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[U]na misma conducta puede dar lugar a sanciones de diversas categorías, sin
que por esto se vulnere el derecho al debido proceso (…) Por ende, no constituye
falta de competencia ni vulnera los principios de non bis in ídem o de cosa
juzgada, el que un Consejo Profesional adelante una investigación por unos
mismos hechos que también son motivo de indagación por la Procuraduría
General de la Nación, dado que, mientras el primero conoce de las faltas a la ética
profesional, a la Procuraduría le corresponde asumir el conocimiento de las
posibles faltas disciplinarias cometidas por los servidores públicos o por quien,
como en el caso de un curador urbano, es un particular que ejerce funciones
públicas. En el caso concreto, mediante la Resolución nro. 016 del 5 de febrero de
2010, firmada por el Presidente de la Seccional Cundinamarca del Consejo
Profesional Nacional de Ingeniería, el actor fue sancionado con la suspensión de
su matrícula profesional de ingeniero durante seis (6) meses, pronunciándose
dicho acto frente a la competencia y el ejercicio de la profesión por parte de los
curadores urbanos, en el mismo sentido aquí expuesto, es decir, diferenciando
claramente la sanción por infracción a la ética de la sanción disciplinaria. En ese
orden de análisis, atendiendo a que la Constitución Política, en el artículo 26,
posibilitó que la ley estableciera los respectivos controles para el ejercicio de las
profesiones, que para el caso de los ingenieros fue reglamentada mediante la Ley
842 de 2003, y en su artículo 46 ídem precisó que “Se entiende como falta que
promueva la acción disciplinaria y en consecuencia, la aplicación del
procedimiento aquí establecido, toda violación a las prohibiciones y al régimen de
inhabilidades e incompatibilidades, al correcto ejercicio de la profesión o al
cumplimiento de las obligaciones impuestas por el Código de Ética Profesional
adoptado en virtud de la presente ley”, emerge con meridiana claridad que el
COPNIA tenía competencia para sancionar al demandante por las faltas
cometidas a la ética profesional y se trató de una sanción independiente de la que
por los mismos hechos pudiera imponerle la Procuraduría General de la Nación
como Curador, esto es, en el ejercicio de funciones públicas.
[L]a ingeniería catastral y geodésica sí tiene relación con las funciones que para la
fecha de los hechos ejercía un curador urbano, pues la ley vigente para ese
momento no exigía tener el título de ingeniero civil, sino la profesión de ingeniero
[en cualquiera de sus especialidades]. En efecto, el literal a) numeral 1) del
artículo 101 de la Ley 388 de 1997, disponía que para ocupar el cargo de Curador
Urbano debía cumplirse el requisito de tener título profesional de arquitecto,
ingeniero o posgraduado de urbanismo o planificación regional urbana; el cual fue
modificado por el artículo 9 de la Ley 810 de 2003 que exigió para ser curador
urbano tener la profesión de ingeniero civil o arquitecto o posgraduado de
urbanismo o planificación regional o urbana. Se sigue de ello que la función de un
curador está estrechamente relacionada con su deber profesional de contribuir al
desarrollo armónico de la ciudad; por ello debe ser consciente del papel que
cumple en la sociedad y en la planificación territorial. (…) En estos términos, la
aprobación de la modificación de una licencia de construcción sí implica la
utilización de los conocimientos propios de un ingeniero y por ello resulta válido
argüir que, de un curador urbano incurrir en faltas a la ética de su profesión, puede
ser sancionado por estos hechos, como lo advierten los actos acusados.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN PRIMERA
“[…]
1
Folios 322 a 333 carpeta nro. 2
ARTICULO QUINTO: Una vez surtido el trámite de confirmación del
artículo 73 y comunicación del artículo 74 de la Ley 842 de 2003, se
dará AVISO DE LA SANCIÓN a la Procuraduría General de la Nación,
a todas las entidades que tengan que ver con el ejercicio profesional
correspondiente, con el registro de proponentes y contratistas y a las
agremiaciones de profesionales, con el fin de hacer efectiva la sanción,
en virtud de lo establecido en el artículo 75 de la Ley 842 de 2003.
