del sometimiento y revoluciones espirituales demoníacas que el
cuerpo general terrestre aguantó y que está obligado a aguantar por causa
de la prevaricación de Adán. Dios, habiendo maldito la tierra y entregán-
dola a rigurosos sufrimientos, las persecuciones que diferentes naciones
han hecho al cuerpo de la virgen y a su fruto, nos representan, las que los
demonios de diferentes regiones han hecho y hacen al cuerpo general te-
rrestre y particular, al igual que a los menores que éste contiene. La derrota
del cuerpo de Cristo, destruido a manos de los hombres, nos demuestra
claramente que los demonios tienen poder sobre las formas corporales de
materia aparente, aunque hay que saber que estos mismos demonios no
pueden impedir la reintegración de las substancias espirituosas que com-
ponen las formas, no siendo estas substancias provenientes de ellos. Los
demonios pueden destruir la forma particular, pero no la forma general te-
rrestre, que solo debe finar en el tiempo prescrito y determinado por el
Creador. La destrucción del individuo corporal de Cristo, operada por los
hombres en presencia de dos mujeres, María de Zebedeo y María Magda-
lena, había sido figurada por la muerte cometida por Caín sobre su her-
mano Abel, en presencia de sus dos hermanas. Las dos mujeres que acabo
de nombrar siguieron a Cristo en todas sus operaciones espirituales divi-
nas, al igual que las dos hermanas de Caín habían seguido a su hermano
en todas sus operaciones demoníacas.» (Tratado [91] «La expulsión de
Adán y la encarnación de Cristo»).

. 53 .
pósito de los misterios subsistentes en el seno de la francma-
sonería. El apego e interés por la doctrina y las prácticas de
Martinès de Pasqually, van desde entonces, a traducirse en
una relación de cinco años en ocasiones delicada, una co-
rrespondencia asídua y una preocupación permanente por
profundizar sin descanso en los fundamentos teóricos y ope-
rativos propuestos para los elegidos coëns.
Willermoz, abre un «Templo» en Lyon, es decir una Logia
que trabajaba en los rituales Coëns, recibiendo a los herma-
nos más dotados en los grados superiores de la Orden, y
hasta su hermana mayor en 1773, Claudine-Thérèse (1729-
1810), conocida bajo el nombre de Señora Provensal53.
La teúrgia ceremonial transmitida por Pasqually consisten-
te en la invocación de los nombres angélicos, se convirtió así,
pero solo por un tiempo en la actividad secreta de La Bien-
faisance, ya que la influencia de Louis-Claude de Saint-
Martin no tardará sin duda en hacerse sentir sobre la evolu-
ción espiritual de Jean-Baptiste Willermoz —lo que no será
extraño por el hecho que la Orden de los Caballeros Bienhe-
chores de la Ciudad Santa no haya juzgado útil conservar la
práctica de dicha teúrgia—, no a causa de una debilidad en
su vía iniciática en relación a los coëns, sino más bien por ra-
zón de una verdad importante relativa a la manera de co-
municar con la «Causa activa e inteligente»54.

53 «Habiéndose quedado viuda en 1769, con un hijo por criar, la Sra. Pro-
vensal llegó para llevar la casa de Jean-Baptiste y buscar apoyo a su lado.
Después de la muerte de su padre, su hogar se convirtió en el centro de la
familia. La relación de ésta viuda y este hombre célibe estuvo muy unida;
estaban hechos para entenderse. La Sra. Provensal era piadosa y con gran
atracción por la vía mística. Su hermano no podía vivir junto a ella sin ha-
cerle confidencias de la religión oculta que practicaba. Ella se interesó apa-
sionadamente. De todos sus discípulos, ella fue la más capaz, la más ávida
por instruirse. Desde 1772, Jean-Baptiste Willermoz se ocupó de las condi-
ciones que era preciso cumplir para ordenarla Coën.» (Alice Joly, Un mys-
tique lyonnais et les secrets de la franc-maçonnerie (1730-1824), Protat
Frères, 1938, pág. 56.
54 Sabemos que Saint-Martin, quien después de la partida de Martinès en

1772 se había mostrado más y más reticente a las ceremonias exteriores que
le parecían tachadas por un carácter superficial, deploraba que la mayoría

. 54 .
de coëns hubiéran sido iniciados solamente por las formas, y concluirá un
día brutalmente: «mi pensamiento se encuentra lejos de ellos», no abste-
niéndose de decirlo claramente, contrariando las convicciones y el apego
de ciertos hermanos por los rituales transmitidos por el teúrgo de Burdeos.
Es por lo que el Filósofo Desconocido buscará comunicar su «pensamien-
to» a sus íntimos y apartará el decoro ceremonial que día a día se le hará
más extraño. Sin embargo, y sin duda más directamente todavía, si el culto
primitivo de esencia teúrgica no será nunca enseñado a los miembros del
Régimen rectificado, Willermoz reservará su conocimiento –no práctico
sino solamente teórico- únicamente a los Caballeros Profesos y Grandes
Profesos. No obstante, «La Orden substituida», por retomar la juiciosa ex-
presión utilizada por Robert Amadou para designar el Régimen Escocés
Rectificado en su Préface aux Leçons de Lyon (Dervy, 1999, pág. 58), «sus-
tituirá» en efecto a los elegidos coëns, para efectuar una misión bien preci-
sa fácilmente descubrible si se tiene presente que el Régimen Rectificado
«dispensa la parte científica de la masonería primitiva y la ciencia religiosa
del hombre», simplemente para ser el conservador, el guardián y el conti-
nuador de la «Alta y Santa Orden». (Cf. J.-M., Vivenza, Jean-Baptiste Wil-
lermoz à l’école de Martinès de Pasqually : genèse du Régime Écossais
Rectifié, Actas del Coloquio del tricentenario « Martinès de Pasqually » de
Marsella (2010), Renaissance Traditionnelle, (a aparecer).

. 55 .
IV. DE LA ADHESIÓN A LA
ESTRICTA OBSERVANCIA AL
«CONVENTO DE LAS GALIAS»
(1778)

Willermoz, que había abierto un «Gran Templo», o sea una


Logia secreta que trabajaba con los rituales coëns, recibiendo
a los hermanos más dotados en los grados superiores de la
Orden, quedó «desorientado» por la partida de Martinès en
1772, acrecentando sus reservas en cuanto a la eficacia de la
vía coën55, a lo que si añadimos el estado deplorable de la

55 Mientras que Martinès sostenía que su método era «eficaz para alcanzar

a Dios, o al menos para obtener pruebas sensibles de su existencia y de la


existencia del mundo inmaterial de los espíritus, (…) y dar al iniciado la
seguridad de su salvación» (A. Joly, op. cit., opág. 23), los trabajos de teúr-
gia aportaron muy a menudo a Willermoz –que al parecer no resultaba
demasiado favorecido por la «Cosa»- más inquietudes que luces, suscitán-
dole numerosas cuestiones, e incluso serias dudas. Es lo que señala preci-
samente Alice Joly: «El único punto negro era la imposibilidad de alcanzar
el éxito en los «pases» que le asegurarían su reintegración y sus cualidades
como «menor espiritual». Esta falta de éxito le quitaba toda seguridad.
Dudaba en guiar a otros por un camino en que él mismo no lograba nin-
gún progreso; demasiado honesto como para fingir totalmente, solo se
atreverá a asociar a la Orden un pequeño número de miembros.» (Ibid.
pág. 56). Hay que decir, que la desilusión en la práctica de estas operacio-
nes resulta comprensible, ante la insistencia de Martinès en sus cartas a

. 56 .
masonería en Francia consecutivo al desorden generado por
el conflicto entre los grados escoceses, desorden singular-
mente reforzado por la muerte de Louis de Bourbon-Condé,
conde de Clermont (1709-1771), al que sucedió Louis Philip-
pe duque de Chartes y de Orleans (1747-1793)56.

Willermoz sobre el valor excepcional de su método, en términos realmente


impresionantes: «El hombre solo tiene que quererlo, y tendrá capacidad y
poder» (BM Lyon, ms. 5471); los Réau-Croix se convertirán en «hombres-
dios creados a semejanza de Dios» (Ibid.), y Dios los inscribirá en el «regis-
tro de las ciencias que abre a los hombres de deseo» (Ibid.). Por esto, si bien
el culto primitivo de Martinès no será nunca enseñado en términos direc-
tos a los miembros del Régimen rectificado, puesto que Willermoz reserva-
rá su conocimiento —no práctico sino teórico—, únicamente a los Caballe-
ros Profesos y Grandes Profesos, sin embargo, situará a los hermanos del
Régimen en un proceso tal de regeneración espiritual que acabarán cum-
pliendo, sin llegar a ser nunca realmente conscientes de ello, los principios,
las reglas, las leyes y ceremonias de este culto, llevándolos a comprometer-
se, lenta y armoniosamente, en una santa labor de regeneración espiritual
que llevarán a cabo a lo largo de todo el tiempo de su vida masónica. Así, a
modo de ejemplo entre muchos otros, el carácter fundamental del cuater-
nario, número del Menor espiritual, tomará en el Régimen rectificado, que
se liberará del corsé de la masonería estructurada en tres grados de
Aprendiz, Compañero y Maestro, una tal dimensión, que posicionará al
sistema de Willermoz en una actitud de brusca, y para algunos chocante
originalidad, conformándose con las convicciones de la doctrina coën, que
retoma por su cuenta y las hace completamente suyas. (Para un examen
profundizado de las fuentes martinesistas presentes en el seno del Régi-
men Escocés Rectificado, remitimos al lector a la obra: Les élus coëns et le
Régime Écossais Rectifié, Le Mercure Dauphinois, 2010).
56 Louis Philippe duque de Chartes y de Orleans se hará tristemente céle-

bre al votar la muerte del Rey Luis XVI, su primo, bajo el nombre de Phi-
lippe Égalité; desligándose del destino de la masonería francesa y dimi-
tiendo «de facto» de su puesto de Gran Maestro del Gran Oriente, el 22 de
febrero de 1793, dirigiendo una carta al ciudadano Milcent que quedará
para los anales, en la que dice en substancia: »Como no conozco la manera
en que el Gran Oriente está compuesto y como sea que pienso que no debe
haber ningún misterio, ni asamblea secreta en una República, en especial al
comienzo de su establecimiento, no quiero continuar mezclándome en na-
da del Gran Oriente, ni de las asambleas de los francmasones». Finalmente,
y a pesar de todos sus esfuerzos, terminará también por ser víctima del Te-
rror siendo guillotinado el 3 de septiembre de ese mismo año.

. 57 .
A) CONSTITUCIÓN DE LOS DIRECTORIOS DE LAS IIª, IIIª Y Vª
PROVINCIAS DE LA ESTRICTA OBSERVANCIA.
Willermoz decidió pues escribir una larga carta al barón de
Hund, en fecha del 18 de diciembre de 1772, que le hizo lle-
gar por mediación del barón de Landsperg de la Logia La
Candeur de Estrasburgo, carta en la que exponía de manera
muy detallada su itinerario masónico, insistiendo en las lar-
gas búsquedas a las que se había entregado para descubrir la
esencia del secreto masónico57 sin olvidar evocar, en térmi-
nos oscuros y extremamente encubiertos pero sin embargo
llenos de admiración, a los «Elegidos Coëns». Concluye la
misma proponiendo una verdadera alianza, y pide una inte-
gración formal en la Estricta Observancia.
La carta de Willermoz no quedará sin efectos, pues dará
lugar a una sucesión de intercambios cada vez más estrechos
y calurosos, mantenidos y considerablemente reforzados
gracias a los esfuerzos de los hermanos estrasburgueses de
la Logia La Candeur; von Hund terminará por diligenciar a
su visitator specialis, el barón von Weiler, a fin de que insta-
le, en primer lugar y en septiembre de 1773 en Estrasburgo,
el Directorio de la Vª Provincia, dicha de Borgoña58, luego a

57 R. Le Forestier, op. cit. pág. 344.


58 Es por mediación de un Hermano de La Candeur, François-Joseph, con-
de de Lützelburg, quien de vuelta de Dresde donde fue recibido en la Or-
den Interior y tomó contacto con el barón Georg August von Weiler, que
este último tuvo la idea de proponer a von Hund el apoyarse en la Logia
de Estrasburgo, para a través de ella, introducir la Estricta Observancia en
Francia. Este proyecto tuvo la aprobación igualmente del antiguo Venera-
ble Maestro de la Logia Étrangère de Dresde, Henri, conde de Brühl, Eq. a
Cedro, que residía desde hacía un año en Estrasburgo donde se había afi-
liado a La Candeur. Siguiendo los consejos de Brühl, el 25 de junio de 1772,
La Candeur dirigió una carta a Weiler pidiendo formar parte de la Estricta
Observancia. En el mes de agosto, von Hund respondió a La Candeur que
la Vª Provincia de Borgoña, se había restablecido y que comunicaba a Es-
trasburgo la Matrícula de la Orden con el listado de Prefecturas que la
componían. Por decreto de 13 de octubre de 1772, nombró al Venerable
Maestro de La Candeur, Siegfried Samson, barón de Landsperg, Gran
Maestro Provincial. Como consecuencia a esta decisión, von Weiler vino en
el mes de septiembre de 1773 a instalar oficialmente el Directorio de la Vª

. 58 .
continuación en Lyon, y después de delicadas negociaciones
en las que Willermoz desarrollará un auténtico sentido de la
habilidad estratégica ante Weiler, el de la IIª Provincia dicha
de Auvernia en julio de 1774, seguido finalmente en octubre
por el Gran Priorato de Montpellier, dependiente de la IIIª
Provincia de Occitania.
Con ésta ocasión, Jean-Baptiste Willermoz será recibido
Caballero bajo el nombre de Eques ab Eremo (Caballero
Bautista del desierto) representando su blasón un eremita
llevando una lanza sobre su hombro y teniendo como divisa
«Vox in deserto», con doce otros miembros de la Logia La
Bienfaisance creada de nuevo al efecto gracias a los desvelos
de los lioneses.
B) LAS LECCIONES DE LYON (1774-1776)

Por otra parte, Willermoz, en este mismo año de 1774 que se


revela como esencial en distintos aspectos, ayudado por
Saint-Martin de innegable influencia sobre el lionés, va a
ejercer lo que podemos designar como una suerte de «inven-
tario» respecto al legado doctrinal dejado por Martinès a sus
discípulos, y va a revisar, corregir, e incluso, en dos casos ex-
tremadamente significativos, rechazar las propuestas del
taumaturgo bordelés concernientes a la cristología y su con-
cepción de la Trinidad. De este modo, Willermoz, va a em-
prender en lo que se ha designado como las «Lecciones de
Lyon», una relectura completa de la enseñanza de Martinès
a la luz de las verdades de la Revelación con el fin de hacer

Provincia en Estrasburgo. Es de destacar que los rituales de la Estricta Ob-


servancia transmitidos a los estrasburgueses por Weiler eran los de Starck,
lo que por otra parte permite mesurar, por ésta utilización de los textos del
Clericato, la influencia de Starck sobre la Estricta Observancia oficialmente
ratificada por la firma del Pactum Fundamentale el 27 de mayo de 1772, es-
tipulando, en su artículo X, que los Clérigos remitirían copia de sus rituales
a la Estricta Observancia. El Convento de Kohlo confirmará el Pactum
Fundamentale un mes más tarde, adoptando definitivamente los rituales
de Starck que mientras tanto habían sido traducidos por el profesor
Abraham Heinrich Bénard, Eques a Monte Stellato, profesor de francés en
Dresde.

. 59 .
conforme la doctrina de la «reintegración» con la iniciación
cristiana la cual entendía y sostenía con todas sus fuerzas
que preservaba por una parte y perfeccionaba por otra, con
la idea meditada secretamente —y de la que por el momento
no decía nada a nadie—, de reformar, o más exactamente
rectificar la Estricta Observancia alemana.
En este sentido, en una especie de seminario abierto y
permanente, las reflexiones de los coëns de Lyon, llevadas a
cabo entre enero de 1774 y abril de 177659, van a tratar sobre
diversos puntos precisos de las enseñanzas martinesistas a
fin de retener, profundizar y desarrollar aquello que convi-
niera, enmendar lo que merecía serlo, y en ocasiones, recha-
zar lo que a sus ojos resultaba inaceptable60.

59 La «primera instrucción» tuvo lugar el viernes 7 de enero de 1774, y tra-

taba «Sobre la creación universal material temporal y el número senario


que la ha producido, y sus relaciones con el hombre», abriendo una suce-
sión de cuarenta y dos lecciones hasta el 10 de abril de 1776. En el transcur-
so de dichas lecciones se abordarán numerosos puntos, convergiendo to-
dos en una sola y única pregunta: ¿cómo trabajar para la reconciliación del
hombre?
60 En efecto, si Willermoz había encontrado una enseñanza de inestimable

valor en Martinès de Pasqually, de la que dirá «que eleva a las más altas
esferas, donde se encuentra el ministerio sacerdotal verdadero, con el culto
verdadero por el que el ministro ofrece su culto al Eterno por mediación de
Nuestro Señor y Maestro Jesucristo…», sin embargo, rodeado de Saint-
Martin y de Hauterive, va a trabajar para llevar dicha doctrina a una con-
cepción auténtica de la Trinidad, inscribiéndola en el corazón de la doctri-
na de la doble naturaleza del Divino Reparador de manera a conferirle un
aspecto conforme al de la Revelación del Evangelio. Esto explica por qué
no podemos pasar hoy sin mediación del Tratado sobre la reintegración al
Régimen rectificado, ya que las posiciones de Martinès en el plano teológi-
co están afectadas por el unitarismo modal, identificando en la Trinidad
tres modalidades de expresión: Pensamiento, Voluntad y Acción, pero re-
chazando la distinción de las Personas, lo que Willermoz, como Saint-
Martin y Hauterive, en tanto que cristianos conocedores de su religión, no
podían legítimamente admitir, e incluso cuando, por una increíble inma-
durez de su cristología, las afirmaciones de Martinès rayaban el docetismo,
al no aceptar que Jesús hubiera podido pasar por los sufrimientos de la Pa-
sión. Es lo que subrayará con razón Robert Amadou: «Las debilidades del
concepto martinesista se deben a la falta de madurez de su cristología. De
igual modo, la teología martinesista de la Redención es embrionaria, más

. 60 .
Al respecto, podríamos decir de la relación habida entre
Martinès y Willermoz, casi exactamente, poco más o menos,
lo que Robert Amadou expresó en su momento sobre los la-
zos que sobrevinieron entre Martinès y Saint-Martin: «Saint-
Martin conserva generalmente la línea martinesista, pero la
particulariza ordenándola, según su propio genio, en la for-
ma verbal y en un cristianismo más ortodoxo61.»
Sin embargo muy pronto, mientras que el 31 de marzo de
1776 los tres Directorios Escoceses de las IIª, IIIª y Vª Provin-
cias firmaban un Tratado de Unión con el Gran Oriente de
Francia 62 (la Orden de los Caballeros Bienhechores de la

verbal que real. Ciertamente, además de la muerte de Cristo, importa su


venida en carne y su Transfiguración. Martinès se asemeja en este aspecto
a la ortodoxia, ¿pero acaso no lo és solo formalmente? La ambigüedad
vuelve. Así Martines acepta el nacimiento virginal de Jesús, pero a costa de
privarlo de los sufrimientos físicos de la Pasión ¿no sucumbe por ello al
docetismo? El docetismo en cristología, constituye un rasgo característico
de los gnosticismos. Este rechazo de un compromiso entre el espíritu, lo
divino y la materia, pretende que Cristo no haya tenido nada más que el
aspecto de un ser humano hecho de otra substancia. Según esto, el Jesús
que fue crucificado pudo haber sido un doble del Salvador (…) como po-
dría haber sido un único Jesús, pero impasible. Esta última tesis se encuen-
tra en Martinès.» (R. Amadou. Introducción al Tratado sobre la reintegra-
ción de los seres, Collection Martiniste, Diffusion rosicrucienne, 1995, pág.
39). De tal suerte, y conviene estar atento a este hecho cuando se aborda es-
te asunto, que el Régimen Escocés Rectificado tal cual lo establecerá Jean-
Baptiste Willermoz, ha repensado totalmente la perspectiva martinesista
de la reintegración, dotándola de un cuadro respetuoso con los fundamen-
tos doctrinales del cristianismo, elemento éste fundamental para el lionés
que sabía pertinentemente que si se apoyaba, incluso poniéndolo sobre
aviso o minimizando el problema, sobre una concepción trinitaria postiza
y una cristología inexacta, sería toda la perspectiva de la iniciación cristia-
na que resultaría singularmente modificada, y puede conducir a caminos
que inevitablemente –ya que en estos ámbitos tocantes al espíritu de las
cuestiones de doctrina tiene una importancia primera- se mostrarían como
callejones sin salida, situaciones en las que nadie puede encontrarse en
disposición de evaluar realmente las consecuencias efectivas para el deve-
nir sobrenatural de las almas.
61 R. Amadou, Introduction, in Louis-Claude de Saint-Martin, Les

Nombres, Cariscript, 1983, pág. 13.


62 Este «Tratado de Unión», firmado el 31 día del 3er mes del año 5776, es

decir, puesto que el año masónico basado en el calendario juliano empeza-

. 61 .
Ciudad Santa en 1778 con motivo del Convento de las Galias

ba el 1º de marzo en el siglo XVIII, o sea el 31 de marzo de 1776, no es más


que un Tratado de reconocimiento recíproco: «conduciendo simplemente
al reconocimiento mutuo de dos potencias, cada una de ellas conservando
respectiva y exclusivamente la administración y la disciplina sobre las Lo-
gias de su Rito y su Régimen.» (Cf. R. Dachez, J.-M. Pétillot, op. cit. pág.
64) lo que estipula en efecto formalmente el artículo I y VI del Tratado: «El
G.O. de Francia y los Directorios escoceses conservarán respectivamente y
exclusivamente la administración y la disciplina, cada uno sobre las Logias
de su Rito y de su régimen.» El Tratado, que no confiere pues ninguna legi-
timidad iniciática al Gran Oriente sobre el Régimen Rectificado, indica
simplemente que se concede a los titulares de ambas jurisdicciones un de-
recho de visita teniendo obligación los Hermanos «que conformarse a las
leyes y usos de la Logia que visitarán» (art. I y X), al mismo tiempo que
admite una doble pertenencia entre los Directorios Escoceses de las Tres
Provincias y el Gran Oriente de Francia (art. I y IX), permitiendo simple-
mente admitir la masonería rectificada a la francmasonería francesa (art. I
y I-V). El Tratado no fue aceptado sin levantar buen número de protestas
por parte de las Logias francesas que consideraban la Estricta Observancia
como una potencia Masónica extranjera dirigida por autoridades y jefes re-
sidentes en Alemania. Le Forestier explica: «El movimiento de oposición
fue tan general y violento que el Gran Oriente se dejó intimidar por un
momento por el clamor que levantaba el tratado de unión.» (Le Forestier,
La Franc-maçonnerie templière et occultiste aux XVIIIe et XIXe siècles, op.
cit., pág. 404). En su defensa, en un memorial justificativo, el Gran Oriente
argüía «que no conocía los grados superiores de la Masonería Rectificada
(…) que reconocía haber renunciado en favor de los Directorios a su pre-
tensión de ser en Francia la única autoridad «constituyente» (…) El Gran
Oriente no había podido pues impedir el establecimiento de los Directo-
rios, al no tener poderes para disolverlos. Los Directorios se le habían pre-
sentado como cuerpos particulares de la Masonería francesa respecto de
los altos grados. ¿Eran por ello culpables ante el Gran Oriente, de haber
buscado fuera de él, lo que el Gran Oriente no podía darles? Nunca el Gran
Oriente, que hasta el presente se ha limitado a cultivar los grados simbóli-
cos, ha impedido a los Masones que dirige, recibir altos grados y formar
asociaciones con el fin de practicarlos. Estos Directorios no afectaban al de-
recho a establecer Logias del Rito de la Masonería francesa; así que no se
cuestionaba el reconocimiento de dicho derecho. Solo se atribuían el dere-
cho a formar establecimientos del rito de la Reforma; ese Rito es extraño al
Gran Oriente, así que no hay nada que emprender sobre su dominio.» (Cf.
Le Forestier, op. cit., págs.. 405-406)
Ver Anexo I (pág. 215): Tratado de Unión entre el G.O. de Francia y los tres
Directorios escoceses establecidos según el Rito de la Masonería reformada
de Alemania al O. de Lyon, Burdeos y Estrasburgo (1776).

. 62 .
decidirá asociar igualmente el Directorio de Septimánia a es-
te Tratado, demanda que será finalmente ratificada el 6 de
marzo de 1781)63, bajo la autoridad de Jean-Baptiste Willer-
moz lo que nos permite mesurar la considerable influencia
adquirida en poco tiempo en el seno de la Estricta Obser-
vancia, irá creciendo la idea de llevar a cabo un Convento
general de la Orden en Lyon, capital de las Galias, que ten-
dría por misión decidir y tomar una posición firme respecto
a ciertos puntos problemáticos aparecidos y que se habían
convertido en fuente de numerosos errores e interpretacio-
nes discutibles entre los hermanos alemanes.
En primer lugar, si bien el Convento de Brunswick de 1775
confirmará el despertar de las Provincias de las Galias, y es-
to en ausencia de los hermanos franceses, Willermoz se en-
contrará sin embargo aislado y sin interlocutor directo tras la
desaparición de Weiler en noviembre de 1775, y luego la de
Karl von Hund el 28 de octubre de 1776. Por si fuera poco, la
Orden que vio transitar por su seno a personajes más que
«sospechosos» y con discutibles ambiciones, sufrió una res-
puesta decepcionante del conde de Albany, es decir el pre-
tendiente Charles Édouard Stuart, en quien algunos habían
depositado ciertas esperanzas, a propósito de la naturaleza
de sus lazos con la masonería y su transmisión templaria, ya
que éste reveló que su padre, Jacques Édouard Stuart, «ha-
bía rechazado darle la autorización para hacerse iniciar.»64
Willermoz se encontraba visiblemente turbado e inquieto
por estas noticias, y aunque encontrando en la Estricta Ob-
servancia, un marco muy sólido, una estructura y una orga-
nización evidentemente muy eficaces e incomparablemente
más estables que la de los Elegidos Coëns de Martinès de

63 Ver Anexo II (pág. 220): Solicitud del Directorio de Septimania, con sede
al O. de Montpellier, con vistas a participar del Tratado de Unión hecho
entre los tres Directorios escoceses de Auvernia, Borgoña y Occitania, con
sede al O. de Lyon, Estrasburgo y Burdeos (1781).
64 J. Ursin, op. cit. pág. 105. Señalaremos no obstante que ésta aserción del

conde de Albany, aunque referida por ciertos autores, no ha sido históri-


camente probada.

. 63 .
Pasqually65, percibía sin embargo como un vacío, un límite
cuyas ilusorias pretensiones presentadas como siendo los
objetivos secretos y últimos de la masonería, y en particular,
entre muchos otros, la reconstitución de la Orden del Tem-
ple, le parecían extremadamente irrisorios y muy flacos des-
de el punto de vista doctrinal.
En realidad dos puntos de vista se oponían. Por un lado el
barón de Hund y la mayoría de hermanos alemanes de la
Estricta Observancia para los cuales la masonería era here-
dera de la Orden del Temple, su descendiente inmediata ba-
jo una forma velada, disimulando bajo sus símbolos un pro-
yecto casi «político», militar y religioso, a fin de hacer resur-
gir de la historia lo que, por desgracia, había sido violenta-
mente apartado de ella a principios del siglo XIV. Por otro
lado, Jean-Baptiste Willermoz, y los principales hermanos
franceses, para los que la masonería poseía ciertos lazos con
la Orden del Temple, pero sumergiéndose sin embargo en

65 La Orden Coën, durante todo el tiempo de su existencia, sufrió en efecto

una constante desorganización, encontrándose sus rituales incompletos,


las instrucciones inacabadas, los catecismos faltaban, y sobre todo nadie,
después de la precipitada partida de Burdeos en mayo de 1772 con direc-
ción a Santo Domingo con el fin de hacerse cargo de una herencia, se mos-
tró en disposición de sustituir a Martinès de Pasqually. Por otra parte, an-
tes mismo de ésta partida que sumió a la Orden en una situación más que
difícil, habían aparecido perturbadores conflictos en la cumbre de la Or-
den, relacionados con Bacon de la Chevalerie (1731-1821) Eques ab Apro,
sustituto universal y amigo íntimo de Willermoz desde hacía años, puesto
que era el diputado, ante el Gran Oriente de Francia, de la Gran Logia de
los Maestros regulares de Lyon, destituido en 1772 por Martinès a causa de
unas «indiscreciones» reales o supuestas, lo que trastornará fuertemente a
Willermoz (a destacar que Bacon de la Chevalerie, que asistirá a una de las
Lecciones de Lyon, y Jean-Jacques du Roy d’Hauterive que enseñará vein-
tiuna, tenían en común el estar entre el número de los reformados pasados
al catolicismo romano para poder ser admitidos en los coëns). Dicho esto,
si la Orden Coën presentaba una imagen caótica, por su lado el estado de
la francmasonería en Francia era deplorable, consecuencia del desorden
generado por los conflictos entre los grados escoceses, y reforzado por la
muerte del conde de Clermont en 1771 al que sucedió Louis Philippe du-
que de Chartes y de Orleans, de convicciones masónicas relativamente dis-
cutibles, punto éste evocado anteriormente en este mismo capítulo.

. 64 .
fuentes mucho más lejanas, poseyendo un origen y una an-
terioridad mucho más antigua que los templarios. Por otra
parte los franceses, y en particular los estrasburgueses so-
portaban con muchas dificultades el dominio alemán, y
mostraban visibles veleidades de independencia a nivel ad-
ministrativo, deseosos además de añadir o «coronar» los tres
primeros grados simbólicos de la masonería dicha azul
(aprendiz, compañero, maestro), con un cuarto grado que
hasta entonces pertenecía a la propia Orden interior en la Es-
tricta Observancia.
Ante esta situación, Ferdinand de Brunswick, que había
sido nombrado Magnus Superior Ordinis en el Convento de
Kohlo, propuso a los hermanos franceses de las tres provin-
cias (Borgoña, Auvernia y Occitania) reunirse en Convento,
lo que inmediatamente fue aceptado y puesto en práctica
por Jean de Turckheim y Jean-Baptiste Willermoz, quienes
por carta circular de fecha 28 de agosto de 1778, anunciarán
la convocatoria del Convento. El 25 de noviembre del mismo
año en Lyon, se abría pues el «Covento de las Galias», ex-
tendiendo su autoridad al Priorato de Helvetia, dependiente
de la Vª Provincia de Borgoña, ya la muy reciente Prefectura
del Ducado de Saboya, instalada en Chambéry y a la que
pertenecía Joseph de Maistre66.
C) LAS DECISIONES FUNDAMENTALES DEL CONVENTO DE LAS
GALIAS
Las decisiones que van a ser tomadas por los veintiún dele-
gados representando las tres Provincias durante las trece se-
siones con que contó el Convento de las Galias que terminó
el 10 de diciembre de 1778, constituyen verdaderamente los
orígenes del Rito, o más exactamente del «Régimen» Escocés

66 Es en la sesión del miércoles 25 de noviembre de 1778, que el Convento

de las Galias anunciará oficialmente la erección de la Encomienda de


Chambéry en Prefectura del Ducado de Saboya.

. 65 .
Rectificado, y transformarán en profundidad la Estricta Ob-
servancia67.
Estas decisiones versarán sobre cinco puntos principales 68:
1º) Como condición previa, renuncia a la «filiación templa-
ria, a su sucesión y a su restauración material» contraria-
mente a lo que el barón Karl von Hund había establecido
como fin y objetivo de su sistema, el Convento, que aceptaba
la noción de una reedificación de la Orden del Temple, inclu-
so si se conservaba la idea de una continuidad entra la Orden
y la masonería y que los rituales mantuvieran el simbolismo
caballeresco, rechazaba la utilización del antiguo nombre de
«Caballeros Templarios» y proponía la adopción del nombre
de: «Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa».
2º) En el plano espiritual, el Convento apartaba las prácti-
cas esotéricas juzgadas como peligrosas tales como la teúrgia
o el hermetismo y tomaba distancias con las pretensiones al-
químicas anunciadas por algunos, delimitando una frontera
nítida entre la andadura personal de los hermanos en estos
ámbitos, y el objetivo efectivo de la Orden69.

67 La orden del día del Convento trataba sobre «la modificación del Código

masónico de la Estricta Observancia, una reforma de los abusos inacepta-


bles, el abandono de fragmentos históricos no probados y llenos de errores,
la corrección de la peligrosa posición de autoridad de los jefes y una re-
forma administrativa de las Provincias francesas que pueda servir un día
para las otras.» (Cf. René Le Forestier, La Franc-maçonnerie templière et
occultiste aux XVIIIe et XIXe siècles, Aubier Montaigne, 1970, pág. 476).
68 Cf. Actes du Convent National des trois Provinces des Gaules tenus à

Lyon du 25 novembre au 10 décembre 1778, BM de Lyon, ms 5482. Para un


conocimiento completo y un análisis preciso de estos textos, remitimos al
lector al número de los Cahiers Verts, que incluyen las Actes du Convent
des Gaules seguidas de las Actes du Convent de Wilhelmsbad, y del Recès
y Discours de clôture del Convento pronunciado por Charles de Hesse, el
1º de septiembre de 1782, textos presentados por Jean-François Var (in Les
Cahiers Verts, número Hors Série, Éditions du Simorgh, abril de 2005).
69 Jean de Turckheim declarará: «Lejos de nosotros esas meditaciones som-

brías que concentran la imaginación exaltada en apartados gabinetes, la ex-


travían en estas esferas ideales y la escatiman al servicio de la sociedad. Le-
jos de nosotros estas combinaciones alquímicas tan peligrosas por su atrac-
tivo, a cuyas locuras debemos, bien es cierto, accidentalmente, ciertos des-
cubrimientos interesantes, pero que una química instruida ha proscrito y que

. 66 .
3º) Por otra parte, el Convento publicaría dos textos esen-
ciales, el primero concerniente a la clase simbólica y que se
titulaba el Código Masónico de las Logias Reunidas y Recti-
ficadas de Francia que es una tentativa de redefinición gene-
ral de la «auténtica masonería» de acuerdo a las miras recti-
ficadas, exponiendo los principios que se convertirán en los
del Régimen, asignándole una arquitectura general extre-
mamente precisa con títulos y funciones correspondientes a
las titularidades de las autoridades que tienen a su cargo los
diversos establecimientos de la Orden70. Deseoso de conferir
un rostro digno a la masonería, que se alejara de las prácti-
cas que habían venido a enturbiar su imagen, el Código es-
tipulaba:
Fiel a las leyes primitivas de la Orden, la Francmasonería

exponen al ridículo y la miseria…» (Cf. R. Le Forestier, op. cit. pág. 482).


70 «La totalidad de la Orden de la Francmasonería está gobernada por un

Gran Maestro general, por Grandes Maestros nacionales y Administrado-


res provinciales, y por los Directorios Escoceses, y Grandes Logias Escoce-
sas, que tienen bajo su inspección o la totalidad de la Orden, o una nación,
una provincia, un distrito, o un departamento particular. Cada Gran Logia
Escocesa está compuesta por un Jefe o Presidente, por los oficiales necesa-
rios para regir su departamento y por los Diputados Maestros, que están
comprendidos en este número, y que están encargados de inspeccionar ca-
da una de las Logias de su distrito particular, y de rendir cuentas a la Gran
Logia Escocesa. Cada Directorio Escocés está compuesto por su Presidente,
por los representantes de las Grandes Logias Escocesas, y por los oficiales
necesarios para la administración de su distrito. Los Grandes Directorios
Provinciales están compuestos por un Administrador general, un visita-
dor, un Canciller, y por representantes de los Directorios y Grandes Logias
Escocesas. Finalmente el Gran Directorio Nacional está presidido por el
Gran Maestro nacional, como jefe principal de la nación, por administra-
dores provinciales, presidentes de los Directorios, y consejeros y oficiales
necesarios para su gobierno y administración. Por medio de la Orden de
este modo establecida, las Logias y establecimientos inferiores están regu-
larmente representados en los cuerpos superiores, y concurren a todos los
actos que de ellos emanan. La autoridad legislativa reside en el conjunto de
la Orden reunida regularmente en Convento general. Los Conventos na-
cionales y provinciales pueden decidir la legislación particular de una na-
ción o provincia, en tanto que dicha legislación no sea contraria a las leyes
generales de la Orden.» (Código Masónico de las Logias Reunidas y Recti-
ficadas de Francia, 1778).

. 67 .
según el régimen reformado y rectificado, exige al candidato
un deseo sincero de llegar a ser mejor y pertenecer a una
Orden, que no se muestra al exterior si no es por sus buenas
acciones, y que cuenta entre sus miembros a lo más respeta-
ble de la sociedad civil. (…) Es velando religiosamente sobre
la disciplina masónica y practicando escrupulosamente las
virtudes que la Orden enseña, como se conseguirá desarrai-
gar por entero los prejuicios del vulgo contra nuestro Insti-
tuto, y se tranquilizará a todos los hombres sobre el género y
el objeto de nuestros trabajos.» Tratándose de los grados, el
Código era muy claro reconociendo solamente cuatro, deste-
rrando de las Logias rectificadas «toda especie de elegido»
(sic) bajo amenaza «de las más graves penas»: «La Masone-
ría rectificada solo reconoce cuatro grados; a saber: los de
Aprendiz, Compañero, Maestro y Maestro Escocés. Todos
los demás grados, bajo cualquier denominación que sean
conocidos, principalmente toda especie de elegido, de Caba-
llero Ks. (Kadosch) y de los grados que se les asemejen, es-
tán expresamente prohibidos en todas las Logias reunidas
bajo las penas más severas, como peligrosos y contrarios al
fin y el espíritu de la Francmasonería.» La formas y colores
de los mandiles, los plazos entre grados, eran objeto de mi-
nuciosos detalles, y se imponía un criterio igualmente para
que un profano pudiera franquear la puerta de las Logias,
criterio así formulado por el Código: «Ningún profano pue-
de ser recibido francmasón si no profesa la religión cristia-
na». Por otra parte, el grado de Maestro Escocés, culmina-
ción de los grados simbólicos, se veía, cosa relativamente
nueva, únicamente reservado a los masones del Régimen
rectificado: «El grado de Maestro Escocés tiene que ver ex-
clusivamente con el régimen rectificado. Es por esta razón
que, cuando se confiere, o cuando se tiene la Logia de ins-
trucción de este grado, no se osa hacer asistir a ningún otro
visitante de otro régimen, cualquiera que sea el grado que
tenga…» Y para ir más lejos todavía en este carácter de es-
pecificidad única así como de cumbre de la pirámide de
grados simbólicos que se deseaba conferir al Maestro Esco-
cés, se indicaba explícitamente que un Hermano habiendo
llegado a este grado podía recibir «sin gasto» ciertamente,

. 68 .
pero sobre todo, indicación importante: «ni ceremonias», to-
dos los otros grados superiores de los otros sistemas:
«Cuando un Hermano haya sido recibido regularmente
Maestro Escocés, el Venerable Maestro de la Logia, o cual-
quier otro Hermano comisionado para este fin, podrá co-
municarle sin ningún gasto ni ceremonia todos los grados
denominados superiores en los otros regímenes, que sean de
su conocimiento, sin que por ello, el Hermano al que hayan
sido comunicados, pueda decorarse en Logia con ninguno
de los atributos ni colores de dichos grados.»71
4º) El segundo texto producido por el Convento de las Ga-
lias es el Código General y Reglamentos de la Orden de los
Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa que trata sobre la
organización, la constitución y los estatutos de la Orden Inte-
rior. Es un descriptivo minucioso, que se inclina con cuidado
sobre el menor detalle, y que tiene por objetivo regir la vida
de la Orden de los C.B.C.S. Desde sus primeras líneas intro-
ductorias el Código de los C.B.C.S., fija un principio intangi-
ble: la Orden reconoce a cada Caballero según sus aptitudes y
dones, y no busca crear una caballería uniforme:
La Orden de los Caballeros bienhechores de la C.S. devuelta
por la reforma a su objetivo primitivo, que no es otro que el
socorro de la humanidad, al servicio de la cual está destina-
da, se ocupa con todos los medios que le son propios para
lograrlo, discute las ideas más útiles, y se sirve de la asocia-

71 Código, op. cit. Capítulo X. «De los grados masónicos». A destacar al

respecto, que el Directorio Escocés de Auvernia bajo la autoridad de Wi-


llermoz, en una Deliberación relativa al Grado de Escocés, de abril del año
1777, había claramente estipulado: «7º - Los Venerables Maestros de Logia
comunicarán sin ceremonia, y sin gasto alguno a los hermanos que hayan
recibido como Escoceses los altos grados al uso en las Logias antes de la re-
forma y conocidos bajo el nombre de Escocés, Caballeros de Oriente, Rosa
Cruz, y otros de la misma categoría; pero de ninguna manera aquellos que
tienen esos sistemas que los Directorios desaprueban, y que deben ser de-
jados en el olvido.» (Déliberation définitive du Directoire Écossais
d’Auvergne, concernant le Grade d’Écossais del 25 de abril de 1777, B.N.
París, km1 286, fº 19). Remitirse también a : J.-F. Var, Le grade de Maître
Écossais et les « Hauts Grades » au XVIIIe siècle, Cahiers Verts, nº 10-12,
1992, págs. 219-240).

. 69 .
ción de fuerzas individuales para realizarlo y ejecutarlo con
mayor facilidad. No se ha creído pues apropiado constreñir
a los Caballeros a obligaciones uniformes…»
Así, la Orden distinguía tres clases: «Los Caballeros Regu-
lares o Clerici72, los Caballeros Militares, Milites, y los Caba-
lleros civiles o Equites Cives Sanctae Civitatis.» El Artículo
II, hacía hincapié en un principio fundamental: si la Estricta
Observancia solo reservaba el título de «Caballero» a los
hermanos «nacidos de padres nobles de nombre y armas», el
Convento declaraba que no podía excluir «sin injusticia a
otros candidatos útiles, repletos de talento y celo por el bien
público, pero menos favorecidos por el azar de nacimiento
(…) la verdadera nobleza consiste en la virtud73».

72 Podemos observar que la función reservada a los Caballeros regulares o

Clerici, más allá de su cargo en las ceremonias de la Orden, les señalaba la


obligación de velar por la «observación» del culto divino: «Los Caballeros
regulares, es decir, aquellos que han recibido las Ordenes Sagradas de una
comunión Cristiana, encomendados en particular al amor por las buenas
costumbres y a una religión dulce, bienhechora y tolerante, cumplirán las
funciones eclesiásticas en las ceremonias de la Orden, y velarán por la ob-
servancia del culto divino.» Por otra parte, si la Orden suprimía los Mozos
de Armas, mantenía la clase de los Compañeros de Armas, Hermanos no
destinados a ser Caballeros pero que podían servir a la Orden en diversas
tareas útiles en el servicio interior del templo: «Más allá de los Caballeros
que son los que tienen el primer rango en la Orden, y pueden únicamente
acceder a las Encomiendas y dignidades, se recibirá todavía conforme a la
antigua regla y observancia a los Compañeros de Armas o Armigeri.» Al-
gunos Compañeros de Armas, después de haber servido en la Orden, eran
incluso autorizados a devenir Caballeros bajo el título de «Caballero de
Gracia»: «…al final de un servicio largo & distinguido, recibir a un Com-
pañero de armas «Caballero de Gracia» (Cf. Código General y Reglamen-
tos de la Orden, Artículo III, 1778).
73 El «Convento de las Galias», en el Artículo II del «Código General y Re-

glamentos de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa»


estipula exactamente esto: «La Orden de los Caballeros Bienhechores de la
C.S. fundada por gentilhombres, sólo admite en su seno a aquellos que
prueban, mediante títulos auténticos y después de las formalidades reque-
ridas, que son nacidos de padres nobles de nombre y de armas. Este anti-
guo estatuto fundado sobre la constitución feudal de Europa y militar de
nuestra Orden, teniendo más de vanidad que de justicia, hemos creído
que, dirigida la Orden actualmente hacia el sólo ejercicio de las virtudes

. 70 .
Los términos escogidos para manifestar el espíritu de ésta
igualdad espiritual eran relativamente fuertes:
Todos los Caballeros, una vez admitidos a la profesión de sus
votos, son perfectamente iguales. Ni un nacimiento más ilustre,
ni un rango más elevado en la sociedad civil, suponen la menor
prerrogativa real entre los Hermanos. Incluso los Príncipes, que
queriendo renunciar voluntariamente a los prestigios de la va-
nidad & la desigualdad política de los hombres, para gustar de
los placeres puros en el seno de la amistad y de la beneficencia,
respetarán la ley preciosa de la igualdad, base fundamental de
toda Orden, cuyos miembros se consagran al ejercicio penoso
pero satisfactorio de la caridad cristiana.» Después de insistir
sobre las virtudes morales, la dignidad de costumbres, la pure-
za de su conducta, el Código llamaba a todos los Caballeros a
la mayor de las discreciones sobre las actividades de la Orden:
«La ley del silencio y discreción más absoluta es fundamental
en la Orden; le está prohibido a todo Hermano sin importar de
qué dignidad esté revestido, revelar la menor cosa que con-
cierna a nuestra constitución, o de lo que acontezca en nuestras
asambleas directa o indirectamente.

sociales y patrióticas, mixta por otra parte en su composición, no podíamos


excluir sin injusticia a otros candidatos útiles, repletos de talento y celo por
el bien público, pero menos favorecidos por el azar de nacimiento. Consi-
derando pues que la verdadera nobleza consiste en la virtud, y que ésta,
que arranca su nombre de la oscuridad por sus acciones generosas, es dig-
na de los honores que no deben ser más que su continuación, hemos deci-
dido lo que sigue: Nadie será admitido en la Orden que no haya dado
pruebas de nobleza. Estas pruebas consistirán, en títulos de nobleza here-
ditaria, o en aquellos otros de nobleza personal. Las pruebas de una noble-
za personal, serán o el ejercicio de un empleo que da la nobleza, o el de ac-
ciones virtuosas y no sospechosas, que serán consignadas en las informa-
ciones preliminares hechas por el Prior del Clero y el Inspector de novicios.
Cualesquiera que sean los títulos de nobleza que provea un candidato, si
degenerando de sus ancestros, éste mancilla el tronco respetable del que
proviene por sus acciones deshonrosas, será rechazado y no será recibido,
sino después que sus costumbres puras & la verdadera nobleza de cora-
zón, respondan a las expectativas de su patria.» (Código General y Regla-
mentos de la Orden, noviembre de 1778).

. 71 .
El título 3 del Código fijaba definitivamente la «Composi-
ción general de la Orden» estructurada de acuerdo a una ar-
quitectura precisa, en una ingeniosa construcción piramidal,
que iba de las Provincias hasta las Logias: «La Orden de los
Caballeros bienhechores de la C.S. está dividida en 9 provin-
cias: Aragón, Auvernia, Occitania, León, Borgoña, Gran Bre-
taña, Alemania interior entre el Elba y el Oder, alta Alema-
nia e Italia, Grecia y el Archipiélago. Las armas de la Orden
son dos caballeros sobre un mismo caballo en un escudo
cuartelado con la cruz de la Orden.» Las Provincias corres-
ponden según el Código a Grandes Prioratos:
Las provincias reformadas de acuerdo al nuevo rito, están
divididas en Grandes Prioratos (…) Cada Priorato está divi-
dido en Prefecturas (…) Cada Prefectura está compuesta por
nueve encomiendas, pero bastará sin embargo que tres de
ellas estén en actividad para que la Prefectura pueda operar
legalmente. Las Logias masónicas, son el seminario de los
sujetos destinados a la Santa Orden, y están bajo la autori-
dad de un Comendador, que es su jefe titular e inamovible.
Toda esta organización se situaba bajo un gobierno de na-
turaleza «aristocrática», término significando sin embargo el
carácter no personal sino colegial de la autoridad en la Or-
den: «El gobierno de la Orden es aristocrático, los Jefes son
Presidentes de los Capítulos respectivos. El gran Maestro
general no puede emprender nada sin la opinión de los Pro-
vinciales, el Maestro Provincial sin la de los Priores y la de
los Prefectos, los Prefectos sin la de los Comendadores, y és-
tos sin haber conferenciado con los Caballeros de su distrito
74.» Los Artículos de los Títulos 4, 5, 6, 7, 8 y 9 del Código

74 Este aspecto de la colegialidad gubernamental se oponía a toda forma de

despotismo, y cortaba nítidamente con las «Grandes Soberanías» inamovi-


bles ad vitam, como existían en numerosos sistemas iniciáticos, instituyen-
do una concepción plural del gobierno que se juzgará útil igualmente para
la sociedad civil: «Esta ley de pluralidad es sagrada y fundamental en la
Orden, al igual que en toda sociedad bien ordenada; ésta ley es la defensa
de la libertad y salvaguarda contra el despotismo. Un Jefe o Presidente de
una asamblea, que quiera abusar de sus poderes, hasta el punto des trasto-

. 72 .
entraban a continuación en el detalle minucioso tanto de las
asambleas (Convento General, Conventos Nacionales – Títu-
lo 5), como del ejercicio de las funciones en los Prioratos,
cargos, atribuciones y deberes (Título 6, 7, 8), y esto hasta
cuestiones de tesorería de la Orden abordadas ampliamente
en el Título 9 bajo el titular «Asuntos económicos».
5º) Finalmente, no contento con adoptar nuevos rituales
para los cuatro primeros grados, rituales que llevaban la
marca extremadamente palpable de las influencias espiritua-
les de Willermoz, una reforma estructural acababa de trans-
formar la Estricta Observancia, desprendiendo de los altos
grados «el Escocés verde» al considerarlo como la continui-
dad natural del grado de maestro —al que viene a completar
y perfeccionar—, proporcionándole un complemento doc-
trinal e iniciático que podemos calificar sin lugar a dudas de
fundamental dado que las enseñanzas de la que es portador
transforma totalmente el antiguo «Escocés verde»75, y vehi-
cula perspectivas espirituales útiles al más alto nivel para
asegurar la formación de los hermanos y proporcionarles así
una base teórica sólida, vital inclusive en el trabajo iniciático

car esta ley fundamental, será considerado perjuro a sus obligaciones; e in-
currirá en los castigos más graves por parte de sus Superiores.» (Cf. Título
4, Artículo I). René Guilly escribe sobre este punto con justeza: «Aristocrá-
tico es opuesto aquí a despótico. Es el gobierno de los mejores, no por ran-
go o fortuna, que la Orden no considera en su seno, sino por el Espíritu y
la experiencia.» (Cf. R. Guilly, La double structure administrative et hiérar-
chique du Régime Écossais Rectifié en 1778, Renaissance Traditionnelle, nº
31, Julio 1977).
75 El Escocés Verde, era en efecto todavía muy rudimentario cuando en ju-

lio de 1774, Willermoz y los lioneses recibieron del barón Weiler los ritua-
les de la Estricta Observancia (rituales que fueron publicados por J.-F. Var
en 1991). El candidato a este grado de Escocés Verde, era introducido en la
Logia con la cuerda al cuello, viéndose después librado del «yugo de la
masonería simbólica» y revestido con un hábito de color verde, dicho el
«color de la esperanza». La enseñanza del grado tenía por base -ya por
aquel entonces- la resurrección de Hiram, pero la revelación de la ense-
ñanza destinada al candidato, era hecha a través de cuatro animales: el
león, el mono, el gavilán y el zorro.

. 73 .
al que deberían dedicarse en lo sucesivo76. Por añadidura,
las sedes de los Prioratos provinciales se habían modificado,
y la Prefectura de Zurich representada en el Convento por
Rodolphe Saltzman (1744-1811) Eq. a Heredera 77, y de la

76 El Convento de las Galias tomó la decisión a sugerencia de Willermoz,

en su 8ª sesión del 5 de diciembre de 1778, de nombrar el 4º grado –es de-


cir, el antiguo Escocés verde de la Estricta Observancia- «Maestro Escocés»
e integrarlo en el seno de las Logias de la clase simbólica. Este idea prove-
nía, desde 1777, del barón de Lutzelbourg, Venerable Maestro de Estras-
burgo, idea que había sido aprobada el 28 de marzo de 1777 por el Capítu-
lo de Lyon y ratificada el 25 de abril del mismo año por el Directorio de la
IIª Provincia: «El 25 de abril de 1777, el Gran Directorio de Auvernia acce-
diendo a las intenciones del Serenísimo Hermano Gran Superior de la Or-
den, notificadas por el Muy Reverendo Hermano de l’Arc, Comisario Ge-
neral, el 4 de abril y a invitación del Muy Reverendo Gran Capítulo Pro-
vincial de Borgoña de adherirse a su deliberación de 18 de marzo último, y
visto el cese de motivos que han impedido hasta el presente a las provin-
cias de Francia asimilarse a las de Alemania y a otras de la Orden concer-
niente al grado de Escocés verde, ha confirmado unánimemente sus deli-
beraciones precedentes hechas en Directorio Escocés y en particular la del
28 de marzo a este respecto. En consecuencia, ha decretado que a contar
desde éste día el grado de Escocés Verde será hecho ostensible en todas las
Logias reunidas del distrito bajo la simple denominación de Escocés al
igual que el mandil, collar y joya afectos a este grado; que quedará reunido
a los tres primeros grados y será el complemento de la masonería simbóli-
ca; que no obstante, será siempre conferido por el Directorio o con su per-
miso por los Hermanos de su distrito, o con el permiso por escrito de aquel
al que pertenezcan, conformándose a la deliberación y a los reglamentos
en anexo, detallados en el protocolo de este día en los registros del Directo-
rio Escocés con sede en Lyon, cuya copia será enviada al M.R.H. de l’Arc al
igual que el cuadro ostensible de miembros del Directorio que sigue dicha
deliberación.» (Cf. Registre des déliberations du Grand Directoire, B.M.
Lyon ms 5481).
77 Rodolphe Salzmann (o Saltzmann), hizo estudios de derechos y de His-

toria en Goettingen y trabó, por razón de sus funciones de dirección en la


«Librería académica», relaciones con los medios esotéricos y filosóficos en
Alemania, Suiza y Francia. Sumergiéndose en los arcanos de la teosofía,
descubrió los escritos de John Pordage (1608-1681), de Jane Leade (1623-
1699), de William Law (1686-1761) y de Swedenborg (1688-1772), pero será
sobre todo Jacob Boehme (1575-1624) quien poco a poco se convierte en ob-
jeto de su principal interés. De un rigor absolutamente germánico, recha-
zando las prácticas teúrgicas por deseo de una relación purificada con lo
divino, Salzmann vivía encerrado en su gabinete de trabajo rodeado de sus

. 74 .
que supo defender inteligentemente la causa, se vio elevada
al rango de «Priorato de Helvetia»78.
Podemos decir pues que el Convento de las Galias, por sus
decisiones que de hecho representaban una auténtica ruptu-
ra con la Estricta Observancia, establecía y constituía una
masonería simbólica fundada, no ya como lo había sido has-
ta entonces, en tres grados, sino en cuatro, conduciendo a
una Orden de caballería, dicha «Orden Interior», formada
por Escuderos Novicios y por Caballeros Bienhechores de la
Ciudad Santa cuyo objetivo iniciático original, quedaba a
partir de entonces penetrado por las orientaciones elabora-
das y decididas cuando las lecciones de Lyon que cristiani-
zaron la doctrina de la reintegración de Martinès; Orden In-
terior a la que vendría a sumarse la antigua clase de los Pro-
fesos de la Estricta Observancia, pero dotada ahora de un
contenido completamente nuevo79, una 3ª clase secreta de

opúsculos, y desarrollará una suerte de misticismo interior fundamentado


en la oración de quietud y el reposo en Dios que había bebido en la espiri-
tualidad de Fénelon y sobre todo de la señora de Guyon de la que venera-
ba la memoria y se inspiraba piadosamente. Saint-Martin y Salzmann, muy
próximos espiritualmente, solo podían entenderse y apreciarse. Es lo que
sucederá, y por los estrechos lazos que constituyeron esta amistad a partir
de 1788 con motivo de la estancia en Estrasburgo de Saint-Martin, que
Salzmann le hizo partícipe de su amor y devoción por el pensamiento de
Jacob Boehme, pensamiento que tuvo la considerable influencia que cono-
cemos sobre el Filósofo Desconocido.
78 Es en la doceava sesión, el miércoles 9 de diciembre de 1778, que el Con-

vento de las Galias acepta la propuesta de Salzmann, de «reconocer la acti-


vidad legal del Priorato de Helvetia y de consentir en la independencia del
Directorio Escocés de Suiza.» (Cf. Actes du Convent National des trois
Provinces des Gaules, op. cit.). La Historia recordará que este Priorato ins-
talado el 14 de agosto de 1779, será el que velará fielmente por la conserva-
ción del Régimen Rectificado, después de su extinción en Francia en el si-
glo XIX, y que contribuirá a su despertar y vuelta a su tierra de origen a
principios del siglo XX, transmitiendo en 1910 a Camille Savoire y Pierre
de Ribaucourt, los elementos iniciáticos indispensables para su reedifica-
ción.
79 «Las circunstancias exactas de la aparición de este grado están aún hoy

lejos de ser aclaradas de manera satisfactoria; se la sitúa generalmente en-


tre 1763 y 1770, sin que haya nada de probado sobre este punto; algunos,

. 75 .
Caballeros Profesos y Grandes Profesos, aunque solo se die-
ra cuenta de su existencia en el Convento «como una even-
tualidad a la vez probable y deseable, diferida a un futuro
indeterminado80.»
Por otra parte, el Convento de las Galias, se presentaba
como una tentativa de restablecer «la unidad primitiva» en
medio de la multiplicidad anárquica de sistemas que el
Convento calificaba de «arbitrarios» por ser a menudo igno-
rantes de las bases de un conocimiento iniciático real, consti-
tuyendo un Régimen que ambicionaba efectivamente reunir
el conjunto de las Logias a fin de reconstituir la unidad sobre
la base de una masonería salida de la «cuna» misma de la
auténtica «Tradición»81, como lo estipula la Introducción del
Código de las Logias Reunidas y Rectificadas de 1778:

como Gould (The History of Freemasonry. Volumen V, pág. 107), piensan


que el barón de Weiler que estaba junto a Hund en 1769 tuvo un papel
preponderante en la aparición de este grado. Sin embargo la mayor parte
de autores coinciden en que fue el resultado tangible del pacto de unión
concluido entre la Estricta Observancia y el Clericato de Starck en el Con-
vento de Kohlo en 1772. Lejos de resolver la cuestión, éste último punto no
hace sino hacerla más compleja, en la medida que el sistema de Starck, si
bien plantea cuestiones particularmente interesantes, permanece enigmáti-
co en muchos otros aspectos. Podemos decir no obstante que ciertos estu-
dios actualmente en curso sobre el régimen masónico propagado por Méli-
ssino y del que el sistema de Starck habría salido, aportarán quizá algún
día elementos nuevos y dignos de atención.» (Cf. Ostabat, Le Symbolisme,
nº 389, 1969).
80 J.-F. Var, Les «Préavis» de Willermoz in Les Cahierts Verts, número Hors

Série, op. cit., opág. 69.


81 Es de todo punto imprescindible comprender, referente a ésta importan-

te cuestión relativa a lo que significa «Tradición» para el Régimen Escocés


Rectificado, ya que para Willermoz la religión cristiana está vinculada no
ya a la «Tradición primordial», ahogada cuando el diluvio (Génesis VI a
IX), rota y dispersada después del episodio de la torre de Babel (Génesis
XI, 1-9), si no a la «Revelación Divina primitiva» de esencia bíblica, lo que
es muy diferente, y totalmente otra cosa en el plano espiritual. En efecto, el
fuego sagrado de ésta Revelación fue transmitido por el Eterno a Adán,
Abel, Set, Noé, luego a Abraham, Moisés, y al pueblo de Israel convirtién-
dose así en una nación «iniciada», o elegida, la cual, detentora por un
tiempo de ésta pura Tradición, se vio separada de las naciones –de ahí el
sentido de Phaleg (N. del T.: Peleg en castellano.), el fundador de las «Jus-

. 76 .
A falta de conocer el verdadero punto central y el depósito
de las leyes primitivas, suplieron el régimen fundamental
por regímenes arbitrarios particulares o nacionales, y por las
leyes que se les pudieran adaptar. Tuvieron el mérito de po-
ner freno a la licencia destructiva que dominaba por todas
partes, pero no teniendo en cuenta la cadena general, rom-
pieron la unidad al variar los sistemas. Masones de diversos

tas y Perfectas Logias», hijo de Heber padre de los hebreos, pero que no
participó en absoluto en la edificación impía de la torre de Babel. El libro
del Génesis, en sus capítulos 10 y 11, nos enseña que Phaleg era descen-
diente de Sem, uno de los tres hijos de Noé que supo preservarse de la in-
fluencia perversa de Cam. El nombre de Phaleg, que felizmente ha «susti-
tuido» al de Tubalcaïn en los rituales rectificados, nos indica claramente,
que la Reforma lionesa quiso situarse en la descendencia de Sem (Cf. D.
Fontaine, À propos de Phaleg, Les Cahiers Verts nº 10-12, Grand Prieuré
des Gaules, 1992, págs. 77-84). Es pues en los colegios sacerdotales de Is-
rael, pensaba Willermoz como consecuencia de Martinès de Pasqually
(1710-1774), que se preservó hasta Cristo, el conocimiento sagrado, los
elementos del verdadero sacerdocio y las bases santas del culto primitivo.
Bajo la Antigua ley, Moisés supo realizar la síntesis brillante de los miste-
rios de la verdadera y santa Tradición, y la selló «bajo el triple sello de la
palabra sagrada de Bereschit.» Esta Tradición se prosiguió a través de los
Justos y los Profetas, y fue objeto de un minucioso estudio por parte de
ciertos medios que se inclinaban, en el mayor de los secretos, sobre los mis-
terios de la ciencia sagrada. Willermoz, profundamente marcado por la lec-
tura de los escritos de Orígenes (III s.), de san Basilio de Cesárea o de san
Clemente de Alejandría, creyó así en la existencia de una tradición secreta,
de una disciplina reservada, de una ciencia del «Arcano» que se había
mantenido hasta nosotros. Por otra parte, esto queda perfectamente expli-
cado para Willermoz, por las intenciones de san Pablo sobre la leche reser-
vada a la muchedumbre, y el alimento sólido dado únicamente a los per-
fectos: «Os di de beber leche, no os di comida; no podíais, en efecto, con
ella. Y lo que es más, ni aun ahora podéis. Sois todavía carnales… Ahora
bien quien solo se nutre de leche no comprende nada del discurso de la
Sabiduría, porque es todavía un niño. Pero el alimento celeste es para los
perfectos.» (I Corintios III, 2; Hebreos VI, 12-14.) Observaremos, lo que dis-
ta de ser anodino desde el punto de vista doctrinal, que según san Pablo, el
acceso a lo que se podría designar bajo el nombre de «esoterismo», no es
en absoluto una cuestión de orden sino de gradaciones en la perfección, el
ahondamiento y la recepción de luces más importantes respecto a una
idéntica Revelación, lo que es, por otra parte, exactamente la posición de
Jean-Baptiste Willermoz y del Régimen Rectificado. (Cf. J.-M. Vivenza, Re-
né Guénon et la Tradition primordiale, Éditions du Simorgh, (a aparecer).

. 77 .
lugares de Francia, convencidos de que la prosperidad y la
estabilidad de la Orden Masónica dependía enteramente del
restablecimiento de esta unidad primitiva, y no habiendo
encontrado los signos que deben caracterizarla en aquellos
que habían querido apropiarse de ella, enardecidos en su
búsqueda por lo que habían aprendido sobre la antigüedad
de la Orden de los Francmasones, fundamentada sobre la
más constante tradición, llegaron por fin a descubrir su cu-
na; con celo y perseverancia han superado todos los obs-
táculos, y participando de las ventajas de una administra-
ción sabia e iluminada, han tenido la dicha de reencontrar
los vestigios preciosos de la ancianidad y el objeto de la Ma-
sonería.82
Como podemos imaginar, estas decisiones no quedaron
sin efectos, decisiones reforzadas —preciso es el reconocer-
lo— por las noticias que recibió el duque de Brunswick por
parte de su Canciller de la VIIIª Provincia, Karl Eberhard
von Wächter (1746-1825), que a su vuelta de Italia, le traería
la prueba concreta y formal de la inexistencia de Superiores
Desconocidos de la leyenda jacobita, al haberle declarado
claramente, Charles Edouard Stuart, que jamás había sido
francmasón.
Una primera circular de 7 de octubre de 1779 anunciaba
pues a los hermanos de la Estricta Observancia: «rechazar
deliberadamente la filiación templaria, y todo proyecto, bajo
cualquier tipo de forma, de restauración de la Orden del
Temple». Esta declaración provocó una tremenda consterna-
ción en los nobles alemanes y una franca hostilidad se dejó
oír entre ellos. Por este hecho, no solamente el «Convento de
las Galias» rechazaba lo que había sido objeto de su interés
en su pertenencia a la Estricta Observancia, es decir la re-
constitución de la Orden del Temple, sino que además, y
mucho más grave todavía, era anunciado que se iba a orien-

82Ver Anexo III: Introducción al Código de las Logias Reunidas y Rectifi-


cadas de 1778 (pág. 223).

. 78 .
tar el conjunto de la Orden hacia una transformación en pro-
fundidad de la doctrina y los rituales.
Sin embargo, y a pesar de las vivas resistencias, Ferdinand
de Brunswick se veía forzado a admitir, que del lado alemán
nadie estaba en disposición de rivalizar teóricamente con
Jean-Baptiste Willermoz. El Duque de Brunswick intentó
una aproximación entre Christian von Haugwitz83 y Willer-
moz, pero, por bien que los dos hombres tenían algunos
puntos en común y no se manifestaban hostilidad directa el
uno al otro, esta tentativa se saldó con un fracaso. En efecto,
Haugwitz, que con toda evidencia, apreciaba y era muy sen-
sible al ferviente cristianismo de Willermoz, veía sin embar-
go que su método de recristianización de las almas que pa-
recía marcado indubitablemente por la huella palpable de
los principios basados en la «dulce persuasión»84 de los Je-

83 Nacido en 1752 en Silesia, el barón Christian August Heinrich conde de


Haugwitz, fue iniciado en Leipzig en 1774 y se hizo miembro de la Orden
Interior de la Estricta Observancia en 1775 bajo el nombre de Eq. a Monte
Sancto, antes de incorporarse al sistema de Zinnendorf. Muy marcado por
la ferviente y rogante espiritualidad pietista de los hermanos moravos ins-
pirados a su vez por la herencia husita, Haugwitz preso de una ardiente fe
vivía una existencia ascética y se encontraba a la cabeza de un pequeño
grupo extremadamente cerrado que fundó en 1777, «Los Confidentes de
San Juan» conocido también bajo el nombre de «Hermanos de la Cruz»
(Kreuzbrüder), grupo que integró al molde masónico no sin antes haber
cristianizado previamente los símbolos, y cuyo objetivo «operativo» era el
trabajar por la emergencia en cada hombre de su «chispa divina», gracias a
la ascesis, la plegaria y la comunión mística. Es preciso recordar, que
Haugwitz, que en 1782 era ministro prusiano, presentó en 1822, en el Con-
greso de la Santa Alianza de Verona, una «Memoria» en la que denunciará
a la Masonería como siendo el origen de la Revolución Francesa, «Memo-
ria» que se convertirá más tarde en el elemento de referencia de la corrien-
te contra revolucionaria, y a la que se referirá el obispo de Angers, dipu-
tado de Finisterre, Monseñor Freppel (1827-1891), para afirmar: «La Revo-
lución es en gran parte obra de los Francmasones». (Monseigneur Freppel,
la Révolution française, à propos du centenaire de 1789, A. Roger & F.
Chernoviz, 1889, pág. 34).
84 La cuestión, fundamental tratándose de la economía espiritual del Recti-

ficado, de la lenta y eficaz propedéutica, aparece nítidamente en el Código


de 1778: «Es velando religiosamente sobre la disciplina masónica y practi-
cando escrupulosamente las virtudes que la Orden enseña, como se conse-

. 79 .
suitas de los que Willermoz había sido alumno en el colegio
de la Trinidad, y su doctrina inspirada en las tesis martine-
sianas, diferían de las suyas, puso término a sus relaciones
epistolares y declaró que no colaboraría más en lo sucesivo
en tal proyecto de «Reforma» o de «Rectificación» de la Es-
tricta Observancia.

guirá desarraigar por entero los prejuicios del vulgo contra nuestro Institu-
to, y se tranquilizará a todos los hombres sobre el género y el objeto de sus
trabajos. Estos cuidados bienhechores, impuestos como deberes estrictos e
indispensables, llegan a ser para los verdaderos Francmasones sentimien-
tos necesarios para su felicidad. Además de la estima pública, la práctica
de las virtudes procura goces verdaderos y duraderos a los que las cum-
plen fielmente. Es amando como se hace amar, y no es más que cuando se
inspira este sentimiento, que el ejemplo que se da de las virtudes, produce
efectos saludables y duraderos.» Es pues un camino lo que se propone, y
un camino en que aquel que se compromete, ignora precisamente el objeti-
vo. La práctica de la virtud hará pasar así progresivamente —a aquel que
se comprometa seriamente y con confianza—, de una actitud de indiferen-
cia no hostil respecto a la religión, al encuentro turbador con la ley del
Amor y con Aquel que fue su revelador, es decir el Divino Reparador:
«Servid y defended constantemente la religión por vuestras costumbres,
vuestro discurso y vuestro ejemplo; no haced uso de la violencia hacia
aquellos que se extravíen, ni tampoco un celo exagerado que provoca más
rechazo que instrucción. Compadeceos en vuestro corazón del error en que
se encuentran, tratad de traerlos a la verdad por medio de una dulce per-
suasión. No os libréis con vuestros Hermanos a estériles discusiones dog-
máticas, aprended a amar y a imitar a nuestro divino Señor y Maestro Je-
sucristo, nuestro Redentor.» (Ritual de la Orden de la Ciudad Santa para la
clase de los Caballeros, BM de Lyon, Ms 5921).

. 80 .
V. EL CONVENTO DE
WILHELMSBAD (1782)

Si, innegablemente, el Convento de las Galias aparece cla-


ramente con la perspectiva de la Historia como el primer
triunfo de las tesis willermozianas y de los hermanos france-
ses, y ello gracias al apoyo recibido del mismo Gran Maestro
de la Orden en la persona del duque Ferdinand de Bruns-
wick, era sin embargo necesario completar este primer mo-
vimiento de reforma, confirmando de alguna manera los
avances preliminares con un acto definitivo e irrevocable
que viniera a culminar, por así decirlo, la obra presentada y
elaborada en 1778. El duque de Brusnwick, muy aislado
después de la muerte de Hund, se encontraba visiblemente
apurado. La revuelta retumbaba entre los alemanes y se ha-
blaba incluso de la hipotética y secreta influencia de los Je-
suitas en la Estricta Observancia. Algunos hermanos aban-
donaban sus filas, mientras que otros, atraídos por la reno-
vación doctrinal, venían a engrosar las columnas de los talle-
res situados bajo los auspicios de la reforma de 1778. El du-
que Ferdinand de Brunswick se encontraba pues relativa-
mente solo, o más exactamente, se daba cuenta que solo
quedaba Willermoz en disposición de proseguir la obra de
«rectificación» emprendida en 1778 en el «Convento de las
Galias».

. 81 .
La decisión tomada, animada por el príncipe Charles de
Hesse que abundaba en este sentido, fue la de convocar un
Convento general, dirigiendo una primera carta circular a
los Grandes Maestros Escoceses en octubre de 1779, y luego
una segunda de fecha 19 de septiembre de 1780, acompaña-
da ésta de un cuestionario «donde enumeraba los principa-
les problemas que el futuro Convento tendría que resolver,
tales como: la existencia de verdaderos superiores, ceremo-
nial y rituales, restauración de la Orden del Temple, objetivo
público o secreto, exterior o interior»85, y finalmente una ter-
cera en junio de 1781 anunciando el Convento a venir, pre-
visto primeramente en Frankfurt para el 15 de octubre de
1781, pospuesto para la Pascua de 1782, y diferido finalmen-
te a Wilhelmsbad para el 16 de julio de este mismo año.
La carta circular del duque de Brunswick de septiembre de
1780, pedía a los hermanos responder las seis preguntas si-
guientes: 1) La Orden, ¿reposa sobre una convención o bien,
tiene por objetivo una sociedad antigua, y en ese caso cuál?;
2) ¿Existen Superiores Desconocidos? y en su caso ¿quiénes
son?; 3) ¿Cuál es la verdadera finalidad de la Orden?; 4) ¿Es
la restauración de la Orden del Temple?; 5) ¿De qué manera
el ceremonial y los ritos deben ser organizados para tender a
la perfección?; 6) La Orden ¿debe ocuparse de las ciencias
secretas?86 Como podemos ver, estaban planteados en esta
encuesta todos los problemas que agitaban de manera im-
portante la Estricta Observancia, pero que igualmente, y más
globalmente también, interesaban a la masonería en general
del siglo XVIII, en la medida que se tocaban aquí cuestiones
fundamentales relativas precisamente al origen, finalidad y
naturaleza de esta sociedad particular que, para muchos
profanos como para la mayor parte de iniciados, eran objeto
de un misterio impenetrable.

85J. Ursin, op. cit. pág. 118.


86Ver Apéndice I: La Memoria al duque de Brunswick de Joseph de Maîs-
tre: renunciación templaria y superioridad de los misterios del cristianismo
(pág. 185).

. 82 .
Brunswick recibió numerosas respuestas a su carta circu-
lar, respuestas procedentes de Lyon, Turín, Zurich, así como
de Alemania, Polonia y Austria. El inexorable proceso de
transformación de la Estricta Observancia estaba lanzado, y
no había posibilidad de vuelta atrás. Así fue, que el 15 de ju-
lio de 1782, se abrieron los trabajos del Convento en
Wilhelmsbad, reuniendo a los partidarios de la reforma lio-
nesa con el mismo Brunswick a la cabeza, Willermoz, Gas-
pard de Savaron, Jean de Turckheim, y las otras «corrientes»
presentes entre ellos los racionalistas prendados de las «lu-
ces» del nuevo siglo, los conservadores miembros de la pe-
queña nobleza alemana crispados sobre la leyenda templa-
ria, el hermetismo y los Superiores Desconocidos, los famo-
sos «Iluminados» de Baviera de Weishaupt87, así como Sava-

87 Nos guardaremos de identificar el término de «Iluminados», empleado


para designar los miembros del movimiento dirigido por Adam
Weishaupt (1748-1813), con cualquier tipo de sensibilidad trascendente o
«mística» por parte de estos. En efecto, los «Iluminados» de Weishaupt, an-
tes al contrario, actuaban movidos por una única preocupación concreta y
material, la de establecer un modelo utópico de sociedad basada en la jus-
ticia social y la igualdad. Se basaban únicamente en la «pura razón» para
conducir su proyecto, los «Iluminados» querían trabajar para «la felicidad»
del hombre, poniendo todo su esfuerzo para derribar los poderes de sus
tronos y terminar con las supersticiones medievales (sic). Profesando un
anticlericalismo virulento, actuaban en la sombra, infiltrándose discreta-
mente en las instituciones del Estado. Representaban, hablando en propie-
dad, una forma característica de vía «substitutoria» (cf. Jean Baylot, La voie
substituée, Dervy, 1985) o, podríamos decir igualmente, vía «desviada»,
completamente alejada de los objetivos espirituales de la antigua masone-
ría regular, constituyendo una verdadera empresa de infiltración en el
seno de ésta última con el fin de servirse de ella como un simple instru-
mento en sus funestas ambiciones. Es gracias a la importancia exagerada
dada a este movimiento, que todos los autores antimasónicos, herederos en
esto de los trabajos del jesuita Agustín Barruel (1741-1820), y en particular
a sus Mémoires pour servir à l’histoire du jacobinisme (Londres, 4 vol.
1797-1798), han efectuado una inexacta, y cuando menos, audaz aproxima-
ción entre «Iluminados», «Francmasonería», «jacobinismo», y las locuras
destructoras de la Revolución francesa. Por otra parte, Joseph de Maistre,
desde su exilio de Cagliari en la isla de Cerdeña, se tomó la molestia de se-
ñalar en septiembre de 1801, tras la lectura de las afirmaciones publicadas
por Agustín Barruel, la confusión cometida, reprochándole vivamente,

. 83 .
lettes de Langes y sus «Philalèthes»88, Los Rosa Cruz, los
Hermanos Asiáticos89 y la Comunidad de los Confidentes de
San Juan de Haugwitz.

como indica el R.P. Riquet: «el haber confundido en una misma reproba-
ción la secta de los Iluminados de Baviera, de la que infravalora su desas-
trosa influencia, con el martinismo y la Francmasonería reformada de Wi-
llermoz. «Todo lo que el autor dice respecto al Sr. De Saint-Martin, precisa
de Maistre, es tan falso, tan calumnioso que uno llega a alarmarse con de-
recho. En cuanto a la acusación de maniqueísmo hecha a éste quien escri-
be, deja de ser calumniosa a fuerza de ser ridícula». Y a propósito de esta
alegación de que el martinismo «no ha hecho más que copiar a Manès y los
Albigenses», Joseph de Maistre no se retiene en escribir: «jamás ningún
hombre de espíritu ha llegado a escribir nada tan tonto». (Michel Riquet
s.j., Joseph de Maistre et le Père Barruel, Revue des études maistriennes, nº
5-6, Les Belles Lettres, 1980, pág. 288).
88 Los Philalèthes, es decir «Los amigos de la verdad», tuvieron por diri-

gente a Charles Pierre Paul Savalette de Langes (1746-1797), Venerable


Maestro y fundador al Oriente de París de la Logia Les Amis Reunis. Los
Philalèthes, que tenían por objeto la búsqueda de las luces esenciales de la
verdad que presiden el destino del hombre, sentían una sorda hostilidad
hacia Willermoz, al que veían como un adversario al servicio de los «papis-
tas». Hay que recordar que Saint-Martin, en 1782, solicitó su entrada en la
XIIª clase de los Philalèthes, pero su candidatura fue rechazada. Esto no
impidió a Savalette de Langes invitarlo al Convento de su Orden, en 1784,
cuyo objetivo fijado era responder a un cierto número de cuestiones, diez
exactamente, relativas a la naturaleza, la fuente y el objeto último de los
trabajos masónicos. El 29 de diciembre de 1784, Saint-Martin explicaba a
Willermoz: «Esto será el festín del Evangelio, con la salvedad que el prin-
cipal huésped no será honorado. Ya que si de verdad creyeran en Él, no se
reunirían para buscar a quien deben creer. ¡Qué voy hacer yo allí, Dios
mío!» El 15 de enero de 1785, con motivo de la quinceava asamblea prepa-
ratoria de los comisarios del Convento, tuvieron cuenta de las excusas de
Saint-Martin para participar en él.
89 Los Caballeros y Hermanos de San Juan Evangelista de Asia en Europa,

eran una rama independiente de la Orden de la Rosa+Cruz, fundada en


1781 por Hans Henrich von Ecker und Echhoffen (1750-1790) y su her-
mano, Karl (1754-1809), que fueron apartados del movimiento rosacruz
por razón de una viva polémica suscitada tras la publicación de un severo
panfleto de título provocador: Der Rosenkreuzer in seiner Blösse (Los Rosa
Cruz al desnudo), al igual que por sus afirmaciones públicas expresando
sus radicales divergencias relativas al rito y a la doctrina. Los Hermanos
Iniciados de Asia, que adoptaron como signo de reconocimiento la esvásti-
ca, poseían la particularidad, única en la época, de haber abierto sus tem-

. 84 .
En realidad, antes mismo de la apertura del Convento,
Brunswick estaba convencido de la superioridad de las ideas
de Willermoz, vistos los notables resultados del Convento
de las Galias que habían impactado enormemente su manera
de ver la cosa, mostrando su eficacia con tan solo algunos
años de práctica, esto sin subestimar el hecho que Willermoz
tuvo la picardía de recibir rápidamente como Grandes Pro-
fesos a Brunswick y a Hesse. A la vista de todo ello, el Con-
vento de Wilhelmsbad comenzaba sus trabajos contando ca-
si con la convicción de sus dirigentes totalmente establecida.
Sin embargo, faltaba todavía concretar estas convicciones y
ratificar los elementos principales de la reforma de Lyon, y
que el Convento hiciera suyas las conclusiones definitivas
del proyecto elaborado y definido en 1778, recayendo evi-

plos y sus trabajos a los Judios, a fin de rodearse de sus conocimientos en


sus investigaciones cabalísticas. Los Hermanos Iniciados de Asia, que to-
maron primeramente por nombre de Orden los Frates Lucis (Die Rotter
des Lichts), poco después Die Brüder St. Johannes des Evangelisten aus
Asien in Europa, que simplificaron finalmente por «Hermanos Iniciados de
Asia», bajo la dirección de un aerópago de 72 miembros, el «Pequeño y
Constante Sinedrion de Europa» se dotaron de un rito en cinco grados.
Ayudado por un judío convertido, el barón Thomas von Schönfeld, de
verdadero nombre Mosheh Dobruschka, y un cabalista, Ephraïm Josef
Hirschfeld, Hans Henrich Echhoffen, y su hermano Karl, organizaron no-
tablemente su Orden y la dotaron de una estructura coherente, que en un
primer tiempo, se reveló relativamente eficaz puesto que los Hermanos
Iniciados de Asia vieron cómo, con bastante rapidez, sus filas crecían de
manera significativa, aprovechando la benevolente protección del duque
de Brunswick y de Charles de Hesse. Desde el punto de vista de la natura-
leza de sus trabajos, parece ser, que se crearon estrechos lazos entre los
Hermanos Iniciados de Asia y el movimiento sabataico del judaísmo en
Alemania. Los judíos sabataicos, discípulos del pseudo «Mesías» Sabbataï
Tsevi (1626-1676) el cual, encarcelado por los Turcos, y para estupefacción
general, se convirtió al Islam el 16 de septiembre de 1666 (gesto que según
Nathan de Gaza (1643-1680) significaría el necesario descenso en el «exilio
mesiánico» debiendo adelantar la liberación de Israel), se caracterizaban
por un rechazo de los principios talmúdicos, y adoptando una interpreta-
ción esotérica extremadamente sorprendente de los textos sagrados, tenían
la singularidad de estar abiertos a las tres grandes corrientes religiosas del
monoteísmo, es decir, no solamente los judíos y cristianos, sino también los
mahometanos.

. 85 .
dentemente en Willermoz la delicada tarea, siendo ésta más
complicada de lo que cabía imaginar.
Treinta y cuatro delegados se reunieron bajo la presidencia
de Brunswick (catorce alemanes, nueve franceses, tres aus-
tríacos, tres húngaros, dos italianos, dos suizos y un danés),
que declaró el Convento abierto el 16 de julio de 1782. Tres
grupos, o más exactamente, tres tendencias principales se
constituyeron: 1º) Los racionalistas, cuyas ideas eran, glo-
balmente, las de los Iluminados de Adam Weishaupt, repre-
sentadas por un hermano torpe y amante de la querella,
Franz Dietrich von Ditfurth (1738-1813), Eq, ab Ormo, vio-
lentamente hostiles a las tendencias místicas y caballerescas,
tras las que veían la sombra de los Jesuitas. 2º) Los admira-
dores de los misterios hermetistas, vinculados a los Rosa
Cruz alemanes, que veían favorablemente la reconstitución de
la Orden del Temple, solidarizando sus puntos de mira con
los Philalèthes y algunos tradicionalistas. 3º) La corriente mís-
tica y espiritualista dirigida por Willermoz rodeado de sus
90
más próximos partidarios , cuyo objetivo en mente era el de
hacer adoptar la reforma de Lyon al conjunto de la Orden.
El Convento tuvo distintas sesiones hasta el 29 de agosto
de 1782 y fue seguido de tres sesiones suplementarias, di-
chas de «prorroga». En la lectura de los procesos verbales de
las sesiones se aprecia inmediatamente hasta qué punto Wi-
llermoz y sus amigos estaban decididos a llegar hasta el final
en su proyecto de extender las concepciones de la reforma
de Lyon al conjunto de la Orden. Así, después de las tres
primeras sesiones preparatorias, de la cuarta hasta la cator-
ceava sesión, el Convento examinó y a menudo ratifico sim-

90 Willermoz contaba con el apoyo indefectible de los Hermanos de la IIª

Provincia de Auvernia (Henri de Virieu, Eq. a Cuculis, Gaspard Savaron,


Eq. a Solibus), los de la Vª Provincia de Borgoña (Christian de Durkheim,
Eq. a Arcu, Jean de Turckheim, Eq. a Navibus, Rodolphe de Salzmann, Eq.
a Hereda), y los de la VIIIª Provincia, con su confidente y amigo turinés el
médico Sebastiano Giraud (1735-1803), Eq. a Serpente, y Jacobo Gamba de-
lla Perosa, Eq. a Cruce Argentea, sin olvidar los suizos de Zurich, Diet-
helm Lavater, Eq. ab Aesculapio, y Christoph Kayser, Eq. a Pelicano.

. 86 .
plemente las propuestas willermozianas, incluso cuando las
divergentes opiniones se enfrontaban con fuerza a ellas.
A) EL FIN DE LA ILUSIÓN TEMPLARIA

Con toda evidencia, el gran tema, por no decir el único, que


ocupó al Convento desde su cuarta a la quinceava sesión
(del 19 de julio al 14 de agosto), en el marco de los «Previos»
en forma de exposición detallada y argumentada leída por
Willermoz, fue el de la cuestión de la «filiación templaria»
que la Estricta Obaservancia había convertido en el objeto de
su actividad y finalidad de su existencia. No es preciso seña-
lar la oposición de miras sobre este punto esencial, en parti-
cular entre los Iluminados racionalistas que deseaban que
cesara toda referencia a la Orden del Temple, y los conser-
vadores de la Estricta Observancia absolutamente inclinados
por la filiación directa y la necesaria reedificación de la di-
funta Orden. Willermoz tuvo la perspicacia de situarse de
manera equidistante entre ambas posiciones, considerándo-
las como inexactas, haciendo valer su punto de vista que le
permitiría mantener lo que le era necesario conservar a mo-
do de lazo simbólico con los Templarios, rechazando a la
vez y de manera definitiva toda idea de reconstitución de la
Orden del Temple como había proclamado el Convento de
las Galias.
En la décima sesión del 29 de julio, volviendo sobre las
cuestiones manifestadas en la octava sesión del 25 de julio,
Willermoz declaraba solemnemente:
«Concluyo de todo lo que avancé en este Memorandum
sobre las tres primeras cuestiones que forman parte de mi
moción del día 25 o de la octava sesión:
I. Que no tenemos ningún interés en la restauración de la
Orden de los T. relativa a las posesiones & riquezas que les
fueron quitadas; pero que en calidad de Masones deseosos
de participar en los conocimientos científicos de los que pa-
rece haber sido poseedora, tenemos gran interés en estable-
cer nuestra filiación con ella.

. 87 .
II. Que el Sistema de filiación & de restauración referente a
los títulos, riquezas & cualesquiera posesión de ésta Orden
es absurdo, ridículo & ilícito, y que no vamos a efectuar el
menor esfuerzo por sostenerlo.
III. Que, aún y cuando este Sistema pudiera estar funda-
mentado sobre títulos incontestables, sería imprudente, no-
civo para el progreso de la Orden masónica, e incluso muy
peligroso para dicha Orden & los individuos que la compo-
nen, reconocer, sostener & favorecer de alguna manera la
continuación de este Sistema, que en caso que alguna socie-
dad particular conocida o desconocida quisiera tratar de rea-
lizar de algún modo el Sistema de restauración efectivo, no
debemos tomar parte en ello de ninguna manera, e incluso
debemos romper toda especie de ligazón con ésta Sociedad
si acaso existiera.
IV. Que el Convento General de la Orden deberá hacer in-
sertar en sus actas una declaración obligatoria por parte de
todos aquellos que estén representados, clara & precisa al
respecto sobre este asunto.
V. Que la filiación de los Masones con esta Orden de los T.
referente a los conocimientos científicos de la Masonería es-
tando establecida por una tradición constante & universal, &
probada por monumentos & testimonios auténticos, es útil y
necesario conservarla o establecer una conexión íntima entre
la Orden masónica & la Orden del T. de la manera más con-
veniente & más apropiada para favorecer el progreso de los
Masones en su objetivo científico, sin producir inquietud al-
guna razonable con los Gobiernos políticos.
VI. Ruego al Convento General, en nombre del Gran Capí-
tulo Provincial de Auvernia, que haga constar en acta mis
conclusiones sobre las susodichas tres cuestiones91.
El Convento, suscribiendo los análisis de Willermoz, Jean
de Turckheim redactó un Acta de Renuncia que, cosa extra-
ordinaria, fue firmada el 21 de agosto de 1782 por el Serení-
simo Gran Maestro General y todos los delegados:

91 Cf. Les Cahiers Verts, número Hors Série, op. cit. pág. 63.

. 88 .
Nos, Gran Maestro General, así como los Jefes o Diputados
de los Directorios & Grandes Logias Escocesas del Régimen
rectificado, renunciamos por nosotros, nuestros Hermanos
& sucesores, públicamente y solemnemente a un Sistema
que podría ser peligroso en sus consecuencias, incompatible
con la constitución actual de Europa, & capaz de proyectar
ciertas sombras sobre los Soberanos, que nuestra primera
Ley nos enseña a querer & respetar: declaramos que si nun-
ca se nos llega a imputar cualquier malentendida restaura-
ción de la Orden de los T., o si algún Hermano se aparta de
los sabios principios que hemos adoptado al respecto, lo des-
aprobamos & actuaremos para combatirlo y para disculpar la
presente Acta, que firmamos todos de nuestra mano92.
Una vez que el Convento hubiera liberado la Orden de las
ilusiones templarias, quedaba conferirle un fundamento
doctrinal que viniera a reemplazar los antiguos sueños rotos
de la Estricta Observancia y del barón Hund. Salzmann to-
mó la iniciativa de plantear la siguiente pregunta a los dele-
gados: «Qué es lo que queremos ser o quizá mejor qué es
preciso que seamos?».
Los distintos sistemas concurrentes hicieron oír entonces
sus diversas propuestas: Bode (1730-1793), Eq. a Lilio Con-
vallium, sugirió virar hacia el sistema de Zinnendorf, otros,
entre ellos, el príncipe Charles de Hesse, aunque próximo a
las tesis de Willermoz, trató de defender el carácter intere-
sante, en razón de su muy ferviente cristianismo, del sistema
de Haugwitz, Eq. a Monte Sancto, y propuso adoptar las re-
glas ascéticas y místicas de los «Hermanos de la Cruz»
(Kreuzbrüder), finalmente el marqués de Chefdebien, Eq. a
Capite Galeato, que a pesar de representar oficialmente la
Septimania estaba en realidad al servicio de Savalette de
Langes, ofreció como posibilidad una adaptación de las tesis
de los Philalèthes93.

92Ibid.
93«El marqués de Chefdebien de Saint-Amand representaba en Wilhelms-
bad el priorato de Montpellier y por consecuencia toda Occitania, puesto
que la IIIª provincia de la Orden, desdeñosa u hostil, no se hizo representar

. 89 .
Pero Willermoz, sostenido y apoyado por sus más fieles
aliados, entre los cuales figuraban evidentemente todos aque-
llos que junto a él, fueron los iniciadores de la reforma de
Lyon, logró imponer su propio sistema, y con ello la unión de
los diferentes componentes de la Orden, teniendo como única
reserva, el mantenimiento de la «significación simbólica de la
Orden del Temple y las formas caballerescas94».
B) LA CUESTIÓN DE LA 3ª CLASE SECRETA DE LA GRAN PROFESIÓN

Pero en el transcurso de ésta sesión del 29 de julio, tan impor-


tante para el devenir del Régimen Escocés Rectificado, aún y
cuando no haber dicho ni palabra sobre ello en el Convento
de las Galias, aborda la cuestión, delicada donde las haya, de
la 3ª y última clase de la Orden, de naturaleza evidentemente
no ostensible, y habló por una sola vez —excepción que con-
firma la regla— sobre el particular abiertamente. Jean-
François Var escribe sobre este asunto esencial para la buena
comprensión del lugar ocupado en la Orden por la clase de la
Profesión:

en el convento general. Originario de Narbona era miembro de la Orden


de Malta y coronel de cazadores. Las casualidades de su carrera militar le
habían hecho habitar en Estrasburgo hasta 1780. Es en esta ciudad que será
recibido en los Directorios de la Estricta Observancia, en los que será ins-
crito bajo el nombre de Franciscus a Capite Galetao [sic por Galeato]. Pero
lejos de contentarse con una sola afiliación, Chefdebien dio muestras para
los asuntos masónicos, de una actividad y curiosidad notables. Por de
pronto, teniendo publicado un estudio general de la Orden de los Franc-
masones, se hizo recibir en la Logia de los «Amis Reunis» de París, en la
que Savalette de Langes le dio su VIIº grado. Cabe pensar que este eclecti-
cismo y este doble juego eran conocidos por Jean-Baptiste Willermoz y que
le juzgó por ello severamente, ya que no tenía una gran confianza en el
Hermano Capite Galeato. A pesar de la insistencia de Saltzmann, no lo
admitió entre el número de los simples Profesos y no se dejó influenciar en
Wilhelmsbad ante nuevas demandas. ¿Quizá sabía que el marqués, que se
presentaba en el Convento como plenipotenciario de los Hermanos de
Montpellier, era en realidad el emisario secreto de los Philalèthes? Se en-
contró entre sus papeles una largo memorándum que Savalette de Langes
le había remitido, para ayudarle en su tarea de intrigas y de espionaje.» (A.
Joly, op. cit. págs.. 173-174).
94 W.Hess, op. cit. pág. 76.

