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Mi texto Teatral

Título: Eclipse de miradas.


Autor: Julieth Alexandra Cujar Cujar
Drama: Romántico
Tema: Un monólogo en la habitación de la chica protagonista piensa en el encuentro inesperado
con un chico que jamás había visto, la forma accidental como lo distingue, siente cosas extrañas.
Que desea saber que sucederá después.
3 Personajes:

1. Elisa
2. Héctor
3. Chica que atiende la cafetería
Ambiente. En dos ambientes paralelos

Ambiente 1: La habitación de Elisa donde ella conversa consigo misma acerca de lo inesperado
que le sucedió en la mañana del día de hoy cuando por accidente conoce a un chico que le roba el
pensamiento, se siente feliz porque decidieron conocerse y tratarse como amigos. En cuanto al
escenario, se necesita un cama ordena con varios cojines, una computadora donde ella hace sus
trabajos universitarios y también escribe su diario. Todo el tiempo se escuchan las aves que
llegan a la ventana, olor a esencias de flores, música instrumental suave romántica que inspira
alegría y amor.

Ambiente 2: la cafetería donde Elisa le riega un café a Héctor por accidente, por pena de ella
decide tener una cortesía con él para disculparse
Acto Primero
Elisa recuerda lo que paso en la cafetería, mientras esta en su habitación con la computadora.
Debe existir apoyo musical externo para ambientar ambas situaciones tanto el recuerdo como el
momento en la cafetería. Sitio claro por ser de día, muchas mesas y sillas (objetos de cafetería),
como siempre ocurre algo en ambos escenarios debe existir un instrumental de música balada en
bajo volumen
(Llega Elisa a su habitación, coloca el bolso en una silla, se acuesta en su cama y suspira)
Elisa: - ¡Santo Dios! Aun no puedo creer que sea tan torpe, pero no importa creo que conocí un
hombre especial, ya parezco loca hablando sola (decidí encender la computadora).
Elisa: - voy a escribir lo que me sucedió hoy en mi diario: A pesar del calor, me devolví a la casa
corriendo porque se me quedo mi libro de cálculo para mi clase en la universidad, cuando paso
cerca de una cafetería y no me doy cuenta que en la entrada estaba un chico con un café, me
tropecé con él por accidente, claro yo sé que fue mi culpa.
Héctor: (Él se mira su camisa blanca toda mojada y manchada, levanta su mirada y ve los ojos de
Elisa) – tienes unos ojos hermosos, no te preocupes estoy bien no me queme (se ríe suave).
Elisa: - oye que pena mil disculpas no me fije, iba de afán y pues no te vi. (Hace tanto sol, que mi
cabello rojizo irradia mucha luz que me hace ver algo roja la cara.)
Héctor: ¡tranquila! Enserio estoy bien.
Elisa: - tengo afán, pero no importa primero deseo disculparme y pues comprarte el café que te
arroje sin querer y ver como limpiamos la camisa.
Héctor. – yo encantado de que me acompañes por un café (la mira se sonríe. Mientras ella se
sonroja).
Elisa: - está bien! (observa la hora y se da cuenta que ya iba muy tarde a clase).
Elisa: - llamo a la chica del café, y le solicito dos cafés.
Chica del café: ¿señorita con azúcar? también para acompañarlos, mi compañera Micaela hornea
galletas para el amor, ¿desearan probarlas?
Héctor: - yo deseo un cappuccino igual al que compre hace unos minutos y por supuesto unas
galletas (se queda fijamente observándome y yo tomo un poco de saliva rápidamente)
Elisa: - ok, entonces yo deseo un frappe de café con crema.
Chica del café: - ¡perfecto! En unos minutos les traigo su pedido a la mesa.
Héctor: - te parece si nos sentamos, para esperar y hablamos un rato.
Elisa: - me parece bien, ¡sí! (me pongo nerviosa y vuelvo a sonrojarme.)
Héctor: - bueno; deseo saber cómo se llama la chica que me rego el café y que casi me hace una
quemadura de tres grados (la observa detalladamente)
Elisa: - mucho gusto, mi nombre es Elisa, mil disculpas nuevamente por lo que sucedió hace unos
minutos (todo lo recuerda al momento de escribir en su computadora tal cual como sucedió)
Héctor: - Sabes tienes unos ojos hermosos, transmiten paz, inocencia y ternura.
Elisa:- ¡Gracias! (el corazón se me acelera).
Acto segundo.
Elisa: (suspiro miro al techo de mi habitación, imagino sus labios lindos con esa hermosa sonrisa)
Chica del café:- aquí está el pedido, ¿les puedo servir en algo más?
Héctor: -¡no!, muchas gracias por el momento así está bien.
Elisa: - bueno y no me has dicho tu nombre.
Héctor: - mi nombre es Héctor, un gusto conocerte bonita.
Elisa: Gracias, sé que no fue la mejor manera de conocernos, pero bueno.
Héctor: realmente que eres especial, gracias por el café (se sonroja él y mira para los lados)
Elisa: - es un gusto, en verdad que lo siento, dime ¿cómo te puedo ayudar con la camisa?
Héctor: - no te preocupes, voy para mi casa allí busco otra para cambiarme.
Elisa: - está bien, espero no haber arruinado tu día, con este accidente.
Héctor: para nada. Estoy muy cómodo, feliz y tranquilo.
(nos tomamos cada uno su café y frappe junto con las ricas galletas, no sabemos que más
decirnos, solo nos miramos fijamente).
Héctor: tengo una reunión en una hora, me tengo que ir; pero me gustaría seguir hablando
contigo.
Elisa: - Está bien yo comprendo, no hay problema.
Héctor: - sería un atrevimiento pedirte tu número de celular para poder seguir hablando.
Elisa: - ¡no!, no es un atrevimiento. Mi número es 012569067.
Héctor: - ok, ya te envió un mensaje para que tengas también mi número.
Elisa: - vale, ¡gracias! (me coloco de pie para irme, me siento rara no sé como expresarlo, mejor
me voy para mi casa ya se acabó la clase)
Héctor: está bien señorita hermosa, te hablo más tarde; espero no incomodarte.
Elisa:- no me incomoda (me da un beso en la mejilla y nos quedamos unos segundos mirándonos
y veo que mis ojos se conectan tanto con los de él que mi corazón se desea salir)
Héctor:- te molesto en un rato, que tengas un hermoso día, y no corras tanto.
Elisa: - está bien, lo tendré en cuenta, no te preocupes. (Me rio suavemente)
Héctor:- vale, cuídate mucho Elisa.
Elisa (suspiro nuevamente en mi habitación, sigo escribiendo en mi computadora cuando llega un
mensaje de Héctor, me sonrojo y me pongo muy feliz)
Elisa: - ¿qué hago? No sé qué contestarle me digo a mi misma en voz alta (recuerdo nuestras
miradas conectadas son iguales a un eclipse intentando atraparse). FIN.

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