[…]”
La Resolución nro. 0642 del 16 de febrero de 2010, firmada por el Presidente del
Consejo Profesional Nacional de Ingeniería –COPNIA “Por la cual se confirma una
sanción dentro del expediente CND- PD-2008-00010,” que en su parte resolutiva
dispuso:2
“[…]
[…]”
2
Folios 393 a 417 cuaderno 1 anexos.
Constitucionales: artículo 29.
Legales: Ley 734 de 2002 artículos 53 y 75, Ley 842 de 2003 artículos 2 y 35.
Los cargos planteados contra los actos administrativos atacados pueden sintetizarse
de la siguiente manera: 3
3
Folios 1 a 32 del cuaderno principal.
4
Sala Plena de lo Contencioso Administrativo. Providencia del 18 de septiembre de 2003. C.P. Camilo
Arciniegas Andrade. Expediente radicación nro. 11001-03-15-000-2003-00892-01. En el mismo sentido
providencia del 6 de mayo de 2003. C.P. Reinaldo Chavarro Buriticá. Expediente radicación número 11001-
03-15-000-2003-0183.01 y providencia del 22 de abril de 2003. C.
P. Alier Eduardo Hernández. Expediente radicación número 11001-03-15-000-2003-0182-01.
Sostuvo que resultaba extraño que el COPNIA hubiese expedido el 16 de junio de
2010, la Resolución nacional número 0642 y solo hasta el 3 de enero de 2011
decidiera informar la existencia de la misma apartándose de las normas del
Código Contencioso Administrativo y violando el artículo 59 de la Ley 842 de 2003
que establece el principio de publicidad.
2.2. “Falsa motivación de la Resolución No. 16 del 5 de febrero del año 2010
y la Resolución Nacional No. 0642 del 16 de junio de 2010 expedida por del
(sic) Consejo Profesional de Ingeniería- COPNIA:”
El actor aseveró que, conforme al artículo 45 del Decreto 1052 de 1998, vigente
para la época del trámite de la licencia que suscitó la investigación, existía una
incompatibilidad para ejercer la profesión de ingeniero debido a que fungía como
curador urbano, cuya función pública se limitaba a la verificación del cumplimiento
de las normas urbanísticas y de edificación para el otorgamiento de licencias, sin
que requiriera de la aplicación de los conocimientos propios de su profesión de
ingeniería catastral y geodésica. En tales condiciones el Consejo Profesional de
Ingeniería - COPNIA erró al indicar, en los actos demandados, que la investigación
de la Procuraduría y del propio Consejo protegían bienes jurídicos diferentes: la
función pública y el debido ejercicio de la ingeniería, respectivamente, pues ellos
no podían ser concurrentes.
Acerca del segundo y tercer cargo, relacionado con haber modificado el uso
residencial que no permitía alto impacto y al aumento de la volumetría de la
estructura arquitectónica, aseveró que la solicitud de licencia establece que el uso
corresponde a servicios de alto impacto, pero que en la licencia se hizo claridad de
que la intervención se hacía como modificación interna amparada en la licencia
nro. 3339 de 1954, por lo que no habría ampliación ni modificación de los usos
inicialmente aprobados, reiterando que la licencia se otorgó con base en la
información y documentos que fueron aportados por el solicitante.
Agregó que de haberse ejecutado obras más allá de lo autorizado o darse un uso
diferente al establecido en la licencia, era una circunstancia ajena al curador
urbano, lo que se enmarcaba en la competencia de las autoridades de policía para
que adoptaran las medidas pertinentes. En cuanto a la calificación de la conducta,
afirmó que no fue antijurídica y tampoco pudo ser culposa porque actuó sin
intención de causar un daño, siendo asaltado en su buena fe por el particular,
quien a través de declaraciones y documentos lo hicieron incurrir en error.
5
Folio 1 a 32 del cuaderno principal.
6
Folio 35 del cuaderno principal.