. 90 .
Con toda evidencia, no lo evoca sin reticencias ni restriccio-
nes mentales, puesto que lo hace, dicho con sus propias pa-
labras, «sin definirla» y a fortiori sin nombrarla. Continúa
hablando de ella en condicional, pero la eventualidad se
precisa y se aproxima en el tiempo, e incluso si Willermoz
dice no poder pronunciarse ni sobre el momento en que la
eventualidad será realidad, ni sobre la forma que tomará,
sin embargo asigna como objetivo al Convento la constitu-
ción de tal clase o cuando menos autorizar su constitución.
Ciertamente, y dadas las circunstancias precedentemente re-
latadas, no duda en maquillar la verdad. Por ejemplo, tiene
el descaro de afirmar: Como sea que nadie no se ha presen-
tado todavía ante nosotros con los materiales necesarios pa-
ra establecerla, es de creer que permanecerá aún vacante por
largo tiempo, mientras que al menos ocho Grandes Profesos
estaban presentes en el Convento, entre ellos Ferdinand de
Brunswick y Charles de Hesse, y por supuesto el mismo Wi-
llermoz. Y añade: Aunque no esté en nuestra mano determi-
nar las formas ni la composición, cuando desde su organiza-
ción (colegio metropolitano, colegios particulares), textos
(instrucciones secretas, ceremonias de recepción), hasta mo-
dalidades de funcionamiento, todo estaba a punto desde ha-
cía cuatro años. Pero se trata de obtener del Convento que
«determine la posibilidad de su existencia», es decir que le
otorgue oficialmente su aval, evitando con ello encerrarse en
el dilema al que Willermoz inevitablemente se hubiera visto
enfrentado si hubiera revelado que tal clase simplemente ya
existía: o bien desnaturalizarla teniendo que admitir a buena
parte de los delegados que no hubieran dejado de pedírsela; o
bien rechazar su acceso y ponerse a todos ellos en su contra95.
En realidad, tanto en Francia, como en Italia y Alemania,
en el conjunto de las Provincias de la Orden, la clase secreta
contaba con más de sesenta miembros en 1782, entre Profe-
sos y Grandes Profesos96. En efecto, entre 1779 y 1782, Wi-

95J.-F. Var, Les Cahiers Verts, número Hors Série, op.cit. págs. 69-70.
96Cf. Steel-Maret, op. cit., Archives secrètes de la Franc-Maçonnerie, Col-
lège métropolitain de France à Lyon, IIè province dite d’Auvergne 1765-
1852, op. cit, págs. 16-29.

. 91 .
llermoz, que había enviado los cuadernos de la clase de la
Profesión a Charles de Hesse en el mes de octubre de 1780,
recibió en Lyon cerca de sesenta y nueve Grandes Profesos,
siendo la mayor parte de ellos —alrededor de una treinte-
na— evidentemente lioneses, pero conviene añadir a estos
últimos los numerosos visitantes de la logia La Bienfaisance
como el barón Charles-Adolphe de Plessen, el 18 de octubre
de 1779. A esto debemos sumar las recepciones efectuadas
de Sébastien Giraud en Chambéry el 24 de mayo de 1779, de
François Henri de Virieu en Montpellier el 15 de octubre de
1779, de Savaron en Grenoble el 3 de abril de 1780, y por
Pierre-Paul Alexandre de Monspey en Autun el 21 de sep-
tiembre de 1780, lo que hacía que esta clase existiera y fun-
cionara perfectamente, poseyendo colegios activos en todas
las Provincias de la Orden, las IIª, IIIª y Vª Provincias, y que
varios Grandes Dignatarios participaran en Wilhelmsband
ya siendo miembros, entre ellos Charles de Hesse y eviden-
temente el duque Ferdinand de Brunswick en persona.
He aquí lo que expuso exactamente Willermoz a propósito
de la 3ª clase secreta de la Orden, texto que será integrado en
el «Aviso previo» leído por Willermoz ante el Convento en
el transcurso de esta famosa jornada del 29 de julio de 1782:
Cuando hablo de una 3ª & última clase del Régimen sin de-
finirla, entiendo que estaría compuesta por Hermanos que
habrían tenido la ocasión & los medios para obtener altos
conocimientos. Como sea que nadie no se ha presentado to-
davía ante nosotros con los materiales necesarios para esta-
blecerla, es de creer que permanecerá aún vacante por largo
tiempo; aunque no esté en nuestra mano determinar las
formas ni la composición, no puede sernos indiferente que
el Convento determine la posibilidad de su existencia, pues-
to que establecería el medio de acercarnos un día a ella &
propagar en nuestro Régimen conocimientos preciosos, que
a falta de poder ser acogidos quedarían fuera; porque si
queremos examinar atentamente, de buena fe & sin prejui-
cios, nuestros símbolos, emblemas & ceremonias, que no son
más que una imitación diversificada de otros más antiguos,

. 92 .
¿podemos acaso ignorar que velan a nuestros ojos grandes
& útiles verdades?
[…]97
Digo pues que sería útil acordar la formación de una 3ª y
última clase en el Régimen; la cual sería reservada para los
altos conocimientos que se pudieran adquirir con el tiempo
y felices circunstancias; que ésta clase, cuya existencia sería
conocida, sería al mismo tiempo secreta, en el hecho que
aquellos que fueran admitidos no deberían darse a conocer,
para evitar el motivar envidias y exponerse ellos mismos a
inoportunas solicitudes. Que deberían ser escogidos sucesi-
vamente de entre los miembros de la Orden interior, que
fueran tenidos por más maduros y probados; de lo que re-
sultaría, que se guardarían de los simples Masones que se
dicen o se creen instruidos; que aquellos que lo sean real-
mente deberán buscar, cultivar & disponer convenientemen-
te a aquellos que se muestren dignos de su atención; que és-
ta clase, que deberá distinguirse de los otros Masones por la

97 La sucesión de la exposición señalada entre corchetes, invita a la vigilan-

cia respecto a los sistemas nuevos, no sin mostrar la preocupación de ce-


rrar los Templos a la verdad: «Tengamos el valor de expulsar de nuestra
mente todo sistema moderno que quizá hayamos alimentado durante lar-
go tiempo & con demasiada complacencia, examinémoslos fríamente; &
pienso que estaremos convencidos. Que nadie oponga a ésta aserción el
peligro de introducir en la Orden sistemas quiméricos & exponer a nues-
tros Hermanos a ser todavía víctimas de algunos nuevos seductores, visio-
narios o bribones; ninguna precaución sería bastante para guarecernos de
tal desgracia; pero si hubiera que destruir todas las buenas cosas de las que
se han abusado, las mejores & más sagradas ya no existirían. La Masonería
es un edificio inmenso en el que todo lo que haya de bueno y bello puede
encontrar su lugar, redoblemos la vigilancia para alojar solamente buenos
huéspedes, pero no les cerremos las puertas, que se les abrirían a pesar de
nosotros. Tanto si consentimos o no a la formación de ésta clase, ella se
formará igualmente cuando le llegue su tiempo. En el primer caso, habre-
mos abierto nosotros mismos los Templos a las verdades útiles, que po-
drán circular entre nosotros, aquellos que son poseedores de ellas sabrán
cómo tomarnos o cómo buscarnos, & nosotros sabremos muy pronto don-
de encontrarlas. En el segundo caso, no teniendo ningún signo de fraterni-
dad para con ellos, estarán bien fundamentados en ignorarnos y nosotros
tendremos el pesar algún día de haber faltado a nuestro objetivo.»

. 93 .
mayor regularidad en sus principios & en su conducta, no
podrá tener ninguna influencia en ésta calidad en la admi-
nistración del Régimen, que quedará exclusivamente reser-
vada a la segunda; & que sea de donde sea que pueda tener
sus conocimientos & por bien que pueda deberse de aque-
llos que los ha obtenido, permanecerá exclusivamente bajo
el gobierno del Gran Maestro General de la Orden & de los
Maestros Provinciales, posean estos sus mismos conoci-
mientos o no los posean, a fin que esta clase no turbe en al-
gún modo la armonía98.
La inteligente exposición, infinitamente precavida, de una
prudencia admirable, no encontró su conclusión en el Con-
vento, la cuestión quedó enteramente en suspenso, resultan-
do de ello que el Régimen no tiene, cuando menos «oficial-
mente», la 3ª clase secreta. No obstante «ello no impidió en
absoluto que un cierto número de colegios de Grandes Pro-
fesos sobreviviera a las grandes conmociones políticas, mili-
tares y sociales de fin de siglo y mantenerse durante el pri-
mer tercio del siglo siguiente en Francia y Alemania. En
realidad, la historia de la Gran Profesión queda por escri-
bir…»99
El Convento acababa de decidir sobre los puntos principa-
les. Se dispuso de una pausa de reflexión de diez días des-
pués de la catorceava sesión, pausa durante la cual, a pro-
puesta de Jean de Turckheim, se designaron dos Comisio-
nes, una para los rituales y la otra para la organización es-
tructural de la Orden. Es en este momento que varios dele-

98 Cf. Biblioteca de Lyon, Ms. 5482, in Les Cahierts Verts númro Hors Série,
2005, págs. 79-80.
99 J.-F. Var, ibid. (Cf. Le Forestier, op. cit.págs. 908-914). Ver también los ar-

tículos de J. Fabry dedicados al Gran Profeso Johann-Friedrich von Meyer


en los Travaux de Villard de Honnecourt, núms. 8, 9, 10 y 11, en especial
los núms. 8 y 11). Después de Wilhelmsbad, Willermoz recibió diversos
Grandes Profesos como el caballero teniente coronel Christophe Carleton,
de Londres, el 21 de mayo de 1783; el barón Eric Magnus de Staël-Holstein,
agregado de la delegación de Suecia en Francia, el 3 de junio de 1783, así
como huéspedes célebres como Saint-Martin, el 24 de octubre de 1785.

. 94 .
gados (Dirfuth, Lavater, Dalberg), de tendencias hostiles a
Willermoz, decidieron dejar el Convento.
Fuera como fuere, el 14 de agosto se volvieron a encontrar
todos para abordar los dos asuntos que quedaban del orden
del día: los rituales y la organización.
C) LOS RITUALES, LA REGLA MASÓNICA Y LAS PROVINCIAS DE
LA ORDEN

Si los rituales de los tres primeros grados de Aprendiz,


Compañero y Maestro quedarán casi terminados, pendien-
tes de ligeras modificaciones y nuevas aportaciones que con-
servarán100, en contrapartida no sucederá lo mismo con el ri-

100Nuevos aportes harán su aparición: el triángulo al Oriente «Tenebrae


eam non cpmprehenderunt». La estrella llameante en el segundo grado de-
trás del Venerable Maestro en el lugar donde se situaba el símbolo de gra-
do en las versiones precedentes, encontrando estos su lugar delante del ta-
piz del altar. El Tablero sufre dos modificaciones: el trazado del triple re-
cinto desaparece, en el primer grado solo la J subsiste, la B quedando aña-
dida en la apertura del segundo grado. Desde el primero queda claro que
las luces son nueve: tres en el candelabro de tres brazos sobre el altar de
Oriente, dos para los Vigilantes, una para el Secretario y tres principales al-
rededor del tapiz de Logia. Estas antorchas guardan las disposiciones fija-
das en 1778. Se fija por vez primera la lista de Oficiales de la Logia en nú-
mero de ocho, el Limosnero no es mencionado. Se describen las joyas.
Tres novedades en la ceremonia de apertura: Protocolo de encendido de
las velas en silencio, luego los Vigilantes y el Secretario encienden las su-
yas. En el cierre, el Venerable Maestro pronuncia una plegaria que es dada.
El ritual de compañero indica que este grado debe ser abierto previamente
en primer grado. Se introduce en Wilhelmsbad la apertura para los grados
inferiores con las disposiciones para el cierre de los trabajos. Se detalla una
simplificación para las aperturas en grado de Maestro. En la preparación
del candidato al grado de aprendiz es de destacar la introducción del com-
promiso preliminar que firma el candidato antes de su recepción. Los her-
manos bajo las órdenes del Venerable Maestro vienen a alinearse -en suce-
sivas filas si el número lo exige- alrededor del tapiz de la Logia, de manera
que el candidato pueda ejecutar los tres viajes. El esquema de 1778 es
abandonado. La triple sucesión de Buscador, Sufriente y Perseverante
queda relacionada con los tres viajes. En lo sucesivo el candidato hará tres
grandes pasos en escuadra sobre el tapiz para ganar el oriente y prestar sus
obligaciones. En el segundo grado el candidato cree que va a cumplir cinco
viajes pero se le detiene después de los tres primeros. Recibe las dos pre-

. 95 .
tual de 4º grado, al igual que para los de la Orden Interior,
para los que se prometerá la redacción para más tarde sin
precisar la fecha101. Willermoz quedo encargado de redactar

cedentes máximas de 1778 y una de nueva. Es entonces que es dispensado


de los otros dos viajes. Subirá tres peldaños más otros dos. Los candidatos
no echarán los metales hasta las versiones siguientes.» (Renaissance Tradi-
tionnelle, nº 80 Tomo XX, Octubre 1989, pág. 286).
101 A destacar que si los rituales de Wilhelmsbad comprendían la purifica-

ción por los cuatro elementos y Tubalcaín, en 1785, por razón de las revela-
ciones del Agente Desconocido, fue introducido Phaleg que eliminará Tu-
balcaín, procediendo el Compañero al rechazo de los metales. Willermoz
justifica así ésta erradicación de Tubalcaín cuando la tenida del Directorio
Provincial de Auvernia, en Lyon, el 5 de marzo de 1785: « ...No se ha caído
en la cuenta que es una contradicción dar al Aprendiz esta palabra de re-
conocimiento [Tubalcaïn] después de haberle hecho dejar todos los metales
que son el emblema de los vicios. En efecto, por una parte se le enseña que
no es sobre los metales que el verdadero Masón debe trabajar; y por otra,
lo dejamos en disposición de creer que Tubalcaïn, Padre e inventor del tra-
bajo sobre los metales, sería el primer institutor de la Masonería elevada.
Si Tubalcaïn fue el fundador de una iniciación cualquiera, uno puede ver
cuál debería ser el objeto y objetivo de esta iniciación por lo que de él dicen
las Escrituras, y en este siglo en el que tantos Masones se ocupan de la al-
quimia, un Régimen que conoce sus peligros no debe conservar su nombre
que se ha perpetuado por la ignorancia o la falta de atención de aquellos
que no se han dado cuenta de esta relación y esta inconsecuencia, y están
por ello aún ligados a aquellos otros que se ocupan en imitar a Tubalcaín,
que fue el primero en tocar los metales.
Si de esta observación pasamos al examen del tiempo en que vivió Tubal-
caïn, podremos ver que fue antes del diluvio, azote con el que Dios quiso
borrar de la faz de la tierra las obras de los hombres. Si la iniciación se Tu-
balcaïn se ha propagado, ésta es impura, y parecería importante romper
toda relación con ella, puesto que se quita a los Masones todos los metales,
emblema por otra parte verdadero y conservado en todos los Regímenes,
como para separarlos de aquel que los trabajó el primero. Es pues después
del diluvio, en el tiempo de la confusión de las lenguas, cuando encontra-
ríamos la razón de la fundación de una iniciación secreta que ha debido
perpetuarse y que es objeto de la búsqueda de los Masones.
Un estudio de la verdad hecho desde las más puras intenciones nos ha
conducido a saber que es en los descendientes de Sem donde hay que bus-
car la fundación de la verdadera iniciación. Sem fue bendecido por Noé, y
nos es fundado creer que Phaleg, hijo de Héber y descendiente de Sem que
fue padre de todos los hijos de Héber, es el fundador de la sola y verdade-
ra iniciación, y este motivo parece determinante para sustituir el nombre

. 96 .
el ritual de Maestro Escocés que no tendrá su versión defini-
tiva hasta 1809102, siendo Jean de Turckheim y Virieu por su

de Tubalcaïn por el de Phaleg. Cam maldito por Noé habrá tenido su ini-
ciación, todo lo atestigua, y que su palabra de pase haya sido Tubalcaïn,
que es el emblema de los vicios, y que conviene a los hijos de Canaán que
la habrán transmitido; pero debemos recordar que está dicho: que Canaán
sea maldito, que sea ante sus hermanos el esclavo de los esclavos. » (Cf.
BM de Lyon Ms 5868).
102 La Estricta Observancia poseía un ritual de Escocés verde y otro de Es-

cocés rojo, pero es a partir del de Escocés verde que Willermoz edificó, ha-
cia 1776, el 4º grado del Rito Escocés Rectificado. En 1778, se presentará
otra versión para el Convento de las Galias, desprovista de san Andrés y
del cuarto tablero. En Wilhelmsbad, se le confió a Willermoz el cuidado de
redactar la versión definitiva del ritual de 4º grado, lo que el duque de
Brunswick anunciaba en una carta dirigida a la Gran Logia madre Escoce-
sa, «Federico del León de Oro», de Berlín, el 10 de agosto de 1782: «Entre la
primera (la Orden masónica), & la segunda (la Orden de caballería) habrá
un grado Escocés, que no ha podido ser terminado, pero cuyo plan está
acordado, & la redacción de este Grado quedó confiado, a uno de nuestros
Hermanos de Lyon [Willermoz], que ha tenido gran parte en la redacción
de los otros.» Pero ésta redacción, por los avatares de la historia, no vio su
versión definitiva hasta bastantes años más tarde, como lo explica el mis-
mo Willermoz en una carta a Charles de Hesse en 1810: «…siendo insufi-
ciente el tiempo que los diputados del Convento general podían conceder
para la duración de esta asamblea para perfeccionar la multitud de trabajos
proyectados, se ocupó primeramente de los más importantes; se limitó a
continuación a esbozar la reforma de los grados simbólicos y de los dos de la
Orden interior. (…) Las bases del 4º grado fueron así fijadas, y Vuestra Alte-
za me confió personalmente las instrucciones y el esbozo del tablero que fi-
gura la nueva Jerusalén y la Montaña de Sión coronada por el Cordero triun-
fante, todo ello escrito de su propia mano y aprobado por el Convento para
dirigirme en esta parte del trabajo. (…) El trabajo de redacción casi termina-
do del 4º Grado de Maestro Escocés, había sido forzosamente suspendido en
1789; que la comisión encargada de la misma había puesto en mis manos, al
separarse, todo lo necesario para acabarla, y que esta laguna en la totalidad
de la revisión general había dado lugar a multitud de instancias hechas des-
de todas partes que yo no había podido satisfacer, no osando el tomar a mi
cargo el completar el trabajo yo sólo. Veinte años han transcurrido en este es-
tado; pero el año pasado, después de la grave enfermedad que sufrí, vién-
dome apartado de todos aquellos que habían participado en esta obra, asus-
tado por el peligro que acababa de correr e intuyendo todas las graves conse-
cuencias que resultarían si ésta laguna en el Régimen rectificado no estuviera
cubierta antes de mi muerte, me atreví a emprender el trabajo de terminarla.
Solo quedaba enlazar las diferentes partes del ritual y dar los últimos reto-

. 97 .
parte quienes tendrán la responsabilidad para el 5º y 6º gra-
dos.
Finalmente, bajo la dirección de Jean de Turckheim que
era el responsable, la Comisión encargada de la legislación
de la Orden, compuesta por Chefdebien para la IIIª Provin-
cia, Chappes de la Henrière para la Vª, Bode y Kortum para
la VIIIª, y Rosskampff y Seckendorf para la IXª, elaboró y fijó
los principios de funcionamiento de las estructuras, asig-
nándoles un objetivo: «La búsqueda del Gran Arquitecto del
Universo», y un deber: «La beneficencia activa hacia la hu-
manidad entera». Virieu pensaba que sería bueno producir
«un Propósito para una sección de un nuevo Código Masó-
nico», de hecho, Jean de Turckheim realizó una versión de-
finitiva de la Regla Masónica en nueve artículos, definiendo
los deberes de los miembros de la Orden hacia Dios y la Re-
ligión, el Soberano y la Patria, la humanidad en general, ha-
cia los hermanos y hacia la Orden, poniendo las bases de lo
que implica la creencia en la inmortalidad del alma, los prin-
cipios de la Beneficencia y las exigencias del perfecciona-
miento moral de uno mismo, Regla que fue destinada a ser
entregada a cada nuevo candidato a fin de que no ignorara
ninguno de los principios y objetivos de la Orden desde su
llegada al seno del Régimen y que concluye con éstas magní-
ficas palabras:
Si las lecciones que la Orden te ofrece, para facilitarte el ca-
mino de la verdad y la felicidad, se graban profundamente
en tu alma dócil y abierta a los efectos de la virtud; si las
máximas saludables, que marcan, por así decirlo, cada paso
que des en tu carrera masónica, se vuelven tus propios prin-
cipios y la regla invariable de tus acciones, ¡oh, hermano
mío!, ¡cuál será nuestra alegría! Cumplirás tu sublime des-
tino, recobrarás esa semejanza divina, que formaba parte del
hombre en su estado de inocencia, que es el objetivo del

ques a las explicaciones de los tableros y las instrucciones de este grado. Este
ritual fue publicado en las logias reunidas de Francia hacia finales de 1809.»
(Carta a Charles de Hesse del 10 de septiembre de 1810).

. 98 .
Cristianismo, y del cual la iniciación masónica hace su obje-
to principal. Te volverás la criatura amada del Cielo: sus
bendiciones fecundas recaerán sobre ti, y mereciendo el títu-
lo glorioso de sabio, siempre libre, feliz y estable, pasarás
por ésta Tierra como los reyes, benefactor de los hombres, y
modelo de tus Hermanos.103
El 17 de agosto de 1782, después de una modificación de la
división de las Provincias, y una recapitulación escrita del
Convento bajo forma de un «Compendio»104 escrito por Jean
de Turckheim, el duque de Brunswick era confirmado en
tanto que Gran Maestro General de la Orden, y para conser-
var este instante memorable en la Historia, los principales
participantes se hicieron hacer sus retratos «a la silueta», se-
gún el método muy de moda en la época105, mostrando un
perfil trazado a partir de la sombra de un personaje, imagen
que Willermoz conservó piadosamente entre sus papeles106,
haciendo luego acuñar una medalla llevando la efigie de
Ferdinand de Brunswick con la inscripción: «Tandem Auro-
ra lucessit»107.
La valoración que Joseph de Maistre efectúa del Convento
es relativamente severa, puesto que afirma: «Toda asamblea
de hombres en la que el Espíritu Santo no esté presente, no
hace nada bueno. No veo que la de Wilhelmsbad haya pro-

103 Regla Masónica en nueve puntos, redactada en el Convento General de

la Orden del año 1782. Ver Anexo IV: Regla Masónica del Régimen Escocés
Rectificado (pág.226).
104 Ver Anexo V: Compendio del Convento General tenido en Wilhelmsbad

en Julio y Agosto de 1782 (pág. 233).


105 El método fue inventado por Étienne de Silhouette (1709-1767), canciller

de la casa de Orleans, luego controlador general de finanzas de Luis XV en


1759, que tradujo al francés una obra de William Warburton (1698-1779)
eclesiástico inglés que fue el capellán del rey Jorge II (1753-54) llegó a ser
obispo de Gloucester en 1760 y escribió La divina legación de Moisés
(1738-41): La Alianza entre la Iglesia y el Estado, o la Necesidad de una re-
ligión establecida (1736) libro publicado en francés por Étienne de Sil-
houette en 1742 bajo el título de: Disertaciones sobre la Unión de la Reli-
gión, de la Moral, y la Política.
106 BM Lyon, Ms. 5426.
107 Por fin brilla la Aurora.

. 99 .
ducido nada de provecho. Cada uno se volvió con sus pre-
juicios»108. Por su parte, la de Saint-Martin no fue menos ru-
da puesto que el Filósofo Desconocido reprochó a su amigo
lionés haber dado demasiada publicidad a la doctrina secre-
ta y descuidado, durante el tiempo que había dedicado a ba-
tallar contra sus adversarios, la única cosa más importante
para un alma de deseo, a saber la vida en Dios: «Hubiera
deseado, que antes de levantar el estandarte de Israel, vos
que durante largo tiempo os habéis dedicado a enseñar el
oficio de las armas, hubiera deseado, que pletórico de ésta fe
que tan bien sabéis expresar, la hubierais empleado en vues-
tro propio beneficio y que en lugar de lanzaros en el torbe-
llino de naciones os hubierais lanzado en Dios que quizá os
habría convertido ya en un hombre y esto con mucho menos
gasto y menos fatigas y tribulaciones que las que habéis so-

108J. de Maîstre, Memorandum sobre la francmasonería dirigido al barón


Vignet des Etoles, entregado el 30 de abril de 1793. Ciertamente, el Con-
vento no abrazó todas las tesis que Joseph de Maistre había expuesto con
manifiesta fuerza de convicción en su Memorandum, que redactó a solici-
tud de su Logia de Chambery «La Sincérite». Pero el juicio negativo de
Maistre se explica quizá por la contrariedad de los saboyanos por haber
visto su Prefectura desgajada de la IIª Provincia para quedar vinculada a la
IVª de Italia, ésta última habiendo sido separada de la de Baja-Alemania e
instalada como Provincia de derecho en Wilhelmsbad, incorporando
igualmente al paisaje Grecia pero no la Lombardía austríaca. Podemos
imaginar fácilmente que si los lazos de Chambery –que fueron importantes
con Lyon- eran estrechos con Turín en el siglo XVIII puesto que las dos
ciudades formaban parte del reino de Saboya, no sucedía exactamente lo
mismo con ciudades como Nápoles, Pisa, Florencia o Roma… esto último
entendido evidentemente en el plano masónico. Dicho esto, el que fuera
designado como Gran Maestro Provincial de la IVª Provincia de Italia. Car-
lo Gabriele Filippo Asinari, Marqués de Benezo, (1724-1803), Eq. a Turri
Aurea, era sin embargo el antiguo teniente coronel Mayor de la Casa del
Rey de Cerdeña en 1784, Caballero de la Orden de San Mauricio y San Lá-
zaro, lo que podía apaciguar a los de Chambery, ya que la Orden de San
Mauricio, creada en 1434 por Amadeo VIII primer duque de Saboya, y la
de San Lázaro fundada en Jerusalén en el siglo XII, estaban vinculadas a la
Casa de Saboya desde el 13 de noviembre de 1572, fecha en que Gregorio
XIII –mediante la bula Pro Commissa Nobis oficiliazaba su unión- entregó
al duque de Saboya Emmanuel-Philibert (1553-1580), las insignias de la
Orden y el cargo de Gran Maestro de la Militia Sancti Lazari et Mauritius.

. 100 .
portado por parte de los mortales.» Declarándole por otra
parte, con rara franqueza, que el origen del error es querer:
«… concentrar el espíritu en los códigos y las escuelas. Tal
fue el defecto de nuestro difunto Maestro, tal ha sido el de
todos nosotros sus discípulos. Me encuentro hasta tal punto
de vuelta de todo ello que abjuro hoy de todas esas orde-
nanzas en las que el hombre se muestra y en las que Dios se
aleja109».
Estos enjuiciamientos de dos íntimos de Willermoz, que a
pesar de todo tenían estima por él y nunca tuvieron la me-
nor actitud hostil ni hacia él ni respecto a su obra masónica,
no son nada comparadas a las violentas críticas que surgie-
ron por todas partes a continuación de Wilhelmsbad, que
como era previsible a tenor de la naturaleza del hombre,
creó envidias, incomprensiones, decepciones, rencores, in-
gratitudes y francas oposiciones. Así, el Hermano Beyerlé,
Prefecto de Lorena, más conocido bajo su nombre de Orden
de Eques a Fascia, hacía distribuir, el 12 de abril de 1783, una
carta circular dirigida a todas las Grandes Logias Escocesas,
anunciando la edición de un volumen titulado: De Conventu
generali latomorum apud aquas Wilhelminas prope Hanau-
viam oratio, que era una crítica en toda regla de las decisio-
nes del Convento, acusando a Willermoz de haber por tur-
nos, engañado, mentido, disimulado sus proyectos, y de ha-
ber maniobrado con Brunswick para hacer triunfar sus pun-
tos de vista que tuvieron por consecuencia la ruptura con la
idea de una reedificación de los Templarios. Alice Joly expli-
ca: «hermetista convencido que el secreto de la piedra filoso-
fal era el objetivo supremo de la Masonería y la explicación
de la antigua riqueza de los Templarios, Bayerlé era extre-
madamente deseoso de permanecer como miembro de una
sociedad que pretendía continuar la tradición de la Orden
de Jacques de Molay. Estaba sin duda convencido que la sa-
biduría perdida de los desafortunados caballeros sólo podría
reencontrarse entre aquellos que se decían sus herederos.

109 L.-C. de Saint-Martin, Lettre à Willermoz, 10 de febrero de 1783.

. 101 .
Así mismo consideraba como un error grave la decisión to-
mada en Wilhelmsbad, de abandonar toda pretensión de re-
constitución de la Orden del Temple y toda confianza en la
leyenda de los Superiores Desconocidos. Este era el gran re-
proche, y de este reproche nacieron todas las críticas de de-
talle de las que su libro iba repleto»110.
Willermoz respondió a ésta filípica acusadora con un largo
texto desarrollado y referenciado, impreso por el Directorio
Escocés de Lyon, e hizo justicia de las quejas inexactas impu-
tadas contra él y contra su obra, texto al que dio por título:
Respuesta a las aserciones contenidas en la obra del R.H.L a
Fascia Prae. Loth. et vis. Prae. Ausiae, teniendo por título De
Conventu Generali Latomorum apud aquas Wilhelminas, o
Nuevo informe, a la IIª Provincia de Auvernia, de las opera-
ciones del Convento General en el año 1782 y rectificación
de los hechos presentados en dicha obra.
A pesar del carácter detallado de las precisiones propor-
cionadas por Lyon, es obligado constatar que ésta polémica
turbó multitud de Prefecturas, algunas de ellas rechazaron
ratificar las decisiones del Convento como fue el caso de Oc-
citania (Prefectura de Guyenne), surgieron querellas, sobre-
vinieron dimisiones, algunas de ellas significativas y demos-
trativas como la del Príncipe Louis de Deux-Ponts, Prefecto
de Sarrebruck, y más todavía la de Joseph de Croy duque de
Havré (1744-1839), Gran Maestro de la Provincia de Auver-
nia, el 18 de febrero de 1788. Por otra parte, los Philatèthes,
arrastrados por el marqués de Chefdebien que regresó dis-
gustado del Convento, no acababan de aceptar haberse teni-
do que inclinar ante las tesis «martinistas» que era como se
calificaba entonces la visión willermoziana; en cuanto a los
Hermanos de Alemania, partidarios de la leyenda templaria,
muchos de ellos no aceptaron las disposiciones fijadas en
Wilhelmsbad y se alejaron del Régimen rectificado.
La situación era, a la mañana siguiente del Convento, rela-
tivamente delicada para los proyectos de Willermoz, y le era

110 A. Joly, op. cit. pág. 199.

. 102 .
menester mucha fe y una gran fuerza de esperanza para no
desanimarse ante tantas adversidades, cuando había creído
tocar con la punta de los dedos la victoria para sus aspira-
ciones en Wilhelmsbad.
Sin embargo, y podemos hoy reconocerlo gracias a la dis-
tancia que nos procura la Historia, el Convento tuvo el in-
menso mérito de confirmar la autoridad de Jean-Baptiste
Willermoz, de fijar definitivamente los principios de la «Rec-
tificación» apartando los ilusorios sueños de la Estricta Ob-
servancia, y de edificar en Europa un nuevos sistema masó-
nico, el Régimen Escocés Rectificado, del que sabemos el
destino que le era prometido en los siglos venideros.

. 103 .
Retrato «a la silueta» de los participantes en el
Convento de Wilhelsmbad

En el centro, el duque de Brunswick; arriba, de izquierda a derecha, el


Dr. Giraud y Bode; abajo, el conde de Virieu y el marqués de Chefde-
bien (Biblioteca de Lyon, ms. 5426).

. 104 .
VI. EL RÉGIMEN ESCOCÉS REC-
TIFICADO DE LA REVOLUCIÓN
AL SIGLO XIX

Mientras que el final del siglo XVIII había visto la constitu-


ción extremadamente rápida del Régimen, y no solamente
del Rito ya que este sistema no está completo si no es con
sus grados no ostensibles111 —pocos años separan en efecto
la instalación por el barón Von Weiler en Estrasburgo en
septiembre de 1773 del Directorio de la Vª Provincia de Bor-
goña, posteriormente en Lyon de la IIª Provincia en julio de
1774, luego la tenida del Convento de las Galias de 1778 que
termina con la fundación de la Orden de los C.B.C.S.112 , y fi-

111 Kloss, resume en su Histoire de la Franc-maçonnerie en France, en una


feliz frase el origen y la naturaleza de las dos profesiones que están, no ya
en la cumbre sino en su corazón más interior, lo más central, lo más íntimo
y esencial de lo que es el Régimen Rectificado: «Cuando Willermoz modi-
fica en 1778 en el Convento de Lyon el Ritual de la Estricta Observancia,
añade los dos grados teosóficos de Caballero Profeso y Gran Profeso, en
los cuales se encuentran elaboradas las ideas de Martinès de Pasqually, pe-
ro purificadas y ennoblecidas. La piedra fundamental era el Tratado de la
Reintegración.» (Cf. Geschichte der Freimaurerei in Frankreich, 2 vol.,
Darmstad: G. Jonghaus, Unveränderter Nachdruck. Graz Akademische
Druck-u, Verlagsanstalt, 1971).
112 Existen algunas exageraciones y un cierto error, al hablar pura y sim-

plemente de «constitución» de la masonería rectificada y de la Orden de

. 105 .
nalmente las decisiones del Convento de Wilhelmsbad de
1782— como ya sabemos, el siglo XIX fue sumamente difícil
para el Régimen Escocés Rectificado, que tuvo que sufrir los
contragolpes de la Revolución de la que saldrá debilitado,
sus Logias dispersadas, y su impulso inicial roto.
Como sabemos, los días siguientes a Wilhelmsbad fueron
complicados para el nuevo Régimen que tuvo que afrontar
numerosas deserciones suscitadas por las decisiones del
Convento que desilusionaron a muchos. Por otra parte, la
ola de los «sueños» sonambúlicos113 a la que sucedió la de

los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa en 1778, en el sentido que


Jean-Baptiste Willermoz dio simplemente este nombre a una forma tradi-
cional de transmisión que él consideraba como extremamente antigua,
mucho más antigua aún que la Orden del Temple, que a su juicio solo fue
una detentora muy imperfecta de la misma en un determinado período de
la Historia, y cuya herencia conserva hoy el Régimen Rectificado en solita-
rio. Esta Orden, muy antigua, que se disimula bajo el velo de la Francma-
sonería, y que queda y permanece escondida para la gran mayoría, Wi-
llermoz la designa bajo el título misterioso de «Alta y Santa Orden»; Orden
primitiva que, «a falta de poder ser nombrada, solo puede ser llamada co-
mo Alta y Santa Orden», constituye la base de la verdadera iniciación, y no
debe en absoluto ser confundida con las formas contingentes que por un
tiempo limitado, toman prestadas las instituciones que se dedican al estu-
dio de las «ciencias sagradas» y a la perfección del hombre. Se nos permiti-
rá, para la justa comprensión de ésta cuestión de naturaleza delicada don-
de las haya, una muy corta citación de la Instrucción para la recepción de
los hermanos Escuderos Novicios de la Orden Bienhechora de los Caballe-
ros Masones de la Ciudad Santa, que no deja subsistir ninguna duda sobre
la efectividad de este origen: «La institución masónica no puede ni debe
ser confundida con la Orden primitiva y fundamental que le ha dado na-
cimiento; son en efecto dos cosas distintas. (…) la una es la Cosa misma, la
otra son los medios para alcanzarla; es bajo este punto de vista, mi B.A.H.,
que hay que considerar la francmasonería en general, y el Régimen parti-
cular del que formáis parte, si queréis tener una justa idea, y obtener algún
provecho.»
113 La «Sociedad de la Armonía» fundada por Franz Anton Mesmer (1734-

1815), autor del célebre Mémoire sur la découverte du magnetisme animal


(1779), apasionó a los lioneses de La Bienfaisance por los usos espirituales
y terapéuticos de los fluidos que proponía, y de los que Willermoz dio
cuentas en la descripción minuciosa que hizo de los «sueños» de la Señori-
ta Jeanne-Gilbert-Rosalie Rochette, nacida el 20 de noviembre de 1760, y
comunicaba con lo invisible en las sesiones de magnetismo que practicaba

. 106 .
las revelaciones del Agente Desconocido114, sin contar con el
paso por Lyon de Joseph Balsamo, dicho Cagliostro (1743-

a través de ella. (Cf. E. Dermenghem, Les Sommeils, la Connaissance,


1926).
114 El Agente Desconocido no era otro que la Señora de la Vallière, es decir

Marie-Louise Catherine de Monspey, canonesa de Miremont, respetable


quincuagenaria, nacida el 10 de abril de 1733, que explicará, de este modo,
en 1806, el origen de sus manifestaciones extraordinarias: «¿Qué dónde he
aprendido a escribir? En el silencio del retiro, agobiada por una larga en-
fermedad y considerando solamente una próxima depauperación. He creí-
do en la batería que sorprendió y asustó mi razón. Sola y en presencia del
Todopoderoso, he invocado a mi ángel guardián y la batería me ha res-
pondido. Así fue el comienzo.» Pasiva, bajo la acción de la inmaterial po-
tencia, recibió en comunicación las luces, proporcionándole una suerte de
nueva aproximación de las tesis expuestas por Martinès de Pasqually a sus
discípulos, y sobre todo, ofreciéndole una perspectiva que solo podía se-
ducir a los hermanos lioneses: «El Agente se preocupaba mucho más que
Pasqually del dogma cristiano y particularmente del dogma católico. En-
señaba, al igual que el maestro de los coëns, que la verdadera religión
coincidía con la Iniciación perfecta y que era un secreto transmitido de
edad en edad y de religión en religión —incluida la francmasonería— que
si se había perdido era por culpa de los sacerdotes. «La viña del Señor, es-
cribía, se ha visto asolada por aquellos mismos que querían guardarla.»
Pero mientras que Martinès pronunciaba contra todo sacerdocio una con-
dena inapelable, el Agente establecía desde sus primeros escritos, una ex-
cepción en favor de los sacerdotes católicos y especialmente del papa. Por
otra parte, recomendaba la práctica de los sacramentos. Incansablemente,
preconizaba la devoción más ferviente hacia Jesús y María, hacia María so-
bre todo, que avanzándose a las decisiones de la Iglesia, proclamaba como
exenta de pecado desde su concepción.» (A. Joly, Jean-Baptiste Willermoz
et l’Agent Inconnu des Initiés de Lyon, La Tour Saint-Jacques, 1962, págs.
30-31.) De abril a diciembre de 1785 son entregados ciento veinte cuader-
nos a Willermoz, de los cuales solo treinta y uno son tomados en conside-
ración para ser vueltos a copiar y adaptados a fin de poder servir como
instrucciones. Sabemos que preconizaba numerosas reglas, pero princi-
palmente, trataba de una reforma de todos los sistemas masónicos, y en
particular, del sistema practicado por los miembros de la «Logia Elegida»
(La Bienfaisance), cuyo rastro, todavía presente hoy en el Régimen Escocés
Rectificado, consistía en la reprobación de «Tubalcain» padre de los forja-
dores, que desapareció de los rituales en provecho de «Phaleg» (Peleg), hi-
jo menor de Sem, bienhechor de la humanidad caída, fundador de la ver-
dadera iniciación masónica. Es con ésta ocasión que le fue solicitado for-
malmente a Willermoz que constituyera, rodeándose de los hermanos más
cualificados y más elevados en la Orden de los C.B.C.S. -petición que por

. 107 .
1795) o el «Gran Copto», alquimista, astrólogo y cabalista,
quien afirmaba sin temor: «Yo solo tengo un padre, pero los
misterios de este origen, y las relaciones que me unen a este
padre desconocido son y permanecerán como mis secretos»,
que vino a instalar el 20 de agosto de 1785 en la capital de las
Galias su Logia madre, La Sagesse triomphante, perturbaron
a numerosos hermanos eminentes115, todo ello sin contar
tampoco con ciertas divergencias con los reformados de la
Vª Provincia116 , hasta el punto que la muy fiel Prefectura de
Alsacia decidirá alejarse del Régimen en 1788.

otra parte fue objeto de una notificación explícita-, una sociedad secreta
apta para recibir, entender y cumplir los mensajes transmitidos por el
Agente Desconocido: «Habéis sido opuestos al enemigo por una suerte de
elección, decía el Agente Desconocido, no rechacéis la voz del Espíritu pu-
ro que se sirve de una mano corruptible.» Presentados como una continua-
ción de la Revelación, los escritos pretendían transmitir la «doctrina de la
verdad», la doctrina de Jesucristo desgraciadamente olvidada en el trans-
curso de los siglos. Sin mayores dilaciones, y ante la naturaleza de las ver-
dades descubiertas en los primeros cuadernos, Willermoz y sus hermanos
crearon la «Sociedad de los Iniciados» o «Sociedad de la Iniciación», círcu-
lo restringido, más allá del ya de por sí muy cerrado núcleo de los Caballe-
ros lioneses de la Bienfaisance.
115 El Rito de Cagliostro, presentaba una carácter «egipcio» por su esencia

filosófica no cristiana, por no decir hostil, o en todo caso extraña al cristia-


nismo. El singular pensamiento de Bálsamo, desde un punto de vista doc-
trinal, tenía que ver sobre la unicidad innata de Dios, contemplada como
una unidad que tiene por base la religión natural a la que todos los hom-
bres son llamados, religión noaquita que para él era, en realidad, el verda-
dero cristianismo, el cristianismo original, del que el Cristo Jesús, la se-
gunda Persona de la Trinidad, estaba sin embargo singularmente ausente
en provecho de un solo Dios común a los Judíos y musulmanes. Jean-
Baptiste Willermoz, que tuvo reuniones con Cagliostro quien por su parte
tendría una existencia relativamente agitada durante el corto tiempo de su
vida que acabará, por cierto, bastante brutalmente en Roma, en las maz-
morras de la policía pontificia, caló rápidamente el problema, consideran-
do al Gran Copto, (es preciso decir que este último le había confesado, en
privado, que Jesús era a sus ojos, un «filósofo»), era un mal cristiano o un
enemigo del cristianismo.
116 Alice Joly precisa: «El Hermano Blessig era de aquellos que condenaban

firmemente las tendencias papistas de la Orden Superior (B. de Turckheim


en carta a Ch. de Hwesse, de 25 de febrero de 1785). Saltzmann, de mayor
amplitud de miras, conservaba muchas simpatías hacia la Iglesia romana.

. 108 .
A) LA REVOLUCIÓN Y SUS CONSECUENCIAS

Por todo ello, la Orden, la vigilia de la reunión de los Esta-


dos Generales en Versalles en mayo de 1789, se encontraba
en una situación difícil de crisis que, bien que mal, trataba
de resolver. Siete miembros de la Asamblea Constituyente
eran Grandes Profesos: Millanois, Périsse Duluc, Virieu,
Castellas, Jean de Turckheim y Dampierre. Si en los prime-
ros momentos, el entusiasmo dominaba en el ánimo de los
hermanos, y especialmente en Willermoz que se había adhe-
rido en Lyon a los comités patrióticos de los que nació, hacia
1789, la Sociedad de los Amigos de la Revolución transfor-
mada en Club de los Amigos de la Constitución, partidarios
incluso de la Constitución Civil del Clero117, muy pronto se
impuso la inquietud. Mientras que el 5 de mayo los Estados
Generales fueron abiertos con una procesión por las calles
de Versalles y precedidos por la celebración de una misa al
Espíritu Santo, rápidamente aparecieron las divisiones bajo
el efecto de las divisiones políticas y los Hermanos fueron
muy pronto incapaces de gestionar un movimiento que se
les escapaba de las manos e iba, con ciega rabia, hacia una
dirección opuesta a sus intenciones primeras, bienhechoras y
reformadoras. Si la necesidad de una reforma del Antiguo
Régimen era una idea ampliamente compartida, sin embar-

Pensaba que había conservado con mayor provecho que las iglesias protes-
tantes los usos de los primeros cristianos y ésta idea le hacía soportables
las innovaciones de Jean-Baptiste Willermoz (B. de Turckheim a Ch. de
Hesse, 26 de febrero de 1787).» (A. Joly, op. cit., pág. 259).
117 «La reforma religiosa que se preparaba, le parecía capaz de aproximar el

catolicismo a esas formas de verdadero culto primitivo que creía conocer;


todos los Coens convencidos compartían ésta convicción. Claude de Saint-
Martin, el primero, fue un ferviente partidario de la Constitución Civil. Es-
tos soñadores esperaban que una renovación del clero procuraría un reju-
venecimiento del cristianismo, un despertar de la fe.» «Los cristianos se
encuentran en un sueño letárgico, se despiertan dividiéndose, escribía Pé-
risse Duluc. El espíritu de dominación, el vil interés han seducido la pie-
dad. Hay que iluminar, edificar, reunir, velar, es la hora del día en que es
preciso que los centinelas desvelen al enemigo. Es la hora de trabajar» [BM
Lyon Ms. 5430, nº 36, 5 de abril de 1791].» (Cf. A. Joly, op. cit., pág. 288).

. 109 .
go los Caballeros Bienhechores permanecieron todos ellos,
cuales fueran sus sensibilidades, fieles al principio monár-
quico, incluido Périsse Duluc (1738-1800), Eq, a Tribus Lu-
nis, Diputado por el Tercio a los Estados Generales que pres-
tó juramento del Juego de la palma y fue miembro del Club
de los Feuillants118. A la vista de los sombríos acontecimien-
tos, toda actividad masónica había quedado interrumpida
sobre el territorio, y los establecimientos rectificados (Prefec-
turas, Encomiendas, Logias), sumidos todos en sueños. En
cuanto a la ciudad de Lyon, muy pronto levantada contra la
amenaza de la tiranía extremista de París, por su Comisión
Popular de Salud Pública, desde el anuncio de la caída de
los Girondinos, rompió con la Convención.
Lyon fue pues asediada por las tropas de la Convención, y
Willermoz se distinguió por su coraje y dedicación:
Se le vio a pesar de su edad llevar en brazos a los enfermos y
dirigir él mismo la evacuación. Ante la hambruna amena-
zante, Willermoz tuvo que defender ante las requisiciones,
los aprovisionamientos que había hecho para los enfermos,
y los religiosos y religiosas que los cuidaban. Con la ciudad
tomada, se pudo comprobar el terror que hicieron reinar Co-
llot d’Herbois, Couthon y Fouché, el futuro duque de Otran-
119
te. La Convención, había decidido en un decreto famoso ,
la destrucción completa de ésta ciudad de 200.000 almas. El
asedio la había dejado arruinada en tres cuartas partes. Fue
diezmada por los Comisarios del pueblo, que cambiaron su
nombre por el de «Comuna Liberta». Jean-Baptiste Willer-

118 Esta actitud la volveremos a encontrar en Léonard Joseph Prunelle de


Lière (1740-1828), Eq. a Tribus Oculis, administrador de la comuna de Gre-
noble a partir de 1791, luego elegido Diputado a la Convención en 1792,
donde se pronunciará contra la muerte del Rey. Miembro activo del Cole-
gio metropolitano, más tarde del Colegio de Grenoble donde introdujo a
André Amar (1755-1816) y a Joseph-Marie Barral de Montférat, Prunelle de
Lière fue un auténtico discípulo de Saint-Martin desde 1776. Pasará los úl-
timos años de su vida en una intensa devoción, traduciendo directamente
del hebreo, los Salmos y el libro de Isaías (1821).
119 El decreto de la Convención de 12 de octubre de 1793 declaraba en efec-

to que había de «borrar Lyon del cuadro de ciudades de la República».

. 110 .
moz fue detenido en tres ocasiones. Se atrevió a reprochar a
los representantes de París sus crueldades. Su muerte hubie-
ra sido segura si un dragón que lo vigilaba, tocado por su
actitud valerosa y digna, no hubiera facilitado su evasión en
el momento mismo en que las puertas de la prisión se cer-
nían sobre él. «Ciudadano, le dijo este soldado, me pareces
un hombre valeroso. Sálvate.» Willermoz se refugió quién
sabe dónde, en las cavas, sin duda, y luego en los alrededo-
res de Lyon. Había logrado también salvar la mayor parte
de los archivos secretos del Colegio Metropolitano (Cf. La
120
carta a Charles de Hesse).
La Revolución dejó a la masonería, y al Régimen rectifica-
do más todavía, en un estado de la mayor debilidad. Anto-
ine Willermoz (1741-1793), hermano de Jean-Baptiste y Mi-
llanois, Eq. a Quatuor Palis, fueron guillotinados bajo el Te-
rror lionés que duró cinco meses, de noviembre de 1793 al
mes de abril de 1794. Virieu121 murió combatiendo las tropas
de la Convención, el abad Rozier fue abatido el 29 de sep-

120 E. Dermenghem, op. cit., págs. 62-63. Alice Joly indica a propósito de los

archivos de Willermoz contenidos en baúles: «Willermoz relató, que en


1810, en los primeros días de su instalación, una bomba cayó en su habita-
ción e hizo polvo uno de los baúles, que contenía preciosos archivos masó-
nicos.» (A. Joly, op. cit., pág. 293).
121 El conde François-Henri de Virieu (1754-1793), Eq. a Circulis, Gran Pro-

feso, que representaba en Wilhelmsbad al Gran Maestro Provincial de la IIª


Provincia de Auvernia, Diputado de la Nobleza a los Estados Generales
luego Presidente, en un corto intervalo, en 1790 de la Asamblea Constitu-
yente, desapareció durante la retirada de Précy con sus tropas aniquiladas
en el desfiladero de Saint-Cyr cuando el asedio de Lyon, vio en la Revolu-
ción una voluntad destructora de tal magnitud que «ni la monarquía ni la
Iglesia podrían escapar» (Cf. Charles-Albert costa de Beauregard, Le Ro-
man d’un royaliste sous la Révolution. Souvenirs du Comte de Virieu,
1892). Charles-Albert Costa de Beauregard (1835-1909), nieto de Joseph
Henri Costa de Beauregard, amigo de Joseph de Maistre, miembro de la
Academia francesa en 1896, que escribió las voluminosas Memorias histó-
ricas sobre la casa real de Saboya y sobre los países sometidos a su domi-
nio, desde comienzos del siglo XI hasta el año 1800 (1888), era un historia-
dor de género novelesco, y no hay que excluir que tuviera tendencia, por
razón de su sensibilidad contra revolucionaria, a forzar un tanto los rasgos
de su relato.

. 111 .
tiembre de 1793 por una bomba. Del conjunto de estructuras
existentes antes de 1789, muy pocas lograron sobrevivir y el
resto, pura y simplemente desaparecieron. El Régimen que-
daba pues reducido a su mínima expresión y si subsistió, lo
hizo en mayor o menor medida por la voluntad de algunas
individualidades aisladas. Uno de los últimos actos de acti-
vidad efectiva del Régimen fue la convocatoria de los Gran-
des Profesos de Lyon para el 30 de septiembre de 1789 «a fin
de tratar sobre un asunto muy importante que interesa la
tranquilidad del colegio metropolitano». Las cinco recepcio-
nes que tuvieron lugar precedentemente el 26 de abril de
1790 en Lyon fueron pues las últimas del siglo XVIII, ha-
biendo decidido Willermoz el 15 de febrero de 1790, aban-
donar momentáneamente todas las asambleas «hasta que el
espíritu de partido y vértigo instalado en varios de sus
miembros se haya enteramente disipado».
B) LA ESCAMPADA DEL IMPERIO

El Terror terminó el 9 de Termidor, año II (26 de Julio de


1794) con la caída de Robespierre, viéndose el retorno a un
período más apaciguado que permitió la salida de prisión, o
el regreso, de varios francmasones. Este fue el caso para
Alexandre Louis Roëttier de Montaleau (1748-1808), miem-
bro de los Philalèthes, condenado a la guillotina durante la
Revolución pero que escapó de ella milagrosamente, y que
desde el mismo momento de su liberación, se dedicó al res-
tablecimiento de la francmasonería en 1795, esforzándose en
reunir a los Hermanos dispersados, y lanzando en 1797 una
circular anunciando la reanudación de los trabajos a la que
dieciocho Logias respondieron favorablemente122.
Se recordará especialmente a Roëttier de Montaleau por su
iniciativa de convocación dirigida a los antiguos Venerables
Maestros de París para la primera tenida del Centre des
Amis, del 2 de febrero de 1793, Logia que con su voluntad
de reanudación de los trabajos, declararía que este era «el

122 Cf. H.G. de R.S., Le Centre des Amis, Simorgh, 2007, págs. 30-35.

. 112 .
único medio de conservar los verdaderos principios de la
Masonería y mantener a los hermanos en los senderos de la
virtud.»
El Centre des Amis había sido fundada en circunstancias
trágicas puesto que después del desmoronamiento de la
monarquía, el 10 de agosto de 1792, día correspondiente a la
toma de las Tullerías, los antiguos Guardias Suizos de la Lo-
gia militar Guillermo Tell123, cuyos efectivos habían sido
diezmados en la odiosa masacre de la que fueron sus inocen-
tes víctimas124, decidieron, con la ayuda de los Hermanos
franceses, solicitar al Gran Oriente el poderse reunir bajo
otro nombre, decidiéndose por el título de Le Centre des
Amis, que bajo el Terror continuó reuniéndose125. El 3 de
marzo de 1793, Roëttier de Montaleau se convertiría en el
Venerable Maestro de este Taller, cargo que asumió durante
tres años.

123 El 15 de abril de 1789, el Gran Oriente había oficialmente confirmado la


Patente constitutiva fechada el 24 de julio de 1778, de la Logia militar Gui-
llaume Tell al Oriente de los Guardas Suizos.
124 Sin poder defenderse, los Guardias Suizos que habían sido desarmados

por el Rey rechazando este que se disparara contra la muchedumbre cuan-


do la toma de las Tullerias del 10 de agosto, serán asesinados en su prisión
cuando las masacres del 2 de septiembre de 1792. Sus cuerpos fueron
echados a un vasto osario en el lugar en que Luis XVIII, más tarde, hizo
construir la Capilla Expiatoria. En Lucerna, en la Suiza alemana, fue eleva-
do un monumento en 1821 en recuerdo de estos Guardas Suizos. Encastra-
do en la roca, se puede ver un león acostado, herido de muerte y con mar-
cados rasgos de dolor. En el hueco de una de sus patas, aprieta una flor de
lis, símbolo de la monarquía francesa. Por encima suyo se aprecia la ins-
cripción: «HELVETIORUM FIDEI AC VIRTUTI».
125 «Entre 1793 y 1794, solamente tres Logias afiliadas al Gran Oriente, con-

tinuaron el Fuego Sagrado: Guillaume Tell llamada después Le Centre des


Amis… Roëttiers de Montaleau pertenecía por aquel entonces al Centre
des Amis.» Cf. Grande Encyclopédie Larousse, 1883. Estas reuniones, que
desembocarían en El Centre des Amis, se desarrollaron en el antiguo No-
viciado de los Jesuitas: «Durante todo el año 1793 la Logia se reunió con
perfecta regularidad en el antiguo noviciado de los jesuitas como conse-
cuencia de su proscripción. Solo quedan visibles hoy algunos lienzos de
pared entre los números 19 & 21 de la rue de Casettes.» (H.G. de R.S., Le
Centre des Amis, op. cit., pág. 41).

. 113 .
Sin embargo, el interés de este Logia de dichosa memoria
para nuestro propósito, que trabajaba hasta entonces en el Ri-
to Francés, viene por el hecho que decidió, el 24 de octubre de
1807, pasarse a practicar el Rito Escocés Rectificado, lo que re-
lata Willermoz en su célebre carta a Charles de Hesse:
…un Establecimiento Masónico formado en París en 1808, y
que así mismo constituí en Prefectura provisional. Ha pros-
perado mucho bajo el título de Logia del «Centro de los
Amigos». Es una cantera de la Orden que nos ha rendido
grandes servicios. Ya que es gracias al cuidado de los prin-
cipales miembros de esta Logia que fueron entonces dipu-
tados conmigo en Lyon, para obtener y copiar los rituales,
Instrucciones y Documentos de todos los Grados del Régi-
men, que debemos el honor y la ventaja inapreciable de te-
ner ahora un jefe, un protector y un Gran Maestro nacional
del Régimen Rectificado en Francia, en la persona, del Sere-
nísimo hermano de Cambacérès Príncipe Archi-Canciller del
Imperio Duque de Parma, etc., (in ordine Eques Joannes Ja-
cobus Regis a legibus), que ya era desde hacía algunos años
Gran Maestro de las Logias del Rito Francés, dirigidas por el
Gran Oriente de Francia126.
No obstante, si bien El Centre des Amis jugó un papel im-
portante en el despertar del Rito Escocés Rectificado des-
pués de la Revolución, la primera Logia en solicitar su adhe-
sión a las luces de la rectificación fue un taller de Marsella:
La Triple Unión, taller fundado en 1782 puesto luego a partir
de 1783 bajo la autoridad del Gran Oriente de Francia, recti-
ficado en 1784 por el Directorio Escocés de Auvernia, pero
que se había visto forzado a suspender sus trabajos en 1788
como consecuencia de querellas internas. No obstante, hacia
1801, su Venerable Claude-François Achard (1751-1809)127,
se aproximó hacia Lyon para pedir los rituales necesarios a

126 Willermoz, Lettre à Charles de Hesse, 10 de septiembre de 1810, BM


Lyon, Ms 5889.
127 Cf. D. Sappia, Claude-François Achard (1751-1809) : un mystique

marsellais, précurseur en matière de culture et d’humanitaire, Renaissance


Traditionnelle, nº 156, octubre 2009, págs. 267-283.

. 114 .
fin de poder trabajar, incluso a pesar que el Directorio tenía
una existencia más que frágil128 y que La Bienfaisance no
había logrado reconstituirse.
Este gesto fue suficiente para dar redobladas esperanzas a
Willermoz, que había logrado salvar con gran coraje la ma-
yor parte de rituales y archivos secretos de la Orden, y re-
tomando con destacado celo su obra edificadora, dedicándo-
se a reconstruir el Régimen reabriendo sus archivadores a
fin de terminar lo que quedaba por hacer después de
Wilhelmsbad, en particular la finalización de los grados
simbólicos, entre ellos los de Aprendiz, Compañero y Maes-
tro, que fueron transmitidos en 1802 a Marsella129.
Por su parte, si desde 1793 el Capítulo Provincial de la Vª
Provincia de Borgoña fue puesto en sueños por razón de los
disturbios generados por la Revolución, algunas Logias poco
a poco habían retomado su actividad en Besançon a partir de
1800, hasta el punto que en 1805 pudo ser constituida una
Encomienda en el seno de la Sincerité et Parfaite Union en la
que figuraban los hermanos Jean de Bry, Eq. a Stella, Daclin,
Eq. a Hysopo, y Louis de Raymond quienes decidieron, el 28
de enero de 1808, despertar la Vª Provincia de Borgoña y su
Directorio130.

128 En este período, el Directorio de Auvernia consistía únicamente en Wi-


llermoz que ocupaba el oficio de Canciller, su sobrino Eq. Lilio Albo que
era el Secretario General, y Joseph Antoine Pont, Eq. a Ponte Alto, que era
el Visitador General.
129 Sabemos que en realidad las modificaciones y mejoras aportadas a los

rituales fueron hechas progresivamente entre 1783 y 1788 por Willermoz,


cuyo estado era casi definitivo en 1786, como parece atestiguar una carta
de Willermoz enviada a L’Humanité de Crest, si bien la última revisión
efectuada sobre los textos aparece en 1787-1788 (Ms 5871[33] Biblioteca
Municipal de Lyon/BNF Ms 418). De este modo, los Rituales confiados a
La Triple Unión de Marsella son en realidad los de 1788, pero completa-
dos, revisados y aprobados por Willermoz en 1802. Son por otra parte las
versiones que él mismo declarará como más recomendables después en
1789, como dirá explícitamente a La Bienfaisance de Aix y al Centre des
Amis de París.
130 «Habida cuenta que los miembros del Directorio de Borgoña con sede

en Estrasburgo, dispersados, no pueden ocuparse de los intereses de la ins-

. 115 .
Es a partir de este despertar de la Vª Provincia que surgirá
la idea de formar un nuevo Gran Directorio Nacional y so-
bre todo de designar un Gran Maestro del Régimen Rectifi-
cado para Francia131. Solicitados al efecto, Salzmann y Tur-

titución, los oficiales reunidos en Besançon toman el título de Directorio de


Borgoña, Vª Provincia de la Orden, y deciden que un diputado sea enviado
a París para preparar la elección de un Gran Maestro nacional, de un Can-
ciller, y de un Gran Directorio de Francia, compuesto de nueve miembros.
(…) El 31 de enero de 1808, el Directorio de Borgoña decide que la Logia
La Sincerité et Parfaite Union, de Besançon, será la gran Logia escocesa del
régimen rectificado de Borgoña, que todos sus miembros pasen del grado
de maestro al de maestro escocés, con comunicación de todos los grados
del rito francés hasta el de Rosa-Cruz, siguiendo los antiguos usos del ré-
gimen. El 24 de enero de 1808, fue decidido que los caballeros solo recono-
cerían en el régimen adoptado que los tres grados de la masonería simbóli-
ca, los de Maestro escocés, Escudero novicio y Caballero bienhechor.»
(Kaufmann et Cherpin, Histoire philosophique de la Franc-maçonnerie, ses
príncipes, ses actes et ses tendances, Lyon, J. Cherpin, 1850, pág. 471).
131 Podemos observar hasta que punto la idea de una participación de los

Directorio rectificados en el Concordato del Gran Oriente de Francia de


1804, idea defendida por Louis Charrière (Cf. L. Charrière, Le Régime
Écossais Rectifié et le Grand Orient de France – Notice Historique 1776 à
1938, pág. 10 y sucesivas) recogida en los términos de las actas de la tenida
del Gran Colegio de Ritos del 17 de septiembre de 1938 en el Gran Oriente
de Francia: «Estos Directorios, al igual que el de la Provincia de Neustria,
han tomado parte en el concordato de 1804 reuniendo en un solo manojo
todos los Ritos practicados en Francia y que el 19 de diciembre del mismo
año 1804, declarando el Gran Oriente de Francia que profesaría en lo suce-
sivo todos estos Ritos», no tiene estrictamente ningún fundamento, puesto
que, precisamente, en 1804, los Directorios del Régimen Rectificado no es-
taban todavía despertados como resulta fácil verificar, y no lo serán antes
de 1808; por otra parte, si este Concordato tenía el poder que algunos le
suponen, ¿por qué le hubiera sido necesario al Gran Oriente firmar un Tra-
tado de Unión con los Directorios Escoceses restablecidos en 1811? estipu-
lando únicamente este último Tratado de 1811 que el G.O., se encuentra
todavía en el mismo estado de ánimo que presidía el de 1804: «El G.O.,
animado siempre por los principios que en el año 1804 le llevaron a reunir
en un solo hogar todas las luces masónicas, y a este efecto abrazar la gene-
ralidad de Ritos, reunión que se operó por el Concordato del 5 de diciem-
bre de 1804", lo que no es la misma cosa. Conviene pues conocer, a fin de evi-
tar algunas confusiones, que la masonería tal cual la profesaba la Primera
Gran Logia de Francia, que iría a convertirse a continuación en Gran Oriente
de Francia el 22 de octubre de 1773, estaba constituida por el «Rito de Perfec-

. 116 .
ckheim declinarán la invitación que se les hace arguyendo
que no querían comprometerse ni tener nada que ver con el
poder político napoleónico, a la sazón en la cumbre de su
triunfo después del tratado de Tilsitt firmado en secreto en
julio de 1807 entre el Zar Alejandro Iº y el emperador. La
Provincia de Borgoña, por sí misma, tomó la iniciativa de
ponerse bajo la autoridad del Gran Maestro del Gran Orien-
te, Cambacérès (1753-1824), que por otra parte sería nom-
brado para ésta función por Napoleón en 1806 para suplir a
José Bonaparte132. No contentos en quedarse con esta discu-
tible decisión, los miembros de la Vª Provincia se dirigieron
a Willermoz con el fin que les transmitiera los Rituales por
tal de poder organizar la vida del Rito. Podemos imaginar la
reacción de Willermoz, absolutamente legítima y coherente
respecto a los principios del Régimen, quien juzgará la acti-
tud de los borgoñeses como ilegal y errónea en estos térmi-
nos severos: «Los Hermanos de Besançon… atribuyéndose
poderes supremos que no tienen y nunca han tenido, des-

ción» en veinticinco grados, cuyo último grado culminaba en el de Príncipe


del Real Secreto que se convertirá más tarde en el 32 grado de una escala que
comportaba 33. Es este Rito, y no el Rito Escocés Rectificado evidentemente,
de vuelta a París en 1804 después de un recorrido por los Estados Unidos
gracias a los buenos cuidados de Etienne Morin que partió en 1761 en direc-
ción al Nuevo Mundo, con sus papeles, una Patente de la Gran Logia de los
Maestros de París, bajo la denominación de «Rito Escocés Antiguo y Acepta-
do», traído por el Conde de Grasse Tilly (1765-1845), que fue objeto del
«Concordato» de diciembre de 1804, uniendo el Rito Escocés Antiguo y
Aceptado al Gran Oriente de Francia, lo que hizo que el Gran Oriente, revin-
dicará la completa hegemonía sobre el conjunto de los Altos Grados Escoce-
ses, creando un Gran Directorio de Ritos el 25 de mayo de 1805, que fue ins-
talado el 1º de julio siguiente. En 1823, el «Gran Colegio de Ritos» sustituirá
al «Gran Directorio de Ritos» que entre tanto pasará a ser denominado en
1815, el «Gran Consistorio», o «Supremo Consejo de Ritos».
132 Joseph Bonaparte (1768-1844), que fue nombrado Gran Maestro del

Gran Oriente de Francia en 1804, luego Gran Maestro en Nápoles del Gran
Oriente de Italia, había sido iniciado el 8 de octubre de 1793 en la Parfaite
Sincérité al Oriente de Marsella.

. 117 .
provistos de los conocimientos necesarios y librándose a un
celo tan indiscreto como precipitado…»133
En el fondo Willermoz, a pesar de que su amigo de toda la
vida Bacon de la Chevalerie, Eq. Ab Apro, lo había informa-
do, si bien un tanto tardíamente134, asistía impotente al des-
pertar del Rito de manera totalmente anárquica, ya que na-
die juzgaba oportuno consultarle sobre lo adecuado o no de
las decisiones que se tomaban, aun y cuando Lyon conti-
nuaba siendo el único que poseía un Capítulo de Caballeros
Bienhechores de la Ciudad Santa y un Colegio de Grandes
Profesos.
Comprendiendo, por pragmatismo, que de todos modos
su margen de maniobra era muy restringido, Willermoz, a
regañadientes y a la vista de los hechos consumados, ratificó

133 Carta a los hermanos Bernard, Mille y Choix de Aix, el 19 de julio de


1808 (Cf. BM Lyon, ms. 5456). Fue con fecha 27 de abril de 1808 que recibió
de Bacon de la Chevalerie una carta dándole conocimiento, sin pedirle au-
torización alguna, que la Orden Rectificada, despertada en París y Montpe-
llier al igual que en Besançon bajo la forma de la Vª Provincia de Borgoña,
había nombrado por Gran Maestro Nacional al príncipe de Cambaceres,
aconsejando al Directorio de Auvernia se manifestará aceptando lo que
acababa de hacerse por parte del Gran Oriente y designara al Centre des
Amis como Directorio de Neustria.
134 El 23 de abril de 1808, Bacon de la Chevalerie, escribía estas líneas para

advertir a Willermoz de la reanudación de actividades del Régimen: «Debo


preveniros, mi querido Willermoz, y me apresuro a hacerlo, que los Direc-
torios Escoceses de la Estricta Observancia retoman sus trabajos; que el de
Borgoña ha trasladado su sede de Estrasburgo a Besançon, más convenien-
te al estar mucho más alejado de la frontera. Que ha nombrado por Gran
Maestro Nacional al Smo. Príncipe de Cambacéres quien ha aceptado el tí-
tulo. Que se forma en París un Sexto Directorio bajo la denominación de
Dtro. de Neustria. Que el Gran Consejo de los nueve ya ha sido nombrado
en París y que he sido elegido para presidirlo. Que en esta calidad he sido
invitado a convocar los miembros existentes del Directorio de Auvernia a
reunirse y remprender sus trabajos con fuerza y vigor. Y en ésta esperanza
he sido encargado de solicitarles su adhesión a la nominación del Gran
Maestro nacional y de la constitución del Directorio de Neustria. En tales
circunstancias recurro a vuestra amistad para venir en mi ayuda con todos
los documentos que estén a vuestra disposición, ya que dejé en Santo Do-
mingo, y en consecuencia perdido, todos mis papeles, indumentaria e ins-
trumentos concernientes a los Directorios.» (BM de Lyon Ms. 5887).

. 118 .
las decisiones y aceptó el título de Gran Maestro del Canci-
ller mayor Cambacéres calificándolo con el nombre de Or-
den de Joannes Jacobus Regis a Legibus, recordando el pre-
cedente Tratado de Unión firmado con el Gran Oriente en
1776. Como escribe con razón Alice Joly:
[Willermoz] reconoció, en las iniciativas de las Logias de Pa-
rís y Besançon, la obra de la Providencia y se dejó llevar a
soñar para su Orden una era de prosperidad y dicha. Los
Hermanos de Marsella, Aix y Aviñón, se unieron a ésta ilu-
sión. Tuvieron que aceptar en buena y debida forma el pro-
tectorado de Cambacéres. El príncipe Canciller mayor del
Imperio aceptó el título que se le ofrecía. Willermoz lo
anunció el 16 de agosto de 1809 mediante una circular ofi-
cial, la última probablemente que tuvo ocasión de firmar135.
La carta dirigida a Charles de Hesse, que data del año si-
guiente, refleja todavía ese deseo obstinado de engalanar la
realidad con colores brillantes y presentar el restablecimien-
to de la Orden Rectificada en Francia en su momento más
favorable. Pero en lo sucesivo el tiempo de las ilusiones iba a
quedar bien limitado136.

135BM Lyon, MS.5456.


136A. Joly, op. cit.,págs. 218-219. Los términos de la carta a Charles de Hes-
se, atestiguan en efecto las ilusiones en las que Willermoz quería creer: «La
Provincia de Borgoña, extinguida desde hace largo tiempo en Estrasburgo,
parece hoy querer tomar nueva existencia en Besançon. Algunos observa-
dores de la antigua Encomienda que hubiere anteriormente en esta ciudad,
se unieron a otros ya existentes, en los alrededores de Estrasburgo, y apo-
yados por el sufragio de aquellos que antaño pertenecieron al Gran Priora-
to de Helvetia en Basilea, han formado el proyecto de transferir la sede
provincial y la sede magistral a Besançon. A tales efectos presentaron re-
querimiento hacia finales de 1809 ante el Smo. Gran Maestro que, con el
acuerdo de su consejo de Administración y con el consentimiento de las
Provincias de Auvernia y Occitania, y después de cumplir con todas las
formalidades prescritas por usos y leyes, acaba de aceptar provisionalmen-
te sus demandas, reservando la aceptación definitiva a la decisión de un
Convento general o nacional. Este acontecimiento que me parece muy feliz
completará la principal organización nacional. (Carta a Charles de Hesse,
10 de septiembre 1810).

. 119 .
En 1808 Cambacéres fue pues elegido Gran Maestro Na-
cional de las Provincias francesas de la Orden, y la de Bor-
goña otorgó plenos poderes a Louis de Raymond, su Canci-
ller, para que renovara el Tratado de 1776, gestión que no
abordó de inmediato. Willermoz confió entonces en 1809 el
cuidado de hacerlo al H. Daniel Barthélemy Lajard de
Montpellier, recibido Gran Profeso el 27 de mayo de 1808137
para que renovara un nuevo Tratado de Unión con el Gran
Oriente138. Concluido finalmente el 14 de junio de 1811, rati-
ficado por las Provincias de la Orden, primeramente en 1811
por Besançon, Lyon en 1812 y por Burdeos en 1813, el Trata-
do, calcado del anterior de 31 de mayo de 1776 del que re-
cordaba los términos y evocaba el otro concluido con la pro-
vincia de Septimánia el 6 de marzo de 1781, comporta diez
artículos que ligan el Régimen con el Gran Oriente para la
creación de sus establecimientos simbólicos, constituyendo
la Obediencia las Logias azules del Régimen rectificado por
Delegación de los Directorios, y sobre todo a propuesta su-
ya. Incluso si los Directorios, de los que se precisa en
preámbulo que forman «el cuerpo del Régimen Rectificado
en Francia», se benefician de tener un representante en el

137 Catorce Grandes Profesos fueron recibidos entre 1807 y 1814 por Wi-
llermoz, entre ellos su sobrino Jean-Baptiste el 7 de agosto de 1808 y Au-
gier-Marie Leremboure, el 25 de febrero de 1814.
138 El Directorio Provincial de Auvernia, muy oficiosamente, remitió el do-

cumento siguiente a Lajard: «Nosotros, dignatarios y Grandes Oficiales


componiendo el Directorio Provincial del Régimen Masónico Rectificado,
con sede en Lyon, plenos de confianza en nuestro M.R.H. Daniel Barthé-
lemy Lajard residente en París, antiguo miembro y dignatario, de 3ª ins-
tancia con sede en Montpellier, le invitamos a conferir, en nombre nuestro,
con los dignatarios y G.G. Oficiales del G.O.D.F., con sede en París, la
reanudación y puesta de nuevo en actividad del tratado de unión fraternal
que fue hecho en mayo de 5775 y consumado a 31 de mayo del año si-
guiente de 5776 entre el susodicho Gran Oriente de Francia y los Directo-
rios con sede en Francia.» Le seguían las firmas de: «Willermoz tío, Canci-
ller Provincial, J. A. Pont, Visitador General y H. Jn B. Willermoz sobrino,
Secretario General de la Cancillería Provincial». (Cf. Eq. a Quaestione Stu-
diosa, Notes à propos du Rite Écossais Rectifié, 2004, pág. 19).

. 120 .
seno del Gran Directorio de Ritos del Gran Oriente139, y con-
servando siempre su completa soberanía sobre el Régimen
tanto a nivel de Orden Interior como sobre las Logias simbó-
licas ya que nada podía hacerse sin la propuesta de los Di-
rectorios, este Tratado no podía satisfacer en modo alguno a
Willermoz quien criticó sin miramientos, como se puede
comprender, la manera en que se había negociado.
C) LA EXTINCIÓN DEL RÉGIMEN EN FRANCIA BAJO LA RESTAU-
RACIÓN

El devenir futuro iba a dar razón a Willermoz que había vis-


to —no sin una cierta contrariedad tras el aparente regocijo
que manifestaba en los correos a sus corresponsales—, como
el Régimen volvía a caer en el olvido total de la unidad de
Orden y su vinculación con Lyon, dejándolo en estado de
una dependencia administrativa en desventaja respecto del
Gran Oriente de Francia por «la agregación» en su opinión
nuevamente consentida140.

139 El Tratado firmado en junio de 1811 entre el Gran Oriente y los Directo-
rios del Régimen, modificaba el Tratado de 1776 en su artículo tercero el
cual precisaba que cada uno de los Directorios tendría en el seno del Gran
Oriente y del Gran Directorio de Ritos una «sección» particular que tendría
esencialmente por objeto el Régimen Rectificado, sección que deliberaría
sobre los asuntos particulares del Rito». Por otra parte, y efectivamente, los
artículos VII, VIII y IX (este último fijando incluso el precio para otorgar
Patentes de constitución), el Tratado confería al G.O. «a propuesta de los
Directorios», la posibilidad de establecer Logias simbólicas del Régimen:
«bajo propuesta de los Directorios, cada uno en su territorio respectivo de-
terminado por los cuadros anexos al presente Tratado, el G.O. constituye
en los grados simbólicos las Logias del régimen rectificado. Expedirá las
correspondientes cartas de constitución. Estas cartas son transmitidas a los
diversos Directorios, que en virtud de la delegación que el G.O. efectúa
desde este momento, proceden a su instalación, haciendo llegar acta del
mismo al G.O.» (Art. VII). Ver Anexo VI (pág. 242): Renovación del Trata-
do de Unión con el Gran Oriente del 14 de junio de 1811.
140 Debe ponerse cuidado en no malinterpretar el término «agregación»

que figura en el Tratado de 1776 firmado por los Directorios Escoceses con
el G.O.D.F., termino que no significa para nada la transmisión de una auto-
ridad o cualquier tipo de calificación iniciática sobre el Régimen rectifica-
do, fuera del simple reconocimiento de una «regularidad» de rito practica-

. 121 .
do por el R.E.R., reconocimiento que tiene por consecuencia, en efecto, el
de «agregar» solamente en ese sentido y no en el de apropiación del Régi-
men, apropiación por otra parte absolutamente imposible a la vista de la
organización propia del sistema rectificado estructurado como una Orden
gobernada por los establecimientos ostensibles y no ostensibles de su clase
caballeresca, los Directorios, las Logias y los Hermanos, con el resto de
Masonería francesa, como así declara el modelo de carta de agregación que
figura en los Artículos que van del I al III del Tratado de Unión de 1776:
«Las cartas de agregación que serán otorgadas a cada uno de los Directo-
rios escoceses y a los establecimientos por ellos formados, serán expedidas
de la forma siguiente «Nos, etc., […] reconociendo por regular (o como re-
gular) el susodicho Directorio (o la susodicha Logia); en consecuencia lo
hemos agregado y agregamos por la presente al cuerpo de la Masonería de
Francia y a esos efectos, prometemos a dicho Directorio (o a dicha Logia) y
a todos los miembros que lo conforman, asilo entre nosotros y socorro fra-
ternal toda vez que la ocasión lo requiera. En consecuencia, hemos hecho
expedir las presentes cartas de agregación, a las que hacemos poner los se-
llos ordinarios una vez debidamente registradas, y hacemos constar que
dicho Directorio (o dicha Logia) están inscritos en el cuadro de Logias re-
gulares de Francia, a fecha de… (día de la solicitud de agregación). Hecho
por el G.O. de Francia, los días, del mes y año, etc.» (Cf. Traité d’Union
entre le G.O. de France et les trois Directoires écossais établis selon le Rite
de la Maçonnerie réformée d'Allemagne à l’O. de Lyon, Bordeaux et de
Strasbourg, 1776). Ésta interpretación correcta de lo que significa verdade-
ramente « la agregación » de las Logias rectificadas, toma tanto más senti-
do cuando se recuerda que el principio en que se basa consiste en hacer
participar las Logias del Régimen de las «ventajas» de la Masonería france-
sa «que le son reservadas por el Tratado de Unión», lo que a menudo es
olvidado, y se recuerda y precisa en el Código Masónico de 1778 en estos
términos: «Los Directorios Escoceses de Francia, queriendo hacer partici-
par a las Logias reunidas de sus distritos de las ventajas, que les han sido
reservadas por un tratado de unión hecho entre ellos y el gran Oriente de
Francia, se han comprometido en solicitar para cada Logia que fundan o
rectifican, cartas de agregación al gran Oriente de Francia, que este último
no puede rechazar; en consecuencia, ha sido acordado por dicho tratado,
que cada Logia que no tuviera ya cartas de constitución del gran Oriente
de Francia, pagará definitivamente por sus cartas de agregación la suma de
36" y cada gran Logia Escocesa la de 72". A este efecto, tan pronto como
una Logia haya sido reunida bajo uno de los Directorios de Francia, dirigi-
rá un certificado del cuadro de sus oficiales y miembros, y una copia de su
patente de reunión al Directorio, para ser visados y enviados al gran
Oriente con la petición de las cartas de agregación. Las Logias ya consti-
tuidas por el gran Oriente de Francia antes de su reunión, no necesitan car-
tas de agregación, al disponer de la antigua carta patente del gran Orien-

. 122 .
En efecto, los acontecimientos políticos van a contribuir en
gran manera al declive del Régimen; la caída del Imperio en
1813 pondrá al Rectificado en una posición delicada puesto
que los Directorios y sus Logias habían mostrado una clara
simpatía por el emperador, al que Willermoz, en 1810, con-
sideraba como un hombre «evidentemente suscitado por la
Divina Providencia para restablecer el orden y la tranquili-
141
dad interiores» , afirmación que sin duda no resultaba fal-
sa desde el punto de vista social, pero que en esos tiempos
inciertos y de turbación en el plano político, podía tener mo-
lestas consecuencias.

Medalla del Directorio de Borgoña (1810)1

Si el Directorio de Borgoña hizo acuñar en 1810 una bella


medalla conmemorativa del Régimen, con el Fénix en el cen-
tro acompañado de la divisa del Régimen: «Perit ut Vivat»,
es en Besançon donde los primeros signos del declive van a
manifestarse. La Sincérité et Parfaite Union, verdadero cen-
tro director de la Provincia de Borgoña, cesa sus trabajos en
1817 a causa de un número insuficiente de Hermanos. Ya

te.» (Cf. Código Masónico de las Logias Reunidas y Rectificadas, 1778, Ca-
pit. IV «De las Logias Reunidas y Rectificadas»).
141 Willermoz a Charles de Hesse, el 10 de septiembre de 1810, BM Lyon

Ms. 5889.

. 123 .
con anterioridad, y con el fin de mantener en funcionamien-
to el Régimen, decidieron en 1816 cuando el Capítulo Pro-
vincial fue reabierto por Jean de Turckheim, transferir la se-
de del Directorio de Besançon a Estrasburgo para asegurar
su continuidad, lo que tuvo lugar el 1º de noviembre de
1816, correspondiendo dicho cambio a la dimisión del Gran
Maestro Provincial, inmediatamente remplazado por Jean de
Turckheim al que se unió Rodolphe Salzmann. Sin embargo,
Turckheim, que había sido Visitador General de la Orden
antes de la Revolución, dimitió de su cargo en 1822. En 1828,
los cuatro últimos C.B.C.S. que constituían el Directorio de
la Vª Provincia, reducida a dos Prefecturas, decidieron cesar
los trabajos y entregar los archivos a la Prefectura de Basilea,
que formaba parte de Borgoña, pero no pudiendo ésta con-
tinuar con sus actividades, los transfirió a continuación a la
Logia Modestia cum Libertate al Oriente de Zurich142.

142«El acta del Comité Provincial de la Vª Provincia del 21 de marzo de


1826, precisa que los Miembros «con una actitud activa disminuyen, son de
edad avanzada» y nada deja prever que el número de Hermanos pueda
aumentar. El Comité toma la decisión de rogar al Rev. H. a Testudine haga
lo necesario para ponerse de acuerdo con la Logia de Zurich para transfe-
rirles la guarda y archivos de la Provincia, quedando al cuidado de la Lo-
gia de Zurich el devolverlos ante un eventual despertar del Comité. El 10
de marzo de 1828, el Comité Provincial se ha reunido para constatar, bajo
recomendación del Gran Priorato de Helvetia y de la Logia de Basilea, que
la Logia de Zurich contaba con todas las condiciones para la conservación
de los Archivos, tanto por la cantidad de Hermanos Caballeros como por el
acondicionado del local destinado a recibir el precioso depósito de docu-
mentos provenientes de la Vª Provincia. El Comité Provincial ha estudia-
do, el 5 de julio de 1828, la transferencia de los archivos. Finalmente, el 2
de agosto de 1828, después de haber constatado que el Gran Priorato de
Helvetia daba su consentimiento para que la Logia de Zurich tomara a su
cargo los Archivos de la Vª Provincia, es firmado los acuerdos y condicio-
nes del depósito. El Comité Provincial declara cesar todos sus trabajos, en-
tregar sus Archivos a la Logia de Zurich, bajo la supervisión del Gran Prio-
rato de Helvetia, con la obligación de devolverlos en caso que, ulterior-
mente, los trabajos pudieran remprenderse. Todo ello, conforme al Con-
cordato establecido entre el Gran Priorato de Helvetia y la Vª Provincia, el
16 de agosto de 1779, ratificado en la 27ª sesión del Convento de
Wilhelmsbad. Firman, por la Vª Provincia: Laurentius a Custodicis, Clau-

. 124 .
Por su parte, las dos Provincias que habían retomado fuerza
y vigor después de la Revolución, a saber, la de Auvernia y la
de Septimania, de la misma manera, poco a poco sus estable-
cimientos fueron cerrando uno tras otro entre 1820 y 1830.
Únicamente los Colegios de la Profesión continuaron funcio-
nando en Lyon, Besançon, Frankfurt, Darmstadt y Basilea.
A partir de esa fecha, asistiremos a distintas tentativas
aquí y allá por mantener el Rito Escocés Rectificado en vida.
En ese sentido, a partir de 1837, algunos miembros del Cen-
tre des Amis, Guillaume Bailleul, Guillaume Bourret, Anto-
ine-Ferdinand Gastebois y su hijo Gustave Gastebois143, tra-
tarán de devolver la vida al Directorio de Neustria fundado
en 1808, recibiendo de Christophe Aubanel (1789-1872), Eq.
a Gladio et Manu, Prefecto de Ginebra y último representan-
te de la IIª Provincia de Auvernia, una Patente y procederán
con este motivo a seis armamentos entre 1839 y 1840 en Pa-
rís. Pero este nuevo establecimiento desaparecerá poco
tiempo después con la desaparición del Centre des Amis que
entrará en sueños el 14 de junio de 1843.
De igual modo en Besançon en 1839, gracias a la presencia
de los hermanos Ledoux, Marchand y Guillaume, aunque
muy entrados en años, lograrán volver a encender los fuegos
de la Sincerité et Parfaite Union, reconstituyendo un Gran

dius a Luce, y por el Gran Priorato de Helvetia; Frédericus a Cineve, Lu-


dovicus a Columbo, Franciscus a Cubo y Antonius a Naphta.» (Cf. A. Moi-
roux, Eques a Clementia, Histoire du Régime Rectifié en France, 1956). El
Concordato de 1779 entre el Gran Priorato de Helvetia y la Vª Provincia,
evocado por André Moiroux, refrendado por Jean de Turckheim por parte
de la Vª Provincia y Diethelm Lavater (1743-1826), Eq. ab Aesculapio, por
parte del G.P.I.H. dice esto: «1º) La Prefectura de Zurich, y la Encomienda
de Basilea, …reconocidas como Prefecturas regulares y legales de la E.O.
de la Vª Provincia, en nombre del Maestro Provincial y de otros Capítulos
de Borgoña, son exhortados a reunirse de inmediato en presencia del co-
misario del + Provincial, para formar el Priorato Helvético independiente,
conforme a los cambios en la matrícula del Convento Nacional de Lyon y
para concurrir con sus representantes a la administración regular de Bor-
goña.» (F. Johannis a Flumine Comis. Burgundiae / Diethelmus ab Escula-
pio S.O.E. y Prior magnum in Helvetia).
143 H. Gérolami de Rocca Serra, op. cit., (2ª edición 2011), págs. 185-189).

. 125 .
Capítulo Provincial en el seno del cual fue elegido como Pre-
fecto en 1841, Cesar-Auguste Pernod (1800-1874), Eq. a Cla-
ritate, y como Gran Prior, Charles Marchand, Eq. a Nubibus.
La Prefectura será reconocida por el Gran Oriente el 13 de
agosto de 1842, pero de nuevo, en el clima político de la Res-
tauración, muy poco abierto a las ideas de la francmasone-
ría144, añadiéndole una desconfianza cada vez mayor por
parte de los mismos Masones respecto a los grados caballe-
rescos del Régimen marcados por un nítido cristianismo, ha-
rá que la práctica del Rito no sea siempre fácil. No obstante,
las relaciones de Besançon serán efectivamente estrechas con
la Prefectura de Ginebra de la que algunos de sus miembros
provenían de la logia Sincerité et Parfaite Union. Esta logia,
cuyos efectivos no le permitían continuar sus trabajos, se
reunió con la Constante Amitié el 26 de julio de 1845, convir-
tiéndose en la Sincerité, Parfaite Union et Constante Amitié
Réunies. En 1860, el Venerable Maestro de la Logia Les Amis
Fidèles de Ginebra, escribía no obstante al Prefecto Pernod
una expresiva carta de felicitación, reconociéndole «haber
hecho después de 20 años de la Logia de Besançon un bri-

144La Iglesia, con sus declaraciones pontificales de principios del siglo XIX,
discurso apoyado a su vez por el clero y la corriente contra revolucionaria,
reafirmó con fuerza las antiguas condenas al encuentro de la francmasone-
ría promulgadas en el siglo XVIII por Clemente XII, In Eminenti Apostola-
tus Specula (28 de abril de 1738) y Benedicto XIV, Providas Romanorum
(18 de mayo de 1751). Así, Pio VII, en Ecclesiam a Jesu Christo (13 de sep-
tiembre de 1821), León XII, con Quo Graviora (13 de marzo de 1826), Pio
VIII, y Traditi Humiliati (24 de mayo de 1829), a las que siguieron las de
Gregorio XVI y Mirari Vos (15 de agosto de 1832), los anatemas respecto a
la francmasonería fueron de nuevo reiterados con firmeza extraordinaria,
firmeza tanto más recrudecida al tenerse a las sociedades secretas por res-
ponsables de la Revolución y de los ataques sufridos por la Iglesia, en par-
ticular la pérdida de los Estados Pontificios, (las tropas del Directorio en-
traron en Roma el 6 de febrero de 1798 para desalojar a Pio VI y establecer
la República), Estados restaurados en junio de 1800 para ser de nuevo in-
vadidos en 1808, anexionados al Imperio el 17 de mayo de 1809 en virtud
del decreto de Schönbrunn, y restablecidos únicamente en 1815 por Pio VII
por decisión del Congreso de Viena.

. 126 .
llante asilo para el Rito Rectificado.»145 Se puede encontrar
todavía en los archivos de la S.P.U.C.A.R., una Convocatoria
de la Logia de «Rito Francés Escocés y Rectificado» con fe-
cha 10 de marzo de 1869.
Por tanto, si bien pueden señalarse algunos rastros de acti-
vidad del Rectificado hasta 1880-1890, el Rito al parecer fue
apagándose lentamente en Besançon, antes de desaparecer.
Esto puede explicarse, por el hecho que después de la muer-
te del Prefecto Pernod, en 1874, las relaciones entre Besançon
y el G.P.I.H. cesaron, reforzado todo ello por el distancia-
miento producido posteriormente al año 1877146, y al en-
friamiento de los lazos entre el Gran Oriente de Francia y la
Gran Logia Suiza Alpina, fundada en 1844 y que abrigaba en
su seno las Logias vinculadas al G.P.I.H., en particular la
Prefectura de Ginebra depositaria de los poderes de la IIª
Provincia y de los archivos de Borgoña147.
En consecuencia, es preciso admitir a la vista de la historia,
que a partir del último cuarto del siglo XIX y por razón de
su extinción en Francia, el Régimen Escocés Rectificado sub-
sistirá gracias al Gran Priorato de Helvetia, ya depositario
desde 1828 de los poderes de la Vª Provincia, pero que iba a
ver como en 1830 se le confiaba —carga extremadamente

145 Cf. Notice historique sur la R.L. de Saint Jean Sincérité, Parfaite Union et
Constante Amitié Réunies, fondée le 5 décembre 1764, op. cit.
146 Con motivo de la Asamblea General de 1877, el Gran Oriente de Fran-

cia, suprimirá del artículo 1º de su Constitución, la obligación de la creen-


cia en Dios y la inmortalidad del alma, y afirmará la libertad absoluta de
consciencia, decisión que llevó, a partir de 1882 por razón de una revisión
de los rituales definitivamente cumplida en 1887, de la desaparición de la
fórmula «A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo» de todo documen-
to oficial.
147 La Prefectura de Ginebra, que hasta la fundación de la Encomienda de

Neuchâtel, es decir durante 25 años, será la única Prefectura del Régimen,


anunciaba los 15 y 16 de mayo de 1887 al Gran Maestro de la Alpina, ser:
«1) La Autoridad a quien dirigirse para encontrar los documentos necesa-
rios para la constitución de toda Logia deseosa de trabajar bajo este Rito.
2) El depositario de los rituales y archivos del sistema Masónico Escocés y
Rectificado en Helvetia.»

