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Mo de lask

Kurt Baumann /Friny Bertschi


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Kurt Baumann

E 1 lesoro de la Isla
Ilustraciones de Friny Bertschi

Traducción de Mario González-Simancas

ediciones Joaquín Turma 39 28044Madrid


— Allí está la isla con la que soñabais! —dijo el capitán desde lo alto del
puente de mando.
—<La isla del tesoro escondido? —preguntaron los niños.
—S1, la isla del olivo grande, de llos pastores y los pescadores —dijo el
capitán señalando hacia adelante.
Spiros y su hermanita Rea abrían mucho los ojos para mirar en aquella
dirección, pero no velan más que agua y olas. Desde el puente del
barco, donde estaban el capitán y el timonel, se alcanzaba a ver más
lejos. De pronto se vio algo que se alzaba sobre el mar.
—El Olivo! —exclamó Spiros. Y al poco tiempo también lo vio Rea, que
era algo más baja que él. Por fin, allí estaba ante ellos la isla entera,
bañada por una luz radiante. La isla con sus colinas, con la torre de la
iolesia y, en lo más alto de todo, su viejo Olivo.
— Allí está el tesoro escondido! —agritó Spiros saltando de alegría.
Al llegar al puerto los niños se despidieron del capitán.
—Gracias por la travesia —le dijeron.
—Está bien. Dentro de dos semanas volveré para recogeros. Escuchad
atentos cuando toque la sirena de mi barco... Pero no me pidáis llevar
un tesoro que pese demasiado —añadió sonriendo.
Los niños se pusieron en camino. Pasaron delante de una preciosa y
antigua iglesita y vieron unos pequeños olivos y pinos y cipreses que
estaban al borde del camino. De vez en cuando encontraban un
campesino montado en una mula.

Un niño que se llamaba Mikis los condujo finalmente hasta la aldea más
próxima. Desde allí podian ver el Olivo, grande como un gigante, que
se alzaba detrás de un cerro. A partir de allí, el camino era cuesta arriba
y cada vez más empinado. Se echaba ya la noche encima. Cuando
llegaron junto al árbol, la luna ya relumbraba entre el ramaje.
Los pájaros se posaron en las ramas y charlaban incansablemente con
sus frinos. Unos cuantos hombres y mujeres, vestidos con ropas de colores
y raras, se acurrucaron debajo del Olivo.
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Fue llegando otra gente. Eran pastores que pasaban alli la noche.
Encendieron un fuego para calentarse. Un viejo pastor sacó un violín de
debajo de su capa y empezó a tocarlo, unas veces con tristeza y otras
con alegría, hasta que las estrellas relucieron en el cielo. Y estuvieron
centelleando divertidas toda la noche.
Algo apartadas, las cabras descansaban y escuchaban también con las
orejas atentas. Cuando los niños se acercaron al fuego, los pastores les
hicieron sitio.
Empezaron a contar cosas de los chacales, que aquel año estaban
hambrientos.
—El hambre los torna agresivos y peligrosos. Se aproximan en manada.
Luego atacan al ganado y se llevan los animalitos más débiles. Hoy casi
me llevan una cabra, pero pude defenderla con mi cayado.
La conversación fue bajando poco a poco el tono, y al final sólo se oía
el murmullo de las ramas del Olivo.
—¿Qué estará diciendo? —se preguntaba Spiros a punto de conciliar el
sueño—. ¿Estará contando algo sobre el tesoro que está debajo de él?
A la mañana siguiente vino Mikis y se llevó a sus amigos fuera del
pueblo. Se pasaron el dia entero jugando al escondite y a policias y
ladrones. En aquella ista no había policias, pero el juego les divertía
mucho. En otros tiempos había sido refugio de ladrones y de piratas...
Ahora había otra clase de ladrones: los buitres. Argos, el pastor, les contó
cosas sobre los buitres:
—Hoy que estar en guardia para que no atrapen los corderillos —dijo.
Luego, tomó su zampoña todo contento y se puso a tocar para que los
niños bailasen. ¡Y cómo bailaron los niños... con Rea a la cabezal!
Si A e Pr
E E
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—¡También hay tiburones! —vinieron contando los pescadores, unos días
más tarde.
—-AAl salir hoy con mi barca hacia el mar, no sabía lo que me iba a pasar
—¿dijo el más viejo—. Apenas había lanzado las redes al agua, se
llenaron al instante de magníficas caballas que casi me arrastran a mi.
Estaba encima de un banco entero de peces. Y entonces, de pronto, iveo
la aleta de un tiburón surgir del agua! Por el tamaño de la aleta calculo
que el tiburón debe medir por lo menos doce metros de largo. Le
golpeé con el remo y inada! El muy fresco me rasgó las redes y los peces
se escurrieron por los agujeros. ¡Había perdido mi espléndida pesca! El
tiburón siguió corriendo a toda prisa, y yo di gracias a Dios de que no
me volcase la barca.
OE o
o
Los niños seguian atentamente los relatos de los pescadores. También el
Olivo parecía escucharlos. Ninguna rama se movía.
— ¡Qué cosas les pasan a los hombres! —pensaba—. Ya hace setecientos
años que estoy aquí, he oído a los hombres y a los pájaros, he visto las
estrellas y la luna, y he pasado por soles y por tormentas. Pero, fuera de
eso, nunca, ni Una sola vez, he podido vivir algo.
2