3.2. Por memorial radicado el 5 de agosto de 2011 7, el apoderado de la parte
demandante interpuso recurso de reposición contra el precitado auto por considerar
que los actos acusados no habían sido notificados de acuerdo con el artículo 44 y
subsiguientes del Código Contencioso Administrativo; por auto del 18 de agosto de
2011,8 el Tribunal dijo: “(…)se tiene que el acto administrativo mediante el cual se
resolvió la vía gubernativa, esto es, la resolución 642 del dieciséis (16) de junio de
dos mil diez (2010), únicamente dispuso comunicarle la decisión al actor sin que la
misma fuera notificada personalmente, de manera que para efectos de este caso,
la comunicación que fue remitida al demandante que obra a folio 64 del cuaderno
anexo del expediente, habrá de tenerse en cuenta, en tanto que permite verificar
que al momento de presentarse la demanda, la acción no se encontraba
caducada.// Visto así el asunto, advierte el despacho que no obstante la
irregularidad sobre el trámite de notificación puesta de presente por el recurrente,
la demanda será admitida en aras de garantizar el acceso a la administración de
justicia (…)” En consecuencia, se repuso el auto del 26 de julio de 2011.
Frente a los argumentos del demandante acerca del principio de non bis in ídem,
refirió que éste se aplica para evitar la duplicidad de sanciones por el mismo
hecho impuesta por una autoridad o jurisdicción cuando hay identidad de
imputación, causa, objeto y persona; sin embargo, una persona puede ser sujeto
de diversas investigaciones por los similares hechos siempre que sean distintos
los fundamentos normativos y las finalidades jurídicas.
Indicó que el COPNIA investigó al demandante con base en la Ley 842 de 2003,
por vulnerar el adecuado ejercicio de la profesión de la ingeniería, ya que, como
Ingeniero Catastral y Geodesta, era un profesional idóneo para la determinación
de la ordenación y la planificación del territorio y de las propiedades inmuebles,
con base en técnicas y metodologías, no como planificador del recurso tierra,
como alude el demandante, lo que es competencia de los ingenieros agrícolas y
los agrónomos, y que lo sancionó porque autorizó la licencia de construcción en la
modalidad de modificación con violación de la normatividad aplicable.
Manifestó que lo que se le notificó fue el oficio del 14 de octubre de 2010, suscrito
por el Procurador Segundo Distrital de Bogotá, a través del cual le comunicó que
se ejercería el poder preferente de la actuación disciplinaria radicada bajo el
número CNP-PD-2008-00010.
Indicó que, dado que la anterior decisión va en contravía de lo dispuesto por la Ley
842 de 2003, el Presidente del COPNIA, a través del oficio NAL-CE- 2010- 025-
06 dirigido a la Viceprocuradora General de la Nación y al Procurador Segundo
Distrital el 21 de octubre de 2010, interpuso recurso de reposición y en subsidio el
de apelación contra el auto del 24 de septiembre de 2010, sin remitir las
respectivas diligencias, y el Procurador Segundo Distrital, arrogándose la
competencia de la Viceprocuradora, profirió auto el 5 de noviembre de 2010
resolviendo tales recursos de manera negativa.
Arguyó que como el COPNIA, en los argumentos del recurso interpuesto, le indicó
a la Viceprocuraduría General de la Nación que la Procuraduría Primera Distrital,
desde el punto de vista de la acción disciplinaria laboral prevista en la Ley 734 de
2002, había adelantado la investigación 142-150687-06 al señor Mariano Pinilla
Poveda y archivado por auto del 25 de junio de 2007, ello dio lugar a que la
Procuraduría Segunda Distrital, mediante el referido auto del 5 de noviembre de
2010, declarara la terminación del proceso disciplinario y ordenó el archivo de las
diligencias disciplinarias en favor del ingeniero Pinilla.
3.5. Por auto del 18 de septiembre de 2012 11 se corrió traslado a las partes para
que alegaran de conclusión.
Explicó que la Ley 734 de 2002 regula una acción disciplinaria dirigida
exclusivamente a los servidores públicos y a los particulares que cumplan
funciones públicas, entre otros, cuya competencia radica en las oficinas de control
disciplinario interno; los funcionarios con potestad disciplinaria en las Ramas,
órganos y entidades del Estado; de las personerías distritales o municipales, y en
la Procuraduría General de la Nación, que ejerce poder preferente sobre las
demás.
