Según se puede colegir de lo indicado por el autor, Carlos Santiago Nino, cuando mencionamos al

sentido mínimo debemos hacer referencia al requerimiento de que un Estado tenga una
Constitución en el vértice de su sistema jurídico, así sin más, puesto que incluso puede ser
consuetudinaria, no resultando de este modo, estricta, habiendo estados que emergidas en
gobiernos dictatoriales, tienen una “Constitución”, ya que aún con ello en las mismas se encuentra
señalada las reglas que definen la organización de poder, o la relación de los ciudadanos con el
Estado, pueden alcanzar a implicar ciertas garantías básicas frente a abusos autoritarios.

Por su lado, el sentido pleno, si bien requiere las normas que organizan el poder, es de mucha más
relevancia que puedan satisfacer con mayor preponderancia las exigencias acerca del
procedimiento y contenido de las leyes que regulan la vida pública, enmarcadas claro está, bajo
principios democráticos tales como, la separación y limitación de los poderes; por ejemplo.