Un día los pájaros se reunieron en el ramaje del Olivo para emprender


el vuelo. Iban a partir lejos en dirección Sur. El otoño estaba a las puertas.
El Viento del Norte y la Tormenta del Sur iban a rugir y retumbar sobre
la isla. Los pájaros batieron las alas y echaron a volar en bandadas,
mientras los pastores y los niños los observaban con melancolía. El Olivo
pensaba para sus adentros:

—Ya se van. i5i yo pudiera seguirlos! Pero he echado fuertes raices y


debo quedarme aqui.
FA

os
Luego, el aire se quedó de repente tranquilo. No se movía ni una rama,
no cantaba ningún pájaro. Hasta que comenzó a soplar el viento. Los
pastores llegaron con sus rebaños para buscar abrigo bajo el Olivo. Los
niños se estrecharon contra el tronco y sintieron cómo temblaba por
dentro. El Olivo pensó:
—Cuando venga la tormenta, ojalá me arranque de raíz y me arrastre
con ella. ¡Así podré llegar a un sitio desconocido donde veré muchas cosas!
Spiros dijo a Rea:
—CGuando la tormenta arranque al Olivo, podremos acercarnos al tesoro
enterrado.

Rea se indignó:
iSpiros, no querrás que le pase algo al árbol! Mira qué viejo es y qué a
gusto están todos con él. Este Olivo vale más que unos cofres llenos de oro.
Spiros se quedó pensativo y luego añadió:
—La verdad es que tienes razón. Yo pensaba así, ¡pero no era más que
en sueños! —dijo.
Entre tanto, aparecieron los pájaros. Venian de vuelta batidos por la
Tormenta del Sur. Se agarraron con fuerza a las ramas y no les pasó nada.
Después se desató la tormenta. Los vientos bramaban de norte a sur
asolando toda la isla. Cayeron como un torbellino sobre el Olivo,
sacudiéndolo y zarandeándolo. Los pájaros se sujetaban aún con más
fuerza, los pastores y los pescadores aguantaban junto a él y le
animaban, y los niños ayudaban lo mejor que podian.
O

El Olivo se decia para sus adentros:


— ¡Cómo se me acercan todos cuando se desencadena la tempestad!
Yo me quedo aqui, les pertenezco. Me han contado muchas cosas, de
forma que es como si las hubiéramos vivido juntos. ¿Para qué quiero
irme si estoy arraigado aquí, si aquí tengo mis raíces?
Al salir la luna se apaciguó la tormenta. La gente empezó a tocar la
musica y A bailar; todos estaban contentos de que el Olivo hubiera
resistido. Los pájaros emprendieron ahora su viaje, rápidos y sin miedo.
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En medio de las danzas, las canciones y la música, mientras todos
comian, bebían y hacian fiesta, Rea y Spiros oyeron la sirena del capitán.
Se despidieron de todos, de ess de Mikis y de los demás y bajaron
hasta el puerto.
—<Dónde está vuestro tesoro? —preguntó el capitán al recibirles con una
sonrisa bondadosa.
—Está allá arriba —dijeron Spiros y Rea—, y alli se quedará. ¡Y ojalá sean
otros setecientos años más!

Hacia ya mucho tiempo que navegaban mar adentro y el Olivo les


seguía diciendo adiós con sus ramas.
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por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia,
por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de
los titulares del copyright.