. 127 .
importante—, la responsabilidad de mantener la memoria y
sobre todo la continuidad de la Orden.
D) LA CONSERVACIÓN HELVÉTICA DE LA ORDEN

Willermoz habiéndose apagado el 29 de mayo de 1824 dejó


en la persona de Joseph Antoine Pont (+1838), Eq. a Ponte
Alto, todos sus archivos y sobre todo el cuidado de hacer
sobrevivir la transmisión de la Orden. Tratándose de esta
noción de Orden, que cualifica y distingue el Régimen, con-
firiéndole a la vez una particularidad única, Willermoz tomó
todas sus disposiciones, sintiendo la posibilidad de la gran
amenaza de ver desaparecer la substancia misma de su sis-
tema, a fin de preservar el depósito de la transmisión.
¿Cuál es la naturaleza de ésta transmisión que cualifica el
Régimen Rectificado desde el punto de vista iniciático? Ella
es tocante a la esencia de la Orden puesto que se trata de la
naturaleza misma de la doctrina que los Caballeros Bienhe-
chores de la Ciudad Santa tienen por deber conservar y
transmitir a fin de que nutra y fundamente la vida del Ré-
gimen a través de sus grados, Régimen administrado según
los Códigos, uno destinado a la clase masónica y el otro rela-
tivo a la clase Caballeresca, decretados en el Convento de las
Galias de 1778.
Ahora bien, ésta idea que fue la que siempre tuvo Willer-
moz, necesita sin embargo, si ella quiere encarnarse, que el
Régimen pueda funcionar precisamente como un Régimen,
y en el siglo XIX el único lugar donde el Régimen estará to-
davía en actividad será en Suiza; o más exactamente, en la
Prefectura de Ginebra que es en lo que consistía el Gran
Priorato Independiente de Helvetia, puesto que la Prefectura
de Basilea y luego la de Zurich en 1885 cesaron sus trabajos,
llevando a que, en 1887, la Prefectura de Ginebra quedara
como única instancia depositaria de los Rituales y archivos
del sistema masónico Escocés y Rectificado en Helvetia. De
este hecho y por la fuerza de las cosas, Ginebra, con la Logia
la Union des Coeurs fundada en 1769 y rectificada en 1810,

. 128 .
quedará como el único Directorio del Régimen que haya so-
brevivido148.
Es aquí que la carta del Hermano Louis de Raymond
(Raimond), Gran Profeso, escrita el 30 de julio de 1825 al
príncipe Christian de Hesse-Darmstadt, juega un papel im-
portante en la comprensión del asunto que nos ocupa. Vea-
mos lo que escribía:
Hace un año que perdimos a nuestro patriarca ab Eremo
[Willermoz]. Dejó todos sus manuscritos y todos los de la
Orden al señor Joseph Antoine Pont, negociante de Lyon (in
ordine a Ponte Alto). Es con él que hay que tratar para lo re-
lativo a las cosas de la Orden y si el Serenísimo Gran Maes-
tro a Leone resurgente [Charles de Hesse-Cassel]149 tiene al-

148 Ginebra, habiendo quedado convertida en cantón suizo tras la caída de


Napoleón, la Union des Coeurs, Logia creada el 7 de febrero de 1768, pasada
posteriormente al Rectificado gracias al Gran Canciller Provincial de Borgo-
ña, el H. Raymond, el 23 de agosto de 1811, y que como continuación a la en-
trada de Ginebra en el seno de la Confederación Suiza, fue puesta el 27 de
octubre de 1815 bajo los auspicios del Gran Directorio Escocés Rectificado de
Helvetia con sede en Basilea, obtendrá de este las cartas patentes en diciem-
bre de 1816. El Gran Prior Peter Burckhardt (1810-1817), fallecido el 24 de
marzo de 1817, será su sucesor, Hans Caspar Ott de Zurich (+ 1820), quien
entregará la autorización a Louis de Raymond para proceder a la instalación
de la Union des Coeurs como tercera Prefectura del Gran Priorato Indepen-
diente de Helvetia, el 20 de noviembre de 1817. El 16 de agosto de 1818, el
Directorio emitía por otra parte una circular anunciando que el príncipe
Charles de Hesse-Kassel era el Gran Maestro General de la Orden.
149 En el mes de agosto de 1817, tuvo lugar un segundo convento en

Wilhelmsbad al que asistieron el Príncipe Charles de Hesse y Jean de Tur-


ckheim, Lasson, miembro del Directorio General, el Landgrave Christian
de Hesse, el Mayor de Meier, y los Hermanos Liebler y Molitor, de las Lo-
gias de Mayence y Frankfurt. Si no se pudo lograr, por razones políticas,
que el Régimen reconociese en todas sus Provincias, particularmente las
francesas, a Charles de Hesse-Cassel como Gran Maestro General, no obs-
tante se tomaron ciertas decisiones. En efecto, Turckheim, el 24 de sep-
tiembre, escribía al Landgrave que fue «preparado en Ginebra un estable-
cimiento de nueve Grandes Profesos», más tarde, el 1º de marzo de 1818,
evocaba la futura creación de un Colegio de Grandes Profesos en
Darmstadt y en Frankfurt, escribiendo el 2 de marzo a Diethelm Lavater
que se había puesto de acuerdo con Salzmann para fundar en Zurich un
depósito central donde serían reunidos los conocimientos de los Grandes

. 129 .
gunas cuestiones a plantear, es a él a quien puede dirigirlas.
Las Provincias francesas se encuentran en verdadera nuli-
dad y según lo que me escribió hace ahora algunos meses el
H. a Ponte Alto, al parecer se encuentra muy dispuesto a
comunicar a los Jefes si se lo piden, el depósito que le fue
confiado.
El depósito confiado por Willermoz a Joseph-Antoine
Pont, del que habla el Hermano Raymond, no era otro en
efecto que los poderes y archivos de la IIª Provincia relativos
al Colegio metropolitano que rige, en su parte científica, to-
do el Régimen Rectificado. Y de la transmisión de este depó-
sito dependía la continuidad estructural, orgánica e iniciáti-
ca de la Orden. Es lo que recuerda un Hermano comisionado
a ese efecto, bajo el seudónimo de Maharba, en un artículo
publicado en 1969:
La Grande Profesión, al mismo tiempo que la Profesión de
los Colegios metropolitanos, se instituyó cuando fue creada
la Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa,
en el Convento nacional de las Galias que tuvo lugar en
Lyon en 1778. En el Convento de Wilhelmsbad, dejó de exis-
tir oficialmente. De hecho, bastó con medio siglo para abolir-
la, salvo algunas excepciones individuales. Así, el 29 de ma-
yo de 1830, Joseph-Antoine Pont, Eques a Ponte alto, y se-
gún sus propias palabras, "Visitador general depositario de
confianza del difunto ab Eremo, el cual era depositario ge-
neral y archivero de la IIª provincia, convertido después de
su muerte en el único depositario legal del Colegio metropo-
litano establecido en Lyon"; constatando "la inactividad y la
suspensión indefinida de los trabajos de dicho Colegio me-
tropolitano"; considerando que resulta ser "el único gran
dignatario de la Orden que subsiste de dicho Colegio y que
es tan importante como urgente el proveer el levantamiento
de un colegio"; vistos los artículos 22, 23, 24 y 25 de los Esta-
tutos y reglamentos de la Orden de los Grandes Profesos
que prevén un caso de esta naturaleza y evitan el peligro de

Profesos, todo ello, evidentemente con el objetivo de asegurar la preserva-


ción de la Orden. (Cf. Eques a Quaestione studiosa, op. cit, pág. 24).

. 130 .
extinción; otorga una carta para la constitución del Colegio y
Capítulo provincial de los Grandes Profesos en Ginebra.
Suiza, donde el R.E.R. y la Orden de los Caballeros Bienhe-
chores de la Ciudad Santa continuarán cobijándose hasta
nuestros días, se convertía también en conservadora de la
Grande Profesión.150
Y todo esto es perfectamente exacto como lo muestran los
términos del correo enviado por Joseph-Antoine Pont, Visita-
dor general de la IIª Provincia, el 29 de mayo de 1830 a Gine-
bra, en conformidad a una decisión prefectoral de fecha 2 de
marzo de 1830, que comienza su misiva con estos términos:
Muy queridos hermanos Caballeros y Grandes Profesos de
Ginebra!
Nos, cedemos a vuestros deseos y a nuestra convicción en-
viándoos las legislaciones y autorizaciones necesarias a la
regularidad y la extensión de vuestros trabajos.
La carta estaba acompañada de la declaración siguiente:
Nos, abajo firmante, Visitador general depositario de con-
fianza de ab Eremo a la sazón depositario general y archivis-
ta de la IIª Provincia, convertido después de su muerte en
único depositario legal del Colegio metropolitano estableci-
do en Lyon,
Vista la falta de actividad y suspensión indefinida de los
trabajos de dicho Colegio metropolitano;
Considerando que nos encontramos como único dignata-
rio de la Orden sobreviviente de dicho Colegio y que es tan
importante como urgente subvenir a la erección de un Cole-

150 Maharba, A propos du Régime Écossais Rectifié et de la Grande Profes-

sion, revista Le Symbolisme, nº 391, octubre-diciembre 1969, págs. 63-67. Si


bien no nos corresponde revelar quien era el autor, esclarecido e instruido
donde los haya, que firma bajo el seudónimo de Maharba, comisionado a
ese efecto, el artículo publicado en 1969 en la revista Le Symbolisme, resta-
bleciendo finalmente toda la verdad sobre la continuidad de la clase no os-
tensible de la Gran Profesión, creemos sin embargo provechoso señalar,
contrariamente a lo que ciertos autores han afirmado y publicado un poco
a la ligera, que no se trata en ningún caso de Jean Saunier (1939-1992) Eq. a
Monte Carmelo.

. 131 .
gio que provisoriamente, pueda proceder regularmente y
actuar como Capítulo provincial;
Vistos los artículos 22, 23, 24 y 25 de los Estatutos y regla-
mentos de la Orden de los Grandes Profesos;
Hemos creído deber autorizar y autorizamos provisoriamen-
te, y hasta legal revocación, los Trabajos Capitulares de los
Hermanos Grandes Profesos de la Prefectura de Ginebra (a
Scalpello, a Salute, a Gladio et manu, a Justitia, a Crescente – in
saeculo: Peschier, Moulinié, Aubanel, Lombard, y Peschier) a
constituirse en Colegio regular y Capítulo Provincial y a pro-
ceder a todos los actos resultantes de ésta calidad, conformán-
dose a los Estatutos y reglamentos de la Orden de los que son
depositarios y han prometido observar.
En fe de lo cual hemos dado la presente Patente o autori-
zación provisional, en la firme confianza que será provecho-
sa a nuestros susodichos Hermanos y a aquellos otros que
su prudencia y celo permita se les unan, cuando crean en-
contrar la ocasión favorable.
Lyon, el 29 de mayo de 1830.
Josephus a Ponte Alto
In saeculo Joseph-Antoine Pont151
Esta Patente conferida a título provisional en razón de cir-
cunstancias excepcionales, dando todos los poderes que
permitían proceder a las actuaciones necesarias en confor-
midad con los Estatutos y Reglamentos de la Orden a título
de Capítulo Provincial de la IIª Provincia de Auvernia de la
que devenían los solos depositarios, hacía de los Hermanos
de Ginebra, erigiéndolos en Capítulo Provincial, los únicos
conservadores del Régimen, lo que continuarían siendo has-
ta el restablecimiento completo de la Orden en Francia en
marzo de 1935152.

151Cf. Eques a Quaestione studiosa, op. cit. págs. 27-28.


152Después del envío de esta carta Patente autorizando a los HH. de la
Union des Coeurs a constituirse en Capítulo Provincial depositario de la IIª
Provincia, hubo diversas idas y venidas entre Joseph Pont y Ginebra con el
fin de precisar la manera en que debía desarrollarse la transmisión de los
archivos y documentos de Lyon. El 30 de noviembre de 1832, Charles-
Gaspard Peschier, enviaba una carta a Pont en la que aportaba las preci-

. 132 .
siones siguientes, el 4 de diciembre: «…para evitar todo equívoco, voy a
recordárosla por entero. La Prefectura de Lyon no existe de facto; no existe
en este momento en Francia ninguna Prefectura; los Archivos, registros y
papeles secretos de estas Prefecturas, van a caer en pocos años en manos,
que no tienen ningún derecho a poseerlos, y ser entregados a hh. sin nin-
guna aptitud para conocerlos, puesto que no habrán sido recibidos Caba-
lleros. Lo que considerándolo, la Prefectura de Ginebra, gozando única-
mente (en lengua francesa) de existencia legal, y habiendo estado desde su
formación en constante actividad, propone recibirlos en sus Archivos a tí-
tulo de puro depósito y conservación legal, contra reconocimiento de dicho
depósito en buena y debida forma, los Archivos, Registros, títulos y pape-
les de la Pref. de Lyon, en tanto que ellos conciernen a la Orden. (…) Es
pues este traslado que he tenido el favor de demandaros oficialmente el
año pasado, y por el que habéis deseado la autorización del L.G. de la Or-
den. Esta autorización el Príncipe la ha dado.» Pont, que respondió el 8 de
diciembre de 1832 mediante una carta en la que exponía su compleja rela-
ción con la francmasonería y su difícil recorrido personal, tuvo informado
al sobrino de Willermoz de las gestiones que llevaba a cabo con Ginebra y
recibió su pleno consentimiento. Ginebra, por su parte, informó en Alema-
nia a Charles de Hesse-Cassel de las discusiones quien dio igualmente su
acuerdo el 12 de septiembre de 1833. Finalmente, el 23 de octubre de 1833,
Peschier, propuso que el Serenísimo Gran Maestro redactara un acta ha-
ciendo figurar los puntos siguientes:
«Considerando, que los Archivos de los establecimientos superiores (Prefec-
turas, Directorios) del régimen rectificado no deben quedar expuestos a pe-
recer, o incluso a sufrir, al quedarse en poder de un hermano, después del
cese de los trabajos de sus establecimientos, pudiendo dicho hermano no te-
ner ningún heredero directo o indirecto, perteneciente a la Orden, lo que ha-
ría que dichos archivos corrieran el riesgo de caer en manos profanas.
Considerando, que no existen más establecimientos superiores en la Sede
de Lyon, que poseyó antaño 1º. un convento nacional, 2º. un Priorato, 3º.
una Prefectura y que las piezas de archivo, compendios, registros, estatu-
tos, rituales, deben encontrarse ahora fuera de uso, y de utilidad entre las
manos de un solo depositario.
Considerando que la transmisión natural y legal de tales archivos debe ha-
cerse del lugar donde ha dejado de existir administración superior, a aquel
otro, que tiene plena actividad y bajo la forma de depósito puro y simple.
Considerando, que existe en Ginebra un establecimiento prefectoral en
plena actividad, el cual hoy por hoy, es el único en lengua francesa y en
posesión de archivos debidamente custodiados y conservados por un can-
ciller legalmente nombrado y reconocido.
Considerando, que existe orden y legalidad para que los archivos de la
Prefectura de Ginebra reciban y obtengan en depósito, a título antes citado,
los archivos de en lo sucesivo Establecimientos superiores de Lyon.

. 133 .
Un acontecimiento significativo viene a mostrarnos, por si
fuere necesario, donde se encontraba para los Hermanos de
la Orden la fuente indiscutible de la legitimidad rectificada
en el siglo XIX, acontecimiento poco señalado, incluso igno-
rado por los historiadores y que permitirá comprender de
inmediato cuanto exponemos desde un punto de vista de las
fuentes de la autoridad iniciática del Régimen Rectificado
puesto que tienen que ver con un establecimiento altamente
simbólico en la historia de su despertar. En efecto, cuando el
21 de julio de 1832, Ferdinand Gastebois, Pasado Maestro
del Centre des Amis quiso entrar en contacto con una auto-
ridad del Régimen Escocés Rectificado con el fin de recons-
truir el Directorio de Neustria ¿a quién se dirigió? ¿Al Gran
Directorio de Ritos del Gran Oriente de Francia? En absolu-
to. Luego entonces ¿a quién se dirigió? La respuesta es sim-
ple: Ginebra, ¿por qué?
El mismo lo explica así en su carta a Charles-Gaspard Pes-
chier (1782-1853), Eq. a Scalpelo, Venerable Maestro de la
Union des Coeurs:
A pesar de la Superioridad de nuestro Rito, sobre aquellos
que se practican en Francia, éste ha contado siempre con
bien pocas Logias que lo siguiesen y en este momento no
conozca otra si no la nuestra. Juzgad vos mismo, Venerable
Maestro, si no debemos sentirnos dichosos por vuestra fra-
ternal apertura. Yo os soy garante de su aceptación, y de
nuestro cuidado por alimentar el fuego sagrado del que re-
nace el Fénix. Nuestra R.L. ha recibido sus cartas de rectifi-
cación del Directorio de Lyon, bajo la Gran Maestría del
M.R.H. Cambacéres Gran Canciller del Imperio que ha res-

Nos, el Serenísimo Gran Maestro … autorizamos y prescribimos si fuere


necesario la susodicha transmisión de archivos de Lyon a Ginebra para
que permanezcan depositados hasta el día —plazca al Gran Arquitecto que
sea próximo— en que un Establecimiento superior se forme en Lyon, y éste
vuelva a pedir por vía legal la restitución de dicho depósito. Para la ejecu-
ción de dicha transmisión nombramos al Rev. h. a Ponte Alto, por una par-
te como representante de la provincia y Prefectura de Lyon, y de la otra, al
Rev. H. Carolus a Scalpello,» (Cf. Eques a Quaestione studiosa, op. cit.
págs.. 34-35).

. 134 .
tablecido en el Oriente de París, la Logia Escocesa y la Re-
gencia, y después de ello el Gran Directorio Nacional de
Francia cuyos miembros no se habían reunido desde 1814.
Las Logias que existían en Lyon, Estrasburgo, Besançon,
Champlitte están inactivas hoy y demolidas quizás por la
dispersión, o la defunción de sus miembros, lo que nos lleva a
creer que la L. del Centre des Amis es la única en Francia
donde el Régimen subsiste todavía. Pero vos lo sabéis, V.M.,
basta con una chispa para que el fuego sagrado se reanime.153
¿Qué hizo entonces Ginebra?
En marzo de 1839, después de haber respetado las moda-
lidades de una posible redificación según las leyes de la Or-
den, el Capítulo Provincial de Ginebra entregaba el docu-
mento siguiente al Centre des Amis por mediación del Her-
mano Christophe Aubanel, Prefecto de Ginebra:
Nosotros, los abajo firmantes, componiendo el Capítulo Provin-
cial nombrado y constituido por la Patente provisional que nos
fue entregada con fecha 29 de mayo de 1830, por el Reverendo
Visitador general Josephus a Ponte Alto, único Gran dignatario
de la Orden, y representando a su persona —actualmente difun-
ta— el Capítulo Provincial de la IIª Provincia, dicha de Auver-
nia. En virtud de los poderes conferidos por dicha Patente, he-
mos nombrado, como así mismo nombramos al Reverendo
Caballero a Gladio et Manu, (Depositario general de la Provin-
cia), como nuestro Representante para, conforme a los Estatu-
tos y Reglamentos generales de la Orden, proceder, en París, a
la creación e investidura de Reverendos Caballeros, y si hubie-
ra lugar, a la formación e instalación de un Capítulo Prefecto-
ral, al que, a la vista y después del informe de nuestro Repre-
sentante, nos reservamos otorgarle cartas constitutivas, des-
pués que todas dos formalidades hayan sido cumplidas, y que
el cuadro de este Capítulo ofrezca, tanto por los grados como
por las cualidades de sus miembros, las garantías que la Orden,
en general, tiene derecho a esperar de los Caballeros y Novicios
creados e instalados por nosotros.

153 In Notes à propos du Rite Écossais Rectifié, op. cit., pág. 35.

. 135 .
Encargamos así mismo al Caballero a Gladio et Manu, el
hacerse ayudar y asistir según su prudencia, por aquel Ca-
ballero que juzgue oportuno, o por aquel Novicio que pre-
viamente haya armado Caballero.
Rogando a Dios todopoderoso y a nuestro divino Salvador
asistan a nuestro Reverendo Caballero a Gladio et Manu en
todas sus operaciones por lo que ellas visan a su mayor glo-
ria, a la edificación de la Santa Orden, y a la instrucción del
pueblo de Cristo.
Hecho en Ginebra, Sede del Capítulo Provincial el 25 de
marzo de 1839.
Car. Eq. a Scalpelo
Canciller Prefectoral General, Stephanus Eq. a crescente
h. Ab ardore
Jobs Gon a Justitia
154
A Libro Sancto .
Como sabemos, el 27 de mayo de 1839, Aubanel, después
de haber armado en París a los Hermanos Escuderos Novi-
cios del Centre des Amis, estos últimos formaron, gracias a
la Patente de Ginebra, la nueva Prefectura constituida en Pa-
ris el 1º de octubre de 1839 e instalada el 12 de enero de
1840. Incluso si ese despertar fue efímero, sabiendo que el
Directorio de Neustria se apagaría definitivamente en 1843,
es del todo instructivo, tanto en su forma como en su conte-
nido, de lo que se producirá algunos años después, un siglo
más tarde, a título idéntico con el Capítulo Provincial repre-
sentando al Capítulo Provincial de la IIª Provincia, nombra-
do y constituido por la Patente provisional entregada en Gi-
nebra el 29 de mayo de 1830 por Joseph-Antoine Pont, cuan-
do el restablecimiento del Gran Priorato de las Galias el 23
de marzo de 1935.

154 Ibid. pág. 36.

. 136 .
Sello del Gran Priorato de Helvetia
In «Grand Prieuré Indépendant d’Helvétie, Régime Écossais Rectifié
C. Montchal, Or. de Ginebra, 1911.

. 137 .
2ª Parte

Del despertar en el siglo XX


hasta nuestros días

. 138 .
I. RESTABLECIMIENTO EN
FRANCIA DEL RÉGIMEN
ESCOCÉS RECTIFICADO (1910)

El Régimen Escocés Rectificado, después de su depósito


conservatorio en Suiza, hizo su retorno a Francia, precisa-
mente el 11 de junio de 1910, con ocasión de la recepción
como C.B.C.S., de tres Hermanos del Gran Oriente de Fran-
cia deseosos de redescubrir el Rito: Camille Savoir (1869-
1951)155, Édouard de Ribaucourt (1865-1936) y Gustave Bas-

155 Camille Savoire, Eques a Fortitudine, cuyo papel en la creación del Gran

Priorato de las Galias fue esencial, nació el 6 de julio de 1869. Iniciado, 23


años más tarde, el 14 de octubre de 1892 en una Logia de la Gran Logia
Simbólica Escocesa, creada a su vez en 1880 y que será el embrión de la
Gran Logia de Francia. Dejará esta Gran Logia al cabo de un año, para in-
gresar en el Gran Oriente de Francia. En 1913 entra a formar parte del Gran
Colegio de Ritos donde llega a ser Gran Comendador en 1923 y ello duran-
te 12 años, hasta 1935. Médico especialista en la tuberculosis, Camille Sa-
voire, viajaba mucho por Europa con motivo de los congresos médicos, y
aprovechó para establecer numerosos contactos con masones extranjeros y
lazos con distintas Obediencias en Europa. Grado 33º del R.E.A.A., Savoire
será armado Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa el 11 de junio de
1910, tomando por nombre de orden Eques a Fortitudine. Savoire entró en
contacto con el Gran Priorato de Helvetia buscando establecer contacto con
Obediencias extranjeras, afiliándose a una estructura amiga del Gran
Oriente pero no condenada al ostracismo por su rechazo a la referencia al

. 139 .
tard, recepción efectuada por el Gran Prior del Gran Priorato
de Helvetia (G.P.I.H.), Charles Montchal (1855-1928), que
ejerció el cargo de Gran Prior del G.P.I.H. de 1909 a 1919156.

Gran Arquitecto del Universo, como él mismo expone: «Necesitaba para


esto obtener la afiliación a una Obediencia que estuviera a la vez en rela-
ción regular con el Gran Oriente y las diversas Obediencias mundiales, sin
exceptuar aquellas que habían tildado de ostracismo al G.O., lo que hacia
particularmente difícil la realización de mi proyecto. Con ese objetivo, por
mediación de mi bien querido amigo y H. Édouard de Ribaucourt, me di-
rigí a su compatriota y amigo de la infancia, el llorado H. Quartier-La-
Tente [Edouard Quartier-La-Tente (1855-1925), pastor, profesor de teolo-
gía, fue el Gran Maestro de la Gran Logia Suiza Alpina, de 1900 a 1905, di-
rigió la Oficina Internacional de Relaciones Masónicas antes de convertirse
en el primer canciller de la Asociación Masónica Internacional ( la A.M.I.),
fundada en 1921], Masón erudito, fundador del Bureau Internacional de
relaciones masónicas. Este excelente H. nos designó inmediatamente al
Gran Priorato de Helvetia, última Obediencia de la más antigua Masone-
ría, comprendiendo en su Directorio, heredero por vía de extinciones suce-
sivas de los antiguos Directorios franceses practicantes del Rito rectificado
y agregados sucesivamente al Gran Oriente de Francia por tratados con-
cluidos en 1776, 1781 y finalmente en 1811 y 1841, y de los que el Gran
Priorato de Helvetia tenía recibidos los poderes, archivos y herencia desde
1828, cuando la puesta en sueños del Directorio de Besançon que los tenía
de Estrasburgo, y en 1841 por el Directorio de Neustria. Estos diversos tra-
tados, jamás denunciados, conservaban fuerza y vigor. Fue en virtud de es-
tos tratados que juntamente con Ribaucourt y Bastard, devine por equiva-
lencia con el grado 33º que poseo en el G.O. de Francia, Caballero Bienhe-
chor de la Ciudad Santa, grado supremo del Rito Rectificado, bajo el nom-
bre de Eques a Fortitudine, con la divisa: «Pro Patria per Scientiam» y, en
virtud de un tratado firmado entre el Gran Directorio Rectificado y el Su-
premo Consejo de Suiza, fui matriculado ipso-facto en calidad de grado 33º
en el libro de oro de este Supremo Consejo.» A señalar que Daniel Fon-
taine, en los Cahiers Verts nº 6 (Le Martinisme Russe du XVIIIè siècle à nos
jours, 1981, págs. 9-28), indica que Camille Savoire, fue miembro del Capí-
tulo Martinista San Andrés Apostol nº 2, fundado después de 1921 por
Serge Marcotoune.
156 Antes que los franceses, conviene señalar que fueron armados C.B.C.S.,

en primer lugar y en 1901, el Dr. Édouard Blitz (1860-1915), que viviendo


en los Estados Unidos, había recibido una Patente autorizándole a crear es-
tablecimientos rectificados (el 20 de junio de 1894, Blitz fue iniciado en el
seno de la Orden Martinista por Papus [1865-1916] que le concedió todos
los poderes para instalarlos y desarrollarlos en Estados Unidos de América
en tanto que Soberano Delegado Nacional del Supremo Consejo Martinista

. 140 .
Esta recepción, aunque mejor deberíamos decir aquí «ar-
mamento», ya que se trata exactamente de esto, realizado
por equivalencia con los últimos grados (30º al 33º) del Rito
Escocés Antiguo y Aceptado (R.E.A.A.), se correspondería
igualmente con la fundación por parte del G.P.I.H. de una
Encomienda del Rito Escocés Rectificado en París, depen-
diente de la Prefectura de Ginebra, previendo el Directorio
de Ginebra, que si las cosas se desarrollaban según los pre-
visto en el futuro, despertar en un plazo de tiempo no defi-
nido el Directorio de Neustria, de acuerdo a la fórmula em-
pleada: «cuando la Prefectura a venir cumpla las exigencias
del Código», prometiendo devolver a este Directorio todos
sus poderes constitutivos, incluyendo la de fundar Logias en
los tres primeros Grados157 .
Las Cartas patentes redactadas en esta ocasión por el
G.P.I.H. fijaban el marco de este primer despertar, estipu-
lando el ámbito de competencia de la Encomienda constitui-
da, dejando entrever la creación futura de una Prefectura de
París que tendría por vocación trabajar bajo los auspicios del
Directorio Escocés de Helvetia de acuerdo a las exigencias
del Código General de 1778:
Nos, autorizamos esta encomienda a recibir Escuderos o
Novicios. Pero como dice el art. 9 (del Código General de los

de París), más tarde, en 1903, un inglés, Arthur Edward Waite (1857-1942),


se vio también beneficiado con los poderes necesarios para constituir la
Orden en Inglaterra. De igual modo, un Hermano belga, Gustave Smets-
Mondez (1861-1938), fue recibido Maestro Escocés de San Andrés, el 4 de
noviembre de 1911, y armado C.B.C.S. el 29 de marzo de 1912, este her-
mano constituyó una Logia rectificada, Pax et Concordia, en Genval el 30
de octubre de 1913, Logia no reconocida por el Gran Oriente de Bélgica y
que nunca llegó a desarrollarse, extinguiéndose con aquel que había sido
su fundador cuando su retorno al Oriente eterno.
157 Recordemos, lo que deja entender que la intención de 1910 llevaba en

germen la edificación futura del Gran Priorato de las Galias, que en el mar-
co del Régimen Escocés Rectificado, la expresión «Directorio» se corres-
ponde al título «ostensible» de los Prioratos (Código de los CBCS, Título
VII, art. 3) y que es preciso de un mínimo de dos Prefecturas para estable-
cer un Priorato (Título III: Composición de la Orden en general).

. 141 .
Reglamentos de la Orden de los Caballeros Bienhechores de
la Ciudad Santa) que no permite armar Caballeros, quedan-
do ese derecho reservado únicamente a los capítulos prefec-
torales, vistas las circunstancias, les conferimos esta prerro-
gativa, cada vez que sea necesario, por una delegación espe-
cial de nuestro Directorio. El Código Masónico de las Logias
reunidas y rectificadas de 1778, atribuyendo al Directorio
Escocés el derecho exclusivo para constituir por fundación,
despertar o rectificación Logias simbólicas en los cuatro
grados, el Dir. Esc. del Priorato de Helvetia delega igual-
mente dicho derecho a su o sus encomiendas de París,
cuando la oportunidad de ésta creación le haya sido demos-
trada. Desde el mismo momento en que las exigencias del
Código General hayan sido satisfechas, en particular las
enunciadas en el art. 6, capit. II del título ocho, el Capítulo
Prioral de Helvetia procederá a erigir una Prefectura en Pa-
rís. Esta Prefectura trabajará bajo los auspicios del Directorio
Esc. de Helvetia hasta el día en que las circunstancias permi-
tan despertar el antiguo Directorio provincial de Neustria y
devolverle todos sus poderes constitutivos, incluyendo, los
de fundar, despertar o rectificar todas las Logias de los tres
primeros grados, Logias de Maestros Escoceses, y Capítulos
de la Orden Interior.158
A su vuelta a París, los hermanos Savoire, Ribaucourt y
Bastard, dicidieron constituir, el 20 de junio de 1910, una
Logia azul, informando al Consejo de la Orden del G.O.D.F.
con fecha 18 de julio de dicha creación:
Tenemos el honor de poner en vuestro conocimiento que en
virtud de una Patente Constitutiva del 11 de junio de 1910,
otorgada por el Directorio del Régimen Escocés Rectificado
en Helvetia, hemos despertado al Oriente de París:
a) Una Logia de San Juan trabajando en el Rito Escocés
Rectificado, conformándonos a los Rituales de la Logia Rec-
tificada la Union des Coeurs de Ginebra;
b) Una Logia de Maestros Escoceses de San Andrés, que es

158 Cf. Pierre Noël, Le Rite Écossais Rectifié en France au XXe siècle, Ca-

hiers Villard de Honnecourt, nº 45, 2ª serie, 2001, págs. 120-121.

. 142 .
el 4º grado de nuestra Orden y se corresponde por conse-
cuencia de nuestras alianzas con las Potencias Masónicas y
en particular con el Sup. Cons. Esc. de Suiza con el grado 18º
del R. Esc. Antiguo y Aceptado.
Nuestra Orden ha sido antaño floreciente en Francia y es
conformándonos a los Tratados de Alianza contratados en-
tre nuestros Directorios Escoceses en Francia y el GODF el
31 de marzo de 1776, luego en 1778 en el Convento nacional
de las Galias y renovado en 1781, completado más adelante
el 14 de junio de 1811 (Pacto que el G.O. ha invocado en dis-
tintas ocasiones por lo que respecta a las Logias de su Rito
en Ginebra). Es pues conformándonos a todo esto que:
Nosotros, caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa del
régimen Escocés R. y Templario, 33º inscritos como tales en
el Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de
Suiza, miembros activos de la Masonería regular en Francia
y formando parte de sus Talleres superiores (GO y REAA):
Informamos del modo más fraternal al GODF de lo que ha
sido hecho, con el fin que las disposiciones del Tratado de
1811 nos sean fraternalmente aplicadas.
Los Derechos Masónicos relativos al despertar regular de
nuestras Logias están expuestos en nuestra Patente en
anexo, concernientes a la colación con los Altos Grados de
nuestra orden.
Unimos a nuestra Patente159 la copia del Tratado de Alian-
za del 9 de junio de 1910 entre el Sup. Consejo Escocés Anti-
guo y Aceptado de Suiza (Lausana) y el Directorio del Ré-
gimen Escocés rectificado en Helvetia (Ginebra). La lectura
de estos dos documentos os informará mejor que una simple
exposición de hechos.
Terminando nuestra exposición, reiteramos nuestra vincu-
lación con el GODF y nuestro deseo de caminar mano a
mano con él.
Muy respetuosamente…
El Prefecto delegado de la Orden, Dr. Camille Savoire,
CBCS, 33º

Ver Anexo VII: Cartas patentes entregadas por el G.P.I.H. à Ribaucourt,


159

Savoire y Bastard el 11 junio de 1910 (pág. 249).

. 143 .
El Comendador, Dr. E. de Ribaucourt, CBCS, 33º
El secretario, Paul Pottier
El 1er Vigilante: Dr. G. Bastard, CBCS, 33º160.
Por su parte, el Gran Prior del G.P.I.H., Charles Montchal,
en un correo del 6 de julio de 1910, informaba a Gaston Bou-
ley, (1855-1920), Presidente del Consejo de la Orden (1910-
1911) luego Gran Comendador del Gran Colegio de Ritos
(1911-1915), de la ceremonia del 11 de junio:
Hace ya algunos meses, nuestro común amigo, Édouard
Quartier-La-Tente me puso en relación con el H. de Ribau-
court. Resultó de ello una correspondencia cuya consecuen-
cia fue que el 11 de julio último, a solicitud de distintos
hermanos de los Valles de París, hemos recibido en el grado
supremo de nuestro Rito, el de Caballero Bienhechor de la
Ciudad santa, los M. Ilustres HH. de Ribaucourt, Savoire y
Bastard, dándoles toda libertad para fundar desde el presen-
te en París una Logia de San Andrés, y más adelante una
Prefectura de nuestra Orden. (…) Mi más ardiente deseo es
hoy que este despertar sea acompañado de un recrudecimien-
to de la amistad con el Gran Oriente de Francia y que noso-
tros, Priorato de Helvetia, seamos los artesanos del crecimien-
to de ésta unión entre HH. de distintos Orientes. Finalmente,
M.Q.H., quiero poner en vuestro conocimiento, que por carta
de fecha 12 de mayo, puse oficialmente a nuestros HH. y
aliados del Sup. Consejo para Suiza, al corriente de este des-
pertar de nuestro rito en Francia, invitándoles a la ceremonia
del 11 de junio que honoraron con su presencia161.
El Consejo de la Orden del G.O.D.F., visiblemente contra-
riado por esta iniciativa, respondió el 17 de septiembre de
1910 al G.P.I.H. diciendo que no reconocía las Logias esta-
blecidas en Francia por una Obediencia extranjera, solicitan-
do inmediatamente por otra parte a Camille Savoire y Ri-
baucourt, tuvieran a bien «retirarse, en los próximos ocho

160 Cf. Pierre Noël, Le Rite Écossais Rectifié en France au XXe siècle, op. cit.,
págs. 127-128.
161 Ibid. pág. 128.

. 144 .
días, de estos agrupamientos, so pena de ser declarados en
estado de irregularidad».
Los «rebelados», según expresión de Pierre Noël162 , Bas-
tard, Ribaucourt y Savoire, obedecieron a partir del 6 de oc-
tubre, respondiendo muy diplomáticamente, refiriéndose a
los acuerdos de 1811, en el Consejo de la Orden:
En respuesta a (vuestra plancha de 1º de octubre), os infor-
mamos que los talleres que supervisáis, al no haber recibido
la agregación constitutiva del GO prevista por el art. 7 del
tratado de 1811, no han podido todavía constituirse oficial-
mente. Quedamos a la espera en efecto de la decisión del
Consejo de la Orden para constituir nuestra Logia de San
Juan, bajo los auspicios del Gran Oriente en conformidad
con los tratados existentes163.
Pero Ribaucourt, en tanto que Comendador, persistió sin
embargo en su voluntad de participación en el despertar del
Centre des Amis y la abrió en Ginebra. Como Charles
Montchal quedó contrariado por la actitud del Consejo de la
Orden del G.O., el 29 de septiembre, casi a modo de desafío,
extendió los poderes acordados a Ribaucourt en tanto que
Comendador, y reconociéndole el derecho para crear Logias
en los cuatro grados simbólicos, aumentando incluso los de-
rechos otorgados en las Cartas patentes del 11 de junio de
1910:
El Gran Directorio Escocés en Helvetia, conforme al código
masónico de las Logias reunidas y rectificadas de 1778, que
atribuye a los Directorios Escoceses el derecho exclusivo de
constituir por fundación, despertar o rectificación Logias
simbólicas en los cuatro grados, conforme a las cartas paten-
tes entregadas a la primera encomienda, al Oriente de París,
el sábado 10 de junio de 1910.
Vistas las cartas del H. E. de Ribaucourt, Comendador de-
cide:
Delegar su derecho exclusivo de constituir en Francia Lo-

162 Ibid. pág. 129.


163 Ibid.

. 145 .
gias simbólicas de los cuatro grados (sean estas Logias azu-
les o Logias de San Andrés) a su Encomienda o Encomien-
das en París, y en particular al jefe que ellas han elegido en
la persona del M.R.H. Comendador in Ordine eques a
Raimboldi Curte, el profesor Dr. E. de Ribaucourt, CBCS,
diputado maestro y comendador.
Hecho en Ginebra, el 29 de septiembre de 1910164.

164 Ibid. págs. 130-131.

. 146 .
II. EL RITO ESCOCÉS RECTIFI-
CADO EN EL GRAN ORIENTE
DE FRANCIA

Para comprender mejor la situación, hay que tener presente


que los Hermanos Savoire, Ribaucourt y Bastard eran
miembros del Gran Oriente, Obediencia que pretendía con-
servar —de manera más teórica que real en aquella época en
que el Régimen se había extinguido después de largos dece-
nios en Francia—, el derecho a practicar el Rito Escocés Rec-
tificado en los grados simbólicos, apoyándose en una curio-
sa interpretación del Tratado de Unión de 1776, firmado en-
tre el G.O.D.F. y los Directorios Escoceses y modificado el 14
de junio de 1811, que precisaba por tanto que la creación de
Logias rectificadas sólo podía hacerse «bajo propuesta de los
Directorios», extremo este positivamente recordado por otra
parte en el Tratado modificado de 1811, diciendo que for-
man el «cuerpo del Régimen Rectificado en Francia»165.

«Bajo propuesta de los Directorios, cada uno en su territorio respectivo


165

determinado por los cuadros anejos al presente Tratado, el G.O. constituye


en los grados simbólicos las Logias del régimen rectificado. Les ha de ex-

. 147 .
El G.O.D.F. no podía pues, en virtud de este mismo Trata-
do, al margen del G.P.I.H. que quedaba como único Directo-
rio en actividad del Régimen —puesto que todos los Direc-
torios rectificados franceses habían cesado su actividad—,
para la práctica del Rito Escocés Rectificado en sus grados
simbólicos, por no mencionar que el Código Masónico de las
Logias reunidas y rectificadas de 1778, atribuía muy clara-
mente, la exclusividad a los Directorios Escoceses para cons-
tituir, fuere por fundación, despertar o rectificación, Logias
simbólicas de los cuatro grados, lo que estipulaban, con todo
derecho, las Cartas patentes otorgadas a la primera Enco-
mienda por parte del G.P.I.H. en el Oriente de París, el sá-
bado 10 de junio de 1910166.
No obstante en 1911, por razones surgidas tanto de una
voluntad de reconocimiento como por un deseo de normali-
zación y apaciguamiento de relaciones, habiéndose encon-

pedir cartas constitutivas. Estas cartas son transmitidas a los diversos Di-
rectorios, que en virtud de la delegación que el G.O. les hace desde el pre-
sente, proceden a la instalación, haciendo llegar acta de lo sucedido al
G.O.» (Art. VII)
166 Los reglamentos del Código Masónico de 1778, prevén que una Logia

azul está sometida a una Logia de San Andrés, y ésta sometida a una Pre-
fectura, que a su vez, depende de un Gran Priorato, principio reafirmado
por la Patente entregada por el G.P.I.H.: «El Código Masónico de las Lo-
gias reunidas y rectificadas de 1778, atribuyendo al Directorio Escocés el
derecho exclusivo para constituir por fundación, despertar o rectificación
Logias simbólicas en los cuatro grados, el Dir. Esc. del Priorato de Helvetia
delega igualmente dicho derecho, a su o sus encomiendas de París, cuando
la oportunidad de ésta creación le haya sido demostrada.» Esto en perfecta
conformidad con el Código de 1778: «Los Directorios Escoceses tienen el
derecho exclusivo de constituir cada una de las Logias de su distrito. (…)
Las Patentes de constitución son expedidas a petición de la gran Logia Es-
cocesa del departamento, en el caso de que haya una establecida, a nombre
del Gran Maestro nacional y del administrador del distrito, por el Directo-
rio Escocés y visadas por el Presidente de la gran Logia Escocesa. Son tam-
bién los Directorios Escoceses, quienes dan a las Logias las instrucciones,
grados, leyes y reglamentos de la Orden, al igual que los emblemas, símbo-
los y divisas para las Logias y para las cámaras de preparación.» (Cf. Códi-
go Masónico de las Logias Reunidas y Rectificadas, 1778, Capit. II «Sobre
los Directorios Escoceses»).

. 148 .
trado previamente Montchal y Bouley en Ginebra durante
las fiestas de Navidad y aparentemente reconciliado167, el 15
de abril, primero en París, y el 18 en Ginebra, fue firmado un
sorprendente Tratado entre el G.O.D.F., «Supremo Consejo
para Francia y las posesiones francesas», y el G.P.I.H., reco-
nociéndose las dos estructuras como «Potencias soberanas y
autónomas» en la práctica del R.E.R. en su propio territorio.
El Gran Priorato Independiente de Helvetia, volverá sobre
este mismo Tratado al cabo de poco más de dos años, el 29
de noviembre de 1913, para denunciarlo y romperlo, decla-
rando haber estado hecho sobre bases históricas inexistentes
y contestando el pretendido «Gran Directorio» del Gran
Oriente:
§ «Artículo 1: Las dos Potencias contratantes se reconocen
recíprocamente cada una como Gran Directorio, y como
única autoridad soberana del Régimen Escocés Rectifi-
cado, a saber: el Gran Oriente para Francia y las posesio-
nes francesas; el Gran Priorato Independiente de Helve-
tia para toda Suiza.
§ Solamente admiten como regulares, en Francia y en las
posesiones francesas, que Talleres constituidos por el
Gran Oriente de Francia; en Suiza, que Talleres erigidos
por el Gran Priorato Independiente de Helvetia.

167Savoire, describirá así el clima del rencuentro: «El H. Bouley, persi-


guiendo su objetivo de «aniquilar el nuevo agrupamiento masónico»,
aprovechando una Fiesta Solsticial de los Talleres del GO con sede en Gi-
nebra denominada «La Fraternidad» y cuyo venerable y presidente el ve-
nerado H. Gross mantenía estrechos lazos de simpatía con las autoridades
masónicas suizas, escocesas y rectificadas, se hizo el encontradizo con el H.
Montchal, Gran Prior, al que llenó de cumplimientos, halagos y promesas
para llevarlo a firmar, el 18 de abril de 1911, un tratado confirmando los
antiguos pero que reconociera también al Gran Oriente en calidad de po-
tencia rectificada independiente en el seno de la cual entrarían los HH. ar-
mados Caballeros Bienhechores, Escuderos Novicios, Maestros Escoceses
de San Andrés o miembros de la Logia «Le Centre des Amis», bajo los
auspicios del Gran Priorato de Helvetia.» (Cf. P. Noël, op. cit. pág. 132).

. 149 .
§ Solamente reconocen a un Gran Maestro Nacional por
país (ejercido, en el seno del Gran Oriente de Francia,
por su Consejo de la Orden).
§ Rechazan para siempre el reconocer un Gran Maestro
General.168
El artículo 2 tenía que ver sobre las equivalencias entre los
grados escoceses y los grados rectificados, mientras que el
artículo 3 se preocupaba por el hecho que si ciertos pasajes
de los rituales rectificados, estando en contradicción con la
Constitución y Reglamentos Generales del G.O., pudieran
ser corregidos o modificados:
§ Artículo 3: las dos Potencias están de acuerdo para con-
servar las formas, ceremonias, tradiciones, leyendas e
instrucciones de los diferentes grados del Rito, bajo re-
serva, por lo que respecta al Gran Oriente de Francia,
siempre y cuando no estén en contradicción con su
Constitución y su Reglamento General.169
Finalmente, el artículo 6 indicaba que el Tratado se «esta-
blecía por una duración de quince años, a partir del último
día de la firma; renovándose por tácita reconducción, salvo
denuncia por cualquiera de las partes, como mínimo un año
antes de su expiración.»170 Seguían las firmas del Gran Prior
de Helvetia, Charles Montchal, y del Presidente del Consejo
de la Orden del Gran Oriente de Francia, Gaston Bouley.171

168 Cf. Pierre Noël, Le Rite Écossais Rectifié en France au XXe siècle, op. cit.,
págs. 234-235.
169 Ibid. págs. 235-236.
170 Ibid. pág. 236.
171 Parece más o menos cierto que el móvil primero para el consentimiento

de un Tratado en tales términos, por parte del G.P.I.H., en clara contradic-


ción con los principios del Régimen, provenía únicamente de los HH. sui-
zos, relativamente modestos numéricamente, que aspiraban a poder ser
considerados de igual a igual ante una Obediencia tan importante como el
G.O.D.F. Camille Savoire, no ocultará sin embargo en qué, este Tratado,
que eludía garantizar una práctica de los rituales en fidelidad con las leyes
del Régimen, presentaba omisiones graves en su enunciado: «Bouley y Bla-
tin garantizaban verbalmente, pero omitiendo voluntariamente el hacerlo
constar expresamente en el Tratado, la libre práctica del Rito Escocés Recti-

. 150 .
A) EL «CENTRE DES AMIS»

Es en este contexto de «reconocimiento» que el 28 de abril de


1911, la Logia «Le Centre des Amis», extinguida en 1838, fue
despertada e inaugurada por Gaston Bouley en persona,
presidente del Consejo de la Orden, siendo instalado Ribau-
court como primer Venerable, Logia creada por el G.O.D.F.
que le dio derecho a practicar el Rito Escocés Rectificado en
172
virtud de los acuerdos concluidos con el G.P.I.H. Por otra
parte, el 6 de septiembre, y en esta misma lógica, el Consejo
de la Orden aprobaba la constitución de la Logia de San An-
drés, teniendo por matriz Le Centre des Amis.
Sin embargo —elemento notable—, Camille Savoire no
quiso participar en la creación oficial del Centre des Amis.
Creemos entender, por una carta escrita en 1935, que la ini-
ciativa de Ribaucourt no obtuvo su adhesión prefiriendo
conservar su fidelidad, al menos por un tiempo, con el Gran
Oriente:
La actividad, a mi modo de ver un tanto demasiado rápida del
H. Ribaucourt, suscitó la emoción y despertó las oscuras sospe-
chas del H. Bouley que las manifestó por un requerimiento di-
rigido a los miembros del GO participantes en los trabajos de la
Logia rectificada «Le Centre de Amis» que creamos en París, a
optar por una u otra Obediencia. Yo escogí el GO, mientras que
Ribaucourt y la casi unanimidad de los otros miembros per-
manecieron en la Logia Le Centre des Amis173.

ficado, comprendiendo: las invocaciones de apertura y cierre y la fórmula


A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, impuestas fundamentalmen-
te en todos los Talleres rectificados de todos los grados en virtud de los tra-
tados (sic) de Lyon (1778), de Wilhelmsbad (1782) y de Kohlo, declarando
intangibles los rituales firmados en 1778 por los delegados representantes
en el Convento de Lyon del GO de Francia, disposición que no podía mo-
dificar ningún contratante sin el asentimiento de los poderes masónicos
rectificados.» (Cf. P. Noël, op. cit., pág. 134).
172 En realidad, el Consejo de la Orden, con fecha 15 de marzo de 1911, ha-

bía aceptado que se constituyera la Logia Le Centre des Amis en Rito Rec-
tificado y en Rito Francés.
173 Cf. P. Noël, op. cit., 130.

. 151 .
Ribaucourt, por su parte estaba exultante, y se exclamaba
sin disimular su alegría: «Resulta inútil decir con qué alegría
desbordante vivimos estos días felices. Era la coronación de
doce años de perseverantes esfuerzos alcanzando el objetivo
fijado. Nuestros predecesores del Gran Priorato de Auvernia
revivían en nosotros. Una nueva era se abría bajo las alas del
Fénix que renacía de sus cenizas.»174
El 6 de septiembre de 1911, el Consejo de la Orden apro-
baba la constitución de la Logia de San Andrés, creada el 31
de octubre, con base en Le Centre des Amis y puesta bajo la
autoridad del Gran Consejo de Ritos (G.C.D.R.), reuniendo
en su seno al Directorio rectificado, la Gran Cancillería y la
Prefectura, haciendo que por efecto, el Gran Comendador
del G.C.D.R., deviniera, de alguna manera, «Gran Prior». Sin
embargo el Consejo de la Orden añadirá una precisión a es-
tas decisiones que será el origen de las dificultades que muy
pronto surgirán: «Son abolidas en tanto que contrarias a la
Constitución o a los Reglamentos Generales del GO todas las
prescripciones antiguas, todos los reglamentos generales o
particulares. El RER en Francia y posesiones francesas tiene
por principio fundamental la libertad de conciencia procla-
mada por el artículo 1º de la Constitución175.»
Como era de prever, en el Convento del Gran Oriente que
se desarrolló en septiembre de 1911, un Hermano se sor-
prendió, confirmando más todavía el abandono del Régimen
en Francia: «de que un nuevo Rito se introdujera en la Or-
den, con reglamentos nuevos e inhabituales». En respuesta a
ello, fue Gaston Bouley quien tomó a su cargo el sostener la
iniciativa de los Hermanos del Centre des Amis:
No voy a relataros la historia del Rito Rectificado. Me basta-
rá deciros que fue practicado a principios del siglo XVIII.
Hemos citado el Reglamento General que permite a las Lo-
gias acumular Ritos. Hay en la Federación Logias que prac-
tican el Rito Antiguo y Aceptado al mismo tiempo que el Ri-

174 Ibid. pág. 135.


175 Ibid.

. 152 .
to Francés. El RER es todavía practicado por algunas Logias.
Las de Besançon y Pontalier pueden todavía, si les place y
en virtud de su antigua constitución trabajar en este Rito. El
Régimen ha sido agregado por el GO y este Rito tiene una
existencia perfectamente legítima. Debo decir que tiene la
característica de exigir de sus miembros la profesión de una
religión cristiana. Cuando como consecuencia de circuns-
tancias diversas, la Logia Le Centre des Amis ha decidido
practicar este Rito, abandonado de hecho, sino en derecho,
después de largos años, el Consejo de la Orden ha solicitado
la aprobación de la autoridad federal competente, en espe-
cie, el GCDR, cuyas conclusiones fueron las siguientes:
§ 1º El RER es, como consecuencia de los tratados de 1776,
1781 y 1811 y de las resoluciones tomadas en 1814, po-
seído legítimamente por el GODF quien ha agregado,
constituido y regularizado talleres de este sistema.
§ 2º Las Logias simbólicas de este Régimen están someti-
das a todas las prescripciones de la Constitución y Re-
glamento general del GODF, sin excepción ni reserva.
Las únicas diferencias que puedan existir entre éstas y
las practicantes del Rito Francés consisten en ciertas
formas y ceremonias ritualísticas.
§ 3º Como resultado de todo ello, todas las reglas primiti-
vas que pudieran estar en contradicción con el principio
fundamental de la libertad de conciencia están abolidas.
§ 4º Los rituales, que el taller tiene intención de utilizar, es-
tán en armonía con la Constitución y Reglamentos Gene-
rales de la Orden176.
Esta declaración podría dar lugar a multitud de comenta-
rios, en particular pone de manifiesto el sempiterno error
sobre la «posesión» del R.E.R. del G.O.D.F., en razón de los
Tratados de 1776, 1781 y 1811, que nunca han ido más allá
de una delegación para la constitución de Logias simbólicas
por parte del Gran Oriente, siempre sometida a la decisión

176 Boletín Oficial del Gran Oriente, 1911, in J. Baylot, Histoire du Rite

Écossais Rectifié en France au XXe siècle, Collection Historique, 1976, pág.


20.

. 153 .
de los Directorios, potencia autónoma del Régimen que con-
forma «el cuerpo del Régimen Rectificado en Francia» según
la declaración formal del Tratado de Unión de 1811. A des-
tacar que el Rito es bien presentado por el Presidente del
Consejo de la Orden como: «abandonado de hecho, sino en
derecho, después de largos años».
B) CREACIÓN DE LA GRAN LOGIA NACIONAL INDEPENDIENTE Y
REGULAR PARA FRANCIA Y SUS COLONIAS
Como era fácilmente previsible, por la distinta sensibilidad
del Gran Oriente y la naturaleza de los textos del R.E.R.
pronto aparecieron diferencias significativas, en particular
con los problemas surgidos con Le Centre des Amis por ra-
zón de los rituales utilizados por los Hermanos provenientes
de la Logia la Union des Coeurs de Ginebra, que invocaban
al Gran Arquitecto del Universo cuando la apertura y cierre
de los trabajos, o ante la ostensible presencia de la Biblia
abierta por el Prólogo del Evangelio de San Juan sobre el al-
tar del Venerable Maestro.
Sabemos lo que ocurrió: en julio de 1913 el Consejo de la
Orden del Gran Oriente envió al Centre des Amis unos ri-
tuales en los que habían pura y llanamente eliminado las in-
vocaciones al «Gran Arquitecto del Universo» de la apertura
y el cierre. Ante ello, el Venerable Maestro, Ribaucourt, de-
cidió llevar el problema ante el Convento que dio comienzo
al Centre des Amis.
Camille Savoire, en 1935, expondrá así los hechos, sin mi-
ramientos:
Cuando Bouley hubo así abusado de la confianza del Gran
Prior Montchal, y obtenido la entrada en el seno del GO de
los HH. y Talleres disidentes, no tuvo más que un deseo:
violar los compromisos con él establecidos, recibiendo con
177
Blatin (muerto en el intervalo y no pudiendo oponerse) el

177Jean-Baptiste Antoine Blatin, (1841-1911), fue Presidente del Consejo de


la Orden (1894-1895), luego Gran Comendador del Gran Colegio de Ritos
en 1901. «Había colaborado con Amiable en la revisión de los rituales del

. 154 .
grado de CBCS, y aniquilando así todo rastro del Rito en el
seno del Gran Oriente de Francia. La primera manifestación
de su deseo fue la redacción de rituales desprovistos de las
fórmulas e invocaciones de apertura y cierre indispensables
a la práctica del Rito bajo pretexto que dichas fórmulas esta-
ban en contradicción con la Constitución y Reglamentos ge-
nerales del GO de Francia, mientras que se había afirmado
lo contrario en el curso de las conversaciones previas con-
tractuales. De Ribaucourt, después de múltiples concesiones
llevadas hasta al límite, pero que tropezaban siempre con la
mala fe de Bouley (malicia atestiguada, sin posible contesta-
ción, por una correspondencia en la que la brutalidad, el au-
toritarismo, el sectarismo y la intolerancia pueden encon-
trarse a cada página) llevó la cuestión ante el Convento que
dio la razón a Bouley, aprobando su intolerancia y sus aten-
tados a las decisiones tomadas en Wilhelmsbad. Ante este
gesto, el H. de Ribaucourt y su Taller respondieron con su
salida del Gran Oriente de Francia y el Gran Priorato de
Helvetia, por su parte, con la denuncia del tratado de 18 de
abril de 1911178.
Ante la imposibilidad de practicar correctamente el Rito
Escocés Rectificado, los Hermanos del Centre des Amis de-
cidieron llevar el asunto ante el Convento, última tentativa
de explicación que se desarrolló en la memorable sesión del
16 de septiembre de 1913, en el transcurso del Convento ge-
neral del Gran Oriente de Francia. Ribaucourt tuvo una des-
tacada intervención que acabó con estas palabras: «Mis que-
ridos HH. ¿cómo y porqué rechazáis nuestro rito, que ha
servido siempre fielmente al Gran Oriente desde su origen,
el ejercicio de su fórmula de principios garantizada en 1776,
1781, 1804, 1811 y 1911, mientras que cubrís con una confia-
da amistad al rito escocés antiguo y aceptado de la calle Pu-

Rito Francés, en 1887, y redactado los rituales fúnebres (1886), de adopción


y reconocimiento conyugal (1893) bajo forma de verdadero misal positivis-
ta.» (Cf. P. Chevallier, Histoire de la Franc-maçonnerie Française, Tomo III:
La Maçonnerie, Église de la République (1877-1944), Fayard, 1975, pág. 32).
178 Cf. P. Noël, op. cit., págs. 141-142.

. 155 .
179
teaux , los cuales, hacen uso de ésta fórmula en Francia y
abuso en el extranjero en detrimento vuestro? Después de
habernos despertado en el Gran Oriente, mis queridos HH.,
180
no nos forcéis a meternos en sueños».
De todos es sabido —puesto que su frase se convirtió en
célebre— lo que Gaston Bouley exclamó en conclusión de su
respuesta: «En cuanto a mí, cuando, viniendo oficialmente a
un taller, me han soltado en la cara al «Gran Arquitecto del
Universo», me he sentido herido».181
Cada uno permaneció en sus respectivas posiciones, y el
Convento yendo en el sentido de Bouley, hizo votar las deci-
siones respecto a los rituales, dando un resultado unánime a
favor de dichas tesis, de la totalidad de Logias representa-
das, menos tres votos.

179 Sede de la Gran Logia de Francia, que practica exclusivamente este Rito.

(N. del T.)


180 Cf. P. Noël, op. cit., pág. 143.
181 Este es el pasaje donde se encuentra la frase de Bouley en respuesta a

Ribaucourt: «Si el Gran Arquitecto del Universo no significa el Dios de las


religiones, como proclaman las masonerías anglosajonas, o bien el diablo,
como lo pretenden Mns. Fava y Léo Taxil, el «Gran Arquitecto del Univer-
so» no tiene ninguna especie de significado. Me niego a seguir al primero
que pasa con explicaciones enredosas que sienten demasiado la casuística.
Puedo comprender –y es por lo que la fórmula de «Gran Arquitecto del
U.» no me molesta en los talleres del extranjero- puedo comprender, repi-
to, que me digan: Es un recuerdo histórico, es una tradición, su mención
puede suscitar pensamientos elevados; pero no veáis en ello ningún dog-
ma al que se pida vuestra adhesión. La única cosa a la que un verdadero
masón puede adherirse es a la absoluta libertad de conciencia. He ahí mi
opinión sobre el «Gran Arquitecto del Universo». Dicho esto, he hecho
amistosas observaciones sobre el particular a los dos talleres del régimen
Rectificado; les he dicho: esta fórmula, si no significa Dios, está vacía de
sentido. Forma parte de nuestros usos y costumbres, me respondieron.
Hay muchos indiferentes a los que esto ni les va ni les viene; hay otros HH.
a los que esto molesta; y hay otros a los que esto provoca. En cuanto a mí,
cuando después de las observaciones efectuadas, viniendo oficialmente a
un taller, me han soltado en la cara al «Gran Arquitecto del Universo», me
he sentido herido.» (Convento del G.O.D.F., sesión del 16 de septiembre de
1913).

. 156 .
El mismo 17 de septiembre, o sea, a la mañana siguiente,
Édouard de Ribaucourt, quien estaba decidido a abandonar el
Gran Oriente de Francia, se dirigió a Edward Roehrich, Pasa-
do Gran Oficial de la Gran Logia Unida de Inglaterra a fin de
solicitarle «si le fuera posible a la G.L.U.A. concederle la cons-
titución de una Logia Azul o un reconocimiento en tanto que
Gran Logia Regular Independiente.» Y así fue que nació, el 5
de noviembre de 1913, la Gran Logia Nacional Independiente
y Regular para Francia y sus colonias (G.L.N.I.&R.), reconoci-
da el 20 de noviembre por la G.L.U.A.182
C) RUPTURA DEL TRATADO DE 1911 ENTRE EL G.O.D.F. Y EL
G.P.I.H.
El G.P.I.H., confirmará, con fecha 13 de diciembre de 1913, la
ruptura del Tratado concluido con el G.O.D.F. en 1911, reco-
nociendo en el mismo documento a la G.L.N.I.&R. como es-
tablecimiento regular autorizado para la practica del Rito
Escocés Rectificado, a pesar que a los suizos les gustara solo
moderadamente la decisión tomada por Ribaucourt, pues
juzgaban de manera negativa su aproximación a Inglaterra.
Con todo, eran armados en Ginebra el 7 de marzo de 1914,
Rousseau (de Hirson), Georges Gruet (de Burdeos) y Charles
183
Barrois , Pro Gran Maestro de la G.L.N.I.&R. El 12 de ma-
yo de 1919, el G.P.I.H. le otorgaba, aunque solo fuera a título
provisional, Cartas Patentes en la perspectiva de la creación
en Francia de Logias de San Andrés y de Encomiendas, en-
tregándoles finalmente el 9 de junio de 1919, un Diploma de
confirmación.

182 Una de las consecuencias quizá más curiosas de este reconocimiento de


la G.L.N.I.&R. por parte de la G.L.U.A., fue la inevitable entrada en sue-
ños, con el fin de conformarse al modelo Masónico anglosajón, de la Logia
de San Andrés del Centre des Amis, decisión anunciada por Ribaucourt en
una carta de fecha 12 de noviembre de 1913.
183 Charles Louis Barrois (1863-1929), iniciado en el Centre des Amis en

1912, Pro-Gran Maestro en 1913, fue el segundo Gran Maestro de la


G.L.N.I.&R., entre 1919 y 1929.

. 157 .
Página interior del Resumen de la Historia del Régimen Escocés Recti-
ficado (Francia), redactado por Édouard de Ribaucourt

. 158 .
El 9 de diciembre, algunos días antes del ultimátum,
Georges Charles Corneau (1855-1934), Presidente del Conse-
jo de la Orden (1910-1919) responderá a Montchal con una
carta bastante agresiva, que llevará a que el G.P.I.H. reco-
nozca el 13 de diciembre de 1913 a la nueva G.L.N.I.&R.
como «cuerpo regular practicante del Rito Escocés Rectifica-
do», confirmando con ello la ruptura del Tratado de 1911
mediante una carta solemne:
Por carta de 12 de noviembre de 1913, la Logia Le Centre
des Amis, al O. de París, ponía en nuestro conocimiento que
su Logia de San Andrés se había visto forzada a entrar en
sueños el 5 de noviembre antes que obedecer órdenes que
constituían la violación completa y definitiva del artículo 3
de Tratado (de 1911).
Los dignatarios de esta misma Logia rectificada nos in-
formaban en carta posterior de los graves motivos que los
llevaban ante la penosa obligación de abandonar regular-
mente el Gran Oriente de Francia para transmitir sus pode-
res a una Gran Logia Nacional, independiente y regular, que
practicara fielmente el Rito Rectificado.
Finalmente, por carta de 21 de noviembre, esta Gran Logia
Nacional Independiente y regular nos comunica haber sido
reconocida como tal por la Gran Logia de Inglaterra (de lo
que hemos recibido confirmación) y nos pide a nosotros que
le hemos dado la Luz, que a nuestra vez la reconozcamos.
Desde 1910, que seguimos con especial interés el despertar
de nuestro Rito en vuestra nación aliada y amiga.
Solicitados por parte del Gran Oriente para concluir un
acuerdo que pondría en Francia el Rito rectificado bajo su
Obediencia exclusiva, hemos consentido por nuestra parte,
confiando en las promesas y la firma de los más altos digna-
tarios de la Orden.
Demasiado pronto, hemos podido constatar para pena
nuestra que el artículo 3, base del tratado, y cuya redacción
había sido objeto de intercambio de cartas por ambas partes,
era cada vez menos observado; como el exergo era contesta-
do, luego prohibido, después de haber sido admitido sin di-
ficultad e incluso reconocido como derecho por vuestra par-

. 159 .
te; que nuestros Rituales eran modificados, luego sustituidos
por otros, y ello a espaldas nuestras y sin nuestro consenti-
miento; que las invocaciones de apertura y cierre se encami-
naban a su prohibición pura y formal; como nuestros más
altos grados se conferían en ausencia de toda ceremonia ri-
tualística y por hermanos, sin haber sido ellos mismos ini-
ciados y no teniendo por consecuencia las competencias ne-
cesarias, ni el derecho de actuar así.
El Directorio helvético concluye de todo ello que el tratado
ha caducado, no teniendo el GODF ningún derecho a modi-
ficar unilateralmente un solo artículo del tratado de abril de
1911.
Quedando el Tratado caducado, el statu quo ante a 1911 se
impone con todas sus consecuencias, para vos que no lo ha-
béis observado como para nos que recuperamos desde este
mismo momento nuestra libertad.
Volvemos a ser pues, como así éramos antes de 1911, la
única Potencia auténtica y regular depositaria de los rituales
y archivos del Régimen Rectificado.
Así pues, personalmente y como jefe del Rito, en nombre
del Directorio que ha deliberado sobre ello previamente, yo
denuncio el Tratado de 1911 por los motivos anteriormente
expuestos. Dicho esto, os ruego os consideréis informado en
forma, acusando recibo de la presente; vuestro silencio será
considerado a partir del 20 de diciembre próximo como
equivalente184.
Montchal y Corneau, tres años más tarde, se volvieron a
encontrar en la sede del G.O.D.F., los 5 y 7 de febrero de
1916. El 22 de febrero, Corneau le escribía una carta más
bien en tono conciliador y amical, pero Montchal, el 2 de
marzo, en nombre del Directorio de Helvetia, le recordaba el
mantenimiento de la decisión de ruptura del Tratado de
1911:
Nuestro Directorio no sabría cómo encontrar la oportunidad
para la reanudación tal cual de un tratado al que las circuns-
tancias, más bien que nuestra voluntad, han convertido en

184 Cf. P. Noël, op. cit., págs. 168-169.

. 160 .
caduco, cuya utilidad no sabemos ver de inmediato, y sobre
todo cuya observación leal y fiel ha suscitado de una parte y
de otra críticas que renacerían a la menor ocasión si se man-
tuviera bajo su forma actual y sin ciertas modificaciones.
No os sorprenderá pues que declinemos vuestro ofreci-
miento tan fraternal, y si aceptáis ser el Garante de Amistad
de este Directorio ante el Consejo de la Orden, nos sentire-
mos muy honorados de estar representados por el hombre
caballeroso que tuve la oportunidad de conocer los pasados
185
5 y 7 de febrero de 1916 .
D) RUPTURA DEL G.P.I.H. CON LA G.L.N.I.&R.

Cuando el Congreso de Masonerías aliadas organizado en la


calle Cadet, del 28 al 30 de junio de 1917 en la sede parisina
del G.O.D.F., el G.P.I.H. designó como representante suyo a
Charles Barrois (1863-1929), C.B.C.S., Pro Gran Maestro de la
G.L.N.I.&R. y Gran Maestro Provincial de Neustria, quien
tras la dimisión de Ribaucourt de su cargo, se convirtió en
Gran Maestro de la Gran Logia Nacional el 18 de diciembre
de 1918.
Camille Savoire, que se había quedado un tanto a la reta-
guardia, el 15 de septiembre de 1923 fue designado como
Gran Comendador del Gran Colegio de Ritos, continuando
su apego por el R.E.R. sin haber sufrido ningún cambio. El 5
de abril de 1924, en Ginebra, con ocasión de una tenida de
los talleres del G.O.D.F., Savoire, en su calidad de Gran Co-
mendador, fue recibido por el G.P.I.H., que había instalado
en el cargo de Gran Prior a Ernest Rochat, (1865-1953), Eq. a
Studio, desde el 26 de abril de 1919 y que permanecerá en el
mismo hasta 1939. Como consecuencia de esta reunión, Ro-
chat escribió a Charles Barrois de tal modo que se organizó
un encuentro en el domicilio parisino de Camille Savoire en
la avenida del Parque Monceau, encuentro que se desarrolló
el 10 de abril de 1924.

185 Ibid., pág. 173.

. 161 .
En el transcurso de ésta importante reunión, se sugirió con
insistencia que Barrois emprendiera las gestiones necesarias
acerca del Gran Oriente, a través de la mediación fraternal
de Camille Savoire, con el fin de restablecer las relaciones de
amistad entre Obediencias que practicaban el R.E.R. en
Francia, idea que parecía lógica, el G.P.I.H. deseoso que los
hermanos franceses del Rectificado, en especial Camille Sa-
voire por parte del G.O.D.F. y Barrois por la G.L.N.I.&R.,
C.B.C.S. uno y otro, pudieran estrechar lazos como parecería
a priori normal entre miembros de un mismo Rito, «no pu-
diendo admitir el Gran Directorio helvético, según Savoire,
que dos de sus miembros CBCS presidiendo dos organiza-
ciones masónicas, no tuvieran relaciones de amistad». Sin
embargo, Barrois declaró que la Gran Logia Unida de Ingla-
terra prohibía este acercamiento que ponía en relación una
institución «regular» con otra de «irregular» de acuerdo a
los criterios ingleses. Ante este rechazo categórico, el Gran
Directorio del G.P.I.H. rompió sus relaciones con la
G.L.N.I.&R., declarándola, lo que no deja de ser bastante pa-
radójico: «irregular en tanto que potencia rectificada», Ré-
gimen rectificado del que por otra parte el G.O.D.F., en la
persona de su Gran Comendador, Camille Savoire, se con-
vertía por este hecho en el único detentor legítimo para
Francia186.

186Savoire, relata de este modo lo que se desarrolló en París, en su domici-


lio particular de la avenida del Parque Monceau, el 10 de abril de 1924, y
que puso fin al reconocimiento de la legitimidad para la práctica del R.E.R.
concedido por Suiza a la G.L.N.I.&R. por las decisiones de 1911, 1914 y
1919, que quedaban desde entonces absolutamente anuladas: «Habiendo
ido en calidad de [Gran Comendador del GCDR] a Ginebra para presidir la
instalación del Colegio de Oficiales y la Fiesta Solsticial de los Talleres «La
Fraternité» dependientes del GO de Francia, fui avisado de una Tenida del
Gran Priorato de Helvetia (del que yo era miembro desde mi afiliación)
que sería organizada para recibirme y a la que el Gran Prior, los Oficiales
del Directorio, el Gran Comendador y los dignatarios del Supremo Conse-
jo de Suiza, acudirían para saludarme personalmente al día siguiente de
las tenidas de los Talleres del GO con sede en Ginebra y que yo debía pre-
sidir, el 5 de abril de 1924. Como continuación a estas entrevistas, el M.

. 162 .
De esta manera, el Gran Oriente —extraños giros de la his-
toria cuando el Tratado de abril de 1911 había sido brutal-
mente denunciado el 13 de diciembre de 1913 por el
G.P.I.H.— se convertía en la única Obediencia contemplada
como «legítima» a ojos de los suizos para practicar el Régi-
men Escocés Rectificado en Francia bajo la autoridad del
Gran Comendador de Gran Colegio de Ritos, en este caso
Camille Savoire.

Ilust. H. Rochat, Reverendo Gran Prior, vino a devolverme a París la visita


que yo le había hecho en Ginebra, y habiéndome dicho que el Gran Direc-
torio Helvético, estimando que mi presencia a la cabeza del Gran Colegio
de Ritos le ofrecía toda garantía, iba a convocar al H. Barrois, Gran Maestro
de la G.L.N.I.&R. Cab. Bienhechor de la Ciudad Santa para una entrevista
conmigo en su presencia, y la del H. Virel, Gran Canciller, con el fin de es-
tablecer relaciones entre nuestras dos Obediencias bajo pretexto que el
Gran Directorio helvético no podía admitir que dos de sus miembros CBCS
presidiendo dos organizaciones masónicas, no tuvieran ninguna relación
de amistad. En el curso de esta entrevista que tuvo lugar el 10 de abril de
1924 en presencia del H. Nicole, Gran Canciller del Gran Directorio de Gi-
nebra, prescribió al H. Barrois que estableciera con el Gran Oriente por
mediación mía, conversaciones al efecto, y este último al declarar que la
GL de Inglaterra no les daba libertad para hacerlo, el Gran Directorio rom-
pió relaciones con el G.L.N.I.&R. declarando allí mismo irregular en tanto
que potencia rectificada, quedando como consecuencia de ello, el GO, en la
persona de su Gran Comendador, como detentor legítimo para Francia.»
(Cf. P. Noël, Le Rite Écossais Rectifié en france au XXe siècle, op. cit., págs.
175-176).

. 163 .
Camille SAVOIRE (1869-1951)

. 164 .
III. EL PAPEL FUNDAMENTAL DE
CAMILLE SAVOIRE

Como podemos constatar, la creación de una Gran Logia


que practicara el Rito Escocés Rectificado reconocida por la
G.L.U.A. y el G.P.I.H., habiendo este último declarado nulo
el Tratado firmado el 15 de abril de 1911 con el G.O.D.F., no
significaba como muchos imaginaban equivocadamente, el
final del proceso de redificación del sistema concebido por
Willermoz. Estaban muy lejos de ello.
En efecto, después de la tempestad, cuando los lazos entre
el Gran Oriente y el Gran Priorato Independiente de Helvetia
se hubieron reconstituido sensiblemente ante la contrariedad
de los suizos a la vista del desarrollo intenso de las Logias del
rito de Emulación y Capítulos del Arco Real en el seno de la
G.L.N.I.&R., y su rechazo a colaborar con las instancias recti-
ficadas consideradas «irregulares» de acuerdo a los criterios
ingleses, se asistió a una clara mejora de los lazos entre el
G.O.D.F. y el G.P.I.H., haciéndose todo ello todavía más efec-
tivo gracias a la personalidad de Camille Savoire.
Este rol activo al servicio del Régimen rectificado, Camille
Savoire, convertido en 1923 en Gran Comendador del Gran
Colegio de Ritos aunque permaneciendo como miembro del
G.P.I.H. al que pertenecía desde 1910, lo va a ejercer con un
celo extraordinario, respondiendo así a los deseos de los sui-

. 165 .
zos que en una carta fechada el 4 de junio de 1924, declara-
ban: «No os podéis hacer a la idea en cuanto valoramos el
despertar efectivo de nuestro Régimen bajo la égida del
Gran Oriente, y la alegría que experimentamos al saber que
gracias a vuestra dedicación ésta esperanza pueda convertir-
se en realidad.» Es por lo que Savoire, durante este período,
pondrá todo su empeño por desarrollar el Rito Escocés Rec-
tificado en el seno del G.O.D.F.
A) ACCIÓN EN FAVOR DEL R.E.R. EN EL SENO DEL G.O.D.F.

Esto no impidió a Savoire proseguir con su empresa que te-


nía un solo objetivo: el despertar completo del Rectificado en
territorio francés. El 15 de septiembre de 1928, con el fin de
asentar su visión del momento, a saber despertar el R.E.R. en
el seno del Gran Oriente, con motivo de una reunión del
Gran Colegio de Ritos, Camille Savoire desarrollará toda
una argumentación, que él mismo contradirá algunos años
más tarde, a fin de demostrar que el Rectificado podía legí-
timamente ser revindicado por el G.O.D.F. apoyándose en el
ejemplo de lo que pasaba para los otros Ritos de los que el
Gran Oriente era depositario desde el Concordato de 1804:
A) Los Ritos poseídos, sino practicados, por el Gran Orien-
te de Francia son (…): el Rito Escocés Rectificado represen-
tado por las Logias de San Andrés del 4º grado y el Gran Di-
rectorio con sede en el Gran Colegio de Ritos.
B) El Gran Oriente no renuncia a los derechos que le con-
fieren los Tratados, y si el uso de los diversos Ritos ha cesa-
do poco a poco, los Talleres pueden siempre ser creados o
autorizados a practicar exclusiva o acumulativamente estos
Ritos dirigiendo una solicitud al Consejo de la Orden para
los grados simbólicos y para los grados superiores al Gran
Colegio de Ritos, conservador de estos Ritos representados
en su seno por el Taller supremo, poseedor de sus rituales y
cuadernos de grado y detentor de sus tradiciones.
C) La manera en que el Gran Oriente de Francia compren-
de los Altos Grados (…) no permite justificar la creación en
Francia, por Masones pertenecientes a una Obediencia dis-

. 166 .
tinta, de Talleres que trabajen al margen del Gran Oriente,
Ritos de los cuales él es el único detentor para Francia y sus
posesiones.
D) Las modificaciones aportadas a la Constitución por el
voto de la Asamblea General de 16 de septiembre de 1924
confirman y consagran: el reconocimiento absoluto de la
existencia en el seno del Gran Oriente de Francia, federación
Masónica de Ritos y Grados y de un Gran Directorio repre-
sentado por el Gran Colegio de Ritos… que se subdivide
como en otro tiempo el Gran Consistorio, en tantas secciones
como ritos diferentes agregados al GODF. A parte de su de-
recho exclusivo a iniciar en los grados más elevados, 31º, 32º
y 33º del Rito Escocés y aquellos equivalentes de otros Ritos,
el Gran Colegio emite Cartas capitulares187.
Yendo todavía más lejos, Savoire lograría convencer al
G.C.D.R., el 16 de septiembre de 1933, para que se estable-
ciera en su seno una «Sección del Gran Directorio del Rito
Escocés Rectificado», y de la que recuperaría el título de
Gran Prior.188
La intención de Savoire, en el contexto de principios de los
años treinta, era la de despertar completamente el Régimen
Escocés Rectificado en el seno del G.C.D.R. del G.O.D.F., lo
que le valió las simpatías de Ginebra que venía de romper
todo lazo con la G.L.N.I.&R., y que aceptaba armar como
C.B.C.S. a distintos hermanos del G.O.D.F. con el fin de es-
189
timularlos en su proyecto . Las cosas irán tan bien, que Sa-

187 Cf. L. Charrière, Le Règime Écossais Rectifié et le Grand Orient de


France. op. cit. pág. 66.
188 En efecto, a propuesta de Camille Savoire, en su calidad de Gran Comen-

dador, el Gran Colegio de Ritos decidió constituir una «Sección del Gran Di-
rectorio del Rito Rectificado compuesta de Savoire, CBCS, Gran Prior; Cha-
rrière, CBCS, Gran Canciller; Bédarride, CBCS, Wibaux, CBCS y Essein,
CBCS.» (Cf. Procès verbal du Grand Directoire du Régime Écossais Rectifié
au sein du GCDR). Savoire recuperaba «el título de Gran Prior que acumula-
ría, en el futuro, al de Gran Comendador.» (J. Baylot, Histoire du Rite Écos-
sais en France au XXe siècle, Collection Historique, 1976, págs. 28-29).
189 Fueron armados C.B.C.S., el 5 de noviembre de 1932: Louis Charrière,

Armand Bédarride, el Dr. Édouard Eissen, Pierre Trappier, Charles

. 167 .
voire, que consagrará una Logia de San Andrés en Burdeos,
y luego otra, el 25 de junio de 1931 en Touquet, Oriente de
René Wibaux (1887-1959), Eq. ad Lucem Quaerendum, el
cual por su parte será armado C.B.C.S. el 25 de noviem-
190
bre , llegará hasta a proponer a Ribaucourt en 1930, un lu-
gar en el seno del G.C.D.R., pero Ribaucourt le desaconseja-
rá el tratar de desarrollar el R.E.R. fuera de la masonería
«regular» de acuerdo a los criterios ingleses, advirtiéndole
que su acción en favor del Rito de Willermoz, aunque posi-
tiva a fin de hacer emerger una masonería no hostil a la tras-
cendencia, sería sin embargo de poco interés para la Gran
Logia Unida de Inglaterra.
B) FRACASO CON EL G.O.D.F.

No obstante el contexto de este período histórico se reveló


inadecuado para llevar a buen puerto el proyecto de Camille
Savoire. En efecto, en medio de la turbación política y judi-
cial del año 1934, como consecuencia a numerosos escánda-
los, entre los cuales el asunto Stavinsky y el de Albert Prince,

Guilhermet, Eugène Campart, Alfred Waery y el Dr. Raymond Corbin, y


luego más tarde, el 29 de abril de 1933, Louis Lestaevel. El 25 de junio, era
consagrada una nueva Logia de San Andrés en Touquet, feudo de René
Wibaux, siendo este mismo armado C.B.C.S. el 28 de noviembre de 1931.
190 René Wibaux, que había tomado la iniciativa de reintroducir la Biblia en

la Logia «La Morinie» (iniciativa que no agradó en demasía a Arthur


Groussier, Presidente del Consejo de la Orden, miembro del G.C.D.R.,
quien exigió su retirada), redactó en 1934 para las ediciones La Acacia una
Introducción al Régimen Templario, en la que atacaba severamente a la
G.L.N.I.&R por la práctica «abusiva» el Rectificado, so pretexto, no menos
abusivo, que el Gran Oriente era «por derecho» (sic) el «Gran Directorio
del Régimen Rectificado»: «¿Cuántos Masones saben en Francia, que el Ri-
to Escocés Rectificado es practicado abusivamente por la Gran Logia Na-
cional y también, que en virtud de Concordatos, está englobado en el Gran
Oriente de Francia, en el que diferentes Logias trabajan o pueden trabajar
el Régimen Rectificado? ¿Cuántos saben que el Gran Colegio de Ritos, con-
servador de todos los ritos del Gran Oriente, es por derecho el Gran Direc-
torio del Régimen Rectificado y que su presidente es legítimamente Gran
Prior del Rito para Francia y las posesiones francesas?» (Cf. L. Charrière,
op. cit., pág. 69).

. 168 .
sacudían todas las Obediencias masónicas entre ellas el
G.O.D.F., se hizo patente un deseo de retorno a la autentici-
dad iniciática de los Ritos a fin de romper las derivas que se
estaban produciendo, deseo llevado por Arthur Groussier
(1863-1957), Presidente del Consejo de la Orden, y apoyado
por Camille Savoire191, que desembocará en la idea de una
autonomía del Gran Consejo de Ritos respecto del Gran
Oriente de Francia, a fin de proteger el depósito tradicional
de las tempestades del mundo profano que alcanzaban a las
organizaciones Masónicas.
Savoire explicará:
Cuando el M. Ilustrísimo H. Groussier, presidente del Con-
sejo de la Orden, propuso en julio de 1934, al Gran Colegio
de Ritos, un tratado por él elaborado y aprobado por el
Consejo de la Orden, previendo la creación de un Gran Di-
rectorio de Ritos autónomo teniendo bajo su jurisdicción los
Talleres de los altos grados del G.O.D.F., concebí entonces
un proyecto de unión entre las diversas potencias de altos
grados en el seno de este Gran Directorio de Ritos (…) Una
Sección correspondiente al Rito Rectificado representando a
los Talleres de grados superiores al 3º del Rito Rectificado
cuyos Talleres simbólicos tendrían continuidad de funcio-
namiento en el seno del GO, como sucede en Suiza donde
los Talleres simbólicos del Rectificado funcionan bajo la au-
toridad de la Alpina. Así podría realizarse la Unión Nacio-
nal de Grados y Talleres Superiores bajo una misma autori-

191Como lo explica Pierre Noël: «El 18 de marzo de 1934, el G.C.D.R. pre-


sidido por Savoire adoptará una moción de protesta contra los ataques de
los que la Orden era objeto, condenando las actuaciones especuladoras
vinculadas al affaire Stavinsky y reclamando la expulsión de estos inde-
seables. De junio de 1934 a septiembre de 1935, el Consejo de la Orden
procedió a 41 expulsiones y 14 irradiaciones temporales. Cuando el con-
vento del G.O.D.F., el presidente Georges Voronoff no dudó en afirmar:
«Es tiempo, mis queridos HH., de rehacernos. Es de primera necesidad el
proceder a la depuración rigurosa de nuestra Orden… Es preciso que el
nuevo Consejo de la Orden reciba de vosotros directivas formales a fin de
excluir a todos los individuos indeseables o sospechosos, sean estos de alta
graduación o simples maestros.» (Cf. Le Rite Écossais Rectifié au XXe
siècle, op. cit., 2001, págs. 182-183).

. 169 .
dad colectiva sin sacrificar, como pretenden algunos maso-
nes, el agnosticismo filosófico del GO y la independencia de
Ritos y Obediencias.192
Sin embargo, este proyecto de Savoire que acariciaba y le
parecía la solución adecuada para mantener a la vez una
masonería tradicional y desarrollar el Rito Escocés Rectifica-
do a partir del Gran Consejo de Ritos, fracasó. Savoire, había
obrado precisamente en este sentido, a fin de probar que el
G.O.D.F. era depositario legítimo del Rectificado, no dudan-
do en solicitar de ciertos Hermanos que se expresarán en el
mismo sentido y trataran de demostrar con sus escritos -de
ahí los múltiples textos publicados en ese periodo, los cuales
hacían una interpretación relativamente libre de la Historia-,
la pretendida realidad de ésta declaración.
Pero en septiembre de 1934, la propuesta de Groussier
apoyada por Savoire fue rechazada en el transcurso del
Convento del G.O.D.F. Su decepción fue inmensa:
El rechazo del tratado, la discusión a la que dio lugar y las
conclusiones que se desprendieron de la misma, aniquilaron
todas las esperanzas quedando el proyecto absolutamente
caduco. Representó incluso un retroceso, puesto que la Gran
Logia de Inglaterra, que había autorizado a sus miembros a
participar de los trabajos de la Logia rectificada La Morinie,
como consecuencia de los debates de la última Asamblea
general, ordenó a aquellos que formaban parte en tanto que
miembros activos que se retiraran de la misma. Fue entonces
que, no queriendo abandonar nuestro proyecto de despertar
el Rectificado, buscamos otra solución.193

192 Cf. P. Noël, op. cit., págs.. 183-184.


193 Ibid. pág. 185.

. 170 .
IV. DESPERTAR DEL GRAN
PRIORATO DE LAS GALIAS (1935)

Desde hacía varios años Camille Savoire, cuyo interés por el


Régimen Escocés Rectificado no desfallecía un ápice, estaba
en continua relación con el G.P.I.H. con el fin de que pudiera
despertarse en Francia, cuando la ocasión se presentara, una
instancia de dirección del sistema fundado por Jean-Baptiste
Willermoz en el siglo XVIII ¿Fue como consecuencia del re-
chazo del proyecto de constitución de una Gran Directorio
de Ritos independiente del G.O.D.F. —si bien vinculado a
él—, cuando el Convento de 1934? ¿O bien, la culminación
de relaciones mantenidas con el G.P.I.H.? Fuera como fuere,
el 24 de noviembre de 1934, fueron armados CBCS en Gine-
bra diversos Hermanos: Maurice D., Aimé Machón, Pierre
Peyres, Arthur Mille y Cyril Wachmar, lo que permitió, de
acuerdo a los criterios de los códigos de 1778, constituir una
Prefectura en París teniendo por finalidad, con el apoyo de
otros establecimientos (Encomiendas, Logias simbólicas,
etc.) convertirse un día en Gran Priorato.
He aquí lo que declaraba Savoire, documento de impor-
tancia para el conocimiento de estos acontecimientos:

. 171 .
En 1934, un cierto número de HH. del GO de Francia, po-
seedores del grado 33º, fueron armados en Ginebra en el
grado de CBCS, después de haber sido instruidos en el Rito
Rectificado en la Logia La Morinie, y siendo su número sufi-
ciente para permitir la constitución de talleres de todos los
grados, o sea: Encomienda, Prefectura, Directorio y Priorato,
estos 18 CBCS formando parte de la sección Rectificada del
Gran Colegio que hacía las funciones de Directorio, hacien-
do uso de la Carta entregada en 1910 a mí mismo y a Ribau-
court, vuelta a recuperar en 1924 después de la denuncia del
Tratado de 1911, por decisión de la Orden Interior del Gran
Priorato de Helvetia, suspendida y luego renovada en no-
viembre de 1934 y extendida a Machon y Wibaux, procedie-
ron el 23 de marzo de 1935, con el consentimiento y el con-
curso de los representantes de la única Potencia detentora
de la autoridad suprema para el Rito, a despertar el Rito
Rectificado en Francia por la Constitución, conforme a las
decisiones del Convento del Wilhelsmbad y de Lyon, de un
Gran Priorato Independiente de las Galias, cuya Prefectura
con sede en París, con Encomiendas en las diversas provin-
cias donde hubieron, antes de 1789, los Directorios194.
El hermano Machon, que había sido armado el 24 de no-
viembre de 1934, entregaba su dimisión al G.C.D.R. el 12 de
febrero de 1935, y enviaba el 15 de marzo siguiente una
Convocatoria histórica:
Tengo a bien poner en vuestro conocimiento que en pleno
acuerdo con nuestros buenos y abnegados amigos del Gran
Priorato de Helvetia, el sábado 23 de marzo próximo, ten-
dremos el gran placer de recibir a nuestros Reverendos HH.
suizos que vendrán a París para proceder al despertar e ins-
talación de la «Prefectura» de París.
En el mismo acto, los representantes oficiales del Gran Prio-
rato de Helvetia nos proveerán de las correspondientes Cartas
Patentes otorgándonos todos los poderes para crear en Francia
cuantos Talleres del Rito Escocés Rectificado hayamos menes-
ter y proceder a la organización del Gran Priorato de las Galias.

