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El Capital de Karl Marx.

Resumen Libro I, Sección I, Capitulo III, apartados b y c (“el curso del


dinero” y “la moneda. El signo del valor”)

El curso del dinero.

En la primera sección de la que nos ocupamos hoy, Marx analiza el “curso del dinero” dentro de la
circulación simple de mercancías (“por lo demás se sobreentiende que todo lo que decimos es
válido solamente para la forma de circulación simple de mercancías, que es la que estamos
analizando”).
Aquí observa cómo en el ciclo de movimiento de las mercancías (M-D-M) el dinero siempre se
aleja de las manos de su poseedor; él lo denomina “un proceso que, por su forma, excluye el
dinero”. En este momento el dinero aparece, únicamente, como mediador entre la primera y la
segunda metamorfosis de la mercancía, donde el vendedor (de tela) consigue dinero con la venta de
su mercancía para luego intercambiarlo por lo que el vendedor (de biblias) le ofrece. Así, en el ciclo
M-D-M, la dinámica del dinero es el paso de mano en mano dentro de la esfera de la circulación.

[Es importante señalar que, en este momento, Marx no tiene en cuenta el proceso de acumulación
de capital]

El proceso de circulación de mercancías quedaría entonces de la siguiente manera:

M-D : La primera mercancía pasa de la esfera de la circulación a la esfera del consumo y el dinero
ocupa su lugar.
D-M : La primera mercancía “vestida en su piel de oro” cambia de posición con la segunda
mercancía.

[Vemos como la sustitución de una mercancía por otra aparece siempre mediada por el dinero, o
dicho de otro modo, el movimiento del dinero en la esfera de la circulación no es otra cosa que el
movimiento formal de las propias mercancías]

Todo esto es aplicable al ejemplo de la circulación simple de mercancías donde una mercancía se
cambia por otra, pero en un país ocurren simultaneamente muchas compras y muchas ventas de
forma paralela. En este proceso entran en juego mercancías y dinero que posibilita el intercambio,
así, a primera vista, la cantidad de dinero necesaria para el proceso será igual a la suma de los
precios de todas las mercancías que se encuentren en circulación. [De otro modo, “la suma del
dinero y de los precios de las mercancías debe ser la misma”].

Masa de medios de circulación (dinero) = suma de precios de las mercancías.

Pero observamos que, aunque el valor de las mercancías en circulación no cambie, sí pueden
hacerlo sus precios, aumentando si baja el valor del dinero y disminuyendo si sube el valor del
dinero; así que, si sube o baja la suma de precios de las mercancías, también debe hacerlo la
cantidad de dinero en circulación.

Esto es:
cambio en el valor del dinero---cambio en el precio---cambio en la masa de dinero circulando

[En este momento Marx abandona estos supuestos y vuelve al caso en que el valor del oro es algo
dado y fijo, y con ello también los precios de las mercancías]

Además de la cantidad de dinero, aparece el número de rotaciones que este dinero hace en relación
a las mercancías, de este modo, podemos ver cuántas rotaciones hace un dinero x en un tiempo
dado, consiguiendo el resultado de la velocidad del curso del dinero; de aquí Marx extrae la
siguiente ley:
Suma de precios de las mercancías
-------------------------------------------------= masa de dinero
número de rotaciones de las monedas
de igual denominación

La moneda, el signo del valor.

Del dinero como medio de circulación nace la forma “moneda”, que no es más que una
representación de una fracción de oro que determina el precio de una mercancía. Así, “la moneda de
oro sólo se distingue del oro en barra por su figura”.
Ahora bien, e la circulación real, física, las monedas de oro se desgastan, pierden parte de su peso,
lo cual no hace que dejen de servir, sino que separan, de alguna manera, el carácter nominal del
carácter real del valor del oro como medio de circulación; esto hace que en circulación puedan
existir monedas de igual denominación pero de diferente peso real.
A partir de este suceso, de este “embrollo”, surge la posibilidad de sustituir la propia moneda de oro
por otros objetos simbólicos (en principio, por ejemplo, se da historicamente el cambio de las
moendas de oro por monedas de plata o cobre en las esferas de circulación donde, por la velocidad
del cambio, se desgastan más rápidamente las monedas, llegando a crear monedas cuyo valor era
completamente independiente de su peso).
Un paso más allá, que no hace sino desvelar de manera total lo que en estos cambios de moneda se
ve a medias, es el cambio de la moneda por el papel.

En la creación del billete, en la medida en que éstos circulan en lugar de la suma de oro de igual
denominación, sólo se refleja las leyes propias del curso del dinero (de este modo se deduce que la
emisión de papel moneda debe estar limitada a la cantida de oro que habría en ciruclación).

Esta sustitución del oro por un mero símbolo es posible, únicamente, en la medida en que se toma el
dinero en su función de medio de circulación, de paso intermedio en el proceso de intercambio de
mercancías M-D-M; de este modo “su existencia funcional absorbe, por así decirlo, la material”.

Para todo lo anterior sólo se necesita una condición, la validez social que otorga el Estado mediante
el curso forzoso de las monedas o los billetes.

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