Primera edición: junio 1983


Segunda edición: septiembre 1984
Tercera edición: julio 1986
Cuarta edición: octubre 1990

Título original: Der Inselschatz


O Bohem Press, Zúrich, 1982
O Ediciones SM, Madrid, 1983
Joaquín Turina, 39 - 28044 Madrid

Comercializa CESMA, SA - Aguacate, 25 - 28044 Madrid

ISBN: 84-348-1152-9
Depósito legal: M-37747-1990
Fotocomposición: Grafilia, SL
Impreso en España/Printed in Spain
Omnia, IG - Mantuano, 27 - 28002 Madrid
CUENTOS DE LA TORRE Y LA ESTRELLA

1 / EL MEJOR REGALO 26 / FERIA DE TESOROS


Cornelis Wilkeshuis / Rita van Bilsen Josep Maria Rius

2 / LA CANCIÓN MÁS BONITA 27 / EL VALLE DE LA NIEBLA


Max Bolliger / Jindra Capek Arcadio Lobato

3 / EL UNIFORME MALDITO
28 / EL UNICORNIO Y EL MAR
Sally Cedar / Rita van Bilsen
Fiona Moodie

4 / ¡CUIDADO, UN DINOSAURIO!
Sally Cedar / Rita van Bilsen 29 / SIMÓN Y LOS ANIMALES
Alberti / Wolfsgruber
5 / LA CANCIÓN DEL PASTORCILLO
Max Bolliger / Stépán Zavrel 30 / LA NIÑA ENLUNADA
Carlos Murciano / Asun Balzola
6 / LA MONTANA DE LOS OSOS
Max Bolliger / Józef Wilkoñ 31 / ZAPATONES
Pilar Mateos / Alfonso Ruano
7 / EL TESORO DE LA ISLA
Kurt Baumann / Friny Berstchi 32 / EL ÚLTIMO ÁRBOL
tepán Zavrel
8 / EL TREN DE NAVIDAD
Ivan Gantschev 33 / EL OSO OTA
Ivan Gantschev
9 / EL PRADO DEL TÍO PEDRO
María Puncel / Teo Puebla 34 / LOS PIPISTRELLI
Eveline Hasler / Józef Wilkoñ
10 / EL SEÑOR VIENTO NORTE
Carmen de Posadas / Alfonso Ruano
35 / EL PÁJARO DE COLORES
Max Bolliger /Jan Lenica
11 / UN HATILLO DE CEREZAS
María Puncel / Viví Escrivá
36 / EL MAYOR TESORO
Arcadio Lobato
12 / EL ABUELO TOMÁS
Stépán Zavrel
37 / EL MENSAJE
13 / KIVITÁN Friedrich Recknagel / Vlasta Baránková
Sita Jucker
38 / EL TEATRO DE SOMBRAS
14 / EL PESCADOR Michael Ende / Friedrich Hechelmann
Fiona Moodie
39 / EL CIRCO DE PACO
15 / UN CUENTO DE ENANOS Francisco Carvajal / Alfonso Ruano
Max Bolliger / Peter Sís
40 / LA NIÑA CALENDULERA
16 / LA PRINCESA DE SOLIMANIA Carlos Murciano/ Tino Gatagán
Karel Capek / Josef Palecek
41 / UN DÍA DE VERANO
17 / UN NIÑO HA NACIDO... Max Bolliger /Jindra Capek
Jindra Capek
42 / BILLY Y TIGRE
18 / EL CABALLO FANTÁSTICO
Gerda Wagener/ Michael Grejniec
Moisés Ruano / Alfonso Ruano

19 / LA CANCIÓN DEL MANZANO 43 / LEO, EL MUÑECO DE NIEVE


Jaroslav Seifert / Josef Palecek Sylvia Loretan / Jan Lenica

20 / LA OVEJA NEGRA 44 / LA CIUDAD DE LAS FLORES


Elisabeth Heck / Sita Jucker Eveline Hasler /Stépán Zavrel

21 / EL PINTOR DE RECUERDOS 45 / EL MURO


José Antonio del Cañizo / Jesús Gabán Angel Esteban

22 / DONDE VIVE EL TIEMPO 46 / HUELE A PRIMAVERA


Vladimir Skutina / Marie-Jose Sacré Merce Company / Agustí Asensio

23 / ENANOS Y GIGANTES 47 / LA BOLA DE CRISTAL


Max Bolliger /Stépán Zavrel Arcadio Lobato

24 / NANA BUNILDA COME PESADILLAS 48 / EL PRÍNCIPE Y LA FLOR


Merce Company / Agustí Asensio Ingrid Mylo / Linda Wolfsgruber

25 / LA PERLA 49 / ROSALINDA
Helme Heine Piotr Wilkoñ / Józef Wilkoñ
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Il

Cuentos dela torre y la estrella


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