Sostuvo que las acciones reguladas en las Leyes 842 de 2003 y 734 de 2002 son
diferentes y recordó que de una conducta se puede derivar el inicio de varias
acciones simultáneas, por lo que no encontró conflicto en que una acción
disciplinaria y otra ético disciplinaria se adelantaran de manera concomitante por
unos mismos hechos, si se tiene en cuenta que el artículo 2 de la Ley 734 de 2002
señala que la acción disciplinaria es independiente de las demás acciones que por
los hechos investigados puedan iniciar otras autoridades.
13
Folios 314 a 357 del cuaderno principal.
Con fundamento en la jurisprudencia de la Corte Constitucional 14 y de esta
Corporación,15 aseveró que simultáneamente puede adelantarse una acción
disciplinaria y la ética respectivamente, por la Procuraduría General de la Nación y
por los tribunales de ética o consejos o colegios profesionales.
5. MOTIVOS DE IMPUGNACIÓN
El apoderado de la parte demandante interpuso en tiempo recurso de apelación
contra la anterior decisión, manifestando que el juez de primera instancia acudió al
contenido de la sentencia C-899 de 2011 de la Corte Constitucional que analizó la
Ley 1123 de 2007, mediante la cual se reguló el ejercicio de la profesión de
abogado y también se basó en un caso estudiado por la Sala de Consulta del
Consejo de Estado, lo que no era de recibo, pues el ejercicio de la profesión de un
ingeniero catastral y geodesta atiende a finalidades diferentes de las allí
analizadas.
16
Expediente radicación 11001-03-15-000-2003-00892-01.
Reiteró que de acuerdo con el artículo 101 de la Ley 388 de 1997, modificado por
el artículo 9 de la Ley 810 de 2003, la actividad del curador urbano en ejercicio de
una función pública es estudiar, tramitar y expedir licencias urbanísticas y que
conforme al artículo 2 de la Ley 842 de 2003, dentro del ejercicio de la ingeniería
no se establece la actividad del curador urbano, por lo que si las actividades que lo
constituyen estuviera supeditada al libre criterio del COPNIA se vulneraría el
principio de legalidad propio del derecho sancionador.
6.2. Por auto del 28 de marzo de 2014, se ordenó correr traslado a las partes para
alegar de conclusión y vencido éste al Ministerio Público para que emitiera su
concepto.19
17
Folio 2 cuaderno apelación.
18
Folio 4 cuaderno apelación.
19
Folio 12 del cuaderno apelación.
El apoderado del demandante descorrió el traslado en oportunidad, 20 reiterando los
argumentos expuestos en el recurso, de manera específica que la procedencia de
la acción ético disciplinaria profesional contra un curador urbano debía ser
analizada a la luz de las disposiciones que regulan la profesión de ingeniero
catastral, no bajo las que rigen la abogacía o la medicina, pues el legislador ha
establecido diferencias en cada caso.
7. CONSIDERACIONES DE LA SALA
20
Folio 13 a 23 cuaderno apelación.
7.1. Competencia de la Sección
7.2.1. Mediante Acta nro. 202 del 5 de noviembre de 2003, tomó posesión del
cargo de Curador Urbano nro. 5 de Bogotá, el señor Mariano Pinilla Poveda,
presentando entre otros requisitos, el título de idoneidad de Ingeniero Catastral y
Geodesta.21
7.2.3. Por oficio radicado bajo el nro. 2-2007-2533 del 24 de enero de 2007, la
Dirección Distrital de Inspección, Vigilancia y Control de Vivienda de la Secretaría
de Hábitat de la Alcaldía Mayor de Bogotá, informó que la Comisión de Veedurías a
las Curadurías Urbanas solicitó al Consejo Profesional Nacional de Ingeniería –
COPNIA, la apertura de investigación en contra del Curador Urbano nro. 5, por la
expedición de la Licencia de Construcción nro. 05-5-1346; el motivo de la queja fue
el siguiente:23
21
Folio 223 de la Carpeta No. 2.
22
Folio 45 a 48 y 125 de la Carpeta No. 1.