194 Cf. P. Noël, op. cit., págs. 185-186.

. 172 .
Nos, os invitamos a asistir a esta ceremonia de particular
importancia para el desarrollo de la Mas. Francesa y nos
permitimos contar desde este momento con vuestra partici-
pación.
La presente convocatoria queda respaldada por nuestros
buenos amigos:
Rev. H. Rochat, Gran Prior del GPIH,
Rev. H. Nicole, Gran Canciller del GPIH,
Rev. H. Roesgen, Prefecto de Ginebra
Y varios miembros más del Directorio helvético.
La tenida oficial tendrá lugar en Neuilly-sur-Seine, el sá-
bado 23 de marzo, a las 17 horas, en el Templo de la Logia
La Lumière al Oriente de Neuilly, en el 9 del boulevard Ar-
genson, Villa de la Acacia. A. Machon. CBCS.195
El 20 de marzo de 1935, al cabo de un proceso que parece a
todas luces irreversible, Savoire escribe a Adrien Puriau
(1874-1948), por aquel entonces Presidente del Consejo de la
Orden, y le informa de la constitución del Régimen Escocés
Rectificado mediante un correo que establecía solemne y
firmemente las bases sobre las que en lo sucesivo se apoya-
ría la práctica del Régimen Escocés Rectificado:
Utilizando la Carta entregada en 1910 y renovada en junio
de 1934 por el GPIH teniendo por misión despertar en Fran-
cia el Rito Rectificado del que detentaban la práctica, los Ca-
balleros Bienhechores de la Ciudad Santa, en número de 18,
constituyeron una Encomienda en París, bajo la égida de
aquellos de ellos, que siendo miembros del Gran Colegio, y
representando el Rito Rectificado, se constituyeron en Gran
Priorato Independiente de las Galias, cuyo Gran Directorio,
instituido y consagrado por el GPIH, propone al Gran
Oriente, representado por el Gran Colegio de Ritos en sus
Talleres Superiores y el Consejo de la Orden en los Grados
Simbólicos, la elección entre los tres «modus vivendi» si-
guientes:
§ Ejercicio del Rito en el seno del Gran Oriente de Francia,
pero con independencia ritual absoluta en todos los gra-

195 Ibid., págs. 186-187.

. 173 .
dos; la representación de los grados superiores en el seno
del Gran Colegio de Ritos donde sería mantenida una
sección que llevaría por nombre: Rito Rectificado, cuya
importancia quedaría determinada y los miembros de-
signados en acuerdo del Gran Colegio de Ritos con la
Orden Interior del Régimen Rectificado, que delimitaría
sus prerrogativas y derechos en el seno del Gran Cole-
gio, y decidiría las modalidades de su designación… En
cuanto a los Talleres simbólicos, serían, conforme a las
decisiones de Wilhelmsbad y Lyon, situados desde el
punto de vista ritual y de organización ritual bajo la au-
toridad de la Orden Interior del Régimen y desde el pun-
to de vista administrativo bajo la autoridad del Consejo
de la Orden, renunciando inclusive, si ello es posible, a la
representación en el Convento, con la intención absoluta
de no cooperar en sus trabajos y evitar así el reproche de
participar en las discusiones, campañas, empresas o ini-
ciativas políticas de partido.
§ Independencia recíproca completa con firma de poder a
poder igual de un tratado o concordato autorizando las
mutuas visitas regulares en todos los grados bajo reserva
del establecimiento de una equivalencia de grados, posibi-
lidad de pertenencia simultánea a las dos Obediencias con
el compromiso recíproco de no inmiscuirse en modo al-
guno en el funcionamiento o vida interior de una u otra.
§ Separación absoluta en régimen de ignorancia recíproca
sin excluir de ningún modo la existencia de relaciones
oficiosas, si no amicales, que deseamos con toda cordia-
lidad, y una lealtad y franqueza absolutas, inspiradas en
nuestro común origen iniciático y por nuestro largo pa-
sado de dedicación y vinculación al GO de Francia, pero
que cuyo carácter quedará determinado por la actitud
que hacia nosotros adopte el Gran Oriente y sus orga-
nismos dirigentes 196.
Como cabe imaginar, el Consejo de la Orden que examinó
esta propuesta el 14 de abril, la rechazó inmediatamente a

196 Ibid., págs.- 187-189.

. 174 .
partir del día siguiente por una carta cuyos términos no ad-
mitían apelación alguna:
Después de haber examinado las propuestas del H. Savoire
relativas al Rito Rectificado. EL CONSEJO DE LA ORDEN,
Considerando que el Rito Rectificado pertenece al Gran
Oriente de Francia y es practicado en varias de sus Logias,
no cree tener que apreciar las propuestas que entrañan la
modificación de los artículos del Reglamento general con-
cerniente al ejercicio de los ritos, y haciendo un llamamiento
al espíritu de unión de todos los Masones del Gran Oriente,
197
pasó a tratar el siguiente punto del orden del día .
Hay que destacar que esta carta de Savoire de 20 de marzo
de 1935, o sea exactamente, cinco días antes de la constitución
del G.P.D.G., ponía condiciones, que para empezar, se apoya-
ban, no en una idea de «posesión» del Rectificado por parte
del Gran Oriente, sino más bien sobre los fundamentos histó-
ricos del Régimen en su relación con el G.O.D.F., en particular
sobre los términos del Tratado de 1811 que reconocían a los
Directorios como el «cuerpo del Régimen Rectificado en Fran-
cia», lo que representaba un cambio significativo.
Desde entonces la constitución del Gran Priorato de las
Galias se situó bajo los auspicios de un pleno restablecimien-
to de la Orden al margen de una estructura obedencial, lo
que por otra parte se corresponde perfectamente con el espí-
ritu del Régimen.
Y fue así que el 23 de marzo de 1935 se desarrolló en París
la tenida histórica de la Prefectura de Ginebra, presidida por
Rochat, Gran Prior del GPIH, Charles Nicole, Gran Canci-
ller, y Roesgen, Prefecto de Ginebra. Rochat, que puso espe-
cial cuidado en denunciar el tratado de 1911 firmado con el
G.O.D.F., instaló la Prefectura de Neustria poniendo a
Wibaux como Prefecto, dando una Patente oficial a Camille
Savoire, en la que le otorgaba, en tanto que Gran Prior del

197 Ibid., pág. 189.

. 175 .
Gran Priorato de las Galias, total autoridad para crear en
198
Francia talleres del Rito Escocés Rectificado .
En su discurso, Camille Savoire, subrayó que el G.O.D.F.
se oponía a la práctica auténtica del R.E.R. y que a conse-
cuencia de ello el G.P.D.G. se veía en la necesidad a partir de
aquel momento, y con el fin dar respuesta a las exigencias
willermozianas, de formar una Orden autónoma e indepen-
diente compuesta por miembros «deseosos de abandonar las
Obediencias francesas cuyas actuaciones, estaban en contra-
dicción con el carácter de la Francmasonería».199
Savoire nos dice:
He aquí como acabamos de despertar regularmente en Fran-
cia el Rito Rectificado, habiéndose llevado a cabo este des-
pertar en acuerdo y con el concurso de la única potencia te-
niendo la autoridad suprema sobre el Rito a nivel mundial y
en conformidad a los diversos Conventos de 1778, 1781,
1808 y 1811, y en ejecución de la decisión tomada en 1828
por el Directorio de la 5ª Provincia de Neustria, delegando a
la última de sus Prefecturas, dicha de Zurich, sus archivos,
prerrogativas, derechos, etc., con la misión de conservarlos
hasta el día en que pudiera efectuarse el despertar del Recti-
ficado en Francia, permitiéndole desposeerse del encargo
recibido200.
La Patente que se le entregó estipulaba:
El Gran Prior de Helvetia, es qualites, reconoce expresamen-
te al Gran Directorio de las Galias como potencia regular,
autónoma e independiente del Régimen Rectificado en
Francia, con los más amplios poderes para crear en este país
cuantas Prefecturas, Encomiendas, Logias de San Andrés y
llegado el caso, todas las Logias simbólicas del Rito Rectifi-
cado bajo su Obediencia, y saluda en la persona el M. Rev.
H. Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa, Doctor Camille

198 Asistieron a esta tenida Savoire, Gran Prior/GM Nacional; Machon,


Gran Canciller; Wibaux, Wachmar, Devaux, Corbin, Charrière y Édouard
de Ribaucourt.
199 Cf. L. Charrière, op. cit. pág. 45.
200 Cf. P. Noël, op. cit., pág. 190.

. 176 .
Savoire, in ordine eques a Fortitudine, como su primer Gran
Prior, Gran Maestro Nacional201.
El 17 de abril de 1935, Camille Savoire, dimitía del
G.O.D.F. donde venía trabajando desde 1893. El 14 de mayo,
presidía por última vez como Gran Comendador el
G.C.D.R., y daba lectura a un texto explicativo de su deci-
sión en el que escribía con perceptible amargura:
He resuelto hacer uso de mi derecho de masón libre en el
seno de una Obediencia, más bien que en el seno de un rito
libre y retirarme del Gran Oriente de Francia, recobrando así
mi completa libertad de acción. He precisado el carácter de
mi retiro en las cartas dirigidas al Venerable del Taller sim-
bólico, al Muy Sabio del Capítulo y al Presidente del Areó-
pago a los cuales pertenezco, a cada uno de los miembros
del Gran Colegio de Ritos y al Presidente del Consejo de la
Orden. A solicitud de mis HH. de la Logia a la que he perte-
necido desde hace 41 años, les haré conocer, desarrollándo-
las, las razones en el transcurso de la Tenida de mi Logia, el
24 de mayo próximo, tenida en el curso de la cual daré
cumplimiento al gesto ritual y reglamentario consagrando
mi dimisión como miembro del Gran Oriente de Francia…
Quiero simplemente al terminar, recordar aquí, para que
conste en el libro de Oro del Gran Colegio de Ritos, como
justificación común de nuestros actos y decisiones sanciona-
das por vuestra aprobación unánime que siempre me habéis
concedido, los motivos invocados para justificar y los pro-
cedimientos empleados para mantener desde 1926 hasta hoy
la sórdida lucha emprendida contra el Gran Colegio de Ritos
y sobre todo contra mí.202
Más allá de su carta de dimisión, Savoire redactó igual-
mente en el curso del año 1935 una especie de manifiesto ti-
tulado «¿Por qué queremos despertar el Rito Rectificado en
Francia?», en el que evocaba su fidelidad al «espíritu del
cristianismo primitivo» con ésta magnífica frase:

201 Ver Anexo VIII: Carta Patente constitutiva del Gran Priorato de las Ga-

lias (23 de marzo de 1935) pág. 251.


202 In Renaissance Traditionnelle, nº 3, 1970, págs. 225-228.

. 177 .
…reconozco que ha sido cuando mi admisión en el seno del
Rectificado que he encontrado el camino de la iniciación y
comprendido el carácter iniciático de la Francmasonería…203

203«¿POR QUÉ QUEREMOS DESPERTAR EL RITO RECTIFICADO EN


FRANCIA?»
«…La idea que (nos) ha animado es un simple sentimiento de reconoci-
miento y vinculación por la Obediencia y el Rito del que hemos compren-
dido la grandeza y su belleza cuando fuimos admitidos. En lo que a mí
concierne, reconozco que ha sido cuando mi admisión en el seno del Recti-
ficado que he encontrado el camino de la iniciación y comprendido el ca-
rácter iniciático de la Francmasonería. Este sentimiento, todos los Masones
del Gran Oriente recibidos al grado de Caballero Bienhechor de la Ciudad
Santa, fueran estos ateos o deístas, materialistas o espiritualistas, católicos,
protestantes o israelitas de origen convertidos en librepensadores, lo han
experimentado intensamente…
Por otra parte (hemos) pensado que era importante crear en Francia, en el
seno de las Obediencias regulares existentes un agrupamiento masónico
teniendo con las diversas Obediencias extranjeras, estrechas relaciones
susceptibles de crear entre ellas y la Masonería francesa, hasta ahora tenida
al margen, un tratado de unión.
Es por lo que (hemos) querido crear un hogar masónico sustraído a toda
influencia política, tenido rigurosamente aparte de las discusiones relativas
a los partidos políticos o clanes sociales y de las controversias sobre las ar-
dientes cuestiones que les conciernen o referentes a polémicas religiosas y
metafísicas y sobre todo de las reivindicaciones egoístas de los intereses
corporativos o de clases sociales.
Haciendo esto (hemos) querido retener en la Francmasonería a los Herma-
nos deseosos por estas razones de apartarse y atraer los elementos intelec-
tuales o sociales que la insuficiencia de intelectualidad de los trabajos y so-
bre todo las tendencias políticas, filosóficas o sociales de ciertos talleres de
las Obediencias francesas alejaban de ellos o les prohibían la entrada.
Tales son los motivos que (nos) han guiado y han hecho justicia ante nuestro
ojos respecto a los reproches de arcaísmo dirigidos a las formas rituales del
Rectificado, sobre todo dado que en Masonería todo es absolutamente sim-
bólico y cuya interpretación es dejada a la libre interpretación de cada uno.
Reconozco que el librepensador que siempre he sido no ha manifestado al
entrar en el Rito Rectificado ninguna vacilación, ni experimentado ningún
escrúpulo cuando se me ha pedido declarar que profesaba el espíritu del
cristianismo, en particular cuando el Gran Prior ha añadido «se trata aquí
del espíritu del cristianismo primitivo resumido en la máxima: «Ama a tu
prójimo como a ti mismo».
En cuanto a la presencia en el Templo de un libro abierto por la primera
página del Evangelio de San Juan, sobre el que el neófito presta juramento,

. 178 .
Cuatro meses más tarde de la constitución del Gran Priora-
to de las Galias, se concluyó un Tratado de alianza y amistad
entre el G.P.D.G. y el G.P.I.H., el 5 de julio en Ginebra y el 25
del mismo mes en París, y ello «por un período indetermi-
nado», los dos Grandes Prioratos se reconocen como «solas
y únicas Potencias Soberanas del Régimen Escocés Rectifi-
cado en sus países respectivos, a saber: el Gran Directorio de
las Galias para Francia y sus Colonias y el Gran Priorato In-
dependiente de Helvetia para toda Suiza, y no admitiendo
como talleres regulares del Régimen Rectificado que aque-
llos constituidos en Francia por el Gran Directorio de las Ga-
lias, y en Suiza por aquellos surgidos directamente del Gran
Priorato Independiente de Helvetia».204
Se imponen algunas observaciones después de este des-
pertar del Gran Priorato de las Galias operado en marzo de
1935 por el Gran Priorato de Helvetia, que con notable dife-
rencia respecto al Tratado de 1911 firmado entre el G.P.I.H.
y el G.O.D.F. que no fue precedido por la entrega de una
«Patente» para la práctica del R.E.R. al G.O.D.F. en base a la
excusa —inexacta históricamente—, que el Gran Oriente po-
seía el Rito por unos supuestos derechos anteriores relativos
a los Tratados de 1776 y 1811, así como del Tratado de abril
de 1911, tratado que por otra parte desde el 13 de diciembre
de 1913, el G.P.I.H. declara como nulo, a diferencia de di-
chos tratados, lo que se produce en 1935 es un despertar
completo del Régimen fundamentándose, como bien se re-
cuerda en la Patente de constitución, en los derechos adqui-
ridos por parte del Gran Priorato de Helvetia «por el Con-

no me he sentido ofendido en absoluto, ya que no constituye un texto reli-


gioso, sino un resumen muy ecléctico del esoterismo antiguo explicando el
origen de la Vida en el Universo.
Tampoco tuve ninguna repugnancia en aceptar, que tradicionalmente, San
Juan es el padrino patronímico de todas las Logias masónicas simbólicas
que son designadas desde lo más antiguos orígenes, bajo el nombre de Lo-
gias de San Juan…» (Cf. P. Noël, op. cit., págs. 192-193).
204 Ver Anexo IX: Tratado de Alianza y Amistad entre el Gran Directorio de

las Galias y el Gran Priorato de Helvetia (25 de julio de 1935) pág. 258.

. 179 .
vento de los Capítulos de Borgoña, tenido en Basilea los 15,
16 y 17 de Agosto de 1779», por «la entrega de sus poderes el
2 de Agosto de 1828, por el Capítulo Provincial de Borgoña,
Vª Provincia de la Orden», por la «Patente especial dima-
nante de la Provincia de Auvernia, IIª Provincia de la Orden
con fecha 29 de Marzo de 1830, el Capítulo Provincial de Gi-
nebra, adquiriendo el derecho para constituir establecimien-
tos de su Rito, en sitio y en lugar de dicha Provincia de Au-
vernia», bajo pretexto «de asegurar definitivamente el des-
pertar en Francia del Rito Escocés Rectificado, tal cual anta-
ño fue practicado y tal como es practicado actualmente en
Suiza, en el seno del Gran Priorato de Helvetia», añadiendo
a todo esto «El Gran Prior de Helvetia, es qualites, reconoce
expresamente al Gran Directorio de las Galias como poten-
cia regular, autónoma e independiente del Régimen Rectifi-
cado en Francia, con los más amplios poderes para crear en
este país cuantas Prefecturas, Encomiendas, Logias de San
Andrés y llegado el caso, todas las Logias simbólicas del Ri-
to Rectificado bajo su Obediencia, y saluda en la persona el
M. Rev. H. Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa, Doctor
Camille Savoire, in ordine eques a Fortitudine, como su
primer Gran Prior, Gran Maestro Nacional».205
Destacamos el hecho, de singular importancia y en absolu-
to anodino, que el G.P.I.H., por este acto del año 1935 no
despierta simplemente al Gran Priorato-Gran Directorio de
Auvernia, como bien pudiera haberse limitado hacer a la
vista de sus poderes detentados sobre la IIª Provincia desde
1830, si no que lo hace, mucho más ampliamente, creando el
«Gran Priorato de las Galias» en tanto que instancia nacional
del Régimen, teniendo a su cabeza un Gran Maestro Nacio-
nal, e igualmente Gran Prior, en la persona de Camille Sa-
voire, instancia soberana del Régimen Rectificado engloban-
do bajo su autoridad las IIª, IIIª y Vª Provincias de la Orden
situadas en territorio de las «Galias».

205 Tratado de Alianza (1935), Ibid.

. 180 .
Así pues este despertar, consentido en beneficio del
G.P.D.G. en tanto que «potencia regular, autónoma e inde-
pendiente del Régimen Rectificado en Francia», condiciona-
do a mantener el «compromiso solemne de practicar el Rito
Escocés Rectificado en conformidad a los estatutos de la Or-
den al uso todavía en Suiza, y especialmente de mantener
íntegramente las decisiones adoptadas en los diversos Con-
ventos de Kohlo, en 1772, de Wilhelmsbad, en 1782, y de las
Galias, en 1778, tendentes a asegurar en el Rito Rectificado
su uniformidad»206, era ciertamente a la vez, un restableci-
miento del Régimen en la extensión absoluta de todas sus
prerrogativas y su autoridad sobre el conjunto de estableci-
mientos del sistema de la Reforma de Lyon, e igualmente la
reconstrucción de un Gran Priorato, en tanto que Directorio
Nacional constituido sobre el modelo de despertar del Ré-
gimen en 1808207, poseyendo un Gran Maestro Nacional a fin
de asegurar el gobierno de la Orden, teniendo autoridad so-
bre las tres Provincias francesas.

206 Carta Patente constitutiva del Gran Priorato de las Galias (23 de marzo
de 1935).
207 En una carta de 19 de julio de 1808, Willermoz decía haber informado:

«al Hermano Cambacérès de la fundación de la Regularidad rogándole la


aceptación de su elección como Gran Maestro Provincial de cada una de
las IIª, IIIª y Vª Provincias, «lo que prepararía para otra ocasión de más
adelante la nominación legal a la dignidad de Gran Maestro Nacional.»
(Cf. BM Lyon, ms 5456, in Le Forestier, op. cit., pág. 889).

. 181 .
Blasón de la IIª Provincia de Auvernia
Albernia, magnus equorum prefectus
Eques thorneatus equitans, gerens lanceam auream
elevatam in campo rubro
«Qui cupit»

De gules un caballero contornado armado de plata, teniendo la lanza


en alto de oro, cabalgando sobre una terraza y rematado con una ban-
derola puesta en faja, cargada con las letras Q.C.; en jefe, de plata una
cruz paté y anudada de gules. El Gran Priorato de las Galias fue cons-
tituido en 1935, en tanto que instancia nacional y soberana del Régi-
men Rectificado, englobando bajo su autoridad las IIª, IIIª y Vª Provin-
cias de la Orden situadas en territorio de las «Galias».

. 182 .
V. LA GRAN LOGIA ESCOCESA
RECTIFICADA

Como era lógico, a fin de poder trabajar el Rito en conformi-


dad con el espíritu y la letra del Código de 1778 que estipula
que un Gran Priorato que administra los grados de la Orden
Interior, debe tener una Gran Logia del Régimen208, el 24 de
octubre de 1935 —cuando el Gran Directorio de las Galias y

208«La Orden entera de la Francmasonería rectificada es gobernada por un


Gran Maestro general, por grandes Maestros nacionales y Administradores
Provinciales, y por Directorios Escoceses y grandes Logias Escocesas, que
tienen bajo su inspección o toda la Orden entera, o una nación, o una pro-
vincia, o un distrito, o un departamento particular. Cada Gran Logia Esco-
cesa está compuesta por un Jefe o Presidente, por los oficiales necesarios
para la administración de su departamento y de los Diputados Maestros
comprendidos en dicho departamento, que son los encargados de inspec-
cionar cada una de las Logias de su distrito particular, y rendir cuentas de
ello a la Gran Logia Escocesa. (…) Las Grandes Logias Escocesas son esta-
blecidas en cada distrito para la administración inmediata de las Logias
reunidas que de ellas dependan. Deben velar por la ejecución de las leyes y
reglamentos prescritos, y por el mantenimiento del buen orden y la disci-
plina. Es a estas que las Logias reunidas deben dirigirse en todas las peti-
ciones, y son también éstas, la primera instancia de apelación de los asun-
tos de litigios u otros que correspondan a su departamento.» (Código de
las Logias Reunidas y Rectificadas de Francia, tal como fue aprobada por
los Diputados de los Directorios de Francia en el Convento Nacional de
Lyon en 5778).

. 183 .
el Gran Priorato de Helvetia habían concluido un «Tratado
de Amistad y Reconocimiento» firmado en Ginebra el 5 de
julio de 1935 y en París el 25 de julio, Tratado en virtud del
cual, retomando los términos de la Patente de despertar del
Régimen de 20 de marzo de 1935, y «considerando que es
deseable, en interés de la Orden Masónica en general y del
Régimen Escocés Rectificado en particular, el mantener y re-
afirmar las relaciones cordiales y fraternales que unen el
Gran Directorio de las Galias y el Gran Priorato Indepen-
diente de Helvetia», las dos Potencias contratantes se reco-
nocen como «solas y únicas Potencias Soberanas del Régi-
men Escocés Rectificado en sus países respectivos y admi-
tiendo solamente como talleres regulares del Régimen Recti-
ficado que aquellos constituidos en Francia por el Gran Di-
rectorio de las Galias, y en Suiza por aquellos surgidos di-
rectamente del Gran Priorato Independiente de Helve-
tia»209— Camille Savoire, en tanto que Gran Prior del GPDG,
creará oficialmente la Gran Logia Escocesa Rectificada.
A) PERÍODO ANTERIOR A LA GUERRA (1935-1939)

Esta Gran Logia Rectificada, teniendo como a Gran Maestro


al H. René Wibaux, estaba en un comienzo constituida por
cuatro Logias simbólicas210 , lo que era poco pero suficiente
para subsistir y permitió que poco después, pudieran consa-
grarse cuatro nuevas Logias211 . Sin embargo, los esfuerzos

209 Ver Anexo IX: Tratado de Alianza y de Amistad entre el Gran Directorio
de las Galias y el Gran Priorato de Helvetia (julio de 1935). En su punto 2,
el Tratado insiste sobre el hecho que debe ser observada una completa fi-
delidad respecto a los grados, formas, ceremonias, tradiciones y rituales
del Régimen: «Los Altos Grados del Régimen Escocés Rectificado consisten
en la Logia de San Andrés y la Orden Interior (Escuderos Novicios y Caba-
lleros Bienhechores de la Ciudad Santa). Las dos potencias contratantes es-
tán de acuerdo en conservar las formas, ceremonias, tradiciones, leyendas
e instrucciones de los diferentes grados del Rito.» (pág. 258).
210 La Morinie, en Touquet; Les Philadelphes, en Lille; Les Templiers, en

París, y los Amis Bienfaisants, en Rouen.


211 Justicie et Fraternité, en Calais; La Tradition Écossaise, en Burdeos; Côte

d’Azur, en Niza, y Tradition, en París.

. 184 .
de Camille Savoire en favor del desarrollo del Gran Priorato
de las Galias y su Gran Logia Rectificada no se detuvieron
aquí. En efecto, el 18 de octubre de 1936, Savoire recibía co-
mo Escuderos Novicios a los HH. Kuhn, Rybisnki, Loewe,
Gloton, Roux La Roque y Weil, y luego el 27 de junio de
1937, siempre con el mismo entusiasmo, consagraba la Logia
de San Andrés, Flandre, en Lille, antes de hacer lo mismo en
Toulon el 20 de mayo de 1938 y en Niza, dos días más tarde.
Como se puede constatar, Savoire no escatimaba esfuerzos
ni energías para que la Gran Logia Rectificada se inscribiera
realmente y sobre todo duraderamente en el panorama ma-
sónico francés.
No obstante los talleres tenían muchas dificultades para
reclutarse, e inclusive reunirse por el hecho de la falta de
efectivos, y otro aspecto en absoluto desdeñable: estaban
desprovistos de lugares donde abrigar sus trabajos ya que la
Gran Logia Escocesa Rectificada no se encontraba, por el
momento, evidentemente ni reconocida por las otras Obe-
diencias ni en disposición de firmar un Tratado de amistad a
fin de poder beneficiarse de la ayuda necesaria para mante-
ner sus esfuerzos de desarrollo. Ante esta situación, que a
corto plazo parecía inextricable, el Gran Maestro René
Wibaux, viendo las inmensas dificultades con que se encon-
traban los establecimientos de la Orden, y a fin de permitir a
los talleres de la Gran Logia Rectificada sobrevivir y prose-
guir sus actividades, emprendió negociaciones con la Gran
Logia de Francia (G.L.D.F.) en julio de 1937 a fin de integrar
la Gran Logia Escocesa Rectificada en su seno.
Esta iniciativa, respecto a la que convendremos que efecti-
vamente se apoyaba sobre necesidades reales pero cuya ar-
gumentación resultaba bastante controvertida –habida cuen-
ta de la identidad de origen del Rito Escocés Rectificado y la
del Rito Escocés Antiguo y Aceptado por su pretendida
fuente común que sería el Capítulo de Clermont- fue some-
tida a la aprobación de los sufragios de los miembros de la
Gran Logia Rectificada que recibían en octubre de 1937 una
carta redactada en estos términos:

. 185 .
Numerosos Hermanos venidos al Rito Rectificado seduci-
dos por la serenidad de sus trabajos y la riqueza iniciática de
su simbolismo, han manifestado en numerosas ocasiones su
pesar por verse aislados de la vida masónica tanto Nacional
como extranjera. Es en este espíritu que el último Convento
ha encargado a su Gran Consejo de estudiar todos los me-
dios de aproximación y colaboración de nuestra Gran Logia
con Obediencias con nuestro mismo ideal. Entre estas Obe-
diencias, una practica un Rito que tiene el mismo origen que
el nuestro, es la Gran Logia de Francia. En efecto, el Rito an-
tiguo y aceptado y el Rito Rectificado son salidos ambos del
Capítulo de Clermont y vueltos a Francia bajo la forma ac-
tual, uno después de un viaje a América, el otro, después de
un viaje a Alemania. En razón misma de este parentesco,
después de conversaciones oficiosas con los representantes
de la Gran Logia de Francia que expusieron un programa
masónico de acción ecuménica, los Grandes Oficiales de la
Gran Logia Escocesa Rectificada tuvieron la convicción que
resultaría posible federar el Escocismo. Regularmente man-
datados por el Gran Consejo, los HH. Wibaux y Crampon se
encontraron oficialmente con los HH. Lantoine y Doignon
que representaban por su parte a la Gran Logia de Francia.
Les ha parecido que una colaboración íntima de los dos Ri-
tos Escoceses sería posible bajo la autoridad administrativa
de la Gran Logia de Francia. Cada Rito conservando su in-
dependencia simbólica, el Gran Priorato quedando inde-
pendiente, habiéndosele dado garantías de libertad ritual; en
suma aplicando el régimen que poseen las Logias Rectifica-
das suizas en el seno de la Gran Logia Alpina. Ante ésta
grave resolución, un Convento sería incapaz de reflejar la
opinión de la totalidad de Hermanos Rectificados. Es impor-
tante tener la opinión sincera de cada Hermano.
Responded pues enviando esta papeleta al Doctor
Wibaux, a Camiers (Pas de Calais) antes del 1º de noviembre
de 1937.
Tachad la fórmula que rechacéis y luego firmad la papeleta.
Preferís:
1º ¿El statu quo ante?

. 186 .
2º ¿La adhesión a la Gran Logia de Francia?
P.D. los indiferentes, así como los retrasados que no res-
pondan en el plazo anteriormente especificado, serán consi-
derados como aceptantes de la segunda solución, es decir
siguiendo la doctrina practicada por el Gran Consejo.212
Cinco Logias: Los Philadelphes, La Morinie, Les Amis
Bienfaisants, Justice et Fraternité, La Tradition Écossaise, hi-
cieron la elección de adherirse a la G.L.D.F., otras tres cesa-
ron sus trabajos y una, Les Templiers, decidieron reintegrar-
se al G.O.D.F. La integración oficial a la G.L.D.F. de las cinco
Logias provenientes de la Gran Logia Escocesa Rectificada,
tuvo lugar el 3 de febrero de 1938. Ese mismo día, la Orden
Interior era pura y llanamente integrada al Supremo Conse-
jo, donde se le reservaron dos plazas. Wibaux aceptó estos
dos sitios que podríamos calificar de «asientos plegables»,
recibiendo el título de «Regente del Rito Rectificado».
Camille Savoire, Gran Prior del G.P.D.G., que se encontra-
ba absolutamente opuesto a la iniciativa de Wibaux y que
nunca se lo ocultó como lo prueba la importante correspon-
dencia intercambiada entre ellos en este período213, rechazó
no solamente uno de los sitios que tan «generosamente» le
era ofrecido, sino que se apartó vigorosamente de lo que a
sus ojos era una renuncia inaceptable y un total abandono
de los principios mismos del Régimen Escocés Rectificado.
Por otra parte, y como respuesta a lo que acababa de suce-
der, consagraba el 27 de enero de 1938, la Logia «Franchise»
que se convirtió entonces en la única Logia simbólica rectifi-

212Cf. L. Charrière, op. cit., pág. 117.


213Jean Baylot escribe: «[Savoire] no suscribió en modo alguno la operación
cuando ésta fue emprendida; antes al contrario, sufrió mucho a causa de
ella. Una vez concluido el referéndum, contestó vivamente los resultados.
Poseemos en nuestros archivos la voluminosa correspondencia intercam-
biada entre Savoire y Wibaux durante este período, con una cadencia en
ocasiones de una carta diaria. En términos vivos, siempre corteses pero
firmes, Savoire denuncia en primer lugar los fundamentos de la operación,
y después su misma honradez.» (J. Baylot, Histoire du Rite Écossais en
France au XXe siècle, op. cit., pág. 36).

. 187 .
cada dependiente directamente del G.P.D.G., y que le permi-
tió proseguir su existencia en tanto que Obediencia inde-
pendiente, detentora y conservadora del Régimen en Fran-
cia.
B) CREACIÓN POR PARTE DEL G.O.D.F. DE UN «DIRECTORIO ES-
COCÉS DE LAS ANTIGUAS PROVINCIAS DE FRANCIA» (1938)

Como era previsible, al Gran Oriente no le gustó mucho la


iniciativa del antiguo Gran Comendador del Gran Colegio
de Ritos, que no ahorraba reproches respecto a estas formas
obedienciales, teniendo en su punto de mira particularmente
al G.O.D.F. en sus críticas, formas obedienciales convertidas
a sus ojos en incompatibles con una práctica fiel y auténtica
del Régimen Escocés Rectificado.
Es por otra parte a propósito de una cuestión de fidelidad
a los rituales que Adrien Pouriau, que había sustituido a
Camille Savoire como Gran Comendador del Gran Colegio
de Ritos, se dirigió a Ginebra, el 31 de diciembre de 1937, pa-
ra solicitar si las versiones utilizadas por el G.O.D.F. eran co-
rrectas, y hacerse proveer, si ese no era el caso, de versiones
originales de los textos del Régimen a fin que los talleres rec-
tificados del Gran Oriente pudieran trabajar válidamente. El
21 de enero de 1938, los suizos respondieron a Pouriau, sin
tapujos: «El ritual que posee no tiene ninguna relación con
nuestro Régimen. No es más que una mala copia, truncada y
desfigurada, sin valor alguno, completamente al margen del
Rito Escocés Rectificado.»
Por otro lado el G.P.I.H., indicaba a Adrien Pouriau, en ca-
so que lo hubiera olvidado:
El Régimen Escocés Rectificado está representado en Francia
por el Gran Priorato de las Galias y siendo mucho más lógi-
co dirigirse a él, ya que «no queremos actuar al margen de
nuestro H. Savoire, Gran Prior, por lo que concierne a Fran-
cia, sobre todo en la cuestión actual».» Por otra parte, se le
recuerda a Pouriau, para mejor precisar las cosas: «El RER
no es solamente una forma ritual, sino una Orden. Los re-
glamentos prevén que una Logia Escocesa [sic por Logia de

. 188 .
san Juan] este sometida a una Logia de San Andrés, y ésta
sometida a una Prefectura, que a su vez, depende de un
Gran Priorato. El uso de un ritual rectificado no implica
pues la regularidad de una Logia. La comunicación de los
Rituales no da derecho pues a practicarlos, ni los poderes
regulares para instalar Logias rectificadas 214.
Este recordatorio, remitiendo en primer lugar a la necesi-
dad de pertenecer a «la Orden» para poder utilizar legíti-
mamente los rituales rectificados, no era más que un volver
a «poner al día» administrado en un tono relativamente fir-
me, de los principios de organización de un Régimen así
constituido en el siglo XVIII en Lyon, y que tiene por voca-
ción, máxime cuando acababa de ser reconstruido el Gran
Priorato de las Galias, el perdurar de acuerdo a la concep-
ción original que lo caracteriza.
No es muy complicado suponer que esta pequeña lección
un tanto seca recibida de Ginebra, solo gustó moderadamen-
te a los Hermanos del Gran Oriente. Es por lo que el Gran
Colegio de Ritos, el 3 de abril de 1938, que había tenido que
madurar su respuesta, expidió un correo al Directorio de
Ginebra en el que, barriendo los recordatorios helvéticos,
decía complacerse en informar a sus corresponsales que no
tenía ninguna necesidad de los rituales detentados por el
G.P.I.H., puesto que disponía de aquellos conservados en
Besançon donde el R.E.R. pretendidamente no se había «ex-
tinguido nunca», rituales provenientes de los archivos de la
Vª Provincia de Borgoña, y que por este hecho no precisaba
de ninguna «transmisión». Es más, el Gran Colegio de Ritos,
informaba a Ginebra que «tras examen de los documentos
de Besançon se había revelado que los rituales practicados
por el GPDG, e incluso por el GPIH, habían sufrido modifi-
caciones no conformes con las reglas que el Directorio de
Ginebra recordaba en su carta del 21 de enero. El Gran Cole-
gio se sorprendía y preguntaba cómo el Directorio de Gine-
bra no hubo reaccionado nunca ante tales «mutilaciones…»

214 L. Charrière, op. cit., pág. 38.

. 189 .
al uso en las Logias rectificadas instaladas por el Gran Co-
mendador Savoire desde 1930».215
Pero esta carta de abril de 1938 no fue simplemente la oca-
sión para un intercambio en explicación del texto con Gine-
bra. En efecto, convencido de su derecho sobre el Rectifica-
do, el G.C.D.R., que había ya constituido el 6 de febrero de
1938 una Logia de San Andrés, la Labor, en Besançon, insta-
ló a continuación varias Logias en el mediodía francés, el 20
de mayo en Toulon, y después, sobre la marcha, el 22 y el 23
de mayo en Niza.
Sin embargo, lo más importante iba a producirse el 18 y 19
de junio de 1938, puesto que, en el marco de una operación
de reorganización del Rito en el seno del Gran Oriente, el
Gran Colegio de Ritos, apoyándose en los C.B.C.S. «armados
en Ginebra por el Gran Priorato de Helvetia y pertenecientes
al Gran Oriente de Francia donde quedarán integrados»,
creará en el seno del G.C.D.R. del G.O.D.F., el «Directorio
Escocés de las antiguas provincias de Francia»:
Decisión tomada por el Gran Colegio de Ritos.
§ Considerando que el Gran Oriente de Francia está en po-
sesión del Rito Escocés Rectificado en virtud de los Tra-
tados de 1776, 1781 y 1811, establecidos con los Directo-
rios Escoceses de Auvernia, Borgoña y Septimania por
aquel entonces con sedes en Lyon, Estrasburgo, Burdeos
y Montpellier;
§ Considerando que varias de las Logias de su jurisdicción
administrativa trabajan regularmente en este Rito en vir-
tud de las autorizaciones que les han sido concedidas
por el Consejo de la Orden, conforme a los artículos del

215P. Noël, op. cit., pág. 202. Sobre este punto, hay que reconocer que el
G.C.D.R. no dejaba de tener razón en sus observaciones a Ginebra, pues los
rituales habían sido objeto de numerosas modificaciones en el curso del
tiempo, y que entre los textos originales de los siglos XVIII y principios del
XIX, y con los que se trabajaba por aquella época, había una distancia im-
presionante, distancia que no sería corregida hasta muchos años más tarde,
en favor de un deseo, legítimo y necesario, de retorno a las fuentes.

. 190 .
104 al 107 del Reglamento general del Gran Oriente de
Francia;
§ Considerando que tiene en su seno a Masones regular-
mente armados Caballeros Bienhechores de la Ciudad
Santa por el Gran Priorato Independiente de Helvetia;
El Gran Colegio de Ritos del Gran Oriente de Francia, en
virtud de los poderes que posee del Reglamento General de
la Orden y de los Talleres Superiores, decide proceder a la
reorganización, en el seno del Gran Oriente de Francia, de
los grados superiores del Rito Escocés Rectificado.
§ Los únicos rituales que podrán estar en uso en los Talle-
res que trabajen este Rito, serán los antiguos rituales
conservados en los archivos del antiguo Directorio Esco-
cés de Borgoña, en Besançon.
§ Provisionalmente, los Caballeros Bienhechores de la
Ciudad Santa armados en Ginebra por el Gran Priorato
de Helvetia y pertenecientes al Gran Oriente de Francia
o que serán integrados en él, formarán en el seno de ésta
Potencia Masónica el Directorio Escocés de las antiguas
provincias de Francia.
NOTA.- Esta decisión ha sido tomada por unanimidad por
el Gran Colegio de Ritos en su sesión de 18 de junio de 1938.
Ha sido aprobada el mismo día por la Comisión Mixta del
Consejo de la Orden y del Gran Colegio de Ritos. El Consejo
de la Orden del Gran Oriente de Francia, lo ha ratificado a
su vez por unanimidad, en su sesión plenaria del 19 de junio
de 1938216.
C) REACCIÓN DE CAMILLE SAVOIRE ANTE LA INICIATIVA DEL
G.O.D.F.
Ante lo que fue tomado, tanto por parte de los Hermanos de
Ginebra como los del G.P.D.G., como el resultado de una
decisión arbitraria y unilateral del G.C.D.R. y del G.O.D.F.,
era evidente que Camille Savoire solo podía reaccionar vigo-
rosamente.

216 Ibid. págs. 202-203.

. 191 .
Es lo que hizo el 26 de junio de 1938 en un texto que será
hecho público y publicado el 1º de marzo de 1939 en La
Chaîne d’Union, revista mensual de documentación e in-
formación masónica, texto que era una respuesta a los ar-
gumentos de aquel que había sido su antiguo Gran Canciller
en el Seno del G.C.D.R., a la sazón Louis Charrière, habien-
do juzgado este último necesario publicar un opúsculo críti-
co en 1938: El Régimen Escocés Rectificado y el Gran Oriente
de Francia, en el que trataba de probar los «derechos de po-
sesión secular del Rito» por parte del Gran Oriente de Fran-
cia. Savoire, demostraría el carácter infundado de la autori-
dad que el Gran Oriente se otorgaba y pretendía poseer so-
bre el Régimen Rectificado por los Tratados de 1776, 1781 y
1811, reposando la pretensión de sus derechos en una lectu-
217
ra errónea de los textos y de la Historia . Por otra parte,
Savoire, subrayaba que fue precisamente por razón del re-
chazo del Gran Oriente —cuando su Convento de septiem-
bre de 1934 y del Gran Consejo de Ritos en marzo de 1935—
a conceder la posibilidad de una práctica auténtica y respe-
tuosa con los Códigos fundadores del Régimen, que el
G.P.D.G. fue fundado por el G.P.I.H., de manera a restable-
cer una estructura plenamente poseedora de la herencia de
las IIª, IIIª y Vª Provincias de la Orden, puestas en sueños en
el siglo XIX, transmitiendo el G.P.I.H. con ocasión de este
despertar del Gran Priorato de las Galias, los poderes efecti-
vos de los Directorios que detentaba a título provisional.
Además de este artículo, Savoire, en su calidad de Gran
Maestro Nacional del G.P.D.G., dirigió un correo a todos los
miembros de la Orden a fin de ponerlos en guardia contra
ésta maniobra juzgada de abusiva y desleal del G.O.D.F., en
el que declaraba:
He de poner en vuestro conocimiento que el GODF, por de-
cisión de su Consejo de la Orden de fecha 19 de junio de
1938, ha decidido la creación en su seno de un Gran Directo-

217 Ver Apéndice II: La idea de la «posesión secular» sobre el Rito Escocés

Rectificado, pág. 187.

. 192 .
rio Rectificado para la constitución del cual hace un llama-
miento a aquellos de sus Miembros que forman parte a la
vez del Gran Oriente y del Gran Priorato y teniendo la cali-
dad de CBCS en el Gran Priorato de Helvetia.
Solamente tres de ellos no pertenecen al Gran Priorato de
las Galias: los HH. Mille, Eissen y Charrière, pero se ha ma-
niobrado tratando de arrancar a otros del Gran Priorato de
las Galias y de su Gran Prior.
Quiero llamar vuestra atención sobre el hecho que el Gran
Priorato de Helvetia ha protestado contra ésta creación ante
el H. Charrière, a su vez Miembro fundador del Gran Prio-
rato de las Galias.
Traigo estos hechos a vuestro conocimiento para señalaros
esta tentativa claramente irregular, condenada por la única
organización teniendo las calidades para hablar en nombre
del Rito Rectificado.
Creo inútil añadir que ésta tentativa constituye un acto de
hostilidad contra el Gran Priorato de las Galias y su Gran
Prior, ya que resulta singular que el Gran Oriente haga hoy
lo que rechazó hacer en 1935.
Espero que permanezcáis fiel al Gran Priorato de las Ga-
lias y que no hagáis ningún caso de las solicitudes de que
podáis ser objeto al margen del Gran Priorato de las Galias y
de las que os agradeceré me aviséis218.
A pesar del rudo combate que debía llevar a cabo para ha-
cer realidad el retorno a la escena de la Historia del proyecto
willermoziano, Camille Savoire, admirable por su convic-
ción, tenacidad y fidelidad, estaba convencido después del
fracaso de su tentativa de implantación del sistema, creado
cuando el Convento de las Galias en 1778 y ratificado en
1782 en Wilhelmsbad, en el seno del G.O.D.F., del hecho que
el Régimen Escocés Rectificado debe y no puede, por su ori-
ginalidad organizativa, su concepción jerárquica caballeres-
ca y su especificidad iniciática cristiana, que vivir fuera de
las estructuras obedienciales clásicas, aunque sea a la cabeza
de un Gran Priorato de las Galias frágil, reducido a unos

218 Cf. Charrière, op. cit., págs. 118-119.

. 193 .
efectivos irrisorios, manteniendo por principio, ante todo y
contra todo, lo que para él no tenía precio, a saber, la inde-
pendencia del Régimen, de su Gran Priorato y de su Gran
Logia.
Aunque muy aislado, Camille Savoire será ayudado en sus
219
esfuerzos por un Hermano afecto, Julien Rybinski , que
compartirá con él su pasión por el Régimen Rectificado y el
Gran Priorato de las Galias, ayudándole en la medida de sus
posibilidades para que perdurara la llama de la rectificación.
El 29 de enero de 1939, en Tours, será creada una Logia de
Maestros Escoceses de San Andrés, la Post Tenebra Lux,
mientras que en mayo, la Prefectura de París se reunirá en
Capítulo para recibir a Escuderos Novicios en la Orden Inte-
rior.
Su último gesto, el 7 de mayo de 1939 en la vigilia de la se-
gunda guerra mundial, a fin de hacer vivir el G.P.D.G. en
tanto que instancia de «Altos Grados» del Régimen Rectifi-
cado, consistirá en la publicación de una suerte de «mani-
fiesto» con miras de hacer un llamamiento a los Hermanos
deseosos de entrar en las Logias de San Andrés que trabajan
el 4º grado para descubrir un sistema fundado en una pro-
funda espiritualidad, para poner distancia con querellas po-
líticas o ideológicas, declarando que el Gran Priorato de las
Galias aceptaría gustoso en el seno de sus Logias de San
Andrés, a todo Maestro, previa «rectificación», que viniese
de Obediencias que reconociesen por regla los principios de
«la Carta de Anderson» (sic)220 .

219 Albert-Julien Rybinski (1890-1957), coronel de ingenieros, resistente,


deportado a Buchenwald. Iniciado en el G.O.D.F. el 2 de junio de 1909,
fundador de la Logia La Franchise en París el 27 de junio de 1937, llegó a
ser Gran Prior del G.P.D.G. de 1951 a 1954, después Gran Maestro Nacio-
nal hasta su muerte.
220 La vigilia de la segunda guerra mundial, tres otras estructuras, además

del G.P.D.G., practicaban el R.E.R. en Francia:


El Gran Oriente de Francia (los Hermanos trabajaban el R.E.R. en distintas
Logias creadas por el G.C.D.R.).
La Gran Logia Nacional, Independiente y Regular (además de Le Centre
des Amis nº 1, Logia fundadora de la G.L.N.I.&R., tres Logias más de las

. 194 .
Camille Savoire, por prudencia, deseando proteger y pre-
servar la existencia del Gran Priorato de las Galias y de sus
miembros, el día de la declaración de guerra, el 3 de sep-
tiembre de 1939, ponía oficialmente la Orden en sueños. Pe-
ro si la prudencia fue la línea de conducta de Savoire «anti-
cipándose prudentemente a las repercusiones de la política
antimasónica de Vichy (…)»221, sin embargo, y de manera si-
lenciosa, Camille Savoire, «prosiguió no obstante discreta-
mente su actividad masónica, y reclutó nuevos elementos
para sus Capítulos, particularmente en los medios martinis-

32 con que contaba la Obediencia, trabajaban el R.E.R.: France nº 7, Amitié


Normande nº 31, y Burdigala nº 22).
La Gran Logia de Francia (las 5 Logias tránsfugas que en febrero de 1938,
dejaron la Gran Logia Escocesa Rectificada, Les Philadelphes, La Morinie,
Les Amis Bienfaisants, Justice et Fraternité y La Tradition Écossaise).
Sin embargo estas Logias, en el seno de las Obediencias que las abrigaban,
no disponían del sistema completo, y a excepción de los M.E.S.A., de los
E.N. y los C.B.C.S. provenientes del G.P.I.H., o como era el caso para la
inmensa mayoría, del G.P.D.G., que se encontraban en el interior de los ta-
lleres, solo trabajaban los tres primeros grados simbólicos de Aprendiz,
Compañero y Maestro del Rectificado.
221 Los temores de Savoire no eran en absoluto infundados, puesto que su

actividad masónica, a causa de las funciones importantes que había


desempeñado en el G.O.D.F., y las que tenía todavía en el G.P.D.G., eran
conocidas, cabía legítimamente considerar el ejercicio de una cierta discre-
ción. Como muestra de lo fundamentado de sus temores, en un número de
Pilori, uno de los periódicos colaboracionistas antisemitas y antimasónicos
más virulentos de la época de la Ocupación, bajo el título: «¿Disolución?
No es cierto!», se podía leer lo siguiente: «¿Por qué los altos grados de la
Masonería no han sido disueltos? Los capítulos, los Supremos Consejos,
los Areópagos, etc? Al igual que el Gran Priorato de las Galias, órgano del
M. Ilust. H. Camille Savoire, amigo de PEYROUTON, amigo de LA ROC-
QUE? Así como el Gran Priorato de Helvetia en el que está inscrito LA
ROCQUE? A propósito, ¿saben que una misteriosa asociación de 33º gra-
dos denominada O.T.O. engloba a todos los dignatarios de este grado del
mundo entero? Que la sección francesa está dirigida por Camille SAVOI-
RE? Que el presidente general es Sir Oswald CROWLEY, importante agen-
te del Intelligence Service inglés? Esto nos explica muchas cosas. CRO-
WLEY, SAVOIRE, PEYROUTON, LA ROCQUE, y luego el P.S.F. (Partido
Social Francés), los gaullistas!... Misteriosa organización internacional que
aguarda un día nuevo!» (Le Pilori, nº 47, 29 de mayo de 1941).

. 195 .
tas222 que no serán apenas molestados, prometiéndoles úni-
camente regularizarlos al final del conflicto, lo que efectiva-

222Es sabido, que durante la guerra, mientras que las sociedades secretas y
la francmasonería fueron prohibidas por ley del 13 de agosto de 1940, va-
rios iniciados obraron a fin que la luz de las luminarias subsistiera y se
mantuviera en el corazón de la noche, mientras que otros, convencidos de
la importancia de su decisión, se lanzaron a una audaz «operación» de
despertar. En efecto, a iniciativa de Robert Amadou (1924-2006), Robert
Ambelain (1907-1997) y Georges Bozé de Lagrèze (1882-1946), en París, en
pleno período de la ocupación, fue recreada la Orden de los Caballeros
Masones Elus Coëns del Universo. La Carta de reconstitución de la Orden
fundada por Martinès de Pasqually en el siglo XVIII, de fecha 3 de sep-
tiembre de 1943, se apoyaba, para dar validez al despertar de los coëns, en
su condición de C.B.C.S., como hace aparecer en su diploma de Gran
Maestro de la Orden Cohen. Un elemento del testimonio de Robert Ama-
dou, resulta instructivo respecto a los lazos que vinculaban indirectamente
a Savoire con este despertar: «Camille Savoire, desde que supo del desper-
tar de los Cohen por Georges Bogé de Lagrèze y la utilización (principal-
mente) de la filiación de los «Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa»,
nos pidió no hacer imprudencias (estábamos entonces bajo la ocupación
alemana y el Gobierno de Vichy), añadiendo: «Después de la guerra, os re-
gularizaré…» (Cf. L’Ordre des Elus Cohen et sa Filiation par Sâr Aurifer,
n.d.). Esta «Resurgencia», como explica Robert Ambelain: «posee cuando
menos una filiación iniciática regular e incontestable, que pueda probar,
desde J.B. Willermoz detrás de él Martinès de Pasqually, por el canal de los
«Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa»; hay ciertos hechos, que
desde el origen de la Resurgencia de 1943, vienen a confirmar lo funda-
mentado y el valor (si no la regularidad) de ésta filiación «Willermoziana»
en el seno de los Elus-Cohen de este modo reconstituidos. El Hermano
Georges Bogé de Lagrèze fue uno de los que estuvo en los comienzos de
este renacimiento de la Orden. Ahora bien, él era Caballero Bienhechor de
la Ciudad Santa, miembro del Gran Priorato de las Galias.» (Ibid.) Lo que
ya no se sabe tanto, es que para dar a este lazo iniciático entre Willermoz y
la «Resurgencia» un carácter simbólico, Camille Savoire, Gran Prior del
Gran Priorato de las Galias, «aceptó, en 1943, desde la Resurgencia de la
Orden de los Elegidos-Cohen, el cargo de Gran Maestro de Honor de ésta
Orden. A su muerte, el diploma en que constaba ésta calidad fue, con sus
otras Cartas y Patentes masónicas, depositado en los archivos del Supremo
Consejo del Rito Escocés, en la Gran Logia de Francia.» (Ibid.) Pero esto no
es todo, Camille Savoire figurará en la declaración oficial de la «Orden de
los Elegidos-Cohen», hecha en la Prefectura de Policía de París, en la Ofici-
na de Asociaciones, hasta 1944, en tanto que Gran Maestro de Honor, y las
cosas no quedarán aquí, puesto como explica Robert Ambelain: «Camille
Savoire refrendó nuestra nominación por Lagrèze, de Sustituto Gran Maes-

. 196 .
mente hará, recogiendo entonces vivas críticas, en especial
del hermano WIBAUX, por haber promovido a Escuderos
Novicios y C.B.C.S. a individuos considerados como profa-
nos desde el punto de vista masónico223 .» Este último repro-
che no podía venir del sector de Georges Bogé de Lagrèze y
del nucleo que participó con él en el despertar de los elegi-
dos cohen, puesto que Lagrèze fue armado C.B.C.S. por el
G.P.I.H. en 1937, bajo el nombre de Eques a Rosae Carita-
tis224, dejando esto no obstante totalmente abierta la interro-
gación subsistente respecto a su posible condición o no de
Gran Profeso, cuya autenticidad es contestada por muchos,
Gran Profesión que al parecer habría transmitido a Robert
Ambelain225.

tro de la Orden. Tuvo a bien constituir él mismo, asistido por dos otros
«Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa» en febrero de 1945, una Lo-
gia Escocesa Rectificada, denominada «L’Arche d’Alliance», Logia de San
Juan que debía servir de base a los grados –azules- de la Orden de los Ele-
gidos-Cohen. Nombró los Oficiales «ad vitam» y nos designó al igual que
al Venerable para siempre de dicha Logia. Aceptó el cargo de Venerable de
honor de esta misma Logia y asistió a todas las tenidas del año 1945 en esta
calidad. Su collar de Venerable de Honor, (azul ribeteado de plata), le fue
ofrecido por el taller, y debe encontrarse actualmente, juntamente con
otros recuerdos de este ilustre Masón, en los archivos de la Gran Logia de
Francia. Todas estas cosas, testimonios manuscritos, documentos oficiales
e indiscutibles, se encuentran allí, sin desdeñar ni omitir el testimonio oral
de los sobrevivientes de aquella época, que tiene igualmente valor. Por to-
das estas razones, la Orden de los Elegidos-Cohens así despertada, se es-
tima autorizada a revindicar, ella también, y sin por ello ser la última de
las ramas de espíritu diferente, la filiación misteriosa que Jean-Baptiste Wi-
llermoz hubiera querido y logró incluir en la Orden Interior de los «Caba-
lleros Bienhechores de la Ciudad Santa» (Ibid.)
223 D. Daffos e P. Hillion, De l’originalité de la pensée de Camille Savoire,

Actas del Coloquio SFERE del 14 de abril del 2007 – Palacio de Luxembur-
go, n.d. pág. 47.
224 Cf. L’Initiation, julio/agosto/septiembre 1960.
225 Serge Caillet, en su Prefacio a la edición de los estudios de Jean Saunier

(1939-1992), Eq. a Monte-Carmelo, sobre el Régimen Escocés Rectificado,


ha tenido el mérito de precisar claramente el poco valor de la Profesión,
que más bien merecería denominarse «pseudo», surgida de La-
grèze/Ambelain: «El Rito escocés rectificado queda incompleto sin la do-
ble clase secreta que lo culmina. Entre pocos, muy pocos franceses, Jean

. 197 .
No obstante, para evitar las persecuciones e indagaciones,
los archivos de la Orden habiendo sido trasladados a su
domicilio después del cierre del Templo de Neuilly, cuando
el armisticio de 22 de junio de 1940, Savoire escribió a las au-
toridades «para significar la disolución del Gran Priorato,
insistiendo sobre su total apoliticismo y sobre el hecho que
aún y siendo una organización masónica, se trataba de una
institución cristiana no representando ninguna amenaza pa-
ra el orden público.»226 Ello no impidió a la policía alemana
venir a registrar en seis ocasiones el apartamento del Gran
Maestro Nacional del G.P.D.G., y solo gracias a la dedica-
ción ejemplar de su gobernanta que la mayor parte de archi-
vos pudieron ser, providencialmente, puestos a salvo y con-
servados.

Saunier tendrá el privilegio, a los veintinueve años, según propio testimo-


nio probablemente inédito, de ser «recibido en la Santa Orden de los Profe-
sos y Grandes Profesos, en Ginebra, el 27 de enero de 1969, en la festividad
de San Juan Crisóstomo», por tres caballeros, respectivamente presidente,
censor y depositario de confianza del colegio de Ginebra, sobreviviente
único de los colegios de la profesión y la gran profesión de los siglos XVIII
y XIX. El hecho es lo bastante raro como para que merezca ser señalado. Se
sabe también, por lo demás, que en los años treinta, un francés, Georges
Lagrèze, parece haber recibido, o creído recibir la gran profesión, de ciertos
masones suizos. Con independencia a que fuera admitido o no según las
formas prescritas, Lagrèze ha sacado de la gran profesión una concepción
fantasiosa, que lo ha llevado a rescribir el ritual, cambiando así la naturale-
za misma del depósito, y transformando ésta transmisión en una «ordena-
ción» que en absoluto es de lo que se trata, haciendo de ella por conse-
cuencia una pseudo-gran profesión. Heredero iniciático de Lagrèze, Robert
Ambelain, a su vez, ha ignorado la naturaleza real de la Gran Profesión,
transmitiendo después de él ésta «ordenación» de la que se atribuye la de-
nominación. Jean Saunier, en otro tiempo, cruzó la pluma con él en las co-
lumnas de la revista Le Symbolisme. Su familia no ha creído oportuno re-
producir estos intercambios fraternales con razón. Pero este punto de la
historia merece sin embargo que nos detengamos en él, porque en nues-
tros días, esta pseudo-gran profesión circula desgraciadamente por los
templos. Es preciso denunciarla como tal.» (Cf. Les Chevaliers aux portes
du Temple, Éditions Ivoire-Clair 2005, pág. 14).
226 J. Baylot, op. cit., pág. 39.

. 198 .
D) DESPUÉS DE LA GUERRA (1946-1958)

Inmediatamente después del final de la guerra, cuando la si-


tuación en Francia recobraba finalmente un clima de paz y
concordia social que las horas sombrías, desgraciadamente,
habían turbado, exactamente el 15 de diciembre de 1946,
Camille Savoire, siempre apegado al espíritu del Régimen
Rectificado, a su mensaje de un humanismo cristiano y al
proyecto de una beneficencia espiritual que es el suyo, sal-
vaguardándose de un anticlericalismo excesivo que en oca-
siones raya en la anti-religión yendo hasta olvidar los bien-
hechores principios del cristianismo basados en la ley del
amor y guiados por la caridad hacia todos los hombres sin
distinción de origen ni condición, declaraba, con gran ale-
gría, haber despertado el G.P.D.G., expresándolo en estos
términos al Rev. P. Berteloot s.j. (1881-1955):
Ayer domingo he procedido en París a la apertura por vez
primera desde la partida de los alemanes de una Logia recti-
ficada compuesta de muy buenos elementos jóvenes, y en
las instrucciones que he dado a estos jóvenes masones les he
señalado la falta cometida por nuestros predecesores, que
bajo pretexto de anticlericalismo, cayeron en la anti religión
y con la religión destruyeron la moral que no hace si no un
bloque con las Religiones, y les he asignado como objetivo la
regeneración espiritual de la nueva democracia227.
En este mismo ánimo, el 15 de febrero de 1947, el G.P.D.G.
sacaba del sueño en que se encontraba la Logia Franchise,
creaba una Logia de San Andrés y reconstituía las Enco-
miendas puestas bajo la autoridad de la Prefectura de París.
El 8 de junio de 1947, conforme a los usos del Régimen, era
convocada una tenida del Gran Capítulo que permitiría re-
unir dieciséis C.B.C.S., tenida en el transcurso de la cual eran
armados Caballeros los Hermanos Escuderos Novicios de
Breignanc y André Moiroux. Este armamento, doce días más

227 Carta de Camille Savoire al jesuita P. Berteloot, 27 de mayo de 1947.

. 199 .
tarde, será seguido por un capítulo de la Prefectura de París,
que a su vez, armará a siete otros Caballeros.
Por razón de la ausencia de relaciones y lazos anterior-
mente existentes entre el G.P.D.G. y el G.P.I.H., sobrevino
una pequeña confusión afortunadamente sin consecuencias,
al producirse la recepción al grado de Maestro Escocés de
San Andrés de cinco hermanos de la G.L.N.I.&R., entre ellos,
Pierre de Ribaucourt hijo de Édouard, el 13 de julio de 1947
en Neuchâtel. Evidentemente, el G.P.D.G. y el G.P.I.H. sobe-
ranos en sus respectivos territorios y únicos legítimos deten-
tores de la práctica del R.E.R. a tenor de los acuerdos del
Tratado de Alianza y Amistad entre el Gran Directorio de
las Galias y el Gran Priorato de Helvetia, de julio de 1935, no
podían, en principio, realizar ceremonias de este tipo. Sin
embargo, dándose cuenta muy rápidamente del error come-
tido, el G.P.I.H. rechazó crear una Logia de Maestros Esco-
ceses de San Andrés en París que habría sido constituida por
Hermanos de la G.L.N.I&R.
El 24 de octubre de 1948, en el transcurso de un Capítulo
reuniendo todos los C.B.C.S. de la Orden228, Camille Savoire,
que contaba con una edad de 80 años, decidió dejar el cago
de Gran Prior, conservando no obstante el de Gran Maestro
Nacional del G.P.D.G., y siendo remplazado como Gran
Prior por Julien Rybinski. En esa fecha, la Logia Franchise en
la que reposaban todas las fuerzas del Régimen Rectificado
en Francia, desde los grados simbólicos hasta los miembros
de la Orden Interior, contaba con 42 miembros, la Logia de
Maestros Escoceses de San Andrés, Les Templiers, tenía 32,
y el Colegio Escocés estaba formado por 34 miembros.
Wibaux, que tenía la función de Canciller, solicitó ser miem-
bro de honor, propuesta que fue aceptada «bajo reserva de
uso».

228En total, el G.P.D.G. estaba constituido en aquel entonces por 28


C.B.C.S., efectivos poco más o menos equivalentes a los existentes antes de
la declaración de la guerra en 1939.

. 200 .
Rybinski, en tanto que nuevo Gran Prior, se investirá en
sus funciones, instalando Encomiendas en Marsella y Niza y
una Prefectura en la Provenza cuyo primer Prefecto sería el
Hermano Lucien Weil, y el 31 de diciembre de 1949, como
para concretizar su retorno a la plena actividad, el G.P.I.H.
reanudará las relaciones interrumpidas con el G.P.D.G. a
causa de la guerra.
Camille Savoire, cansado y enfermo, pero con el alma en
paz, partió para al Oriente eterno el 5 de abril de 1951229, y
fue pues, como era lógico, Julien Rybinski, Eq. a Studio,
quien fue nombrado Gran Maestro Nacional del G.P.D.G.
para sustituirle. A partir de entonces, como fuere que se da-
ban todas las condiciones, el 5 de diciembre de 1954, los
Hermanos del G.P.D.G. decidieron de común acuerdo des-
pertar la «Gran Logia del Régimen Rectificado en Francia»
(G.L.R.R.), llevando a Rybisnki a su cabeza como Gran
Maestro, y a André Moiroux, Eq. a Clementia230 haciéndolo
Gran Prior del G.P.D.G.231. En los considerandos del Tratado

229 Se ha encontrado, en los archivos de la familia Savoire, una correspon-


dencia entre Camille Savoire y el Padre abad Clément Guilloux que residía
en el presbiterio de Bains sur Oust, en el Cantón de Redon en la Bretaña,
que va del 18 de junio de 1938 al 4 de septiembre de 1945. En una carta del
16 de abril de 1942, el abad Guilloux escribe a Savoire, mostrando el estado
de las preocupaciones espirituales y de la situación interior del Gran Maes-
tro del G.P.D.G.: «Después de vuestra mama que fue una santa tan delicio-
samente cariñosa y equilibrada, después de vuestro Marc (el hijo de Cami-
lle desaparecido) tan razonable y tan firme en sus esperanzas y certezas,
experimentáis, vos también, como San Agustín: «Señor, nos habéis hecho
para vos y nuestra alma no estará en reposo en tanto ella no os encuentre».
Cuando el santo cura de Ars se encontraba en otro tiempo con almas que
se encontraban en vuestro estado y que querían todavía discutir, les decía
con su voz dulce e irresistible: poneros de rodillas y confesaros. El paciente
se dejaba hacer y una vez la «operación» terminada, el cura condescen-
diente (o quizá malicioso) le soltaba: y ahora, veamos pues estas objecio-
nes. A lo que el otro respondía: «pero, si ya no tengo». (In D. Daffos y P.
Hillion, op. cit., pág. 51).
230 André Moiroux (1899-1962), iniciado en 1932, rectificado en 1935,

C.B.C.S. en 1947, era así mismo miembro de la G.L.D.F. y del G.O.D.F.


231 Es en ocasión del despertar de la Gran Logia del Régimen Rectificado,

que dándose cuenta que la Patente de 1935 había desaparecido durante los

. 201 .
firmado en diciembre de 1954 entre el G.P.D.G. y la Gran
Logia del Régimen Rectificado, se especificaba que: «el
GPDG concedía a la nueva Gran Logia autoridad y delega-
ción para la creación y administración de las Logias simbóli-
cas de la masonería de San Juan; quedando los rituales del
Rito en posesión del Gran Priorato de manera absoluta.»
E) TENTATIVA DE CAPTACIÓN DEL 4º GRADO POR PARTE DE LA
G.L.N.F. (1954)
André Moiroux, Gran Prior del G.P.D.G., ayudado de Anto-
nin Gaillard su Gran Canciller, contribuyeron grandemente
a la expansión de la Orden en estos años inmediatos de la
posguerra, que contará muy pronto con una Logia en París,
luego tres en Flandes (dos en Lille y una en Calais). Estas
Logias, que acogerán con toda seguridad a profanos atraídos
por la masonería rectificada, afiliarán, o más exactamente
«rectificarán», a miembros del G.O.D.F. y de la G.L.D.F., que
pasarán a engrosar las Logias azules, y las siete Logias de
San Andrés, de París, Nantes, Lille, Lieja, Marsella, Niza y
Toulon.
Estas Logias Verdes, aceptaban Maestros Masones, que
venían de las Logias azules de la Gran Logia del Régimen
Rectificado (G.L.R.R.), del G.O.D.F., de la G.L.D.F. o de la
G.L.N.I.&R., sin que por ello sus Hermanos fuesen obligados
a adherirse a las Logias azules de la G.L.R.R., si bien se les
animaba con fraternidad a dar el paso, pero sin ejercer sobre
ellos una presión excesiva.
La G.L.N.I.&R., igualmente, como las otras Obediencias
francesas, reabrirá uno a uno sus talleres, y su Gran Maestro
Pierre Chéret, consagrará nuevas Logias, entre ellas Les
Amis Vigilants que pasó a ser la segunda Logia rectificada
en París, juntamente con Le Centre des Amis. El 29 de octu-
bre de 1948, la G.L.N.I.&R., en su Tenida de Gran Logia,

años de la guerra, Julien Rybinski pidió una copia a Ginebra, lo que el Di-
rectorio helvético hizo sin problemas.

. 202 .
modificará su titularidad pasando así a denominarse: la
Gran Logia Nacional Francesa (G.L.N.F.).
En este paisaje masónico en plena recomposición, sucedió
un acontecimiento curioso en 1952 que conviene señalar, sa-
biendo lo que iba a ser concluido pocos años después entre
el G.P.D.G. y la G.L.N.F. en 1958. El 17 de noviembre de
1952, la Logia Les Philadelphes de la G.L.R.R., se pasaba a la
G.L.N.F. El 18 de noviembre de 1952, al día siguiente de la
agregación de la Logia a la G.L.N.F., su Gran Maestro, Pierre
Chéret, así como siete Grandes Oficiales suyos fueron reci-
bidos Maestro Escocés de San Andrés en la Logia Flandre,
del G.P.D.G., prestando juramento a la Orden bajo el mallete
del Diputado Maestro, satisfaciendo los derechos de recep-
ción y las capitaciones correspondientes. El problema, se
presentó al ver que ésta recepción se había efectuado sin que
los expedientes de los candidatos hubieran sido examinados
y aprobados previamente por el Directorio Nacional.
Cuando la cosa fue sabida, el Gran Prior, Albert-Julien
Rybisnki, comprendió rápidamente lo que estaba en trance
de producirse como estratagema perniciosa, lo que podía
conducir, si no se reaccionaba a tiempo, a una concreta cap-
tación del G.P.D.G. por parte de la G.L.N.F., en particular
del 4º grado que trataban de apropiarse. Por decreto del 2 de
febrero de 1953, irradió pues del campo de la Orden los ocho
Hermanos «irregularmente» admitidos en el grado de Maes-
tro Escocés de San Andrés en la Logia Flandre, entre ellos al
Gran Maestro de la G.L.N.F., y tomó la decisión de disolver
la Encomienda y la Logia Verde Flandre.
Lo que muestra claramente cuales eran las intenciones de
los Hermanos de la G.L.N.F., es que Chéret, en tanto que
Gran Maestro, igualmente por decreto, daba orden a la Lo-
gia de Maestros Escoceses de San Andrés Flandre, para que
se agregara a la G.L.N.F., y ante su negativa, decidió, el 26
de septiembre de 1954, de «disolverla» a pesar de no perte-
necer a la Obediencia, actitud que Jean Baylot designa muy

. 203 .
justamente como «estrafalaria»232, puesto que la Logia Flan-
dre, no había nunca pertenecido ni procedía en modo al-
guno de la G.L.N.F. Lo más sorprendente en esta historia, es
que el Gran Comité de la G.L.N.F., se atreve a afirmar, mos-
trando claramente con ello cuales eran las intenciones de
aquellos que se habían hecho recibir en la Logia Flandre, que
«el grado de Maestro de San Andrés dependía de su Obe-
diencia, en virtud de la patente de 1910».
En realidad, las disposiciones de las Cartas patentes a las
que hace alusión el Gran Comité de la G.L.N.F., entregadas a
Ribaucourt, Savoire y Bastard en junio de 1910233, incluso si
efectivamente Charles Montchal, el 29 de septiembre de
1910, hace extensivos los poderes acordados a Ribaucourt en
tanto que Comendador, reconociéndole el derecho para
crear Logias en los cuatro grados simbólicos, sirven sola-
mente para una Encomienda «dependiente de una Prefectu-
ra de Ginebra», no tienen nada que ver con la Obediencia
G.L.N.I.&R. y menos aún con la G.L.N.F. de 1948. Por otra
parte, cuando su creación, el 5 de noviembre de 1913, la
Gran Logia Nacional e Independiente y Regular para Fran-
cia y las Colonias (G.L.N.I.&R.) fue reconocida el 20 de no-
viembre de 1913 por la Gran Logia Unida de Inglaterra
(G.L.U.A.), este reconocimiento entrañaba por parte de Ri-
baucourt, con el fin de acordarlo con las reglas de la maso-
nería inglesa, reglas que, teóricamente, ignoran todo cuanto
vaya más allá del 3er grado de Maestro en los talleres supe-
riores, la decisión de poner en sueños inmediatamente la
Logia de 4º grado de San Andrés el Centre des Amis, acto
oficial que fue anunciado por el propio Ribaucourt en una
carta de fecha 12 de noviembre de 1913. Si bien el 13 de di-
ciembre de 1913, el G.P.I.H. había reconocido a la
G.L.N.I.&R. como «cuerpo regular para la del Rito Escocés
Rectificado» únicamente para los tres primeros grados, re-

232J. Baylot, op. cit., pág. 44.


233Ver Anexo VII: Cartas patentes entregadas a Ribaucourt, Savoire y Bas-
tard el 11 de junio de 1910 (pág. 249).

. 204 .
cordaremos sin embargo que el Gran Directorio del G.P.I.H.,
dejará de tener en estima a una Obediencia que se alejaba
cada vez más del R.E.R., Rito que a pesar de haber presidido
su fundación dejaba en desventaja ya que dicha Obediencia
dedicaba la mayor parte de esfuerzos en desarrollar y abrir
nuevos talleres que trabajaban en el Rito de Emulación, co-
mo consecuencia del fracaso de la entrevista mantenida en-
tre Camille Savoire y Charles Barrois el 10 de abril de 1924
en París, romperá sus relaciones con la G.L.N.I.&R., decla-
rándola: «irregular en tanto que potencia rectificada», deci-
sión que continuará en vigor en 1954, y que no se modificará
hasta la firma de los acuerdos de 1958 con el G.P.D.G., única
potencia masónica reconocida como legítima para la práctica
del R.E.R. por el G.P.I.H., desde el 23 de marzo de 1935, fe-
cha de la fundación del Gran Priorato de las Galias.
F) LOS CONVENTOS INTERNACIONALES DE GINEBRA (1956) Y
ZURICH (1958)
Bajo la dirección de André Moiroux, el G.P.D.G. toma toda
su dimensión en los años cincuenta, estructurándose cada
vez más, extendiendo sus lazos y contactos, en particular
gracias a la acción eficaz de su Gran Canciller, Antoine
Gaillard. Es en este clima de expansión más bien favorable,
que los suizos tomaron la iniciativa de convocar, del 31 de
agosto al 2 de septiembre de 1956, un primer Convento in-
ternacional de estudios en Ginebra, teniendo por intención
redefinir un estatus común capaz de aplicarse al conjunto de
Grandes Prioratos Rectificados, y eventualmente, si las con-
diciones lo permitieran, designar a un nuevo Gran Maestro
General como existía en el siglo XVIII con el fin de unificar la
Orden en su cumbre, autoridad suprema vacante sin embargo
desde el deceso de Charles de Hesse en 1836. Una segunda
idea acompañaría a las dos precedentes en este Convento, la
de una reunión, bajo una forma evidentemente no reglamen-
taria y basada sobre todo en los lazos fraternales, de los dife-
rentes organismos Masónicos que reivindicaban o poseían
ciertos lazos con la tradición de la caballería templaria.

. 205 .
El Convento de Ginebra, si bien no logró todos sus proyec-
tos, que de todas maneras eran sobre todo propuestas y
orientaciones planteadas a reflexión, fue en muchos aspectos
la oportunidad -por vez primera después de la guerra- para
que todos los Hermanos se rencontraran con vistas a colabo-
rar en el desarrollo del Régimen Rectificado, dando a cada
uno la posibilidad de expresarse. Los franceses, a través de
Antonin Gaillard, Gran Canciller del G.P.D.G., reafirmaron
que el Régimen era de naturaleza aristocrática insistiendo en
el hecho que los Códigos de Lyon distinguían la Orden de
los C.B.C.S. de la Francmasonería simbólica, confiriendo a
los Caballeros la autoridad sobre todos los grados, estando
el sistema pensando por Willermoz, organizado como una
institución piramidal dirigida por una caballería estructura-
da en el seno de una Orden Interior situada en la cumbre de
la organización, lo que explicaba porque el grado de C.B.C.S.
no era en absoluto un «alto grado», sino un «estado»: «La
Orden de los CBCS, aunque compuesta por Masones, te-
niendo, si no oficialmente, cuando menos de hecho, el con-
trol sobre la Masonería del Régimen Rectificado, aunque
practicando el Rito en el seno de las Logias, no debe ser con-
siderada como una Obediencia masónica, si no como una
Orden de caballería234.»
Las discusiones entre Antonin Gaillard et René Weniger
(1899-1964), que fue Gran Prior del G.P.I.H. de 1956 a 1959,
dejaban translucir una manera distinta en el modo de vivir
las exigencias del Régimen entre suizos y franceses, aunque
permitieron una libre expresión muy provechosa para el de-
venir del R.E.R. En cualquier caso sirvieron para decidir
convocar una segunda sesión de estudios en 1957 en Neu-
châtel, preparatoria de un Convento General de la Orden,
decidiéndose que se tendría en Zurich en septiembre de
1958.
La elección de la fecha y el lugar no eran anodinos, puesto
que a 176 años de distancia del de Wilhelmsbad, se contem-

234 Cf. Acta oficial del Convento de Ginebra de 1956, pág. 65.

. 206 .
plaba conferir de nuevo un órgano central a la Orden y revi-
sar las constituciones originales a fin de adaptarlas a las ne-
cesidades de los tiempos actuales.
Si la idea de una Gran Maestría General fue descartada en
razón de las dificultades que permitieran hacerla factible fá-
cilmente imaginables en esta segunda mitad del siglo XX, se
optó por la creación de un Consejo General de la Orden, del
que el primer Gran Canciller fue el suizo Arnold Heusser,
Eq. a Stella Aurea, al que sucederá a continuación el futuro
Gran Prior del G.P.I.H., Arnold Gubser, Eq. a Harmonia. En
realidad la redacción del «Código general» no fue nunca
terminada en razón de las divergencias que aparecieron en-
tre las sensibilidades respectivas del G.P.I.H. y del G.P.D.G.,
pero se reafirmó solemnemente el apego al «espíritu del cris-
tianismo»235, y el carácter imprescriptible de los dos textos
fundadores de la Orden redactados en 1778 cuando el Con-
vento de las Galias en Lyon: El Código Masónico de las Lo-
gias Reunidas y Rectificadas, y el Código General y Regla-
mentos de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la
Ciudad Santa.
Por este hecho, y para entusiasmo general de los partici-
pantes, todos comprendieron que acababa de establecerse,
por el Convento General de la Orden, una organización in-

235La nueva Constitución en su artículo 1 del título I, decretaba:


«Art. 1: La Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa es
una Orden de Caballería, cuyos miembros son escogidos entre la Francma-
sonería universal. Tiene por base el espíritu del Cristianismo y la fe en un
Poder Supremo designado en los Ritos por las iniciales G.A.D.U. Tiene por
objeto el perfeccionamiento individual que todo hombre debe emprender
por sí mismo y el ejercicio de una beneficencia activa y esclarecida hacia
todos los hombres, sin distinción a su nacionalidad, su situación social y
sus opiniones políticas o religiosas.»
Y precisaba en el artículo 4 del título II:
«Art. 4: Cuando el número de Caballeros lo permita, se erigirá un único
Gran Priorato por nación. Por otra parte, el mismo Gran Priorato puede
comprender Caballeros de distintas naciones.»
(Constitución de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad
Santa, aprobada en el Convento General de Zurich, tenido del 12 al 14 de
septiembre del 645/1958).

. 207 .
ternacional de la Orden, lo que sucedía por vez primera
desde el siglo XVIII. Se habló y contempló de la creación de
un Gran Priorato en Alemania gracias a los contactos esta-
blecidos por el Gran Canciller Arnold Heusser con la franc-
masonería cristiana alemana, y de un Gran Priorato en Italia.
La Carta establecida en Zurich en 1958 será objeto de revi-
sión en 1960 en un Convento Internacional que se reunió en
esta ocasión en París. Jean Baylot explica:
Esta Carta de Zurich ¿podríamos considerarla satisfactoria y
así pues definitiva? Pudimos constatar, que en 1960, en el
Convento internacional en que tuvimos la alegría de acoger-
los en París, nuestros Hermanos suizos la volvieron a cues-
tionar. Por tanto, el estatuto de Zurich les confería una posi-
ción privilegiada; en el último momento, en un espíritu de
extremo liberalismo y para tener en cuenta sus propias difi-
cultades del momento, se admitió sustituir el Consejo Gene-
ral compuesto por miembros de diversos países, por un
Consejo de mayoría suiza, el cual, si abusaba de sus pode-
res, cosa que no queremos pensar, libraría la total dirección
de la Orden únicamente al Gran Priorato de Helvetia. Pero
nosotros sabemos que el mejor freno está en la conciencia
fraternal más bien que en los reglamentos236.

236 J. Baylot, op. cit., pág. 45. Por lo que respecta a la evolución del Consejo

General de la Orden después del Convento de Zurich de 1958, ver Apéndi-


ce III: El devenir del Consejo General de la Orden en el siglo XX (pág. 193).

. 208 .
VI. LA CONVENCIÓN DEL GRAN
PRIORATO DE LAS GALIAS CON
LA G.L.N.F. (1958)

Si 1958 fue el año del Convento de Zurich, será igualmente


el de un acontecimiento extremamente importante en la vida
del G.P.D.G. y de su Gran Logia, puesto que el 7 de julio de
1958, la Gran Logia del Régimen Rectificado decidirá confiar
el cuidado de la gestión de sus talleres azules a la G.L.N.F.
Evidentemente los problemas de 1954 surgidos a propósito
del 4º grado no habían desaparecido, pero en Zurich, los
Hermanos del G.P.I.H. habían llamado la atención de los
Hermanos franceses sobre el carácter precario de los talleres
simbólicos de la Gran Logia Rectificada, la cual, ciertamente
tenía muchas dificultades en reclutar nuevos miembros y
desarrollarse, situación difícil que podía acarrear consecuen-
cias penosas para el G.P.D.G., si la Gran Logia, en el caso
eventual y muy probable que las cosas perduraran en ese es-
tado, se viera forzada a poner en sueños algunas Logias que
eran su única fuente de reclutamiento.
Es por lo que, como nos cuenta Jean Baylot, a instigación
de los suizos, de los que añade «le parece oír todavía sus
convincentes entonaciones», el Gran Prior André Moiroux
reanudó con la G.L.N.F., «en vísperas de un cambio en la di-

. 209 .
rección que iba apartar ciertos actores del pasado, los contac-
tos fracasados en tres ocasiones, en 1910-1935, en 1949-1950
y finalmente los incidentes de Lille de 1954 que habían alte-
rado de nuevo las relaciones entre ambas partes. Contravi-
niendo el adagio, lo logró por perseverante.»237 Esta vez fue
la buena.
Antes de proceder a esta unión de las Logias de la G.L.R.R.
con la G.L.N.F., André Moiroux, en tanto que Gran Maestro
del G.P.D.G., acompañado por el nuevo Gran Maestro de la
Gran Logia Rectificada, Antonin Wast (1902-1973) elegido en
sustitución de Julien Rybinski fallecido en 1957, se vio obli-
gado a informar de ésta decisión a varios dignatarios del
G.O.D.F. con los que mantenía cordiales relaciones y lazos
fraternales —en particular con el Gran Comendador de Ho-
nor del G.C.D.R., Johannis Corneloup (1888-1978)—, invi-
tándolos al Círculo Republicano.
He aquí lo que escribió Corneloup a André Moiroux, en
una carta fechada el 20 de junio de 1958, después del anun-
cio de este proyecto:
Comprendo perfectamente que, heredero de nuestro Her-
mano Savoire, tengáis la natural preocupación por continuar
su obra dedicándoos a dar al Rito rectificado la proyección
que nuestro llorado Hermano hubiera deseado para él, ha-
ciéndolo un centro de renovación y unión masónica.
La separación del RER, practicado por las Logias pertene-
cientes a las cuatro Obediencias masculinas francesas es
evidentemente fuente de debilidad, y entendemos que el de-
seo de remediar ésta situación deba lógicamente imponeros.
Ahora bien, el origen de la G.L.N.F., salida del «Centre des
Amis» hace que la mayor parte de Francmasones franceses
que trabajan el Rito Rectificado pertenezcan a ésta Obedien-
cia. Los desacuerdos recientemente manifestados os habrán
parecido constituir una circunstancia favorable para alcan-
zar vuestro doble objetivo:
Un reagrupamiento de adeptos del Rito Rectificado que

237 J. Baylot, op. cit., pág. 47.

. 210 .
aproximará este a la unidad.
Un reforzamiento substancial del elemento francés en la
GLNF, tanto en el plano material y en efectivos, como —y
por encima de todo— en el plano moral e iniciático.
La GLNF, después de su fusión con la GL Rectificada me-
recerá ciertamente mucho mejor el epíteto de nacional y será
menos vista en Francia, como el «monaguillo» de la Gran
Logia Unida de Inglaterra. La GLNF continuará beneficián-
dose del reconocimiento inglés y de las relaciones interna-
cionales que ello conlleva —en la línea de pensamiento de
Savoire—, esperáis hacer servir estos elementos en beneficio
de la Francmasonería francesa al completo puesto de mani-
fiesto por sus detractores en el momento preciso en que qui-
zás se emprendan las negociaciones cuyo resultado puede
ser de importancia capital para el futuro de la Francmasone-
ría europea continental238.
La conclusión de Corneloup hace aparecer sin embargo un
temor, que con el tiempo, se revelará premonitorio, por bien
que en 1958 fuera normal que André Moiroux y Antonin
Wast, y los Hermanos del G.P.D.G., percibieran las cosas de
manera diferente:
Dejadme deciros que creo que con vuestra fusión acabáis de
cometer el mismo error que cometió la Gran Logia de Fran-
cia al adherirse a la Convención de Luxemburgo…239
A) APORTE POR PARTE DEL G.P.D.G., DE LA REGULARIDAD REC-
TIFICADA A LA G.L.N.F.

Este último punto, sobre el que insistía Corneloup, nos ofre-


ce por otra parte la ocasión de hacer justicia sobre una idea
absolutamente errónea, consistente en imaginar que el
G.P.D.G. hubiera deseado esta alianza con la G.L.N.F. en
1958, con el fin de beneficiarse de una «regularidad», de
acuerdo a los criterios de la Gran Logia Unida de Inglaterra,
que le faltaba. Nada más inexacto.

238 Cf. P. Noël, op.cit., págs. 213-214.


239 Ibid. pág. 214. El 15 de mayo

. 211 .
Fue justamente lo contrario que se produjo, ya que alián-
dose con la G.L.N.F., era más bien el G.P.D.G. quien aporta-
ba consigo, en tanto que única autoridad legítima del Régi-
men desde su creación en 1935 por el G.P.I.H., la regulari-
dad para la práctica del Rito Escocés Rectificado, regulari-
dad que la G.L.N.F., en aquel momento bajo la denomina-
ción de G.L.N.I.&R., había perdido tras el fracaso de la
reunión entre Charles Barrois y Camille Savoire en París el
10 de abril de 1924, habiendo roto el Gran Directorio del
G.P.I.H. todas las relaciones con la G.L.N.I.&R., declarándo-
la: «irregular en tanto que potencia rectificada».
El G.P.D.G., para el que una regularidad a la inglesa fun-
damentada en las Constituciones de Anderson y Desaguliers
importaba poco, poseía su legitimidad en base a los Códigos
de 1778 (Código Masónico de las Logias Reunidas y Rectifi-
cadas & Código General y Reglamentos de la Orden de los
Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa) y era heredero
de los Directorios de las IIª, IIIª y Vª Provincias del Régimen
Escocés Rectificado, queriendo únicamente esta unión con la
G.L.N.F. para que sobrevivieran y crecieran los talleres simbó-
licos de la Gran Logia Rectificada cuyo número de Hermanos
que componían estas Logias era demasiado débil para asegu-
rar su existencia, y por ninguna otra razón objetiva240.

240En 1929, la Gran Logia Unida de Inglaterra, en los Basic Principles defi-
nirá los criterios de la «regularidad» en los que figuran como principales
disposiciones: «la creencia en el Gran Arquitecto del Universo y Su volun-
tad revelada»; «las Obligaciones deben efectuarse sobre, o a la vista, del
Volumen de la Ley Sagrada abierto, de manera a simbolizar la revelación
de lo alto que liga la consciencia del individuo particular que es iniciado»;
«ninguna Gran Logia debe tener relación masónica de ningún tipo con Lo-
gias mixtas u Obediencias que acepten mujeres como miembros»; «las dis-
cusiones sobre asuntos políticos o religiosos están estrictamente prohibi-
das», etc. Estos principios, o «Landmarks», se apoyan en las Constituciones
de la Gran Logia de Londres, publicadas en 1723, redactadas por el pastor
presbiteriano James Anderson (1684-1739) con la ayuda de John Théophile
Désaguliers (1683-1744) el 24 de junio de 1717, Constituciones cuyo título
original era Constitución, Historia, Leyes, Obligaciones, Ordenanzas, Re-
glamentos y Usos de la Muy Respetable Cofradía de los Francmasones
aceptados, verdadero trabajo de reformulación de los antiguos deberes en

. 212 .
Así, esta unión permitió a las Logias de la Gran Logia del
Régimen Rectificado procurarse una perspectiva de futuro, y
a la G.L.N.F. beneficiarse de una regularidad en su práctica
del R.E.R. gracias a su alianza con el G.P.D.G., lo que subra-
ya, y sobre lo que insiste positivamente la Convención de
1958:
Los dos Códigos de Lyon son las únicas leyes constitutivas
del Rito Escocés Rectificado y que organizan el Régimen;
Estas leyes, no tan solo el Gran Priorato de las Galias no
tiene capacidad para modificarlas, si no que su principal de-
ber es respetarlas y hacerlas respetar. Es por lo que no pue-

una tentativa de adaptación federativa y reductora de la reglas y leyes de


la tradición artesanal, del que los trabajos de Stretton en «The Speculative
Mason» (Cf. J.-P. Bayard, Le Symbolisme maçonnique traditionnel, Édimat.
1988, págs. 51-57), han demostrado muy claramente su carácter destructor
respecto a la venerable tradición operativa. Estas Constituciones, que pre-
sidieron en 1813 la «Acta de Unión», que permitió y dio lugar a la creación
de la Gran Logia Unida de Inglaterra, poniendo fin al cisma entre los Mo-
dernos y los Antiguos, y que se quería fuesen la base de la «regularidad»,
aparecen en realidad más bien como una empresa de alteración de la esen-
cia de la Masonería original. Es por lo que, lejos de referirse a las mismas
como fuente de la legitimidad de su Orden, Jean-Baptiste Willermoz con-
cibió y dio forma al Régimen Escocés Rectificado como una «rectificación»
de toda la francmasonería escocesa, dotando a su sistema de una estructu-
ra que bebía mucho más de la reglas y formas de las Ordenes militares de
la antigua Caballería medieval, como lo atestigua el Código de los C.B.C.S.,
que de las concepciones de la Masonería liberal defendidas por las Consti-
tuciones de 1723. De este modo, totalmente extraño a ésta perspectiva uni-
versalista y débilmente religiosa, que además ignoraba absolutamente to-
dos los elementos teóricos de la doctrina de la «reintegración», el Régimen
Rectificado, planteó, desde el primer momento de su fundación, principios
intangibles profundamente diferentes del medio Masónico del siglo XVIII
–y más todavía de aquel otro salido de las concepciones de regularidad di-
fundidas por la Gran Logia Unida de Inglaterra a partir de 1929 que pre-
tenden conferir una supuesta «regularidad» a los grados y condiciones si-
tuadas más allá de las Logias simbólicas en razón de su vinculación a las
Grandes Logias- situación que la Historia no ha desmentido y que perdura
desde entonces, haciendo que la Orden salida de la reforma de Lyon, tenga
únicamente su legitimidad y «regularidad» por su fidelidad observada re-
lativa a los principios enunciados y decretados en 1778 cuando el Conven-
to de las Galias.

. 213 .
de eludir la ocasión de lograr una posible entente con la
Gran Logia Nacional Francesa para restablecer la situación
en su pureza original.
§ Por parte de la Gran Logia Nacional Francesa, en que la
práctica del Rito Escocés Rectificado en los tres primeros
grados se encontrará regularizado.
§ Por parte del Gran Priorato de las Galias, en que la Or-
den de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa
volverá a ser distintivo de la Francmasonería241.
B) LA CONVENCIÓN DE 1958 ENTRE EL G.P.D.G. Y LA G.L.N.F.

El 17 de junio de 1958, en el transcurso de una tenida de la


Logia Franchise nº 1 de la Gran Logia del Régimen Rectifi-
cado, Antonin Wast, que era su Venerable Maestro, ejer-
ciendo en funciones de Gran Maestro de la G.L.R.R., presen-
taba al conjunto de Hermanos reunidos en las columnas en
ese día, las condiciones que figuraban en la Convención con
la G.L.N.F. con vistas a una fusión de ésta última y la
G.L.R.R. Después de discusión y examen, las condiciones
fueron aceptadas, haciendo posible la inscripción en la ma-
trícula de la G.L.N.F. de las Logias de la G.L.R.R., lo que su-
cedió el 7 de julio de 1958242. Para simbolizar esta fusión,
André Moiroux, Gran Prior del G.P.D.G., era nombrado
Gran Primer Vigilante de la G.L.N.F.
Así pues, el 7 de julio de 1958, los Hermanos P. Chéret,
Gran Maestro, M. Johnson, Diputado Gran Maestro, W.H.
Robinson, Asistente Gran Maestro, A.L. Derosière, Asistente
Gran Maestro, G. Prevost, Gran Tesorero, M.S. Frabble, Gran
Secretario, por parte de la G.L.N.F., y A. Moiroux, Gran
Maestro Nacional/Gran Prior, y A. Gaillard, Gran Canciller,
por parte del G.P.D.G., firmaron oficialmente el texto de la
Convención que iba a servir de base a la unión de las dos es-

241 Ver Anexo X: Convención entre la Gran Logia Nacional Francesa y el

Gran Priorato de las Galias (1958) pág. 260..


242 Quedarán afectas las Logias Franchise de París que recibirá el número

56, Les Philadelphes de Lille con el número 57 y Dieu et Liberté de Toulon


con el número 58.

