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HOMOSEXUALIDAD

El concepto de homosexualidad planteado desde el modelo del psicoanálisis y definido por Sigmund Freud se
basa en la fábula poética de Platón El Banquete, mediante la cual afirma: “...hay hombres cuyo objeto sexual no
es la mujer sino el hombre, y mujeres que no tienen por tal objeto al hombre sino a la mujer; a esas personas
se las llama de sexo contrario, o mejor, invertidas; y al hecho mismo, inversión...”.

Freud clasifica a los invertidos según su comportamiento en tres tipos: 1) invertidos absolutos, si su objeto
sexual es de su mismo sexo; 2) invertidos anfígenos, si su objeto sexual es uno u otro sexo y no presentan
predilección por ninguno de los dos; y 3) invertidos ocasionales, si el objeto sexual es una persona del mismo
sexo debido a condiciones exteriores como la inaccesibilidad al objeto de sexo opuesto.

Introduce el término de “pulsión sexual”, que reemplaza al de “instinto natural” y no tiene un objeto ni fin
naturales, para referirse a la sexualidad humana. Esta pulsión se basa en una presión constante que se
encamina hacia el objeto inespecífico durante la búsqueda para recuperar algo que se ha perdido. Respecto a
esto, Freud explica: “Los invertidos muestran, además, una conducta diversa en su juicio acerca de la
particularidad de su pulsión sexual. Algunos toman la inversión como algo natural, tal como el normal
considera la orientación de su líbido, y defienden con energía su igualdad de derechos respecto de los
normales; otros se sublevan contra el hecho de su inversión y la sienten como una compulsión patológica”.

Para E. Kraepelin, primer exponente moderno del modelo biológico o médico, tras realizar un estudio a un
sujeto masculino acusado de cometer actos inmorales con niños, define la homosexualidad como un estado de
degeneración: “...su incapacidad para acomodarse al sistema nacional de educación y la necesidad de satisfacer
sus exigencias, así como los repetidos cambios en el objetivo de sus deseos, ya en la escuela, ya es su vida
ulterior. Esto nos indica una considerable desviación del promedio humano, principalmente hacia la
degeneración...”.

Considera la homosexualidad una psicopatía, puesto que no sigue el promedio humano. Difiere de la creencia
de que su origen reside en la alteración de los genitales: “...son influencias accidentales diferentes las que dan
lugar a las diversas observaciones, según observamos en los degenerados, cuya orientación en tal sentido unas
veces es natural y otras aberrante; mas, en la gran mayoría de los casos, podemos considerar como
fundamento de las aberraciones sexuales la inestabilidad morbosa del impulso natural y su fácil inclinación a la
mudanza por influencia externa...”.

La psicología humanista de A. Maslow está basada en un pirámide de necesidades humanas cuya base son las
necesidades fisiólogicas del ser humano, entre las que se encuentra el sexo. La cúspide de la pirámide es la
autorrealización. Solo se puede atender a las necesidades superiores de la pirámide cuando las necesidades
inferiores han sido satisfechas. Desde esta base la elección de una persona del mismo sexo cubriría las
necesidades fisiológicas del individuo permitiéndole realizarse en los otros niveles superiores como son
necesidades de seguridad y protección, necesidades sociales, de estima y conseguir la autorrealización.

BIBLIOGRAFÍA

1. Gasque, M. (1990). Freud y la homosexualidad. Debate Feminista, 1, 264–271.


https://www.jstor.org/stable/42623910
2. García Valdés, Alberto (1981). Historia y presente de la homosexualidad.
https://books.google.es/books?id=qoy-JqefILsC&lpg=PA89&ots=wJrFKCibVz&dq=homosexualidad%20e
.%20kraepelin&hl=es&pg=PA159#v=onepage&q=homosexualidad%20e.%20kraepelin&f=false
3. Vázquez Muñoz, María del Pilar y Valbuena de la Fuente, Felicísimo (2010). La pirámide de
necesidades de Abraham Maslow.
https://www.academia.edu/download/54248808/piramide-necesidades-maslow.pdf

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