23
Folio 1 al 18 de la Carpeta No. 1.
“[…]
(…)
CONCLUSIONES
[…]”
7.2.4. Por auto del 16 de abril de 2007, el Secretario del Consejo Profesional de
Ingeniería –Seccional Cundinamarca, se abstuvo de abrir investigación disciplinaria
contra el mencionado curador, por considerar que, conforme al artículo 101 de la
Ley 388 de 1997, modificado por el artículo 9 de la Ley 810 de 2003, la curaduría
urbana implica el ejercicio de una función pública para la verificación del
cumplimiento de las normas urbanísticas y de edificación vigentes en el Distrito, y
en cuanto a las responsabilidades de los intervinientes, el artículo 99 de la Ley 388
de 1997 indica que radica en el urbanizador, constructor o los arquitectos que
firman los planos, sin perjuicio de la responsabilidad administrativa de los
funcionarios y curadores urbanos que expiden las licencias. Agregó que la actividad
pública de los curadores urbanos que contiene la Ley 388, no constituía ejercicio
profesional de la ingeniería y por lo tanto, las posibles conductas irregulares en que
incurrieran en el ejercicio de sus funciones no eran objeto de investigación por el
Consejo Profesional Nacional de Ingeniería. 24
“[…]
(…)
7.2.6. Por Resolución nro. 1034 del 26 de diciembre de 2007, el Secretario Distrital
de Planeación Ad-Hoc de Bogotá, decidió la solicitud de revocatoria directa de la
Licencia de Construcción para modificación LC 05-5-1346 del 13 de diciembre de
2005 expedida por el Curador Urbano No. 5, revocando la misma. 26
7.2.7. Por auto del 25 de junio de 2007, la Procuradora Primera Distrital de Bogotá,
D.C., dispuso el archivo de la investigación disciplinaria seguida en contra del
24
Folios 28 a 30 carpeta nro. 1.
25
Folios 33 a 37 carpeta nro. 1.
26
Folios 245 a 271 de la Carpeta No. 2.
ingeniero Mariano Pinilla Poveda como Curador Urbano No. 5, por considerar que
no había incurrido en irregularidades en la expedición de la Licencia de
Construcción No. 05-5-1346 del 20 de diciembre de 2005. 27
7.2.9. Por la Resolución nro. 0642 del 16 de junio de 2010, el Consejo Profesional
Nacional de Ingeniería – COPNIA, confirmó la sanción impuesta al ingeniero
Mariano Pinilla Poveda, consistente en la suspensión por seis (6) meses de la
matrícula profesional.29
7.2.10. Por oficio del 14 de octubre de 2010 firmado por el Procurador Segundo
Distrital de Bogotá, informó al Consejo Profesional Nacional de Ingeniería lo
siguiente:30
“[…]
En cumplimiento a las instrucciones impartidas por la señora
Viceprocuradora General de la Nación, mediante auto de fecha 24 de
septiembre de 2010, proferido dentro de las diligencias en referencia, le
comunicamos que se ha autorizado a esta Procuraduría Segunda
Distrital, ejercer el poder preferente y asumir el conocimiento de la
actuación disciplinaria radicada con el número CNP-PD-2008-00010,
que ese despacho está adelantando en contra del Ingeniero Mariano
Pinilla Poveda en su condición de Curador Urbano nro. 5, por presuntas
irregularidades en el otorgamiento de la licencia de construcción no. 05-
5-1346 del 13 de diciembre de 2005.
27
Folios 384 al 390 de la Carpeta nro. 2.
28
Folios 322 a 333 de la carpeta nro. 2.
29
Folios 393 a 416 carpeta nro. 2.
30
Folio 66 cuaderno 2.
31
Folios 72 a 76 cuaderno 2.
“[…]
Acorde con los aspectos planteados en la impugnación, la Sala observa que los
cargos contra el acto administrativo demandado corresponden, en primer término,
a la falta de competencia para la expedición del mismo, que bien puede concurrir
con la formulación del desconocimiento del principio non bis in ídem y de cosa
juzgada, pues todos ellos tienen relación con el proceso adelantado ante la
Procuraduría General de la Nación; y en segundo lugar, se trata de cargos por
falsa motivación.