. 214 .
tructuras, texto que indicaba en su artículo VII: «La presente
Convención se concluye por una duración de tres años; que-
dará reconducida automáticamente por períodos de nueve
años salvo denuncia por una de las partes, con un año de
aviso previo dado antes del fin de cada período. Toma sus
efectos el día de su firma.»
En la exposición de motivos precedentes a los siete artículos
de la Convención, se precisaba una afirmación importante:
Por otra parte, desde el 2 de agosto de 5828, -fecha del cese de
los trabajos de la última Provincia francesa, dicha de Borgoña-
hasta nuestros días, una sucesión de hechos históricos de-
muestra que el Gran Priorato de Helvetia es el único deposi-
tario del Rito Escocés Rectificado en el mundo; Es en esta ca-
lidad que el Gran Priorato Independiente de Helvetia, otorgó,
el 23 de marzo de 5935, al Gran Priorato de las Galias, una
carta habilitándolo a regentar la práctica del Rito Escocés Rec-
tificado en Francia; Es en virtud de ésta Carta que el Gran
Priorato de las Galias ha confiado a la Gran Logia del Régi-
men Rectificado de Francia la práctica del Rito Escocés Recti-
ficado en los tres primeros grados, el Gran Priorato de las Ga-
lias guardando bajo su autoridad directa la práctica del Rito
Escocés Rectificado en el cuarto grado y la Orden de los Caba-
lleros Bienhechores de la Ciudad Santa.
En virtud de sus derechos sobre el Régimen, el G.P.D.G.,
que especificaban: «los dos Códigos de Lyon son las únicas
leyes constitutivas del Rito Escocés Rectificado y que orga-
nizan el Régimen»243 , constituía un Directorio Escocés inde-
pendiente de la G.L.N.F. y del G.P.D.G.:
Artículo 4: El grado de Maestro Escocés de San Andrés que
es el cuarto y último grado de la Masonería de las Logias

243Las leyes relativas a los Códigos de 1778 -subrayaba la Convención-, no


pueden ser modificadas por el G.P.D.G., teniendo además el deber de res-
petarlas y hacerlas respetar: «Estas leyes, no tan solo el Gran Priorato de
las Galias no tiene capacidad para modificarlas, si no que su principal de-
ber es respetarlas y hacerlas respetar. Es por lo que no puede eludir la oca-
sión de lograr una posible entente con la Gran Logia Nacional Francesa pa-
ra restablecer la situación en su pureza original.»

. 215 .
Reunidas y Rectificadas solo será conferido a maestros ma-
sones pertenecientes regularmente a Logias bajo la Obedien-
cia de la Gran Logia Nacional Francesa o reconocidas por
ella. La práctica del Rito en este cuarto grado se efectuará
bajo la autoridad de un Directorio Escocés independiente de
la Gran Logia Nacional Francesa y del Gran Priorato de las
Galias, conforme a los dos Códigos de 5778 y 465.
La experiencia revelará que este sistema no resultaba muy
eficaz, ello reforzado por el hecho que la Cancillería Interna-
cional del G.P.I.H. llamará la atención de los Hermanos del
G.P.D.G., indicándoles que este tipo de organización se ale-
jaba de las decisiones de la Carta de Zurich de 1958. Se con-
vino pues, de mutuo acuerdo, entre la G.L.N.F. y el
G.P.D.G., modificar esta disposición, lo que se hizo en 1965
con motivo de la firma de una Cláusula Adicional a la Con-
vención de 1958 que estipulaba:
El acuerdo de 1958 habiendo definido el grado de Maestro
Escocés de San Andrés (de acuerdo a las disposiciones de la
Constitución de Lyon de 1778), independiente de la G.L.N.F.
y del Gran Priorato de las Galias, confió la gestión de este
grado, complementario al de la Maestría, a un Directorio Es-
cocés, quedando establecido que las Logias de Maestros de
San Andrés solo admitirían a Maestros regulares reconoci-
dos por la G.L.N.F. Apareciéndose que este tipo de organi-
zación presentaba ciertos inconvenientes, resulta ser más
indicado que las Logias de San Andrés dependan directa-
244
mente del GPDG .
Un punto venía a añadirse en esta Cláusula Adicional de
1965, mostrando que el G.P.D.G. recibía, o tenía incluso, en
la Orden Interior a Hermanos externos a la G.L.N.F., es decir
«no regulares» de acuerdo a la terminología utilizada para
designar a aquellos pertenecientes a Obediencias no recono-
cidas por la Gran Logia Unida de Inglaterra:

244 Ver Anexo XI: Cláusula Adicional del 21 de octubre de 1965 a la Con-

vención del 13 de junio de 1958 (pág. 263).

. 216 .
La GLNF acepta esta dependencia bajo la condición sine qua
non que los Francmasones hechos Maestros Escoceses de
San Andrés pertenezcan a la Francmasonería regular, es de-
cir a la G.L.N.F. El GPDG, suscribe formalmente ésta condi-
ción. Decide por otra parte y como consecuencia de su in-
tervención directa en la constitución de Logias de San An-
drés, que los Miembros de las Encomiendas y Prefecturas
deberán en lo sucesivo pertenecer así mismo a la Francma-
sonería Regular, y ello en el plazo de seis meses a contar
desde la firma de la presente Convención.
C) ESCISIÓN DE LA GRAN LOGIA NACIONAL FRANCESA - (OPERA)

El año 1958 quedó igualmente marcado para la G.L.N.F. por


un acontecimiento, que precedió en algunos meses la firma
de la Convención con el G.P.D.G., que se desarrolló el 22 de
febrero en el curso de un Convento, que fue el origen de la
partida de un número significativo de Hermanos y Logias,
entre ellas el Centre des Amis nº 1245 , llevadas por Pierre de
Ribaucourt (+ 1965), hijo de Edouard de Ribaucourt, que
juntamente con Camille Savoire, estuvo en los comienzos del
despertar del R.E.R. en Francia en 1910. Este movimiento de
ruptura, que dio lugar al nacimiento de la Gran Logia Na-
cional Francesa - Opera246 , dicha así por el nombre del barrio
en que la nueva estructura masónica instaló sus locales bajo
la Gran Maestría de Vincent Planque, fue motivado por el
rechazo a proseguir según los criterios de una regularidad,
que en la práctica, había demostrado ser un factor de divi-
sión y exclusividad no compatible con el ideal de fraterni-
dad de la francmasonería. Esta voluntad de reunir sobre las
bases de la fraternidad y el humanismo universal, fue defi-
nida en un Manifiesto publicado el 2 de octubre de 1958 te-

245 Además del Centre des Amis, las siguientes Logias decidieron abando-
nar la G.L.N.F.: Les Philadelphes, Entente, Sagesse, Baudoin de Flandre,
Les amis Vigilants, St. Claudius.
246 La Gran Logia Nacional Francesa-Opera, se convirtió, por decisión con-

ventual del 9 de enero de 1982, en la Gran Logia Tradicional y Simbólica


Opera (G.L.T.S.O.).

. 217 .
niendo precisamente por título «Fraternidad humana, uni-
versalismo»247.
Con todo esta ruptura iba sin embargo a tener consecuen-
cias indirectas para el Rectificado, puesto que los Hermanos
que se habían constituido en Obediencia distinta a la
G.L.N.F. el 2 de octubre de 1958, y de los que muchos traba-
jaban en el R.E.R., en junio de 1962, después de diversas eta-
pas preparatorias, dieron nacimiento a un Gran Priorato de
Francia entroncado en la G.L.N.F. - Opera. Este nuevo Gran
Priorato de Francia, devenía, de acuerdo a la constitución de
junio de 1938 —en reacción al restablecimiento del G.P.D.G.
de 1935— por el Gran Colegio de Ritos del G.O.D.F. de un
«Directorio Escocés de las antiguas Provincias de Francia»,
el primero de los Grandes Prioratos creados en paralelo al
Gran Priorato de las Galias248 .

247 Los motivos expuestos en el Manifiesto de aquellos que abandonaron la


G.L.N.F. en febrero de 1958, bueno es reconocerlo, no estaban desprovistos
de una justa aspiración a reconocer, como es normal, a todo Masón como
Hermano, más allá de los criterios obedienciales, a menudo más adminis-
trativos que iniciáticos: «Por una deplorable paradoja, podemos constatar
que la Masonería, y particularmente en Francia, está en nuestros días, en el
plano humano, profundamente dividida. Si, por definición, la Orden Ma-
sónica no es más que una, no es menos cierto que algunas Obediencias no
dejan de lanzar exclusividades contra otras Obediencias. En nombre de
Landmarks más o menos hipotéticos, que ocultan pretextos demasiado
humanos, la cualificación iniciática es en ocasiones negada a excelentes
Masones.»
248 Ver Apéndice IV: Los Grandes Prioratos Rectificados Franceses en el si-

glo XX (pág. 195).

. 218 .
VII. LOS GRANDES MAESTROS-
GRANDES PRIORES DEL G.P.D.G.

A) ANDRÉ MOIROUX (1899-1962)

André Moiroux, Eq. a Clementia, iniciado en 1932, rectifica-


do en 1935, armado C.B.C.S. en 1947, que tomó la sucesión
de Julien Rybinski en 1957, con la ayuda de Antonin
Gaillard, su Gran Canciller, fue el maestro de obras de los
acuerdos llevados a cabo con la G.L.N.F. en 1958. Represen-
tando a la Orden en los Conventos internacionales de Gine-
bra y Zurich, tejiendo lazos con los Grandes Prioratos de
Alemania y América ayudó a la renovación institucional de
las estructuras rectificadas, y fue él quien confirió, algunos
años después de la guerra, un verdadero esplendor a la or-
ganización fundada en 1935, tanto en el extranjero como en
Francia.
Habiendo redactado un opúsculo muy interesante en 1935,
que tituló «Precisiones sobre algunos puntos de la historia
del Régimen Rectificado en Francia», insistía sobre el hecho
que el Régimen Rectificado sólo podía subsistir siendo fiel a
los principios del sistema fundado por Willermoz, lo que
explicaba porque, como él mismo escribía: «todas las tenta-

. 219 .
tivas por despertar el Rito Rectificado en Francia antes de la
guerra de 1914 acabaron en fracaso.»
André Moiroux, fallecido repentinamente el 2 de diciem-
bre de 1962, la noche de la cena de la Asamblea General de
la Gran Logia al final de sus vacaciones en Deauville, dejaba
en el momento de su partida, que sorprendió a numerosos
Hermanos, un Gran Priorato de las Galias reforzado por la
experiencia, fortalecido en sus convicciones, asegurado en
sus bases, y sobre todo, con tres Prefecturas importantes y
desarrolladas: Neustria, Flandes y Provenza.
La vida de André Moiroux vino dedicada, desde su entra-
da en masonería y en particular después de su paso por el
R.E.R., a que la Orden se extendiera mejor y se inscribiera en
el mundo dando testimonio de su bella espiritualidad puesta
al servicio del bien de la humanidad y la armonía universal,
nociones a las que se encontraba muy apegado. Será pues el
recuerdo de un Hermano profundamente comprometido
con el servicio de la Orden, benevolente y a la escucha de
todos, que los Hermanos guardarán memoria después de su
desaparición.
B) ANTONIN WAST (1901-1973)

El Gran Capítulo, reunido desde finales de diciembre de


1962 para nombrar un sucesor a André Moiroux, y a pro-
puesta del Directorio en presencia de todos los Caballeros
asistentes a esta Asamblea, designaron a la cabeza del
G.P.D.G., como a su nuevo Gran Maestro y Gran Prior, al
Prefecto de Neustria, Antonin Wast, Eq. a Institutione.
Rodeándose de un estrecho Consejo y muy unido a él, An-
tonin Wast fue el Gran Maestro del claro crecimiento del
Gran Priorato de las Galias. Durante diez años, Antonin
Wast y su equipo va a realizar un extraordinario trabajo de
reorganización, estructuración y puesta en orden, cuyos fru-
tos no tardarán en revelarse como excelentes. Gracias a un
sentido innato de la diplomacia, allí donde las dificultades, a
menudo debidas a cuestiones humanas, habían creado situa-
ciones complicadas, el nuevo Gran Prior supo llevar a cada

. 220 .
uno a la razón y hacer comprender pacientemente el carácter
superior de las necesidades vitales de la Orden. Este vasto
proceso de unificación permitió poner fin al cisma que se
había instalado, de hecho, en la Prefectura de Provenza,
nombrando Antonin Wast a dos Prefectos «de honor», lo
que reconcilió a los hombres y permitió a la Prefectura recu-
perar la calma, criterio indispensable para el buen desarrollo
de los trabajos, el reclutar, gracias a la intensa actividad de
las tres Encomiendas, a Hermanos involucrados y entusias-
tas por el Régimen Rectificado, Prefectura que llegó incluso
a contar entre sus efectivos a algunos Hermanos prestigio-
sos, entre ellos el Dr. Probst-Biraden (1875-1957), que estuvo
íntimamente ligado a los medios del esoterismo249 .
Promotor del despertar de numerosas Prefecturas, entre
ellas las de Auvernia y Austrasia en 1964, Antonin Wast hi-
zo un especial esfuerzo para que fueran fundadas Logias del
4º Grado con el fin que los Hermanos trabajaran realmente
las enseñanzas del Régimen, confiriéndoles nombres evoca-

249 Licenciado en filosofía, autor de una memoria cuyo tema era «Los mé-

todos y resultados de la experiencia mística de los sufís musulmanes occi-


dentales», Jean-Henri Probst-Biraden, una figura del esoterismo francés,
fue Profesor de letras en Sétif, Médéa, Constantine, haciendo su doctorado
en Grenoble en 1913. Iniciado en 1897 en el Gran Oriente de Francia en
Burdeos, progresará muy rápidamente en el seno del Rito Escocés Antiguo
y Aceptado (Caballero Kadosh en 1923), siendo a continuación Soberano
Gran Inspector General en el Supremo Consejo, luego Gran Experto en el
Convento del Rito Memphis Misraïm en 1934. Martinista perteneciente a la
O.M.S. de Victor Blanchard, Alto Consejero del Directorio Supremo,
Miembro de la Orden Rosa-Cruz Renovada, trató de renovar la O.K.R.C.,
la Orden Cabalística de la Rosa-Cruz, será miembro de la O.H.T.M. (Orden
Hermetista Tetramegista y Mística), y en tanto que miembro fundador de
la F.U.D.O.S.I., participará en su primer Convento en 1936. Habiendo fre-
cuentado Georges Lagrèze y una multitud de iniciados en su largo recorri-
do extremadamente rico y extenso en el tiempo, entró a formar parte del
Gran Priorato de las Galias después de la guerra, y fue armado C.B.C.S. el
23 de febrero de 1949. Dejó numerosos artículos publicados en el Velo de
Isis, en Estudios Tradicionales, el Mercurio de Francia, el Simbolismo, etc.,
al igual que dos obras: Los Misterios de los templarios, Omnium Literario,
1947; Rabelais y los secretos de Pantagruel, Éditions des Cahiers Astrolo-
giques, 1949.

. 221 .
dores de las más importantes figuras del Régimen (Joseph
de Maistre, Jean-Baptiste Willermoz, etc.). Por otra parte, fue
precisamente bajo la Gran Maestría de Antonin Wast, que
fue firmada con la G.L.N.F. la Cláusula adicional a la Con-
vención de 1958, que devolvía la plena autoridad al G.P.D.G.
sobre los talleres del 4º Grado.
Instituyendo la festividad de San Hugo que se convirtió en
«la cumbre de la vida anual de la Orden»250, fue igualmente
quien instituyó la festividad de San Andrés. Preocupado por
la formación de los miembros de la Orden, tomó la iniciativa
de la constitución de una biblioteca que bautizó con el nom-
bre de «Verde» abierta a todos los Hermanos, así como de
una publicación que llegará a ser emblemática en el
G.P.D.G., «Les Cahiers Verts», cuyo primer número publi-
cado en 1970, estará precedido por una introducción en la
que declaraba: «Damos satisfacción a este deseo casi general,
deseando que el conocimiento que facilitará ésta publica-
ción, sea útil al resplandor de la Orden251 .»
Es preciso igualmente enumerar en el activo de Antonin
Wast los lazos establecidos con las Grandes Logias practi-
cantes del Rito Sueco, de Noruega, Dinamarca e Islandia,
con las que fueron concluidos acuerdos a nivel de grados
caballerescos. En mayo de 1973 fue organizada una recep-
ción en Estocolmo, Suecia; esto, sin olvidar la constitución
de una Encomienda en Milán en junio del mismo año, prefi-
gurando el despertar del Gran Priorato de Italia de la IVª
Provincia, al que se consagró Péricle Maruzzi, Eq. a Tribus
Baculis, (+ 1966).
El año 1973 fue excepcional, una «coronación» para el
Gran Priorato de las Galias según Jean Baylot 252, y fue real-
mente así. En efecto, fue decidido, juntamente con el
G.P.I.H., organizar un Convento General de la Orden en
Lyon, ello como continuación a lo propuesto en Ginebra en

250 J. Baylot, op. cit., pág. 52.


251 Cf. Les Cahiers Verts, nº 1, 1970, pág. 8.
252 J. Baylot, op. cit., pág. 54.

. 222 .
1969, de tal manera que se celebrara debidamente el 200
aniversario del primer contacto establecido por Jean-Baptiste
Willermoz con el barón von Hund, lo que culminó con la
venida a Lyon, algunos meses más tarde, de von Weiler. Pa-
ra festejar este acontecimiento, fue instalada una exposición
en el Museo de Bellas Artes de la Capital de las Galias de la
que Jean Baylot fue Comisario, desarrollándose entre el 5 de
octubre y el 3 de noviembre, y que atrajo a más de dos mil
visitantes, exposición que presentaba documentos y distin-
tas piezas de los archivos del siglo XVIII provenientes prin-
cipalmente de la Biblioteca de Lyon, y del fondo Kloss de la
Biblioteca del Gran Oriente de los Países Bajos.
El gran proyecto de Antonin Wast fue el del restableci-
miento de la Provincia de Occitania, del que puso los prime-
ros cimientos pero del que desgraciadamente no pudo ver
su culminación253. En efecto, en trágicas circunstancias, el 30
de octubre de 1973, el Gran Maestro del G.P.D.G., acabando
su mandato quinquenal, desaparecía en el momento mismo
en que su obra estaba en trance de producir los más bellos
frutos.
C) JEAN BAYLOT (1912-1976)

Cuando en 1973 Jean Baylot Eq. a Libertate, tomó la respon-


sabilidad del Gran Priorato de las Galias, este solo contaba
con cuatro Prefecturas: Neustria (IIª de Francia), Flandres,
Provenza y Alpes (Dos Saboyas), reagrupando únicamente
sobre el conjunto del territorio francés, en su totalidad, nue-
ve Encomiendas, con unos efectivos generales de 300 her-
manos rectificados. En el momento de su desaparición, tres
años más tarde, poniendo al servicio del G.P.D.G. sus cono-
cimientos adquiridos en la vida profana254 , la Orden tenía

253 Cf. G. Moyse, Réveil de la Province d’Occitanie comme Préfecture, Les


Cahiers Verts, nº 4, 1974, págs. 51-75.
254 Militante sindical inicialmente y posteriormente tomando compromisos

políticos, Resistente durante la guerra, fue nombrado prefecto de los Piri-


neos Bajos, entre 1944 y 1946, de Bocas del Ron, entre 1948 y 1951, y final-
mente prefecto de París, entre 1951 y 1954. Miembro del Gran Consejo de

. 223 .
siete Prefecturas: Neustria (IIª de Francia), Flandres, Proven-
za y Alpes (Dos Saboyas), ya nombradas, a las que se aña-
dieron las de Auvernia, Austrasia y Occitania; Prefecturas
que reagrupaban un total de 147 CBCS.
Jean Baylot, que fue el Gran Canciller de Antonin Wast, y
que conoció y frecuentó a los Hermanos Ribaucourt, Savoire,
pero también a muchos otros, en los comienzos del desper-
tar del Régimen en Francia; decía en 1976: «Yo soy uno de
los últimos que puedo hablar de ellos evocando una visión
personal que tenga otra expresión que las meras fotografías
que se puedan publicar». 255 Armado C.B.C.S. por Julien
Rybinski, consideraba al G.P.D.G. como a una Orden que no
se podía comparar a ninguna otra por razón de la espiritua-
lidad propia dispensada por el Régimen Escocés Rectificado.
Su idea central podría resumirse en una frase: «El renaci-
miento en Francia de una masonería de tradición», frase que
acompañaba del comentario siguiente tan representativo de
su estado de ánimo: «[una masonería] fiel a todas las aplica-
ciones del pasado, y en primer lugar, a la fuente medieval
cuya presencia sensible no dejará de ser garante de la vali-
dez de nuestra acción. Todo esto debe juntarse a una curio-
sidad permanente del espíritu —una alimentando a la otra—
al enriquecimiento por el estudio siendo factor de desarrollo
y eficacidad, y al incremento de influencias que actúan sin
cesar en las vías más acogedoras y fecundas».256

la Orden del Gran Oriente de Francia, llegará a ser Gran Maestro Provin-
cial de Aquitania en la G.L.N.F. en 1968, y publicará una obra que tendrá
una cierta repercusión: La Voie substitué, recherche sur la déviation de la
franc-maçonnerie en France et en Europe, Éditions Borp, 1968, en la que
expondrá su severo análisis, respecto a las posiciones del Gran Oriente de
Francia, en particular, con motivo del aumento del anticlericalismo del si-
glo XIX, concretamente en el período que va de 1800 a 1870, «habiéndose
convertido la Masonería francesa en un club político en la que la iniciación
ritual no es más que una formalidad sin significación profunda».
255 J. Baylot, op. cit., pág. 70.
256 Ibid., pág. 72.

. 224 .
En tanto que Hermano del Régimen, y más todavía en tan-
to que Gran Maestro, Jean Baylot manifiesta una concepción
íntima y viva del Régimen que se traduce por un amor pro-
fundo de la obra a cumplir, sin por lo tanto ignorar la Histo-
ria la cual consideraba con respeto, deseoso del estudio de
las fuentes lo que explica que fuera uno de los fundadores
de los Cuadernos de la Logia de Investigaciones Villard de
Honnecourt en 1965. Una convicción lo animaba: «solo se
sirve bien lo que uno ama» Su enjuiciamiento sobre la natu-
raleza del amor merece por otra parte ser recordada: «Si las
razones para amar permanecen indefinibles, sabemos que el
amor verdadero es posesivo. Amar es conocer. Y el conoci-
miento es a la vez el fin y el medio de posesión. Cuando el
objeto amado es lo que nuestras convenciones denominan
persona moral, que como nuestras personas físicas, no son
salidas de las secas definiciones de derecho, sino el resultado
de un conjunto de reglas lentamente forjadas por la tradición
a la llamada obstinada de algunos seres de élite animados
por un ideal que los sublima, entonces solo la Historia es,
por lo que concierne al pasado, el medio de conocimiento.
Así el amor que llama al don de uno mismo identificándolo
a otra cosa, despojándolo del egoísmo, cambiándolo por una
participación irrecusable. He aquí porque he querido habla-
ros de la Historia. Lo que no es para engrandecer vuestros
conocimientos, sino para exaltar vuestra fe en la Orden, pre-
cisándola, alimentándola como a un seguro de legitimi-
dad».257
Pero Jean Baylot, que dirigirá el Gran Priorato de las Ga-
lias con esta fe y este amor que se traduce en las magníficas
líneas que acabamos de leer, desaparecerá el 3 de febrero de
1976, agotado por la enfermedad, dejando tras de sí un in-
menso vacío. Habiendo dirigido la Orden con un notable vi-
gor que impresionó a todos los Hermanos que trabajaron a
su lado, su ausencia crearía una incerteza alimentada por
múltiples peligros en una época marcada por los violentos

257 Ibid., pág. 69.

. 225 .
contragolpes culturales y espirituales posteriores a 1968
(protesta estudiantil, atracción ante la irrupción de religio-
nes orientales, etc.), que pondría a la masonería de tradición,
y en particular al Régimen Escocés Rectificado, en una situa-
ción no desprovista de algunas incertezas relativas a la pre-
servación de los fundamentos doctrinales de la Orden.
D) JEAN GRANGER (1919-1995)

Jean Granger, Eq. a Rosa Mystica, antiguo alumno de la Es-


cuela Práctica de Altos Estudios (ciencias religiosas) partici-
pó de manera activa en la Resistencia en el seno de las agru-
paciones de Testimonio Cristiano258, más conocido por la
mayoría de público por el seudónimo utilizado como escri-
tor, Jean Tourniac, fue elegido el 19 de marzo de 1976, Gran
Prior del Gran Priorato de las Galias, en un período en que
él quiso hacer aplicar la separación de cargos entre el de
Gran Prior y el de Gran Maestro Nacional, separación deci-
dida por un decreto de fecha 16 de septiembre de 1966259 , y
no aplicado hasta entonces puesto que Wast y Baylot, duran-
te el tiempo de su mandato, acumularon las dos funciones.
Granger decidió pues dimitir casi inmediatamente, siendo
elegido entonces Gran Maestro Nacional «ad Vitam», permi-
tiendo igualmente, al mismo tiempo, la elección a la función
de Gran Prior del Prefecto de Neustria, Paul Naudon, Eques

258 La personalidad del Padre Pierre Chaillet s.j., (1900-1972, presidente del
Comité de obras sociales de la Resistencia (C.O.S.O.R.), cofundador junto a
Stanislas Fumet (1896-1983) de los Cuadernos de Testimonio cristiano,
tendrá una gran influencia en la orientación espiritual de Jean Granger.
259 Cf. Artículo VI del Reglamento de organización general del Gran Priora-

to de las Galias, decreto de 16 de septiembre de 1966, ratificado por el


Convento de Ginebra de mayo de 1969. Este artículo, retomaba las disposi-
ciones previstas por el Código General de los C.B.C.S., que efectivamente,
separa las dignidades y no permite la acumulación de responsabilidades,
distinguiendo así la jerarquía prioral según este orden:
El Gran Capítulo
El Directorio
El Gran Maestro Nacional («ad Vitam»)
El Gran Prior
El Gran Canciller.

. 226 .
a Bona Fide, doctor en derecho, especialista en historia de
derecho público e instituciones, que fue en un tiempo Sobe-
rano Gran Inspector General del grado 33º del R.E.A.A., au-
tor muy prolífico que publicó un número consecuente de
obras sobre la francmasonería260.
Sin embargo, la atmósfera alrededor del G.P.D.G., desde la
desaparición de Jean Baylot, se había convertido en relati-
vamente difícil; al haberse desarrollado considerablemente
la estructura, bajo el enérgico impulso de su antiguo dirigen-
te, comenzaron a aparecer suspicacias que levantaron temo-
res por parte de algunos ante una exagerada proyección na-
cional e internacional de la Orden261. Por otra parte, el año
1976 estuvo marcado por importantes tensiones entre el
G.P.D.G. y el Supremo Consejo del R.E.A.A., tensiones que
llegaron a ir tan lejos que se llegó a rozar la ruptura. Por si
fuera poco, las Prefecturas que querían defender el R.E.R.
entraron en conflicto abierto con las Grandes Logias Provin-
ciales de la G.L.N.F., hasta el punto que llegó a temerse por
posibles decisiones que erradicaran simple y llanamente el
Régimen en ciertas regiones de Francia. La crisis tomó tales
proporciones que Paul Naudon, para el que el Rectificado
que no era su Rito de origen conservaba todavía multitud de
misterios, al igual que para su Gran Canciller, Raymond
Claris, Eq. a Vera Claritate, presentaron sus dimisiones a
principios del año 1977, habiendo ejercido sus respectivos
cargos solamente algunos meses. De golpe, el Gran Capítulo
de marzo de 1977 designó una segunda vez a Jean Granger

260 Citamos, entre sus escritos: La Franc-maçonnerie et le divin: Histoire

philosophique de la franc-maçonnerie à l’égard du sentiment religieux,


Dervy, 1960 ; La Franc-maçonnerie chrétienne, Dervy, 1970 ; La Tradition
et la Connaissance primordiale dans la spiritualité de l‘occident, Dervy,
1973 ; Origines Religieuses et Corporatives de la Franc-maçonnerie, Dervy,
1979, etc.
261 Jean Granger daría esta explicación para responder a la cuestión: «¿Por

qué de todas estas alteraciones?: Parece que pudieran motivarlas la desa-


parición brutal de un Gran Maestro y Gran Prior dotado de una personali-
dad tal que resultaría difícil, si no imposible sucederle» (J. Granger, Les
Cahiers Verts, nº 5, 1980, pág. 80).

. 227 .
como su Gran Prior262 , al presentarse éste para ser elegido a
solicitud de numerosos Hermanos «inquietos por la situa-
ción del Gran Priorato», con vistas a acumular las dos fun-
ciones de Gran Maestro y Gran Prior, revisando la reciente
decisión de separación de cargos y restableciendo la de
«Gran Maestro Nacional-Gran Prior».263
Esta elección logró, al menos temporalmente, restablecer la
calma y la paz a fin que el Gran Priorato de las Galias pudie-
ra de nuevo consagrarse a su función primera, a saber la vía
iniciática según las reglas legadas por Jean-Baptiste Willer-
moz264 . Daniel Fontaine Eq. ab Orientis Luce, fue escogido
por Granger para ser su Gran Canciller, y vino para trabajar
a su lado y servirle de auxiliar útil y dedicado en las tareas
administrativas ciertamente, pero también de consejero par-
ticular en el gobierno de la Orden.

262 Granger explica así esta elección en dos tiempos, ocurrida tras la dimi-
sión de Paul Naudon: «Un nuevo colegio de Altos Dignatarios fue pues
elegido en el Gran Capítulo de marzo de 1977, que me designó por segun-
da vez como Gran Prior, no habiendo durado la primera si no el espacio de
una noche y no de una mañana como duran las Rosas… místicas o no!
Acepté pues esta misión, peligrosa donde las hubiere, en esos tiempos
tormentosos de la Galia Rectificada!» (J. Granger, Les Cahierts Verts, op.
cit, pág. 80).
263 A destacar que ésta doble denominación de «Gran Maestro Nacional-

Gran Prior», admitida en el Gran Capítulo de marzo de 1976, confirmada


posteriormente por el Gran Capítulo de junio de 1976, se convertía por este
hecho oficialmente en la denominación del dirigente del G.P.D.G., tenía
igualmente por objetivo simplificar las relaciones internacionales del Gran
Priorato de las Galias con los Prioratos Templarios anglosajones y suecos
que poseen una doble función idéntica.
264 Cuando su Mensaje inaugural en tanto que Gran Maestro «ad Vitam» en

marzo de 1976, Jean Granger terminaba su discurso con estas palabras im-
pregnadas por un sentido respetable por toda obra caritativa y humanita-
ria, que fueron un resumen de su línea general de conducta: «Concluiré
con una frase de Pasteur, actualmente puesta en exergo en los documentos
de una Orden Caballeresca de alto y antiguo linaje hierosolimitano, la Or-
den de Malta, y que es ésta: ‘No te pido cual es tu nacionalidad o cual es tu
religión, sino cual es tu sufrimiento’.» (J. Granger, Message inaugural du
Grand Maître National «ad vitam» ancien Grand Prieur, Saint Hugues
1976, in La franc-maçonnerie chrétienne & templière des Prieurés Écossais
Rectifiés, SEPP, 1997, pág. 9).

. 228 .
Nuevas Encomiendas no tardaron en ver la luz bajo la im-
pulsión del nuevo Gran Maestro-Gran Prior, que deseaba
ver crecer y extenderse la práctica del Régimen Escocés Rec-
tificado. Por otro lado, gracias a la escritura de sus libros que
marcarán una etapa importante para muchos Hermanos en
su conocimiento del Régimen Rectificado y constituyeron un
formidable medio para mostrar mejor el interés a un amplio
público, Jean Granger logrará conferir al Régimen, y por
consecuencia al Gran Priorato de las Galias, una imagen
muy positiva, poniendo de manifiesto muchos elementos de
la transmisión willermoziana y su caballería mística de esen-
cia templaria265.
Por tanto, en marzo de 1977, ante los miembros del Gran
Capítulo, Jean Granger, fiel a sus orientaciones guenonianas,
que venían de antiguo, puesto que su correspondencia con
Guenon provenía de 1946, se libró a un examen crítico de los
fundamentos willermozianos y ciertos puntos de vista, se-
gún él obsoletos y marcados por su tiempo, que era necesa-
rio e incluso legítimo «rectificar» bajo pretexto que eran
producto de un hombre condicionado por su época266, no

265 Las obras más significativas de Jean Granger tocantes al R.E.R. y a la


francmasonería, son: Principes et problèmes spirituels du rite écossais rec-
tifié et de sa chevalerie templière, Dervy, Histoire et tradition, 1969. De la
chevalerie au secret du Temple, Éditions du Prisme, 1975. Les Tracés de
lumière. Symbolisme et connaissance, Dervy, Architecture et symboles sa-
crés, 1976. Vie et perspectives de la franc-maçonnerie traditionnelle, 2ª edi-
ción, París, Dervy, 1978.
266 Este punto de vista será una constante en Jean Granger, puesto que seis

años más tarde, cuando su discurso en ocasión del bicentenario de


Wilhelmsbad, sostendrá: «[El Rito] ha corregido… las afirmaciones teoló-
gicas un poco primarias y anticuadas por la exégesis… Todo hombre, sea
este el redactor de los Rituales, es más o menos prisionero de la cultura y el
pensamiento de su época y su contexto. De hecho, para superar estas limi-
taciones por respeto de la Verdad, no se trata de inventar, ni copiar, ni trai-
cionar, ni de “paralizar” sino de discernir en espíritu.» (J. Granger, Alocu-
ción pronunciada en el Convento General de París (25 de septiembre de
1982), conmemoración del Convento General de Wilhelmsbad, in La franc-
maçonnerie chrétienne & templière des Prieurés Écossais Rectifiés, op. cit.,
pág. 111).

. 229 .
proviniendo de una esencia «inmemorial» de origen «no
humano».267
A pesar de sus repetidas invitaciones a un fortalecimiento
de los lazos entre el espíritu de la Caballería rectificada y la
universalidad masónica, no resultaba todo tan simple. Los
antiguos C.B.C.S. no se mostraban excesivamente admirados
ante las orientaciones propuestas, y varias Prefecturas punti-
llosas seguidoras de la línea willermoziana manifestaron
reales descontentos. Bastó pues con que Jean Granger, en la
San Hugo de 1977, volviera sobre las grandes líneas de su
proyecto reformador lanzándose en un vibrante alegato por
la equivalencia y la «unidad» entre el Régimen Escocés Rec-
tificado y el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, discurso que
evidentemente fue bien apreciado por los dirigentes de la
G.L.N.F., pero moderadamente recibido por los Hermanos
del Régimen que tenían muy presentes las llamadas de aten-
ción de Willermoz respecto a los grados de venganza y en
particular la prohibición expresa hecha en el Código de 1778

267Lo que es efectivamente la Tradición, en Masonería como en cualquier


otra cosa, no es lo que lleva el nombre de un autor humano o de un siglo,
sino lo que, al contrario, no tiene autor humano conocido y cuyo origen,
por una serie de transmisiones efectuadas en las condiciones apropiadas
para la supervivencia de lo esencial, se remonta «from inmemorial times».
He aquí la cadena y el absoluto «vertical». La trama está constituida por el
entorno del siglo, las adaptaciones, los comentarios de una época; es el re-
lativo «horizontal» (y que no es invariable puesto que está condicionado
por el entorno mental espacio-tiempo). (…) Recordad que nuestra caballe-
ría está entroncada en el arte de los masones de la que constituye la pleni-
tud última bajo la forma templaria. Recordad que en razón de ésta consan-
guinidad con la Masonería, ella no puede ser una iglesia, sino que habien-
do desposado la vía trazada por el Cristo, hijo de Israel, procede de la
misma búsqueda iniciática que la Masonería que espiritualiza por otros
símbolos, otras plegarias, otros aspectos del Arte Real, en particular el de
«Guardianes de Tierra Santa». No os compartimentéis: respetad la letra,
rompiéndola para extraer su sentido y para expresar su sangre.» (J. Gran-
ger, Reflexión sobre la organización prioral, Mensaje del Gran Maestro-
Gran Prior como consecuencia de su reelección a esta función por el Gran
Capítulo, marzo 1977, in Message du Grand Maître-Grand Prieur à la suite
de réélection à cette fonction par le Grand Chapitre de mars 1977, op. cit.,
págs. 16-17).

. 230 .
a los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa de hacerse
recibir Caballero Kadosh268 .
Al año siguiente, en noviembre de 1978, fue celebrado en
Lyon de manera destacada el 200 Aniversario del Convento
de las Galias, celebración acompañada de una magnífica ex-
posición dedicada a la memoria de Jean-Baptiste Willermoz.
No obstante, el elemento precedentemente evocado –el de
las convicciones de Jean Granger en materia de espirituali-
dad- tendía ha convertirse poco a poco en problemático de-
trás de la bella armonía rencontrada en el seno del G.P.D.G.
Como sabemos, Granger, aunque perteneciente al Régimen

268 He aquí lo que expresó Jean Granger en su discurso, regocijándose de la


doble pertenencia de los C.B.C.S., al R.E.R. y al R.E.A.A.: «Diré que de un
sistema a otro la economía ritual y el contenido de los grados difieren en
ocasiones profundamente. Son caminos no divergentes sino diferentes. Sin
duda los puntos de partida y llegada son comunes, puesto que la finalidad
iniciática es la misma y se resuelve en la misma Cumbre Primigenia; sin
duda la acción iniciática es igualmente convergente que se inscribe en la
identidad de los conceptos esotéricos propios a la Tradición Masónica y a
sus estructuras superiores. (…) Para el Escocismo Antiguo y Aceptado, la
ascensión responde a otros criterios eminentemente tradicionales y este Ri-
to contiene una pluralidad de riquezas iniciáticas que se alimentan de una
fuente de la que procede el Rito Rectificado. Hay que alegrarse y hay que
saber respetar la especificidad de los Ritos, lo que implica que en ocasiones
no se pueda sin que peligren las equivalencias arbitrarias que poco tienen
en cuenta realidades concretas. Es por esto que hay que felicitarse por la
pertenencia de nuestros Hermanos a los dos Ritos; el Rito Escocés Rectifi-
cado y el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, cuando esto les sea posible. Le-
jos de conducir a la confusión, debería en efecto permitir la profundización
y el conocimiento efectivo de cada Rito, el conocimiento por el interior. Es-
tos datos bien entendidos, sin espíritu de rivalidad o competencia absurda,
nos ofrecen la plataforma razonable de un entendimiento sereno y serio
con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. […]
No existe ningún sistema de Altos Grados masónicos sin pertenencia a la
Francmasonería de Tradición.
No puede haber pertenencia a nuestra Orden Masónica sea cual sea el Rito,
sin espíritu de Fraternidad, sin ‘comunión’ iniciática.
En conclusión, y por citar René Guenon, ‘la Unidad no es la Uniformidad’
(J. Granger, Alocución pronunciada con motivo de la festividad de San
Hugo, Llamamiento a los Caballeros Capitulares, Llamamiento a los Caba-
lleros Bienhechores de la Ciudad Santa, abril 1977, op. cit., págs. 24-25).

. 231 .
Escocés Rectificado, se alimentaba sin esconderse de ello de
una viva admiración por el pensamiento y la obra de René
Guénon, de la que consideraba que era la expresión culmi-
nada de la doctrina tradicional a nivel de esoterismo. Hay
que reconocer que ello no podía decirse que fuera una nove-
dad en las ideas de Jean Granger en esa época puesto que las
grandes líneas de su reflexión personal habían sido ya cla-
ramente expresadas bastantes años antes 269 . Lo que será
verdaderamente nuevo, por la carga importante que conlle-
vará, será más bien la dinámica particular que va a poder
conferir a sus convicciones, de tal manera a que pudieran
inscribirse profundamente en el seno del Gran Priorato de
las Galias. Fue por razón de la puesta en práctica de esta ini-
ciativa que surgirán los bloqueos.
En efecto ésta dinámica iniciada por Jean Granger, en con-
formidad de intención con las miras del universalismo gue-
noniano tendente a la unificación de las tres religiones
abrahámicas, tropezará con la sensibilidad willermoziana de
muchos Hermanos, puesto que el deseo, claramente expresa-
do por Jean Granger, era la de hacer sufrir una verdadera evo-
lución «descompartimentadora», juzgada necesaria —según
él— para el Rectificado, con el fin que perdiera su carácter
exclusivamente cristiano, llegando hasta sostener: «El pro-
blema surgido por la afirmación del carácter cristiano del
R.E.R. se plantea igualmente a nivel de los tres primeros
grados simbólicos, dichos azules».270

269 Los intercambios seguidos y regulares entre René Guénon y Jean Gran-
ger de 1946 a 1951 son una prueba elocuente de sus orientaciones, al igual
que sus declaraciones y textos publicados mucho antes de su toma de fun-
ciones como Gran Maestro-Gran Prior, mostraban el carácter antiguo de
sus posicionamientos teóricos lo que le conducirá a sostener: «Estimamos
que René Guénon no ha errado nunca en el enunciado de sus principios y
que no se ha equivocado en la evaluación doctrinal de sus aplicaciones.» (J.
Tourniac, Présence de René Guénon, vol. I, «L’oeuvre et l’univers rituel »,
Soleil natal, 1993, pág. 79).
270 Cf. Jean Granger, El Rito Escocés Rectificado, a.p. La Formación de los

masones, Cuaderno nº 1, Gran Logia Nacional Francesa, provincia de Rou-


vray, abril de 1976, págs. 1-20. El objetivo fijado era en realidad, fiel en esto

. 232 .
Como podemos imaginarnos, en el interior de la Orden, si
bien estas declaraciones y posicionamientos tenían el asen-
timiento y viva aprobación de algunos, no complacían mu-
cho a otros en el fondo muy vinculados al cristianismo del
Régimen Escocés Rectificado, que no aceptaban lo que con-
templaban como una transformación inaceptable de los fun-
damentos willermozianos en dirección a horizontes de una
«unidad trascendente de las diversas formas religiosas pro-
pias del esoterismo»271, perspectiva no conforme a la doctri-
na que atraviesa el conjunto del Régimen, del primer al úl-
timo grado, doctrina rectificada que extrae sus fuentes en los
Padres de la Iglesia y los pensadores del iluminismo cris-
tiano del siglo XVIII, y de la que resulta difícilmente admisi-
ble, en efecto, respecto a los principios de la Orden, que po-
sicionamientos externos y contradictorios con estas afirma-
ciones puedan tener autoridad sobre ella272 .

a las tesis y la acción de René Guénon, de enriquecer la práctica del Rectifi-


cado, así como de la Masonería más globalmente –a pesar de una sobreva-
loración de la tradición de los «Operativos» objeto de un respeto muy su-
perior al de las fuentes willermozianas- por métodos «invocatorios». Las
curiosas condiciones de la creación de la Logia La Grande Triade, tienen
un lugar eminente en este proyecto, sabiendo que este taller fue constitui-
do en 1947 a fin de comprometer, siguiendo los análisis de Guénon, un
acercamiento con el islam de manera a que los hermanos pudieran recibir
una transmisión y un método salidos del sufismo capaces de «revivificar»
la Francmasonería por la invocación de un Nombre divino de origen he-
braico, proyecto que fue realizado gracias a la mediación del Sheikh Aïssa
Nur-ed-Din, es decir Frithjof Schuon (1907-1998), no masón por lo demás,
que jugó el papel providencial, e igualmente muy problemático, de trans-
misor en la circunstancia. (Cf. A. Bachelet, Autour de la «Parole perdue»
des maîtres maçons, Vers la Tradition, nº 74, 1998/1999).
271 J. Granger, Conferencia pronunciada en el Convento internacional de

Zurich, Sept. 1979, in La franc-maçonnerie chrétienne & templière des


Prieurés Écossais Rectifiés, op. cit., pág. 88.
272 Un conflicto muy severo surgirá, sobre el que no insistiremos más allá

de lo necesario en estas páginas, sobre los extractos contestados de la Ins-


trucción del Ritual de Maestro Escocés de San Andrés, extractos prove-
nientes de puño y letra del mismo Willermoz en la versión final de 1809,
de los que Jean Granger rechazaba absolutamente los términos, afirmando:
«Nosotros rechazamos, y lo afirmamos una vez más, admitir la fórmula: ‘la

. 233 .
Rudas tensiones, cuya puesta a la luz obligaría a entrar en
una locura de detalles y palabras que no tienen lugar en ésta
obra, aparecieron y se fueron intensificando más y más,
creando una situación de lucha severa en la que los adversa-
rios, según participaran de una u otra visión del Régimen,
no se trataron con mucha consideración. No es ningún secre-
to para nadie, que entre Jean Granger y su Gran Canciller,
Daniel Fontaine, los análisis y posiciones llegaron a ser to-
talmente divergentes y no dejaron de oponerse cada vez
más.

Antigua Ley es abolida’ proclamada en ciertos rituales de la francmasone-


ría de referencia cristiana, datados del siglo XIX.» (J. Tourniac, Du Ju-
daïsme au Christianisme, Soleil natal, 1995, pág. 148). La radical novedad
del cristianismo, que recuerda el Ritual del 4º Grado, viene en efecto a con-
tradecir la idea de una «Tradición primordial» querida por René Guénon y
a la que se adhería Jean Granger que declaraba: «Si la Verdad no fuera in-
herente a la Tradición primordial, todas las tradiciones que de ella derivan
y le suceden en el tiempo no podrían ser «verdaderas» (…) La Verdad de
la Tradición primordial es el seguro de la Verdad de cada tradición ulte-
rior…» (J. Tourniac, Le Judaïsme crucifié, Soleil natal, 1996, pág. 53). Ahora
bien, y este punto es esencial, el cristianismo no detenta «su verdad» por
su vinculación a la «Tradición primordial» pretendidamente conservada
en «La Agartha» por el Rey del Mundo, contrariamente a las alegaciones
de René Guénon (Cf. R. Guénon, Le Roi du Monde, capit. VIII, «Le Centre
suprême caché pendant le «Kali-yuga», Gallimard, 1927), sino de la irrup-
ción conmovedora de Dios en la Historia que proclama «Mira que hago un
mundo nuevo» (Apocalipsis XXI, 5) lo que afirma con fuerza el Ritual de
Maestro Escocés de San Andrés y que supo subrayar con pertinencia el
Padre Daniélou: «El primer rasgo que caracteriza al Cristianismo es esen-
cialmente la fe en un acontecimiento, el de la Resurrección de Cristo. Este
acontecimiento constituye una irrupción de Dios en la historia que modifi-
ca radicalmente la condición humana y constituye una novedad absoluta.
Ahora bien, esto distingue completamente al cristianismo de todas las
otras religiones. Esto es lo que ignora René Guénon cuando quiere reducir
el Cristianismo a una más de las formas de la tradición original. Evacua
precisamente todo aquello que la hace original. Las grandes religiones no-
cristianas afirman la existencia de un mundo eterno que se opone al mun-
do de los tiempos. Ellas ignoran el hecho de una irrupción del Eterno en el
tiempo que da a éste consistencia y lo transforma en historia.» (Jean Danié-
lou, Essai sur le Mystère de l’histoire, Seuil, 1953, pág. 107).

. 234 .
La Orden, por su parte, proseguía su crecimiento, exten-
diendo su influencia al extranjero, estructurándose y dotán-
dose de una Gran Cancillería muy eficaz, siendo el cargo de
heraldista confiado a un Hermano cualificado, Charles P., (+
2003) Eq. a Rosa Peregrinante, antiguo de la Escuela de
Chartes. El 16 de mayo de 1981, se celebró en París un Capí-
tulo de elecciones generales, en ocasión de la festividad
anual de San Hugo, en el que Jean Granger fue confirmado
en su cargo, en presencia de los representantes de la Gran
Cancillería General de la Orden y del Gran Priorato Inde-
pendiente de Helvetia.
Un año más tarde, siendo 1982 el año del 200 aniversario
del Convento de Wilhelmsbad, se tomó la iniciativa de una
reunión conmemorativa, primeramente en Wilhelmsbad con
los dirigentes de los Grandes Prioratos Europeos vinculados
al Gran Consejo de la Orden, y luego finalmente en París en
septiembre. Fue organizada una exposición por Frédérick
Tristan en la Biblioteca Nacional de París, con el concurso de
Antoine Faivre, Director de estudios de la Escuela Práctica
de Altos Estudios y de Jacques Fabry, depositario de los
fondos Johan Freidrich von Meyer de la biblioteca de la Fa-
cultad de teología protestante de Erlangen, exposición que
contó con el apoyo de Jean Mons (1906-1989), a la sazón
Gran Maestro de la G.L.N.F. Los periódicos se hicieron am-
plio eco del acontecimiento; el Padre jesuita Michel Riquet,
(1898-1993), publicó un artículo particularmente elogioso en
Le Figaro en el que decía, hablando del Régimen Escocés
Rectificado: «Esta francmasonería se mantiene fiel a los valo-
res cristianos que inspiraron los ritos iniciáticos de las cor-
poraciones medievales de talladores de piedra y de los cons-
tructores de catedrales. Ella se quiere también heredera de
los caballeros del Temple y de sus tradiciones273.» Se pudo

273 Le Figaro, 1º de septiembre de 1982. En este artículo, relevante en mu-

chos aspectos y que iba muy lejos en la revisión de la posición tradicional


de la Iglesia respecto de la francmasonería, cuando ésta última permanece
fiel a la fe cristiana, el Padre Riquet escribía: «Esta francmasonería se sitúa
más allá de la imagen que toda una literatura nos presenta. Joseph de

. 235 .
leer igualmente, en uno de los más importantes cotidianos
regionales de la prensa escrita francesa, La Montagne:
El Gran Priorato de las Galias, entroncado en el Rito Escocés
Rectificado practicado en la G.L.N.F., pero único Goberna-
dor en Francia de la Orden de los C.B.C.S. y del Régimen
Escocés Rectificado (…) defensor del Régimen en Francia
desde el siglo XVIII, el Gran Priorato de las Galias cuyas Pa-
tentes fueron confirmadas y avaladas por el Gran Priorato
de Helvetia, heredero de las Provincias de Francia a finales
del siglo XIX, ha sido encargado por la Gran Cancillería Ge-
neral de la Orden, para organizar en París, en septiembre de
1982, el Convento Internacional de los caballeros Bienhecho-
res de la Ciudad Santa.274
Pero a la mañana siguiente de ésta conmemoración, las ra-
dicales oposiciones mencionadas anteriormente, relativas a
las Instrucciones del 4º Grado y la fidelidad a las mismas
que se quería observar, o no, según fuera la parte implicada,
poniendo de manifiesto dos percepciones antagónicas, redo-
blaron su intensidad haciendo que las divergencias se acre-
centaran bastante «rudamente» entre la visión universalista
de Granger y los posicionamientos en favor del carácter ge-
nuinamente cristiano afirmado en la Orden. A la vuelta de

Maistre, que durante veinte años fue asiduo de la Logia de Chambéry, la


concebía como un movimiento ecuménico que tiene por objeto último el
reunir en una sola y misma Iglesia los cristianos divididos por herejías y
cismas diversos. La Logia era para él, al igual que hoy para sus émulos, un
lugar de encuentro entre creyentes, o entre cristianos de confesiones dife-
rentes, no para reducir su religión al más pequeño común denominador,
ya que cada uno entiende permanecer fiel íntegramente a la tradición par-
ticular que ha elegido y que sus compañeros se comprometen en respetar,
sino que quieren reflexionar conjuntamente y motivarse a progresar, más
conscientes de las exigencias de su fe, más exactos y generosos para tradu-
cirla en actos. (…) no es razón para desanimar, o condenar una francmaso-
nería, que por el trabajo según los antiguos rituales de la Orden, sólo mira
el perfeccionamiento moral y espiritual de sus miembros y la práctica de
una caridad fraternal, activa y vivificante. Quedando bien entendido que
para el católico que la frecuenta, no se trata de substituir la Logia por la
Iglesia cuyos sacramentos y Magisterio le son indispensables.»
274 La Montagne, 11 de junio de 1982.

. 236 .
su viaje a Suecia, en la Asamblea del 15 de abril de 1983, en
razón del tenso clima que se había adueñado de la situación,
Jean Granger decidió lanzarse a la carga, bajo forma de un
largo discurso, en una denuncia virulenta de su Canciller,
Daniel Fontaine, culpable a sus ojos de estar a la cabeza de
una corriente hostil a su visión reformadora, en consecuen-
cia de lo cual anunciaba, para sorpresa general, que lo desti-
tuía de sus funciones275 . Vista la decisión, los miembros del
Gran Capítulo no aceptaron ésta sanción en contra del Gran
Canciller de la Orden, y pidieron se convocara una nueva
reunión extraordinaria de tal manera que se pudiera diluci-
dar la situación. Así, ante el Gran Capítulo reunido el 28 de
mayo de 1983, el Gran Canciller, Daniel Fontaine, que había
sido objeto de severas acusaciones, se vio obligado a efectuar
un repaso explicativo, proponiendo claramente dos posibili-
dades a los Hermanos. Concluía así su discurso: «Este futu-
ro, lo tenéis en vuestras manos y a vosotros os corresponde
decidir ya que el Gran Capítulo es el órgano supremo de la
Orden. Vuestro voto indicará vuestra voluntad deliberada
de admitir a todos los no cristianos, de romper los acuerdos
internacionales, de privar a la GLNF de los intercambios y
contactos con todos los altos grados anglosajones, alemanes
y escandinavos; o por el contrario, de vivir finalmente en
una verdadera fraternidad caballeresca y cristiana».276 Una

275 Cf. J. Granger, Eq. a Rosa Mystica, Declaración solemne del Gran Maes-

tro-Gran Prior, Directorio Escocés del 15 de abril 670/1983 (Archivos


G.P.D.G.).
276 Cf. D. Fontaine, Eq. ab Orientis Luce, Alocución pronunciada por el

Gran Canciller ante el Gran Capítulo extraordinario convocado por el Gran


Maestro Jean Granger, mayo de 1983 (Archivos G.P.D.G.). Daniel Fontaine,
en ésta alocución que representó una revolución en la vida del G.P.D.G.,
señaló que había estado hablando previamente con el R.P. Riquet al que
confió el problema que les ocupaba: «Me he abierto al Padre Riquet plan-
teándole el problema que nos preocupa, y me ha respondido: «Es cierto
que los rituales caballerescos tiene un significado profundamente cristiano
y que cuesta concebir cómo los no cristianos pueden asociarse a ellos», re-
cordaba Fontaine: «la ‘rectificación’ en el siglo XVIII consistía, entre otros,
en prestar un juramento de fidelidad a la santa religión cristiana… el Recti-

. 237 .
gran mayoría de C.B.C.S. abundó en el sentido de Daniel
Fontaine y significaron, en lo que podía parecer como un re-
pudio para el Gran Maestro-Gran Prior, Jean Granger, su
acuerdo con las orientaciones propuestas por el Gran Canci-
ller. Por otra parte, y el clima de lucha interna en el G.P.D.G.
puede que contribuyera a ello, la fatiga empezó a hacer me-
lla en Jean Granger que trabajaba desde hacía largo tiempo
al servicio de la Orden, y este último decidió, en agosto de
1983, y en razón de una repentina degradación de su estado
de salud, abandonar sus funciones: «Una grave alteración de
mi salud que no puedo descuidar habida cuenta de mis res-
ponsabilidades familiares, me obliga a abandonar las fun-
ciones que asumo a la cabeza del Gran Priorato, como jefe
del Régimen Escocés Rectificado en Francia y en los territo-
rios vinculados, función que me confiasteis en 1976, 1977 y
1981. Es con emoción que quiero agradecer inmediatamente
a los miembros del Gran Priorato y del Gran Capítulo, que
conservándome su fiel amistad, han comprendido la since-
ridad y el sentido de mi acción, en la apertura y generosidad
de corazón y han creído a lo largo de los años, en la dere-
chura de mis esfuerzos desinteresados en favor del Priorato,
de su unidad y de su destino providencialmente en este
tiempo».277
Jean Granger, retirándose, pidió al Gran Prior adjunto que
cubriera su ausencia sustituyéndole en las reuniones del Di-
rectorio durante el período de reposo médico que le fue im-
puesto, y de poner en marcha el proceso de elección en la

ficado no puede ser una fraternidad de Abraham iniciática.» Concluyendo


solemnemente su alocución con estas palabras: «He aquí Hermanos míos,
el verdadero problema: por un lado, una minoría de Hermanos (…) deseo-
sos por diversos motivos, que todos los hombres, de todas las confesiones,
puedan entrar en la Orden interior (…) [que consideran que] «El vocablo
de santa religión cristiana de empleo poco usual, sería perfectamente
inadecuado en una perspectiva ecuménica cristiana!» [y que] «terminan
por edulcorar los rituales… ¿Es esto lo que queréis?»
277 J. Granger, Mensaje de partida en la festividad de San Bernardo: 20 de

agosto de 1983 ‘El adiós a los Hermanos’, in La franc-maçonnerie chrétien-


ne & templière des Prieurés Écossais Rectifiés, op. cit., pág. 127.

. 238 .
instalación de aquel que habría de sucederle, concluyendo
su mensaje con estas palabras: «Que la Paz este con vosotros
y entre vosotros, si tal es la voluntad de Dios en la que está
mi propia paz.»278
E) DANIEL FONTAINE

Como consecuencia de la retirada de Jean Granger, será el an-


tiguo Gran Canciller, Daniel Fontaine, que será elegido como
Gran Maestro-Gran Prior del Gran Priorato de las Galias, e
instalado en su cargo el 4 de diciembre de 1983 en presencia
del Gran Canciller General adjunto de la Orden, René H., Eq.
a Gladio et Manu. Bajo el impulso del nuevo Gran Prior, el ca-
rácter intensamente cristiano del Régimen, como era previsi-
ble a la vista de las orientaciones que había defendido con
fuerza, será reafirmado, estableciendo una diferencia notable
respecto a los tiempos en que Jean Granger tuvo a su cargo la
dirección del Gran Priorato de las Galias279 .

278 Hay que señalar, a la vista de los artículos surgidos en esa época que
pudieran haber hecho mella en cierto público versado en estas materias un
eco polémico extremadamente perjudicial para la Orden, que Jean Gran-
ger, después de su retirada más o menos forzada del G.P.D.G., apercibién-
dose del fracaso de su empresa de apertura hacia perspectivas fundamen-
tadas en un ecumenismo con aspiraciones de universalismo, sin duda ho-
norable en sí mismo pero directamente contrario a los principios constitu-
tivos del Rectificado, no cesó de criticar, cuando menos bastante vigoro-
samente y en términos que púdicamente podríamos calificar de «excesi-
vos», las orientaciones con miras a un retorno a las fuentes willermozianas
en las páginas de la revista de sensibilidad guenoniana «Vers la Tradition».
(Cf. J. Tourniac, Juifs et chrétiens dans le Catéchisme de l’Église Catholique
et dans le rituel de Maître Écossais du Rite Écossais Rectifié de la Franc-
maçonnerie, Vers la Tradition, nº 51-52, marzo-agosto 1993).
279 Desde el 8 de octubre de 1983, una Declaración de Principios, que fue

objeto de una votación del Gran Capítulo muy mayoritaria (100 votos fa-
vorables por 3 en contra), había fijado unas orientaciones precisas al
G.P.D.G., empezando por estas líneas: «El Gran Priorato de las Galias pro-
clama de nuevo su fidelidad conjunta a las tradiciones de la Orden Masó-
nica y a los principios propios del Régimen Escocés Rectificado. Considera
que este último fue fundado esencialmente en la «FIDELIDAD A LA
SANTA RELIGIÓN CRISTIANA», como lo atestiguan el conjunto de ritua-
les y en particular la prestación de todos los juramentos sobre el Evangelio

. 239 .
I. LA REAFIRMACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS ESPIRITUALES
CRISTIANOS DEL RÉGIMEN

En su discurso de investidura, el nuevo Gran Maestro-Gran


Prior rindió homenaje a su predecesor, Jean Granger, califi-
cándolo de «gran espiritualista y hombre inspirado» decla-
rando a continuación: «El Gran Priorato de las Galias es una
Orden de Caballería iniciática cristiana. Tiene sus reglas, su
estatuto, su código de caballería y del honor (…). Yo os
prometo, que en tanto me pidáis conservar la dirección del
Régimen Escocés Rectificado en Francia, me esforzaré en
mantener nuestra Orden en su vía iniciática integrando to-
das las confesiones cristianas, y en la moralidad y la limpi-
dez debida a los Caballeros».280
El 10 de enero, un mes apenas después de su elección, el
Gran Maestro del G.P.D.G., y la G.L.N.F. por mediación de
Jean Mons su Gran Maestro, firmaban una Declaración co-
mún que venía a reafirmar, en sus puntos 1, 2 y 3, las reglas
ya enunciadas en la Convención de 1958, y que, en su punto
4, señalaba que la G.L.N.F. se «felicitaba» por la repercusión
internacional del G.P.D.G.: «La Gran Logia Nacional France-
sa y su Gran Maestro se felicitan por su parte por la repercu-
sión internacional obtenida por el Gran Priorato de las Ga-
lias, audiencia conforme al espíritu universal de la Francma-
sonería.» Por otra parte, quedaba precisado en su punto 5
que los únicos rituales utilizados por las Logias azules, se-
rían: «aquellos propuestos por el Gran Priorato de las Galias
(garante de su autenticidad)», y que en el plano disciplina-
rio, en el punto 8: «El Gran Priorato de las Galias es quien
ejerce únicamente su poder disciplinario sobre sus miem-
bros. Toda sanción tomada por el Gran Priorato de las Galias

de San Juan, las plegarias de apertura y cierre, la Regla Masónica decidida


en el Convento de Wilhelmsabd en 1782, y la profundización del esoteris-
mo cristiano conforme a la preocupación de los fundadores del Rito en el
siglo XVIII.» Ver Anexo XII: Declaración de Principios del 8 de octubre de
1983 (pág. 264).
280 D. Fontaine, Discurso en el Gran Capítulo del 4 de diciembre de 1983, in

Cahiers Verts nº 7, 1985, pág. 22.

. 240 .
al encuentro de uno de sus miembros perteneciente igual-
mente a la Gran Logia Nacional Francesa, será comunicada a
ésta última».281
Podemos constatar hasta que punto, tras la lectura de ésta
Declaración común, el G.P.D.G. entiende como garantía la
fidelidad a las fuentes efectivas del Régimen en materia de
Rituales, y el mantenimiento de su completa autoridad sobre
los miembros de la Orden Interior a fin de poder asegurar su
gobierno con total independencia, lo que se corresponde con
el espíritu de los Tratados concluidos por los Directorios Es-
coceses del siglo XVIII con el Gran Oriente de Francia.
El 14 de mayo de 1984, el Gran Maestro podrá establecer
ya un primer balance de su acción, sin pasar por alto la cons-
titución de distintas nuevas Encomiendas: la creación de la
primera Prefectura española en Barcelona y la recepción al 4º
Grado de Hermanos italianos que tenían la intención de im-
plantar en R.E.R. en Italia. Una proclamación, en continui-
dad a la Declaración firmada con la G.L.N.F., marcaría el
tono dado por el nuevo Gran Maestro a su acción:
Tenemos el deber de guardar intacto el depósito, especial-
mente ritualístico, transmitido por los fundadores del Régi-
men. Pensad, que los Hermanos que modifican y cambian
los Rituales no los han comprendido en lo que son y no se
han dado cuenta de su maravilloso encadenamiento en tanto
que modo de realización espiritual.» Añadiendo además: «Si
el objetivo de la Orden es la beneficencia por nuestras accio-
nes, es también la reconstrucción del Hombre y a través de
él, de toda la humanidad. Esta reconstrucción pasa por di-
versas tomas de conciencia, entre otras de lo concerniente a
lo Sagrado del que nuestra civilización está singularmente
desprovista.» Quedaba una línea fijada, clara, firme y recta:
«No debemos consentir nunca un empobrecimiento del Rito,
bajo pretexto de dejar entrar en la Orden Interior a Herma-
nos, que de todos modos, nunca estarían cualificados para

Ver Anexo XIII: Declaración común del Gran Maestro de la Gran Logia
281

Nacional Francesa y del Gran Prior/Gran Maestro del Gran Priorato de las
Galias, del 10 de enero de 1984 (pág. 265).

. 241 .
poder entrar. Debemos, antes al contrario, ser los más exi-
gentes, es la única manera de hacer subir un punto nuestra
espiritualidad. Tal era el ideal del medievo occidental y el
de nuestros mayores y no acabo de ver en nombre de qué
ideología depravada deberíamos traicionar a nuestros pa-
282
dres y derivar hacia la insignificancia espiritual.
Si se nos permite decirlo, se había dado el tono bajo el cual
el nuevo Gran Maestro-Gran Prior, deseaba situar la Orden y
situar su devenir. Con el fin de mantener ésta dinámica, los
Cahiers Verts, cuya aparición había quedado interrumpida
desde hacía cuatro años, fueron vueltos a editar incluyendo
en ésta ocasión, elemento precioso para el conocimiento del
Régimen, Las actas del Convento del Wilhelmsbad.283
Rápidamente transcurrieron los cuatro años, que corres-
pondían a la fecha de la votación cuadrianual que renovaba
la confianza de los miembros del Gran Capítulo al Gran
Maestro-Gran Prior. En su discurso de la festividad de San
Hugo, en abril de 1985, el Serenísimo Gran Maestro-Gran
Prior, declaraba: «El 4 de diciembre de 1983, como conse-
cuencia de la dimisión de mi predecesor, me elegisteis para
este cargo y os prometí devolveros mi mandato entre vues-
tras manos en el momento de la votación cuadrianual del
Gran Priorato, es decir hoy. Habéis creído oportuno volver-
me a elegir, y no sé si debo agradecéroslo o perdonároslo
(…) fuera como fuere mi perdón será siempre proporcional
al amor que siento por cada miembro del Gran Priorato.
Volvemos a partir pues, en la calma y la armonía, por un
nuevo período de cuatro años, en el curso del cual propor-
cionaremos a este Gran Priorato estructuras y bases sólidas
que, al menos así lo espero, asegurarán su futuro en la
paz».284

282 F. Fontaine, Discurso al Gran Capítulo del 12 de mayo de 1984, op. cit.

págs. 24-25.
283 Les actes du Convent de Wilhelmsbad, presentadas por Jean-François

Var, in Les Cahiers Verts nº 7, 1985.


284 D. Fontaine, Discours au Grand Chapitre de la Saint Hugues, 27 de abril

de 1985, in Les Cahiers Verts nº 8, 1986, pág. 7.

. 242 .
Las bases que dieron buenos frutos en los cuatro años pre-
cedentes, fueron objeto de un recordatorio: «Poseemos, decía
el Gran Maestro, uno de los más bellos conjuntos rituales de
los siglos XVIII y XIX, del primer al sexto grado, y es por la
profundización en los mismos, por la comprensión de su
concatenación que alcanzaremos una verdadera realización
espiritual. Para ello, es preciso emplear verdaderos rituales
escoceses rectificados, aprobados por el Convento de
Wilhelmsbad en 1782 y encomendados por este a Jean-
Baptiste Willermoz con exclusión de todas las fantasías que
vieron la luz más tarde. Toda modificación o amputación de
nuestros rituales de origen solo puede ser considerada como
un desconocimiento profundo de nuestro Régimen y como
una traición respecto a los juramentos prestados desde la en-
trada en la Orden. Desde esta jerarquía velaremos particu-
larmente sobre ello».285 Esta línea de fidelidad a los rituales
del Régimen, sería de nuevo expuesta en el Convento Gene-
ral de la Orden en Ginebra el 21 de septiembre de 1985, y de
la que surgiría una idea importante: rehacer un día la uni-
dad del Régimen: «Si acaso queremos rehacer un día la uni-
dad del Rectificado en Francia (…) será también [por] la
práctica de los rituales auténticos».286
El 1º de noviembre de 1985 «después de más de un siglo
de silencio», fue despertado el Rito en Italia, puesto que el
Gran Maestro Nacional consagró una Logia de Maestros Es-
coceses de San Andrés, al Oriente de Cortona que tomó por
nombre «Jean-Baptiste Willermoz»; Daniel Fontaine en su
alocución tuvo estas palabras: «Pongámonos a trabajar ya
que el iniciado es el contrapunto a la ignorancia. No olvide-
mos que no estamos totalmente privados de la Revelación
divina. Por una parte, nuestra acción contra la ignorancia, y
por otra, el acceso hacia a los planos superiores del ser, nos
permite pensar que la Palabra no ha sido totalmente perdi-

285Ibid., págs. 8-9.


286D. Fontaine, Discours au Convent Général de l’Ordre à Genève, el 21 de
septiembre de 1985, op. cit., pág. 12.

. 243 .
da. Que sólo lo está para el hombre que rechaza el sentido
profundo del Libro y mutila la integridad del Logos».287
Después de la fundación, algunos meses más tarde, de otra
Logia de Maestros Escoceses de San Andrés en Perusia, y
después otra en Siena, se formaría una Encomienda, lo que
culminaría, el 30 de mayo de 1987, con la consagración de la
Prefectura de Etruria y la instalación de su Prefecto, Sparta-
co M. Eq. a Valle Clanis, por Daniel Fontaine288 .

287F. Fontaine, ibid. pág. 18.


288Este despertar manifestó el éxito del Rito en Italia ya que en algunos
meses la Prefectura de Etruria llegó a tener una centena de miembros, has-
ta el punto que se proyectó la idea de la creación de una segunda Prefectu-
ra en Umbro-Sabina, e incluso una tercera en 1989. Pero, en razón de di-
versas incoherencias, y sobre todo, cuando el G.P.D.G. trabajaba en hacer
reconocer oficialmente por el Consejo General de la Orden, por medio de
una nueva Constitución, el carácter cristiano del Régimen queriendo que
adoptara la declaración siguiente en la fórmula relativa al «la vinculación
al cristianismo, la fe en la Santísima Trinidad, el profundizar en la fe cris-
tiana», se vio a los Hermanos italianos, para sorpresa del G.P.D.G. que se
encontraba trabajando en los comienzos para la implantación del Rito en la
Península, rechazar categóricamente los términos de la declaración, bajo
pretexto que el proyecto: «mezclaba la misión de la Iglesia con las de la
Orden y el esoterismo masónico con el dogma.» (Cf. W. Hess, op. cit. pág.
192). A la vista de la emergencia de un conflicto que tomaba dimensiones
considerables, y que ponía en evidencia la influencia persistente de los re-
siduos del anticlericalismo de la masonería italiana que casaban mal con la
esencia del Régimen Rectificado, el Directorio Escocés de París puso en es-
pera los proyectos de creación de nuevos establecimientos, lo que hubiera
podido conducir a la edificación de una «Gran Priorato de Italia»; esto
produjo que el 19 de junio de 1991, el Capítulo de la Prefectura de Etruria
se separase del Gran Priorato de las Galias, decisión que tuvo por conse-
cuencia inmediata, el 29 de junio de 1991, la resolución por parte del
G.P.D.G., mediante Ordenanza (nº 91/14) de la puesta en sueños de la Pre-
fectura de Etruria. En la atmósfera del conflicto, se llegó a poner en oposi-
ción el G.P.D.G. y el G.P.I.H. Esta puesta en sueños, dio lugar a iniciativas
por parte de la Prefectura de Etruria que buscó vincularse a los suizos,
acogiendo estos últimos favorablemente su demanda, y llegando incluso el
17 de octubre de 1992 a subir la categoría de la Encomienda de Perusia al
rango de segunda Prefectura. Podemos imaginar las consecuencias negati-
vas que se podrían desprender de todo esto en las relaciones ya de por sí
tensas entre el G.P.D.G. y el G.P.I.H. Pero cuando todo parecía anunciar la
fundación de una tercera Prefectura, lo que habría conducido a la creación

. 244 .
Un año antes, se crearía el Gran Priorato de Bélgica el 15
de noviembre de 1986, no sin un cierto malestar por parte de
los suizos que mostraban reservas ante este proyecto, lo que
dio lugar a una severa confrontación entre el Gran Maestro
del G.P.D.G., proclive a este proyecto, y el Gran Canciller
General de la Orden, fundación que sin embargo finalmente
se hizo en presencia del Gran Canciller General de la Orden,
Marius B. y del Gran Prior Jean-Pierre L., por parte del
G.P.I.H. y del Gran Maestro del G.P.D.G., Daniel Fontaine,
quienes instalarían como a Gran Maestro-Gran Prior, Pierre
N., Eq. a Jumento Resurgente.
El G.P.D.G. por su parte, en coherencia con sus intencio-
nes, continuaría poniendo en práctica un amplio movimien-
to de adopción, por todos los establecimientos de la Orden
en Francia, de los Rituales auténticos del Régimen. Todo el
período que caracteriza estos años, fue en efecto un retorno a
los rituales auténticos, retorno que se acompañará por una
exigencia cristiana renovada. Así, en el interior del G.P.D.G.
y hasta las Logias simbólicas situadas bajo la autoridad de la
G.L.N.F., los resultados positivos de ésta acción en favor de
la fidelidad rectificada se hicieron sentir entre los Hermanos.
Es en este contexto que se reunirá el Consejo General de la
Orden en Basilea, el 16 de octubre de 1987, significando su
hostilidad ante la iniciativa del G.P.D.G. Las oposiciones, le-
jos de apaciguarse, no hicieron más que acrecentarse ya que
el G.P.D.G. estando convencido de lo acertado de su acción,

de un Gran Priorato de Italia, los escándalos político financieros que esta-


llaron en el seno de la Masonería italiana en 1994 hicieron que se produjese
una escisión en el interior del Gran Oriente de Italia provocando la crea-
ción de una «Gran Loggia Regolare d’Italia», creándose una situación de
confusión, que hizo que la Gran Logia Unida de Inglaterra retirara su re-
conocimiento al Gran Oriente de Italia para dárselo a la nueva G.L.R.I., sin
que la Gran Logia Suiza Alpina hiciera lo mismo. De improviso el G.P.I.H.
alineándose con las posiciones de la Alpina de la que dependía y debía se-
guir sus reglas, sabiendo que «las relaciones con miembros de Obediencias
no reconocidas» estaban prohibidas, tuvo que romper sus relaciones con
las dos Prefecturas italianas, que fueron declaradas en sueños por el Gran
Capítulo Helvético.

. 245 .
no quiso renunciar a ella de ninguna de las maneras. No re-
sulta exagerado sostener, al respecto, que este cúmulo de
circunstancias fueran sin duda la razón del cese de la exis-
tencia del Gran Consejo General de la Orden en 1992289 .
II. LAS «ORDENES UNIDAS»
A partir del nuevo decenio que se abría, separando el año
1990 del 2000, y que iba a mostrarse fundamental en la histo-
ria del G.P.D.G., este último, que en lo sucesivo había puesto
y fijado, en el transcurso de los dos mandatos de cuatro años
sucesivos de Daniel Fontaine, el marco de su evolución, sa-
biendo perfectamente hacia donde quería ir y rechazando ca-
tegóricamente como tendencias peligrosas hacia la descristia-
nización de la Orden que contemplaba como una traición y
una profunda desviación de la esencia del Régimen, se com-
prometía en la prosecución de su acción. Esta posición, que
correspondía con las expectativas de la mayoría de Hermanos
deseosos de practicar auténticamente el Régimen, produjo
muy buenos frutos, puesto que se establecieron Prefecturas en
todas las regiones de Francia, que llegaron a alcanzar el nú-
mero de dieciocho en junio del 2000; las Logias, por su parte,
se multiplicaron de manera muy importante en el momento
que, bajo la impulsión de Hermanos eruditos —y basta con
ver los sumarios de los Cahiers Verts publicados en el trans-
curso de este período para darse cuenta290 —, se profundizaba
en la doctrina multisecular del esoterismo cristiano, inclu-
yendo las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, mientras
que se avanzaba, de manera notable y verdaderamente puri-
ficada, en la práctica y el conocimiento de los Rituales.
A solicitud del G.P.D.G. se crearía la Logia de Instrucción,
«Jean de Turckheim», por parte de la G.L.N.F., de manera

289 Ver Apéndice III: El devenir del Consejo General de la Orden en el siglo

XX (pág. 197).
290 Cf. Les Cahiers Verts, nº 8, 1986; nº 9, 1988; nº 10-12, 1992; nº 13, 1993.

Ver Apéndice VI (pág. 203): Sumarios de los Cahiers Verts nº 1 al 13, an-
cienne série (1970-1993), número extraordinario (2005) y nueva serie (2006-
2011).

. 246 .
que fuera estudiada seriamente la práctica de los Rituales
para los grados azules, mientras que en paralelo, el Gran
Priorato delegaba en la Encomienda de Notre-Dame, em-
prender un trabajo de estudio sobre los Grados de Maestro
Escocés de San Andrés, Escudero Novicio y C.B.C.S.
En 1991, era intercambiado un «Documento de síntesis»
entre el Gran Maestro-Gran Prior del G.P.D.G., Daniel Fon-
taine, y el Gran Maestro de la G.L.N.F., André Roux, que
ponía de manifiesto el sentido de la acción llevada a cabo
por el G.P.D.G., documento que mostraba la comunión de
miras entre las dos instituciones y en el que se exponían, en
seis puntos, las decisiones relativas a un funcionamiento
armonioso de los establecimientos rectificados en el seno de
la G.L.N.F., refiriéndose los puntos 5 y 6 a la instalación de
los Venerables Maestros, mientras que el punto 1 reafirmaba
la delegación concedida a la G.L.N.F. por el G.P.D.G. para
constituir, consagrar y administrar las Logias azules «según
los antiguos usos del Código de las Logias Reunidas y Recti-
ficadas de 1778 aplicados por la antigua Gran Logia Rectifi-
cada», en tanto que los puntos 2 y 3 estipulaban:
2. La Gran Logia Nacional Francesa reconoce la autoridad
del Gran Maestro del Gran Priorato de las Galias, Gran
Prior, sobre la Orden de Caballería denominada Orden Inte-
rior y las Logias de Maestros Escoceses de San Andrés.
Siendo esta estructura, que es por otra parte la de todos los
Grandes Prioratos rectificados, definida en su Constitución.
3. La Gran Logia Nacional Francesa se compromete a dar
conocimiento de los principios del Rito Escocés Rectificado a
todos los candidatos a la iniciación o regularización, como el
de todos los otros Ritos practicados bajo su Obediencia y a
someterles el texto del juramento contenido en el ritual del
primer grado, aprobado por ella y el Gran Priorato de las
291
Galias .
El 12 de septiembre de 1992, consciente de la vocación par-
ticular del Régimen Escocés Rectificado de reunir a toda la

291 Cf. Epítome especial G.L.N.F. – G.P.D.G., 2001, pág. 39.

. 247 .
familia cristiana, y en el marco de su política de apertura en
dirección a la francmasonería de tradición y en particular su
voluntad de unión con los Grados Caballerescos practicados
en Europa, el Gran Priorato de las Galias recibía del Gran
Priorato de Inglaterra y Gales, y de manos de su Most Emi-
nent & Supreme Grand Master, Harold Devereux Still, el
Grado masónico de Caballero de San Juan de Jerusalén, Pa-
lestina, Rodas y Malta, más conocido bajo el nombre de Ca-
ballero de Malta. El Gran Maestro Harold Devereux Still ins-
talaría al Digno Caballero, Marcus, i. O. Eq. ab Insula Alba,
como Gran Prior de Malta —el primero en la historia masó-
nica francesa— y proclamando al Gran Maestro Nacional
Daniel Fontaine «Gran Maestro de las Ordenes Unidas»292,
denominación aprobada por el Gran Capítulo de la festivi-
dad de San Miguel, el 26 de septiembre de 1992. En conse-
cuencia, contando con las nuevas calificaciones Caballeres-
cas y Masónicas que acababan de serle concedidas, el Gran
Priorato de las Galias decidió, a fin de manifestar su función
de depositario benevolente, protector y atento conservador

292 A destacar que en Inglaterra, las «Ordenes Unidas», designan en reali-


dad las Ordenes «unidas» del Temple y Malta. La decisión de reunir la Or-
den de Malta y los C.B.C.S. no resulta sin embargo del hecho, que la vigi-
lia, se celebrara en Bruselas una ceremonia idéntica a la de París a iniciati-
va del Gran Maestro y Gran Prior de Bélgica, Pierre N., y a beneficio del
G.P.D.G., sino que tal procedimiento, a pesar de ser muy original y cierta-
mente decidido en un contexto muy particular y por razones bien específi-
cas, hubiera sido establecido en este sentido ya en 1940, cuando el Directo-
rio Helvético, temiendo una ocupación general de Europa por parte de la
Alemania nazi, contempló un posible exilio de la Orden hacia Inglaterra
para ponerla a salvo. Así, de mutuo acuerdo con los Knights Templar in-
gleses, se constituyó un establecimiento de la Orden en Londres en el ma-
yor de los secretos, pero a condición que el número de Caballeros, que po-
seyeran la doble pertenencia Malta y C.B.C.S., no excediera de nueve. Fue
a ejemplo de este establecimiento secreto, del que nadie conocía la existen-
cia, que el Gran Priorato de Bélgica, seguido por el Gran Priorato de las
Galias, quisieron la alianza con la Orden de Malta, alianza que llevó a la
constitución de las «Ordenes Unidas de los Caballeros Bienhechores de la
Ciudad Santa, y de los Caballeros Masones de San Juan de Jerusalén, Pa-
lestina, Rodas y Malta.» (Cf. W. Hess, op. cit, págs. 150-151; 186-187).

. 248 .
de estas Ordenes, añadir a su denominación tradicional, el
título de «Ordenes Unidas» que comprendían en su seno: la
Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, la
Orden religiosa, militar y masónica del Temple y San Juan
de Palestina, Rodas y Malta, el Gran Capítulo General de los
Altos Grados del Rito Francés, y finalmente el Directorio
Nacional de las Logias Escocesas Reunidas y Rectificadas. La
titularidad del Gran Maestro-Gran Prior del Gran Priorato
de las Galias, modificada, quedaba así: Gran Maestro Nacio-
nal de las Ordenes Unidas293 .
El Gran Priorato de las Galias, aventurándose en los efec-
tos beneficiosos que en el plano espiritual pudiera tener la
práctica de este Grado de Caballero de Malta, decidió desa-
rrollar en su seno un Gran Priorato de Malta, destinado ha
acoger a los C.B.C.S. deseosos de aproximarse a una forma
diferente, aunque complementaria, a la espiritualidad Caba-
lleresca, forma capaz de enriquecer a los Hermanos del
G.P.D.G. en su conocimiento de las fuentes comunes de las
Ordenes cristianas294 , añadiendo, para tranquilizar las inquie-
tudes que naturalmente pudieran surgir por esta decisión en
aquellos Hermanos apegados a la unicidad inicial del Régi-
men Rectificado y sobre todo conscientes del carácter propio
que lo hace refractario a toda adjunción externa que viniera a
añadírsele, lo que por otra parte iría en contra de las disposi-
ciones positivas de los Códigos fundadores de 1778:
La estructura del Régimen Escocés Rectificado no queda en
nada afectada por la situación actual. El Régimen continúa
constituido, de una parte por la Orden Masónica, con sus
cuatro Grados de Aprendiz, Compañero y Maestro (cuya
administración está delegada por los acuerdos de 1958 y
1965), y del Maestro Escocés de San Andrés (cuya adminis-
tración incumbe al Directorio Nacional Escocés antes consti-
tuido a tales efectos), y de otra parte la Orden Interior caba-
lleresca, con su grado preparatorio de Escudero Novicio y

293 Cf. Decreto 92-5 del 26 de septiembre de 1992.


294 Cf. Les Cahiers Verts, nº 13, 1993, pág. 7.

. 249 .
su grado de Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa que
constituye su cumbre. Como tal es perfectamente coherente
y absolutamente completo. Queda absolutamente excluido
—contrariamente a ciertas aserciones mentirosas— añadirle
o superponerle cualquier grado suplementario. En contra-
partida, existe en lo sucesivo a su lado, en paralelo, otra Or-
den caballeresca cristiana, denominada en síntesis Orden de
Malta. Ésta, por su parte, está solamente vinculada a la Or-
den de los C.B.C.S. por dos lazos indisolubles: que una y
otra tiene obligatoriamente el mismo y único Gran Maestro;
y que la Orden de Malta solo recluta sus candidatos exclusi-
vamente entre los C.B.C.S.295
En 1993, continuando con su política de apertura, el 27 de
marzo, fue firmado en Berlín un Tratado de amistad entre el
G.P.D.G. y la Gran Logia de los Francmasones de Alemania
(Freimaurer Orden), practicante del Rito de Zinnendorf, cu-
ya común historia con el Rito Escocés Rectificado le hace
compartir multitud de principios. El 24 de abril, en el trans-
curso de la festividad de San Hugo, era elegido por el Gran
Capítulo, el Gran Maestro Nacional de las «Ordenes Uni-
das», Daniel Fontaine, que resumiría así sus tres líneas prin-
cipales de acción: 1º) El restablecimiento de todos los rituales
de origen del primero al sexto grado, es decir, aquellos que

295Ibid. pág. 31. Todo el mundo coincide en reconocer hoy que según las
palabras presentando a la Orden de Malta del G.P.D.G.: «este injerto de un
elemento extraño en el cuerpo perfectamente completo y homogéneo que
es el Régimen Escocés Rectificado no podía si no engendrar equívocos y
numerosas dificultades. En despecho de las afirmaciones, constantemente
reiteradas enérgicamente por todos los dirigentes del G.P.D.G., en el senti-
do que el grado de C.B.C.S. está situado en la cumbre visible y última de la
Orden y que no hay nada por encima de él en el plano iniciático, no se ha
podido impedir que la inmensa mayoría de impetrantes consideren, más o
menos inconscientemente, puesto que es preciso ser previamente C.B.C.S.
para ser Caballero de Malta, que este último constituía una especie de
«séptimo grado» superior, lo que es eminentemente absurdo respecto a lo
que representa la Reforma de Lyon, y sobre todo respecto a lo que ella con-
fiere como carácter de autosuficiencia espiritual al Caballero Bienhechor de
la Ciudad Santa.» (Cf. La Orden de Malta, Presentación de las Ordenes del
G.P.D.G.).

. 250 .
fueron aprobados en el curso de los Conventos fundadores
del Régimen Escocés Rectificado, de las Galias en 1778 y de
Wilhelmsbad en 1782. 2º) Retomar la indumentaria de la
época (…) 3º) Reunir a todos los responsables del Gran Prio-
rato para explicarles lo que es la doctrina del Régimen, la
que Willermoz insufló en nuestros rituales, sobre todo en los
dedicados a los cuatro primeros grados masónicos que re-
presentan la escuela de formación que permite acceder a la
Orden Interior296 .» Es igualmente en esta misma ocasión que
el G.P.D.G., recordando que el Directorio Nacional Escocés
era, de acuerdo a los Estatutos, el organismo que tenía auto-
ridad sobre las Logias de San Andrés, «instancia que firmó
el Tratado de Unión de 1776 con el Gran Oriente de Francia
297
y que fue igualmente signatario de la Convención de 7 de
julio de 1958 con la G.L.N.F., y el acta adicional a ésta Con-
vención de 21 de octubre de 1965», constatando «que ésta es-
tructura había caído en desuso y se confundía de facto con el
Gran Capítulo» el Gran Maestro nacional decidió «restable-
cer la función de Diputado Maestro General de las Logias
Escocesas Rectificadas, función tradicional en la práctica
francesa del Rectificado desde 1811, y nombrar al M.R.
Hermano Marc B. Eques ab Insula Alba.»298
Siguiendo la línea que lo había animado hasta entonces,
consistente en reunir a la francmasonería cristiana y habien-
do hecho de ello un deber, en 1995, el Gran Priorato de las
Galias que conservaba en su memoria el respeto que Wi-
llermoz siempre había manifestado respecto a la cuarta Or-
den del Rito Francés o Soberano Príncipe Rosa+Cruz, el

296 Cf. Les Cahiers Verts, nº 13, op. cit. pág. 7.


297 Más exactamente, no se trataba aquí de un «Directorio Nacional», sino
de los tres Directorios Escoceses «establecidos según la Masonería Refor-
mada de Alemania al Oriente de Lyon, Burdeos y Estrasburgo» en tanto
que cuerpos del Régimen, es decir las Provincias de Auvernia, Occitania y
Borgoña, que fueron signatarias del Tratado de Unión de 1776, renovado
posteriormente en 1811.
298 Cf. Les Cahiers Verts, nº 13, op. cit., pág. 19. (Ordonnance 93-1/D de 24

de abril de 1993).

. 251 .
G.P.D.G. aceptó recibir una Patente de los Países Bajos, úni-
co país en el mundo que practicaba regularmente los Altos
Grados del Rito Francés, lo que lo conduciría a la creación en
1997 en su seno de un Gran Capítulo General de Altos Gra-
dos del Rito Francés, lo cual es autorizado por una disposi-
ción del Código Masónico de las Logias Escocesas Reunidas
y Rectificadas de 1778 en lo dispuesto en su Capítulo X299 .
Sin embargo —conviene señalarlo— esto se hizo conside-
rando que, si en el siglo XVIII esta transmisión de los «altos
grados al uso en las Logias antes de la Reforma y conocidos
bajo la denominación de Escocismo», podía —pero sobre to-

299Existía en los Países Bajos, una jurisdicción que regía los altos grados del
Rito Francés bajo la denominación de «Gran Capítulo de los Altos Grados
de la Orden de los Francmasones en el Reino de los Países Bajos»
(Hoofkapittel des Hoge Graden van de Orde van Vrijmetselaren in het Ko-
ninkrijk der Nederland), cuya creación se remonta a 1803, época en que los
Países Bajos, sometidos a la dominación de Francia, vio al Gran Oriente de
Francia crear numerosas Logias que conservaron su denominación france-
sa. Hasta entonces ligados al Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, las jurisdicciones de los Altos Grados del Rito Francés y las del
R.E.A.A., quisieron retomar sus respectivas autonomías, separándose y
ofreciendo una libertad propicia a contactos más amplios. Es en este con-
texto que el Gran Prior del Gran Priorato de Bélgica, Pierre N., y un Her-
mano holandés, Dirk V.P., armado C.B.C.S. por el Gran Priorato de las Ga-
lias, permitieron el establecimiento de relaciones entre el Capítulo de Rosa-
Cruz del Rito moderno «De Delta» en Leyde, en los Países Bajos y el Capí-
tulo Rosa-Cruz del Rito Escocés Antiguo y Aceptado «Le Delta» en Bruse-
las. Estas relaciones desembocaron en la recepción como Soberanos Prínci-
pes Rosa-Cruz, el 16 de abril de 1993, del Gran Maestro Nacional Daniel
Fontaine y de su Gran Canciller, recepciones a las que siguieron las de
otros nueve Dignatarios del Gran Priorato de las Galias, terminando con la
constitución, el 18 de febrero de 1995 en Leyde, del Capítulo Ex Oriente
Lux, con la entrega de una «Declaración» que lo constituía: «En un capítulo
regular (…) que trabajará bajo la jurisdicción del Gran Prior, Gran Maestro
Nacional del Gran Priorato de las Galias del Régimen Escocés Rectificado
en Francia» con capacidad para trabajar «los Altos Grados del Rito Fran-
cés, a saber, el de Maestro Elegido, Aprendiz, Compañero y Gran Maestro
Escocés o Caballero de San Andrés, de Caballero de la Espada y de Orien-
te, y de Soberano Príncipe Rosa-Cruz» Un segundo capítulo, que tomó el
nombre de «Harmonia», fue consagrado en París el 29 de noviembre de
1997, lo que hizo posible la constitución el mismo día del Gran Capítulo de
los Altos Grados del Rito Francés del G.P.D.G.

. 252 .
do debía—, ser efectuada «sin ceremonia», según las dispo-
siciones formales requeridas por el Código de 1778, que re-
tomaba al respecto los términos de la deliberación del Direc-
torio Escocés de Auvernia del 25 de abril de 1777, si bien
muchos Hermanos conocían estos grados que por aquel en-
tonces estaban sumamente extendidos y rebuscados, no eran
muy practicados al igual que en nuestros días, estando su
naturaleza original singularmente travestida por no decir
enteramente olvidada, y que convenía realizar ésta recep-
ción —en particular la de Soberano Príncipe Rosa-Cruz—,
para que cada uno pudiera extraer todos los frutos espiritua-
les esperados, en las condiciones ritualísticas requeridas, y
no bajo la forma alegada de una transmisión por comunica-
ción «sin ceremonia», como lo preconizaba el Código de las
Logias Masónicas Reunidas y Rectificadas300 .

300 Siempre se ha mantenido en vigor en el seno del Régimen, una delibera-

ción del Directorio Escocés de Auvernia, de fecha 25 de abril de 1777, auto-


rizando la comunicación «de los altos grados al uso en las Logias antes de
la reforma», aunque ésta comunicación debe desarrollarse «sin ceremonia
y sin gasto» según los términos del artículo referido a este punto: «7º. Los
Venerables Maestros de la Logia comunicarán sin ceremonia, y sin gasto
alguno, a los Hermanos que sean recibidos Escoceses los altos grados al
uso en las Logias antes de la Reforma y conocidos bajo la denominación de
Escocismo, Caballeros de Oriente, Rosa-Cruz y otros de la misma catego-
ría; pero en absoluto aquellos correspondientes a sistemas que los Directo-
rios desaprueban, y que deben ser entregados al olvido.» (Deliberación de-
finitiva del Directorio Escocés concerniente al Grado Escocés de 25 de abril
de 1777, in Les Cahiers Verts nº 10-12, pág. 235). En una formulación casi
idéntica, el Código de las Logias Reunidas y Rectificadas de 1778, expon-
drá las mismas disposiciones respecto a los altos grados del escocismo an-
teriores a la reforma: «Cuando un Hermano haya sido recibido regular-
mente Maestro Escocés, el Venerable Maestro de la Logia o cualquier otro
Hermano comisionado al efecto, podrá comunicarle, sin ningún gasto ni
ceremonia todos los grados denominados superiores en los otros regíme-
nes, que sean de su conocimiento, sin que por esto el Hermano al que sean
comunicados, pueda decorarse en Logia con ninguno de los atributos y co-
lores de dichos grados.» (Cf. Código de las Logias Masónicas Reunidas y
Rectificadas de Francia, Capit. X, 1778).

. 253 .
III. LA PROYECCIÓN INTERNACIONAL DEL G.P.D.G.
Más allá de todos estos acontecimientos, que otorgaban al
G.P.D.G. una imagen totalmente nueva, en el año 1997, entre
el 12 y el 14 de septiembre, el Gran Priorato fue invitado a
acudir a Suecia con motivo de la cuarta Conferencia Interna-
cional de Grandes Prioratos mundiales, aprovechándose la
ocasión para recordar solemnemente, para el conjunto de
Grandes Prioratos presentes, el principio de soberanía de un
solo y único Gran Priorato por nación, quedando contem-
plada en lo sucesivo toda veleidad de intervención de una
Gran Logia en la gestión de un Gran Priorato como un «acto
de injerencia», y siendo confirmado todo ello por la firma de
un reconocimiento mutuo de los 21 Grandes Prioratos que
asistieron a la Conferencia Internacional.
En Gressy, los 24 y 25 de abril de 1998, se tuvo el Convento
General de la Orden que reunió durante dos jornadas inten-
sas de trabajo, los Grandes Prioratos Rectificados de Helve-
tia, Bélgica, Lusitania y de las Galias, con la asistencia de las
delegaciones rectificadas de España y Togo. Este Convento,
importante para la vida de la Orden, estudió con atención la
especificidad del Régimen Rectificado, su naturaleza, sus cri-
terios y sus fuentes, elaborando en una voluntad de acción
común, proyectos concretos que deberían ser llevados a cabo
por toda la «familia rectificada», afirmando: «Es preciso que
existamos juntos para existir cada uno…».
Al año siguiente, el 12 de julio de 1999, el G.P.D.G. erigía
solemnemente el Gran Priorato de Togo, en el transcurso de
las ceremonias que se desarrollaron en Lomé y que dieron
lugar a calurosas festividades que manifestaron la alegría re-
cíproca de unos y otros por participar en la edificación ex-
cepcional de un establecimiento de la Orden en África del
Oeste, diciendo el G.P.D.G. en esta ocasión: «Cumplimos in-
teriormente por la caridad, la extensión del Reino del Señor.

. 254 .
De este modo nos asemejamos a Cristo por la verdad y la ca-
301
ridad».
Si el 9 de octubre de 1999, el Muy Eminente Caballero Roy
Scott, Gran Maestro del Gran Priorato de Escocia, era arma-
do C.B.C.S. a petición suya, por el Gran Maestro de las Or-
denes Unidas, Daniel Fontaine, consistiendo dicho arma-
mento en la primera piedra de la edificación de un Gran
Priorato Rectificado de Escocia, gracias a la entrega de una
Patente de constitución concedida en reconocimiento de los
profundos lazos existentes entre el G.P.D.G. y el Gran Prio-
rato de Escocia, por su parte, Roy Scott, el 5 de febrero del
año 2000, y en complemento al Gran Priorato de Malta ya edi-
ficado en 1992, en nombre del Gran Priorato de Escocia, al
que representaba como Gran Maestro, consagró en París una
Preceptoría de Caballeros del Temple y otorgó una Patente
permitiendo la práctica de la Orden del Temple (Knights
Templar), al Gran Priorato de las Galias, instalando —en la
misma ocasión— a su Gran Maestro como Venerable Pre-
ceptor de Saint-Andrew, Preceptoría que fue reconocida por
el Gran Priorato de Inglaterra al igual que por el de Irlanda.

301 Cf. Les Cahiers Verts, nº 1, nouvelle série, 2006, pág. 14.

. 255 .
VIII. EL RETORNO DEL G.P.D.G.
A SU INDEPENDENCIA
(JUNIO DEL 2000)

Como cabe imaginar, una tal actividad que se traducía en


una evolución significativa y una presencia creciente en la
escena masónica internacional, solo podía suscitar cierta
crispación y algo de envidia por parte de la Obediencia con
la que el G.P.D.G. estaba vinculado desde el año 1958, a la
cual no gustaba demasiado ver como este establecimiento
tomaba una dimensión, que en muchos aspectos, llegaba a
sobrepasar la propia influencia, en lo concerniente a relacio-
nes y desarrollo estructural iniciático, cosa que la G.L.N.F.
consideraba como ámbito suyo particular y que deseaba
evidentemente reservarse en lo esencial.
Fueron apareciendo signos admonitorios del conflicto de
lo que iba a sobrevenir ya mucho antes del 13 de junio del
año 2000, fecha en que como se sabe, se produjo la ruptura
de los lazos existentes entre la G.L.N.F. y el G.P.D.G. En
efecto, mientras que en 1991 el documento de síntesis, elabo-
rado por las dos potencias contratantes que habían nombra-
do una Comisión conjunta para trabajar sobre el tema, tra-
ducía el retorno a una relativa atmósfera de fraternidad y
respeto recíproco, a partir de la elección del nuevo Gran

. 256 .
Maestro de la G.L.N.F., Claude Charbonniaud, que sucede-
ría a André Roux, las cosas tomaron un cariz muy diferente.
Así pues, en septiembre de 1996, el Gran Maestro de la
G.L.N.F. honoró con su presencia la tenida del Gran Capítu-
lo de la festividad de San Miguel, lo que fue contemplado
como un signo muy alentador, que llevó a felicitarse abier-
tamente al Gran Maestro del G.P.D.G., Daniel Fontaine, al
ver que un C.B.C.S.: «asumía la Gran Maestría de la G.L.N.F.
y afirmaba su voluntad de mantener relaciones amisto-
sas».302 Por otra parte, y antes de la visita del Gran Maestro
de la G.L.N.F. a la Asamblea de la San Miguel, algunos me-
ses antes, en abril de 1996, se constituyó una Comisión de
conciliación compuesta a partes iguales por miembros del
G.P.D.G. y de la G.L.N.F. a fin de regular y acabar con las
consecutivas dificultades de no respeto por parte de la
G.L.N.F. respecto a las disposiciones de la Convención de
1958, que estipulaban que el G.P.D.G. conservaría la autori-
dad sobre la práctica de los Rituales: «Artículo 3: Una comi-
sión estudiará los Rituales que serán obligatoriamente utili-
zados en todas las Logias practicantes del Rito Escocés Recti-
ficado en los tres primeros grados. Los textos serán someti-
dos para su aprobación al Gran Priorato de las Galias.» Por
tanto, y muy a pesar suyo, a los dirigentes del G.P.D.G., no
les quedó otro remedio que constatar que, dicha Comisión,
no producía los efectos en sus trabajos que de ella se espera-
ban, ya que ninguna de las demandas expresadas por parte
del G.P.D.G. fue satisfecha, haciendo que ésta Comisión pro-
siguiera sus reuniones hasta 1988, con resultados absoluta-
mente estériles.
A) CRONOLOGÍA DE UNA RUPTURA

Mientras que en febrero de 1995, el Gran Maestro del


G.P.D.G., Daniel Fontaine, había dirigido —por cortesía—
un correo al Gran Maestro de la G.L.N.F. que llevaba como
distintivo en su cabecera, el título de «G.P.D.G. Ordenes

302 Cf. Epitome especial G.L.N.F. – G.P.D.G., op. cit. pág. 9.

. 257 .
Unidas» en el que le informaba de la constitución de un Ca-
pítulo del rito Francés de Rosa-Cruz por parte de la Orden
de Altos Grados de los Países Bajos y la entrega así mismo
de una Patente a favor del G.P.D.G., autorizándolo a practi-
car en Francia las Ordenes del Rito Francés, lo que había da-
do lugar a una respuesta, el 14 de febrero de 1995, en la que
el Gran Maestro de la G.L.N.F. decía alegrarse por este acon-
tecimiento «que sólo puede suponer efectos beneficiosos»,
cuatro años más tarde, y de manera sorprendente, el 9 de fe-
brero de 1999, el mismo Gran Maestro daba su acuerdo para
la constitución de una Gran Capítulo Francés, sin informar
en modo alguno al G.P.D.G., ni que fuera a los efectos de la
más elemental delicadeza.
Siguiendo en el mismo tipo de actitud, el 16 de diciembre
de 1999, el Gran Maestro del «G.P.D.G. Ordenes Unidas»,
señalaba al Gran Maestro de la G.L.N.F. la otorgación de una
Patente de los «Knights Templar» entregada por el Gran
Priorato de Escocia al G.P.D.G., que venía a completar la an-
terior recibida de la Orden de Malta en 1992, proponiendo
hablar sobre las condiciones de una posible práctica de estos
grados Caballerescos por los Hermanos de la G.L.N.F., reci-
biendo, no sin una cierta sorpresa, una respuesta en la que el
Gran Maestro de la G.L.N.F. le expresaba su extrañeza al sa-
ber que el G.P.D.G. practicaba los Altos Grados del Rito
Francés, no escondiendo sus reservas ante la Patente de los
Knights Templar entregada por el Gran Priorato de Escocia
al G.P.D.G. y evocando —por vez primera— un «expansio-
nismo» en contradicción con «el espíritu de los acuerdos de
1958» confirmados en 1984.
El 7 de febrero del año 2000, el Gran Maestro del «G.P.D.G.
Ordenes Unidas», respondía al Gran Maestro de la G.L.N.F.
recordándole que la gestión de los Grados caballerescos, y
ello en conformidad con los principios acordados en la Con-
ferencia de Estocolmo, dependían exclusivamente de la
competencia de los Grandes Prioratos, y únicamente de
ellos, en razón a los acuerdos de no injerencia a los que de-
bían atenerse las Grandes Logias para todo lo relativo a los

. 258 .
ámbitos situados más allá del Grado de Maestro. Este correo
era acompañado, tres días más tarde, el 10 de febrero del
año 2000, de otra carta, rememorando fraternalmente al
Gran Maestro de la G.L.N.F., los términos que él mismo le
había hecho llegar al Gran Maestro del G.P.D.G. en 1995
después de la constitución de un Capítulo Francés de Rosa-
Cruz por parte del «G.P.D.G. Ordenes Unidas».
A estos dos correos explicativos, el Gran Maestro de la
G.L.N.F. no creyó necesario aportar ninguna respuesta, y se
encerró en un extraño mutismo.
Rompiendo dicho mutismo, el 23 de febrero del año 2000,
el Gran Maestro de la G.L.N.F., en su calidad de Primer
Principal del Arco Real para Francia, expedía una nota en la
que decía no autorizar a los miembros de sus Capítulos para
practicar «el grado de Knight Templar» en territorio nacio-
nal, lo que venía a prohibir en la práctica toda relación de los
Hermanos de la G.L.N.F. con el «G.P.D.G. Ordenes Unidas».
De igual modo, el 23 de marzo del 2000, el Gran Maestro de
la G.L.N.F., hacía saber que el único Capítulo de Altos Gra-
dos Francés con el que su Obediencia trabajaba era el autori-
zado por ella misma en defecto de cualquier otro, dejando
entender de manera muy clara y sin que hicieran falta expli-
caciones complementarias, el sentido de ésta nota.
En reacción a tal actitud agresiva y vejatoria, el «G.P.D.G.
Ordenes Unidas», evitando la provocación, se contentó con
editar y difundir entre sus miembros, un Epítome especial
con vocación pedagógica, explicando calmadamente en qué
consistían las nuevas estructuras de la Orden y denomina-
ción de «Ordenes Unidas» que pudieran ser incomprendi-
das.
En este Epítome se podía leer a modo de preámbulo la ad-
vertencia siguiente:
La vocación del Régimen Escocés Rectificado es la de reunir
la familia cristiana. Esta fue antaño la intención expresada
por Jean-Baptiste Willermoz ante el Convento de Wilhelms-
bad y por Joseph de Maistre en su Memoria al Duque de

. 259 .
303
Brunswick ; éste es el espíritu hoy de la Orden. (…) De-
fender la naturaleza propia del Régimen Escocés Rectificado
no consiste en ningún caso en encerrar su rito principal en
un ostracismo exclusivo, sino más bien al contrario, permi-
tirle desarrollarse armoniosamente junto a otros ritos reco-

303 Esto es cierto, y por otra parte, para Maistre, el pase al segundo grado
del Régimen pedía —a su juicio— una adhesión formal a las verdades de
la Revelación, a la divinidad de Cristo, por una razón bien simple y a la
vez altamente ambiciosa, consistente en que los Hermanos de ésta clase
deberían especialmente dedicarse a la «reunión de las iglesias cristianas y
la instrucción de los gobiernos», ellos tendrán por tarea investigar «todo lo
que pueda contribuir al avance de la religión, a la extirpación de las opi-
niones peligrosas, en una palabra, a elevar el trono de la verdad sobre las
ruinas de la superstición y del pirronismo». He ahí uno de los proyectos
más esenciales para Maistre, el que le inspirará quizá el pasaje más elo-
cuente, desde un punto de vista político, de su Memoria. Y hay que reco-
nocerlo, la unidad de la cristiandad a la que aspira Maistre, representa pa-
ra él un objetivo prioritario dado el estado inquietante en que se encuentra
Europa en el plano religioso. Así mismo no dejará de escribir: «Sería tiem-
po, Monseñor, de borrar la vergüenza de Europa y del espíritu humano.
¿De qué nos sirve poseer una religión divina, cuando hemos desgarrado el
vestido sin costura y cuando los adoradores de Cristo, divididos por la in-
terpretación de su Libro Santo, se han dejado llevar por excesos que harían
ruborizar a los pueblos de Asia?… ¿no sería más digno de nosotros, Mon-
señor, proponer el avance del cristianismo como uno de los objetivos de
nuestra Orden?» (J. de Maîstre, Mémoire inédit au duc de Brunswick
(1782), F. Rieder, 1925, p. 100). Conviene sin embargo precisar que esta
«reunión» del cristianismo, y en consecuencia de los cristianos en una uni-
dad que buscara reconstruir el «vestido sin costura», era entendido tanto
por Maîstre como por Willermoz, no en el sentido de una reunión de Ritos
Masónicos o Caballerescos cristianos, sino en el de la unión de las diversas
confesiones o iglesias cristianas divididas, unión realizada bajo el estandar-
te del Régimen Escocés Rectificado y según su método de acción subterrá-
nea, secreta e invisible: «…esta reunión jamás tendrá lugar si se trata pú-
blicamente. Hay que establecer comités de correspondencia compuestos
sobre todo por clérigos de las diferentes comuniones que habremos agre-
gado e iniciado [a nuestra Orden]. Trabajaremos lentamente pero con se-
guridad. No emprenderemos ninguna conquista que no sea apropiada pa-
ra perfeccionar la Gran Obra. Habrá que guardarse muy bien de encender
la mecha antes de estar seguros del efecto: - y, como siguiendo la expresión
enérgica de un antiguo Padre, el universo fue en otro tiempo sorprendido
por encontrarse arriano, habrá que conseguir que los cristianos modernos
se encuentren sorprendidos de verse reunidos.» (Ibid. p. 103).

. 260 .
nocidos internacionalmente bajo la denominación de Altos
Grados. El Gran Priorato de las Galias, en tanto que Orden
Cristiana, debe ser benevolente respecto a los ritos cristianos
y los hombres que los practican, poniéndolos bajo el manto
de la Orden. Desde la Encarnación del Verbo en la persona
de Cristo, la suerte de ningún hombre puede sernos indife-
304
rente.
Con todo, deseando disipar los negros nubarrones de in-
comprensión que parecían haberse instalado entre el
G.P.D.G. y la G.L.N.F., el Gran Maestro del G.P.D.G., Daniel
Fontaine, solicitaría por escrito el 28 de abril del 2000 una
entrevista con el Gran Maestro de la G.L.N.F. Su carta, como
las precedentes, quedará sin respuesta.
Viendo que el clima se hacía cada vez más pesado, y pro-
poniendo la creación de un comité preparatorio paritario en
la perspectiva de lograr un acuerdo que permitiera a los
Compañeros del Arco Real acceder a la Orden del Temple, el
Gran Canciller del G.P.D.G., Serge F., Eq. ab Arcanis Majori-
bus, decidió escribir al Gran Secretario de la G.L.N.F. con fe-
cha 6 de junio del año 2000. Tiempo igualmente desperdi-
ciado, su carta no suscitó la menor reacción.
Mientras tanto, la G.L.N.F. por voz de sus Dignatarios, se
explayaba ampliamente en la Obediencia con palabras poco
elogiosas respecto a la Francmasonería cristiana, y en particu-
lar referentes al Régimen Escocés Rectificado, cargado a su
juicio de múltiples defectos, siendo las Logias que manifesta-
ban una desmesurada sensibilidad willermoziana —siempre
a sus ojos— objeto de medidas vejatorias, incluso de sancio-
nes, si se ponía demasiado en evidencia un apego por la he-
rencia de la Reforma de Lyon, la menor aparición de un cabo
de tejido verde, o aunque fuera en la cinta de una medalla,
era en ocasiones objeto de reacciones irracionales. Se supo
incluso, por mediación del Gran Prior de Togo que relató el
incidente, que en una visita a África en ocasión de la Asam-
blea general anual de la Gran Logia de Costa de Marfil, el

304 Cf. Epítome, marzo 2000, pág. 1.

. 261 .
Gran Secretario de la G.L.N.F., en presencia del Gran Maes-
tro que permaneció aparentemente impasible, se lanzó en
una violenta carga contra el Rito Escocés Rectificado.
Como último elemento de ésta inexorable espiral hacia la
ruptura, el 23 de mayo del año 2000, el Gran Maestro del
G.P.D.G., era informado por el Venerable Maestro de la Lo-
gia de Instrucción Jean de Turckheim, Joël P., Eq. a Canto
Firmo, que se había decidido en un establecimiento, después
de una reunión de instrucción desarrollada el 28 de marzo
del año 2000, que a consecuencia de una circular difundida
el 9 de mayo con el sello oficial de una Gran Logia Provin-
cial, en lo sucesivo sería obligatorio «suprimir el término de
«cristiano», al estar las Logias abiertas a todos los hombres
libres y de buenas costumbres…»305
Todo hacía pensar, que la fosa abierta entre el G.P.D.G. y
la G.L.N.F. se había convertido en demasiado profunda para
que pudiera ser llenada. Las orientaciones de la Obediencia
con la que el G.P.D.G. había creído posible abrigar las Logias
simbólicas de su Gran Logia del Régimen Rectificado en
1958, se revelaban totalmente incompatibles con las convic-
ciones espirituales cristianas de la estructura que había pre-
sidido el despertar del Régimen Rectificado en Francia en
1935.
Así pues, el 13 de junio del año 2000, por mediación de
una carta enviada particularmente a cada Hermano miem-
bro de una Logia del Rito Escocés Rectificado, fuera cual
fuera su grado, la G.L.N.F. informaba, en razón de cuatro
principales motivos, su decisión de romper los acuerdos con
el G.P.D.G., y sobre todo, con una increíble audacia, dene-
gando al G.P.D.G. «el carácter de institución francmasónica»
(sic), todo ello desde un inconcebible aplomo como si le in-
cumbiera, desde lo alto de una imaginaria soberanía que se
auto-otorgaba generosamente, el conceder o negar dicho ca-
rácter, a la vez que, lo que resulta absolutamente paradójico
en sus asombrosas palabras, acababa afirmando que en tanto

305 Cf. Epítome especial G.L.N.F. – G.P.D.G., op. cit. p. 11.

. 262 .
Obediencia había colaborado durante más de cuarenta años
consecutivos con una «institución no masónica»! Resulta fá-
cil deducir de todo ello, que al margen del carácter fantasio-
so de estas líneas, su vigilancia a lo largo de todo este tiem-
po había estado bastante adormecida.306
El 20 de junio, en nombre del Gran Priorato de las Galias,
el Gran Maestro Daniel Fontaine, respondía lo siguiente al
Gran Maestro de la G.L.N.F.:
Contesto a vuestra «Decisión» en cuanto a la forma y en
cuanto al fondo.
1. En cuanto a la forma, porque ésta ruptura unilateral por
parte de la G.L.N.F. de la Convención de 7 de julio de
1958 suscrita entre ella y el G.P.D.G., Convención con-
firmada por el Acta adicional de 21 de octubre de 1965, y
por la Declaración común de 10 de enero de 1984 entre
vuestro predecesor Jean Mons y yo mismo, está hecha en
completa contradicción con los términos formales estipu-
lados por la Convención para su denuncia, la cual se
produce de manera totalmente anticipada.

306En su carta de 13 de junio del 2000, la G.l.N.F. justificaba su decisión de


este modo:
Constatando que el espíritu de los acuerdos suscritos entre la Gran Logia Na-
cional Francesa y el Gran Priorato de las Galias no ha sido respetado por este
último, en particular por razón:
De su expansionismo hacia otros Ritos,
De su posicionamiento proclamado de autonomía y aislacionismo susceptible
de perjudicar la unidad y cohesión de la Obediencia,
De la práctica injerencia en los grados azules,
De la toma de posición(es) públicas hostiles respecto a la Gran Logia Nacio-
nal Francesa,
constatando por otra parte que numerosos Hermanos dependientes del Gran
Priorato de las Galias, manifiestan su desaprobación y desafección,
Considerando que ésta situación es perjudicial para el conjunto de la comu-
nidad masónica,
Por consecuencia de todo ello, la Gran Logia Nacional Francesa denuncia los
acuerdos anteriormente aprobados y deja de reconocer en lo sucesivo el ca-
rácter de Institución Francmasónica del Gran Priorato de las Galias.
La presente decisión toma efecto a partir del día de hoy.
Hecho en París,
El 13 de junio del año 2000.

. 263 .
2. En cuanto al fondo, porque ésta ruptura está motivada
por vos sobre la base de alegaciones completamente in-
fundadas las cuales llevaremos ante la justicia por todas
las vías de derecho.
Esta iniciativa vuestra tendrá consecuencias de una extre-
ma gravedad.
1. En el plano jurídico, vistas las condiciones en que ésta
decisión de produce, nos reservamos el hacer valer nues-
tros derechos a través de los medios apropiados.
2. En el plano masónico, el G.P.D.G. es el sólo y único de-
positario en Francia del Régimen Escocés Rectificado en
la integridad de sus seis grados, caballerescos y masóni-
cos, gracias a la Patente que en su momento otorgó con
este fin, el Gran Priorato Independiente de Helvetia, en
fecha del 20 y 23 de marzo de 1935.
En virtud de la Convención de 1958, el G.P.D.G. ha dele-
gado a la G.L.N.F. la práctica de los tres primeros grados.
Por vuestra propia decisión, esta delegación se encuentra
ipso facto anulada, lo que priva a la G.L.N.F. por vuestra ac-
ción, del derecho a practicar los grados de Aprendiz, Com-
pañero y Maestro del Rito Escocés Rectificado.
Las Logias de San Juan regresan por consecuencia bajo la
autoridad de la estructura apropiada del Gran Priorato de
las Galias, a saber, el Directorio Nacional de las Logias Esco-
cesas Reunidas y Rectificadas de Francia (…)
1. Por último, vuestra iniciativa no dejará de tener, en el
plano masónico internacional, las consecuencias que en-
tendemos deban tener.
Después de estas definitivas palabras a las que no cabe ne-
cesidad de añadir nada más puesto que resumen perfecta-
mente la situación de ilegitimidad en la que la misma
G.L.N.F. se había puesto, respecto a la posibilidad de practi-
car el Rito Escocés Rectificado, al romper los acuerdos que la
ligaban con el G.P.D.G. desde 1958, y una vez superada la
perplejidad ante una actitud tan contraria al espíritu que
«teóricamente» debiera presidir las relaciones entre socieda-
des iniciáticas, en realidad, se impone rápidamente una evi-

. 264 .
dencia para todos aquellos que hicieron elección de fideli-
dad a la Orden, separándose de la G.L.N.F.: la del inmenso
alivio por haber terminado con una estructura que se había
alejado de manera tan flagrante e impresionante de los prin-
cipios sagrados de la tradición de la francmasonería, y la fe-
licidad de la libertad recuperada.
El análisis de Jean-François Var, Gran Limosnero del
G.P.D.G., mostrando en realidad el carácter «providencial»,
«liberador» y «bienhechor» de ésta ruptura producida en ju-
nio del 2000 entre el G.P.D.G. y la G.L.N.F., merece ser cita-
da al respecto:
El edificio grandioso tal como lo había concebido y cons-
truido Willermoz, este edificio, después de haber sido des-
truido en el curso de la historia, fue reconstruido, pero des-
membrado, desfigurado. El Régimen había perdido su uni-
dad y repartido entre dos jurisdicciones: por una parte el
Gran Priorato de las Galias, y por otra a una jurisdicción
masónica, que con el paso de los años, se fuer haciendo cada
vez más extraña e incluso hostil a la especificidad del Recti-
ficado.
De donde una incoherencia en total contradicción con el
espíritu y la letra del Código masónico de las Logias Reuni-
das y Rectificadas de Francia de 1778.
Pero la Providencia, que gobierna todas las cosas, ha per-
mitido que una ruptura bienhechora —aunque culpable e
ilícita, y como tal, condenada por los tribunales— decidida
por dicha Obediencia, devuelva al Gran Priorato de las Ga-
lias su entera libertad para reconstituir el Régimen en su in-
tegralidad y en su integridad.307

307Jean-François Var, Ciertas nociones elementales sobre los orígenes, la


arquitectura y la doctrina del Régimen Escocés Rectificado, 22 de febrero
de 1997; Chambery, 12 de enero del 2008.

. 265 .
IX. LA EDIFICACIÓN
CONTEMPORÁNEA DE LA ORDEN

Lo que señalaba el Gran Limosnero en su discurso de


Chambéry, fundamentándose en el carácter bienhechor del
Gobierno de la Divina Providencia, fue lo que contribuyó a
que los meses siguientes se hicieran más soportables, y los
Hermanos dejaran de entorpecerse, distrayéndose en consi-
deraciones de todo tipo, a causa de la confusión engendrada
por la decisión, culpable tanto en el plano iniciático como en
derecho y justicia, de la G.L.N.F. 308 Los establecimientos se
vieron obligados, de acuerdo a sus posibilidades y a los rit-
mos ligados a las diferentes situaciones particulares locales,
a poner en práctica bien que mal procedimientos de aleja-
miento de aquella Obediencia que había roto brutalmente

308Esta culpa fue reconocida por el Tribunal de Primera Instancia de París


en su sentencia de 19 de diciembre del 2001, declarando: 1) La Gran Logia
Nacional Francesa ha cometido una falta rescindiendo el 13 de junio del
2000 el conjunto contractual que la ligaba al Gran Priorato de las Galias –
Ordenes Unidas.
Ver Anexo XIV (pág. 267): Sentencia pronunciada el 19 de diciembre del
2001 por el Tribunal de Primera Instancia de París (1ª Cámara – 1ª Sección),
Pleito del Gran Priorato de las Galias-Ordenes Unidas contra Gran Logia
Nacional Francesa, Directorio de las Logias Escocesas Rectificadas de
Francia, Gran Priorato Regular de Francia. Litigado el 7 de noviembre del
2001.

. 266 .
sus lazos con la Orden, y en consecuencia, quedado despo-
seída de sus cualificaciones iniciáticas. Y lo que apuntaba
Jean-François Var, fue efectivamente puesto en práctica, a
partir de junio del año 2000, culminando con una nueva
Constitución del Gran Priorato de las Galias que sería apro-
bada en abril del 2005, en el transcurso de la asamblea de la
festividad de San Jorge.
A) DE LA ESTRUCTURACIÓN A LA NUEVA CONSTITUCIÓN DE 2005

Evidentemente, fueron necesarias distintas etapas que pre-


pararon la adopción de esta nueva Constitución, teniendo
cada una de ellas su propia importancia. En efecto, las dis-
posiciones y reformas tomadas en enero del 2000 en el curso
de las deliberaciones de Canisy definiendo la «Ordenes
Unidas», hacían que el Gran Priorato de las Galias aparecie-
se en esa época —lo que por otra parte era normal y corres-
pondía a su situación en relación a la G.L.N.F.—, como una
organización Caballeresca y de Altos Grados, las «Ordenes
Unidas» reuniendo el 4º grado del Rito Escocés Rectificado
al igual que la Orden Interior del Régimen, la Orden de San
Juan de Jerusalén Palestina Rodas y Malta, la Orden de los
Caballeros del Temple y la 4ª Orden del Rito Francés.
Desde la festividad de la San Miguel 2001 —cosa que se
hacía necesaria—, las tres Provincias históricas de la Orden:
IIª de Auvernia, IIIª de Occitania y la de Borgoña, retomaban
la circunscripción territorial, tal como quedaba definido de
acuerdo al Código de 1778309.

309Esto queda recordado por la Constitución de 2005: «Todos los Estableci-


mientos de las Ordenes constitutivos del Gran Priorato de las Galias y de los
Organismos a él asociados quedan repartidos sobre el territorio nacional en
tres Provincias denominadas, de acuerdo a la Matrícula decidida en el Con-
vento de las Galias de 1778 para el Régimen Escocés Rectificado: Segunda
Provincia: Auvernia; Tercera Provincia: Occitania; Quinta Provincia: Borgo-
ña; todo ello sin prejuicio de nuevas Provincias que pudieran ser establecidas
o restablecidas fuera del territorio nacional por aplicación del artículo VII del
Compendio del Convento de Wilhelmsbad en fecha de 1º de septiembre de
1782. Los límites territoriales de las Provincias serán fijados por el Consejo
Nacional.» (Cf. Constitución y Reglamentos Generales del Gran Priorato de

. 267 .
Por otra parte, y puesto que a fecha 13 de junio del 2000, la
ruptura entre el G.P.D.G. y la G.L.N.F. estaba consumada de
facto, era necesario reorganizar el «alojamiento» de los tres
primeros grados del Régimen por el Directorio Nacional de
las Logias Rectificadas, y esto en conformidad con el Código
Masónico de 1778. Las Logias de San Juan, recibieron pues,
en una emocionante ceremonia desarrollada en Vincennes,
sus Patentes del G.P.D.G. a fin de poder trabajar bajo los
auspicios de la institución conservadora, desde 1935, de la
regularidad para la práctica del Régimen. Las Logias po-
drían pues, funcionar en estricta conformidad con el Código
de 1778, reuniendo las Logias de San Juan y las Logias de
San Andrés, estando en disposición en lo sucesivo de traba-
jar en los cuatro grados, queriendo esto decir que los Maes-
tros Escoceses de San Andrés podrían aparecer, como suce-
día en el siglo XVIII, en Logia de Aprendiz, Compañero y
Maestro, revestidos con sus decoraciones completas, inclu-
yendo collar y mandil, y los Grandes Dignatarios de la Or-
den mostrándose con las insignias de su función310.

las Galias, Libro IV, título I: De las Provincias de la Orden).


310 Como ha quedado explicado anteriormente (Capit. VI. (pág. 136) «La

Convención del Gran Priorato de las Galias con la G.L.N.F. 1958»), el Gran
Priorato de las Galias decidió en 1958 poner en sueños la Gran Logia Recti-
ficada y confió la administración de los tres primeros grados Masónicos
del R.E.R. a la Gran Logia Nacional Francesa, bajo cuya autoridad puso sus
Logias de San Juan, decisión acompañada por la afirmación por las partes
signatarias que la práctica de estos grados se haría «conforme al Código
Masónico de las Logias Reunidas y Rectificadas de 1778», cuya validez se
vería de este modo oficializada (cf. Artículo 1º de la Convención de 7 de ju-
lio de 1958). Esto representaba un atentado a la misma coherencia interna
de la clase Masónica del Rectificado, que veía sus Logias de San Andrés,
artificialmente separadas de las Logias de San Juan, a las que anteriormen-
te habían estado íntimamente unidas, viéndose sometidos a ésta situación
por imperativos absolutamente contrarios al espíritu del Régimen, y que-
dando las Logias de San Andrés bajo la autoridad de un Directorio Escocés
creado al efecto, dependiente del Gran Priorato de las Galias (artículo 4 de
la Convención del 7 de julio de 1958).

. 268 .
Como lo recordará la Constitución del 2005: «La naturale-
za propia del GPDG hace del Rito Escocés Rectificado su Ri-
to primero, preminente y oficial», pero «La historia ha lleva-
do al GPDG a agregar otro Ritos además del Rito Escocés
Rectificado, adjunciones que en razón de circunstancias his-
tóricas, fueron primero solamente realizadas a nivel de los
grados caballerescos o Altos Grados (…) La ruptura del año
2000 condujo al GPDG a dar a sus Grados caballerescos su
basamento masónico, creando Logias de San Juan y Capítu-
los del Arco Real y dando al conjunto así constituido el título
de Rito Escocés (…) La ruptura del 2000 condujo —dentro
de la misma lógica—, al GPDG a reconstituir el Rito Francés
en su integridad con la creación de Logias de San Juan y a la
práctica a través de los Capítulos de los Grados de Sabidu-
ría311.» Fue necesario igualmente, consagrar Logias de San
Juan que trabajaran el Rito Francés, gestionadas por el Gran
Colegio de Logias de San Juan al cuidado de los tres prime-
ros grados, puesto a su vez, al igual que el Soberano Gran
Capítulo de Altos Grados, bajo los auspicios del Capítulo
General del Gran Priorato de las Galias. De igual modo, el 1º
de mayo del 2003, fue consagrado, en el marco de la amplia-
ción de los establecimientos que gestionaran el Rito Escocés
de Escocia, un Capítulo del Arco Real confiriendo los Gra-
dos de Maestro Instalado y Compañero del Arco Real.
Reconstituido el conjunto de su estructura en tanto que
Obediencia completa, y con el fin de perfeccionar la defini-
ción de su naturaleza, el G.P.D.G. se dio una nueva denomi-
nación «bicéfala» que añadiría a su título histórico312:
§ Orden de los Francmasones Cristianos de Francia.
§ Órdenes de los Caballeros Masones Cristianos de Francia.
La Capellanía, primera casa de la Orden, dirigida por un
Gran Capellán de las Órdenes, nombrado e instalado por el

311 Cf. Constitución y Reglamentos Generales del Gran Priorato de las Ga-
lias, Libro II: De los Ritos y de las Ordenes.
312 Decisión confirmada por la Asamblea General y el Gran Capítulo, con

fecha 28 de abril del 2002.

. 269 .
Gran Maestro Nacional ejerciendo sus responsabilidades en
armonía con los diferentes Jefes de las Ordenes constitutivas
del G.P.D.G. y teniendo los poderes de un Visitador General,
ocupaba evidentemente todo su lugar en el seno de ésta do-
ble estructura, poniéndose no tan solo al servicio del consue-
lo material, moral y espiritual de los Hermanos, sino tam-
bién de toda la humanidad, consuelo respecto al cual las
Ordenes constitutivas del G.P.D.G. están por sus deberes
más sagrados, especialmente dedicadas. Ésta innovación ins-
titucional, que pudo sorprender a algunos que temían ver en
ello una tendencia a la «clericalización» del G.P.D.G., no era
en absoluto una novación espiritual como expondrá muy
claramente el Gran Capellán: «¿Acaso es preciso recordar el
lugar que ocupan y el papel que juegan en la Orden los Ca-
balleros Bienhechores de la Ciudad Santa, desde su mismo
origen, y en particular los «Caballeros regulares» es decir los
eclesiásticos? Conforme a la estructura tripartita que revestía
la sociedad francesa, al igual que toda sociedad europea, y
más generalmente, toda sociedad tradicional (…), el Régi-
men Escocés Rectificado comportaba tres clases: los «Caba-
lleros regulares», correspondiendo en la sociedad con el
primer Orden; los «Caballeros militares», correspondiendo
con el segundo Orden; y los «Caballeros civiles» con el tercer
Orden o Tercer Estado».313
Por su parte, el Colegio de Armas, constituido en 1989, te-
niendo a su cabeza un Rey de Armas, cuyo papel —por me-
dio de la práctica de la Noble Ciencia, encarnación de un
esoterismo cristiano— es el de ayudar a los Hermanos a na-
cer a sí mismos —en lo interno— en el transcurso de una
parte delicada de su recorrido iniciático, ejercía su misión
consistente en «ahondar en la Clase caballeresca», velando
por «el mantenimiento de las reglas y usos de la caballería,
propicios a la transmisión viviente de la Noble Ciencia, no

313 Johannes Franciscus, Eq. a Tribus Liliis, Gran Capellán/Gran Limosnero

de las Ordenes, L’Aumônerie, Les Cahiers Verts nº 1, nouvelle série, 2006,


págs. 23-24.

. 270 .
teniendo función jerárquica»314, ponía su precioso saber he-
ráldico al servicio del conjunto de la Orden.
Finalmente, el 8 de diciembre del 2003 315 , un organismo al
que se designó como «asociado», vino a unirse oficialmente
al organigrama del G.P.D.G., la «Sociedad de los Indepen-
dientes», Orden Martinista que hacia ostensible su existencia
así como la de sus Círculos y Capítulos, manifestando así vi-
siblemente la íntima ligazón que unía silenciosamente, des-
de hacía años, la «vía del corazón» según Saint-Martin y la
espiritualidad del Gran Priorato de las Galias316.
Desde un punto de vista de acción exterior de la Orden, el
año 2003 fue así mismo particularmente rico en aconteci-
mientos. Si el año 2003 marcaba el 275º aniversario de la
creación de la Orden masónica en Francia, al G.P.D.G. se le
reconocía su lugar en la Historia, siendo invitado en ocasión
de la puesta de la primera piedra —o más exactamente de
las «nueve» primeras piedras— por los Grandes Maestros de
las Obediencias constituyentes de la masonería francesa, en
el Museo de la Francmasonería dispuesto a tal efecto en la
sede del Gran Oriente, el 24 de abril, siendo firmada una
Convención entre el Gran Priorato de las Galias y el Gran
Oriente de Francia, en virtud de la cual las dos potencias
signatarias, decidían en seis artículos, desarrollar su estrecha
colaboración, reafirmando los principios respectivos que las
fundaron, y deseando que ello fuere «en el estricto respeto a
la identidad, la independencia y la soberanía de cada una de
Ellas».
El primero de estos seis artículos estipulaba:
Artículo 1º: Las potencias signatarias investidas con la plenitud
de sus poderes Masónicos que legítimamente detentan, deciden
desarrollar relaciones de amistad fraternal y de cooperación.

314 Bruno, Eq. ab Ardenti Corde, Gran Maestro Adjunto, Le Grand Prieuré des
Gaules, Un Ordre chrétien pour tous, Les Cahiers Verts nº 1, op. cit., pág. 18.
315 Ordenanza, MAR/SGM 02.
316 Johannes Marcus, Eq. a Crucis Mysterio, Filósofo Desconocido de la So-

ciedad de los Independientes, Les Fondements spirituels de la «Société des


Independants», Les Cahiers Verts nº 1, ibid. págs. 74-93.

. 271 .
Se puede observar, lo cual no resulta anodino desde un
punto de vista histórico, y que era expresado por vez prime-
ra desde 1935 y la fundación del G.P.D.G., que como preám-
bulo, las dos Potencias se reconocen como estando «en pose-
sión legítima y regular del Régimen rectificado.»317
Esta Convención, además de normalizar los lazos de amis-
tad y fraternidad entre el G.O.D.F. y el G.P.D.G., representa-
ba un acto extremamente importante por ésta declaración,
en el plano de la legitimidad rectificada, y correspondía a un
avance extraordinario en las posiciones respectivas prefigu-
rando los lazos que iban a establecerse entre el G.P.D.G. y el
Gran Priorato Independiente de Francia.
Con anterioridad, a principios de abril, el G.P.D.G., en la
sala capitular del castillo templario de Monzón en la provin-
cia de Huesca, había constituido el «GRAN PRIORATO DE
HISPANIA» instalando como Gran Maestro-Gran Prior al
M.R.C. Ramón, M. Eq. a Voluntatis Fortitudine, conferiéndo-
le la plenitud para la práctica del Régimen Escocés Rectifi-
cado en España. En ésta ocasión, en su discurso, el Serenísi-
mo Gran Maestro Daniel Fontaine, declararía, insistiendo en
la unicidad del Régimen y la necesidad de hacerlo vivir se-
gún su esencia auténtica:
Todos los acontecimientos que sacuden la Francmasonería
actual nos prueban, si acaso hiciera falta, que el Rito Rectifi-
cado no puede vivir bajo Obediencias de Ritos diferentes. En
Francia, en España, las Obediencias que han querido impo-
ner sus leyes a las Logias Rectificadas, han explotado. Me
atrevería a decir, que gracias a esta explosión, hemos podido
volver a encontrar nuestro tesoro, nuestro Rito en su inte-
gridad y verdadera dimensión. A nosotros y a vosotros, nos
corresponde conservarlo intacto y actuar para que nunca
nadie más pueda menoscabarlo, banalizarlo (…).
Es contra todo esto que nuestros Grandes Prioratos deben
batirse para que nuestros Hermanos se conviertan primero en

317Ver Anexo XV (pág. 271): Convención entre el Gran Oriente de Francia


y el Gran Priorato de las Galias, abril del 2003.

. 272 .
Iniciados, luego en hombres de conocimiento, de inteligencia,
de comprensión, de tolerancia y puedan hacerse Testimonios
vivos y guardar la Tradición y la Verdad de la Palabra para
finalmente intentar difundir todo ello en el mundo.
Nuestra vía esta claramente trazada, mantener nuestra
Tradición, nuestros rituales, nuestro espíritu, nuestra fe para
mayor Gloria del Gran Maestro de todos, el Cristo.318
B) MARCUS I.O. EQ. AB INSULA ALBA

Transcurriendo el año 2005, correspondía la elección de un


nuevo Gran Maestro Nacional, al haber decidido Daniel
Fontaine retirarse del cargo que ocupaba desde el año 1983,
lo que hizo de él, a lo largo de la historia del G.P.D.G., aquel
que tuvo la responsabilidad de dirigirlo durante más largo
tiempo y quien sin duda alguna habrá contribuido a darle la
imagen que tiene hoy, permitiéndole a la vez ahondar en sus
más auténticas fuentes.
Esta elección se desarrolló el 29 de abril del 2005 con oca-
sión de la Festividad de San Jorge, llevando los miembros
del Gran Capítulo a la cabeza de la Orden, a Marcus Eq. ab
Insula Alba, que había sido hasta entonces el Gran Maestro
adjunto del G.P.D.G. Desde su toma de posesión, el nuevo
Gran Maestro quiso situar su acción en la continuidad de la
obra emprendida por Daniel Fontaine, sabiendo en conse-
cuencia que le aguardaba una pesada tarea: dotar al
G.P.D.G. de nuevos estatutos que comportaban un nuevo
reglamento general y nuevos reglamentos interiores de los
diversos establecimientos.
Desde su toma de posesión, el Serenísimo Gran Maestro
daría a su Adjunto una delegación de Maestro General para
toda la clase masónica de la Obediencia, permitiéndole tra-
bajar en directa y estrecha relación con los Jefes de la Orden.
Por otra parte, y con el fin de poder actuar con capacidad
creciente en el interior de la Orden, serían substituidos los

318D. Fontaine, Discurso del Smo. Gran Maestro del G.P.D.G. al Gran Capí-
tulo del Gran Priorato de Hispania de los Caballeros Bienhechores de la
Ciudad Santa, Castillo de Monzón, el 5 de abril del 2003.

. 273 .
tradicionales Visitadores Generales específicos del Régimen
Rectificado, por tres Visitadores Nacionales, a modo de
Grandes Inspectores o Maestros Provinciales que tendrían
por función tratar los asuntos de cada una de las Ordenes
constitutivas.
Los Ritos eran animados a desarrollarse en el respeto a su
especificidad, lo que fue hecho, en reuniones de instrucción
y formación organizándose en las tres Provincias a fin de
exponer el modo de acción y el espíritu en que la Orden en-
tendía establecer la vida de sus estructuras. De este modo, se
creó una clase masónica en tres grados para el Rito de Esco-
cia, quedando completado con la creación del Capítulo del
Arco Real, que según la tradición Escocesa, estaba destinado
a trabajar los tres primeros grados, así como el de la Marca,
que debía transmitir los dos grados adyacentes, «side de-
grees», de Masón de Marca y de Maestro Masón de Marca.
De igual modo el Rito Francés abría el conjunto de sus gra-
dos simbólicos y veía la llegada de varias Logias azules,
mientras que el Régimen Escocés Rectificado reforzaba su
implantación y decidía dar un impulso más acentuado al
conjunto de sus diversos establecimientos, especialmente
haciendo un esfuerzo particular en dirección a las Enco-
miendas.
Los nuevos estatutos fueron establecidos a lo largo de todo
el año 2005, dando lugar a un mínimo de una reunión men-
sual y a un esfuerzo casi cotidiano por parte de los principa-
les redactores del texto, así como a un muy atento examen
por parte del Consejo Nacional, siendo confirmados oficial-
mente por la Asamblea General Extraordinaria del 29 de
abril del 2006. Este texto, sobre el que el Gran Priorato de las
Galias deseaba en lo sucesivo fundamentar su existencia,
declaraba en preámbulo los «Principios Fundamentales», si-
guientes que fijaban los grandes principios de la Orden:
El Gran Priorato de las Galias, Ordenes de los Caballeros
Masones Cristianos de Francia, tiene por fundamento la Fe
en Dios. Sus miembros profesan la religión cristiana y llevan
allí donde se encuentran su mensaje. Prestan sus juramentos

. 274 .
sobre el Prólogo del Evangelio de San Juan.
El objetivo de las Ordenes es permitir al Hombre rencon-
trar su verdadera naturaleza por medio de una realización
personal, masónica y caballeresca.
La Iniciación masónica, en su doctrina, por el trabajo sim-
bólico y por la práctica cotidiana de las virtudes, procura a
aquellos que la reciben los medios para rencontrar en ellos
la dimensión divina primitiva.
La Vía caballeresca hace de aquellos que se comprometen
en ella, Caballeros de Cristo al servicio de los hombres para
hacer reinar la justicia.
Masones y Caballeros, tienen todos en común la exigencia
moral de una beneficencia iluminada, activa y universal que
testimonia la autenticidad de su gesta.
La Masonería y la Caballería abren perspectivas místicas
que se operan gracias a la búsqueda de la Verdad y al ejerci-
cio de la Caridad. De este modo, la suerte de ningún hombre
no resulta extraña a los miembros de la Orden, para quien
Dios es camino de virtud, de verdad y de vida.319
A fin de acompañar «espiritualmente» la adopción de ésta
nueva constitución, que modificaba los estatutos de 1993,
2001 y 2002, el Gran Maestro, en la festividad de la San Mi-
guel 2006, pronunciaría un discurso que se revelaría impor-
tante, bajo la forma de una Declaración que ponía las bases
del reconocimiento del G.P.D.G. respecto de otras Obedien-
cias, modificando radicalmente decenios de práctica y reglas
convertidas en criterios clásicos en las visitas mutuas, cam-
biando completamente todos los usos habitualmente obser-
vados en el interior del campo masónico.
Daba por nombre a su declaración «Cuerpo, Alma y Espí-
ritu» y anunciaba solemnemente:
Dios no ha venido a este mundo, por mediación de su Hijo,
para divinizar las instituciones, sino para que el hombre de-
venga Dios (san Ireneo en el siglo IIº, y luego san Atanasio
dos siglos más tarde). Es por lo que deseamos ardientemen-

319 Cf. Constitution et Règlements Généraux du Grand Prieuré des Gaules ,

« Principes Fondamentaux », 2005.

. 275 .
te situar al hombre, en todas sus dimensiones, en el corazón
de nuestra acción.
Vivir el cristianismo, Revelación divina encarnada en un
hombre que es Dios —esa es nuestra Fe— y que se dirige a
toda la humanidad, es admitir que la revelación universal
queda permitida a todos y cada uno.
En tanto que cristiano nuestro sistema de reconocimiento
no puede en modo alguno funcionar desde la exclusión; no
nos autorizamos a sondear en los «pliegues de los corazones».
Cristo ha dicho: «Venid y ved»; reconocemos pues a todos
los hombres como Hermanos desde el mismo momento que
afirman su pertenencia a la fraternidad.
El hecho de pertenecer a una estructura, Obediencia, so-
ciedad… cualesquiera que sea, no puede ser considerado
como razón suficiente de rechazo, sólo debe considerarse al
hombre, pudiendo —en calidad de visitantes— participar de
nuestros trabajos.320
Concluyendo, magníficamente su discurso con estas pala-
bras:
En conclusión, solo los seres pueden dialogar, es decir entrar
el uno en el otro por la palabra. De corazón a corazón, único
diálogo verdadero, que es la marca, el sello divino que privi-
legia a todo hombre.
Y estos hombres, estos hombres de buena voluntad, tienen
para nosotros un nombre, un nombre sagrado, y éste no es
otro que, el de Hermanos.321
Así pues, el Gran Priorato de las Galias, reafirmando por
su compromiso cristiano, la primacía absoluta del hombre
sobre las instituciones, ponía las bases de una nueva concep-
ción de reconocimiento no excluyente, que no apartaría en lo
sucesivo a nadie de sus trabajos. En adelante, y a partir de
ésta Declaración, todos aquellos que reclamaran para sí el tí-
tulo de «Hermanos», vinieran de donde vinieran y fuera
cual fuere su pertenencia obediencial, serían pues acogidos,

320 Cf. Les Cahiers Verts nº 2, nouvelle série, 2007, pág. 13.
321 Ibid. pág. 14.

. 276 .
precisamente en tanto que Hermanos, en el seno de los esta-
blecimientos de la Orden.
Al hilo de ésta orientación generosa, que se reveló, desde
el mismo momento de su puesta en práctica, liberadora y
benéfica, el G.P.D.G., consciente del carácter inadecuado que
representaba la aplicación de criterios Masónicos en el mar-
co de las actividades Martinistas de su organismo asociado,
la Sociedad de los Independientes, constituyó la «Sociedad
de la Iniciación» (S.D.I.), el 2 de febrero del 2008, para permi-
tirle, en la medida que dicha sociedad ya era abierta a Her-
manos de todos los horizontes Masónicos, poder acoger, ale-
jándola estructuralmente del G.P.D.G. de la que dejaba de ser
una Orden dicha «asociada» a fin de convertirse realmente en
una Orden independiente, de mujeres y profanos322 .
Por otra parte, el 17 de marzo del 2008, se constituyeron
tres establecimientos específicos, bajo la égida del Colegio

322La decisión fue anunciada en el transcurso de la Alocución del Reve-


rendísimo Gran Maestro Adjunto en la San Miguel-2007: «A día de hoy pa-
ra ser Martinista en el G.P.D.G. hay que ser Masón rectificado, Maestro Es-
cocés en el G.P.D.G., o haber recibido la rectificación dentro del G.P.D.G. a
partir del Arco Real, o de la 3ª Orden del Rito Francés. En cuanto a las mu-
jeres nuestros Estatutos son claros: no las aceptamos. Así pues, vamos a
crear una asociación independiente y vinculada mediante acuerdos con el
G.P.D.G., cuyos Estatutos y Rituales están siendo actualmente estudiados
por el Gran Limosnero y el Filósofo Desconocido. No vamos a pedir a las
mujeres para ser iniciadas ninguna otra cualificación… que la suya propia,
y a los hombres que tengan deseo de ser iniciados. Todo esto se encuentra
en proceso de gestación y pide todavía reflexiones, ajustes y precisiones,
con el fin de hacer nacer ésta «Sociedad de la Iniciación».» (Cf. Les Cahiers
Verts nº 3, nouvelle série, 2008, pág. 9). Los Estatutos de la «Sociedad de la
Iniciación» (S.D.I.) fueron finalmente adoptados en Asamblea General el 19
de enero del 2008. Su Artículo 2º, dice así: «Ésta Asociación tiene por objeto
la práctica de actividades, internas y externas, relativas a las Ordenes, So-
ciedades, Organismos, Ritos y grados iniciáticos no-masónicos de los que
la Asociación Gran Priorato de las Galias es depositaria. A tales efectos, di-
cha Asociación concluye con la Asociación Gran Priorato de las Galias un
Acuerdo de asociación exclusivo, en cuyo marco ejercerá sus actividades.
Por este acuerdo de asociación exclusivo, el Gran Priorato de las Galias de-
lega en la Sociedad de la Iniciación, la gestión y la práctica de dichas Or-
denes, Sociedades y Organismos, Ritos y grados.»

. 277 .
Nacional de Investigaciones, consistentes en la creación de
una Logia de Estudios e Investigaciones, para cada uno de
los Ritos practicados en el seno del G.P.D.G. Finalmente, en
respuesta a las distintas solicitudes dimanantes de países ex-
tranjeros con el fin de ponerse bajo sus auspicios, la Orden
delegó a dos de sus representantes a fin de acudir en mayo
del 2008 a Bucarest, para que se encontraran, a la salida de
una conferencia pública organizada por el Centro de Estu-
dios Esotéricos, vinculado a la Universidad de Bucarest, con
el tema: «Willermoz y la masonería del siglo XVIII», con el
Gran Maestro de la Gran Logia de Rumania, el Gran Maes-
tro del Gran Oriente de Rumania, y el Gran Maestro de la
Gran Logia Unida de Rumania, encuentro al que siguió una
Tenida organizada en los locales de la Gran Logia de Ruma-
nia, en el transcurso de la cual se hizo una exposición, ante
una atenta asistencia, sobre «El espíritu y la doctrina de la
masonería willermoziana», por el Visitador Nacional de la
IIª Provincia del G.P.D.G.323
El Serenísimo Gran Maestro, Marcus, Eq. ab Insula Alba,
llegando al final de su mandato de cuatro años que habían
sido sumamente intensos, expresó su deseo de no renovarlo,
decidiendo volver a exponer en el transcurso de su último
discurso en la San Miguel 2008, los valores fundamentales so-
bre los que se sustentaba el G.P.D.G., haciéndose eco de lo ya
expuesto en el 2006, respecto a dichos valores y certezas. De-
claraba así en su último discurso en forma de —Declaración
de Principios—, que titulaba el «Humanismo iniciático»:
Uno de los aspectos de nuestro humanismo, de nuestro uni-
versalismo, es la exigencia de la verdad324. Queremos decir
con esto, simple y llanamente que contemplamos al ser hu-
mano directamente en su entera realidad ontológica, y que

323 En este mismo espíritu, serán instaladas, en marzo del 2009, en Benin, una
Logia que trabajará el R.E.R. bajo el nombre, «Le Bon Pasteur», inscrita en la
matrícula del G.P.D.G., situada al Oriente de Cotonou, y un Capítulo Marti-
nista vinculado a la «Sociedad de los Independientes», el «Agnus Dei».
324 Declaración efectuada cuando la Saint-Michel del año 2006, Cahiers

Verts nº 2, Nueva Serie, pág. 9.

. 278 .
nos volvemos, con respeto, hacia el misterio íntimo de cada
ser, de cada Hermano, venga de donde venga, por poco que
esté animado por una voluntad sincera y una aspiración au-
téntica, para llevarlo, con su historia, sus experiencias y su
vida propias, a su más alto grado de verdad. Es nuestra vo-
cación eterna, portadora de la alegría de la acción cumplida
en hilo directo con lo que estimamos ser nuestro mandato
espiritual. (…) Así, ahora más que nunca, lo que fundamen-
ta el valor de pertenecer a una sociedad Iniciática, es el he-
cho, y aquí recurro-convoco, como se dice a menudo en los
textos brillantes de nuestro buen Saint-Martin: «la existencia
del hombre tiene un solo objeto, el del cultivo de los eternos
dominios de la verdad...325», dominios que pertenecen a las
regiones en las que reina, sin partición, el «cc o r a z ó n », este
crisol misterioso y complejo que debe ser la principal preo-
cupación de nuestro trabajo en común. Es por lo que estimo
necesario retomar, para hacer captar mejor el alcance que
espero significativo, las palabras de conclusión de mi decla-
ración del año 2006 que establecían el por que «nuestro hu-
manismo» es verdaderamente una «exigencia de verdad»
fundada en:
§ La libertad interior del ser.
§ La igualdad de naturaleza ante el misterio de la huma-
nidad que tiene por verdadero nombre «la unidad subs-
tancial» a la que somos llamados.
§ El sentido universal de una fraternidad abierta y generosa.
Dios quiera, en su infinita bondad, que estemos convenci-
dos que: «La franqueza, es único diálogo verdadero, que sea
la marca, el sello divino, privilegio de todo hombre.326
Su último acto como Gran Maestro en la San Miguel 2009
fue la creación de la Gran Logia Unida de Portugal, mientras
que el Consejo Nacional reunido en sesión extraordinaria al-
gunos días antes le había expresado ampliamente su

L.-C. de Saint-Martin, Carta a un amigo.


325
326El Humanismo iniciático, Declaración, saint Michel 2008, Archivos
G.P.D.G.

. 279 .
desacuerdo, no en su fondo pero sí por los motivos que for-
maban tal decisión.
Como consecuencia de la divergencia surgida con el Con-
sejo Nacional, y juzgando que debía extraer de ella todas las
consecuencias, el mismo día de la Asamblea de la san Mi-
guel-2009, el sábado 26 de septiembre del 2009, se retiró de
la Orden.
C) BRUNO I.O. EQ. AB ARDENTI CORDE

El nuevo Gran Maestro del G.P.D.G., que había salido ele-


gido en la asamblea de la festividad de San Jorge, el 25 de
abril del 2009, fue instalado en la San Miguel 2009 por el
Ilustrísimo Gran Maestro Emérito, Daniel Fontaine, en una
ceremonia que revestía un carácter particular por el número,
tanto de Hermanos como invitados de Obediencias amigas,
que se encontraban presentes. Habiendo sido hasta enton-
ces, Gran Maestro adjunto del Gran Priorato de las Galias,
después de haber ocupado —entre otros—, el cargo de Visi-
tador General, estaba implicado en la dirección de la Orden
desde hacía más de 15 años, habiendo tomado parte en las
principales decisiones que constituirían la identidad del
Gran Priorato de las Galias, en particular la puesta en fun-
cionamiento —a mitad de los años 90—, de los grados an-
glosajones y del Rito Francés, y habiéndose comprometido
en profundidad cuando la separación, del año 2000, en la
gestión de la crisis sobrevenida con la Gran Logia Nacional
Francesa.
En el discurso que pronunció cuando su instalación, anun-
ció de inmediato lo que iba a ser el sentido de su acción para
los años venideros, y las orientaciones a partir de las cuales
deseaba que el G.P.D.G. trazara su camino de vida:
Nosotros somos una Obediencia masónica cristiana y caba-
lleresca en comunión con todas las instituciones masónicas
que buscan la luz. La autenticidad de los ritos practicados en
el GPDG permiten a cada hombre en busca de Dios, sin
nombrarlo, ir a su encuentro a su propio ritmo. Acogemos a
todos los hombres animados por este deseo y mantenemos

. 280 .
la promesa de cumplir nuestros juramentos y obligaciones
prestados sobre las Santas Escrituras, abiertas por el Prólogo
del evangelio de San Juan.327
Llamó a continuación a todos los Hermanos a la unión, in-
vitando a cada uno al nuevo nacimiento espiritual interior:
Hoy y siempre, llamaré solemnemente, a todos los Herma-
nos a que se unan en cuerpo, alma y espíritu a este manda-
miento que fundamenta nuestra Orden; el cumplimiento in-
terior de la caridad cooperando en la obra divina y aumen-
tando la extensión del Reino Celeste, transformando la espe-
ranza de fe de cada hombre en verdadera fe de cada Her-
mano. Esta fraternidad es la primera cimentación de las Lo-
gias. Somos herederos de la curación, no de la condena, par-
tidarios de una vida que no castiga, ni endurece por la ira de
la sentencia… ya que «Si no perdonáis a los hombres sus
caídas, tampoco vuestro Padre perdonará las vuestras» (Ma-
teo 6; 15).
En este camino, encontraremos a los hombres que nos
buscan y nuestro sendero quedará iluminado con las débiles
luces que son nuestras fuerzas compartidas.
A tal fin, haremos nacer silenciosas alas en nuestros omo-
platos para hacernos gonfalonieros de soles nacientes; he-
mos de ser hombres nuevos para ésta ambiciosa metanoia.
Sí, hay que «nacer de nuevo.328
Después de ésta vibrante y evangélica llamada al naci-
miento del hombre nuevo, definía en estos términos, el pa-
pel de la Francmasonería, tal cual es practicada por el Gran
Priorato de las Galias:
La francmasonería, ciencia del hombre, hace de la Orden el
instrumento perfecto para la transformación del hombre,
permitiéndole vivir la plenitud de un proceso iniciático en la
plenitud de la fe. La Orden conformando sus acciones a una
Orden más grande que ella misma, trabaja en la justa glorifi-
cación de un gran arquitecto creador pero también redentor

327 Cf. Les Cahierts Verts nº 4, nouvelle série, 2009, pág. 11.
328 Ibid.

. 281 .
y reparador. Ciudadela inexpugnable, actúa para anular la
distancia existente entre la luz y el hombre, defensa impene-
trable al vicio, impide el retorno al caos, la caída hacia la de-
semejanza y la marcha hacia la aniquilación.
Misericordiosa, abre paso a la inteligencia de los misterios
donde soplan los vientos impetuosos del espíritu que dan
cumplimiento al verbo.
La masonería en busca del viviente es un lugar de acogida
de la revelación divina.
No hay en este ámbito ni límites ni exclusividades a la igle-
sia, y os lo aseguro, los sacerdotes también, son reyes y profe-
tas, no solamente hombres. La Luz de Damasco nos recuerda
la lo súbito y fulgurante de la intervención divina al mismo
tiempo que nuestra ignorancia de la hora y del instante.
La masonería aproxima el hombre a Dios y lo sitúa en el
corazón del Señor. Nosotros somos willermozianos y liga-
dos al origen, la naturaleza y la perspectiva del hombre, es-
tamos pues apegados a la persona de Cristo.329
Es inútil insistir en el hecho que tales palabras, pronuncia-
das con gran sensibilidad, dejaron tocada profundamente la
asamblea, y que todos quedaron singularmente emociona-
dos. El Gran Maestro, con toda claridad, quería obrar para
conformar el espíritu de la Obediencia al amor del Evange-
lio, a la bondad de Cristo hacia todos los hombres, al testi-
monio de lo que significa la Verdad que constituye el íntimo
secreto indecible de cada uno testimoniando la alegría exul-
tante de la Revelación.
Y este discurso sería escuchado, en primer lugar de mane-
ra interna evidentemente, pero también por las instituciones
amigas, en particular por las de las diferentes jurisdicciones
rectificadas, con las cuales, finalmente, se iba a emprender
un verdadero diálogo. Muy rápidamente, en los primeros
meses después de ésta toma de posesión, testimoniando la
naturaleza real del G.P.D.G. poniendo el acento sobre la
verdadera identidad cristiana, y la afirmación de la ley de la

329 Ibid. págs. 11-12.

. 282 .
caridad y amor que dirigiría todas sus acciones, fue enviado
un mensaje extraordinario a todos aquellos que imaginaban
quizás la Obediencia todavía rígidamente crispada en la
dogmática, la intransigencia y las reglas de exclusión. La
imagen era iluminada, finalmente, por el mandamiento de
Cristo pidiendo amar a los cristianos a todos los hombres
como hermanos, ello en continuidad a la Declaración
«Cuerpo, Alma, Espíritu», de la San Miguel del año 2006.
Los lazos fueron pues reforzados con distintas instituciones
Masónicas francesas y extranjeras, y es evidente que las natu-
rales afinidades, pacientemente construidas y edificadas en
los años precedentes, devinieron desde entonces en una reali-
dad todavía más efectiva, hasta el punto que los contactos se
transformaron en auténticos lazos de amistad, y que se creó
una cálida fraternidad que permitiría así fructuosos intercam-
bios y la instauración de una relación profunda y sincera. Pre-
sente en numerosas manifestaciones (Convento, Tenidas so-
lemnes, Asambleas, Conferencias, etc.), la Orden, por media-
ción de su Gran Maestro o sus representantes, resplandecía
mostrando un rostro abierto y amante, lo que por otra parte
correspondía a su verdadera naturaleza interior.
Cuando un año más tarde, con ocasión de la San Miguel-
2010, el Gran Maestro volvía a tomar la palabra, la seguri-
dad que el G.P.D.G. había entrado en una era de renovación
resultaba una evidencia para todos. Este cambio, por otra
parte, tomaba un aspecto muy concreto por la afirmación del
valor eminente del «deseo» en relación a la forma institucio-
nal, particularmente en un punto delicado, el de la condición
requerida para entrar en la Orden, consistente en ser cris-
tiano, es decir, haber recibido el bautismo en el seno de una
iglesia que profesara el Credo de Nicea-Constantinopla, co-
mún a las tres grandes confesiones (católica, ortodoxa y pro-
testante). El Gran Maestro tuvo ésta frase: «yo formulo el de-
seo que nosotros aceptamos, como primera prueba de since-
ridad del buscador, este bautismo de deseo.» Y este «bau-
tismo de deseo», noción tradicional pero que recibía en el
contexto de los principios de la Orden, una acepción singu-

. 283 .
lar, mostraba, si acaso era necesario, que el G.P.D.G. se com-
prometía y ponía todas sus fuerzas y energías en testimoniar
la dimensión superior del amor:
¿Hasta dónde nuestra fe en el inconmensurable amor divino
nos permite ir en la aceptación de hombres que nos llegan
manifestando un deseo de Dios que pueda convertirse, con la
ayuda de la gracia, en deseo de Cristo? ¿Podemos considerar
que un hombre que no acepta que Cristo es Dios, es cristiano?
Ardua cuestión… por bien que los Evangelios en que nos ba-
samos nos responden que Cristo no tiene límite ni horizonte
en sus enseñanzas de Amor al Padre. ¡Esto nos interroga
también respecto a lo que exigimos de los hombres de deseo
en la confesión de este deseo! Y ¿cómo este deseo de lo abso-
luto se concretiza en la visibilidad y la verdad de la Orden de
la que damos testimonio? Entonces, sí; yo formulo el voto que
nosotros aceptamos, como primer prueba de sinceridad del
buscador, este bautismo de deseo.330
La precisión que siguió a esta declaración del sábado 25 de
septiembre de 2010, resultaría rica de sentido y plena de
muy consolantes promesas para todas las almas en busca de
lo esencial:
Ser cristiano necesita responder a diversos criterios precisos
y no negociables, pero ser cristiano para la Iglesia, en su fue-
ro interno, y en masonería, no responden a las mismas obli-
gaciones personales. En este sentido, la masonería resalta
más el deseo que el dogma, pero únicamente en este sentido,
de la misma manera que responde más a la realeza y la pro-
fecía que al sacerdocio.
Por nuestra parte, debemos sentir y mesurar en el hombre,
tanto su deseo de acercamiento, de su rencuentro con Cristo,
como, su imitación creciente o su alejamiento. Es en este dis-
cernimiento que la Orden es cristiana, en este amor que no
es debilidad ni carencia, que reviste el sello divino.
Si, hermanos míos, es la hora de amar.331

330 Cf. Les Cahiers Verts nº 5, nouvelle série 2010, pág. 7.


331 Ibid. págs. 7-8.

. 284 .
CONCLUSIÓN: EL DESPERTAR
DE LA GRAN LOGIA REUNIDA Y
RECTIFICADA

Hiram, acudiendo asiduamente al Templo para hacer sus plegarias,


después que los obreros se hubieran retirado del trabajo,
nos enseña a los Masones que por el hecho de nuestra condición
masónica debemos aún más que los otros hombres el más puro
homenaje al Ser Supremo.
J.-B. Willermoz, (1809)

De ésta invitación al amor, expresada en septiembre del 2010


cuando la asamblea de la San Miguel por el Gran Maestro
del Gran Priorato de las Galias, iba a surgir un fruto inespe-
rado, simbólicamente nueve meses más tarde, en junio del
2011, ya que en los lazos rencontrados con todos aquellos
que se acercaban al G.P.D.G., y que la Orden acogía con ale-
gría y entusiasmo, una idea acabaría por imponerse poco a
poco, idea evidente, simple e incontestable: si la Orden que-
ría poder desarrollar y amplificar más todavía la fuerza del
mensaje que tenía a transmitir, y continuar testimoniando lo
que era realmente y proponía como camino de espirituali-
dad, era preciso que se dotara todavía de un instrumento
adecuado para que fuera entendida, vista y percibida en ra-

. 285 .
zón de lo que era y es su verdadera naturaleza: una Obe-
diencia masónica.
Ahora bien, a ésta Obediencia, le faltaba la forma estructu-
ral a la que había estado íntimamente ligada desde su fun-
dación en 1935, a saber una Gran Logia. La Gran Logia del
Gran Priorato de las Galias había sido constituida el 24 de
octubre de 1935, o sea, a los seis meses después de la funda-
ción del Gran Priorato, y ello en conformidad con las reglas
del Código de 1778, estipulando que un Gran Priorato que
dirija los grados caballerescos, debía tener adjunta una Gran
Logia332, pero fue puesta en sueños en julio de 1958 cuando
la Convención entre el G.P.D.G. y la G.L.N.F. Pues bien, la
decisión de despertar la Gran Logia, fue finalmente decidida
durante la reunión del Consejo Nacional, tenido el viernes
17 de junio del 2011 en París.
Sin embargo, si todos los miembros del Consejo Nacional
estaban convencidos sobre la necesidad de despertar la Gran
Logia, pronto aparecieron dudas sobre cómo titularla; fue
entonces cuando apareció un nombre, providencialmente
inspirado, que le vino al Gran Limosnero de las Ordenes,
que de golpe, lo pronunció casi sorprendiéndose a sí mismo
por el anuncio que hacía y realizó, siendo corroborado como
signo de autenticidad a tal inspiración, por el asentimiento
general:
«Gran Logia Reunida y Rectificada»333

332 «La Orden completa de la Francmasonería rectificada está gobernada


(…) por los Directorios Escoceses, y grandes Logias Escocesas, que tienen
bajo su inspección, o toda la Orden por completo, o una nación, provincia
o distrito, o un departamento particular. (…) Las Grandes Logias Escocesas
están establecidas en cada Distrito para la administración inmediata de las
Logias reunidas que de ella dependan. Estas deben velar por la ejecución
de las leyes y reglamentos prescritos, y para el mantenimiento del buen
orden y la disciplina.» (Código de las Logias Reunidas y Rectificadas de
Francia, 1778).
333 Los observadores estarán atentos al hecho que el acrónimo de Gran Lo-

gia Reunida y Rectificada: (G.L.R.R.) despertada en 2011, es absolutamente


idéntico al de Gran Logia del Régimen Rectificado: (G.L.R.R.), puesta en
sueños en 1958.

. 286 .
Un nombre de unión y de unidad, que realiza la armonía,
traduce la cohesión, recuerda la memoria del Régimen, ma-
nifestando a la vez los diversos componentes actuales del
Gran Priorato de las Galias; un nombre legado por la Histo-
ria, revelado providencialmente, e inspirado por el Espíritu.

CONCLUSIÓN

Podemos constatar al término de este estudio, que nos ha


hecho sobrevolar los siglos a grandes pasos e inclinarnos so-
bre la multitud, densa y tupida, de innumerables detalles
que caracterizan las épocas de la francmasonería salida del
escocismo y de las corrientes del iluminismo místico del si-
glo XVIII, que una evidencia se impone: no es posible for-
mular una conclusión a propósito de una institución que es,
no un objeto de museografía destinado a alimentar estudios
de antropología histórica o ser motivo de alegría de los
adeptos a las ciencias auxiliares de la Historia, sino un cuer-
po vivo, una entidad orgánica nutrida y fecundada por el
tiempo, una estructura espiritual a la espera de un devenir
que será mañana lo que los hombres que tienen hoy la res-
ponsabilidad de la Orden, hagan o puedan hacer, y cuyos
horizontes aparecen todavía inmensamente ricos de nume-
rosas perspectivas.
La Orden, cuyo papel es el de hacer perdurar «la inicia-
ción» cristiana, es en efecto una idea lanzada a través de los
siglos, una antorcha en mitad del mundo, un proyecto que
tiene del Espíritu, y únicamente de él, los elementos de su
continuidad existencial. Habiendo comprendido las necesi-
dades del hombre, encarna de manera providencial en nues-
tros tiempos turbulentos —y estos tiempos son así no desde
hace algunos decenios sino que lo son desde la caída que
vino a romper la armonía de antes de los tiempos— la posi-
ble reconstrucción, para cada ser sin distinción, de su rela-
ción con lo invisible.

. 287 .
Por este hecho, la Orden es pues un don, una suerte y una
magnífica esperanza. Da testimonio de la Palabra de Revela-
ción de la que tiene la misión sagrada de actualizar su eco en
el interior de los corazones, de tal manera que el anuncio de
la dimensión sublime a que cada alma es llamada, de saber
rencontrar su naturaleza divina, pasando de la imagen a la
semejanza, devenga una evidencia transformadora y se im-
ponga como elemento primero de su vida334.
Si el hombre, y hay aquí una de las verdades más impor-
tantes de la vía iniciática que está situada en la base de las
enseñanzas disimuladas detrás del aparato de las ceremo-
nias, fue creado originalmente incorruptible y no sujeto a la
muerte, entonces conviene preocuparse únicamente de lo
que surge de ésta naturaleza imperecedera en nosotros, y
trabajar en preservarla de los gérmenes, al igual que culti-
var, de manera permanente, la memoria y el recuerdo, a fin
que nuestra constante atención sea dirigida hacia ésta luz in-
terior radiante que es nuestro verdadero guía en el seno de
las tinieblas de este mundo.
Y ésta luz, la Orden tiene el encargo de hacerla sensible
puesto que, precisamente, su papel es hacer de cada hombre
que se gira hacia ella con confianza, un «hijo querido de la
luz».

334 «Si las lecciones que la Orden te ofrece, para facilitarte el camino de la

verdad y la felicidad, se graban profundamente en tu alma dócil y abierta a


los efectos de la virtud; si las máximas saludables, que marcan, por así de-
cirlo, cada paso que des en tu carrera masónica, se vuelven tus propios
principios y la regla invariable de tus acciones, ¡oh, hermano mío!, ¡cuál se-
rá nuestra alegría! Cumplirás tu sublime destino, recobrarás esa semejanza
divina, que formaba parte del hombre en su estado de inocencia, que es el
objetivo del Cristianismo, y del cual la iniciación Masónica hace su objeto
principal. Te volverás la criatura amada del Cielo: sus bendiciones fecun-
das recaerán sobre ti, y mereciendo el título glorioso de sabio, siempre li-
bre, feliz y estable, pasarás por ésta Tierra como los reyes, benefactor de los
hombres, y modelo de tus Hermanos. (Instrucción moral del grado de
Aprendiz francmasón con la explicación del ceremonial de recepción, in
Rituel du Grade d’Apprenti du Régime Écossais Rectifié, 1802).

. 288 .
Así pues, el Gran Priorato de las Galias, convencido de la
inestimable dignidad infinita de cada criatura, insiste sobre
el hecho que una certeza debe siempre acompañarnos cuan-
do nos tornamos hacia el hombre, y es que si este último, fue
creado a imagen y semejanza de Dios, ha sido igualmente
formado según los mismos principios que el Templo de Je-
rusalén, mostrándonos por otra parte su forma corporal, la
idéntica división en tres partes del lugar santo de los he-
breos (Porche, Templo y Santuario), reproduciéndose pare-
cidamente y aplicándose con la ayuda de las mismas leyes al
hombre mismo.
Redificar el Templo hoy, que es en lo que consiste princi-
palmente por no decir en exclusiva los trabajos de la Orden,
lo comprendemos hoy fácilmente, se trata de redificar «al
Hombre» en el sentido genérico del término. He ahí tam-
bién, por que comprometerse en reconstruir la Ciudad San-
ta, deber principal de toda Caballería espiritual, es consa-
grarse al bien, a la felicidad y a la perfección del hombre, y
por extensión, de toda la familia humana, siendo en lo que
consiste la verdadera beneficencia y la auténtica labor a em-
prender por todas las «almas de deseo»335.
Como bien escribía, nuestro Hermano y Padre Robert
Amadou, animándonos a abrirnos a las lecciones de la santa
Orden y recordándonos que la ciencia del hombre es inmu-
table en su materia a trabajar, e invariable en sus elementos
de teoría y práctica:
Hay una Orden esencial y misteriosa; se ha estructurado a
medida que la iniciación, que se remonta a los comienzos
del mundo, primeramente expresada, quedó constreñida al
secreto. Numerosos y diversos, siempre parciales son sus

335«Es tiempo de recordar lo que somos, y hacer remontar toda ciencia a su


fuente», apuntaba Joseph de Maistre, en conclusión a su Prefacio al Ensayo
sobre el principio generador de las constituciones políticas, subrayando
con estas singulares palabras la naturaleza del conocimiento que convenía
adquirir, y el tipo mismo de camino que convenía efectuar. (Cf. J. de
Maîstre, Préface de l’Essai sur le principe générateur des constitutions poli-
tiques, Vrin, 1992, pág. 59).

. 289 .
avatares. La iniciación masónica es una asociación conven-
cional derivada de la Orden esencial; ella está en la sombra.
Por esta razón, la diremos mixta. Ahora bien, toda inicia-
ción, toda modalidad de iniciación, viene a ser conocer, a fin
de cambiar, y supone pues la materia de una ciencia. La
ciencia del hombre -¿de qué otra se podría tratar?- es inmu-
table en su materia a trabajar, y en sus elementos de teoría y
práctica.
Las bases de la francmasonería son pues antiguas, religio-
sas, sociales, científicas y misteriosas. Estos rasgos la habili-
tan a conducir, por medio de los símbolos, a conocimientos
preciosos y secretos que derivan de la religión primitiva y
336
llevan al cristianismo que los explicita y corona.

Terminado el domingo 28 de agosto del 2011,


en la festividad de San Agustín (+430), obispo de Hipona.

336R. Amadou, in Steel-Maret (Bouchet et Boccard), Archives secrètes de la


Franc-Maçonnerie, Collège métropolitain de France à Lyon, IIè province
dite d’Auvergne 1765-1852, op. cit. p. IX-X.

. 290 .
APÉNDICES

. 291 .
I. El Memorandum al duque de Brunswick
de Joseph de Maistre: Renuncia templaria
y superioridad de los misterios del cris-
tianismo

El saboyano Joseph de Maistre (1753-1821), puso un cuidado


especial en las respuestas que dio a las cuestiones planteadas
en la carta circular del duque de Brunswick, de fecha 19 de
septiembre de 1780, y tomó su pluma para redactar su famo-
sa Memoria al duque de Brunswick, que es por otra parte,
uno de los primeros textos teóricos que poseemos de él. En
tanto que «escudriñador del más allá», según expresión em-
pleada por ciertos autores, Maistre creía, según uno de sus
biógrafos: «en la realidad de una ciencia que puede poner al
hombre en comunicación con las inteligencias de orden su-
perior; daba por establecido que el cristianismo, en sus pri-
meros tiempos, era una verdadera iniciación donde se des-
velaba una verdadera magia divina. Maistre deducía que
por la misma época, una élite de iniciados había tenido acce-
so a ciertas verdades desconocidas para la inmensa mayoría.
Es pues natural que los martinistas, que observaban gene-
ralmente la práctica de un catolicismo más viviente, ellos
también, de un catolicismo superior, le hayan inspirado una
cierta simpatía.337
Será pues con una marcada seguridad y fuerza de convic-
ción, que desarrollará sus argumentos, redactando un «Me-
morandum» que comprende poco más de sesenta y cuatro
páginas de apretada escritura. ¿Qué podemos conservar de
esencial en este opúsculo? En primer lugar que, Maistre, por
lo que respecta a la primera pregunta de la carta circular, no
concede crédito alguno a la tesis templaria, y nos ofrece in-
cluso al respecto una opinión francamente negativa de la
Orden del Temple:

337C.J. Gignoux, Joseph de Maîstre, Prophète du Passé Historien de


l’Avenir, N.E.L., 1963, págs. 38-39.

. 292 .
Si nuestras ceremonias son realmente el emblema de las vicisi-
tudes de la orden de los T(emplarios), no nos queda más que
lamentar el haber sido masones; ya que en ese caso habremos
empleado nuestro tiempo y nuestras facultades de manera bien
poco filosófica…» No duda tampoco en escribir con un cierto
atrevimiento, «¿qué le importa al universo la destrucción de la
orden de los T(emplarios)? El fanatismo los creó, la avaricia los
abolió: eso es todo. En cuanto a las crueldades que acompaña-
ron este golpe de autoridad, no queda más que gemir sobre es-
ta página de la historia, como casi sobre todas las otras. Aun-
que por otro lado, no parece imposible que crímenes reales
perpetrados por parte de los T(emplarios) hubieran servido de
pretextos plausibles a la codicia de Felipe el Hermoso. Fuera
como fuere, si hiciera falta instituir sociedades para deplorar
las grandes catástrofes de la autoridad culpable o equivocada,
la población del universo no sería suficiente. (Mémoire au duc
de Brunswick, 1782).
No se pude ser más claro y categórico a propósito de una
Orden que conservaba en la memoria de numerosos Her-
manos una notoriedad y un prestigio incontestables. Sobre
este punto, y contrariamente a Maistre, Jean-Baptiste Wi-
llermoz pensaba que la masonería había sido «propagada»
por la Orden del Temple, pero que no era creación suya
puesto que la misma se remontaba a un origen mucho más
lejano, a una Orden primitiva mucho más anterior al Temple
medieval. Señalemos que René Guénon (1865-1951), consi-
deraba que el comienzo de la perdida brutal de contacto con
la «Tradición», para Occidente, se situaba precisamente en la
destrucción de la Orden del Temple por Felipe el Hermoso:
«Es precisamente en este momento, escribe Guénon, que es-
timamos poder hacer remontar el comienzo de la desviación
moderna propiamente dicha».338
Sin embargo, si algunos años más tarde, Maistre no hubie-
ra refrendado estas mismas palabras, sin la menor sombra
de duda, puesto que su sentir sobre las cruzadas tomaría un

R. Guénon, Le Règne de la quantité et les signes des temps, Gallimard,


338

1970, pág. 149.

. 293 .
giro —cuando menos, podríamos decir— muy diferente, es
importante señalar que desde este primer texto, Maistre
pondrá de manifiesto una idea central que ya no abandona-
rá, y ésta es la del primitivo origen de la verdadera religión
de la que da testimonio en sus misterios la Francmasonería:
«Hagamos, dice Maistre, una genealogía clara y digna de
nosotros… Remontémonos a los primeros siglos de la Ley
santa. Escudriñemos la antigüedad eclesiástica. Pregunte-
mos a los Padres uno tras otro. Reunámonos, confrontemos
los pasajes. Probemos que somos cristianos… Vayamos in-
cluso más lejos: La verdadera religión tiene más de dieci-
ocho siglos: Nació el día en que nacieron los días.» (Mémoire
au duc de Brunswick, 1782).
A la pregunta sobre la existencia de los Superiores Desco-
nocidos, Maistre responde de nuevo con la negativa, lo que
es extremamente significativo en un momento en que este
problema agita a mucha gente, existencia sobre la que –no lo
olvidemos-, una cierta masonería escocesa buscaba funda-
mentar su legitimidad. Partiendo del principio que la «Ma-
sonería es una rama desgajada y quizá corrompida de un
tronco antiguo y respetable», pero con vida propia, no de-
pendiendo de ninguna otra potencia escondida, o de un
grupo cooptado de hombres desconocidos, la Orden según
él, no debe conocer otra autoridad, «otro lazo que el de sus
propias voluntades». En cuanto a saber si la iniciación ma-
sónica es idéntica a las antiguas iniciaciones, y en conse-
cuencia paganas, Maistre estima que las luces transmitidas
por la Revelación cristiana iluminan con una nueva luz los
misterios de Memphis o Eleusis: «Según Plutarco, Diodoro,
Herodoto, Cicerón, Pausanias etc., escribe Maistre, una de
las verdades principales desveladas por la iniciación egipcia
y por su hija, la iniciación griega, parece haber sido que los
dioses adorados por el pueblo eran simplemente antiguos
héroes divinizados. Esta enseñanza podría ser útil hace dos
o tres mil años, pero ¿qué nos importa a nosotros los cris-
tianos? (…) Tengamos en cuenta la antigüedad por todos los
esfuerzos hechos por aproximarse a la verdad…; pero no

. 294 .
hay que dejarse cegar hasta el punto de ignorar la superiori-
dad que nos ofrece el Evangelio» (Ibid.).
Hay pues para Joseph de Maìstre una incomparable supe-
rioridad «iniciática» del cristianismo, y resulta vano e inútil
buscar una fuente más «pura» que la iniciación masónica:
Dediquémonos de una vez al Evangelio y dejemos aquí las
locuras de Memphis… Remontémonos al origen de las co-
sas, y mostremos por una filiación incontestable que nuestro
sistema añade al depósito primitivo los dones del Gran Re-
parador». Como lo dice fuerte y con pertinencia Émile Der-
menghem, «la opinión personal de Maistre es muy clara: la
iniciación masónica, la ciencia oculta moderna es de esencia
absolutamente religiosa y cristiana. Parece incluso que en su
opinión las verdaderas fuentes de la iniciación deben bus-
carse en el cristianismo primitivo, depuración y expansión a
su vez de una tradición más antigua, en una palabra en la
339
cábala judeocristiana.

II. La idea de «posesión secular» sobre el


Rito Escocés Rectificado

El Hermano Louis Charrière, miembro del Gran Oriente de


Francia, armado C.B.C.S. el 5 de noviembre de 1932 en Gi-
nebra, implicado en la historia del desarrollo del Rito Esco-
cés Rectificado en el seno del Gran Consejo de Ritos, ligado
a Camille Savoire con quien trabajó durante varios años
(cuando la constitución por Savoire, en el seno del Gran Co-
legio de Ritos, el 16 de septiembre de 1931, de una Sección
del Gran Directorio del Rito Escocés Rectificado del que Sa-
voire llegó a ser Gran Prior, y Charrière su Gran canciller),
motivaba el estudio que redactó en 1938 a causa de su in-
dignación ante la integración, en 1937, de las Logias rectifi-
cadas de la Gran Logia Escocesa Rectificada al seno de la

339 E. Dermenghem, Josep de Maistre mystique, La Colombe, 1948, pág. 63.

. 295 .
Gran Logia de Francia, Obediencia ésta absolutamente ex-
traña al Rito Escocés Rectificado, analizando la actitud de
René Wibaux en este asunto con respecto a la Gran Logia y
sus responsabilidades, suscitando las mismas consideracio-
nes por parte del Gran Priorato de las Galias y en particular
de Camille Savoire.
I. UN MALENTENDIDO INFUNDADO
Hay que tener en cuenta que en época de la escritura de su
texto, el H. Charrière imaginaba, sin razón, que Savoire es-
taba de acuerdo con René Wibaux en su decisión de inte-
grarse en la Gran Logia de Francia, lo que era totalmente
inexacto, puesto que Savoire, como nosotros sabemos, re-
chazará categóricamente este proyecto y lo criticará vigoro-
samente, manteniendo con coraje al G.P.D.G. en su inde-
pendencia respecto del resto de Obediencias. Por tanto Cha-
rrière sostenía: «No es la afiliación de los H.H. Savoire y
Wibaux a otra Obediencia lo que facilitará la solución del
problema de los derechos masónicos contestados al Gran
340
Oriente. Muy al contrario », y volverá una y otra vez so-
bre este punto en su argumentación, viendo solamente este
paso del R.E.R. a la Gran Logia de Francia como una autén-
tica traición y un acto injustificable ante el Gran Oriente de
341
Francia .
Hay pues un equívoco importante en la base sobre la que
se sustenta la redacción de la obra escrita por el Hermano
Louis Charrière, haciéndole avalar de manera errónea la te-
sis de la existencia de un deseo por parte de los dirigentes

340 L. Charrière, Le Régime Écossais Rectifié et le Grand Orient de France –

Notice Historique 1776 à 1938, 1938, pág. 43.


341 Louis Charrière escribe: «Aquellos de nuestros H.H. del Gran Oriente,

que han fundado el Gran Priorato de las Galias se rendirán ante la eviden-
cia y reconocerán que el Rito Rectificado sólo podía ser tal en el seno del
Gran Oriente y que incluso si pensaban tener el derecho a crearlo sin parti-
cipación de nuestra Orden, seguramente ello no sería para integrarlo a otra
Obediencia francesa.» (Le Régime Écossais Rectifié et le Grand Orient de
France, op. cit. pág. 46.

. 296 .
del G.P.D.G. para instalar el Rectificado en la Gran Logia de
Francia, y una suerte de voluntad de reacción contraria a es-
342
te proyecto en la motivación de su texto , lo que podría
explicar muchas afirmaciones un tanto brutales que acom-
pañan las páginas de su obra, haciendo sufrir, sin duda algo
rápidamente, la legitimidad del Gran Oriente para la practi-
ca del Rito Escocés Rectificado -legitimidad que nadie con-
testaba en el Gran Priorato de las Galias-, un salto cualitativo
brusco, puesto que transforma ésta legitimidad histórica en
una pura y simple «posesión secular» sobre el Régimen, lo
343
que surge de un «orden de cosas» absolutamente distinto .
II. UN DERECHO DE PROPIEDAD INEXISTENTE
Los argumentos utilizados por Charrière, a fin de demostrar
según él, el carácter infundado de la creación del Gran Prio-
rato de las Galias, por un supuesto derecho por parte del
Gran Oriente de Francia, no ya a practicar el Rito Escocés
Rectificado, lo que es exacto, sino más ambiciosamente de-
clararse el único poseedor y reivindicar la propiedad, repo-
san de hecho en ésta idea que Charrière utiliza como una
especie de leitmotiv repetitivo: el Gran Oriente, en virtud de
los Tratados de Unión de 1776, 1781 y 1811, tiene adquirido
un derecho imprescriptible sobre el Rito Escocés Rectificado,
derecho confirmado por el Concordato de 1804 en el que los
Directorios rectificados habrían confiado al G.O.D.F. su po-
der sobre el Régimen.
Ya hemos dicho anteriormente en qué344 , pero es sin duda
necesario insistir de nuevo sobre ello. El término de «agre-

342 Charrière declara con el fin de justificar la escritura de su Reseña Histó-


rica: «Pero, el mismo día en que el Gran Priorato de las Galias, después de
haber impugnado sin razón al Gran Oriente los derechos que éste posee
sobre el Régimen Rectificado, ha decidido solicitar la agregación de sus
Logias simbólicas a una Obediencia extraña a este rito, he considerado un
deber imperioso publicar ésta Reseña Histórica…» (Ibid. pág. 83).
343 Ibid. pág. 46.
344 Ver: Capítulo VII. El Régimen Escocés Rectificado de la Revolución al

siglo XIX.

. 297 .
gación» que figura en el Tratado de 1776 firmado por los Di-
rectorios Escoceses con el G.O.D.F., no significa para nada la
transmisión de una autoridad o algún tipo de «propiedad»
sobre el Régimen rectificado, sino tan solo el simple recono-
cimiento de una «regularidad» de rito practicado por el
R.E.R., reconocimiento que tiene por consecuencia, en efecto
el de «agregar», únicamente a título de participación y no de
apropiación del Régimen, apropiación por otra parte absolu-
tamente imposible a la vista de la organización propia del
sistema rectificado estructurado como una Orden gobernada
por establecimientos ostensibles y no ostensibles de su clase
caballeresca, los Directorios, las Logias y los Hermanos, a la
masonería francesa, como lo declara el modelo de carta de
agregación, figurando en el Artículo I, párrafo III del tratado
de Unión de 1776 345. Esta interpretación correcta de lo que
significa verdaderamente «la agregación» de las Logias recti-
ficadas toma plenamente todo su sentido —extremo éste fre-
cuentemente olvidado—, si recordamos que el objeto de to-
do ello no es otro que hacer participar las Logias del Régi-
men de las «ventajas» de la masonería francesa «que les han
sido reservadas por el Tratado de Unión», y que queda pre-
cisado y recordado en el Código Masónico de 1778346 .