¿Incurre en nulidad por falta de competencia, violación de los principios non bis in
ídem y cosa juzgada, los actos administrativos proferidos por el Consejo
Profesional Nacional de Ingeniería – COPNIA, que sancionaron a un Curador
Urbano por las fallas cometidas en el ejercicio de su profesión, cuando también se
le adelantó una investigación disciplinaria por parte de la Procuraduría General de
la Nación en la cual fue absuelto?
7.3.1.4. La doctrina, por su parte, ha destacado que el derecho ético, visto desde
su concepción sociológica, fue establecido a favor del Estado, de la profesión y de
la comunidad. “(…) En él basta la antijuridicidad para cumplir la exigencia
constitucional de “legalidad” impuesta a todo el Derecho Sancionatorio, porque
toda conducta dañina es punible. (…)”34
7.3.1.6. En este sentido, una misma conducta puede dar lugar a sanciones de
diversas categorías, sin que por esto se vulnere el derecho al debido proceso; al
respecto la Corte Constitucional ha explicado:36
36
Corte Constitucional. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio. Sentencia C- 595 del 27 de julio de 2010.
37
Sentencia C-599 de 1992.
haga prevalecer los principios de legalidad y de justicia social, así como
los demás fines del Estado, y que asegure los derechos
constitucionales, los intereses legítimos y los derechos de origen legal y
convencional de todas las personas.” 38
[…]”
Acerca del alcance y contenido del principio de non bis in ídem, la Corte
Constitucional ha expuesto:40
41
El principio de non bis in ídem prohíbe que se imponga a una persona más de una sanción de la misma
naturaleza por la comisión de un mismo hecho. Dicho principio constituye una garantía esencial del derecho
penal contemporáneo e integra, sin duda, el núcleo esencial del derecho fundamental al debido proceso. En
consecuencia, está proscrito al legislador sancionar, a través de distintos tipos y en una misma rama del
derecho, una misma e idéntica conducta. No obstante, dicho principio no prohíbe que una persona pueda ser
objeto de dos o más sanciones de naturaleza diferente -vgr. pecuniaria, disciplinaria, administrativa o penal-
por la comisión de un mismo hecho. En este sentido, por ejemplo, la Corte ha establecido que la posibilidad
legal de que un funcionario público resulte sancionado penal y disciplinariamente por haber incurrido en un
delito que, al mismo tiempo, constituye falta administrativa, no vulnera el principio mencionado.” Corte
Constitucional, sentencia T-260 de 1999, M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
dicho acto frente a la competencia y el ejercicio de la profesión por parte de los
curadores urbanos,42 en el mismo sentido aquí expuesto, es decir, diferenciando
claramente la sanción por infracción a la ética de la sanción disciplinaria.
42
Folios 2 a 13 cuaderno anexos y folios 322 a 333 carpeta 2 proceso.
43
ARTICULO 26. Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La ley podrá exigir títulos de idoneidad.
Las autoridades competentes inspeccionarán y vigilarán el ejercicio de las profesiones. Las ocupaciones,
artes y oficios que no exijan formación académica son de libre ejercicio, salvo aquellas que impliquen un
riesgo social.
Las profesiones legalmente reconocidas pueden organizarse en colegios. La estructura interna y el
funcionamiento de éstos deberán ser democráticos. La ley podrá asignarles funciones públicas y establecer
los debidos controles.
44
Consejo de Estado- Sala de lo Contencioso Administrativo- Sección Primera. Sentencia del 14 de marzo de
2002. C.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. Radicación número: 25000-23-24-000-1999-00228-01(5863).
También es importante destacar que la providencia a la que se refiere la parte
actora, proferida por esta Corporación el 18 de noviembre de 2003, no es
predicable para el caso, toda vez que allí se resolvió un conflicto de competencias
suscitado entre el Municipio de Medellín y la Procuraduría General de la Nación,
donde el ente territorial pretendía adelantar un proceso disciplinario en contra de
un Curador Urbano, con base en lo dispuesto en las Leyes 200 de 1995, 734 de
2002 y el Decreto 1052 de 1998; ahí se dijo:45
“[…]
Sobre este punto, la Sala considera útil precisar que, (…) la norma que
actualmente regula la competencia y el régimen disciplinario de los
curadores urbanos, entendidos como particulares que ejercen
funciones públicas, es la Ley 734 de 2002 vigente desde el 5 de mayo
del mismo año.