345 Las cartas de agregación que serán otorgadas a cada uno de los Directo-
rios escoceses y a los establecimientos por ellos formados, serán expedidas
en la forma siguiente Nos, etc. […] reconocemos como regular al susodicho
Directorio (o la susodicha Logia); en consecuencia hemos agregado y agre-
gamos por estas presentes al cuerpo de la Masonería de Francia a tal efec-
to, prometiendo a dicho Directorio (o a dicha Logia), y a todos los miem-
bros que la componen, asilo entre nosotros y socorro fraternal todas las ve-
ces que la ocasión lo requiera. En consecuencia, le hemos hecho expedir las
presentes cartas de agregación, a las cuales hacemos poner los sellos ordi-
narios después de haber sido registradas, según necesidad; para que dicho
Directorio (o dicha Logia) este inscrita en el cuadro de Logias regulares de
Francia, a fecha de… (día de la solicitud de agregación). Hecho en el G.O.
de Francia, los días, del mes y año, etc. (Cf. Traité d’Union entre le G.O. de
France et les trois Directoires écossais établis selon le Rite de la Maçonnerie
réformée d’Allemagne à L’O. de Lyon, Bordeaux et Strasbourg, 1776).
346 «Los Directorios Escoceses de Francia, queriendo hacer participar a las

Logias reunidas de sus distritos de las ventajas, que les han sido reserva-

. 298 .
Por otro lado, y este punto no resulta en absoluto anodino,
la idea de una participación de los Directorios Escoceses en
el Concordato con el Gran Oriente de Francia de 1804, idea
esgrimida por Charrière: «En 1804 los Directorios Escoceses
tomaron parte en el Concordato que reunía en un solo ma-
nojo del Gran Oriente todos los ritos practicados en Fran-
cia…347», idea que reaparece en los términos el Proceso ver-
bal de la tenida del Gran Colegio de Ritos de 17 de septiem-
bre de 1938 del Gran Oriente de Francia: «Estos Directorios,
al igual que el de la Provincia de Neustria, han tomado parte
en el concordato de 1804 reuniendo en un solo manojo todos
los Ritos practicados en Francia, y que el 19 diciembre de es-
te mismo año del 1804, el Gran Oriente de Francia ha decla-
rado que profesaría en lo sucesivo todos estos Ritos», no tie-
ne estrictamente ningún fundamento puesto que en 1804 los
Directorios del Régimen Rectificado no habían sido todavía
despertados y no lo serán antes del año 1808.
Por otra parte, y ello resulta evidente y de pura lógica si se
detiene uno a pensarlo aunque sea un instante, si este Con-
cordato tenía los poderes que Charrière le atribuye, ¿hubiera
habido necesidad que el Gran Oriente firmara un Tratado de
Unión con los Directorios Escoceses restablecidos en 1811?

das por un tratado de unión hecho entre ellos y el gran Oriente de Francia,
se han comprometido en solicitar para cada Logia que fundan o rectifican,
cartas de agregación al gran Oriente de Francia, que este último no puede
rechazar; en consecuencia, ha sido acordado por dicho tratado, que cada
Logia que no tuviera ya cartas de constitución del gran Oriente de Francia,
pagará definitivamente por sus cartas de agregación la suma de 36" y cada
gran Logia Escocesa la de 72". A este efecto, tan pronto como una Logia
haya sido reunida bajo uno de los Directorios de Francia, dirigirá un certi-
ficado del cuadro de sus oficiales y miembros, y una copia de su patente de
reunión al Directorio, para ser visados y enviados al gran Oriente con la
petición de las cartas de agregación. Las Logias ya constituidas por el gran
Oriente de Francia antes de su reunión, no necesitan cartas de agregación,
al disponer de la antigua carta patente del gran Oriente. (Cf. Código Ma-
sónico de las Logias Reunidas y Rectificadas, 1778, Capit. IV «De las Logias
Reunidas y Rectificadas»).
347 L. Charrière, Le Régime Écossais Rectifié et le Grand Orient de France –

Notice Historique 1776 à 1938, 1938, pág. 14.

. 299 .
Por pocos conocimientos históricos y jurídicos que se pue-
dan tener, resulta evidente que para firmar un Tratado de
Unión en 1811 con los Directorios del Régimen, era de todo
punto necesario e imprescindible que estos Directorios tu-
vieran una existencia autónoma y representaran una entidad
independiente.
Hay que tomar igualmente en consideración que el Trata-
do firmado el 14 de junio de 1811 entre el Gran Oriente y los
Directorios del Régimen, estipulaba que modificaba del Tra-
tado de 1776, los artículos VII, VIII y IX, confiriendo al G.O.,
«a propuesta de los Directorios», el cuidado de establecer las
Logias simbólicas del Régimen 348. Por tanto Louis Charrière,
que parece no querer entender el modo de funcionamiento
de los Directorios rectificados en el siglo XVIII, considera
que «estos textos bastan por si solos para justificar la pose-
sión del Rito Rectificado únicamente por nuestra Obedien-
cia… al no haber sido dichos textos ni modificados ni de-
nunciados…».349 Sin embargo, lo que dicen estos textos, es
que la Obediencia que constituya las Logias azules del Ré-
gimen rectificado, lo hará por «delegación de los Directo-
rios», y sobre todo a propuesta suya, al formar estos Directo-
rios «el cuerpo del Régimen Rectificado en Francia», benefi-
ciándose en efecto de tener un representante en el seno del
Gran Directorio de Ritos del Gran Oriente350 , y conservando

348 «A propuesta de los Directorios, cada uno en sus respectivos distritos


determinados por los cuadros que serán anexados al presente Tratado, el
G.O. constituye en los grados simbólicos las Logias del régimen rectifica-
do. Les expide cartas constitutivas. Estas cartas serán transmitidas a los di-
versos Directorios, que en virtud de la delegación que el G.O. les hace des-
de este momento, procederán a su instalación, haciendo llegar cuenta de
ello al G.O.» (Art. VII) (Cf. Renouvellement du Traité d’Union avec le
Grand-Orient du 11 avril 1811).
349 L. Charrière, op. cit. pág. 53.
350 El Tratado firmado el 14 de junio de 1811 entre el Gran Oriente y los Di-

rectorios del Régimen, modificaba el Tratado de 1776 en el artículo tercero,


precisando que cada uno de los Directorios tendría en el seno del Gran
Oriente y del Gran Directorio de los Ritos un diputado que lo representa-
ría, y formando estos diputados en el interior del Gran Directorio de Ritos

. 300 .
siempre su completa soberanía sobre el Régimen tanto a ni-
vel de la Orden Interior como de las Logias simbólicas, pues-
to que nada podía hacerse en el marco de su creación sin el
consentimiento de los Directorios: «A propuesta de los Di-
rectorios, cada uno en sus respectivos distritos determinados
por los cuadros que serán anexados al presente Tratado, el
G.O. constituye en los grados simbólicos las Logias del ré-
gimen rectificado. Les expide cartas constitutivas. Estas car-
tas serán transmitidas a los diversos Directorios, que en vir-
tud de la delegación que el G.O. les hace desde este momen-
to, procederán a su instalación, haciendo llegar cuenta de
ello al G.O».351
III. EVOLUCIÓN DEL ANÁLISIS DE SAVOIRE
Ciertamente, y no acertamos a ver que hay de problemático
en ello, Savoire evolucionará en sus análisis, y Charrière se
esforzará en mostrar las contradicciones entre las declara-
ciones de Savoire con anterioridad a 1935, fecha de la funda-
ción del Gran Priorato de las Galias, y las de después de
1935, contradicciones de las que hará el relato detallado,
preciso y circunstanciado352, pero en el fondo con un resul-

una «sección» que tendría esencialmente por objeto el Régimen Rectifica-


do, sección que deliberaría «sobre los asuntos particulares del Rito». Por
otra parte, y efectivamente, los artículos VII, VIII y IX (este último fijando
incluso el precio por la concesión de Patentes de constitución), el Tratado
confería al G.O. «a propuesta de los Directorios», la posibilidad de estable-
cer Logias simbólicas del Régimen.
351 Renouvellement du Traite d’Union avec le Grand-Orient du 11 avril

1811, Art.VII.
352 Cuadro comparativo de las Opiniones Contradictorias de los Dirigentes

del Régimen Rectificado, in El Régimen Escocés Rectificado y el Gran


Oriente de Francia, op. cit. págs. 80-82. Es apoyándose en estas «contradic-
ciones», fácilmente previsibles en Camille Savoire por razón de las funcio-
nes ejercidas por éste en el seno del G.C.D.R., que Charrière responderá a
la circular que el G.P.D.G. publicará el 26 de junio de 1938 bajo la firma de
su Gran Prior, Camille Savoire, a fin de protestar ciertamente contra éste
acto, pero sobre todo para demostrar la imposibilidad, de la creación en el
seno del Gran Oriente de Francia de un Gran Directorio Rectificado, crea-
ción calificada por el G.P.D.G. de decisión «irregular, desaprobada por la

. 301 .
tado relativamente improductivo puesto que el mismo Sa-
voire reconocía haber modificado su criterio y convicciones
con el transcurrir del tiempo y sus circunstancias, lo que le
permitió progresar claramente en la cuestión de la regulari-
dad y la legitimidad del Régimen y de su relación con las
Obediencias.
Camille Savoire estaba pues fundamentado en sostener lo
mismo que escribió el G.P.I.H. al Hermano Charrière en
1938, y del que no dudó en reproducir su tenor en un texto
publicado en la Chaine d’Union:
§ A) De hecho el Régimen Escocés Rectificado cesó en
Francia, cuando en 1830 la última Provincia cedió sus
derechos al Gran Priorato de Helvetia, siendo éste el úni-
co que detenta los poderes regulares para crear nuevas
Prefecturas o despertar antiguas.
§ B) Los derechos del Gran Oriente se sustentan hoy úni-
camente sobre sus propias declaraciones. Pero nuestro
Directorio no ha querido, actualmente, pronunciarse so-
bre este extremo. Ya que en la práctica, sus derechos, en
el caso que realmente lo fueran, a pesar de todo sólo
pueden ser ejercidos con la colaboración de un Gran
Priorato y Prefecturas regulares. Línea de conducta que
no podemos compartir y que ha sido la del Gran Colegio
de Ritos y de nuestros HH. franceses que nos han llega-
do para hacerse iniciar en Ginebra.

única organización cualificada para hablar en nombre del Rito Rectificado»


(Cf. Lettre Circulaire de la Grande Chancellerie du Grand Prieuré des Gau-
les, 26 juin 1938), y volviendo, una vez más en conclusión de su Notice
Historique, sobre el argumento que hay más de un problema de fondo que
ha motivado la redacción de la obra crítica de Louis Charrière: «Cómo ex-
plicar que el Gran Priorato de las Galias haya sacrificado su independencia
en provecho de otra Obediencia francesa (…). La afiliación de miembros
del Gran Priorato presidido por el H. Savoire a la Gran Logia de Francia
prueba, por sí sola, que los motivos argüidos para darse de baja del Gran
Oriente de Francia «porque su conciencia y dignidad no les permitían
permanecer en él por más tiempo», no eran más que un pretexto para libe-
rarse de las obligaciones libremente contraídas con una Obediencia que
había dejado de gustarles.» (Ibid. págs. 85-86).

. 302 .
§ C) En Francia, hemos transmitido nuestros poderes al
Gran Priorato de las Galias y a nuestro H. Camille Savoi-
re. Este Priorato es pues el único regularmente instalado,
siendo a él a quien debe ser solicitada la instalación re-
gular de una Logia de San Andrés.
§ D) Os pedimos pues de este mismo momento que dejéis
de usar vuestra calidad de C.B.C.S. del Gran Priorato de
Helvetia, que habéis deseado conservar, para favorecer
la creación de un organismo irregular y Logias de San
Andrés manifiestamente irregulares. Por otra parte, os
recordamos que vuestro juramento como C.B.C.S. os im-
pone una gran prudencia y deberes hacia las autoridades
del Régimen Escocés Rectificado353.»
IV. LAS CONSECUENCIAS DE UNA INCOMPRENSIÓN DE DERECHO
DEL RÉGIMEN

Sin embargo, Louis Charrière, llevando más lejos su posi-


ción, llegó hasta escribir, poniendo en duda la entrega de
poderes de las Provincias francesas al G.P.I.H.: «Incluso si la
entrega de poderes hubiera sido real, en todo caso sería nula
de pleno derecho, puesto que éstas provincias no podían en-
tregar, sin consentimiento del Gran Oriente poderes que no
estaban en su derecho disponer: no se puede ceder aquello
que no se posee. Esta es la ley y el derecho».354
Podemos mesurar, tras la lectura de éstas líneas, no sola-
mente el carácter absolutamente exorbitante del derecho de
posesión del Gran Oriente, revindicado por Charrière, sobre
el Rito Escocés Rectificado, sino sobre todo la consecuencia
extrema de tal reivindicación, puesto que viene a desposeer
a los Directorios de las Provincias rectificadas de su derecho
objetivo, autoridad histórica y poder jurídico formal sobre el
Régimen.
He ahí pues, en realidad, hasta donde puede conducir un
equívoco inexacto conjugado con un evidente desprecio so-

353 Decisión del G.P.I.H., tomada en enero de 1938, notificada el 21 de enero


de 1938 al Gran Priorato de las Galias, in La Chaîne d’Union, 1938.
354 L. Charrière, op. cit., pág. 54.

. 303 .
bre el derecho y un desconocimiento de la forma organizati-
va histórica del Régimen Rectificado.
El Hermano Kunding, Gran Canciller del Directorio del
Gran Priorato de Helvetia, tenía razón al escribir al H. Louis
Charrière, poniendo a Camille Savoire como destinatario de
su carta, algunas líneas definitivas que resumirían perfecta-
mente el fondo del problema promovido por el autor del
opúsculo: El Régimen Escocés Rectificado y el Gran Oriente
de Francia publicado en 1938 después de la creación del
Gran Priorato de las Galias: «Consideráis que el G.O. posee
el Régimen Rectificado, ningún tratado no dice esto. El G.O.
quizá tenga de antaño un tratado con nuestras Provincias
francesas para que sus Logias azules pudieran trabajar el Ri-
to Rectificado. (…) En todo caso, el hecho que al entrar en
sueños éstas Provincias hayan entregado sus poderes al
Gran Priorato de Helvetia y no al G.O. viene a demostrar
que éste último no tiene ningún derecho sobre ellas.»
Y ésta última y pertinente observación: «el hecho que al
entrar en sueños éstas Provincias hayan entregado sus pode-
res al Gran Priorato de Helvetia y no al G.O. viene a demos-
trar que éste último no tiene ningún derecho sobre ellas»
bastaba en efecto para disipar cualquier género de dudas.

III. El devenir del Consejo General de la


Orden en el siglo XX

El Consejo General de la Orden, creado a iniciativa de los


suizos, se constituyó después de la reunión de la reunión
habida entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre de 1956 en
Ginebra, bajo la forma de un Convento internacional de es-
tudios, teniendo por intención redefinir un Estatuto común
que se pudiera aplicar al conjunto de Grandes Prioratos Rec-
tificados y contemplar en consecuencia de nuevo una Gran
Maestría General, vacante después del deceso de Charles de
Hesse en 1836, y ello con el fin de unificar la Orden. El Con-

. 304 .
sejo General se constituyó realmente en Zurich en 1958 y
perdurará durante bastantes años, reuniéndose en septiem-
bre de 1960 en Neuilly, en octubre de 1973 en Lyon, luego de
nuevo en Neuchâtel en septiembre de 1976, en Zurich en
septiembre de 1979, celebrándose el 200 aniversario de la
fundación del G.P.I.H., a la siguiente ocasión en Paris en
1982 en ocasión de los 200 años de Wilhelmsbad, Bruselas en
noviembre de 1983 y Ginebra en 1985. A causa de la evolu-
ción en la vida de los Grandes Prioratos, el Consejo General
atravesará situaciones en ocasiones complejas, y que se ten-
sarán por razón de divergencias claras a propósito de las
concepciones del Régimen que respectivamente se hacían los
dos principales Grandes Prioratos, o sea el G.P.D.G. para
Francia y el G.P.I.H. para Suiza. Las dos sensibilidades se
repartían, entre un apego relativamente fiel a la tradición de
la Orden por parte del lado francés, ante una voluntad de
modernización por parte del lado suizo que no quería ese re-
torno a los rituales de origen.
Una crisis real apareció en 1988 que no hizo más que cre-
cer y endurecerse durante la reunión de Bruselas en 1989,
poniendo de manifiesto dos visiones totalmente divergentes
y casi inconcebibles. En Estrasburgo, en abril de 1990, las co-
sas se distanciaron todavía más, pronunciándose formula-
ciones, cuando menos poco afortunadas que no facilitaron
en absoluto el apaciguamiento y la quietud de los espíritus.
Se rozó la ruptura entre el G.P.D.G. y el G.P.I.H. El Consejo
General se reunirá una vez más en Estrasburgo en 1991 en el
transcurso de cuya reunión el Gran Priorato de Bélgica, pro-
pondrá sabiamente, por tratar de poner fin a la «querella de
los rituales», que cada Gran Priorato pueda tener la elección
de optar de acuerdo a su modo de ver sobre ésta cuestión,
pidiendo el G.P.D.G. por su parte a que se pusiera término a
los privilegios de los que se beneficiaba el G.P.I.H., privile-
gios que ya no tenían razón de ser después del despertar
completo del Régimen.
Los debates se prolongaron, particularmente sobre las ex-
presiones relativas al artículo I de la Constitución, o «Cris-

. 305 .
tianismo», defendido por el G.P.D.G. y el G.P.D.B., en oposi-
ción a la modalidad «espíritu del Cristianismo», menos pre-
ciso, al igual que «creencia en Dios» (G.P.D.G. y G.P.D.B.),
ante «creencia en un Ser Supremo» que proponía el
355
G.P.I.H. Pero una cierta intransigencia por parte de Suiza,
que rechazó hacer la menor concesión, junto al proyecto de
restablecimiento del cargo de Gran Maestro General prove-
niente del Gran Canciller Marius B. Eq. a Bona Fide, pro-
puesta del todo no bien recibida en la atmósfera del momen-
to, hizo que se generaran todavía otras complicaciones.
Finalmente, a la vista que la reunión inicialmente prevista
para otro Convento General en diciembre de 1991 no pudo
tener lugar a causa de ésta serie de desencuentros, en enero
del año 1992, el Gran Prior de Bélgica, Pierre N., Eques a
Jumento Resurgente, con un gran sentido de la prudencia,
propuso poner término hasta nueva orden, a la existencia

355Las diferentes versiones del Artículo I:


1953: «La Orden tiene por objetivo el mantener y fortificar, tanto entre
aquellos que la componen como en el seno de las Logias Masónicas, los
principios que son su base, a saber: la adhesión al espíritu del cristianismo
y la fe en un Poder Supremo expresado bajo el nombre de G.A.D.U.»
(Constitución y Estatutos de la Orden. Capítulo primero, Del Objetivo de
la Orden. Artículo primero.- Adoptado en sesión general del Gran Capítu-
lo Helvético, el 22 de marzo de 1953).
1958: La Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa es una
Orden de Caballería, cuyos miembros son escogidos en la Francmasonería
universal. Tiene por base la fe en un Poder supremo designado en los Ritos
bajo el vocablo de Gran Arquitecto del Universo y la adhesión al espíritu
del Cristianismo. (Constitución de la Orden de los Caballeros Bienhechores
de la Ciudad Santa decretada en el Convento General de Zurich, tenido en-
tre el 12 y el 14 de septiembre 645/1958).
1969: «La Orden tiene por objetivo mantener y fortificar, tanto entre aque-
llos que la componen como en el seno de las Logias Masónicas, los princi-
pios que son su base: La adhesión al espíritu del Cristianismo y la fe en un
Poder Supremo designado bajo el nombre de Gran Arquitecto del Univer-
so.» (Constitución y Estatutos de la Orden. Capítulo primero, Los objetivos
de la Orden. […] Estatutos aprobados y adoptados por el Directorio y el
Gran Capítulo Helvético, en Zurich, el sábado 12 de noviembre de 1960.
[…] Homologados por el Convento General de la Orden en Ginebra, el 17
de mayo de 1969).

. 306 .
del Gran Consejo General, idea que obtuvo el favor del
G,P.D.G. y a la que como mínimo no se opuso el G.P.I.H.
Algunas tentativas de reconstitución tuvieron lugar tiempo
después sin que llegaran a materializarse. Walter Hess, tenía
pues razón al escribir: «No parece imposible, que en un fu-
turo más lejano, los Grandes Prioratos se aproximen de nue-
vo y alcancen una colaboración más eficaz y fraternal.»356

IV. Los Grandes Prioratos Rectificados


franceses en el siglo XX

Han pasado afortunadamente los tiempos, en que el


G.P.D.G. hablaba de «Grandes Prioratos rivales» para evocar
la diferente composición de la familia rectificada 357 . La rica
arborescencia actual, es a sus ojos, fruto de la historia, y en
este sentido, debe dar lugar a una comprensión desprovista
de espíritu conflictivo y deseoso de obrar realmente por el
bien de todos aquellos, que con verdadero deseo, buscan
sinceramente confiando en el Régimen Rectificado para
avanzar hacia la Luz. Sin embargo, no sirve de nada ocul-
tarnos que éstas creaciones plantean ciertos problemas deli-
cados desde un punto de vista de los principios de la Or-
den358 , pero tampoco sirve de nada ignorar que todas ellas

356 W. Hess, Chevaliers et Franc-Maçons, Approche contemporaine du Rite

Écossais Rectifié, op. cit, pág. 181.


357 Cf. J. Baylot, Histoire du Rite Écossais en France au XXe siècle, op. cit.

págs. 65-68.
358 De acuerdo al Código de las Logias Reunidas y Rectificadas de 1778, es

el Gran Directorio Nacional, presidido por el Gran Maestro Nacional ro-


deado de los Administradores de las Provincias, de quien emana toda au-
toridad en el seno de una Nación: «El Gran Directorio Nacional esta presi-
dido por el Gran Maestro Nacional, y compuesto por tres Administradores
de las provincias, siete Presidentes de los Directorios de Francia y ocho ofi-
ciales nacionales. Estos últimos tienen cada uno su departamento particu-
lar.» (Cf. Código de las Logias Masónicas Reunidas y Rectificadas de Fran-
cia, Capit. I, 1778). Además, y según los principios definidos por el mismo

. 307 .
responden a necesidades que tuvieron en su momento, sus
razones propias sobre la legitimidad —razones sobre las que
podríamos glosar— pero que tienen también el inmenso mé-
rito de testimoniar, cada una según su sensibilidad, la vitali-
dad de la tradición willermoziana, y deben aunque solo sea
por esto ser respetadas.
Una cosa es cierta, y es la única que debe contar: todos es-
tos Grandes Prioratos encuentran su origen en la línea «he-
reditaria» del despertar emprendido en el siglo XX por los
Hermanos Ribaucourt, Bastard y Savoire, despertar que lo-
grará la reconstrucción completa del Régimen cuando la
constitución del Gran Priorato de las Galias, en marzo de
1935, acto de redificación que participa de un aspecto provi-
dencial de la historia.
En este sentido, bajo los auspicios del gobierno temporal
de la Providencia, convencidos que todo está dirigido secre-
tamente, como escribía con pertinencia Eques Josephus a
Floribus, por «un espíritu rector, que anima como el alma
anima el cuerpo y que produce la muerte cuando se retira»
(O.C. t. XI, pág. 199), la historia debe pues iluminarse con un
nuevo día, estando convencida que cada establecimiento ha
recibido, y recibe todavía de manera compartida, su validez
directamente de lo invisible, bajo reserva evidentemente que
todos aquellos salidos del despertar del Rectificado en el si-
glo XX y situados en la continuidad de su línea «hereditaria»
—y todos lo son en mayor o menor grado— hayan guardado

Código, los Grandes Prioratos reciben sus patentes del Gran Maestro Na-
cional elegido en Convento presidido por el Maestro Provincial de Auver-
nia: «El Gran Maestro Nacional es elegido en Convento mediante la plura-
lidad de sufragios por los Maestros Provinciales, Grandes Priores, Visita-
dores & Prefectos de las provincias reunidas, presidido ad hoc por el
Maestro provincial de Auvernia. El Gran Maestro nacional expide en su
consejo las patentes a los Maestros provinciales & consejeros nacionales. El
Gran Maestro nacional proclama & registra en su consejo todas las Prefec-
turas nuevas, & hace inscribir en el cuadro general de Logias regulares del
reino, las Logias constituidas por los Directorios Escoceses.» (Cf. Código
General y Reglamentos de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la
Ciudad Santa, Título 5, Artículo II)

. 308 .
fidelidad, respeto y en la medida de lo posible, la práctica de
los Códigos que rigen el Régimen desde 1778, únicas condi-
ciones imprescindibles de la autenticidad y validez de los
trabajos.
I. EL GRAN PRIORATO DE FRANCIA (1962)
Hemos señalado la escisión que se produjo en febrero de
1958 en el seno de la G.L.N.F., dando lugar al nacimiento de
la G.L.N.F.-Opera, que en su ruptura, arrastró como conse-
cuencia a las Logias de San Andrés de las que dependían a
su vez Logias azules de distintos talleres. Así, Le Centre des
Amis, Les Philadelphes y Les Amis Bienfaisants, constituye-
ron el 13 de febrero de 1959 con el fin de proseguir sus traba-
jos, un «Gran Colegio Escocés Rectificado de San Andrés»
cuya presidencia fue confiada a René Wibaux.
Este último, un tanto olvidado, tuvo un recorrido más que
curioso puesto que habiendo participado en sus comienzos
de la vinculación en 1937 de las Logias de la Gran Logia Es-
cocesa Rectificada a la Gran Logia de Francia, más tarde so-
lidarizándose por un corto espacio de tiempo después de la
guerra en 1947 con la reanudación de actividades del
G.P.D.G., se apartó inmediatamente del mismo solicitando,
un poco por provocación un cargo «honorario», a la vez que
dejaba de pagar sus cotizaciones lo que obligó a la Obedien-
cia a irradiarlo por falta de pago. Pierre de Ribaucourt, a la
cabeza del movimiento de ruptura de 1958 con la G.L.N.F.,
se encontró con René Wibaux que presumía del título de
«Regente del Rito Escocés Rectificado», título sin valor al-
guno otorgado el 3 de febrero de 1938 por el Supremo Con-
sejo de la G.L.D.F. después de la integración de las 5 Logias
de la Gran Logia Rectificada en la Gran Logia de Francia. Es
a partir del encuentro entre Ribaucourt y Wibaux que se ela-
borará la idea del nuevo Gran Priorato.
El 15 de octubre de 1960, elevadas a la categoría de Enco-
miendas, las Logias Le Centre des Amis, Les Philadelphes y
Les Amis Bienfaisants constituyeron una Prefectura de Neu-
stria teniendo por Prefecto al Hermano Albert Hermand. El

. 309 .
16 de junio de 1962, ésta Prefectura de Neustria se «desdo-
blará» en dos Prefecturas, una de Flandes en Lille, y la otra
de Neustria en París, condiciones que se juzgarán como sufi-
cientes para la creación del Gran Priorato de Francia
(G.P.D.F.), cuyo primer Gran Prior fue precisamente René
Wibaux, quien poco después, entregó su cargo a Pierre de
Ribaucourt.
Desde entonces, el Gran Priorato de Francia trabaja, como
es normal, en estrecha relación con la G.L.N.F.-Opera, ri-
giendo las Logias de Maestro Escocés de San Andrés y la
Orden Interior del Rectificado. Este Gran Priorato, por una
reciente reorganización, ha dado lugar el 8 de enero de 1994
a la Provincia de Auvernia359.
II. EL GRAN PRIORATO INDEPENDIENTE DE LAS GALIAS (1965)
El nacimiento del Gran Priorato Independiente de las Galias
(G.P.I.D.G.) en 1965, forma parte de otro movimiento, de al-
gún modo vecino al de los Hermanos de la G.L.N.F.-Opera,
si bien, diferente en sus orígenes pero no en sus intenciones.
En efecto, la Convención firmada entre el G.P.D.G. y la
G.L.N.F. en 1958, no recibió la aprobación de todos los Her-
manos, en particular la de los de la Logia Flandres que se
distinguía por un reclutamiento abierto al conjunto de Obe-
diencias francesas y que consideraba no haber sido suficien-
temente consultada con anterioridad a la conclusión de los
acuerdos bilaterales. En el Convento del G.P.D.G. en París,
los días 23, 24 y 25 de septiembre de 1960, el Hermano Louis
Didier, a la sazón Prefecto de Flandres, había expresado vi-

359El 19 de junio de 1982, y en el transcurso de un Convento, en el mismo


año en que la Obediencia celebraba el bicentenario de Wilhelsmbad en los
mismos lugares en que se había desarrollado en 1782, se renovó un acuer-
do entre el G.P.D.F. y la G.L.N.F.-Opera –que había modificado su nombre
el 9 de enero por Gran Logia Tradicional y Simbólica Opera (G.L.T.S.O):
«Las dos potencias masónicas entienden conjugar sus esfuerzos por pro-
mover la práctica del R.E.R. en toda su autenticidad y el respeto por las re-
glas instauradas desde el origen del Régimen, en particular por el Conven-
to de Wilhelmsbad en 1782».

. 310 .
gorosamente, su rechazo a las disposiciones de la Conven-
ción que prohibían a las Logias del 4º Grado del G.P.D.G. re-
cibir a Hermanos Maestros que no fueran miembros de la
G.L.N.F. De este rechazo categórico, nació en Lille la idea de
erigir otro Gran Priorato, del que se empezó a redactar la
Carta constitutiva. Este proyecto de Carta, que recordaba
que las decisiones de la Convención de 1958 fueron toma-
das, según los de Lille, sin «consulta previa», fue transmitida
a André Moiroux el 8 de mayo de 1961360 .
A pesar de ésta situación de crisis, el G.P.D.G., por un de-
seo de conciliación, continuó armando C.B.C.S. a los Escude-
ros Novicios procedentes de la Prefectura de Flandres, sin la
condición de pertenencia a la G.L.N.F., y ello continuó hasta
el año 1964, lo que constituía una actitud que ponía al Gran
Priorato de las Galias en entredicho con las disposiciones
firmadas con la G.L.N.F. en 1958. Cansado el G.P.D.G. del
obstinado y reiterado rechazo por parte de la Prefectura de
Flandres a respetar las reglas suscritas en la Convención, el
14 de octubre de 1965, depondría de su cargo a René Rucart,
Prefecto de Flandres. Este, lejos de aceptar la destitución y
retirarse, tomó la iniciativa de la creación de un «Directorio
provisional del Rito Rectificado en Francia», organismo que
haría llegar el 30 de noviembre una carta circular a todos los

360Este proyecto entregado a Moiroux decía en substancia: «Resulta de to-


dos los documentos consultados, que la Constitución, que es el conjunto de
leyes que determinan la naturaleza y las funciones del poder, el conjunto
de derechos y deberes de los Cab., no puede ser modificada sino después
del estudio de las modificaciones propuestas, por las encomiendas y pre-
fecturas y aprobada por un Convento Nacional, por la unanimidad de vo-
tos. Ahora bien, en 1958, sin ninguna consulta previa, el Directorio ha to-
mado decisiones que han modificado fundamentalmente la Constitución
en vigor. Es así que el Directorio, sin haber sido mandatado, ha decidido
que el reclutamiento de los Maestros Escoceses se haría exclusivamente en-
tre los M.M. pertenecientes a la G.L.N.F. Que los M.E.S.A., los E.N. y los
C.B.C.S. consagrados o armados por los Grandes Priores Savoire, Rybinski
y Moiroux, no pueden asistir a las Tenidas de sus logias encomiendas y
prefecturas si no pertenecen a la G.L.N.F. Por este hecho el Gran Priorato
ha dejado de ser independiente; se ha convertido en satélite de una Obe-
diencia…»

. 311 .
Caballeros del G.P.D.G., y a algunos otros vinculados al
G.O.D.F. y a la G.L.N.F.-Opera, y el 12 de diciembre de 1965
constituiría el «Gran Priorato Independiente de las Galias»,
situado bajo la presidencia de René Rucart, con sede social
en la ciudad de Lille361 .
III. LOS GRANDES PRIORATOS UNIDOS DE LAS TRES PROVINCIAS
(1974)
En 1968, René Guilly-Désaguliers (1921-1992), uno de los
pioneros de la escuela de historiografía masónica, de deno-
dado ánimo, erudito, buscador infatigable, que tuvo especial
cuidado en remitirse a los textos originales para mejor en-
tender y comprender las fuentes de la masonería, sumer-
giéndose en los documentos fundadores que supo descifrar
con paciencia y rigor, transcribiendo los elementos funda-
mentales útiles al conocimiento, se separaría de la Gran Lo-
gia Nacional Francesa – Opera para fundar una nueva Obe-
diencia, la Logia Nacional Francesa (L.N.F.).
Esta Logia Nacional Francesa, concebida como una Fede-
ración de Logias y Ritos, se distinguiría muy rápidamente
como un lugar dedicado al estudio y la práctica fiel de los
362
Ritos , tomando la iniciativa de poner en marcha, en enero
de 1970, una revista de gran calidad, la Renaissance Tradi-
tionnelle, que tomó por emblema un ave querida por el Ré-
gimen Rectificado, el Fénix, y cuyo aporte y valor resultan
incomparables en el seno del mundo masónico francófono.

361 Teniendo solamente en su origen una Logia de San Andrés, Flandres en

Lille, al G.P.I.D.G. se le unieron tres Logias Escocesas de la G.L.N.F.-Opera:


Jean-Théophie Désaguliers en París, Côte d’Azur-Marcel Reboul (Proven-
za) y James Anderson en Flandes.
362 A señalar en la L.N.F., sus Logias de Estudio e Investigación, que se han

convertido en lugares por excelencia del trabajo histórico de ésta Federa-


ción, como es el caso de la William Preston dedicada a la tradición masóni-
ca inglesa, la Louis de Clermont que trabaja en las fuentes de la Masonería
francesa, y la Le Vray Désir sobre las fuentes del Régimen Escocés Rectifi-
cado.

. 312 .
En prolongación de la nueva L.N.F., se edificará un nuevo
Gran Priorato, bautizado con un nombre plural en la preo-
cupación que se correspondiera con la organización histórica
del Régimen cuando el Convento de las Galias de 1778,
agregándole organismos rectificados (Gran Priorato de Neu-
stria, Gran Priorato de Aquitania y de Bretaña), salidos del
Gran Priorato Independiente de las Galias y del Gran Priora-
to de las Galias: los Grandes Prioratos de Neustria, de Aqui-
tania y de Bretaña: el «Gran Priorato de Neustria (salido del
Gran Priorato Independiente de las Galias en 1967) y el Gran
Priorato de Aquitania (salido del Gran Priorato de las Galias
en 1935), organismos que respetando circunscripción geo-
gráfica de la Matrícula del Régimen de 1778, fueron creados
en 1974.»363
IV. EL GRAN PRIORATO REFORMADO Y RECTIFICADO DE OCCI-
TANIA (1995)

En 1995, un grupo de Caballeros Bienhechores de la Ciudad


Santa del Gran Priorato de las Galias, así como Hermanos
pertenecientes a las Logias Verdes y azules del Régimen
Rectificado, estando estas últimas situadas bajo la autoridad
de la G.L.N.F., decidieron, con el fin de conservar el espíritu
que Jean Granger, Eq. a Rosa Mystica, antiguo Gran Maestro
y Gran Prior del G.P.D.G., había insuflado a la Orden duran-
te el ejercicio de su cargo, decidieron constituirse en Gran
Priorato, reivindicando para sí la IIIª Provincia de Occita-
nia364 . Esta última Provincia, instalada por Weiler en 1774, se
extinguió incluso antes de la Revolución, puesto que el Gran
Capítulo de Occitania al parecer cesó sus actividades hacia
1784 por razón de las luchas entre Burdeos, Toulouse y

363 Cf. Alain Bernheim, Camille Savoire et le Régime Écossais Rectifié, Re-
naissance Traditionnelle, nº 45, 1981.
364 El 4 de abril de 1974, se había despertado en el transcurso de una cere-

monia que se desarrolló en Cenon, por decisión anterior del M.R. Gran
Prior del G.P.D.G., Antonin Wast y del Gran Canciller Jean Baylot, la Pre-
fectura de Occitania, incluyendo las Encomiendas de Guayana y Langue-
doc. (Cf. Les Cahiers Verts nº 4, ancienne série, 195, págs. 71-72).

. 313 .
Montpellier, y sobre todo por el rechazo por parte de Occi-
tania de aceptar las decisiones de Wilhelmsbad, lo que re-
cordaba Willermoz en su carta a Charles de Hesse de 10 de
septiembre de 1810: «[el Directorio] de Occitania en Burdeos
dejó de existir incluso antes de la Revolución. Vista su obsti-
nación, en el sistema de restauración de la Orden del Temple
y su rechazo de aceptar las decisiones del Convento General,
todos sus derechos de capítulo y Directorio provincial se
transfirieron, a partir de 1814, al Capítulo prioral de Septi-
mania en Montpellier, conforme a lo estipulado en el con-
vento general.»
Así pues, bajo el nombre de ésta IIIª Provincia, trabaja
desde 1995 un Gran Priorato Reformado y Rectificado de
Occitania, acompañado de una Gran Logia Escocesa que
administra los grados azules, dirigida por un Maestro Gene-
ral de las Logias de San Juan, a su vez bajo la autoridad del
Maestro Provincial de Occitania.
Fiel a los principios expresados en los Códigos de 1778, el
G.P.R.R.O. ofrece el ejemplo de un Gran Priorato atento en
mantener un funcionamiento puramente rectificado en su
vinculación al «espíritu del cristianismo», acogedor y abierto
a los Hermanos no pertenecientes necesariamente a la Gran
Logia Escocesa Reformada y Rectificada de Occitania 365.
V. EL GRAN PRIORATO INDEPENDIENTE DE FRANCIA (1998)
Resulta bastante paradójico que el Gran Priorato Indepen-
diente de Francia, constituido después de una reforma del
Gran Colegio de Ritos del Gran Oriente de Francia en 1998,
sea el último en figurar en esta evocación de los principales
Grandes Prioratos franceses constitutivos de la familia recti-
ficada contemporánea desde el despertar del Régimen,
mientras que es el único, juntamente con el Gran Priorato de

365Después de haber firmado un Tratado de amistad con el Gran Campa-


mento of the Knight Templars of the United States of America, el 1º de di-
ciembre del 2010, el G.P.R.R.O. se sitúa en el origen de la constitución, el 28
de enero del 2011, de una XIª Provincia Rectificada en los Estados Unidos
de América.

. 314 .
las Galias, en compartir una historia que se remonta al siglo
XVIII, por razón de los Tratados de Unión firmados entre el
G.O.D.F. y los Directorios de las IIª, IIIª y Vª Provincias. Esta
historia común es tanto más íntima con el G.P.D.G., ya que
los Hermanos que participaron en la reconstrucción del Ré-
gimen desde 1910 provenían todos del Gran Oriente de
Francia, siendo Camille Savoire, el primer Gran Maestro y
Gran Prior del G.P.D.G., que había ejercido igualmente el
cargo de Gran Comendador del Gran Colegio de Ritos de
1923 a 1935.
Por otra parte, y más allá de las interpretaciones relativas
al contenido efectivo de los Tratados históricos que ligaron
al G.O.D.F. y los Directorios Rectificados en 1776, 1781 y
1811, es evidente que no se puede llegar a entender nada de
lo que fue la extraordinaria empresa de redificación del Ré-
gimen en el último siglo, sin un atento conocimiento de los
diversos momentos de la relación mantenida, a partir de
1910, entre el G.P.I.H. y el G.O.D.F.366
Ciertamente, si bien la constitución del G.P.D.G. efectuada
en marzo de 1935, en tanto que potencia rectificada autóno-
ma restablecida en sus atribuciones completas sobre el Ré-
gimen del siglo XVIII, por parte del Directorio de Ginebra,
depositario de los poderes de las IIª, IIIª y Vª Provincias de
la Orden, ha podido provocar dificultades y crispaciones
obedienciales en la medida que el proyecto madurado por
Hermanos del Gran Oriente de Francia no pudo llevarse a
cabo en su seno por razones que mejor dejar a la Historia,
los lazos de fraternidad sincera y profunda predominaron
entre los Hermanos, que después de haber vivido juntos ésta

366El G.O.D.F., no lo olvidemos, en razón de un Tratado firmado el 15 de


abril de 1911 en París y el 18 del mismo mes en Ginebra, en el que ambas
estructuras se reconocieron como «Potencias soberanas y autónomas» en la
práctica del R.E.R. en su propio territorio, se beneficia de un documento
oficial en el que el G.P.I.H., volverá ciertamente sobre este mismo Tratado
denunciándolo y rompiéndolo el 29 de noviembre de 1913, declarando sin
embargo al Gran Oriente, materializado en su Gran Colegio de Ritos, como
«Gran Directorio» del Régimen Escocés Rectificado.

. 315 .
aventura iniciática, compartían un mismo e idéntico interés
respecto al Rito Escocés Rectificado y poseían un recorrido
común. Esto es hasta tal punto cierto, que cuando en junio
de 1938, en el marco de una operación de reorganización del
R.E.R. fue creado en el seno del Gran Colegio de Ritos del
G.O.D.F., el «Directorio Escocés de las antiguas provincias
de Francia», iniciativa que, (precedida por la constitución de
una Regencia Escocesa en el seno del G.C.D.R. entre 1976-
1980, permitiendo a las Logias de M.E.S.A. y a la Orden Inte-
rior integrarse en ésta jurisdicción bajo convención desde
1946 con el G.O.D.F.), prefigurando la creación del Gran
Priorato Independiente de Francia, el 5 de diciembre de
1998, ello se hizo gracias a los C.B.C.S. armados en Ginebra
por el Gran Priorato Independiente de Helvetia, cuando
Camille Savoire ejercía todavía el cargo de Gran Comenda-
dor del G.C.D.R.
Como podemos ver, ésta herencia otorga pues al G.P.I.F.
un lugar particular en el seno de los Grandes Prioratos Recti-
ficados, y explica sin duda por qué, en lo que queda de im-
portante por escribir en la perspectiva futura de desarrollo
del Régimen para el presente siglo, lo que este Gran Priorato
representa, en atención a la relación del G.O.D.F. con la me-
moria de la Reforma de Lyon desde el siglo XVIII, le confiere
un papel único y singular.
No sabríamos como completar este apartado sin señalar,
por justicia, la constitución poco después de la denuncia uni-
lateral en junio del 2000 por parte de la G.L.N.F. de los
acuerdos que la ligaban para la práctica del Rectificado con
el G.P.D.G. desde 1958, de un «Gran Priorato Regular de
Francia» bajo los auspicios de la G.L.N.F., declarado en Pre-
fectura el 22 de julio del 2000367. Por otra parte, hemos de
mencionar que en el 2007, después de la transmisión de los

367Este Gran Priorato, declarado en la Prefectura de Hauts-de-Seine con fe-


cha 22 de julio del año 2000 (cf. J.O.), y domiciliado en «G.L.N.F., 65 Bd.
Bineau en Neuilly-sur-Seine» habría recibido el 8 de junio del 2002, una au-
torización del G.P.I.H., para practicar los 4º, 5º y 6º Grados del Régimen.

. 316 .
Grados de la Orden Interior a las Hermanas de la Gran Lo-
gia Femenina de Francia, vio la luz un Gran Priorato Feme-
nino de Francia.
Finalmente, es importante señalar que el 6 de diciembre
del 2008, en Aviñón, en la sala del Cónclave del Palacio de
los Papas, el Gran Priorato Independiente de Francia, la
Provincia de Auvernia, los Grandes Prioratos Unidos de las
Tres Provincias y el Gran Priorato Escocés Reformado y Rec-
tificado de Occitania, en presencia, en tanto que observado-
res invitados, de dos Grandes Dignatarios del Gran Priorato
de las Galias, fue firmado un «Protocolo de Buena Conduc-
ta» acompañado de una «Carta de Referencia común en la
práctica del Rito Escocés Rectificado» detallando en tres
puntos los principios que las potencias signatarias «estiman
comunes concerniente a los valores y la espiritualidad de las
que son portadoras».368
*
Se impone pues una constatación, después de este examen
de lo que son y de donde provienen los diferentes Grandes
Prioratos constituidos en paralelo al Gran Priorato de las Ga-
lias después de 1935, y ésta es la extrema diversidad actual
de la expresión rectificada para una Orden que puso especial
énfasis en el siglo XVIII en codificar su práctica y la edifica-
ción de sus establecimientos con vistas a su «unidad»369. Pe-
ro debemos considerar así mismo que las Provincias de la
Orden, según el Código General de 1778, poseen igualmente
su unidad, no por el solo hecho de su armonía estructural,
sino formando también un «cuerpo nacional» en razón de su

368 Cf. Protocole de Bonne conduite et charte signés le 6 décembre 2008 en


Avignon.
369 En efecto, según el Código de los C.B.C.S. de 1778, a cada Provincia de-

bería corresponderle un solo y único Gran Priorato: «Las Provincias refor-


madas de acuerdo al nuevo rito, están divididas en Grandes Prioratos.»
(Título III, art. 3, Código General y Reglamentos de la Orden de los
C.B.C.S., 1778).

. 317 .
común pertenencia lingüística constituyendo «la nación o la
lengua francesa».370
Esperemos pues que la Divina Providencia, que sabe cómo
actuar para que la «tensión hacia la Unidad» que caracteriza
la aspiración espiritual del Régimen sea una día realidad,
haga que de ésta natural «unidad nacional lingüística» ya
existente, se acceda al «cuerpo nacional» de la Orden ha-
blando la misma lengua y sobre todo con una sola voz, con-
servando constantemente presente ésta regla, que sin duda,
podría servir de hilo de Ariadna y revelarse preciosa en este
camino común de la «nación» rectificada francófona en di-
rección a la Unidad del Régimen: «Guardemos nuestras Or-
denes transmitidas por la Divina Providencia como un tes-
timonio de nuestras empresas y continuemos erigiendo la
Orden sobre sus fundamentos…»371

370 «AQUELLAS de estas provincias cuya competencia territorial esté


reunida por entero, o en su mayor parte bajo un mismo dominio, forman
un cuerpo nacional para modificar las leyes generales de la Orden según
las de su patria, cuya estricta observancia es el primer deber de los Caballe-
ros. Bienhechores; lo que forma la división de la Orden, en naciones & en

lenguas. Es así que las provincias de Auvernia, Occitania & la de Borgoña


forman la nación en lengua francesa.» (Ibid.)
371 Bruno i. O. Eques ab Ardenti Corde , Saint Michel 2007.

. 318 .
V. Esquema de las filiaciones de los Gran-
des Prioratos Rectificados Franceses

. 319 .
VI. Sumarios de los Cahiers Verts, de los
núms. 1 al 13, antigua serie (1970-1993); Nú-
mero Fuera de serie (2005), y números del 1
al 6 de la nueva serie (2006-2011)

ANCIENNE SERIE (1970-1993), Nº 1 AL 13


BOLETIN Nº 1 – 1970
Le Rite Écossais Rectifié (El Rito Escocés Rectificado):
 Dans l’institution Maçonnique par Jean Granger
En la institución Masónica por Jean Granger
 Dans la spiritualité de l’Ordre par Jean Baylot
En la espiritualidad de la Orden por Jean Baylot
BOLETÍN Nº 2 – 1970
 Templiers et Franc-Maçons par Paul Naudon
Templarios y Francmasones por Paul Naudon
 Landmarks, pierre d’assise de la totalité maçonnique par Jean
Baylot
Landmarks, piedra fundamental de la totalidad masónica por Jean
Baylot
BOLETÍN Nº 3 – 1971
 Introduction à l’étude du grade de Maître Écossais de Saint-
André par Jean Saunier
Introducción al estudio del grado de Maestro Escocés de San An-
drés por Jean Saunier
 Une chevalerie pour l’an 2000 par Bernard Guillemain
Una caballería para el año 2000 por Bernard Guillemain
BOLETÍN Nº 4 – 1974
 Quelques aspects symboliques essentiels de l’Ordre du Temple
dans l’oeuvre de René Guénon par Paul Vandorme
Ciertos aspectos simbólicos esenciales de la Orden del Temple en
la obra de René Guénon por Paul Vandorme
 Maçonnerie et spiritualité par Louis Chambon
Masonería y espiritualidad por Louis Chambon

. 320 .
 Vocation lointaine à Bordeaux de la Maçonnerie Rectifié par
Gaston Moyse
Vocación lejana en BUrdeos de la Masonería Rectificada por Gas-
ton Moyse

BOLETÍN Nº 5 – 1980
 Identité et richesses du R.E.R. par Jean Granger
Identidad y riquezas del R.E.R. por Jean Granger
 L’oeuvre de Jean-Baptiste Willermoz par Edmond Mazet
La obra de Jean-Baptiste Willermoz por Edmond Mazet
 Le Temple par Henri Corbin
El Templo por Henri Corbin
 La chevalerie méridionale par Jean-Pierre Lassalle
La caballería meridional por Jean-Pierre Lassalle
 Conférence du Grand Maître et Grand Prieur des Gaules au
Convent international de Zürich
Conferencia del Gran Maestro y Gran Prior de las Galias en el
Convento internacional de Zürich
 In memoriam Julien M. Missak

BOLETÍN Nº 6 -1981
 Le martinisme russe du 18º siècle à nos jours par Daniel Fontaine
El martinismo ruso del siglo 18 a nuestros días por Daniel Fontaine
 La notion de résurrection dans le Régime Écossais Rectifié par
Frédérick Tristan
La noción de resurrección en el Régimen Escocés Rectificado por
Frédérick Tristan
 Points d’histoire et de doctrine par Jean Granger
Puntos de historia y doctrina por Jean Granger
 Saint Hugues 1981 et élections générales.
La San Hugo 1981 y elecciones generales
BOLETÍN Nº 7 – 1985 (EXISTE EDICIÓN CASTELLANA BOLETÍN Nº
1; G.P.D.H.)
 Préambule de Daniel Fontaine
Preámbulo de Daniel Fontaine
 Fête de la Saint-André 1984
Festividad de San Andrés 1984
 Allocution du Grand Maître et Grand Prieur

. 321 .
Alocución del Gran Maestro y Gran Prior
 Étude sur le thème: Meliora Praesumo par Gilles Ducret
Estudio sobre el tema : Meliora Praesumo por Gilles Ducret
 Les Grands Chapitres: 4 décembre 1983 et 12 mai 1984
Los Grandes Capítulos : 4 de diciembre de 1983 y 12 de mayo de 1984
 Les actes du Convent de Wilhelmsbad
Las actas del Convento de Wilhelmsbad
 Présentation par Jean-François Var
Presentación por Jean-François Var
 «Préavis» par Jean-Baptiste Willermoz
«Aviso previo» por Jean-Baptiste Willermoz
 Le Temple de Salomon détruit par Jacques-Noël Pérès
El Templo de Salomón destruido por Jacques-Noël Pérès
 In Memoriam Harald Qvisgarrd (1895-1984)

BOLETÍN Nº 8 – 1986 (EXISTE EDICIÓN CASTELLANA BOLETÍN


Nº2; G.P.D.H.)

 Avant-propos de Daniel Fontaine


Presentación de Daniel Fontaine
 Les éléments de la vie de l’Ordre
Los acontecimientos de la vida de la Orden
 Fête de la Saint-Hugues
Festividad de San Hugo
 Convent Général de l’Ordre (Genève, 21 septembre 1985)
Convento General de la Orden (Ginebra, 21 de septiembre de 1985)
 Fête de la Saint-André
Festividad de San Andrés
 Le réveil du R.E.R. en Italie
El despertar del R.E.R. en Italia
 Les actes du Convent de Wilhelmsbad
Las actas del Convento de Wilhelmsbad
Le «préavis» de Jean-Baptiste Willermoz (suite et fin)
El « anteproyecto » de Jean-Baptiste Willermoz (continuación y fin)
Ébauche du rituel de 4º grade.
Esbozo del ritual de 4º grado.
 Quatre lettres de Jean-Baptiste Willermoz
Cuatro cartas de Jean-Baptiste Willermoz
- Au prince Charles de Hesse (8 juillet 1781)
Al príncipe Charles de Hesse (8 de julio de 1781)

. 322 .
- Au prince Charles de Hesse (12 octobre 1781)
Al príncipe Charles de Hesse (12 de octubre de 1781)
- A un correspondant anonyme (fin del Imperio)
A un corresponsal anónimo (finales del Imperio)
- Au prince Charles de Hesse (10 septembre 1810)
Al príncipe Charles de Hesse ( 10 de septiembre de 1810)
 Le 4ème grade: un ou des rituels? Par Jean-François Var
El 4º grado : ¿él o los rituales ?
 Les travaux des Loges
Los trabajos de las Logias
- La reconstruction du Temple par Edmond Mazet
La reconstrucción del Templo por Edmond Mazet
- La fête renouvellement de l’Ordre par Gilles Ducret
La fiesta de renovación de la Orden por Gilles Ducret
 In Memoriam Yves Marsaudon
 Quelques livres à lire
Algunos libros a leer
 Déclaration des príncipes de l’Ordre
Declaración de principios de la Orden
 Déclaration commune de la G.L.N.F. et du G.P.D.G.
Declaración conjunta de la G.L.N.F. y del G.P.D.G.
 Au sommaire des anciennes numéros
Sumario de antiguos números
BOLETÍN Nº 9 – 1988
 Avant-propos de Daniel Fontaine
Presentación por Daniel Fontaine
 Introduction de Daniel Fontaine
Introducción por Daniel Fontaine
 Les actes du Convent de Wilhelmsbad: Présentation par Jean-
François Var
Las actas del Convento del Wilhelmsbad : Presentación por Jean-
François Var
- Mémoire sur la bienfaisance par Henri de Virieu
Memorandum sobre la beneficencia por Henri de Virieu
- Projet de chapitre pour le nouveau Code maçonnique par Henri
de Virieu
Proyecto sometido a consideración del capítulo para el nuevo
Código masónico por Henri de Virieu
- Préavis par Charles de Hesse

. 323 .
Notificación por Charles de Hesse
- Discours par Ferdinand de Brunswick
Discurso por Ferdinand de Brunswick
 Les travaux des Loges
Los trabajos de las Logias
- Le 2ème tableau du grade de Maître Écossais de Saint André,
travail collectif de la R.L. Saint-André aux Trois Chardons
El 2º cuadro del grado de Maestro Escocés de San Andrés, tra-
bajo colectivo de la R.L. Saint-André aux Trois Chardons
- La Mer d’Airain par Roland Bermann
El Mar de Bronce por Roland Bermann
- Le Nom Divin dans l’Ancien Testament par Gilles Ducret
El Nombre Divino en el Antiguo Testamento por Gilles Ducret
- Le Nom Divin dans le Nouveau Testament par Pascal
Gambirasio
El Nombre Divino en el Nuevo Testamento por Pascal Gam-
birasio
- Le symbolique des nombres au R.E.R. par Jean-Pierre
Blatry
El simbolismo de los números en el R.E.R. por Jean-Pierre
Blatry
- Temple du Coeur, coeur du Temple par Jean-Pierre Schnetzer
Templo del Corazón, corazón del Templo por Jean-Pierre Schnetzer
- L’Apocalypse de Saint-Jean et le 4ème tableau du grade de
Maître Écossais de Saint-André par Gilles Pasquier.
El Apocalipsis de San Juan y el 4º cuadro del grado de Maes-
tro Escocés de San Andrés por Gilles Pasquier
 In Memoriam Marcel Messerli
 Quelques libres à lire… et un à ne pas lire par Daniel Fontaine
et Jean-François Var.
Ciertos libros a leer… y uno a no leer por Daniel Fontaine y Jean-
François Var
 Au sommaire des anciens numéros
Sumario de anteriores ediciones
BOLETINES Nº 10 / 12 – 1992
 Avis au lecteur par Jean-François Var
Advertencia al lector por Jean-François Var
 Introduction de Daniel Fontaine
Introducción por Daniel Fontaine

. 324 .
 La première reunión de la Commanderie De Gaule-Belgique
La primera reunión de la Encomienda de las Galias-Bélgica
- Saint André par Jacques Litvine
La San Andrés por Jacques Litvine
- Introduction à la doctrine du R.E.R. par Jean-François Var
Introducción a la doctrina del R.E.R. por Jean-François Var
 Le Premier Séminaire du R.E.R.: Esquisse d’une histoire du
G.P.D.G. par Edmond Mazet
El Primer Seminario del R.E.R. : Esbozo de una historia del
G.P.D.G. por Edmond Mazet
 A propos de Phaleg par Daniel Fontaine
A propósito de Phaleg por Daniel Fontaine
 Les lumières d’Ordre par Gilles Ducret
Las luces de Orden por Gilles Ducret
 Apocalypse de Saint Jean et Jérusalem céleste par Christian Degny
Apocalipsis de San Juan y Jerusalén Celeste por Christian Degny
 Genèse, édification du Temple et nouvelle naissance par Jean-
François Var
Génesis, edificación del Templo y nuevo nacimiento por Jean-
François Var
 Cosmologie et anthropologie chez Martines de Pasqually par
Edmond Mazet
Cosmología y antropología en Martinez de Pasqually por Edmond
Mazet
 Les sept dernières paroles du Christ par Patrick Marcelot
Las siete últimas palabras de Cristo por Patrick Marcelot
 Le grade de Maître Écossais et les «hauts grades» au 18ème siècle
– un document par Jean-François Var
El grado de Maestro Escocés y los « altos grados » en el siglo die-
ciocho – un documento por Jean-François Var
 Délibération du Directoire écossais (25 avril 1777)
Deliberación del Directorio escocés (25 de abril de 1777)
 Lettre de Jean-Baptiste Willermoz sur le Régime Écossais Recti-
fié (1814-1815)
Carta de Jean-Baptiste Willermoz sobre el Régimen Escocés Recti-
ficado (1814-1815)
 De la structure subtile des Grandes Prieurés rectifiés par
l’Eques a Virgine
Sobre la estructura sutil de los Grandes Prioratos rectificados por
el Eques a Virgine

. 325 .
 Temple du coeur et coeur du Temple (bibliographie) par Jean-
Pierre Schnetzler
Templo del corazón y corazón del Templo (bibliografía) por Jean-
Pierre Schnetzler
 Art de mourir, art de Chevalerie par Pierre Girard-Augry
Arte de morir, arte de Caballería por Pierre Girard-Augry

CUADERNO Nº 13 – 1993
 Avis aux lecteurs par Jean-François Var
Advertencia a los lectores por Jean-François Var
 Introduction de Daniel Fontaine
Introducción de Daniel Fontaine
 La vie de l’Ordre
La vida de la Orden
- Le Directoire National des Loges Écossaises Réunies et Récti-
fiées
El Directorio Nacional de las Logias Escocesas Reunidas y Rectifi-
cadas
- L’Ordre des Chevaliers Bienfaisants de la Cité Sainte
La Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa
- L’Ordre de Malte
La Orden de Malta
- Le Convent Général de l’Ordre des C.B.C.S.
El Convento General de la Orden de los C.B.C.S.
- Le Traité d’amitié avec la Grosse Landesloge d’Allemagne
El Tratado de amistad con la Grosse Landesloge de Alemania
 La vertu chrétienne et maçonnique de la bienfaisance par Gé-
rard Reynaud
La virtud cristiana y masónica de la beneficencia por Gérard Rey-
naud
 Réflexions initiatiques sur le Mont Saint-Michel par Pierre War-
collier
Reflexiones iniciáticas en el Monte Saint-Michel por Pierre Warco-
llier
 La Franc-maçonnerie chrétienne par Jean Reyor
La Francmasonería cristiana por Jean Reyor
 Les orígenes chrétiennes de la Franc-maçonnerie par Gilles Pasquier
Los orígenes cristianos de la Francmasonería por Gilles Pasquier
 Les deux Saints Jean par John T. Lawrence

. 326 .
Los dos San Juan por John T. Lawrence
 L’esprit de la maçonnerie par William Hutchinson
El espíritu de la masonería por William Hutchinson
 Le caractère chrétien de la Franc-maçonnerie rectifié par Jean
Saunier
El carácter cristiano de la Francmasonería rectificada por Jean
Saunier
 Homenaje al R.P. Riquet
 Homenaje al R.P. Seynhaeve
 Homenaje a Jacques Revuz
 Notas de lectura

NUMERO FUERA DE SERIE – 2005


Les Actes du Convent de Wilhelmsbad, présentés par Jean-François Var
Las Actas del Convento de Wilhelmsabd, presentadas por Jean-
François Var
 Le Préavis de Willermoz
El Anteproyecto de Willermoz
 Le Préavis de Charles de Hesse
El Anteproyecto de Charles de Hesse
 Le Discours de Ferdinand de Brunswick
El Discurso de Ferdinand de Brunswick
 Le Mémoire de Virieu sur la Bienfaisance
La Memoria de Virieu sobre la Beneficencia
 Le Projet de Chapitre sur la Bienfaisance
El Proyecto de Capítulo sobre la Beneficencia
 Le Discours de clôture de Charles de Hesse
El Discurso de clausura de Charles de Hesse
 Projet d’ébauche du 4è grade
Proyecto de esbozo del 4º grado
 Protocole de réception au 1er grade
Protocolo de recepción al 1er grado
 Précis des vues de l’Ordre
Compendio de las perspectivas de la Orden
 Recès du Convent Général
Extracto del Convento General
 Exposé du Directoire de Lyon
Exposición del Directorio de Lyon
 Tableau des Députés du Convent Général

. 327 .
Cuadro de Diputados del Convento General

NUEVA SERIE, NÚMEROS DEL 1 AL 6 (2006-2011)


CUADERNO Nº 1 – 2006
 PRONAOS
 CATENA AUREA par Marcus, Eques ab Insula Alba
 Grand Prieuré Des Gaules, un Ordre chrétien pour tous par
Bruno, Eques ab Ardenti Corde
Gran Priorato de las Galias, una Orden cristiana pata todos, por
Bruno, Eques ab Ardenti Corde
 L’Aumônerie par Johannes Franciscus, Eques a Tribus Liliis
La Capellanía por Johannes Franciscus, Eques a Teribus Liliis
 Le Régime Ecossais Rectifié, texte revu et mis à jour par Geor-
gius, Eques a Valle Sancta
El Régimen Escocés Rectificado, texto revisado y puesto al día por
Georgius, Eques a Valle Sancta
 Le Rite Ecossais par François Dercane et Jean-François Var
El Rito Escocés por François Dercane y Jean-François Var
 La renaissance du Rite Français par Jacques Olivier
El renacimiento del Rito Francés por Jacques Olivier
 Le grade de Souverain Prince Rose-Croix et la restauration du
Rite Français par Jean-François Var
El grado de Soberano Príncipe Rosa-Cruz y la restauración del Ri-
to Francés por Jean-François Var
 Le Collège d’armes du Grand Prieuré des Gaules par Chrétien
El Colegio de armas del Gran Priorato de las Galias por Cristiano
 Fondements spirituels de la « Société des Indépendants » par
Jean-Marc Vivenza
Fundamentos espirituales de la « Sociedad de los Independien-
tes » por Jean-Marc Vivenza
 Hommage à Robert Amadou par Jean-François Var
Homenaje a Robert Amadou por Jean-François Var
 In Mémoriam Pierre Bourguignon par Christian Loustaunau

CUADERNO Nº 2 – 2007
 Présentation par le Comité de rédaction
Presentación por el Comité de redacción
 Editorial par Marc de l’Ile Blanche
Editorial por Marc de la Isla Blanca

. 328 .
 In Mémoriam Christian Créminon par Jean-Marc Vivenza
 L’Eglise et le Temple par Robert Amadou avec una présenta-
tion par J.-F Var
La Iglesia y el Templo por Robert Amadou con una presentación
de Jean-François Var
 Souvenirs singuliers sur Robert Amadou par Jacques d’Arès
avec une présentation par J.-F Var
Recuerdos singulares sobre Robert Amadou por Jacques d’Arès
con una presentación de Jean-François Var
 De l’image à la ressemblance par Jean-Marc Vivenza
De la imagen a la semejanza por Jean-Marc Vivenza
 Histoire du Rite Français par Jacques Olivier
Historia del Rito Francés por Jacques Olivier
 Présentation du Rite Ecossais par François Dercaine
Presentación del Rito Escocés por François Dercaine
 La doctrine de l’Homme selon le Régime Ecossais Rectifié, Mi-
chel Dorin, avec une présentation par J.-F. Var
La doctrina del Hombre según el Régimen Escocés Rectificado,
Michel Dorin, con una presentación de J.-F. Var
 Parutions / Apariciones
 «La Chevalerie maçonnique» / La Caballería masónica
 «Le Martinisme» / El Martinismo
 «Le mystère de Channel Row» / El misterio de Channel Row

CUADERNO Nº 3 – 2008
 Présentation par le Comité de rédaction
Presentación por parte del Comité de redacción
 Allocution du Grand Maître Adjoint et Maître Général des
Loges par Bruno, in O. Eq. ab Ardenti Corde
Alocución del Gran Maestro Adjunto y Maestro General de las
Logias, Bruno, in O. Eq. ab Ardenti Corde
 Les Officiers de la loge
Los Oficiales de la logia
 La Justice maçonnique et chevaleresque par Christianus, in O.
Eq. a Lupo
La Justicia masónica y caballeresca por Christianus, in O. Eq. a
Lupo
 Le Rite Français tel qu’il est pratiqué au GPDG par Jacques Olivier
El Rito Francés tal cual es practicado en el GPDG por Jacques Olivier

. 329 .
 Le grade de Souverain Prince Rose+Croix dans l’expérience spiri-
tuelle des membres du Régime Rectifié par Jean-François Var
El grado de Soberano Príncipe Rosa+Cruz en la experiencia espiri-
tual de los miembros del Régimen Rectificado por Jean-
François Var
 La construction du temple par Michel Dorin
La construcción del templo por Michel Dorin
 Dom Pernety par Michel Chazottes
 «Sic transit gloria mundi» et le sacre papel par Roger Dachez et
Jean-François Var
« Sic transit gloria mundi » y la consagración papal por Roger Da-
chez y Jean-François Var
 Les fondements bibliques du Régime ecossais rectifié par Ala-
nus, in O. Eq. a Perfecta Harmonia
Los fundamentos bíblicos del Régimen escocés rectificado por
Alanus, in O. Eq. a Perfecta Harmonia
 Robert Amadou, l’Eglise gnostique et l’Eglise catholique libé-
rale par Serge Caillet
Robert Amadou, la Iglesia gnóstica y la Iglesia católica liberal por
Serge Caillet
 Recension: «René Guénon et le R.E.R.» de Jean-Marc Vivenza
par Serge Caillet
Comparación : « René Guénon y el R.E.R. » de Jean-Marc Vivenza
por Serge Caillet
CUADERNO Nº 4 – 2009
 Discours du Grand Maître de la Saint-Michel 2009 par Bruno in
O. Eq. ab Ardenti Corde
Discurso del Gran Maestro para la Saint-Michel 2009 por Bruno,
in O. Eq. ab Ardenti Corde
 Synthèse des travaux de la Loge Nationale d’Instruction (2008)
par Bruno in O. Eq. ab Ardenti Corde
Síntesis de los tarbajos de la Logia nacional de Instrucción (2008)
por Bruno in O. Eq. ab Ardenti Corde
 Dossier: «Le Haut et Saint Ordre» par Georgius in O. Eq. a
Valle Sancta & Dominicus in O. Eq. a Rosis Vitae
Informe : « La Alta y Santa Orden » por Georgius in O. Eq. a Valle
sancta y Dominicus in O. Eq. a Rosis Vitae
 Le travail du maçon par Alanus in Ordine Eques a Vivida Fide-
litate pour «Le Centre des Amis»

. 330 .
El trabajo del masón por Alanus in O. Eq. a Vivida Fidelitate para
«Le Centre des Amis»
 In Mémoriam Michel Dorin par Johannes in Ordine Eques a
Tribus Liliis
 In Mémoriam François Dercaine
 La Science initiatique de l’homme par Jean-Marc Vivenza
La Ciencia iniciática del hombre por Jean-Marc Vivenza
 De la table d’attente au tracé des armes par Michel in Ordine
Eques a Pulchritudine Interiore
De la tabla de espera al trazado de las armas por Michel in Ordine
Eques a Pulchritudine Interiore
 Le cercle et le carré par Michel Dorin
El círculo y el cuadrado por Michel Dorin
 Jehovah par Edgar Abela
 René Guénon et la Provence – Correspondance inédite avec son
ami Tony Grangier mise au jour et présenté par Michel
Chazottes
René Guénon y la Provenza – Correspondencia inédita con su
amigo Tony Grangier, puesta al día y presentada por Michel
Chazottes
CUADERNO Nº 8 – 2010
 Présentation par Bruno in Ordine Eques ab Ardenti Corde
Presentación por Bruno, in Ordine Eques ab Ardenti Corde
 La vie de l’Ordre / Vida de la Orden:
 La première maxime du grade d’Apprenti par Dominicus in
Ordine Eques a Rosis Vitae
La primera máxima del grado de Aprendiz por Dominicus in
Oerdine Eques a Rosis Vitae
 L’ésotérisme chrétien du grade de Maître Ecossais de Saint-
André par Georgius in Ordine Eques a Valle Sancta
El esoterismo del grado de Maestro Escocés de San Andrés por
Georgius in Ordine Eques a Valle Sancta
 Un peu d’histoire héraldique par Carolus in Ordine Constantia
Devota
Un poco de historia heráldica por Carolus in Ordine Constantia
Devota
 Etudes et contributions / Estudios y contribuciones :
 A propos des banquets maçonniques par Michel Mathy
A propósito de los banquetes masónicos por Michel Mathy

. 331 .
 Pour Massignon, contre Guénon par Jean-François Var
Para Massignon, contra Guénon por Jean-François Var
 Les rituels maçonniques de la Bibliothèque d’Avignon et le Rite
Ecossais Rectifié par Michel Chazottes
Los rituales masónicos de la Biblioteca de Aviñón y el Rito Esco-
cés Rectificado por Michel Chazottes

CUADERNO Nº 6 – 2011
 La vie de l’Ordre / Vida de la Orden:
 Fragments… par Bruno in Ordine Eques ab Ardenti Corde
Fragmentos… por Bruno in Ordine Eques ab Ardenti Corde
 Le triangle d’Orient par Dominicus in Ordine Eques a Rosis Vi-
tae
El triángulo de Oriente por Dominicus in Ordine Eques a Rosis
Vitae
 Les Chevaliers Bienfaisants de la Cité Sainte : Un Ordre de
Chevalerie selon l’Esprit par Johannes Marcus in Ordine Eques
a Crucis Mysterio
Los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa : una Orden de
Caballería según el Espíritu por Johannes Marcus in Ordine
Eques a Crucis Mysterio
 In Memoriam
 Etudes et contributions / Estudios y contribuciones:
 Impressions… par S.V. / Impresiones… por S.V.
 Des erreurs sur Louis-Claude de Saint-Martin (1777) par Michel
Chazottes
De los errores sobre Louis-Claude de Saint-Martin (1777) por Mi-
chel Chazottes
 Les mémoires de Charles de Hesse par Vincent Charlier
Las memorias de Charles de Hesse por Vincent Charlier
 Rumeurs et humeur par un Philosophe inconnu
Rumores y humor por un Filósofo desconocido

. 332 .
ANEXOS

. 333 .
ANEXO I

A la Gloria del G. A. del Universo, en nombre y bajo los


Auspicios del Gran Maestro.
O. de París, el 31 día del 5º mes del año de la V.L. 5776.

TRATADO DE UNIÓN
Entre el G.O. de Francia y los tres Directorios escoceses
establecidos según el Rito de la Masonería reformada de Ale-
mania
al O. de Lyon, Burdeos y Estrasburgo,
suficientemente autorizados por sus Jefes.

Vista la solicitud formulada al G.O. de Francia por el M.R.H.


Bacon de la Chevalerie, Gran Orador, en nombre de los tres Di-
rectorios escoceses con sede al O. de Lyon, Burdeos y Estras-
burgo, con el fin de la unión de dichos Directorios, y los esta-
blecimientos por ellos constituidos, al susodicho G.O. de Fran-
cia, por vía de agregación; el informe de los R.R.H.H. Marqués
de Arcambal, por aquel entonces presidente de la cámara de
administración; de la Chaussée, por aquel entonces primer Vi-
gilante de dicha cámara; le Roy, Orador de la Cámara de París;
y Guillotin Orador de la Cámara de las provincias, nombrados
Comisarios para el examen de este asunto; la deliberación del
G.O., con fecha cinco de mayo del cinco mil setecientos setenta
y cinco por la que el G.O., convencido por la solidez de los mo-
tivos expuestos por los V.V. Comisarios, y las ventajas que de-
berían resultar para el arte real, de la reunión de un gran núme-
ro de Masones, recomendables por sus cualidades civiles y ma-
sónicas, al centro común de los Masones de Francia, acepta la
unión propuesta. Su decisión, de ese mismo día, que junto al

. 334 .
V.H. Richard, secretario de la Cámara de las provincias y a los
Comisarios anteriormente mencionados, y autoriza a dichos
Comisarios a redactar los artículos del Tratado de unión, y a
promulgarlos definitivamente con los H.H. que se encuentren
provistos de plenos poderes de los tres Directorios; la delibera-
ción del G.O., de fecha de 27 de diciembre de 1775, por la que el
G.O. decide que la Comisión se reunirá bajo la presidencia del
M.I., M.R. y M.E.H. administrador general, autorizado a reunir
a los Comisarios que crea oportunos junto a los anteriormente
nombrados; en virtud de cuya deliberación el V.H. Savalette de
Langes, segundo Vigilante de la Cámara de las provincias, y el
V.H. d’Aubertin, Secretario de la Cámara de administración,
haciendo las funciones de Secretario general en ausencia del
M.R.H. marqués de Segnalay, han sido convocados por Manda-
to del M.I. Administrador general, y junto a los Comisarios an-
teriormente citados para la deliberación de la treinta y tres
asamblea del G.O., en fecha 10 de abril de 5773, en cuya asam-
blea el proyecto del Tratado de unión entre el G.O. de Francia y
los tres Directorios con sede al Oriente de Burdeos, Lyon y Es-
trasburgo, ha sido leído, aprobado y firmado, anexado a la
plancha de trazar, facultando a los Comisarios anteriormente
citados para decretarlo definitivamente con los tres plenipoten-
ciarios reunidos de los tres Directorios, bajo representación y
examen de los poderes suficientes dados a los tres dichos ple-
nipotenciarios por los susodichos Directorios, y los poderes de
los Directorios de Lyon y Burdeos, suficientemente autorizados
por sus jefes dados a los R.R.H.H. Bacon de la Chevalerie y Wi-
llermoz el primogénito, a saber: los plenos y absolutos poderes
del Directorio escocés, dados el 10 de abril de 5775 a los
R.R.H.H. Bacon de la Chevalerie y Willermoz, para, conjunta o
separadamente, por ellos mismos o por un Hermano que auto-
ricen al efecto, tratar en nombre de dicho Directorio con el G.O.
de Francia, sobre la agregación del susodicho Directorio al su-
sodicho G.O. de Francia, como tratarán para los Directorios de
Lyon y Estrasburgo, prometiendo aprobar y ratificar todo lo
que los dichos diputados hagan, como si dicho Directorio lo
hubiera hecho él mismo; los dichos poderes acompañados del
cuadro de dicho Directorio y de una copia autentificada de sus
constituciones; parecidos poderes dados por el Directorio esco-

. 335 .
cés de Lyon, el 16 de mayo de 1775, únicamente al V.H. Wi-
llermoz, por los cuales el Directorio aprobará todo lo que él ha-
ga: los dichos poderes transferidos por él, con fecha 28 de mayo
de 5775, al M.R.H. conde Stroganoff, tanto en virtud de dichos
poderes que en calidad del H. Willermoz como Canciller del Di-
rectorio, los dichos poderes así mismo acompañados del cuadro
y la copia de las Constituciones de dicho Directorio; los poderes
del Directorio de Estrasburgo suficientemente autorizados, otor-
gados el 27 de noviembre de 5775 a los M.M.R.R.H.H. conde de
Stroganoff, Bacon de la Chevalerie, y el marqués de Chastellier
du Mesnil, los dichos poderes acompañados así mismo del
cuadro y la copia de las Constituciones de dicho Directorio.
Los susodichos Comisarios del G.O. de Francia y los R.R.H.H.
Bacon de la Chevalerie, conde de Stroganoff, y marqués de Chas-
tellier du Mesnil, representando a los tres Directorios con sede al
Oriente de Burdeos, Lyon y Estrasburgo, como provistos de los
poderes de los tres Directorios mencionados anteriormente, son
acordados los artículos siguientes, los cuales han sido firmados y
aceptados, por sus respectivos comitentes, para tener su ejecu-
ción después de la ratificación que se hará, por una parte, del
G.O. de Francia, y de otra, por los Directorios escoceses.
ARTÍCULO PRIMERO
Cada Directorio establecido en Francia, siguiendo el Rito de la
masonería reformada de Alemania, presentará al G.O. de Fran-
cia, tanto por sí mismo como por cada uno de los establecimien-
tos formados o a formar en el futuro, una solicitud de reunión
al susodicho G.O. Esta solicitud será acompañada por una co-
pia de las Constituciones del Directorio o de la Logia, certifica-
da por al menos tres, de los principales Oficiales del Directorio,
y verificada si es preciso sobre el original, por los delegados del
G.O., así como el cuadro de miembros del Directorio o de la
Logia, firmado por ellos de forma ordinaria.
II. Vista la documentación mencionada, el G.O. concederá a
los H.H. requirientes las cartas de agregación en la forma indi-
cada más abajo, y los reconocerá como regulares.
III. Las cartas de agregación que serán concedidas a cada uno
de los Directorios escoceses y a los establecimientos por ellos
formados, serán expedidas en la forma siguiente:

. 336 .
«Nos, etc., conforme al art. 3 de la sección 1ª del capítulo 1º de
nuestros Estatutos, y del Tratado de unión establecido entre el
G.O. de Francia y los Directorios escoceses de la masonería re-
formada de Alemania, con sede al O. de Lyon, Estrasburgo y
Burdeos, suficientemente autorizados por sus jefes, en fecha
del… día del… mes del año de la verdadera Luz…;
Vistos los documentos que nos han sido presentados por el
Directorio escocés (o la Logia de…), habida cuenta que la buena
composición del Directorio escocés (o la Logia de…), nos es co-
nocida, hemos reconocido y reconocemos como regular a dicho
Directorio (o dicha Logia); en consecuencia lo/a hemos agrega-
do y agregamos por estas presentes al cuerpo de la Masonería
de Francia; y a este efecto, prometemos a dicho Directorio (o a
dicha Logia), y a todos los miembros pertenecientes, asilo entre
nosotros y socorro fraternal todas las veces que la ocasión lo re-
quiera. En consecuencia, hemos hecho expedir las presentes
cartas de agregación, en las que hemos hecho poner los sellos
ordinarios después de haber sido registradas debidamente; pa-
ra que dicho Directorio (o dicha Logia) quede inscrito en el
cuadro de Logias regulares de Francia, con fecha de… (día de la
demanda de agregación). Hecho en el G.O. de Francia, los días,
mes y año, etc.»
IV. En el caso en que las cartas de agregación de una Logia
presenten ciertas dificultades, el G.O. instruirá de ello al Direc-
torio, con el que tratará los medios para que esas dificultades
queden aplanadas.
V. Cada año, los Directorios escoceses y las Logias por ellos
constituidas y agregadas a la masonería francesa, se preocupa-
rán de hacer pasar al G.O., al menos un mes antes de la festivi-
dad de San Juan Bautista, un nuevo cuadro de miembros que
las componen y de las variaciones sobrevenidas respecto al año
anterior; por su parte el G.O. de Francia hará pasar a cada uno
de los Directorios y a sus establecimientos agregados el cuadro
de todas las Logias por él reconocidas como regulares en Fran-
cia.
VI. El G.O. de Francia y los Directorios escoceses conservarán
respectiva y exclusivamente la administración y la disciplina,
cada uno sobre las Logias de su Rito y régimen, concernientes a
dicho Rito y dicho régimen, y los Directorios escoceses pondrán

. 337 .
cuidado en mantener la suficiente disciplina, con el fin que el
gobierno político no tenga nunca motivo de hacer ningún re-
proche al G.O. de Francia, precaución natural dado el buen or-
den y tranquilidad que reinan en todas las Logias regulares de
Francia.
VII. Cada uno de los Directorios escoceses y cada una de las
Logias agregadas al G.O. tienen el derecho a hacerse represen-
tar por un diputado, que gozará de todos los derechos y pre-
rrogativas de los diputados de las otras Logias regulares de
Francia.
VIII. Cada uno de los Directorios escoceses y cada uno de los
establecimientos por ellos fundados o agregados al G.O. serán
admitidos, de acuerdo a sus deseos, a contribuir, en la medida
que crean oportuno, en las buenas obras que la posición del
G.O. les ofrece hacer, y en la ejecución de proyectos útiles a la
Orden, o a la humanidad, que pueda formar.
IX. Los miembros de las Logias de uno de los dos Ritos po-
drán regularmente pasar a las Logias del otro Rito, sin dejar de
ser miembros de la Logia a la que pertenecían originalmente;
así podrán, después de su afiliación, permanecer como miem-
bros de las dos Logias de diferentes Ritos; en la medida que
permanezcan miembros de una y otra, deberán conformarse en
cada una de ellas a las leyes y usos del régimen a la que ésta
pertenece. En caso de pase absoluto de una Logia a la otra, por
retiro voluntario, este retiro debe hacerse fraternalmente.
X. Los grados fundamentales de la masonería siendo en una
parte y otra esencialmente los mismos, todas las Logias regula-
res de Francia, tanto las constituidas por el G.O. como las cons-
tituidas por los Directorios escoceses y agregadas al G.O., man-
tendrán una mutua correspondencia, y los miembros de una
podrán recíprocamente ser admitidos en la otras para visitar los
trabajos de todos los grados que sean comunes entre ellas, y
sean cuales sean los grados y dignidades que puedan tener los
Visitantes, deberán conformarse a las leyes y usos de la Logia
que visiten.
Los presentes artículos convenidos y decretados entre los
R.R.H.H. marqués d’Arcambal, antes presidente de la Cámara
de administración, Gran Experto del G.O. de Francia; V.H. le
Roy, antiguo Orador de la Cámara de París, actualmente Ora-

. 338 .
dor de la de administración; V.H. Savalette de Langes, segundo
Vigilante de la Cámara de las provincias; y el V.H. d’Aubertin,
Secretario de la Cámara de administración, en funciones de Se-
cretario general en ausencia del V.H. marqués de Seignelay, to-
dos Comisarios adjuntos, para ser ejecutados, después de las ra-
tificaciones que respectivamente sean hechas en buena y debida
forma por cada uno de los Directorios escoceses, suficientemen-
te autorizados por sus Jefes. Al O. de París, el treceavo día del
2º mes del año de la verdadera Luz, del cinco mil setecientos se-
tenta y seis.
Firmado Alexandre, conde de Stroganoff, diputado del Direc-
torio de Burdeos; el marqués d’Arcambal, Bacon de la Chevale-
rie, asociado al Directorio de Lyon; d’Aubertin, Savalette de
Langes, G. Tassin de l’Étang, le Roy, H. marqués de Chastellier
du Mesnil, diputado del Directorio de Estrasburgo.

Artículos secretos decididos entre los Comisarios respectivos


del G.O. de Francia y de los Directorios escoceses establecidos
siguiendo el Rito de la Masonería reformada de Alemania
al O. de Lyon, Burdeos y Estrasburgo.
ARTÍCULO PRIMERO
Cada Directorio pagará 120 l. al G.O. de Francia por la expedi-
ción y las cartas de agregación; cada Gr. Logia escocesa 72 l.;
cada Logia particular 36 l.; y en el caso que una Logia simple
obtuviera posteriormente el título de Logia escocesa, pagará so-
lamente 36 l. en concepto de aumento de título.
II. Los Directorios escoceses establecidos en Francia, siguien-
do el Rito reformado de Alemania, reuniéndose al G.O. de
Francia, y comprometiéndose a reunir los establecimientos por
ellos formados en Francia, invitan al G.O. a confraternizar con
los establecimientos del mismo Rito formados fuera de Francia,
ofreciéndole sus buenos oficios acerca de dichos establecimien-
tos.
Los presentes artículos acordados y decretados entre los
R.R.H.H. marqués d’Arcambal, antes presidente de la Cámara
de administración, Gran Experto del G.O. de Francia; V.H. le
Roy, antiguo Orador de la Cámara de París, actualmente Ora-
dor de la de administración; V.H. Savalette de Langes, segundo

. 339 .
Vigilante de la Cámara de las provincias, y el V.H. d’Aubertin,
Secretario de la Cámara de administración, en funciones de se-
cretario general en ausencia del R.H. marqués de Seignelay,
Comisarios y Comisarios adjuntos, para ser ejecutados después
de las ratificaciones respectivamente efectuadas, en buena y
debida forma, por cada uno de los Directorios escoceses sufi-
cientemente autorizados por sus Jefes.- Al O. de París, el tre-
ceavo día del 2º mes del año de la verdadera Luz, de cinco mil
setecientos setenta y tres.
Firmado Alexandre, conde de Stroganoff, diputado del Direc-
torio escocés de Lyon; Bacon de la Chevalerie, asociado del Di-
rectorio escocés de Lyon; el marqués d’Arcambal, d’Aubertin, le
Roy, G. Tassin de l’Étang, Savalette de Langes, el H. marqués de
Chastellier du Mesnil, diputado del Directorio de Estrasburgo.

In A c t a L a t o m o r u m , o cronología de la historia
de la francmasonería francesa y extranjera.
Pierre-Elie Duffart, París, 1815, pp. 206-216.

. 340 .
ANEXO II

ACTA RELATIVA AL DIRECTORIO DE SEPTIMANIA


A la Gloria del G. A. del Universo
O. de París, el 6º día del 1er mes
del año de la V. L., 5781.
G. O. DE FRANCIA
Extracto de sus trabajos a fecha indicada más arriba.
El G.O. se ha ocupado de la solicitud del Directorio de Septi-
mania, con sede en Montpellier, tendente a participar del Tra-
tado de unión efectuado entre los tres Directorios escoceses de
Auvernia, Borgoña y Occitania, con sede respectivamente al O.
de Lyon, Estrasburgo y Burdeos.
Por una parte, ha hecho lectura del Tratado de unión estable-
cido el 31 día del 3er mes del año 5776, con dichos Directorios.
Por otra, ha leído a continuación la solicitud presentada ante
la Cámara de administración del día 22 del 11º mes del último
año, por la que el Directorio de Septimania, demandando parti-
cipar del Tratado de unión hecho entre los dos regímenes, se
adhiere y consiente al igual que los Directorios de Auvernia,
Borgoña y Occitania, a las cláusulas y condiciones de dicho Tra-
tado, y declara que otorga, a esos efectos, plenos poderes al
M.R.H. Bacon de la Chevalerie, Gran Orador.
Ha efectuado así mismo lectura de los poderes dados el 18º
día del 10º mes del pasado año, al M.R.H. Bacon de la Chevale-
rie, en virtud de los cuales este M.R.H. es autorizado a adherir-
se, en nombre y por parte del Directorio de Septimania, a todas
las cláusulas del Tratado de unión hechas entre los dos regíme-
nes, y a firmar, a causa de ello, el original de dicho Tratado;

. 341 .
prometiendo, el Directorio, que la firma de su representante
tendrá el mismo valor que la suya propia.
Ha dado lectura al cuadro de todos los Hermanos que com-
ponen el Directorio de Septimania, de la decisión del G.O., del
21 día del 2º mes del año 5777, por la que la Cámara de admi-
nistración fue especialmente encargada de todos los trabajos re-
lativos a los Directorios escoceses, del informe hecho en ésta
Cámara por el V.H. Pautoniac, Experto, encargado de examinar
dicha demanda; de la opinión de dicha Cámara, del 5º día del
1er mes de este año, y de la opinión de las Cámaras de París y
de las provincias, de los días 3 y 4 del presente mes, las cuales
piensan que el G.O. debe establecer, con el Directorio de Septi-
mania, el mismo Tratado que con los Directorios de Auvernia,
Borgoña y Occitania.
Puesto el asunto en deliberación, el G.O., de acuerdo a las
conclusiones del V.H. Salivet, Orador de la Cámara de las pro-
vincias, ha decidido, unánimemente, que su Tratado de unión
efectuado con los Directorios escoceses con sede al O. de Lyon,
Estrasburgo y Burdeos, será común con el Directorio de Septi-
mania con sede en Montpellier, para dicho Tratado y sus dos
artículos secretos y anexos, ejecutado según su forma y tenor,
con dicho Directorio y el G.O., después que este Tratado haya
sido ratificado por dicho Directorio, o por el M.R.H. Bacon de la
Chevalerie, su representante, suficientemente autorizado a es-
tos efectos.
Y habiendo ratificado dicho Tratado de unión, el M.R.H. Ba-
con de la Chevalerie, en nombre del Directorio y siendo cum-
plidas las condiciones previas anunciadas en dicho Tratado,
como bien han certificado los V.V.H.H. Secretario general y Te-
sorero general, el G.O. ha reconocido como regular al Directo-
rio escocés de Septimania con sede al O. de Montpellier, y lo ha
agregado al cuerpo de la Masonería en Francia, para ser inscrito
en el cuadro de Logias regulares, y tomar rango en él con fecha
de ese día. En consecuencia, se han expedido, en el mismo acto,
dos copias de dicho Tratado, como fue hecho con los Directo-
rios de Auvernia, Borgoña y Occitania, siendo añadido en ellas
todo lo anterior, y el G.O. declara que aquella de las dos copias
destinadas al Directorio, valdrá como carta de agregación, cuya
mención se hace en dicho Tratado, como si dichas cartas hubie-

. 342 .
ran sido expedidas; y estas dos copias habiendo sido firmadas,
contrafirmadas y selladas, la destinada al Directorio ha sido en-
tregada en este mismo acto al M.R.H. de la Chevalerie, y la otra
copia, en la que figura la ratificación del M.R.H. Bacon de la
Chevalerie, queda depositada en los archivos, para que se pue-
da recurrir a ella si hubiera necesidad.

Por extracto conforme (entregada en 1811) y por


Mandato, firmado de Joly, Secret. General, de oficio.
Timbrado y sellado por nuestro Guarda sellos
y timbres del G.O. de Francia,
Firmado Dubin.

In A c t a L a t o m o r u m , o cronología de la historia
de la francmasonería francesa y extranjera.
Pierre-Elie Duffart, París, 1815, pp. 206-216.

. 343 .
ANEXO III

CÓDIGO MASÓNICO DE LAS LOGIAS


REUNIDAS Y RECTIFICADAS DE FRANCIA
Tal y como fue aprobado por los Diputados de los Directorios
de Francia en el Convento Nacional de Lyon en 5778.