(…)
Según las normas transcritas resulta claro que los curadores urbanos,
quienes son particulares disciplinables conforme al nuevo Código
Disciplinario, deben ser investigados y sancionados exclusivamente por
la Procuraduría General de la Nación y, en consecuencia, sin lugar a
consideración adicional, se declarará que es ésta autoridad la
competente para adelantar la investigación disciplinaria a que haya
lugar contra el Curador Urbano Tercero de Medellín, Antioquia, por
razón de la queja formulada por la señora Salazar Escobar. Se reitera
por tanto la decisión de la Sala en asunto similar 46.
[…]”
45
Consejo de Estado- Sala de lo Contencioso Administrativo. Providencia del 6 de mayo de 2003. C.P.
Reinaldo Chavarro Buriticá. Expediente radicación Radicación número: 11001-03-15-000-2003-0183-01(C).
46
Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, auto del 22 de abril de 2003 dictado en el
expediente N° C-0182.
Partiendo de la presunción de legalidad que revisten los actos acusados, 47 al actor
le correspondía probar que éstos fueron indebidamente motivados; al respecto
aquel afirma que, acorde con el artículo 45 del Decreto 1052 de 1998, vigente para
la época del trámite de la licencia que suscitó la investigación, existía una
incompatibilidad para ejercer la profesión de ingeniero por ser curador urbano,
cuya función se limitaba a la verificación del cumplimiento de las normas
urbanísticas y de edificación para el otorgamiento de licencias, y tampoco requería
la aplicación de los conocimientos propios de su profesión de ingeniería catastral y
geodésica.
Sin embargo, para la Sala estos argumentos no son ciertos ni válidos, por las
siguientes razones:
47
Conforme lo ha expuesto esta Corporación, “(…) si con sujeción al principio de legalidad la actividad de la
Administración debe someterse plenamente a las normas de superior jerarquía, se infiere que, mientras no se
demuestre lo contrario, una vez se tornen ejecutorios los actos que la comprenden, toda ella se ha realizado
de conformidad con el ordenamiento y por ende queda cobijada con una presunción de legalidad. (...) Así las
cosas, se entiende que todo acto administrativo una vez ejecutoriado produce a plenitud su efectos y se
impone su obligatorio cumplimiento por parte de todos los destinatarios hasta tanto la administración no
declare lo contrario, por lo cual quien pretenda su nulidad no sólo tiene la obligación de expresar claramente
los cargos en los cuales funda la ilegalidad que alega sino que también tiene la carga de demostrar los
hechos en que se sustenta esa ilegalidad. (…)”. Consejo de Estado- Sala de lo Contencioso Administrativo-
Sección Tercera. Subsección C. Sentencia del 28 de mayo de 2015. Expediente Radicación número: 76001-
23-31-000-2001-00145-01(35625). M.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.
Cultural y en las dimensiones mínimas que defina la norma del sector respectivo
(…).”
7.3.2.2. En los términos del artículo 9 de la Ley 810 de 2003, 48 “El curador urbano
es un particular encargado de estudiar, tramitar y expedir licencias de parcelación,
urbanismo, construcción o demolición, y para el loteo o subdivisión de predios, a
petición del interesado en adelantar proyectos de parcelación, urbanización,
edificación, demolición o de loteo o subdivisión de predios, en las zonas o áreas
del municipio o distrito que la administración municipal o distrital le haya
determinado como de su jurisdicción.// La curaduría urbana implica el ejercicio de
una función pública para la verificación del cumplimiento de las normas
urbanísticas y de edificación vigentes en el distrito o municipio, a través del
otorgamiento de licencias de urbanización y de construcción.”