5779
Introducción del Código Masónico de las Logias Reunidas y
Rectificadas de Francia
Tal cual fue aprobado por los Diputados de los Directorios de Francia
en el Convento Nacional de Lyon en 5778

NINGUNA Orden, ninguna sociedad puede existir sin leyes. La


ejecución de esas leyes asegura la prosperidad de la sociedad;
su olvido o infracción le acarrea la decadencia y la ruina.
LA sabiduría de las que dirigen la Orden Masónica, tan res-
petable por su antigüedad como por su utilidad, la ha hecho
triunfar sobre los tiempos y sus adversarios, a pesar de los aten-
tados que le han procurado algunos de sus miembros, sea por
sus vicios personales o por los múltiples abusos que han trata-
do de introducir en Ella. Si en algunos lugares de Europa ha
perdido su antiguo esplendor, es a estos miembros corrompi-
dos a quien hay que atribuirlo, al haberse hecho injustamente
extensivo a la totalidad del cuerpo lo que era motivo de escán-
dalo en aquellos individuos que, a pesar del buen nombre en
que se respaldaban, eran, no obstante, completamente extraños

. 344 .
a la Orden Masónica. Pero la mismas virtudes, que la han pre-
servado, aún pueden devolverle toda su gloria, de la que no ha
cesado de gozar en aquellos lugares en los que la práctica de es-
tas virtudes ha sido la base de todos sus trabajos.
SIN embargo, hemos de admitir que esta especie de Masones,
que pretenden haber adquirido este título mediante la ceremonia
de su recepción, por irregular que ésta haya sido, se han multi-
plicado considerablemente en ciertos lugares, donde no se en-
contraban o en los que habían muy pocos establecimientos regu-
lares. Estos masones, ignorando las verdaderas leyes de la Or-
den, han creado otras nuevas y arbitrarias, que favorecieran su
ambición y su codicia; han llevado a estas numerosas y noveles
sociedades el gusto por la independencia y los placeres ruidosos,
que la Orden siempre ha condenado, y para sostener la especie
de consideración, necesaria a sus intereses, han asombrado a di-
chas sociedades con las apariencias misteriosas de una falsa cien-
cia, sobrecargando sus ceremonias con nuevas producciones ca-
da vez más quiméricas y absurdas, de las que un gran número
de Masones han sido durante largo tiempo sus víctimas.
PERO, en tanto que el error acrecentaba así sus prosélitos, los
verdaderos Masones más circunspectos en su avance y eligien-
do la opción más difícil, hacían progresos lentos pero seguros.
Más preocupados por adquirir dignos Hermanos que por cau-
tivar a las multitudes, aguardaban lamentándose porque el
prestigio había cesado, y reconociendo el error al que habían
sido arrastrados, sintieron un firme deseo por entrar en las vías
legítimas de la Orden y seguir escrupulosamente sus leyes,
despojándose de todo interés personal y todo espíritu de domi-
nación. Pero desdeñando por principio estos grandes medios,
que aúnan las voluntades, se limitaron a esperar este importan-
te cambio del transcurrir del tiempo y de la libre disposición de
los espíritus.
NO obstante, algunos Masones más voluntariosos que ilumi-
nados, aunque lo bastante juiciosos como para seguir nutrién-
dose por más tiempo de quimeras, cansados de una anarquía
que lo enviciaba todo, se esforzaron por librarse de un yugo tan
envilecedor. Logias enteras en diversos lugares, viendo la nece-
sidad de un centro común, depositario de una autoridad legis-
lativa, se reunieron y cooperaron en la formación de diversos

. 345 .
grandes Orientes. Era ya por su parte un gran paso hacia la luz;
pero les faltaba conocer el verdadero punto central, y el depósi-
to de las leyes primitivas. Suplieron el régimen fundamental
por regímenes arbitrarios particulares o nacionales, y por las
leyes que se les pudieran adaptar. Tuvieron el mérito de poner
freno a la licencia destructiva que dominaba por todas partes,
pero no teniendo en cuenta la cadena general, rompieron la
unidad al variar los sistemas.
MASONES de diversos lugares de Francia, convencidos de
que la prosperidad y la estabilidad de la Orden Masónica de-
pendía enteramente del restablecimiento de esta unidad primi-
tiva, y no habiendo encontrado los signos que deben caracteri-
zarla en aquellos que habían querido apropiarse de ella, enar-
decidos en su búsqueda por lo que habían aprendido sobre la
antigüedad de la Orden de los Francmasones, fundamentada
sobre la más constante tradición, llegaron por fin a descubrir su
cuna; con celo y perseverancia han superado todos los obstácu-
los, y participando de las ventajas de una administración sabia
e iluminada, han tenido la dicha de reencontrar los vestigios
preciosos de la ancianidad y el objeto de la Masonería.
OTRO error bien común y peligroso, engendrado lamenta-
blemente por aquellos tiempos de turbación y anarquía, y des-
pués por la costumbre, consistía en contemplar los fondos de
una Logia, provenientes de las recepciones, como si les perte-
necieran en propiedad, no estando obligados por ello a rendir
cuentas a sus superiores; de ahí la multitud de Logias formadas
sin constituciones legales para favorecer así la codicia de algu-
nos pretendidos maestros y de aquellos otros, con los que qui-
sieron compartir el producto de su tráfico. Además, los gastos
enormes empleados en banquetes demasiado suntuosos y, en
frívolas y magnificentes decoraciones, que al no estar controla-
dos, han absorbido los fondos, cuyo destino era mucho más
precioso, lo que ha sido lo mismo que un robo a los fines de la
beneficencia, que caracteriza a la Orden, y que debía hacerla
respetable a ojos de los profanos.
ERA sin embargo fácil, reflexionando sin interés personal y a
la luz de una razón esclarecida, reconocer, que las Logias no
son más que sociedades particulares, subordinadas a la socie-
dad general, que les da la existencia, y los poderes necesarios

. 346 .
para representarla en la parte de autoridad que les confía; que
esta autoridad parcial emana de la que reside esencialmente en
el centro común y general de la Orden, representada por los
Cuerpos propuestos para la administración general y particular
de los diferentes distritos y para el mantenimiento y ejecución
de sus leyes; que ninguna de ellas puede existir regularmente,
sino es por un consentimiento expreso de los jefes legítimos de
la Orden, constatado por la patente de constitución, que se le
entrega con el compromiso de ajustarse a las leyes, estatutos y
reglamentos de la Orden, sin la cual todos los actos de la Logia
serían nulos y clandestinos, y las retribuciones que exigiera,
una verdadera concusión; que en virtud de esta constitución la
Logia adquiere verdaderamente la facultad y el poder de recibir
legítimamente en el nombre de la Orden en los cuatro grados
masónicos, y de percibir las retribuciones prescritas, pertene-
ciendo el producto de dichas retribuciones propiamente a la
Orden en general, visto que las Logias no actúan y no pueden
actuar más que en virtud de los poderes que han recibido.
RESULTA de ello que, la Orden, debiendo perseguir el bie-
nestar de todos sus establecimientos, debe ceder a las Logias
sobre este producto todo lo que les sea necesario para su man-
tenimiento, y un excedente que pueda permitirles, mediante
una sabia economía, cumplir de forma satisfactoria y sólida las
miras bienhechoras del instituto; pero puede y debe reservarse
una parte destinada a la ejecución de los mismos proyectos pa-
ra la Orden en general, y para atender los gastos considerables
de una administración tan extendida como importante. Esta
forma de proceder más sabia y más verdadera, previniendo las
depredaciones y los gastos inútiles e inmoderados, hubiera
producido en Francia los efectos más saludables, y hubiera he-
cho a la Orden de los Masones tan respetable a los ojos del vul-
go como envilecida lo ha sido por los abusos. Para convencerse
de ello, no hay más que fijarse en las regiones del norte de Eu-
ropa, en las que el espíritu del instituto ha sido mejor conser-
vado. Podremos ver, con tanto placer como sorpresa, los in-
mensos socorros que los Directorios han procurado en todas las
circunstancias calamitosas, y los establecimientos patrióticos
que han formado para el alivio de la humanidad. Porqué pues,
los Masones franceses tan compasivos y generosos como cual-

. 347 .
quier otro pueblo de Europa, no se afanarían en imitar tan
grandes ejemplos, uniéndose a un régimen tan útil y satisfacto-
rio, sobre todo cuando tuvieran la certidumbre, de que el depó-
sito de los productos y su empleo es rigurosamente vigilado y
administrado con sabiduría. Es en lo referente a todo esto, so-
bre lo que van a ser instruidos mediante el compendio del go-
bierno general y particular de la Orden.

. 348 .
ANEXO IV

REGLA MASÓNICA
Redactada en el Convento General de la Orden el año 1782

¡Oh, tú, que acabas de iniciarte en las lecciones de la sabiduría!


¡Hijo de la virtud y de la amistad! ¡Presta oído atento a nuestras
instrucciones, y que tu alma se abra a los nobles preceptos de la
Verdad! Te enseñaremos el camino que lleva a la vida dichosa y
feliz; te enseñaremos a complacer al Autor de tus días y a utili-
zar con energía y éxito todos los medios que la Providencia te
ofrece para ser útil a los hombres y saborear los encantos de la
beneficencia.

ARTÍCULO PRIMERO
Deberes con Dios y la Religión
I
Tu primera ofrenda pertenece a la Divinidad. Adora al Ser
pleno de majestad que creó el universo por un acto de su vo-
luntad, que lo conserva por efecto de su acción continuada, que
llena tu corazón, y que tu espíritu limitado no puede concebir
ni definir. Compadece el triste delirio de aquel que cierra sus
ojos a la luz y se pasea por las espesas tinieblas del azar. Que tu
corazón enternecido y reconociendo los beneficios paternales
de tu Dios, rechace con desprecio estos vanos sofismas, que
prueban la degradación del espíritu humano cuando se aleja de
su origen. Eleva siempre que puedas tu alma por encima de los
seres materiales que te rodean, y lanza una mirada plena de de-
seo hacia las regiones superiores que son tu herencia y tu ver-
dadera patria. Ofrece a Dios el sacrificio de tu voluntad y de tus

. 349 .
deseos, hazte digno de esas influencias vivificantes, cumple las
leyes que Él quiere que cumplas como hombre en tu existencia
terrenal. Complacer a Dios, he ahí tu dicha; estar siempre unido a
Él, ésta debe ser tu mayor ambición y la brújula de tus acciones.
II
¿Cómo osarías sostener su mirada, tú, ser frágil, que infringes
a cada instante sus leyes y ofendes su santidad, si su bondad
paternal no te proporcionara un reparador infinito? Abandona-
do a los extravíos de tu razón, ¿dónde hallarías la certeza de un
porvenir consolador? Entregado a la justicia de tu Dios, ¿dónde
estará tu refugio? Da pues gracias a tu Redentor; prostérnate
ante el Verbo encarnado, y bendice a la Providencia que te ha
hecho nacer entre los cristianos. Profesa en todo lugar la Divina
Religión de Cristo, y no te avergüences de pertenecer a ella. El
Evangelio es la base de nuestras obligaciones; si no creyeras en
Él dejarías de ser Masón. Muestra en todas tus acciones una
piedad esclarecida y activa, sin hipocresía ni fanatismo; el Cris-
tianismo no se limita a unas verdades especulativas; practica
todos los deberes morales que enseña, y serás feliz; tus contem-
poráneos te bendecirán y te presentarás sin turbación ante el
trono del Eterno.
III
Sobre todo imbúyete de este principio de caridad y de amor,
base de esta Santa Religión; lamenta el error sin odiarlo ni perse-
guirlo, deja únicamente a Dios el acto de juzgar, y conténtate con
amar y tolerar. ¡Masones! ¡Hijos de un mismo Dios! ¡Reunidos
por una creencia común en nuestro Divino Salvador!, que este
vínculo de amor nos una estrechamente y haga desaparecer todo
prejuicio contrario a nuestra concordia fraternal.

ARTÍCULO SEGUNDO
Inmortalidad del alma
I
¡Hombre! ¡Rey del mundo! ¡Obra maestra de la creación que
Dios animó con su Aliento!, medita tu sublime destino. Todo lo
que vegeta alrededor de ti, y que sólo tiene una vida animal,

. 350 .
perece con el tiempo, y está sometido a su dominio: sólo tu alma
inmortal, emanada del seno de la Divinidad, sobrevivirá a las co-
sas materiales y no morirá jamás. He ahí tu verdadero título de
nobleza; siente con fuerza tu dicha, pero sin orgullo: él pierde a
tu raza y te precipita otra vez en el abismo. ¡Ser degradado!, a
pesar de tu primitiva grandeza, ¿quién eres tú delante del
Eterno? Adórale desde el polvo y separa cuidadosamente este
principio celeste e indestructible de mezclas extrañas; cultiva tu
alma inmortal y perfeccionable, y hazla susceptible de ser unida
al origen puro del bien, entonces será liberada de los groseros
vapores de la materia. Es así que serás libre en medio de la escla-
vitud, dichoso en el centro mismo de la desgracia, inamovible en
el más fuerte de los temporales y podrás morir sin temor.
II
¡Masón!, si jamás llegas a dudar de la naturaleza inmortal de
tu alma, y de tu alto destino, la iniciación será estéril para ti; de-
jarás de ser el hijo adoptivo de la sabiduría, y serás confundido
con la multitud de seres materiales y profanos, que deambulan
entre las tinieblas.

ARTÍCULO TERCERO
Deberes con el Soberano y la Patria
I
El Ser Supremo confía de forma muy cierta sus poderes sobre
la Tierra al Soberano; respeta y ama su autoridad legítima sin
importar dónde esté el rincón de la Tierra que habites; tu pri-
mera ofrenda pertenece a Dios, el segundo, a tu Patria.
El hombre errante en las selvas, sin cultura y huyendo de sus
semejantes, sería impropio para cumplir con los designios de la
Providencia y alcanzar toda la dicha que le está reservada. Su
ser se engrandece en medio de sus semejantes; su espíritu se
fortifica contrastando opiniones; pero una vez en medio de la
sociedad, tendrá que combatir sin cesar el interés personal y las
pasiones desordenadas; y la inocencia pronto sucumbiría bajo
la fuerza o bajo las astucias. Son necesarias, pues, las leyes para
guiarle, y responsables para mantenerlas.

. 351 .
II
¡Hombre sensible!, que honras y respetas a tus padres; honra
del mismo modo a los padres del Estado y ruega por su conser-
vación; son los representantes de la Divinidad en la Tierra. Si se
desvían, responderán de ello ante el Juez de los Reyes; mas tu
propio juicio te puede engañar, y jamás te exime de obedecer. Si
faltas a este deber sagrado, si tu corazón no se estremece con el
dulce nombre de la Patria y de tu Soberano, la Masonería te re-
chazará de su seno como refractario al orden público, como in-
digno de participar de los privilegios de una asociación que
merece la confianza y la estima de los gobiernos, ya que uno de
sus principales móviles es el patriotismo y que, celosa de for-
mar a los mejores ciudadanos, exige que sus afiliados cumplan,
con el máximo celo y por los motivos más depurados, todos los
deberes de su estado civil. El soldado con más coraje, el juez
más íntegro, el maestro más afable, el servidor más fiel, el pa-
dre más amoroso, el esposo más constante, el hijo más sumiso,
debe ser el Masón, ya que, las obligaciones usuales y comunes
del ciudadano han sido santificadas y reforzadas por los votos
libres y voluntarios del Masón, y quien no las cumpla juntará a
esa flaqueza, la hipocresía y el perjurio.

ARTÍCULO CUARTO
Deberes con toda la humanidad en general
I
Pero si el círculo patriótico que te abre un camino tan fecundo
y satisfactorio, no ocupa toda tu actividad; si tu corazón sensi-
ble quiere rebasar los límites patrios y abrasar con este calor
humano, a todos los hombres, a todas las naciones; si, remon-
tándote a nuestro común origen, te complaces en amar tierna-
mente a todos aquellos que tienen los mismos órganos, la mis-
ma necesidad de amar, el mismo deseo de ser útiles y un alma
inmortal como la tuya, ven entonces a nuestros templos a ofre-
cer tu homenaje a la santa humanidad; el universo es la patria
del Masón, y nada de lo que tenga que ver con el hombre, le es
extraño.

. 352 .
II
Mira con respeto este edificio majestuoso, destinado a estrechar
los lazos demasiado relajados de la moral; ama a una asociación
general de almas virtuosas, capaces de exaltarse, repartidas por
todos los países donde la razón y las luces han penetrado, reuni-
das bajo el estandarte santo de la humanidad, regida por leyes
sencillas y uniformes. Siente, en definitiva, el objetivo sublime de
nuestra Santa Orden: consagra tu actividad y toda tu vida a la
beneficencia; ennoblece, purifica y fortifica esta generosa resolu-
ción, trabajando sin descanso por tu perfeccionamiento y unién-
dote mucho más íntimamente con la Divinidad.

ARTÍCULO QUINTO
Beneficencia
I
Creado a imagen de Dios, quien se ha dignado comunicarse a
los hombres y derramar sobre ellos la dicha, acércate a ese mo-
delo infinito, por una voluntad constante de verter sin cesar so-
bre todos los otros hombres todo cuanto de dichoso esté en tu
poder. Todo lo que el espíritu puede concebir de bueno es el
patrimonio de la Masonería.
II
Contempla la penuria impotente de la infancia, que reclama
tu ayuda; considera la inexperiencia funesta de la juventud, que
solicita tus consejos; cifra tu felicidad en preservarla de los
errores y de las seducciones que la amenazan; estimula en ellos
la llama del fuego sagrado del ingenio y ayúdales a desarrollar-
se para la felicidad del mundo.
III
Todo ser que sufre o gime tiene derechos sagrados sobre ti,
guárdate de ignorarlos: no esperes más que el grito punzante
de la miseria te reclame; prevé de antemano y reconforta al in-
fortunado tímido; no envenenes, con la ostentación de tus do-
nes, las fuentes de agua viva donde los desventurados deben
calmar su sed; no busques la recompensa de tu beneficencia en

. 353 .
los vanos aplausos de la multitud; el Masón la encuentra en la
aprobación tranquila de su conciencia y en la sonrisa fortifican-
te de la Divinidad, bajo cuya mirada se encuentra sin cesar.
IV
Si la Providencia generosa te concede algo que te sea superfluo,
guárdate de hacer de ello un uso frívolo y derrochador; Ella
quiere que por iniciativa libre y espontánea de tu alma generosa,
te vuelvas sensible a la distribución equitativa de bienes, que en-
tra en sus planes; goza de esta bella prerrogativa. Que jamás la
avaricia, la más sórdida de las pasiones, no envilezca tu carácter,
y que tu corazón se eleve por encima de los fríos y áridos cálcu-
los que ella sugiere. Si jamás viniera a desecar tu corazón con su
soplo triste e interesado, huye de nuestros talleres de caridad, no
tendrían atractivo para ti, y nosotros ya no podríamos reconocer
en ti la pasada imagen de la Divinidad.
V
Que tu beneficencia sea esclarecida por la religión, la sabidu-
ría y la prudencia; tu corazón querría abarcar las necesidades
de la humanidad entera, pero tu espíritu debe escoger las más
apremiantes y las más importantes. Instruye, aconseja, protege,
da, alivia todo a tu alrededor; no creas jamás haber hecho bas-
tante, y no descanses en tus obras, si no es para mostrar una re-
novada energía. Entregándote así a los impulsos de este apa-
sionamiento sublime, una fuente inagotable de gozo se prepara
para ti: tendrás en esta Tierra el sabor anticipado de la felicidad
celeste, tu alma se engrandecerá y satisfacerás todos los instan-
tes de tu vida.
VI
Cuando sientas que tus posibilidades son limitadas, que tú
solo no puedes bastarte para el bien que quisieras hacer y tu
alma se entristezca por ello, ven entonces a nuestros templos;
verás el nudo sagrado de beneficencia que nos une, y concu-
rriendo eficazmente con todas tus facultades, a los planes y a
las propuestas beneficiosas que la asociación masónica te pre-
senta y que realiza, felicítate por ser ciudadano de este mundo
mejor: saborea los dulces frutos de nuestras fuerzas combina-

. 354 .
das y concentradas en un mismo objetivo: entonces tus recursos
se multiplicarán, ayudarás a hacer mil dichosos en lugar de uno
y tus deseos serán coronados.

ARTÍCULO SEXTO
Otros deberes morales con los hombres
I
Ama a tu prójimo como a ti mismo, y no le hagas jamás aquello
que no quieras que te hagan. Sírvete del don sublime de la pala-
bra, signo exterior de tu dominio sobre la naturaleza, para salir al
paso de las necesidades del prójimo, y para encender en todos
los corazones el fuego sagrado de la virtud. Sé afable y servicial,
edifica con tu ejemplo, comparte la felicidad de los demás sin ce-
los. No permitas jamás a la envidia elevarse ni un solo instante
en tu interior, enturbiaría el manantial puro de tu dicha, y tu al-
ma sería presa de la más triste furia de remordimientos.
II
Perdona a tu enemigo; no te vengues de él más que por tus
buenas obras: este sacrificio generoso, sublime precepto que
debemos a la religión, te proporcionará los placeres más puros
y deliciosos; volverás a ser la viva imagen de la Divinidad, que
perdona con bondad celeste las ofensas del hombre, y lo colma
de gracias a pesar de su ingratitud. Acuérdate siempre que éste
es el triunfo más bello que la razón pueda obtener sobre el ins-
tinto, y que el Masón olvida las injurias, pero jamás las buenas
obras.

ARTÍCULO SEPTIMO
Perfección moral de sí mismo
I
En tu entrega al bien del prójimo, no olvides nunca tu propia
perfección y no descuides satisfacer las necesidades de tu alma
inmortal. Desciende a menudo hasta el fondo de tu corazón,
para escudriñar en él hasta los rincones más escondidos. El co-
nocimiento de ti mismo es el gran eje de los preceptos masóni-
cos. Tu alma es la piedra bruta que es necesario desbastar: ofre-

. 355 .
ce a la Divinidad el homenaje de tus sentimientos ordenados, y
de tus pasiones vencidas.
II
Que las costumbres castas y severas sean tus compañeras in-
separables, y te vuelvan respetable a los ojos de los profanos;
que tu alma sea pura, recta, veraz y humilde. El orgullo es el
enemigo más peligroso del hombre, lo mantiene en una con-
fianza ilusoria de sus fuerzas. No tener en cuenta el fin para el
cual has venido, retrasa tu progreso: mantente firme hacia el
lugar que debes alcanzar; la corta duración de tu paso por este
mundo, apenas te permite la esperanza de alcanzarlo. Quita a
tu amor propio el alimento peligroso de la comparación con
aquellos que están detrás de ti: siente más bien el estímulo de
una imitación virtuosa, mirando a modelos más perfectos que
van por delante de ti.
III
Que jamás tu boca altere los pensamientos secretos de tu co-
razón, que sea siempre el órgano veraz y fiel: un Masón que se
despoje de su candor, para tomar la máscara de la hipocresía y
de las artimañas, será indigno de estar entre nosotros, y sem-
brando la desconfianza y la discordia en nuestros apacibles
templos, pronto se convertirá en el horror y el azote.
IV
Que la idea sublime de la omnipresencia de Dios te fortifique,
te sostenga; renueva cada mañana el deseo de ser mejor: vela y
reza. Y cuando al anochecer tu corazón satisfecho te recuerde
una buena acción, o alguna victoria conseguida sobre ti mismo,
únicamente entonces, reposa tranquilamente en el seno de la
Providencia y repón nuevas fuerzas.
V
Estudia el sentido de los símbolos y los emblemas que la Or-
den te presenta. La naturaleza misma vela la mayor parte de
sus secretos; ella debe ser observada, comparada y algunas ve-
ces sorprendida en sus efectos. De entre todas las ciencias que
presenten los resultados más brillantes en la industria y en el

. 356 .
progreso de la sociedad, observa a aquella que te enseñe las re-
laciones entre Dios, el universo y tú, colmará los deseos de tu
alma celeste, y te enseñará a cumplir mejor con tus deberes.

ARTÍCULO OCTAVO
Deberes para con los Hermanos
I
De la multitud inmensa de seres de que este universo está
poblado, tú has elegido por un deseo libre a los Masones como
tus hermanos. No olvides jamás que todo Masón, de cualquier
comunión cristiana, país o condición que sea, al presentarte su
mano derecha, símbolo de la franqueza fraternal, tiene dere-
chos sagrados sobre tu asistencia y sobre tu amistad. Fiel al de-
seo de la naturaleza, que es la igualdad, el Masón restablece en
sus templos los derechos originales de la familia humana, no
sacrificándolos jamás a los prejuicios populares, y el nivel sa-
grado iguala aquí todas las condiciones. Respeta en la sociedad
civil las distancias establecidas o toleradas por la Providencia; a
menudo el orgullo las imagina, y sería muestra de orgullo el
criticarlas, y querer desconocerlas. Pero guárdate, sobre todo,
de establecer entre nosotros distinciones ficticias que desapro-
bamos; deja tus dignidades y tus decoraciones profanas en la
puerta, y no entres más que con la escolta de tus virtudes. Sea
cual sea tu rango en el mundo, cede el paso en nuestras Logias
al más virtuoso, al más esclarecido.
II
No te avergüences nunca en público de un hombre oscuro
pero honesto, que a nuestro amparo, tú abrazaste como Her-
mano unos instantes antes; la Orden se avergonzaría de ti por
tus actos y te enviaría con tu orgullo, para lucirlo en las farsas
profanas del mundo. Si tu hermano está en peligro, corre en su
ayuda, y no dudes en arriesgar tu vida por él. Si está necesita-
do, vierte sobre él tus tesoros, y alégrate de poder emplearlos
tan satisfactoriamente; has jurado ejercer la beneficencia con
todos los hombres en general, la debes con preferencia a tu
Hermano que sufre. Si está en el error y se extravía, ve a él con
las luces del sentimiento, de la razón y de la persuasión; condu-

. 357 .
ce a la virtud a los seres que titubean, y levanta a los que están
caídos.
III
Si tu corazón herido por ofensas verdaderas o imaginarias,
alimenta alguna enemistad secreta en contra de uno de tus
Hermanos, haz que se desvanezca al instante la nube que se le-
vanta entre vosotros; llama en tu ayuda a algún árbitro desinte-
resado, reclama su mediación fraternal: pero no traspases nun-
ca el umbral del templo sin antes haber depuesto todo senti-
miento de odio o de venganza. Invocarías en vano el nombre
del Eterno, pues para que Él se digne estar en nuestros templos,
deben estar purificados por las virtudes de los hermanos y san-
tificados por su concordia.

ARTÍCULO NOVENO
Deberes para con la Orden
I
Desde que fuiste admitido a participar de los privilegios que
resultan de la asociación Masónica, tú le has ofrecido tácita-
mente a cambio una parte de tu libertad natural; cumple pues,
estrictamente, las obligaciones morales que ella impone; ajústa-
te a sus sabios reglamentos y respeta a aquellos que la confian-
za general ha designado, para ser los guardianes de las leyes y
los intérpretes del punto de vista general. Tu voluntad en la
Orden está sometida a la de la Ley y a los superiores: serás un
mal hermano si pretendes desconocer esta subordinación nece-
saria en toda sociedad, la nuestra se vería forzada a excluirte de
su seno.
II
De entre todas las leyes, hay una que tú has prometido ante el
Cielo su más escrupulosa observancia: es la del secreto absoluto
e inviolable de nuestros rituales, ceremonias, signos y la forma
de nuestra asociación. Guárdate de creer que este compromiso
sea menos sagrado que los juramentos que hayas prestado en la
sociedad civil. Fuiste libre para pronunciarlo, pero no lo eres
para romper el secreto que te compromete. El Eterno, que invo-

. 358 .
cas como testigo, la ha ratificado: teme a las penas destinadas al
perjuro: no escaparías jamás al suplicio de tu corazón, y perde-
rías la estima y la confianza de una sociedad numerosa, que
tendría derecho a declararte sin fe y sin honor.
Si las lecciones que la Orden te ofrece, para facilitarte el ca-
mino de la verdad y la felicidad, se graban profundamente en
tu alma dócil y abierta a los efectos de la virtud; si las máximas
saludables, que marcan, por así decirlo, cada paso que des en tu
carrera masónica, se vuelven tus propios principios y la regla
invariable de tus acciones, ¡oh, hermano mío!, ¡cuál será nuestra
alegría! Cumplirás tu sublime destino, recobrarás esa semejan-
za divina, que formaba parte del hombre en su estado de
inocencia, que es el objetivo del Cristianismo, y del cual la ini-
ciación Masónica hace su objeto principal. Te volverás la criatu-
ra amada del Cielo: sus bendiciones fecundas recaerán sobre ti,
y mereciendo el título glorioso de sabio, siempre libre, feliz y
estable, pasarás por ésta Tierra como los reyes, benefactor de
los hombres, y modelo de tus hermanos.

. 359 .
ANEXO V

COMPENDIO DEL CONVENTO GENERAL TENIDO EN


WILHELMSBAD
entre julio & agosto de 1782

Nosotros, Gran Maestro general, Maestros Provinciales, gran-


des Oficiales, Prefectos y Diputados de los capítulos de la Santa
Orden, de los Caballeros bienhechores y de los Francmasones
reunidos bajo el régimen rectificado, legítimamente reunidos en
Convento general en Wilhelmsbad cerca de Hanau, para fortifi-
car el edificio masónico confiado a nuestro cuidado, rectificar
los principios y el objetivo de esta Orden antigua, y reunir las
diferentes partes mediante lazos comunes y duraderos; hemos
decidido y estatuído lo que sigue.
Convencidos desde los primeros pasos en nuestros trabajos,
que para mantener la actividad entre las diversas partes de la
Orden, y establecer poco a poco una uniformidad de los princi-
pios, ritos y obligaciones, era necesario crear un centro respeta-
ble, donde vinieran todos a converger; y considerando que
nuestro régimen debe su conservación a los cuidados infatiga-
bles del Serenísimo H. FERDINANDUS a Victoria (in seculo
Duque de Brunswick y Lunebourg), no hemos encontrado me-
jor manera de solemnizar nuestro reconococimiento que con-

. 360 .
firmándole en la dignidad de Jefe supremo de todas las logias
rectificadas, que le fue ya conferida en el convento de Köhlo en
1772, y añadiendo a la misma la de Gran Maestro General de
todas las Provincias de la Orden de los Caballeros bienhechores
y Masones rectificados, que el voto unánime de todas las nacio-
nes se ha apresurado a ofrecerle: Ordenemos en consecuencia a
todos los Capítulos, logias y hermanos que siguen nuestro ré-
gimen, rendirle en esta calidad el homenaje debido a las virtu-
des eminentes que representa continuadamente. Le transmiti-
mos en un acto solemne, y expresándole nuestra completa con-
fianza, el derecho a convocar y presidir los Conventos genera-
les y dirigirlos con el socorro de los Maestros Provinciales y los
otros jefes de los diversos establecimientos de la Orden, y reci-
bimos a cambio por su parte una capitulación, repleta de los
sabios principios, que lo dirigirán en la administración de la
Orden, glosando la libertad que debe animar los trabajos. Ex-
hortamos de manera parecida a todos los establecimientos tanto
masónicos como de la Orden interior a reconocer por secretario
general de la Orden al R.H. ab Urna (Schwarz) y otorgar su
confianza a todo cuanto sea expedido por su parte, como en-
cargado de la confianza particular del Eminentísimo Gran
Maestro. Para dar paso a la posteridad finalmente a un monu-
mento de nuestra feliz reunión bajo un Jefe común y respetable
por tantas y tantas virtudes, hemos decidido, que sea acuñada
una medalla con su busto y una divisa relativa a la época afor-
tunada de nuestro convento.
II
Una de nuestras primeras preocupaciones gira en torno a la
autenticidad del sistema que hemos seguido hasta hoy y el ob-
jetivo final, al que debe conducir a nuestros hermanos.
Después de diversas y curiosas investigaciones sobre la histo-
ria de la Orden de los Templarios, de la que deriva la de los
Masones, que se han producido, examinado y comparado en
nuestras conferencias, estamos convencidos que dichas investi-
gaciones solo presentan tradiciones y probabilidades sin título
auténtico, que pudieran merecer toda nuestra confianza, y que
como consecuencia no estamos lo suficientemente autorizados
a decirnos los verdaderos y legítimos sucesores de los Templa-

. 361 .
rios que por otra parte la prudencia aconsejaría que dejáramos
un nombre que convierte en sospechoso el proyecto de querer
restaurar una Orden proscrita por el concurso de dos potencias,
y que abandonáramos una forma que no cuadraría con los usos
y las necesidades de nuestro siglo.
Por consiguiente declaramos, que renunciamos a un sistema
peligroso en sus consecuencias y propio a levantar la inquietud
de los Gobiernos. Y si nunca jamás algún Capítulo o algún
hermano formara el proyecto de restaurar ésta Orden, nosotros
lo desaprobaríamos como contrario a la primera ley del Masón,
que le ordena respetar la autoridad soberana. A estos efectos y
para declinar para siempre toda siniestra imputación y desmen-
tir los rumores sembrados indiscretamente entre la gente, he-
mos dirigido un acta suscrita por todos nosotros y en nombre
de nuestros comitentes, por la que consagramos esta sabia de-
terminación y protestamos en nombre de toda la Orden de los
Francmasones reunidos y rectificados ante Dios y ante nuestros
hermanos, proclamando que el único objetivo de nuestra aso-
ciación es hacer a cada uno de sus miembros alguien mejor y
más útil a la humanidad a través del amor y el estudio de la
verdad, por el apego más sincero a los dogmas, deberes y prác-
ticas de nuestra santa religión cristiana, por una beneficencia
activa, iluminada y universal en su sentido más extenso y por
nuestra sumisión a las leyes de nuestras patrias respectivas.
III
No podemos sin embargo ocultarnos, que nuestra Orden tie-
ne relaciones reales e incontestables con la de los Templarios
probadas por la tradición más continuada, auténticos monu-
mentos y los mismos jeroglíficos de nuestro tapiz; que parece
más que verosímil que la iniciación masónica, más antigua que
ésta Orden, haya sido conocida por varios de estos Caballeros y
ha servido de velo a ciertas otras en el momento de su catástro-
fe para perpetuar su recuerdo. En consecuencia, y por seguir
todos los vestigios de una Orden, que parece a un gran número
de hermanos haber poseído preciosos conocimientos, y a la que
debemos la propagación de la ciencia masónica; nos hemos
creído obligados a conservar ciertas relaciones con ella y con-
signar estas relaciones en una instrucción histórica. Y como de-

. 362 .
bemos al antiguo sistema un plan de Coordinación útil y divi-
siones ventajosas para mantener el buen orden, y que trasto-
cando la forma exterior de nuestro gobierno romperíamos sin
motivo los lazos, que unen las diferentes partes; hemos decidi-
do, que estas relaciones serían conservadas en una Orden
equestre, conocida bajo el nombre de Caballeros bienhechores y
encargada del régimen y la administración de las clases simbó-
licas. Hemos dividido la recepción en esta Orden interior en
dos etapas: hemos decidido el ritual para la recepción de los
novicios, que deben ser instruidos sobre sus deberes, de los que
contraen el compromiso, y hemos aprobado incluso el esbozo
del ceremonial de armamento de los caballeros, que reciben és-
ta dignidad como recompensa a sus esfuerzos en la carrera de
la beneficencia, que nos ha sido presentado y cuya redacción
hemos confiado al H. a Flumine (de Turckheim). Pero como al-
gunas Provincias o Prefecturas podrían tener alguna razón par-
ticular, para no servirse de ésta denominación de Caballeros
bienhechores y de la fórmula de su recepción, o tener dificulta-
des por las circunstancias locales, trasladamos el criterio de su
aplicación a la prudencia de nuestro Eminentísimo Gran Maes-
tro general, al que queremos y entendemos dejar la libertad pa-
ra añadir las modificaciones que juzgue convenientes, sin rom-
per o alterar por ello la unión de la asamblea de la Orden, cuya
conexión más estrecha ha sido uno de los principales móviles
de nuestros trabajos.
Hemos concedido parecidamente a las tres provincias france-
sas, que desde su reforma nacional habían adoptado el título de
Caballeros bienhechores de la Ciudad Santa, al que tienen un
aprecio particular, la libertad de continuar sirviéndose del
mismo.
Conservando por último esta Caballería cristiana una cruz,
una indumentaria uniforme, los nombres de Orden y el anillo
para reconocerse, prescribimos para las fechas el uso de la Era
de la salvación y el calendario reformado, aboliendo de las ac-
tas la Era de la Orden establecida anteriormente.
IV
Nuestra atención principal se ha llevado sobre los rituales de
los tres primeros grados, base común de todos aquellos que se

. 363 .
llaman Masones. Ocupados en reunir bajo un único estandarte
los otros regímenes, vimos claro, que era imposible efectuarlo,
sin conservar todos los emblemas esenciales, y separar aquellos
que el espíritu del sistema había añadido.
Intimamente convencidos, de que los jeroglíficos de este cua-
dro antiguo e instructivo, tendían a hacer al hombre mejor, y
más propio a alcanzar la verdad, hemos establecido un comité,
para investigar con el mayor de los cuidados, cuáles podían ser
los rituales más antiguos, y a la vez menos alterados; los hemos
comparado con aquellos otros decididos en el Convento de las
Galias, que contienen sublimes moralidades y hemos determi-
nado uno para cada uno de los grados de Aprendiz, Compañe-
ro y Maestro, capaz de reunir las logias hasta ahora divididas, y
que se aproximaría lo más a la pureza primitiva. Nosotros pu-
blicamos este trabajo, e invitanos a nuestras Logias a meditarlos
y a seguirlos; permitiendo a las Provincias que tengan observa-
ciones a hacer, comunicarlas a nuestro Eminentísimo Gran
Maestro General de aquí a un año.
Y como en casi todos los regímenes, se encuentra una clase
Escocesa, cuyos rituales contienen el complemento de los sím-
bolos Masónicos, hemos juzgado de utilidad, conservar una en
el nuestro, intermedia entre la Orden simbólica y la interior;
hemos aprobado los materiales proporcionados por el comité
de rituales, y encargado al R.H. ab Eremo (Willermoz) hacer su
redacción.
Nos cabe esperar, que estableciendo como primera ley los
principios de tolerancia para los otros regímenes, y los de una
beneficencia activa, esclarecida y universal como característica
del nuestro, obtendremos la deseada reunión con todos los
buenos Masones, cuyo objetivo nos proponemos principalmen-
te, y declaramos que reconoceremos como falsas y contrarias a
la verdadera Masonería, esas Logias y esos grados cuyos prin-
cipios sean opuestos a la religión, las buenas costumbres y las
virtudes sociales.
V
A pesar que nuestras logias se hayan afanado siempre en en-
señar a sus miembros los preceptos de la moral más pura y
grabar sobre todo en el corazón de los recién recibidos las lec-

. 364 .
ciones de la sabiduría y la virtud, nos hemos impuesto el deber
de componer una regla general para todos los Masones, que les
trace con energía aquello que deben a Dios, a su prójimo y a
ellos mismos, a sus hermanos y a la Orden en general. Como
consecuencia hemos adoptado una regla escrita en las dos len-
guas, para ser leída al Candidato cuando su iniciación, y hemos
dado parecidamente nuestra sanción a una paráfrasis de esta
misma regla contenida en nueve artículos, para ser sometida a
su posterior meditación y ser leída algunas veces al año en
nuestras logias.
Y como los Caballeros bienhechores se dedican más particu-
larmente a la defensa de nuestra santa religión cristiana, a la de
la inocencia oprimida y a la de la humanidad sufriente, y que
nuestros fondos están consagrados a los establecimientos de
beneficencia, hemos hecho redactar un extracto que les expli-
que de una manera más positiva sus compromisos y los princi-
pios, que deben dirigir la Orden Equestre; queremos y enten-
demos, que ésta regla sea adoptada por todo Caballero, como
norma de conducta en la Orden, y le sea leída cuando su recep-
ción, sea en su original en latín, sea en una de sus traducciones.
VI
La falta de un buen código de leyes, que establezca por una
parte la mayor uniformidad posible entre los diferentes estable-
cimientos, sin estorbar en demasía por otra las conveniencias
locales, es causa de variaciones y cismas que la Orden de los
Masones ha experimentado hasta el día de hoy. Nuestros Con-
ventos anteriores ya vieron la necesidad de ponerle remedio, y
el de las Provincias francesas ha proporcionado preciosos esbo-
zos. Nuestros distintos puntos de vista han debido detenerse en
el mismo asunto y hemos visto con placer un plan para clasifi-
car las diferentes partes de ésta legislación, realizado por el H. a
fonte irriguo (de Kortum). Hemos discutido diversos princi-
pios, y los comunicaremos a todas las Prefecturas para que a su
vez hagan sus observaciones sobre este trabajo. Pero habríamos
prolongado nuestras sesiones más allá del tiempo limitado por
las ocupaciones civiles de nuestros diputados, si hubiéramos
querido emprender la redacción.

. 365 .
Nos hemos limitado pues a aprobar la introducción a este có-
digo, en el que se expresa la necesidad de leyes positivas, los
abusos y los errores, que hasta hoy han infestado la Orden, los
medios para devolverle su pureza, y la precisión de las miras
generales de la Orden, y los principios que deben regir la con-
ducta de sus establecimientos y la de sus miembros. Exhorta-
mos a las logias que mediten a menudo ésta introducción, y es-
timamos que sabrán servirse de ella con éxito para dar a las lo-
gias de otros regímenes extraños una idea favorable del nues-
tro, y llevarlas a la reunión que todos deseamos.
Hemos encargado por último a los H.H. a fonte irriguo, a circu-
lis (Conde de Virieu) a Lilio convallium (Bode) a flumine (de
Turckheim) la redacción de este código, rogándoles a cada uno
que elaboren dos, de los cuales, uno trace los principios simples
y fundamentales que puedan convenir a todas las Provincias, y el
otro, detalle y motive las diferentes leyes generales y locales, que
mejor consideren para cada Provincia, a fin que cada una pueda
escoger lo que juzgue más conveniente a su caso particular.
Contamos con enviar el trabajo de estos cuatro hermanos a
las Provincias, y cuando estas hayan comunicado sus observa-
ciones sobre estas obras, remitiremos todos estos materiales al
H. ab Equo bellicoso (de Rofskampf) al que hemos designado
como persona por todos considerada, para redactar un solo có-
digo general.
VII
Después de haber fijado un centro común, debemos ocupar-
nos de las partes constitutivas y superiores en la Orden y repa-
sar la matrícula general de las Provincias que dependan inme-
diatamente del Gran Maestro General.
Acogiendo pues favorablemente las demandas del gran Prio-
rato de Italia, antes uno de los dos grandes Prioratos de la VIIIª
Provincia, acordado desde hace varios años por el voto unáni-
me expresado ante el Serenísmo H. a Victoria, lo separamos del
gran Priorato de Alemania y añadiéndole el Archipiélago y
Grecia, lo proclamamos Provincia de la Santa Orden, conside-
rando por otra parte, que habiendo renunciado al sistema de
restauración de la Orden de los Templarios, sería poco conse-
cuente y poco análogo a ésta determinación el conservar el an-

. 366 .
tiguo orden de matrícula. Recibimos en nuestras manos todos
los grandes cargos de la Orden adscritos antaño a las maestrías
provinciales, sin que ningún miembro individual de la Orden
pueda ser revestido en lo sucesivo. Abrogamos las antiguas de-
nominaciones de Prefecturas y Encomiendas como relativas en-
teramente a la Orden de los Templarios; declaramos que el
número de Provincias no deberá ser limitado necesariamente al
de IX, si no que dependerá de las circunstancias y necesidades
de la Orden; que sin embargo por el momento no vemos la ne-
cesidad de aumentarlo, puesto que las dos Provincias que lle-
vaban el nombre de Aragón y León en la Orden, no están en ac-
tividad, que nos quedan pocas esperanzas de atraer los estable-
cimientos Masónicos de la gran Bretaña hacia una reunión sóli-
da y conveniente, viendo por todo ello la oportunidad de decla-
rar estas tres plazas vacantes. Partiendo de ésta situación, asig-
namos el primer rango a la de Baja Alemania, que llevaba hasta
ahora en la Orden el número de VIIª como más antigua de las
restauradas; conservamos a Auvernia, Occitania y Borgoña su
rango de IIª, IIIª y Vª que ésta última ha declarado expresamen-
te querer conservar; concedemos el título de IVª a Italia; el de
VIª a la Alta Alemania y visto el requerimiento de los estable-
cimientos de la Santa Orden en los estados Austríacos, tendente
a verse reunidos conforme a los deseos de su Augusto Sobe-
rano en una sola Provincia o cuerpo nacional, y el consenti-
miento de las otras Provincias, sobre todo de aquellas espe-
cialmente interesadas, proclamamos la Provincia de Austria
como VIIª en la Orden, componiéndola los capítulos de Viena,
Hungria y Transilvania, a los que se añadiría la Prefectura de
Praga, y los establecimientos en Galitzia y Lodomeria, pertene-
cientes hasta hoy a la Iª. Desmembramos por otra parte la Lom-
bardia Austríaca del ámbito de la IVª y el Flandes Austríaco del
de la Vª para reunirlas en este nueva Provincia. Y deseando fi-
nalmente se arreglen todas las vías de conciliación con el Capí-
tulo nacional de Suecia, del que no podemos reconocer su insti-
tución en IXª Provincia, al haber sido efectuada sin el concurso
de las otras Provincias, pero considerando al mismo tiempo que
Rusia, que debería formar parte del ámbito de Suecia de acuer-
do a antiguas convenciones, pero que es un país vasto, reunido
bajo una soberanía poderosa, que vería con pena una depen-

. 367 .
dencia extranjera, y comportando ya muchos establecimientos
de orden dispuestos a abrazar nuestro régimen, y que habían
pedido expresamente ser reunidos en Provincia separada, pro-
clamamos a Rusia como VIIIª Provincia de la Santa Orden y de-
jamos abierto el rango de IXª Provincia para el Capítulo de Sue-
cia, que parece valorar especialmente éste título y ésta denomi-
nación y con el que nos afanamos a renovar los lazos de frater-
nidad tan pronto como se presenten las felices circunstancias.
Y como hemos adoptado la premisa, de reunir en un solo
ámbito los establecimientos, que están bajo un mismo dominio
desde el momento que la autoridad soberana parece desearlo,
accedemos a la demanda efectuada en nombre del Reverendí-
simo Maestro Provincial y de la IVª Provincia dicha de Italia,
para reclamar la Prefectura de Chambery, que hasta ese día ha-
bía formado parte de la IIª Provincia.
Por último, los límites entre las tres Provincias francesas, ha-
biendo sido cambiados por el Convento nacional de las Galias,
los restablecemos al estado en que se encontraban antes de esa
época, sobre todo entre la IIª y la IIIª Provincias. Invitamos a la
IIª y la Vª a definir amistosamente los suyos, o a recurrir en caso
de diferencia al arbitraje de Su Eminentísimo Gran Maestro
General y sobre todo a la IIª a compensar a la Vª con una repar-
tición más equitativa de su territorio, a tenor de la parte consi-
derable que acaba de serle substraída a esta última por las ce-
siones hechas a la Provincia de Austria.
VIII
Las Prefecturas dependerán inmediatamente de las Provin-
cias sin instancias intermedias de los Prioratos. Si por una parte
deseamos que ésta sea la forma observada en las Provincias de
nuevo cuño, tampoco queremos incomodar la voluntad y los
puntos de vista locales, de aquellas otras existentes ya bajo otra
forma, y concedemos especialmente a la IIª y IVª Provincias la
libertad necesaria para conservar la división de sus Provincias
en Prioratos, y subordinar sus Prefecturas a estos.
Habiendo ya concluido con la Logia nacional de Holanda, ha-
ce ya tres años, un tratado de unión y fraternidad, que ha sido
seguido poco después con el establecimiento de un Capítulo en
La Haya, hemos admitido al Diputado de este Cuerpo nacional

. 368 .
a nuestras conferencias, y habiéndonos transmitido este Dipu-
tado la voluntad del Capítulo de los Bátavos, de convertirse en
gran Priorato de la VIª Provincia teniendo su Directorio y Capí-
tulo separado del de la Alta Alemania, e inmediatamente some-
tido al Serenísimo Maestro Provincial, sin intervención de un
Capítulo Provincial: eximimos dicho Capítulo de los Bátavos de
la opinión y consentimiento del Serenísimo H. a Leone resur-
gente, Maestro Provincial de la VIª Provincia (Príncipe Charles
de Hesse-Cassel) y de su cónclave Provincial, declarándolo
gran Priorato exento, y reconocemos como Gran Prior al Serení-
simo H. Fridericus a septem fagittis (Príncipe Frédéric de Hes-
se-Cassel).
Los H.H. de Polonia, habiéndonos hecho una demanda pare-
cida, a través de su Diputado el H. a fonte irriguo, no vemos
por nuestra parte sus establecimientos lo suficientemente con-
solidados para poder acceder a la demanda, y los retenemos
todavía por el momento bajo el Capítulo Provincial de la Iª, pe-
ro al mismo tiempo, hemos estatuido así mismo, que en caso
que varios establecimientos reunidos bajo una sola dominación,
celosa de su independencia, nos pidieran una existencia sepa-
rada, y que no tuvieran un número de Capítulos conveniente
para ser erigidos en Provincia, o que se les opusieran otros mo-
tivos, podría concedérseles el rango y título de gran Priorato
exento, inmediatamente sometidos a nuestro Gran Maestro Ge-
neral.
En cuanto al Gran Priorato de Helvetia, entendemos, que el
concordato establecido entre éste y nuestro Capítulo provincial
de la Vª Provincia será ejecutado y mantenido, y que los esta-
blecimientos Masónicos suizos gozan de las exenciones que les
están aseguradas en el concordato, por lo que continuarán re-
conociendo al Maestro y Capítulo Provincial de la Vª como a
sus superiores.
IX
Nada nos interesa más que hacer reinar la concordia y buena
armonía entre los diferentes establecimientos de una misma
Provincia, por lo que solo podemos ver con pesar la desavenen-
cia que divide desde hace varios años los dos Prioratos de Bur-
deos y Montpellier en la IIIª Provincia. Habiéndose mostrado

. 369 .
hasta el momento infructuosa la mediación de nuestro Eminen-
tísimo Gran Maestro General y de las IIª y Vª Provincias, espe-
ramos poder terminarla en este Convento para común satisfac-
ción, pero no habiendo respondido el Capítulo de Burdeos a la
invitación de comparecer en el presente Convento, el de Mont-
pellier ha reclamado nuestros consejos fraternales y una deci-
sión conciliatoria, aunque definitiva sobre los límites privilegios
y relaciones de estas dos logias. Les invitamos pues al acerca-
miento y ha olvidar el pasado: encarguemos pues a los H.H. a
Circulis y a Capite Galeato (Marqués de Chef de bien) para que
interpongan a estos efectos sus buenos oficios. Autorizamos al
Capítulo de Montpellier a ejercer, de aquí hasta finales de 1783
en todo el ámbito de su Priorato y pasada ésta época, en todo el
ámbito de la IIIª Provincia todos los derechos de los superiores,
hasta que el Capítulo de Burdeos acceda a las decisiones de este
Convento, y apruebe lo que Montpellier haya hecho en el intér-
valo. Advertimos al Capítulo de Burdeos para que no proceda a
la elección de un Maestro Provincial sin el concurso del de
Montpellier, y autorizamos a este último para que pasado el 1º
de enero de 1784 proceda según lo decidido, solamente en el
caso que Burdeos no se haya puesto en regla de aquí hasta esa
fecha. Entendemos finalmente que en caso de formación de un
nuevo Capítulo Provincial se repartan los cargos entre los dos
Prioratos y que un comisario de su Eminentísima el Gran Maes-
tro General, asista la primera vez, para cumplir las funciones de
mediador.
X
Su Eminentísima, el Gran Maestro General, habiendo encon-
trado conveniente para el bien de la Iª Provincia, que su Direc-
torio sea transferido de Brunswick; proponemos a los grandes
Oficiales y Prefecturas de la jurisdicción que se establezcan en
Weimar, vista la seguridad que se gozaría para los archivos.
Transferimos igualmente, con la opinión y voto favorable del
Maestro Provincial y del Capítulo de la VIª, el Directorio de la
Alta Alemania, de Meiningen a Heidelberg, y proclamamos
como Presidente del Directorio al R.H. a Tumba Sacra (Barón
de Dahlberg). Bajo demanda efectuada en nombre de los H.H. y
del Palatinado y la acogida favorable de la VIª provincia, pro-

. 370 .
clamamos en su nombre la Prefectura del Palatinado, recono-
ciendo de igual manera con el consentimiento de la Iª Provincia
al Capítulo Prefectoral de Bremen como Prefectura exenta, y
erigimos finalmente con el expreso consentimiento del Reve-
rendísimo Maestro Provincial del Capítulo Provincial y Visita-
dor general de la Vª Provincia, a la Encomienda de la Santa Or-
den en Metz en Prefectura regular, a la espera de poder hacerla
instalar legalmente por un Comisario de la Provincia.
XI
Para asegurar el buen orden en nuestras logias y ver depurar
más y más su composición, hemos fijado actualmente ciertos
principios, que deben formar parte del nuevo código. Nos, es-
tablecemos pues las Logias Escocesas compuestas por los Esco-
ceses de la demarcación y presididos por el Comendador de la
casa Diputado Maestro, como Inspector y primera instancia de
los azules o simbólicos, no concediendo a los Escoceses otra
prerrogativa en logia azul que la que puedan tener los Maes-
tros, a menos que sean oficiales de la logia en cuyo caso forma-
rán un Comité bajo autoridad de los Venerables para preparar
los asuntos a deliberar con anteriordad en las logias.
Fijamos en lo sucesivo el número esencial de estos en siete, a
saber el Venerable, los dos Vigilantes, el Orador, el Secretario,
el Tesorero, el Limosnero, a los que cada logia puede añadir un
Maestro de Ceremonias y un Ecónomo. Exhortamos a las logias
a no recibir ningún Candidato por debajo de los 21 años cum-
plidos, y probado mediante fe de bautismo, pudiendo descon-
tar un año a aquellos que sean presentados por sus padres,
miembros de la logia, pero no concediéndoles ninguna dispen-
sa y exigiendo que hasta la edad de 25 años cumplidos todo se
haga con el consentimiento del padre, a menos que el hijo esté
emancipado, y con el fin de no multiplicar a discreción las re-
cepciones y limitar el número de miembros por logia, hacemos
expresa ley, para que nunca ninguna logia pueda estar com-
puesta por más de 54 hermanos y que a partir del momento en
que este número se cumpla, solo pueda recibirse en caso de va-
cante.
Hemos decidido finalmente, que a falta del Venerable Maes-
tro, la logia no sea presidida por el ExMaestro, sino que el dere-

. 371 .
cho de Presidencia sea entonces atribuido al 1er Vigilante y que
este derecho recaiga desde el mismo momento del cese de sus
funciones en la clase de los Escoceses y no conserve otra pre-
rrogativa que la de llevar en el ojal de la solapa una pequeña
marca de su antigua dignidad.
Y como finalmente somos más proclives a convencer que a
obligar, y que abundando en la bondad de nuestras intencio-
nes, no nos hemos propuesto otro objetivo que el de depurar
nuestro régimen y reunir a todos los hermanos, que se sientan
animados por el amor al bien, no hemos juzgado conveniente
exigir una aceptación pura y simple por parte de nuestros Capí-
tulos, dejándoles la libertad para poder examinar de aquí a fi-
nales de 1783 nuestras propuestas, y declarar al final de ese
término, si quieren aceptando el trabajo del Convento, adherir-
se a nuestro régimen, o si prefieren asociarse a otro. No duda-
mos por nuestra parte, que aquel régimen que estará fundamen-
tado sobre las bases más sólidas, y que enseñará con mayor éxito
las verdades religiosas y morales, y las virtudes sociales y patrió-
ticas, y presentará los medios más eficaces para ejercer la benefi-
cencia en toda su extensión, sabrá atraer necesariamente la con-
fianza de todos aquellos que sepan apreciar estas ventajas.
Nosotros, Gran Maestro General y miembros Capitulares del
Convento, reiteramos y declaramos, que estas decisiones son
conformes a las deliberaciones generales, y deben guiar los Ca-
pítulos y logias a los que serán debidamente propuestas por los
Directorios Provinciales.

En fe de ello lo hemos firmado con nuestro nombre.


HECHO en Wilhelmsbad el 1º de septiembre de 1782.
Firmado por el Presidente y todos los Diputados presentes
en el Convento.
Concordat cum Originali
in Archivo Mag Generalis deposito

(In Les Cahierts Verts Hors Série, abril 2005, págs. 122-131).

. 372 .
ANEXO VI

Modificación del Tratado de 1776


Renovación del Tratado de Unión con el Gran Oriente de 14 de
junio de 1811

A solicitud presentada por parte del G.O. de Francia por el


R.H. Lajard, en nombre del Directorio de Auvernia con sede en
Lyon;
por parte del R.H. Bacon de la Chevalerie, en nombre del Di-
rectorio de Septimania;
por parte del R.H. d’Aigrefeuille, en nombre del Directorio de
Borgoña, cuyo traslado de Estrasburgo a Besançon tuvo lugar
por decreto del Gran Maestro nacional, el serenísimo príncipe
Cambacéres, con el consetimiento de los otros dos Directorios,
Los dichos tres Directorios formando el cuerpo del régimen
rectificado en Francia,
Dicha solicitud, tendente a la renovación y puesta en práctica
del Tratado de unión suscrito el 3 de mayo de 1776, entre el
G.O. de Francia y los tres Directorios escoceses establecidos se-
gún el Rito y la Masonería reformada de Alemania, y así mismo
del Tratado posteriormente hecho entre el G.O. el 6 de marzo
de 1781, y el Directorio de Septimania;
Vistos dichos Tratados;
Vistos igualmente los poderes debidamente en forma de los
R.R.H.H. Lajard, Bacon de la Chevalerie y d’Aigrefeuille;
Que el informe del R.H. Moreau de Saint-Méry, en nombre de
la comisión de Ritos, la cual se ha puesto de acuerdo con los
R.R.H.H. diputados, en partircular sobre las modificaciones que
en las presentes circunstancias, los Tratados del 31 de mayo de
1776 y 6 de marzo de 1781, pudieran parecer susceptibles;

. 373 .
El H. Orador oído en sus conclusiones;
El G.O., continuamente animado por los mismos principios
que en el año 1804, lo llevaron a reunir en un solo fuego todas
las luces masónicas, y a esos efectos abrazar la generalidad de
Ritos, reunión que se operó por el Concordato de 5 de diciem-
bre de 1804;
Considerando que el nuevo orden de cosas establecido, y ac-
tualmente existente, exige por parte de todos los Masones que
desean participar de ésta reunión, modificaciones a los pactos y
tratados que lo han regido hasta el momento presente;
La Gran Logia y el consejo de apelación escuchados;
Decreta lo que sigue:
ARTÍCULO PRIMERO
El Tratado suscrito el 31 de mayo de 1776 entre el G.O. de Fran-
cia y los tres Directorios escoceses establecidos según el Rito y
la Masonería reformada de Alemania; junto al de 6 de marzo de
1781, con el Directorio de Septimania, reciben, con el acuerdo
unánime de los Directorios actuales, las modificaciones siguien-
tes:
II. Las ciudades de Lyon, Montpellier y Besançon son en las
que residen los tres Directorios escoceses de Auvernia, Septi-
mania y Borgoña.
III. Cada uno de estos Directorios tiene, en el seno del G.O. y
del Gran Directorio de Ritos, un diputado que lo representa y
participa con todos los derechos, teniedo en todos los aspectos
todas las ventajas y derechos de los que gozan los miembros
del G.O. Tienen además, en el Gran Directorio de Ritos, la pre-
rrogativa que les corresponde como sección componente de los
Ritos reunidos.
IV. Estos tres diputados formarán, en el Gran Directorio de
Ritos, una sección que tendrá esencialmente por objeto el Ré-
gimen rectificado, y que únicamente deliberará sobre los asun-
tos particulares de su Rito, a menos que ella juzgue conveniente
solicitar a otro Rito.
V. Provisionalmente, y hasta que sean otorgados nuevos po-
deres dados a sus representantes, el G.O. admite como dipu-
tados y miembros del Gran Directorio de Ritos, para el Rito rec-

. 374 .
tificado, a los tres H.H. Lajard, Bacon de la Chevalerie y
d’Aigrefeuille.
VI. Las relaciones del G.O. con los tres Directorios son las
mismas que las de las del G.O. con las Logias que concurren a
formar, en el G.O., la reunión general de Ritos.
VII. A propuesta de los Directorios, cada uno en su demarca-
ción respectiva determinada por los cuadros anexos al presente
Tratado, el G.O. constituye en los grados simbólicos las Logias
del régimen rectificado. Les expedirá cartas constitutivas.
Estas cartas son transmitidas a los diversos Directorios, que
en virtud de la delegación que el G.O. les ha hecho hasta el pre-
sente, procederán a la instalación y harán llegar acta de la mis-
ma al G.O.
VIII. Las demandas en constitución serán siempre apoyadas
con el cuadro de la Logia impetrante, conteniendo los apellidos,
nombres, edad, calidades civiles y masónicas, el domicilio de
cada Hermano y su lugar de nacimiento.
Este cuadro será supervisado y certificado por el Directorio
reclamante.
IX. El precio de las constituciones que será entregado al secre-
tariado del G.O. por el Directorio reclamante es el mismo que el
del resto de Logias de Francia: 150 fr.
X. Los Directorios deseosos de contribuir, tanto en nombre
propio como en el de sus Logias, a los actos de beneficencia que
anualmente hace el G.O., depositarán todos los años, en la caja
del G.O., una suma de 27 fr. en nombre de cada Logia existente,
e inscrita en el cuadro del G.O.
XI. Los reglamentos del G.O. serán puestos en práctica para
todo aquello que no sea previsto por el presente acuerdo y por
los dos otros Tratados y enunciados.
Firmado Roettiers de Montaleau, Defoissy, de Joly, Gran Ora-
dor; Moreau de Saint-Mery, Geneux, d’Aigrefeuille, Lajard, Ba-
con de la Chevalerie, Ch. Houël.
Los artículos anteriormente acordados entre los comisarios
del G.O. de Francia y los del régimen rectificado, han sido
adoptados por la Gran Logia del consejo y apelación, el 14º día,
del 4º mes de 5811 (14 de junio de 1811), y confirmados por el
G.O., en su sesión solemne de 24º día del mismo mes.

. 375 .
Por extracto conforme y por mandamiento,
Firmado de Joly, Secretario general

Timbrado y sellado por nuestro Guarda sellos


y timbrado por el G.O. de Francia,

Firmado, Dubin

In Acta Latomorum, o cronología de la historia


de la francmasonería francesa y extranjera,
Pierre-Elie Duffart, París, 1815, págs. 216-220.

. 376 .
ANEXO VII

Cartas patentes entregadas a Ribaucourt, Savoire y Bastard el


11 de junio de 1910

PRIORATO INDEPENDIENTE DE HELVETIA


ENCOMIENDA DE PARÍS

Nos, Gran Prior de Helvetia, S.G.M. de la Orden Rect., Prefecto


del Capítulo de los Cab. B. de la Ciudad Santa de Ginebra y no-
sotros, miembros del Directorio Escocés del Priorato Indepen-
diente de Helvetia, recordamos que en virtud de los derechos y
prerrogativas concedidas al Gran Priorato de Helvetia por el
Convento de los Capítulos de Borgoña tenido en Basilea los
días 15, 16 y 17 de agosto de 1779, dicho Priorato ha adquirido
al mismo tiempo que su independencia el poder de crear en su
competencia prefecturas y encomiendas, habida cuenta que por
acta del 2 de agosto de 1828 el Capítulo prov. de Borgoña, o sea
la Vª Prov. de la O. extendió aún esos derechos y privilegios
denunciando al Gran Priorato de Helvetia el cese de sus traba-
jos y confiriéndole todos sus poderes, habida cuenta que el 29
de mayo de 1830, el Rev. Visitador General Josephus, a Ponte
Alto de la Prov. de Auvernia, o sea la IIª Prov. de la O. confirió
mediante patente especial al Capit. Prov. de Ginebra el derecho
a constituir establecimientos de su rito, en sitio y lugar de la
Prov. de Auvernia entrada luego en sueños, y que en virtud de
los derechos, el Capit. Prov. de Ginebra procedió ya en 1839, el
25 de marzo, a la constitución de una prefectura en París,
creando e instalando Cab. y novicios, igualmente hoy, inspi-
rándonos en nuestros derechos y privilegios así como en nues-

. 377 .
tros tratados de alianza, en virtud del art. 6 del Capit. II del Tí-
tulo 8 del código general de los reglamentos (1778) de la Orden
de los Cab. B. de la C.S., hemos fundado al O. de París una
primera encomienda surgida de la Prefectura de Ginebra.
Luego, conformándonos al artículo 24 de los estatutos del
Gran Priorato Independiente de Helvetia, hemos entregado a
esta encomienda las presentes Cartas Patentes, después de ha-
ber armado Caballeros de la Ciudad Santa los M.M. Ilustres y
M.M. Reverendos H.H. de Ribaucourt, Camille Savoire, Gusta-
ve Bastard y creado escudero Novicio, al M. Resp. H. Paul Pot-
tier, 18º.
Y ahora en virtud del art. 9 (Capít. II, título 8) del código ge-
neral, autorizamos a esta encomienda a recibir Escuderos o No-
vicios. Pero como igualmente dice el art. 9 no se le permite ar-
mar Caballeros, quedando ese derecho reservado únicamente a
los capítulos prefectorales. Vistas las circunstancias, conferire-
mos esta prerrogativa, cada vez que esto sea necesario por me-
dio de una delegación especial de nuestro Directorio.
El Código Masónico de las Logias reunidas y rectificadas de
1778, atribuyendo al Directorio Escocés el derecho exclusivo a
constituir por fundación, despertar o rectificación de las Logias
simbólicas de los cuatro grados, el Directorio Esc. del Priorato
de Helvetia delegará de igual modo este derecho a su/o las en-
comiendas de París, cuando la oportunidad de esta creación le
sea demostrada, desde que las exigencias del Código General
hayan sido satisfechas, particularmente las enunciadas en el art.
6 capit. II del título ocho, el Capítulo Prioral de Helvetia proce-
derá a erigir una Prefectura en París. Esta Prefectura trabajará
bajo los auspicios del Directorio Escocés de Helvetia hasta el
día en que las circunstancias permitan despertar el antiguo Di-
rectorio provincial de Neustria y devolverle todos sus poderes
constitutivos, incluidos los de fundar, despertar o rectificar to-
das las Logias de los tres primeros grados, Logias de Maestros
Escoceses, Capítulos de la Orden Interior, etc.
Hasta entonces y a partir de hoy, atendiendo que el objetivo
que deben perseguir todos los verdaderos Masones es una obra
de fraternidad y unión, destinada antes que todo a estrechar
siempre más y más los lazos que constituyen su fuerza y su sa-
lud común, los Cab. B. de la C.S. de la Encomienda de París, sus

. 378 .
escuderos y todos los H.H. que reciban en su seno, prometien-
do en presencia del G.A. del U. y comprometiéndose bajo su
palabra de honor y fe de Masones a observar exacta y fielmente
las estipulaciones de las presentes Cartas Patentes, así como el
código general de la Orden, el de las Logias reunidas o rectifi-
cadas, los reglamentos del Gran Priorato Independiente de
Helvetia, del que en lo sucesivo forman parte y los tratados de
alianza existentes, sea con el G.O. de Francia y el régimen recti-
ficado, sea entre el Priorato Independiente de Helvetia y el Sup.
Consejo de Suiza.
Hecho así por duplicado en Ginebra, bajo los sellos de nues-
tro capítulo prefectoral y del Directorio Escocés y Rect. Este sá-
bado, once de junio de 5910/D.T. 601.
CH. Montchal, Gran Prior de Helvetia, Prefecto del Capítulo.
Leclerc, Gran Prior Honorífico de Helvetia
J. Kaufman, Gran Canciller del Directorio
Paul Noblet, Prior,
Basso, A. Dunant, Mussard, Rochat, Camille Savoire, E. de Ri-
baucourt, G. Bastard, Paul Pottier.

. 379 .
ANEXO VIII

Carta Patente constitutiva del Gran Priorato de las Galias


(23 de marzo de 1935)

. 380 .
. 381 .
. 382 .
. 383 .
. 384 .
. 385 .
ANEXO IX

. 386 .
. 387 .
ANEXO IX BIS (TRADUCCIÓN)

TRATADO DE ALIANZA Y AMISTAD:


ENTRE
El GRAN PRIORATO DE LAS GALIAS, representado por los
M.M. R.R.H.H. C.B.C.S., Dr. Camille Savoire, Gran Prior-Gran
Maestro Nacional, y Aimé Machon, Gran Canciller
Y
El GRAN PRIORATO INDEPENDIENTE DE HELVETIA, re-
presentado por los M.M.R.R.H.H., C.B.C.S., Profesor Ernest Ro-
chat, Gran Prior-Gran Maestro Nacional, y Ch. Nicole, Gran
Canciller
SE HA DECIDIDO EL TRATADO DE ALIANZA Y AMISTAD
que sigue:
Vistas las Cartas Patentes entregadas el 23 de Marzo de 1935
por las cuales el Gran Priorato Independiente de Helvetia, des-
pertando en Francia el Régimen Escocés Rectificado, ha autori-
zado la creación de una Obediencia Independiente bajo la Di-
rección del Gran Directorio de las Galias:
Considerando que es deseable, en interés de la Orden Masó-
nica en general y del Régimen Escocés Rectificado en particular,
el mantener y fortalecer las relaciones cordiales y fraternales
que unen al Gran Directorio de las Galias y al Gran Priorato In-
dependiente de Helvetia:

. 388 .
Las dos Potencias contratantes se reconocen recíprocamente
cada una como única Potencia Soberana del Régimen Escocés
Rectificado en su país respectivo, a saber: el Gran Directorio de
las Galias para Francia y sus Colonias y el Gran Priorato Inde-
pendiente de Helvetia para toda Suiza, y admitiendo solamente
como talleres regulares del Régimen Rectificado que aquellos
constituidos en Francia por el Gran Directorio de las Galias, y
en Suiza, que aquellos surgidos directamente del Gran Priorato
Independiente de Helvetia.
Los Altos Grados del Régimen Escocés Rectificado consis-
tiendo en la Logia de San Andrés y la Orden Interior (Escude-
ros-Novicios y Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa).
Las dos Potencias contratantes estando de acuerdo en conser-
var las formas, ceremonias, tradiciones, leyendas e instruccio-
nes de los diferentes grados del Rito.
Los H.H. investidos de Altos Grados por una u otra Potencia
contratante tendrán libre acceso como visitantes en las Tenidas
de grado equivalentes y gozarán de las mismas prerrogativas.
Las dos Potencias contratantes conservarán sus relaciones y
sus Alianzas. Se comprometen cada una por su parte a no con-
traer de nuevas relativas al Rito Rectificado, sin ser avisadas y
consultadas. Ellas conservarán toda su independencia respecto
de los otros Ritos.
Después de la firma del presente contrato de Alianza, serán
intercambiados Garantes de Amistad escogidos por cada Po-
tencia de la terna de una lista presentada por la otra Potencia.
El contrato se concluye por una duración indeterminada. Este
podrá en cualquier momento, ser denunciado mediante una
advertencia previa de seis meses.
Hecho y decretado en Ginebra, el cinco de Julio de mil nove-
cientos treinta y cinco, y en París, el veinticinco de Julio, de mil
novecientos treinta y cinco.

. 389 .
Firmado:

Por el Gran Priorato Indepen- Por el Gran Priorato Indepen-


diente de Helvetia: diente de las Galias
El Gran Prior: E. Rochat, Eq. a El Gran Prior, Gran Maestro Na-
Studio cional:
El Gran canciller: CH J. Nicole, Dr Camille Savoire, Eq. a Forti-
Eq. a Phoenice Resurgente tudine
El Gran Canciller: A. Machon,
Eq. ab Indulgentur

COPIA CERTIFICADA Y CONFORME AL ORIGINAL


Ginebra, el 9 de septiembre de 1936
Eq. ad verum quaerendum

. 390 .
ANEXO X

Convención entre la Gran Logia Nacional Francesa


y el Gran Priorato de las Galias
Exposición de motivos:
El RER ha sido creado en el Convento de las Galias de Lyon
en 1778 en el que fueron elaborados dos Códigos:
§ El Código masónico de las Logias reunidas y Rectificadas.
§ El Código y reglamentos generales de la Orden de los caba-
lleros Bienhechores de la Ciudad Santa.
El primero de estos Códigos organiza una institución masóni-
ca, el segundo una Orden de Caballería que no es específica-
mente masónica, ya que, por bien que recluta, de hecho, sus
miembros únicamente entre los masones, no está escrito que
sea preciso ser masón para ser armado Caballero.
Por otra parte, desde el 2 de Agosto de 5828, -fecha del cese
de los trabajos de la última Provincia francesa, la de Borgoña-
hasta nuestros días, una sucesión de hechos históricos vienen a
demostrar que el Gran Priorato de Helvetia es el único deposi-
tario del Rito Escocés Rectificado en el mundo;
Es en esta calidad que el Gran Priorato Independiente de
Helvetia ha otorgado, el 23 de marzo de 5935, al Gran Priorato
de las Galias, una carta habilitándolo a regentar la práctica del
Rito Escocés Rectificado en Francia;
Es en virtud de esta Carta, que el 5 de diciembre de 5954, el
Gran Priorato de las Galias ha confiado a la Gran Logia del Ré-
gimen Rectificado de Francia, la práctica del Rito Escocés Recti-
ficado en los tres primeros grados, guardándose el Gran Priora-

. 391 .
to de las Galias bajo su autoridad directa la práctica del Rito Es-
cocés Rectificado para el cuarto grado y la Orden de los Caba-
lleros Bienhechores de la Ciudad Santa.
Por otra parte, en 5910, el Gran Priorato de Helvetia concedió
a cuatro hermanos Cartas Patentes destinadas a crear bajo la ju-
risprudencia del Gran Priorato Independiente de Helvetia una
Encomienda en París, teniendo ésta poderes para fundar Logias
simbólicas del Régimen Escocés Rectificado.
La Logia «le Centre des Amis» practicando desde esa fecha el
Rito Rectificado contribuyó a constituir una Gran Logia Inde-
pendiente y Regular conocida en lo sucesivo bajo el nombre de
Gran Logia Nacional Francesa;
Dicho esto, los dos Códigos de Lyon son las únicas leyes
constitutivas del Rito Escocés Rectificado y ue organizan el ré-
gimen;
Estas leyes, no solamente el Gran Priorato de las Galias no
tiene poder para modificarlas, sino que su primer deber es res-
petarlas y hacerlas respetar.
Es por lo que no podemos desaprovechar la ocasión de llegar
a un posible entendimiento con la Gran Logia Nacional France-
sa con el fin de restablecer la situación en su pureza original.
por una parte la Gran Logia Nacional Francesa en que la
práctica del Rito Escocés Rectificado en los tres primeros grados
se encuentra regularizada,
por otra parte el Gran Priorato de las Galias, u Orden de los
caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa volviendo a ser dis-
tintivo de la Francmasonería.
Convención del 13 de junio de 1958
Por una parte
La Obediencia masónica denominada «Gran Logia Nacional
Francesa» representada por su Comité de Dirección:
P. Cheret, Gran Maestro
M. Jonsson, Diputado Gran Maestro
W.H. Robinson, Asistente del Gran Maestro
A.L. Derosière, Asistente del Gran Maestro
G. Prevost, Gran Tesorero
M.S. Drabble, Gran Secretario

. 392 .
Cuya sede social está en Neuilly-sur-Seine (Sena), Boulevard
Bineau, 65;
Por otra
La Orden de Caballería denominada «Gran Priorato de las
Galias» representada por:
A. Moiroux, Gran Maestro Nacional, Gran Prior
In ordine Eques a Clementia
Gaillard, Gran Canciller
In ordine: Eques ab aera
Cuya sede social está en París (17º) rue de la Condamine, 71 bis
Se ha convenido lo siguiente:
Artículo 1: En virtud de los poderes que detenta el Gran Prio-
rato Independiente de Helvetia, el Gran Priorato de las Galias
con el acuerdo de la Gran Logia del Régimen Rectificado y sus
respectivos Talleres, decide la fusión de la Gran Logia del Ré-
gimen Rectificado con la Gran Logia Nacional Francesa, y las
partes afirman de común acuerdo que la práctica de los tres
primeros grados del Rito Escocés Rectificado, en Francia y en la
Unión Francesa, se hará en el marco del Código Masónico de
las Logias Reunidas y Rectificadas del Convento de Lyon de
5778.
Artículo 2: El título de Gran Logia Nacional Francesa queda
conservado. En subtítulo, llevará la mención de «Rito Escocés
Rectificado – Rito Emulación – y todos los Ritos regulares».
Artículo 3: Una comisión estudiará los Rituales que serán
obligatoriamente utilizados en todas las Logias que practiquen
el Rito Escocés Rectificado en los tres primeros grados. Los tex-
tos serán sometidos para su aprobación al Gran Priorato de las
Galias.
Artículo 4: El grado de Maestro Escocés de San Andrés que es
el cuarto y último grado de la Masonería de las Logias Reuni-
das y Rectificadas sólo será conferido a maestros masones per-
tenecientes regularmente a Logias bajo Obediencia de la Gran
Logia Nacional Francesa o reconocidas por ella. La práctica del
Rito en este cuarto grado se efectuará bajo la autoridad de un
directorio Escocés independiente de la Gran Logia Nacional

. 393 .
Francesa y del Gran Priorato de las Galias, conforme a los Có-
digos de 5778 y 465.
Artículo 5: El Gran Priorato de las Galias conserva, por su-
puesto, su autoridad sobre la Orden de los Caballeros Bienhe-
chores de la Ciudad Santa.
Artículo 6: Dos anexos van unidos a ésta Convención: el pri-
mero precisa el espíritu de los Maestros Masones redactores de
la presente Convención; el segundo, fija las condiciones de afi-
liación de los Masones Francos y Aceptados;
Artículo 7: La presente Convención se establece para una du-
ración de tres años. Quedará reconducida automáticamente por
períodos de nueve años salvo denuncia por una de las partes,
con un año de aviso previo antes del final de cada período. La
presente Convención toma efectos desde el día mismo de su
firma.

. 394 .
ANEXO XI

Acta adicional del 21 de octubre de 1965 a la Convención de


13 de junio de 1958
El acuerdo de 7 de julio de 1958 (sic) habiendo definido el grado
de Maestro Escocés de San Andrés (siguiendo las disposiciones
de la Constitución de Lyon de 1778), independiente de la GLNF
y del Gran Priorato de las Galias, confiaba la gestión de este gra-
do, complementario a la Maestría, a un Directorio Escocés, que-
dando entendido que las Logias de Maestros de San Andrés sólo
admitían a Masones regulares reconocidos por la GLNF.
Se ha presentado que este tipo de organización presentaba
ciertos inconvenientes y que sería más indicado que las Logias
de San Andrés dependieran directamente del GPDG.
La GLNF acepta esta incorporación bajo condición sine qua non
que los Francmasones hechos Maestros Escoceses de San Andrés
pertenezcan a la Francmasonería regular, es decir a la GLNF.
El GPDG suscribe formalmente esta condición. Decide por
otra parte, como consecuencia de su intervención directa en la
constitución de las Logias de San Andrés, que los Miembros de
las Encomiendas y Prefecturas deberán en lo sucesivo pertene-
der por su parte a la Francmasonería Regular, y ello en el plazo
de seis meses a partir de la fecha de la firma de la presente
Convención.

Por la G.L.N.F. Por el Gran Priorato de las Galias

E. Van Hecke, G.M. A.Wast, Gran Prior


A.L. Derosière, G.M. Adjunto J. Baylot, Gran Canciller,
S.J. Humbert, G. Secretario R. Eyrolles, Diputado G. de las L.L.
de San Andrés

. 395 .
ANEXO XII

Declaración de Principios del 8 de octubre de 1983


Decidida y proclamada por el Gran Capítulo del Gran Priorato
de las Galias
El Gran Capítulo del Gran Priorato de las Galias proclama de
nuevo su fidelidad conjunta tanto a las tradiciones de la Orden
Masónica como a los principios propios del Régimen Escocés
Rectificado.
Considera que este último fue fundado esencialmente sobre
la «FIDELIDAD A LA SANTA RELIGIÓN CRISTIANA», como
atestiguan el conjunto de rituales y en particular la prestación
de todos los juramentos sobre el Evangelio de San Juan, las ple-
garias de apertura y cierre, la Regla Masónica decidida en el
Convento de Wilhelmsbad en 1782, y la profundización en el
esoterismo cristiano conforme a la constante preocupación de
los fundadores del Rito en el siglo XVIII.
Es así como lo entendieron desde 1910 aquellos que trabaja-
ron en el despertar del Régimen Escocés Rectificado en Francia,
acción que resulta bueno recordar que fue el origen de la res-
tauración de la Francmasonería regular en nuestro país.
Este Gran Capítulo reafirma sin vacilación la fidelidad intan-
gible del Gran Priorato de las Galias, que rige los 4º, 5º y 6º
Grados de la Orden, al igual que la de todos sus miembros, a
los principios recordados anteriormente.
El admirable conjunto de rituales que redactaron los funda-
dores del Rito en el siglo XVIII, aprobados por los Conventos
sucesivos, debe, tanto en su forma como en las enseñanzas que
comportan, ser aplicado hoy en su integridad, bajo reserva de

. 396 .
algunas adaptaciones de índole menor puramente administra-
tivas.
La adopción de la presente declaración entraña evidentemen-
te que no puedan ser recibidos al 4º Grado de la Orden y más
allá, solamente que Maestros Masones regulares que se adhie-
ren sin restricciones a la misma, aceptando firmarla de su puño
y letra.
Por este hecho, todos los Grandes Dignatarios y Dignatarios
de la Orden se comprometen igualmente a firmar ésta declara-
ción y a mantener sus principios, base de nuestros reconoci-
mientos mutuos con los Grandes Prioratos Anglosajones, Es-
candinavos y Alemanes, y condición esencial de su pertenencia
a la Orden.

. 397 .
ANEXO XIII

Declaración común
del Gran Maestro de la Gran Logia Nacional Francesa
y del Gran Prior/Gran Maestro Nacional
del Gran Priorato de las Galias,
de fecha 10 de enero de 1984
El Gran Maestro de la Gran Logia Nacional Francesa y el Gran
Prior/Gran Maestro Nacional del Gran Priorato de las Galias se
han encontrado para examinar el estado de relaciones entre sus
dos jurisdicciones y más particularmente la aplicación de la
Convención de 7 de julio de 1958, y de su Acta adicional del 21
de octubre de 1968.
1. El M.R.H. Jean Mons, y el M. Rev. Cab. Daniel Fontaine,
ante todo han podido constatar con satisfacción que la Conven-
ción de 7 de julio de 1958 y su Acta adicional no han sido nunca
denunciadas por una parte ni otra y continúan rigiendo las re-
laciones entre la Gran Logia Nacional Francesa y el Gran Prio-
rato de las Galias.
2. Se han felicitado mutuamente por el desarrollo armonioso
de sus dos jurisdicciones y constatado el entendimiento frater-
nal reinante entre Ellas.
3. El Gran Priorato de las Galias ha renovado su indefectible
vinculación a la Francmasonería Regular, y así pues en el caso
de Francia, a la Gran Logia Nacional Francesa. Recuerda que
esta última es la única a ejercer su autoridad de manera regular,
competente e iniciática sobre los tres primeros grados simbóli-
cos. El Gran Priorato de las Galias observa con satisfacción la
consagración por parte del Gran Maestro de la Gran Logia Na-
cional Francesa de numerosos talleres que trabajan el Rito Esco-

. 398 .
cés Rectificado, siendo estos talleres indispensables para el
desarrollo del Rito y el equilibrio general de la Francmasonería
Regular en Francia. El Gran Priorato de las Galias recuerda que
solamente recluta sus miembros de entre los Maestros Masones
pertenecientes a Obediencias Regulares, es decir principalmen-
te entre los miembros de la Gran Logia Nacional Francesa, úni-
ca Obediencia Regular en Francia.
4. La Gran Logia Nacional Francesa y su Gran Maestro se re-
gocijan por su parte de la audiencia internacional del Gran
Priorato de las Galias, audiencia conforme al espíritu universal
de la Francmasonería.
5. Se ha acordado que los Rituales de los Grados simbólicos
serán aquellos propuestos por el Gran Priorato de las Galias
(garante de su autenticidad) a la Gran Logia Nacional Francesa
y que corresponderá a su Gran Maestro el sancionarlos en el
marco de las reglas propias de la Francmasonería regular y ha-
cerlos aplicar en su jurisdicción. En este aspecto, el Gran Maes-
tro de la Gran Logia Nacional Francesa aprobará, en concerta-
ción con el Gran Priorato de las Galias, y bajo reserva de las rec-
tificaciones que haya convenido, una edición conforme a la de
1983 y 1984 de los Rituales de J.-B. Willermoz, y el de instala-
ción del Venerable Maestro. Estos Rituales serán desde enton-
ces los únicos impresos y distribuidos.
6. Las dos jurisdicciones se comunicarán recíprocamente sus
Ordenanzas y Decretos. Queda convenido que las dos Grandes
Cancillerías se dirigirán recíprocamente todos los documentos
útiles para la buena administración de las dos jurisdicciones.
7. Con el fin de desarrollar y mantener la buena armonía a ni-
vel de las Provincias de la Gran Logia Nacional Francesa y de
las Prefecturas del Gran Priorato de las Galias, las dos Jurisdic-
ciones favorecerán una concertación periódica en el plano local,
entre los Grandes Maestros Provinciales y los Prefectos.
8. La Gran Logia Nacional Francesa es la única a ejercer el
poder disciplinario sobre sus miembros. No obstante, el Gran
Maestro recuerda que toda vista previa a una sanción solo tiene
lugar en presencia de un hermano practicante del Rito del in-
teresado y más particularmente, en lo que concierne al Rito Es-
cocés Rectificado, miembro igualmente del Gran Priorato de las
Galias y designado por éste. El Gran Priorato de las Galias es el

. 399 .
único a ejercer su poder disciplinrio sobre sus miembros. Toda
sanción tomada por el Gran Priorato de las Galias en contra de
uno de sus miembros perteneciente igualmente a la Gran Logia
Nacional Francesa, será comunicado a ésta última. Queda pre-
cisado que en su calidad de miembros de la Gran Logia Nacio-
nal Francesa, los responsables del Gran Priorato de las Galias
podrán entonces apelar al Gran Maestro mediante una queja si
la falta cometida les parece de naturaleza a entrañar una san-
ción en el marco de las Logias simbólicas. Esta queja será en-
tonces regularmente instruida.
Hecho en Neuilly-sur-Seine, el 10 de enero de 1984

Jean Mons Daniel Fontaine

Gran Maestro Nacional Gran Prior/Gran Maestro


de la Gran Logia Nacional Francesa del Gran Priorato de las Galias

. 400 .
ANEXO XIV

. 401 .
. 402 .
. 403 .
. 404 .
ANEXO XV

CONVENCIÓN ENTRE
EL GRAN ORIENTE DE FRANCIA
Y
EL GRAN PRIORATO DE LAS GALIAS
Las dos Potencias signatarias abajo denominadas:
El Gran Oriente de Francia
Potencia Simbólica Regular Soberana, creada en 1728
cuya sede está en el 16, rue Cadet
75009 París
Y
El Gran Priorato de las Galias,
Ordenes de los Caballeros Masones Cristianos de Francia
Directorio nacional de las Logias Rectificadas
cuya sede está en el 4, rue Tesson
75010 París
Preámbulo
Reafirmando solemnemente su compromiso por el reconoci-
miento, la defensa y la protección de los derechos del Hombre y
su voluntad de promoverlos mediante todos los medios a su al-
cance;
Reafirmando su incondicional apego a los principios de liber-
tad, igualdad, fraternidad y justicia que gobiernan toda socie-
dad regularmente organizada, sea ésta civil o iniciática, princi-
pios concretizados por un funcionamiento institucional demo-
crático. Estas reglas se aplican en el marco trazado, respectiva-

. 405 .
mente, para el Gran Oriente de Francia, por su Reglamento ge-
neral y para el Gran Priorato de las Galias, por los Códigos
mencionados más adelante y completados de acuerdo a las ne-
cesidades actuales por los Estatutos (Reglamento general);
Proclamando que estos principios incluyen necesariamente la
libertad completa y sin restricción de pensamiento y conciencia;
Declarando que la calidad de miembro de cada una de estas
Potencias solo puede adquirirse y conservarse por una adhe-
sión libre y exenta de toda coacción, moral u otra, a los princi-
pios que las constituyen y a las reglas que las rigen: a saber, pa-
ra el Gran Oriente de Francia, especialmente la laicidad; el Gran
Priorato de las Galias especificando por su parte que estos prin-
cipios son los de la religión cristiana, independientemente de la
confesión profesada, y estas reglas las cuales figuran en el Có-
digo masónico de las Logias Reunidas & Rectificadas de Fran-
cia y en el Código de los Reglamentos de la Orden de los Caba-
lleros Bienhechores de la Ciudad Santa, promulgados en el
Convento Nacional de las Galias de 5778;
Declarando que los trabajos iniciáticos y las otras actividades,
en particular de solidaridad de las dos Potencias, tienden al
perfeccionamiento espiritual, moral y cívico y a la mejora de la
situación material de la Humanidad.
Declarando que el Gran Priorato de las Galias ha realizado la
gestión administrativa separada de los tres grados simbólicos.
Quedando el cuarto grado como el complemento natural del
tercer grado para las Logias del Régimen rectificado. Los HH.·.
de cada Obediencia que deseen proseguir su recorrido más allá
del grado de Maestro en una estructura ligada a la otra Obe-
diencia no podrán hacerlo sin autorización de su propia Obe-
diencia.
Reconociendo que cada una de las dos Potencias está en po-
sesión legítima y regular del Régimen rectificado;
Preocupadas por cooperar en la realización de estos objetivos
en el estricto respeto de la identidad, independencia y sobera-
nía de cada una de Ellas al igual que sus especificidades respec-
tivas, en particular en materia de organización interna;
Deseosas de restaurar, mediante las adaptaciones apropiadas,
sus antiguas relaciones históricas tal como fueron sancionadas

. 406 .
por los Tratados de alianza del 31 de mayo de 1776 y del 14 de
junio de 1811;
Acuerdan lo que sigue:

CONVENCIÓN
Artículo 1
Las Potencias signatarias, investidas de la plenitud de la po-
tencia masónica que tienen por su propia legitimidad, deciden
desarrollar entre ellas relaciones de amistad fraternal y coope-
ración.
Artículo 2
Las Potencias signatarias corresponden entre Ellas por el ca-
nal, por parte del G.O.D.F. de su Gran Secretariado, y por parte
del G.P.D.G., de su Gran Cancillería.
Las Logias respectivamente situadas bajo su jurisdicción no
pueden comunicar directamente entre ellas, sino a través del
Gran Secretariado del G.O.D.F. y de la Gran Cancillería del
G.P.D.G.
El Gran Secretariado del G.O.D.F. y la Gran Cancillería del
G.P.D.G. se comunicarán recíprocamente:
1. Los títulos distintivos de sus Logias;
2. Las palabras de reconocimiento según su frecuencia habi-
tual (semestral para el G.O.D.F., anual para el G.P.D.G.),
que serán aportadas por ellos a los solos fines de conoci-
miento de las autoridades masónicas competentes;
3. Los nombres de los Hermanos que hayan presentado una
solicitud de afiliación, a fin de permitir a cada una de las
Potencias sus legítimas observaciones;
4. Los nombres de los profanos y Hermanos aplazados o re-
chazados.
5. Los nombres de los Hermanos excluidos o irradiados por
cualquier causa que sea.
Artículo 3
Las dos Potencias signatarias autorizan respectivamente a sus
miembros a participar de los trabajos de sus talleres respecti-

. 407 .
vos, bajo invitación, en el respeto de sus prácticas, usos y cos-
tumbres y de las disposiciones resultantes de su Constitución y
Reglamentos, que son, para el G.O.D.F., su Reglamento General
y, para el G.P.D.G., el Código Masónico referido en el Preámbu-
lo de la presente Convención, y a la condición de presentarse al
Venerable Maestro en ejercicio y ser admitido por este a parti-
cipar de sus trabajos.
Artículo 4
Es convenido entre las dos Potencias signatarias que la pre-
sente Convención podrá, llegado el caso, recibir modificaciones
por acuerdo entre las Partes.
Artículo 5
Tota dificultad que pudiera surgir entre las dos Potencias
contratantes será sometida a una Comisión ad hoc, que será
compuesta de la siguiente manera:
- Por el Gran Oriente de Francia
el Gran Mestro Adjunto, encargado de los asuntos inte-
robedienciales,
el Gran Secretario para Asuntos Exteriores
el Gran Secretario para Asuntos Interiores
- Por el Gran Priorato de las Galias
el Gran Maestro Adjunto, Gran Prior,
el Gran Limosnero,
el Gran Canciller,
el Gran Porta Espada
Artículo 6
La presente Convención podrá ser denunciada, sea de común
acuerdo entre las Partes, sea unilateralmente.
En toda hipótesis, la denuncia tomará efectos al término de
un aviso previo de al menos seis meses.
Artículo 7
La presente Convención queda establecida en cuatro ejempla-
res originales.

. 408 .
Entrará en vigor después que sea ratificada en los mismos
términos por los órganos deliberativos y decisionales de cada
una de las Potencias signatarias.
Hecho en París, el 20 de abril del 2003
Firman:
Por el Gran Oriente de Por el Gran Priorato de las Galias,
Francia Ordenes de los Caballeros Masones
Cristianos de Francia,
El Gran Maestro
Alain BAUER El Gran Maestro: Daniel FONTAINE

El Gran Maestro Adjunto:


Marc BRAVI

. 409 .
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. 414 .
Este libro terminó de componerse en las
colecciones de MASONICA.ES el
día 24 de noviembre del año de
la Verdadera Luz del 2014

. 415 .
. 416 .

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