En efecto, el literal a) numeral 1) del artículo 101 de la Ley 388 de 1997, disponía
que para ocupar el cargo de Curador Urbano debía cumplirse el requisito de tener
48
“Por medio de la cual se modifica la Ley 388 de 1997 en materia de sanciones urbanísticas y algunas
actuaciones de los curadores urbanos y se dictan otras disposiciones.”
49
Folio 71 cuaderno 2.
50
Página https://ingenieria.udistrital.edu.co/ Consulta realizada el 17 de julio de 2018.
título profesional de arquitecto, ingeniero o posgraduado de urbanismo o
planificación regional urbana; el cual fue modificado por el artículo 9 de la Ley 810
de 2003 que exigió para ser curador urbano tener la profesión de ingeniero civil o
arquitecto o posgraduado de urbanismo o planificación regional o urbana
(…)
[…]”
Ahora bien, para calificar la conducta del actor y los criterios para determinar la
gravedad de la falta, se explicó en el acto acusado que aquél había puesto en
riesgo a la sociedad vulnerando el Código de Ética de la ingeniería, así: 52
51
Modificada por la Ley 1325 del 13 de julio de 2009.
52
Folio 332 vuelto carpeta nro. 2.
“[…] La conducta fue calificada (pliego de cargos) como CULPOSA
puesto que el ingeniero No tuvo la inten[c]ión de causar un daño, pero
su actuar fue imprudente y negligente ya que no previó las
consecuencias, o habiéndolas previsto omitió los cuidados necesarios
para que estas consecuencias no se presentaran.
De igual forma luego de analizar (en el pliego de cargos) los criterios
para determinar la gravedad o levedad de la falta, dispuestos en el
artículo 52 de la Ley 842 de 2003, se concluyó que fue GRAVE.
[…]”
“[…]
53
Folios 245 a 271 de la Carpeta No. 2.
no puede incurrir en faltas a la ética profesional de un ingeniero, ya que, bajo los
parámetros aludidos, no existe la predicada incompatibilidad entre la curaduría y el
ejercicio de la profesión de ingeniero, lo que conduce indefectiblemente a que este
cargo tampoco pueda prosperar.
[…]”
(...)
55
Resolución nro. 016 del 5 de febrero de 2010, por la cual se falló en primera instancia la investigación nro.
CND-PD-2008-00010. Folios 2 a 13 cuaderno anexos y folios 322 a 333 carpeta 2 proceso.
[…]”
(destacado original)
Bajo los presupuestos indicados y teniendo en cuenta que: (i) El curador urbano
tiene el deber ético de contribuir en el adecuado desarrollo de las ciudades,
expidiendo licencias que observen los requisitos establecidos, para ello; (ii)
precisamente por esa razón se le exige conocimiento en ingeniería, para que los
aplique en el desarrollo de la función pública encomendada, y (iii) es evidente que
su deber consiste en desarrollar una conducta que le dé tranquilidad a la
ciudadanía sobre la tarea que se la ha encargado, no se observa que los actos
acusados hayan desbordado los fines de la función asignada a la autoridad
sancionatoria.
Por último dado que la profesional del derecho Natalia Rojas González, quien
actuaba como apoderada de la parte demandada, presentó el 30 de julio de 2015
renuncia al poder el cual fue aceptado por el representante legal, 56 se aceptará la
misma y comoquiera que se designó como apoderado del Consejo Profesional
Nacional de Ingeniería el abogado Jorge Iván Flórez Blandón, se le reconocerá
personería adjetiva para actuar.57
F A LL A
56
Folio 34 cuaderno apelación.
57
Folios 36 a 43 cuaderno apelación.
SEGUNDO: Tener por bien presentada la renuncia al poder radicada por la
profesional del derecho Natalia Rojas González, quien actuaba como apoderada
del Consejo Profesional Nacional de Ingeniería y reconocer personería para actuar
como apoderado de la misma entidad al profesional del derecho Jorge Iván Flórez
Blandón identificado con la cédula de ciudadanía número 4.513.623 y tarjeta
profesional número 162.921 del Consejo Superior de la Judicatura.
Se deja constancia que la anterior providencia fue leída, discutida y aprobada por la
Sala en la sesión de la fecha.